San Agustín o Agustín de Hipona Kimberlyn Hernández Vargas
En una época convulsa como la edad media donde el paganismo se dedica a atacar a la iglesia, es donde los padres de la misma se dedican a defender lo que consideran como su fe cristiana, esto claro con la ayuda de argumentos filosóficos. “Agustín lo que pretende es comprender el papel del hombre en la vida” (Muñoz,C (s.f.)), para ello pasa por distintas vertientes del pensamiento y del estudio en su época, con lo cual lleva a cabo lapsos de investigación en distintas corrientes de la época como el estudio de la filosofía grecorromana, el maniquíesmo, el escepticismo y finalmente su conversión al cristianismo. Este largo camino por las distintas perspectivas de la edad media le lleva a intentar, en su pensamiento cristiano, conciliar la fe y la razón, debido a que algunos de sus antecesores no compartían este idea, sino que pensaban que la razón no era aparte de la fe cristiana. Según Agustín “…Razón y fe vienen a colaborar de la siguiente manera: 1. La razón ayuda al hombre a alcanzar la fe. 2. La fe orienta e ilumina la razón. 3. La razón contribuirá al establecimiento de los contenidos de la fe.” (Muñoz, C. (s.f.)). Los aportes de este Santo a la humanidad van a ser base de muchas de las filosofías del pensamiento y de la organización de teorías debido a su revolucionaria utilización de nuevos conceptos, en aquel contexto de un mundo revuelto por la caída del famoso Imperio Romano. “ … su elaboración conceptual significa la aparición en el mundo de nuevas ideas: La razón puede cooperar con la fe, la voluntad frente a la razón, la libertad, el tiempo, la historia lineal que se encamina a una meta definida, etc…(Muñoz, C. (s.f.)). Desde su entendimiento del hombre y estos nuevos conceptos es que se va a edificar la cultura occidental, tomando de base la filosofía grecorromana y pasándola luego por la teología cristiana.
Es en este contexto donde San Agustín se convierte en una de las figuras mas importantes para la patristica, por su filosofía y sus trabajo como docente, apoyado también en su producción escrita. “San Agustín tuvo una cultura filosófica basada en manuales donde la influencia preponderante venía del último gran sistema filosófico de la antigüedad pagana, Plotino. El neoplatonismo y algunos elementos del estoicismo serán las influencias filosóficas dominantes en el pensamiento de San Agustín…” (Mora, A. (1990) p. 67). Para poder hablar de la obra y del pensamiento de uno de los grandes de la patristica es necesario conocer sobre sus orígenes y biografía, esto para ubicarnos en un contexto donde nos sean comprensibles las ideas que se nos presentan. Tomando en cuenta que hablamos del teólogo, considerado por la Iglesia Latina de los primeros siglos de la fe cristiana, como el más importante por su síntesis filosófica del cristianismo, titulo atribuido por que su influencia fue decisiva durante toda la Edad Media, esto gracias a sus habilidades de escritor y al haberle tocado llevar a cabo toda su conceptualización en el periodo que se registra la caída del Imperio Romano. Cabe destacar este hecho histórico como contexto en nuestro ensayo, debido a que era una de las mas grandes civilizaciones de la Antigüedad (el Imperio Romano), “único pueblo que había constituido un estado, creado una ciencia de gobernar, el derecho, y que poseía una lengua escrita, generalizada en vastas regiones geográficas y entre diferentes pueblos” (Mora, A. (1990) p. 67), siendo quizás una de las únicas civilizaciones con tantos avances en distintos temas. Además se le atribuyen grandes contribuciones al mundo, que vieron su luz en