El Miliario Extravagante nº 80 (febrero 2002)

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TRTMESTRAL PARA EL ESTUDTo DE LAS vÍes RoueNns y orRos rEMAS DE GEocRArÍe msrózuce

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M.P.LXXX

ISSN:0214-1051 Depósito Legal: CA 613/88

Cuurlu Epoca

Editor, director, redactor-jefe, administrador y mecanógrafo: Gonzalo Arias Los Rosales, 20 29380 Cores de la Frontera (Málaga)

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N'80 Febrero de2002

Teléfono:95215 4499 Fax:95 215 4473 Coreo electr.: gzlarias@jet.es

Secretaria:

Hilde Dietrich de Arias

Consulte naeslro silio llEB : http://www.miliario.f2s.com

ANIMADO COTEJO DE OPINIONES De nuevo nos ha sido imposible mantenernos en el deseable límite de 36 páginas, pese a adelantar la fecha de aparición de este número, que debería ser marzo. La afluencia de originales es en buena medida (el 40oA de este número) secuela del importante trabajo de Jesús Sánchez con el que se inauguró la serie de Anexos. Creo que ello es visto con agrado por todos; por la dirección del ME, confortada por el interés que suscita lo que aquí se publica; por el autor que abordó primero el tema, que ha tenido ahora ocasión de ampliar su investigación y ofrecernos un esclarecedor estudio complementario sobre otra campaña militar, otro Alfonso y otro Puerto del Rey; por los demás que hemos apoftado o tratado de aportar otros puntos de vista, aunque sólo fuera por el placer del diálogo; y estoy seguro de que también por los lectores que asisten silenciosos al debate. [Sigue en última página/

SUMARIO Página

Características de la inflaestructura viaria romana, por Isaac Moreno Gallo ........... El Puerlo del Rey y Ia campaña de Alfonso VII de 1133, por Jesús SánchezSátchez En tomo al Puerlo del Muradal, por José Muñoz del Campo Un nuevo miliario anepígrafe en Sta. Eulalia de Esperante (Lugo) Alce> (Civitas) Alcanea > Ocaña, por Jesús Rodríguez Morales La Salacia del Algarve, por Gonzalo Arias ............ Almodóvar del Pinar y sus viejos caminos. Comentario, extractos y deducciones .................. Lo que dicen nuestros corresponsales Un viaje a Almodóvar del Pinar. Escribe José Antonio Cezón desde Alcalá de Henares Comentario a "El Puefto del Muradal..." de Jesús Sánchez. Escribe José M" Almendral desde Réplica al artículo de Amparo Castiella. Escribe Alicia Canto desde Madrid Calzada de la Fuenfría. Escribe Jesús Rodríguez Morales desde Móstoles ................. Nótula sobre Arfigi y Artigi quod luliensis. Escribe de nuevo Alicia Canto Ecos, extractos y refritos

2

1t 22

26 28

29 30

Madrid

32 34 35 36 37

El Simposio Internacional Itinera Romana

38 38 39

El VI Congreso de Caminería Hispánica

40

Oba romana

40

iario Ext

4


Características de la infraestructura viaria romana Isaac Moreno Gallo 1.- Objeto

Se pretende con este trabajo realizar un somero análisis de las características del trazado, las soluciones de drenaje y la tipología de la infraestructura de las vías romanas, tomando como base la amplia información recabada al respecto en las labores de investigación llevadas a cabo por el autor en los últimos años en el noÍe peninsular.

La identificación y el análisis exhaustivo de grandes longitudes de vías romanas permiten detenninar las características de trazado y afirmado utilizadas por los ingenieros roÍranos en una imporlante diversidad de circunstancias. A este respecto, tras estudiar en torno a un millar de kilómetros de caminos romanos cierlos en el norte peninsularl, he podido contar con la casuística suflciente para liegar a conclusiones válidas en lo que respecta a las características técnicas de las vías que se construyeron durante e[ periodo romano.

Independientemente de la pormenorización de estas características que luego expondré, existe una apreciación fundamental, característica típica de las vías rornanas: La evidencia absoluta del ernpleo de técnicas de ingeniería, tanto en el trazado como en el afirmado, que permiten sobradamente el tráfico rodado. Esta circunstancia me ha permitido discriminar otros varios cientos de kilómetros de caminos, hasta ahora considerados corrro romanos por la arqueología, que me veo obligado a dafar en épocas diferentes a la del mundo romano. En contraposición a los romanos, Ios caminos medievales, carecen de la intervención del ingeniero y en general de la calidad técnica suficiente para permitir el tráfico rodado. Evidentemente los objetivos buscados no eran los mismos. De todos ellos pondré varios ejemplos.

Desde siempre,

la guía por excelencia para la

identificación de los caminos rornanos la ha constituido el conocido ltinerarium Provinciarunt Antonini Augusti (en

el Itinerario). Se trata de una relación

de

' MORENO CAILO, l. Descripción de la t/ia de ltalia ct Hispania en Btrrgos y Palencta (novienrbre de 1998). Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura. - l" edición de 1999, en formato interactivo en CD-ROM con la colaboración de la Junta de Castilla y I-eón. - 2" edición de 2001. libro cditado por la Diputaciórr Prov. de Burgos y la Diputación Prov. de Palencia.

l. l.a Red l,'iaria

Antigtrct en

La

Rioja

(noviembre 1999). Atexos de El Miliario Exfravagante,2. (Dic.2001). En lo que se refiere a otros datos que se utilizan en este trabajo, deben de considerarse inéditos los consignados en las provincias deZaragoza. Navarra, León. Cantabria l otras varias del noÍe peninsular (1996 2000).

[80] 2

Este es el caso de la vía no 1 de la edición de (DE ITALIA IN HISzAN:AS A MEDIoLAIvo VAPII{CO TRANS ALPES COTTIAS MANSIONIBLTS

STJPRA SCR]PTIS MP CCLV. INDE AD GALLICIAM AD LEGIOIVEM VII GEMINAIvI) cuyo reconido en España

abarca desde la Junquera hasta León, pasando por Tarragona y Zaragoza. El hecho de poder tener determinados casi todos los puntos de conexión Qnansio)

de los

diversos tramos me ha facilitado mucho la identificación y el estudio realizado en toda su longitud por las actuales Comunidades Autónomas de Aragón, La

RiojayCastillayLeón. Su recorido se solapa con el de otras vías

descritas en el Itinerario y entre todas describen un único corredor.

Está claro que no todas las vías quedaron recogidas en el Itinerario. Por ejemplo, ciudades de la impor-tancia de Clun.ia disponían de comunicaciones interurbanas no reseñadas en las fuentes clásicas y cuyos vestigios y trazado se pueden seguir hoy en día. Sin embargo creo que no son demasiadas Ias que

quedan fuera del Itinerario y si rnuchas las que se pretenden romanas sin serlo. La mayoría de éstas, descritas en la diversa bibliografía hoy existente, son simples caminos empedrados que o no comunican ciudades romanas o no tienen la continuidad suflciente para evidenciar tal cosa.

De cualquier fonna, en todas las vías romanas el empleo sistemático de

estudiadas queda constatado

técnicas avanzadas que las diferencian ampliamer.rte

de

otros caminos antiguos.

3.1.- CaracterÍsticas de trazado.

3.- Los caminos romanos.

MORBNO GAILO,

todas bien identificadas Saavedra3

2.- Antecedentes.

adelante

itinerarios en el que figuran antiguas ciudades romanas (mansio) cada una de las cuales va acompañada de la distancia en millia passuum que la separan de la anterior'. La reducción de muchas de las mansiones a un lugar concreto es todavía un enigma para la arqueología, aunque alguna de las vías más importantes tienen casi

Vía y mansio forman un conjunto

estratégico

fundamental para la socioeconomía de la época romatra. Una se apoya en la otra para sobrevivir: mientras que el tráfico de mercancías y personas es indispensable para la prosperidad de la ciudad, la presencia de ésta asegura la supervivencia física del camino a la vez que controla eficazrente el tránsito por é1. Así, prácticamente todas las ciudades comunicadas por la vía son cabeza de puente, a veces múltiple, guardando la integridad de éste a la vez que controla el paso por é1, premisa fundarnental de éxito en casos de conflicto bélico. RoLDÁN HERVÁS,.1.M. 1975, p. 19 y ss. ltineraria Hispancr. ']Ver t Discursos leídos ante la Real Academia de la Historia en la recepción pública de Don Eduardo Saavedra el dia 28 de diciernb¡e de 1862, Madrid 1914.


Las escasas excepciones a Io dicho son las de aquellas ciudades cuya situación en el paso obligado o difícil les confiere igual valor estratégico, tal es el caso de aquellas que controlan pasos difíciles, collados o pueftos. El trazador romano también tenía en cuenta estos aspectos y el diseño de la via responde a cierlas características generales que el ingeniero de la época sabía conjugar con adrnirable equilibrio y haciendo honor

dirección

a su nombre con gran ingenio.

menor rapidez que

características encontradas

en el

perfil

longitudrnal de las vías romanas debe concluirse que estas estaban diseñadas para el tráfico de rueda. Se busca el

lugar de paso que origine las pendientes más posibles

y

suaves

cuando se opta por acoftar el desarrollo en de la pendiente, ésta no supera valores razonables para ser superada por vehículos cargados ni

detrimento

longitudes excesivas que provoquen el agotamiento de los animales de tiro.

En este sentido podemos afirmar que estamos ante verdaderas carreteras de su época. De igual foma cabe desmentir la afirmación tan generalizada de que las vías

romanas aprovechan caminos anteriores o tradicionales. Aunque utilizasen el mismo corredor,

ya los

caminos romanos eran de nueva planta, diseño in¡ovador

y

preparados para fines comerciales hasta entonces

desconocidos.

A modo de ejemplo del uso de técnicas

ayanzad,as

expondré varios casos:

He podido constatar varios casos de pendientes continuas muy prolongadas, en alineaciones en planta cuyos extremos no se ven; Subida de la Val del Trashumo de 3 km (1%) entre Barbariana y Calagurris o la subida al castro de Deobrígula desde el río Ubiema de 1 km (3%). Forzosamente tenemos que pensar en el empleo de técnicas de nivelación para conseguir la uniformidad de la rasante.

Para evidenciar la bondad de los trazados romanos expondré alguno de los tramos estudiados comparati-

amente

con los coredores de las

infraestructuras modemas que sustituyen a la comunicación romana. En el tramo Calahorra - Agoncillo la vía romana describe el frazado más recto posible sin pendientes notables. IJn trazado avalado por Ia moderna recuperación del corredor por pafte de la autopista A-68. Difícilmente podría haberse frazado mejor la vÍa romana de otra fonna: con el frazado más corto posible, con pendientes entre el 0oA y el 2%o en la mayor parte del recorrido y con pendiente máxima puntual del 3,8Yo. Para corroborar esta afrrmación merece la pena apuntar aquí la opinión formulada en 1843 por el ingeniero encargado del proyecto de la actual carretera entre Logroño y Calahorra*. El trazado que Caballero Zamorafegui eligió para la actual carretera N-232, en lo que difiere del de la vía romana, vino forzado por el paso de la carretera por los pueblos de Ausejo y el Villar, como

t

Proyeclo de caruetera de Logroño a Calahorra. Manuel Caballero Zomorategu¡. 30 de narzo de 1813. OP-C1224/01. Archivo Histórico Provincial de La Rioja (AHPLR).

este

de converfir en unq cdrretera mucho más cómocla

construcción más económica que

y

por

/ácit

y

de

cualcluier otra

y de mucha el camino por los pueblos. eue

que tiene mucha menos bajacla

aunque es cierto marcha en despoblado y el pasrjerr.t no encuentra otro auxilio que nueve renlqs,. luego que la

3.1.1.- Calidad de diseño.

Por las

él mismo reconoce en su Memoria, a pesar de que

frazado era peor que el Camino de las Ventas entonces en uso, o sea, la vía romana. Caballero Zamorategui indica expresamente qae: "El cantino de las yentas o el de abajo dicen que es el más corto de cuantos existen., et más

carretera

se

establezca

se

constru.irán cómodos

paradore,s y el interés también atraerá cerca de ellos algunos pobladores; por último que en tiempct seco y aun

cuando

se habilite el camino de arriba Íoclos los

carruajes y caballerías pasarán por abajo pues consiguen la'doble ventaja de evitar Ltn gran rocleo y exitnirse cle pagar portazgos. No hay duda c¡ue el camino de Las ventas es el más corto de todos los que existen y aún también de cuantos puedan proyectarse su construcción en carretera no sería tcln costosa como por el caminr..¡ de arriba, y en la actualidad, y después cte habititacto mucho menor línea de pendientes y de menor inclinación que por

los pueblos". Sin embargo, acaba concluyendo: ,.Mis et inconveniente de estar en despoblado, y no proteger ni ser protegido por ninguna población, obliga separarse de

él tanto más cuanto que la

esf

erilidacl de aquellos

terrenos no dan esperanza de que con el tiempo puedan ser poblados". De esta forma el viejo y sabio trazado del Camino Real o de Las Ventas fue sustituido por el forzosamente malo de la actual caretera N-232.

En el tramo Tritium (Monasterio de Rodilla) Deobrigula (Tardajos) el camino presenta tres grandes alineaciones en su planta. En un primer tramo hasta las Mijaradas, discurre por la cuerda alta de la paramera que fotma [a línea de vertientes apuntada. presenta ligeros cambios de alineación al norte y al sur para salvar las cabeceras del arroyo de la Fuente que va a Fresno, primero, y la del aroyo del Valle que va a Riocerezo, después, y así no perder la cuerda alta.

De esta forma llega a las Mijaradas con una

asombrosa rasante casi uniforme durante diez kilómetros

y próxima alahorizonfal, del -0,3oA. Desde aquí da un ligero quiebro al sur para, con una

segunda alineación, dirigirse durante otros diez kilómetros hasta la actual ciudad de Burgos con rasante de nuevo próxima a la horizontal.

Es de destacar que en 23 kilómetros, hasta su llegada

a Burgos desde Tritium, c,ruza

únicamente

un

curso

fluvial, el arroyo Morquillas. La actual carretera nacional N-I, que comunica también estos dos puntos, discure por el fondo del valle del río Vena, viéndose obligada a erüzar

no sólo este río, sino todos sus arroyos afluentes de margen izquierda. La planta

y el perfil

esta carretera tampoco resistirían

longitudinal

la de

la más mínima

comparación con los de la vía romana.

3.1.2.- Durabilidad.

Las vías se diseñaban y construÍan con afan de perdurabilidad y rnínimo mantenirniento. La economía, no sólo de construcción sino sobre todo de conservaciór y [80] 3


explotación, primaba sobre todos los demás factores. En consecuencia, esta premisa condicionaba fuefiemente el diseño de la infraestructura. Se buscaban las zonas menos sometidas a los fenómenos erosivos. E,n el caso de los caminos, el adversario principal es el agua. Por ello se trazaba con prelerencia por cuerdas altas y bien drenadas que no requieren estructuras ni obras de drenaje, por un lado caras y por otro perecederas por estar sometidas siempre al azote de la dinámica fluviai. Sólo se desciende al valle para cruzar el curso de los ríos, y de nuevo se busca la cuerda alta. Para esto, sólo se utiliza el frazado a media ladera

DCOERGULA

la subida por la línea de máxima pendiente excede de la rasante no llegaba a lírnites muy elevados, hasta un rnáximo del l0%. Los trazados a rnedia ladera interceptan y canalizan las cuando

adecuada, que en estas vías

ff

escorrentías superficiales, sometiéndose así a fueftes procesos erosivos. E,s común desviar ligeramente eltrazado para superar los cursos fluviales aguas abajo de la conjunción de dos o más ríos, con el fin de economizar

Malepcnu

estructuras.

Lo mismo ocurre

cuando para cruzar un cauce principal

se

buscan cuerdas san"ádas que eviten entrai en el cauce de los afluentes.

En terrenos poco permeables

Cftr

y

en zonas en las que el terreno

no

presentaba pendientes superiores al 1%, los técnicos de la época, no dotaban de cunetas a la inÍlaestructura. Para estas zonas está demostrado que la escasa velocidad del agua favorece los fenórnenos sedimentarios enormemente. Las actuales normas técnicas de construcción así lo recogen y los ingenieros romanos, de forma ernpírica, lo sabían perfectamente. A carnbio disponían terraplenes de ciefta elevación sobre el suelo, entre dos y cinco pies romanos, de 0,6 a 1,5 m. aproxirnadamente, para salvar al firme de los efectos perniciosos del agua. Aunque muy cara, ésta medida asegura el coste nulo de conservación. Es uno de los problemas que, desde g siempre, más ha afectado a la estabilidad de la infraestructura de los caminos: j el cegado de las cunetas en terreno liano. En estas zonas la velocidad del

camlüG

i t Rb MorqufiaE

Ls MrírEda

agua. lejos de autolimpiar el canal, favorece la rápida sedimentación y la consiguiente colmatación. Si el firme se encuentra a ras de suelo. la característica de permeabilidad del firme, fundamental para la expulsión del agua, actúa en sentido contrario: Absorbe todo el agua y se arruina la infraestructura. Los tramos de las vías romanas mejor conservados hasta hoy se corresponden con este tipo de infraestructuras en teraplén. Hay muchos ejemplos en casi todas las provincias y son tan evidentes por su elevación y gran longitud que la erudición de tiempos pasados siempre los ha asociado con caminos romanos. En la mayoría de los casos el nombre local es el de Camino Romano, Vía Rornana, Colada Romana, Calzada de los Romanos, etc.

E,ste

tipo de

inffaestructuras

ha venido

prestando servicio

ininterrumpidamente durante dos rnil años, prácticamente sin ninguna labor de conservación, lo que da idea de la durabilidad de su diseño. Parece que el romano construyera para la etemidad. Muchas de estas calzadas fueron utilizadas como caminos reales durante la época moderna, hasta la construcción en el t§o XU de las carreteras

Fig 2.

Terraplén de la Carrera de los Romanos en Cerezo de

i I I

bre¿"

g_Etsss§ Fig.1. Perfil del tramo Tritium-Deobrigula

[80]4

Riotirón


actuales. Así queda constatado en las múltiples guías de caminos de siglos pasadost y en numerosos documentos utilizados para el estudio histórico de estos mismos caminos. 3.

1.3.- Técnica ay anzada,

Las carreteras romanas servían en primera instancia, sin lugar a dudas y en contra por lo opinado por más de un historiador6, al tránsito rodado. Además, los romanos no eran cicateros, y en sus calzadas era posible el cruce de dos carros en todo momento. El ancho de la plataforma en las vías estaba comprendido entre 15 y 20 pies romanos o sea entre cuatro metros y medio y seis metros, aunque

cierlos procesos erosivos

o

sedimentarios pueden

estrechar en algún punto estos valores en las calzadas hoy conservadas.

Casi con toda seguridad se utilizaban instrumentos el frazado, pudiendo encontrar en los

completas del paquete de firme, permiten hacer un análisis del modelo de afirmado empleado para cada tramo de vía.

En las distintas zonas atravesadas por las vías, la presencia de determinados materiales candidatos a constituir el frrme fue, como no podía ser de otra forma, determinante para su elección. Sistemáticamente se ha encontrado, como material constituyente del paquete de firmes, el más cercano y abundante en cada zona de entre los más idóneos para tal hn. 3.2.1.- Las excelencias del firme flexible. E,l material básico empleado en la mayoría de los tramos estudiados es la zahorra natural, formada por canto rodado (gu ij arro) de granulomefr ia v ar iada. Puede dec irse que se emplea sistemáticamente en las zonas donde está disponible, con preferencía a otros materiales.

topográficos para

tramos estudiados pendientes continuas de varios kilómetros de longitud y larguísimas alineaciones

i,p:¿X:t:¡.,¡ t ']':::: ti

perfectamente rectas. Entre Lacobriga (Carrtón de los Condes) y Viminacio (Calzadilla de la Cueza) existe una gran alineación de 6,5 kilórnetros donde las pendientes longitudinales del

camino no llegan

al

106, salvo las pequeñas subida y

bajada de un suave páramo existente iunto a Calzadilla, de apenas 20 metros de elevación, que tienen un3,5o/o. Para ello se eniplearían niveletas y jalones como herramienta básica de replanteo, aunque es posible que se contase con otro tipo de instrumentación más complicada, como rudimentarios teodolitos, etc.

Forzosamente debía disponerse de caftografía de cierta precisión en la que no sólo se incluiría Ia planimetría y la toponimia sino también la altirnetría, imprescindible para el proyecto de trazado. Aunque no

es

fácil averiguar la forma en que la altimetría estaría representada.

3.2.- Características del afirmado.

A pesar de que no he realizado sondeos específicos durante mis prospecciones para determinar la pavirnentación de las vías romanas estudiadas, el elevado número de evidencias de afirmado encontradas, incluyendo muchas secciones transversales y longitudinales

5

[,os más importantes con Ios que se lra trabajado son:

VILLUGA. PERO JUAN. Medina del Campo 1546. Repertorio de todos los cantinos de España. ESCRIVANO, JOSEPH MATHIAS Madrid 1757. ltinerar¡o español o gia de caminos pdra ir desde lladrid a todas las ciudades de España (canrinos de ruedas). BRUSOLA, FRANCISCO DE. Valencia 1810. Noticia de todas las cittdades villcts I lugares de este Rellro de España, con las leguas que m.edian entre sí, ltlnto por los cantinos de ruedas cono por los de herradura, para la ntás facil inÍeligenc¡ct de todo caninanle y sober, según los puestos que ocltpan rutesfros exércitos y el de losJranceses. la distancia de unos a olros. I.OPEZ, SANTIAGO. Madrid 1812. Nuera gtía de caminos. CABANES. 1830. Guía Oficial de Correos. u H¿ENÉNDEZ PIDAL, G. 1951, p. 25. Los Caminos en la Historia de España. Desde que este ilustre historiador afin¡ase que las calzadas romanas no eran de utilidad para los carros una larga lista de autores han conrulgado colr él a laltr de rne.ior criterio.

Fig. 3. Aspecto de Ia capa de rodadura original en los espectaculares terraplenes de la Calzada de los Peregrinos, en León.

En la definición moderna de zahorra. este material debe de cumplir unas condiciones en su composición granulométrica deteminadas. El material empleado en estas vÍas no siernpre se ajusta a los cánones hoy establecidos, como es natural, sin embargo, no por ello deja de tener la suficiente calidad e idoneidad para el afirmado. Hay que tener en cuenta que hoy se selecciona el material para someterle a unos medios de compactación

que entonces no existían y que las posibilidades de selección de la cantera y el transporle, tampoco guardan relación con los de [a época.

t80l 5


El primero en definir la teoría del calzamiento de las vías rornanas fue BergierT, en el siglo XIX. Basándose en los escritos de Vitrubio, describió tres tipos de caminos romanos: Enlosados (stratus lapidibus), afirmados (iníecfa glarea), (f

y

simplernente explanados

y sin fime

eruenae).

Igualmente describÍa las sucesivas capas de firme: El statumen o cimiento de piedra gruesa, el rudus de piedra machacada y el n.ucleus de tierra. En ocasiones se disponía de la summa crusta de grava cementada con cal,

o

incluso con enlosado. Posteriores autores

asumen

sistemáticamente estas definiciones.

Eduardo Saavedra

las

describe

con

detalles,

intentando relacionar la calzada que estudia con algunos de estos tipos. En otras obras, incluso se disecciona con

apuntada en las teorías de Bergier. Los tamaños mayores, a veces con tamaño máximo de 50 cm, están en las capas

inferiores de cimentación del firme, mientras qne en las superiores de rodadura encontramos tamaños muy reducidos, semejantes a los finos de la zahona, que incluso llegan a ocultar la verdadera composición pétrea del firme donde éste no está seccionado o deteriorado. De igual foma se ha empleado, cuando existe en la zona, piedra en losas o lajas que permiten el empedrado

conceftado, pero no como capa de rodadura (suntnta crusta) sino en capas inferiores del firme, normalmente como elemento resistente a modo de cimiento bajo la rodadura. Se usa de igual fonna el bolo de gran talxaño cuando está presente en el terreno. Sobre esta capa siempre se colocaban capas de materiales sueltos de grano

detalle la inflaestructura de la Vía Apia en Romae, vía singular cuyo diseño dificilmente podríamos extrapolar al

fino, aunque no siempre se encuentran estas últirnas capas eh los sondeos ya que desaparecen con más facilidad por

grueso de las calzadas romanas. Otros autores, por último, simplemente transcriben estos conceptosr0.

efecto de la erosión. Existen buenos ejemplos de enlosados fotografiados en la gran variedad de publicaciones aparecidas sobre vías

Sin embargo, tras analizar una buena cantidad

de

secciones del firme, se deduce que la disposición de las

capas

de firme que tradicionalmente se atribuyen a

Vitrubioll no puede asignarse a las vías interurbanas, ya que ni aparecen en ellas, ni todas son eficaces para el tráficq de carros y cqballerías.

romanas; sin embargo, en muchos de ellos no vemos la capa de rodadura inicial ya desaparecida, en ocasiones al realizar el propio sondeo que descubre el enlosado. Las marcas de carriles presentes en muchos de estos enlosados

podrían indicar únicamente la temprana desaparición de la capa de rodadura o el uso continuado del camino deteriorado. Sin embargo, la pavimentación con losas o bloques de piedra más o menos concertados fue muy habitual durante la Edad Media para el tránsito de caballerías y ganados, y por tanto muchas de esas supuestas calzadas romanas requieren una revisión cronológica. Unicamente en el caso de las vías urbanas debe de considerarse la disposición de los fimes con enlosado final: El pavirnento en estas vías se traduce en limpieza y sirve para el tráfico lento de vehículos, caballos y peatones.

