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EL ALUMBRADO DE GAS !Di IMl W'lll1114l !Di ill&lID!llllID.
lllobrib: IMPRENTA V FUNDICION DE DON EUSEBIO AGUADO,
AL tratar de establecer una industria nueva en una capital como Madrid, hemos creido que estábamos en cierto modo obligados á publicar esta memoria, no solamente para pagar un tributo debido á la curiosidad, sí que tambien para colocar á la nueva empresa en su verdadero lugar industrial y de utilidad pública. El único ejemplo de alumbrado de gas que hay en Madrid ha sido una razon mas para impulsarnos á preparar la opinion pública en este asunto , ya que por abandono, ú otras razones que no queremos tomar en cuenta, el alumbrado del Palacio tiende á oscurecer mas bien que á aclarar las ideas que acerca del gas pudieran tenerse. La parte mas ilustrada de la poblacion de Madrid y la que conoce mejor sus intereses ha de ser nuestro juez, y por lo tanto seremos muy esplícitos; pero séanos tamhien permitido estendernos con alguna nimiedad en empresa tan poco conocida aquí , y de la cual se hao teni-
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do y tienen t.odavía tan erróneas y exageradas nociones. El alumbrado de gas es uno de los descubrimientos de mayor importancia de nuestros tiempos: ninguna prueba de tanto peso puede presentarse en favor de este aserto como los adelantos que en él se han hecho, y el calor y empeño con que ha sido · cultivado por todas las naciones de 22 años á esta parte. Su posesion ha llegado á ser en el dia un punto de honor para todas las pobla. ciones cultas , y es á la verdad incomprensible, cuando las ciudades principales de Europa disfrutan de sus beneficios; cuando la Habana , Barcelona y Valencia le han adoptado ya y reconocen todas sus muchas ventajas , que la corte y capital de las Españas carezca aún de tan envidiable mejora. Su necesidad, sin embargo, ha sido tan reconocida en Madrid y otros puntos en que poi' circunstancias particulares no se han podido establecér fábricas del gas corriente, que se ha tratado de mejorar el sistema antiguo de alumbrado introduciendo el gas comprimido portatil, y hasta otro combustible designado con el peregrino nombre de gas líquido. Por muchás ventajas que todas estas innovaciones parezcan ofrecer tratando de sustituirlas á la cera , al sebo, ó al aceite tienen que caer todas en descréditÓ ante el gas corriente. Una idea ligera de la fabricacion y distribucion de gas segun se hace en el dia en las ciudades de Europa, y del modo que nosotros deseamos establecerla en Madrid,
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dirá mas en su favor que todo cuanto nosotros pudiéramos añadir á lo dicho. Sabido es que haciendo subir la temperatura de los cuerpos por medio del fuego estos se descomponen, y sueltan po1· decirlo asi vapores ó cuerpos aeriformes de diferentes naturalezas. D.e este modo una cantidad de agua puesta por algun tiempo sobre el fuego se convierte en vaho. Cuando se someten las materias orgánicas á la accion del fuego se combinan sus elementos, ó sean. sus partes componentes , en diferentes proporciones, que varian segun su naturaleza y la temperatura á que se opera._Si se las calienta en una vasija cerrada y sin aire, se desprenden cuerpos volátiles ó gases, que si se recogen en aparatos á propósito y se sueltan poco á poco por aberturas muy pequeñas se combinarán con el aire tan luego como se les acerque un cuerpo inflamado, produciendo instantáneamente una llama mas ó menos viva. Esta con-, tinuará brillando tanto tiempo como continúe saliendo por las aberturas una corrieote no interrumpida de los cuerpos volátiles, ó del gas. Varias son las materias que pueden emplearse con ventaja para conseguir un gas propio para el alumbrado. Los aceites fijos, la hulla ó. carbon de piedra, los betunes y las resinas ofrecen buenos resultados; pero sin detenernos á hace1· una enumeracion prolija de todos los productos de que pueden estraerse gases para el alumbrado, ni á apreciar las circunstanci~s particulares ele cada uno
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de ellos, pasaremos
