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París

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Marco Teórico

Marco Teórico

Foto por: https://www.duna.cl/podcasts/arco-del-triunfo-un-testimonio-de-napoleon/

En julio de 1912, viaja por primera vez a París y se inserta en la escena artística de la ciudad acompañado de su amigo Carlos Valenti y gracias a una carta que Carlos Sabartés dirige a Pablo Picasso, presentando a los jóvenes artistas. En la ciudad luz, se relaciona con Amadeo Modigliani, Kees van Donguen, German Anglada Camarasa, Piet Mondrian, Diego Rivera y otros, cuya influencia mutua será evidente tanto en la obra de Mérida como de Valenti, compartiendo algunos aspectos, pero cada uno de ellos en la búsqueda de su propia expresión.

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La ciudad era una de las capitales europeas de la Ilustración y a principios del Siglo XX, el espíritu de la época está marcado por la consolidación del capitalismo, una enorme fe en la ciencia y en el progreso, una sensación de que todo es posible, todo lo cual que-

Benjamin, Walter. París, capital del Siglo XIX. Extracto en: Bifurcaciones, Revista de estudios culturales urbanos.

da registrado en la historia con hechos sociales, culturales y económicos, realidad captada para la posteridad en un libro inconcluso de Walter Benjamin, o de una manera más gráfica en las dos grandes exposiciones universales celebradas en París en 1889 y 1900, marcando de una vez y para siempre el paisaje de la urbe, con un ícono como la Torre Eiffel, La Belle Époque, como los historiadores llaman a este período. Pese a la intensa actividad intelectual y artística que se desarrollaba en Berlín, Londres, Milán, Moscú, Viena o Zurich, París es esa olla de ideas en ebullición, donde todos convergían, por lo que será la casa de Enrique Gómez Carrillo, Miguel Ángel Asturias, Antonieta Rivas Mercado y José Vasconcelos o Ernest Hemingway, por citar algunos nombres no solo de artistas, sino de intelectuales, gestores culturales o políticos. Posterior a la Segunda Guerra Mundial la ciudad también acogerá a García Marquez, Vargas Llosa, Julio Cortázar, en sus bares y cafés entre tazas de café, copas de vino y absinthe, se van a dar las condiciones para lo que llegaría a conocerse como el Boom de la literatura latinoamericana, todo lo cual propicia el escenario perfecto para que París sea considerada la capital cultural del mundo occidental, por lo menos hasta que Nueva York, la reemplace en esas vocaciones, lo cual no sucederá hasta la consolidación de la economía global de los Estados Unidos, hecho que vendrá en la posguerra, en la segunda mitad del Siglo XX.

En el ámbito artístico, para 1914, según Hobsbawm, ya existía todo lo que se podía englobar bajo el término vanguardia: el cubismo, el expresionismo, el futurismo y la abstracción en la pintura, así como el despojo de los elementos decorativos que caracteriza la nueva estética en la arquitectura, por lo que culturalmente y según la misma referencia, se puede decir que da inicio el siglo XX, inicia la verdadera modernidad.

En este contexto arriba Mérida a París, comparte apartamento con Carlos Valentí, quien sufre fuertes ataques de depresión y finalmente se quita la vida. Para buscar recuperación de dicho trauma psicológico, viaja por Europa, principalmente a España. Regresando a Guatemala a mitad de 1914. Salvando la pérdida de su amigo, este viaje y la temporada vivida en París va a marcar su búsqueda por un discurso estético que lo identifique con sus orígenes, en palabras de Cardoza y Aragón: “Es el caso estrafalario del americano que regresa americano a América después de larga permanencia en Europa.”

“Americano regresa a América”

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