En las vías nonnalmente

interurbanas, con tráfico rápido y no peatonal, su efecto hubiera sido el

contrarici. Sería mafiirizanfe e incluso peligroso para el

Fig 4. Empedrado en cimentación del flrme de la vía Seglsamone a Amaia. Las labores de limpieza

tráfico rápido de vehículos y animales. Su conservación sería costosísima, ya que las losas no sopoftan asientos

eliminaron la capa superior

diferenciales de las capas inferiores y acaban moviéndose. Su duración en definitiva es menor que los tipos de frnne

Incluso en los casos de largos tramos de vías afirmadas con piedra caliza en capas de tamaño variable, como ocurre con las que parten de Clunia, donde la ausencia de zahorra se une a la abundancia de roca caliza en la zona, la disposición es precisamente la contraria a la 'V. BERGIER. Histoire des grands chemins de l'empire romainT.l, B t SAAVEDRa, E" 1861, p.5. Descripción de la vía romano entre

Iib. ll, cap. Uxama y

lugustobriga.

" MORAN BARDON, c. y oLIVER ROMAN. B, 1949, p

41,

Apéndioe. Construcción y utilización de las vÍas romallas. La calzada rontana de La Plata en la protincia de Salamanca. Minist. de O. P. r" Desde SAAVEDRA, E. 1861, p. 5. Descripción de la vía romona entre [Jxama y Augustobriga, hasta la obra de IGLESIAS GIL, J. M. y

1992, p. 13. l,as comtmicaciones en la Cantabria romana; un gran nitmero de publicaciones sobre las vías romanas recogen y asumen sucesivamente estas definlciones sobre la

MUÑÍZ CASTRO, J.

A.

tipología romana de las capas del flrme. " En ninguno de los cliez libros de la obra de Marco Lucio Vilrttbio

Polion; De Architectura, se mencíona nada referetlte a finnes c4ninos.

[80] 6

de

que verdaderamente se han encontrado en las calzadas. Es interesante recoger aquí las elocuentes apreciaciones que hacen en 1840 los capitanes de Estado Mayor Rafael Assin y Fernando Monet en su Itinerario Militar de

Logroño a Astorga (Servicio Geográfico del Ejército),

cuando reconocen el camino entre Carrión y Calzadilla (Laco briga y Viminacio) Por un lado muestran la admiración por el estado de conservación de la calzada, y por otro describen como pueden y saben la composición del terraplén formado por

zahorra natural, material éste

tan infrecuente en

Ia

construcción de las carreteras de la época, aunque común en nuestros días y ya preferido por los romanos para el

afimado de las calzadas. "Está a la derecha el expriorato de San Torcuato en el barrio de Carrión llamado de Benivivere. Desde aquí el camino empieza a seguir una vía romana cuyo excelente estado causa admiración. En ella, las menuclas piedras que la fonnan se han unido tan Juertemente con


la argamasa que las ligaba, convirtiendo la adherencia en cohesión, que constituye una sola roca compacta. Su dirección es muy recta, como

lo

eran siempre

estas

calzadcs, su anch.ura de unos 20 pies y aunclue esta dímensión su.pone el paso cómodo de dos carruajes de frente, sólo uno puede verificarlo con aquella

y con seguridad, a causa de la mucha elevación del centro y canatura de ta superficiet2. El terreno que atrcwiesa es una vastísima llanura erial y perfectamente unida que se prolonga en todas direcciones circu.nstanci.a

ofreciendo un excelente campo de acción a la caballería, stt piso es preferible en tterano al de la calzada romana,

porclue

el suelo pedregoso de

ésta hace molesto el

tránsito, pero en invierno cu.ando las lluvias continuadas reblandecen aqué\, especialmente ,si sobreviene alguna helada, es indispensable transitar por el camino. "

Templarios donde se conserva una pequeña muestra en una linde sin cultivar, parecen indicar que aquí el espesor del firme sería ligerarnente inferior al de los tramos orientales anteriores. Tengamos en cuenta que aquí las canteras son escasas y muy distantes de la zona. Es fácil que las distancias de transporte hayan llegado a superar los diez kilómetros y puede que se trate de uno de los tramos con más dificultades para su pavimentación de foda Hi,spania.

Existen otros casos de escasez donde se

han

empleado técnicas de verdadera ingeniería (por lo del empleo del ingenio) para aprovechar el escaso o único material presente en la zona. Un ejemplo de esto lo he encontrado en el tramo de Balsione a Cascantum. Entre Mallén y Cascante la situación de disponibilidad de materiales cambia radicalmente respecto a los tiamos anteriores. Desaparece la zahona natural y escasea la piedra de cualquier naturaleza, abundan los Iimos y arcillas y en determinadas zonas se intercalan estratos calcáreos de muy escasa potencia y yesos. La solución a la que se ha recunido para el afirmado de la vía romana es sin duda la más sorprendente de las que he podido encontrar. En esta zona se ha podido estudiar el afirmado de Ia vía romana con mucha precisión debido al grado de destrucción y múltiple seccionamiento qlre presenta el camino en varios tramos. EI terreno natural entre el río Huecha y el térn-rino de

Abiitas es una mezcla de material limo-arcilloso

que

Fig. 5. Sección transversal de la Via de ltalia in

presenta en amplias zonas y en variada concentración pequeñas lajas calcáreas de 70 milímetros de tamaño máximora. El paquete del firme de la vía romana dispone de un espesor constante de 90 centímetros de una especie

Hispanias en Burgos

de "zahorra afiificial" cuya piedra está formada

casi

exclusivamente por estas pequeñas lajas calcáreas. Para la

extracción

3.2.2.-Economía e ingenio.

Ya hemos mencionado que para la construcción del

firme se han utilizado los

n.rateriales

que,

siendo

adecuados, se encontraban mas fácilmente disponibles

para el constructor. Sin embargo se han constatado transpoftes a distancias notables en los casos en los que Ia escasez del rnaterial pétreo obliga a ello.

Un e.jemplo de este caso, verdaderamente espectacular, lo he encontrado en tieras palentinas, en el corazón de Tierra de Campos. En el tramo entre Viminacio y Camala, a partir del río Cueza en Ledigos, la piedra de todo tipo empieza a escasear en el terreno, estando totalmente ausente en los términos de Terradillos y de San Nicolás del Real Camino. Entre los ríos de Ia Cteza y Valderaduey se intercala una gran formación terciaria preponderantemente arcillosa con ausencia total de piedra. Este tipo de terreno abarca las cuencas de los ríos Cueza de Ledigos, Templarios, Sequillo y Valderadueyl3.

Dentro de la homogeneidad de las características del firme en esta provincia, en la zona más occidental, los

escasos restos hallados,

ya en

Terradillos

de

y

puesta en obra de este material parece

forzoso el empleo de técnicas de cribado. No existen en la comarca zonas con la suficiente concentración de material como para haber sido explotado en cantera. Lo impactante de este hecho es que estamos hablando de un volumen de 5.400 m3/km de paquete de firme lo que obligaría a Ia remoción de cantidades ingentes de material para la

época. Evidentemente, para esto, se explotarían

las

mejores zonas y las más próximas a la calzada.

3.2.3.- Calidad.

En las vías romanas se elimina toda la tierra vegetal

con esmero en la superficie de asiento de la infraestructura. Esto queda bien demostrado en las secciones cornpletas del firme que se han encontrado.

En general se utiliza una amplia variedad tanto de materiales como de su disposición. Difícilmente podría pensarse en la existencia de un catálogo de firmes o de secciones-tipo en la época, dada la dispersión y variedad encontrada. Se observa sin embargo cierta regularidad en los grandes espesores de firme compuestos de material

los

rr

Probablernente ntás por causa de la erosión que deJ diset)o. rr Además de las observaciones directas, se lra consultado Estttdio Previo de ferrenos. Jtinerario León - Burgos. Tranto; León - Carrión de los Condes. Drreccicin General de Carreteras, A¡ea de tecnología, Servicio de Geotecnia. MOPU. 1988.

't Además de la observación directa del terreno se ha consultado el Mapa Geológico de Espoña, Ho.ias 320 y 321. Instituto Geológico y Minero de España. Ministerio de Industria

[80] 7


los

granular, con valores en torno a los tres pies romanos (90

técnica que

centímetros)15.

características de trazado suelen ser infames, denotando

En este tipo de secciones se constata muchas veces una capa inicial compuesta de canto grueso, con grandes bolos en los flancos, a modo de caja y asiento de las capas

trazado.

superiores.

La disposición del material en capas es una de las observaciones más interesantes que se han podido realizar, tanto por el enorme tiempo transcurrido como por la evidencia que supone de esmero y sistematización en la construcción de firmes romanos con este tipo de materiales granulares. Cada capa tiene un espesor en tomo a los 15 centÍmetros, y se hacen muy evidentes en las secciones laterales encontradas del paquete de fime. Teniendo en cuenta que la energÍa de compactación que en la época podía aplicarse era prácticamente nula y se reduciría al uso del agua sumado a un simple planchado con un rodillo más o menos pesado, su conservación indica el cuidado que se ponÍa en la construcción del finne para evitar asentamientos e irregularidades.

El

empleo de cal en

la

estabilizactón de suelos,

teraplenes y capas de firme es también frecuente y así

se

ha podido constatar incluso mediante los

pertinentes análisis de laboratorio. En el caso de suelos, ei empleo de cal se ha demostrado eficaz hasta hoy en día. Las normas técnicas oficiales de los últimos decenios así lo recogen. El uso de la cal en época romana para la estabilización de materiales sueltos en los terraplenes y capas de firme se debería sobre todo a la imposibilidad de dotar al material de la densidad adecuada con apofie exterior de energía de compactación. A este respecto hay que tener en

cuenta que hasta bien recientemente, mediado el siglo compactaban por medios mecánicos, entonces inexistentes. Era el factor tiempo y el agua quienes se encargaban de hacerlo. Aún se recuerdan los carteles que indicaban que el camino se encontraba en f-ase de compactación, a modo de adveftencia por las inegularidades que en la plataforma pudieran producirse durante ese periodo. Las vías romanas estaban dotadas sistemáticamente de firme y además adecuado tanto para el tráfico rodado

XX, Ias carreteras no se

como de caballerías. Incluso cuando se

asentaban

directamente sobre el sustrato rocoso debían de disponer de una capa mínima de rodadura compuesta por material pétreo de grano fino.

4.- Los caminos empedrados.

ingenieros romanos poseían.

Sus

la ausencia de técnico competente en su El afirmado tampoco suele responder a ningún

claramente

tipo de técnica avanzada. La sóla presencia de estos tramos empedrados ha dado pie a muchos investigadores a buscar la utilidad de la supuesta comunicación romana, encontrando así vías de comunicación entre ciudades o territorios tan improbables como absurdas. En simbiosis, algunos de los puentes que sirven a estos caminos han pasado a ser romanos gracias a los otros y viceversa, ambos por ser de piedra y muy

antiguos,

y

sobre todo

por la falta de pruebas

que

demuestren lo contrario. Aunque ya se ha dicho que el Itinerario de Antonino no recoge todas las vías romanas, sospechosamente todos estos caminos escapan a la relación de los recogidos en é1, y los miliarios brillan por su ausencia.

Expondré sólo algunos ejemplos significativos

de

estos casos:

La Vía del Besaya (Cantabria): Conocida desde muy antiguo y estudiada y publicada por Iglesias y Muñiz en 199216, forma parle de un supuesto recorrido Pisoraca - Iuliobriga - Porlus Blendium. El tramo del que hablaré es el cornprendido enfre lulobriga (Reinosa) y la costa cántabra. Varias campañas de excavación, anteriores y posteriores a la publicación mencionada, han limpiado el espectacular enlosado del viejo puefto entre Bárcena de Piedeconcha

y

Somaconcha

y

otros trozos de menor

entidad en el Collado de Somahoz.

Esta vía no figura en el Itinerario y su única fuente documental de apoyo la constituiría parcialmente una de las cuatro tablillas de arcilla con reseñas itinerarias firmadas por el duumviro Lépido. Si atendernos a lo concluido por Roldán, en lo que constituye el mejor estudio de las fuentes itinerarias hispanas, estas tablillas son falsaslT.

El tramo más largo y mejor conservado del camino, la subida del puerlecillo entre Piedeconcha (348 m.s.n.m.) y Somaconcha (7\0 m.s.n.m.), de casi cuatro kilórnetros,

está formado por un empedrado de grandes losas un ancho de platafonna que apenas

concertadas con

supera los tres metros. Con un frazado a media ladra, el perfil longitudinal es francamente malo: Presenta tramos de pendientes muy

elevadas, superiores

al

30oA, próximos

a otros casi

La cantidad y variedad de caminos empedrados que podemos encontrar por toda la península ha ocasionado que casi ningún camino de estas características haya escapado a la consideración de romano. Muchos, santificados como romanos por la arqueología, engordan

horizontales y más de un cambio de rasante. A pesar de todo se observan en el empedrado, en las zonas de rnayor dificultad y pendiente, huellas de los carros del país de

las numerosas obras sobre caminería romana e incluso se encuentran así señalizados con los debidos cafteles institucionales como atracción turística.

trazado con suficiente desamollo en planta y en pendiente

La

mayoría

espectacularidad,

de estos caminos, a pesar de su no pueden imputarse a la capacidad

1j La mechda de tres pies romanos ha sido observada en la casi totalidad de firmes granulares en las zonas en las que no hay dificultad para encontrar el material, en provincias tan distantes como la de Palencia, La Rioja y la de Zaragoza.

l80l 8

tipo lanza.

La

ladera en cuestión permite perfectamente

continua que hubiera permitido

un

el tráfico rodado sin

dificultad.

Sin embargo, el empleo del excelente corredor utilizado por el Camino Real y la actual carretera N-611 A

'n TGLESIAS GIL, J M. y HltñÍz CASTRO..l Las contunicaciones en la Cantabria romana...ob.cit.

'' RoLDÁN HERVÁS,.1.M.

1975, p. l7o.

1992,

p

97 v

ss

ttineraria Hispana. ob. cit


hubiera sido 1o lógico de antemano. La subida desde Pesquera al Collado de Somaconcha para volver a descender a Piedeconcha es absurda para el técnico entendido en el trazado de caminos.

La razón fundamental es la propia existencia de Logroño, en la confluencia de los dos ríos, como núcleo capitalizador de las comunicaciones en la comarca. La existencia de una vía de comunicación romana entre Vareia (Varea-Logroi'to) y lluntantia a fravés de este valle ha sido, como en otros valles riojanos, una posibilidad barajada por varios autores durante el siglo XX.

La conocida imporlancia del Valle del lregua

en

restos epigráf,icos romanos2r ha suscitado la existencia de la calzada. Algunos autores plantearon el camino como

mera hipótesis, apoftando escasas pruebas de

su

existencia22, mientras que en otros casos se ha dado por sentada su asignación al mundo romano, tras el análisis de algunos vestigios encontrados23.

En el trabajo realizado por mí parala Consejería de Cultura del Gobierno de La Rioja2a se describe y analiza 'el camino en todo su recorrido. De él extraigo algunas de las conclusiones:

Cuenta con largos tramos empedrados, de características variadas según las zonas, siempre formados por

una capa simple de bloques de piedra, más o tnenos conceftados, con escasa capacidad poftante al estar encajados directamente sobre el terreno natural. Su trazado , por el fondo del valle, no responde a un

Fig. 6 Enlosado del camino en el puerto de Se aprecian los carriles.

Exactamente lo mismo ocurre en el tramo del collado de Somahoz, con el agravante de que en la bajada a Los Corrales el ancho del camino empedrado no llega a los dos metros y los cambios bruscos de rasante con fueftes pendientes se suceden innecesariamente, en una ladera sin dificultades para el trazado. Aquí nunca ha sido posible el tráfico rodado. El firme de estos caminos se limita a un simple enlosado más o menos concertado sobre el terreno desbrozado. Carece de otras capas inferiores de cimentación o drenaje. EI drenaje transversal se efectúa mediante rudimentarios canalillos intercalados en el empedrado, lo que dificulta aún más si cabe el tráfico rodado. En estas pendientes enlosadas y en tiempo lluvioso, tan fiecuente aquí, el tránsito es difícil incluso a pie.

Como complemento

a

este caso, cabe apuntar la

frecuentísima utilización del encachado en los caminos de Cantabria. Tan es así que no existe camino antiguo de importancia que no esté dotado de buenos empedrados. De esta foma, y con menos fundamento que en la vía que nos ocupa, han sido considerados romanos el camino viejo de la Lunada y de los Tornosrs, el antiguo de la Sierra del Escudole y otros varios2o.

LaYía del Iregua (La Rioja): El camino que asciende por el valle del Iregua parece haber sido históricamente en la Rioja el más imporlante de los transversales al valle del Ebro.

coredor largo y bien planificado, sin relación necesaria con las poblaciones actuales. No existen en todo el camino vestigios de trazado topográfico. Presenta pendientes imposibles para el tráfico rodado en varios puntos, por citar algunos: la llegada al pueblo de Viguera desde el puente Caneco, la subida del Puerto de Piqueras

en el lado riojano

y la mucho peor bajada del lado

soriano.

Todos los puentes en él conservados son del siglo

XVl25.

No existe

importante en todo

constatada ninguna ciudad romana

el corredor y de las dos ciudades

extremas comunicadas en el coredor, sólo Vareia tuvo relativa importancia en la época. ltlumantia apenas superó en época imperial la categoría de simple guarnición y pequeña mansio de la vía romana de Astorga a Zaragoza por Ia Celtiberia. Noventa kilómetros de mal camino por una orografía casi imposible hubieran supuesto demasiado esfuerzo parafan poco provecho.

La Rioja, Burgos, Álava y Navarra cuentan con muchos caminos como éste, reseñados como romanos, bien en obras de serios historiadores, bien en las propias guías de turismo. Otro tanto ocurre en el Sistema Central:

2'

FITA, F . 1907, pp. I 96-3 13 De Varea a Nttmancict. [,'iaje epigráfico. Boletín de la Real Acadentia de la Historia. ESPINOSA RUIZ, U 1989" pp.403-415. Una o;ficina laptdaria en lct contarco de Camero Nuevo (La Rioja). EsÍudios en homenaje o S. Montero.

"

TARACENA AGUIRRE,

B.

1944. p.41. Restos rontanr¡s en La

Rioja. Archivo Español de Arqueología

n'

15. Aquí no aporta

más

pruebas que la noticia de un empedradojunto a la Venta de Piqueras. ARIñO GIL, E. y MAGALLÓN M.A. 1992. p. 448

norarla,

Problemas de trazado...ob. cit. Mencionan sólo la posibilidad de '8 ABÁSoLo Ár-v¿Rpz, J. A. 1975. p. 237 y p. 246. Comunicaciones de la época romana en la provincia de Burgos, '' GONZÁLEZ DE RIANCHO MAZj..t. 1988 za vía Rontana del Escudo.

"'

Sobre este asunto puede verse una breve colaboración mia en El

Miliario Extrav)gante N" 75, pag.

18.

su

existencia.

" PASCUAL MAYORAI, P 1996. La vía del lreguo (VareaNumancia). El Miliario ExtratoganteNo 5J. " MORENO GALLO, l. La Red Viaria Antigtra en La Rioja..ob. cit. " ARRÚE UGARTE, 8., MoyA VALGAñON. J.G. y orros 1999. Catálogct de puentes anter¡ores a I 800 en La Rioja. [80] e


:_:s

t";, it.i.fii

Fig 8 y 9. Camino del Diablo en Huesca

Fig, 7. Camino Viejo de Fuenmayor en La Rioja

FuenfiÍa en el corredor Segovia-Madrid ha contado desde antiguo con una buena "calzada romana" por el lado madrileño, avalada por un miliario encontrado por Blázquez a primeros de siglo26 y defendida por E,l Puerto de la

Menéndez Pidal como paradigma del trazado de las calzadas romanas". No es posible que con el 2OoA de pendiente de coronación del puerto que tiene este catnino hubiera podido servir a los fines comerciales que toda caretera de este tipo debe perseguir. Afoftunadamente, en octubre de 2000 Javier Rivas y Jesús Rodríguez, llevados por la cordura y criterios de frazado adecuados, establecen el verdadero recorrido de la

Yía 24 del Itinerario por otro camino bien distinto asciende con pendiente rnás o rnenos continua del

qrre

l0%o28.

Otros camir.ros rnás modernos y bierr docurnentados son objeto de errores informativos n.rás pintorescos, colrro el Camino Viejo de Logroño a Fuenmayor de finales del siglo XVIII. Construido por la Real Sociedad Riojana de Amigos del País entre I 792 y 18032e, este camino aún conserva rnagníficos vestigios de pavimentación

y

obras

de drenaje trasversal, así como los desmontes y terraplenes necesarios para su construcción: pues bien, en

la propia cartografía moderna

1125.000 figura

expresamente como C alzado Romun a30 . El error es en cierto modo comprensible si pensamos qr-re el aspecto general del camino es romano, mucho más romano que los caminos empedrados que se construyeron

hasta entonces. Gracias al periodo de Ia Ilustración, en este camino se emplean técnicas de Ingeniería propiamente dichas, no usadas desde la caída del Lnperio: Se evidencia el trazado topográfico en todo si¡ recorrido, con alineaciones rectas, curvas bien trazadas y pendientes continuas en las ascensiones a media ladera, prolongando lo necesario el trazado er.r planta. Presenta movimientos 'n etÁzc2uez.- A.. l.'íct Romana del Puerro De la lronfría. Boletín de la Real Acadcn.ria de la Historia (B.R.A.H.). 58, 1911, pp. 143-147. t'MENÉNDEZ PIDAL. G. 1951, p. 25. [,o.s Cúntinos en ld ll¡storia...

ob cit rE

Interesante estudio recogido en El Miliarío Extrotdgante 7 5. p. 24 MERTNO URRUTIA,.l..l.B. pp. 7-14. La Reol Sociedad Rrolana de Amigos del País. Berceo, 82. '" LG.N., mapa l/25.000, cdioión de 1996. ho.la n" 204-1.

"

t80l 10

de tierra de entidad, con desmontes y terraplenes

para

suavizar las pendientes, etc. E,l paquete de firme tiene capas inferiores de piedra muy gruesa con losas laterales que definen los márgenes. Sobre todo ello, una capa de material fir.ro que sirve de rodadura. En este aspecto es idéntico a los llamados

Caminos del Diablo de los Monegros oscenses, vías romanas de época republicana y de excelente factura. Sin embargo, y a pesar del gran esfuerzo inverlido en

é1, este camino fue desechado para su conversión en carretera solo sesenta años rnás tarde, a causa de la gran pendiente de la rampa de ba-¡ada a Fuenmayort'. lo que

hace pensar que no fue concet¡ido con

la suficiente

amplitud de miras, tal y corno exigía el tráfico rodado y la courercialización de los productos a ios que se pretendía dar salidal2. El nivel técnico cle los romanos aún estaba por alcanzari3.

Idéntica sueúe a la de este camino corrió el que constituía su prolongación hacia el mar, construido a continuaciór.r, en territorio burgalés, entre Encío y Frías, por los montes Obarenes. Abandonado tempranamente v de características similares al anterior. tambíén ha sido

confundido como calzada romana. En definitiva, y en mi opinión. la cronología de los viejos caminos y puentes de piedra debe ser revisada. A la 11

Ante¡:royecto de Carrelera de Logroño ct Fuentnctyor. 31 cle octubre de 1859. Rafhel Pórez dc I-aborda. OP-C/219/05. AHPLR. rr EI proyecto de esta carretera respontle a un Iargo proccso políticoadministrativo iniciado por la .lunta de Cosecheros de Logroño en I 775. continuado por la Real Socreclad Económica de Cosecheros de Ia Rroja Castellana que toman el relevo hacia 1783. y concluido por La Real Sociedad Rio.¡ana de Amrgos del Pais. LARRUGA. E. \793. Mentonas ¡tolíticus 1. Econónticu.; sobre lo.¡ .frtttcts, comercio. fiibricas y minas de España... t. XXVll. SAENZ CEN7.ANO, S. 1947. pp.268-269. [Jn onfececlente en ld construcc¡ón de la carreÍera de Logroño a l'¡tor¡a. Bercco 3. OLLERO DE LA TORRE, A 1982. PP 21-37 Lln proyecto cle los agricttltores para la react¡NCtc¡ót1 de sLt cctnercio. Cuaclcrnos de Invcstigación. [[istoria. I ColoqLrio sobre Ilistoria dc I-a Rio-jrr tt A pesar de que todos estos datos eran sobradamente conocidos por la Conse.jería de Cultura de La ILio.ia, ya que así se reflcjabarl cn el estudio por nrí entregaclo en I 999. sus servicios arqucoltigicos solrdearotl el caurino Viejo dc Ftterrmayor cn octtlnre de 2001 en busca de la calzada romana bajo el catntno actual, con resultado negativo Ver el Diario La Rioja de 6111l0l .


par, debe buscarse lo que quede de los muchos miles de kilómetros de vías que los romanos construyeron, antes de que todas acaben bajo el asfalto o, lo que es peor, desmanteladas por las labores de concentración parcelaria. La capacidad técnica de los ingenieros romanos, a pesar de que sus obras han causado admiración en todas

las épocas, ha sido infravalorada por

demasiados

investigadores hasta 1Ímites absurdos.

La ciencia arqueológica carece del criterio técnicoconstructivo necesario para la correcta identificación de las obras de ingeniería, y por lo tanto de las carreteras

romanas, pero tampoco la ingeniería actual dernuestra la

sensibilidad suficiente para preocuparse y valorar las obras de ingeniería que nos legaron los romanos. Ojalá sirva lo mucho que queda por hacer como aliciente para todos.

NOTA: Una primera versíón de este trabajo

se

publicó en OP, Revista del Colegio de Ingenieros de Cuminos, Canales y Puertos, no 56, año 2001. En la presente versión se han hecho tan sólo leves retoques.