á describir muy ligeramente la distribucion del gas desde la fábrica á todos los puntos de una poblacion. Inutil creemos hacer la descripeion de todos los aparatos y medios de elaborar que se emplean en una fábrica de gas, pues además de no ser empresa facil el hacerlo con términos y voces á todos familiares, á nada concluciria. Bástenos saber que una ve1, obtenido el gas se almacena ó deposita en los gazómetros, que no son otra co a mas que unas campanas que pueden tener algunos centenares de pies de diámetro, colocadas sobre una cuba ó cisterna llena de agua. Estas campanas son de chapas de hierro , y la cisterna puede ser de hierro colado, ó de mampostería. De estos gazómetros sale el gas á los tubos que atraviesan debajo de tierra y sin interrupcion toda la ciudad, dividiéndose y subdividiéndose sin cesar en otros de menores diámetros. Figúrese un árbol subterráneo , que teniendo el tronco en la fábrica vayan recorriendo sus ramas todas las calles é introduciéndose en todos los establecimientos , en todos los cuartos; imagíne.5e que por las ramas de este árbol va corriendo sin cesar un fluido del mismo modo que la sávia en las plantas, y que este fluido llega á la estremidad de la rama mas apartada del tronco, y se tendrá una idea exacta de la canalizacion del gas y de su distribucion por todas partes. Estando las estremidades de las ramas mas pequeñas que terminan dentro
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de un farol, ó en las tiendas, oficinas y habitaciones de la pohlacion, horadadas con una ó varias aberturas pequeñas que puedan dar salida al gas por medio de una llave sencillísima, bastará dar una vuelta á esta llave, y aplicar una cerilla ú otra luz cualquiera á la corriente de gas para conseguir inmediatamente una llama brillante y contínua. Las aberturas pueden colocarse de mil modos distintos en los mecheros, de manera que los chorros de luz, que salen en diferentes direcciones, produzcan varias y vistosas figuras, imitando flores, canastillos, y otros objetos tan gratos á la vista como inimitables. Basta lo dicho para dar á conocer la limpieza y comodidad, que sobran por sí solas á recomendar al alumbrado de gas ; pero si á estas ventajas se unen la intensidad ó fuerza de la luz y la baratura, ¿quién será el que no adopte con avidez una mejora tan util y preciosa? ¿ Qué mas pudiéramos decir en defensa de la empresa que ahora nos ocupa? ¿ A quién no pasma una invencion que parece conducir la luz aprisionada como otro cualquier fluido, llevándola en todas direcciones para derramarla pura y sin igual sobre los ricos artefactos del comerciante, en las oficinas del hombre de negocios, en los salones del rico, y disputar en todas partes al dia su ale.gría y brillantez? En nuestras habitaciones mismas aumentaremos incontestablemente nuestro bien estar sin tener que luchar con mil incomodidades ocasionadas por la compra y uso del sebo y del aceite, por su olor
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nauseabundo y las manchas que in cesar por todas partes ,·ierten. Tales son en efecto las principales ventajas del alumbrado de gas: ahorro de tiempo, de dinero y de incomodidades· 1-impieza y comodidad. Pasemo ahora á hablar de nuestra empresa. La contrata para el alumbrado de gas, hecha por el Excmo. Ayuntamiento de Madrid con Viejo l\fedrano, despues de haber padecido toda clase de vicisitudes por espacio de muchos años, será en fin llevada á cabo por nosotros. Poseedores ya de la contrata y reconocidos por el Excmo. Ayuntamiento, hemos creido muy del caso asegurar para la empresa el apoyo y proteccion de los primeros capitalistas, y confiados ya en esta ayuda formamos una compañía anónima, nq tan olo para realizar mejor nuestro pensamiento, sjno tambien para dejar al con umidor futuro en libertad de er accionista de la empresa y participar de todos us beneficios. De este modo estará en estado de vigi-. lar cumplidamente sobre los intereses de la empresa al mismo tiempo que trate de proteger los suyos propios. El capital de la sociedad es de 12.000.000 de reales, representados por tres mil acciones de á 4.000 reales cada una. A.. fin de evitar operaciones embarazosas las accjones serán al portador. Los estatutos de la sociedad, que se hallarán impre os en las oficinas de la misma, darán á conocer completamen~ te las demá _ condiciones y pactos de la empr{)Sa.