el Imperio Romano, tomado de sus predecesores (tomando en cuenta que fueron invadidos por Roma como parte de sus provincias) “El griego fue el creador de la historia como ciencia.” (Mora, A. (1990) p. 71), y roma su cultivadora. “En la historia del pensamiento occidental, San Agustín es considerado como el creador de la filosofía de la historia. Esto se debe a que sólo en San Agustín y en el pensamiento cristiano tenemos una clara concepción el hombre como ser libre y, por ende, como ser histórico.” (Mora, A. (1990) p. 71). Como actor importante de la historia para la filosofía, la educación y la religión es importante conocer un poco de sus antecedentes y de las personas que llegan a marcar su vida y pensamiento. “Su madre, Santa Mónica es puesta por la Iglesia como ejemplo a seguir de “mujer cristiana”, de piedad y bondad probadas, madre abnegada y preocupada por el bienestar de su familia, aún bajo las circunstancias más adversas. Mónica le enseño a su hijo los principios básicos de la religión cristiana al ver cómo el joven Agustín se separaba del camino
del cristianismo se entregó a la oración constante en medio de un gran sufrimiento. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo “ El hijo de las lágrimas de su madre”.” (Muños, C. (s.f.)). Dentro de todas estas condiciones expuestas sobre este teólogo tan importante, que mejor manera de conocer al actor de nuestro ensayo que con sus propias palabras, a las cuales podemos tener acceso gracias a su trabajo autobiográfico que marca la tendencia de su obra. “AGUSTIN, nace en TAGASTE DE NUMIDIA. Provincia Romana al norte de África, el 13 de noviembre del 354, primogénito de Patricio, pagano y Mónica, ferviente cristiana. De niño es alegre, revoltoso, entusiasta del juego, a veces travieso, amante de la amistad. Siente aversión por la dificultad que entraña el aprendizaje de las letras y aborrece a los maestros por sus métodos y falta de sinceridad. Ante los mayores se revela como “un niño de grandes esperanzas”, con inteligencia clara y corazón inquieto. Aficano por ley del suelo, romano por cultura y lengua y cristiano por educación, AGUSTIN, ya joven, de temperamento impulsivo y vehemente, se entrega con ahínco al estudio y aprende toda la ciencia de su tiempo. Llega a ser un brillante profesor de RETÓRICA en Cartago, Roma y Milán.” (San Agustin, (1996) p. XXI) La historia nos cuenta que Agustin de Hipona (para referirnos al Agustín antes de su conversión al cristianismo) fue un pagano en sus principios, que se dedico a ser profesor de retórica en las ciudades Romanas de renombre. Esto acontece hasta que empieza a tratar con San Ambrosio el obispo, quien es su padre en cuanto a la fe cristiana ortodoxa se refiera y en la primavera del 387 recibe el bautismo por el mismo San Ambrosio. En toda esta etapa de juventud y de paso del paganismo a la fe cristiana católica desempeña distintos cargos y situaciones de relevancia, en cuanto a su vida como pedagogo, por ello una breve reseña histórica de lo sucedido con Agustín de Hipona antes de su conversión es necesaria. En el año 371 se traslada a Cartago para iniciar sus estudios de Retórica y de Artes liberales, en el proceso entra en contacto con la lectura de la obra “El hortensio”,. “..la lectura de Cicerón, que le impulsó a dedicarse a los problemas filosóficos y a consagrar sus esfuerzos intelectuales a ello…Se trata de una apología de la filosofía según el modelo del Protreptikos de Aristoteles.” (Ferrer, U. y Román A.(s.f.)). Siendo esta una de las obras que más marcan su pensamiento y que le invitan a tratar problemas de la filosofía pagana aplicada a la fe cristiana.
