DE LAS POSIBILIDADES EPISTEMOLÓGICAS DE LAS RELIGIÓNES JUAN RUBEN CHENAL DÍAZ
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Primero que nada me gustaría partir esclareciendo qué se debe entender por “posibilidades epistemológicas de la religión” en mi escrito. Como primer opción, la sentencia puede entenderse como una versión de “las posibilidades que hay de obtener conocimiento válido u objetivo desde dentro de la religión”. Esto, adhiriéndonos a la lectura de Dominique Lambert “Ciencia y Religión el eterno debate”, en la que claramente se nos hace ver el resultado de las diferentes posturas al respecto de la posibilidad de que la religión y la ciencia se tengan como válidas por igual, lo que naturalmente nos trae a la tripartita respuesta en la que, unos no aceptan que la ciencia y la religión se equiparen en validez epistémica, otros si, y otros consideran que la filosofía es ese camino entrambos. Así bajo esta versión de la proposición, al intentar identificar religión y ciencia, se ha de hacer en torno al conocimiento que de ellos surge. Como segunda opción entiendo la sentencia inicial como otrora una versión de “las posibilidades que hay de que la religión sea un fenómeno cognoscible”, versión sustentada por el escrito “¿es la religión tema de la psicología?”, en el que claramente se da la analítica propia sobre si la psicología debe o no debe encargarse del fenómeno religioso, y en el que la respuesta parece ser un, “sí pero… con ciertas limitaciones”, las propias del objeto de esta disciplina. Así bajo esta versión, se está planteando que, si la religión es un fenómeno susceptible de conocer, ciertas disciplinas deben tomar esa responsabilidad y al mismo tiempo se discute, sobre qué marcos trabajarán. Bajo esta perspectiva me parece que el texto de Georges Dumézil “Sobre las ciencias religiosas” queda en el centro de estas dos versiones de interpretación de la sentencia original.
Pasando a la cereza del pastel, a la versión a la que más me interesa aportar es a la versión primera puesto que me interesa establecer mi postura al respecto de si es posible un “conocimiento válido” proveniente de lo religioso.
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Hasta donde mi investigación personal ha llegado al día de hoy puedo decir que esa posibilidad la encontramos solo en el cristianismo; y desarrollo un poco: Me queda claro que el “profesante informado” de esa fe, es un defensor inclusive de este mismo criterio, y como ejemplo entre muchos puedo basarme en John Lennox1, reconocido matemático, filósofo de la ciencia, catedrático y autor de ¿Ha enterrado la ciencia a Dios? y otros libros que exploran la relación entre la ciencia y la fe cristiana, y ha participado en un número de debates televisados con algunos de los pensadores ateos más destacados del mundo, en la conferencia que lleva el mismo nombre de su libro
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sostiene, a partir del minuto setenta y nueve,
que ha pasado del teísmo (es decir, de la religiosidad en general) a, específicamente el cristianismo, gracias a las posibilidades epistemológicas que éste ofrece, posibilidades a las que llama “evidencias”, evidencias de la conexión entre la realidad epistemológica y su fe, nombra entre ellas algunas de carácter científico, otras, de carácter histórico y otras de carácter empírico a nivel personal (para una mejor evaluación de las mismas invito a ver la conferencia completa). Otro ejemplo de los militantes de esta postura es el reconocido filósofo cristiano Alvin Plantinga, quien en su conferencia titulada “Ciencia y Religión: Dónde el conflicto realmente se encuentra”3 postula que en realidad el conflicto no está entre ciencia y religión sino entre naturalismo y religión, dado que el naturalismo es la postura que
partiendo de una visión científico-materialista, propone que el
cosmos no es más que el producto de procesos naturales y sus leyes, y sin embargo, la ciencia en sí no puede hacer valoraciones de ese tipo, pues solo le corresponde explicar la realidad, no tomar posturas al respecto de esa explicación; quienes toman posturas al respecto de la explicación científica son los hombres. Así bajo este argumento y otros más desarrollados por el filósofo en su conferencia queda claro que su fe no le impide hacer declaraciones objetivas desde dentro de ella, es claramente un “concordista” como le llamaría Lambert. 1
http://www.fundacionrz.es/lennox/ https://www.youtube.com/watch?v=GmOnnMzIEzE 3 https://www.youtube.com/watch?v=yYx_2oL5mrg 2
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Y un último ejemplo lo encontramos en la casi enciclopédica obra del también concordista cristiano Josh McDowell titulada “Nueva evidencia que demanda un veredicto”4 una obra en la que, en sus casi novecientas páginas y cerca de dos mil obras de referencia, el autor intenta darnos una explicación epistemológica de raíz del fenómeno de la fe cristiana basado en “evidencias”. A tal grado es el convencimiento de ellos de que la fe cristiana es la única propuesta legítima de una fe que integra una epistemología real y verdadera que escribe: “El cristianismo es para la humanidad TODO o NADA. Es la mayor certeza o el delirio más grande…Pero si el cristianismo es todo para la humanidad, es importante que cada persona sea capaz de dar una buena razón de su fe y sus verdades, el aceptar esas verdades sin razonarlas, o recibirlas simplemente con base a la autoridad, no es suficiente para una fe estable e inteligente” (Josh McDowell. Introducción, xxx.).
