Revista del Centenario de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Benacazón Nº 4 – febrero de 2016
100 Años de Hermandad 1
INDICE 1. Portada: Foto del comienzo de la Romería 3. Escrito del Secretario 4. Artículo de don Juan Fdez. Salvador 5. Memoria de don José Manuel Fernández Fernández 9. Entrevista al hermano don José Ramos 11. Entrevista al hermano don Juan Marcelo Rodríguez 13. Pincelada histórica de don Juan Márquez Fernández 15. Confraternidad de Hermandades del Aljarafe (2ª parte) 17. Fotos de los años 80 y 90 23. Fotos de la Gala del Disco y de las uvas de Fin de Año 25. La Voz de la Calle 27. Benacazón en la prensa del siglo XX 30. Publicidad 32. Bando de Cultos y Peregrinación Extraordinaria de febrero ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
100 Años de Hermandad Edita: Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Benacazón Imprime: Imprenta Las Baderas, tlf. 954750077 PILAS Dirige: Juan Ignacio García Conde, Vicesecretario 1º Redacción: Presidencia y Secretaría de la Hermandad, María Angeles Martín Camacho Fotografía: Hermandad del Rocío de Benacazón, Fotos Soriano, Hemeroteca ABC
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ESE LEJANO SENTIR Dejar unas palabras en este papel Para que dentro de cien años alguien las pueda leer, Alguien que ojee este revista Y que se pregunte quien sería éste que aquí escribió. Quién sería esta persona que dedicó un rato de su existencia En plasmar unas ideas y unos sentimientos en un papel Para que quedara grabado en la historia de una Hermandad. Cien años ya, cien años de vida, cien años de amistad. Me pregunto qué pensarían aquellas personas Que allá por comienzos del siglo XX Comenzaron esta locura de dejar sus casas por unos días Y peregrinar por unos caminos inhóspitos y polvorientos En busca de una imagen extraña y lejana que portaban otras personas Y que custodian con recelo y desmedida abnegación. Cien años ya, cien años de vida, cien años de amistad. Qué pensarían si hoy cien años después Alguien como yo dedicara un rato en recordarlos En preguntarme que sentían en aquellos momentos Que peregrinaban por las arenas año tras año Buscando una ilusión, un amor hondo en su pecho Y una convivencia en la noche marismeña. Cien años ya, cien años de vida, cien años de amistad. Y a lo largo de todo este tiempo Cuantas personas han seguido ese mismo camino Han continuado con esa hermosa tradición De dejarlo todo y acudir a la llamada primaveral de esa imagen. Cien años ya, cien años de vida, cien años de amistad. Solo plasmar unas palabras que recuerden A esas personas que fundaron Esta maravillosa Hermandad. José García Limón Secretario 3
Artículo para la Hermandad del Rocío de Benacazón en sus 100 años de existencia ¡¡¡¡¡¡¡Felicidades!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡Enhorabuena por mantener la fe rociera en Benacazón en estos cien años!!!!!!! Desde tierras americanas recuerdo con cariño las peregrinaciones a la Aldea de los cinco años que pasé de párroco en vuestro pueblo. ¡¡¡¡¡¡¡Qué buenos años, qué felices años sirviendo a Benacazón!!!!!!! Mi presidente siempre será Manolito. Qué buena relación de amistad nos une desde entonces. Cuánto aprecio a toda su familia. Mi momento del camino es el paso del Quema, todos hechos una piña sobre las tablas del puente cantando a morir bajo un sol abrasador sin querer avanzar y traspasar el río… allí nos quedábamos para siempre, en un ambiente de alegría, de camaradería, de fe profunda y de religiosidad de la buena, unos momentos que deseábamos que fueran eternos …… Deseando que sean muchos más años de fe rociera, de amor a la Virgen del Rocío, de fraternidad entre todos los benacazoneros y de solidaridad con todos, os envío un abrazo grande a todos y a cada uno. Don Juan Fernández-Salvador Director Espiritual de la Hermandad del año 2000 al 2005 4
A MIS QUERIDOS PADRES, FAMILIARES, AMIGOS Y ROCIEROS Queridos hermanos en la Blanca Paloma: En estas fechas de tránsito para cualquier católico, como son las que estamos viviendo actualmente, después de haber celebrado hace unas semanas la venida al mundo del Pastorcito Divino, Hijo de Nuestra Madre la Santísima Virgen del Rocío, nos preparamos para vivir la Cuaresma, donde celebramos la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Nosotros los rocieros, y en especial para la Hermandad a la que pertenecemos, metidos como estamos en la gran celebración de esta efeméride, que es el CENTENARIO DE LA HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL ROCÍO DE BENACAZÓN, no podemos tampoco dejar de hacer referencia, al AÑO DE LA MISERICORDIA, decretado por su S.S. el Papa Francisco para este año 2016. Nuestra memoria y mejor homenaje a la Misericordia divina de nuestro Salvador. Todos tenemos que celebrar estos acontecimientos como cristianos católicos y rocieros que somos, con la fe, el amor y la caridad que nos hace ser mejores personas, creyentes en lo que Cristo nos dejó escrito en los santos evangelios y que la Iglesia nos recuerda día tras día, tengamos abierto de par en par nuestro corazones y puertas para que corra el aire nuevo y misericordioso en este año especial. Estamos viviendo nuestra Hermandad y todos los rocieros que la componen, fechas tan señaladas para el pueblo de Benacazón, que nos será difícil olvidar por las múltiples actividades religiosas, culturales, lúdicas y cívicas, que por parte de la Junta de Gobierno de la Hermandad y la Comisión creada al efecto para este Centenario, y por tantas personas que están colaborando en hacerlo posible. Ya se ha conseguido, y desde luego con nota alta.