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Entre los muchos motivos que han retardado en Madrid el cumplimiento de la contrata del alumbrado de gas, uno de los principales era la creencia en que se estaba de no poderse fabricar el gas con provecho mas que de carbon de piedra. Este escaseaba casi totalmente en Madrid; la leña estaba cara; la produccion de resina era poca; y en presencia de estos hechos, y al ver que la Europa entera sustituia el gas de carbon de piedra al del aceite, se miraba con desconfianza una empresa que parecia ofre cer tantas desventajas. Sin embargo, el que abandonasen algunos países el gas de aceite por el de carbon de piedra que poseían con baratura y abundancia, no era una prueba de que en Madrid, donde se ca.recia de este combustible, fuese imposible fabricar con bastante ganancia otro gas cualquiera. Nadie se cuidaba de establecer exactas relaciones entre los resultados que ofrecia el carbon, el aceite, las resinas y otras sustancias, cori s1:1s precios. Es indudable que ninguna :materia ofrece tantas ventajas para el alumhrado como el carhon, siempre que sea abundante y que su precio no sea muy subido; pero veamos si en Madrid es tanta la diferencia entre este y el aceite, y si son tan mezquinos los beneficios que nos ofrece. Segun los datos referidos por Mr. Dumas en su tratado de la Química aplicada á las artes, 1 kilógramo ó 2, 1.8 libras de hulla producen 200 litros ó 396,06 cuartillos de gas; 1 kilógrnmo de aceite produce 800 litros, cuya luz equivale á la de 2800 litros, ó 0001.,84
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cuartillos de gas de hulla; 1 libra de aceite equivale pues á unas 15 libras de hulla. Compárese ahora esta proporcion con la de los precios respectivos de ambos artículos fuera de puertas en Madrid, y se verá cuál de los dos ofrece mejores resultados. Aun en los puertos de mar y otros puntos se hallarían ventajas á favor del aceite, si el coke ó llamémosle ciscan, que resulta despues de estraido el gas del carbon de piedra, no inclinase la balanza en su favor, por ser aquel un combustible de la mayor utilidad. Tambien recordaremos en este lugar, que al tiempo de plantearse en París el alumbrado de gas, el carbon de piedra costaba 400 rs. vn. la tonelada, y que en el día, las acciones de semejantes empresas valen en la bolsa de aquella capital tres veces y media su valor primitivo. Para apreciar mejor las utilidades de las varias sustancias que pueden emplearse, como tambien la superioridad del alumbrado de gas sobre el comun y antiguo, fuerza es tomar en cuenta la intensidad de la luz que por unos y otros medios se obtiene. Un mechero ordinario consume 136 litros, ó 273,626 cuartillos de gas de hulla, y 38 litros ó 75,376 cuartillos de gas de aceite. La luz que se obtiene está en proporcion de 127 á 100 con la de una lámpara que consuma 42 granos de aceite por hora, y equivale á la luz de 12 velas de seis en libra, y la de 9 bujías de 5 en libra
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poco mas ó menos: en proporcion á la cantidad de luz el alumbrado de gas vale una mitad del actual. Bueno será observar aqui, que el consumidor podrá comprar el gas por volumen; que se medirá por medio de contad01·es ó gazómetros que habrá en cada casa, y que la empresa venderá ó alquilará estos á los particulares. De este modo cada uno podrá arreglar el gasto de luz que necesite á su antojo, sin satisfacer nunca mas de lo que en realidad haya gastado. Las sustancias que los contratistas y los ingenieros de esta vasta empresa se proponen emplear para la fabricacion del gas, son todas productos del país. Segun hemos visto ya, el aceite y las resinas podrán competir ventajosamente en Madrid con el" carbon de piedra por algun tiempo todavía, y hasta que la industria carbonífera de Palencia y Cuenca tenga el necesario desarrollo. Los ingenieros, por lo tanto, sin decidirse del todo por ninguna sustancia en particular , piensan usarlas todas en las proporciones mas ventajosas, y hacer que para ello contribuyan el aceite inferior, el orujo de la aceituna, las resinas de los pinares de Cuenca ú otros, y los criaderos de hulla mas cercanos de la capital. ada se consumirá que no sea producto del país, y si las circunstancias nos obligasen á variar en algo nuestro sistema de fabricacion, jamás nos inducirían á desviarnos en esta parte de nuestro propósito. Finalmente, y para tranquilizar completamente á to-
