Argumentos para Vocería de las Universidades Privadas de la Región Metropolitana de la CONFECh Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales Abril, 2016
1. Contexto A diez años de la Revolución Pingüina, hemos visto pasar gobiernos de la Concertación y la derecha. Actualmente, la Nueva Mayoría ha prometido una modificación del sistema educacional, cuestión que sólo es posible por la extensa movilización que cuestiona los principios fundamentales del neoliberalismo que la misma coalición de gobierno ha contribuido a profundizar. Desde el 2011, como movimiento hemos logrado ampliar el espectro de movilización, haciendo parte de nuestras demandas a estudiantes de las anteriormente excluidas universidades privadas y otros actores de la educación. Con esto, la demanda por una educación entendida como derecho social ha sido impulsada transversalmente por la sociedad, a pesar de la resistencia que ha mostrado la política de la transición frente a la necesidad de erradicar el mercado de la educación. Luego de que el Gobierno comenzara a evaluar aisladamente nuestras demandas y tomara las banderas de la Gratuidad, para utilizarla como un sistema de becas dirigido a ciertos estudiantes, es momento de volver a la defensa de la Educación Pública en nuestros términos, es decir, buscando en la educación el espacio de construcción de una nueva sociedad y por lo tanto eliminando las lógicas mercantiles que la han cooptado hasta el momento. El movimiento estudiantil debe pasar a la ofensiva, hablarle a la sociedad en su totalidad y superando defensas corporativas o excluyentes. En este sentido, vemos la necesidad de que la discusión vuelva a ponerse en los términos de los intereses sociales, permitiéndonos convocar a la lucha educacional no sólo a los estudiantes, sino también a las familias, trabajadores y la sociedad en su conjunto. Nos ha quedado claro que la única reforma transformadora será hecha con todos los actores educacionales, expulsando al mercado y modificando las lógicas mediante las que nos educamos. En ello las y los estudiantes de las privadas son fundamentales, pues somos quienes vivimos de manera más directa las injusticias de una educación de mercado.
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En este contexto y mediante el presente documento, la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales expresa su voluntad de continuar como Vocería de las Universidades Privadas de la Región Metropolitana de la CONFECh, a partir de los siguientes argumentos:
2. Cómo vemos la vocería La vocería de las privadas es un cargo creado el año 2015 con el objetivo de fortalecer la voz de las y los estudiantes del sector privado de las Universidades organizadas en la CONFECh, sin dejar de representar a la totalidad de estudiantes de la confederación y respondiendo a las determinaciones que se tomen en ese espacio. Las instituciones privadas de Chile, en las que se encuentra la mayor parte de la matrícula actual en educación superior, se constituyen como un sector heterogéneo y desigual y donde las condiciones de las y los estudiantes dependen de la voluntad de sus dueños. Es por esto, que hemos determinado como eje central de nuestro trabajo para la vocería, lograr visibilizar la complejidad de un sistema que no se hace cargo de las particularidades instaladas por el modelo neoliberal. La vocería de las Universidades Privadas de la CONFECh no puede dar voz a un sólo tipo de institución. Al contrario, debe comprender que representa a un sector desigual donde se encarnan las contradicciones más profundas del neoliberalismo, y en que se juega con los sueños y precariza la vida de miles de estudiantes. La dinámica de trabajo que hemos establecido, comprende un diálogo permanente con las federaciones de la CONFECh, donde es necesario exponer el trabajo realizado y comprender las problemáticas que viven nuestros compañeros. Sólo con un trabajo colectivo que permita densificar las particularidades se podrá comprender la heterogeneidad y, de esa manera, apuntar a la necesaria transformación del modelo en su conjunto. El 2016 es un año clave. Si el 2015 fue el año de las discusiones parceladas, de las defensas corporativas -tanto de rectores como de los mercaderes de la educación- y de las mezquindades, este año debe responder a las postergadas necesidades de las familias chilenas. No podemos conformarnos con una reforma que no ve la complejidad de la educación, que no contempla democracia, trabajadores ni proyectos educativos. Una reforma que no vacila en ofrecer financiamiento a entidades que defienden religiones e ideologías y que no le respondan a todo un país. Un proyecto de reforma que hoy no
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cuestiona el tipo de instituciones educacionales que existe, así como tampoco los proyectos educativos que se imparten. Al contrario: incentiva su permanencia sin alteración alguna. El 2016 tiene que ser el año de la organización y de la movilización. Las universidades privadas son la expresión viva de las contradicciones más evidentes de este modelo injusto y segregador, y no podemos estar ajenos. Hemos aprendido como el contexto de las instituciones privadas, lejos de promover la organización y cuestionamiento, atomiza a los individuos, los segrega y desarticula. Pero sólo haciendo carne y palabra de las contradicciones propias en las que estamos sumidos, es que es posible la configuración de un nuevo horizonte: uno para todas y para todos.