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Como suele ocurrir siempre, el tiempo nos va cambiando los hábitos, costumbres, forma de actuar, forma de ser, etc. Para este rociero que escribe estas notas, también percibe esos cambios, aunque hace trece años que no peregrino con nuestra querida Hermandad Centenaria, por razones personales, Sigo no obstante, como buen rociero, plenamente informado de todo lo concerniente a esta devoción de nuestro pueblo a Nuestra Madre la Santísima Virgen del Rocío y a nuestra querida Hermandad de Benacazón, a la que siempre estoy a su disposición para todo cuanto me solicite. Me contaba mi madre Juana la Rubina, cómo antes de la mitad del siglo pasado, sobre los años cuarenta, empezó ella a peregrinar al Rocío, junto con sus hermanos José y Rafael el Rubín, en carreta y en burro, y cómo evolucionaba el camino de un año para otro. Naturalmente, parte de esta evolución, para ellos, la marcaba la economía de cada año. Me contaba esas vivencias y esa camaradería que la hermandad de Benacazón derrochaba en el Camino y en las acampadas, así como los días en la Aldea, en el Acebuchal, alrededor de nuestro Simpecado, junto al Olivo Santo... En los años sesenta, mi madre, ya casada con mi padre, Curro la Modesta, empieza nuevamente a hacer el Camino. Normalmente, saliendo del pueblo el viernes o el sábado, para volver tan pronto como se recogiera la Virgen en su Ermita. Entonces, ya nos transmitía a todos sus hijos, lo fundamental del Encuentro de la familia con La Madre de Dios. Yo fui más privilegiado que mis hermanas Rafaela y Mari en todo esto, porque era el de mayor edad y por tanto me dejaban también hacer el camino completo, con nuestros vecinos y buenos rocieros Antonio Rojas Morales (el Lelo) y su familia, en el carro que año tras año preparaban. Antonio ya fue Hermano Mayor de nuestra Hermandad, en 1943.
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En los años setenta empecé ya con mi familia, a llevar nuestra propia carriola, o mejor dicho, tractor con su remolque, otras veces, camión, dependiendo de las personas que fuéramos. De todo este nuevo movimiento, tenía buena parte de responsabilidad, mi tío Antonio el Mateo, casado con mi tía Dolores la Modesta, quien nos animaba día tras día para que no faltáramos a la Romería de ese año. No fallábamos desde luego. Años tras año íbamos recibiendo aquella simiente heredada, y fortaleciéndonos en el amor a nuestra Virgen del Rocío. No sólo nuestra estricta familia, también los abundantes jóvenes que se iban agregando a nuestra reunión. De aquel grupo han salido algunos Hermanos Mayores, como mi prima Dulce, en el año 1993, y Cayetano Castillo López, Hermano Mayor en el año 2011. Mis vivencias rocieras también se encontraron con la reunión de mis buenos amigos y mejores rocieros José Antonio Román (Antonio Polvillo, rociero del año 1985) y Antonio González Garrido (Antonio el Boita, Hermano Mayor en 1979), ambos miembros de la Junta de Gobierno con la que accedí a la Secretaría. Junto con su madre, Marcela (rociera del año 1988) me acogieron como uno más de la familia, tanto a mí, como a mi difunta esposa Mari Tere, en aquellos años mi novia. Mi gran amigo Fernando Atienza (Fernando la Lolita, rociero del año 1994), también hacía el Camino en esta reunión. Y es que de cada uno de ellos, me enseñó maneras de ser rociero. Porque lo cierto es que, de cada peregrino que va en busca de Nuestra Señora se aprende algo. Cada uno, un sentir diferenciado. Cada uno, una manera distinta de rezar. Cada uno, en fin, un sentir rociero que sumar a nuestra propia devoción. Y todos y cada uno de nosotros le damos a nuestra querida Hermandad de Benacazón su personalidad, su carácter y su idiosincrasia Rociera. Fue precisamente Fernando el “culpable” de mis primeras colaboraciones con la Junta de Gobierno existente hacia finales de los años 70. Estaba entonces la Junta presidida por D. Manuel Pérez Expósito (Manolo el Peine, Hermano Mayor desde 1968 y Rociero del año en 2004). Se trataba de poner un poco de orden en el papeleo de la Hermandad. Esta primera experiencia fue el preámbulo de posteriores responsabilidades: en el año 1981 fui elegido secretario de la Hermandad, presidida su Junta por ese gran rociero que fue D. Pedro Perejón Silva (Perico Poyato, Hermano mayor 1980 y Rociero del año 1987). Años difíciles estos para la Hermandad, pero también años de cambio y evolución, tanto en su faceta de religiosidad como en su aspecto corporativo. Se abrieron las puertas a unos nuevos tiempos, participando nuestra Hermandad con más intensidad en la vida Parroquial, mayor convivencia con las otras Hermandades Religiosas de nuestro pueblo y una mayor comunicación con las