Veintiun libros de los ingenios y máquinas de Juanelo Turriano - Transcripcion al español - Tomo III

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FUNDACION JUANELO TURRIANO


Los Veintiún Libros de los Ingenios y Máquinas de Juanelo Turriano



Los Veintiún Libros de los Ingenios y Máquinas de Juanelo Turriano Transcripción

del manuscrito

con Prólogo

de

PEDRO L A Í N ENTRALGO

y Reflexiones

de

JOSÉ ANTONIO GARCÍA-DIEGO

Volumen II

FUNDACIÓN JUANELO

TURRIANO

DOCE CALLES

SÉ9 BH FUNDACION JUANELO TURRIANO


Los editores agradecen la colaboración de Caminos, Canales y Puertos.

del Colegio de

Ingenieros

Comité Asesor de la edición BEGOÑA GARCÍA-DIEGO Y ORTÍZ LUIS CERVERA V E R A ÁNGEL DEL C A M P O FRANCÉS JAVIER GOICOLEA ZALA IGNACIO GONZÁLEZ TASCÓN

Transcripción R O S A GARCÍA C A L V O

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Reflexiones: Herederos de José Antonio García-Diego. Transcripción: Fundación Juanelo Turriano. Manuscrito: Biblioteca Nacional. Madrid. Ministerio de Cultura. De la presente edición: Fundación Juanelo Turriano y Ediciones Doce Calles, S.L. ISBN Obra completa 84-87111-78-5. ISBN Facsímil. Tomo I. 84-87111-73-4. ISBN Facsímil. Tomo II. 84-87111-74-2. ISBN Facsímil. Tomo III. 84-87111-75-0. ISBN Facsímil. Tomo IV. 84-87111-76-9. ISBN Facsímil. Tomo V. 84-87111-77-7. ISBN Transcripción. Volumen I. 84-87111-72-6. ISBN Transcripción. Volumen II. 84-87111-71-8. D. L.: M-12.146-1996. Coordinación editorial: Concha Aguilera. Producción editorial, Diseño y Maqueta: Ediciones Doce Calles, S.L. Fotografía: Pablo Linés Viñuales.


Los tres Libros De el tercero tomo que mandó escribir y demostrar el católico Rey D. Felipe Segundo a su Ingeniero Mayor Juanelo Y las consagra a su Majestad Católica por mano de su mayordomo Juan Gómez de Mora.

TOMO TERCERO

El Libro Once trata de diversas maneras de molinos y tahonas. El Libro Doce trata de diversos géneros de cerner el harina. El Libro Trece trata de los molinos, batanes y de aceite. Y de diversos géneros de artificios de la misma calidad, para sacar aguas, para hacer alumbres y salitres y lavar lanas y paños


I-JG-IFUNDAI I S S N JUANEL I E H Í J TURRIA


LIBRO ONCENO Trata de diversas maneras de molinos

os molinos es cosa antiquísima entre las gentes, de modo que el moler del trigo y otras simientes es cosa muy común. Y antiguamente, ios hombres molían con mucho trabajo, a causa que lo hacían a fuerza de brazos, de modo que la necesidad ha causado haber de buscar modos nuevos para huir el trabajo corporal. Y, así, han ido inventando y considerando con qué artificio e ingenio podrían moler sus semillas para poder comer aquéllas. Y porque es casi uno de los más necesarios artificios, son los molinos para haber de ayudar a sustentar la vida humana. Porque vemos, aun entre los bárbaros, como era en las Indias Occidentales, que no tenían molinos para moler sus maíces, habían inventado unos molinicos, como los que muelen las mostazas, para moler sus simientes, cuánto más en los pueblos donde hay república, que han inventado diversas maneras de molinos. Y la causa de esto ha sido la necesidad y, también, los pocos ríos que hay en algunas partes, así de arroyos como fuentes. Y vemos, ordinariamente, muchos pueblos carecer de este cómodo del moler en sus términos, y esto lo causa la falta de la agua. Y, a más de esto, muchos pueblos tienen agua, mas es poca para hacer andar un molino. Hay otros pueblos que tienen mucha agua, mas sáleseles del término sin poderse servir de ella, por causa que va muy baja, o muy honda, o que va entre peñas, por donde no hay lugar de servirse de ellas. Y, por tanto, digo que ha sido cosa necesaria los molinos y muy forzosa. Y hay algunos pueblos que carecen tanto de agua, no digo para moler, mas aun para beber, cuánto más para hacer andar molinos, de modo que se ve que no se bebe otra agua, ni la hay más, que la [que] cae del cielo, de las lluvias. Así que la necesidad ha causado hacer diversas invenciones o máquinas de molinos. Por razón de la mucha o poca agua, así se acomoda el artificio para que puedan moler. Y, también, según la disposición del lugar y de la caída de los ríos o acequias, por donde se supone de acomodarlo o hacerlos, estos edificios, los cuales se hacen en diversos modos, como se verá en el discurso de esta materia. Las cuales invenciones son muchas, y porque se tenga noticia de ellas en el modo, como en los nombres de las inven[323]


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ciones, aunque en cada provincia les tienen sus nombres propios a cada género de molino, mas pondré los nombres ordinarios que hay en estos reinos de Aragón, Cataluña y Valencia, aunque los más nombres serán aragoneses. El primer modo de molino, y el más común y universal, es el molino de canal abierta, aunque no muele mucho. Este V/fol. 288v] modo de molino no es de mucho artificio. Todo el artificio y primor de él consiste en saber asentar la canal, que la agua vaya a herir en las palas de la rueda en un cierto modo, que no agua 1 hace detención a la rueda, que en lugar de hacerla andar no la haga detener, porque se podrá poner en tal postura que anda la una rueda con grandísima velocidad y, otras veces, se pondrá de tal arte que no la moverá. Así que esto importa mucho entenderlo, aunque hay tantos molinos hechos en esta forma que de razón se le había ya de haber hallado el talle cómo se ha de asentar. Mas, tantos cuantos molineros hay, tantas opiniones hallarán en ellos, y esto lo causa que los más de ellos son hombres de muy poco ingenio y de menos especulación. De modo que, el moler poco o mucho, es la causa la rueda que recibe el golpe de la agua de la canal. Débese asentar la canal en esta manera: supongamos que de donde empieza a recibir el agua la canal hasta despedirla de sí, que va a herir en la rueda, conviene que la canal esté asentada. De modo, supongamos, que tomamos un cuadro perfecto y que le quisiésemos dividir en dos partes iguales, de ángulo a ángulo, por línea diagonal, como va aquí señalado. Los ángulos del cuadro es A B C D, la diagonal es A D, de modo que conviene que la canal (Figura 176) esté asentada en esta manera: como va la línea A D que divide el cuadro en dos partes, que es A C D, la una parte, y, la otra, es A B D. Después de haber asentado la canal conviene también tener mucha advertencia en el asentar de la rueda. Figura 1/b.

Muy poco aprovecharía haber asentado muy bien la canal si no se asentase la rueda, que estuviese con proporción, porque se podría asentar tan apartada de la canal que, la agua, cuando llegase a herir la rueda, no tendría ninguna fuerza para hacerla volver. O podría estar tan junta con la canal que la agua no hiciese ningún efecto. O puede estar tan baja o tan alta que no sea correspondiente a la canal, ni esté muy cerca ni muy apartada, mas que ella esté puesta en un cómodo. Y en esto no se puede dar reglas (Figura 177) cierta[Í] para ello, mas de que la rueda. Todos los rayos de la rueda tienen sus letras que es E F G H I K L M, de modo que la agua que desciende de A D, y hiere en la letra E, que es en el brazo de la rueda y el que traviesa rectamente la rueda. Y la rueda conviene que tenga los costados de las palas cerradas para que tengan mayor fuerza en el mover de la rueda, que estando cerrados no se derrama la agua en el herir en la rueda, esto es cuando el herir de la agua [/fol. 289r] en la rueda, después de estar asentada la rueda. Convendrá que la rueda sea grande, por razón que, cuanto tendrá mayor circunferencia, andará con mayor presteza por causa que vuelve con mayor ligereza. 1 Podría haber un error de transcripción por parte del escribano y querer poner aga, como parece que pone en la línea siguiente. La interpretación correcta sería: no haga hacer.

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Aquí abajo pondré unas diferencias de ruedas, cómo les hiera la agua en ellas y en cuál de ellas se verá, manifiestamente, donde hará mayor fuerza la agua en ellas y en cuál menos. (Figura 178)

ra 177.

Diferencias que hace la agua en el herir en las ruedas, como están asentadas, o muy cerca o muy apartadas. Vese muy claramente que todas las canales están asentadas de una misma manera y en una misma línea y, por lo mismo, que las ruedas son de una misma circunferencia y asentadas en una misma línea. Vese que la canal A B C D, que hiere la rueda N, en el brazo E, que es la línea que traviesa rectamente la rueda N. La canal B C D E hiere en la rueda O. Y conviene hacer otras demostraciones acerca de las ruedas. Que hiera la agua en el brazo K, que hará mejor el efecto y, así, se gana más de la caída, por razón que la rueda está asentada muy más alta y la agua no hace ninguna detención en la rueda. Y si se pusiere la rueda de modo que la agua le hiera a la mano derecha, conviene hacer que la agua hiera en la rueda, entre el brazo E M, en aquel medio de las dos letras que hay, herirá con más rigor o fuerza que en ninguna otra parte. Aunque hay diferencia en hacer herir la agua, a una mano o a la otra, y aun se gana más cómodo en el asiento de la rueda. En el brazo M, de tal modo hiere en la rueda, que ni la hace volver a una mano ni a otra. De modo que se conoce la traviesa que hay de una rueda a la otra en estar cerca o apartada de la canal. Y de aquí se comprende la causa del movimiento de la rueda, en el efecto que hace, dado que una misma cantidad de agua, y una misma postura, y en un mismo asiento, y de una misma grandor de rueda, haya tanta variación en el estar asentada la rueda, o muy cerca o estar apartada. Vese lo mismo en la canal C D E F, que hiere en la rueda P, la cual canal hiere en la rueda P, en aquel espacio que hay entre M y L, de modo que la agua que hiriere en aquel lugar [/fol. 289v] no es bastante de hacer volver la tal rueda, antes digo, que si la tal rueda tuviese algún otro movimiento que la moviese, Figura

178.

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que esa agua, que le viene a herir en aquel lugar, digo, que sería parte para hacerla detener la tal rueda P, por razón del lugar donde hiere. Y esto se puede comprender, que causa más detención, que no causa movimiento a la rueda. Mas digo, que si hiriera en el brazo L, que le causará mayor movimiento en aquel lugar, que no hace donde le viene a herir la agua de la canal C y F. Que retraer más materia acerca de esto me parece que es cosa superflua para ello, pues el ojo y el entendimiento nos lo averigua muy manifiestamente. Estas demostraciones helas puesto sólo para que se vea la diferencia que hay en el asentar las ruedas, o muy cerca de las canales, o asentarlas apartadas, para que se vea la variación de los efectos que hacen. La canal D E F G, que hieren la agua que sale de la línea D y G, y hiere en la rueda Q, la cual agua hiere en el brazo de la rueda Q, en F, el cual brazo es muy más abajo, hacia el suelo, que es de medio abajo de la rueda. Vese que hace muy grande fuerza la agua en la rueda Q, y esto no es de parte de la canal, ni menos de la agua, por causa que todas estas canales están puestas en una misma línea y en una misma declinación. De modo que esta fuerza no es de parte de la agua, ni menos de la postura de la canal, mas de sólo por razón de la postura de la rueda, en estar puesta en tal lugar, que recibe la fuerza que hace la agua en ella y le causa mayor ligereza a la rueda, que hace su movimiento muy más ligero. Esto es cuanto a la posición de las ruedas ser puestas, o muy cerca, o muy apartadas de las canales de donde les viene la agua que les causa el movimiento. Después que se han asentado las canales y las ruedas en aquella debida distancia que conviene, es necesario que se tenga cuenta que la agua, después que habrá salido de la canal, conviene que venga a dar de golpe en la pala, toda la agua, y no en el ángulo de la pala y de la rueda, porque, dando en el ángulo, no causa tanta fuerza en la rueda como causa en el dar en la pala, y esto es cosa muy importante, aunque muchos no lo entiendan ni aun lo echan de ver. Y es cosa importantísima, por causa que, cuando hiere la agua en el ángulo de la pala y de la rueda, vuelve muy más pesada la rueda y, cuando hiere en el medio de la pala, vuelve, entonces, la rueda muy más ligeramente. Y esto se puede comprender en la romana, que cuando está un mismo peso apenso o colgado en ella, que cuando está el pondos más cerca del peso, que no declina, antes vuelve para arriba y, cuando lo apartan del punto de donde está apenso el peso, que el pondos declina con grandísima facilidad. Y, por el mismo consiguiente, el molino muele mucho más con una misma cantidad de agua que no hará Ufol. 290r] otro con otra tanta cantidad de agua, por razón de este inconveniente que tengo dicho. Aunque es verdad que hay otras particularidades que son parte para moler mucho o poco, aunque esta es la más principal. También es harta parte el estar apuntado muy bien, que ayuda mucho al moler y, cuando no está bien apuntado un molino, es mucha parte causa de no moler tanto cuanto molería si estuviese asentado, muy a peso, el eje de hierro que vuelve la muela de arriba. Dejo aparte infinitas particularidades que hay en el aderezar de los molinos, por ser ello cosa tan común al vulgo, como es los molinos entre las gentes. Hay otro género de molinos que los llaman de bomba, el cual es harto diferente de lo dicho. Y tiene la canal toda cerrada. Y este género de molino muele mucho más que no muele el molino de aceña o de canal, por razón que la agua va muy más recogida. Aunque esta bomba o canal se asienta muy más llana, por causa que el herir que hace en el carcaño o en la rueda, la cual está diferente[326]


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mente asentada y de otra forma. De modo que esta rueda es muy varia de la pasada, en todo, por razón que esta rueda va llana y la otra va como las ruedas del carro. Y, ultra de esto, que esta rueda, a más de ir llana, no tiene rayos, como la otra, ni menos palas, mas caso que lo que mueve la agua de las ruedas es muy diferente en todo. La canal de este molino puede servir a la otra invención, que antes de esta se ha señalado, porque conviene asentar muy más llana la canal para esta manera de rueda. El cuadro por (Figura 179) donde se saca la regla del asentar esta canal es A B C D, de modo que conviene dividir este cuadro en tres partes iguales y dar dos de ellas para la canal, que es A E. Y en E vierte esta canal la agua, en los alabes de la rueda, la cual está hecha a vueltas, las cuales vueltas son venticuatro.

Esta manera de rueda ha de ser de diámetro de diez palmos, por razón que cuanto es más grande de diámetro tanto más va con velocidad y, cuan más pequeñas, muelen menos aunque tengan una misma cantidad de agua. Siempre molerá mucho más la rueda grande que no la pequeña. Esta canal de molino de bomba va muy diferente por razón que, cuanto más se va acercando a la rueda, tanto más se va estrechando, de modo que donde despide la agua no es más de medio palmo de ancho, en cuadro, la salida de la agua. La cual va en esta forma que aquí está señalada. Donde entra Ufol. 290v] la agua en la canal es A. Donde despide la agua es B, la cual ha de ir a herir en el álabe C de la rueda D. (Figura 180) Y la agua que cae en la rueda se cala por el agujero E, el cual es largo. Y, si Figura

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180.


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la agua no saliese de encima de la rueda D, daría muy grande pesadumbre al andar, mas inmediatamente que ha dado el golpe en el álabe, luego cae. En este género de rueda no hay menester de linterna para hacer (Figura 181) andar la muela, mas que en el eje de la rueda va una vara de hierro muy gruesa, la cual va fijada con unos zarcillos de hierro, y encima de este barrón va la muela. Conviene que este rodete esté asentado muy a peso porque, no lo estando, se gastan las muelas y no muele tanto. Con mucho, en esta invención no hay más ruedas ni linternas como hay en los molinos de aceña, como es el pasado. Sólo conviene tener cuenta en asentar esta rueda en tal modo que la agua vaya a dar de llano en el álabe C, que la coja de lleno. Estos álabes han de estar muy vueltos en la parte donde se va a caer la agua, y cuando son más altas tanto mejor hacen su oficio. Conviene tener advertencia en asentar primero el rodete, antes de asentar el ruello o la muela baja, por causa de ver primero cómo hiere la agua en el rodete, porque si fuese asentado una vez, no se podrá acomodar tan bien como se acomodará el rodete, por causa que conviene o acercarle más, o apartarle algún tanto más de la saetía. Y, por tanto, conviene que primero esté asentada la rueda, que no el ruello, por causa de lo dicho. Alguna vez será necesario levantar la rueda, que si estuviese el ruello asentado no se podría tan bien acomodar como se hará sin ello, o abajar. Por tanto, conviene asentar el rodete primero, por causa de no haber de levantar el ruello, o de haber de acortar el eje o gorrón de hierro. Y por causa del movimiento, que no tiene ninguna otra rueda para que descanse y ayude a esa sola, y por esta causa esta manera de rodeznos se acostumbraban hacer de piezas, mas, ahora, se acostumbran hacer diferentemente. Que se hacen de sólo dos piezas de carrasca y vase cavando los álabes en ello y, después, se le pone un zarcillo de hierro para que le conserve más tiempo unidas, estas dos piezas juntas, y asiéntaseles un mástil de la misma calidad de madera, el cual se hace a torno, excepto donde ha de asentar en la rueda, que queda cuadrado en aquella parte, y en la parte que firma en el suelo se le pone un zarcillo de hierro, con su gorrón muy bien acerado y aun templado, [/fol. 291r] a causa que con el continuo movimiento que no se vaya disminuyendo. Y se asienta encima de un dado de metal de campanas, a causa que sea muy más fuerte y dure mucho más tiempo, aunque yo le quería ese dado de acero muy bien templado. El árbol de la rueda o mástil requiere ser de alto ocho palmos, poco más o menos, según el lugar. La barra que se pone dentro de este árbol o mástil, conviene que ella sea cuadrada y que sea de seis palmos, y entra en el mástil de madera dos palmos, poco más o menos, según la necesidad del lugar y según la altaria del lugar. La rueda o rodete conviene que sea, al menorete, de ocho palmos, aunque será muy mejor de diez, que no de ocho, aunque no consiste tanto en la mucha ancharía de la rueda cuanto consiste en la mucha cantidad de agua. El mucho moler y el poco moler, un molino, lo causa la poca cantidad de agua que le hace andar. Las canales que son cerradas tienen muy más recogida la agua que no hacen las canales abiertas porque, siendo cerradas, llevan muy más mejor la agua a herir en la rueda. De modo que [328]


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este género de molino de bomba conviene que tenga muy más llana su canal, como se ha dicho muchas veces, por causa que, si fuese esta canal asentada muy enhiesta por la diagonal de su cuadro, haría andar muy pesada la rueda, por causa de herirle de alto abajo. De modo que conviene que le vaya a herir la agua muy oblicuamente en la rueda, como se puede comprender por reglas de geometría y, aun, de filosofía, porque en estas materias conviene que, en ello, concurra alguna poca de especulación práctica. Bien que conviene saber qué efecto hacen las líneas en el herir, en una parte más que en otra, conforme como está asentada o situada la cosa, como es en el herir en una rueda que va como van las del carro, o como herirá en una rueda que es puesta en la manera que es puesta una muela de molino, de manera que son varios los modos, o posiciones, o asientos de las ruedas por la misma causa del asiento y lugar donde está puesta la cosa. Y, por tanto, conviene, así en esto, como en cualquier otra cosa, tener una poca de especulación en ello, que es asentar derechas las cosas, en especial el rodete, el mástil. La canal que se hiciere cubierta, que llaman bomba, conviene que sea muy más ancha en la parte donde entra la agua que no en la otra parte que la vierte. En la parte ancha conviene que sea cuatro partes y donde es más estrecha ha de ser de ancho una de aquellas cuatro partes. Y ha de ser de largo, a lo menos, treinta palmos, por causa que, cuanto más es larga la canal, lleva muy mayor fuerza la agua. Y esta bomba conviene que sea hecha con proporción y artificio, y con- Ufol. 291v] siderar si es la agua mucha o poca porque es menester tener respecto a la cantidad de la agua, en el hacer de las canales. Así que será la regla, que se ha dado, general en el hacer de las canales, ahora sean grandes o pequeñas. De modo que la canal conviene que sea treinta dos palmos de largo, y cuatro palmos en la boca, y un palmo en el suelo, y no sea más ancha ni más grande, por causa que cabe mucha agua en un palmo. Aunque yo querría que la bomba fuese más estrecha y más alta en la parte donde despide la agua, a causa que viniese la agua mas ancha a herir en los álabes, que no fuese tan alta la cantidad de la agua, como si dijésemos, que la agua no fuese de ancho más de palmo y medio y de alto medio palmo, que hará mucha más fuerza en esta manera, la agua, que no hará siendo un palmo, en cuadro, para todas las cuatro partes. Cuando estas canales tienen poca cantidad de agua, conviene ponerlas más enhiestas que no se hace cuando tienen mucha cantidad de agua. Aquí pondré unas cuantas maneras de canales para que se entienda, muy mejor, mi concepto en esta materia de las canales, y esto se entiende así de madera, como de piedra, y como de cualquier otro género de saetías o de canales, cubiertas o descubiertas, las cuales son, ellas, diferentes, como aquí abajo irán varias, por causa de la mucha o poca agua que habrá. (Figura 182) L

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Estas son canales por donde ha de descender la agua a herir en las ruedas y rodetes. Y porque conviene tener una cierta consideración en el asentarlas, la canal que es en el cuadro A B C D es menos de su diagonal, que desde la A a la C hay doce, y desde la C hasta la E no hay más de nueve, porque no llega en el ángulo D para que fuese igual, en proporción de las dos líneas de los dos costados, como por el número de cada una de ellas se puede entender. Y esto se hace por causa de \la\ poca agua que ha de descender por ella, de modo que su perpendicular, del lado de su cuadro, que es desde A a la C, y desde la basa del cuadro es C D, que viene a verter la agua en E, que es 3 de doce a nueve. La segunda Ufol. 292r] canal, que su cuadro es F G H I, el cual cuadro tiene su perpendicular que es doce, que es desde F a la H. Y de la H a la I hay las mismas doce de basa, de modo que la diagonal del cuadro, que es F I, es la canal, la cual canal tiene más cantidad de agua que no tuvo la primera. La tercera canal o bomba o saetía, que su cuadro es K L M N, la cual su perpendicular es doce y su basa es quince, que es M N, de modo que su basa es tres más, que no es su altaría la diagonal del paralelogramo, y esto causa el tener mucha más agua que no tiene la segunda. La cuarta canal y última es su paralelogramo o cuadro O P Q R, la cual es su perpendicular doce, y su basa es Q R, que es diez y ocho, de modo que su diagonal es O R, por razón que tiene mucha más cantidad de agua y molerá mucho más, que ninguna de las canales, el molino que con esta manera de canal molerá. Y aquí se podrían poner muchas más de las puestas, mas al fin sería una prolijidad querer poner más de las puestas. La perpendicular es doce del cuadro paralelogramo, (Figura 183) y su basa es diez y ocho, que es la más larga y más llana de las canales o bombas para hacer andar un molino. Suéleseles hacer a estas canales una balsa, y esto se hace por causa que se conserve más la agua en las canales, que estén más copiosas de agua. Y aun hace más estas balsas, que con el peso de su agua hace caer con mayor furor la agua por la canal, por donde muelen algún tanto más de lo que molerían estos molinos. Figura

183.

Estas figuras y diversidad de asientos de canales, y para que se vea la diferencia que hay entre ellas, he puesto solamente estas cuatro, por no confundir el juicio y el entendimiento de los que leyeren esta materia. Digo que el cuadro A B C D, que tiene una canal señalada en él, la cual no es su diagonal de ángulo a ángulo del cuadro, la cual es n, * c x 3 * 11 * Is " 18 menor un cuarto, como se puede ver. La cual canal, por ser más enhiesta que no en su diagonal, y por tanto digo que, siendo en materia de agua lo que tratamos, digo que descenderá muy más pesada la agua por aquella línea, de esa canal, que por ninguna otra línea. Que cuanto más la línea se va acercando a la perpendicular del centro del mundo, tanto más grande y pesado se hace cualquier cuerpo, de modo que, cuanto más se va acercando a esa perpendicular, tanto es más pesado el tal [330]

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cuerpo. Y, por tanto, digo que el molino Figura 223. que tiene su bomba o canal que cae a peso, tanto es mas tardía la agua que cae de la A a la B, que no hace ninguna de las otras tres. Y, por tanto, donde hay poca agua conviene que se hagan las canales que sean muy enhiestas, para que hagan mayor efecto las aguas que por ellas descienden, por causa que es más pesada Ufol. 292v] y lo que falta en ligereza suple en gravedad, y así muele harto. Digo que un cuerpo grave o pesado, que en el descender, será tanto más grave o 3 pesado cuanto su movimiento, de aquel tal cuerpo, es muy más pesado cuanto fuere más recto al centro del mundo. Y porque esta materia se entienda y se verifique, supongamos que un cuerpo grave o pesado, que es la A, y su descender es desde la A a la B, como arriba dijimos, por causa que es la línea más recta que todas las otras para el centro del mundo, digo, que este tal cuerpo es muy más pesado en B que no será el mismo cuerpo en C, y será muy más ligero desde la A a la D, y más ligero será el tal cuerpo desde la A a la D E. (Figura 184) Que será muy más ligero en esta línea que no, él, en ninguna de las otras líneas. Y tantas cuantas mas líneas se hiciesen, que fuesen diagonales o hipotenusas, tanto más sería ligero el tal cuerpo partiendo de la A. De modo que, tanto cuanto más se apartara el tal cuerpo, grave o pesado, de la perpendicular, tanto más se hará ligero en que se hace más presto por estas líneas y, así, se va haciendo más presto en el descender. Porque cuanto hiciere el ángulo menos acuto, tanto será más breve en el descender, el tal cuerpo, en aquella línea, de modo que cuanto hiciere el tal cuerpo menos ángulo acuto, será el muy más ligero. Esto se ha de entender cuanto a la ligereza, que consume menos tiempo en aquel tránsito o trecho que camina por aquella línea E, que no hace en ninguna de las otras. No entiendan que se disminuye el tal cuerpo de cantidad del peso que tiene en sí, que el mismo peso tiene en C que tiene en B, y el mismo peso tiene en D que tiene en C, y el mismo tiene en E que tiene en D, mas el hacerle ligero este tal cuerpo se ha de entender que va cobrando una ligereza o presteza, de una línea a la otra, por causa que pone menos tiempo a pasar aquel trecho o espacio de distancia. De modo que cuanto más hace este tal cuerpo su ángulo agudo tanto más será pesado y, por el contrario, cuanto más le hará el ángulo obtuso, tanto más se hará ligero en hacer su camino oblicuo, o su línea tanto es más breve, como se ha dicho. Y, por esta razón, molerá mucho más cualquier molino que tiene sus canales extendidas, como la tiene la figura O P Q R, la cual es de cuadro y medio de ancho y, por tanto, muele mucho más, cualquier molino, sobre esa línea que en ninguna de las demás líneas, por razón de la mucha ligereza y presteza que causa hacer aquel tal cuerpo en aquel lugar. Y de aquí se puede comprender de todas las demás líneas, en cuanto a esta materia. Si queremos tomar esta materia por otra manera conoceremos que lo dicho es muy gran verdad. Supongamos dos cuerpos que son de una misma igualdad en cantidad, y en una misma forma, y de una misma materia, los cuales juegan, los dos, en una misma manera. Mas el un cuerpo tiene Ufol. 293r] muy más lar[331]

