Universidad Interamericana de Puerto Rico Recinto Metropolitano Programa Doctoral en Estudios Teológicos
Valores éticos en la Masonería La ética masónica a la luz de la ética bíblica
En cumplimiento parcial de los requisitos del curso THEO 7020 Perspectivas Éticas Cristianas Profesor Dr. Felipe Martínez Arroyo
Julio R. Vargas Vidal 6 de mayo de 2010
Introducción Nuestra hipótesis preliminar establece que los valores inherentes a la masonería fueron influenciados directamente por valores éticos cristianos bíblicos. Utilizaremos publicaciones relacionadas a la masonería, donde se explican con detenimiento los valores enseñados. De manera especial haremos referencia a los escritos de Albert Pike, maestro y genio de la masonería en América. Además, usaremos textos bíblicos para afirmar nuestra hipótesis.
Deseamos que nuestros resultados revelen una
relación directa entre los valores masónicos y los cristianos.
Trasfondo histórico La masonería es la fraternidad más antigua y más grande del mundo, una sociedad universal de amigos que aspiran ser mejores personas a través de su asociación los unos con los otros. Tal y como lo define el Catecismo del Grado de Aprendiz: “La Masonería es un sistema moral velado por alegorías e ilustrado por símbolos”.
Ésta se deja llevar por conceptos tales como hermandad, integridad y
buena ciudadanía. Sus orígenes no están muy claros, ya que algunos los trazan a los maestros masones que crearon las grandes iglesias y catedrales de la Europa medieval; otros argumentan que su nacimiento está ligado a los Caballeros Templarios, la orden religiosa-militar que emergió durante las Cruzadas, mientras que otros piensan que sus raíces llegan más lejos, hasta la época del Rey Salomón y la construcción del gran templo en Jerusalén. A pesar de la incertidumbre en torno a sus orígenes, la mayoría de los masones creen que la historia moderna de la masonería comenzó con los masones de piedra, 2
constructores de las catedrales mayores de Europa. Éstos eran artesanos que se juntaban para practicar lo que hoy se conoce como “el arte operativo” de la masonería. Era una clase de la elite que podía viajar libremente entre países –contrario a los siervos,
cuyos
detenidamente.
movimientos
eran
controlados
cuidadosamente
y
restringidos
Los masones comenzaron a reunirse en gremios; éstos tenían al
menos dos funciones importantes: la iniciación de posibles aprendices y la preservación de los secretos del oficio. Debido a que el mundo medieval estaba tan relacionado a la religión, la instrucción espiritual y ética fueron parte del adiestramiento de los aprendices, dando pie a las lecciones que fueron incorporadas a los grados masónicos. Dado la insistencia que daban a la secretividad, se originaron varios códigos secretos y gestos. Originalmente estas palabras y gestos de reconocimiento tenían como intención ayudar a los masones operativos a obtener trabajo u otras formas de ayuda cuando se trasladaran a otros pueblos y ciudades, o de un gremio a otro. Las herramientas de la masonería –plomada, escuadra, compás, nivel, cincel, mazo, paleta y regla –también tomaron un rol importante: tomaron significados simbólicos, tipificando varias virtudes morales y éticas. En la masonería las alegorías juegan un papel muy importante en los ritos y ceremonias. Mientras los iniciados progresan, aprenden que, en la construcción del Templo de Salomón en Jerusalén, los masones que allí trabajaron estaban divididos en dos clases –aprendices y compañeros –y que estaban dirigidos por tres Grandes Maestros, uno de los cuales era el mismo Salomón. Los otros eran Hiram, Rey de Tiro, e Hiram Abif, el arquitecto del templo. Los Grandes Maestros eran custodios de los 3
mayores secretos del oficio. Aunque toda esta implicación no tiene base histórica que la sostenga, a través de estas alegorías dramáticas se transmiten valiosos principios y valores masónicos. Con relación a sus orígenes, hay mucha especulación, leyendas y tradiciones míticas, como dijimos anteriormente. Algunos estudiosos creen que se desarrolló con los Caballeros Templarios en el siglo XIV cuando, luego de acumular tantas riquezas y tanto poder, fueron obligados a reunirse en secreto luego de ser acusados de herejía por el Rey Felipe IV de Francia. Otros ubican sus comienzos en la época de Salomón y su edificación del Templo en Jerusalén. A esta historia se le añade la leyenda del martirio ficticio de Hiram Abif, maestro arquitecto de este templo. Se le ha relacionado con el mitraísmo, el culto al dios persa Mitras que se regó desde su país de origen hasta el imperio romano. Otros estudiosos ven en la religión y cultura de Egipto mucha similitud con la arquitectura, simbología y vestimenta masónica. Algunos han pensado que la antigua Grecia contribuyó mucho al desarrollo de ritos y rituales masónicos. Los antiguos misterios eleusinos, celebrados en Eleusis, cerca de Atenas, tienen sus paralelos con la conmemoración masónica del martirio de Hiram Abif. Finalmente, una figura griega tradicionalmente asociada a la masonería indudablemente es Pitágoras, uno de los más reconocidos matemáticos de todos los tiempos. Él fundó su propia sociedad secreta, los pitagóricos, para los cuales el pentagrama (estrella de cinco puntas) era un símbolo de salud y conocimiento. Este símbolo también se asoció a los ritos de iniciación, así como lo es en la iconografía masónica. Con la llegada del Renacimiento, muchos gobiernos y la Iglesia Católica se opusieron al pensamiento radical que proponía libertad de pensamiento y reformas 4
políticas y religiosas. Por tal razón la masonería optó, durante esta época, reunirse en secreto. La masonería siguió transformándose aún más durante el siglo XVII, haciendo la transición de la masonería operativa (el sistema de gremios) a la intelectual, o especulativa. Eventualmente la masonería operativa desapareció debido a que los masones comenzaron a llegar más de la nobleza y de la burguesía emergente. El siglo XVII permitió que la masonería creciera a la par con el surgimiento de una nueva generación de científicos y eruditos, quienes a su vez se asociaron a la organización.
Ésta se nutrió de mentes científicas privilegiadas que aportaban al
mundo con sus estudios e investigaciones.
Era fundamental reunirse en secreto
debido a los tiempos en que vivían, llenos de temores, del control del estado y la intolerancia. Galileo fue condenado por la Iglesia Católica por sugerir que la Tierra le daba vueltas al Sol. Gracias a todo esto emergió una nueva forma especulativa de la masonería.
A esto le añadimos que la alquimia comenzó a formar parte de las
enseñanzas masónicas, sobre todo debido a que en esta época los científicos aún creían en la posibilidad de transmutar metales en oro, la noción de un posible Elixir de la Vida, al igual que otras creencias ocultas. Pero, por sobre todas las ramas de la ciencia, la que más interés atraía en la masonería fue la geometría, considerada como una parte esencial de la tradición masónica. El siglo XVIII marcó un nuevo comienzo para la masonería cuando cuatro logias londinenses se unieron en 1717 para formar la Gran Logia. En 1731 la Gran Logia de Pensilvania, la primera Gran Logia en fundarse en lo que serían los Estados Unidos de América, obtuvo su constitución. Para la década de 1730, la masonería en Inglaterra se había convertido en un pilar del establecimiento social y cultural. Ésta fomentaba un 5
espíritu de moderación, tolerancia y flexibilidad, y muchas veces colaboró mano a mano con la iglesia. Sin embargo, en 1751 hubo una ruptura cuando, en la Gran Logia, los llamados Antiguos se separaron de los Modernos.