otras Hermandades Rocieras del Aljarafe. Naturalmente, todo eso se consigue por la entrega de esas personas de tan extraordinaria experiencia rociera que nos abrieron las puertas al aquel equipo joven. En principio trabajábamos con ellos y nos aprovechamos de su experiencia. Posteriormente tomamos el relevo de sus responsabilidades. Gracias, muchas gracias a todos ellos, que con su buen talante rociero, fueron los soportes de esta Hermandad que en 1915 se constituyó. De aquellas fechas data también la reunión que se conoció como la de “los marqueses”. Se formó por la amistad de un grupo que ya hacían el Camino pero con distintas reuniones. Buena camaradería, religiosidad y sentir rociero dio de sí aquella reunión. De allí salieron rocieros que también compartieron responsabilidades en las distinta Juntas de Gobierno. José Limón Torres (Pepe el Maraco, Rociero del año 2010). Manuel Martín Vega (Manuel Camuña, Hermano Mayor 2004), José Manuel Espinosa Sánchez, José Dorado Rodríguez, José Garrido Martín (Pepe Cuña, Hermano Mayor 1975 y 1992 y Rociero del año 1994). La reunión sigue adelante agregando nuevas gentes y nuevos rocieros.
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Por mi parte, decir que en 1985 fui elegido presidente de Nuestra Hermandad, responsabilidad que asumí hasta 1996. El equipo de Gobierno tenía juventud e ilusión, a la que por supuesto hubo que añadir la experiencia que los más antiguos de la Junta nos aportaban. Se acometieron en aquellos años cosas importantes y necesarias en nuestra humilde opinión. Las más destacables: Confección de nuevas Reglas de la Hermandad que se adaptaran a las normas canónicas existentes. Arreglo del retablo vitrina para nuestro venerado Simpecado de la Iglesia Parroquial. Compra de la Casa Hermandad de Benacazón y construcción de la misma en base a aportaciones voluntarias de capital y/o materiales por parte de los hermanos. Nueva carreta de Simpecado. Nuevas varas e insignias. Monumento a la Virgen del Rocío en la Plaza de la Constitución, con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento. Celebración del 75 aniversario de la Hermandad. Institución del Título de Rociero de Año. Institución del Pregón Rociero. Creación de la Confraternidad de Hermandades de Nuestra Sra. del Rocío del Aljarafe, recayendo en nuestra Hermandad la sede de la Institución, y sancionada por Decreto de su Eminencia Reverendísima Fray Carlos Amigo Vallejo. Desde 1997 hasta nuestros días, las respectivas Juntas de Gobierno que se ha sucedido, han ido, sin duda, in crescendo, trabajando por nuestra Hermandad, consiguiéndose retos tan importantes como la venta de la Casa Hermandad que teníamos en la Plaza de Doñana de la Aldea, y posterior compra y construcción de esa gran Casa Hermandad, casa que Benacazón necesita y se merece. Y sin duda, un sinfín de cosas más. Todas ellas se consiguen con el esfuerzo y dedicación de tantos buenos rocieros. Y por supuesto, rocieras. No en vano nuestra hermandad contó con una gran mujer entre sus fundadores: Doña Juana Trujillo. A ellos les ha tocado preparar y celebrar este Evento fundamental de nuestro Centenario, que celebramos desde el año pasado, y culminará tras el regreso de nuestra Romería de Pentecostés 2016. Mi familia y yo damos las gracias a todos, como rocieros y como quienes sienten y quieren a su Hermandad Centenaria y a la que nos sentimos orgullosos de pertenecer. Muchas gracias a todos los que hacen posible esta magnífica celebración. También a los que no están ya aquí, pero que seguro están disfrutando de ese Rocío del Cielo. Para ellos nuestra oración y memoria. ¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO! ¡VIVA LA HERMANDAD DE BENACAZÓN! ¡VIVA NUESTRA HERMANDAD CENTENARIA! José Manuel Fernández Fernández (José Manuel el Rubín) Expresidente y Rociero del Año 2014
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José Ramos Vargas, hermano número 3 de la Hermandad No siempre un rociero se mide por el número de caminos o herencia rociera, también hay quienes han trabajado durante años y se sienten rocieros de verdad y orgullosos de vivir la gran efeméride que Benacazón está viviendo en este 2016. La Virgen del Rocío preside el salón de José Ramos Vargas, más conocido como Pepín Ramos, quien nos acoge para relatarnos sus muchas horas de trabajo al volante llevando a montones de rocieros hasta la Ermita para disfrutar del fin de semana y Lunes de Pentecostés. “A raíz de sacarme el carnet de conducir, con unos veinticinco años, empecé a ir de chófer llevando a muchos benacazoneros en mi camión hasta el Rocío y allí pasábamos el fin de 9