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go el brazo donde juega, que no tiene el otro. Y estos dos cuerpos o pesos, levantados en alto y soltándolos para que desciendan abajo, digo, que el uno será más grave que el otro, o más pesado, y que dará mayor golpe el cuerpo que tiene el brazo largo, que no hará el otro, que lo tendrá corto. Y esto se averigua con la misma figura. Las figuras son estas: el peso C, que tiene en el medio de su eje B, y al fin (Figura 185) de aquel es A. Y el otro cuerpo es D, el cual es muy más largo brazo, que tiene en su medio B, y al fin A. Y, levantados los dos juntamente en alto, como están las dos líneas C y A, y D y A, y, dejados descender los dos en un mismo tiempo para abajo, digo que será muy más pesado D, que no será la C, en el descender. De modo que esto lo causa el grande círculo que hace el cuerpo D, porque el cuerpo C hace menos círculo, que no hace D, y, por esta causa, tiene menos fuerza C, aunque ellos sean de un mismo peso y cantidad. Y de aquí viene que, cuanto más se extiende la línea, tanto más hace golpe en el herir, con mayor fuerza, que no hará cuando es más corta o hace menor círculo. Causa su moto menos resistencia en la cosa que hiere, y cuando viene de más alto hace mayor golpe, de modo que su fuerza es mayor, la de la D, que no es la de la C, en el descender y hacer sus motos. De modo que esta figura averigua lo dicho en la otra materia de las líneas. Aunque parecerá a algunos que la una materia repugna a la otra, porque en un lugar se dice que se hace más ligero aquel cuerpo y aquí me dice que es más pesado en el herir, digo que ello es verdad, mas hase de considerar que, cuanto mayor hace su círculo el cuerpo D, que es muy más presto en el descender, y que pasa muy más presto aquella distancia de camino que hay de la E a la H, que no hace el cuerpo C en el descender, desde la E hasta la G, que pone más tiempo este cuerpo C que no hace D, pues es cosa muy clara y manifiesta que es más ligero en su moto o movimiento y que ello es más pesado al herir. Es verdad que si ello fuera este cuerpo pesado no hiciera este camino, tan prestamente como lo hizo, y de aquí se ve, manifiestamente, que es muy más ligero el cuerpo D, en el descender, que no el cuerpo C. Y por esta misma razón digo que, cuanto más la saetía de un molino será más larga, tanto más será presta la agua, y, siendo más presta, herirá con mayor golpe pues, siendo ello así, como se requería estas dos cosas en cualquier molino, para que moliese mucho, y de aquí viene que hiere con mayor fuerza en esta línea que no hace en ninguna otra, que es lo que deseamos demostrar en esta materia. Para averiguar y concluir cuanto a esta materia quédanos Ufol. 293v] tratar algunas cosas que son muy necesarias y, aun, importantísimas para esta materia de los molinos, acerca que en algunas partes dejarán de hacer molino por razón de la poca agua que tendrán. Y no les pareciendo que una poca de agua pueda hacer andar un molino, digo que en cualquier parte que haya agua viva, que se puede hacer andar un molino, con tal que aquella poca agua tenga caída para remediar lo que falta en cantidad de agua. De modo que, hallándose una teja de agua viva, se podrá hacer un molino, que molerá cada día seis cahíces de trigo. [1332]

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De la cual agua se podrá hacer dos cubadas, entre día y noche, que durará tres horas en vaciar, y henchiráse en doce, de modo que cada hora podrá moler un cahíz, de modo que en dos cubadas se molerá seis cahíces. Sabiendo acomodar el cubo y lo demás podrá moler mucho más de lo dicho. En el saber hacer del cubo y en el acomodar de la saetía, y en otras muchas particularidades que hay en esta materia de molinos, convendrá que tenga de caída, la saetía, a lo menos treinta palmos de caída y, cuanta más caída tendrá, mucho más molerá. Podráse hacer dos y tres cubos, uno en pos de otro, que con esta invención se podrá suplir la falta de la poca agua, con tal que haya caída para poder hacerse estos cubos, que cuanto fueren ellos más altos los cubos, aunque sean muy estrechos, por causa que el mucho peso del agua es el que hace la molida. Aunque en los cubos conviene usar, en ellos, invención para que hagan muy mejor su efecto. Con teja y media de agua viva hará andar un molino de cubo que molerá cada hora un cahíz mientras durare la agua en el cubo y, con esta cantidad de agua, se podrá hacer tres cubadas, entre día y noche, que molerá doce cahíces de trigo dentro de veinte cuatro horas, por razón que cada cubada molerá cuatro cahíces, que se vaciará en tres hasta cuatro horas, y podráse hacer moler más de un cahíz por hora mientras dura la agua en el cubo. Todo el magisterio de los cubos, que se hacen de ynedra, es que ellos sean de diámetro de seis palmos y que, ellos, sean, a lo menos, treinta palmos, al menorete, y si se podrán hacer más altos será muy mejor. Un molino que tenga abundancia de agua, digo muy grande cantidad de ella, que sea 1.5 palmos o diez y ocho, de alto, la agua en la balsa, se hará la saetía de cinco palmos de alto y dos de ancho. Esto se entienda en los molinos de regolfo. Y si la balsa que subiere ocho o nueve palmos de agua encima de la saetía, en molino de regolfo, molerá un cahíz cada hora, y aun más. Y si tuviere diez palmos de agua encima de la saetía molerá dos cahíces cada hora. Si subiere doce, hasta trece palmos, de agua encima de la saetía, molerá tres cahíces cada hora. Y si fuere catorce, hasta quince, molerá cada hora cuatro cahíces. Y si fuere que tenga diecisiete, hasta diez y ocho palmos de agua, encima de la saetía molerá, siendo molino de regolfo, cinco cahíces Ufol. 294r] cada hora. A poca agua conviene grande caída, y a poca caída mucha cantidad de agua. Y esta regla es universal en todo género de molinos. Quien advirtiere a esta materia, que aquí se ha puesto estas reglas, las cuales son de muy grande importancia a quien las entendiese como se ha de entender, con aquella advertencia que se requiere en ella. Donde se hallare muy grande cantidad de agua se podrá acomodar dos molinos, teniendo mucha caída, uno en pos del otro. Salida se habrá la agua de un cubo, irá a dar en otro, y así molerán mucho. Que en su lugar se demostrará el modo de todo géneros de cubos y muchas variaciones de ellos, como se podrá ver en el discurso de la materia. Hay otro género de molino de canal, mas es muy diferente, de los dichos, en la postura de su canal, la cual canal cae a peso, derecha^ para el centro del mundo. Y estas canales son por todas las partes cerradas. Y donde empieza de entrar la agua en ellas son anchas de cuatro palmos y, en la parte donde despide el agua, son de palmo y medio de ancho, en cuadro. Y estas canales se hacen de madera que sea gruesa y, ultra de esto, se le irá ligando con madera, a la re[333]


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III

Figura 2 1 6 .

donda, por causa del muy grande peso de la agua que hay en ella. Y estas bombas no sirven a ningún otro género de ruedas, salvo al de aceña. La cual rueda anda como las ruedas del carro, que es en la forma que se sigue: el cubo (Figura 186) o canal de madera es A, donde entra la agua, el cual firma encima de un madero que es B. La armadura es M, la cual tiene ligada la canal. La rueda, es D su eje, la cual es de diámetro doce palmos y tiene veinte cuatro palas en la circunferencia, de modo que en el mismo eje hay otra rueda con unos cajales de madera, las cuales es la rueda E, y los cajales F, y la linterna es G, la cual está asentada sobre un perne, la cual tiene afijado [/fol. 294v] consigo una barra de hierro harto gruesa, la cual es larga, que es H, y sube hasta la muela I, y tiene encima un hierro largo y ancho y encaja en la muela I, y pasa por medio de la muela K. De modo que esta materia de canal muele menos que ningún otro género de molino, aunque al parecer de muchos hombres se creen, que con esta manera de canal o bomba, que muele mucho más que ninguno. Es verdad que esta canal atrae, así, mucha más agua que ninguna otra manera de canal. Esta manera de molino es con rueda grande, como el primer molino de canal que he puesto. (Figura 187) Para que se vea donde se ha de asentar la bomba y también la rueda. La bomba es A. Y donde despide la agua es B. Y la agua ha de ir a herir desde la C a la D, que es desde abajo de la diagonal del cuadro, de modo que coge la agua aquel ochavo de la rueda que es desde la E hasta la C, que va tocando aquellas palas, en cual más y en cual menos, según la agua le alcanza a cada una de las palas. Y esto abaste cuanto al molino de bomba. [334]

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El eje F va, al un cabo, asentado una otra rueda, la cual rueda no es tan gruesa como la que recibe la agua, es la mitad menos de grande que no es la rueda de las palas, la cual rueda tiene en el estado de la circunferencia unos cajales o dientes de madera de encina, los cuales entran dentro de una linterna de madera, la cual linterna va afijada en una barra de hierro, la cual va a encajar dentro de la muela de arriba y, así, se hace andar la rueda. Y conviene concertar la rueda, digo, los cajales con la linterna, que cuando la rueda habrá dado una vuelta, que la linterna haya dado, a lo menos, tres vueltas. Y si se acomodare que de cuatro, molerá mucho más; y si diere cinco vueltas la linterna, en tanto que diere la rueda una, molerá mucho más que no hará no dando más de dos. De modo que, para concluir, que tantas cuantas más vueltas dará la linterna, tanto más molerá el tal molino, y esto es una materia que importa muchísimo en saber.

Figura 187.

El molino que se hace de balsa y cubo, el cual molino muele mucho más que no hacen los molinos de aceña o de bomba. Estos molinos tienen rodete y no rueda grande, el cual rodete anda llano y no derechos. Estos molinos muelen mucho por razón de la mucha agua que tiene la balsa y el cubo, y porque estos molinos se suelen hacer en esta manera: porque donde hay poca agua, para que se vaya recogiendo en el cubo. Y cuando está lleno, entonces, Ufol. 295r] abren el cubo y muele el molino mientras dura la agua en el cubo. Y según la mucha o poca agua, así muele mucho o poco. Y se ha dicho lo que muele una cuba cubada, y en cuánto tiempo se hinche el cubo, y con cuánta cantidad de agua, y cuánto suelen moler en cada cubada. Los cubos son unos vasos de piedra redondos, aunque de ellos se hacen tan anchos, abajo en el suelo, como arriba en la boca. Y estos se hacen de alto, a lo menos, veinte palmos y de diámetro ocho. Otros cubos se hacen anchos en la boca, estrechos en el suelo, de modo que si es en2 la boca doce palmos, en el medio es ocho y en el suelo cuatro. 2

Tachado: el sue.

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Hay otro modo de cubo que es cuadrado, el cual se va estrechando hacia el suelo, en tal manera que viene a morir en un punto, y conviene que sea muy liso el cubo en el mortimiento, y este cubo tiene un costado que desciende derecho hasta la saetía y los otros tres vienen a morir en aquel mismo lugar. Hay otro modo de cubo que es redondo, el cual viene estrechamente para abajo, a modo de un embudo, el cual ha de ser muy liso por la parte de dentro; y este modo de cubo molerá mucho más a igual agua y altaría, más que ningún otro cubo, excepto el cuadrado que tiene casi el mismo modo de este cubo, aunque toda vez hará moler mucho más, como he dicho, que ningún otro de cubo. Vuelvo a advertir que los cubos para los molinos, que se hagan muy altos, lo más que fuere posible. Y lo que se le ha de dar de ancho, se le dé hondura, porque, estando la agua más unida, tendrá muy mayor fuerza y no tendrá esparcida, porque la virtud unida tiene muy mayor fuerza. (Figura 188) Este cubo A, hase de hacer de cantería, y es diez palmos de ancho y veinte de alto. Sus paredes son la cuarta parte, cada una, de lo que es el vacío del cubo, y esto abasta para edificio que se hace dentro de tierra, que, haberse de hacer en el aire, convenía que estas paredes fuesen cada una la mitad de lo que es el cubo de ancho, en el vacío. Y es E. Y el suelo es B. Conviene que tenga muy buen fundamento por razón del Figura 189. \ \ A i T ~ñi - 3 ^r1 q • <r 7 B grande peso, y que esté muy bien ajuntadas las piedras en toda parte del cubo, a causa que no salga la agua de él. Y la C es la saetía, y donde es la D es la botana. La saetía conviene que se haga cuan más baja fuere posible hacerla, y aun hacer el suelo del cubo algún tanto declinado hacia Ufol. 295v~\ la saetía. Este modo de cubo es de los más comunes que se hacen.

D

Esta forma de cubo H es muy diferente de la forma del pasado. (Figura 189) El cual es A B en lo alto, y C D en la parte baja del cuadro. De modo que las cifras de los números, así en la parte alta como en la parte baja, manifiestan lo que es ancho en la parte de arri-

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ba, y lo mismo en la parte baja, que es dos tercios menos. De modo que conviene que se tire una linea de la A a la E, y de la3 otra parte se tire otra línea, de la B a la F, y esas líneas vienen en el tercero y cuarto número, en la parte baja. Esta invención es muy mejor, que no es el pasado, cuanto a cubo. De modo que su altaría es diez, que es harta proporción para la forma, por causa del estrecharse tanto para bajo. Esto es sólo lo que ha de ser vacío del cubo.

Figura 190.

A igual agua, molerá mucho más el molino que tuviere esta forma de cubo, por razón que la agua no viene a firmar o a parar en tanto suelo, como es en ancho en la parte de arriba, y por razón que, como es más cantidad de agua en la parte A B, que no es en la parte baja, de modo que aquel peso de agua, que es en la parte de arriba, viene empujando la agua que le está debajo, de modo que la va agravando y haciéndole hacer lugar para querer caber en aquel lugar, y como el lugar es mucho menor, que es en la parte de arriba, va haciendo toda la fuerza que puede para caber, es de necesidad que el agua salga de la botana con muy grande furor para dar lugar a la que viene. (Figura 190) El modo como se han de hacer las paredes. Si fuere dentro de tierra, serán de grueso lo que es el lugar, donde es la I. Y si fuere hecho este cubo fuera de tierra, convendrá que la pared sea tan gruesa como es G I y C E. Este cubo H, que es aquí abajo señalado, es el mismo de arriba, excepto que este va con sus paredes matizadas, y con las mismas letras. Y, en este, está añadida la saetía, y es K, como ha de ir en el suelo del cubo, la línea más baja, y ha de ir declinada para bajo. Y este cubo es el segundo modo de cubo.

Figura

El tercer modo [//o/. 296r] de cubo es el que se sigue. (Figura 191) El cual es cuadrado y es, en la boca o en la parte de arriba, es M N O P, y en la parte baja es Q. Y este cubo es nueva manera de cubo, el cual hará andar un molino. Con grandísima ve3

Interlineado: la. [337]

191.


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F í g u r a 193'

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>

locidad andará el rodete. Y tanta fuerza tendrá la agua, casi siendo ella en lo más bajo del cubo, por causa que se viene acumular toda la agua en aquél ángulo Q, que la una agua hace muy grande fuerza a aquélla que le está debajo y, como se viene estrechando la agua, tanta más fuerza hace para salir de aquel encarcelamiento en que está. Y, por esta razón, muele muchísimo el molino que tuviere tal invención de cubo. Aunque jamás yo no he visto tal modo de cubo, pareciéndome que, en esta forma, molería o andaría con mucha velocidad, considerando que las saetías de los molinos se hacían anchas, donde les entra la agua, y, donde sale, son muy estrechas, y que muele mucho más un molino que tiene muy bien hecho las saetías, que por la misma razón el cubo hará el mismo efecto. Y, a más de este, veo que a todas cuantas canales que se hacen a los molinos, que se hacen muy más estrechas donde despiden la agua, que en la parte donde la reciben todas son muy más anchas, y que el estrecharlas en esa parte, que es para que haga la agua muy mayor fuerza en la rueda o rodete, que lo mismo hará la agua que sale del cubo en el rodete. (Figura 192)

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He puesto Ufol. 296v] estas tres plantas y montea, que es la geografía sinografía, para que mejor se entienda mi concepto, y porque la cuarta pared del cubo no viene alamborada, como las otras tres. Y, por esa causa, lo he querido demostrar en esas maneras, para que no sea dificultoso el entenderle, que en la planta postrera se ve, manifiestamente, por causa que no se demuestra más de las tres paredes alamboradas. (Figura 193) Este es algo variado, por razón que descienden las paredes derechas un trecho, que es hasta lo medio del cubo, y de ahí abajo va alamborado como el cubo anterior de éste. El cubo A B C es redondo, y va alamborado desde el principio hasta la fin que es en D. Este tiene muy grande espacio en el principio, y después se va estrechando, en tal modo la agua, cuando allega de medio cubo abajo, va tan furiosa al salir en D, que no se puede pensar cuánto es la furor que lleva consigo, en tal modo que hace andar el rodete con tanta velocidad que parece que el pensamiento no puede ser más presto. Y, por esta razón, molerá muchísimo un molino con un semejante cubo. El cubo E F G es casi como el cubo anterior de éste, aunque es en alguna manera variado, mas no en todo, porque de medio abajo es de la misma manera, aunque de medio arriba van derechas las paredes del cubo. Sólo en esto es variado en este modo de cubo, y tiene más cantidad de agua que no hace en el cubo A. (Figura 194) Pues he puesto Ufol. 297r] la diversidad de las formas de los cubos, ahora quiero demostrar como en esos cubos se puede, con un solo cubo, hacer andar dos muelas en un mismo tiempo, y que las dos molerán, igualmente las dos, una A

E

Figura 194.

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misma cantidad de grano. Y para hacer esto conviene que haya mucha cantidad de agua, porque esto es el nervio y fuerza de estos artificios o máquinas. De modo que, para hacer esto, conviene hacer el cubo que tenga dos saetías en el suelo, las cuales estén muy apartadas, la una de la otra, cuanto posible sea. Que la una esté en un costado del cubo y la otra en el otro, no tanto por la división del agua, cuanto por el acomodar de las muelas, que no se estorben la una a la otra, y que haya algún tanto de lugar, entre medio, para poder acomodar los harinales. El modo es el que aquí abajo va señalado, así en planta como en montea. La planta de un cubo con dos saetías es el cubo A. Y la circunferencia de él es B. Las saetías es C y D, las cuales están (Figura 193) tan apartadas la una de la otra cuanto es toda la ancharía de toda la circunferencia del cubo, por la parte de defuera. Y para que tenga más largas las saetías, van puestas en los dos ánVigura 195.

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gulos, a causa que estén muy apartadas para el cómodo, ya dicho, de las muelas. Los dos rodetes que en ellos hiere la agua de las saetías C y D. La saetía G, hiere en el rodete E, y la saetía D, hiere en el rodete F. Los cuales rodetes van, ellos, al contrario el uno del otro. Y también, ellos, se podrían hacer andar los dos a una mano, y esto importa muy poco, en andar a una mano o a la otra. El cubo que es levantado es la montea, de modo que corresponde la planta con la montea, y lo mismo hace la montea a la planta. Y esto he hecho para que mejor se entienda las formas con la materia que tratamos. [/fol. 297v\ En otra manera se puede hacer andar dos muelas con un solo cubo, mas diferentemente de lo demostrado. El hacer que anden las dos muelas, y diferentemente de la invención demostrada, con que el cubo sea algo hondo, que tenga harta hondura para hacer esto. Y harásele dos saetías, la una más alta que la otra, cinco palmos, de modo que habrá una saetía en el suelo del cubo y la otra más alta, cinco palmos o más, según fuere el cubo, alto o bajo. Y conviene advertir de no las hacer en un mismo endrecho, (Figura 196) la una de la otra, por causa del andar las muelas. El modo del acomodar las saetías es el que se sigue: donde se demuestra el cubo cortado por el medio, el cual es A, y su redondez es B. La primera saetía es C, la cual está muy más alta que no está la saetía D, la cual, su agua, hiere en el rodete E, y esta saetía o rodete no muele tanto como hace el rodete F, el cual muele mucho más por razón del grande peso de la agua, la cual carga para abajo de modo que hace andar con mayor velocidad el rodete F, que no hace la saetía C, la cual, su agua, hiere en el roFigura

196.

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dete E. Y esto se averigua muy bien, que toda cosa pesada desciende abajo y toda cosa ligera sube para arriba. Así que, en esto, se ve claramente, que cuanto más viene una cosa grave o pesada de alto, que tanto mayor golpe da y desciende con mayor brevedad, abajo, de lo que no hace aquella que desciende menos trecho, hace menos golpe y es más tardía en el descender, como cada día se ve la experiencia de esto, cuánto más que todos los que tratan filosofía, en especial en cosas de matemáticas, lo tienen, esto, tan ordinario entre manos, para probar cosas de esta calidad. No se tenga cuenta con los rodetes, porque no ha sido mi intención más de demostrar la invención, y no de ir proporcionando el rodete con el cubo, ni menos con la saetía, sólo el modo cómo han de estar asentadas las saetías y los rodetes. Puédese hacer [/fol. 298r] un cubo para un molino que muela tres muelas, todas tres en un tiempo, y por sola una saetía. La cual invención conviene tener muy grande abundancia de agua para hacer andar tantas ruedas porque, sin eso, no vale ninguna cosa cuantos artificios se hacen sin agua. La planta del cubo, que con una sola saetía hace andar tres rodetes, como la figura lo demuestra. El cual es: A es la agua que está en el cubo, la circunferencia del cubo es B, que es la pared que rodea el cubo; su saetía es la C, (Figura 197) la cual es una sola. Mas hay muy grande diferencia en la cantidad del moler, que una rueda de estas tres muele mucho más que ninguna de las otras. El cual rodete E muele mucho más, que no muele D, ni que F. Y de esto es la causa que la saetía H es la más derecha de las demás, que es G y I. Estas dos muelen por un mismo modo sin faltar punto la una de la otra, mas la saetía H muele, ordinariamente, la cuarta parte más que ninguna de las otras y, por tanto, hice la montea para que mejor se viese la forma de la saetía. Aunque son tres no son más de una, sólo por causa que del cubo no parte más de una, como la figura lo demuestra, y porque las otras dos saetías del costado de esta van por línea oblicua, que en aquel ensancharse pierde mucho de su fuerza, cuanto más que la experiencia nos lo demuestra, que ella muele mucho más que ninguna de las otras dichas, aunque en realidad, de verdad, no es más de una sola saetía. Puédese [/fol. 298v] hacer andar dos muelas con un solo rodete, que es una invención muy galana y de provecho. Esta invención requiere mucha fuerza de agua para que ella haga su efecto, por razón de mover tanto peso una sola rueda. La cual invención es en esta manera: que en esta rueda se le asienta, a la redonda, unos cajales, como se hacen en las ruedas que mueven linternas. Esta rueda o rodete se asienta, como se acostumbran asentarse, delante de su saetía, y acomódasele dos linternas a los dos costados, que ellos estén muy bien proporcionados, las dos, con los cajales de la rueda que recibe el golpe de la agua. Y los cajales han de ir en medio de la circunferencia, y las linternas están asentadas en unas barras de hierro muy gruesas, las cuales van a encajar en las muelas. Para que mejor se entienda, el rodete es A, y sus cajales (Figura 198) son B. La linterna de la mano derecha es C, y las muelas que tiene encima son H I. Los palos de la linterna es E. La linterna D tiene sus palos, donde encajan los cajales, son F, y las muelas que tiene encima, que hace andar es K L. La saetía del cárcavo es M. Y con esta invención se hace andar dos muelas con sólo un rodete. Puédese acomodar tres cubos, y cuatro, juntos en una regla, y que todos cuatro muelan juntos, con tal que haya tanta cantidad de agua que ella sea bas[3431


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Figura

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216.

tante a poder hacer andar todos cuatro rodetes. Y estos cubos se hinchen de una acequia, y empieza a entrar por el primero, y después por el segundo, tercero y cuarto y, así, se acaban de henchir, ordinariamente, todos cuatro. Y en estos cubos hay, entre ellos, harta diferencia en el moler más el uno que el otro, porque el primer cubo que se hinche siempre muele mucho más que ninguno de los otros. Y esto lo causa la fuerza de la Ufol. 299r] agua, que entra con más rigor en el primero cubo que no hace en el segundo y más muele el segundo que no hace el tercero y cuarto. De modo que esto lo causa la agua en dos maneras: la primera, la mucha rigor que trae la agua; la segunda lo causa la disminución de la agua, porque más agua recibe el primero que no el segundo, y más el segundo que no el tercero, y más recibe el tercero que no el cuarto. La acequia con que se hinchen estos cubos es A, y la pared que tiene cerrados los cubos es B, (Figura 199) de modo que el cubo C es el primero, el cual se hinche por su agujero G, y porque le viene todo el golpe del agua, ese muele mucho más que ninguno. El segundo cubo, que es D, el cual se hinche por el agujero H, este cubo no muele tanto cuanto el de la C. El cubo E, que es el tercero, que se hinche por I, no muele ya tanto cuanto el cubo D. Y el cubo F, que se hinche por K, este cubo ya muele menos que no hace el cubo E. Sus saetías son L M N O. Estos cubos son hechos en manera de pozos, excepto que ellos se hinchen de agua por acequias, y también la vacían por el suelo. Estos cubos se hinchen por su agujero cuadrado, que es dos palmos de ancho y palmo y medio de alto. Las saetías de los cubos donde despiden la agua, ellas, no son más anchas de un palmo, por muy grande abundancia de agua que ellas tengan, y no son más altas de dos palmos. Mas lo ordinario de las saetías no han de ser más anchas de medio palmo cada una, por razón que, cuanto fuere más estrecho el lugar por donde sale la agua, hace su oficio con mayor fuerza y con mayor ímpetu para mover el rodete. Yo he visto saetía que no era más ancha que un naipe y pasaba por ella una acequia de agua harto grande, por donde molía cada hora más de un cahíz. Importa mucho Ufol. 299v\ el modo cómo entra la agua en los cubos, a entrar de una manera o de otra, porque una misma agua molerá mucho más, que no hará otra. De modo que parecerá a muchos que esto importa poco, y ello es [34]

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harto importante. Conviene que la agua entre en el cubo por el medio, por causa que, entrando por el medio del cubo, la agua va derecho a herir a la otra parte del cubo, de modo que ella no tiene lugar de ir remolinando por dentro del cubo y, no remolinando, no viene a hacer ninguna detención la agua en el cubo. Y, entrando por el costado, va siguiendo el redondo del cubo y, siguiendo la circunferencia del cubo, no puede, en ningún modo, parar de no remolinar y, remolinando la agua en el cubo, es imposible dejar de toparse un remolino con el otro y causar alguna detención en el agua, por donde es parte hacer algún estorbo en el herir la agua en el rodete. Y hame parecido de no pasar esto en silencio. En el cubo A entra la agua por el medio del cubo, y en el cubo B entra la agua por el costado. (Figura 200) Este es el modo como está asentado el rodete dentro del cárcavo y como tiene las muelas encima. De modo que donde es la A, es la agua que está en el cubo, y la saetía es C, y la pared del cubo es B. Ufol. 300r] El cárcavo es D, donde está asentado el rodete. La bóveda del cárcavo es E. El banco donde e s t á M asentada[í] las muelas es F. El ruello o muela baja es G, y la muela que anda es H, la cual va asentada encima de la nanilla, la cual va asentada encima de aquella' barra de hierro, la cual llaman badil, el cual es I. El árbol del rodete es K, donde está encajado el badil, en la parte de arriba. Y en la parte baja, está asentada la rueda L, o rodete, con sus álabes. Y este rodete tiene, a la redonda, un zarcillo de hierro harto grueso, y ancho tres dedos. Y debajo del árbol se le pone un dado de metal, alto medio palmo, y éste está asentado encima de un madero que llaman levador, el cual madero está acomodado en tal modo, que cuando se quiere hacer levantar la muela, que muela más grueso o más molido [345]


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el grano, con este levador se levanta y abaja algún tanto el rodete, o lo levanta conforme a lo necesario. Al costado va señalado la nanilla y el badil y el árbol del rodete. Donde es la A, ahí, se asienta el rodete, el cual se pone de bajo para arriba con sus falcas o cuñas, para que esté muy firme. He pensado una invención de molino, el cual molino molerá cuatro muelas en un mismo tiempo con un cubo solo. Convendrá tener mucha caída para hacer esta invención porque las muelas han de estar muy diferente de las invenciones hechas, con tal que el lugar lo sufra, el acomodar tantas muelas. Conviene que el lugar sea en lugar enhiesto, por razón de tener mucha caída. Y esta invención es para donde hay poca agua. El modo que en esto se ha de tener: hase de suponer que en lo alto del algún monte naciese una fuente, la cual fuente es de muy poca cantidad de agua y la necesidad de él fuese mucha, por razón del mucho trabajo de haber de ir muy apartado a moler. Y, para evitar un semejante trabajo, conviene que en lo más alto del tal4 monte o collado, conviene nivelar qué tanta caída habrá de lo alto a lo bajo del monte. Y, visto qué tanta caída hay o declinación, presupongamos, que este tal monte que tiene de declinación ciento y cincuenta palmos, y de aquí se ha de considerar cuántas muelas se podrán acomodar en esta altaría o caída del monte. Presupongamos que se quiere poner cuatro muelas, y de toda esta cantidad de altaría se ha de sacar para hacer un cubo, el cual cubo ha de ser de alto cincuenta palmos, de modo que lo que resta es cien palmos. Y estos cien palmos los hemos [de] dividir en cuatro partes, que vendrá a cada parte veinte cinco para cada muela. Conviene hacer este cubo de una nueva invención, para que haga su efecto muy mejor, el cual cubo conviene hacerle a modo de una gruenza o tahona donde se pone [/fol. 300v] el trigo para que se muela, que cae dentro de la muela el grano. Y no importa hacerle más cuadrado que redondo, pues se haga como conviene. Que esta invención de cubo se hallará donde he demostrado la variación de las formas de los cubos. Que esto hecho en el suelo, que vaya en punta como aquí. Para mayor inteligencia se pondrá su delineación o simetrías. Este cubo ha de tener veinte cinco palmos de saetía por donde cae la agua al rodete y en el cárcavo. Y esta agua que va a herir en el rodete, que en saliendo del rodete, ha de haber otra saetía, que sea de veinte cinco palmos de largo y que, luego, en saliendo del primer rodete, que vaya luego a caer en la segunda saetía, y así ha de ir, de mano en mano, hasta el cabo, sin punto parar la agua. Y en esto hemos de proponer que toda esta distancia o caída de agua, que ella pasa por sola una saetía, de un cabo al otro, excepto aquel poquito espacio que toma el rodete, que puede ser hasta cinco palmos cada uno, pero estos espacios no quitan punto de la caída de la agua. Y con esta invención podrán moler tantas muelas cuantas se podrán acomodar, con tal que el lugar lo sufra, poder acomodar muchas, que como haya caída se podrán acomodar cuantas querrán. De una cosa quiero advertir, que mucho más molerá la primera muela, que no hará ninguna de las otras muelas. Y esto lo causará la misma agua por razón de tener muy mayor fuerza en la primera saetía, la agua, que no en ninguna de las otras saetías. Aunque esta invención es toda una saetía, de un cabo al otro, y esto lo causará la mucha cantidad de agua que hay en el cubo, que no hay en ninguna de todas las demás saetías y, cuanto más caminará esta agua por esta saetía, que tanto más disminuirá de su furor, y fuerza que tuvo en el principio, cuando empezó a salir de la primera 4

Tachado: Imo. Repetido: del tal.