Los primeros alegaban
representar más fielmente las costumbres, palabras secretas y rituales. Esta ruptura se sanó en 1813 cuando se formó la Gran Logia de Inglaterra. En la Europa católica se asoció la masonería con ideas anticlericales, anti estado y revolucionarias. Por otro lado, las revoluciones francesas y norteamericana fueron alimentadas de ideas masónicas. El siglo XIX trajo más cambios en la fraternidad. En Europa hubo más rupturas, especialmente entre los masones franceses y sus contrapartes británicos y americanos, sobre todo a partir de 1877. organización
exclusivamente
para
Lo que hasta ahora había sido una
hombres,
ahora
era
amenazada
por
el
reconocimiento francés de mujeres masonas. Por otro lado, la Gran Logia del Oriente de Francia comenzó a aceptar como iniciados a ateos. La Iglesia Católica, a través del Papa Clemente XII, se había opuesto a la masonería desde 1738. A través de la historia han habido muchos pronunciamientos papales, siendo los más importantes, luego del de Clemente XII, los de Benedicto XIV (Providas, 18 de mayo de 1738), Pío VII (Ecclesiam, 13 de septiembre de 1821), Leo XII (Quo graviora, 13 de marzo de 1825), Pío VIII (Encíclica Traditi, 21 de mayo de 1829), Gregorio XVI (Mirari, 15 de agosto de 1832), Pío IX (Encíclica Qui pluribus, 9 de noviembre de 1846; Alocución Quibus quantisque malis, 20 de abril de 1849; Encíclica Quanta cura, 8 de diciembre de 1864; Alocución Multiples inter, 25 de septiembre de 1865; Constitución Apostolicae Sedis, 12 de octubre de 1869; Encíclica Etsi multa, 21 de noviembre de 1873), Leo XIII 6
(Encíclica Humanum genus, 20 de abril de 1884; Praeclara, 20 de junio de 1894; Annum ingressi, 18 de marzo de 1902 (en contra de la masoneria italiana); Encíclica Etss nos, 15 de febrero de 1882; Ab Apostolici, 15 de octubre de 1890)1. Desde el 1738 los católicos están bajo pena de excomulgación por entrar o promover de cualquier forma las sociedades masónicas. Tan recientemente como en 1983, el Vaticano se pronunció otra vez en contra de la masonería en el documento Declaración sobre la masonería2 (Ver Anejo 2). Con el surgimiento de dictaduras en el siglo XX, la masonería enfrentó quizás su reto mayor.
En 1925 fue prohibida en la Italia fascista ya que se le acusaba de
conspiraciones para asesinar a Benito Mussolini. Cuando Adolf Hitler subió al poder en Alemania en 1933, todas las logias fueron eliminadas, y muchos masones enviados a campos de concentración; se estima que unos 200,000 murieron en el Holocausto. La masonería llegó a Puerto Rico en 1871 cuando el gobierno español permitió que entrara. La orden ya existía desde principio de siglo pero ese año (1871) se establecieron en nuestra isla, bajo la jurisdicción del Gran Oriente Nacional Español, varias logias. Más tarde fue reorganizada e incorporada a la jurisdicción de la Gran Logia de Cuba, la que tenía autoridad sobre las logias de Puerto Rico. El 11 de octubre de 1884 se estableció la Gran Logia Provincial de PR (provisional) bajo la iniciativa del Muy Respetable Hermano Santiago R. Palmer y bajo la jurisdicción de la Gran Logia de Cuba. Al siguiente año, 1885, la Gran Logia Provincial de PR pasó ser la Gran Logia
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New Advent Catholic Encyclopedia, s.v. “Masonry (Freemasonry)”, http://www.newadvent.org/cathen/09771a.htm#VIII (visto el 20 de abril de 2010) 2 Declaración sobre la masonería. La Santa Sede. http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19831126_declarationmasonic_sp.html (visto el 20 de abril de 2010)
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de Libres y Aceptados Masones de PR. Algunos masones puertorriqueños destacados y reconocidos son José de Diego, Luis Muñoz Rivera, José Celso Barbosa, Federico Degetau, Braulio Dueño, Eugenio María de Hostos, Segundo Ruiz Belvis, Ramón Emeterio Betances, Román Baldorioty de Castro, Manuel Fernández Juncos, Agustín Stahl, Ramón Marín Solá, Antonio R. Barceló, Cayetano Coll y Toste y Antonio Fernós Isern.
La composición de una lógica masónica Todas las Logias debidamente constituidas celebran sus trabajos, o Tenidas, en un local expresamente arreglado para este fin, denominado Templo. El mismo tiene la forma de un paralelogramo, orientado en dirección de Oeste a Este. El color de las paredes debe ser encarnado.
En su contorno se encuentran doce columnas
representativas de los 12 signos zodiacales, las cuales sostienen una bóveda azul adornada por estrellas. Por debajo del friso corre una cadena. Al Oriente se levanta un estrado sobre una gradería de cinco escalones. Este estrado está dividido del resto del salón por unos balaustres. En el centro del estrado, sobre dos escalones, se ubica el Trono del Venerable Maestro. El Trono está cobijado por una cortina en cuyo frente se destaca un Delta o triangulo con la letra hebrea yod. En el techo, sobre el Trono, se destaca la imagen del Sol. Delante del Trono, sobre el suelo y a una distancia prudente de las cinco gradas, se encuentra el Ara Sagrada rodeada de tres pequeñas columnas de diferentes órdenes arquitectónicos sosteniendo tres luces.
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En la plataforma de Oriente, junto a la balaustrada, se encuentran dos escritorios, uno frente a otro, para el Secretario y para el Tesorero. Frente al Ara Sagrada, entre ésta y las gradas que dan al Trono, se encuentran el Primer Diácono y el Maestro de Ceremonias. En la parte Sur del Templo se sienta el Segundo Vigilante, mientras que en el Oeste se sienta el Primer Vigilante. En el lado Occidental del Templo también se ubican el Guarda Templo Interior y el Guarda Templo Exterior.
Valores masónicos Durante el siglo 18 la masonería británica comenzó a reunirse en las tabernas. Ésta comenzó a emerger como una sociedad con fama de comelones y bebedores, con más énfasis en lo último. El liderazgo masónico se dio cuenta que había que buscar nuevos propósitos. La primera de estas virtudes fue la caridad, comenzando con los hermanos en necesidad, y luego gradualmente extendiéndose a las viudas e hijos del hermano masón para finalmente incluir a no masones también3. El otro propósito que idearon para sacarla un poco de la fama que tenía fue el concepto del auto mejoramiento constante a través de la práctica de la conducta moral, enseñada a su vez en la logia. Las lecciones se enseñaban por medio del simbolismo de las herramientas del oficio masónico, y expresiones masónicas tales como “en la escuadra” se hicieron parte del lenguaje propio masónico. Estos símbolos sacados de herramientas masónicas, símbolos morales, no eran parte de la masonería previo a que ésta se hiciera pública en 1717. De igual manera se vio en el símbolo de la 3
John J. Robinson, Born in Blood: the lost secrets of Freemasonry (New York: M. Evans & Company, 1989), 185.
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“piedra”. El neófito representaba la “piedra bruta”, sin pulir y acabada de sacar de la cantera; él debía usar las herramientas simbólicas morales para cortar, moldear y pulirse hasta convertirse en la “piedra perfecta”, lista para ocupar su lugar en el templo de Dios4. Estos dos nuevos elementos masónicos –caridad y moral –constantemente enfatizadas y monitoreadas, sacaron la masonería británica de las tabernas a lugares dedicados a construir valores y morales, llevando la masonería, a su vez, a una postura cuasi religiosa.
