Juliana Arango Alvarez
A
rtista de formación, Juliana Arango Álvarez se ha dedicado, sobre todo, a la fotografía. Allí combina con destreza la obra que atañe a los requerimientos de sus diversos trabajos para instituciones y a la que va realizando, motu proprio, producto de su búsquedas y riesgos personales. Impresiona el ojo que pone a los detalles más insólitos de los objetos muchas veces al desgaire, lo mismo que el carácter de sus paisajes en los cuales no escatima ni una gota de exuberancia y donde, al fin, el color (aunque sean monocromos) es su mejor lenguaje, largamente degustado y pleno. Pero se mueve como pez en el agua por la pintura el dibujo y el grabado cuando necesita entrar en ellos. Lo que predomina en casi todo esto es lo que uno podría llamar, no sin el temor de decir casi nada, su sensibilidad. Y es ese carácter de quien anda con el cuidado de decir lo justo y lo esencial, lo que hace que incursione también en el collage con la gracia y la certeza con que aquí se le ve. Si este género de las artes radica en el “procedimiento de composición plástica, musical y literaria que consiste en introducir en una obra elementos inesperados”(Larousse), no puede caber duda de que Juliana Arango
hace algo mucho más que improvisar y jugar al descreste, que es mucho de lo que bajo este rótulo y que lo ha hecho caer en una suerte de desprestigio, de cosa casual y sin rigor; sin, justamente, sensibilidad. Aunque tampoco deben su belleza y su aire de libertad estrictamente al agudo razonamiento, estas obras de pequeño formato están dotadas de un espíritu que revela no solamente la ironía y sueño, vuelo, arte, plasticidad y orden, sino también curiosidad y ganas de jugar. Es decir; como los niños, construye obras “perfectas”. Una parte importante de estos collages de Juliana Arango son homenajes a los famosos pintores impresionistas europeos que tanto nos gustan a todos (creo yo), y la verdad es que logra recrearlos, consigue dotar de un aire nuevo y fresco obras que son ya acendrada iconografía de la plástica, en soportes un tanto insólitos; un conjunto que transcurre sereno y grácil y bello en el reflejo de su fuente, como una música, como el agua de una música.
Luis Germán Sierra J. Coordinador y Gestor Cultural Biblioteca de la Universidad de Antioquia Carlos Gaviria Díaz
HOMENAJE A LOS IMPRESIONISTAS
R