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por Diego M. Muñoz Hidalgo, Ángel García Calle y Miguel Manzanera Salavert
REENCUENTRO CON EL «SÁHARA OCCIDENTAL» (EXCOLONIA ESPAÑOLA). GEOGRAFÍA E HISTORIA DE UN PUEBLO (OLVIDADO)
Diego M. Muñoz Hidalgo, Ángel García Calle y Miguel Manzanera Salavert *
Iª PARTE. EL SÁHARA OCCIDENTAL: GEOGRAFÍA HISTÓRICA Y SU (SUFRIDA) CARA HUMANA
Diego M. Muñoz Hidalgo
1- Introducción a una geografía de la injusticia
Existe una milenaria interrelación geográfi ca, ecológica y humana entre Europa y África, donde la Península Ibérica fue, para el gigante continente africano, una «válvula de escape»; y, a su vez, para el resto de Europa, un lugar de paso cual «embudo de salida» hacia África.
En este contexto de nuestra «geógrafa histórica», y en el otro extremo, el Sáhara Occidental ha sido un territorio integrado dentro de un ancho «pasillo» de comunicación del Noroeste de África, muy ligado con el Suroeste de Europa desde los albores de la Humanidad. Por tanto, a los amigos y lectores de nuestra querida Revista El Nuevo Miliario (recordemos: Boletín sobre vías romanas, historia de los caminos y otros temas de geografía histórica), no nos ha de ser ajeno el hablar aquí del territorio saharaui, estrechamente relacionado con nuestra Historia hispana. Y es que la prolongación de los caminos africanos dieron lugar a los nuestros, y viceversa, en un fraternal abrazo cultural y natural, resultado de un viaje de ida y vuelta. Así tendríamos, en el territorio hispano, lo que hoy resumimos en llamar: Corredor de la Plata (MUÑOZ, 2010; y 2012); un cúmulo de huellas diversas en un mismo itinerario S.-N./N.-S. en el occidente peninsular, y que fue, en gran medida, el fruto de migraciones de faunas y sociedades desde/hacia el continente africano. Es decir, lo que al fi nal germinó en nuestro territorio peninsular (lo que somos en defi nitiva) lo debemos, en gran parte, a un milenario y continuo trasvase de semillas, savias y sangres de uno a otro lado del Estrecho de Gibraltar. Pero, llegados a este punto, si profundizamos en el estudio de nuestra compartida «geografía histórica» intercontinental, vemos cómo nos lleva a terrenos un tanto escabrosos, o «políticamente incorrectos» para algunos, por ser una triste realidad; hablamos del devenir (geográfi co/histórico) del Sáhara Occidental y de su pueblo, antiguo Sáhara Español (Figura 1). Esta excolonia española, hoy en poder de Marruecos, fue hace muy poco (por si alguien no lo sabe), una tierra
Figura 1. Antiguo cartel de la Provincia del Sáhara
Figura 2. «A cada uno su parte». Caricatura francesa sobre la Conferencia de Berlín, 1885
libre en el África septentrional; hasta que a partir de la segunda mitad del siglo XIX se diseñaran fronteras artifi ciales (con fría escuadra y cartabón), partiendo pueblos, muchos de ellos nómadas… todo ello por el capricho de intereses económicos y geoestratégicos de potencias coloniales que se repartieron el continente africano (cual golosa tarta) a partir de la Conferencia de Berlín (1884-1885) (Figura 2).
Pero, las injustas fronteras antinaturales de entonces siguen hoy vigentes, al servicio de la explotación (¿robo?) de sus recursos naturales. En fi n, como ya hemos avanzado, un ejemplo ilustrativo de todo ello, en donde vemos la crudeza de «la otra cara» del diseño artifi cial de nuestra moderna Geografía Histórica (que corta y divide) es el que aquí presentamos: el territorio saharaui y su sufrido pueblo; libre hace apenas un siglo y medio, colonizado luego por unos (España) e invadido por otros (Marruecos).
Actualmente resulta curioso que este territorio africano (¡tan próximo a España en lo geográfi co, histórico y emocional!) haya venido siendo olvidado por aquellos que nos han regido y gobernado en nuestro país últimamente; obviándolo en los libros de texto en la enseñanza pública. Es como si se rehuyera del tema, avergonzado de este triste capítulo de nuestra Historia reciente (intentando incluso borrar este territorio saharaui de nuestra memoria colectiva y del mismo Mapa…). Desde que se abandonara a su suerte esta colonia española a favor de Marruecos, el Gobierno de España no ha hecho nada por la libertad del Pueblo Saharaui, entre otras razones: 1º- por seguir explotando las riquezas pesqueras de la costa saharaui, moralmente perteneciente a la República Árabe Saharaui Democrática (no reconocida por el gobierno español), hoy en poder de Marruecos; 2º- por mantener buenas relaciones diplomáticas con el Estado marroquí, en donde coexisten, al Norte de su territorio, los históricos enclaves de Ceuta y Melilla; y 3º- por las presiones políticas y empresariales de EE.UU y Francia, que han venido defendiendo aquí sus particulares intereses geoestratégicos y económicos (fosfatos, petróleo…); intereses estrechamente ligados a los de Marruecos (países que apoyaron e intervinieron, en su día, en la invasión marroquí del Sáhara Occidental, entre otras posteriores y denunciables actuaciones.
Aún así, este «olvido» institucional hispano, que abandonó a miles de ciudadanos «españoles» del Sáhara Occidental (muchos aún conservan y reivindican su D.N.I. español), no ha impedido a que la sociedad española e internacional haya venido dando muestras de solidaridad y de apoyo; un esfuerzo canalizado por diversas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs). Este desinteresado movimiento ciudadano reivindica lo que se ha venido en denominar: «derecho a la autodeterminación del Pueblo Saharaui»; en el seguimiento, razonado, de los múltiples acuerdos y exigencias de la propia Asamblea General de la ONU.
En resumen: la Geografía Histórica del Sáhara es un claro ejemplo de cómo las fronteras dividen, aprisionan, dinamitan y expulsan pueblos enteros; rompiendo caminos físicos y del diálogo… jaulas para ciudadanos sin derecho a decidir. Una geografía política que ha concluido hoy en una frontera inventada y en un físico «Muro de la Vergüenza», un brutal impacto visual al corazón del que lo ve; una horrenda muralla de 2.720 kilómetros de la que nadie habla y que parte literalmente en dos el Sáhara Occidental, de Norte a Sur y de Sur a Norte; una gigante jaula que no deja salir ni entrar ni a la palabra ni al amor; una enorme herida abierta de trincheras, infectadas de metralletas y de millones de minas antipersonas que no entienden ni reconocen las buenas voluntades del que viene o va; una infi nita zanja que está desertifi cando, más aún, el desierto…; todo ello al servicio de ciertos poderes políticos y económicos que viven a miles de kilómetros. En defi nitiva, una muralla que es el engendro de una globalidad de egoístas intereses que está dando lugar a la indignación global.
Agradecemos a la revista de El Nuevo Miliario el que nos haya permitido exponer, en estas muy resumidas páginas, una problemática que atañe directamente a la «…historia de los caminos y otros temas de geografía histórica» de España y del Mundo; y que tanto le hubiera gustado publicar a mi querido amigo D. Gonzalo Arias Bonet, «extravagante» en los cielos (y pacifi sta de pro), fundador de la primera época de esta Revista bajo el nombre: El Miliario Extravagante... (¡va por él!).