Cosas triviales y sin sentido fueron reemplazadas por himnos
masónicos, oraciones masónicas y música masónica5. La construcción de catedrales era parte de las construcciones medievales. Un pequeño porcentaje de gremios masónicos trabajó directamente en edificios sagrados, y estos perpetuaron una tradición mística que pasaron a otros pocos dentro de su propio grupo. Hay que notar que una catedral construida en el estilo romanesco o gótico era, en sí misma, una forma de instruir a la población general; incorporaba una representación de la mayoría del sistema metafísico tradicional occidental: La Nave representaba la Tierra El Coro representaba el Paraíso y el Purgatorio El Santuario representaba el Cielo. La Divinidad estaba presente en la persona de Cristo por medio del Misterio del Santo Sacramento. La Cortina que separaba la nave del coro permitía que se viera parcialmente lo que ocurría. 4 5
Ibid., 185-186. Ibid., 186
10
Los tres pasillos a los cuales se llegaba por tres puertas en la pared del Oeste, se extendía por todo lo largo de la catedral y sugería la idea que en la masonería se convierte en la Regla de Tres6. La masonería tiene mucha relación con valores bíblicos, por lo que erróneamente se ha pensado que es una religión. Sin embargo, su requisito primordial para membrecía tiene naturaleza religiosa. El candidato debe afirmar su creencia en un Ser Supremo monoteísta, y debe creer en la resurrección e inmortalidad del alma. La forma de percibir y adorar al Ser Supremo es asunto del individuo. En este asunto del concepto monoteísta la Iglesia Católica Romana ha tenido problemas ya que ésta reconoce solo al trino Dios de la Santísima Trinidad. Por otro lado, la masonería no hace mención de un diablo o Satanás; la misma reconoce que las fallas humanas son el resultado de sus propias fallas morales y no de un mal demoniaco que fuerza a vivir en el pecado en el cual se nació. La masonería se inclina a alentar al individuo a avanzar hacia la esperanza de la resurrección e inmortalidad a través del mérito personal y actos caritativos, ciertamente un concepto que molesta a ciertos credos cristianos que sostienen que la salvación no se logra por medio de la moral personal y las buenas obras, sino a través de la fe en Cristo7. Ha sido la práctica de la masonería desde hace mucho tiempo el aceptar como hermanos a hombres de diferentes creencias religiosas, especialmente no cristianos. Esto le ha propiciado a la masonería múltiples ataques.
Cuando la masonería en
Francia anunció en 1847 que la creencia en Dios ya no sería requisito para membrecía 6
W. Kirk MacNulty. Freemasonry: a journey through ritual and symbol. (New York: Thames & Hudson, 1991), 910. 7 Robinson, Born in blood, 255-256.
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y que aceptarían ateos en las logias francesas, fueron sancionados por la masonería británica y americana, rompiendo lazos hasta hoy. Básicamente se puede ver la actitud masónica hacia la religión como una enseñanza que permite que hombres de varias creencias religiosas se junten, y permanezcan juntos, en una sociedad fraterna8. Además de sus múltiples valores y enseñanzas con base en la religión judeocristiana, la masonería posee lo que llama las virtudes cardenales, a saber: fuerza, prudencia, temperancia y justicia9. Veámoslas más detalladamente. La fuerza nos ayuda a resistir la tentación y a enfrentar el peligro con espíritu y resolución. Esta virtud es igualmente distante de la imprudencia y cobardía10. La prudencia es considerada como el primer y más exaltado concepto que se nos enseña en la logia.
Se nos pide que nuestro corazón esté al tanto de sus
estatutos, ya que la prudencia es la regla de todas las virtudes. Es el camino que lleva a cada grado del decoro. La prudencia nos lleva a acciones dignas y nos ilumina por los caminos tenebrosos y oscuros de la vida11. A través de la temperancia se nos instruye a gobernar las pasiones y velar los deseos impropios12. La justicia constituye el cemento de la sociedad civil. Esta virtud constituye bondad real, y es representada como el estudio perpetuo del masón completo. Sin el
8
Ibid., 255-257. A Dictionary of Freemasonry: a History, Encyclopedia, and Dictionary all in one volume with 300 engravings, 1989, s.v.”Cardinal Virtues”. 10 Ibid., s.v. “Fortitude”. 11 Ibid., s.v. “Prudence”. 12 Ibid., s.v. “Temperance”. 9
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ejercicio de la justicia prevalecería la confusión universal, no habría igualdad y las relaciones sociales cesarían de existir13.
Albert Pike y Morals and Dogma Albert Pike es considerado un maestro y genio de la masonería en Norte América. Fue poeta, periodista, soldado, jurista y orador, aparte de su labor como filósofo y erudito en el campo de la masonería. Nació en Boston, Massachusetts, el 29 de diciembre de 1809. Profundizó en el derecho, dominando su historia y su filosofía. Luchó como soldado en la guerra con México y luego de la misma adoptó la causa indígena, sintiendo que se les estaba robando sus derechos. Pike se hizo Maestro Masón en la Logia Western Star No.1 de Little Rock, Arkansas, en julio de 1850, y desde el principio sintió fascinación por el simbolismo que ella contenía. Básicamente se desarrolló como masón dentro del Rito York, una de las dos ramificaciones mayores de la masonería, también conocida como Logia Azul. Cerca de 1852, conoció lo que era el Rito Escocés, el cual había llegado a los Estados Unidos en 1801, derivado de un Consejo Supremo constituido en Berlín en 1786. Fue entonces que Pike entró en el Rito Escocés un 20 de marzo de 1853, recibiendo sus grados 4-32, y el grado 33 en 185714. Para Pike la masonería era la moralidad fundada en la fe y enseñada mediante símbolos. No la veía como una religión, sino un culto en el que todos los hombres buenos se podían unir, con el único objetivo de beneficiar a la humanidad física, social 13
Ibid., s.v. “Justice”.
14
Albert Pike. Las enseñanzas de la masonería: una ayuda a la humanidad para cultivar la libertad, la Amistad y el carácter (Barcelona: Editorial Humanitas, S.L., 2001), 89-98.
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y espiritualmente y de servir de ayuda a los hombres para cultivar la libertad, la amistad y el carácter15. Pike opinaba que el bienestar de cada nación, como el de cada individuo, era uno triple: físico, moral e intelectual.
No se podía ser una nación o persona
estacionaria –o se avanzaba o se retrocedía. En eso estriba la felicidad y prosperidad de un pueblo, en avanzar en cualquiera de las tres áreas: física, moral e intelectual, a la vez16. Pike tenía en muy alta estima los valores masónicos y cómo estos debían ser aplicados a la vida individual del masón. En 1858, dictó una conferencia titulada Las Nocivas Consecuencias de las Escisiones y Disputas por el Poder en la Masonería, y de las Envidias y los Desacuerdos entre los Ritos Masónicos donde afirmó que al neófito iniciado se le instruye desde el principio a estar contento y comparar su condición con los miles con los que no cambiaría su fortuna o condición, no con los que están sobre uno17. El verdadero masón debe estar, y debe tener derecho a estar, contento consigo mismo; y puede estarlo sólo cuando viva, no para él solo, sino para otros que necesitan su ayuda y que reclaman su compasión. Otros valores que Albert Pike destaca en su obra, especialmente en este discurso, aquellos inherentes a los valores masónicos, son la generosidad, fidelidad, diligencia, honestidad, justicia y verdad18. La propia masonería, de acuerdo a Pike, enseña que se debe dedicar la vida a la liberalidad y la tolerancia; ésta está en contra del fanatismo y la persecución, política 15
Ibid., 98. Ibid., 11. 17 Ibid., 18. 18 Ibid., 20-22, 23, 25, 26, 29-30, 34, 37 16
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y religiosa; se dedica a la educación, la instrucción y la ilustración, y ataca el error, la incultura y la ignorancia19. Por otro lado, Pike advierte de aquellas cosas que el masón no debe apoyar. El masón no debe conspirar contra el gobierno civil, ni tampoco servir de propagandista fanático de ningún credo o teoría; no debe proclamar la masonería como enemiga general de gobernantes y reyes. La masonería no debe contraer alianzas enredadas con sectas de teóricos, soñadores o filósofos políticos20. Hacia 1871 el Rito Escocés era influyente y difundido ampliamente debido, en gran medida, a la energía y genio del liderato de Pike. Ese mismo año publicó Morals and Dogma, un voluminoso manual para la instrucción del Rito21. Esta obra fue preparada con el auspicio del Consejo Supremo del Grado 33, bajo la Jurisdicción del Sur de los EEUU. La misma contiene las charlas que en esa jurisdicción se dieron bajo el Antiguo y Aceptado Rito Escocés. Éstas eran leídas y estudiadas por los hermanos de la orden, directamente relacionadas a los rituales de los respectivos grados.