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saetía. Y esto lo causa que cuanto más se va apartando del lugar donde empezó a salir, que tanto mayor hace su ángulo y, por esta causa, cobra mayor velocidad y la va cobrando, y con mayor presteza pasa aquel tránsito, o trecho, o camino, que no hará en ninguna de las otras muelas. Esto se ve manifiestamente que cualquier cosa grave, cuanto más se va apartando de su principio, de su primero movimiento, que va caminando con mayor presteza. Y quiero ir probando, pero sería devaneo querer probar una cosa tan clara y tan notoria entre hombres doctos, y ser ella materia tan entendida de cualquier persona que sea de juicio. Que se sabe muy claramente, que cayendo dos pesos, que sean de una misma calidad y de una misma cantidad y materia, y de un mismo peso y de una misma forma, que hace mayor golpe el cuerpo o peso que cayó de más alto, y que pone menos tiempo en hacer aquel tránsito, o camino, que no hará el otro peso que cayó de menos altaría [/fol. 301r], de modo que esto está averiguado. Mas parece que esto que se ha dicho, que repugna a lo que se ha dicho antes de esto, que molerá más la muela que está junto del cubo, que no hará ninguna de las otras muelas. Esto es ello así, mas la razón de ello es en la mano, que la cosa que cae de alto, cuanto más alta en el caer, no halla en el camino cosa que le interrumpa el moto, tanta más fuerza cobra cuanto más es largo el camino y, por el contrario, que cuanto es el camino menos fuerza cobra, por causa que en el camino que hace esta agua o la cosa, tanto menos fuerza cobra por causa del entorpecimiento que hace la agua en este camino, que en tantas partes rompe su moto natural, que es ir descendiendo, y topar en tantos rodetes como topa en el camino, que de necesidad ha de hacer alguna detención, pues topa en tantos lugares que le rompe en el moto que hace en el descender abajo, hacia el centro del mundo. Pues dije que este tal cuerpo sería más ligero en el último de su camino, que no era en el principio, y ello es así porque, si esto no fuese, el que desciende de menos lugar hace menos golpe, sigúese que hiere la agua en el último rodete con menos fuerza que no hace en la primera muela, por razón de la grandísima fuerza que hace en el salir de la primera saetía. Y, por esta razón, molerá mucho más la primera, que no hará la última, por causa que se hecha muy más pesada y muy más tardía en el herir, por las razones ya dichas. Y hay otra razón, la cual lo demuestra muy claramente, que el peso de la agua del cubo, que es la causa principal de esta fuerza, después que la agua salió del primer rodete no tuvo cosa que le causase violencia, tanta como tuvo esta agua al tiempo que salió de la primera saetía, por causa que aquella tan grande cantidad de agua que había en el cubo, encima de la saetía, causó esta tan grande fuerza. Y esto se verá, muy averiguadamente, cuando será vaciada mucha parte de la agua del cubo, que la muela primera molerá mucho menos de lo que hacía en el principio, cuando estaba lleno el cubo de agua. Y, de aquí, se averigua la causa del moler más en esa razón o tiempo, que no hará en ningún otro, mientras tuvo el cubo mucha agua dentro de sí. El modo como se ha de hacer este edificio y poner las muelas y los rodetes, aquí abajo se pondrá, figurado por dibujo, la invención. El cubo para este efecto es A, y el grueso de las paredes es B. El cual cubo conviene que sea de cincuenta palmos de hondo y, si fuere redondo, sea de doce palmos de diámetro el cubo. Y, si fuere cuadrado, sea de quince palmos de ancho, y sea cuadrado perfecto. Y el alambor ha de ser en los [/fol. 301v] (Figura 201) tres costados. Que [347]


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Figura

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216.

la pared donde ha de estar la saetía ha de ser a peso, y ha de ser de grueso la mitad de lo que es de ancho el cubo. Y su saetía ha de ser de veinte cinco palmos de largo por la diagonal, y la saetía es C. El rodete es D, y su muela es E. La F es el suelo del molino, y la G es la pared de la saetía del rodete I, y su muela es H. Y en esa pared hase de hacer una escala para bajar abajo, al cárcavo, para aderezar el rodete y para otras cosas necesarias. Que es K donde es la saetía del rodete M, y su muela es L, de modo que todas las paredes tienen sus saetías, que es N, y el rodete es P, y la muela O, de modo que se ha de proponer que desde el cubo hasta el postrer rodete es casi una saetía. Todas estas saetías han de ser algo menos de medio palmo de ancho y uno de alto por causa que, cuanto más pequeñas son, tanto más fuerza tendrá la agua en el herir en el rodete. Cierto, esta es una de las más galanas invenciones que se pueda pensar para lugar de poca agua. Estos molinos muy mejor serían de regolfo o de cárcavo, aunque molerá mucho este género de molinos el rato que les durare la agua, porque se ha de moler a cubadas, y molerá mucho más en este género de molinos que en ningún otro orden de molino. Cuando esta agua se habrá recogido en el cubo, estará en vaciarse cuatro horas o más, según el grandor que tendrá el cubo. Y, en estas horas, molerá una muela con otra un cahíz y más, que la muela primera molerá seis, hecha de regolfo, dos cahíces cada hora; las otras muelas molerán a cahíz, unas con otras; la postrera muela no molerá cahíz por razón que la agua tiene ya menos fuerza. El henchir el cubo durará ocho y diez horas, o doce, de modo que no se hará más de dos cubadas cada día, que no será poco [348]

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Figura 223.

moler veinte cahíces cada día, y aun veinte y cuatro y más. Cuando el cubo habrá vaciado los dos tercios de la agua, que tiene dentro, no molerá tanto cuanto molió en aquellos Y/fol. 302r] dos tercios de agua que tenía, tanto menos molerá de ahí abajo, por razón de la poca agua que habrá en el cubo. Y esto abaste cuanto a esta materia. Esta invención, ultra de ser ella de grande provecho, es cosa que no es de muy grande gasto, por razón que en ello no hay más de un cubo, por donde no se ofrece mucho gasto. Y todas las saetías sirven de cubo, por razón que ellas son muy anchas en la boca y muy estrechas en la salida, a causa que tengan mayor cabida de agua, por razón que, teniendo dentro de sí mucha agua, molerá mucho más la saetía. En la parte baja no ha de ser más alta de un palmo y medio de ancho, y en el principio de la saetía será de cuatro palmos de ancho, hasta cinco. Convendrá tener cerradas las botanas, hasta ver que las saetías están llenas de agua, que después siempre (Figura 202) estarán llenas. Aunque vaya saliendo la agua siempre se conservarán llenas. Donde es la A, es la primera saetía, donde es la B, es donde ha de estar el cúbete. La segunda saetía es C, y donde ha de estar su rodete es D. La tercera saetía es E, y donde ha de estar el rodete es F. La cuarta saetía es G, y donde ha de estar su rodete es H. Esto no se ha puesto por sus medidas por causa que es la forma muy pequeña, que no se puede observar medida en ello.

De modo que, de los dos tercios del cubo abajo, la línea de donde ha de descender la agua ha de ser por línea diagonal, que es partir un cuadro por los ángulos en dos partes iguales, por razón de la línea, que toda cosa de peso mucha más fuerza que no hace en ninguna otra línea epotemisa o hipotenusa. Y esta es muy averiguada por las cuestiones de matemática. De modo que, faltando la fuerza a la agua, falta también aquella violencia que hacía la agua en el rodete, que era la causa principal del mucho moler. Y cuando la agua llega a ser vaciada, de los dos tercios abajo, no muele con mucho, tanto como hizo hasta llegar a aquella disminución de agua. De modo que, de aquí, se puede colegir de las muelas, que lo mismo acaecerá en ellas, aunque no se conocerá, tan señaladamente como se conoce en la primera muela, el poco moler. Vengamos a tratar de otro género de molino, el cual llaman de medio regolfo, al cual molino se le quita la mitad de la agua de lo que es necesario para que ande un molino de regolfo. El cual molino suele tener, de ordinario, su saetía de palmo y medio de alto en la parte baja, de modo que al molino de medio regolfo no ha de tener saetía de tres [/fol. 302v] cuartos de palmo donde despide la agua, que en el molino de regolfo es palmo y medio de alto la saetía, que son veinte cuatro minutos, que la mitad de veinte cuatro es doce, que es lo que ha de tener de alto la saetía del molino de medio regolfo. En los costados del cúbete de medio regolfo, como de regolfo entero, conviene hacer, a los costados del cúbete, dos agujeros cuadrados o redondos para acomodarles unos templadores. [349]

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Figura 203.

u pm¡

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Y estos se ponen a fin de levantar o abajar la muela para que haga muy delgada la harina, o muy gruesa.

El cúbete se hace de piedra, redondo, de cuatro palmos de ancho y de alto seis, hasta ocho, cuanto más es alto es muy mejor, por causa que la agua (Figura 203) no salte para arriba. Y este cubo se asienta encima de cuatro piezas cuadradas. El vacío del cúbete es A, su grueso es B, las piedras es C. El rodete anda, en el medio, con cinco, hasta seis álabes, el cual es D. Y donde desciende la agua, que da en el rodete, es E. Y donde entra la agua en el cúbete, y hiere en los álabes, es G. Los agujeros al costado del cúbete, para acomodar el levador, es H H. Esto es cuanto al cúbete; El árbol que lleva el rodete, que va en medio del rodete, va puesto encima de un dado de metal, donde juega encima de aquel, como se verá en la materia anterior de esta. El cúbete, así de medio regolfo como de regolfo entero, conviene, que por la parte de dentro, sea muy redondo y muy liso, que no tenga ninguna raya o cosa cavada porque sería parte para interrumpir el movimiento de la agua, por donde 5 sería parte que no moliese tanto. Este cúbete conviene que sea, por la parte de defuera, cuadrado, el cúbete, y de piedra que sea, para la agua buena. Conviene que traviese un madero que sea grueso de delante de las saetías, el cual pase por medio del cúbete, el cual madero tiene el dado de metal donde firma, encima, el gorrón del rodete. Y este madero conviene que pase más de dos palmos de cada parte, por donde es la H H, que ahí ha de haber al mismo en derecho. Cuando se habrá de 6 poner el rodete del molino de regolfo, o de medio regolfo, conviene ponerle en el árbol, de bajo para arriba, en su gorrón. Cuando se habrá-de poner el rodete para el molino de cárcavo conviene ponerle de arriba para abajo. Y en esto hay esta diferencia entre estas dos maneras de rodetes. Cuando la saetía, que ordinariamente está llena de agua, conviene, que desde Ufol. 303r] la botana hasta entrar en el cúbete, que haya en ese espacio un agujero cuadrado o redondo, para que pueda respirar el aire porque, si no estuviese este agujero, sería parte para hacer reventar el cúbete y lo demás que hay en aquella parte. El aire, por ser tan vehementísimo, que todo lo desbarataría, aquella canal que hay de la botana al cúbete, por causa de la grande estrechura que hay donde pasa la agua, que causa tanto aire que viene junto, que si no hubiese por donde respirar el aire, reventaría en aquella parte. Cuando un cúbete será alto de costados, entonces, la agua no sale de él7 moliendo. Veráse estar la agua en el aire, a la redonda del cúbete, sin tocar en el gorrón o mástil. Y el estar la agua en el aire es causa la grandísima velocidad que 5 6 7

Tachado: mo. Tachado: podre. Interlineado: de el.

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hace el movimiento del rodete, que no da lugar a la agua para que se abaje a tocar el gorrón. El tajador que se pone encima del cúbete se pone a fin que, como trae tanta furor la agua que se levanta para arriba y sale del cúbete, y saliendo la agua por encima causa grande interrumpimiento al movimiento del rodete, que es causa de no dejar moler tanto y, saliendo la agua por encima, no molerá tanto cuanto molería teniendo el tajador encima. Y conviene que esté de tal modo que la agua no se levante para arriba. Podrá acaecer que estará un molino, en tal lugar puesto, que no se puede llevar las muelas por causa de la aspereza del lugar. O porque no se hallara banco de piedra que se puedan sacar muelas enteras, como conviene que ellas sean. O por causa de los malos pasos, convendrá llevar las muelas en piezas. Y convendrá hacerlas de cinco piezas para poderlas llevar, o a lo menos de cuatro piezas. Y paréceme que con esta invención se podrá muy bien servir, con éstas, como si fuesen de una pieza entera. Ello es verdad que nunca están tan firmes como de una pieza, y esto se remedia con ponerles un zarcillo de hierro que sea de ancho cuatro dedos, o con dos zarcillos juntos. El modo como se han de ajuntar estas piezas: la muela es A, que es la pieza del medio. Las otras piezas que llevan a la redonda son B C D E, las cuales piezas devolver (Figura 204) a la mano izquierda para haber de moler. Y tiene mucha más fuerza en este modo, que las piezas van muy más Ufol. 303v\ seguras en este modo, que no harían si la punta fuese adelante, porque iría a peligro de romperse, yendo en esta forma, que se arriman cada una de ellas a dos piezas sin la del medio, que es la A. De modo que B arrima la punta en E, y en el medio, en A, y lo cuadrado en C, y por el mismo modo firman las otras. La muela D, que es hecha a modo de triángulo, y la pieza de encima es A, y la de mano izquierda es B, la tercera es C. Esta muela es de menos piezas que no es la A, que es de cinco piezas. Esta muela D no es de más de cuatro piezas. Cierto que, yo aconsejaría que se hiciesen las piezas que lleva la muela A, por causa que es muy más segura, con tantas piezas, que no es la D, que es un triángulo equilátero. Y porque este triángulo tiene aquellos ángulos tan acutos van a muy grande peligro de romperse, con más facilidad que no hará la muela A, que es cuadrada y tiene muy mayor fuerza que no hace D. Los zarcillos de estas muelas conviene que ellos sean gruesos, por razón del mucho trabajo que pasa en el volver, y de la grandísima fuerza que hacen la una muela con la otra.

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Figura

222.

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Acaecerá que una muela habrá sido mal picada, de modo que, moliendo, saldrá el grano entero, por moler, a vuelta de la harina. Convendrá remediarla con esta invención, máxime cuando la muela es picada para molino de regolfo o de medio regolfo. Que estas muelas, sus picaduras, es hecha a canales harto hondas. Que son cavado por ellas unas canales de un dedo de hondo y de dos dedos, o más, espacio de una canal a la otra. Y para remediar esta falta conviene hacer una otra cavadura, en el medio, como se verá en la forma. Que si esta picadura fuese como se hacen en las muelas de los molinos de canal o de cárcavo, que no es más honda que un cazo de cuchillo, con facilidad se remediaría. Mas quien ha de quitar dos dedos de hondo en toda la muela y después de haberla de picar otra vez y tan hondo tantas canales. La muela que 8 no estaba (Figura 203) bien picada era desde la A hasta en C, y de C hasta en B, de modo que para haberle de remediar convendrá hacer otra picadura, como hay desde la A hasta en D, y de la D hasta en B, mas lo que se picará no será tan ancho ni tan hondo que será la canal E, y con esta invención se remediará la tal falta que tendrá la tal muela. Pues Ufol. 304r] para conocer si un cubo trasmina. Para conocer esta falta conviene que el tal cubo se hincha de agua y poner dentro un pedazo de zuro que sea grande. Y el zuro se irá a aquella parte donde el cubo se trasmina y veráse el zuro ir a la redonda. Y para certificarse del lugar donde se trasmina, es menester ir soltando la agua del cubo, poco a poco, hasta tanto que se vea el lugar muy claramente, porque se verá que el zuro siempre se moverá a la redonda, hasta tanto que la agua haya descendido del lugar, si fuere en los costados esta falta. Y sifuere en el suelo, siempre estará el alcornoque en el endrecho del lugar donde se trasmina la agua del cubo, si es en el suelo, como se ha dicho. Podrá acaecer que cavando para hacer los fundamentos de un cubo, que se hallase agua en los tales fundamentos, de modo, querer remediar esto, querer levantar la agua en alto, es imposible, pues quererla bajar más no hay lugar, por razón que como se halló la poca, que se hallaría mucha, y quererla abajar más no hay remedio. Conviene tener esta advertencia de recoger, en el medio de los fundamentos del cubo, digo, en el medio de aquel espacio que hay en medio de los fundamentos, y levantarse los costados de las paredes del cubo. Será necesario dejar un espiradero en un costado de las paredes, en tal modo que, con un solo sillar, se puede cerrar justamente, que con sólo embetunar abaste haber cerrado este agujero. Mas conviene tener advertencia que en la parte de dentro del cubo, que se pueda poner un sillar que sea muy bien ajustado al lugar, y que no haya de estar devaneando en asentarle, aquel sillar, así se habrá de concertar y asentarle. Mas paréceme que será menester servirse de otra invención, si la agua fuere mucha. Que se deje un agujero que sea tan grande que toda la agua pueda salir 8

Repetido: que.

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por él. Y en la misma obra de la pared conviene hacer, por la parte de dentro, una recata, la cual se ha de hacer a cola de milano, que desde arriba, de lo alto del cubo, que se le pueda poner un madero, el cual pueda cerrar aquel agujero donde tenía salida la agua. Bien veo que me podrán contradecir, cualquier persona, diciendo que, pues se ha de hacer en el cubo saetía, para qué propósito es menester hacerle saetía, para qué es menester otro agujero. Eso digo que es muy grande verdad, mas para poder asentar la saetía [/fol. 304v] como conviene que ella esté asentada, muy mejor que en ninguna otra parte, de modo que conviene desviar la agua por otra parte, porque toda la fuerza del cubo está a la parte de la saetía, en estar bien asentada, mucho más que en ninguna otra parte, por razón que la agua hace muy mayor fuerza en aquella parte que en ningún otro lugar, por razón que la agua, toda, se encamina a esa parte, y por esta causa se hace ese agujero en otra parte. Podría acaecer, que labrando un cubo de molino, que habiendo labrado toda la hondura del cubo, que se hallase que en el suelo se rezumaba algún tanto de agua, y que sería posible no ser la obra firme ni segura, y que por aquella parte se podría ir perdiendo la agua que tuviese dentro el cubo. Convendrá usar de este remedio: que hallado tal inconveniente, después de haber fundado las paredes, será necesario, para remediar tal inconveniente, convendrá poner una lechada de cal y arena, que sea menuda, digo, que las piedras de la arena que, ellas, no sean mayores que nueces. Y después de haber puesto esta lechada, convendrá irla maceando con un pisón, como hacen los empedradores de calles que, después que han empedrado, van maceando para asentar las piedras, que estén igualmente asentadas, y de ese modo se ha de ir maceando esta lechada. Después de haber hecho esto conviene hacer otro suelo, hecho de zaborra con cal, y irle maceando como se hizo la lechada, muy igualmente. Y después de haber puesto este suelo, conviene hacer otro suelo de arcilla, que sea hecha polvo, irla poniendo muy igualmente y, después, irla maceando como se hacen las tapias. Esta arcilla es la que se sirven en los molinos batanes a limpiar los paños, y esto se ha de hacer igualmente. El primer suelo de la lechada conviene que sea de grueso un palmo y medio, y el suelo de la zaborra conviene que sea de grueso dos palmos, y el suelo de la tierra de pelaires conviene que sea de alto tres palmos. Y, siendo muy bien tupida esta tierra, será tan fuerte como cualquier de estos dos suelos hechos de cal. Cuanto más serán altos los cubetes de los molinos de regolfo, de costados, tanto mejores son [/fol. 30>], porque, siendo altos, la agua no puede tocar arriba, en el tajador y, no tocando, no causa interrumpimiento 9 ni detención al agua, ni al rodete, ni menos sale la agua por encima del tajador. Conviene poner encima del cúbete, y ponerle apuntalado, en tal modo que la agua no lo pueda tocar, y caso que lo toque que no lo pueda quitar a cada momento. (Figura 206) Pues hay este inconveniente, conviene demostrar el modo como está el cubo cubierto. La A es el mástil del rodete. Y el cobertor o tajador es la B, que es de dos pedazos, aunque en él no hay puntales para tenerle firme. Abajo, el cúbete es C, el cual es redondo, aunque ello sería muy mejor y más firme en ser cuadrado, por razón que hay mucha más piedra en aquellas esquinas, que no hay nada de esa fuerza en el cubo redondo, donde está asentado encima de cuatro 14

Tachado: roda. [353]


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piedras, que son las D D D D. Y el madero donde está asentado el dado, que encima de aquel anda el rodete, el cual madero lo llaman levador, por razón que, cuando quieren abajar o subir la muela, ése le suelen abajar o levantar algún tanto, y este se llama templador, de modo que la barra F tiene al cabo un hierro gancheado y también tiene una punta para bajarle o subirle con aquel gancho. Y, de este modo, le van templando la muela. Y pareciéndome que convenía demostrar cómo está el rodete dentro del cúbete y cómo le entra la agua, aunque en la planta del cúbete he demostrado el rodete y la saetía. Por donde le entra la agua en el cúbete B, es cuadrado, [/fol. 305v~\ el cual ha de ser de diámetro, el su redondo, de cuatro palmos, y de alto seis, o a lo menos cinco. Y la saetía C es donde entra la agua en el cúbete, la cual saetía es a dos palmos de la boca del cúbete, y no ha de estar en el medio del cúbete, ha de estar al un costado, por causa del herir en el rodete, la cual demostración se hará abajo. El rodete del cúbete B no se ha podido demostrar, por causa del cúbete, el modo que convenía que estuviese. En el asentar de las saetías, así de los molinos de cárcavo como de regolfo, es necesario tener en ello mucha advertencia para que venga la agua a herir, ordinariamente, en el rodete. Y conviene que ella venga de alto para bajo, porque ello es muy mejor que no cuando viene, por línea recta, la agua, por causa que no hiere con fuerza en el rodete, por causa que toda la agua se va, se convierte en aire. Cuando cae de alto, digo, diagonalmente, viene a herir con mayor fuerza, por causa que coge los álabes de lleno, de modo que toda la agua que viene así, oblicuamente, no se pierde punto de ella, por razón que toda va a dar en los álabes del rodete, y así vuelve con mayor fuerza, que no hace cuando viene la agua por línea recta, la cual agua hiere el canto del álabe del rodete, en manera como [354]

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le quiere empujar para atrás y, también, que hiriendo como he dicho, en el canto del álabe, y vase para arriba, y vuelve a caer, y interrumpe el movimiento del rodete. Y, por esta razón, es muy más conveniente cosa, y más natural, que descienda para abajo. No se entienda que la agua ha de caer de alto abajo10, a peso, como que cae de una torre abajo, a perpendículo, antes es mi intención eso, porque más sería querer calar para tierra el rodete, que no quererle hacer andar a la redonda. De modo que conviene que se haga la demostración de estas diferencias de estas líneas. La agua que sale de la saetía es A, y va a herir en el rodete B, y hiere (Figura 207) en el álabe C, la cual agua viene tan llana que, de necesidad, conviene que ella toque primero en el canto del rodete E, antes que hiera en el álabe C. Y de aquí se ve manifiestamente que la opinión de muchos hombres de este ejercicio de hacer molinos, que es una opinión fuera de toda razón de buena geometría y aun [/fol. 306r] contra toda opinión de filosofía. Aun hay más, que aunque tuviese ese rodete mucha más agua molería muy menos de lo que molerá el rodete G, y esto se ve muy manifiestamente por las líneas y por muchas razones que para ello se ha traído en diversos lugares.

Conviene que la saetía, o s la agua que sale de la saetía, hiera así, oblicuamente, en el rodete, que es la F y hiere en I, por donde hace muy más fuerza en I, que no hace la agua que sale de la saetía A, y hiere en el álabe C y, porque toca de necesidad el canto del rodete B, en E, (Figura 208) lo cual es cosa tan 10

Tachado: no se

entienda.

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fuera de razón porque, de necesidad, conviene que se acomode en tal modo que no le toque punto, que tocando nunca irá bien, ni con aquella presteza que conviene que tenga en el volver. Y porque los álabes están alamborados de tal manera que antes irá la agua en alto que no herirá en firme en el álabe C, que si el álabe cayese su costado derecho, a peso, como hace en la parte detrás, donde hay el agujero para que caiga la agua. (Figura 209) Figura

209.

Estas tres diferencias de saetías, aunque las dos anteriores de éstas son de cárcavo y aun de bomba, mas también pueden servir para cúbete. Mas la saetía A no vale ninguna cosa, su herir en el rodete, y por sólo que se conozca la diferencia de esto para discernir la verdad. De modo que la saetía F es muy mejor que no es la A, y la saetía L es muy mejor que no es la F, por razón que hiere mas derechamente en la vuelta del álabe N, y salva muy maravillosamente el canto del rodete M, en P. Y este rodete M firma encima de R, Ufol. 306v\ que es el dado donde juega aquel perne del mástil O, y el cubo es Q. Y esto he puesto a fin que se vea como está el rodete en el cubo. Y conviene que el rodete venga muy justo al cúbete, de modo que esta saetía es la mejor y hiere con mayor fuerza en el álabe N, que no hace ninguna de las otras. (Figura 210) Mas que se vea muy más claramente el efecto del herir de la agua en los rodetes, sean ellos para cualquier género de molino, que conviene que se sirvan de esta Figura

210.

