El peque単o Girasol y la Luna Ilustrado por
Kristina Nacher
“Este cuento quiero dedicárselo a la que es mi mejor amiga desde los once años, Irene , por todas nuestras experiencias vividas juntas. Y también en especial a la niñita de sus ojos, Queralt, porque no encontrará nadie mejor que su Mamá , que su Papá y que su tía Kris para explicarle algún día porque algunos Girasoles siguen la luz de la Luna y no la del Sol como hacen los demás Girasoles...”
El pequeño Girasol y la Luna Había una vez en un campo de girasoles donde día tras día con la luz del sol todos resplandecían con un intenso color amarillo siempre mostrándose radiantes siguiendo el paseo que se daba el sol por el cielo.
Un día floreció un pequeño girasol algo especial , era más pequeño que los demás y apenas si se podía alzar entre sus compañeros para resplandecer con los rayos del Sol .
El se sentía muy solo entre tantos girasoles que se pasaban el día siguiendo con sus flores al Sol , mientras permanecían plantados en aquel campo, ocultándose cuando el Sol se despedía
Los días mejores para Girasol eran los días en los que las nubes tapaban al sol entonces cuando los demás estaban tristes y de mal humor sin salir, él se levantaba y podía ver todo el campo, un gran campo lleno de girasoles tristes.
Podía ver las montañas al fondo donde el sol dormía , el río que bajaba desde las cumbres blancas de la montaña , el bosque , el cielo con los pajaros revoloteando...
Incluso los días de lluvia nuestro amigo se levantaba con más fuerza y contemplaba la grandeza del mundo que le rodeaba y aunque las gotas golpeaban contra sus pétalos él seguía soñando, disfrutando e imaginándose que habría más allá de las montañas. Esos eran sus mejores días.
Un día , cuando el sol se iba a dormir tras las montañas y los demás ya descansaban , él se levantó y contempló como el Sol se iba apagando, pero siguió levantado aunque ya todo empezaba a oscurecerse y cómo el campo, antes teñido de rojo ahora pasaba a azul .
Entonces apareció Ella ... Era la Luna . La Luna al verlo levantado tan sólo y sonrriente entre los demás se acercó a él extrañada y le preguntó: -¿Cómo que estas por aqui a estas horas si tu eres un girasol? - Ya , pero es que todos mis compañeros hacen lo mismo, se levantan a mirar el sol y no me dejan sitio para salir.- Le contestó Girasol .
Luna y Girasol hablaron y hablaron durante toda la noche . Luna le contaba a Girasol lo inmenso y precioso que era el mundo más allá de las montañas y las cosas que sucedían . El Girasol le escuchaba emocionado y le decía que él quería salir de ese campo y ver el mundo junto a la Luna .
Cada noche se veían y hablaban y hablaban se conocían muy bien . Girasol pasaba todo el día oculto entre los demás, esperando la puesta de sol para ver a su querida Luna . Pero Girasol cada vez estaba más débil , aún asi cada noche sonrreía , sonrreía a la Luna como la primera vez.
Un día Girasol que ya estaba muy débil intentaba alzarse para que el sol lo bañara un poco con su luz, pero lo único que conseguía era reproches de los demás que no le dejaban diciéndole que se veía por las noches con la luna y que no hacía como los demás.
Aguantó hasta la noche y cuando apareció su amada Luna , le pareció más radiante que nunca y entre lágrimas le contó que su mayor deseo por cumplir era recorrer la tierra junto a ella eternamente . Cayó una lágrima al suelo y girasol murió...
Luna llor贸, llor贸 y llor贸 millones de l谩grimas que se transformaron en estrellas, para recordarle cada noche que estaba sola , sola como la Luna .
A la mañana siguiente de la lágrima de Girasol nació otro girasol corriente , igual que los demás.
Optativa de 3er Grado de Diseño
Ilustración y Narrativa gráfica Ilustrado por
Kristina Nacher tutelado por
Montse Noguera Internet
Texto original (http://www.fotolog.com/lequieze)