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Escrito Juan Tribuna

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Escrito AECC

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Por ellos sigo de camino

Con toda seguridad, el año 2020 y, por añadidura, el 2021, serán recordados como algo especial y diferente en la historia del Rocío, en el devenir de las Hermandades y en la propia evolución de la devoción rociera.

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Nunca antes, y todos deseamos desde luego que nunca más en el futuro, la Reina de las Marismas había estado tanto tiempo fuera de su espacio natural que son las orillas de la laguna que llaman la madre del Rocío, que se conoce también como las Rocinas, cerca del Acebrón. Son palabras éstas que encierran un profundo significado que comentaremos en otra ocasión.

Lo cierto es que la Virgen lleva un año en el pueblo de Almonte del que, sea como fuere a nivel político por los avatares entre el Condado de Niebla y el Ducado de Medina Sidonia, es la patrona desde el siglo XVIII. Y las previsiones apuntan a que pueda permanecer allí otro año entero más como mínimo, a expensas de cómo evolucione

la inmunidad de la población gracias a la vacuna contra el último mal que azota a la humanidad.

En Benacazón realizamos cada año una serie de actos y cultos, como manda la tradición desde hace más de un siglo en este bendito enclave rociero que es el Aljarafe sevillano, cuyo epicentro no puede ser otro que la Romería de Pentecostés. Es nuestro camino hacia la Ermita para rendir pleitesía a la Blanca Paloma, en el tiempo en que conmemoramos la forma como el Espíritu Santo iluminó a los apóstoles, un símbolo de que las creencias en los más altos sentimientos de confraternidad han de conducir a los rocieros, nosotros entre ellos.

El culto es una forma de demostrar nuestra adhesión a esas creencias. En ausencia de su celebración, por los motivos que todos conocemos, la otra forma de demostrar esas creencias es aplicando en nuestra vida diaria el mensaje de nuestra Madre y su Hijo, el amor entre todos, el cuidado entre los hermanos.

Como el olor a azahar nos pide incienso para venerar en la pascua a los titulares de nuestras hermandades de penitencia y pasión, el olor a romero y retama nos impulsa a lanzar un cohete al aire y salir a caminar hacia los pinos, algo que los piñoneros de este gran pueblo han hecho desde mucho antes de que se fundara la Centenaria Hermandad.

Pero este año se ha impuesto el recogimiento en lugar de esa increíble explosión que supone nuestra marcha por las arenas. Este año estamos haciendo un camino interior que nos va a transportar a las marismas del corazón, a preparar con ilusión durante todo este tiempo de espera un camino de 2022 que sea uno de los mejores de la ya larga historia de Benacazón en el Rocío.

Como la gran familia que prepara la celebración del cumpleaños de la buena MADRE, esa que todos tenemos en la mente, vamos a preparar y vamos a hacer una gran FIESTA cuando nos sea permitido para seguir celebrando que la quisimos, que la queremos y que nos seguimos acordando de ella, REINA DE REYES.

La sencillez y la bondad de corazón guiará nuestros pasos, como aquel buen veterano rociero de gorra y alpargata que nunca se separaba de su CARRETA, que caminaba siempre impertérrito por el amor a la MADRE del niño MANUEL. Ellos me guían y por ellos volveré a tus plantas, sea cuando sea.

¡ VIVAN LOS ROCIEROS DE BENACAZON ! ¡ VIVA LA VIRGEN DEL ROCIO !

Juan Tribuna

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