El libro va por todos los grados de la masonería
correspondiente al Rito Escocés (Grados 1 – 32). Desde el comienzo Pike dejó claro que las enseñanzas aquí plasmadas no eran sacramentales, ya que iban más allá de la moralidad hacia otros dominios del pensamiento y la verdad. El Antiguo y Aceptado Rito Escocés usa la palabra “dogma” en su verdadero sentido, como doctrina o enseñanza.
19
Ibid., 43. Ibid., 55. 21 Ibid., 100. 20
15
Para efectos de nuestro trabajo, veremos lo que Pike quiere destacar de los valores éticos masónicos enseñados en los primeros tres grados de la orden ya que estos son los grados básicos y más importantes de la fraternidad: Aprendiz (1˚), Compañero (2˚) y Maestro (3˚). Aprendiz (1˚) El trabajo del Aprendiz consiste en “desbastar la piedra bruta”, o dominar las pasiones y perfeccionar el espíritu. Al Aprendiz se le presentan tres herramientas de trabajo: el Cincel, el Mazo y la Regla de 24 pulgadas. El Mazo simboliza la fuerza del pueblo, regulada y dirigida por, y actuando dentro de, los límites de ley y orden, simbolizados por la Regla de 24 pulgadas. La Regla está dividida en 24 partes iguales, representando las 24 horas del día que repartimos en tres períodos iguales: 8 horas para el servicio de Dios y el de nuestros hermanos necesitados; 8 horas para las ocupaciones habituales y profanas; 8 horas para el descanso y el sueño. Sus frutos son la libertad, igualdad y fraternidad: la libertad regulada por la ley, la igualdad de derechos bajo la mirada de la ley y la hermandad con sus deberes y obligaciones.
Según el Catecismo del Grado de
Aprendiz, el trabajo de Aprendiz Masón consiste en tratar de dominar sus pasiones y perfeccionar su espíritu. Para esto utiliza el Cincel y el Mazo, símbolos de la razón y la tolerancia, para quitar toda aspereza que dan pie a las preocupaciones y vicios de la sociedad profana22. Parte de la logia se engalana con la Piedra Bruta y la Piedra Pulida. La primera simboliza la piedra tal y como sale de la cantera, en su estado tosco y natural. La 22
Liturgia del Grado de Aprendiz aprobada por la Gran Logia Soberana de L:. y AA:. MM:. de Puerto Rico, (Edición 1993), 54.
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segunda es la piedra preparada por trabajadores y lista para ser trabajada mejor por las herramientas de trabajo de los Compañeros. La Piedra Bruta también simboliza al pueblo como masa, tosco y desorganizado, mientras que la Piedra Pulida, símbolo de perfección, es el estado y los gobernantes que derivan su poder del consentimiento de los gobernados23. Este es el grado que enseña tres virtudes básicas de la masonería – Libertad, Igualdad, Fraternidad –simbolizando la vitalidad, espíritu e intelecto.24
Al
aprendiz masón se le presenta la masonería no como religión, sino como fraternidad que reconoce la importancia de la oración y la aspiración del alma hacia la Inteligencia Absoluta e Infinita, la Deidad Una y Suprema, caracterizada por el nombre de “Arquitecto”25. El Aprendiz aprende que el lugar de encuentro es la Logia, donde se encuentran masones que reciben apoyo, a su vez, de tres grandes columnas: Sabiduría, Fuerza y Belleza26. Es importante presentar estas tres virtudes desde el principio del peregrinar masónico, sobre todo porque son vistas como perfectas para todo, y nada puede sostenerse sin las mismas. Incluso, usando lenguaje arquitectónico, el apóstol San Pablo dice, “¿Acaso no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” (1 Corintios 3.16-17)27.
23
Albert Pike, Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry. (2010), Kindle edition, Locations 121-135. 24 Ibid., Location 141. 25 Ibid., Location 143. 26 Ibid., Location 169. 27 Ibid., Locations 170-171.
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El Aprendiz aprende a conocer las Tres Grandes Luces de la Masonería, por las cuales el masón debe guiarse: la Sagrada Biblia, la Escuadra y el Compás.
El
juramento del candidato siempre debe tomarse sobre el libro sagrado de su religión. La Biblia (o Libro Sagrado) es la regla y guía de nuestra fe. La Escuadra tiene un ángulo recto, formado de dos líneas rectas, y da forma a nuestros actos. El Compás trabaja con círculos y la trigonometría esférica, y significa que debemos circunscribir nuestros deseos y reprimir nuestras pasiones en nuestras relaciones con la humanidad. Las Luces del taller son el Venerable Maestro y los dos Vigilantes. Los dos Vigilantes representan al sol y la luna. El sol es el símbolo antiguo del poder que la deidad tiene en dar vida. Para los antiguos era la fuente de la vida. La luna era el símbolo de la capacidad pasiva de la naturaleza de producir. La luz y la vida, el sol y la luna, son simbolizados en cada logia por el Venerable Maestro y los Vigilantes. La labor de cada Venerable Maestro es impartir luz a los hermanos, a través de los Vigilantes. El Venerable Maestro se sienta en Oriente, y de allí parte la sabiduría que ilumina al taller.
El Primer Vigilante representa la Fuerza y el Segundo Vigilante
representa la belleza. Aquí vemos las tres fuertes columnas morales o simbólicas que sostienen la logia: sabiduría, fuerza y belleza. Las Joyas de la Logia son seis; tres son “movibles” y tres son “inmóviles”. Las movibles son la Escuadra, el Nivel y la Plomada; las inmóviles son la Piedra Bruta y la Piedra Lisa. La Escuadra inculca moral; el Nivel, igualdad; la Plomada, rectitud en la conducta28
28
Pike, Morals and Dogma, Location 327.
18
La masonería, según Pike, tiene su propio decálogo: 1. Dios es la Sabiduría Eterna, Omnipotente e Inmutable, la Inteligencia Suprema y el Amor Inagotable.
A Dios hay que adorarle, reverenciarle,
amarle y honrarle. 2. Nuestra religión debe ser el hacer el bien, no por deber sino por complacer a Dios. 3. Nuestra única guerra debe ser contra el vicio. No debemos hacerle a los demás lo que no quisiéramos que nos hagan. 4. Debemos honrar a nuestros padres, respetar y honrar a los ancianos, instruir a los jóvenes y proteger y defender a la niñez. 5. Hay que atesorar a la esposa y a los hijos, amar a la nación y obedecer sus leyes. 6. Nuestras amistades deben ser consideradas nuestro segundo yo. 7. Hay que evadir y huir de las amistades falsas; 8. Las pasiones no deben dominarnos. 9. Hay que escuchar mucho y hablar poco; hay que actuar bien y olvidar las ofensas; no se debe abusar de la fuerza o el poder. 10. Hay que estudiar para conocer al ser humano, buscar la virtud, ser justo y evitar la dejadez29 Pero por sobre todos los mandamientos está el siguiente: “Un nuevo mandamiento os doy: Que os améis unos a otros. El que dice que está en la luz y odia a su hermano, está todavía en tinieblas”30 Estas son algunos de los valores éticos inculcados en el Aprendiz masón. No solamente son para su propia vida, sino para elevar el nivel moral e intelectual de la sociedad.
29 30
Ibid., Location 347. Juan 13.34a; 1 Juan 2.9
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Compañero (2˚) Los estudios en el segundo grado son guiados por la razón, el amor y la fe. Albert Pike estipula que no discutimos las diferencias entre la razón y la fe, más bien pretendemos dominar cada una. Opinaba él que aún en los asuntos más ordinarios de la vida somos dominados más por lo que creemos que por lo que conocemos31. La razón no debe ser la única guía moral o política, opinaba Pike. El amor debe acompañar a la razón para excluir un poco el fanatismo, la intolerancia y la persecución. Por otro lado hay que tener fe en nosotros mismos, en nuestros pares y en nuestra gente porque si no nos desanimaríamos con los reversos de la vida y nuestro ardor se enfriaría a causa de los obstáculos. No debemos escuchar solamente a la razón. La fuerza viene mayormente de la fe y el amor y es gracias a estas que se alcanzan las mayores alturas morales32. En este grado el desarrollo intelectual –individual y colectivo --se representa con el mazo y el cincel, ya presentados en el grado de Aprendiz. Pike aprovecha este grado para afirmar que en cada credo, religioso o político, existen dos regiones: la dialéctica y la ética.