semana. Disfrutábamos mucho sobre todo cuando en el camino de Almonte al Rocío, al no haber carretera y ser todo arena, algún camión se quedaba atascado; aquel momento se convertía en una fiesta para todos, que nos poníamos como locos a quitar arena con las manos”, nos cuenta Pepín entre risas. Además de ir trabajando con el camión durante muchos años, Pepín Ramos también participaba en el montaje de la caseta en el Acebuche. “Antes de ir con el camión arrendado, fui varios años con el Chico Marcelo (q.e.p.d.) a montar la casetilla para la gente estar durante esos días; y vivíamos momentos muy buenos y que se les quedan grabados a uno en la memoria”. Así nos cuenta Pepín mientras recuerda como en aquellos años vieron por primera vez una corrida de toros en blanco y negro en la televisión en una choza que había detrás de la caseta, “allí, una mujer llamada Pepa, nos daba de comer después de hacer el montaje y disfrutábamos también viendo los Entre vivencias y anécdotas, Pepín recuerda un año en el que ya tras haber dejado el Acebuche, fue a montar la caseta al terreno que estaba enfrente de la casa antigua. “Recuerdo que salimos de madrugada para ir cargado con los palos para el montaje desde Pilas al Rocío. Llegamos, lo montamos muy rápido y nos fuimos a la casa de Pepe ‘Juanisquito’ a tomar unas tapas; estando allí, llegó el Canito, que se quedaba de guarda, y nos dijo que la caseta se había caído entera, que no quedaba ni un palo en pie. Nos tuvimos que ir todos corriendo para empezar de nuevo a montar. A ninguno se nos había ocurrido al montarla echarle unos vientos, y claro, con un poco de aire, se vino abajo en un momento. Al final quedó de nuevo montada y todo salió bien”. A pesar de tener amigos que lo animaban y en muchas ocasiones le pidieron que formara parte de la Junta de Gobierno de la Hermandad, Pepín nunca llegó a formar parte de ésta. “Tanto Camuña como Ramos, que eran buenos amigos míos, me dijeron varias veces que entrara en la Hermandad pero yo siempre les dije que no por falta de tiempo. Yo ayudaba y trabajaba en lo que podía, ofrecí mi nave para cuando se hizo la Carreta nueva, que estuvo allí durante más de un año, e incluso llevé camiones de grava para la casa en el Rocío, pero ya dedicarme a la Junta de Gobierno era más complicado con mi trabajo”. Al ser preguntado por todos los eventos que se están llevando a cabo durante este último año por la celebración del Centenario de la Hermandad, Pepín responde con una sonrisa diciendo que le parece muy bonito todo y que está muy contento de poder vivir estos momentos. “Es algo muy importante y Benacazón entero debe disfrutar de algo así que ya que no podremos vivirlo más”. Y así, con relatos como el de Pepín, nos adentramos un poco más en el sentimiento rociero de un benacazonero. Nos ha demostrado que se puede ser rociero de muchas formas. Sus Rocíos son sinónimo de trabajo, de chófer o de montador, pero rocíos de verdad, de antaño y de emoción por una Hermandad centenaria. María Ángeles Martín Camacho
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LOS MUCHOS CAMINOS DEL “ROCIERO” Juan Marcelo Rodríguez es un rociero antiguo y de corazón, de casta le viene al galgo. Nos cuenta que su padre, el archiconocido “Chico” Marcelo, lo llevó por primera vez a la Aldea cuando apenas contaba unos meses de vida, pues nació en el verano del año 46 y la primavera siguiente visitó por primera vez las arenas. Son casi siete décadas en torno a esta devoción marismeña, que ha tenido para él distintas perspectivas a lo largo de su vida. De niño pudo conocer de primera mano la “arria” de borricos, ya que tuvo la ocasión de hacerse el mismo el camino en un burro con angarillas acompañando a su padre que iba a caballo. Cuenta que cuando tenía 8 años le despertaron un día con ruidos algo extraños en el dormitorio y era el borrico que lo habían subido para enseñárselo. Eran los tiempos del Rocío de antes con cerveza y fino La Ina, aunque en los años cincuenta, todavía siendo un niño, vio por primera vez una coca-cola en unas neveras que llevaba el Vizconde con las barras de nieve de entonces que se compraban en los pueblos. Juan Marcelo iba todos los años al Rocío y en su adolescencia le cogió la época dorada de las largas caravanas de carretas de bueyes. Recuerda que un año una carreta volcó en Aznalcázar, pero a las mujeres que iban arriba no les pasó nada. Era otro camino, mucha menos gente y la tercera parte de Hermandades, aunque los años de don Miguel Lasso de la Vega fueron un hito. El Vizconde no reparaba en gastos e invitaba a todo el mundo. La Hermandad paraba en el Acebuchal junto a Umbrete y allí en esa parte del Real se ponían las carretas de Benacazón. Fue intención de su padre haber comprado una o dos chozas de aquella parte para haber establecido la Casa Hermandad del pueblo, pero al final no fue posible. Una verdadera lástima, porque con lo que se gastaba el Vizconde en alquileres para sus invitados de familias nobles y los artistas de postín hubiera habido de sobra para comprar algo allí mismo. De todas formas se acabó cambiando la Hermandad a la Plaza de Doñana y allí recuerda como su padre montaba unos toldos enormes delante de la casa con tejido de saco para hacer la caseta donde paraban las carretas. De mucho más atrás en el tiempo, Juan cuenta emocionado 11