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dos acerca de esta empresa, les suplicaremos que compa ren nuestro capital social con los 100.000.000 de reales que se destinan en París al alumbrado , y que no olviden que la compañía del alumbrado de Madrid es única, no tiene que temer competencia alguna (como las estrangeras), y puede obrar ámplia y libremente. No dudamos, pues, que el público ilustrado de Madrid nos preste su mas eficaz apoyo y cooperacion en una empresa cuyos beneficios solo á él pertenecen , y que acuda con avidez á tomar parte como accionista y como consumidor en la compañía que hemos formado á este fin, y que con tan lisonjeros auspicios da sus primeros pasos en esta capital. Madrid 28 de febrero de 1846.
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SOCIEDAD MADRILEÑA PARA
Et AtUIBRADO DE GAS EN MADRID. Con este nombre ~caba de constituirse, con todas las formalidades y requisitos que exijen las leyes, una Sociedad anónima, cuyo objeto es el alumbrado de gas de la villa de Madrid, y los ramos de industria que con el mismo tengan relacion. Esta Compañía tiene el privilegio esclusivo del alumbrado segun la contrata celebrada con el Excmo. Ayuntamiento, y se halla pronta á dar principio á las obras necesarias. Su capital social es de 12.000.000 rs. vn., dividido en 5.000 acciones de 4.000 rs. cada una. El importe de cada accion se pagará por décimas partes en las épocas establecidas en los estatutos de la Compañía, que se hallan impresos y se repartirán á los suscrito res en las oficinas de la misma, sitas calle de Atocha, n. 0 54, cuarto segundo.
D . .José Salamanca, Presidente. Excmo. Sr. D. Pedro Surrá y Rull. D. Nazario Carriquiri. D. Mariano Carsi. D. José Buschenthal. D. Eduardo O. Manhy. D. Guillermo Partington.
, FORMULA PARA PEDIR ACCIONES.
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Sfrvanse
VV. insertar mi nombre como susc1'Ítor de la Sociedad 1Wadrileña por acciones de 4.000 1·s. vn. cada una, comprometiéndome á aceptar cualquier número menor que se me adjudique, como tambien á pagm· los depósitos en las épocas establecidas, haciendo el primero de 400 rs. vn. al tiempo de tomar las acciones. Madrid de de 1846. Nombre y apellido. Profesion. Residencia.
Los pedidos deben dirigfrse á las oficinas de la Sociedad.
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., SOCIEDAD M!DRILEÑl l' Al\ A
EL A.LUMBR.tlDO DE GAS :b'e .tllla'bri'b •
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OOUPANIA HADRILENA.
t!LLE DK S. ESTEBAN N, 2,
POERT! DE TOLEDO,
..... PRECIOS 'W OONDIOIONES DEL ALIJUDRADO.
ARTICULO PRIMERO.
La Compañía pondrá por s11 cuenta los tubos para conducir el Gas, desde los con duetos principales hasta la fachada de la casa del consumidor. · ARTICULO
2. 0
El consumidor pagará todo el coste de los aparejos interiores para su alumbrada, y á fin de que el público tenga una seguridad completa, no se permitirá poner aparejo alguno para el servicio de dicho alumbrado, sino por las personas autorizadas al efecto por la Compañía. Antes de empezarse á plantear el alumbrado en un local, sea el que fuere, se firmará un convenio entre el consumidor y el aparejador. La Compañía se cerciorará de la solidez de l-0s aparejos y exigirá del consumidor que firme una póliza para su alumbrado particular, antes de empezará dar el surtido convenido ae Gas. ARTICULO
5.