El Puerto del Rey y la campaña de Alfonso

VII de 1133

Jesús Sánchez Sánchez El trabajo que sigue se ha redactado en réplica a las alusiones que en el número 18 de El Miliario Extravagante me hace Gonzalo Arias en su aftículo titulado "Repasando la obra de Félix Hemández Giménez". En este artículo hace Arias mención a un estudio de 1964 en el que FHG trata de las posibles variantes de la ruta de Tárik a través de Sierra Morena. En este contexto menciona Gonzalo que "/o más interesante es quizá una información que FHG relega a una nofa a pie de página, qtrc [...J con-lirnta los dos srandes caminos esttLdiados por Jesrlts Sánchez". (Se refiere a los caminos del Puerlo del Muradal y del Puerto dei Rey en Sierua Morena). No obstante, algún signihcado añadido encuentra Gonzalo en esa "confinnación" que le mueve a suscribir este público

Iamento: "Lástimo no haber podido ponerlo

a

tientpo

en

conocimiento de Jestis Sánchez Sánchez, cttyo trabajo'El

Puerto del Muradal; enlre eL mundo pretontano y la Ilustración' (Anexos del ME,l) estaba ya impreso ctLando redescubrí aquel estudir.t". Finalmente, también en esas mismas páginas anuncia la posibilidad o hace la invitación para "que Jesús lo conxente más adelante, si quiere. " (Antas, ME 78,9). Este es el texto de FHG alli reproducido por Arias: "La más antigua referencia de que tenemos noticia, de este puerto [el del l4w'adcl] , es lafigurada en la Crón. de Alfonso VII (edic. E. Flórez, Esp. Sagr., t. XXI, p. jj3, que parece escrita antes de I I 57 en clue es recobrada Almería por los mrLstLlmanes. Alude dicha referencia a la incttrsión realizada por el citado monarca en I I i3, "in teta Moabitarum", en que, mientras éste penefró "per Portum Regem", el Conde Rodtigo Gundisalvo lo efectuó "per Portum de Mu'adal". Dado que no se apofian otros elementos de juicio, es exclusivamente en virtud de este texto de FHG, del que se habría de inferir que queda "confirmada" la existencia en 1133 de esos "dos grandes cantinos" de Sierra Morena.

Mi punto de vista es obviamente

discrepante con esa operación mental: con la sola base de este texto de FHG no es posible científicamente sostener aquella afirmación

de Arias. Es decir, el solo hecho de aparecer mencionado

en un texto de FHG un "Poftum Regem" un poco antes que un "Portum de Muradal" no es criterio suficiente para llegar a la conclusión de que ese "Poftum Regem" es necesariamente el Pue(o del Rey de Sierra Morena. Muy al contrario, io que me parece más interesante de ese texto es la ausencia de pronunciamientos de FHG sobre el "Portum Regem" de 1133. En estas condiciones, intentaré dar una opinión razornda sobre su ubicación. También, como es obligado, he intentado buscar un pronunciamiento de FHG sobre la ubicación del "Porlum Regem". He de reconocer que no lo he podido localizar hasta después de tener ya ultirnada la redacción del trabajo. Pero antes algunas consideraciones. La particular

interpretación que Arias hace de esa cita de FHG no estaría exenta de las siguientes consecuencias lógicas. La primera sería obvia: estos dos pueftos de Sierra Morena: Muradal y Puefto del Rey, estaban igualmente operativos en 1133 para el tránsito de grandes ejércitos. (Más aun: incluso sería el Puerto del Rey el elegido por Alfonso VII para cruzar con su ejército). La segunda consecuencia es

tipo de inffaestructura viaria existiría en 1133 en el camino del Puefto del Rey, aunque solo fuera la imprescindible para poder hablar de camino y no de senda. Y dado que es allí, en el camino del Puerto del Rey de Sierra Morena, donde se encuentran visibles algunos tarnbién obligada: algún

tramos empedrados que la tradición erudita viene calificando de romanos, no supondría ningún desatino establecer alguna vincrilación entre el "Empedradillo" y unas hipotéticas obras de pavimentación de la Edad Media o Antigua. Dicha posible vinculación la encontramos anunciada por Gonzalo Arias cuando al redactar el Sumario del ME 78 en la página web del ME (actualizado al 20 de septiembre de 2001) glosa el artículo de José Mu Almendral titulado "Las comunicaciones antiguas en el

l80l

11


corsé de Despeñaperros

y

las siguientes palabras: "Combina citas de varios autores con observaciones personales, de lcts cuales es ínteresante la aJirmación de haber visto en la calzada del Puerto del Rey, en algunas rectiJicaciones, 'restos de un Jirme de grandes piedras qlte creemos es la auténtíca vía romana'." Para facilitar esa vinculación entre Empedradillo y Edad Antigua nos puede

ayudar la consideración de que esas obras de pavimentación no necesariamente serían las que actualmente se

ol¡servan en superficie, sino que podrían encontrarse "bajo" (At-tr,teNnner, ME 78,21) el "Empedradillo". En consonancia con sus anteriores palabras Arias asigna la potencial romanidad al Puerlo del Rey, en tanto

que asigna para el Muradal la posibilidad de que sea prerromano. Así lo indica en el Catalogo de Vías ( página web del ME, actualizado al 20 de septiembre de 2001), donde, tratando de la vÍa C2, expone su opinión de que cabe "/a posibilidad de que el primero [Muradal] sea prerronlano, y el segundo [Puerto del Rey] una variante romand"

Así pues, no parece haber duda de que la cita de Félix Hernández sobre el paso de Alfonso VII por el Puerto del Rey en 1133 se vincula con el sostenimiento de la supuesta romanidad del camino del Puefio del Rey y sus obras de infraestructura. Tesis que es justo la contraria a la que Inantiene la romanidad del Puerlo del Muradal como principal vía de paso. De aquí, supongo,

aquel lamento que Gonzalo Arias vertía públicamente en estas mismas páginas

(Anlas, ME 78,9).

Hechas estas consideraciones, y antes de entrar en detaltes, adelantaré cual es mi postura al respecto: 1.- No encuentro datos históricos, toponímicos ni literarios que vinculen al Puerto del Rey de Sierra Morena ni con la antigüedad romana ni con Alfonso VII y 2.- El "Portum Regem" de 1133 es el que en la actualidad recibe el nombre de "Puefto del Rey", cruzado por la carrefera nacional N-502, que sirve de paso, según Coellol a una

vÍa romana y, según Gonzalo Arias, a uno de los PICAPTAR (caminos con Posibles Indicios Cartográficos, Arqueológicos, Populares o Toponímicos de Antigüedad Romana) situados entre el Tajo y el Guadiana en su curso medio (ARtas, ME 69,22). Coincido con Gonzalo en considerar al Puefto del Rey de Ia comarca de

la Jara toledana como camino antiguo e intentaré dernostrar que es éste el "Portum Regem" de Alfonso VII; situado en la que en el siglo XIII se denominaba "Siera de los Puer1os".

Pero etnpecemos por el principio. Que Alfonso VII cruzó el Puerto del Rey con ocasión de una incursión por tierras andaluzas en el año I 133 es un dato que no me era desconocido cuando redacté el trabajo que mencionaba Arias. Me citaré a mí mismo; concretamente la página 28 de Anexos del ME, 1,2001 '. "Desde 1133, enque Alfonso I,'ll clu'ige su ¡trintera gran campaña contrct Al-Andahts, en la que y llega hasta Cádiz, el Muradal verá cruzar freaLentemente tropas cristianas en esa dirección. En la.fecha ci.tada lo cruzoron las tropas comandadas por el conde Rodrigo González cle Lara ". Texto que se encuentra apoyado por la clevasta Córdoba

cita a pie de página n" 144.

[80] 12

Pues bien, esa cita

sus flecos meridionales", con

n'

144 nos lleva a la página

de la obra de Julio Porres Martín-Cleto titulada

-l13

¿os

Anales Toledanc¡s I y II, de la que se sacó el dato de la incursión de 1133 y que dice textualmente así'. "En ntayo de 1133, reunidct un ejércíto nufieroso, pas¿u'on el Ta-io en dos Cllp9L mandado uno por el conde Rodrigo González de Lara, jefe militar de la ciudad como antes se dijo, grLtpo qLLe se

dirigió a Jaén por el puerfo del Muradal. Otro contingente, mctndado por el mismo Rey, pasó por Puerto Rey y se unió al anterior. Talaron la campiña de Córdoba y las márgenes del Guadalquivir, hicieron algaras contra Serilla y Carmona, incendiaron mezquitas, destruyeron a Jerez y llegaron hasta Cádiz, regresando por Talavera de la Reina".

Veamos este texto con algún detenimiento. De entrada, algo raro se deduce de este relato: un ejército se reúne y luego se divide junto al Tajo en dos grupos. Y luego ¿qué hacen esos dos grupos? ¿Van en paralelo en

dirección a los puefios del Muradal y del Rey de Siena Morena para cruzarlos silnultáneamente? Y luego de cruzarlos se vuelven a unir. ¿Para qué separarse en el Tajo si luego se van casi a unirse al cruzar Sierra Morena? Y otra nota discordante: si dei primer grupo se dice que se dirige a Jaén por el Puefto del Muradal, ¿a donde se dirigía el que tras cruzar por el Puerto del Rey se une al anterior? ¿Se dirigen a sitios distintos los que cruzan por el Muradal y los que crüzan por el Puerto del Rey? En definitiva, la descripción de Julio Porres resulta extraña si colocamos el Puerlo det Rey junto al Puerlo del Muradal. Así pues, en una primera lectura me pareció claro que no se trataba de "nuestro" Puerlo del Rey de esto es obviamente cuestionable - en de entrar (siendo un kabajo ya de por sí algo extenso) en dar detalles sobre un puerto homónimo pero distinto al "nuestro". Sin duda que, tras la invitación que desde el ME me hace Gonzalo Arias, ahora sí que goza plenamente del beneficio de la

Sierra Morena. Y

-

aquel momento no

vi la oportunidad

opot1unidad. 1.- CHRONICA ADEFONST IMPERATORIS

Volviendo al texto de Porres, diremos que allí ya se apuntan todas las claves del asunto: planteamiento (de tos dos cuerpos de ejército que se separan cerca del Tajo, uno se dirige a Jaén y otro no), nudo ( "Puefto Rey" y no "Puerto del Rey") y desenlace (Talavera de la Reina). Pero conozcamos otros datos de esta campaña de Alfonso

VII

además de los que cita FHG. El texto latino de la Crónica fue editado por Sánchez Belda; este es el

parágrafo 34 transcrito íntegramente: "Et omnis exercitrrs tmiversi regni stti congregallts est ¡n Toleto et fixere tentoria iurta flutium l-agi, et profectlLs est ipse rex, et Zafadola cum sttis mi.litibus clrm eo, et dívisit castra in duas manus, cu¿ia non su"ffic¡ebat ei herba ad pascendum. Ipse autem rex cum suo exerc¡lu ¡ntrav¡t per Portttnt Regem in terrant Moabilarum, et alitts erercitus cum comite Roderico Gunzalvi intravit per Portum de Mm'adal; et ambulctverunt quindecint diebus pg!--slellLu]Ll, et Ltter(lLte exerc¡tlts coadunatus est iLÁta castellum SarracenoruLn quod dicittu'Gallello, et ex illa die acceperttnt sibi herbas bestiís et frumenta abundanter. et erat irutnterabilis turba ntilitunt et


peditum et sagittariorum, qui operuerunt faciem terrae sicttt locustae.

El parágrafo 3 5 comienza así " Et inde rex moyit castra et coepit ire per campaniam Codubrc a dextris et a sinistris praedando, et occupayit totaru illam teruam et praedavit eam, et misit post se ignem et fecit magnam captfuationem et peruenít ad /luviunt qui dícitur Goadalquívir, quo transfewato, ex altera

parte dimiserunt Cordubam et Carmonan a sinistra, Sibiliam yero, quanx antiqui vocabant Hispalím relinqttentes a dextera. " Adelantaremos también otro dato importante: el regreso del ejército, al {tnalizar la campaña y ya unido en

un único cuerpo lo realizó tras ervzar el Guadalquivir por Sevilla: "Deinde rex moyil castra et transívit illum Portum de Amarela et eriyíl in ciyitatem suam, quae dicitur Talavera" (SÁNcHrz Bploa, Parágrafo 42). Ya desde las primeras ediciones críticas de la Chronica, es lo más aceptado por los autores el identificar este "Poftum Regem" coft "un paso menos frecuentado que el del Muradal, por ser miis dificí\, situado no lejos de éste, entre él y el río Fresnedas, junto a la yenta del Marqués [...] Los camínos procedentes de ambos se unen en el pueblo de Santa tr/e¡ia" SÁNcHEZ BELDA, p.271), opinión que es seguida en las más recientes traducciones de la Chronica (PÉxrz GoNzÁlez, p. 191). Sin embargo, no es unánime esta identificación con el Puerto del Rey de Siera Morena; el

mismo Sánchez Belda nos adviefte que "se le ha identificado con Puertollano, sin razón" (SÁvcuez BEloa, p. 271). Identificación que podemos encontrar en algunas obras posteriores; p. ej., A Translation of the Chronica Adefonsi imperatoris, with study and notes por Glenn Edward Lipskey (Ph.D. dissertation, Northwestern University, 1972) (en THp LteR¡Rv oF leszu,{N RrsouRCES oNLINE, http://libro.uca.edu/lipskey/chronicle.

htm.) donde, del capítulo titulado The First Campaign to Andalusia; the Sackings of Jerez and of Cádiz, Dealings with the Moors, podemos trasncribir lo siguiente: "The entü"e army f'om all the Kingdom was mobilized in Toledo. They pitched their fents near the Tajo Rfuer. King Alfonso marched wrth his forces as did King Zafadola. The canlp was divided into two divisions, because there was not enough drinking water for all the army, nor was there enough grass to feed the animals. Alfonso entered the tewitory of the Almoravides with his army through the Puertollano Pass. The other army, under the command of Rodrigo González, entered through Despe.&gpgtte_!!!§t For fifteen days they marched through uninhabited lands. Both armies joined together near the Moorish castle of Galledo". Y más adelante: "Alfonso moved his camp and crossed the Amarela Pass. From there he proceeded to Tctlavera." (No especifica si se refiere al Puertollano que está próximo a Almodóvar del Campo o

al que está en e[ límite de los términos municipales de Alía y Cañamero; provincia de Cáceres, Hoja707 del IG) Finalmente transcribiremos una pafte de la que fue la primera traducción al castellano de la Chronicq. Se trafa

de la obra de 1600 de Fray Prudencio de

Sandoval

titulada Chronica del inclito emperador de España, don Alonso Vll deste nombre Rey de Castillay Leon, hijo de don Ramon de Borgoña, y de doña Hurraca, re¡;na propietaria de Castilla. Sacada de un libro muy antiguo escrito de mano con letras de los Godos, por relacíon de los misntos que lo vieron, y de

mrLchas escrituras Emperador,

y

ofi"os.

y priuilegios

originales

del

mesmo

Realmente Sandoval no se limita

a

traducir, sino que también relata hechos que no están el texto original; é1 mismo afima que se sirvió de los Anales Toledanos y de los Anales Compostelanos. Extractaremos textos del capítulo XXV titulado: "De una famosa entrada que el Rey don Alonso hízo en tierra de Moros, hasta llegar a los campos de Córdoua y presentes en

Seuilla": "Acordose que se juntasse loda la gente de guerra en Toledo [. .] haziendose vn exercito de mucha caualleri.a, y peones en gran nunTero, todos bíen armados; y el Rey don Alonso quiso yr en persona [...]. Pusieron el exercito en orden, y assentaron sus tiendas riberas del rio Tajo. De aí leuantaron el campo, y a vnajornada diuidieron el exercito en dos partes, porque por ser mucha la gente, no hallaron con qlg_,se

susl?ntar. Entró el Rey con la parte que tomó pot'a si ¡tot' Puerto Real, y el otro exercito que con el Rey moro Zafadola lleuaua el conde don Roclrigo Martinez Ossorio entró por el puerto del Muradar (sic). Ouince dias -fueron marchando por desiertos, y al cabo dellos se yinieron ajuntar los dos exercitos, a vista de vnfuerte castillo de los Moros, que se dezia Gallego. Era grande el numero de gente de guerra que el Rey lleuaua, hombres de armas, ballesteros, y peones cltLe cubrian los campos: y tomando la dewota, auiendose bien provísto de bastimentos entró por los camr¡os de Cordoua. robando y

matando quantos

se le ponían delante. Llegó al

rio

GuadalquLívir ), detuuieronse en pasarlo, sin auer clttien les feusse a la mano, ni les hiziesse rostro, porque era tan grande el temor que cayó en los Moros, viendo la potencia del Rey. y dexando a Cordoua y Carmona a la mano diestra, tomaron el camino de Seuilla 1...l. Asolaron con gran destrozo los catttpos

y

lugares de Cordoua

y Seuilla hasta

Carmona, que era

Nn

fortisimo lugar [...]. llegó a tanto el ntiedo de los luloros y osadia de los nuestros, que corrian la tierra siete, y ocho jornadas, apartandose del cuerpo del exercito, y robauan y matauan sin auer quien se atreuiesse a salir a ellos [...,/. De aí

mouio

el Rey con su campo y llego con el a Xerez [...]

dexandola inhabitable. De at llegó a Cadiz [...J. DehLuieronse aquí unos dias, y dieron la buelta cargados de ricos despojos. Tomó el rey el camino para Seuilla ),passo con el exercito el rio Guadalquiuir [...]. Corrieron los nuestros la comarca, robando y matando quanto podian: que fue otra segunda plaga c¡rte vinc.t contra Seuilla[...]. Leuantó el Rey su campo y /ue marchando con el. Passó el puerto, q vino a Talauera. y de aí passó a Toledo, dando orden ct todos los capitanes y soldados que fuessen a su tierra a inuet nar, preuiníendoles para el año siguiente. Con esto se deshizo el exercito I.7" (SA\Doval, pp. 57-60). No entraremos en analizar algunas discrepancias con el texto manuscrito en latín (como [a corrección que

Sandoval hace de dejar Córdoba -tras cruzar el Guadala mano derecl.ra en lugar de a izquierda , así como el cambiar a Zafadola de grupo), pero sí hemos dejado

quivir-

subrayado los datos que nos parecen más importantes para

nuestro propósito y sobre los que más adelante incidiremos.

2- LOCALIZACIÓN DE LA "SIERRA DE LOS PUERTOS"

Así pues, la Chronica nos informa que el rey entra por "Puefto Real" y , ya reunidos, vuelven por el puefio de "Amarela". No es este el único documento histórico donde aparecen juntamente mencionados estos dos

l80l

13


puertos; los podemos encontrar en algunos conflictos de términos jurisdiccionales documentados el siglo siguiente. Don Ildefonso Fernández y Sánchez publicó en 1896 su Historia de la muy noble y muy leal ciudad de Talavera de la Reina, donde se puede leer: "El mismo rey D. Fernando III debió conceder también a Talavera todas las tierras comprendidas entre los términos de Toledo y Trujillo, según se vio luego por el pleito que ante don Alfonso X el Sabio ntanh»ieron Talavera y Toledo por los términos entre el río Guadiana y la Sierra de los Puercos (sic), bajo cuya denominación estaban comprendidos los puerlos del Rey, de C

Amarilla" (FrnNÁrurz SÁNcuez, p. 32). La aquí llamada Sierra de los Puercos es llamada también Sierra de los Pueftos; así aparece en la sentencia del pleito a que hace referencia don Ildefonso: "sobre los térntinos que son entre el río de Guadiana e la sierra de los de

puertos, los cuales dizen el Puerto del Rey e de Caruaial e de

amariella". (SuÁru2, 1982. p. 76). Esta sentencia se pronuncia en Sevilla el 11 de septiembre de 1262. Por ciefio, en ella se determina que "tomen los de Toledo contra GrLadiana de qinco sogas las dos e los de Talattera contra la

sierra de los puertos las tres sogas" (IDEM). En la Edad Media, el término jurisdiccional del concejo de Talavera llegaba hasta el curso de los ríos Guadiana y su afluente el Estena. (Incluía, por tanto, el actual enclave de Anchuras, el término de AIía y el luego famoso Monasterio de N" S' de Guadalupe).

Como vemos, tanto el Puerto del Rey como el de "Amarela" son mencionados formando parte de una misma "Sierra de los Puertos". Existe un Puefto del Rey en la Ho.ja 708 del IG al sudeste del Puerto de San Vicente. El núcleo de población que existe en la divisoria se llama "Puerto Rey". Así pues, es coherente plantear la hipótesis de que el lugar flonterizo por el que Alfonso VII entra a y sale de la terram Moabitarum fue Ia "Sierra de los Puertos": la ida por el Puerto del Rey y la vuelta por el Puerto de Amarilla.

2.I- EL PUERTO DE CARVAJAL 1.262 el nombre del que actual del que es es el nombre Puerlo de San Vicente la Edad Modema y sielTa en paso transitado de esta el más por donde cn)za el tronco principal de la Cañada Real

No aparece en el documenfo de

Leonesa Oriental. Con toda probabilidad

lo

que

ha

ocurrido es una retoponimización del puefto de Carvajal, ya que aparece en esta ubicación y con este nombre de "puefto de Carvajal" mencionado en una documentación sólo 48 años posterior a esta campaña de Alfonso Vll y que también trata de límites de jurisdicciones. Se trafa de

un documento de 1181 por el que, entre otras cosas, Alfonso VIII concede a la ciudad de Avila el castillo de Castro, en la rivera del Tajo, y un término entre los pueÍos "de Carvajal" y Albalate. Dice así la parte que nos interesa: "Prelerea dono et concedo vobis, prefacto AbtLlensi

concilio, iure hereditario ut habeatis in perpetuunt illud casÍellum quod diciftrr Castro, quod est in ri.ba Tagi, cum ontnibus sttis terminis. Et dono vobis alium terntirutnt. de illa can'et'a que disctu'it de Talavera usaue ad portum de Caravaial; deinde secuti transseltnt Sevalo de las Escalerolas in antea; et dei.nde ad dextrum per summum sete ltsque ad ¡llunt

l80l 14

portellum de Alvalat; et sicLtt intrat Tagtts in la Fauz." (l,uts Lóvaz y oel S¡n QutaNo, p. 22) De i 193 es otro documento por el que Alfonso VIII

delimita la parle meridional del territorio

abulense;

también se menciona este puerlo: "[...] ad finen Berrocal, deinde ad vallem Fossadarium, et yallem ad iusum usclue ad illant vegam, deinde sicut Vera vadit ad ittsum, et ret,ertitlu. sicut Seyalo cadit in Tagio, et Tagio ad iusum donec cadit luio in Tagio. in luio ad susum donec transsit vía Talavere in iugo que vadif ad Portum Carayaial. deinde sicttt vadit usque ad sum[um] Portum Caravaial, deinde per sumum serre usque ad locum ubi nascitur lbor. inde lbor ad iusum donec cad.it in Tagum, deinde Tago ad iusum donec Tietar cadit in Tagum t...1".

(lDEM, p.26)

Hay más menciones; en 1205 el mismo rey confirma los anteriores límites descritos en orden inverso: "[ ] nt dqinde Tago ad arriba usque ad sumum Portelli de Albaloth, deinde per sumum serre, et deinde a Las Escalerolas sicut transeunt Xevalo usque ad Portum de Carayaial. ef deinde sicut itttr per veriam (sic) de Talavera ad lugo et Castrum cum orunibus terminis sltís, et lugio ad iusum sicut cadit in Tagum,

et Tago ad susum donec cadit Sevalo in Tagio, ef deinde a la Vera et de

la

Vera ad sttsunt usque ad

la

Vegam , et de

la

l/ega

Valle Fosadero ad susum usque ad Jinem del BerrocaL [../"(idem, p. 29).El hijo de Alfonso VIII, Enrique I, confirma en 1215 estos mismos límites en los mismos términos que el párrafo anterior, salvo que ya se ha corregido "veriam" por "viam" y con la particularidad de que se sustituye la partei "et Tago ad susum donec cadit Sevalo in Tagio et deinde a la Vera et de la Vera ad susum usque ad la Vegam" por esta simplificacióí'. "et Tago ad susum usqlte ad la Vegam"(id., p. 33). Y ya solo mencionar que en 1219 hay otra confirmación de términos, esta vez otorgada ya por Fernando IIL(id., p. 35). La mención a los ríos Tajo, Ibor, Gévalo y Huso, junto con otros topónimos, permite identificar el puerto de Carvajal con el de San Vicente. Al menos así 1o identifica Carmelo Luis López en el tomo II de la Historia de Avila (Luts Lorrz, p. 29) y Iiménez de Gregorio (JruaNtz or GREGozuo, 1983, p. 91). Tal vez esta retoponimización haya tenido que ver con la potenciación del culto a San Vicente; culto que se asentó tanto en Avila como en Talavera de la Reina. Esta última pugna por ser patria de los mártires de la persecución diocleciana Vicente, Sabina y Cristeta; Avila sería el lugar de su martirio, edificándose a parlir de 1 140 el ternplo de su advocación en el mismo lugar donde se supone ocurrió aquéI. Sí que sabemos que con el nombre ya de San Vicente aparece en el libro de la Montería de Alfonso XI, fechado hacia 1350: "[. ] n, el camino que va de Talauera al Estrella[...] en el camino clue va al Puerto de Sanct Vigeynte cafante el arroyo [...]desde el puerto de Sanct Vigente, el camino ayuso fasta Guadarrancluejo [ ./ " (Rf COS, p. 1 2 12). 2.2 EL PUERTO DE AMARELA Mencionarernos

la opinión de varios

primer lugar, Coello afirma que

autores. En

"Lrno de los caminos ntás

directos entre Toledo y Mérida, es el que cruza la cordiLlera divisoria del Tajo y Guadiana por el puerto Marchés, qLLe otros llaman Robledo y muchos creen es el de 'Amarela'de ntLestras antiguas crónicas" (CoELLo. p. 26). Sin embargo, tiene el


impofiante inconveniente

de que la Chronica hace

regresar al rey por Talavera antes de entrar en Toledo, cosa bastante forzada si identificamos Amarela con puerto Marchés.

