Crónicas Personales

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Calzada de los Leones no. 195 Colonia Las Águilas c.p. 01710 Ciudad de México www.galeriaurbana-df.com Textos Pablo Ortega Murguía Rafael Alfonso Pérez y Pérez Luis Rius Caso Ignacio Pareja Fotografía Manuel Jiménez Diseño editorial Javier Rosas Herrera Coordinación general Rebeca Pareja Ignacio Pareja Cuidado de la impresión Claudio Sánchez Islas Digitalización e impresión Carteles Editores p.g.o. s.a. de c.v. Ciudad de Oaxaca e-mail: colordig@oax.cableonline.com.mx 1a. edición, Oaxaca, México. Junio 2009 Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirectamente del contenido del presente libro.


A ese orden íntimo de sucesos que me llevó a volar



Presentación

Pablo Ortega Murguía | Director de galería urbana

Mostrando un claro afán de renovación artística Amador Montes nos regala poesía en lienzo y papel. En esta serie de pinturas y dibujos el artista con raíces oaxaqueñas nos demuestra que a través de viajes y observaciones detalladas, su técnica va cambiando, evolucionando para convertirse en un artista sin fronteras. Colores serios, pero retadores: ocres, negros, dorados, rojos, azules y violetas. Se vuelven trazos y líneas, veladura tras veladura él va descubriendo en su pintura nuevos temas; la esencia de este artista que va caminando por la vida con ojo clínico sigue encontrando en su tierra paz y alegría por pintar. Amador Montes sabe que el mundo está por descubrirse, por plasmarse ya sea en un ave migratoria que viaja grandes distancias en busca de armonía o en graneros donde juega con las estaciones y nos enseña como el otoño se puede respirar en las hojas que caen de los árboles al mismo tiempo que el frío del inverno nos llega hasta los huesos. Amador Montes se vuelve a reinventar, se imagina y crea mundos que pueden ser reducidos y reinterpretados en sus lienzos y papeles. Nos muestra que es un narrador de historias donde se confunden la realidad, la ficción y sus Crónicas Personales.



Amador Montes. Subterfugios ilimitados Rafael Alfonso Pérez y Pérez

Sin el Arte la vida sería un error. Friederich Nietzsche

Hace ya más de un mes que visité en compañía de Pablo Ortega el estudio de un joven pero talentoso y prolífico pintor, Amador Montes; un galerón inmenso en cuyas paredes colgaban varias piezas de gran formato, lo que parecía la versión actual de una galería florentina. Si bien, ya tenía conocimiento del talento y destreza pictórica de ese joven artista, en esa visita lo constaté al pararme frente a la obra, la cual te envuelve con su poética personal en la que se devela una conexión mística con el mundo, dada su proximidad con la tierra y el cielo; la primera representada por la vegetación y la fauna y la segunda por sus atmósferas misteriosas que representan el propio paraíso. Su obra está llena de una delicadeza lírica por el que crea un escenario de ensueño atmosférico, haciendo más que una pintura perteneciente a un mundo real. Su paleta recurre a una misma gama de colores para crear un ambiente unificado y poderosamente sugestivo inducido por el color, al que sobrepone figuras de animales, vegetación y caligrafía, mediante una técnica por la que combina la aplicación directa de cierto grosor en la pintura con el rasgado de ésta, para develar los distintos niveles de horizonte sin dejar de trabajar continuamente la figura, como una forma de dar personalidad y fuerza expresiva a cada pieza. Su trabajo es una experiencia de conversión estética, en la que se funden los lenguajes del pasado y las voces de su presente para conformar páginas de maestría y experimentación en un libro de hojas sueltas cuya lectura te atrapa en su “sinfín”. Cada pieza cobra la apariencia de un documento antiguo del que se develan bajo las imágenes textos, en igualdad de importancia y valoración plástica. Su fauna representada,