cuando su padre fue detenido en Aznalcázar en el tiempo de la República. Para allá había ido escondido, pero en el camino de vuelta el Chico Marcelo quiso hacer el paso por el pueblo hermano en condiciones y llevó el Simpecado a caballo. Fue apresado y decían que lo querían fusilar. Entonces se acercó mucha gente de Benacazón al cuartelillo y echaron la puerta abajo para liberarlo, y una vez en casa cuenta que entró en la Iglesia de las Nieves montado en su caballo para devolver el Simpecado a su sitio. Tiene un recuerdo muy grato del ambiente que llevaba el Vizconde al Rocío. Lo mismo en mayo que para agosto en el Rocío Chico. Recuerda haber visto bailar a su padre con la mismísima Lola Flores, y haber escuchado cantar a artistas de primera fila como los Hermanos Reyes, los Toronjo y tantos otros. En verano, además, el calor hacía que el camino hacia la Aldea se hiciera en carros y a caballo aprovechando el fresco de la noche, y esos ratos a la luz de la luna no se olvidan fácilmente llevando el cortejo que reunía don Miguel. Se llegaba por la mañana después de haber disfrutado de momentos muy especiales. La otra faceta de la personalidad de nuestro hermano era su afición a los toros. Juan Marcelo fue un novillero que lidió 89 corridas, que no es moco de pavo, y, lo que es más importante, doce de ellas en la Maestranza de Sevilla, cortando en el coso del Baratillo nada menos que siete orejas. Su conocimiento de este mundillo le ha llevado a contar con grandes amigos entre los matadores de antes y ahora e, incluso, a apadrinar a nuevos valores de la tauromaquia. Su conocida devoción por la Virgen marismeña hizo que su apodo no pudiera ser otro en esto del capote y la espada que “el rociero”. Entre tanto, el niño que tanto disfrutó de los caminos en su borrico se había hecho mayor y un gran caballista. De esa faceta tiene un bonito recuerdo de su mejor caballo, “Tamborilero”, que asegura que era uno de los más altos que se veían en el camino y con una planta espectacular. Jinete y animal tenían tanta compenetración que cuenta que cuando desmontaba no necesitaba agarrar las riendas, pues el noble compañero de fatigas le seguía al paso allí donde iba. También señala que para dar los vivas y esos momentos de euforia que se dan en el Rocío, era capaz de ponerse de pie en la silla de montar sin que el equino hiciera ningún extraño ni se moviera del sitio. Genio y figura. Con el mismo orgullo relata su boda en la Ermita del Rocío. Gracias a sus relaciones con el mundo del espectáculo y a sus muchos buenos amigos, como Pepe el del Semáforo, aquella importante ocasión contó con el acompañamiento de destacados grupos musicales de entonces y aún de ahora, como los Amigos de Gines o los Hermanos Reyes. Se pueden imaginar esa ceremonia en el Santuario y, lo que es más llamativo, semejante grupo de artistas acompañando a los novios por las calles de la Aldea camino de la celebración. Una celebración que, por cierto, duró todo el fin de semana. En otros casos no es tan alegre el echar la vista atrás. No se puede olvidar del día que había quedado con Ruiz Miguel para ir a ver una corrida a Huelva y su padre estaba esperando en la puerta. De pronto, se sintió el hombre indispuesto y allí se quedó una preciosa historia de muchos años de la Hermandad hoy Centenaria. Este hecho probablemente apartó a Juan de sus orígenes, tan ligados a Benacazón como a la propia trayectoria de su progenitor, santo y seña de una época. El trabajo y la residencia le 12
permiten tomar contacto con otros muchos rocieros de la Hermandad de Sevilla-El Salvador, donde no solo ha desempeñado algún cargo en junta directiva, sino que mantiene un pequeño cuarto en la casa de la Aldea, como esos que ahora va a disfrutar la Hermandad de Benacazón. El costo en las angarillas, el Acebuchal en los años cincuenta, Talhara y el Vizconde, y su hermano el señorito Pepe con Espartinas, las alegres noches de camino del Rocío Chico, unos fantásticos días a caballo en la Romería de mayo, el cubata que le quita protagonismo al mosto en los tiempos más modernos, la Aldea que crece de forma desmesurada y la posibilidad de conocer más de una perspectiva del Rocío. Juan dice que todos los años hace la presentación con su Hermandad de Benacazón al mediodía del sábado, y que después de almorzar va a cumplir con la otra. Cientos de anécdotas y las que quedan todavía, para un testigo de seis décadas de historia rociera, más de la mitad de la historia oficial de la institución que con tanto cariño lideró su padre. Que la Virgen vele por su salud muchos años para seguir compartiendo mucho y buen Rocío. Juan Tribuna