2- Apuntes sobre el conocimiento geográfi co del Sáhara Occidental: un Mapa para un Pueblo
La costa del Noroeste de África fue lugar de paso de expediciones marítimas de antiguos pueblos durante milenios. Ya fenicios, griegos y romanos navegaron por sus aguas, legándonos una interesante historiogra-
Figura 3. Detalle de la Cosmographia de Claudio Ptolomeo (s. II). Copia de 1482, de la Johannes Armsshein
fía de expediciones hacia el Sur de este continente. El conocimiento geográfi co del mundo clásico sobre los territorios del África noroccidental, se resumió en la gran labor del geógrafo Claudio Ptolomeo (s. II d.c.) (Figura 3). Del mismo modo, la visión territorial del mundo musulmán se sintetizó en la obra del gran geógrafo Al-Idrisi (s. XII), que recogió información de geógrafos anteriores y, a su vez, la de los buenos navegantes y comerciantes de su época (Figura 4).
Pero no fue hasta los siglos XV al XVII cuando se comienza a cartografiar sus costas con mayor perfección, legándonos múltiples mapas por parte de talleres o empresas cartográfi cas familiares (Amberes, Ámsterdam…), siguiendo intereses en un primer momento económicos y luego políticos, y que dieron lugar a verdaderas obras de arte; una Ciencia, la Cartográfi ca, que empieza a despegar en este momento y en donde se resumían al principio creencias y mitos fantásticos, para ir desechándolos después, aplicando paulatinamente innovaciones científi cas y de geodesia sobre el papel. De este modo se va consolidando una imagen global del territorio noroccidental africano. Así, por ejemplo, se conocía al Desierto del Sáhara con el nombre de Biledulgerid o País de los Nómadas (Figura 5). Los intereses comerciales, sobre todo de España y Portugal, primaron en esta zona (Islas Canarias y costa saharaui), y también como lugar de paso hacia a Asia, que a su vez motivó la expansión colonial de otros países europeos. Esto exigía, para culminar sus objetivos, un conocimiento más exacto del territorio, lo que les obligó a impulsar el desarrollo científi co de múltiples disciplinas (astronomía, matemáticas, topografía, etc.). Todo esto culminó en los avances del s. XVIII, con la Ilustración; avances que fueron la base de la cartografía moderna, determinando la Longitud y la Latitud, y realizándose expediciones expresamente cartográfi cas. Esto sirvió para la expansión de imperios políticos y comerciales europeos emergentes en el siglo siguiente.
Mientras tanto, en el último cuarto del s. XIX, y tras siglos de relaciones comerciales con las tribus saharauis, un grupo de geógrafos españoles comienzan a impulsar algunos estudios en territorio africano, incluyendo interesantes expediciones por el interior del
Figura 4. Detalle del Mapa de Al-Idrisi, de 1154. El original se representa al revés, con los Polos invertidos (una muestra de dominio del mundo musulmán sobre el resto)
Sáhara Occidental. Así tenemos a Francisco Coello (1822-1898), cartógrafo y militar español, que ejecutó importantes planes de reforma territorial y del catastro, autor en 1857 del Atlas de España y sus posesiones en Ultramar. En 1875, en el Congreso Internacional de Geografía de París, fue consciente de las pretensiones de las potencias europeas por la exploración y explotación del continente africano. Así, a su vuelta, funda en 1876 la Real Sociedad Geográfi ca de Madrid, más tarde Real Sociedad Geográfi ca de España.
Aunque este primer intento no llegó a culminar los objetivos esperados, no será hasta 1882 cuando se le diera un nuevo impulso con la incorporación de la fi gura de Joaquín Costa (1846-1911) a esta Sociedad.
Figura 5. «Africae nova descriptio» (Amsterdam, 1644). W. J. Blaeu (1571-1638). Detalle noroccidental de África. En la mitad inferior, y a doble línea, el Trópico de Cáncer, entre el Cabo Blanco al Sur y el Cabo Bojador
Jurista, historiador y profesor de la Institución Libre de Enseñanza, pertenecía al movimiento regeneracionista (Figura 6). Costa postulaba, desde sus ideales de reforma, la recuperación de la economía y de la sociedad agraria, y la inclusión de España entre las potencias europeas. De este modo, Costa impulsó los estudios geográfi cos asociándolos esta vez al desarrollo económico de la nación, en una carrera ya comenzada por otros países (RODRÍGUEZ, 2011 (b); Documental n.º 5: «Joaquín Costa: geografía y colonialismo»). Con esta intención organizó en 1883 el Congreso Español de Geografía Colonial y Mercantil, en donde se pondrán las bases de la política colonial y comercial española en África, y de los estudios geográficos a seguir. Paralelamente, este mismo año impulsa la Sociedad Española de Africanistas y Colonialistas. Para conseguir sus objetivos, conciencia e involucra a todos los estamentos sociales y políticos del país con varias conferencias y escritos. De este modo consiguió recabar fondos para fi nanciar expediciones a Guinea y al Sáhara Occidental. Habría que advertir, comprendiendo su contexto, las buenas intenciones de Costa cuando, en un discurso pronunciado en Marzo de 1884 ante la burguesía madrileña, en relación a la aproximación de España y Marruecos, dijo: «…pero no con las armas, no para convertir a sus habitantes en siervos o vasallos descontentos; sino por medio de la civilización, para hacer de ellos ciudadanos dignos de una nación grande…» (RODRÍGUEZ, 2005). En este mismo año, en respuesta a una incursión comercial de Inglaterra en la
Figura 6. Joaquín Costa (1846-1911), miembro de la Real Sociedad Geográfi ca española
costa saharaui, Costa y Coello diseñaron rápidamente una expedición a principios de Noviembre, fi rmando acuerdos con las tribus para hacerse de los derechos de 500 km. de costa entre Cabo Blanco y Cabo Bojador. En este mismo mes se inicia la Conferencia de Berlín (1884-1885) para planifi car la expansión europea en el África, en donde España no sale muy bien parada al entrar en confl icto con los intereses franceses (que fueron solucionándose en años posteriores con la cesión a Francia de varios territorios). Esta Conferencia hizo aumentar más el interés de africanistas españoles por el urgente estudio geográfi co y ocupación de este territorio, siguiendo las recomendaciones de Joaquín Costa, expuestas en una de sus conferencias en el Ateneo de Madrid («España en África en 1884»). Costa justifi caba este interés por una serie de «conveniencias»: política, frente al interés expansionista de Francia que pretendía unir sus colonias de Senegal y Argelia, que aislarían las Islas Canarias, y como puente de comunicación con las colonias españolas de Guinea y América; comercial, por el intercambio con las tribus y con el tránsito caravanero, desviando al Atlántico las rutas entre Tombuctú y Argelia; industrial y pesquera, por el gran banco de pesca de su costa; agrícola, por el potencial de diversifi car su agricultura… Esto le llevó a Costa a convertirse en Director de las expediciones saharianas con la colaboración de Coello, impulsando así diversos estudios geográfi cos del territorio saharaui; como sería la expedición iniciada en 1886 del Comandante Cervera, el geólogo Julio Quiroga y el intérprete Felipe Rizzo, que tenía como objetivo recorrer los territorios meridionales del Sáhara Occidental, llevándoles a explorar 400 kms. por el interior, con interesantes descubrimientos (Figura 7). Igualmente Costa propuso proyectos para el aprovechamiento agrícola del desierto a través de sus oasis. Pero su labor quedó en parte frustrada por la falta de apoyo del Gobierno, más centrado en las colonias históricas de Cuba y Filipinas, amenazadas por las potencias emergentes de EE.UU y Japón. En 1898, tras la Guerra Hispano-Estadounidense, en donde España es derrotada, se da fi n a su antiguo imperio colonial y a una profunda crisis nacional, relegando el territorio saharaui a un segundo plano.