Cuando ambas se entremezclan
armoniosamente lo que surge es una disciplina perfecta. Existen cristianos dialecticos que también son infieles éticos, creyentes intelectuales pero ateos prácticos, etc.33 En la instrucción de este grado, Albert Pike aprovecha para ensenar acerca del orgullo, característica que él opina no debe ser la herencia que le dejemos a la humanidad.
Para esto sugiere la humildad, la cual debe morar con la fragilidad, y
31
Pike, Morals and Dogma, Location 541. Ibid., Location 568. 33 Ibid., Location 667. 32
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servir de expiación a la ignorancia, el error y la imperfección. Pike aprovecha para decirle al masón del segundo grado que no debe sentir demasiada ansiedad por lograr posiciones de poder y honor, no importa cuán capaz se sienta para servir. Es bueno sentir las bendiciones materiales, opina Pike, pero mejor es someterse a su pérdida sin sentir dolor. Las hazañas mayores no se hacen bajo la luz ni ante los ojos de las multitudes.
Todo esto es parte de la educación, y la misma comienza quemando
nuestros ídolos intelectuales y morales, los cuales son los prejuicios, nociones, presunciones, etc. Pero sobre todo hay que eliminar de nuestras vidas el amor por las ganancias mundanas34. Debemos aprender de la gente común si es que queremos adquirir sabiduría y hacer buenas obras. Miramos al ser humano, no por su fortuna, sino por los dones que la naturaleza le ha dado, y por el uso que éste les ha dado. Mirando al prójimo como igual, profesamos la igualdad en la Logia. Este grado también exhorta al compañero masón a valorar lo que se cataloga como las siente artes liberales y ciencias, a saber la Gramática, Retórica, Lógica, Aritmética, Geometría, Música y Astronomía35 Maestro (3˚) Albert Pike, al abundar un poco en el tercer grado, explica el significado que a través de las edades ha tenido el número tres. Los egipcios agrupaban a sus deidades en tríadas: Osiris, Isis y Horus. El cristianismo nos legó el Trino Dios. De igual modo,
34
Ibid., Locations 740-757 Liturgia del Grado de Compañero preparada por la Gran Logia Soberana de L:. y AA:. MM:. de Puerto Rico, (Edición 1997), 41 35
21
Platón nos dio el Pensamiento—Padre; la Materia Primitiva—Madre; y el Cosmos— Hijo. Las tríadas también se encuentran en la Cábala36. En este grado se enfatiza la moral como fuerza, una atracción magnética del corazón hacia la Verdad y la Virtud. Por otro lado, y no menos importante, el Honor y el Deber son los polos del masón. Si el masón pierde de vista estas virtudes, su vida puede naufragar. Este grado enseña que tener amor a la nación, al estado y al hogar es una fuerza de inmenso poder. Siendo el grado tres el mayor escalón adquirido en la masonería, Pike enfatiza la importancia de saber qué decir y cuándo decirlo, presentando la elocuencia como una fuerza importante. La misma debe ser utilizada para propósitos buenos –enseñar, honrar a los demás, dirigir e influenciar positivamente. El grado de maestro masón le presenta al candidato las tres grandes fuerzas morales: fe, esperanza y caridad. La fe es la única verdadera sabiduría; la esperanza es fuerza; y la caridad es belleza. Éstas están al alcance de todo ser humano, y su ejercicio y práctica influenciarían inmensamente al mundo37.
Quizás dando más
énfasis a esto último, Pike afirma lo siguiente: La masonería aspira ser esta guía beneficiosa, no ambiciosa y desinteresada…Con fe en el hombre (sic), esperanza en el futuro de la humanidad y amor hacia el prójimo, la masonería y el masón deben siempre trabajar y enseñar38.
36
Pike, Morals and Dogma, Location 1590. Ibid., Location 1659. 38 Ibid., Location 1734. 37
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Ya al concluir su explicación del Grado de Maestro, Pike resume de la siguiente manera: La masonería, como todas las religiones, misterios antiguos, hermetismo y alquimia, esconde sus secretos de todos, excepto de sus adeptos y sabios, utiliza explicaciones falsas e interpreta erróneamente sus símbolos para engañar a los que merecen ser engañados; para esconder la Verdad (Luz) de estos mismos, y apartarlos de la misma. La Verdad no es para aquellos indignos o no aptos a recibirla, ya que podrían pervertirla39.
Paralelismo entre valores masónicos y valores bíblicos Muchos textos bíblicos que contienen palabras, frases, caracteres, eventos y lugares están asociados a la masonería y a los valores que ésta inculca. Es por esta razón que deseamos presentar algunos de los muchos valores bíblicos que tienen mención y propósito en la masonería. Nombraremos los valores, en ocasiones con alguna descripción que nos lo ubique en la masonería, y daremos las citas bíblicas que los sustentan. Para lograr esto estaremos utilizando la Holy Bible: Masonic Edition40. Amonestación – Cuando un masón amonesta a otro hermano, debe hacerlo en amor fraternal, no con orgullo ni aspereza. El propósito y forma en la cual se debe amonestar a un hermano se encuentra en Romanos 15.4, Colosenses 3.16 y 2 Tesalonicenses 3.15.
39 40
Ibid., Location 1909. Holy Bible: Masonic Edition (Wichita, Kansas: Heirloom Bible Publishers, 1988), 31-66.
23
Amor Fraternal –En la fraternidad masónica se ven los grandes principios de la Orden: Amor Fraternal, Auxilio (ayuda) y Verdad.
Las formas de practicar estos
principios son detalladas en palabras e ilustradas en símbolos.
Las enseñanzas
masónicas del amor fraternal son enfatizadas a través de todo el ritual y son consideradas más que unos principios abstractos. Algunos textos que sustentan el amor fraternal son Éxodo 23.4, Deuteronomio 10.19, 1 Samuel 18.1, Proverbios 18.2324, Hebreos 13.1 y 1 Juan 4.19-21. Caridad –Así como el apóstol Pablo evalúa las tres virtudes esenciales del cristianismo –fe, esperanza y caridad –la masonería ubica la caridad en el tope de su escalera mística. La interpretación masónica de la caridad es más amplia, profunda y alta que la mera ayuda al pobre y destituido; además de incluir dicha ayuda, su significado más profundo es amor. La Biblia afirma esto en 1 Corintios 8.1; 13.1-13 y 2 Timoteo 2.22. Carnalidad –La masonería, aunque reconoce las debilidades carnales humanas, enseña moderación, auto control, templanza y regularidad en todas las relaciones. Algunos textos bíblicos que sustentan esto son Génesis 2.19-25; 3.19; 4.1, Proverbios 23.1-2 y Romanos 8.5-6. Celo –A los masones operativos se les requería servir a sus maestros con “libertad, fervor y celo”.
Solamente así podían servirle bien, laborando con gusto,
apasionada y celosamente. Más tarde, en la masonería especulativa, esta misma frase comenzó a utilizarse durante la iniciación al grado de Aprendiz.
Sin embargo, estas
virtudes debían ser puestas en práctica al servir al Gran Arquitecto del Universo, promoviendo la moral y la felicidad entre los demás. 24
Confianza en Dios –Cada candidato debe declarar, antes de su iniciación, su confianza en Dios, reconociendo así desde el comienzo el carácter religioso de la Orden y al mismo tiempo declarándose en contra de la admisión a infieles, agnósticos y deístas.