No he visto afirmación epistemológica más exigente que ésta hecha desde alguna otra religión, y además, sustentada con una obra como ésta, dada la supuesta irracionalidad de la fe, valdría la pena explorar su propuesta y así dar el veredicto.
Así, concluyo, bajo esta perspectiva que el concordismo cristiano sea quizá un buen punto (si no es que el único, lo cual no puedo afirmar puesto que mi investigación aún continúa) de referencia para seguir analizando esa posibilidad epistemológica desde la religión, pues, siguiendo a John Lennox, (min. 18:52 en adelante), las demás religiones se caracterizan por contener teogonías, es decir, explicaciones pseudo-racionales sobre el origen de sus dioses, los cuales se originan a partir del viento, el fuego, el agua, etc., mientras que el Dios del cristianismo es el creador de todo cuanto existe. Así, cuando llega la explicación 4
https://drive.google.com/file/d/0ByH9bHULZGK4cnF2UzJuVGszSlk/view
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científica sobre el trueno, el dios del trueno pasa a extinguirse, (ídem con los demás dioses), pero, no sucede lo mismo con el Dios cristiano, pues aún no hay una explicación definitiva para el origen de “todo”, incluyendo el big bang. Así mientras la ciencia ha enterrado a todos los demás dioses y puede que algunos científicos estén intentando enterrar al Dios cristiano y su cosmovisión, aún no ha sucedido. Todo esto dejando bien en claro que no se pretende aquí hablar sobre Dios, sino solo expongo la manera en que Lennox hace sus inferencias epistemológicas desde su religión.
Por último, poner sobre la mesa que me llama la atención como Alvin Plantinga ve la situación en torno al naturalismo en mancuerna con el mecanismo evolutivo de las especies, pues él argumenta, a partir del minuto treinta y seis de su conferencia antes mencionada, que, si el naturalismo es cierto y el mecanismo evolutivo es cierto a la par, entonces ellos juntos son un gran argumento para dudar acerca de la fiabilidad de nuestras facultades cognitivas, es decir, bajo los presupuestos del naturalismo, las creencias de cualquier tipo, por muy ciertas que sean, solo se describen como procesos del cerebro, ya ni siquiera de la mente, y , bajo el evolucionismo, todo sistema de creencias es válido siempre y cuando cumpla con funciones adaptativas prácticas en quien las posee, así pasa a ser irrelevante si nuestras creencias son verdaderas o falsas, pues si tan solo son funcionales, bastan para la supervivencia de la especie y cumplen su función, por lo tanto, si no hay razón para confiar en nuestras facultades cognitivas como verdaderas, no hay justificación para la ciencia ni para el conocimiento como tal bajo estos dos presupuestos. Es decir, lo que me intriga es como ahora el filósofo cristiano nos gira la moneda y argumenta sólidamente que, es más bien bajo estas posturas seculares que las posibilidades epistemológicas se agotan antes que en el cristianismo.