Poco después, en las primeras décadas del s. XX, en España, sea por un interés u otro del Poder (estratégicos de dominio militar del territorio o por la explotación de sus riquezas), o desde una escuela u otra del saber (un esfuerzo de geógrafos y expedicionarios que se jugaron su vida)… se afi anzó defi nitivamente la necesidad de una exactitud y precisión cartográfi ca e información geográfi ca que se tradujeran en los Mapas. Mucho se debió a la necesidad de una cartografía fi able a la hora de perfi lar defi nitivamente las fronteras de los intereses coloniales españoles con las del protectorado francés de Marruecos. En todo ello jugó un papel primordial el Instituto Geográfi co Nacional (cuyo origen lo encontraríamos en 1870), que dio lugar
Figura 7. El comandante Cervera, el geólogo Julio Quiroga y el intérprete Felipe Rizzo en la expedición realizada por el interior del Sáhara Occidental en 1886. (Fuente: http:// joseluistrujillorodriguez.blogspot.com.es/2012/11/otrasexpediciones-espanolas-del-siglo.html )
al Mapa Topográfi co Nacional, a Escala 1:50.000; al mismo tiempo que se impulsa el Servicio Geográfi co del Ejército, que rescataría la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Esto dio lugar a una duplicación innecesaria (civil y militar) de mapas a la misma Escala. Todo este esfuerzo nos llevaría a comprender aquí un intento de «autoreafi rmación» del territorio nacional o «colonial», agarrándose a lo poco que quedaba: el Sáhara; tras las pérdidas de Cuba y Filipinas en 1898.
Tras algunos estudios cartográficos en el seguimiento de intereses económicos-pesqueros y político-coloniales frente a Francia a principios de este siglo, este territorio atrajo de nuevo la atención en las investigaciones geográfi cas por la necesidad de establecer coordenadas exactas en la navegación aérea y marítima del Sáhara Occiedental durante la Segunda Guerra Mundial, como trampolín al continente sudamericano. En este contexto surge la fi gura de Manuel Lombardero Vicente, Jefe del Servicio Geográfi co del Ejército, y responsable del Mapa del África Occidental Española a Escala 1:50.000 (Figura 8). Al respecto, es interesante obligado remitirnos aquí al interesante estudio que hace el geógrafo e historiador José Antonio Rodríguez Esteban (RODRÍGUEZ, 2011 (a)). Este
Figura 8. Plan de hojas cartográfi cas de 1945, de Manuel Lombardero Vicente, para confeccionar el Mapa del África Occidental Española, Escala 1:500.000 (Fuente: RODRÍGUEZ, 2011 http://cybergeo.revues.org/23461#ftn9)
proyecto cartográfi co tenía como referencia el Mapa Internacional del Mundo a escala 1:1.000.000, del que se encargaría, de la zona española colonial, el Instituto Geográfi co Nacional; labor de la que Lombardero fue muy crítico, corrigiéndolo posteriormente en varias campañas de exploración a lo largo de la década de los años cuarenta. El trabajo de su equipo fue arduo y muy duro, recorriendo miles de kilómetros a pie y con camellos para la carga del material cartográfi co y astronómico, además de víveres y agua, y con múltiples difi cultades de temperaturas, tormentas de arena, etc. que perjudicaban las referencias visuales de medición.
En toda esta labor jugó un papel fundamental la colaboraron de los nómadas saharauis, muy apreciada por los militares cartógrafos responsables, como la referencia que hace de los mismos Flores Morales, miembro del equipo: «(…) tienen un sentido espacial muy desarrollado, el de la orientación. Su memoria conserva los más difíciles panoramas, aunque hayan sido vistos una sola vez (…) Un nómada completamente inculto, si es interrogado por cualquier jefe de expedición, dibujará con su dedo o con un palo en el suelo un croquis en el que señalará el punto que le interesa. Tiene el nómada sentido topográfi co, ya que
para él la dirección es cuestión de vida o muerte. (…) Es un gran reconocedor de huellas. Es capaz de identifi car a un individuo de una tribu determinada por las huellas dejadas por sus pies desnudos en el terreno, y lo hace tan seguro como un policía de un país civilizado identifi caría a un malhechor por sus huellas digitales (…) Cuando se le pierde algún camello, no vacila, se va derecho al pozo más cercano y allí busca entre centenares de huellas que dejaron otros tantos dromedarios al abrevar, venidos de sitios completamente opuestos, y sigue la pista a las de su animal, que pronto reconoce y que posiblemente pasó por aquel sitio el día anterior, hasta que al fi n lo encuentra, y vuelve a su jaima, quizá a los cinco o seis días de su partida. (…) No es raro, yendo en caravana, ver un guía echarse de bruces en el suelo y oler detenidamente. Su olfato no le engañará: dirá al momento si en las proximidades hay agua en las «daias» formadas por las lluvias o si ya no quedará. Es fantástico, pero es la realidad (…) Si ven una bandada de pájaros emigrantes, la observan con detenimiento, y se fi jan enseguida de donde vienen y qué dirección toman, y años más tarde, al pasar por el mismo sitio, dirán: «Allí hay agua, pues una vez vi como unos pájaros iban hacia aquella dirección»».
Así pues, en la elaboración de este Mapa fue muy importante la aportación saharaui (que habría que reconocer), incluyendo también su ayuda en la plasmación toponímica en papel, en donde se trascribieron miles de términos. Por otro lado, todo este trabajo topográfi co, aún con sus carencias (como la falta de la aplicación de la fotografía aérea por los escasos recursos tras la Guerra Civil), fue la base también de los estudios geográfi cos en los años sesenta, sobre todo para la localización de las materias primas (minerales, hidrocarburos…). Al fi nal este Mapa del África Occidental Española, de Lombardero, a Escala 1:50.000, aún incompleto tras el precipitado abandono español y la invasión marroquí de 1975, sigue siendo un referente para el estudio geográfi co de este territorio.
3- Muy breve Historia de los orígenes de un pueblo
Frente a un paisaje árido y seco que hoy nos ofrece este territorio, hubo aquí un clima totalmente diferente en el Paleolítico, con ríos y zonas boscosas en el Holoceno Antiguo, hace 10.000-8.000 años. Luego hubo altibajos climatológicos, siendo el último clímax lluvioso en el llamado Neolítico Húmedo (6.000-4.500), en el Holoceno Medio, a partir del cual comienza un brusco cambio climático que llevó al desierto que hoy conocemos. Estos periodos nos han legado un gran cúmulo de yacimientos arqueológicos y estaciones de pinturas rupestres (ALMAGRO, 1944; GARCÍA, 2009). Así tenemos, por ejemplo, el paisaje de Tifariti plagado de pinturas rupestres (Figura 9) y también monumentos funerarios cuya distribución nos ayudan a perfi lar ciertas rutas (Figura 10). Las tipologías de todos estos restos no dejan de tener estrechas analogías con los existentes en nuestro territorio peninsular.
Sobre los orígenes de la población saharaui habría que mencionar a los Sanhaja, también llamados Zeneguíes, pueblo que luego sería integrado, entre otros, bajo el término Bereber, y que hace 3.000 años fueron emigrando del Norte al Noroeste africano, superponiéndose a la original población negra, llegando a controlar el desierto mil años después. Paulatinamente se les fue conociendo por su vida nómada, cuya base era el pastoreo, y por su control secular de las rutas comerciales que cruzaban el desierto de Norte a Sur.