La Biblia nos da algunos ejemplos de testimonios de confianza en Dios,
particularmente en tiempos de necesidad o pruebas: Salmo 56.11-13; 91.1-16 e Isaías 26.3-4. Conocimiento –La masonería valoriza mucho la adquisición de conocimiento. El mismo es representado por la luz, mientras que la ignorancia por la oscuridad. El masón aspira en todo momento, durante toda su vida, “buscar más luz”. El valor del conocimiento y nuestro deber en buscarlo lo leemos en múltiples textos, pero destacaremos a Proverbios 8.10 y 22.17. Contención –La masonería reconoce el derecho a discrepar en opiniones, pensamiento y acciones. Pero, toda fricción, partidismo, cismas y disensiones son prohibidos en la Orden. La masonería enfatiza la unidad y la solidaridad. La Biblia advierte contra la fricción y la contención en las relaciones fraternas y da direcciones para prevenir y corregir estos males: Mateo 5.23-24, Marcos 3.24-25, 1 Corintios 3.3-4; 12.14-26 y Santiago 4.11. Chismorreo –Los principios masónicos prohíben toda forma de rumor, intromisión, difamación y calumnia.
Algunos textos bíblicos que afirman este valor
masónico son Salmo 15.1-3, 2 Tesalonicenses 3.11-12, 1 Timoteo 3.13 y 1 Pedro 4.15. Discreción –Para la masonería, el recato es un deber.
Se exhorta a ser
cuidadoso en las palabras y actos para que el extranjero no pueda descubrir lo
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impropio en uno. El deber de la circunspección o recato es enfatizado en los siguientes textos: Éxodo 23.13 y Efesios 5.15. Esperanza –En la escalera masónica, la esperanza ocupa el segundo escalón y es precedida por el requisito fundamental de la fe en Dios. Algunos textos bíblicos que afirman la importancia de la esperanza son Hechos 24.15, Romanos 8.24-25, Hebreos 6.19 y 1 Juan 3.3. Estafa –La ética masónica demanda honestidad y el trato igual entre todos los seres humanos, similar a la Ley Mosaica. Está estrictamente prohibido el que un masón defraude a otro masón. La Ley Divina nos advierte en contra del fraude: Levítico 19.13 y Deuteronomio 24.14-15. Fe –En la escalera mística de la masonería, la fe ocupa el primer escalón. Para pertenecer a la Orden se requiere una fe en Dios, y tal fe es enfatizada en todos los grados. La Biblia enseña que la fe es precursora de otras virtudes nobles y la base para el verdadero carácter y servicio: Hebreos 11.6, Romanos 10.9-10, Hechos 15.8-9. Fidelidad –A todo masón se le requiere fidelidad a la Orden y a la fraternidad. Un siervo fiel mantiene sus votos, es diligente en su mayordomía, fiel a su maestro y leal al enfrentar pruebas y tentaciones: Eclesiastés 5.4-5, Deuteronomio 7.9, 1 Reyes 8.56, Mateo 25.14-23 y Lucas 12.42-44. Fortaleza –Una de las principales bases de la Logia es la fortaleza: sabiduría para hacer; Belleza para adornar; y Fortaleza para apoyar y mantener. Estas tres virtudes son esenciales para cualquier envergadura grande e importante.
La
masonería, como organización basada en símbolos arquitectónicos, simboliza la fortaleza con la columna dórica. De todos los órdenes arquitectónicos, éste es el más 26
sólido. Además, es simbolizado por el puesto de Primer Vigilante ya que su labor es fortalecer y apoyar la autoridad del Venerable Maestro. Por último, es simbolizado por la figura de Hiram-abi, hijo de una viuda de Tiro porque gracias a los materiales y mano de obra que él suplió, pudo fortalecer y apoyar a Salomón en la construcción del Templo. Fuerza –Esta es una de las cuatro virtudes cardinales. La masonería enseña que la fortaleza genuina no se estremece ante el peligro ni desaparece ante el sufrimiento. Algunos textos donde se puede ver la práctica de la verdadera fortaleza del ser son Daniel 3.1-30 y 6.1-28.
Cuando el Aprendiz inició su peregrinar, fue
colocado entre las dos columnas del templo masónico.
Estas representan las
columnas descritas en 1 Reyes 7.21, que a su vez representan la fuerza de Dios: Jaquín (Jehová establecerá, afirmará) y Boaz (En la fuerza de Jehová se alegrará el rey). Guerra –Las instituciones de la masonería no son ni políticas ni nacionales. El masón debe ser un ente pacifico y no inmiscuirse en complots y conspiraciones que vayan en contra de la paz y bienestar nacionales. El masón debe ser un patriota; debe amar a su país con todo su corazón, servirle fiel y alegremente, tomar parte activa en asuntos civiles y obedecer sus leyes. Durante tiempos de guerra debe apoyar su honor y defenderla de ataques enemigos. El masón lucha por la victoria, como cualquier soldado patriótico. Cuando se obtiene la victoria, el enemigo conquistado sigue siendo su hermano. Pero, la Logia Masónica no tiene nada que ver con la guerra y entre sus paredes nunca se debe escuchar el estruendo de la batalla, ni el clamor de venganza,
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ni el grito de victoria.
Los principios y dogmas masónicos enseñan el amor y la
fraternidad. Humildad –El ritual masónico enseña que todos los miembros deben mantenerse libres de orgullo y arrogancia. El primer paso hacia la adquisición de la verdad es la humildad mental y el deseo del conocimiento: Proverbios 16.19; 18.12, Lucas 14.2; 18.13-14 y Romanos 12.3-8. Inmoderación –La masonería considera la intemperancia como totalmente incompatible con el verdadero carácter masónico. La indulgencia habitual en la bebida puede llevar incluso a la expulsión.
La Biblia es clara en los peligros de la
inmoderación y da varias advertencias, sobre todo de parte de Dios, en torno al consumo de bebidas embriagantes: Proverbios 23.19-35, Romanos 13.13 y Efesios 5.18. Inocencia –Desde tiempos inmemorables, el cordero ha sido considerado como el símbolo de la inocencia.
A los masones se les requiere perseguir la inocencia
perfecta en todas las relaciones de la vida, pero sobre todo en su conducta masónica. Por tanto, su mandil (delantal) masónico en un principio estaba confeccionado de piel de cordero, blanca y pura.
En Isaías 53.4-9, vemos el cordero como símbolo de
inocencia y pureza. Intolerancia –La tolerancia es uno de los baluartes de la masonería.
La
universalidad y el amor fraternal son principios fundamentales en la Orden; por tanto, su opuesto es la intolerancia. La masonería está libre de todo sectarismo y se opone a la intolerancia religiosa de cualquier tipo. Los grados 3 y 10 del Rito Escocés enfatizan fuertemente la doctrina de la tolerancia, y las Sagradas Escrituras denuncian la 28
estrechez religiosa, los prejuicios, celos e intolerancias en Números 11.28-29, Isaías 65.5, Marcos 9.38-40, Lucas 9.49-50 y 2 Corintios 10.12. Justicia –La justicia es otra de las virtudes cardinales.
Su práctica es
fuertemente inculcada ya desde el comienzo en el Primer Grado. Al Aprendiz se le solicita preservar una posición recta en todos sus negocios; nunca debe dejar de actuar justamente, ni para él ni para los demás. Esta es la piedra angular sobre la cual el masón debe construir su vida ética y moral. El símbolo masónico para la justicia es un hombre con sus pies firmemente en el suelo y su cuerpo erecto. La Biblia nos habla de justicia en muchos textos, pero quisiéramos destacar los siguientes: Proverbios 21.3, Jeremías 22.15 y romanos 13.7. Labor –La historia nos relata que los masones operativos trabajaron en la construcción de edificios materiales. Luego, los masones especulativos tomaron la masonería operativa y a la adaptaron a la construcción de virtudes, valores y la moral. Toda instrucción masónica –a través de ritos, ceremonias, charlas y símbolos –tiene como fundamento la construcción del verdadero carácter usando la moral, la ética y la labor espiritual; esta última es altamente recomendada en Proverbios 10.16 y 2 Corintios 5.9. Lealtad al gobierno –Entre las primeras enseñanzas que se le da al Aprendiz está el siguiente requisito: “Como parte del Estado, debes ser un sujeto callado y pacífico, fiel a tu gobierno y justo a tu país, no promoviendo la infidelidad o la rebelión, sino el sometimiento paciente a la autoridad legal y la conformidad alegre al gobierno del país donde vives”.