VILLAMANRIQUE Y BENACAZÓN, Pare-Cura, ¿dónde nos metemos? Traemos con gusto a las páginas de la Revista del Centenario de la Hermandad del Rocío de Benacazón este artículo publicado el día 15 de febrero de 1963 en la Revista “ROCÍO”, órgano oficial de las hermandades de Nuestra Señora del Rocío. En él se recoge un hecho ocurrido a la Hermandad del Rocío de Benacazón en Villamanrique, en la Romería del año anterior, que es todo un ejemplo de lo que es el
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Rocío, Hermandad, Amistad y Compartir. Este hecho unió más, si cabe, a nuestros dos pueblos tan rocieros y a sus dos Hermandades, unidas desde su Amadrinamiento en el año 1916. Fdo.: Juan Márquez Fernández, Catedrático de Historia. Oscurecía y el tiempo silbaba por los pinares; Gatos, a la vista las cataratas del cielo se precipitaban sobre las carretas de mi Hermandad, poniendo tintes azules en las sábanas blanquísimas; los caballos relinchaban inquietos y los jinetes como sopas los aligeraban para buscar cobijo en algún lado. Villamanrique, y al fin la duda de ¿qué hacemos? ¿dónde cobijarse? ¡El cura! ¡El cura!- dijo el amigo Marcelo- y se fue a verlo. -Señor cura, mire mi Hermandad que se moja, ¿qué hacemos? La noche los envolvía y solo ellos en el porche de la iglesia sostenían -“Pare-cura, ¿Dónde nos metemos? La respuesta del cura fue rápida, -En la iglesia, hijo, toda es vuestra y dispuesta para ustedes está. Las carretas en la plaza y las personas que se distribuyan y las personas que se distribuyan por las naves del templo, pero… calla, la capilla de los Infantes está desalojada, se lo diré a Don Carlos. Se le buscó, y todo listo, Marcelo corre al encuentro de la Hermandad que, bajo un arroyo de agua, entraba en la plaza del pueblo y grita a todos, -¡A la capilla!, tenemos donde pasar la noche. Treinta cortinas que se alzan y un racimo de rocieras que desde las carretas antes cubiertas se lanzan al suelo encharcado del porche y comienzan a bailar como si nada ocurriese. La Hermandad de “Benaca” tiene puntales, no la derriba el viento ni temporales, ni el mismo viento que lleva corazones en sus cimientos.
Todo fue rápido, el Infante, el Cura y todo el pueblo entero se lanzó a la calle para ayudar a la Hermandad; y luego candelas para secar ropas brotaron de todas las casas y el rústico carretero cambió su atuendo campero por las ropas que los buenos vecinos le proporcionaron , algunas, según ellos, Todo el salón de la capilla fue un trono para el Simpecado, donde se bailó hasta la mañana, los caballos en las reales cuadras del Infante Don Carlos tuvieron comida y descanso y siempre bajo la excelsa mirada de la Blanca Paloma, reinó el humor y los chistes de buen gusto. -Pare-cura, mire usted mi niño –decía el señor Antonio, enseñando al buen cura su niño de dos años. Me lo han “vestio de mericano”… -“Señó” Infante, tome usted un vasito, que es mosto nuevo… -Escuche, “Pare” este fandango, 14
Villamanrique “querío” “Benaca” nunca te “orvía” porque lo diste “to” y a cambio nada pedía. Todo era alegría; fuera seguía el temporal, pero, ¿quién se acordaba A la mañana siguiente la única muestra de lo ocurrido era el adorno de las carretas, mustio y descolorido. Al alba las chicas se arrancaron por sevillanas y, después de escuchar una misa de romeros, todos como nuevos preparados para la marcha. ¡Qué despedida la de Villamanrique a mi Hermandad! Fue emocionante. Por algo es la Primera que entra en el Rocío y también la primera en dar ejemplo de caridad y compañerismo. La Blanca Paloma te lo pague, Villamanrique. Que Benacazón nunca olvidará lo que hiciste por su Hermandad. Firmado: L. Soriano
CONFRATERNIDAD DE HERMANDADES DEL ALJARAFE (2ª PARTE) El año 1989 se inicia con reuniones del Consejo en Olivares y en el Restaurante la Teja, con alcaldes de Villamanrique, Pilas, Gines, Olivares y Benacazón., que elaboran un Plan Romero que incluya a todas las Hermandades de la Confraternidad para la Romería de ese año, donde se visitó al Delegado del Gobierno en Andalucía con una representación conjunta Comisión-Alcaldes para exponer los seis puntos 15