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invención. De modo que la saetía S hiere en el álabe T, y da en el medio de ella, por donde la agua no puede saltar para arriba, antes resbalará para la parte dos, que será causa de muy más presto hacerle volver. La saetía X, la cual hiere en el álabe 3, la cual agua viene a herir tan en el canto del álabe, de modo que, en lugar de aprovechar, daña, por causa que la agua salta para arriba y no vuelve a la parte del 3. La agua que sale de la saetía la cual hiere en el álabe G, hiere muy más abajo en el álabe G, de modo que la agua vuelve hacia el cuatro y, así, hace volver con más facilidad el rodete. Y esto abasta cuanto a esta materia de las saetías y de la agua. Aunque se había puesto parte de esta materia en el capítulo de las diferencias de las líneas de las saetías, mas no se demostraba el efecto de ellas, como se ha hecho aquí, en estos rodetes. Paréceme, que antes que pase más adelante esta materia de los molinos, conviene que tratemos los nombres de ellos, para que se sepa qué género es el de11 que tratamos y qué nombres tienen. 1. El primer género de molino es el molino de tahona, el cual lo anda un animal, que muchos suelen llamar de sangre. Y este género de molino muele muy menos que ningún otro género de molino. Esta calidad de molino se puede acomodar en cualquier parte que se quiera asentar. Estos molinos suélense hacer en las fortalezas más que en ninguna otra parte. Hay otro [/fol. 307r] 2. género de molino de sangre, que es que un hombre lo lleva, y este aún tiene muy menos artificio y muélese muy poco, aún menos que el molino de tahona. 3. Hay otro género de molino, el cual molino anda con viento, y es muy diferente en muchas cosas de los otros molinos, por razón que se vuelven sus ruedas con el viento. 4. Hay otro género de molino que se hace andar, como andan los relojes, con contrapesos. Y estos molinos muelen más, pero son trabajosos, por razón que ellos se desbaratan a menudo. 5. Hay otro género de molino que se llama de aceña o de canal. Y este es molino muy ordinario y muy común, más que ningún otro género de molino. 6. Hay otro género de molino, el cual se llama de bomba, que tiene la canal cubierta y tiene rodete, que anda llana la rueda como la de los escudilleros o cantareros. 7. Hay otro género de molino que llaman de balsa y cubo, que tiene una balsa y un cubo después de la balsa. 8. Hay otro género de molino que llaman de balsa, el cual molino no tiene más de una balsa. 9. Hay otro género de molino que llaman de bomba, el cual tiene una balsa y la bomba, que cae a peso, que es una canal de madera y tiene rueda como el molino de aceña. 11

Repetido: de. [3571


TOMO

III

10. Hay otra manera de molino que llaman de carreo, el cual molino tiene balsa y, después de la balsa, tiene una contrabalsa y tiene rodete. 11. Hay otro género de molino que se llama de medio regolfo que tiene balsa y cúbete. 12. Hay otra especie de molino que llaman de regolfo que tiene balsa y cúbete. 13. Hay otra calidad de molino de barcas en tres maneras. 14. Hay molino que, dentro de una balsa de agua 12 muerta, anda de sí mismo. 15. Hay molino que, andando un carro, muele mientras anda. Y este es para cuando marcha un ejército. Y, parando, no muele el molino. Aquí Ufol. 307w] he registrado todas las maneras de molinos que a mi noticia han llegado y, cierto que, creo que si hay algún molino diferente de los que aquí son puestos, que deben ser muy pocos los que hay. Aunque todos son molinos, mas cada uno de estos tienen diferentes cosas que le mueven o le hacen mover, que cada uno tiene sus particularidades diferente de otro. Cierto, que es verdad, que mi intento no fue de tantas calidades de molinos, mas transportado con el deseo de aprovechar a los que no saben, me hizo que pasase los límites de mi intención. Porque mi intento no era de tratar más de cinco o seis maneras de molinos, de los más ordinarios, pero, pues he pasado la orden en el uno, bien podremos pasar también en el otro, máxime en advertir cosas que en el vulgo no las advierten, máxime en el no saberse aprovechar, con una misma cosa aprovecharse, a mucho. Digo, que con un mismo cubo se pueden hacer andar dos y tres muelas, como se podrá ver el modo en el discurso de la obra, esto del aprovechar del cubo, cuando hay buena cantidad de agua para que sea bastante a hacer andar las dos muelas juntas. Y esto se puede hacer en diversas maneras. Un cubo que sea hecho a manera de tahona o de gruenza o de tolva, como se acostumbra llamar, donde ponen dentro el trigo para que caiga dentro de la muela, hará moler mucho más que ningún otro género de13 cubo. Un cubo que sea muy alto, aunque él no sea muy ancho, molerá mucho, y más que ningún otro de esa hechura, a igual agua. Y esto se ha de entender, que tomado un cubo que sea de la calidad y hechura como tengo dicho, y tomado otro cubo que sea más ancho, que no es el que hablamos, y no sea tan hondo, y que cabe tanta cantidad de agua en el uno como en el otro, que molerá mucho más, o hará moler más, el cubo que será muy alto, aunque no sea muy ancho, y que no hará moler tanto el cubo que es muy ancho y no es muy hondo. Más molerá un molino con un cubo que tenga dos saetías, que no hará otro cubo con una sola, teniendo tanta agua el un cubo como el otro. Y esto parecerá cosa imposible, mas el que fuere buen filósofo en las matemáticas, bien confesará ser verdad lo dicho. 12 13

Interlineado: de agua. Tachado: molino.

[358]


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Más molerá un molino, que no hará otro, con una misma cantidad de agua, el uno que el otro, y que en ellos no interviene más artificio en el uno que en el otro, y esto lo [//o/. 308r] causará la misma agua, que la una agua traerá más espíritu que la otra, por razón que la una agua viene de algunos montes, la cual viene muy velocísima, y la otra viene muy quieta, que parece que es agua muerta, o que el uno tiene más caída que no tiene el otro, de modo que por estas dos razones molerá más el uno que no el otro. También puede moler más un molino, que no hará otro, con la misma cantidad de agua, por estar en diferente asiento el uno que el otro, mas no serán diferentes en forma, mas en artificio, de ser mejor acomodado el uno que el otro. Pues se ha puesto las diferencias de los molinos, y esto ha sido en palabras, ahora conviene que pongamos las formas de cada uno en igual. (Figura 211) Este es molino de tahona o de sangre, como el vulgo lo llama, el cual molino lo lleva un animal. De modo que la A es el mástil de la rueda B, que tiene los cajales C, los cuales vuelven la linterna D. Su eje es E, el cual tiene la rueda F, y sus cajales son G, que mueven la linterna H, y su mástil es de hierro, que [359]


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III

es I, que mueve la muela Q, que está Ufol. 308v] encima de la muela P, las cuales están encima del banco O. La caja harinal es R, la tahona es S, su canalón es V, el torcedor T, la citóla es X. Donde firma el eje E, es K, y donde firma el árbol de la muela es L. El animal que mueve el árbol de la rueda grande es M, el madero que hace volver, donde va el animal tirando, es N. Y esto es todo lo que tiene un molino de sangre. (Figura 212) Este vaso también sirve para moler, y en vez de molino para moler, así a mano. El vaso es A, que sirve de la muela baja que es B, y el agujero es donde sale lo que se muele. La muela de arriba es D, y su agujero, donde cae el grano, es E. Y el manil F es con que se hace andar, a la redonda, con la mano. El molino de mano, el cual lo andan hombres, a lo menos dos, y a veces uno, este género de molino muele muy poco. La muela que anda es A, la tahona B, el torcedor C, el canalete es D, la citóla o tarabilla es E, la caja que recoge la harina es F. La armadura Ufol. 309r] donde está asentado, encima las muelas, es G. El hierro que vuelve las muelas es I, y una bola que hay encima de lo doblegado es H, la cual es de plomo, a causa que vuelva con más facilidad el hie[360]

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rro que hace andar aquel 14 hierro, que llaman cigüeña, es K. Los hombres que andan el molino son L, y el ananilla que va encima de la cigüeña de hierro es M. (Figura 213) Esta invención de molino es de viento, la cual manera de molino le hace andar el viento. Y estos molinos no sirven en España, ni menos en Italia, por causa que los vientos no son ordinarios y, a más de esto, que cuando soplan estos vientos, que reinan en esas regiones, son muy furiosos. De modo que en Flandes, y en Alemania, y en Francia, se sirven de ellos por causa que tienen esas regiones los vientos muy benignos, y no furiosos, y son muy moderados. Y, por estas razones, no se pueden conservar, por causa del grandísimo furor que llevaría, que todo lo rompería. De modo que este género de molino le hace andar el aire, de manera que las velas son el cubo y el aire la agua de estos molinos. Las velas son A, que están asentadas en un madero muy grueso y muy largo, el cual es B, que pasa de una parte a otra de la casilla en que está asentada la rueda, con sus cajales, es C, y los cajales D, y hacen volver una linterna, que su mástil es E, y la linterna F, la cual mueve una rueda G, que tiene sus cajales, a la redonda, que es H. Y los cajales mueven una linterna I, y su mástil es K, que mueve la muela L. Y la tahona es M, y el canalón es N, el torcedor es O, la caja que recoge la harina es P, y la pala con que se coge es Q. Y este molino o molinos se hacen en tal modo que se pueden volver a la redonda para tomar los vientos y, así, está asentado sobre un perne de madera donde vuelve a la redonda. Y tienen estos [/fol. 309v] molinos dos suelos, y el remate del techo es armado de un pabellón de cama. (Figura 214) El molino que anda con contrapesos como reloj. En él conviene que sean muy mayores las ruedas, por causa del ejercicio que hacen en andar con tanto 14

Tachado: roda. [361]


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III

furor y con tanta presteza para haber de moler. Conviene que se le pongan muy grandes contrapesos. Y porque este molino es cosa más de relojeros, que no de arquitectura, abastará avisar. Aunque en éste no están señaladas las muelas, las cuales han de ir asentadas encima de O. Que la linterna M mueve la muela, y la rueda L mueve esa linterna M, y esa rueda L tiene sus cajales al costado de la circunferencia, y esta rueda es movida de la linterna K, la cual linterna es movida de la rueda I, la cual rueda es movida de la linterna H. Y la linterna H es [/fol. 310r] movida de la rueda E y F, la cual tiene otra rueda pequeña que es señalada E. Y, F G son para parar, que no ande el molino. Y la rueda G sirve a detener la cuerda del contrapeso. Y en la rueda B tiene, para andar, en ella, otro contrapeso, de modo que estas cuatro ruedas, todas, están asentadas en un eje. Y esto abaste cuanto a esto del molino de contrapesos. (Figura 215) El molino que va armado encima del carro, el cual molino muele, andando, por razón del movimiento de las ruedas. Y esta invención de molino no sirve para más de que, llevando un ejército que andando o marchando, tengan harina para poderse ir haciendo munición para comida. De modo que el timón del carro es A, las dos ruedas B B. Y en el cubo de la una rueda van puestos unos cajales de madera, que es C, los cuales hacen volver la linterna D, la cual linterna, en el mismo eje, está una rueda grande que es E, la cual tiene unos cajales al costado, los cuales mueven una linterna que es F, la cual tiene su mástil que se15 va a encajar en la muela G, y tiene encima su tahona, gruenza, y la caja harinal es donde I. Y con esta invención se puede moler. Aunque muele muy poco, molerá cinco sacos de grano. Mas conviene mudar los animales, por causa del peso 15

Tachado: an. [362]

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y del trabajo que llevan, y también cuando los unos comen los otros anden. Y, así, molerán convenientemente. Ufol. 310v] El molino de aceña, aunque se ha puesto en otra parte en particular, hame parecido ponerle en general, de modo que he puesto aquí la invención de él. La canal es A, aunque se ha puesto la calidad y el modo como se han de asentar. La rueda es B, donde tiene asentado el gorrón es C, el eje de la rueda de las palas, que tiene una otra rueda con cajales, los cuales van al costado de la circunferencia de la rueda, la cual vuelve la linterna F, la cual vuelve la muela G. Y la tahona es H, la caja harinal es I, la tabla en que templa la agua es K, y el palo con que la abajan y suben es L. A estos molinos, algunas veces, suélenle hacer una balsa de agua antes de la canal, aunque las más veces no la hacen, la balsa, a estos molinos, sólo acequia y canal junto, que luego entra la agua en la canal. (Figura 216) Ufol. 311r] La balsa es A, que está más atrás dos hojas. (Figura

217)

Esta invención o planta no viene en este lugar, que es de molino de regolfo, que es más atrás dos hojas. Este modo de molino, así, es de cárcavo como de canal y, así, abierta como cerrada. Y porque este género de molino es de muy poco artificio, el cual no tiene en sí más de sólo la canal, y el rodete, y las muelas, que en él no interviene ni ruedas con cajales, ni menos linternas. Así que en ése hay la planta y la montea y, por haber tan poco magisterio en ello, no me he curado de poner ni las tahonas ni otras menudencias, las cuales no tienen ninguna primor. Y, así, me ha parecido que con esto abasta cuanto a estos dos géneros de molinos. [363]


TOMO

Figura

III

216.

La planta es: las canales A B C D. Los rodetes son E F G H, y esto es cuanto a la planta. Y los dos van a una mano, y los otros dos van a otra, aunque se podían Ufol. 311v] hacer andar todos a una mano. La montea: las muelas son I K L, los rodetes son M N O, los cuales van todos dentro de sus bóvedas, como la planta lo demuestra. Cada uno de los rodetes tiene su levador y su dado, y también tiene, cada canal, su tajadera para que no entre agua en ella. Y, a más de esto, tiene a cada rodete su desviador de la agua, que es para apartar la agua que no de en el rodete, aunque descienda la agua por la canal, que no hiera en el rodete. Y esto abaste cuanto a esto de estos dos géneros de molinos, así de bomba como de cárcavo y de tahona. El molino que es de balsa y cubo. Este modo de molino muele harto más que no hace el molino anterior de éste, el cual molino tiene mucha fuerza, la agua del cubo, por razón de la balsa, que tiene ordinariamente lleno el cubo. Este molino lleva harto poco artificio, por razón que es de rodete. La balsa es A, y el cubo es B, el rodete es C, y la muela D. La tahona o gruenza, donde se pone el trigo, es E. El canalete donde cae el trigo, en la muela, es F, y el templador es G. El harinal es H, la saetía es I. Y en este género de molino no hay más invención, más de serle añadida la balsa. (Figura 218)

[364]

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III

Ufol. 312r] Este modo de molino de balsa, ella es invención de los antiguos, no de aquellos antiguos romanos, es, para en comparación de los antiguos, ella es moderna, y, en comparación de los modernos, ella es antigua. Ella se hace como se quiera. Ellos muelen poco en comparación de los modernos, de modo que, caso que tenga mucha agua la balsa, ellos muelen harto poco. La balsa, conviene que ella sea, a lo menos, ocho palmos de hondo, ordinariamente, para haber de moler mucho. De modo que la balsa es A, y la almenara o desaguadero es B. Las dos saetías es C D, por razón han de ser dos, para cuando se pica la muela o se adereza otra cosa, que el molino no esté parado. El rodete es E, la muela F, la tahona es G, el templador es H, el cual es para hacer que caiga el grano dentro de la muela, o muy aprisa o muy a espacio, y el canalote es el que guía el grano a la muela, y el harinal es I, donde se recoge la harina molida. Y esto es cuanto a esta manera de molino. (Figura 219) El molino que llaman de carreo, el cual molino es invención muy diferente de todo otro género de molino, por razón que tiene balsa y contrabalsa, que muy pocos Ufol. 312v] molinos se hallarán de esta hechura. Llámase de carreo por causa que atrae a sí mucha agua y, por tanto, es llamado de este nombre, que acarrea a sí mucha agua y, por esto, es invención muy nueva de molino, y harto diferente de los otros. El cual, creo que no se halle en toda España, muele harto, que muele cahíz y medio cada hora. Y esta invención muele hasta tener gota de agua en la contrabalsa y veráse toda la saetía, y siempre irá moliendo. En todo lo demás, así de botana como cárcavo y rodete, no enferece punto de los otros molinos de cubo. La balsa es A, la cual es un cabo. Donde es B entra la agua, y es de hondo diez palmos, y en C, es doce, hasta catorce. Y la contrabalsa es, ancha, de doce palmos y de alto es diez y seis. La pared de la saetía es de grueso quince palmos. La contrabalsa sirve de cubo. Cierto, ha sido una muy galana consideración esto de la contrabalsa. De modo que D es lo alto de la contrabalsa, y [366]

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Figura

223.

La planta que se sigue es del molino de regolfo, el cual molino tiene muchas particularidades que no tienen otros molinos.

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[367]

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TOMO

III

la E es lo ancho de ella. Es todo junto como la figura lo demuestra. La balsa es A, es de largo ciento y veinte palmos y de ancho sesenta. Con la contrabalsa es lo largo. Y, así, ha de ser la balsa, desde el suelo hasta lo más alto de la agua, hasta catorce palmos, la balsa. La contrabalsa, el suelo de aquélla, es más bajo, del suelo de la balsa, diez y seis palmos. La cual invención es dibujada conforme como conviene que esté. Las saetías es F, las cuales han de ser tres, porque esta invención es todo su nervio la mucha agua, que poco v a l e M las invenciones, si no hay agua con que anden. Es verdad que siempre la invención aprovecha mucho, en esto, cuando hay falta de agua. Dejo aparte las demás particularidades, pues tan largamente lo he tratado en el discurso de la obra de los molinos, de tal modo que cada cual podrá quedar harto satisfecho. En esta profesión de hacer molinos puédese acomodar, en un semejante molino, muchas cosas, ultra del moler harina. La planta que se sigue es del molino de regolfo, el cual molino tiene muchas más particularidades que no tienen los otros molinos 16 . Ufol. 313r] (Figura

220)

Ufol. 313v] La planta del molino de regolfo. Es la balsa A, la cual es ciento y veinte palmos, de ancho cuarenta. Las paredes de la balsa es B B, y la balsa es diez hasta doce palmos, donde entra la agua y, donde entra en las saetías, es catorce palmos, por razón que tengan caída. Las saetías son las tres C C C. La pared D D D, es de grueso diez y ocho palmos, hasta las botanas E E E, y los espiraderos G G G, hasta los cubetes, es tres palmos de grueso. Los cubetes, F F F, son, de ancho, cuatro palmos, donde está el rodete dentro. Las saetías han de herir por el costado del cúbete, aunque van en el medio los espiraderos de los cubetes, es H H H, que son, de ancho, un palmo. Las cuatro escaleras de los rincones son cuatro I I I I, son de ancho cuatro palmos. Las paredes K K K K son de unas bóvedas. Donde es las L L L es agua, que todo aquello está abierto. Donde van las M M M M M M, son unas losas para poder andar, anchas tres palmos. Donde es las dos N N, son las puertas del molino, que son anchas diez palmos. Donde es la Q es ancho cinco palmos, donde es las P P P P, son unas paredes de unos arcos, que son de doce palmos de ancho. Donde es las O O O, es donde sale la agua. Todo el edificio es, de ancho, 64 palmos y, de largo, es noventa palmos, todo el molino hasta la balsa. (Figura 221) Ufol. 314r] Este es el costado del molino de regolfo, el cual se puede comprender por los caracteres de las letras de la planta y, por aquéllas, se podrá comprender cada cosa, donde viene. (Figura 222) Ufol. 314v] Las dos monteas son del mismo molino de regolfo, el cual yo no me curaré de ir notando ninguna particularidad de él, más de lo dicho, por razón de las letras que señalan los lugares de la planta. De modo que yo no iré particularizando más de algunas cosas, que no se han señalado, de modo que ellas se pueden entender. Donde sube el árbol del rodete, que va a tomar la muela, eso es todo llano, de cabo a cabo. Que las bóvedas no pasan más adelante de lo que está señalado la pared K. El suelo de encima de las bóvedas llega a las paredes de las puertas N. Las escalas I I I I, bajan en los ángulos. Y aquello que Este último párrafo aparece en el texto con una llamada que remite a la figura del folio siguiente, donde se repite el mismo texto. 16

[368]


Libro Onceno Figura 221. 46 palmos de largo. 14 palmos de ancho. Planta del molino de regolfo de costado.

JAcíint kl^t/fie/* f<r/7a¿o -»

va encima de la Q, ha de ir llano, como aquel suelo de las muelas. Y donde están las tahonas, en aquella pared R, conviene que haya dos escalas, a los dos cabos, que es S S, para subir a poner el grano en las tahonas. La otra pared, T, que es la parte postrera del molino, donde sale el agua del molino. Y este molino y el molino de medio regolfo es una misma hechura, mas que no se le da tanta agua, como al regolfo entero. En muchas cosas consiste el artificio de este molino. Lo primero, consiste en tener la balsa, que sea ancha y honda y larga, y con mucha cantidad de agua que le venga a la balsa. Conviene que tenga pendiente desde el principio hasta el fin, que es dar dentro de la saetía. Y esto se hace a causa que la agua tenga mayor fuerza en el descender de la saetía. Y la balsa conviene que tenga muy buen suelo, que no se trasmine, y que tenga muy firmes las paredes de los costados. Ya dijimos la cantidad que ha de tener. Lo segundo, que la pared del molino, que afronta con la balsa, conviene que sean muy recias, por razón de las saetías, que, a lo menos, conviene que sea de cinco varas de espacio, y ha de ser de cantería. Y conviene que sea muy bien hecha y bien asentada, por razón que no se trasmine la agua por las juntas de los sillares. Y aun quería yo que se embetunase, de cabo a cabo, toda. Y que estén 1 muy lisas las piedras de las saetías, a causa que la agua no halle en qué topar m en qué penetrar, porque, empezando a penetrar, no sosiega jamás la agua de ir buscando por donde penetrar, porque es la agua de tal naturaleza que procura siempre de penetrar [//o/. 135r]1& y de querer henchir todo lugar vacío, por hallar quietud. Estas paredes conviene que tengan muy buenos cimientos, que sean muy firmes y seguros. Lo tercero, el acomodar de las saetías, las cuales han de travesar toda la pared de una parte a la otra. Y, a la parte de la balsa, conviene que las saetías sean anchas, de boca, ocho palmos y, de alto, cuatro, y, en el fin, uno de ancho y de 17 18

Repetido: estén. En el manuscrito hay un error de numeración, la correcta es fol. 315r.

[369]


TOMO

Figura

III

222.

Toda la parte de dentro del molino. Parte postrera del molino por de fuera.

^ä/a AfiM/^A ¿info S i e f f f l ú f h f>f. -r.nrw. vfüMMSM

alto palmo y medio. Conviene hacerlas que ellas participen más de estar llanas que enhiestas, desde su principio hasta donde despide la agua, que es la línea que está mas cercana al suelo de la balsa. Cuarto. Que conviene que la agua que viene a herir dentro del cúbete, y hiere en el rodete, conviene que entre en el cúbete, en el costado, como va aquí dibujado A (aunque la saetía es del capítulo de arriba, del tercero) 19 . Que el cúbete es A, y la agua es D, que hiere en el rodete B, que es en el lugar donde puede hacer mayor fuerza, la agua, en el rodete C. El cúbete conviene que sea de una pieza, es muy mejor que no de dos. Conviene que por la parte de dentro del cúbete, que esté tan liso cuanto se pueda, mas digo, que si posible fuese, que se pudiese tornear por la parte de dentro, que sería muy mejor, por causa que 19

En el original aparece entre paréntesis.

[370]


Libro Onceno

Figura 223.

no quedarían rayas ni de hoyos, porque si había alguna raya cavada de dentro de la piedra del cúbete, es causa de no dejar moler tanto cuanto haría sin ella. Ha de ser, de alto, cuatro palmos, hasta cuatro y medio, a lo más, desde el suelo del molino hasta el asiento del cúbete. Que en el suelo se le asienta una piedra en que se asienta el dado, el cual dado es de metal donde se asienta el rodete. (Figura 223) Quinto. Que se ha de hacer el rodete que venga muy justo dentro del cúbete, que casi venga a tocar con el cúbete la circunferencia del rodete, que no quede ningún lugar entre el uno ni el otro [/fol. 315v] Y, si el rodete se pudiese hacer al torno, sería muy mejor, por razón que vendría muy más justo, y que fuese de sola una pieza. El cual rodete ha de tener seis álabes, los cuales álabes van envueltos, como quien quiere hacer redondos, dentro de un redondo, los cuales álabes, donde hiere el agua en ellos, conviene que estén envueltos, viajen. Y, a la parte de atrás, van derechos, a peso. Y hay un agujero, largo, de un palmo y, ancho, de dos dedos, por donde desciende la agua abajo. De modo que en diversos lugares se han señalado rodetes, mas pues el caso lo trae y la materia lo demanda, lo señalaré aquí abajo, así el derecho como las espaldas del rodete, por ser esta hechura de rodete cosa que no es muy manifiesta en muchas partes. Este es el rodete: A es lo que entra en el mástil o árbol, (Figura 224) la Figura

224.

En el texto se hace referencia a una numeración que no aparece en la figura.

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TOMO

III

B es los20 álabes, que están socavados en redondo, como la figura B lo demuestra. En el rodete A, la C es lo que ha de estar alto, como lo demuestra la figura 3. Las espaldas del rodete de la figura 2: que donde es la D, es donde cae la agua después de haber herido en el rodete. La figura I es como ha de ir, de modo que todo el artificio de este rodete es en saber hacer las vueltas de los álabes, que empiecen en el redondo de la A y venga, descendiendo, hasta en D, de modo que abajo, en D, es muy delgada aquella parte, porque, junto al agujero D y el costado C, es harto grueso. Estos rodetes son, de alto, a lo menos, un jeme, y el orillo que corre a la redonda es, ancho, dos dedos. El rodete es de ancho, en su diámetro, cuatro palmos y los álabes, si hay mucha agua, no se hacen más de cinco álabes, y a lo más seis. El mástil o árbol conviene que sea de una madera muy buena y fuerte, que sea de carrasca o de serbal, que es [//o/. 316r\ fusta harto fuerte. Y ha de ser el mástil, de largo, doce palmos hasta trece, lo que ha de ser de madera. Y ha de ser, de grueso, cerca de un palmo. Y, a veces, se hace más largo, según la necesidad del lugar. El se hace redondo, excepto en la parte donde se ha de asentar el rodete, que queda cuadrado, que es a tres palmos de la parte más gruesa. Hácese a modo de un huso de hilar, y en la parte baja se le pone un zarcillo de hierro con una plancha en el suelo, con un clavo de acero en que juega encima de aquél. Y en la parte de arriba se le hace, dentro de este árbol, una canal para poner dentro una barra de hierro que va a entrar en la nanilla, que es un hierro que vuelve la muela, el cual hierro es de largo cinco o seis palmos, según el lugar. El cual árbol está aquí señalado, el cual, donde es la A, ha de firmar en el suelo, encima de un dado de metal, el (Figura 225) cual es cuadrado, de medio palmo de alto21. La B es donde ha de asentar el rodete. La C es el árbol, la D es unos zarcillos de hierro que tienen la barra de hierro E. Y ese es el mástil. Y la F es la nanilla. Y cuando se pone el badil se pone unos tascones de madera de encina para que esté en el medio del mástil. Figura

225.

En el texto se hace referencia a una numeración que no aparece en la figura.

Séptimo. Las piedras de las muelas han de ser grandes, para estos molinos, que han de ser, a lo menos, de ocho palmos de diámetro, por causa que en estos molinos no conviene muelas pequeñas, a causa del mucho moler y, también, que cuanto son mayores, tanto muele más, que no hacen cuando hay muelas pequeñas, que son de siete palmos. Y las medianas son de siete y medio y, con aquel palmo más de ancharía, muele mucho más, que no hará con unas muelas de siete palmos. Las mejores muelas que se saquen es junto de Barcelona, porque es la mejor calidad de piedra que se halle para cosa de muelas de molinos de harina. Lo que más muele una muela es a un palmo de junto de la orilla de la muela, todo lo que más muele es muy poco. También consiste, el mucho moler, en picar las muelas, y en eso va mucho en saber el modo cómo se han de pi20 21

Tachado: dos. Tachado: es.

