EL
EPORTERO
E L R E P O R T E R O D E U N I N PA H U
Crónica
Distribución Gratuita - Bogotá Colombia 2015 - ISSN: 0121 - 3865
Reportaje
Entrevista
Editorial
La Magdalena Mirada aérea
Foto aérea: Fred Solis
Doctor Hernán Linares Ángel: Vida y obra de un hombre visionario
Academia y conflicto ¿de espaldas a la realidad?
Página 3
Imaginarios fotográficos Muestra Fotográfica de estudiantes de 5° semestre de Fotografía
Página 4
Uninpahu y su bulevar comercial Varios lugares comerciales hacen parte del entorno de la Institución
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Universitario
Comunicación Social Tecnologías en
Comunicación Social - Periodismo Producción Digital en Medios Audiovisuales Técnica profesional en
Fotografía
Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje
PBX: 3323500
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Entrevista
Reportaje
Crónica
Editorial
Distribución Gratuita Bogotá Colombia Enero - junio de 2015 Fundación Universitaria UNINPAHU Canciller María Paula Linares Venegas Rectora Myriam Velásquez Bustos Vicerrector Académico Jesús Peñaranda Bautista Decano Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje Miguel Gómez Ospina Coordinación Editorial Consuelo Montaño A. Comité editorial Miguel Gómez O. María Claudia Hernández J. Juan Pablo Barrera C. Álvaro Sandoval R. Iván René León G. Colaboradores Miguel A. Gómez Alejandro Hernández Gheiner D. Reina D. Camilo A. Arciniegas O. Jesus A. Muñoz M. Alexis Castaño V. Álvaro Sandoval R. Diego A. Velásquez R. Iván René León G. Fotografía Fred Solis S. John Muñoz Diseño y Diagramación Iván René León G. Pre-prensa Centro de Producción de Artes Gráficas Fernando Orjuela L.
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Editorial
Por Dra. Miriam Velásquez Rectora Institución Universitaria UNINPAHU
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n el siglo XXI las universidades se han convertido en organizaciones modernas concentradas en aspectos esenciales: la educación y la formación de las nuevas generaciones en los niveles de pregrado y postgrado; la indagación y comprensión de los diferentes hechos que caracterizan la evolución de la sociedades en sus diferentes contextos; la generación de conocimiento nuevo que permita la mejora y el incremento de la calidad de vida de toda la humanidad y demás seres vivientes que habitan el sistema ecológico mundial. Estas universidades y la nuestra, UNINPAHU, independiente del sistema socio político y económico donde se hallen, país o continente asumen grandes responsabilidades y compromisos. Deben generar una serie de recursos educativos, económicos y financieros que les permita alcanzar y mantener no solamente unas condiciones básicas de calidad, como se aceptaba ayer, sino ser de tal excelencia educativa que les posibilite compararse con los mejores centros educativos nacionales e internacionales, a luz de estándares internacionales. Responder a esta inmensa complejidad social, educativa, científica y económica, a la par que a la solidez, permanencia y trascendencia en el tiempo, necesariamente obliga a pensar y a educar la mirada al futuro. Las universidades son organizaciones dinámicas e inteligentes que aprenden y preparan su camino; por lo tanto, su tarea es la construcción de una visión hacia la cual impulsar su destino en las próximas décadas. La visión se alcanza a través de la misión y las metas estratégicas, ejes que orientan el trabajo, el esfuerzo y la inteligencia humana de to-
dos los comprometidos que laboran y participan en las diferentes instancias de esta organización; en nuestro caso, es la Fundación Universitaria para el Desarrollo Humano - UNINPAHU. UNIPAHU asumió esta tarea y con la participación de todo el equipo humano construyó el Plan Estratégico de Desarrollo 2014-2018: “Hacia el crecimiento Académico sostenible y la consolidación de una cultura emprendedora e innovadora”, aprobado por la Asamblea de la Fundación en sesión ordinaria del 2 de abril de 2014. Este plan se enmarca, fundamenta y expresa en el propósito estratégico que se alcanzará en los próximos cinco años; en la visión y los valores institucionales que orientarán ese futuro deseado y en los ejes estratégicos que permiten concretar los proyectos, las metas, los resultados a lograr durante este tiempo. Propósito estratégico: “Formamos profesionales competitivos emprendedores e integrales, que contribuyen al progreso social y económico del país, con capacidad para desempeñarse en el mundo globalizado.” Nuestra visión: Responde a qué deseamos hacer en el futuro. Cómo esperamos que nos vean y nos perciban en una unidad de tiempo trazado. UNINPAHU trabajará por “Ser una institución de 7000 estudiantes en el 2018, de alta calidad, incluyente y con versatilidad en la oferta de servicios de educación superior, formación continua e investigación aplicada, que contribuye al desarrollo sostenible del país”, orientada por los siguientes valores institucionales:
• Compromiso y trabajo en equipo: la estrategia institucional tendrá éxito a partir de la integración, comunicación y compromiso que debe existir entre los diferentes actores de la institución; se desarrollará con base en el trabajo en equipo para que los procesos fluyan de manera rápida y eficiente. • Excelencia en lo que hacemos: hacer las cosas y las tareas bien desde el principio, con calidad y oportunidad; por ello, la orientación al cliente, el liderazgo, la persistencia, la eficiencia en los procesos, la participación de las personas, la mejora continua e innovación, las alianzas mutuamente beneficiosas y la responsabilidad social son elementos fundamentales orientados al resultado de la gran estrategia establecida. • Actitud innovadora y emprendedora: el emprendimiento y la innovación se conciben como elementos vitales, muy importantes en la propuesta de valor de la institución. Parten de la actitud e iniciativa individual, hasta la conformación de una cultura organizacional que se adapta continuamente a los cambios y crea nuevas soluciones educativas para la sociedad. • Respeto a la vida y la dignidad de las personas: la institución formará a sus profesionales con base en los preceptos constitucionales del respeto a los derechos humanos, la paz y la construcción de la democracia; en el trabajo y la sana recreación, para el desarrollo y mejoramiento cultural, científico, tecnológico y la protección del ambiente.