del Plan Romero: Tráfico, contraincendios, Cruz Roja, Protección Civil, Paso del Quema y limpieza de acampadas. En Pilas, en una nueva reunión de la Confraternidad se informa de esa reunión con el Delegado del Gobierno en Andalucía, el señor Garrido Ávila. En Umbrete se celebró la posterior reunión de la Confraternidad con todas las Hermandades que hacen el mismo camino desde Villamanrique, donde se elaboró un horario de Paso del Quema en marzo de 1989. En abril, la siguiente reunión de la Confraternidad fue en Coria del Río, donde se confirmaron los horarios del Paso del Quema. Ya finalizada la Romería de 1989, se volvió a celebrar en Benacazón, para realizar balance de todo lo ocurrido, reunión de la Asamblea. El año 1990 de abre con una reunión de la Asamblea en Carrión de los Céspedes en el mes de enero. En ella se acordó ampliar la Junta de Gobierno del Consejo. Hubo en aquella ocasión una ponencia a cargo de don Juan Fernández, que versó sobre “Las Hermandades y el cristiano en la Iglesia de hoy”. En abril se reúne la Junta de la Comisión en Benacazón y se acuerda reestructurar la Junta de la Comisión. También en abril se reúnen en Asamblea General todas las Hermandades en Gines para preparar la Romería de 1990. Se programó el Paso del Quema y se consiguió que la Administración se encargase de la limpieza de las acampadas en lugares públicos sin coste alguno para las Hermandades. Se habló de la preocupación del Plan Romero por el servicio sanitario, servicio contraincendios y Protección Civil. Se realizaron dos convivencias con los jóvenes rocieros de las Hermandades del Aljarafe, en Gines en el mes de mayo y en Benacazón en junio, con ponencias formativas a cargo de don Juan Márquez Fernández y don Feliciano Foronda Blázquez. El 27 de junio de ese año 90 se reúne en Asamblea General la Confraternidad en Benacazón. La sesión se abrió con una extraordinaria ponencia del Canónigo de la Catedral de Sevilla don Francisco Gil Delgado sobre la Evangelización. En Olivares en el mes de septiembre tuvo lugar la siguiente Asamblea General. La última de ese año tuvo lugar en Santiponce el día 8 de noviembre, en la que hubo ponencia a cargo de don José Manuel Gil Buiza sobre “Las sevillanas y el Rocío”. En esta reunión se hizo público a todas las Hermandades el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de Doñana, y en la misma se tomó el acuerdo de impugnar dicho documento contactando con un buen abogado especialista en estos temas. El 17/11/90 se celebra un Encuentro de Jóvenes en Olivares. Se cierra el año con una gran Convivencia Mariana en el Santuario del Loreto, presidiendo la Sagrada Eucaristía el Ilustrísimo Señor don Fernando Iborra, director del Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías de Sevilla, concelebrando muchos directores espirituales de las Hermandades de la Confraternidad. Para cerrar la Convivencia, don Diego Casado realizó unas ponencias sobre la Virgen del Rocío. Se abre 1991con sendas reuniones de la Junta de la Comisión, la primera en Villanueva del Ariscal en el mes de enero y donde la firma comercial Mary-Cruz regalaba un traje de flamenca a cada Hermandad de la Comisión para que lo rifasen entre ellas. 16
La segunda fue en Benacazón en febrero y en la que se informó de otro encuentro de jóvenes rocieros del Aljarafe que tendría lugar en La Puebla del Río en marzo. En Espartinas hubo Asamblea General de la Confraternidad, donde se informó sobre el recurso contra el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque y de la preparación del Plan Romero de 1991. Se clausuró esta Asamblea con un diaporama a cargo de don Pedro Solís Paradas sobre la Semana Santa en Sevilla. Por último, el 11/4/91 tiene lugar Asamblea General de la Confraternidad de todas las Hermandades del Consejo y de las que hacen el Camino de Sevilla, 38 en total, en Benacazón, que estuvo presidida por el Jefe de Protección Civil de Sevilla, don Faustino Valdés Morillo, y el Excmo. Alcalde de Benacazón, don José Manuel Cabrera Ávila. Se tomaron los acuerdos pertinentes para la preparación de la Romería del 91, con los horarios del paso del vado del Quema entre otros. Esta Asamblea culminó los Actos celebrados por la Hermandad del Rocío de Benacazón con motivo del 75 Aniversario de su Fundación.
La primera Casa Hermandad en el pueblo
Colocación de la primera piedra de la nueva Casa. 17
Misa de Acci贸n de Gracias.
Bendici贸n de la Casa Hermandad
Fac hada de la Casa con el entonces Vizconde
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Primera visita de la patrona.
Inauguraci贸n del monumento de la Virgen.
La Virgen de bronce.
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Las dos fases de renovaci贸n de nuestra Carreta Simpecado
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Caminos de hace un cuarto de siglo.
AznalcĂĄzar
RĂo Quema
VA
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Una pará en el camino.
