El tercer número de 2011 se dirige a nosotros con toda la fuerza de la búsqueda, con la luz y el combate, en nuestro propio interior. Está escrito por seres humanos que recorren el camino, que buscan con los buscadores, que golpean en las puertas de lo imperecedero. Pues quien ayer buscaba y hoy encuentra, ¡ante todo debe aprender a proseguir su búsqueda! Es el método que todos los grandes han aplicado y que nosotros queremos igualmente enseñar: caminar con los que buscan, permanecer a su lado, con toda la luz que está en nosotros. Así es como la fuerza del alma irradia alrededor de nosotros y como la luz encuentra su camino a través de los seres humanos en el mundo.