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car para que muela, toda la muela, sin que [//o/. 316v] quede ninguna parte baldía, por causa que, quedando alguna parte, no puede moler mucho. Y, a más de esto, los molineros que esto hacen, en picar la muela en la manera que se ha dicho, lo hacen por aprovecharse de lo que muelen, que, ordinariamente, les quedan más de un almute de trigo de cada uno que muelen, de manera que es un robo manifiesto lo que hacen algunos molineros. Conviene tener muy buen aparejo el que quiere picar muy bien una muela, y que tenga una regla muy fina y muy derecha, que, a lo menos, sea tan larga cuanto es ancha la muela. Y conviene que tenga un nivel para ver si la muela es más baja, al un cabo que al otro. Y esto lo ha de ver poniendo la regla encima de la muela, verá en qué parte convendrá abajar o levantar la canaladura de la muela. Y, a más de esto, servirá el nivel para asentar llanas las muelas, que no estén asentadas tuertas, porque importa mucho asentarlas a peso, y lo mismo el picarlas llanas. Las picaduras conviene que vayan como van los álabes del rodete, que vayan en vueltas redondas, y han de estar en la parte de la orilla de la muela. Han de ser, anchas, de un grande pulgar y, así como se van acercando al punto del medio de la muela, así se han de ir estrechando. Y ha de quedar, de la una picadura a la otras, tanto espacio cuanto es de ancha la canal de la picadura. Y esta es la orden que se ha de tener en el picar las muelas de los molinos de regolfo, como va aquí señalada (Figura 226) la muela A. Las canales de las muelas no hay número cierto, mas de hacerlas al buen arbitrio. Es verdad que no quieren ser muy anchos aquellos llanos que quedan entre canal y canal, que, siendo muy anchos, muchas veces queda el grano entero, y conviene hacerle la canal pequeña, como en otro lugar se ha tratado el modo que se ha de tener en ello, cuando hay tal falta en las muelas de los molinos de regolfo. Octavo. Que ha de haber encima de las muelas una tahona de madera o gruenza, en la cual se acostumbra poner, dentro de ella, el trigo o otros granos para haberlos de moler, y que de ella vaya cayendo dentro de las muelas V/fol. 317r] La cual tahona es ancha en la parte de arriba y estrecha en la parte baja. En la boca es, a lo menos, cuatro palmos de ancho, en cuadro perfecto, y es, de alto, hasta cinco palmos. En el suelo es un palmo de ancho, en cuadro, y tiene suelo, y está abierta al un costado, obra de cuatro dedos, en cuadro. Y más bajo hay una canal, la cual se viene a encajar con el suelo de la tahona, la cual canal está colgada con unos cordeles a los costados de la tahona, y tiene un cordel, asido en la parte de delante, que con él se va templando el caer del trigo, para que caiga, a espacio o aprisa, según se quiere hacer delgada o gruesa la harina. El cual templador se tuerce, o se sube, o se baja. Subiendo, cae muy a paso, y, bajando, cae el grano muy aprisa, de modo que esta canal va guiando el grano al agujero de la muela. Y al costado de esta canal va colgado, con un cordel, un palo, el cual va arrastrando por encima de la muela y, con este movimiento, hace caer el grano dentro de la muela, el cual es llamado del vulgo tarabilla. Porque la harina no vaya volando, y que no se pierda, conviene hacerle una armadura a la redonda, de madera, la cual ha de ser tan alta de costados que sobrepuje más que las dos muelas en alto. Y en ella no se deja cosa abierta, ex[3731

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III

cepto un agujero en el medio, por donde ha de caer la harina en el harinal, que es una caja de madera grande, que caben dos cahíces de harina, y tres, y más, según la frecuentación del molino. Este harinal es tan largo como son de ancho las muelas, y es, de alto, cuatro palmos, hasta cinco, y es, de ancho, lo mismo que es alta la caja harinal. Y, a más de esto, conviene que se tenga en el harinal una pala de madera de tres palmos de largo y uno de ancho, y esta pala es para poner la harina en los sacos. Y conviene que haya una escoba para barrer las muelas, a la redonda, y el harinal. La tahona es A, el templador B, el canalote C, la tarabilla D, la armadura es E, hecha aochavada, y otras hay redondas. El harinal es F, la pala G, la escoba es H, y en la parte detrás de la tahona, donde es la K, es donde se pone el grano dentro de la tahona. Y conviene que haya un buen espacio llano, de tal modo sea ancho, que una cabalgadura pueda pasar cargada con un saco encima, para que se pueda descargar, dentro de la misma tahona, sin ningún otro embargo ni trabajo, así del animal como del hombre que lo lleva para vaciar. Y conviene que la tahona esté acomodada de tal modo que, estando el saco encima del animal, lo pueda ir vaciando con muy grande facilidad del que lo quiere vaciar dentro Vfol. 317 v ] de la dicha tahona. Estos tales molinos suelen moler mucho más que todos los demás molinos que muelan con artificio de agua. (Figura 227)

Noveno. Conviene que en estos molinos se asienten, a lo menos en cada uno, tres muelas, por causa que, ordinariamente, muelan las dos, y que la una esté siempre aparejada para cuando la hubieren de menester. Y esto es por causa del picar las muelas, porque es menester todo un día para picar una muela que esté bien para estos molinos. Y, por esta razón, es necesario siempre tener una muela que esté a punto. Aunque este modo de picadura dura muchos días antes que se gaste, y lo menos son seis días. Y porque se entienda la orden de donde ha nacido, esta invención ha sido de algún filósofo, el cual creo que halló esta invención, acaso más que por causa de la especulación, o que estando mirando algún río, cómo anda la agua en al[374]


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gunos agujeros de algunas peñas que hay en los ríos, en el suelo de aquéllos y, entrando la agua en aquellos agujeros, ordinariamente, anda la agua, a la redonda de aquellos agujeros, sin ninguna detención, con tanta velocidad que el pensamiento no puede ser más pronto, y lo mismo hacen las cosas que la agua trae consigo, que son tan velocísimas en el volverse en estos agujeros. O que esta invención la hallase [/fol. 318r] dentro de algún vaso lleno de agua, como muchas veces acaece, que teniendo un vaso de agua de delante y, teniendo una vara delgada dentro del agua, y empezar irla moviendo, la agua, a la redonda, en tal manera se va alterando la agua, por razón del movimiento circular, por poquito movimiento que hace la verga, que parece que la agua va combando un espíritu tan ligero y tan veloz y presto que, así después de haber sacado la vara del vaso, anda la agua un grande rato sin cesar el movimiento circular que hace la agua, por razón de la forma del vaso, que es redondo, sin se aquietar, por causa que la agua no halla lugar que le interrumpa el movimiento que hace a la redonda, ni tampoco no se le interponga cosa que la haga quebrar el movimiento que hace. Los molinos que se hacen en los ríos, encima de barcas, son hechos en diversas maneras, aunque todos van armados encima de barcas. La causa de hacer los molinos encima de las barcas es en dos maneras. La primera, es cuando los ríos van por tierra llana, que no hay lugar de poder sacar acequias para poder edificar en ellas, por causa que no puede haber caída para que pueda la agua hacer fuerza en las ruedas. Y, por esta causa, se hacen encima de barcas. Es verdad que se podría sacar de estos tales ríos agua por acequia, que llevándola tanto camino, que se le hallaría caída, mas sería mucho gasto y muy descómodo haber de ir mucha distancia de tiempo para haber de moler. Y, a más de esto, cuando una acequia es muy larga siempre hay que estar adobando, por donde se ofrecen grandes gastos y muchos estorbos. La otra causa de hacer los molinos encima de barcas es donde hay temor de guerras, porque no les rompan los enemigos las acequias, por donde no puedan moler, que es una cosa muy importante para una ciudad que está sitiada de enemigos, para poder moler en sus necesidad [es] que, no pudiendo moler, es cosa de muy grande trabajo y daño, y dar muy grande ánimo a sus enemigos, para que estén firmes en el sitio, que sin dar lanzada eso será causa, la necesidad, de darse. Bien se que alguno me podría responder a esto que, en tal caso, se pueden hacer molinos de sangre, como tengo dada la orden de ellos en este libro de los molinos, que se hacen andar con animales. [/fol. 318v] De modo que los molinos de barcas se hacen en tres maneras. La primera, que con sola una barca se hacen molinos en los ríos. El segundo modo, es que con dos barcas se arma un molino dentro de un río. El tercer modo, es que con tres barcas se arma, encima de ellas, un molino. De modo que aquí abajo yo iré demostrando cada uno, particularmente, cómo se van armando cada uno, y las diferencias que hay en las hechuras de las barcas, que para este efecto se hacen. El molino que se arma encima de una barca sola. La cual barca se hace harto ancha, más de lo que se acostumbra hacer las barcas que navegan. La barca es H, y la proa es la A. La popa es la B. La armadura, donde va armado el molino, es C, que encima de aquellos maderos, los cuales van asidos con la barca, así de la una parte como de la otra de la barca, y a la una parte se hacen salir [3751


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tanto más de lo que es de ancho, o por mejor, de largo, y se ponen tan apartados, el un madero del otro, cuanto es de ancha la rueda que va dentro de este armamento. La cual rueda no es muy larga, que no es más de seis palmos y es, de diámetro, diez. La cual rueda es D y, en el mismo eje de esta rueda D, va, a la parte de dentro de la barca, una otra rueda que es E, la cual tiene unos cajales de madera que van en la linterna F, (Figura 228) la cual linterna mueve la muela G. De modo que esta barca va cubierta toda, que parece que han puesto otra barca encima de la que está en el agua, boca abajo, de manera que parecen dos barcas puestas al contrario. Estos molinos se hacen con unas maromas, de modo que el río no las puede mover y, de estas maromas, ponen dos, una que va de la barca a tierra y la otra va muy adelante, asida en cosa que la detenga. Y éntrase Ufol. 319r] a estos molinos con unas tablas gruesas, las cuales sirven de puentes para entrar en ellos. Y, en estos molinos, el22 llevar el grano, en este género de molino, es llevarlos a cuestas, y el sacar por lo mismo. Aunque yo he dicho que se hacen del todo cubiertos, como ello es verdad, hame parecido que estará muy mejor en esta manera, con aquello poco espacio en la proa de la barca, por causa de muchas cosas que ocurren en las crecidas de los ríos. Aunque he visto de ellos en esta misma hechura yo no me curaré de poner más particularidades, pues que estos molinos no difieren, punto, de los otros que son en tierra firme asentados, que el un género es de asiento y éstos son movibles. En el hacer parar estos molinos. Se les pone una tajadera de madera en la parte de delante y, como la superficie de la agua topa en ella, luego para, con palmo y medio que cale dentro en el agua. (Figura 229) Esta es la segunda manera de los molinos de barcas. El cual molino tiene dos barcas que sustentan. Así los unos, como los otros, van todos ellos armados encima de unos maderos que traviesan de barca a barca, los cuales maderos tienen asidas las dos barcas, que no se aparten la una de la otra. Y estas dos barcas hay una mayor que la otra, y esto es porque la barca que no sustenta más de 22

Tachado: no hay. [376]

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la rueda es muy más pequeña, de mucho, por razón que no sustenta casi ningún peso, excepto la rueda. La otra barca, donde está armada la casilla del molino, que es muy más grande que la otra, de mucho, por causa que sustenta Ufol. 319v] mucho peso, que es la rueda grande y otra pequeña, y la linterna que mueve la muela, y todo lo demás del edificio del molino. Conviene que haya espacio para los sacos y que haya lugar para el molinero, para poder estar. Y esta casilla es de tablas, así el suelo como los costados, y el techo. Y se empeguntan las tablas del techo del molino, las cuales van cabalgando, las unas a las otras, a causa que no entre la agua de las lluvias. El afirmar estos molinos dentro del río, y fuera de él, ya se ha dicho en el molino de una barca. Estos molinos, cuando crecen los ríos, se traen a tierra, y, cuando menguan las aguas, los van sacando a donde la agua tiene fuerza, de modo que para entrar a ellos conviene a veces entrar encima de unas tablas, que van puestas encima de unos puntales harto altos. Que, a veces, se ha de entrar cinco longuezas de tablas, que comiencen [¿z] ir con muy grande tiento, por causa del balanceo que hacen las tablas, andando por en[377]


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III

cima de ellas, con los sacos en los hombros, como dije arriba en el molino de una barca. El modo de estas palancas, con que se entra a estos molinos, la señalaré aquí abajo. Como yo las he visto en diversas partes de Italia, las cuales son, en la hechura, como van aquí abajo. De modo que la A firma en tierra, y la B se hace que entre en los dos pies, que es F G. Y, por lo mismo, que al cabo de la tabla B, sus pies son H I, y la tabla C encaja en los pies H I, y la tabla C tiene, al cabo, hasta el medio del río, los dos pies K L, por donde sé viene a encajar la tabla D, la cual va a firmar a la barca E. Y, con esta orden, van procediendo, de mano en mano, hasta llegar a lo que es necesario llegar. (Figura 230) Figura

230.

En el texto se hace referencia a una numeración que no aparece en la figura.

Los molinos de 3 barcas es el que se sigue. El cual modo he visto en Italia, en infinitísimas partes, donde hay de esta calidad de molino, que casi las más ciudades tienen molinos de esta hechura en los ríos. El molino Vfol. 320r] (Figura 231) que es armado encima de tres barcas, las cuales son muy diferentes, en la hechura, de las barcas que llevan carga y con ellas navegan por los ríos, las cuales hechuras tienen poco artificio. Y por ser ellas diferentes, hame parecido de poner una para que muy mejor se comprenda. La cual es hecha a modo de una caja cuadrada, excepto que en la parte que está de cara al corriente del río, es viajada, como quien corta un cuadro de ángulo a ángulo, a causa que, topando la agua en ella, no pueda hacer resistencia ni fuerza en empujar la barca. La cual es A, y esa es la proa. Y la popa es B, la cual se hace de madera muy gruesa. Y los maderos que traviesan por esta barca, que es C y D y E, estos son la armadura que conserva esta barca. Y, también, se ponen otros tres en el suelo. Y, en los ángulos, se ponen otros maderos de punta para arriba, a causa que tenga donde poder enclavar los clavos de las tablas, así en la parte delantera, como en la parte postrera. Y encima de estas barcas arman el molino, como la figura lo enseña. Estos molinos no tienen más artificio, el uno cuanto el otro, cuanto Vfol. 320v\ en ruedas, como en linternas, ni en muelas ni tahona, ni en las otras particularidades. Cuanto a lo del moler, es cierta cosa que el molino que tiene dos barcas, que hay más hechura y trabajo en dos, que no en una, y, lo mismo, más en tres barcas, que no en dos. En el armar las casillas, cada uno las arma de su manera, aunque todas cuantas se arman encima de unos maderos, que traviesan las barcas para tenerlas asidas, la una con la otra, así la que no hay más de una barca, como las dos, y, así mismo, las tres. Así que todos tienen maderos que asen de la una barca a la otra. Para tenerlas ligadas juntas, todas tienen cadenas muy gruesas con que se tienen asidos para que el río no se las lleve con sus crecidas, o con otros encuentros que suelen dar otras cosas que los ríos suelen traer con sus crecientes. [378]


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Querer ir particularizando cada cosa será nunca acabar. Las dos barcas, donde va armada la casilla, las cuales no están juntas, antes bien apartadas tanto cuanto es de ancho una barca, que es siete palmos. La tercera, que está a la parte de fuera, que solamente tiene la rueda y no otra cosa, esta barca, está apartada de las otras tanto cuanto es de ancho o de largo la rueda, la cual va a cargar en medio de esta tercera, encima de unos maderos. Que el eje carga como tengo dicho, que es la parte I, y el otro cabo del eje firma en la barca de medio, a la parte de la barca A, de modo que la rueda, con los cajales que vuelve la linterna, anda en el medio de la barca que está en el medio. Y la linterna está armada casi en el canto de la barca del medio, de modo que la casilla G está armada en alto, por causa de la rueda que tiene los cajales para que tenga lugar para poder rodear, y lo mismo la linterna. Y, por causa de esto, se arma en alto, con un suelo para que sustente las muelas y lo demás que es necesario. A este molino sube con una escala, la cual firma en el suelo D, el cual es que hay un suelo que pasa de una barca a la otra, de modo que es suelo todo lo que es ancho la casilla del molino, y también hay paso para pasar a la tercera barca, mas este paso es cosa poca. La casilla es toda de madera, con el techo de tablas hecho a dos vientos, como la figura G lo demuestra. Los maderos K L son muy largos y gruesos, los cuales tienen asidas las tres barcas que es M N, y, encima de éstas, va cargada toda esta máquina. Estas barcas son, de largo, veinte y ocho palmos, hasta treinta y, de ancho, ocho y, de alto, otros ocho. Las tablas de estas barcas han de ser, de grueso, tres dedos. Y estas barcas no se empeguntan más de las [379]


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III

juntas y el suelo. Por la parte [de] debajo, [a] estos molinos se les hace unas cadenas muy gruesas, a cada una barca, y se hacen que se vengan a juntar las [/fol. 32Ir] dos en una, y lo mismo como va en P y en Q. Y lo demás se puede comprender por la figura. A estos molinos se le entran con aquellos bancos que antes de este molino están señalados. El hacer parar estos molinos: se le pone su tajadera de dos tablas de ancho y que sean tan largas cuanto es de largo la rueda grande. Esta rueda es de largo diez palmos y tiene, de diámetro, otros tantos. Y, a veces, se hace de doce de largo, y de más, según la mucha agua que lleva el río. Esta tajadera es en la forma que aquí abajo irá formada. La cual es A, que entra dentro de la agua. Y, B C, es donde se hace con unas clavijas (Figura 232) para que la tenga firme, en el lugar que se quiere que esté. Figura

232.

Las ruedas de los molinos de barcas son muy diferentes de las otras ruedas de todos los demás molinos, porque éstas son muy largas y altas, a causa que todas las demás ruedas tienen la agua guiada que le da de peso en ellas, que es de alto para abajo, y éstas no tienen nada de eso, no más de cuanto viene la agua a topar en las tablas C. Y, como no le da de peso, no tiene tanta fuerza cuanto tiene la agua que cae de alto y viene afilada por cosa que la tiene unida, y así hace fuerza. Mas ésta hiere en la rueda, a beneplácito, sin tener cosa alguna que le haga fuerza para (Figura 233) que hiera [/fol. 321v] con mayor golpe. Mas, como la agua va derramada y tan ancha, conviene que la rueda sea muy larga para que la agua del río la haga volver, que lo que no va en alto, que vaya en ancho. Y por estas causas se hacen estas ruedas tan largas, en estos molinos de barcas. Y estos molinos no muelen mucho, por causa que la agua no tiene caída. Figura

233.

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Como se ha dicho, suelen moler diez cahíces, hasta doce, entre día y noche, y esto es lo que más suelen moler. Y los que muelen más de esto, tienen alguna caída de agua de algún azute, o cuando suelen venir los ríos muy crecidos, entonces, suelen moler mucho más del ordinario, en estas tales crecidas. Los molinos que llaman de sangre, estos molinos, se acostumbran donde no hay ríos o agua para hacer andar un molino o molinos. Y, por razón de esta falta, ha proveído, el Hacedor de Todas las Cosas, de ingenio en los hombres para que, con él, se puedan remediar de las necesidades humanas, en especial en el moler de los granos para el sustentamiento de los hombres. Y, por tanto, lo que ha faltado el elemento, lo han suplido los animales en remediar lo que ha faltado el agua. Los molinos de sangre, ordinariamente, se llevan con animales y, por esta causa, se llaman de sangre, aunque en muchas partes los llaman de tahona. Lo[5] más acostumbran hacer dentro de fortalezas, aunque en muchas partes los acostumbran, mayormente en Sevilla. Y he entendido que no muelen, en toda la ciudad, con otro género de molinos si no es con estas tahonas, aunque tengo entendido que Sevilla tiene un muy grande río que le llaman Guadalquivir, y que pasa por muy junto de Sevilla, y me han certificado que en él no hay ningún molino, que de esto estoy muy maravillado. De modo que, para hacer estos molinos no tienen más artificio que los de los ríos, mas de sólo que en éstos son muy más pequeñas las muelas. Aunque he puesto uno de sangre, anterior de éste, hame parecido que se podía acomodar uno de estos molinos con mucho mas cumplimiento de artificio, y que anduviese con menos trabajo que no haría con sólo moler trigo, otros granos. De modo que me ha parecido de no dejar de poner esta invención, pues que, con sólo un animal, se podría moler, y limpiar armas, y picar pólvora con sólo un animal, y con muy menor trabajo que no sería cada uno de por sí. Sólo estos molinos conviene Ufol. 322r] que las muelas sean muy más pequeñas que no son l a H de los molinos de agua. Así que muchas veces vemos servir los animales en vez de agua. Para un molino de éstos conviene tener dos animales, para cuando el uno estuviere cansado, que se ponga el otro, para que el molino no esté parado. Mientras el un animal descansa, que el otro trabaje, que un animal solo no puede resistir al trabajo. Aunque anden dos animales, muelen harto poco estos molinos. Y con mucha cantidad de ellos súplese la falta del moler. La invención es la que se sigue. (Figura 234) Ufol. 322v\ La rueda más alta, que es A, la cual es para picar pólvora. Sus cajales es B, el eje es C. La cual rueda mueve la linterna E, que está afirmada encima de la armadura D, y el eje de la linterna E, es F, el cual mueve unos majaderos que pican en los morteros G H I. Y las aspas mueven L M N O P Q, y este movimiento es violento, de modo que, con muy poco trabajo, se pica mucha pólvora, por razón del mucho movimiento que se hace las aspas, que hay dos majaderos en cada mortero. La rueda B, que es la que sirve al movimiento de la linterna F, la cual mueve las tres ruedas para limpiar las armas. La rueda G es la que rompe más que ninguna, la segunda es H, que rompe muy menos que no hace la rueda G. La rueda I es guarnecida [de] cuero de cordobán, a la redonda, la cual es para bruñir las armas. Cuando allegan a esa rueda ya están muy limpias, y en esta rueda toman las armas muy grande lustre. Del molino de la harina no hay para qué hacer memoria de él, pues está puesto en otra parte. Aunque mi intención no fue de tratar de otra materia en este mi trabajo, sólo de cosas de agua, aunque con esta invención antecedente [381]


haya quebrado el hilo de la materia ha sido por razón que, viniendo al propósito, y también que yo quedaba prendado, pues había yo prometido de dar el modo y orden para todo género de molino, aunque yo he puesto otro molino de la orden de éste, que molía con un animal, y pareciéndome que esta invención no era razón pasarla en silencio, pues ella podía servir para tantos efectos, como sólo el trabajo de un animal causa tantos beneficios, con solo un movimiento, y de aquí se puede tomar ocasión de otras muchas cosas que causarán grande beneficio. [382]

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Aunque en esta invención parece ser una cosa muy pesada y que no es posible que un solo animal pueda mover tanta máquina, y, si la mueve, que será con muy grande trabajo, antes es todo al contrario, que con muy menos trabajo mueve las tres ruedas que no haría una sola, por razón que todo este movimiento es sólo un eje. Que hacer en otra manera, es cosa muy cierta, que de un animal solo no podría ser movido este artificio. Pero como el movimiento es encima de un perne va muy más ligero que no haría cada uno de por sí. Esta manera de molino conviene asentarle donde haga muchos suelos, el uno sobre el otro, por causa que conviene agujerar los dos suelos, porque el árbol que lleva las tres ruedas tenga mucha altaría para que haya mejor su efecto, y porque el molino harinero no embarace donde se Ufol. 323r] limpian las armas y que cada cosa tenga su lugar particular. Y conviene que este mástil tenga mucho más peso en la parte donde es la rueda A. Esta invención se podrá hacer andar donde hubiere agua, sin le quitar ni poner más de lo que va dibujado. Pues mi intento no es otra cosa, sino tratar cosas de agua, digo de los artificios que andan con agua, hame parecido de no dejar ninguna cosa de las tocantes a los molinos, aunque parecerá a algunos que es materia infructuosa, por tratar cosa tan notoria y manifiesta a todo género de gentes y que no hay para qué escribirlo. Bien creo yo, que en tiempo de Vitrubio, que era harto manifiesta esta materia, pues había tantas gentes que se servían de los molinos para moler sus semillas, mas Vitrubio no se afrentó de escribir el orden cómo se habían de hacer los molinos de aceña, y no enseñó a hacer más de un género de molino. Pues un varón tan célebre como Vitrubio escribió esta materia, con ser cosa tan común como es el modo del hacer los molinos de aceña, cuanto más yo que no soy nada en comparación de un varón tan perito en arquitectura, no se corrió por .ello, mas antes ha recibido mucha loa y fama de los posteriores. De modo que, volviendo a la materia, digo, que habiéndose de hacer un molino dentro de un río, y, ordinariamente, los ríos suelen hacer sus crecidas en sus tiempos, como lo suelen hacer los más ríos en los inviernos y en tiempo que se derriten las nieves, de manera, que para hacer este molino, que muela en todo tiempo, sin que las crecidas le hagan parar de moler, se dará el modo y la orden cómo convendrá hacerle para que pueda moler en todo tiempo, aunque traiga las mayores crecidas que ser puedan, y porque nadie deje de gozar de un beneficio tan necesario, de modo que este molino molerá mucho más con las crecidas, que no cuando venga en su agua ordinaria. Y esta invención se puede hacer de dos maneras. Y porque he visto molinos que se han perdido y los han dejado por no saberle dar el remedio que convenía para ello, que pudiese moler y que las crecidas no les diesen molestia, así en el moler como en la defensa del mismo molino para que el río no le desbaratase o rompiese la rueda, con el grandísimo furor que trae el río con sus crecidas. Supongamos que quisiésemos hacer un molino arrimado a una pila de una puente de piedra, Ufol. 323v] y que después que ello fuese hecho, el molino, creciese el río y el molino careciese de este remedio. Y porque nadie sea tan temerario que deje de hacer una cosa de tanto beneficio como es el moler, y porque todo el inconveniente de este molino es el modo cómo se pueden levantar las ruedas, aquí, a la fin, pondré el modo cómo se ha de hacer el molino y con qué artificio pueden levantar las ruedas, en dos maneras, y aun con más, cuando fuese necesario hacerlo. [383]


TOMO

III

Convendrá hacer una otra pared, o de piedra o de madera, la cual servirá con la otra pared de la pila para asentar las ruedas. La cual invención es en la manera que va aquí abajo señalado. Primeramente, conviene acomodar adonde h a [ » ] de estar asentadas las ruedas, que sean puestas en lugar seguro para que esté firme. De modo que después de tener hecho la rueda A, la cual rueda tiene sus palas C, y en su eje B ha de estar asentada otra rueda muy más pequeña, que sea la mitad menos que no es la rueda A, y esta rueda D ha de tener, a la redonda de su circunferencia, unos cajales E, los cuales hagan mover la linterna F, la cual conviene que sea muy alta a causa que, cuando crezca el río, se puedan levantar las ruedas, así como irá levantando la agua, así ir levantando las ruedas. La linterna no es menester moverla por causa que la crecida no le puede hacer ningún daño, aunque crezca mucho el río, aunque se podría hacer levantar como las ruedas. Los dos cabos o gorrones del eje B conviene que estén asentados en los dos maderos, que es K L, los cuales van asentados dentro de los maderos 23 H I. Y conviene que tengan unos engastes a causa que, con la fuerza de la agua, no los pueda sacar de su lugar. Estos dos maderos K L conviene que estén con sus zarcillos de hierro. En la parte de arriba es necesario que se le asiente, a cada uno, una anilla de hierro para poderla asir, para levantar cuando fuere necesario, según vendrán las crecidas. Encima de estos dos maderos se asienta un torno de madera con dos carruchas 24 que vienen encima de los dos maderos K L, los cuales carruchos tiene cada uno de ellos una buena cuerda afirmada en el carrucho O y T. Y estas dos cuerdas tiene, cada una de ellas, un gancho de hierro que es N y V, con sus anillas, y así asen de las anillas M y X. Y en el madero P, que tiene los dos carruchos, hay, en el medio puesto, unos palos, que es Q, los cuales hacen una cruz. Y estos palos han de ser redondos, por razón de poderlos asir mejor, í/fol. 324r] para hacer fuerza en ellos, para levantar los maderos donde están asidos los dos cabos del eje B. Y adonde es K L, que hay señalados unos agujeros, conviene pasar por ellos unas clavijas de hierro, que sean gruesas, que es Z, las cuales clavijas cargarán encima de unos maderos que habrá encima de los dos agujeros que están en el suelo del molino. Y con este artificio se podrá subir y abajar cuanto fuere necesario para que muela, así con poca agua, como con mucha. (Figura 235) Ufol. 324v] El otro modo es muy diferente de éste, para haber de levantar estas ruedas, el cual se señalará en figura, aunque este eje tiene los dos carruchos para levantar. (Figura 236) Este segundo eje tiene, a los dos cabos, aquellas aspas por donde ha de asir el que quiere levantar las ruedas. Y este eje en el carrucho I, el cual tiene una cuerda con dos anillas asidas que tiene el 2. Esos, son unos hierros para levantar el asiento 3, que tiene los gorrones del eje de la rueda grande. Y esto es por razón de no haber de levantar tanto peso como son aquellos dos maderos. Y el haber de afirmar: podráse hacer aquellos dos hierros, que tienen el asiento, muy más largos, y podráse afirmar con unas clavijas de hierro, pasándolas por aquellas anillas que tiene[«] asidas las cuerdas. Y por los maderos donde juega aquel asiento 3, los cuales es 4, por aquellos agujeros se podrá afirmar. Y con esa invención se podrá servir para un semejante efecto. Y levantarán, igualmente, estos asientos. Y dos hombres podrán levantar las ruedas con mucha facilidad. 23 24

Tachado: aquí. En el margen está escrito:

carruchas.

[384]


Libro Onceno

Figu

Este es el 3 o Ufol. 325ñ tercero modo para levantar las ruedas de un molino que esté asentado o armado dentro de un río, la cual invención es muy mejor que ninguna de las dos anteriores de ésta. De modo que la rueda A no tiene, en su eje B, asentada ninguna otra rueda. Que esa misma tiene los cajales a la redonda del costado de su circunferencia, de manera que las palas C van en la [385]


TOMO

Figura

III

274.

Esta parte H es muy diferente de la parte I y porque se vea la diferencia helas puesto juntas que hay de la una a la otra.

parte de arriba y los cajales al costado, los cuales mueven la linterna D, la cual linterna es muy alta, a causa del haber de levantar la rueda, por razón de las crecidas. Y en esta linterna va, en la parte de arriba encajada, una barra de hierro, la cual está muy bien afirmada, (Figura 237) V/fol. 325v] por causa que ésa es la que mueve la muela de harina. Y para levantar la rueda A, la cual va asentada sobre dos maderos, los cuales van guarnecidos de unas lañas de hierro, y de esas lañas va otro hierro asido con otros hierros, el cual rodea, así como van rodeando los caracoles, que es E F, los cuales juegan en aquellas puercas que es I K, las cuales tienen afijadas las dos armaduras que es G H. Y en la parte de arriba de los dos husillos o caracoles hay asentado aquellas dos linternas, las cuales son para que, por ellas, se puedan poner unas barras, para que se puedan ir volviendo los caracoles, ir subiendo o bajando la rueda A. Están linte 25 es L M, como la figura lo demuestra. N O, la linterna grande, carga encima de unos maderos, que es P. Y el hacer parar estas ruedas es menester muy poco artificio, que con sólo poner un pedazo de tabla, que sea algo más ancho que las palas C, y calándole un palmo dentro del agua, luego, parará la rueda. Otras muchas invenciones se podrían dar para esto, mas abaste las puestas. Y con el buen juicio se podrá considerar diversas cosas que podrán servir para este efecto. Las maderas que han de servir para los caracoles o husillos, quieren ser de serbal o de olmo, aunque para la humedad es mejor el serbal. Y las hembras por donde pasan los caracoles serán muy buenas, de encina y de roble o de serbal, por ser madera muy sólida y tiene muy pocos poros en sí. Y estos caracoles, fueren hechas las roscas al torno, irían muy más dulces en el volverlos. Y 25

Por: ¿esta

linterna?