A partir del s. VIII d.c. iniciaron un proceso de islamización, que se consolidó en los siglos XI y XII con la implantación aquí del Imperio Almorávide. Considerados «monjes guerreros», alcanzaron a dominar desde la zona subsahariana, desde el Senegal, y a lo largo de todo el Sáhara Occidental, hasta la mitad Sur de la Península Ibérica con la conquista del Al-Ándalus (aprovechando, en gran parte, el Corredor de la Plata) (Figura 11).
En el s. XIII un pueblo Beduino procedente del lejano Yemen, al Sur de la Península Arábiga, los Beni Hassan, conquistan esta zona. Tras varias luchas contra los Sanhaja terminaron fundiéndose con ellos; implantándose a su vez, defi nitivamente, el Islám en el Sáhara Occidental. De este mestizaje muchos creen que proviene la mayor parte del actual pueblo saharaui, compartiendo este territorio con una población negra originaria del sur, y los «artesanos» que se le atribuyen su origen del África oriental.
En los siglos siguientes, y motivado por el mítico oro del Sudán y de las riquezas de Asia (a la vuelta de la esquina africana), los europeos comenzaron a contactar con el Pueblo Saharaui (y viceversa). Hasta la primera mitad del s. XV se exploró la costa Noroeste africana hasta el Cabo Bojador, en la mitad Norte del actual Sáhara Occidental (Figuras 1); y en 1455 el portugués Joao Fernández se introdujo tierra adentro. De este modo comenzó a asentarse un comercio entre los reinos peninsulares de España y Portugal: tanto con los reinos del África occidental subsahariana, por medio de las rutas marítimas; como con las tribus saharianas que controlaban las principales rutas caravaneras del interior. Estas expediciones europeas comerciales iban seguidas por la expansión política para el control de dichas rutas. Así, a fi nales del s. XV, las Islas Canarias fueron conquistadas defi nitivamente por la Corona de Castilla («Paz de los Realejos»; Tenerife, 1496); Islas que se encuentran frente a las costas Noroccidentales del territorio sahariano que aquí tratamos.
Así, entre los siglos XIII al XVI, las tribus saharauis se dedicaban básicamente al pastoreo y al comercio de caravanas, y no conocían fronteras ni un poder que les rigiera. A fi nales del s. XVI comienzan a llegar grupos de místicos a la región de Saguia el-Hamra, la zona Norte del territorio que estudiamos (a la altura
Figura 9. «El hombre del ronzal», próximo a Tifariti (Norte del actual Sáhara Occidental). Parque Arqueológico de Erqueyez. Patrimonio Cultural de la República Árabe Saharahui Democrática. (Fuente: GARCÍA, 2009).
Figura 10. Dolmen junto a Tifariti (Fuente: http://www.fl ickr.com/photos/npjb/3094154360/in/ photostream
Figura 11. Expansión del Imperio Almorávide (Fuente: http:// www.belt.es/expertos/home2_experto.asp?id=6402 )
de la actual ciudad de El Aaiún, buscando la oración y la santifi cación, hasta ser conocida como «Tierra de los Santos». Estos grupos de familias o clanes de estos santones, comenzaron a distinguirse del resto de las tribus bereberes. Esto conllevó, en el s. XVII, a que los descendientes de unos y otros luchasen por la supremacía del poder, hasta establecerse un orden social que ha perdurado hasta hoy, con tribus establecidas en sus territorios independientes pero unidas ante una amenaza exterior común. La máxima autoridad de este territorio la ejercía el Consejo de los Cuarenta, formado por miembros elegidos por las respectivas tribus para cuestiones comunes: delimitar zonas de pasto, resolver litigios, defensa, etc.
En el s. XVIII, en 1767, se fi rma el Tratado de Marraketch, entre Carlos III, Rey de España, y el Sultán marroquí Sidi Mohamed Ben Abadía; un tratado de paz y amistad en donde el Sultán reconoce, en su Artículo 18, no tener ninguna autoridad al Sur del Río Nun (a unos 100 km. al Norte de la moderna frontera saharaui-marroquí). Años después, en 1799, y en relación con la región Norte del Sáhara Occidental,
Saguia el Hamra (la del Sur era conocida como Río de Oro), se fi rmó un acuerdo entre el Sultán marroquí Mulay Suleiman y España, en donde el primero reconoce de nuevo no tener ningún tipo de autoridad aquí. En este mismo sentido, en 1856, se fi rmó otro tratado, esta vez con Inglaterra... (es decir, el actual Marruecos nunca ha tenido ninguna vinculación con este territorio, por lo que es una falacia cuando ahora intenta argumentar «sus derechos históricos» sobre el mismo). En resumidas cuentas, hasta mediados del s. XIX el territorio saharaui estaba libre de todo tipo de ocupación extranjera, existiendo por parte de las tribus saharauis unas relaciones comerciales fl uidas y amistosas con España desde el s. XV, por su proximidad con el archipiélago canario. Tras la victoria española en la Guerra Hispano-Marroquí, se fi rma el Tratado de Tetuán en 1860, donde se pedía el reconocimiento de este territorio, lo que dejó abierta las puertas para la colonización española posterior.
4- Colonización española del territorio saharaui
Como ya vimos, el interés de Joaquín Costa y Francisco Coello, ambos de la Real Sociedad Geográfi ca española, de aunar los estudios geográfi cos con los comerciales para el desarrollo económico de España, hizo que en 1884 se comenzara a colonizar el Sáhara Occidental con la fundación de Villa Cisneros, la actual Dajla. En esta ciudad se establecen empresas pesqueras y mercantiles, pactando acuerdos con las tribus del entorno, y declarándose zona de protectorado entre el Cabo Blanco, al Sur, y Cabo Bojador (Figuras 1). Pero la Conferencia de Berlín (15 de Noviembre de 1884 al 26 de Febrero de 1885) no consideró lo sufi ciente los intereses españoles. Esta conferencia internacional (un acto de «buena voluntad» entre «lobos» ante una gigante y sabrosa «presa»…) comienza a fi jar las reglas para repartirse el «pastel africano» entre las potencias europeas (Figura 2). Así, en 1886, comienzan las negociaciones entre España y Francia para diseñar las fronteras, puesto que chocaban sus intereses en el Noroeste de África. En este mismo año comienza la lucha del Pueblo Saharaui contra la ocupación colonial, atacando y destruyendo el primer puesto español. Posteriormente diversos tratados con el Gobierno francés en 1900, 1902, 1904 y 1912 van reduciendo el pretendido territorio español hasta los límites actuales (Figura 12).
El interés de España básicamente se limitaba a la zona costera por su riqueza pesquera, y a la protección estratégica de las Islas Canarias; hasta que en el año 1934 las tribus saharauis fi rmaron un consentimiento amistoso que consolidaba la presencia española en todo el espacio del interior (cincuenta años después del primer asentamiento colonial costero); comenzándose a denominar «Sahara Español» (Figura 1), e iniciándose así una mayor exploración de su paisaje. Pero no será hasta 1936 cuando la ocupación de todo este
Figura 12. Sello español de 1924 (Fuente: http://www. solomirar.com/el-confl icto-del-sahara-visto-por-uncooperante-i )
territorio se haga efectiva, lo que ayudó a la búsqueda de otros recursos que no fueran sólo los pesqueros. Así, en 1949 el geólogo español Manuel Alia Medina (1917-2012), que realizó dieciséis expediciones científi cas por el Sáhara Occidental y autor del primer Mapa Geológico de todo este espacio geográfi co, descubrió y comenzó a estudiar los yacimientos de fosfatos de la región de Bucraa; concluyendo, una época después, que eran los más importantes del mundo a cielo abierto.
