EN TERABITHIA TODAS LAS FLORES PARTICIPAN Y APRENDEN
Por: Julia Janeth Reyes Tostado
Había una vez un pueblo llamado Terabithia, el cual era muy conocido por tener el jardín más bello del país, donde las plantas y flores crecían muy altas, inteligentes y muy bonitas. Un día llegó a Terabithia muy contenta una Gerbera, una flor que ayudaría a los girasoles para que crecieran muy grandes
e
inteligentes,
los
girasoles
se
mostraron
emocionados al ver a la Gerbera pues sabían que ella les traía sorpresas con las que aprenderían muchas cosas nuevas. La
Gerbera siempre estaba en comunicación con la Rosa aquella flor
tan inteligente y con tanta experiencia que tenía, pues siempre brindaba su apoyo para que todas las flores del lugar florecieran. Día a día la Gerbera se esforzaba por prepararse para guiar de la manera correcta el crecimiento de los girasoles, trataba de estar al pendiente de cada uno de ellos para ofrecerle más ayuda si fuera necesario, aunque no era un trabajo nada fácil – pensaba la Gerbera-, aun así no se rendía, sino que al contrario buscaba estrategias que le fueran útiles, todo con el fin de que los girasoles realmente aprendieran. Una de las grandes ideas de la Gerbera y de sus compañeras Gerberas –que también estaban enseñando a otras flores del lugar- fue la de conocer más a los girasoles, de tal forma que pudiera ayudarlos si es que requerían más apoyo de manera especial, así es que aplicó una prueba que le ayudaría a detectar necesidades específicas de los girasoles. Además dialogó y entrevistó a los padres de los girasoles con el fin de obtener información para poder incluir a los padres de los girasoles en actividades que respondieran a las necesidades de Terabithia, ya que todas las flores del pueblo eran importantes para que los pequeños girasoles florecieran de una manera eficaz.
La Gerbera tenía muchas ideas en mente para que los girasoles florecieran, una de esas ideas fue la de invitar a sus padres a trabajar con los girasoles, eso para fomentar las relación entre ambos y que los girasoles se sintieran apoyados y motivados para desarrollarse. La actividad se realizó y fue un éxito, todos quedaron muy satisfechos, agradecieron y felicitaron a la Gerbera por realizar ese tipo de actividades. Entonces la Gerbera se sentía más motivada para realizar otra de las ideas que tenía, pues ella lo que pretendía era que los girasoles aprendieran de una manera distinta a como lo hacen regularmente, así es que gestionó la visita de unas flores muy respetadas y sabías del lugar llamadas Tulipanes, quienes enseñarían a los girasoles sobre la bichoeducación, es decir, sobre las reglas que existían en Terabithia para que los bichos transitaran sin lastimar a las flores. Cuando la Gerbera les dijo a los girasoles que vendrían los Tulipanes ellos se mostraron muy emocionados y felices. Se llegó el gran día la Rosa, la Gerbera y sobre todo los girasoles esperaban la llegada
de los Tulipanes, pero pasaba el tiempo y ellos no llegaban, la Gerbera se comenzó a preocupar y decidió llamar a los Tulipanes para preguntar lo que sucedía, cuando ellos le respondieron le dijeron que ellos creían que los girasoles acudirían al instituto bicho-educación, ya que en el documento realizado para la gestión no se especificó bien
dicha información, por lo cual todo se volvió una confusión y se terminó por cancelar la actividad. La Gerbera se sentía muy triste porque decepcionaría a los girasoles, ya que ellos esperaban con felicidad la visita de los Tulipanes. No le quedó más remedio que dar la noticia a los girasoles, les explicó muy bien la situación y aunque si se entristecieron, luego comprendieron las razones.
La Gerbera comprendió que es necesario especificar bien la información en documentos de gestión oficiales, ya que los malos entendidos pueden ocasionar que lo ya planeado se cancele. Pero como la Gerbera era muy astuta llevó a cabo el plan b, ya que ella se preparó por si sucedía cualquier interferencia en lo que ya tenía planeado. Entonces decidió enseñar por su propia cuenta lo que los Tulipanes mostrarían a los girasoles. Al término de la estancia de la Gerbera en Terabithia los girasoles demostraron sus conocimientos construidos y la Gerbera quedó satisfecha por su trabajo realizado en el pueblo, antes de irse prometió a los girasoles volver para seguir guiándolos en su crecimiento y apoyar más a quienes lo necesiten.
FIN
BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO”
EXPERIENCIA EN PRÁCTICAS
Curso: El Niño Como Sujeto Social
Maestra: Ana María Frausto de la Torre
Alumna: Julia Janeth Reyes Tostado
Licenciatura en Educación Preescolar
Sexto Semestre