Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Educación Artística (Artes Visuales y Teatro) Maestro: Margil de Jesús Romo Rivera Alumna: Julia Janeth Reyes Tostado Licenciatura en Educación Preescolar Sexto Semestre
EDUCACIÓN PLÁSTICA EN LA ESCUELA Autora: Mariana Spravkin Construir imágenes en el espacio bi y tridimensional
A diferencia del desarrollo gráfico que cuenta con una larga tradición de análisis y estudios, el medio tridimensional (modelado, construcciones, escultura, etc.) carece de una atención tan sistemática y profunda. Pero uno y otro medio son cualitativamente distintos y esto determina diferencias en el tipo de problemas que los chicos se ven obligados a resolver. Las peculiaridades propias de la bidimensión y de la tridimensional marcan diferentes posibilidades y conllevan distintas limitaciones, propias de cada medio.
La bidimensión En el caso de los niños, prima la necesidad de dar identidad al criterio utilizado respecto de las partes seleccionadas es el de reunir la mayor cantidad de características significativas del objeto a representar: por ejemplo, la visión frontal para la figura humana y la visión lateral para los animales. Respecto de la elección del punto de vista, para dibujar o pintar los objetos tal como se ven es necesario muchas veces sacrificar información importante acerca del mismo, lo cual entra en contradicción con el criterio antes enunciado. Los niños priorizan en su dibujo un encuadre que ponga de manifiesto la información efectiva procedente del objeto, sin importar que se contradiga con lo que ve y aún con las leyes de la física; es decir que eligen lo que se denomina una imagen centrada en el objeto. En cambio, los adultos eligen mostrar la forma aparente del objeto desde cierto punto de vista, es decir, la imagen centrada en quien la mira.
La tridimension En este caso se cuenta con tres dimensiones para representar objetos también de tres dimensiones, lo cual permite considerar la totalidad del objeto y obliga a establecer relaciones entre los distintos puntos de vista: la visión frontal, la posterior, la lateral, la base y el interior-exterior.
La imagen tridimensional está sujeta a las mismas leyes físicas que operan para todos los objetos: estabilidad, equilibrio, peso, resistencia, etcétera. En cambio, la imagen escultórica tiene que tomar en cuenta no sólo el equilibrio compositivo sino también necesita resolver distintos aspectos relacionados con d equilibrio físico: relaciones de peso, tamaño, altura, resistencia de los materiales, etcétera. El trabajo en la tridimension permite y obliga abordar en forma simultánea los aspectos físicos, expresivos y técnicos de la imagen. El volumen es, entonces, un medio privilegiado pata el planteo de problemáticas que son de mucho interés para los chicos porque están Íntimamente relacionadas con el manejo de los objetos que los rodean. A través del trabajo en el espacio tridimensional, los chicos podrán: Operar plásticamente en el espacio de tres dimensiones, lo que significa un «hacer» singular y distinto. Enfrentarse a los problemas físicos y técnicos propios de la tridimensionalidad y elaborar estrategias para resolverlos. Desarrollar una comprensión significativa de la forma y la estructura de los volúmenes. Desarrollar una calidad de manipulación distinta (más directa, menos mediatizada por la herramienta) en donde intervenga no sólo lo visual sino también, en gran medida, lo táctil. Comprender más profundamente, mediante esta doble percepción, las cualidades de los materiales (visual y táctil).