En todos los grados sucesivos este concepto de lealtad y
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fidelidad es reforzado y enfatizado. La lealtad a Dios y al gobierno es ensenada como principio bíblico, pero destacamos a Esdras 7.26 y Tito 3.1. Ley Moral –Como expusimos anteriormente, “un masón está obligado a obedecer la ley moral”. Para los masones que profesan la religión judía o cristiana, esto es abarcado en la Ley Mosaica, pero su requisito comprende también la ley natural la cual es parte de la voluntad de Dios. Libertad –Un fundamento masónico es tener libertad de pensamiento, palabra y acción dentro de los límites cívicos, políticos y de conciencia. La verdadera religión se caracteriza por tener, como elementos esencial, la libertad.
En la Biblia, ésta se
proclama en la Ley y en Cristo, y es consecuencia de la Verdad: Levítico 25.10, Lucas 4.18, Juan 8.32 y 36 y Romanos 8.21. Libertino –Cuando se dice “Un masón está obligado a obedecer la ley moral, y cuando él comprende correctamente este arte, nunca se convertirá en un ateo estúpido ni en un libertino irreligioso”, el término “libertino” se usa como “libre pensador, Deísta” y no en el sentido de una persona licenciosa, a pesar de que la masonería condena esta última. Hechos 6.9 denuncia a las personas libertinas. Manos Limpias –Como en toda religión, el símbolo de manos limpias significa la pureza. La pureza es vista como atributo de la actitud correcta de acercarse a Dios, como vemos en Job 17.9, Salmo 24.3-6 y 1 Timoteo 2.8. Moral –La masonería es definida como un “sistema moral”. ¿Por qué? Porque los principios que la misma inculca harán del hombre que los obedezca un hombre virtuoso. Todos los símbolos y principios masónicos apuntan a una alta conducta moral en todas las relaciones de la vida (Isaías 1.14-17). 30
Obediencia –En la masonería se reconoce la autoridad de la Logia y sus oficiales.
Toda tendencia déspota es observada y la obediencia a las autoridades
civiles es también inculcada. La Palabra de Dios inculca la obediencia, sobre todo en Números 14.24, Hebreos 13.7 y 1 Pedro 2.11-25. Obligación –La promesa que un masón hace al ser admitido a la Orden técnicamente es llamada su obligación. Ésta es una moral y no puede ser reforzada en las cortes legales; la misma nos ata a nuestra conciencia. La Obligación Masónica varía en cada grado, pero cada una es perfecta. Cada obligación consiste en ciertas tareas prescritas, y cada una es afirmativa o negativa (algunos actos se hacen o se prohíben). Paciencia –A cada masón se le exhorta a practica esta noble virtud, con la seguridad de recibir, en su momento, la recompensa. Paz –El espíritu masónico es antagónico a la guerra. Sus principios son de hermandad a toda la humanidad y aspira a promover el bien y las relaciones pacíficas entre los gobiernos del mundo. Solamente cuando la libertad humana peligra la masonería entonces reconoce lo justo de los conflictos nacionales. La Biblia nos dice que la paz internacional llegará gracias al reinado del Príncipe de Paz: Isaías 2.4, Salmo 46.9, Lucas 2.1-20, 1 Timoteo 2.2. Regla de Oro –Esta sublime y única regla de conducta que dicta la relación entre seres humanos, mencionada y practicada por Jesucristo, tiene un alto sitial en las enseñanzas masónicas. Podemos ver la misma en Mateo 7.9-12 y Lucas 6.27-28. Reprimenda –Este es el castigo más bajo que se puede llevar a cabo en una logia masónica. El mismo se da en privado, o antes de la tenida (reunión) en Logia. La 31
reprimenda se da primero por carta escrita por el Venerable Maestro y el castigo se impone cuando los cargos se hayan hecho y por medio de una mayoría de votos. El estatus de su membresía no se afecta por una reprimenda. Esta práctica es vista en Lucas 17.3, Proverbios 25.12 y Salmo 141.5. Reverencia a Dios –La masonería lleva a cabo unas ceremonias y rituales donde se exige el mayor respeto, reverencia y humildad, sobre todo al usar cualquiera de los títulos de la Deidad. A Dios se le reverencia y adora en espíritu y en verdad, y a los masones se les enseña mantener esta actitud en sus vidas (Éxodo 20.3-7). Riñas–Está prohibido traer a la Logia cualquier tipo de riñas, y mucho menos relacionadas a religión o política. Tito 3.2 y Colosenses 3.13 nos dan instrucciones relacionadas a las riñas. Sabiduría –La sabiduría es simbolizada por el Este, el lugar de la luz representada por el Venerable Maestro. Un personaje muy mencionado es el Rey Salomón, reconocido como el hombre más sabio de la historia.
En las Sagradas
Escrituras la sabiduría salomónica se ve en 1 Reyes 4.30-32; la sabiduría del Señor como fundamento de la tierra, en Proverbios 3.19; y la fuente de toda sabiduría en Santiago 1.27.
Albert Pike consideraba que la Sabiduría, el Poder y la Armonía
constituían una triada masónica41 Secreto y Silencio –Estas dos virtudes constituyen la esencia de la masonería. Las mismas salvaguardan la Orden y son reforzadas por medio de símbolos, ceremonias especiales y amonestaciones frecuentes en todos los grados. Al practicar el secreto, la masonería sigue los principios existentes en todos los misterios antiguos y 41
Pike, Morals and Dogma, Location 180.
32
sistemas de adoración. Todos los misterios, símbolos, leyendas, principios y rituales en la masonería son guardados secreta y silenciosamente, pero todos son del más alto moral y ético carácter, y en muchos casos profundamente religiosos y espirituales. Las leyes secretas masónicas no son contrarias a la ley de Dios ni del estado, no son inmorales, pecaminosas ni criminales.
Sorprendentemente, la Biblia recomienda el
secreto y el silencio como virtudes encomiables que contribuyen tanto a la seguridad como a la perpetuidad, a saber en Proverbios 17.28; 25.9 y Eclesiastés 3.17. Temperancia –La temperancia es una de las cuatro virtudes cardinales inculcadas en el primer grado. La obligación masónica y sus principios no requieren abstinencia total, más bien moderación. Quizás uno de los ejemplos más obvios de la tolerancia se puede ver en mosaico pavimentado de la logia –el piso cuadriculado. El mismo está pintado de negro y blanco y, según Albert Pike, representa los principios del bien y el mal de los credos egipcios y persas, además de la guerra entre Miguel y Satanás, los Dioses y los Titanes; la luz y las tinieblas; día y noche; libertad y despotismo; libertad religiosa y dogmas arbitrarios42 Tolerancia –Una de las enseñanzas más básicas de la masonería es la tolerancia religiosa y política. Para entrar a la Orden el único requisito es la creencia y confianza en Dios, y la obediencia al código moral y recto de la misma. En la Logia se prohíben las opiniones políticas o dogmas religiosos. En la hermandad masónica se unen hombres de diferentes nacionalidades, razas, afiliaciones religiosas y opiniones políticas.
42
Pike, Morals and Dogma, Location 296.
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Tradición –La masonería practica dos tipos de tradiciones: 1) Aquella que relata eventos, históricos y probados o legendarios (usados para las enseñanzas alegóricas y simbólicas; y 2) aquella que se refiere a costumbres y usanzas de la Orden, sobre todo en asuntos relacionados a los rituales. Estas tradiciones constituyen la ley no escrita de la masonería, transmitidas por tradición oral.