3. Trabajos realizados por la vocería el 2016 La Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales ha ejercido el rol de vocería durante los tres meses recién pasados, donde se han logrado instalar algunas temáticas mediáticamente. Esto nos permite tener conocimiento de los desafíos que debe impulsar la vocería, así como también de las contradicciones que existen en el mundo de las privadas. Por eso, durante estos meses hemos trabajado en tres problemáticas principales, pero sin dejar de lado la importancia que suponen otras como el cuestionamiento de la democracia o la inexistencia de claridades frente a la transparencia. Las tres problemáticas aludidas son las siguientes: a. Cierres de carreras En el último tiempo hemos visto cómo miles de estudiantes han quedado a la deriva por las decisiones unilaterales que han tomado establecimientos cuyas aspiraciones han sido meramente mercantiles. Casos como la Universidad Los Leones, la Universidad de Viña del Mar o la Araucana, son la expresión viva de estudiantes en instituciones que son un negocio, que a nombre de la autonomía abusan de la desregulación. Los cierres de carrera se producen días antes de iniciar el periodo académico, las autoridades permiten que miles de estudiantes se sigan matriculando, no se expresan razones claras que sustenten dichas decisiones, no se permite la organización estudiantil, y tampoco una visibilización del problema. El trabajo en estos espacios es fundamental. El abandono estatal constante se expresa en la inexistente voluntad de un protocolo de cierre claro y en una reforma insuficiente que no permite generar un cuestionamiento del funcionamiento de distintas 3
casas de estudio, perpetuando la toma de decisiones según desde la lógica empresarial y sin abordar las necesidades de los estudiantes y de la educación chilena. Por lo mismo, el trabajo de la vocería de las privadas de la CONFECh para conocer la situación desde las y los estudiantes afectados, dialogar con las autoridades de la universidad y visibilizar el problema a nivel nacional, resultó fundamental. La desinformación generada por la falta de certezas sobre la decisión final de rectoría, fue revertida con declaraciones en distintos medios de comunicación, haciendo entrega de soluciones para las y los afectados. b. Fomento de la organización estudiantil El año 2016 comienza la implementación de la derogación del DFL-2, decreto que permitía la restricción de la organización estudiantil en todas las instituciones de educación superior chilenas. Sin embargo, a la fecha, aún es posible identificar cómo en distintas Universidades del país se prohíbe, por contrato o de facto, la posibilidad de organización entre estudiantes. Ejemplo de esto es la Universidad Mayor, donde la imposibilidad de organización hizo dificultado solucionar los conflictos que allí existían, por lo que las y los estudiantes de esa universidad solicitaron ayuda a la vocería de las Universidades Privadas de la CONFECh. En esa oportunidad, pudimos ser testigos de una masiva asamblea, donde preocupados estudiantes buscaban soluciones para el límite contractual de hacer valer sus derechos. Hoy, la heredada desarticulación nos imposibilita la construcción de demandas para todas y todos. Así también, dificulta la disputa por una educación vista como derecho y no como una relación clientelar, donde las problemáticas educacionales son derivadas al SERNAC y no al Ministerio de Educación. La desarticulación que hoy vivimos como estudiantes no es un elemento aislado o improvisado en nuestra sociedad, sino una práctica constante en las instituciones de la educación privada. Como vocería, comprendemos que sólo con organización y movilización podremos generar cambios. Debido a eso, es que vemos como una necesidad imperante generar un trabajo con aquellas instituciones, cuyas políticas internas han prohibido hasta el día de hoy la organización y así ha sido nuestro trabajo con los estudiantes de la U Mayor, quienes están avanzando en la construcción de una organización estudiantil propia y poder hacerse parte del debate nacional.
