Curso “mi sombra y yo” Mariano Dolci Anotaciones
Analizará el tema desde distintos puntos de vista o La sombra en la Humanidad o La sombra en la infancia o La sombra en la escuela (Aquí adelanta que el rol de la educadora no es tanto enseñar como potenciar lo que está descubriendo el niño o la niña). Sobre la relación entre el niño y su propia sombra no hay mucho escrito, frente a la extensa producción que existe con la relación entre niño y espejo. Además los estudios de psicología aportan ideas generales, medias, o refieren a estudios de niños individualizados. Ahora la mayoría de los niños se socializan entre iguales desde edades tempranas.
La sombra en la Humanidad Existen conceptos “universales” sobre las sombras, así como percepciones muy locales. Por ejemplo, el miedo a que la sombra no se pegue a los pies en los indios americanos, o entre los franceses, miedo a no ver la cabeza de tu sombra en la noche de San Juan, no salir de casa a mediodía en Centro-África, pues supone desprotección, no hay sombra,… La sombra se asocia al alma. Los espíritus no tienen sombra. La sombra tiene que ver con la construcción de la identidad. Hipótesis: el origen de la pintura puede estar en señalar con el dedo en la arena la sombra de un compañero. La sombra es la esencia de una presencia, la presencia de una esencia. Establece una relación bidireccional entre la física y la metafísica. A la sombra debemos también el conocimiento del transcurso del tiempo. Ejemplo: Tales, cálculo de la altura de una pirámide.
La linterna mágica cuestiona la geometría euclidiana. La sombra estimula la parte derecha e izquierda del cerebro, la lógica y la imaginación. En Educación, deberíamos separar lo más tarde posible la estética de la racionalidad.
La sombra en la infancia Para algunos autores la sombra no aparece en los dibujos de los niños hasta los 9 años. Pero su comprobación es que los niños acostumbrados a trabajar con su sombra la reflejan en sus dibujos. Se cuestiona el egocentrismo de Piaget porque pone ejemplos donde los niños fueron capaces de ponerse en lugar del sol para dibujar su propia sombra. Son necesarios los estudios que reflexionen sobre la génesis de la relación del niño con su sombra, al igual que tenemos conocimiento de los estadios del niño frente al espejo. ¿Qué impresión supone al niño descubrir su propia sombra? Verse en el espejo supone resolver una paradoja: “la imagen que se refleja es la representación del yo”. Según las observaciones realizadas por M. Dolci con maestras de Reggio, hacia los 14 meses los niños saben que la sombra que ven es suya. ¿Es este el nacimiento de la causalidad física? Nos pone un ejemplo de la identificación de la relación entre forma, tamaño y distancia a la pantalla con formas neutras y con formas significativas. Con formas neutras como círculo o triángulo, la relación no se establece hasta los 14 años, con un pequeño ratón y un gato hechos con alambre la relación se establece a los dos años.
El animismo, el egocentrismo,… son los motores (no los límites) del desarrollo humano. . No tener miedo de hacerse preguntas absurdas. Los educadores somos testigos privilegiados de la epigénesis del conocimiento en cada niña, en cada niño.
La sombra en la escuela Usar velas. Trabajar con siluetas de niños Usar colores, sin abusar. Contar una fábula con una ilustración total de la narración Usar varillas perpendiculares más que verticales. Y cuadradas mejor que redondas. Jugar con los perfiles (se puede ir reduciendo con fotocopias hasta el tamaño que deseemos) Sacar texturas. ¿Cómo podemos trabajar la sombra en la escuela 0-6? Empezar con el exterior ¿Es posible separarse de la propia sombra? (ver artículo adjunto) Para responder esta cuestión los niños palican estrategias científicas (repetición del mismo hecho con canmbio de una variable) 2º Jugar con la sombra: Pisarse la sombra…
Observar cuándo empiezan a jugar espontáneamente. Éste es el momento de comenzar con las propuestas externas. Más tarde jugar en el interior. Allí las condiciones cambian. Las hipótesis del exterior se caen. Probar con la semioscuridad y un proyector de diapositivas. Un momento pedagógico interesante es aquel en el que el niño dice una respuesta “incorrecta”, pues pone al adulto alerta acerca de las dificultades de entendimiento entre el niño y el adulto. Hacia los tres años observamos que uno de sus juegos favoritos con la sombra es hacerse grandes alejándose de la pantalla. Es interesante cuando sobrepasan el foco de luz y la sombra desaparece. Frente a Piaget propone: El niño luz: cada niño con una linterna. El niño pantalla: proyectar sobre el cuerpo/ropa del niño. Introducir la pantalla. Esto supone separar actores de espectadores. Propone colocar un biombo o una mesa tumbada a cada lado de la sábana que hará de pantalla. Propedéutica: Adivinar quién es quién. Introducir paulatinamente variantes. Cambiar la ropa de los compañeros. Introducir al adulto como elemento humorístico. Experimentar el perfil. Situaciones de role playing, como representar situaciones conflictivas: abuelo-periódico/niño-jugar pelota. (Una silla un poco alejada de la pantalla hace que quien esté sentado parezca mucho más grande) Comprobaron que: o Atravesar la espada con la sombra causa terror en el propio actor, porque la sombra forma parte de su identidad. o Cuando juegan a adivinar el mayor placer lo siente quien está siendo adivinado.