[386]

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Libro Onceno

Figura 237.

esto no se entienda redondear los maderos para que ellos sean redondos, mas, yo digo, hacer aquellas vueltas hechas con el torno. Estos conviene que ellos sean tres cuartos de un palmo de grueso. Las dos linternas L M conviene que tengan, de alto, un palmo, de un suelo al otro. Y los palos que van a la redonda de estos suelos, de las dos linternas, conviene ponerlos dos zarcillos de hierro en cada una, y enclavado, y que sean harto gruesos y de dos dedos de ancho. Y los caracoles, en la parte baja, conviene asentarle, a la redonda, unos zarcillos de hierro que sean gruesos, Ufol. 326r] y que sean cuadrados estos zarcillos, y lo mismo conviene que sean también los caracoles. A los cabos bajos han de ser cuadrados. Y los hierros que han de ir a la parte baja de los caracoles 26 han de ser de esta hechura, como van aquí señalados. Estos hierros conviene que sean como son los hierros que están en los libros de los molinos del aceite, que están asidos a los caracoles de la imprimía, que prensan la aceite. Estos hierros conviene que sean gruesos, con sus agujeros para enclavarlos, como conviene, que 26

Interlineado:

husillos

[387]

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TOMO

Figura

274.

III

es M y O. (Figura 238) Que la clavija N conviene que tenga muy gruesa la cabeza, y ancha, y todo lo demás. Y donde entra la chaveta P, es menester que sea harto grande. Y con esta invención podrán ir volviendo los caracoles por sus hembras y levantar o bajar las ruedas. Esta otra invención sirve a lo mismo, excepto que van más hierros, en más cantidad. La A es el clavo del caracol. La B es unas lañas anchas, de hierro, que van enclavadas. Y la C es, eso, muy grueso, por razón del peso que ha de levantar. Conviene que haya un agujero en el medio, por donde pueda pasar la clavija de hierro para que pueda jugar libremente cuando se va volviendo el caracol. Y la pieza de madera, que es D, la cual tiene a los dos cabos los serones E E, los cuales suelen llamar otros espiga, y esas van dentro de aquellos maderos que tiene el caracol en el medio, y en lo alto anda por dentro de la puerca o hembra del caracol. El modo del parar estas ruedas no me curaré de ponerle, pues es cosa tan fácil de hacer que no hay para qué cansarse en el modo, pues lo he dicho, en palabras, como conviene que se haga. A estos molinos [/fol. 326v] de los ríos se les suele hacer ciertas estacadas para guiarles la agua, que vaya a herir en la rueda, a causa que traiga algún tanto de más fuerza, para que ande con más vigor la rueda. Y estas estacadas se suelen hacer de tablas, y entre dos tablas se van henchiendo de piedra menuda, a causa que quede menos vacíos en ello, y también que ello sea muy más fuerte. Y con estos reparos se hace levantar algún tanto la agua. Y esto se ve, manifiestamente, que la agua que va a topar en los cuchillos de las puentes de piedra, que en aquella parte se levanta mucho más la agua, que no hace en ninguna otra parte de todo el río. Y lo mismo hará, en este amparo, para traer más acumulada a la rueda la agua. Y cuanto será más largo y ancho, en la parte donde entra la agua, tanto mejor será. Y cuanto más estrecha será la salida de la agua, será mucho mejor, por causa que aprovechará para hacer moler mucho más de lo que haría sin este amparo o recogimiento de agua. Tendrá mucha más fuerza la agua en el herir en la rueda. Y, en esto, no quiero estar probándole por razones, mas de lo dicho de lo de las pilas, que esto sólo abasta en prueba de lo dicho, pues la experiencia nos lo manifiesta cuanto a esto.

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LIBRO DOCE

ues se ha tratado de tantas invenciones y géneros de molinos, paréceme que no será cosa fuera de propósito tratar cómo se pueda cerner la harina después de molida y, aún más, que moliéndose, así, se vaya cerniendo la harina con el mismo movimiento de la rueda que hace andar la muela, que también mueva este artificio de cerner. Con el cual se puede cerner, en un mismo tiempo, cuatro maneras de harinas, y todas ellas muy diferentes. Porque, la una, será muy esfloreada, y la segunda ya no será tanto, que será muy menos; y la tercera será muy más pasada. Y, después de estas tres harinas, dividirá el salvado del menudillo o moyuelo, según lo suelen llamar aquello que saca del salvado.

P

El cual artificio se puede asentar en cualquier molino que sea de harina, o hacer este instrumento para cerner harina por sí mismo, que la agua le haga trabajar y cerner y dividir las harinas, cada una de por sí. Y todas se ciernen por una misma cosa, sin haber ninguna división. Y ésta es una manga, larga cinco palmos, la cual manga es de burato o de las telas de los cedazos, de modo que conviene que haya, en esta manga, cuatro telas de cedazos, asidas todas, que hacen una manga, larga cinco o seis palmos. De modo que este burato, que así le llaman en Italia, donde ello se ha inventado esta invención para cerner harina, y donde se hace mucho ejercicio de masar, éste es un instrumento de mucho provecho y de muy grande descanso, que cualquiera puede cerner sin tener cuenta a más de cerner, porque el mismo instrumento hace su oficio, que no es menester estar mirando si se cierne bien o no. Que, después de haber hecho esta manga, conviene poner, a los cabos, dos pedazos de lienzo grueso, y de un palmo de largo, y del mismo ancho de la manga. Este lienzo se ata en los dos cabos. Para hacer este instrumento conviene hacer una arca de madera que sea, de largo, ocho o nueve palmos, y alta seis, y, de ancho, cinco, con unos pies de madera que la levante de tierra un palmo Ufol. 328v] o más. [389]


• TOMO

III

La cual máquina conviene que tenga unas puertas, para abrir y cerrar esta arca, en tres partes, para tomar la harina en cada parte como la querrán tomar, según que la habrán menester. Convendrá asentar, en esta caja, una tahona, como la de los molinos, donde se acostumbra poner el grano para moler. Y ésta ha de estar, ni más ni menos que las de los molinos. Y ésta se ha de asentar al un cabo de la caja. Y en aquella parte se ha de acomodar, en la testa, una aspa de madera con su manil, que la haga andar a la redonda. La cual aspa va a herir en unas vergas o barras largas, las cuales están puestas a los dos costados de la manga que ha de cerner. Y están estas barras asidas con la manga que ha de cerner la harina. Y estas dos barras van colgadas en el aire, en unos cordeles, a los cuatro cabos de las barras. Y las barras han de estar colgadas más altas a la parte donde está el agujero de la tahona, por donde ha de caer la harina en la manga, como cae de la canal de la tahona dentro del agujero de las muelas que muelen el trigo. De modo que este instrumento se puede acomodar en un molino, de tal modo que, acabado de moler, acabe de cerner la harina. (Figura 239) Figura

239.

La caja es D. [/fol. 329r] La tahona es A. Donde cae la harina para cerner es B. La armadura donde es asentada la tahona es C. La manga o burato, que es lo que recibe dentro de sí la harina para cerner, es E. Las dos barras donde está asida la manga es F. Donde es G son dos cordeles que tienen apensas o colgadas las dos barras que tienen asidas la manga que cierne, las cuales dos barras son aquellas que, moviéndolas, hacen ir bailando las barras con la manga, y así se va cerniendo la harina; las cuales son movidas de la aspa M, que su manil es N, la cual asta ha de estar asentada en cosa que esté firme. Y el cabo de la manga es H, el cual cabo ha de estar muy más bajo afirmado, que no es afirmada la manga, en la parte donde recibe la harina, a lo menos, palmo y medio, a causa que pueda cerner mejor, máxime donde sale el salvado, el cual se va saliendo de sí mismo como se va apartando de la harina. Dentro de la arca se le ha de hacer unas divisiones para que se dividan las maneras de las harinas, así como van las letras que están debajo de la manga. La O [390]

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Libro Doce

es donde se recoge la harina más delgada que ninguna otra. La P ya no es tan delgada, y la Q es ya muy más gruesa. Y la R es donde se recoge el menudillo o moyuelo. Y donde está la S es de salvado, el cual es tan sin ninguna virtud, que en él no queda más de sólo aquel casquillo del grano. Y todas estas divisiones de harina salen. Todas las cuerdas que tienen colgadas las barras de la manga o burato son K L 11, las cuales han de estar, algo, del travieso colgadas. Si se hiciere andar esta máquina con el mismo movimiento de las ruedas, acomodarse en un manil, como va señalado, al costado de la caja, que tenga una vara que vaya de un manil a otro de la aspa. Y con ese movimiento andará cerniendo. Y para que se vaya cerniendo, así como se va moliendo, conviene asentar el artificio dentro del harinal, que así como cae la harina de las muelas, que vaya a caer dentro de esa manga, y, así que, cuando será acabada de moler la harina, será acabada de cerner. El modo como se ha de hacer es la barra de hierro o de madera V, que va a entrar en el manil N, y entra en el otro manil, X, de la rueda Z. Conviene que los dos maniles Ufol. 329v] sean iguales, porque en otra manera no se hará ninguna cosa que esté bien, antes, no siendo iguales, se rompería todo, siendo más largo el uno que el otro. Porque todos los molinos no van con ruedas, como van la de los carros, que ellas van levantadas, y porque muchos molinos van con las ruedas llanas, hame parecido de poner el modo como andará con cualquier género de ruedas, aunque ellas estén llanas y aunque sean de los de cúbete. (Figura 240) Figura 240.

Y porque hay muchos que, aunque les abran el camino como se ha de hacer la cosa, y si, puntualmente, no se les va demostrando todo, no saben valerse de sí mismos, así que, he puesto estas dos invenciones, para que ninguno pueda dudar cómo se pueda hacer en molino de cárcavo o de cúbete, porque les parece[391]

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TOMO

III

ría a algunos que era cosa muy dificultosa, yendo en llano la rueda. De modo que en el molino de cárcavo se le acomodará la rueda A, que tiene su eje B. Y en la rueda A, como tiene los cajales para arriba, conviene que los tenga para bajo, y, así, la linterna irá, por debajo de los cajales de la rueda A, la linterna C, y su manil de hierro torcido D. Cuando estos maniles o cigüeñas van, así, vueltos, vuelven con mayor presteza que no hacen los derechos. Y pondrásele aquella barra E, ahora sea de madera o de hierro, poco va en ello. Si fuere de madera conviene Ufol. 330r] que sean las dos argollas de hierro, las que van a encajarse en los maniles D F, que es el manil del aspa que hace cerner. Y porque en el molino de cúbete no se puede acomodar, en el rodete, cajales ni linterna, por causa de no interrumpir el movimiento de la agua, que va dentro del cúbete, donde causaría muy grande daño, ni tampoco se podría acomodar la linterna dentro del cúbete A, por causa que en el rodete B no se puede acomodar cajales, convendrá, que en el árbol del rodete o mástil, que se asiente una rueda con sus cajales, por la parte baja, los cuales se vayan a encajar dentro de la linterna D, y ella es C. Su mástil es E. El hierro que va de un mástil a otro es F, asido en E H, y H es el manil de la aspa que mueve el burato que cierne. Tratado se ha de los molinos que muelen granos. Ahora quédanos otros géneros de molinos, los cuales son los molinos batanes, para enfortecer y limpiar los paños de lana. Y también éstos son molinos que andan con ruedas y con agua, los cuales son muy necesarios en las repúblicas, que sin ellos con grande trabajo nos serviríamos de vestidos de lana, de modo que son también tan necesarios, éstos, en su calidad, como los otros que muelen harinas. De modo que los molinos batanes se hacen en lugares donde haya cantidad de agua, que sea bastante a mover una rueda, con lo demás que en ello interviene en ello. Es este edificio de muy poco artificio, aunque es muy provechoso en las repúblicas donde se trata ejercicio de lana. Y porque este género de molino no se puede ejercitar sin agua, no por eso serviría sin ella, porque conviene que ande, ordinariamente, el paño dentro del agua, si él se ha de enfortecer y limpiar del aceite que tiene en sí. De manera que, para hacer un molino batán, conviene tener madera para ello, y conviene buscar cómodo para que tenga caída la agua, porque no teniendo caída no se puede hacer nada. Conviene acomodar una canal de madera y asentar una rueda de madera con su eje, que sea largo cinco palmos, más apartado, de lo que es la rueda, cinco palmos o más. Y en ese espacio se le asientan dos levadores, los cuales son una aspa para mover los mazos en alto. Y, como caen, van a dar en el paño, así, alternativamente, cuando el uno, cuando el otro. Ufol. 330v] Y para esto no es menester mucha cantidad de agua, para mover este peso, pues no son más de dos mazos de madera, los cuales van hiriendo en el paño. El cual artificio es en la forma que se27 sigue aquí dibujada.

27

Interlineado: se.

[392]


LIBRO TRECE Libro de los molinos batanes y de aceite, y de diversos géneros de artificios de la misma calidad, para sacar aguas, para hacer alumbres y salitres, y lavar lanas y paños a canal que trae la agua a la rueda es A. La rueda es B. Las palas es C. El árbol de la rueda es D. Y en ello v a [ « ] asentados dos levadores que es EE, los cuales levadores levantan los mazos en la parte baja, que es F F, en los mazos, debajo del mismo mazo, que es del mango del que sale, afuera, algún tanto, que tengan lugar los levadores de topar en ellos. Y conviene tener advertencia que no vayan rastrando los mazos por la pila, ni al entrar ni al salir, por causa que rompería el paño, tocando en firme. Conviene que no toquen abajo, en la mesa de la pila, con cuatro dedos, ni menos, que en el herir en el paño, no vayan a tocar, en la olla, con una mano de ancho. Que es G la pila, y la olla H. Y delante pila es I, que es donde entran los mazos. Sobre pila es, donde cae la agua en el paño, K; el paño es L. Los iacos tienen la pila. Los telares es donde van armados, en aquéllos, los mazos campanales, donde entran, colgados, los mazos, que e s M N . Los asientos de las comerás es R. Los mazos son O P. Conviene que ellos sean, de largo, ocho palmos, de madera de encina. Y todo lo demás de muy buena madera.

L

En este artificio hame parecido que se podría hacer un artificio para picar pólvora de escopeta, con sólo quitar los mazos y volverlos a asentar en otra postura. Y pues es cosa tan necesaria, hoy día, para las cosas de la Ufol. 331v] guerra, hame parecido de no la callar, aunque ello es cosa muy común, estas cosas, entre el vulgo, que casi me parece que es afrenta haberlo de escribir, (Figura 241) por ser cosa de agua y, también, por haber de aprovechar a los que se huelgan de cosas de artificio, por causa que cuantas más cosas viere el hombre, es parte para hacerle inventar muchas más cosas de sí mismo, con el ver varias y diversas formas. En esta máquina no he curado de poner edificio de paredes, por confundir el entendimiento de los que en esto querrán entender el modo del hacer semejante artificio, y para que con mayor facilidad se pueda comprender, pues es cosa fácil de entender. [3931


TOMO

Figura

III

274.

La canal es la A, que encamina la agua a la rueda B, la cual tiene cerrados los dos costados de las palas donde hiere la agua, a causa que con más presteza pueda andar y volver aquel árbol o eje C, el cual tiene encajados unos levadores, los cuales son D E F, que mueven aquellos tornicos que tienen encajados los mangos de los mazos Ufol. 332r] L M N . Y estos tornicos, que mueven los mazos, son H I K. Y van los mazos a dar en medio de los morteros, para ir picando la pólvora, que es O P Q. Los levadores que van en aquel eje de la rueda B, conviene (Figura 242) que estén asentados en modo que vayan hiriendo y levantando los mazos alternativamente, que es como lo demuestra la figura. N, que hiere en el mortero, que ya tiene hecho su golpe, y M lo vaya hacer, y la L se levanta en alto por le querer hacer. De modo que conviene que los mazos sean muy pesados. Y conviene hacerlos largos, a causa que alcancen abajo, en el mortero. Y es necesario que sean redondos, por razón que no levanten la maza de la pólvora, así como allá se va macerando. Podráse con una sola canal hacer andar dos ruedas, a causa que anden muchos más mazos picando. Y con esta misma invención se pueden servir para limpiar Ufol. 332v] arroces, con sólo añadirle una canalica para que vaya cayendo, dentro, agua, poco a poco. Y lo mismo se podrá hacer del farro y del hordio, que en muchas partes hacen mucho ejercicio de molerlo, así en grano, como se hace el arroz, y aún el trigo se adereza por el mismo modo que se comen estas simientes, así en grano como el arroz. (Figura 243) Y porque se vea el modo cómo se puedan acomodar dos ruedas, que ellas anden las dos con una sola canal, y ellas se podrán hacer servir a cualquier ejercicio. Y estas dos ruedas, anda la una al revés de la otra, las dos vuelven la una cara la otra, de modo que son de contrario movimiento, pues las dos andan en [394]

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Libro Trece

[395]

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TOMO

III

un mismo tiempo, y cada una de ellas puede hacer diferente ejercicio. Mas conviene que haya harta cantidad de agua para un semejante artificio. Ufol. 333r] Con agua se acostumbra hacer moler las olivas en muchas partes, de modo que no será cosa fuera de propósito tratar de ello. La manera que tienen en sacar el aceite después de las tener molidas. En Cataluña, después que han molido las olivas, que las tienen hechas una masa, ponen esa pasta de dentro de un saco muy grueso y, después, toman y ponen el saco dentro de un vaso, o de piedra o de madera, como mejor parece a cada uno. Y, después, le echan encima agua caliente y, así, empieza a salir el aceite. Y, después, entra un hombre dentro de este vaso y, con los pies, empieza a ir pisando el saco, el cual es hecho de una cosa fuerte y recia. Y tienen en los pies, calzados, unos zuecos de madera, con muchos clavos hincados en el suelo del zueco. Y, con ir pisando y echando agua, van sacando el aceite de las olivas. Y, entonces, va uno, con un vaso muy delgado, cogiendo el aceite que va saliendo de las olivas. Y, así, van, después, con un vaso, que es llano, de alambre, sacando de encima de la agua. Y así van haciendo hasta que no dan de sí más aceite las olivas. Y después las ponen dentro de unos vasos hechos-de esparto, lo que queda dentro del saco y, entonces, le vuelven a moler y ponerle, después de vuelto de moler, dentro de unas capazas de esparto, las cuales son redondas. Y, después, se ponen de ellas tres docenas, una sobre otra, de aquellas olivas molidas, y después se prensan con la imprimía, y así se va saliendo el aceite que había quedado en aquellas olivas molidas, que habían quedado. Aunque no es mi intención de enseñar cómo se haga el aceite, mas de sólo demostrar el modo cómo se muelen las olivas, y esto es por causa que se anda con agua, aunque en muchas partes se muelen las olivas con animales, mas por ser cosa de molino se demostrará de una manera y de la otra. Por haber prometido, en el principio de los molinos, de demostrar todo género de molinos, hame parecido que yo no cumplía con lo prometido en no poner este molino con los demás que andan con agua y otras con animales. De modo que se muelen las olivas y, después Ufol. 333v] de molidas, las sacan, con prensarlas, el aceite. Y después de sacado una vez, las vuelven a moler otra vez, y las vuelven a prensar, y tornan a sacar aceite, aunque muy poco, y no es tan bueno, ni tan grasoso, otras. Y esto se hace con ese gancho para poderlas coger muy mejor y más presto. (Figura 244) Este artificio Ufol. 334r] de este molino de aceite, la cual invención es para sacar el aceite, como se ha dicho. Y está harto bien concertado para el efecto del sacar el aceite de las olivas. Aunque este artificio es muy llano para haberle de entender, por ser ello cosa de tanto provecho la he puesto y, también, por razón del concierto que tiene la oficina en el sacar del aceite. Y como este torno de aceite o molino, aunque propiamente se debe decir molino de aceite, por razón del moler primero las olivas, antes que se pueda sacar el aceite de ellas, de modo que la demostración es para agua, y de sangre, como la figura lo enseña, por razón de las letras que están en sus lugares. El primer rodete es A, el segundo B, el tercero es C, y el asiento donde se muele la oliva es D. Donde se muelen, es E F G H, y donde se meten las olivas es E. Los ruellos o muelas es I K L, sus árboles es M N O. Las pilas son P Q R. Las libras S T. Las pilas donde reciben la aceite, y donde se pone limpio, apartado de la agua, V Y Z X, de modo que V X son las pilas que reciben el aceite que sale de las capazas. Los caracoles o árboles, con sus libras, que es 10.11, las cárceles donde están puestas, [396]


Libro Trece

dentro de tierra, las libras. La U es un llano entre las dos imprimías. La caldera donde se calienta la agua es28, y su chimenea es I. Y, por lo demás, se puede comprender por razón de las letras que van, en cada cosa señalada, con sus letras o números. (Figura 245) Ufol. 334v] Pues se ha tratado del modo de diversos géneros de molinos y de cómo se limpian los arroces y otros diversos géneros, hame parecido que no es fuera de la materia el tratar cómo ejercita el hacer el almidón, pues todo se hace con agua y, aún, es un nuevo modo de sacar la harina del trigo con mayor delicadeza, por causa que nunca se mezcla, con ella, el salvado que de ella sale. De modo que le podemos llamar molino a este ejercicio, aunque no se saca tanta cantidad, ni tan de repente, como se hace en el moler del almidón. Se hace de trigo y que sea muy limpio, el cual se pone a remojo dentro de un vaso grande, con mucha cantidad de agua, y se deja así, con la agua, hasta tanto que el grano viene a reventar de suyo. Y, después, se va tomando, poco a poco, dentro de una artesa que sea grande, de madera, como los que pisan las uvas. Y, en28

No se ha identificado el signo que aparece en el texto.

[397]


TOMO

III

tonces, entra un hombre a pisarle con los pies. Y esta artesa tiene un agujero al un cabo, y así van pisando y echando agua. Y esa agua va a dar dentro de otro vaso limpio con la flor de la harina que sale del trigo y, así, se va la harina asolando dentro de este tercer vaso. Y, después de lleno, déjase reposar hasta que toda la harina sea ida al suelo, y que la agua queda clara. Entonces, se va decantando el vaso, poco a poco vaciando la agua, y queda sola la harina. Y cuando la harina queda ya muy espesa, para poderse tratar, entonces se tienen unas mesas muy limpias, y vase tomando de aquella harina, y vanla poniendo encima de la mesa, a modo de mantequillas. Y después (Figura 246) de seca Vfol. 335r] esta Figura

246.

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Libro Trece

harina, se pone en vasos de madera. Y por ser cosa de agua helo puesto aquí. Y sécase al sol, a causa que se hace muy más blanca. El trigo, o vaso del trigo, es A. Donde se pisa es B. Donde recibe la agua con la harina es C. Y el vaso que se decanta es D, que tiene la harina del almidón. La E es donde se enjuga al sol. Hame parecido que no será cosa fuera de orden el poner el artificio para moler la caña del azúcar. Y mi intento no es de enseñar a hacer el azúcar, ni menos otras semejantes cosas, mas, porque la materia lo trae, que en ningún modo se puede hacer el artificio si no se dice para qué efecto ha de servir. De mo [do] que el azúcar se hace de unas cañas, las cuales no son huecas como las cañas, antes son llenas como las de la daza, las cuales no nacen muy altas, que las más altas no pasan de cinco palmos. Después de cogidas, las cortan a pedazos menudos y, después, la muelen con un ruello de piedra grandísimo, que a lo menos es, de alto, nueve palmos, y, de grueso, uno. Y, éste, que sea de una piedra muy fuerte. Y, así, se muele, como se muelen las olivas, mas mueve el ruello con animales. Hame parecido que con menos trabajo se puede hacer este ejercicio, que es hacer cortar la caña y molerla con agua, que andando cada uno por sí o juntos los dos en un mismo tiempo. Y para esto ha sido mi intención el escribir esta materia, con este artificio. Y, después de molida la caña, se pone dentro de unas capazas de esparto, y se prensan como se hace las olivas. Y aquel zumo, que sale de ellas, se cuece en calderas muy grandes. Y, después de cocido, ponen de aquello dentro de unos moldes y, así, se forma en panes. Y cuantas más veces se cuece el azúcar, tanto más se hace fino y blanco. De modo que, para que este artificio ande para el efecto ya dicho, conviene que se acomode, este artificio, en algún río o acequia, y hacerle según la mucha o poca agua que hubiere. Y asentar la rueda A, la cual tenga su árbol largo, que suba muy en alto Ufol. 335v], que es B. Y a la parte de arriba asentar la linterna C, la cual mueva la rueda D, que tiene los cajales a la redonda. Y su árbol tiene el ruello E, el cual muele la caña cortada. Y, en la parte baja del árbol del ruello, hay un hierro F, el cual es corvado para que vaya abajando la caña, debajo del ruello, para que se muela. Y en la rueda A se le ha de asentar unos cajales, los cuales muevan la linterna G, la cual tiene un manil doblado, que es H, el cual tiene una argolla encajada en él, con una barra, la cual levanta un cuchillo I, hace que otra barra L, la cual tiene al cabo una horquilla, que va empujando para arriba la caña, para que se corte. Y cuando abaja esta barra L, se retrae un poco para empujar, un poco más adelante, las cañas que están libadas en fajos o en manojos. Y de aquí la toman y la ponen debajo del ruello. Y, después de molida, la van poniendo de unos vasos, y de aquí la ponen en unas capazas de esparto, casi como las que acostumbran poner las olivas (Figura 247) molidas. Ufol. 336r] Y las van prensando por la misma manera que las olivas. Y aquellos zumos que salen, que llaman miel de azúcar, la ponen en unas calderas muy grandes y la hacen bullir. Y, allegando a un cierto punto, lo sacan, y le van poniendo dentro de unos moldes de barro y, así, se van formando panes grandes o pequeños. Y, en enfriándose, se va cuajando. Y éste es el azúcar jaropado. Y, para irle refinando, vuelven a romper aquellos panes, y vuélvenlos en otras calderas, y le vuelven a cocer otra vez. Y, de este modo, le [399]


TOMO

III

t / T i o ^ S van refinando y hacen panes pequeños. Mas, para traerle a esa fuerza, tres veces lo recuecen, para que sea muy blanco. En Italia me han certificado que uno halló una invención de hacer azúcar de mosto, el cual azúcar es muy excelente, aunque no está blanco. Mas todos los que entienden de las cosas naturales dicen que es muy mejor y de más virtud. Pareciéndome que diversas cosas se podrían acomodar con instrumentos dentro de agua, y he considerado la grande pena y trabajo que pasan en España los que hacen armas, en limpiarlas o bruñirlas, y, así, viendo el trabajo que padecen, así en el llevar las ruedas a brazos, y que es necesario que un hombre esté siempre a la rueda y, también, con un animal que haya siempre de servir para sólo esto, es muy fuerte cosa, de manera que me ha parecido que no será cosa fuera de orden dar el modo cómo se puedan quitar estos trabajos, y encomendarlos a la agua. Y esto se puede hacer con grande facilidad en dos maneras, que es con una rueda de aceña, o con un rodete llano. De modo que demostraré las dos ruedas, cómo han de estar asentadas para que ellas hagan su efecto. La rueda de aceña es A. Las demás ruedas que lleva esa rueda A, son para limpiar las armas. La primera [//o/. 336v] es B, don [de] se empiezan de limpiar, y después de ésa, van a la rueda C, que es algo más dulce. Después que a esa rueda no se ve más ningunas rajas de la primera rueda, entonces se va a la 3 a , que es D, la cual está guarnecido de cuero, a la redonda. Y con esa rueda le dan el lustre a las armas, poniendo calcina en polvo por encima de las piezas, a causa que tomen mayor limpieza. Y la muela E, la cual se quita y pone para que ande y, por esta causa, hay aquella abertura para poder poner el eje de la muela. Y esta muela sirve para allanar y quitar las señales de las martilladas en las armas. [400]


Libro Trece

El rodete o rueda, puesta en llano, que es B, puede hacer el mismo efecto, como se le acomode unos cajales para que hagan volver la rueda C, digo, la linterna, que su eje es D, el cual ha de tener las ruedas asentadas en sí. Y, moviendo la linterna C, andarán las tres ruedas con la muela, como está figurado en la otra figura primera. (Figura 248)

El lavar [//o/. 337r] las lanas es una cosa tan fácil que parece casi cosa de afrenta, por ser cosa de tan poco artificio, pues no hay en ninguna parte que no sepan cómo se han de lavar. Y, aunque ello sea cosa tan de poco instrumento, no deja de haber siempre alguna primor en ello, en especial donde acostumbran hacer grande ejercicio de ella. Y, porque he visto que toman grande trabajo en sacar la agua de los ríos, para henchir las calderas, para haberla de calentar, hame parecido demostrar un modo muy facilísimo para sacar la agua del río y, lo mismo, sacarla de las calderas, para echarla en los tinos, para calentar la lana. Y estos son de madera. Y, pues es cosa que todo es agua, así fría como caliente, de modo que, para sacar la agua del río, conviene hacer un hoyo a la orilla del río y que, en este hoyo, entre y salga agua, ordinariamente. Y, después, hacer una bomba, y asentarla que toque en el suelo. Y a esta bomba es necesario asentarle su ánima dentro, de tal manera que pueda jugar libremente dentro del caño. Y afijarla con unos maderos para que ella esté derecha, como en figura se demostrará.