Glenn Edward Lipskey (opus. cit.) sostiene que'. "The precise location of the Amarela pass is unknown. However, since the Christian arnn proceeded to Talavera, one can surmise that it is one ofthe passes located on the v)estern side of the mountains to the southwest of Toledo.". Para Luis Sánchez Belda, "desconocemos stt situación, pero teniendo en cuenta la marcha del ejército puede deducirse que era alguno de los pasos que ofrece la parte occidental de los montes de Toledo" (SÁNcuez BELDA, p. 261). Para Maurilio Pérez es un "puerto de situacíón desconocída, pero proboblemente ubicado en la parte occidental de los Montes de ToLedo" (Percz GoNzÁl-az , p. 188). Jiménez de Gregorio, al hacer referencia a la Sierra de los Puerlos dice del de Amarela que esté "posiblemente referido ctl de La Nava (Entresierra)", del que comenta que "Es el más penoso de los citados pero, pero tantbién el más segu'o por su intrincada situación" (JtvÉNaz DE GREGoRIo, 1983, p. 9l). El puerto de Navatrasierra 1o podemos encontrar en la pafte norte del mismo lomo donde se encuentran los otros dos puerlos; en la Hoja delSGE Serie L Hoja 14-

21 Edición 1- SGE-1999. A nuestro juicio, el puefto de Amarela hay que localizarlo en un lomo distinto al de los otros dos pueftos y situado algo más al sur; en el término municipal de Alía

menos en el otoño) parecen ser grandes manchas de liquen sobre la roca. Ese color es una variedad del amarillo. E,ste estrecho es el paso obligado desde Alía a Talavera y está situado al sur del puefto de San Vicente. Alía formó parte de la Tiera de Talavera hasta que se emancipó en tiempos de Felipe

II.

Así pues, la localización geográfica, compatible con peftenecer a la Sierra de los Puefios, la pertenencia a la antigua Tierra de Talavera, su uso como antigua vía pecuaria, la toponimia y una ubicación coherente con el itinerario de Alfonso VII sugieren fuertemente que estamos ante el "Puerto de Amarela" de la Chronica.

2.3. EL PUERTO DEL REY

. No cabe duda que este puerto de 1262 no puede estar muy lejos de los otros dos, por lo que es fácilmente identificable con el topónimo actual. Algunas menciones sobre su funcionalidad viaria podemos encontrar

en

algunos autores. Julio González, hablando de las puertas de Ia muralla de Talavera de la Reina, menciona la que "se enfi"enta a la vía de Sevilla por el pr.Lente sobre el Tajo, con

falrt

ve

tinerario del ejército de Alfonso Vll en 1133 entre Tajo y Guadiana

(Cáceres).

En la página web de este

municipio

6'¡-{,

(http://www. alia.net) se menciona la existencia de dos vías pecuarias: " [...] las dos primeras úas

6s4

pecuarias que se frazaron en España pasan por el termino de Alía. La primerafrte autorizada por el Rey Fernando IV el día 20 de Septientbre de 1306, [...J por el Puerto de San llicente entroba en Extrentadura [ ] Lo segttnda [...]partía de Zaragoza, Sigtienza, Talaverct de la Reina, a pcu't¡r de aquí formando solapa con la anterior segttían juntas hasta los pLrcntes de Guadarranque y desde ahí, se volvía a senarat' continuando oor el estrecho de La Peña

AmariLla.

Alía, Ptrcrto Llano, Madrigalejo

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682

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\ -terntinaba en Mérida.[...] " (Los responsables de la \6 de de la obra texto página han tomado este de la historia Retazos Valentín Alcojol Jiménez. de Alía , quien a su vez cita a Daniel Romero Blanco: Trashumancia y cultura Pastoril en

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1ot 7oi Extremadura). ia, r¡,J1dabge /.!;o La hoja 708 del IG corresponde a Minas de _.7 nri Santa Quiteria; allí podemos ver el lugar donde la vía pecuaria se bifurca, a la altura del río Guadarranque y en la hoja correspondiente del Caiqnq,+ ,' c SGE (Minas de Santa Quiteria, Serie L Hoja 15,*'fue.i,,'|^"o 28, Edición 1- SGE-1999) podemos observar el mencionado E,strecho de la Peña, por donde pasa la actual carretera EX - 102. Entre los kilómetros 91 y 92 se aprecia el nombre que recibe una casa aislada: "La Marilla". Desde el mirador Servicio cañográfico de El Miliario Extravagante situado en Ias coordenadas 30S 03 14484 UTM 4311490 se aprecia perfectamente cual es el color que producen lo que en la distancia (y al

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[80] 15


rumbo directo al puerto del Rqt por Alcaudete; segttía hacia el castillo de Muro, cerca del Guadiana y de Alcocer. Al sur se bifircaba con dírección a Sevilla o a Córdoba."(GouzÁlrz. p. 392)

Este mismo camino que baja de Talavera directo al puerto del Rey por Alcaudete, resulta ser - en su tramo entre Sevilleja y Puefto del Rey - el que Gonzalo Arias

identificó como Camino PICAPTAR entre Tajo y

Bartolome de la Raña, que estLl dos leguas del dicho lugar del Puerto. al cabo de la sierra por donde pgsA__alruJgruJ\gJed por donde Sus magestades han pasado y pasan a Nttestru Señora de Guadalupe" (IDEM, p. 303). Según Fernando Jiménez de Gregorio, "este paraje no es otro que el llamado luego El Puerto del Rey, hoy en la jurisdicción de Setille¡a de la Jara." (JIvÉNrz on G«ecoRro, 1966, p.275).

Y hay otros

argumentos que identifican Puerto del

Guadiana n" 9'. "En un parrafo que encuentro confuso, Coello parece aludir a un camino de Sevilleja de la Jara al Portillo de la Cíjara pasando por una ermita de San Bartolomé clue no veo en los nrapas, pero sin mencionar el Puerfo del Re:¡ que parecería pg;p_pbfigg9lp. No lo veo claro". (Axtts, ME 69,22).

Rey con la Raña de San Barlolomé de Coello. En el trabajo de campo realizado junto con mis amigos Félix

El texto de Coello a que hace referencia Arias es cieftamente confuso. Coello, tratando de las vías entre Mérida y Toledo, y en concreto del calnino de Toledo a Guadalupe por Espinoso del Rey, menciona qtre "Después el camino más frecuentado se dirige, con bastante rodeo, por

"los del Puefto" (por el Puefto de San Vicente)

Bttenas Bodas

rectanxente,

y Gargantilla a Sevilleja de la Jara [...J o más Robledo del Mazo it dicha aldea de

por

Gargantílla. Desde Sevilleja hay cantino al prLeblo de Puerto de

San Vicente, pero el más frecuentado, y que debía ser el antiguo, es el que cruza la divisoria con el Guadiana al Sttdoeste y luego la prolongación de lo cresta. en que se abre dicho puerfo de San Vicente, al lado de la ermita de San Bartolomé. continuándo al Sur por la raña del último nombre, hasta incorporarse en el Portillo de la Cíiara con la otra vía descrita. Al lado de la ermita citada se aparta Lrn ramal qtre cruza el Guadarranclue y por el collado de la Sepulttrra de la l'ieja, va más recfanrcnte a Alía y Guadalupe. El cantino anterior es uno de los que se consideran m el portillo de la Ciiara , midiendo solamente 72 ntillas, cuando por el puerto Marchés se cuentan 7d'(Colrlo, pp. 35-36). Como se ve, Coello no nombra el Puerto del Rey y sí una errnita y rai1a. Para ayudar a situar esa "Raña de San Bartolomé" nos da Coello una pista en la frase: " [...] cerca del pueblo lLamado Mina de Santa Quiteria, un poco al Este de la Raña de San Bartolomé" (Coerro, p.37).Y cuando trata de caminos en dirección nofte -sur afirma que "El camino continuaba indudablemente hacia la Raña de San Bartolonté,

empalmando con las otras líneas que se han descrito; en realidad fornta lo más directa ), breve entre el Tajo .'¡ el Guadiana. y tma de las consideradas siempre como más accesibles )t .frecuentadas entre Castilla ), Andalttcía. Cornide asegLtra que no vío trazas de camino romano en esle trayecto,

pero otros dicen lo contrario

y

son ntuchas las razones

e

(Corllo, p. 38). podemos pistas encontrar en las las Otras Relaciones de Felipe II; las del lugar de Puerlo de San Vicente especifican que se llama así "por cuanto está arrintado a un puerto de en dos sierras y pasa por el dicho indicíos que confirntan su existencia"

puerto un camino por el cual van por el a Sevilla y a Córdoba ya toda Andalttcía 1.../" (VIñAS Y PAZ, p. 298). También dicen, en la respuesta i 9 sobre el nombre de \a siena, "que se llama la qtLe viene averando con el dicho lugar del Puerto, la sierra de Mohedas y otra que parte dende el dicho lugar hasta la ermita del señor San Bartolomé de la Raña, que está dos legtLas de el dicho hgar del Puerto, se llama la sierra de la Robliza y que están las dichas sierras avarando al dicho lugar clue habra siete leguas de sieruas"(IDEM, p. 301). Sobre esta ermita da más datos en la respuesta 40: "hay dos erntifas en su jw'edición [una] que est¿i encinta del puerto, que es Nuestra Señora de la Concepción y la otra señor San

y

[80] 16

San José

y Alfonso Ruiz en el mes de octubre de 2001,

varios infomantes locales de la pequeña localidad

de

Puerto Rey relataban (los de más edad) la tradición de que "se

llevaron" una imagen de San Bartolomé que estaba en una ermita aruinada. Dicha ermita arruinada, de la que no qüeda nada visible, estaba situada a escasos 100 m de ia actual ermita (30 s 0326053 UTM 4368584). EI episodio lo datan dentro del siglo XVIII. La actual ermita está junto al actual pueblo; al otro lado de la caretera, en un tereno que recibe el nombre de el "Raso Santo". Todavía el Nomenclator de la Provincia de Toledo (lNI, Padrón

1986, public. 1990), en su pág. XII, tratando de los Montes de Toledo menciona las "Rañas de San Bartolom€': "enlázanse estas últimas hacia el Noroeste con la sierra de Altamira". Con los datos anteriores parecería claro que Coello se refiere con otro nombre, al Puefto del Rey cuando

menciona la Raña de San Bartolomé, sin embargo, la confusión se mantiene cuando unas líneas más adelante, menciona explícitamente al Puerto del Rey cuando afirma

que después del engrandecimiento del monasterio de Guadalupe se abrieron nuevos caminos para llegar a él: "uno de éstos para el tránsito de los reyes, y por el puerfo que se llamó del Rey, al sur del de San Vicente [...]" (CoYtto. p. 39). Inexplicable porque solo 27 años después el capitán profesor de Topografía de la Academia de Infantería de

Toledo, autor de Los Montes de Toledo. Estudio y "Puerto Rey"

geográfico, identifica "raso Santo" (Gr.ncÍa Rlv, p. 32).

Por otra par-te, es un lugar común en los autores (Madoz -voz: Jara-, Coello, Jiménez de Gregorio, Fernández Delgado y Moreno Nieto) el relacionar el nombre de Puefto del Rey con el acondicionamiento del mismo para facilitar el paso de alguna comitiva regia y referido siempre a monarcas posteriores a la eclosión de l'enómeno de Guadalupe. Sin embargo, pese a la insinuación del tránsito de los

reyes hacia Guadalupe que aparece en las Relaciones de Felipe II, El puerto del Rey no aparece con este nombre ni en Hemando Colón, ni en las Relaciones Topográficas de Felipe II, ni en las Relaciones del cardenal Lorenzana, ni en los Reportorios de Villuga y Meneses. En relación con lo anterior, hay que precisar que, desde el punto de vista de la caminería histórica, esta área geográfica tendrá en la Edad Moderna un indiscutible centro de gravitación: Guadalupe. A fines del s. XIII y, en todo caso antes de 1327, uno de los abundantes pastores providenciales que aparecen por la historia nacional, encuentra una imagen de la virgen a crya sombra se edificó una inicial ermita que.


por los grandes prodigios que sucedieron, se hizo muy pronto popular en España, hasta el punto de haber sido calificado como uno de los centros de la piedad española XV al XVIII; allÍ se dice que acudía una inmensa muchedumbre de peregrinos de toda España. Esto, obviamente tendrá una influencia muy grande en el diseño de la red caminera en esfa zona. De hecho, por Guadalupe pasan los caminos de los Reporlorios del XVI. Y, de cualquier modo, no son condiciones excluyentes la

en los siglos

al Puefto del Rey en la documentación del siglo XIII y un posible existencia

de

menciones

acondicionamiento a partir del s. XIV. Por otra par1e, el uso de este puefto debió de mantener alguna entidad durante la Edad Moderna. Mu Jesús Suárez Ályarez, tratando del camino de Talavera a Guadalupe menciona que "en el término de La Estrella debía producirse su bfurcación en el camino real que tomaba el rumbo del 'puerto del Rey'y el camino real que se dirigía hacia el Puerto de san Vicente para desde allí, encaminarse a Alía y alcanzar por último la villa de Guadalupe" (SuÁnrz, 1992, p. 204). (Este segundo camino pasaría por el puerlo de Amarela). También aparece este camino del Puerto del Rey reproducido en el mapa de Pacheco Jíménez cuando trata de la infraestructura viaria en Talavera durante los

siglos

XVI-XVIII (camino

desde Sevilleja a Castilblanco) p. 394). Siguiendo con los PICATAR entre Tajo y Guadiana, Ia continuidad natural tras pasar el Puerto del Rey es el tramo del PICAPTAR no 10 hasta Castilblanco, donde Arias menciona que: "La vía romana seguiría por Castilblanco ("Cantino de Anchttras en IG 708 y 733) y por aquí se llantaría "Cantino de Castilla o de Talayera a AndaltLcía" I 7 ' (ARrAS, ME 69,22). Posiblemente sea este camino el que seguían las milicias concejiles abulenses en sus fiecuentes razzias por Andalucía. En efecto, la misma Chronica nos informa cómo "aunque los musulmanes hacían

(Pecueco

JrHaÉNEz,

grandes guerras siempre fue costumbre de los cristianos que habitaban la Transierca y en toda Exlremadura reunirse cada año frecuentemente en formaciones que a la postre eran de nil, dos mil, cinco ntil o diez míl caballeros, mlis o menos, e iban al

y de los agarenos, efectuaban [..] e inflingían más daño que el que

territorio de los mohabitas nLtmerosas matanzas,

recibían de los musulntanes" (PÉxtz GoNZÁLEZ, p. 102). Hay un topónimo que aparece ya en 1152 y que se repite en los documentos ya mencionados de 1193,1205,1215 y 1219: es el llamado "vallem Possadarium" o "Valle Fosadero" y más recientemente Valfonsadero o Vallefonsados. Cómez-Menor lo sitúa en una casa de labor a 5,5 km de Caiera (como "lugar despoblado, llamado Baldosadero"),

y del que da la siguiente etimología:

"parece estar relacionado con un lérntino castrense, aludiendo a un servicio de guerra que debía hacerse en tiempo de guerra" (Govrz MENon, p. 148). Más explícitamente, tras mencionar concreta-mente este topónimo, Angel Barrios apunta que "los guerreros abulenses quizás solían reunirse en algún lugar nteridional, próximo a la frontera, antes de ir a 'fonsado"' (BARRros Gancie, 2000 b, p. 3a8). Por ello, estos caminos que unen Talavera con Andalucía serán elegidos en repetidas ocasiones por el mismo Alfonso VII, por ejemplo, diez años después de su primera campaña andaluza, esto es, en 1 143 "el emperador,

después de recorrer todo el tenitorio de Córdoba, Carmona y Seyilla, regresó con una gran victorict y, habiendo llegado cerca de Talayera, establecíó el campamento cerca del río Tajo en la llanura" (PÉnez GoNzÁrrz , p. 122).

También desde el lado islámico, y desde los primeros tiempos del emirato, la función de Talavera había sido muy especialmente militar: no solamente una función de Marca o frontera para impedir la llegada de contingentes bélicos procedentes del norte, sino tanrbién

para contribuir al control de los siempre insumisos toledanos (MaRrÍNrz, p. 180). La consideración de "puerla de entrada" que tenían estas tierras talaveranas la encontramos también referida en los autores musulmanes, como por ejemplo, en el geógrafo al-Bakri: "la ciudad de Talc¡vera es el punto más lejano de las marcas de los musulmanes, y una de las puertas de entrada a las tierras de los politeíslas" (Bannros G¡.ncie, 2000 a, p. 200).

Citábamos antes a Julio González tratando de las puertas de la muralla de Talavera, pues bien, la que se abre hacia el sur bien podría tener término en una de las de la ciudad de Córdoba. Ciudad que tenía en el siglo X siete pueftas "que se abrían a las calzadas que conducían

a

ciudades importantes I entre ellasJ la 'Puerta de Talavera' (Bab Talabira) , llamada también 'Puerta del León' (Bab Liyun) o 'Puerta de los judíos' (Bab alYahud) o 'Puerta de la Buena Dirección' (Bab al-Hudá) " (VarrvÉ, p.177).

3.-RECONSTRUCCIÓN DEL ITINERARIO DE 1133 HASTA

LA REUNIÓN

Así pues, el Puefto del Rey de la Jara está ubicado

en una zona geográfica con mucho tráfico entre AlAndalus y la España cristiana, durante aquellos tiempos. Dentro de los límites que nos hemos marcado, vamos a dividir el itinerario en dos pafies: 10 entre Toledo y los Puertos y 2o entre los Puertos y el lugar de reunión. Habrá que considerar: el motivo de la separación, los días que permanecen separados, y es importante aventurar el punto de encuentro de ambos cuelpos de ejército. Si hacemos pasar a Alfonso VII por el Pueno del Rey de Sierra Morena encontramos las siguientes

dificultades: 1.- Es difícil llevar separados durante 15 días a dos ejércitos que salen al mismo tiempo del mismo sitio

(Toledo)

y

van al mismo lugar de destino (Tierra

Córdoba) pasando casi por

de

el mismo sitio (Muradal

y

Puerto del Rey de Sierra Morena).

Sabiendo que el motivo de la separación es la existencia de problemas de abastecimiento y que esos problemas no se verían favorecidos por transitar por lugares yerrnos: "desiertos" (de hecho, solo se resolvieron hasta poco antes de entrar en los campos de Córdoba), menos creíble resultan unos itinerarios tan casi paralelos que son casi coincidentes incluso en el cruce de Sierra Morena. Sabemos qlue "De Toledo a Córdoba hay tma distancia de siete días a caballo y de catorce etapas o campamentos para los ejércitos", según describe lbn Galib (Verr-vÉ, p.312); periodo de tiempo muy similar al que da

\a Chronica

hasta

el

encuentro de los dos ejércitos.

"Quince dias fueron marchando por desiertos, y al cabo dellos

l80l17


se Ninieron a _juntar los dos exercitos"'. A 30 Km/día, en 15 días se hacen 450 km. 300 si lo hacemos a20 km/día.

este puerto sin hacer escala en Calatrava, sino pasando por la entonces ciudad yerma de Consuegra. En concreto.

Lo que es peculiar de este itinerario es que los dos cuerpos de ejército emplean unas de las posibilidades más excéntricas de los caminos Toledo-Córdoba. Alfonso VII utiliza una de las variantes más occidentales: la Sierra de los Puertos y el conde emplea una de las más orientales: el paso del Muradal, accediendo a é1 seguramente por un trayecto rnuy parecido al de la actual N IV, trayecto al que

haciendo el mismo movimiento de flanqueo que 279 años antes había realizado - en sentido inverso - el emir Muhammad (LÉvr-PnovrNqar-, p. 191): "Con una colttmnct de

accedería desde Consuegra. AI elegir estas rutas se descartan las otras dos posibilidades más directas y Ílecuentadas de las rutas que unen Toledo con Córdoba; estas dos rutas más directas son: una, la que pasa por Calafrava la Vieja, Caracuel y Puerto Mochuelo, y la otra serÍa la que va por el puerto del Milagro y Torre de Abraham. Muy transitada es esta del Milagro o paso de Alhober, ya que "Xinténez cle Rctdct nos dice que construyó el castillo de Milagro 'ln via publica per quam Toletunt arabes gravius infestabant"' (Rmnr-, p. 38). Seguramente este camino sea también el que la Chronica habla de una expedición de mil caballeros y gran multitud de peones procedentes de Avila y Segovia a Andalucía "per quandam úam, quae ducit contra campaniam cordubam", pasando por la llanura de Lucena (que FHG identifica con la localidad

de Luciana en Ciudad Real) (HanNÁu»Ez

Grrl.ror..pz,

t I, p.

29t).

También es adjetivado de camino real

el

que

conduce desde Córdoba a los pozos de Algodor (con el sentido probable de "fuentes"), es decir, al nacimiento del río Algodor (SÁNcurz BELDA, p. 259). A este punto llegó la expedición que con el apoyo de Texufín acude a Oreja "per viant regiant quae ducit Tolefum"; también allí tuvo lugar la batalla tras la cual muere el héroe Munio Alonso. Dos son los motivos de elegir las rutas excéntricas: uno es de intendencia, el otro es táctico. E,n cuanto a lo primero, se precisa la separación entre los dos ejércitos

fruto de las dificultades de

aprovisionamiento.

Obviamente, cuanto más cerca marchen las columnas una

de otra, más

presentes están

los

problemas

de

abastecimiento. El otro motivo tiene fundamento táctico: se prescinde de utilizar los dos caminos mas directos que

enlazarían Toledo

con la campiña

cordobesa (po.

y por el Puerlo del Milagro otro) porque ambos estarían muy controlados. Al menos el que pasa por Calatrava, forlísima plaza militar en poder musulmán Calatrava uno

y dirigida por el caudillo Farax, que fue durante muchos años la pesadilla de los toledanos. La actividad de este personaje está documentada en la Chronica y en los Anales Toledanos al menos desde 1130 y hasta su tnuefte en 1145. Recordemos que Calatrava es una importante ciudad fundada ya en el siglo VIII, cabeza de una extensa región dividida en numerosos iqlim, fue el más impofante

apoyo del poder cordobés frente

a los

endémicas

sublevaciones toledanas. A la caída del califato llegó a constituirse como taifa alrededor del señor local andalusí

Abd Allah b. Qasim. Este camino por Calatrava solo quedaría totalmente expedito tras su conquista, que no tiene lugar hasta I 147. Por eso es previsible también que el ejército del conde, que cruza por el Muradal, llegue a

l80l

1B

varios miles de hombres, tomó la calzada romana que enlazaba Córdoba con Toledo, franqueó Despeñaperros, siguió su ruta, dejando Calatrava a la izquierda, y por Consuegra llegó a la llanura situada ínmediatamente al sudoeste cle Toleclo" (donde tendría lugar la "segunda" batalla del Guazalete). El uso de esta alternativa consaburense para acceder a Andalucía está documentada algunos años después: de 1200 es el documento por el que Alfonso VIII protege a quienes

desde Toiedo quisieran marchar a Al-Andalus por Consuegra, pagando en esta villa los derechos correspondienfes'. "Mando quod omnes illi exeas clui de ToLeto levant reqttas ad terrant maurorunl

et voluerint ire per

Consogram, ex[eJant et redeant securi ipsi et [o]ntnes cltri cum

eis fuerinl, dando

in

Consogra suas directura.r" (Avala

MARriNEz, p.374).

Ejemplo de

lo dicho es el del año 1 143, en que

mientras Munio Alonso muere batallando con Farax cerca del nacimiento del Algodor, el rey Alfonso VII utiliza otra vez la ruta talaverana para regresar de otra algara en que recorrió "todo el territorio de Córdoba, Carmona y Sevilla", tras la que, "habiendo llegado cerca de Talavera, estableció el campamento cerca del río Tajo en la llanura" (PÉrsz GoNZÁLEZ, Parágrafo I 86).

Tratemos ahora del itinerario entre los puertos y el lugar de reunión. En I133 el itinerario que sigue Altbnso VII hacia Córdoba está condicionado por una parlicular necesidad táctica: reunirse con el segundo cuerpo de

ejército que entró por el Puerto del Muradal. Esta de reunión implica no seguir el trayecto

necesidad

ordinariamente prefrjado que se encamina directamente hacia los mismos muros de las ciudades de destino. En efecto, sabemos que Alfonso y el conde reirnen sus tropas antes de uuzar el Guadalquivir, junto al castillo de los musulmanes llamado "Gallello", "y desde aquel día se proclu"aron pasto para los animales y tr¡go en abundancia". La

localización de este castillo es desconocida, Maurilio Pérez dice que entre el Puerlo del Muradal y el Guadalquivir, "en el partido judicial de La Carolina" (PÉxr.z GoNzÁr-¡2, p. 192), opinión coincidente con la de Sánchez Belda quien aventura su posición con más detalle: "puesto para defender por el sur el del Muradal ¿Sería Santa Elena? " (SÁNcurz BELDA, p. 266). Pero: ¿quince dÍas separados entre Toledo y Santa Elena? Nuestra opinión es la siguiente. Sólo tras reunirse desaparecen las dificultades de aprovisionamiento. Es entonces cuando "el rey levantó de allí el campamenlo .v empezó a moverse por la campiña de Córdoba saclueando a diestro y siniestro" Sandoval es más explícito: "atLienclose bien provisto de bastintentos entró por los campos de Cordoua, robando y ntatando". (El texto latino usa la expresión "coepit ire per campaniant Codubae"). Parece lícito que una acepción de la expresión empleada puede dar a entender que solo entra en los campos de Córdoba tras haberse reunido y haberse provisto de bastimentos. Eso nos llevaría a suponer que el castillo de Gallello estaría fuera


del

teritorio del reino almorávide de Córdoba. Dentro

de

las variaciones lógicas experimentadas a lo largo del tiempo, parece que el límite oriental de este reino ha sido bastante estable. Concretamente, lo ha constituido el Río de las Yeguas. Así el límite oriental del reino cordobés del es prácticamente el actual de la provincia de Córdoba

XIII

(SeNz SeNcHo,

p. 33). Si esto fuera así, el castillo de al oriente del arroyo de las Yeguas y al

Gallello estaría norte del Guadalquivir. Pero tampoco muy alejado de aquel arroyo, ya que no debemos olvidar que aunque el Guadalquivir se cruza aguas ariba de Córdoba, el destino de [a campaña es Sevilla y Cádiz. Es decir, el castillo no puede estar junto al Muradal ya que no tiene sentido que Alfonso, que ya ha pasado a la altura de Córdoba (Santa Eufemia * Pedroche), se dirija hasta Santa Elena para reunirse con el Conde, para luego, juntos, deshacer el camino hecho por Alfonso hasta otra yez la altura de Córdoba. (Sin duda que Alfonso atraviesa antes de la reunión por tierras actualmente cordobesas, pero tal vez la antigua cora de Fahs al-Ballut (Pedroche, Santa Eufemia y Chillón) fuera considerada un teritorio con cierta singularidad distinto del territorio cordobés estricto, o tal vez por estar entonces despoblado por las algaras cristianas).