En 1955 España ingresa en Naciones Unidas, lo que le obliga a seguir sus principios en materia de descolonización; pero el Gobierno español intenta ganar tiempo. Mientras tanto, siguiendo estos principios, en 1956 se liberan : el Protectorado español del Califato del Rif, en el Norte africano, en torno al Estrecho de Gibraltar; y los territorios coloniales franceses inmediatos del Sur del Rif. La unión de ambos territorios liberados darían lugar a la creación del moderno «Estado de Marruecos». En este contexto, y en este mismo año, comienza a resurgir con fuerza el sentimiento de independencia política del Pueblo Saharaui, que ve cómo los pueblos vecinos van adquiriendo su libertad mientras ellos siguen como colonia de España; esto provoca varias protestas que son duramente reprimidas por el dictador Francisco Franco.
En Marruecos se queda en el poder el Sultán Mohamed V (padre de Hassan II y abuelo del actual Mohamed VI) que adoptó la idea del «Gran Marruecos»,
o «Gran Mabreb»; idea que añoraba, de algún modo, al Imperio Almorávide como base de una política expansionista que reclamaba los supuestos «derechos históricos» (¿?) sobre gran parte del Noroeste de África, llegando incluso hasta el Senegal, incluyendo el territorio del Sáhara Occidental, entre otros. Esta teoría fue iniciada por Allal-el Fassi, profesor de en la Universidad de Fez, y que fundó el Comité de Acción Marroquí en 1.934. En este contexto, y dos décadas después, en 1957, se inicia la Guerra de Ifni entre Marruecos y España, que termina en 1958 con los Acuerdos de Andra de Cintra, que fi jan los límites del «Sáhara Español»; que se convierte, en este año, de Colonia a Provincia Ultramarina del Sáhara Español (una burda excusa pretendiendo esquivar las exigencias de las Naciones Unidas).
Pero, a partir de aquí comienza una sucesión de presiones por parte de la comunidad internacional reclamando a España su «descolonización». Por ejemplo, en 1963 la Asamblea General de las Naciones Unidas incluye al Sáhara Occidental entre los territorios pendientes de descolonizar; y en 1965, en otra resolución, proclama el derecho de la autodeterminación del Pueblo Saharaui, obligando por primera vez a España en este tema. Mientras tanto, Marruecos, en el seno de la Asamblea General, reclama a España este territorio, petición a la que se suma también Mauritania.
En este contexto surge, en 1968, el primer grupo independentista saharahui organizado, bajo el nombre: Movimiento Nacional de Liberación Saharaui, que consiguió unir a la mayoría de la población, y cuyo objetivo era una «resistencia pacífi ca», pero que fue duramente reprimida (por segunda vez) por la dictadura de Francisco Franco. Estaba liderado por Mohamed Sidi Brahim Basiri, quien en 1970, en una manifestación, es arrestado y hecho desaparecer por el Gobierno español, convirtiéndose en el primer mártir de la causa. En 1973 se funda el Frente Popular de Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro (nombres de las regiones Norte y Sur del territorio que aquí tratamos), más conocido como «Frente Polisario», abarcando la lucha en todos los frentes (popular, militar, político, diplomático…) y liderado entonces por El Uali Mustafa Sabed. En este mismo año el Banco Mundial considera al territorio saharaui como el más rico de todo el magreb por sus enormes yacimientos en fosfatos y por su gran banco pesquero; ambos de los más importantes del Mundo. Esto hace que esta región sea más atractiva aún para los intereses de Marruecos y Mauritania, y de potencias amigas como Francia y EE.UU.
5- Invasión de Marruecos y represión hacia el Pueblo Saharaui
En 1975 el dictador español Francisco Franco yace en cama muy enfermo. Ante esta debilidad del Gobierno español, el Rey de Marruecos Hassan II ve una oportunidad para hacerse de este territorio. En este
Figura 13. Antiguo D.N.I. del «Sáhara Español»
año todo se precipita como una cascada: El 12 de Mayo una Comisión de la ONU viaja al Sáhara para confi rmar que el Frente Polisario es la fuerza política dominante. El 16 de Octubre el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya condena las pretensiones de Marruecos y Mauritania, advirtiéndoles del derecho de autodeterminación del Pueblo Saharaui. Como respuesta, el 31 de Octubre Hassan II anuncia la «Marcha Verde» para ocupar el Sáhara. El 1 de Noviembre el entonces Príncipe Juan Carlos de Borbón (hoy Rey de España) visita la población de El Aaiún, antigua capital y muy próxima a la frontera marroquí, para tranquilizar al ejército y comprometerse con el Pueblo Saharaui (mientras tanto, a espaldas de todos, el Gobierno español estaba negociando con el marroquí, con la intermediación de la CIA estadounidense, para la anexión del Sáhara al Reino de Marruecos). El 6 de Noviembre, mientras Franco agoniza, la «Marcha Verde» se hace efectiva y 350.000 marroquíes y 25.000 soldados cruzan la frontera. El 14 de Noviembre el Gobierno español fi rma los «Acuerdos Tripartitos de Madrid» (que nunca fueron aceptados por Naciones Unidas al saltarse la obligada descolonización), en donde se pacta la entrega del Sáhara Español a Marruecos y Mauritania (pocos años después, en 1979, Mauritania abandona sus pretensiones, en benefi cio de Marruecos). El 20 de Noviembre muere Franco… Bajo los bombardeos del ejército marroquí, y tras muertes indiscriminadas de niños, mujeres y ancianos, gran parte de la población civil saharaui (abandonada a su suerte por España) huye hacia Argelia, creando los campos de refugiados en la región argelina de Tinduf (a 50 km. de la frontera con el Sáhara, y a 500 km. de la ocupada capital saharaui de El Aaiún). Mientras, los que se quedan en el territorio invadido, sufren la represión marroquí. Unos y otros llevan consigo el Documento Nacional de Identidad español… (Figura 13).
En años sucesivos los acontecimientos y luchas se suceden: El 26 de Febrero de 1976 se retiran las tropas españolas ante la condena internacional; retirada pactada en los acuerdos del año anterior. El 27 se procla
Figura 14. Proclamación, el 27 de Febrero de 1976, de la República Árabe Saharaui Democrática (Fuente: http:// www.umdraiga.com/rasd/CapituloII.htm)
Figura 15. Resumen geográfi co del confl icto saharaui: Muro («de la vergüenza») que divide el Sáhara Occidental. (Fuente: http://resistenciasaharaui.saltoscuanticos.org/ historia-sahara)
ma la Republica Árabe Saharaui Democrática (RASD) (Figura 14). El Ejército Popular Saharaui de Liberación (Frente Polisario), declara la guerra a Marruecos y Mauritania. En 1977 la aviación francesa se suma a las tropas marroquíes bombardeando el territorio del Sáhara. En 1980 la ONU pide la retirada de Marruecos. En este mismo año se comienzan a construirse los muros marroquíes, un total de seis, que van parcelando el territorio a medida que van asegurándolo frente a la guerra contra el Frente Polisario. Al fi nal se establece un único muro que divide en dos el Sáhara Occidental, un verdadero «Muro de la Vergüenza» de 2.720 kilómetros, sembrado de millones de minas antipersona (¡el muro militar más grande, y silenciado, del Mundo!); una idea israelí, con tecnología y fi nanciación francesa y estadounidense en defensa de sus intereses económicos (Figuras 15 y 16). En 1982 los combates se recrudecen y Hassan II recibe de EE.UU 100 millones de dólares en apoyo a sus tropas. En 1983 el Gobierno Socialista de España apoya el derecho de independencia del Pueblo Saharaui; mientras, por otro lado, se abstiene en las votaciones ante la ONU al respecto. Este mismo año este mismo Gobierno fi rma
Figura 16. Ancho Muro con altos terraplenes y zanjas, entre el territorio ocupado por Marruecos y el controlado por el Frente Polisario
Figura 17. Campamento de Refugiados saharauis en Tinduf (Oeste de Argelia). (Fuente: http://www.extraconfi dencial. com/articulos.asp?idarticulo=4092 ).