[401]


TOMO

III

El modo como se ha de hacer la bomba se hallará en el libro de las puentes de piedra. Y, después de puesta derecha y firme, conviene acomodarle una canal que recoja la agua que saca la bomba y la lleven a la caldera o calderas. Y hacer a la caldera una pared a la redonda, que sea muy gruesa, a causa que conserve muy bien la calor en sí, y no se gasta tanta leña. Conviene que la caldera sea muy grande, aunque se podría hacer una caldera de madera con sólo que tuviese el suelo de alambre, y acomodar dos calderas juntas, que, con sólo una boca, se calentasen las dos calderas con la leña que para una sola era menester. Y, después de asentadas estas dos calderas, conviene asentar, a cada una, una bomba, dentro de las mismas calderas Ufol. 337v] y, así, ir sacando, cuando de la una, cuando de la otra, para vaciar en los tinos, para escaldar la lana, para que deje toda aquella suciedad que tiene consigo. Y, después, lavarla y enjugarla, y ponerla en sus sacas, apretándola con los pies, teniendo colgadas las sacas en el aire. Y, después, marcarlas, según a la suerte de la lana. De modo que el artificio del lavadero de la lana es el que es aquí puesto. La bomba es A. La canal B. La ánima de la bomba es C. Las calderas es D y E. La chimenea es G. La bomba de la caldera es F, por donde el que está para sacar agua con la bomba, es el que ha de sacar agua de las calderas sin mudarse de un lugar. Y entre las dos calderas hay la subida para las bombas, así a las del río, como las de las calderas. Y la canal para el tino, donde se echa la agua para escaldar la lana, que es H. Las sacas de la lana sucia es I. Los que lavan la lana es K. La lana lavada es L y la por lavar es M. El que da fuego a las calderas es N. Los que escaldan la lana son P. Donde es Q, es una ampara para conservar la lana que sale de los cestos, para que no se pierda la agua bajo. (Figura 249)

Ufol. 338r] Acostumbran los tintoreros, después de haber teñido los paños de las colores que han menester, lavar los paños, donde hay mucha cantidad de agua, a causa que no tiñan las manos de los que los llevan hechos vestidos. Y [402]

FUN DACION JUANELO TURRIANO


Libro Trece

viendo que, estos que hacen este ejercicio, no son hombres muy curiosos en esto, hame parecido que no será cosa infructuosa dar el modo como se pueda hacer con mucha policía y curiosidad. No entienda nadie que quiero enseñar a teñir paños, mas de sólo el lavarlos, después de ser el paño teñido. Tómase cogido a dobleces y se lleva al río donde se pretende lavar. Y para esto conviene hacer un artificio de madera harto grande, en la forma que aquí lo señalaré. Tómase siete maderos, aunque ellos no sean muy grandes ni gruesos, y se hace una 29 armadura de madera que sea, a lo menos, veintecuatro palmos o más, y la parte que está hacia arriba, que sea muy espacioso, que tenga, de largo, otro tanto, o más, de lo que es de ancho. Y se arma en este modo: que la parte que está hacia el medio del río se pone un madero, de largo del río, y, a la parte de arriba, se ponen dos juntos, y otros dos a la parte baja, y otros dos a la otra parte, al encuentro del madero solo. Mas, estos conviene que estén muy apartados, a lo menos doce palmos, y ha de haber otros dos, que traviesen, de esta ancheza. Y después que estén bien asemblados los cabos, los unos con los otros, conviene poner dos pies, que suban en alto, a lo menos, seis palmos. Y, después, cubrir, esos doce palmos, de tablas que sean algún tanto gruesas y, después, encima de aquellos dos pedazos de madera, conviene poner un madero que traviese del un pie al otro, el cual se llama caballete, para poner los paños, después que sean lavados. La A es la entrada. La B es una cadena que tiene asido el caballete, con el paño encima, es C. El suelo de esta zatara es D. Los que lavan el paño son E F, y el paño G, que lavan. La H es otra zatara hecha de tablas enclavadas encima de dos medias tablas. Y eso sirve para acabar de sacar, del paño, la tintura, porque, esa, en habiendo peso encima de la zatara H, luego se hunda dentro de la agua, l/fol. 338v] aunque no del todo, mas que los hombres que toman el paño cogido, de manera que dándole con unas barras muy largas al paño, así alternativamente, cuando y cuando el otro, hasta que le han sacado afuera, todo, de la zatara. Y, después, vuélvele a coger al paño, así, a dobleces, y vuélvenle a sacudir de la otra parte, hasta que le han deshecho otra vez todo. Y hecho esto vuélvenle a coger, y así queda muy limpio de la color de la tintura, que después de enjuto nunca ensucia a quien lo trata. Y esto se entiende de cualquier color. (Figura 250) Pues he tratado de materia poco fructuosa, será bien que trate de materia de mucho provecho. Y pues mi intención es de tratar cosas de agua, paréceme que no será inconveniente tratar de la mina del alumbre, pues es cosa tan necesaria para el teñir, y para la medicina, y para infinitísimas cosas, las cuales dejaré aparte, pues mi intento no es tratar de medicina ni otras cosas de su calidad. La mina del alumbre es de muchas maneras. Primeramente, la mina del alumbre es en tres maneras. La primera es de piedra. La segunda es en una materia que no es ni piedra ni tierra, mas es un mixto que participa de ambos. La tercera especie es tierra. De modo que, queriendo trabajar esta especie de mina, es necesario agua para sacar la sustancia de la materia y, sin agua, es infructuosa. De modo que, siendo la alumbre una sustancia que es todo agua, así que, para 29

Tachado: parte. [403]


TOMO

III

ejercitar esta Ufol. 339r] mina de alumbre, conviene tener abundancia de agua para macerar la piedra del alum, después de cocida, como se hace la calcina, y sacarla del horno. Y, después, ir componiendo aquella piedra de alum, como quien quiere hacer una pared. Y, hecho esto, conviene que se le vaya echando agua, cada día dos veces, por la mañana y por la tarde, hasta tanto que se vuelva blanda, como calcina cuando ha sido muy bien muerta, que es blanda como una manteca. Y esto se hace en una era que sea llana. Y toda aquella agua que se escore, de la piedra, los postreros días, débese hacer ir a algún receptáculo para donde se recoja. Y para macerar esta piedra conviene echarle mucha más agua que no se hace a la cal, y, aun, requiere más tiempo, porque la cal se macera dentro de tres o cuatro días, y la piedra del alum ha menester seis, y ocho días, y diez. Y se acomodan unas canales para irla regando. Y cuando ella se empieza de ir ablandando, se recoge esa agua dentro de unos vasos de madera. Y cuando es blanda la piedra, entonces, se toma de ella y se va poniendo dentro de unos tinos o vasos de madera. Y pónese en cada vaso hasta un tercio de esta materia y, después, se van henchiendo de agua. Y tienen esos vasos unas canales, que van del un vaso al otro, para que vaya a un receptáculo toda la agua, a un vaso solo. Pared de piedra cocida, A. Donde se recoge la agua, que se vierte de la piedra, es B. Hay otros que, por no estar aguardando, después de haber cocido la piedra, la muelen en este modo. (Figura 251) Figura

251.

[404]


Libro Trece Figura 272.

Esta es la manera con que muelen el yeso y, por la misma manera, la piedra del alumbre. Y, porque es necesario tener agua para hacer este ejercicio, si hubiese mucha cantidad de agua se podrá evitar el gasto de las Ufol. 339v] cabalgaduras que lleven el ruello para moler (Figura 252) la piedra. Podráse hacer el artificio que se ha señalado para llevar el ruello. Hay otra calidad de piedra que no [hay] necesidad de cocerla, mas de sólo molerla: la mina de la tablachina, que ni es piedra ni tierra, y es necesario quemarla. Hay otra que, de sólo amontonarla, ella, de sí misma, se quema, a discurso de tiempo, se quema de sí misma: la mina del alum, que es de tierra. Después que es sacada de la mina, es menester amontonarla, y hacer de ella grandísimos montones. Y, en tiempo de seis meses, es quemada, mas conviene que cada mes se revuelva, en especial cuando le llueve encima, que se quema muy mejor. Hay otra calidad de tierra de alum que conviene que se queme para sacar fruto de ella. Y cada especie de mina requiere su particular regalo. Hay unas en que se han hecho todas estas diligencias. Para sacar fruto de ellas conviene hacerles lejías de diversas maneras. Unas requieren que se les haga de calcina; otras de ceniza de salobre; otras de ceniza de encina, de modo que tantas cuantas son las especies, así conviene buscarles invenciones. Y lo mismo es en el cocer las aguas de las alumbres, que unas conviene cocerlas muchísimo y otras no tanto. Y otras, si se cuecen mucho, se les exhala la virtud, y así no se saca ninguna cosa que sea de valor.

El modo de los hornos, y de toda la oficina, cómo conviene que esté para el ejercicio de la mina del alum. Conviene que se haga una aceña (Figura 253) Ufol. 340r] para sacar agua de río, o acequia, o de pozo, y ésta es A. Y hase de hacer una canal, de piedra o de madera, o acequia para traer agua, para poder ejercitar la mina, la cual canal es B. Y hase de hacer unos hornos, en la manera que van dibujados, con unos arquillos de ladrillo y, de arco a arco, no ha de haber más de un palmo de distancia, del uno al otro, para poner a cocer la tierra. Los hornos son C. Los arquillos D. Donde se les da fuego es E, y la tierra que se les trae para cocer es F, y la que es cocida es G. Y, después de cocida, se pone dentro de unos cubos, hechos de piedra, que son H. Y la canal que viene de la aceña y va henchiendo los cubos, que están llenos de tierra, y cada uno de donde se hinche que es I. Y, después de haber dado la tierra su sustancia, se vacía la agua por unos agujeros que tiene cada cubo, que es K. Y la agua va a dar en una canal de piedra que va de cabo a cabo de los cubos. Y esta canal va a dar en un caño ancho, que es la canal L. Y el lago M, el cual es harto grande, que es vein[405]

FUNDACION JUANELO TURRIANO


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Figura

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270.

te palmos de ancho y otros tantos de largo. Y, luego, otro aposento, N. Donde están las calderas es O, y las calderas son P, aunque no he puesto más de tres, se pueden acomodar tantas cuantas fueren menester. Y la Q son las chimeneas de cada caldera. Y la R es los hornos donde se da fuego a las calderas. La S es un cubierto para tener la lefia y los que dan fuego a los hornos. Y la T y V son aposentos para el maestro que rige la obra. (Figura 254) La X es Ufol. 340v] la puerta principal de la oficina. La Z es caballeriza para el servicio de tener animales para traer leña. La V es el patio donde se descarga la leña. La 2/ es un grande aposento para tener cubos, para congelar la agua de la alum. El 4 son cubos de madera, donde se pone dentro la agua cocida de la alum, para que se congele. El 5 es una canal que viene de las calderas y pasa por aquellos pilares, Figura

254.

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Libro Trece

la cual canal lleva la agua a los cubos. Y el 6 es canales particulares a cada cubo. El 3 es una escala para subir a un soleador, para poner la alum, después de congelada, para que se enjugue. El 9 es el soleador para enjugar la alum. El 7 es una cocina para la churma, y encima de ella hay un repostero para tener las cosas de la cocina. Otras muchas más oficinas son menester para el ejercicio del hacer la alum. Hay en él señalado todo cumplimiento. Y donde hay la Y, es unos lagos para vaciar la agua de las calderas y vaya a aquella canal maestra. Y también hay otra canal que traviesa la puerta de ese aposento O. Para guiar la agua del alumbre a las calderas, en el lago M, es necesario acomodar una bomba, así en el lago como en las calderas, como está señalado en lo del lavar de la lana. Y aquella bomba para las calderas conviene que esté movible, que se pueda mudar a cada caldera cuando será menester. Pues he empezado a demostrar cómo es necesario a cada ejercicio acomodar instrumentos, aunque sean estos ejercicios tan notorios al vulgo, y cómo se ejercitan, mas no es tan común el modo del acomodar como conviene, y, también, por causa que yo he prometido de tratar de todos los ejercicios que trabajan con aguas. De modo que, pues he empezado a tratar de cosas de minas, paréceme que el vidriol o caparros es mineral, el cual se hace por vía de la agua. Se le va sacando la sustancia a la tierra con agua, de manera que es, casi cosa ordinaria, que donde se halla mina de alumbre, que también se halla el vedriol o caparros, y casi se ejercitan por un mismo modo que se hace la alumbre, aunque algún tanto variado. Y la mina es casi de una misma manera de la alumbre. La que Vfol. 341r] es de tierra es de la misma calidad que la de la alumbre, que después de haber sacado la tierra para el caparros, se hace de ella unos molones grandes, en unas eras que sean llanas, y déjase, así, amontonada, aquesta tierra, cuatro, o cinco, o seis meses, y, cada quince días, o cada mes, la revuelven, hasta que ella se va quemando de sí misma, que de negra se vuelve como coniza. Y, cuando está bien quemada, entonces, se pone dentro de unos vasos de madera, a modo de cajas. Y hácesele una canal, que va de la una caja a la otra, hasta llegar al cabo. Y de estas cajas se suele poner dos rengles de ellas. Y, henchidas que son de tierra, conviene henchirlas de agua. Y, como sea la agua el agente, en esto conviene proveer de ella, ahora sea de río o de acequia, o de fuente o de pozo, de modo que, interviniendo agua, es necesario buscar el modo como (Figura 255) se pueda Ufol. 341v] sacar con mayor facilidad y menos trabajo. Y según el lugar, así se requiere el instrumento para ello. Porque si es río, y hondo, conviene una cosa; si es acequia es necesario otra; si es fuente, otra, y si es pozo es más dificultoso. Mas se hace de cualquier manera que se quiera, que al fin todo es traer agua, o sea de abajo para arriba, o de arriba para bajo. Mas, cuando se hallan las aguas tan cómodas, que sin instrumento se pueden servir de ellas, es muy grande regalo. Y, si no fuere tal, podráse acomodar de los instrumentos que en la otra hay, para semejantes efectos hechos. De modo que este ejercicio es cosa de poco artificio, porque lo ejercitan hombres de poco ingenio. De modo que los modiolos es A, y la rueda es B. El receptáculo 30 de la agua es C, y la canal que hinche las cajas es D. Y las cajas E. La canal que recibe las 30

Tachado: ta. [407]


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Figura

III

270.

La C a la que se refiere el texto, corresponde a la G que aparece en la figura.

lejías es F, y el receptáculo de las lejías es C, y ahí purgan la inmundicia que traen consigo. Y la canal I va a henchir las calderas H, y ahí se cuecen las lejías. Los más acostumbran hacer las calderas de plomo, para este efecto. Otros ponen los suelos de metal y lo demás de madera, y este metal es como el de las campanas. Hay algunos que son muy curiosos, que hacen estas calderas vaciadas, como se vacían las campanas, por razón que duran mucho tiempo sin se agujerar, que el caparros o vidriol es muy corrosivo. La canal I va a henchir las calderas, y esta canal es movible, que también con ella se hinchen las cajas K, que tienen unas ramas dentro, las cuales ramas son verdes a causa que, henchiendo las cajas de la lejía ya cocida, que más presto tenga lugar la agua para congelarse. Y así se va asiendo, a aquellas ramas, la agua o alum, así en pedacillos, como el hielo. Y la agua que queda en estas cajas la vuelven a cocer con otra nueva lejía, y, cuando no da más sustancia de sí, entonces, de aquella solada que queda se hacen unos panes, las cuales sirven para teñir negro, y llámanle tierra de Sevilla, a aquellas soladas hechas panes. Y dentro de las calderas, ordinariamente, se hace solada, que es como sal. Y la agua que queda, que no se congela, es buena, mezclándola [//o/. 342r] (Figura 256) con otra, siempre sirve para el mismo efecto. De modo que, para hacer muy grande cantidad de salitre, conviene que se saque agua con algún artificio para haber de henchir las artesas, de modo que conviene acomodar una rueda para sacar la agua, que es A. O, en lugar de rueda, si no ha de subir la agua muy en alto, asentar una bomba, [408]


Libro Trece

que hará el mismo efecto. Y la canal, que irá henchiendo las cajas, que irá de las unas a las otras. Y por donde ellas han de colar, por sus canales, es D. Y las cajas o artesas C. El receptáculo o tino que recibe las lejías de las canales es E, y el otro receptáculo, por donde viene del cubo E, es F. Y el otro es para tener las lejías que quedan en los congeladeros, que es G. Los congeladeros son L, las calderas son I, y las chimeneas son K. El tino H es para poner las espumas que se sacan de las calderas. Y, después Ufol. 342v] congelado, se pone encima de unas tablas a enjugar, en lugar enjuto, porque, estando en lugar húmedo, pierde mucho, por causa que se engrasa y, en engrasándose, no tiene tanta fuerza. Y éste se ejercita en todo tiempo del año, al revés de la sal de agua, que no se puede hacer sino en verano, por causa de los grandes soles, y en el invierno no se puede hacer por causa de las lluvias. Y esto es todo al revés de lo del caparros, y de la alum, y del salitre, que cuanto más hiela, tanto mejor se congela. Y esto lo causa por tener más sustancia, en sí, las aguas de estos minerales, que no tiene la agua para hacer sal, no tiene tanta sustancia en sí. La agua con que se hace la sal es en dos maneras, o se hace de la agua de la mar o de alguna fuente salada, o de algún pozo, aunque las más aguas de que se hace la sal son de pozos o de algún río, de manera que, sea la agua de donde quier que sea, conviene buscar artificio, ahora sea de la mar, o de pozo, para llevarla en lagar cómodo para las eras. Si es de mar, muy pocas veces se hallan lugares cómodos para hacerla y, si se halla, hay dificultad en traer la agua, de mo[409]


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III

do que conviene algún instrumento para haberla de llevar a las eras, para que se pueda congelar, por causa de los fuertes soles. De modo que, las más salinas que yo he visto para hacer sal de agua, las he visto con muy poco artificio y, aun, casi todas las demás aguas sacarlas de pozos. De modo que se hacen unas eras, llanas todo lo posible, que no tengan a ninguna parte ninguna caída, y estas eras no se hacen muy grandes, que la mayor es de treinta palmos, en cuadro. Y en estas eras se les va rodeando con rejolas puestas de cantos, o con piedras, o con tablas, según el cómodo de las cosas que se hallan en los lugares, y de estas eras se hacen muchas. Y acomodársele unas canales, entre esas eras, para poderlas henchir de agua, sin estorbar a la que está congelada o que empieza a congelarse, [//o/. 343r] Congélase la agua en tres o cuatro días, según los soles hacen fuertes, y, después de congelada, la cogen y la ponen en unas cosas que tiene al fin de las eras, hechas de mimbres, para que se acabe de escurrir la agua que le tocaba. No se den a entender que toda la agua no se congela que, si eso fuera de muy poca agua, habría harto, mas no se congela más de la que está encima de la superficie de la agua. El salitre es otra materia muy diferente de ésta, el cual es en dos maneras. Que el uno es, de su natural, salitre. Hay otro que se hace artificial, y de éste se hace muchísimo para hacer pólvora de escopetas. Y éste se hace casi por la misma manera que se hace el caparros, excepto que las tierras son muy diferentes. Mas, en todo lo demás, es un mismo modo, porque la tierra se recoge en dos maneras para hacer el salitre. La una tierra se halla en el campo, en lugares salobreños. Y donde quiera que hay esta tal tierra, se conoce en el verano muy facilísimamente, por causa que se vuelve blanco el suelo donde hay esta tal tierra. Y de ésta se coge para salitre. Hay otra tierra, la cual es muy buena para ello, que es en lugares debajo de tierra, y en cosas viejas, y lo que hay junto de las paredes, y donde hay inmundicias de personas y, aun, de animales, como es donde están puercos, de la tierra de las basuras que se sacan de las casas. De modo que, recogida cantidad de tierra, tómase unos vasos hechos de barro, a modo de tinajas, que tengan más anchas las bocas que no el vientre, y acomódame en rengle, y hínchense de tierra, y, después de henchidas, se les va poniendo agua dentro, tanta cuanta pueda caber. Y, después, déjase reposar la tierra con la agua y, después, les destapan unos agujeros que tienen cerca del suelo y se le pone un paño, en manera que pueda ir colando la agua, sin que salga la tierra. Y, así, se les acomoda, en el suelo, unos vasos de esa misma hechura, para que sirvan de receptáculo de la lejía. Y, de éstos, lo toman y lo ponen dentro de las calderas a cocer. Y, después de cocido, se pone la lejía a enfriar dentro de unos vasos y, así [/fol. 343v] se va congelando en pedacillos, como sal. Mas los que acostumbran a hacer grandes cantidades de él, hacen dos docenas de unas cajas grandes de madera, y las ponen en orden, por rengle, y las hinchen de tierra, y después de agua. Y hacen una canal que va, de la una a la otra, hasta al cabo. Y a cada una les ponen un paño, para que cuele por bajo, y, así, va esta agua a un grandísimo tino de madera donde recibe de las cajas y de este tino, que está enterrado] dentro de tierra y tiene, en la parte baja, un agujero que despide la agua a otro tino de madera. Y, de ahí, se pone en sus calderas a cocer y, de ahí, se deja enfriar o se pone dentro de otros vasos de madera. Y, así, se va congelando. Y se hace mucha más cantidad de ello en poner en [410]


Libro Trece

otros vasos, que no se hace dejándole congelar en las mismas calderas, y con más brevedad. Puédese hacer [/fol. 344r] otras invenciones para subir agua por otro modo, que son las anorias o aceñas, las cuales andan con el movimiento de la misma agua, donde ellas están asentadas. Le haga andar, o hacer movimiento, o, hacerle alguna manera de azud, o hacerle un azud de propósito. Y acomodar dos o tres ruedas, o más, las cuales fuesen muy grandes, de las más altas que se puedan acomodar, a causa que suban muy en alto para poder regar a muy grande cantidad de tierra, y hacerle su artificio para donde ella anduviere. Seguramente que las crecidas no les puedan hacer daño. Y todo este edificio de paredes había de ser de mampostería y, si no había altura tan alta para recibir la agua, para llevarla en canales, tan alta cuanto sería necesario llevarla, convendrá hacer una pared para que la lleve a donde será menester. Y cuando la agua llegará, a su peso, a tierra llana, sin perder de su caída o de su nivel, caminando por su línea, convendrá que se haga un otro artificio. Acomodarle otras dos ruedas, las cuales han de ser más pequeñas que no son las primeras en cantidad, así en altaría como en el subir de la cantidad de la agua. Y que la agua que suben las primeras anorias grandes vaya a las pequeñas, y que ésas estén acomodadas, en tal modo, que vaya la agua a herir en las ruedas pequeñas, en tal modo, que les haga hacer el movimiento que conviene para que ellas suban, en alto, la agua. De modo que convendrá acomodar los modiolos en las ruedas, las cuales han de ser muy más pequeñas que no son los de31 las primeras ruedas que hace andar el río. Y conviene hacer una muy grande balsa a causa que recoja la agua de las anorias del río, a causa que cayendo por sus canales o saetías que hagan andar las segundas anorias, que les haga andar con esa agua que las va a herir, y que suban la agua en alto para que la reciba y la envíe por su canal, tan alta cuanto será menester, hasta que vaya a llegar en el suelo, como se hizo de las canales primeras. Y, de este modo, se habrá de acomodar otras ruedas, las cuales serán muy más pequeñas de las segundas y, así, con este artificio, se podría proceder hasta llegar al intento V/fol. 344v] deseado. Las ruedas grandes para haberlas de hacer que tengan grande altaría, conviene hacerlas de piezas, para que puedan llegar a la altaría que conviene. Y se irán haciendo los brazos de las ruedas a los rayos de aquéllas, como lo demostraremos cómo han de ir, aquí abajo señalados. El eje de la rueda de la anoria es A, donde han de ir asentados los rayos B, los cuales no han de ser más de dos, que pasen por el eje A y hagan una cruz perfecta. (Figura 257) Y entre esos rayos B les añaden otros rayos C, los cuales van a asentar entre los rayos B, y esto se 31

Interlineado: los de.

[411]


TOMO

III

causa de no quitar la fuerza al eje A. Que las piezas B han de ser las más largas que ser puedan y, al cabo de estos rayos B, se le pone un círculo de piezas, que es F, para que las piezas C D puedan afijarse en él. Y esta circunferencia no va a hacer el redondo, a causa que tengan muy mayor fuerza, que viene a poner el cabo la pieza que comienza encima de la que acaba, que es F, y su fin es H, y empieza encima de la G. Y de ese modo van las piezas haciendo los rayos y atándolos, como conviene. Y, con esta orden, se hace tan alta la rueda de la anoria cuanto se desea hacer. (Figura 258) Figura

258.

El modo del disminuir estas ruedas, y por su orden, y proporcionadamente. La rueda grande es A, y su cuadro es D E F G. La segunda rueda, que es la mitad del cuadro A, es B, y su cuadro es H I K L. La tercera rueda es C, que es un cuarto del cuadro grande, y es la Ufol. 345r] mitad de la rueda B, y su cuadro es M N O P, de modo que, si más ruedas se hubiese de hacer, se guardará esta misma orden en el disminuirlas, porque, guardando esa regla, vendrán siempre proporcionadas, las unas con las otras, en el disminuirlas. Supongamos que la rueda A tiene de diámetro cien palmos en alto. La rueda B será cincuenta, y la rueda C será veinte y cinco. Y si se hubiese de hacer otra, no sería su diámetro más de doce y medio. Y, con esta orden, bien podrá la agua, que sube a la anoria A, hacer andar la anoria C. Y lo mismo hará la agua que subirá la anoria B, hará andar la anoria C. Y lo mismo hará la agua de la anoria C a otra que se acomodase, haciendo en el mismo modo y regla, que se ha dado la orden, que es 1, 2, 3, 4. Aunque la cuarta no tiene letras de su cuadro, abaste que es la cuarta rueda. El acomodar estas aceñas, que suban agua en alto, una en pos de la otra, convendrá ponerlas en la manera que aquí abajo las señalaremos, por orden, como conviene que ellas estén, en el modo que aquí están. Las primeras ruedas que están acomodadas dentro del río son A, y las segundas, que hace andar la agua de las primeras, (Figura 259) que es B, Ufol. 345v] y de ahí camina, por sus canales, hasta las terceras ruedas C, y de ahí camina, por sus canales, a querer regar, y, así, se va derramando por las heredades y regando, como conviene, las tierras, que para ello están aparejadas. Habráse de hacer una alberca a cada anoria, para que tenga buena cantidad de agua. Y convendrásele acomodar sus tajades, de las segundas, y a las terceras y, también, que a cada una de ellas se puede [412]

FUN DACION JUANELO TURRIANO


Libro Trece

Figura

c

regar, como es en D, y lo mismo en E. Y, así, se podrá regar todo cuando es el monte o lo llano de cada anoria. Y, cuando fuere tanta la cantidad de la tierra, que se hubiese de acomodar tres o cuatro ruedas juntas para subir mucha cantidad de agua, yo he visto una sola anoria que subía tanta agua que regaba una legua de tierra en largo y un cuarto de ancho, cuánto más dos anorias sacarán mucha cantidad de agua. De modo, supongamos, que las primeras ruedas o anorias son, de alto, ochenta palmos, de modo que lo que entra de la agua de la rueda y lo que ha de subir más alto, para verter la agua, de modo que viene a perderse cerca de veinte palmos, de modo que sube la agua, en alto, sesenta palmos. Las segundas ruedas, que son cuarenta de alto, de lo que se pierde a lo menos doce palmos, de modo que quedan veinte ocho y sesenta, que son ochenta ocho. Y las terceras ruedas son veinte, se perderán seis o siete palmos, de modo que restan trece. Que, en todo, sube la agua ciento y un palmo, que es harta altaría, que, con esta altitud, se puede regar muchísima tierra con esta invención. El ir disminuyendo las ruedas no es hecho sin propósito, y la causa de ello es esta disminución, por causa que no tendrá tanta fuerza como la agua del río para que pueda hacer andar las anorias segundas. Y si las terceras ruedas no podrán andar, si ellas son tan grandes como las segundas, por causa que la agua de las segundas anorias no puede tener tanta fuerza como [//o/. 346r] la agua de las primeras, y, por esta causa, es necesario ser menores de las unas a las otras. Y, por tanto, conviene tener mucha consideración en estas cosas de movimientos. Conviene ir midiendo las fuerzas, así como se van disminuyendo, así se vayan disminuyendo de la cantidad del peso de la agua. Si el tomar de esta agua fuese en algún lugar montuoso, digo donde se asientan estas ruedas o anorias, se podrá acomodar en las ruedas grandes unos cajaIes para que vayan a encajar en unas linternas, las cuales hagan andar las segundas ruedas. Y, de esta manera, subiría la agua con mayor fuerza, y aun muy más alta, de lo que haría si no hubiese esas linternas para ayudar a volver, aunque las linternas van muy apartadas la una de la otra. (Figura 260) í/fol. 346v] Pues se ha tratado de diversas cosas de agua, ahora quiero tratar de algunas máquinas, las cuales sirven para sacar agua de ríos y de pozos, así para regar como para el servicio humano. [413]

259.