0
La Compañía se reserva el derecho esclusivo de vender y colocar las boquillas por medio de las cuales arde el Gas. Estas boquillas llevarán el sello de la Compañía. ARTICULO
4. 0
El Gas se podrá tomar por medida ó por horas, al arbitrio del consumidor. El precio del Gas por medida será de 7o rs. vn. por cada mil pies cúbicos, segun lo demuestren los contadores que colocará la Compañía y de cuya exactitud tiene derecho de cerciorarse el consumidor. Estos contadores como igualmente las boquillas, se pagarán por los consumidores á precios fijos y en proporcion á su tamaño. La Compañía alquilará tambien contadores á los consumidores que no quisiesen comprarlos. Los consumidores por medida podrán usar de la boquilla que mejor les parezca, y usar tambien el Gas para otros fines diferentes del alumbrado, como para caldear las habitaciones, para guisar, para estañar ó derretir y otras operaciones fabriles, y podrán consumirle á todas horas en que haya la necesaria presion en los tubos principales.
ARTICULO
5.0
Los precios del alumbrado por hora serán segun sigue:
PREVIOS POR :HES.
DURACION DE LA LUZ
,,TODOS LOS DIAS DEL MES.
-DESnE EL ANOCHEC..ER JlASTA
--
AfECDERO
pequeño de
abanico.
TODOS LOS DIAS MENOS LOS DOMINGOS.
MECDERO MECIIERO MECDERO de Argaod de Argaod grande de de de ,. agujeros. 10 agujeros. nbanlco.
MECHERO MECHERO Me.ene.no MECHERO pequeño de Argand de Argauct Krande de de de de abanlco. 111 aguj eros. 10 agujeJ'os. aban leo.
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Ne se podrá usar mas que de los mecheros espresados en el antecedente estado para los abonos por l1ora. La altura de la llama delos mecheros de Argand no debe pasar de dos pulgadas en los de 12 agujeros y de dos y media pulgadas en los de l6 agujeros. No podrá arder ningun mechero de Argand sin un tubo derecho de cristal. No se admitirán abonos á precios fijos por mes, á no ser en locales en que la Compaüía pueda inspeccionar fácilmente las luces y alumbrado. Todas las damas luces tendrán que arder por medida,y en este caso se podrá consumir todo el Gas que se quiera á cualquiera hora. Todo consumidor por horas que agrandase el taladro de los mecheros de su abono, tiene que pagar, el doble del precio de su abono. La Compañía cobrará de cada consumidor por hora dos reales al mes, por abrir, cerrar y ensebar la llave esterior que dá eutrada al Gas en su local, y ninguno de dichos consumidores por hora podrá encender antes de anochecer, ni continuar ardiendo Gas des_pues de la hora convenida para apagar su alumbrado. La Compafüa tendrá derecho en el caso ele infringirse en todo ó parte las precedentes reglas, á cobrar del consumidor el doble de su abono por aquel mes. ARTICULO
6.
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Los consumidores podrán hacer con-veníos con la Compaüía para el alumbrado por un número de años, pero no se podrán hacer convenios por menos de un año. Se entenderán cerno renovados y continuados los convenios cuya cesacion no se avise tres meses antes de su conclusion. ARTICULO
7. 0
El precio del alumbrado se pagará en los primeros dias de cada mes. Los agentes y empleados de la Compañía podrán examinar en cualquier tiempo los aparejos y piezas del alumbrado, y aunque la Compaiiía no es responsable de los dailos que esto5 padezcan, este exámenes sin embargo muy útil al consumidor. ARTICULO
8.
0
Cualesquiera contest.aciones ó diferencias que haya entre los consumidores .Y la Compañía, se decidirán definitivamente y sin recurso ni apelacion por dos árbitros nombrados respectivamente por las partes. Si estos no estuv1esea acordes nombrarán otro tercero en discordia de comun acuerdo, y si no se aviniesen en la eleccion de este, su nombramiento se hará por el tribunal de comercio de Madrid.
