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Recursos Humanos
llave a la utopía y nosotros nos quedamos fuera, no clamemos por un poco de la gloria. Hoy más que nunca algo quedará claro, o la tecnología previene el estancamiento humano o el estancamiento humano provoca el desarrollo de mayor tecnología.
Para quien escribe, ni la IA ni los paripatéticos “regresos” a rituales ancentrales hipsterizados son la solución. Sin duda, hoy más que nunca, la clave está en un cambio estructural profundo, no solo en la manera de pensamiento, educación y oportunidades para todos, sino en el destino que las empresas y empresarios queremos darle al ser humano y a la marca indeleble que dejó en sus vidas.
Martin Heidegger en “La pregunta por la técnica”, entre otras muchas cosas, defendía que la técnica y la tecnología, jamás son neutrales. No podemos simplemente afirmar que “la tecnología no desplaza al hombre, es lo que hace el hombre con ella lo que lo desplaza”, sería lavarle las manos a quienes la desarrollan y dejar todo en manos de los usuarios.
Pero las cosas no funcionan así, la esencia misma de la tecnología es que cambia nuestra manera de ver el mundo, cambia nuestra manera de relacionarnos y la tecnología nunca es neutral moralmente. La tecnología de hecho resignifica nuestras relaciones, cambias las dinámicas de poder, produce nuevas ópticas con las cuales podemos ver la esencia no sólo del mundo, sino tambien la propia. Antes de los muchos abusos de poder que tememos han pasado ya en los centros de trabajo, situaciones incluso impensables para ella misma.
Heidegger nos recalca una y otra vez la no neutralidad de la tecnología y cómo ella acaba instrumentalizando incluso al ser humano para perpetuar sus fines. En este proceso de instrumentalización de la tecnología, se tiende a ver al mundo entero como una reserva de recursos en nombre del desarrollo del progreso, y esto es en verdad peligroso, porque el ser humano podría seguir siendo a la vez capital y recurso.
Piensen por un segundo, el desarrollo de una inteligencia tan poderosa como esta es para que sea más eficiente que el ser humano y todo cueste menos, su naturaleza es la Eficiencia, Utilitariedad y Productividad, ello conlleva un potencial desolador para el cual definitivamente no estamos listos. No podemos callar, no podemos olvidar lo que las distintas revoluciones industriales han provocado, para bien y para mal.
Es nuestra resposabilidad, por que todo lo que es podría dejar de serlo y dejaría de existir, como si cortármos el tiempo. Hagámonos resposables de lo que puede nunca llegar a ser. Pero bueno, para qué adelantar vísperas, si aún encontramos plagadas las oficnas de RRHH con profesionales que no saben gran cosa de Compliance, Perspectiva de Género o Inclusión, ni hablar de Inteligencia Artificial.