Plaza de Doñana 22
Imágenes de la Gala de presentación del Disco y de Fin de Año
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La Voz de la Calle Opiniones sobre la Gala de presentación del Disco del Centenario y de las Uvas en la Casa Hermandad Chari: Felicitar a mi Hermandad Centenaria por el año tan lleno de esplendor que estamos teniendo, que nos hace estar más cerca de ELLA. Gracias a su Junta de Gobierno, que está trabajando desde el primer día para que los actos programados sean éxito tras éxito. Todavía recuerdo la presentación del disco grabado con motivo de los 100 años que cumplimos, todo un pueblo volcado con su Hermandad, participación, colaboración… para que todo saliera tan maravilloso. Otro momento único, la entrada del nuevo año 2016 en nuestra Casa Hermandad, que ha hecho historia para todos los rocieros que tuvimos la suerte de vivirlo. Ánimo y a seguir luchando por nuestra Hermandad para que no se pierda la herencia rociera. José: Yo hacía muchos años que no iba a tomar las uvas al reloj, pero estuvo espléndido, y con la niebla que había y los cohetes y los fuegos hubo un momento en que no se veía casi nada, pero estábamos toda la familia y amigos rocieros disfrutando del momento. Antonia: La noche de fin de año fue una noche que nunca voy a olvidar porque fue una entrada de año mágica, inolvidable y diferente. Por eso no quise faltar y disfrutar de aquel momento que nunca más volveré a ver y que mejor manera de entrar el año rodeada de lo que más me gusta: El Rocío, mi carreta y mi gente rociera. Josefa: El día de la gala del disco fue muy bonito, del cual no me voy a olvidar nunca, porque recordé muchas vivencias de mis antiguos Rocíos. Estuve muy emocionada durante todo el día, ya que nos
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reunimos muchos rocieros de Benacazón y pasamos un día de convivencia rociera muy bonito escuchando sevillanas de nuestros 100 años de Hermandad. Francisco: La noche de fin de año fue una noche que despedía el 2015, pero no fue un año cualquiera, pasaba dando la bienvenida al Centenario de nuestra Hermandad. Fue una noche de niebla, la cual no pudo enturbiar el sonido de los cohetes, cuando sonaban para dar la media noche, pasando por su centenar de magníficos truenos acompañado por una fiesta de luz. Cuando la niebla se disipó, dejó pasar el resplandor de esas campanillas de plata de nuestra carreta blanca, con su bendito Simpecado y como no, a la Virgen del Rocío. Fue algo para recordar en el tiempo. Concha: Lo que se vivió la noche del 31 de diciembre fue algo inolvidable para los rocieros de Benacazón. Me encantó disfrutar de ese momento porque es algo que nunca se ha visto ni personalmente volveré a vivir. Fue una vivencia muy bonita comerse las uvas rodeada de la mayoría de los rocieros de Benacazón y delante de nuestra carreta a la que tanto queremos. Anónimo: Vi a todo el pueblo disfrutar mucho con las actuaciones en la presentación del Disco de Fely por el Centenario. Era todo un pueblo orgulloso del arte que hay en cada familia donde alguien sabe cantar o tocar y hay que reconocer que en este pueblo hay mucho arte. Fue un día muy especial y me lo pasé de lujo. Las uvas me parece que también estuvo acorde con todo lo que está haciendo la Hermandad este año: algo distinto de tomárselas en la plaza y vi a todo el mundo muy contento por lo que supone de homenaje a los rocieros de Benacazón que son muchos. Se lo merecen y estuvo precioso. Manuela: Al igual que con los actos ya celebrados, una vez más los rocieros de Benacazón acudimos a la llamada de nuestra Hermandad para despedir el año y darle la bienvenida a nuestro esperado 2016 donde tantas cosas maravillosas nos quedan por vivir. Las uvas al son de los cohetes fueron todo un éxito ya que no hay nada que nos distinga mejor. También dar mi enhorabuena al trabajo realizado con el disco del Centenario, donde es imposible reconocer todos los 100 años que llevamos vividos pero donde sí queda reflejado las ganas de trabajar y de seguir haciendo disfrutar a todos los rocieros de Benacazón. Juan: El día de la presentación del disco fue mucha gente al parque, se vio mucha animación y creo que todo el mundo disfrutó mucho escuchando las mejores voces que hay en el pueblo. Fue un programa muy variado, con diferentes grupos, lo que lo hizo muy entretenido y pienso que la mayoría se lo pasó muy bien. Además, el trabajo que se ha hecho en la grabación ha sido muy bueno y estamos orgullosos de cómo este nuevo medio organizado dentro de las muchas actividades del Centenario representa una parte importante de lo que somos como rocieros y de cómo lo expresamos. Todo el mundo se sabe ya las nuevas letras y presume de ellas. Rociera: Puede que haya quien no le dé importancia a estas cosas, pero creo que este año está habiendo muchos momentos importantes en la vida de la Hermandad del Rocío, que es lo mismo que decir en la vida del pueblo, aunque algunos no participen en nada. El disco es muy bonito y una gran obra musical, por lo que el día de su presentación había mucha gente deseando de estar presente para ver a los artistas en directo, que son además paisanos nuestros. Ese día disfruté mucho y vi a la gente muy contenta. Las uvas también fueron una novedad y los cohetes dieron más lustre al año que empieza que es el de nuestro Centenario, aunque hubo un momento de mucho humo. En general precioso.
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