Para el año 374 regresa a Tagaste como profesor de gramática, en el 376 fue profesor en Cartago y luego huye a Roma en el 383 donde continua su trabajo en docencia. De esta manera llegamos al año 385 donde obtienen la Cátedra de Retórica de la casa imperial y es en este proceso donde se conoce con el Obispo de la ciudad de Milán San Ambrosio, quien un año mas tarde logra convertirlo al cristianismo católico, llevándose a cabo después de un año mas su bautizo. “El acontecimiento más significativo de su vida lo constituye su conversión religiosa. Este hecho no sólo marcará toda su vida, sino que servirá de base fundamental de toda su inmensa labor intelectual posterior. Su pensamiento será indisolublemente, teológico y filosófico.” (Mora, A. (1990) p. 69). En el año 386 se consagra Agustín al estudio formal de las ideas del cristianismo. Después de devolverse a Tagaste vendió todos sus bienes y el fruto de todo lo recolectado lo repartió entre los pobres, luego de esto se retira a vivir en una pequeña propiedad con algunos compañeros. San Agustín se convierte entonces en un marco de referencia del pensamiento moderno, como escritor nos deja un grueso de obras y materiales que se tomaron como base en distintos momentos históricos, y que hoy en día siguen influyendo. “El pensamiento de San Agustín será el transfondo filosófico dentro del cual se organice la educación, la Iglesia, el Estado, el sistema de enseñanza y gran parte de la vida medieval. Tanto por sus valores intelectuales como por estas razones históricas, importa conocer el concepto de hombre de San Agustín.” (Mora, A. (1990) p. 67). Después de su conversión al cristianismo inicia el camino de la reflexión y creación de sus teorías cristianas basada en la filosofía grecorromana y dedicadas a conciliar la razón y la fe, también a enfrentar el paganismo con conceptos y argumentos de validez filosófica. Al igual que “…los intelectuales de la época se dividieron en dos tendencias: paganos y cristianos.” (Mora, A. (1990) p. 71). Y fue de ahí donde nace la necesidad de encontrar razones validas para argumentar a la hora de encontrarse en medio de alguna discusión entre intelectuales, para defender la razón de sus creencias y la validez de sus conceptos en cuanto al cristianismo se refiere. Es por ello no menos importante conocer la teoría de San Agustín sobre el hombre y el pecado para empezar a comprender su filosofía, además de comprender por ella las bases del pensamiento del hombre moderno. Esto puesto que se le atribuyen las raíces de ese pensamiento a San Agustín quien después de su largo proceso de estudio define sus ideas sobre el hombre, pensando siempre en una dualidad del ser humano, el cual se encuentra predestinado según Agustín al plan divino, ósea, que sin importar si es bueno o malo estaba planeado y diseñado por Dios, con quien nos podemos comunicar debido a nuestra alma. Por ello: “San agustín rechaza de Platón la idea de la preexistencia del hombre anterior a su nacimiento. El hombre está compuesto de dos principios: espiritual, uno, y materia, el otro: alma y cuerpo. Pero en el hombre su alma es superior al cuerpo y esta
hecha para regirlo. Ambos están unidos por un acto de misterio de Dios, ya que San Agustín rechaza la idea platónica de que el alma haya pecado y por eso fuera arrojada a vivir en un cuerpo como en una cárcel… El origen del mal consistió en un acto libre del primer hombre, Adán, que luego es transmitido a su descendencia por generación. El pecado se transmite debido a que los seres humanos son engendrados por un acto sexual, cuyo placer o libido es la causa del pecado. El cuerpo es inferior por ser material, por lo que debe estar sometido a lo superior en el hombre que es su alma. El fin de la vida es salvar el alma, es decir, someterla al plan de Dios y sujetar los apetitos del cuerpo a la disciplina de nuestro principio espiritual.” (Mora, A. (1990) p. 67, 68). Por eso no es de extrañar que al igual que muchos de los espirituales de la Edad Media, consideren como el hombre perfecto, el ideal de humano completo y modelo a seguir a el monje contemplativo. Aquel quien dedica las horas de su vida a crecer en la sabiduría, a estudiar la palabra y a razonar de manera filosófica, sobre el hombre, el mundo y la fe cristiana. Se define a sí mismo en sus confesiones
como
“AGUSTÍN, BUSCADOR INQUIETO DE LA VERDAD , vive hoy en la Verdad, mientras se le reconoce como pensador cristiano quien más debe al mundo occidental y se le proclama el PRIMER HOMBRE MODERNO” (San Agustin, (1996) p. XXIII) Siendo Agustín en alguna parte de su historia un monje contemplativo, todo cambia cuando por la muerte del Obispo de Hipona, se le atribuye el cargo a San Agustín, quien tiene que lidiar con miles de conflictos. “Como obispo, San Agustín era un alto funcionario del Estado Romano, que ejercía un importante puesto en la escala burocrática del estado con rango de gobernador de provincia.” (Mora, A. (1990) p. 71). Poniendo en frente de este el reto de lidiar y conciliar los pensamientos de las distintas perspectivas que le tocaba asumir, como gobernante mediar también en asuntos políticos igualmente importantes en aquellas épocas. “La actividad episcopal de Agustín es enorme y variada. Predica todo el tiempo y en muchos lugares, escribe incansablemente, polemiza con aquellos que van en contra de la ortodoxia de la doctrina cristiana de aquel entonces, preside concilios, resuelve los problemas más diversos que le presentan sus fieles.” (Muñoz, C. (s.f.)).