Éstas deben ser preservadas y
transmitidas en la forma Antigua y Aceptada, sin alteración o modificación. Unidad –La masonería reconoce ciertos derechos inalienables que nos permiten tener diversas opiniones en muchos asuntos vitales. Por otro lado se reconocen los muchos prejuicios existentes fuertemente imbuidos en muchas mentes humanas. Estos deben ser trabajados con espíritu generoso y por medio de esfuerzos continuos de iluminación. El verdadero amor fraternal se cultiva y se crea una comunidad de hermandad que se mantiene en todo momento. Los asuntos masónicos deben estar libres de toda discordia, conflicto, celos, discusiones vanas y rencores personales. Los ideales cristianos de unidad son aceptados como ideales esenciales dentro de la masonería, así como los vemos en el Salmo 133.1-3, Juan 17.20-21 y Efesios 2.10-14. Unidad de Dios –La masonería rechaza tanto la ceguera atea y la locura politeísta. En el Oriente de la Logia, sobre el Venerable Maestro, podemos ver la letra hebrea yod. En las logias americanas y británicas la letra G es sustituida por la yod, como inicial de la palabra GOD. Yod, en la Cábala, es el símbolo de la unidad, de la Deidad Suprema, la primera letra del Santo Nombre, de las Grandes Triadas Cabalísticas43
43
Ibid., Location 310.
34
Verdad –El verdadero fin de la Orden, desde el punto de vista religioso y filosófico, es la búsqueda de la Verdad, representada por la Luz pero aún más por la Palabra.
La Verdad, representada por la Palabra es, en su máxima expresión, el
conocimiento de Dios. Jesucristo es la Verdad; conocer la Verdad implica conocerle a Él, y eso nos hace libres (Juan 8.31-32; 14.6; 17.17 y 2 Juan 1.4). Virtudes Cardinales –La masonería promueve cuatro virtudes cardenales, y éstas son las virtudes preeminentes y principales sobre las cuales las demás giran. Ya desde el Primer Grado se enseñan que son las siguientes: temperancia, fortaleza, prudencia y justicia (veremos cada una individualmente). Albert Pike, al hablar de las virtudes cardinales, las consideró tan necesarias para las naciones como para los individuos. Las personas que deseen ser libres e independientes deben poseer sagacidad, cautela, previsión y recato, todo esto incluido en la prudencia.
Deben ser
temperados a la hora de afirmar sus derechos, temperados en sus concejos, económicos en sus gastos; deben ser valientes y valerosos ante los desastres, con esperanza ante las calamidades44
Conclusión Nuestro propósito con este trabajo ha sido evaluar los valores éticos propios de la masonería, y ver cómo éstos guardan relación con los valores éticos cristianos bíblicos.
Además, nuestro fin ha sido el haber dado más luz sobre los principios
masónicos y cómo éstos son compatibles con los valores éticos cristianos bíblicos. Hemos logrado nuestro cometido usando la ética relacional la cual Ismael García, en su 44
Pike, Morals and Dogma, Location 420.
35
Introducción a la ética cristiana, define como aquella que sostiene que “ni las características internas de nuestras acciones, ni sus consecuencias son las que determinan la moralidad de nuestras acciones. Más bien, la moralidad de nuestras acciones consiste en expresiones personales de amor, solidaridad y cariño mutuo”. De esto mismo se trata la masonería: de vivir en amor y solidaridad con la humanidad, expresiones relacionales encontradas en todo el canon bíblico. La masonería, por ser una organización fraterna que nació del ambiente eclesiástico, no es incompatible con los valores bíblicos ya que la misma bebe de la fuente de las Escrituras para formar su andamiaje ético y moral.
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Anejo 1 Algunos textos bíblicos relacionados a simbología masónica. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Génesis 4.22 Jueces 12.6 Rut 2.1 1 Samuel 2.8b 1 Reyes 7.13-22 2 Reyes 21.13ª 1 Crónicas 28.19 2 Cronicas 2.13-14 2 Cronicas 3.15-17 2 Cronicas 4.11 Salmo 33.18 Salmo 118.22 Salmo 133 Proverbios 15.3 Eclesiastés 12.1-7 Jeremías 34.18-19 Ezequiel 43.2 Amós 7.7-8 Zacarías 1.16 Zacarías 4.10b Mateo 7.7 Marcos 12.10 Lucas 11.9 Lucas 20.17 Juan 1.5, 9 Juan 8.32 1 Corintios 3.10-17 1 Corintios 6.19 2 Corintios 6.16 Hebreos 11.10 1 Pedro 2.5
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Anejo 2 DECLARACIÓN SOBRE LA MASONERÍA
Se ha presentado la pregunta de si ha cambiado el juicio de la Iglesia respecto de la masonería, ya que en el nuevo Código de Derecho Canónico no está mencionada expresamente como lo estaba en el Código anterior. Esta Sagrada Congregación puede responder que dicha circunstancia es debida a un criterio de redacción, seguido también en el caso de otras asociaciones que tampoco han sido mencionadas por estar comprendidas en categorías más amplias. Por tanto, no ha cambiado el juicio negativo de la Iglesia respecto de las asociaciones masónicas, porque sus principios siempre han sido considerados inconciliables con la doctrina de la Iglesia; en consecuencia, la afiliación a las mismas sigue prohibida por la Iglesia. Los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas se hallan en estado de pecado grave y no pueden acercarse a la santa comunión. No entra en la competencia de las autoridades eclesiásticas locales pronunciarse sobre la naturaleza de las asociaciones masónicas con un juicio que implique derogación de cuanto se ha establecido más arriba, según el sentido de la Declaración de esta Sagrada Congregación del 17 de febrero de 1981 (cf. AAS 73, 1981, págs. 230-241; L’Osservatore Romano, Edición en Lengua Española, 8 de marzo de 1981, pág. 4). El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en la audiencia concedida al cardenal Prefecto abajo firmante, ha aprobado esta Declaración, decidida en la reunión ordinaria de esta Sagrada Congregación, y ha mandado que se publique. Roma, en la sede de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, 26 de noviembre de 1983. Cardenal Joseph Ratzinger Prefecto
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Bibliografía estratificada 1. Diccionarios Macoy, Robert. A Dictionary of Freemasonry: a History, Encyclopedia, and Dictionary all in one volume with 300 engravings. New York: Gremercy Books, 1989. 2. Textos clásicos de la masonería Pike, Albert. Las enseñanzas de la masonería: una ayuda a la humanidad para cultivar la libertad, la Amistad y el carácter. Barcelona: Editorial Humanitas, S.L., 2001. ___________. Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry. 2010. Kindle edition. Holy Bible: Masonic Edition. Wichita, Kansas: Heirloom Bible Publishers, 1988 Liturgia del Grado de Aprendiz aprobada por la Gran Logia Soberana de L:. y AA:. MM:. de Puerto Rico, Edición 1993. Liturgia del Grado de Compañero preparada por la Gran Logia Soberana de L:. y AA:. MM:. de Puerto Rico, Edición 1997. Liturgia del Grado de Maestro preparada por la Gran Logia Soberana de L:. y AA:. MM:. de Puerto Rico, Edición 2001. MacNulty, W. Kirk. Freemasonry: a journey through ritual and symbol. New York: Thames & Hudson, 1991. Newton, Joseph Fort. Short talks on Masonry. Richmond, VA: Macoy Publishing & Masonic Supply Company, Inc., 1969 Robinson, John J. Born in Blood: the lost secrets of Freemasonry. New York: M. Evans & Company, 1989. 3. Revistas profesionales y bases de datos en la Red New Advent Catholic Encyclopedia http://www.newadvent.org/cathen/09771a.htm La Santa Sede. Declaración sobre la Masonería http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_198 31126_declaration-masonic_sp.html La Santa Sede. Plenaria 2004 http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/cultr/documents/rc_pc_cultr_200316 06_doc_ii-2003-ple_en.html 39