con Marruecos un acuerdo de pesca en las aguas del Sáhara… En 1985 el Comité de Descolonización de Naciones Unidas reconoce el derecho a la autodeterminación. En 1991 se acuerda un «alto el fuego» entre el Frente Polisario y Marruecos, mientras que Naciones Unidas aprueba el Plan de Paz (Resolución 690/1991), en donde se establece un Referéndum, que es torpedeado con diversas estratagemas por parte de Marruecos (este Plan al fi nal fracasa). En 1999 muere Hasan II al que le sucede su hijo Mohamed VI, que sigue con la misma política represiva de su padre. Para colmo de males, en 2002 empresas petroleras de EE.UU y Francia fi rman acuerdos con Marruecos para la explotación de hidrocarburos del subsuelo saharaui. En 2006 La activista saharaui, defensora de los Derechos Humanos, Aminatou Haidar, recibe el «V Premio Juan María Bandrés a la Defensa del Derecho de Asilo y a la Solidaridad con los Refugiados», concedido por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). En este mismo año el Parlamento Europeo condena la represión marroquí contra civiles en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental. En 2008 el Gobierno de España vende, a precio simbólico, lanzadores de bombas de fragmentación a la aviación marroquí y torpedos ligeros MK-46…
Y hasta hoy todo continúa igual (o peor), nada ha cambiado. Mientras, la población saharaui sigue sufriendo anónimamente la represión en la zona ocupada por Marruecos, con múltiples violaciones de los Derechos Humanos; o resistiendo el abandono de las instituciones políticas internacionales en los campos de refugiados de Tinduf, en Argelia, en la región conocida como la ‘hammada’, el infi erno, por sus altísimas tem-
peraturas (Figura 17); y en donde malviven, repartidos en cinco campamentos, más de 100.000 personas desde hace treinta y siete años (para vergüenza de nuestra «geografía histórica»…) (ACNUR, 2000). Actualmente más de ochenta países reconocen la República Árabe Democrática Saharaui…
Recientemente, en Noviembre de 2010, es arrasado el campamento pacifi sta de Agdaym Izik (Gdeim Izik), también conocido como el Campamento de la Dignidad, que se instaló en Octubre a pocos kilómetros de la actual población de El Aaiún (antigua capital del Sáhara Español y hoy de la actual República Árabe Saharaui Democrática ocupada por Marruecos). Esta protesta pacífi ca, iniciada por unos pocos saharauis, y seguida al poco tiempo por miles de personas, estableciéndose en jaimas (o tiendas de campaña utilizadas por los nómadas del desierto), reivindicaba ante los responsables políticos marroquíes sus injustas y desfavorables condiciones de vida (pobreza económica, desigualdad social, falta de libertades, etc.). Pero, a su vez, este humilde movimiento comenzó a ser un toque de atención a la comunidad internacional sobre la precaria situación del Pueblo Saharaui. Esta concentración-protesta (sin violencia alguna) se fue acrecentando en número por la venida de miles y miles de personas de El Aaiún y de otras poblaciones, y también de fuera… lo que comenzó a trascender en ciertos medios de comunicación internacionales y ONGs (FERNÁNDEZ, 2013; INTERMON OXFAN, 2010). Fue entonces cuando la respuesta del Gobierno de Marruecos no se hizo esperar, sobre todo por el temor de su Rey, Mohamed VI, a que este movimiento se propagase al resto del Sáhara, y que la comunidad internacional fuera consciente de las injusticias que se estaban cometiendo en su mandato. Así, bajo una férrea censura, su intervención fue rápida y contundente; siendo esta protesta duramente reprimida por parte de sus fuerzas armadas que entraron en este campamento en la madrugada del 8 de Noviembre de 2010, con una cosecha de múltiples muertos, heridos, encarcelamientos y torturas (Figura 18), y que prosiguieron con graves y descontrolados enfrentamientos en El Aaiún. Como contestación, la Asamblea General de la ONU, en Diciembre de este mismo año, aprobó una resolución que reafi rmó el derecho inalienable de todos los pueblos a la libre determinación y a la independencia… (resolución que ha quedado, una vez más, en «papel mojado»…). Aún sí, sin haber tenido esta protesta un fi nal feliz, ni la cobertura informativa que se merecía por culpa de la censura, sólo seguida por escasos medios… para varios intelectuales y analistas internacionales, como el estadounidense Noam Chomsky (CANARIA SOCIAL; CEMBRERO, 2011; FERNÁNDEZ, 2013; FUENTE, 2011, p. 21), esta protesta pacífica del Pueblo Saharaui, brutalmente reprimida por Marruecos el 8 de Noviembre de 2010,
Figura 18. «Campamento pacifi sta» de Agdaym Izik (Gdeim Izik), junto a El Aaiún, arrasado el 8 de Noviembre de 2010 (Fuente: http://hemisferiozero.com/2013/01/28/al-aiunsahara-cuando-se-supone-que-nada-pasa)
Figura 19. Cartel diseñado por Xavier Marical para el VI Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos, en Tifariti, 2012; y en conmemoración de la represión marroquí del Campamento Pacifi sta de Gdeim Izik en 2010 (Fuente: http://comienzoprimaveraarabe.blogspot.com.es)
fue el verdadero inicio de lo que se ha venido en llamar «La Primavera Árabe» (Figura 19); germen en los meses siguientes (Diciembre, 2010-Febrero, 2011) de las posteriores movilizaciones en Túnez, Argelia, Líbano, Jordania, Egipto, Siria, Libia… y hasta en el propio Marruecos; y, también, de las protestas del 15-M en España (Mayo, 2011), o del Occupy Wall Street, en EE.UU (Septiembre, 2011)…
6- Manos solidarias con el Pueblo Saharaui
El incumplimiento por parte de España de la «descolonización» del entonces Sáhara Español, y la repetida violación de las resoluciones de la ONU por parte de Marruecos (donde se reconoce la injusticia que está sufriendo el Pueblo Saharaui bajo su represiva ocupación), está calando paulatinamente en la sociedad internacional, cada vez más consciente de la impunidad y privilegios que viene disfrutando el Gobierno marroquí. Pero, la reivindicación de la independencia de este Pueblo (o, al menos, el reconocimiento de su derecho a decidir sobre la misma), choca directamente con los intereses no sólo de Marruecos, sino de Francia y EE.UU, interesados en esta zona por sus ricos recursos.
Aún así, desde los inicios de la invasión marroquí, en 1975, nacen iniciativas sociales en España y en distintos países, reivindicando la desconolización y denunciando la falta de libertad del Pueblo Saharaui en su territorio ocupado. Así tendríamos, en 1976, la creación en España de varias asociaciones y actuaciones solidarias, a las que se sumaron diversos intelectuales (Alberti, Caro Baroja, Aranguren…). En esta línea prosiguieron múltiples iniciativas de ayuda y apoyo, como la celebrada en 1990, cuando se organizó desde España la I Caravana Solidaria con el Sáhara, que ha venido sucediéndose en varias ediciones hasta hoy.