Todo este laborioso trabajo de dar forma a la doctrina cristiana y defenderla como obispo, recordar que “ La imagen que podemos tener hoy del cristianismo no tiene nada que ver con lo que fueron sus inicios. Hasta alrededor del año 495, tras siglos de fuertes polémicas, no se establece a doctrina que hoy podríamos denominar ortodoxa o canónica.” (Muñoz, C. (s.f.)). Si hablamos de las relaciones que encontramos en el pensamiento filosófico de San Agustín entre la razón y la verdad como su doctrina, encontramos que un de las preocupaciones fundamentales para él era el hecho de la verdad revelada, contrario a muchos pensadores, Agustín propone que el camino a seguir para alcanzar la verdad revelada será por medio de la fe llegar a la razón, la cual se podría alcanzar únicamente con la ayuda y disciplina de la lectura y el estudio de las sagradas Escrituras. “ Esta doctrina sobre el conocimiento y la naturaleza de la ciencia o epistemología se funda en la antropología filosófica o teoría interpretativa del hombre, que constituye el aporte más significativo de San Agustín a la historia del pensamiento filosófico, especialmente en su vertiente cristiana.” (Mora, A. (1990) p. 69). Siendo Dios la eterna verdad, el principio de todo lo que existe y la fuente de felicidad, el alma no cesará de buscar por la fe y la razón a Dios como autor, dador, cuidador y protector de su ser, verdad y bien. La eterna búsqueda de sabiduría y de la perfecta verdad fue para San Agustín aquel ideal supremo al que le dedico tiempo y entrega, desarrollando los dos objetos de su preocupación filosófica el alma que es nuestra conexión con Dios, estando el hombre completamente seguro según Agustín de tres cosas, que existe, que vive y que entiende. Propone que en lugar de andar buscando fuera del hombre la verdad absoluta y el conocimiento a través de las cosas terrenales y del estudio de la naturaleza, que se excave dentro del mismo ser humano esa búsqueda de toda verdad y conocimiento que se desee adquirir. “Si hay algún filósofo cuyo pensamiento sólo puede comprenderse a la luz de su biografía es San Agustín. La reflexión autobiográfica es la fuente de unidad de la filosofía agustiniana. Según podemos observar en sus Confesiones, la evolución intelectual, moral y religiosa nos da la clave de todo su pensamiento. Así:
- Su teoría del conocimiento no es sino la sistematización de su evolución intelectual.
- Su búsqueda religiosa explicó el pase de la verdad a Dios, el concepto de Dios, su consideración de las relaciones entre fe y razón y su consideración de la filosofía como búsqueda de Dios y de felicidad.
- Su experiencia del pecado y conversión es la fuente de su teología de la gracia, del valor de la Providencia divina y de la importancia concebida al conflicto de las voluntades en el hombre y en la historia.