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Figura

III

274.

El regar es una de las cosas más necesarias. Y porque en diversas partes no se halla aquel cómodo de las aguas para regar como se desean, por causa de los diversos intervalos que se entreponen entre medio, algunas veces lo causan los ríos muy hondos, otras veces las grandísimas peñas que hay a los costados de los ríos, de modo que se hallan infinitos inconvenientes que causan estorbo para no poder regar; y porque, en las más partes, no podemos haber la agua, para que ella, de sí misma, nos sirva para regar lo que deseamos, aunque con hacerle algunos reparos y artificios aun no podemos allegar a lo que deseamos, de modo que ha sido necesario haber de ir inventando varios y diversos instrumentos e invenciones y, en diversos tiempos, haber inventado tantas máquinas como hay para este efecto. Hame parecido que no era cosa fuera de propósito tratar de ellas, pues todo es tratar materia de agua de diversos edificios, invenciones que las mueve la agua, y ellas sirven con agua, o para agua, o que pasan por agua, o que levantan aguas en alto. Aunque estas invenciones, ellas, son muy viejas, según las hallamos en Vitrubio escritas, las cuales no resta que ellas no dejan de servir para hacer sus efectos, para sacar agua de ríos o de pozos o de diversas otras cosas, como son de estanques, lagos, balsas, aunque en el décimo libro las trae Vitrubio confusas y con muy poca declaración, y tampoco da el modo de la fabricación, mas sólo da la forma o dar principio. Empezaremos por las más fáciles máquinas, la cual es la rueda timpanada, otros la llaman rueda cerrada, la cual rueda es de esta manera: que se hace a beneplácito, digo, su diámetro grande o pequeño, como fuere necesario para que ella sirva. Y a esta rueda se le acomoda un eje que sea grueso, conforme a lo necesario de lo que es menester para sustentar el peso. Si fuere ella muy alta, convendrá poner muchos rayos o repartimientos en ella, para ir dividiendo las porciones de la agua, y porque Ufol. 347r] se divide muy mejor el peso, y aun el henchir y el vaciar, porque cuando ellos son más anchos las divisiones están más tiempo a henchir, y lo mismo al vaciar. Y por esta razón se ponen muy espesos los patios. Y a esta rueda se le hace dos cubiertas de tablas, así de la una parte como de la otra. Y, en la circunferencia del medio, se le hace sus aberturas para [414]

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recibir la agua. Y se le hace, hacia la parte baja, hacia el eje, el espiradero por donde vierte la agua. Y para vaciar esta rueda la agua no vuelve más de media vuelta. Esta es la máquina que la levanta menos la agua en alto que ninguna de las demás que se hacen para levantar agua en alto. Esta es la rueda (Figura 261) timpanada o la rueda cerrada, la cual rueda es A, que está abierta. Y los rayos o divisiones es B. La circunferencia es C. Donde recibe la agua es E. Las palas por donde hiere la agua del río es D. Donde vierte la agua es G. Esta rueda conviene que sea muy alta, o que tenga muy grande circunferencia, para haber de subir la agua en alto. Y esto es la causa, que ella no la levanta más de cuanto llega encima del eje, de modo que conviene considerar cuánto tiene menester en alto la agua; veinte palmos, conviene que la rueda tenga de diámetro cuarenta palmos, y, a más de esto, ha de considerar si el río trae tanta fuerza de agua, que ella sea bastante a mover esta tal rueda, después que ella sea asentada, como conviene, la rueda. H es su eje, y donde vierte la agua [/fol. 347v] es I, la cual está cerrada. Convendrá asentarla como conviene y acomodarle un receptáculo donde caiga la agua para haberla de enviar a donde fuere menester. Si fuere asentada esta rueda en río, la agua misma la hará andar. Si ella fuere dentro de algún pozo, no tiene necesidad de las palas, por causa que, en tal lugar, la agua no la mueve, mas es menester que un animal la mueva, y, habiéndola de mover animal, conviene acomodarle una rueda asentada encima de un mástil, y una linterna. Y la rueda timpanada convendrá asentarle unos cajales, para que la una mueva la otra. Y esto se hará en dos maneras diferentes, la una de la otra. Y también se puede mover esta rueda con los pies del que quiere sacar la agua, de modo que todo se demostrará en figura.

Esta rueda es para el mismo efecto que la rueda timpanada, aunque en algo diferente, sólo que ésta no es cerrada del todo, porque ésta tiene las divisiones al extremo de la rueda y esta anterior la tiene, en el medio, el verter. (Figura 262) Esta es la máquina para sacar agua, la cual invención sirve en dos maneras. La primera, con el animal se saca la agua. Y la segunda, el hombre la sube con los pies, yendo pisando la linterna, y así la va volviendo, Ufol. 348r] (Figura 263) con tal que no sea muy hondo. [4151


TOMO

Figura 262.

Figura

III

Con el animal se vuelve el árbol A, el cual tiene encajada la palanca B, la cual tiene unas cuerdas asidas al cabo B, las cuales cuerdas van asidas al collar del animal C, y mueve la rueda D, la cual tiene los cajales E, los cuales entran en la linterna F, la cual linterna mueve la rueda H, la cual saca la agua del pozo M. Y esta rueda vierte la agua en I, encima del eje K. Y el recipiente es L. Aunque es la misma invención es diferente el modo, por causa que la rueda tiene (Figura 264) cajales en el medio, donde coge la agua y, también, que tiene la linterna encima. Y la de arriba la tiene en el mismo eje. Y también la rueda P, la cual está alta de tierra y tiene la palanca debajo de los cajales Q.

263.

[/fol. 348v] Este es otro modo de acomodar esta máquina, la cual va acomodada, la linterna, por otro modo de las anteriores. De modo que en la rueda timpanada tiene los cajales al costado, como la figura lo demuestra. Y, pues va tan claro, no será menester ir señalando con letras las particularidades, pues las hemos tratado en estas otras. (Figura 265) Las aceñas, que el vulgo llama, las cuales otros las suelen llamar anorias, las cuales máquinas se acostumbran acomodar para regar y sacar agua de los pozos, para beber, para regar huertas. Aunque las anorias, propiamente, son las que los ríos mueven de sí mismos, que estas otras invenciones cada uno las llama del [416]

FFIY FUNDACIÓN M F F I JUANELO ^ W ' L TURRIANO


Libro Trece

modo que le parece, de modo que todas las que mueven animales se pueden llamar ruedas de sangre. Aunque en otra parte hayamos tratado de esta materia de sacar aguas, con anorias, de los ríos, mas no se ha tratado de las anorias que las mueven animales, las cuales yo llamo ruedas de sangre, las cuales hay muchas [//o/. 349r] invenciones y en diversos modos fabricados. Y aquí pondré sólo tres de éstas, aunque hay otras más. Y esto me parece que abastará. ^

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Fz'gara 265.

[417]

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Figura

III

274.

Esta es la rueda de sangre, la cual llaman anoria, con sus modiolos, los cuales son de varias formas y se hacen de alambre y de madera y de barro.

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Para haber de sacar agua de un pozo, el cual sea muy hondo, es necesario que se haga invención que la suba muy más alta que la rueda anterior, porque ésa la levanta muy poco. Esta invención de subir agua, la cual la sube muy en alto. Conviene acomodar, encima del pozo, una rueda, la cual ha de ser a modo de una linterna, aunque ella ha de ser grande. Y ha de haber unos palos para que traviesen de la circunferencia, del un costado al otro, para que pueda andar la cadena con los modiolos que suben la agua. Podráse doblar los modiolos con poner dos cadenas juntas, que ellas estén distantes, las unas de las otras, tanto cuanto son de anchas el un modiolo, a causa que no se embaracen, los unos con los otros, en el subir de la agua. (Figura 266) Y las dos Ufol. 349v] órdenes vertirán, a un mismo tiempo la vierten. Esta es la rueda de sangre, la cual llaman anoria, con sus modiolos, los cuales son de varias formas. Ellos se hacen de alambre, de madera, de barro, aunque los mejores modiolos son los de alambre, y después de madera. Y los más flacos y los que más se quiebran son los de barro. A quien pudiere sufrir el gasto, es mejor hacerlos de alambre que de ninguna otra materia. Esta máquina se puede hacer andar sin linterna, mas andará muy pesada, que con mucho trabajo. Así que con la linterna andará con más ligereza. Y cuan[418]

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tas más linternas se pondrán, tanto más ligera andará. Y conviene que donde han de asirse con una cadena, que es muy mejor que no es las cuerdas, sean de cualquier materia que se quiera, que duran mucho más las cadenas, aunque es un poco de más peso, convendrá hacer la rueda A, y cuanto será mayor, tanto más ligera andará. Los modiolos es B. Las cadenas es F. El ruello de madera es G, que juega dentro de dos pedazos de maderos que están afijados dentro del pozo 32 . La linterna que está afijada dentro del mismo eje de la rueda A33, la cual mueve la rueda E. Los cajales de la rueda E conviene que ellos sean de madera de encina. El árbol o mástil, que tiene la rueda E34, ha de ser cuadrado y ha de tener afijado una palanca, la cual tiene dos anillas de hierro para asir, en ellas, dos cuerdas, para asir al collar del animal, para que, tirando, pueda mover esta rueda de sangre. Con esta misma invención de ruedas se podrá sacar agua de un pozo, mas será diferente el modo con que se sube, y con otro artificio. Conviene acomodar dentro del pozo un caño redondo de madera, el cual llegue hasta tocar la agua, el cual esté muy bien afirmado entre dos pedazos de maderos, arriba y abajo. Y, después, asentar, algo más abajo, un ruello de madera, el cual juegue los dos cabos muy Ufol. 350ñ libremente. Y, después, tomar una cuerda o cadena y acomodarle, dentro de la cuerda, unas bolas de la grandura del redondo del35 caño que va asentado, derecho, en el pozo. Y las bolas han de ir muy a concierto asentadas, de modo que ellas no se puedan mover del lugar donde estuvieren asentadas. Y, después, conviene hacer pasar el un cabo de la cuerda por de dentro del caño, y que pase por debajo del ruello, y que vuelva a asirse, con el otro cabo, encima de la rueda. Y, así, yendo, volviendo la rueda con las bolas encima, irá sacando agua. Mas quiero advertir que el caño ha de subir encima del pozo porque, luego que acaba el caño, ahí empieza a subir la agua. Así que conviene hacer que sea largo, que suba tan alto como es el pozo. El (Figura 267) cual caño es D, y las bolas han de subir por el caño arriba porque, de otro modo, no se haría nada de bueno. La rueda B ha de volver hacia la I. El ruello, donde van las bolas por debajo, es G, y la armadura es H. Donde él es puesto y juegan los dos cabos, y pasan las bolas, debajo de aquellos dos maderos que tienen el caño D, que es E. El receptáculo es F, el cual recoge la agua que sacan las bolas. Esta invención levantará, en alto, mucho, la agua. Habrásele de acomodar 36 su linterna y rueda con cajales. La linterna se ha de afijar en el eje C. Podráse, en lugar de la cuerda K, acomodar una cadena de hierro. Esta agua Ufol. 350v] se sube por expulsión, arriba. Y esto se ve manifiestamente, que las bolas la van empujando para arriba. Y parte de este subimiento es por atracción, de modo que este movimiento es mixto, porque participa de los dos, el uno por atracción y el otro por expulsión. Puédense hacer estas bolas de alambre, que durarán mucho más que no harán de madera. Y, también, como son bolas redondas, hacer unas medias bolas, mas con las medias bolas es algo más grave el movimiento. Y conviene que las 32

En el margen está escrito: D es.

33

En el margen está escrito: y a.

34

En el margen está escrito: el árbol G.

35

Tachado: palo.

36

Tachado: muy e.

[419]


TOMO

III

medias bolas venga el redondo para arriba. Hacen estas medias bolas mayor atracción que no hacen las bolas, por razón que cogen mucho más aire. Hay otra máquina para sacar agua de un pozo o de un río, la cual máquina o invención es de Pitágoras, la cual se llama la cóclea. Esta invención es diferente de todas las demás invenciones para sacar en alto la agua, mas no la sube muy arriba, por causa que ella va asentada de costado, en esta manera, que va como la diagonal de un cuadro, que supuesto que ella va asentada en esta forma, como va aquí, la cual ha (Figura 268) de ir asentada en este modo. Y con esta invención se sube la agua, haciendo que ella vaya volviendo a la redonda, o con animal que la lleve, o con alguna rueda que la mueva. El río hásele de hacer cuatro subidas, digo cuatro roscas, que le vayan rodeando, a la redonda del mástil o ánima. Hase de tener en cuenta, en la fabricación de esta máquina, que si su eje es veinte palmos de largo, que se le ha de dar, [420]

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Libro Trece

de grueso, veinte dedos, de modo que tantos cuantos Ufol. 351r] palmos es de largo este eje, tantos dedos se le ha de dar de grueso, o más o menos de lo que hemos propuesto.

Figura

268.

Figura

269.

De modo que conviene ir delineando, todo a la redonda, este eje, de líneas iguales de un cabo al otro. Y que todas estas líneas sean paralelas, igualmente distantes. Y, cuando se habrá dividido el eje a la redonda de líneas de alto abajo, es necesario irle señalando las mismas líneas por el travieso, de la misma igualdad de las otras que van, de alto abajo del eje, delineadas, o señalando, como por las figuras se comprenderá. (Figura 269) El redondo es A. Es las divisiones que ha de tener la cóclea. Y el redondo B es lo que ha de tener la ánima de la cóclea, y lo que ha de ir de vacío las canales de las cócleas. La ánima ha de tener doce y la cóclea ha de tener dos a cada parte de la ánima, que en todo es diez y seis divisiones, que es lo que ha de tener de hondura la canal por donde ha de subir la agua.

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La figura C es la forma y modo como se han de trazar las 37 canales de la cóclea, a la redonda de la ánima. La figura D es como ha de quedar, tanto de lleno como de vacío, en la cóclea. Paréceme que no habrá que ignorar, en esto, ninguna cosa del modo faciendi, en cuanto a esto. Si esta cóclea se asentara dentro de un río, se le habrá de asentar la rueda a la parte baja, con sus álabes para que le de la agua. Y si se acomodare dentro de un pozo, conviene que se le asiente en la parte de arriba. Y cuanto mayor fuere la rueda, tanto más velozmente andará la rueda, y tanta más agua sacará la cóclea del río o del pozo. Conviene asentar, a la redonda de la Ufol. 351v] (Figura 270) cóclea, una linterna, arriba o abajo, según en el lugar que se asentare la cóclea, o en río, o en pozo. 37

Tachado: agua.

[421]


TOMO

Figura

III

270.

La cóclea es A, y el gorrón B, y donde vierte la agua C. Y la linterna D. Y donde coge la agua la cóclea es en F, su gorrón es E, asentado en E. La rueda que mueve la cóclea es G, y los cajales son H. Las palas de la rueda es I, donde hiere la agua en las palas de la rueda. Y esta invención sube mucha agua, aunque no la levanta muy en alto, mas sube muy grande cantidad de agua, más que ningún otro instrumento que suba agua en alto. Puédense acomodar muchas cócleas para subir mucha agua en alto, en esta manera: que se pueden acomodar tres o cuatro cócleas, una encima de la otra, y que cojan la agua de la una a la otra. Y haber acomodado un árbol o mástil, el cual tenga muy diferentemente asentadas las ruedas para hacer mover las Ufol. 352r\ cócleas, como lo demostraremos, aquí abajo, el modo como se podrá hacer andar tantas cócleas juntas, como por la figura se puede ver. Que haciéndose esta invención (Figura 271) de acomodar cuatro cócleas, unas sobre otras, las cuales subirán grandísima cantidad de agua. Y conviene que a cada cóclea se le haga un receptáculo para coger la agua que sube. La primera es A, que vierte en B y la lleva a verter en D. Y la tercera cóclea, que es E, la toma, la agua, en D, y la vierte en F. Y la cuarta cóclea toma la agua en F, que es la G, y la lleva a verter en H. Y a cada cóclea conviene acomodarle una linterna. Que las ruedas que están en aquel mástil N, el cual tiene cuatro ruedas que asientan en las cuatro linternas, y estas cuatro ruedas son movidas de la rueda P, que tiene sus palas Q donde hiere la agua en la rueda grande, la cual mueve a la rueda M L K I, y, todas cuatro, mueven a un tiempo. Y, sabiendo bien proporcionar las ruedas con las linternas, harán un grandísimo efecto, este movimiento. Ufol. 352v] Hay otra invención de una máquina, la cual es del filósofo Cresipo, la cual máquina sube muy en alto la agua, aunque es poca cantidad la que se sube arriba. De modo que esta máquina se llama tisibica. Cierto, fue inven[422]


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III

ción maravillosa y de grande especulación. La cual máquina es hecha en esta manera: acomódase dentro de un pozo este instrumento, o dentro de un río, para sacar agua para el servicio humano, y, esto es, tan sólo, agua de beber y a que ella sea para regar algún vergel de algunas flores, o para algún otro servicio. Y, si se hiciese esta invención para que subiese mucha cantidad de agua, no la subirá tan en alto cuanto hará la poca, y esto lo causa el mucho peso de ella misma. Este instrumento no conviene hacer más ancho el agujero, por donde ha de subir la agua del caño, que sea como un real sencillo. De modo que, cuan menos peso hay, tanto más sube, en alto, la agua. Y esto se puede comprender, que cuando un hombre lleva un muy grande peso, no lo puede llevar, y, si por el contrario es muy poco, lo lleva con grande ligereza; lo mismo hace la agua en subir en alto: cuando con poca cantidad de agua dentro del caño, sube con mayor facilidad. Así son los instrumentos: que violentamente son movidos, suben de muy mala gana. De modo que es menester que se acomode dentro de un pozo un caño de madera, el cual caño ha de ser de dos piezas ajuntadas muy bien y, a la parte baja, conviene asentarle una caja de madera, con tal que el caño no toque abajo, en el suelo de la caja, la cual ha de tener dos agujeros, a las dos partes. Y acomodarle dos modiolos a los costados de la caja. Y estos modiolos han de ser agujerados redondamente. Y, estos modiolos, acomodarles dos caños que vayan a entrar dentro de la caja, al cabo de los dos caños que entran en ella. Y en los modiolos ha de haber dos palos torneados, los cuales se llaman émbolos. Y éstos van subiendo y abajando, alternativamente. Estos émbolos van asidos a dos barras que descienden de alto abajo del pozo, las cuales les van Ufol. 353r\ asidos en un manil gancheado, el cual manil va dentro un eje que tiene una linterna, la cual linterna la mueve una rueda que lleva un animal. Y, si es dentro de río acomodado, es mas fácil, y de menos trabajo y aun de gasto, por razón que es mayor trabajo acomodarle dentro de un pozo que no dentro de un río, por muchas causas. (Figura 272) El modo y Ufol. 353v\ orden de esta máquina lo hemos dado en lo antecedente capítulo, mas ahora, para mayor inteligencia, hame parecido de poner estas letras, para que se entienda muy mejor esta materia cómo se ha de hacer. La rueda A, afijada en el eje B, la cual rueda tiene los cajales en la parte baja, que es R, los cuales cajales mueven la linterna C, mueve el manil de hierro D, el cual mueve las dos barras de hierro que son E F, las cuales dos barras juegan en ese manil D. Y estas dos barras tienen afijados dos pedazos de madera torneados, G K, los cuales se llaman émbolos, los cuales juegan alternativamente dentro de H L. Y sus ventrículas es I M, las cuales ventrículas han de ser dos planchas de metal, agujeradas a la redonda, por donde pueda entrar la agua. Y ha de haber, encima, dos pedazos de cuero de vaca, los cuales han de estar afijados junto con la plancha, de modo que no se puedan quitar de aquel lugar, mas que se puedan levantar y abajar como hace un cobertor de una caja. Y los dos caños, que van de los modiolos H L al caño N, no importa que ellos sean redondos más que cuadrados, los cuales son P Q. Y, en la parte de dentro, hacia el caño N, ha de haber otras dos ventrículas de la misma manera, con sus planchas de metal, o de otras cosas, con sus cueros, en la manera que se ha dicho de las otras dos. Y el caño N vierte la agua, por el caño O, en el receptáculo S. Y, sabiendo acomodar las cosas proporcionadamente, se tendrá lo que se desea cuanto a esta máquina que sube la agua muy alta. [424]


Libro Trece

Figura 272.

[425]

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[426]

FUN DACION JUANELO TURRIANO


Libro Trece

Esta invención se puede acomodar en diversas maneras, este movimiento, mas por parecerme que estas cosas, cuanto más son dificultosas en sí, que con muy grande trabajo son entendidas, y por esta causa me ha parecido que cuanto más fáciles son en la forma, que más fácilmente son entendidas, máxime semejantes máquinas que suben agua por expulsión o por atracción. Estas son muy Ufol. 354r] dificultosas de entender y, mucho más, que estén proporcionadamente, de modo que conviene mucho, en advertir esto, de no hacer que una cosa sea CFigura 273) pequeña y otra muy grande. Los modiolos son A, la ventrícula, B la que ha de ser de cuero, la de metal C. Y la D donde recibe la agua dentro de sí. El émbolo es F, que entra dentro en A y llega hasta encima del cuero B y hace que entre la agua en el caño H, que pasa por la ventrícula I M; entonces, entra en la N, en la caja, y lo mismo hace la ventrícula K L, que entra la agua en la caja N. Aquí se puede Ufol. 354v] comprender el modo de toda esta máquina, cómo han de ir las ventrículas en cada cosa. Las planchas de metal, que es C L M, de aquí se comprende, todo, cómo han de ir. Esas han de estar firmes, y las de cuero, sólo que ellas estén asidas de un solo cabo, para que ellas se puedan levantar y abajar así como los émbolos que suben y abajan, y cuando suben, se abren, y cuando se abajan, se cierran; y las dos de la caja N que, cuando bajan, se abran, y la de los modiolos se cierran y así van alternativamente, que cuando la una está abierta, la otra está cerrada. Pues se ha tratado el modo como se saca el aceite, hame parecido que no será cosa fuera de razón y propósito tratar del ingenio o artificio de la cera y cómo se saca, pues ella es una cosa tan necesaria para tantas cosas. Primero, conviene haber un tronco de encina, el cual sea muy grueso, que a lo menos tenga cinco palmos de alto, y que tenga doce palmos de largo. Y, este madero A, conviene que, en el medio, se le cava un hoyo redondo, que sea, de ancho, dos palmos y tres de38 alto, el cual es B. Y, en la parte baja, se le hace un agujero, en el suelo de este madero, por donde ha de salir la cera cuando la van prensando, que es C. Y, después, se encaja, en este tronco A, dos maderos, el uno a un cabo y el otro al otro, los cuales maderos son, gruesos, de un palmo y, de ancho, dos o más, los cuales maderos son D E, y están agujerados para que pase un madero, que es F, el cual madero es movible, que puede levantarse y abajarse en el lugar donde está asentado. Y aquel agujero conviene que sea cuadrado y que tenga de alto, a lo menos, tres palmos y, de ancho, medio. Y, encima de este madero, hay otro que es G, el cual sale afuera, de los dos cabos de los maderos D E, dos palmos a cada parte. Y este madero tiene firme toda esta prensa o artificio y, a los cabos de este madero G, Ufol. 355f\ está cavado en el medio, para asentar dos mazos, para dar en dos cuñas que aprietan, para abajo, el madero F, el cual se viene a encajar en aquel pisón que entra en aquel hoyo donde se pone la cera para prensarla. Y estos mazos, que son H I, los cuales están afijados en dos hierros que los tienen encajados. Y estos hierros son K L, los cuales tienen, al cabo, dos agujeros cuadrados, que es M N. Y, en estos agujeros cuadrados, se les pone dos palos, a modo de mangos de segures, largos de cuatro palmos, que es O P. Y, en estos palos o mangos, se le asen, a cada uno, 38

Tachado: lq. [427]

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Figura

III

274.

unas cuerdas para haber de levantar el mazo, para que hiera en dos cuñas, que es Q R. Y estas se van calando, poco a poco, por aquellos agujeros donde está el madero F. Y, después, se hace un hoyo en tierra, o en piedra, que sea cuadrado, donde se recoja la cera que sale de la presa A, que es B. Y, después, se hace otro, que es cuadrado, que es T. Y hácese un agujero, que pasa del hoyo S, que es cuadrado, y pasa al otro hoyo T, donde se toma la cera para ponerla en los moldes. Y tomarla después en panes grandes o pequeños, según que a cada uno más agradare el hacerlos. Después se hace un hornico, que es V, el cual tiene asentadas dos calderas, que cada una de ellas cabe seis cántaras de agua, que son X 39 . Y a este hornico se le hace su chimenea, para recibir el humo que se hace del fuego que se hace a las calderas X 40 . Y estas calderas conviene que siempre esté la una caliente, a causa que no se haya de estar aguardando que se caliente la agua, que acabada la una, se vuelve ha henchir y calentar entre tanto que se gasta la que está caliente y, así, va procediendo, de mano en mano, hasta haber acabado. Y esta agua caliente se pone encima de la cera, a causa que se ablande, para poderla prensar. Y, cuando se prensa, se va poniendo al escarzo, a suelos, y, entre el un suelo y el otro, se pone, entre medias, unas [/fol. 355v\ estericas hechas de esparto tejido, de dos palmos de ancho. Y, para hacer andar este artificio con agua, conviene hacer una rueda grande de madera, como la de los molinos de aceña, que tenga sus palas para donde pueda herir la agua. Y en el eje de esta rueda Y se le acomoda un gorrón 41 , el cual está volteado, como lo dibujaré aquí abajo para mayor inteligencia de lo que tratamos. Y, en ese manil, se le acomodan aquellas cuerdas que yo dije que es42. Y en estas cuerdas se ponen dos argollas o anillas para que jueguen en aquel gorrón o manil de la rueda. Y, 39 40 41 42

Tachado: Tachado: Tachado: Tachado:

Z. Z. V. Q R,

[428]

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también, podrá hacer el mismo efecto dos barras de madera o de hierro, con tal que puedan jugar, a los dos cabos, con los dos maniles, así de la rueda como de los mazos. (Figura 274) Ufol. 356r\ Muchas otras invenciones se pueden hallar para el mismo efecto que hace aquel manil de la rueda, para mover aquellos dos mazos. (Figura 275)

[429]

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J


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III

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Libro Trece

Ufol. 358v~\.

43 Hasta

aquí son trece. Hay aquí 44 tres.

Gasto: 51 Jusepe 60 Mateo 20 Blas 36 Mateo 24 Blas 31 Yeso 18 Bartolomé 16 Peones 20 Cerrajero 15 Pates y clavos (Figura

276)

A: linterna en el eje del molino. 4 balacutres. Diámetro % B:

rueda apuntada de45 palmos tres de diámetro

C: rueda apuntada de 3 palmos de diámetro D: linterna que está asida al torno de el cedazo y le hace andar, de 2 palmos de diámetro

43 El folio que correspondería al fol. 357v, 358v y 359v contiene unas anotaciones y dibujos efectuados una vez finalizado el Libro Trece. 44 Tachado: dos.

45

Tachado: dos. [431]


TOMO

Ufol. 359v] La a 15 a 14 a 13

III

docena a 8 floreado entre dos telas despojador pasador.

[432]

FUN DACION JUANELO TURRIANO


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