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c. Deuda educativa Hoy día muchas personas que han pasado por la educación superior viven las cargas de los créditos universitarios. La forma en que la banca privada se inmiscuye en nuestras vidas es tal, que hoy tenemos ex estudiantes pagando el triple del valor de una carrera por veinte años. Aunque los créditos universitarios son transversales en las instituciones, vemos con mayor preocupación los endeudados de las universidades privadas. La falta de garantías que entregan muchas de estas instituciones para tener un trabajo estable o entregar títulos competentes en el campo laboral es lo que tiene a muchos endeudados contra la espada y la pared. Este año hemos visto los primeros embargos por culpa de los créditos universitarios y son ex estudiantes de instituciones privadas. Hoy, hay que visibilizar, apoyar y demandar las condonaciones de las deudas y conquistar la verdadera gratuidad. En este sentido hemos trabajado con la agrupación Deuda Educativa, que es la primera en organizar a estos afectados de la educación de mercado y apostamos que dentro o fuera de la Reforma se dé solución a miles de estudiantes que se nos condena a deudas millonarias, sin ningún tipo de seguridad en nuestra empleabilidad.
4. La Universidad Diego Portales La Universidad Diego Portales es creada con la reforma de 1981. Se funda en 1982 y al poco tiempo se constituye la Federación de Estudiantes (FEDEP), siendo así la primera Universidad privada en tener una Federación de Estudiantes. A través de los años, la denominada institución “más pública de las privadas”, se posiciona a sí misma, erróneamente, como una universidad de gran empleabilidad, cuestionadora de la sociedad e, incluso, con un tinte progresista que incluiría, dentro de un paraguas, la posibilidad de desarrollo de distintas líneas de pensamiento en una institución privada, además exenta de lucro. Pero esto es una fachada, lo verdaderamente público es lo democrático, es lo que se construye entre todos y todas, y es fundamentalmente lo que está en función de la mayoría y no del empresariado.
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A esto se suma su rector, Carlos Peña. Con una columna semanal en el Mercurio, la UDP se inscribe en el debate público con uno de los representantes de la intelectualidad chilena. Creemos que el posicionamiento de las instituciones de educación superior de nuestro país debe ser construido a partir del debate público y constante de sus comunidades, no basado en personalismos que solo enfatizan el corporativismo que hace tantos años prima en el debate educacional. El año que pasó no sólo logró que el estudiantado se hiciera parte de la movilización más grande de la Universidad sino también académicos, funcionarios y administrativos integraran este proceso. Con los paros indefinidos de todas las facultades, que devienen en la toma de toda la UDP, se instalan demandas relevantes no solo a la interna, sino que logran comprender el escenario adverso en el que se encuentran las instituciones de educación superior privadas. Es así, con un debate constante por parte de todos los actores del movimiento educacional, como debe ser generada una vocería, una práctica que permita la comprensión de la heterogeneidad en la que nos vemos inscritos actualmente. Somos conscientes que el rol de la vocería de las privadas no puede ser la amplificación de las voces corporativistas de los rectores, estamos convencidos y convencidas de que otra educación es posible y necesaria, que el modelo impuesto al cómo educarnos no puede seguir jugando con los sueños de tantos y que sólo con un movimiento social empoderado es posible realizar reales transformaciones. No estamos dispuestos a validar una política que excluye a su ciudadanía. Estamos aquí para construir en conjunto con miles de estudiantes una vocería de las privadas que tenga como objetivo luchar por una mejor educación, una vida que nos pertenezca, y un Chile para todas y todos.
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