aunque variada, destaca en ella la representación de aves similares a las garzas. Aves que provienen del imaginario popular de su pueblo natal Santa Ana Tlapacoya, en el estado de Oaxaca, en el que se cree que en los días de tormenta bajan grandes aves sobre los tejados de las casas; pájaros gigantescos que ahora pueblan la fantasía iconográfica de Amador Montes. Una pintura que no obstante su vinculación con las tradiciones locales, encuentra un espacio personal que lo identifica y aleja de referencias locales, y en el que es posible apreciar los colores intensos que provienen de la tradición y las líneas elegantes de un dibujo posmoderno con el que conforma y deconstruye las formas biomorfas o zoomorfas que evidencian la presencia de figuras de una naturaleza prodigiosa, en la que más que copiar o reproducir la existente con un afán realista, las crea o desarrolla a manera de una representación figurativa espontánea. Asimismo, sus dibujos se acercan al arte caligráfico, cuya gestualidad le da a su obra una frescura y libertad de primera intención. Es así como podemos decir que Amador Montes ha logrado una peculiar forma de construcción de sus imágenes, derivada de la exploración previa a proceso de pintar, en las que toma como modelo iconografías aleatorias y disímiles de mundos y culturas lejanas, para transformar ese proceso de reproducción de lo real en un proceso de traducción, en la cual la imagen original repetida como un prosupuesto emblemático, aparece en cada vez modificada y transformada por la apropiación que de ella hace, creando así, un trabajo único lleno de fantasías de esmerada fluidez poética y sin límites en su capacidad fabulatoria-pictórica.



Amador Montes. Volver a la sensación Luis Rius Caso

Marcado por un cruce de tradiciones, de tiempos, de visiones del mundo, el arte de Amador Montes aspiraría a ejemplificar con los mejores argumentos la posibilidad de construir un imaginario híbrido muy original, con base en un código efectivo para involucrar lo mismo y lo otro, lo propio y lo distinto, o bien, para dar cauce a la inmanencia viva del mestizaje, en un horizonte de representación fundamentalmente plástico. Este elemento, lo plástico, no debe entenderse en la obra de este artista sólo como un recurso artístico que la refuerza, sino, mucho más que eso, como el valor fundamental que la sustenta. Lo plástico involucra a las emociones, a las sensaciones, a aquello que apenas si se puede sugerir con palabras y que está más allá de la representación del objeto o del tema. Así, apenas si se dice algo describiendo las hermosas composiciones, con sus estilizadas aves y motivos vegetales, con el cruce tan efectivo de descripciones lineales, diríase que diseñadas, con otras más bien gestuales y matéricas. El impacto inmediato proviene de su estética y de

su fuerza expresiva; rige la experiencia frente a las obras y establece su estatuto. Después del asombro del primer impacto, la mirada busca y encuentra los fundamentos de la destreza, del virtuosismo, de los desarrollos temáticos, de las afortunadas combinaciones en que se basan sus técnicas mixtas. Después del asombro y de la mirada relacional, la lectura del espectador puede buscar en lo simbólico, en el espacio del sentido que sólo puede provenir del campo específico de la propuesta artística. En tradiciones como la oaxaqueña y la mexicana, tan saturada de poéticas que involucran a la naturaleza, a lo surreal, a la imaginación creadora, a los referentes míticos y cotidianos (tan patentes en los títulos de sus obras), resulta muy difícil fijar una nota original. Amador Montes lo ha logrado con notable talento y personalidad. Su obra se nos revela como un regalo de notas visuales que nos regresa a la sensación, al misterio del arte, a un imaginario que esquiva el sobrepoblado universo de la iconósfera publicitaria y pobremente ocurrencial, que coloniza la mirada contemporánea.





Cr贸nica de un protector | 80 x 180 cm. Mixta/tela 2009 Cr贸nica de un caminante | 100 x 200 cm. Mixta/tela 2009 (p谩gina anterior)


Regreso a Casa, 9:00 p.m. | 100 x 80 cm. Mixta/tela 2009





2:59 Un disgusto | 55 x 158 cm. Mixta/papel nepal 2009 (pรกgina anterior)




Cr贸nica familiar | 80 x 180 cm. Mixta/tela 2009


Carmen y RubĂŠn | 190 x 190 cm. Mixta/tela 2009




3:50 p.m. Antes de comer | 140 x 120 cm. Mixta/tela 2009




Sobre el pueblo | 200 x 100 cm. Mixta/tela 2009 3:55 Crónica de un soñador | 55 x 158 cm. Mixta/papel nepal 2009 (página anterior)




Ca単averal | 120 x 140 cm. Mixta/tela 2009


Un verano en Madrid | 80 x 120 cm. Mixta/tela 2009





Sucedi贸 en invierno | 100 x 150 cm. Mixta/tela 2009 12:50 La espera | 55 x 158 cm. Mixta/papel nepal 2009 (p谩gina anterior)




Sucedi贸 en oto帽o | 100 x 150 cm. Mixta/tela 2009





Guardianes del pueblo | 190 x 190 cm. Mixta/tela 2009 8:50 Estamos charlando | 55 x 158 cm. Mixta/papel nepal 2009 (pรกgina anterior)