Entre otras, cabría destacar también dos interesantes actividades desde el mundo del Arte y de la Cultura, como son: el «Centro de Documentación y Museo de la Resistencia del Pueblo Saharaui y la Solidaridad Internacional» (LEFRIG), o el movimiento denominado «ARTifariti. Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos del Sáhara Occidental»; que se vienen celebrando ambas en la localidad de Tifariti, al Norte del llamado «territorio liberado». Sobre todo mencionar igualmente el encomiable trabajo de las Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui, que vienen cumpliendo una gran labor para el desarrollo y la cultura de este Pueblo, ayudando también a miles de niños refugiados en diversos campamentos, como los de Tinduf (Argelia). Bajo el nombre «Vacaciones en Paz», y cuando más calor hace en sus hábitat (que llega a alcanzar hasta los 60 grados), pasan unas semanas al año en España, acogidos por familias solidarias con estos jóvenes, dándoles amor, asistencia sanitaria y educación (Figura 20); unos niños que son el futuro (y la «Primavera») para el Pueblo Saharaui...
Figura 20. Cartel de la iniciativa «Vacaciones en Paz» dirigida a niños saharauis en los meses de Verano para su estancia en España en familias solidarias (Fuentes: http://www. saharaextremadura.com/index.php?seccion=proyectos&titul o=vacaciones_paz y http://vacacionesenpaz.com)
IIª PARTE. ABOGADOS EN DEFENSA DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO SAHARAUI
Ángel García Calle
El Observatorio de Derechos Humanos del Ilustre Colegio Provincial de Abogados de Badajoz (en lo sucesivo ODH) forma una comunidad de juristas que voluntariamente se han comprometido en defender los «Derechos Humanos» respetando los siguientes principios: solidaridad internacional, actuación efi caz en favor de víctimas concretas, cobertura regional, nacional e internacional, promoción y defensa del principio de aplicación universal de los derechos humanos, imparcialidad e independencia, democracia y respeto mutuo.
El ODH como se defi ne en sus estatutos jurídicos es una Comisión Delegada creada al amparo de los Estatutos Colegiales como ejercicio de la alta misión encomendada a la Abogacía de promover la defensa de los Derechos Humanos en el ámbito regional, nacional e internacional y tiene como fi nalidad general servir a la Institución colegial y a otras Administraciones como órgano consultivo en esta materia.
La misión del Observatorio consiste, por tanto, en realizar labores de investigación y de acción centra
Figura 21. Mujer saharaui mostrando las heridas del apaleamiento sufrido el día anterior durante una manifestación
Figura 22. Grupo de «observadores» junto a activistas saharauis
Figura 23. Grupo de observadores con el Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, D. Mohamed Abdelaziz (en el centro)
das en impedir y poner fin a los graves abusos que se cometen frente a los derechos declarados y salvaguardados en las Declaraciones, Cartas y Convenios Internacionales (Figura 21).
En abril del año 2003 se constituye este Observatorio por aprobación de la Junta de Gobierno de la institución Colegial nombrándose a un Director, aunque ya con anterioridad varios colegiados habían constituido el germen de lo que después sería una realidad jurídica.
El Observatorio de Derechos Humanos del Ilustre Colegio Provincial de Abogados de Badajoz (ICABA), por su desinteresada labor humanitaria ha recibido ya numerosas distinciones como reconocimiento del trabajo de sus miembros. Ha sido galardonado de forma colectiva, con el premio de la Fundación para la Defensa de los Derechos Humanos de la Internacional Bar Association de Chicago en el año 2006, la mayor Asociación de abogados del mundo y la primera vez que se concedía este Premio a un colectivo europeo, así como el PREMIO JUSTICIA 2007, concedido por la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura el pasado 10 de abril de 2008 en la Asamblea de Extremadura.
Ha sido galardonado con el X Premio de Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española en Madrid el 12 de diciembre de 2008.
También fue galardonado con la MEDALLA DE EXTREMADURA concedida en Mérida el 08 de septiembre de 2009, por su: « labor de denuncia de violaciones de derechos humanos perpetradas por el régimen marroquí contra la población civil saharaui en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, también por su desvelo por el derecho a un juicio justo con todas las garantías legales, de todos los acusados »
Se han llevado a cabo varias misiones de observación en El Aahiún, Rabat, Casablanca, etc. (Figura 22) Asimismo venimos asistiendo a los distintos foros internacionales que se organizan en apoyo del Pueblo Saharaui (EUCOCO, Conferencia Internacional de Argel, etc.) (Figura 23). La última de nuestras misiones de observación ha sido la asistencia al juicio que se iba a celebrar el 24 de octubre pasado en Casablanca contra varios saharauis detenidos durante el desmantelamiento del Campamento de la Dignidad, en Gdeim Izik, junto a El Aaihún; juicio que fi nalmente fue suspendido por las autoridades marroquíes ante la gran asistencia de observadores internacionales, lo cual no es infrecuente. Próximamente asistiremos a la III Conferencia Internacional de Argel, que se celebrará los días 15 y 16 de diciembre de 2012.
Nuestra labor en pro de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental no sólo se basa en las misiones de observación y participación en los citados foros internacionales. También realizamos una labor de concienciación en España, mediante charlas, conferencias y actos públicos diversos. El más signifi cativo fue el celebrado en Noviembre de 2011, en concreto los días
24 y 25. Se celebraron por vez primera en la sede del Colegio de Abogados de Badajoz las I Jornadas de Derechos Humanos…
De este modo, en el cumplimiento de nuestros principios referidos a la aplicación universal de los Derechos Humanos, seguiremos trabajando por hacer justicia con los derechos del Pueblo Saharaui.
IIIª PARTE. UN VIAJE AL CENTRO DEL DESIERTO
Miguel Manzanera Salavert
El Sahara Occidental llega hasta la costa atlántica extendiéndose a lo largo de miles de km 2 por el norte de África. El interior es una inmensa extensión de tierra desértica e inhóspita, donde llueve con suerte una vez al año; allí sobreviven escasas especies vivas, adaptadas a ese ambiente de extrema sequía. He tenido ocasión de viajar un par de veces hasta allá, con motivo de mis actividades de solidaridad con el pueblo que habita aquellos parajes, los saharauis.
Pertenezco a una de tantas asociaciones civiles y voluntarias de nuestro país, cuyo objetivo es fomentar la cooperación entre las naciones del mundo, para alcanzar el mejor desarrollo humano en un contexto de paz y entendimiento mutuo. Su nombre es SODEPAZ (Solidaridad para el Desarrollo y la Paz). Entre las actividades que nuestra ONG ha realizado a lo largo de sus 25 años de existencia, cuenta también el haber cooperado con el pueblo saharaui, su Estado y sus legítimos representantes, el Frente Polisario y la RASD (República Árabe Saharaui Democrática).
Así por ejemplo, una rama de nuestra ONG con sede en Navarra ayudó a construir hace años el Hospital de Tifariti (Figura 24) en los ‘territorios liberados’ del Sahara Occidental. Tal vez merezca la pena que aclare esto. Como es sabido, después de la fallida descolonización de la antigua posesión española, estalló un confl icto bélico entre el pueblo saharaui y los Estados vecinos que ocuparon su territorio. Mauritania fue derrotada y abandonó la parte que había obtenido, pero Marruecos ha conseguido mantenerse en el Sahara Occidental gracias al apoyo de la OTAN. Y gracias a la construcción de seis muros que atraviesan el territorio como cicatrices de guerra, sembrados de minas antipersonales y alambradas, pertrechados de armamento, cañones y nidos de ametralladoras, protegido desde refugios militares, etc. Con todo y con eso es muy posible que Marruecos hubiera perdido la guerra con los saharauis, si las potencias occidentales no le hubieran apoyaron también en el plano diplomático. La guerra duró hasta 1990 en que la ONU tomó cartas en el asunto y propuso un Plan de Paz llamado «Plan Baker» por el diplomático que lo puso en marcha. Sin embargo, Marruecos ha incumplido sistemáticamente los compromisos adquiridos en los acuerdos de paz.