Pues bien, tendríamos que buscar

un

punto geográfico que reúna estas características concretas: l) que esté al norle del Guadalquivir, al oeste del Arroyo de las Yeguas y al este de Córdoba (para desde allí cruzar el

Guadalquivir y tomar el camino de Sevilla "dexando a Cordoua y Carmona a la mano diestra") y 2) que esté en una situación equilibrada para que las trayectorias de los dos

brazos

del ejército sean parejas, es decir, que

las

distancias que recorran para reunirse no sean muy disímiles para que ningún ejército tenga que desandar 1o andado tras el encuentro.

Ese lugar estaría dentro de los actuales téminos municipales de Andújar o Marmolejo. Aunque no conozco ninguna referencia a ningún castillo llamado Gallello en esa zona, en la Hoja comespondiente a Andújar del SGE ( 1:50.000 serie L l8-36 (904) Edición 1997, existe a unos 3 o 4 km al nofte de Andújar la llamada "Loma del Gallo"; también más al norte, cerca de Ia ermita de Santa María, existen unas "Casa del Arroyo del Gallo" , el Arroyo del Gallo es un afluente del Jándula por su izquierda. En la Hoja del IG aparece también en esa misma zona el topónimo "Saltagallos". ¿Habría que buscar por allí los restos de algún castellum sarracenorum quod dicitur Gallello? Y, ¿por dónde van los ejércitos entre los puertos y ese castillo que suponemos muy cerca del Jándula? Para responder disponemos de un dato: el autor de la Chronica Lrtihza la palabra "ambulaverunt" para referirse al tiempo en estuvieron separados. Pues bien, según Sánchez Belda, el significado que hay que dar a esta expresión es Ia de "marchar fuera de camino" (SÁNcuaz BELDA, p. 210),

algo coherente con las circunstancias de

desaprovi-

sionamiento y cruce por "desier1os". Algún tramo del camino romano que une Santa Eufemia con Montoro (vía 824 ME 45,19) hubiera podido aprovecharse para el tránsito de Alfonso VIl.

Así pues la reconstrucción del itinerario pude ser: 1 .- Separación a poca distancia del Tajo. 2.- Alfonso VII marcha, eludiendo el paso por el Puefto del Milagro, hacia la Sierra de los Puerlos, la cual cruza por el Puerto del Rey para dirigirse hacia Santa Eufemia.

3.- González de Lara marcha hacia el Muradal tomando la ruta de Consuegra para eludir Calatrava en poder musulmán . 4.- Desde Santa Eufemia y desde el Muradal ambos cuerpos de ejército realizan una trayectoria para confluir al norte del Guadalquivir y al este del río de las Yeguas,

en el alfoz medieval de Andújar, para entrar unidos

en

territorio de Córdoba. Este trayecto de confluencia lo realizan fuera de las vías más transitadas y habituales (i'ambulaverunt"). 5.- Cruce del Guadalquivir aguas arriba de Córdoba para dirigirse hacia Sevilla y Cádiz.

4.- CONCLUSTONES

1.- El Puerto del Rey y el Puerto de Amarela, son mencionados en la Chronica Adefonsi Imperatori,s como lugares de paso de Alfonso VII en la incursión de 1133. Se han venido identificado: el primero con su homónimo

de Sierra Morena y,

menos frecuentemente,

con

Puertollano. El segundo, con Puerto Marchés o con el de Navatrasierra.

2.- Ambos pueftos aparecen también mencionados (iunto con el Puerto de Carvajal, y como integrantes de una entidad geográfica llamada "Sierra de los Puertos") en

un documento real fechado el 1 I de septiembre de 1262 por el que se hjan los límites entre las jurisdicciones de Toledo y Talavera de la Reina.

3.-El "Porlum Regem" de 1133 es el actuai Puerto del Rey situado junto al núcleo de población llamado "Puefio Rey", en la comarca de La Jara toledana. Aserto cuya demostración requiere dos fases:

4.- Verificar que el Puerto del Rey mencionado en el documento de 1262 se identifica con el que ho)¡ recibe este nombre en La Jara toledana.

4.1. El Puerto del Rey de 1262 ha de estar cerca de los límites de los alfoces medievales de Toledo y Talavera de la Reina 4.2.- El puefto de Carvajal se ha identificado con el

actual Puerto de San Vicente.

El

puerto de Amarela

puede identificarse con el Estrecho de la Peña Amarilla en término de Alía (Cáceres). El Puerlo del Rey de 1262, que peftenece a la misma entidad geográfica, no puede estar muy alejado de los de Carvajal y Amarela.

4.3.-Una vez delimitado el marco geográfico, sería extraordinario que en la misma Jara toledana hubiera dos puertos distintos: uno el actuahnente llamado Puerto del Rey y otro ubicado también en la misma comarca y que en el s. XIII se llamara también Puefto del Rey. Obviamente,

[80] 1e


se trata del mismo puerto, que cumple la

misma

funcionalidad viaria en una época y en otra.

guarnición musulmana hasta 1147) o por Puerto del Milagro (presumiblemente por ser, con el de Calatrava, el itinerario más vigilado).

5.- Verificar que este Puerto del Rev de 1262 (y no el Puerto del Re), de Sier:ra Morena) es el mencionado en la Chronica .

5.1) Criterios basados

en

las

fuentes

documentales disponibles:

5.1.1.- Dado que la Crónica nos da algunos datos circunstanciales sobre la incursión de 1133, para saber cual de los dos puefios es el allí mencionado, han de relacionarse esos datos complementarios con la situación geográfica de ambos puertos para ver cual se adecua

5.2,2.- El puefto situado en La Jara es uno de los más accesibles

y

frecuentados entre Castilla

y Andalucía

(Incluso en la actualidad, la carretera que le cruza tiene categoría de nacional, mientras que la del Puerto de San Vicente es de inferior categoría). 5.2.3.-Si la "Sierra de los Puertos" es considerada

frontera entre territorio cristiano y musulmán, es coherente que el redactor de la Chronica, para fijar los puntos de entrada y salida al territorio musulmán utilice, alternativamente, dos lugares de la misma. 5.2.4.- No hay motivos para pensar que el Puerlo del

los conocidos motivos de

Rey de La lara que recibe este nombre en 1262 no recibiera ya esa denominación en 1133: El que dicha entidad geográfica y sus tres puertos reciban esas denominaciones en fechas anteriores al desarrollo de las peregrinaciones a Guadalupe, implican que el nombre de Puerto del Rey no se debe al tránsito de comitivas regias

cruzar'Juntos" los dos pueftos de Sierra Morena. b).- Ya qlue la Chronica detalla que los dos cuerpos en que, al poco de cruzar el Tajo, se divide el ejército de Alfonso VII anduvieron separados quince días por regiones deshabitadas, menos creíble resultarían unos itinerarios tan casi paralelos que serian casi coincidentes

que se dirigen a ese centro de piedad y por tanto no debe su aparición a cualesquiera obras de acondicionamiento para el paso de estas comitivas piadosas. 5.2.5. Algunos autores sostienen la posibilidad de que el camino del Puerto del Rey de La Jara sea camino romanoi para Coello "son muchas las razones o indicios que confirman su existencia".

mejor. Pues bien, los datos de la Crónica adquieren mucha

mayor coherencia cuando la ubicación geográfica del "Pofiu[l Regem" se identifica con el de La Jara a).-Ya que en 1 133 se ha de separar el ejército, por abastecimiento, carece de sentido que los dos ejércitos discurran "en paralelo" para

incluso en el cruce de Sierra Morena.

5.I.2.- Con independencia de lo anterior, otro método se sirve de los datos que nos brindan los cronistas

5.3) La cita de Félix Hernández Giménez aducida por Gonzalo Arias:

coetáneos de la batalla de 1212 de Las Navas y relacionarlos con la ubicación geográfica de ambos pueftos. La ausencia de menciones de estos cronistas a ningún "Portum Regem" se entiende mucho mejor

FHG es el autor aducido por Gonzalo Arias para "confirmar" la existencia en 1133 del camino del Puerto

considerando su ubicación en La Jara.

FHG, no figura en absoluto ninguna mención a

De los autores coetáneos a la Las Navas, tanto participantes en la propia batalla ( Jiménez de Rada, el arzobispo de Narbona y Alfonso VIII que escribe al papa

puefio. Por tanto nada se afirma de é1. Nada hay en ese texto de FHG que relacione al Puerto del Rey de Sierra Morena con la incursión de i133. Nada hay en ese texto que obligue a situar el "Portum Regem" de 1133 en Siera Morena. Nada hay en esa cita de FHG que impida que el "Porlum Regem" esté en absolutamente cualquier otro

relatando

los hechos), como los no

explícitamente

participantes en los hechos, ninguno de ellos tnenciona ningún Puerto del Rey, ni Arroyo del Rey, ni Cerro del

Rey, ni tal siquiera la Mesa del Rey", Io cual resulta inexplicable si los caminos del "Portum Regem" de la Chrc¡nica hubieran sido transitados durante esta batalla. En definitiva, inseftados ambos Puertos del Rey en relatos los de 1133 y de 1212, se compofta mucho mejor el situado enLa Jara que el de Sierra Morena.

5.2) Criterios basados en la funcionalidad viaria del Puerto del Rey de La Jara:

5.2.1- Existen motivos que hacen verosímiI y VII en 1133: es una ruta flecuentada por las milicias de los concejos razonable el empleo de esta ruta por Alfonso

del Rey de Sierra Morena. Sin embargo, en ese texto

de

este

sitio entre Toledo y Andalucía. Pero hay más: ¿Hay algún otro texto en el que FHG nos manifieste explícitamente cual es su opinión sobre la ubicación de este "Portum Regem" de 1133? La respuesta es afirmativa. Y ahora e[ texto de FHG es taxativo'. "el tal Puerto del Rq, no puede ser el de,signado de ese modo mismo, existente 4,6 kms. al O. del de Muradal', para seguir: "En cambio, el texto transcrito se explicaría bien, de haber tenido eíecto el paso del monarca por el Puerto del Rey, del extremo S. de la Sierra de Altamira, 6 kms. al N de Ciiara" e insistir portercera vez que es el Puerto del

Rey de la Sierra de los Puerlos "realmente aprovechado

por el cuerpo capitaneado

en persona

el

por

castellanos para sus algaras y fonsados. Está documentado su empleo por el mismo rey en al menos otra ocasión: al

Alfonso VII". El resto de las apreciaciones que hace FHG sobre el itinerario de Alfonso VII son perfectamente

retornar por Talavera en 1143. En ambas ocasiones se flanquean los itinerarios más usuales entre Toledo y Córdoba: los que pasan por Calatrava la Vieja (con fuefte

concordantes con las conclusiones expuestas.

[80] 20

¿Dónde se encuentra publicada esta opinión de FHG? Sorprendentemente la respuesta a esta pregunta


está en

el mismo ar1ículo de Gonzalo. lnmediatamente

después de transcribir en ME 18,9 la cita de FHG escribe Arias'. "Para ese tercer yolumen, que trataré de obtener, veo que está anunciado un trabajo de 1967 sobre los caminos de Córdoba hacia el noroeste (¿et que tengo ),a.foto uti.l¡cé en ME 70,27 l, ME 71,32)." Prueba de tal utilización es que en ME 71,32 nos facilita Gonzalo la referencia: "En el número anterior hice una pequeña exploración

carfográfica basada en un trabajo de Félix Hernández Giménez ("Los caminos de Córdoba hacia el noroeste en época musulmana", Al-Andahs XYY| 1967, fasc. l-2, pp. j7-l2j y 277-358)." Pues bien, si Gonzalo quiere revisar de nuevo las fotocopias en las que basó esos trabajos de septiembre

Si Arias hubiera redescubierto entre sus fotocopias estos trabajos de FHG, como redescubrió los otros, tal vez no le hubiera suscitado esa lástima que manifiesta por no

poder ponerlos en

mi conocimiento. Lástima sin

duda

precipitada, como lo ha sido su lectura de la obra de FHG. 6.-Hay que concluir , pues? que no existen menciones documentales ni coetáneas ni anteriores a la batalla de Las Navas de 7212, qoe den la denominación de "Puerto del Rey" a ninguno de los de Sierra Morena. 'J .- Para ftnalizar, mi postura sobre la romanidad del Puerlo de Rey y su Empedradillo puede sintetizarse en la siguiente ffase que tomo prestada de Gonzalo Arias: "Sierupre he pensado que un empedrado viejo aislado no es

y diciembre de 1999, encontrará que en la página 119 destaca el siguiente título: "Ios Puertos del Rey, de Carvajal y de Amariella, de la Sierra de Altamira". Las palabras de FHG que yo acabo de transcribir las

prueba de romanidad: es necesarío comprobar su continuid.ad con otros trozos alejados muchas millas, y ponerlo en relacíón con otros datos e indicios históricos, toponímicos, literarios,

encontrará en la fotocopia de las pp. 121 y 122.

toponímicos

etc.

" (Anns, ME

30, I

o literarios

9). Pocos datos históricos, pueden aducirse a favor de su

romanidad.

5.-

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En torno al Puerto del Muradal José

Muñoz del Campo

Nota editorial: Hemos simplificado el título con que se ha recibido este trabajo, que es el siguiente: "Comentarios a 'El Puerto del Muradal: entre el mundo prerromano y la ilustración' (Jesús Sánchez Sánchez). Publicado como: Anexos de El Miliario Extravagante, I . Septiembre 200 I " .

Tomando al pie de la letra las palabras de don Gonzalo Arias en El Puerto del Muradal y el Puerto del Rey (número 79 de EL MILIARIO EXTRAVAGANTE), animando a opinar sobre el trabajo de investigación de don Jesús Sánchez Sánchez que encabeza este escrito, para lo cual avanza el primer paso a manera de ejemplo, hemos enjaretado el siguiente comentario. Para emitir sus opiniones, el señor Arias divide las conclusiones en tres órdenes: a), b), y c). Se queda con el

tercero,

al que un

servidor no puede llegar por

su

desconocimiento más absoluto sobre el tema de qué trata:

antigüedad y categoría de los distintos caminos mencionados". Sí opinaremos en cambio sobre los otros dos enunciados, para lo que seguiré el orden del trabajo

"la

original..

Lo

primero que observamos es que

el

autor

desconoce nuestros dos libros conteniendo abundantes datos sobre el particular, pues no los cita en ningún momento. Sí cita en cambio el folleto de Juan del Campo Muñoz, nuestro paisano y amigo. Se titulan: EL VISO DEL PUERTO MULADAR.- Retazos de su historia, y, EL VISO DEL PUERTO MULADAR II -Viso del

Marqués.- Retazos de su historia, respectivamente. Como puede comprenderse por los títulos, los dos se complementan. El primero vio la luz en junio de 1999, y el segundo en julio de 2001. Aunque han tenido poca difusión, nos consta que los dos están, a1 margen de esta provincia, (Ciudad Real), en la Biblioteca de Castilla-La mancha en Toledo, en Ia de la Real Academia de Ia Eistoria y en la Biblioteca Nacional en Madrid. Quizá el

[80]22

trabajo del señor Sánchez se inició antes de la fechajunio

de 1999, que es donde con más abundancia de datos acometemos la tarea de dilucidar y poner orden en el desbarajuste reinante sobre los caminos por estos pagos,

evidenciados entre los inmensos trabajos de D. Manuel

en este punto en concreto, evidentemente no acierta, pues considera que las ventas de la Eruela y del Marqués son la misma y única, como

Corchado Soriano, que

unif,rca igualmente los dos caminos. Aclaramos que la Venta de Magaña, Venta del Marqués, y Venta Bazana, es la misma y única que en el mapa consta como "Venta. Ruinas", en contraposición a la Venta de la Eruela, que

también ha sido llamada a lo largo de la historia "de Liruela", "de Lleruela", "del Lleruelo", y modernamente de "la Hiruela". Volvamos al hilo del asunto. Don José Rodríguez Molina, en las Actas del I Congreso de Historia de Casilla-La Mancha, al dar por bueno el resultado a que llega el señor Corchado, se encuentra en un aprieto porque las cosas no le cuadran, y trata de solucionarlo a su manera, llevando el camino de acá para allá, según le parece más lógico, pero desde luego, sus conclusiones

poco tienen que ver con la realidad, como se está demostrando. Y es que cuando se pafte de premisas falsas, las conclusiones, necesariamente, han de ser erróneas. Una vez leído minuciosamente este trabajo del señor Rodríguez Molina, por el interés del tema y la cercanía con este lugar, por ser territorio situado aquí a mano, nos decidimos a escribir intentando poner un poco de orden, y

el

resultado consta en nuestro libro

EL VISO DEL


PUERTO MULADAR.- Retazos de

su

historia,

capítulo n" 3, titulado ENCRUCIJADA DE CAMINOS.HISTORIA, que vio la luz, como se ha dicho, el 30 de junio de 1999. Este capítulo sienta las bases, y con é1

llegamos

a la

misrna conclusión fundamental que ha

llegado el autor del trabajo que comentamos y nos sirve de motivo: dos caminos, por dos lugares distintos, pero que convergen en el Viso. En el segundo libro bajo el

mismo título, este ya más enjundioso que el anterior, complementamos y matizamos lo dicho en el primero, y nos adentramos en temas dejados de lado en el anterior, como son las idas y venidas de Alfonso VII por estos pagos, con la batalla de las Navas de Tolosa y

marcha, que ha desaparecido, o casi. Por tanto, no puede llegar a la acfual carretera. El camino que figura en los mapas como Camino de Andalucía, es el camino que conducía desde el Viso a la Encomienda de Almuradiel, y

su

prolongación hasta los antiguos cortijos de La denominación de Camino de AndalucÍa, es posterior a la apertura del nuevo camino ideado por Lemaur, y se utiliza desde entonces para enlazar con éste desde el Viso. (No se olvide, que el Aldeaquemada.

camino de Almagro procedente de Toledo sigue pasando por el Viso). Lo de "continuar a Santa Cruz de Mudela", si nos referimos hasta el siglo XVI, puede ser discutible, según veremos después.

A buen seguro que este trabajo ha de ser muy estudiado, comentado y tenido en cuenta por

Página 12.- Siguiendo con lo mismo. Dice "... el nombre de "Camino de Andalucía". J',lo se trata de la conexión con. la población de Almuradiel, que sule del Viso un poco mds sl norfe de este camino; (...)". Este camino aludido, desde el final del siglo XVIII, y no antes, conducía desde el Viso a Almuradiel, porque la población de Almuradiel se interpuso en su camino, y no por otra razón. El camino referido era desde mediados del siglo XVI el camino del Castellar, por la misma razón, o sea,

investigadores de aquí en adelante. No obstante, echamos de menos referencias a un impoftantísimo documento, el

porque el Castellar de la Mata, hoy Castellar de Santiago, se interpuso en el camino que unía al Viso con la Torre de

movimientos de tropas en tan memorable acontecimiento. En el trabajo de este investigador no podemos por

menos

de admirar la erudición y la

abundantísima

cantidad de datos que apofta, y repetimos, que en lo fundamental los dos estamos de acuerdo, aunque a esta conclusión hayamos llegado por diferentes "caminos", valga la redundancia, ya que de caminos estamos hablando.

más ambicioso que existe, como es el Catastro del Marqués de la Enseñada, que le hubiese ayudado muchísimo,

y del que nosotros

hemos sacado buen

paftido. En orden muy secundario, hay detalles que a nuestro entender no se corresponden con lo afirmado por el autor, y en otros, sencillamente, nos pone en un aprieto, y no sabemos por donde salir, pues viene a corregir puntos que nosotros creíamos o dábamos por ciefios, y no le podemos contestar, al menos por el momento.

Vamos con

lo primero. En la página 6, y en el

número 3 del segundo enunciado, dice: "La venta de la Hiruela no está en el camino - Miranda - PuerÍo del Rey despoblado de Magaña - El Viso, [o que es muy cierto], sino que esfd en el acluul término de Almuradiel (...)" [que no es cierlo]. Esta afimación la repite varias veces a

lo largo del trabajo. El dato no afecta para nada la veracidad del contenido fundamental, pero conviene ponerlo en claro. Pues bien, la venta de la Eruela está sobre un pequeño alfozano, raso, junto a un recodo del río Magaña, dentro del quinto de la Ensancha, que pertenece a los propios del Viso.

En la misma página y número 6, dice: "El paso de La Losa está situado en el curso del mismo camino que baja del Puerfo del Muradal hacia la llanura andaluza, a

y

medio al sur de Castro Fewal". Aquí sí un kilómetro que nos ha cogido, y no le podemos contestar, por ahora. Página I 1, párrafo no 8.- Dice: Por tanto, y en lo que respecta a los caminos que bajan de la vertiente norte de los dos puertos, su destino ordinario no sería unirse en esta vento, sino que discurren separados: fciertol. El del Puerto del Rey a El Vi,so por el camino de Magaña, y el

del Puerto del Muradal a lu actual caÍrelera N. IV". Aquí tengo que discrepar. Desde la venta de la Eruela hacia el Viso, el camino en la antigüedad no era ese, sino el que se queda a la izquierda según el sentido de nuestra

Juan Abad.

Antes de pasar más adelante, quiero adveftir que hemos utilizado la misma cartografía que el señor Sánchez Sánchez, pero que como conocedor directo del terreno, hemos de mencionar quizá, nombres de parajes que no aparecen en los mapas.

Página 14.- Aunque las

RELACIONES

TOPOGRÁFICAS DE FELIPE II correspondientes a Santa Cruz de Mudela dicen "que es pueblo pasagero y eslá en el camino real para pasar al Andalucía por el Puerto Muradas", a nuestro juicio no invalida el hecho de que el viajero tuviera que pasar por el Viso como única alternativa, y no directamente hasta la venta de la Eruela. Con los datos de que disponemos hoy, nos permitimos poner en duda la existencia de este variante del camino real esquivando el paso por El Viso desde Santa Cruz al Muradal. Los Reyes Católicos, en sus múltiples viajes desde Castilla a Andalucía y viceversa durante los años finales del siglo XV, partiendo desde distintos sitios, utilizaron las dos rutas que convergen en El Viso: desde Toledo por Almagro, pero también desde Toledo a enlazar con la otra ruta más al este por Manzanares, Valdepeñas, El Viso ... Siempre por El Viso. Aunque en ninguno de los viajes se menciona Santa Cruz, no lo ponemos en duda porque es evidente, que en la ruta estaba esta población, y necesariamente se había de pasar por ella, pero siempre con dirección al Viso. En la misma cita de las Relaciones, se dice "y en el término y jurisdición no hay más de solamente una \)enta que es una legua del dicho pueblo hacia la parte del sol a medio día". Y el autor del trabajo continúa:

"Adelantaremos que e,stá sítuada donde Ia actual carretera N. IV corta el límite del término de Santa Cruz con El Viso. Los mapas del LG.N., antes I.G.C., primero Instituto Geográfico y Estadístico, son del último cuafio del siglo XIX, y no son de fiar para el historiador. Allí

[80] 23


donde se dice, hubo efectivamente una venta, pero en ningún caso la que refieren las Relaciones, que estaba en

el

camino

de Santa Cruz al Viso, que no

pasaba

precisamente por ese lugar, sino bordeando el mismo cerro por el nofte y lugar llano, cerca de la rambla. Por

tanto, la venta situada sobre la cuesta del Judío es posterior a 1780, para sustituir a la otra que había quedado sin objeto, fuera de circuito. De la misma fecha son la venta del Chocolate, y la del Melocotón, (o Melocotones), ésta en Venta de Cárdenas, y en el actual la

localización de Ia Venta de Los Palacios "propuesta por Corchado y Rodríguez Molina", dice: "nuestra propuesta de localización es mucho más próxima a la embocadura del puerto: ol norte de lu caffeferu de Ssruta Elens a Mirunda del Rey... ". Nosotros no compaftimos tampoco esta opinión, y para no ocupar tanto espacio, remitimos al

lector a nuestro libro EL VISO DEL PUERTO MULADAR II -Viso del Marqués.- Retazos de su

historia, donde encontrará cumplidas explicaciones con los argumentos que nos llevan a otro lugar, que es ni más ni menos, que la actual población de Santa Elena, antes

los libros de don Carlos Sánchez-Batalla Martínez, ALDEAQUEMADA: Naturaleza Arte e Historia (1956).- La Carolina en el

Jarandilla. Véanse también

entorno de sus colonias gemelas y antiguas poblaciones

de Sierra Morena, (volumen I). (Julio de

Volumen

II

(Junio de 2000).- Volumen

III

1998).-

(Agosto de

200 1).

Página 18.- Don Manuel Corchado parece estar muy seguro cuando afirma: "Unos siete kilómetros al sur del pueblo [se refiere a Almuradielf se encuentran los restos de una.fortaleza, hoy aprovechada en una casa de campo llamada el Pajarón, o Cuarto de la Venta, cuya

construcción tiene característica

ciclópeas

No

sabemos mucho más, sino que en el mapa arqueológico

provincial, figura con el número 200, "con el nombre de Castillo de los Almoradieles", según manifiesta el mismo Corchado. Comoquiera que el dueño de la ftnca, heredada de sus padres, don Daniel de Castro Camacho, reside en Almuradiel, nos hemos tomado 1a libertad de preguntarle, si de su niñez, (pues ya sobrepasa los 75 años), recuerda que en este lugar hubiera ruinas de alguna construcción antigua. La respuesta ha sido, que lo único que él ha visto son unos peñascos y unas cuevas que aún existen. pero que entiende que son obra de lanaturaleza, y nada más. El señor de Castro, ciertamente no es arqueólogo. Corchado ya no está por desgracia entre los vivos, y por lo tanto no nos puede ayudar. Sólo nos queda esperar que el enigma se despeje pronto, de encontrarse nuevos datos. Página 20.- Dice: "La Casa del Hato, enclc¡vada en Ias Fresnedas, (...) tiene referencias de haber tenido alguna fortificación Comentario: 1o.- La Casa del Hato, no está en las Fresnedas, sino en la zona nofte de la

Encomienda de Mudela. Por tanto, en el lado opuesto a las F-resnedas, que quedan al sur de esta Encomienda. La casa, que da hoy nombre

al quinto,

estaba

al lado del

camino real entre el Viso y Almagro, generalmente por el Moral, a la derecha del camino según se iba a Almagro, en

[80] 24

solana

de este nombre. Es

construcción de época moderna. En ningún documento

hemos encontrado qué función tenía, el nombre nos induce a pensar que pudo ser su función la de suministrar viandas y bebida a los pasajeros. Quién esto escribe la ha

conocido como cortijo de labor, donde pernoctó con sus caballerías mientras hacía las faenas de la agricultura. La referencia de Corchado al, "quínto de la Casa del Ato", en "la dehesa de las Fresnedas Bajas", no consta en el Catastro del Marqués de la Ensenada correspondiente a

este pueblo. (1752). Tampoco en

término del Viso.