- Sobre la psicología del alma y el síntesis introspectivo edifica su teología de la Trinidad y la concepción del Tiempo.” (Muños, C. (s.f.)). La verdad es considerada por San Agustín entonces como algo inmutable, inteligible, eterno y necesario, siendo el camino para ser encontradas la razón, siendo Dios el que tiene estas ideas de verdad, siendo a travez de la introspección la manera adecuada de hallarlas, es por ello que en varios de sus escritos invita al hombre a buscar dentro de el mismo todas las verdades que necesita, además de que la sabiduría solo puede ser abrazada en ese trabajo de búsqueda interior. San Agustín también nos propone por medio del simbolismo de la Iluminación otras ideas sobre el conocimiento, dividiendo este en tres distintos niveles. El nivel más bajo de conocimiento en el cual el nos habla de las sensaciones, que al igual que los animales la poseemos los seres humanos; el nivel más alto del conocimiento vendría a saber la contemplación de las cosas eternas, ósea lo que el considera como sabiduría, esta sin la intervención de las sensaciones; pero existe un estadio intermedio que es el lugar donde la mente juzga los objetos corpóreos de acuerdo a las ideas o modelos eternos de verdad.
Por ello es Dios quien por medio de la iluminación de la mente humana le permite comprender y descubrir esas ideas arquetipo. Así es como Agustín define a Dios como la luz espiritual, quien ilumina nuestras almas para llegar al conocimiento. No podemos dejar de lado su importante aporte en cuanto a doctrina del conocimiento (el problema del hombre), quizás una de las mas naturales condiciones del ser humano: dudar,
Agustín prueba que el hombre no
puede dudar de su existencia, esto debido si soy capaz de preguntarme que existo, es por que existo como el el mismo lo plantea. También nos propone que si el hombre es capaz de dar posada a la duda, significa que la verdad existe, pues la duda se presenta como una señal de que existe algo que es verdadero, aunque en ese momento no se tenga una conciencia de conocimiento de ello como tal. Podríamos proponer a modo de síntesis que San Agustín nos da una perspectiva de filosofía donde el sistema racional esta unido a la teología, con una importante descripción de la antropología en su desarrollo, realizando su elevación a Dios por medio de su búsqueda en el interior del alma humana. Este filósofo cristiano deja una basta producción de escritos “ La Colección Latina de Escritores Cristianos (MIGNE) dedica 15 gruesos volúmenes a los escritos de San Agustín, que recogen más de los 150 títulos diferentes, sin contar los cientos de cartas, sermones y pequeños tratados.” (San Agustin, (1996) p. XXV) Algunos de los títulos más importantes son Las confesiones (autobiografía), La ciudad de Dios, De la Santísima Trinidad, Ensayos Filosóficos, Tratados educacionales, Tratados bíblicos, Sobre la vida religiosa, Trabajos dogmáticos y en defensa de la fe. “Agustín murió en Hipona el 28 de agosto de 430 durante el sitio al que los vándalos de Genserico sometieron a la ciudad durante la invasión de la provincia romana de África. Su cuerpo, en fecha incierta, fue trasladado a Cerdeña y, hacia 725, a Pavía, a la basílica de San Pietro in Cien d´Oro, donde reposa hoy.” (Muños, C. (s.f.)). San Agustín es considerado el último gran filosofo de la antigüedad latina y la figura mas influyente de la iglesia cristiana antes de Santo Tomás. Esto debido a que aunque sus teorías son bastante antiguas pero son las que más llegan a apoyar el desarrollo de las teorías del hombre en su interior en la actualidad, poniendo los precedentes para ser considerado el primer hombre de la Modernidad.
Bibliografía: San Agustin (1996). Confesiones. D.F México: Organización de Agustinos de Latinoamérica. Mora, A. (1990). Perspectivas Filosóficas del Hombre. San José, Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia. Ferrer, U. y Román A.(s.f.) San Agustín de Hipona. (en línea). Universidad de Murcia. (Recuperado 16 de febrero de 2017) http://www.um.es/urbanoferrer/documentos/Agustin.pdf Zumkeller, A. (s.f.) Agustinismo. (en línea). Mercaba. (Recuperado 16 de febrero de 2017) www.mercaba.org/Mundi/1/agustinismo.htm Muñoz, C. (s.f.) Filosofía y Religión: Agustín de Hipona. (en línea). (Recuperado 12 de febrero de 2017). http://perso.ya.com/aparterei/filosofia/agustin.pdf