Sobre flores | 140 x 210 cm. Mixta/tela 2009




Cr贸nica de mi padre | 140 x 140 cm. Mixta/tela 2009





Una crónica más Ignacio Pareja

Quizá una de las crónicas más conocidas de nuestro tiempo es la que presenta el autor estadounidense Carl Sagan en su libro “Los dragones del edén: Especulaciones sobre la evolución de la inteligencia humana.” En esta investigación establece un calendario cósmico, donde se representa la vida del universo en un año terrestre (365 días). La hora cero del primero de enero hace referencia a la creación del universo, cada segundo de su crónica representa cerca de 500 millones de años. La tierra se forma el 14 de septiembre, el origen de la vida se ubica el 25 del mismo mes. El hombre aprende a servirse del fuego hasta el 24 de diciembre a las 23:46 hrs. El renacimiento surge en Europa el 31 del último mes a las 23:59:59., y el tiempo actual se sitúa en el primer segundo del año nuevo. Lo que pretende dar a conocer Carl Sagan es que el ser humano es sumamente joven y el universo es sumamente viejo. En esta crónica la humanidad consciente –construida por linajes familiares e historia– representa sólo una decena de segundos de la vida del año cósmico. Todas nuestras memorias se pueden encontrar en esta pequeña fracción de tiempo, toda persona que vivió, reyes, poetas, guerreros, imperios, inventos, libros, todo lo que conocemos aconteció en los últimos diez segundos de la vida del universo. En suma, Carl Sagan nos dice que somos el legado de una evolución cósmica, que la inteligencia humana es el fruto de esta evolución de millones de años de transformación de materia estéril a células vivientes que se adaptaron para vivir en su entorno hasta el grado de tener consciencia propia.


Las distintas formas en las que se manifiestan los sentimientos del hombre, en lienzos, papel e ideas, forman parte de esta consciencia desarrollada por los seres humanos. El arte y sus expresiones pertenecen a ramas del conocimiento donde la capacidad inventiva conjugada con la técnica, la originalidad y la estética son variables indispensables para crear una obra universal. Lo importante de una obra de arte es que es fiel testimonio de la memoria inconsciente del artista. La perpetuidad de la misma no se basa en lo tangible, si no en la correspondencia que tenga una pieza para expresar un sentimiento y que el espectador pueda percibirlo. Amador Montes lo ha entendido así, logrando una sinergia entre lo accidentado y la mezcla de colores, textos, y materiales para formar obras que no representan el tiempo actual, si no que aparentan un tiempo antiguo, vivido de hace muchos años, de paredes que no esconden el paso del tiempo y se muestran orgullosas de su longevidad, de la crónica de acontecimientos de un pasado remoto. Las crónicas personales de Amador Montes hacen referencia del mismo modo a un calendario de la vida del artista. A través de su obra podemos encontrar un compendio de imágenes que han sido plasmadas en un orden íntimo. El artista oaxaqueño nos muestra su perspectiva de una serie de crónicas con 22 piezas, donde nos cuenta historias que no pueden ubicarse en un lugar definido, sólo conocemos la hora o la temporada en que ocurrieron porque así lo ha registrado el autor en sus cuadros. Más allá del drama del tiempo cósmico, Amador hace su crónica con aves y lugares viejos deshabitados, nos narra con cautela acontecimientos que fueron parte de su vida, hace una abstracción de un conjunto de sucesos que son mostrados de acuerdo a un orden de aparición. Al igual que el calendario cósmico de Sagan, cada óleo tiene el objetivo de almacenar grandes cantidades de detalles, de información personal del artista. La obra de Amador acentúa los sentimientos, reconoce al hombre como un ser emocional, donde lo que debe trascender no es lo material o tangible si no la impresión por mirar un cuadro. Algo nos queda claro en esta reflexión, aunque los seres humanos sólo ocupamos una pequeña parte en el océano del tiempo y sean pocas las huellas positivas que dejamos en la tierra, pueden ser inmensas las marcas que dejamos en el espíritu del hombre con nuestras artes.




amador montes libros de arte 2008 2007

Aromas. Centro Cultural Universitario, Oaxaca, México. amador montes Artífice Oaxaqueño. Palacio de Bellas Artes. Ciudad de México.