Figura 24. Hospital de Tifariti, construido por SODEPAZ en 1998 (Fuente: http://www.noticiasdenavarra. com/2010/03/23/sociedad/navarra/navarros-en-el-sahara )
Como consecuencia del confl icto el territorio saharaui quedó dividido en dos partes: la zona costera con la mayor parte de extensión, donde se encuentra el ejército marroquí, es denominada por los saharauis los ‘territorios ocupados’; la zona interior, estrecha franja de terreno que atraviesa el Sahara de norte a sur, son los ‘territorios liberados’. Allí está Tifariti con nuestro Hospital donde trabaja un grupo de atención médica de Navarra. Y allí tuve ocasión de viajar hace un año para asistir al XIII Congreso del Frente Polisario.
La población saharaui se estimaba en julio de 2004 en 267.405 personas. De ellas una buena parte vive exiliada, bien en los campamentos de Tindouf, región del centro del desierto perteneciente a Argelia, o bien en otros países, principalmente Argelia y España. Tindouf está en el Oeste de Argelia y tiene un aeropuerto militar, donde arriba un avión argelino desde la capital todas las semanas. Allí viven miles de saharauis exiliados desde la guerra de 1975, que sobreviven gracias a la solidaridad internacional. Otra parte vive bajo la ocupación marroquí, y unas pocas tribus en los territorios liberados.
Algo que sorprende, cuando se conoce a sus habitantes, es la variedad étnica. En efecto, nos encontramos entre los saharauis tipos guanches, parecidos a lo que resta de la población canaria originaria de antes de la conquista española en el siglo XV. Hay también árabes, que emigraron en la Edad Media. Así como negros llegados desde las estepas del sur y la descendencia que dejaron los españoles que pasaron por allá. Bereberes, árabes, negros y europeos, se han juntado en el desierto para formar el pueblo saharaui.
Tifariti (Norte del Sáhara Occidental) está en el centro del desierto. Es un pequeño oasis con un fuerte, un barrio de casas habitables, algunas dependencias
administrativas, pequeños comercios y un Hospital. Para llegar allí desde Tindouf (Oeste de Argelia), hay que atravesar 356 km en vehículo de motor, dando tumbos por el desierto en un trayecto que dura entre 13 y 16 horas. Una parte del camino transcurre por una inmensa llanura, un desierto de tierra compacta y salinizada. Dentro del land-rover, seis personas apretujadas entre los bultos y las mochilas, con el pañuelo envuelto en las cabezas, el zam, para protegerse del polvo. Los españoles que acompañamos a los delegados tenemos también uno que nos han regalado nuestros anfi triones, verde o negro. El polvo entra por todos los resquicios y se deposita por todas partes del cuerpo, las ropas, los rincones, las armas… Los otros todoterrenos que nos acompañan parecen patinar en un mar liso de agua clara… No hace falta frotarse los ojos para saber qué está pasando, pero no deja de causar estupor; no es agua lo que se ve a lo lejos en la llanura, sino aire caliente que dibuja un espejismo.
Y después en un rincón de aquella inmensa desolación aparecen las acacias espinosas. ¿Otro espejismo? Allí están, puedes tocarlas, sentir las espinas, sorprenderte con las hojas coriáceas. Hemos parado para almorzar. Encendemos el fuego con pequeños palitos dispersos por el suelo para hacer el té, el perenne rito de tomar té en el desierto con gente que habla árabe y nos sonríe amigablemente para cumplir con la antigua ley de la hospitalidad. Hay aquí un curioso ecosistema junto a las acacias. Pequeñas plantas carnosas, hierbas fi brosas, también hay plantas rastreras con una especie de sandías con sabor muy amargo que sólo los burros pueden comer. Hay moscas, pájaros y cuervos; huellas y agujeros en el suelo con diversos tamaños indican una vida secreta.
Dispersos por el desierto se divisan las jaimas, de los beduinos y sus rebaños de camellos. Ya estamos llegando: Tifariti es un oasis en el desierto (Figura 25). Allí nos hemos reunido cerca de 3.000 personas, venidas de los cuatro puntos cardinales del globo terráqueo para asistir al XIII Congreso del Frente Polisario. Una organización extraordinaria dadas las difi cultades por las que atraviesan los polisarios. Hay cientos de jóvenes con fi rme voluntad de resistir y de vencer, ¡que el tiempo no pueda corroer los propósitos más fi rmes! La asamblea dura una semana: el pueblo debate durante largas horas su futuro (Figura 26). El Presidente, Mohamed Abdelaziz, se presenta vestido con chilaba y saluda a sus compatriotas. Cuando termina todos estamos seguros que todavía queda mucha historia por delante, y que la historia será lo que nosotros hagamos con ella.
El viaje de regreso tiene un algo de tristeza: se siente la nostalgia que queda atrás conforme deshacemos los kms. andados. El desierto y sus habitantes han dejado su huella en nuestra memoria, forman parte de nuestros sentimientos más hondos. El ejemplo de un pueblo que no quiere morir es más fuerte que todos los imperios del mundo…
(*) Diego M. Muñoz Hidalgo
Escritor e Historiador. Cofundador de varias entidades culturales y medioambientales.
Ángel García Calle
Abogado. Miembro del Observatorio de Derechos Humanos del Ilustre Colegio Provincial de Abogados de Badajoz.
Miguel Manzanera Salavert
Filósofo, Escritor y Profesor. Miembro de SODEPAZ (Solidaridad para el Desarrollo y la Paz).
Figura 25. Llegada a Tifariti, en la zona liberada de la República Árabe Saharahui Democrática.
Figura 26. XIII Congreso del Frente Polisario. Tifariti. Diciembre 2011. El Presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (segundo de la izquierda) D. Mohamed Abdelaziz (Fuente: http://www.publico.es/ internacional/412831/el-frente-polisario-pide-ayuda-a-lospaises-de-la-primavera-arabe ).
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- Historia saharaui
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http://boicotmarruecos.wordpress.com/%C2%BFque-esel-genocidio-saharaui
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- Museo Nacional del Pueblo Saharaui
http://biblioteca.udg.es/fl /sahara/mnpsppspa.html
- Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos del Sáhara Occidental.
http://artifariti.blogspot.com.es
ENTIDADES A FAVOR DEL PUEBLO SAHARAUI
- Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el
Sáhara.
http://www.saharaindependiente.org
- Asociación de Amigos y Amigas del Pueblo Saharaui. Extremadura.
http://www.saharaextremadura.com - Asociación Mexicana de Amistad con la República Árabe
Saharaui Democrática.
http://www.mexicoporelsahara.org - Asociación Chilena de Amistad con la República Árabe
Saharaui Democrática.
http://www.saharaui.cl - Asociación para un Referéndum en el Sáhara Occidental
(Arso).
http://www.arso.org/index.htm http://www.arso.org/sitemaps.htm
- Plataforma de Apoyo Político al Pueblo Saharaui.
http://www.plataformasahara.com
- Sáhara Libre.
http://www.saharalibre.es
- Sáhara Resiste
http://sahararesiste.blogspot.com.es - Boicot a Marruecos. Paremos el Genocidio Saharaui. Sáhara
Libre Ya!
http://boicotmarruecos.wordpress.com
- Una Jaima por Verdad y Justicia.
http://jaimalanzarote.blogspot.com.es