COMPAÑIA MADRILEÑA
EL ALUAIBRADO DE G!S DB ~l!DRID. 0F14Jl~ ,u¡:
C.\.\\\e,
o.e, 'i:lM\ Y.'ott\it\\\,
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FADBU:&: \''1.\1/tt\\ 1\e, 1o\e,ó.o.
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l'iUESTR.O
Tenemos el honor de acompañar adfunlos los precios y condiciones del nuevo alumbrado que hemos planteado en esta capital, y al hacerlo nos permitirá Y. que llamemos su alencion sobre los siguientes puntos de comparacion entre aquel y los demas sistemas de alumbrado. Con el fin de simplificar el cotejo, tomaremos por base de comparacion la luz que se halla en primer lugar en la tarifa para los consumidores por hora, á pesar de que se puede conseguir igual luz á un precio mas arreglado si se consume el Gas por medida. Esta lu::;; costará, segun se vé, 25 n. vn. al mes, y stt intensidad, averiguada con exactitud por med1'0 del fotómetro, es equivalente en un mes: á 53 libras de velas comunes de sebo de seis en libra, cuyo coste es de 106 rs. vn. á 28 libras de velas de estearina de la fábrica de la Estrella de seú en libra, cuyo coste es 230 rs. vn. á 39 libras de aceite que ardan en un quinqué comim de torcida lúa con tubo de cristal, cuyo coste es de 78 rs. vn. á 31 libras de aceite en un quinqué de Argand, c11yo coste es de 62 rs. ·1:11. á 16 libras de aceite en una lámpara superior de Carcel cuyo coste es de 32 rs. vn. Por consiguiente, siendo nuestro Gas de 1ma calidad muy superior á lo que se fábrica solamente de carbon de piedra, dará una lu;;; igual á la que produzcan las materias y cantidades referidas, con un ahorro de 76 ½ por 100 comparado con velas de sebo. 89 id. id. con velas de estearina. 69 id. id. con quinqués de torcida lisa. 60 id. id. con quinqués de Argand. 22 id. id. con lámparas de Carcel. Debemos tambien indicar, que en el anterior cálculo y cotejo solo hemos lomado en cuenta el valor del aceite consumido, siendo así qite los gastos de torcida, limpieza y cuidado diario, hacen aun mas notables las ventajas del nuevo alumbrado sobre los que preceden practicados hasta el dia.
El Gas es ademas muy útil para otros obj<'tos dii:ersos, como para caldear las habitaciones en estufas hechas al efecto y que 'llO necesitan chimenea; para guisar en aparatos á propósito que se usan en Inglaterra en donde el combustible está basta'/lte mas barato que en España; para estaiiar, derretir y otros 11sos y operaciones fabriles. Los consumidores q11e tomen el Gas por medida, pagan en proporcion de la cantidad que necesiten, y tienen la ventaja de poder enc,ender á cualquiera hora y de consumir exactamente lo que les sea necesario $egun las cfrcimstancias. No necesitamos añadir que el Gas se 11sa con grande economía y lucimiento en las iluminaciones. Finalmente, ,·ecordaremos á V. las infinitas 1,·entajas del Gas para alumbrar portales, escaleras, tfrndas, oficinas, establecimientos públicos y otros, pues ademas de su mucha limpie:::;a y de no necesitar un cuidado y trabajo diarios, es tanto menos espuesto á cai1sar incendios, que las Compaftias de seguros en Francia dism,·nuyen considerablemente los precios de sus seguros en favor de los que usan de dicho alumbrado. La causa de esta preferencia es que las lllces de Gas no despiden jamás chispas y no pueden llevarse de una parte á otra. En consecuencia de lo espuesto no dudamos en dirigirnos á r. y esperamos nos favore:::;ca con sus órdenes. PRESIDENTE,
José de Sala111ane11. DIRECTORES.
Pe1h•o Sur1•á y Bull. Mariano Carsí. José Huselae11tbal.
Nazario CarriquiI•i. E1luar1lo 1'.Iaub,·. Gulller •uo Pa1•ti11gto11.