2005 2004

exposiciones individuales 2009

Crónicas Personales. Galería Urbana Blanquis. Ciudad de México. 2008 Impresiones. Galería El Greco, Veracruz, México. Instalación: La Construcción. Centro Cultural Universitario, Oaxaca, México. Babel-nadie entiende a nadie. Galería Alberto Misrachi, ciudad de México. Memorias. Galería pici. Seúl, Corea del Sur. Amador Montes Obra Reciente. Galería Corsica. Jalisco, México. 2007 Y sin embargo no puedo dejar de soñar. Galería Arte de Oaxaca. Oaxaca, México. Interiores. Galería Vértice. Jalisco, México. 2006 Amador Montes. Galería Oscar Román. Ciudad de México. Jardines. Galería Arte de Oaxaca. Oaxaca, México. Animalerías. Museo de los pintores oaxaqueños. Oaxaca, México. 2005 Un sueño para Carmen. Galería Gradiva. Jalisco, México. Pecados y Virtudes. Espacio México en Montreal. Montreal, Canadá. Tres Tiempos. Galería Oscar Román. Ciudad de México. Pecados y Virtudes. Casa Mayordomo. Oaxaca, México.

2003

Un hombre llamado Andrés. Galería Arte de Oaxaca. Oaxaca, México. Cuentos y arboledas. Casa de la Cultura de Oaxaca, Oaxaca, México. Diálogos Confusos. Galería Gradiva. Jalisco, México. Cartas a Maricela. Galería Arte de Oaxaca. Oaxaca, México. Amador Montes. Holiday Inn. Yucatán, México. Provocaciones al papel. Galería Arte de Oaxaca. Oaxaca, México. Ausencias y Crisis de tantos sueños. Taller de litografía. Oaxaca, México.

exposiciones colectivas 2008 world artist festival Sejong Center. Seúl, Corea del Sur. Últimas tendencias del arte contemporáneo de México. Galería Arte de cerca. Veracruz, México. Exposición Colectiva. Galería art. Oaxaca, México. Exposición de Arte Contemporáneo. Club de Empresarios. Ciudad de México. 2007 world artist festival Museo Hangaram. Seúl, Corea del Sur. Homenaje a Frida. Universidad del Claustro de Sor Juana. Ciudad de México. Muestra Colectiva Pintores Oaxaqueños. Centro Regional de Pintura. Estado de México. Destacados Artistas de la pintura en México. Museo Raúl Anguiano. Jalisco, México. Desde el Interior Diez pintores Oaxaqueños. Galería Vértice. Jalisco, México.

2006 Presencia de la Plástica Oaxaqueña en Chihuahua. 2o Festival Internacional Chihuahua. Chihuahua, México. 2005 Percepciones. Galería Oscar Román. Ciudad de México. Aniversario. Galería Oscar Román. Ciudad de México. 20 Jaguar. Galería Arte de Oaxaca. Oaxaca, México. Tierra y Color. Museo de los Pintores Oaxaqueños. Oaxaca, México. La solidaridad de los pintores oaxaqueños. Exposición en apoyo de coesida. Casa Lamm. Ciudad de México. Sensaciones. Galería Oscar Román. Ciudad de México. Pintores oaxaqueños en ayuda a la Cruz Roja. Nuevo León, México. Una noche de la plástica oaxaqueña. Museo del Risco. Ciudad de México. 2004 8 Impresiones. Oaxaca en España. Universidad Francisco de Vitoria. Madrid, España. Subasta de Arte en apoyo a la Cruz Roja. Ex-convento de Santo Domingo. Oaxaca, México. 2003 Tapete de Muertos. c.f.e. División Sureste. Oaxaca, México. Tapete en Memoria del Maestro Rodolfo Morales. Galería Arte de Oaxaca. Oaxaca, México. Arte con Mezcal. Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles. Ciudad de México. Su obra pertenece a importantes colecciones en México y el extranjero, en países como: Argentina, Corea del Sur, Francia, Inglaterra, Italia, España, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, entre otros.


Se terminó de imprimir en los talleres de Carteles Editores en junio de 2009, ubicados en Colón 605, Centro Histórico, Oaxaca, Oaxaca. México. Su formación se llevó a cabo con el programa Adobe Indesign, utilizando las tipografías Lisboa Sans para cuerpo de texto y Amorinda para título. Está impreso en prensa plana. La edición consta de 1,000 ejemplares. Agradecimientos a Rafael Alfonso Pérez y Pérez, Luis Rius Caso, Alberto Ortega Villegas, Blanca Murguía y Alberto Ortega Murguía.





Calzada de los Leones no. 195 Colonia Las Ă guilas c.p. 01710 Ciudad de MĂŠxico www.galeriaurbana-df.com


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