Página 17.- Descartando acertadamente

el borde inferior de la

Mudela, aunque

la

Encomienda

de

hoy sea ésta efectivamente

su

denominación, según hemos dicho. Nada sabemos de esta construcción a que alude Corchado, ni aparece en la carta arqueológica del término municipal de Viso del Marqués. El guarda mayor de caza que lo fue de la finca

Encomienda

de Mudela, hoy jubilado, don

Agustín

Abraham del Amo, manifiesta no conocer restos o ruinas de ninguna construcción antigua enlazona. Página 2l .- El Paso de la Losa. Discrepamos de la opinión del Sr. Sánchez Sánchez, al situar el Paso de la Losa siguiendo el camino del Puerto Muradal hacia abajo. El mismo autor termina afirmando en las Conclusiones, página 40, no 6, entre paréntesis: 'Wo existe, al sur de Castro Ferral, ningún impresionante desfiladero por el

que haya de transcurrir el camino". Volvemos a la págrna 21. Dice: "... en la "Estoria de España" c¡ue mandó componer AtJonso el Sabio. (...). Éttn, [dice refiriéndose al Califal, mientras estaba todavía en Baeza, "destacó a algunos hacia Las Navas de Tolosa para que cortaran el paso a los cristianos en un punto estreclto de su paso, donde ltuy una roco cusi insccesible y un torrenle de agua". Quienes conocemos estos arroyos sabemos que todos, absolutamente todos, quedan coftados a partir del mes de mayo o de junio, salvando el río Magaña, que su corriente permanecía por más tiempo, por nutrirse además de los manantiales del Castañarejo y el Valle de la Peña, que afluyen por el arroyo Cabezamalos. En nuestra opinión, en la época a que nos referimos, el desfiladero de Despeñaperros era sumamente estrecho y difícil de transitar, incluso para las caballerías sin carga. De ahí los temores para dar vía libre a la realización de la idea del ingeniero francés en la segunda rnitad del siglo XVIII, por la magnitud de la obra propuesta, cosa que referido ingeniero resolvió sin dificultad elevándose por la ladera de poniente, salvando las dificultades con curvas y desmontes, incluso un pequeño túnel. Este trazado sigue hoy en uso como dirección norte-sur de la autovía N. IV. Visto esto, desde los altos del Muradal, y dada su cercanía, no era difícil divisar el despliegue de tropas. Por

una parte, cofiando

el camino obligado en la

bajada

directa del Muradal, y por otra, la salida del embudo de la Losa, por si al enemigo se le ocurría tratar de acceder por allí, y sorprenderlos. Lo que no pensaron fue en la tercera

vía de penetración, imprevista por inusual,

y fal vez

olvidada, con el resultado que conocemos. Página 23.- Citando el texto de La Crónica de D. Rodrigo: "Aquel mismo díafue ocupado por los nuestros el castillo de Ferral, debajo del cuul se exfendíun cierlos abismos, anfractuosidatles en lu roca y precipicios entte


peñascos

junlo a la Losa y allí lo estrecltez del csmino era ful que la diJicultud ceruubu el paso a los mús dgiles". Es ciefto que del contexto del relato puede

trazado, debió ser bien estudiada por quienes lo abrieron para comunicarse con sus vecinos. Bastantes tramos fueron absorbidos por la actual carretera, y la entrada al

deducirse que los peñascos y la estrechez del camino están sobre la ruta, pero ocurre que no es así, que en labajada no hay tales cosas, pero sí que las hay en Despeñaperros. Preciso será encontrar otra explicación, siempre como hipótesis, y sin pretensión de decir la última palabra. Nuestra opinión, es que el actual paso de Despeñaperros,

Viso era por el extremo de poniente de su calle Real. Además de esta ruta, lógica y directa, existe otra altemativa, paralela, y ligeramente desplazada hacia el sur, siendo comunes los puntos de partida, así como el de llegada al Viso. Por lo que respecta al término de esta villa, (el Viso), existió y aún persiste camino de herradura, con tramos imporlantes sobre pequeñas ondulaciones del terreno, y en general sin pendientes de reievancia, con el único inconveniente de tener que cruzar dos veces el río

que obviamente ya no se parece en nada a su estado primitivo, era, con todas sus dificultades, una vía alternativa de penetración, y estaba muy bien guarnecida, por lo que la alternativa quedaba reducida a nada. Hemos de considerar, que entre los altos del Muradar y la curva de Valdeazores que salva este arroyojunto al río habrá un par de kilómetros, si acaso. Por lógica habría de pensarse en esta posibilidad, si a Ia bajada de Castro Feral el

despliegue de tropas enemigas era imponente, como efectivamente lo era. Página 25.- No compartimos el detalle del recorido

por el sur de la cordillera, pero sí el lugar donde asentó sus reales el ejército

intercaminos enteramente

cristiano, asÍ como el marco donde se desarolló el grueso de la batalla: La Mesa del Rey y sus aledaños, entonces las Navas de Tolosa.

Página 29.- "Y.6.- De La Losa a Los Palacios". Dice: "El recorrido que realiza el ejército de Alfonso VIII quedaría descrito así: Desde Salvatierua, acampando en dos lugares distintos que reciben el mismo nombre: Las Fresnedas (¿Casa del Hato?), eljueves 12 acampanjunto al río Magaña (en la zona de Los Almoradieles - La Hiruela), el viernes 13 los reyes suben al Puerto del Muradal".- Ya dijimos que la Casa del Hato no está en Fresnedas, sino mucho más al norte, y además es construcción moderna. Por tanto queda descartada. La

"Crónica de Don Rodrigo" que nosotros conocemos, menciona efectivamente dos acampadas en

(tres jornadas),

la

primera en

el

trayecto,

un lugar llamado

La

Fresneda, y de la segunda no se menciona el lugar.

Nosotros, con nuestro conocimiento más directo del

terreno, vamos a idear una ruta bastante lógica desde Salvatierra al lugar de La Eruela, junto al río Guadalfajar. Hemos de advertir nuevamente, que tal vez mencionemos parajes que no figuran en los mapas, pero que los campesinos de este pueblo nuestro, el Viso del Marqués, sí que los conocen. Es de suponer que no pudieron seguir ningún camino existente, sino que debieron abrirlo para el desplazamiento de hombres y pertrechos. Este sería el siguiente: Desde e[ castillo de Salvatierra, que como es sabido se encuentra en la cima de un pequeño cerro, adosado al macizo montañoso que foman La Atalaya, Morra Quemada y demás alturas de este complejo, y orientado al noroeste, bordear por el nofte no supone

rodeo apreciable, con la ventaja de que el terreno es completamente llano. Avanzando en dirección este, el antiguo camino que unía la Calzada con el Viso hasta principios del siglo XX, queda lnuy cerca, y la ruta que sigue el camino es bastante aceptable, aún dando por sentado que el tal catnino, en la época a que nos referimos, no existiría. Pero la elección de los lugares para su

Fresnedas, motivado por su cambio de orientación del surdeste al suroeste, pero que tampoco supone obstáculo importante en época de estío, que llega a quedar cortado, .conservando solamente grandes charcas. Esto era antes, porque ahora, con las presas que retienen sus aguas. ni eso: La ruta más o menos sería por el camino del Quintillo y Casa Real de la Parilla, cruza por primera vez el río Fresnedas, sigue por Mirones hasta entrar en el actual

término de Viso del Marqués, por Umbría de Barrios, welve a cruzar el rÍo, entra en el quinto Rincón de Malillos, que pertenece a los propios del Ay.untamiento del Viso, y no hace falta continuar la descripción, ya que se puede seguir en gráfico en los mapas del l.G.N.,

identificado como Camino

de Malillos, que va

a

converger con el anteriorjunto a la desaparecida ermita de Santiago, a la entrada del Viso por su calle Real. Desde el Viso a la Eruela, el itinerario está descrito en nuestro libro lo varias veces mencionado, y también se puede seguir, aunque con dificultad, en los mapas del referido I.G.N. Seguimos en la página 29.- En el último párrafo de esta página, dice, refiriéndose al camino dei Puerto del Muradal: Camino que se dirige actualmente a Santa Elena pero "no" así en la antigüedad, en que no exislía

esta población". CierÍo que no existía esta población, pero "sí", desde Femando III El Santo, la Ermita de la Santa Cruz y Los Palacios. Al menos, así 1o consideramos nosotros, con los datos que tenemos a la vista. EI camino del Puerto Muradal pasó en todo momento por el lugar de Santa Elena, y sólo cuando perdió el uso generalizado como Camino Real en favor del que pasa por el Puerto del Rey, éste esquivó el lugar de Los Palacios y se dirigió directamente a Venta Nueva, que sustituyó a la de Los Palacios, ocasionando el abandono y la ruina de ésta. En

este lugar, (Santa Elena), hubo posteriomente otra pequeña población, Jarandilla, que terminó por arruinarse y quedar abandonada igualmente. Pero esta ya es otra historia.

En todo cuanto aquí no aparece, relativo al largo, prolijo, y documentadísimo estudio titulado El Puerto del Muradal: entre el mundo prerromano y la llustración, original de don Jesús Sánchez Sánchez, es coincidente con la opinión de quién esto escribe, expresada en sus libros publicados con los títulos de EL VISO DEL PUERTO MULADAR.- Retazos de su historia, y EL

VISO DEL PUERTO MULADAR II -Viso

del

Marqués.- Retazos de su historia. Viso delMarqués, a20 de diciembre de 2001

l80l 25


Un nuevo miliario anepígrafe en Sta. Eulalia de Esperante (Lugo) Javier Gómez Vila El miliario Sta. Eulalia de Esperante se encuentra a unos cinco kilómetros al sur de la ciudad de Lugo por la carretera de Ourense de la que hay que apaftarse antes del hospital de Calde. El miliario se encuentra dentro de la Iglesia parroquial al lado de su puerta sur, trabado al suelo con cemento. Hace unos pocos años fue pintado de blanco, al igual que el resto de la iglesia. Se trata de un flagmento de granito de 65 crn de diámetro y 89 cm de altura con

una concavidad en su parte superior ya que ha sido utilizado como recipiente de agua bendita. Una vez realizado el calco pudimos confirmar que no presenta ningirn tipo de inscripción, por 1o que estaríatlos ante otro rnil iari o anepí-erafe

I .

Lavia.

Muy probablemente este miliario de Esperante pertenezca a la misma ruta que los otros dos ejemplares aparecidos al sur de la capital provincial ambos erigidos por Caracalla. El primero de ellos que

apareció en Santiago de

Entrambasaguas se encuentra bastante erosionado, con una fractura muy pronunciada en su pafte superior por lo

que tan sólo puede leerse M(arco)

AVRELIO

|ANTONINIO'. Fue encontrado sobre 1936 en la pafie trasera de la iglesia, a unos diez rnetros del ábside, fuera del perímetro del cementerio, semienterrado y tumbado al lado de una pontella. Fue en las obras que en 1952 el cura párroco realizó para refonnar la pafte trasera de la iglesia cuando se construyeron las pistas actuales que bordean el templo y sus respectivos puentes, al tiempo que se excava el cementerio colindante con el ábside, levantando las sepulturas y explanando el cierre de la iglesia sobre el viejo camino al cual pertenecía la referida pontella.

circunstancia de estar semienterrado puede inducirnos a pensar que se encontraba en su lugar original, aunque es más probable que fuese trasladado desde las inmediaciones. como suele suceder en otros

La

casos semejantes3.

De hecho, se constata la existencia de un antiguo a Llnos escasos treinta metros de distancia

camino

I En la provincia de Lugo se docttntettta la erlstencia de otro e.jenlplar anepígral'e encontrado en Perliños (Arrernil). Vide IRPL. 97. Este tipo es mu\ abuncl¿rnte constantálldose un alto porcenta.je de cllos en las vías XVli ¡.'XVIIL 2

Sus rnedidas son 1.57 dc alto por 0,38 mctros de dtál'uetro con un tamaño de letra que oscila entre los 5 y los 7 crn.

r

Es intcrcsante dcstacar cluc un buen núnlero de nlilia¡los se han

localizado dentro dc las iglesias o en sus inmediaciones. En esta vía este hecho sc docutncnta con eJ que nos ocl-lpa, cl de Esperante, dos en S. Cibrao cle Viñas y uno en O Viso. Otros, por el contrario, se trasladaron para ser rehutilizados oomo el de Monterroso y el de Barxiña. Vide Rodriguez Cohnenero. A. (1997). pp. 404-409. Sobre el transpofie de milianos Gómez Vila,.l. (1993). pp. 19.

[80] 26

perfectamente jalonado por tres cruceirosa. Este es el único camino que, según las fuentes orales señaladas. llevaba antiguamente al alto del Picado pero, hoy en día, se encuentra completamente intransitable.

El

segundo rniliario

de Caracalla. mencionado

anteriormente, se encontró en una finca del lr,rgar de Fondevila (Seteigrexas, Monterroso) siendo posteriormente utilizado como dintel de un alpendre. En 1971 fue comprado por la Facultad de Xeografía e Historia de la Universidade de Santiago a un anticuario de Lugo y expuesto en el claustro.

Por ia indicación de la potestad tribunicia y el cuarlo consulado coresponde al año 213. Tiene una altitud de 120 cm y un diámetro de 68 e se encuentra rnutilado en su pafte superior por lo que se perdieron las primeras líneas del texto. Presenta dos agujeros en una cara debido a su uso posterior.

En el mismo lugar de Fondevila se documenta la existencia de un asentamiento romano relativamente imporlante dada la enorme cantidad de restos de esta época aparecidos en superficie de entre los que destacan

las tegnlae. cuellos de ánloras

y

tadrillos

bessales,

cuadrados de 22,5 x 22,5 x 6,5 cm utilizados específicamente para la construcción de pilae de hipocaustos. +

Sobre la irnpodancia de los cruceiros conto indicadores de la cxrstencia de un camino antiguo: Fcrreira Prregue, E. ( 1988), p. 38. 5 El empleo de bcssales para la constrtlcciÓn de hipocaustos en (jallcia fue ya atestiguado por Pérez Losada, F.(1992): p. 243. ''en Galicia tenros

documentada a súa presencia en nLlmerosos xacenlentos. todos cles lormando pañe dc hipocaustos in sttu -Noville. Toralla. Morairle- Lugo-


La via continuarÍa hacia el sur atravesando Taboada

y

Chantada de donde probablemente partiría un ramal a través de los codos de Belesar hacia el importante núcleo romano de Castillós que, posiblemente, actuaría a modo de vicus viarii a juzgar por las relevantes estructuras arquitectónicas aparecidas en las excavaciones y por el hailazgo de dos dedicatorias a los Lares Viales6. Ya en la provincia de Ourense IRPL relaciona esta vía con los miliarios hallados en Orbán7 y RodrÍguez

Colmenero con los aparecidos en Tamallancos, Barxiña,

Vilanova dos Infantes, San Cibrao de Viñas,

San

Lourenzo de Cañón así como otros anepígrafos8. Por lo tanto, según esta hipótesis, la vía cntzaria la ciudad de Ourense por el puente romano para, después de salvar Celanova, unirse a la vía XVIII o vía nova a la altura de Aquis Origin¿s. No obstante, de Bande partiría un ramal que enlazaiía directamente con Aquis Querquennise. Conclusiones.

La aparición de un miliario en Sta. Eulalia de Esperante supone también esclarecer parte de la organización viaria en los alrededores de Lugo. De hecho, ciertos investigadores'u suponían que esta vía seguía recto en dirección nofie enlazando con la XIX a la altura, más o menos, de S. Román da Retorta desde donde continuarían con un mismo trazado hasta la capital. El miliario de Esperante invalida pues esta hipótesis, ya que supondría

un trazado en zigzag, por una zona tremendamente abrupta, sin una aparente lógica, y afirma la independencia de itinerarios, puesto que ambas vías tan sólo se juntarían a la entrada del "Ponte Vello" para cruzar el Miño

Estamos, pues, ante una vía tremendamente activa durante el siglo III, como lo demuestra los dos miliarios de Caracalla y otros restos arqueológicos, ligados de una u otra manera a la calzada. De hecho, en 1978 se descubrió en Temes un ara dedicada a los Lares Vialesll que, sin ser en si misma un elemento concluyente, nos

enfatiza

la importancia

que adquiere

el camino.

Nos

referimos también, por ejemplo, al asentamiento romano de Esperante construido en esta época que, como ya

vimos, desarrollaría una impoftante labor agrícolacomercial ligada a ia vía e, incluso, algunos recintos castrexos romanizados pudieron tener, asimismo, una función similar. Durante [a época Paleocristiana la ruta continúa en uso ligando, como las define Jaime Delgado, las primeras

Domus Ecclesiaet2 atestiguada, una de ellas igualmente en Temes.

Durante la Edad Media se seguiría usando, por lo menos en parte, el trazado romano, sobre todo el tramo

Lugo-Guntín. Ferreira Priegue

al

analizar

el

camino

medieval de este tramo señala que: "sale de Lugo por el puente romano, va por Esperante, la Portela de Lamas y las tres panoquias de Monte de Meda..."13,frazado similar al que creemos llevaría la vía romana. Será durante el desarrollo caminero del siglo XIX cuando se construya el camino real, aproximadamente por la actual aarrefera general, y se abandone definitivamente el trazad,o romano y medieval. Es pues, a paftir de aquí, cuando el camino queda en desuso y, paulatinamente, se

irá

acrecentando

su deterioro llegando hasta casi

desaparecer sutraza a día de hoy.

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'Id. p,408. '0

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251

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(1997):

pp 3I-36

N

(1992): p

de

Chaves.

-(1995 coor.): Urbs romana. Los orígenes de la ciudad de t-ugo.

-(1997): Aqvae Flaviae. Fontes epigráficas da Callaecia meridional interior. Cámara Munrcipal de Chaves Santos Yaguas, N. (1992): La romanización de Asturias. Ed. Istmo.

''

Id. "Un lrecho es incuestionable: quizás ya antes del 330 aqui,

en

Temes, hubo un foco cristiano. Probablemente un mini-fbco. Sólo de un señor romano al que debemos sumar, al menos, parte de su f-amilia". Op, cit, p. 163. ¡t Ferreira Priegue, E. (1988): op, cit, p. 243.

180127


Alce> (Civitas)Alcanea> Ocaña Jesús Rodríguez Morales En un aftÍculo publicado en estas mismas páginas amigas de El Miliario Extravagantet poponía hace ahora dos años, la identificación de la Alces del Itinerario de Antonino, en la A29, con Ocaña. Según la etimología que allí proponía, Ocaña derivarÍa de (civifas) Alcanea, donde el nombre adjetivado y derivado del de la ciudad: Alcanea de Alce, sería análogo al de otras ciudades romanas hispanas, en las que el nombre actual procede del adjetivo derivado del nombre, que acompañaba ala denominación civitas, por ejemplo Asido > civifas Asidonia> Medina

Sidonia; Bania> Civitas Baniensis; Ucia>

(Jciense,

Urso> Ursona> Osuna, efc. Ahora presento documentación, que parece atestiguar los pasos intetmedios, de Alcanea a Ocaña: En la divisio Wambae2 el punto en el que confuyen por el S los obispados de Complutum y Ercavica, situado, por tanto, en el Tajo, aparece, según los manuscritos, con

las variantes Alcone, Alquint, Alcont y Alcon, lo que, habida cuenta de la poco correcta transmisión de los topónimos en el documento, podría corresponder a Alcanea.

Por otra pafte, en una fuente árabe, hablando de la extensión de la kura de Santaberia, que, como se sabe, se

corresponde aproximadamente

con los límites de

Ercavica, se colocan sus lÍmites por el SW en "los montes

de Awkaniya3". Como sabemos el árabe no tiene diptongos descendentes y Awkaniya sería la fonna de

escribir Aucania. En cuanto a que aparezca la expresión Monte de Ocaña, no es extraño pues, como el límite de Santaberia va, durante un ciefto espacio, por el Tajo, desde el rÍo la Mesa de Ocaña aparece como un monte, al que hay que subir. Es el mismo caso de los límites del Fuero de Oreja, dado en Toledo el 3 de Noviembre de 1139, en el que también se habla de la Alcarria como un montea: "...ef inde ad Alharella, inde vero ad montem de Alcarrias..." Es decir, desde Alharilla, en el Tajo la Alcar:ria se ve como un monte, aunque no sea sino una mesa, como la de Ocaña.

Además el trabajo de prospección arqueológica realtzado en la Mesa de Ocaña por -Dionisio Urbina, para la realización de su tesis doctoral,', nos presenta en los

' J. Rodríguez Morales, "Alces- Miacum", El Miliario Extravagante, 72, pp. 24- 3 4 2

L.Yázquez de Parga, La división de Wamba, Madrid, 1943

t

de

Ocaña varios grandes yacimientos romanos. En un artÍculo, que desarolla uno de los aspectos de su tesis, Urbina y sus colaboradores dicen que, en la Mesa de Ocaña los "tres grandes núcleos de alrededores

población, aquellos que podríamos denominar ciudades"6: son los de Los Villares, en Ocaña (30 Ha), Perusa, en Ciruelos (50 Ha) y Atalaya, en Dos Barios (20 Ha)1 El yacimiento de Ocaña es calificado de "uno de los asentamientos probablemente más importantes de la .

provincia.

Por las

características

y amplitud del

asentamiento romano, podría tratarse de una de las ciudades rectoras de la zona"8. Sus niveles de ocupación van desde época carpetana, pasando por la romana, hasta la musulmana. Tras la repoblación la ciudad pasó a un Iugar distinto, pero cercano (2 Km). Todo ello sería congruente con la Alce de Tito Livio,

que eÍa donde habitaba el régulo Thumrse:

poÍen!

iss ¡mus om

Entonces ¿sería Alce la misma que aparece en el Itinerario como Alces? Existe la posibilidad de un eror. La .s final de la

escritura visigoda,

a cuyo tipo

coresponden

ser un error por Alcen, que es la misma forma de acusativo qr" ápurece en el texto de Liviorl: Inde iam duxit ad Alcen urbem. Por Ocaña pasaba con seguridad en época romana, y de E a W, la vÍa de Tarancón a Toledo, y, también desde el N y S acudían vías a ella, entre ellas la 429 o sus empalmes.

Meas de Ocaña, Toledo, España, BAR International Series,855, Oxford, 2000. 6

C. Urquijo, D. Urbina y O G. Vuelta, "Los Villares de Ocaña. Una ciudad romana en la cuenca media del Taio", 2o Congreso de Arqueología de la provincia de Toledo, Ocaña, Diciembre de 2000 (en prensa)

Agradezco a Dionisio el que me haya adelantado este ar1ículo así como su ayuda y la visita que realicé en su compañía a varios yacimientos de la zona. 7 Precisamente por Ciruelos y Dos Barrios llevaba yo el trazado de la A29. De Dos Barrios salía el posible empalme para Ocaña, 8

a

Diplomática, Madrid, U.N.E.D., 1999, tomo l, p.

s D. Urbina. La Segunda Edad de Hierro en el Centro de la PenínstLla lbéricct. LIn estudio de Arqueología espacial en la

[80] 28

los

manuscritos más antiguos del Itinerario de Antonino, se fraza de una forma parecida a vna n finalro y Alces podría

J. A. Almonacid Clavería. "La kura de Santaveria: estructura político-aclministrativa", I Congreso de Historia de Castilla La Mancha. tomo 5. p.7. Agradezco a Dionisio Urbina el dato de la existencia de éste artículo donde aparece Ocaña como Awkanya.

H. Larrén Izquierdo, "El castillo de Oreja (Toledo), Madrid. Del siglo IX al XI, pp. 105- 114.

longe

nium h ispan iortr m.

e

lb¡d l/¡d nofa 3

'o Vid. Por

ejemplo,

T. Marín

Martínez, PaleograJía y 121

'1 Tito Lirio, xL, 49, 5, Inde iam duxit ad Alcen urbem ubi castra celtiberorum erant... "De allí dirigió sus tropas a la ciurlad cle Alce, donde estaba el campamento de los celtíberos..."


La Salacia del Algarve Gonzalo Arias En ME 78, al hablar de Imperatoria Salacia (sín duda la Salacia de la ruta A12), recordé de paso que conocemos la existencia de otra Salacia al nofte del

"y

probablemente una tercera (A13) en A esta tercera me refiero ahora. La ruta antoniniana a la que Saavedra adjudicó el número 13, sólo ganada en brevedad por la número 9,

Duero (ruta A17) 1a

costa del Algarve."

consta únicamente de estación de salida llegada, y dice así:

y

estación de

de

unidades militares. Otro, la distancia a Ossonoba, que no parece pueda ser superior a 13 millas. Buscando otras posibilidades, encuentro en el mismo

catálogo de Alarcáo

el

siguiente grupo interesante

de

yacimientos: 8/258 SERRO DOS NEGROS, Salir, Loulé. Achados diversos, designadamente um pequeno galo de bronze. 8/259 TORRINHA, Salir, Loulé. Alicerces e uma necrópole.

