Me confieso —dice Juan Martins— ante el lector: podrá notarse que buena parte de la escritura contenida entre corchetes proviene de su libro «De qué hablo cuando hablo de correr», cuyo título del libro fue inspirado en una colección de cuentos cortos de Raymond Carver con el propio «De qué hablamos cuando hablamos de amor». Yo, hago un tanto, el resto, aquella hermenéutica que me permito como para compartir la voz de aquél, en un diálogo imaginario que espero el lector lo legitime al menos con una parte de su recorrido. Y, por otro lado, la necesidad de flexibilizar el discurso de este ensayo o lo que pudiera surgir de él: mi bitácora (un diario desconocido). Más adelante agrego notas de su libro «De qué hablo cuando hablo de escribir» con el mismo propósito.