A Salacia Ossonoba m.p. XVI Siempre he pensado que esta Salacia no puede ser la rnisma que la Imperqtoria del estuario del Sado que los autores suelen poner en Alcácer do Sal y que yo llevo

bastante más aguas arriba. Desde Ossonoba hasta cualquiera de los empiazamientos posibles a orillas del Sado no puede haber menos de 90 millas. Y ya conocen nuestros lectores mi resistencia a echar el baldón de la incompetencia profesional sobre los admirables copistas medievales, que sin duda cometieron algunos errores de copia, pero casi nunca en las cifias. Creo más lógico adrnitir que nos encontramos ante uno de los muy numerosos casos de homonimia de ciudades romanas y prerromanas, y me sorprende que nadie (que yo sepa) haya pensado en buscar una Salacia a 1 6 millas de Faro, la Ossonoba romana. Hasta ahora, creo que sin más base que la asociación

del radical sal- con unas hipotéticas salinas, había sugerido buscar por la costa, concretamente hacia la desembocadura del río Algibre (Repertorio, p 300; ME 28, 15b). En efecto. por esos parajes están los yacimientos que Jorge de Alarcáo (Rontan Portugal, vol Il, fasc. 3, 1988) cataloga con los números 8/298, 81299 y 8/300: una de las villae más ricas de Poftugal y ruinas de lo que en pofiugués llama "cetárias" (viveros de

peces y crustáceos) y en inglés "fish-salting tanks" (estanques para salazones de pescado). La relación

S al ac i a-s

deberÍa implicar cierla capacidad de alojamiento

8/260 SALIR, Salir. Loulé. Uma necrópole e uma inscrigáo votiva onde o teónimo, infelizmente, é ilegivel. 8/261 ALAGOAS ou CERRO DAS ALAGOAS ou VALE DE ALAGOAS. Salir, I-oulé. Cerámica; minas de ferro exploradas pelos Romanos.

Todo ello, por consiguiente, en o cerca de Salir, pequeña aglomeración que nos ofrece también el radical

sal-. Sobre este lugar, Christophe Picard (Ze Portugal musulman, VIIIe - XIIIe siécle, París 2000, p 174) nos dice lo siguiente: "Salír, petite agglontération qui fut murée d'une enceinte et des tc¡urs d l'époque almohade. A ce moment le úllage qui existait au moins depuis I

'époque cal.ifale

étail déj d la capitale de

suponer que

la

Salacia romana (núcleo urbano

escasa

importancia.

.ul,

h,1ryr'll

ffi,:t+

##

o

campamento de una legión) estuviera en el lugar exacto del recinto fortificado almohade de Salir, posible heredero parcial del nombre de aquélla. Esta hipótesis, en definitiva, me parece más probable que la primera. De ser así, también la ruta A2l podría pasar por esfa Salocia, en la larga etapa de LX millas entre Ossonoba y Aranni. Que se omita su tnención en esta ruta A2I no debe extrañar, pues hay otros varios

casos de omisión intencionada de núcleos de

al azóit es tentadora.

Pero hay inconvenientes. Uno, la escasa entidad de ra ser cabeza de una ruta, lo que parece tales cetarias

la

circonscription et les villageois préférérent transformer le site en \iqn en fortifiant le lieu, plutót que de se ré/ugier dan.s un autre réduit forti/ié." La distancia de Salir a Faro (unos 26 km en línea recta) resulta ahora algo excesiva para las XVI milias que nos da el Itinerario. Pero evidentemente no es necesario

ffi.r;k

*;;$

[80] 2e


Almodóvar del Pinar y sus viejos caminos Comentario, extractos y deducciones

ManuelNAVARRO SERRANO. Historia de Almodóvar del Pinar. Edición del autor, 2001. 160 págs. Con fotografÍas y reproducciones de documentos. Pedidos al autor: C/ Crucero 31,16215 Almodóvar del Pinar, Cuenca.

He aquí un buen modelo de historia local. Objetivo, riguroso, sin fantasías que pretendan llenar las lagunas inevitables, fiuto de en un conocimiento directo del pueblo y sus habitantes, de la vivencia personal de los acontecimientos más recientes, y también de una exploración minuciosa en archivos provinciales y nacionales.

Descartadas leyendas inverosímiles, parece que no hay referencias de la población en época islámica. Madoz, sin mencionar su fuente, dice que "fue ganada a los moros por el rey don Alonso en el año 1085"; pero Navarro, con buen criterio, juzga inverosímil esa fecha y cree que es un error por 1185, ya que Alfonso VIII conquista Cuenca en 1117, Alarcón en 1 I 84 e Iniesta en I 1 85. El capítulo que especialmente nos interesa es el de "Calzadas romanas", inspirado en gran medida en la obra de Santiago Palomero Vías romanas en la provincia de Cuen.ca. (Para seguir las siguientes explicaciones, será bueno rnirar el mapa de Cezón, tres páginas más adelante en este mismo número.) Acepta y confirma Navarro dos

'

En cuanto a la IIA.2, rne remito a la carfa de Cezón. "Hasta Navarramit'c¡, que es lo que hemos investigado -

dice Manuel Navamo- hemos encontrado

muestras

suficientes para confirmar dicho itinerario."

Por mi pafte, este tramo Almodóvar-Navarramiro me parece que presenta continuidad por un extremo con la vía del Tajo Al Júcar por Huete (C13; IA.2, IA.3 y IIA.4

de Palomero) y por otro extremo con la vía Almodóvar-

Iniesta (parte de Ia

IIA

de Palomero). Propongo

pues

englobar estos tramos en la sigla C13.

Desde Navarramiro en dirección NE (tramo no explorado por Navamo, y en el que Palomero se deja guiar por Santamaría) resulta prácticamente petpendicular a la C13, de modo que no es sensato identificarla con ésta. Se trata de nuestra C21. Ei itinerario que lleva a las Salinas de Monteagudo,

cuyo arranque estaría según Palomero (IIA.1) en

La

Losilla, es rectificada así por Navarro:

"l'{osotros,

y

después

de

nueslrqs propias

de las vías propuestas por Palomero en la comarca, y

otro distinto. La misma arrancaría de la vía principal IIA, Iniesta-Valeria-

corrige elfrazado de una tercera. De la IIA en el sector Almodóvar-Valeria dice lo

Bílbilis, bastante más al sureste de la Losilla, e,s decir, al sureste de Almodóvar y antes que la IIA llegase al mismo.

siguiente:

Proponemos clue; Pasado Campillo de Altobuey

"siguiendo hacia poniente, en líttea recta hacia Valeria, pero en el término de Solera de Gabaldón, existen abundantes restos de un alfar romano. Próximo a

éste, en el término de Chumillas, al sur del pueblo y paraje denominado Cañada de Cirigüelos, existen restos muy abundantes de otro afar, quedando además, en este caso, la configuración clel mismo. En el mismo término de Chtimillas, en su parte este y paraie de Prado de San Juan, hay restos de otra mansión romand o quinta. Estos restc¡s están, también, muy extendidos. Siguiendo en el misnto término pero hacia poniente, próxüno al límite con Olmeda del Rey, y siguiendo la dirección recta hacia Valeria, existen restos rotllqnos. Y siguiendo en línea recta llegaríamos al puente romano que se encuentra en la inmediaciones de Valeria, en la parte del saliente. Este puenle salva el río Gritos." Incorporaremos esta vía a nuestro Mapa-lndice y a nuestro Catálogo como prolongación y pafte de la C12 (Segóbriga-Valeria). Obsérvese que en el mapa de Cezón hay a mi juicio un error! pues esta vía no pafiiría del paraje La Losilla, sino del mismo Almodóvar, coincidiendo probablemente con Ia actual carretera.

[80] 30

investigaciones, proponemos

yq

unos

cuatro kilómetros de Almodóvar, Ia vía IIA.I seguiría por el Camino de los Serranos, o Vereda como por acluí lo llamamos, hasta el caminc¡ del Molino, atravesandr¡ La Nava de Monteagudo y llegar hasta las Salinas. Basamos nuestra propuesta en que hemos encontrado iunto a las

ruinas de la ermita de San Bartolomé (Cañada de los Santos), por donde pasa la Vereda, los resfos de una mansión o quinta romana. Nada hemos encontrado siguiendo el itinerario propuesto por Palontero Plaza." También parece que hay que poner en relación con este camino la información siguiente:

"En el paraje denomínado'Los Maianos', o

un

kilómetro del pueblo hacia el saliente, en una.finca de la familia Alarcón, existen restos extendidos oproxitnadamente en cinco hectáreas, de una mansión rotnanct o quinta. El propio autor de esta historia recuerda cómo saliendo de esta mansión, en dirección Campillo de Altobuey, existía a modo de camino empedrado; clara muestra de restos de calzada romana. Hoy dicho restos

han desaparecido como consecuencia de realizar labores agrícolas con potentes tractores."

las


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Al¿".rh

Aunque este camino parece muy secundario y local, lo incluiremos en nuestro Catálogo con la sigla Cl3a. Complemento de este comentario es la carta que viene a continuación en la sección "Lo que dicen nuestros

,\

corresponsales".

En el mapa de esta página presento, a

1:400.000, mis conclusiones para su futura inserción en el Catálogo y en el Mapa-Indice de vías romanas y caminos milenarios de Hispania. Será ésta la primera corección

después

de la reciente

rnstrumentos.

ac¡)altzación

de

o

escala

ambos

otozo %

Ki (d.tef "oe

G.A

[80]

31


Lo que dicen nuestros corresponsales uN vrAJE A ALMooÓvaR DEL PINAR (cuEl\cA) Escribe José Antonio Cezón desde Alcalá de Henares

posible puente cuyas mejores piezas hubieran sido

(30.1 1 .2001)

reutilizadas.

[Recordemos la oferta de Manuel ]'{avawo Serrano en M878,1 3, de la que es respuesta el viaie de Cezón.J

(...) En cuanto a la visita a Manuel Navarro

se

produjo bastante más tarde de 1o previsto; esto fue debido al mal tiempo y a ocupaciones diversas. En todo caso el tiempo también falló durante mi visita y ésta, que yo planeaba llegara hasta La Pesquera o incluso Alcalá del Júcar, se convirtió en una vergonzosa retirada hacia mis cuafteles, con frío, nublado e incluso granizada a la altura de Tarancón. Te cuento brevemente mi aventura (.'.)

El

tramo de referencia es

el IIA.2 de Palomero,

página 164, que comenzamos a recolrer desde La Losilla

(ver hoia TN 50 n" 663) a la que llegamos desde Almodóvar siguiendo la carretera de Cuenca N320,

hacia dicha capital; desde dicho punto seguimos un cofto trecho hasta alcanzar la carretera local a Monteagudo de Ias Salinas, que parte de Charola de Echevarría y a 3,5 km, junto al vértice El Quejigal, dejamos la caretera para descender al arroyo ltuero; en ese momento Manuel llamó mi atención sobre una senda bastante ancha (unos 4 m), nivelada, pero evidentemente en desuso, ya que estaba cubierla por la misma vegetación de los laterales y que

seguía nuestra misma dirección primero a nuestra izquierda y luego a nuestra derecha. Resultaba evidente que procedía directamente de Almodóvar y tenía menor pendiente que la seguida por nosotros. Obtuve algunas fotografías en las que espero se aprecie (estaba nublado y soplaba un viento ffío de antología) la existencia de un bordillo o refuerzo lateral con pequeñas piedras sin tallar, más adecuadas como hitos que para una posible función resistente o de contención de tierras.

Según me aclaró Manuel, verdadero erudito de la comarca que es autor de un libro sobre [a Historia de Almodóvar del Pinar, hace unos ciento cincuenta años se comenzó a construir una carretera hacia Cuenca de la que aún restan un par de puentes, y la propuesta del señor Navaro coincide con Palomero en cuanto a tratarse del aprovechamiento de una vía más antigua, quizás romana. Las voladuras con barrenos serían ampliaciones y mejoras de dicha vía. Es sugerente la sillería de dichos puentes. Al regreso pasamos junto al impresionante castillo roquero de Monteagudo y me mostró el puente sobre el Ituero, del que sólo queda la rosca; estilísticamente es similar a los de Valeria y Acebrón (ver Palomero láminas

XXXVIII y XXXII) y de dimensiones análogas. Poco más allá se encontraban las Salinas, por lo que hicimos el regreso aproximadamente por la ILA.1. La teoría del señor Navarro está contenida en su libro antes citado: la II.A.1 arrancaría de las proximidades de Campillo de Altobuey por la Senda de los Serranos, que sería la II.A, y a unos 4 km antes de Almodóvar estaría el desvío que dejando esta localidad a su izquierda seguiría el Cantino del Molino y por la lVava de Monteagudo

llegaría

a las Salinas. Como

base de su teoría está la

presencia de una mansio romana junto a la Ermita de San

Bartolomé.

Por el contrario conltrma el

itinerario

propuesto por Palomero para la 11.4.2. Incluyo fotocopia de un fragmento de la hoja IG 663 para aclarafte los trazados. No entro en un análisis detallado de1 estado de la cuestión, ya que esta cornarca está rnás lejos de los límites delazona que habitualmente

puedo estudiar. Só1o quiero comentar que convengo con Palomero en la posible existencia de vías "sin salida" sin

otra finalidad que servir a una explotación industrial

o

Esta pista se une con la otra caüetera local que también se dirige a Monteagudo desde la N320, comenzando ert Pinar Llano y el Lomazo. Aquí se

agraria. Lo más remunerador de este viaje ha sido conocer a una persona tan interesante como don Manuel Navarro, quien por ciefto fue catedrático de Física y Química hasta

encuentran las cuestas que yo ya conocÍa del pasado año y

su.jubilación.

que ofrecen un evidente tallado en la roca, lástima que

como

el mismo Manuel señalara,

también fueran

evidentes las señales de los barrenos.'. A1 llegar al ltuero la carretera acfual cruza por un puente modemo mientras

que

el

camino que nosotros seguÍamos avanzaba

un

centenar de metros por Ia orilla occidental, con algunas secciones empedradas con canto rodado y con ancho de unos 5 m. Para atravesar el arroyo no parecÍa haber más

que un vado, eso sí, empedrado; la abundancia de mampuestos de mediano tamaño dejaba la duda de un [80] 32

por Cezón (página puntos los trayectos de líneas siguiente) he marcado con [8, la fotocopia

enviada

señalados por nuestro corresponsal con rotilador amarillo (invisible en la copia en blanco y negro) y he

rodeado con una línea algunos de los topónimos mencionados por él en su cartay por l"lavarro en su libro. Las demás notaciones son del propio Cezón. G.A

]


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[80] 33


[Lo que dicen nuestros corresponsalesJ

COMENTARIO A "EL PUERTO DEL MURADAL..." DB JESÚS SÁNCHBZ SÁNCH.F,Z Escribe José Mu. Almendral Lucas desde Madrid (nov. 01)

En el episodio militar del 1212, batalla de las Navas de Tolosa, la encontramos defendida para vedar su paso en Castro Ferral.

Mi felicitación al autor de esta minuciosa monografía y mi agradecimiento por la lección aprendida. (...) Añadiré algunas notas y detalles (...) Algunas ideas de Manuel Corchado Soriano: (De su artículo "Pasos naturales y antiguos caminos

entre Jaén

y La

Mancha". Instituto

de

Estudios

Giennenses. N" 38. Año 1963).

"Probablemente,

la

verdadera ruta primitiva del

puefto sería la situada más hacia poniente, de las dos que consigna el Mapa Topográfico, la del Puefto del Rey, así nombrada en memoria del vencedor de Las Navas; en efecto, es la ruta que reúne más características de antiguo camino, incluso de vía militar romana, ya que sigue una dirección rectilínea, el después nombrado Camino Real de Toledo a Granada". (pag. l8) (...) Apunte de Mafiín Jiménez Cobo:

(Miliario Extr av agante, %, p a.) "Este camino sigue llamándose aún

el

"Camino Real". Es continuación del que venÍa desde Toledo por el

Puefto del Muradal, Lupión, Bejrjar, Mancha Real y Pegalajar." (...) Vicisitudes de los caminos: La Historia de los hechos principales nos marca, o se olvida, de este recodo de Sierra Morena. Veamos: Tarik pasa por el Muradal, y Muza, en su regreso, lo hace por el Jándula, buscando cruzar el Guadalquivir por el puente de Andújar. (Discrepamos del Mapa 20 de Atlas histórico de Gonzalo Arias(*)). Félix Hernández liménez en el ME no 78 coloca el Puerto del Muradal en el camino entre Miranda y El Viso. Viniendo desde el sur, antes que el "Vado de los Carros", vadearía el Guadalquivir que es más caudaloso (año 711).

Durante el Califato, con AbderramánÍII, la campaña

desarrolla por Cástulo Santisteban, es decir: Camino de Aníbal (Mapa 29 del

de Monleón, (913), se

En el siglo XV, la reconquista de Andalucía, comenzó con D. Rodrigo Manrique desde su castillo de Montizón (término municipal de Torre de Juan Abad Ciudad Real-). Las ocupaciones se desarrollan por Chiclana de Segura, Baeza, Jaén, Priego,... Sevilla; es decir, sobre el eje del Guadalquivir; nadie se acuerda de los caminos de Sierra Morena. La Reina Católica baja a Andalucía varias veces, pero lo hace a naciente de la Siera, por el paso fácil de Venta Qüemada (término municipal de Montizón -Jaén-) en el Camino de Aníbal paraBaza y Granada. Siguen por este camino los Austrias. En resumen: Desde el 711 hasta el siglo

XVI,

estos

caminos han estado abandonados y olvidados con excepción del hecho bélico de las Navas de Tolosa, situación que recoge el mapa de Uriol: "Los caminos de la baja Edad Media" (Historia de los caminos de España, Madrid 1990), donde se hace patente que al nofte de Ubeda y sur de Ciudad Real no había ninguno practicable. En el repertorio de Villuga (año 1.546), el tramo se sigue por Almagro, una venta, El Viso, otra venta y Venta

El mapa de Thomas López (año 1761) sigue ANDUJAR, Baylén, Guarramón Vta, Baeza Vta., Palacios.

Ventanueva, Miranda Vta y Vta. del Marqués. Estas dos citas corresponden ya a los nuevos trazados o reposición y adaptación de los tramos aprovechables. Nuestra opinión

Destacamos

de estos datos y del libro

que

comentamos lo siguiente:

lo.- Damos por cierto que el camino de Aldeaquemada fue construido por Olavide. Estaba equivocado el Instituto Geográfico que le distinguía como romano y también yo aumentando aún más la imprecisión al llamarlo calzada. Es fácil que se hiciera para no sentir el aislamiento en la Fundación y dar trabajo, evitando que los nuevos colonos se fueran a ejercer la mendicidad en

y 92a). Con el fin del reino de Sevilla y la entrega por la mora Zaida de tier-ras a Alfonso VI (Año 1.091, mapa 43

La Carolina, como había sucedido. 2o.- IJn miliario escogido en buena cantera, se hinca y, abandonado, sigue cumpliendo su misión durante decenas de siglos. No sucede lo mismo con los caminos que necesitan conservación y camineros. Si bien es cierto que la ladera de esta sierra es terreno fhme, también lo es que se ve invadida por vegetación arbustiva leñosa (aras,

del Atlas citado), la frontera se sitúa en Sierra Morena, lo que supone que toda vía queda cortada, reiterándose el olvido.

(alcornoque, quejigo, etc.) que ftjan arrastres cubriendo tramos afirmados, es decir: lo que fue camino se quedó en

Atlas histórico de G.A.). Para 1a campaña de Nuez se cntza la sierra al norle de Córdoba, por Toledo. Con la campaña de Pamplona se sigue el Camino de Aníba1 (920

lentiscos madroños, etc.: fragosidad)

senda; proceso inverso

al que

y

arbórea

describe Gonzalo

Menéndez Pidal cuando en la historia de un camino dice (*) lvlodif,.o ésta y las siguientes rel'erencias que Almendral hace a estos mapas mencionando el nitmero del ME en que aparecieron como suplemento. Dado que ahora están disponibles en volumen separado, y los números atrasados del §{E se facilitan ya sin el suplemento, no es útil la referencia al ME. (Nota de G.A.)

[80] 34

que lo abre lacaza, detrás los cazadores, ganado etc. Recordando a Corchado, yo no descarto el origen antiguo de ninguno de los dos caminos; las dudas surgen por la habilitación que se hizo durante el periodo

comprendido entre la Reconquista y el siglo XVI. Aún más concreto: ¿Cuál de los dos caminos entre Toledo y


[Lo que dicen nuestros coruesponsalesJ Granada sigue

la "Vía

antigua" de Estrabón:

el que

defiende Martín Jz. Cobo, por el puefto del Muradal y Bej¡ar, que reafirma para el tramo de la bajada del puerto, con su libro, Jesús SánchezSánchez en magnífico trabajo, o el que defiende Corchado, por el Puefto del Rey?. Yo creo que existió el camino que unía Oreto con Cástulo, primero como mero despeje, y, si seguimos a San lsidoro en las Etimologías, con afirmado tipo cartaginés.

Los romanos construyeron el suyo por Almuradiel a Valencia, pero desde la parte baja del puerlo hasta Granada, utilizando eltrazado antiguo, construyen el suyo con su magnifica y extraordinaria concepción y técnica; 1o hicieron también en el Camino de Aníbal.

.3".anterior;

El Empedradillo se hizo nuevo o sobre otro la técnica según época, permitió llevar una

diligencia a galope tendido y se utilizó hasta casi el siglo XX; la ar-riería lo prefirió al último trazado por el tenebroso desfiladero. La moderna carretera tranquilizó a los viajeros posteriores a 1.950. 4o.- Yo he visto en estos caminos, tramos de técnicas diversas; la cascada de 20 o 25 m. de caída que llaman "Salto del Fraile" y creo recordar que está entre los dos caminos, está bordeada por arriba, con un tramo en curva de perfecto frazado y losas grandes, he visto algún otro tramo análogo que no sabría localizar. 5o.- En el mapa de Gonzalo Arias, veo la C77 y una

iniciación próxima

a Oreto en el nudo

Baesucci,

a

poniente de la C2. Quedan allí con la denominación de "dudosas o hipotéticas".

nÉpr,rcA AL ARTÍCULO DE AMPARO CASTIELLA Escribe Alicia Canto desde Madrid (10.12.01)

el raro "Nemantourista" de Ptolomeo pudiera leerse mejor "J'lemeturissa" y ser ubicado en San Tirso de Oteiza, zona boscosa

Te pongo estas líneas porque me acaba de llegar el

y

donde también hay miliarios. ¿Alguien d¡o

antes que Tafalla (que ni siquiera se reflejaba nunca en los

ME 79 (...) Tengo que decirle, no

obstante, que he quedado desolada con el aúículo de la colega y amiga Amparo Castiella que abre este número de la revista (pp.

estudios anteriores sobre los vascones como núcleo romano) pudiera ser "Curnonio¡1"? No, tampoco. Pero todas estas identificaciones nuevas, entre otras cosas

2-8). Como tú tienes ahí mi largo estudio sobre el

menores, aparecen también en el mapa de Castiella, como si fueran cosas harto sabidas, o hallazgos suyos de ahora.

territorio vascón en Archivo Español de Arqueología 70, 1991 ("La Tierra del Toro. Ensayo de identificación de ciudades vasconas": pp. 31-70 y figs. 1-13), e incluso lo comentaste ampliamente en ME 67 (dic. 1998) debido a sus nuevas hipótesis acerca de las calzadas romanas de Navarra y sus 19 (diecinueve) nuevas ubicaciones de ciudades o territorios, podrás comprobar, poniendo ambos mapas juntos (su fig. 1 y mi fig. 13), cuántos parecidos extraordinarios hay entre ellos. En el mapa de Castiella (cuyo pie nada indica sobre su origen) aparecen casi todas dichas nuevas hipótesis, incluídas las de la calzada del Arga con sus tres nuevas

ciudades. Pero ocurre que, hasta donde sé, ningún investigador ubicó nunca antes por el Arga la segunda calzada vascona del Ravenate (que Amparo añade a mano

con rayitas), ni tampoco puso en esta zona las ciudades que el de Ravena cita "super Gracuse". El proponer esto en mi estudio me llevó a sugerir como consecuencia las

identificaciones

de "Beldalin" con Vergalijo,

de

Con semejante deuda científica podría esperarse entonces que en su texto la autora hiciera un justo

un trabajo que ha aportado bastantes nuevas hipótesis al territorio y a los viarios del territorio vascón, ya que me consta que el aftículo sí lo conoce bien. Pero no, tampoco se encuentra: Lo único que se puede leer, en la página 5, es que "hice una interpretación", qve es "la que refleja en la fig. 1"; aunque, tal como aparece a la lectura, se deduce que es reconocimiento hacia

sólo la de Nemeturissa. Y no cabe otra conclusión más benigna pues, si hubiera querido referirse a "diversas interpretaciones" o a mi propio mapa, al pie del suyo lo relacionaría de algún modo con é1. Vamos, que es difícil alegar sólo una confusa redacción suya en lo escrito. Porque es que, además, entre los "textos recientes" (supongo que se refiere a "estudios modernos") sobre el territorio y las rutas de los vascones que recoge Castiella, mi largo artículo, a pesar de ser más "moderno" que los

Del mismo modo, creo que nadie antes de 1997 defendió q::.e "Iakka" (que absolutamen.te todos los

cuatro que ella comenta, tampoco existe. Ni el de Cuadernos de Arqueología de Navarra de 1998, que trataba más sobre calzadas y ella misma editó. Así que parece tan "normal" que en su bibliografía tampoco refleje ninguno de ambos trabajos, aunque sólo fuera por ser uno de ellos la supuesta fuente de "un" pequeño detalle en su fig. L Esto es: aunque un lector interesado quisiera saber en qué consistía mi "interpretación", la bibliografía que se oliece no le facilitará el poder llegar

autores anteriores identifican con Jaca de Huesca, entre

hasta el trabajo donde se formuló.

los lacetani) pudiera ser leída en los manuscritos ptolemaicos "Iskd', e identificarla entonces con el

puedan reconocerse también, descompuestos

"Ergavica" con Berbinzana, y de "Biturís" con Cirauqui; éstas, como las otras dieciséis, eran propuestas novedosas

y

que me costaron mi esfuerzo, pues, como sabes, surgieron tras interpretar previamente las discordantes coordenadas de Ptolomeo sobre el territorio vascón de forma muy diferente a la que se venía haciendo (¡cuando alguien se animaba a hacerlo!).

importante núcleo miliario de Castiliscar. Y tampoco que

Ya casi me parece de menor cuantía que en su fig.

3

y simplificados, mis mapas de aras, estelas y miliarios, que

[80] 35


[Lo que dicen nuestros corresponsales/ eran respectivamente las figs. 1 y 10 del citado ar1ículo de AEspA 1991. La misma autora anuncia, en prensa, una monografía

suya llamada Por los caminos romanos de

J,{avawa.

Sospecho que ya no llego a tiempo de tratar de reivindicar en ese libro aquelio cuya autoria me corresponde legítimamente, y que mucho lne temo estará asumido, desfigurado o silenciado allí de la misma forma. Habrá

que esperar

a comprobarlo, y ojalá me equivoque (la

Produce mucho fastidio el ver que continuamente se el reconocimiento del propio trabajo, mientras simultáneamente éste se usuffuctúa con l,a mayor tranquilidad, y además sin citarlo. Es una aciaga costumbre hispánica con la que habría que terminar.

niega

Parece por tanto una obligación, al menos cuando la "vÍctima" no está todavía "interfecta" y puede defenderse, el salir a dejar las cosas claras, aunque una parte de los daños siempre quedan hechos.

persona misma de la Prof. Castiella es encantadora, y de las últimas de quien me esperara esto). Mientras, sí que

Gracias por tu amabilidad y comprensión, de la que pido merced también a los futuros lectores. Recibe un

espero que al menos aquí en El Miliario Extravagante tendrás la amabilidad de publicar esta necesaria y justa

cordial saludo de tu buena amiga,

Alicia Mu Canto

aclaración.

Universidad Autónoma de Madrid

CALZADA DE LA FUENFRTA seguridad

Escribe Jesús Rodríguez Morales desde Móstoles ( 10.0 I

.02)

En ME, 77, pp. 18- 19 Sonia Fernández y Carlos Caballero publicaban una réplica o contestación: "La intuición, ¿,una innovación metodológica a las puertas del

nuevo milenio?" al aftículo de Javier Rivas y Jesús Rodríguez "Una nueva calzada romana en el Valle de La Fuenfría", que había aparecido en ME,75 , (pp. 24-29). Apafte de cuestiones de detalle, la contestación contenía una serie de acusaciones efectuadas en un tono no muy elegante. Como quiera que la intención de los autores del artículo no era polemizar, sino buscar la verdad, nos abstuvimos de contestar.

El día 10 de Diciembre del pasado año

Jesús

Rodríguez mandó el e-mail que se añade a continuación a Carlos Caballero. En esta fecha (10 de Diciembre) no se ha recibido contestación, y ya que las apostillas de Carlos y Sonia han aparecido en las páginas del Miliario, éste me parece el sitio adecuado para reproducir estas observaciones:

Apreciado Carlos:

Como creo que sabes por Gonzalo Arias, estoy

terminando un artículo sobre las calzadas de la FuenfrÍa que va a incluir un estudio técnico de los dos trazados hecho por lsaac Moreno, al que ya conoces, y otro de los documentos sobre la construcción en el siglo XVlll de la que llamo "calzada oficlal" por falta de otro nombre mejor y no de forma peyorativa. Como en las observaciones que Sonia y tú tuvisteis a

bien hacernos en

el

Miliario 77, nos decíais que no

teníamos en cuenta los trabajos anteriormente realizados y las excavaciones, etc. y esto no era por malicia sino por desconocimiento, por no haberlos encontrado, os ruego

me envieis, si lo creeis oportuno, las referencias o documentales, que contengan la información pertinente sobre los caminos antiguos de la Fuenfría, para no tener que depender solamente del trabajo de María Mariné que, por lo que parece, está superado en el aspecto arqueológico. Y ésto en la que

bibliográficas

[80] 36

de que será citado de la

manera que

considereis más oportuna. En cuanto a las quejas que planteabais en el citado artículo de El Miliario 77, una tenía, desde mi punto de vista, fundamento, el no haber citado tu rectiflcación en el Miliario, sobre que el tramo de la calzada entre Alpedrete y El Escorial había sido prospectado por vosotros. Siento

la

omisión. Es una pena que

un interesante

trabajo

realizado se encuentre sin publicar, aunque la culpa creo

que es de la nefasta política de publicaciones de

la

Comunidad de Madrid.

La otra queja, la de haber difundido las coordenadas del yacimiento de Monesterio, en tu artÍculo efectivamente

no estaban, pero sÍ un mapa en donde cualquiera las puede calcular.

Mi comunicación contigo y con Antonio Méndez, como representante de Patrimonio de la Comunidad, ha sido continua. Desde el principio os comuniqué m¡s hallazgos y os pedí me dijeseis si conociais los tramos que yo había estudiado, pero el mutismo al respecto ha sido vuestra política. Cuando hace un año me dirigí a Antonio Méndez para comunicarle los hallazgos en el Camino de Segovia sus respuestas fueron evasivas, no me dijo si conocÍan el camino, si lo habían estudiado, sólo que él no lo publicaría porque era un campo de trabajo de Ia Comunidad. Esas condiciones de secretismo yo no

tengo por qué respetarlas, porque

a mí no me

han

subvencionado ni con un duro.

Ahora la documentación que he manejado la "calzada

demuestra, desde mi punto de vista, que

romana de la Fuenfría" fue construida entre 1721 y 1728 y el aspecto actual corresponde a una gran reparación del año 1780. Como el artÍculo de María Mariné afirma que debajo del enlosado actual no hay otro camino, al menos en el tramo entre el Cruce de Las Dehesas y el lugar en el que el Camino de Segovia se mete debajo de la calzada, a 300 m. de coronar, creo que el trazado de la "calzada oficial" es del siglo XVlll. Si tú crees otra cosa y tienes

argumentos para ello, comunícamelo para meditarlo incorporarlo en su caso. Un abrazo: Jesús (Rodríguez).

e


[Lo que dicen nuestros corresponsalesJ

xÓruu

soBRB ARTTGI y ARTTGT euoD ruLrErysEs

Escribe de nuevo Alicia M'Canto, Univ. Autónoma de

Madrid (12.01.02)

En el último ME (n" 79, diciembre200l, p. 34) he la identihcación -a mi juicio imposible- de Arfigi lulienses con Zalamea de la Serena (Badajoz). Comentas tú en ella dos artículos de P. Ortiz leído una referencia sobre

Romero en la revista Antaño, de la U.P. de Castuera (n'5, abril2000, 10-11 y no 6, septiembre 2000, 8-9). En ellos (y gracias otravez por facilitármelos), este sin duda buen conocedor de La Serena extremeña, teniendo como tema de fondo las calzadas Córdoba-Mérida y Mérida-Zaragoza per Lusifaniam, propone «introducir una lectura crítica de la tesis que identifica Castuera con Artigi>>. Recordemos que Artigi/Artibon es wa mansio que aparece en e\ IA (416, l) y en el Ravenate (315, 9) en la primera de aquellas calzadas, enlre Metellinum (Medellín,

BA) y Mellaria (Fuente Obejuna, CO). Dice Pablo Ortiz que la ubicación tradicional de esta Artigiha sido siempre en Castuera, pero que él cree que debe estar en Zalamea de la Serena. A partir de ahí, y con otros datos viarios, más la existencia allÍ del río Ortigas -que ve como testimonio del nombre antiguo-, llega a dos ecuaciones convergentes Artigi : Iulipa y lulipenses : Iulienses. Para esto último se basa en una ciudad que, en efecto,

IlI,

10 de la obra de Plinio el Viejo. Sobre 1o mismo vuelve ahora Ortiz, aduciéndolo como prueba de su hipótesis. Pero ello no es posible, porque el contexto geográfico de esa otra Artigi nada tiene que ver ni con Zalamea ni con Castuera. Y para no dejar ya dudas sobre ello, copio y traduzco aquí las líneas plinianas al respecto: Celeberrima inter h.unc [BaetimJ et Oceani orum in

mediterraneo Segida quae Augurina cognominotur... Artigi cluod lulienses... omnia Bastetaniae vergenlis ad mare.

Esto es: <<Ciudqdes conocidísimas entre éste [el

BetisJ

y la costa del Océano (están) en el interior:

Segida, de sobrenombre Augurina .... Artigi de los Iulienses... todas de la Bastetania que mira hacia el mar...>>.

Queda claro, pues, que

Artigi quod lulienses

estaba

el Guadalquivir y el Océano», y además que era bastetana. De hecho, casi todas las demás ciudades que Plinio menciona junto con ella son de esa zona entre <<entre

Málaga

y

Ptolomeo

Granada. Como, en efecto, lo conf,ima (II, 4, 9), que cifa a Artigis entre Osqua

(Villanueva

de la

Concepción,

MA) y

Callicula

(Daragoleja, Pinos Puente, GR). Ésta es sin la menor duda la Artigi lulia o quod lulienses que tantas veces, y todavía ahora, se ha querido trasladar hasta Badajoz.

5) La conclusión es, como no podía ser de

otro

aparece citada en Plinio III, 10 como Artigi qttod Iulienses. Este y los otros puntos requieren algunas

modo, que hubo dos ciudades de nombre Artigi: una en la Bastetania, con el epíteto de lulia, y la otra en La Serena

aclaraciones:

extremeña,

1) En primer lugar, la identificación más veterana de Artigi no es con Castuera, sino con Zalamea. Remito a la

Corduba-Emerita. Por falta de espacio no puedo entrar en si esta segunda Artigi estuvo en Castuera, Campanario. u otro lugar de los que se han ido proponiendo con los años, ni menos en tema del viario. A título personal me inclino

consulta de A. Tovar (lberische Landeskunde.I: Baetica,

p. 95: Arrigi):

<<La mqyor parte de los Artigi en Zalamea de la Serena, donde existe un río llamado Ortigas, en el qtte por etimología popular se habría conservado el nombre antiguo>>. Lo mismo también en Roldán, ltineraria, 1973, p. 217: <<Se pensaba que la localización de Artigi era

1914,

investigadores pusieron

Zalamea de la Serena, donde existe un río Ortigas...>>. 2) En contra de ello, sabemos que el nombre antiguo de Zalamea de Ia Serena fue lulipa, debido a la inscripción CIL ll, 2352, que es un homenaje a Trajano, en el 101 d.C., de los municipes lulipenses (ya

flagmentada, se conserva todavía en la parroquia Zalamea, donde la vi hace muy poco). No es tan fácil ir

Iulia

a

lulipa, o al revés, porque lulipa, por

su

por

sin epíteto conocido, sobre la

Castuera, históricamente

calzada

el mejor nudo de

comunicaciones de La Serena. Pero lo que parece seguro es que Zalamea de la Serena, la lulipa romana y posterior Miknasa al-Asnam árabe (ME 55, 15), no fue la Artigi túrdula, y menos la Artigi quod lqlienses bastetana

o La Hab.

de de

-rpa final,

oüoo

ya es una adaptación indígena del nombre latino.

3) Tampoco el río «Ortigas» ha de venir de un Ortiga, como «Ortega» y «Ortegal», debe derivar de <<ortica»> o de <<ortaeca, orteca»» (según Menéndez Pidal), qrizá a través de <uordiga-sordigaordiga»> (según J. Corominas). Y tiene que ver con el gascón hurtiko: «fuefte» en el sentido de «picante», que

La Oua¡da

<<artigi>»:

lo que justamente hace temibles a las ortigas. 4) A muchos autores antiguos y rnodernos les resultó igual de «sugestivo» el parecido formal de lulipa con lulia, y por eso quisieron que e§ta Artigi exttemefla fuera la misma ciudad que se citaba en el citado párcafo

Virgeñ d€ B.lán

-

es

La

961

Nav¡ ,,fl

I\tto' Puorto

Huil¡co

S/¡.¡o

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\tu

e [80] 37


Ecos, extractos y refritos LA TMPORTANCTA DE LAS ERRATAS Tengo, entre otras rnanías, la de mirar si hay una lista de erratas antes de enÍiascatme en la lectura de un libro recién adquirido y,

ERRATAS. ulrrrs.

si 1a hay, corregir inmediatamente las que pÁc¡xrs. me parecen importantes. Creo que más de un autor estaría contento si tuviera la seguridad de que los lectores siguen esta práctica, pues hay veces que el duende de las tinotipias (o, en nuestros días, de la electrónica) nos hace decir lo contrario de lo que pretendemos. Respecto a la reimpresión del clásico estudio de Eduardo Saavedra comentada en

ll -

lo

26 z,fl

14

l7

8

20 s9 43 45

l0 2l

I

26

l0

(ME 79,32) casi

5S

omití esta práctica, puesto que ya había leído la obra en una edición anterior. Pero menos mal que no la omití, porque me encontré con la sorpresa de un bonito regalo que don

5{

ll

20 30 23

nuestro número anterior

Eduardo me hacía desde ultratumba.

N5+ 1ó 76

l7

DtcB.

Df,BE DEC¡R.

Inés.

inepecion Ios.... equinocio. ertrecho. sitio, que María, la deben.. Rávena. 8u..... ye averiguado erpiritus.. loge ...

Ínes. inspeccion. las. eguinoccio. estrecho. sitio gue. Marfa la. debe.

Raveua.

mi. por averiguar. spiritue. lege.

En la columna contigua va la fotocopia de las eratas observadas por el propio autor. Apafte del detalle de que en la misma lista de erratas se han deslizado dos erratas

historiador, académico de tres o cuatro academias, fundador y presidente de la Real Sociedad Geográfica, pone todo el peso de su autoridad. que no es poca, en

(corregidas por mí), llama la atención la referente a Ravena. Ya no hay duda: a mediados del siglo XIX, como hoy, las dos acentuaciones, esdrújula y llana, estaban en pugna. Y don Eduardo Saavedra, ingeniero.

favor de la pronunciación llana. Y no lo hace de pasada o inadvertidamente, sino muy conscientemente corrigiendo una errata.

¡Gracias, don Eduardo, por este apoyo contundente otra de mis maníasl G.A

a

EL SIMPOSIO II\TERNACIONAL ITINERA ROMANA Agradecemos a Javier Góntez Vila el envío de la siguien.te

no faltan abundantes restos de pavimentos y estribos

ifiormación.

ejemplares puentes almohadi I lados.

Entre el 11 y el 14 de Septiembre de 2001 tuvimos

la

oporlunidad de

disffutar de una de las vías

más

noroeste peninsular gracias a la iniciativa del profesor Rodríguez Colmenero. Tanto él como su secretario Santiago Ferrer tuvieron el acierto de sorprendentes

del

elegir el lugar de celebración al lado de la vía XVIII o vía nova desarrollándose las joraadas en territorio español y porlugués alternativamente. Si el lugar elegido fue una de las delicias no fue menos la excelente organización de la

reunión, combinando magistralmente las reuniones científicas con las no menos atrayentes visitas arqueológicas. Castromao, campamento

y

mansio

de

y la sorprendente vía nova que causó verdadero estupor entre los asistentes. E,l propio profesor Sillieres me comentaba maravillado la grandeza de sus restos al tiempo que metía el dedo en una gastada letra de un miliario. Y es que no es para menos. Ciento sesenta y ocho miliarios jalonan esta

Aquis Querquemis, Aquae Flavie, vía XVII

ruta que en el portugués parque nacional del Geres se encuentran literalmente "colgados" de las laderas, en gruios de siete u ocho, ante un paisaje de ensueño, donde

[80] 38

de

Pero si ya era grato este paseo de por si, no fue menos 1a compañía. Tuvimos la suefie de ser acompañados por la inmensa mayoría de los vecinos del cercano pueblecito de Caldas do Geres que contagiados

por nuestro entusiasmo se afanaban en enseñarnos las peculiaridades del camino y los misterios ocultos tras la maleza. En honor a la verdad, creo que es de rigor elogiar, también, el total apoyo que en todo momento prestaron las autoridades poftuguesas, sobre todo los presidentes de 1as Cámaras Municipales de Terras do Bouro y Chaves. Además de facilitar el transporte de los congresistas nos deleitaron

en varias

ocasiones

con

recepciones

i

banquetes que dieron en llamar "a la romana" y que no desmerecían en nada a la cena de Trimalción. D. José Antonio Araújo, presidente de la Cámara de

Terras do Bouro, verdadero amante de la Arqueología donde los halla, nos comentaba en el autocar los enormes esfuerzos que está realizando, desde que accedió al cargo en 1979, para preservar y dar a conocer la vía nova, procediendo arozas y reparaciones sistemáticas. Gracias a ello la vía es perfectamente transitable y visible desde lo alto de las montañas, con un típico recorrido a media


ladera por esta abrupta geografía portuguesa. La Xunta de Galicia, a su vez, también procedió a recuperar el tramo desde Baños de Riocaldo a Porlela do Home en una polémica intervención, criticada desde los ambientes científicos, por una falta de adecuación a la realidad de la época (Véase la monografía editada por la Xunta sobre esta rehabilitación: Durán, M. y Carlos Nárdiz (1999): La vía nova en la Serra do Xurés).

En fin, creo poder hablar por boca de todos

los

asistentes, para felicitar, de nuevo, a los organizadores,

[Ecos, extractos y refritosJ

tanto la iniciativa como el desarrollo del simposio, y animarlos a repetir la experiencia en años venideros, de la que ya tenemos palabra de que como mínimo será de un dÍa. Y a nuestro estimado e incansable profesor Colmenero desearle suerte en su ambicioso proyecto de echar a andar su centro de interpretación del mundo

romano que desde la Fundación Aquae Querquennae vía nova pretende desarrollar y, que por ciefto, ya está el edificio casi, casi terminado justo al lado del campamento romano.

J.G.V.

BI{TRE CÁSTUIO Y CÓRDOBA Un trabajo de José M" ALMENDRAL LUCAS con el título Caminos antiguos entre Cástulo y Córdoba se habrá publicado ya, cuando nuestros suscriptores lean estas líneas, en el número 178 del Boletín del Instituto de Estudios Giennenses. Aunque el autor -que ha tenido la gentileza de facilitarme una copia antes de la publicaciónme dice que es fundamentalmente una recopilación, no deja de presentar ideas originales y de aclarar cieftas dudas. Destacaré tres cuestiones.

La primera es la de los puentes de estructura mixta: pilas de fábrica y alzados de madera. "...es normal que obras tan singulares y caras como los puentes ronxanos de silleríct no se prodigaran. Estas ntismas características han deformado nuestra concepción y nos repugna que un puente romano no fuera a.sí,' pero los romanos h.icieron. también puentes sencillos, sin bóveda de silleríay en todo o parte renovables."

"Nosotros creemos que tres puentes mixtos se construyeron por los romanos en el siglo I, los tres sobre el Betis: El prünero en la Vía Augusta, entre la Bética y la Tarraconense (en Mengíbar), el segundo cerca de Noulas (Villanueva de la Reina) y el tercero sobre la Vía Augusta en Sacilis (término munícipal de Pedro Abad, península sula de

La

Alcuruucén)." Alcurrucén)."

segunda cuestión

es

el

aprovechamiento de la vía romana para

tender sobre ella

la vía férrea. En

notan vestigios de la calzada." Y aclara Almendral:

margen derecha del Betis, cuando éste que desde Mengíbar baja en dirección Sur Norte toma la de Este a Oeste, atrayiesa el Guadíel, el Rumblar y todos los ríos que vqn al Guadalquivir... » Prosigue Almendral:

"Doscientos años después de construida la Vía Augusta, de las experiencias obtenidas y las mejora.s técnicas surge la necesidad de acometer la gran variante con dos nuevos puentes, el primero en el Rumblar y el segundo sobre el Guadalquivir, entre Isturgi y [Jciense,

I s't u

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"El nuevo camino, que por ine'rcia siguió conservando el nombre de 'Camino de los romanos', se hizo en 1866, trazado por.ferroviarios y como reposición del servicio para la zona agrícola de la 4" tewaza cuaternaria, hoy en cultivo intenso de regadío. El nuevo 'Camino de los romanos' se hizo comenzando desde Mengíbar, rompiendo el conglomerado cuaternario consolidado existente en aquel lugar. Silliéres se fió de la hoja, escala l/50.000, y da como romano el actual camino..-"

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y echaron el camino de los romanos a la derecha, pero en el kilómetro 310 de la vía férrea, junfo al disco de Espeluy del lado de Mengíbar, se Espeluy,

Suponemos que, inutilizado ese puente, hubo que restablecer el servicio y se optó por construir el camino que estudia, en parte, D. Angel Delgado cuando escribe: «En dicha Venta del Arco, perpendicular al terraplén de dicha vía férrea, se nota en las vega,s del cortijo llamado 'Las Huelgas' el arranque de otra calzada que, sin atravesar el río Guadalquivir, cambia de rumbo a la

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a Córdoba, aprovecha-ron la calzada vr para asiento de oi la línea desde el río ;::'::::.i: , j:,,'*;:

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es la variante de la Vía

poco tiempo; no hoy nuevas referencias suyas.

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palabras de Ángel Delgado: "Al hacer la vía férrea de Madrid

';;:;;;ii:?,

Y Ia tercera cuestión

Augusta por la derecha del Betis: "El puente del Jano a Augusfo debió estar útil muy

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,

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asuso de la desembocadura del Jándula; el puente daría origen al núcleo primitivo de Andújar. Contra la opinión de Silliéres respecto a este último puente, y apoyándose en Femández Casado, se pronuncia por la romanidad de ambas obras: "Deben ser coetáneos los dc¡s puentes, pero de cualquíer modo, con ellos se restableció la importante comunicación durante I.800 años." Asignaremos a esta variante, toda vez que se trata de G.A. una vía interprovincial, la sigla BC6.

[80] 3e

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[Ecos, extractos y refritosJ

EL VI CONGRESO INTERNACIONAL DB CAMINENÍI HISPÁNICA No es la primera vez que don Manuel Criado del Val, meritorio inventor, orgarizador y director de esta serie de congresos, me incluye "por decreto" -es decir, sin habenne consultado previamente- entre los convocantes de tal acontecimiento. Peor todavía: como los 13 convocantes están por orden alfabético, me ha tocado figurar en cabeza de la lista que figura en el folleto de convocatoria.

Lo siento, pero ni convoco ni tengo intención de asistir a este congreso, y no porque no lo crea interesante. Las fechas del Congreso son del 18 al 20 dejunio en

L'Aquila (Italia) y del24 a128 dejunio

en Madrid. Para más información: Secretaría del Congreso de Caminería, Duque de Medinaceli 6,28014 Madrid. Tel. 91 429 06 26, extensión 3002. Correo-e : camineria@ceh. csic. es

G.A.

OBA ROMAI{A Hamo SASOON, británico con experiencia en (y en muchas otras cosas) en muy diversos

arqueología

países, establecido en Jimena de la Frontera (Cádiz) desde 1984, se ha asomado ya más de una vez a nuestras

páginas. Su opúsculo que ahora atrae nuestra atención (Oba Romana. 65 págs, planos y fotografías en color. Ed. Regueira, c/ Sevilla 32, 11330 Jimena de la Frontera, j.regueira@teleline.es) es un excelente catálogo e interpretación de los restos romanos de esta localidad, asiento de la romana Oba duranfe unos cuatro siglos y rnedio desde f,rnes del siglo II o comienzos del I a.C. hasta la segunda mitad del siglo IV. De las inscripciones, la numismática y los restos

de municipio romano y una relativa importancia, aunque Sasoon deduce que el principal edihcio monumental, muy ambicioso, no llegó a ser acabado. Despoblado el lugar, fue objeto de una ocupación mozárabe hacia los siglos IX y X, de la que son testigo las ruinas de una iglesia y algunas celdas de ermitaños excavadas en la roca. La primera cifa árabe conocida del castillo es de 1292. La primera conquista por los cristianos tuvo lugar en 143 1, y la definitiva en 1456.

En e1 librito no sólo se analizan e ilustran todos y cada uno de los restos romanos. sino que se apuntan sugerencias para excavaciones arqueoiógicas que serían deseables.

G.A.

monumentales estudiados se deduce que Oba tuvo rango

La Vía de Labaña y la A32

Charla del Director El viernes 26 de abril, a las 18.00, el director

del

M.E. disertará en el Museo Arqueológico de Madrid sobre "La red de calzadas romanas en Hispania". Por supuesto no va a decir nada que no sea familiar para nuestros lectores, y se centrará sobre todo en la interpretación del Itinerario de Antonino; pero podría ser una ocasión para contactos personales con los suscriptores madrileños.

El pasado mes de octubre, guiados por Isaac Moreno

y por el espíritu

de Juan Bautista Labaña (s. XVII),

reconocimos parte de la T60 por donde yo (pero no Isaac)

busco también la A32. En el número anterior tuve que renunciar a informar sobre esta expedición por razones de espacio, y Io mismo me pasa ahora. Es mejor así, porque G.A. el asunto requiere más demorada reflexión.

ANIMADO COTEJO DE OPINTONES [Viene

de

primera página]

Ahora bien, nuestro espacio es limitado y debemos estar alerta contra el riesgo de que un solo tema desplace exageradamente otros de no menor interés. Este riesgo suele presentarse cuando cada una de las paftes en un debate se cree con el derecho y el deber de responder a la otra parte, incluso en puntos secundarios o repitiendo conceptos ya expresados. No digo que esto haya ocurrido, sino que conviene evitar que ocurra. Pero por otra parte, sospecho que más de uno opina que aún quedan varios cabos sueltos en [a cuestión de los puefios del Saltus C astulonensis.

¿Qué hacer?

Tal vez sería buena idea mantener una reunión, por ejernplo un fin de semana en Viso del Marqués, entre los parlicipantes en el debate: Jesús SánchezSáttchez, José Muñoz del Campo, José Mu Almendral Lucas y yo mismo, sin excluir por supuesto a quien quisiera añadirse. El objetivo sería suscribir juntos una especie de colofón recapitulativo. No se frafaria de conseguir la unanimidad sobre todas las cuestiones geográficas e históricas, meta que no creo realista, sino de enumerar los puntos en que hay acuerdo y áqréttor en que hay opiniones diversas, resumiendo los fundamentos de cada opinión. Y si con esa ocasión pudiéramos reconocer juntos algunos de los lugares o tramos de camino debatidos, miel sobre hojuelas.

G.A.

[80] 40


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