• Responsabilidad social: a partir de las funciones que promulga UNINPAHU: la investigación, la formación y la proyección social se adquiere un doble significado. En primer lugar, manteniendo la calidad académica; en segundo lugar, atendiendo los requerimientos que exige la sociedad, situación que nos hace pertinentes en el contexto moderno. Ejes estratégicos: Son cinco y conforman las principales dimensiones y campos de acción de donde se desprenden los diferentes proyectos que articulados entre sí, constituyen la columna vertebral del trabajo global académico, administrativo y financiero de la Institución para alcanzar las metas y con ellas la visión que nos hemos propuesto: 1. Fortalecimiento de la imagen corporativa 2. Fomento de la cultura de innovación y de emprendimiento 3. Afianzamiento de la calidad académica e institucional 4. Ejecución eficiente, efectiva y eficaz de los recursos financieros 5. Consolidación y aplicación de tácticas pertinentes de bienestar institucional Comparto con todas las personas que hacemos parte de esta comunidad Uninpahuista este futuro institucional que nos proponemos alcanzar. Los invito, de forma muy especial y razonable, para que en un sólido equipo de trabajo logremos posicionar y consolidar nuestra institución con cimientos académicos robustos y altos estándares de calidad.
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Doctor Hernán Linares Ángel: Vida y obra de un hombre visionario Por Miguel A. Gómez O. Decano Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje
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l doctor Hernán Linares Ángel nació en Bogotá el 2 de octubre de 1934 y murió en la misma ciudad el 16 de diciembre de 2014. Desde pequeño mostró inclinación por la disciplina y el estudio, debido en gran parte a la influencia de su padre, el abogado Salvador Linares. Se graduó como sicólogo en la Pontificia Universidad javeriana, gracias a una beca obtenida por su excelente puntaje en el examen del ICFES y se doctoró en Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid. Después de regresar a Colombia, inició su vida laboral al servicio de la banca, como funcionario en el Banco de Bogotá. Su pasión por la educación se consolidó como profesor de algunas universidades y de la Escuela de Guerra, cuando ejerció la docencia en el área de su dominio profesional: la sicología. Luego de unos años de trabajo y, fruto de su visión de la educación, tomó la decisión que cambiaría el rumbo de su vida: fundar una institución educativa de carreras técnicas que sirviera a la gente de menos recursos y le brindara las herramientas necesarias para emprender nuevas empresas, a partir de una enseñanza práctica, basada en el saber hacer con profundos valores humanos. Fruto de esta idea nació en 1974 el Instituto para el Desarrollo Humano, hoy Uninpahu, en el primer piso de una casa ubicada en la calle 63 con carrera quinta, donde habitaba el doctor Linares con su familia. En este proyecto lo apoyó su esposa Ruth Venegas y lo secundaron Germán Morales, fundador de la cadena hotelera que lleva su nombre y Roberto García-Peña, director de El Tiempo durante 42 años.
Foto: Archivo Institucional
Posterior a la consolidación de Uninpahu como institución educativa, en su nueva sede de Teusaquillo, se fijó un nuevo reto acompañado por grandes educadores y amigos: los doctores Jaime Moreno Perdomo, Pablo Oliveros Marmolejo y Manuel Eduardo Escobar. En esta ocasión creó, en 1982, la Fundación Universitaria Los Libertadores, institución a la que también dedicó buena parte de su vida, hasta ubicarla como una de las de mayor crecimiento en la ciudad. El insaciable afán por conocer otras culturas lo llevó a viajar por el mundo desde muy joven y a conocer diversas experiencias educativas que adaptó a las instituciones que impulsó con tesón y cariño a través de su
vida. Su mirada visionaria trazó el camino que han seguido muchas instituciones educativas en el país: formar técnicos y tecnólogos para una sociedad en desarrollo. Fruto de su dedicación permanente a la educación y divulgación de temas de
actualidad, escribió varios libros sobre hipnosis, resolución de problemas, la nueva era y el conflicto en Colombia, los cuales ilustran la lucidez de un espíritu inquieto por la evolución permanente del ser humano.
El Doctor Linares gozaba de gran simpatía entre sus amigos por su don de gentes y su buen humor, el cual le permitía ver el lado bueno de las cosas. Su filosofía era pragmática en el mejor sentido de la palabra: luchar por sus sueños y disfrutar la vida en la medida de lo posible, entendiendo que no siempre se podía lograr todo, aunque había que insistir siempre. Debido a su formación profesional era una persona muy analítica, que identificaba con facilidad el carácter de las personas, lo que le permitía mantener empatía con mucha gente. Siempre tuvo afición por el tenis, deporte que practicó toda la vida. Para descansar se retiraba a su finca, cerca de Carmen de Apicalá, donde gozaba montando a caballo, leyendo y escuchando música clásica y colombiana, particularmente pasillos y bambucos. Al final de su vida, a pesar de sus quebrantos de salud mantuvo su actividad como directivo de las instituciones que fundó, brindando apoyo y consejo en una búsqueda constante por el mejoramiento de la educación. Hace pocos meses nos abandonó este ilustre colombiano que con su inmensa calidad humana y su gran visión nos legó una concepción del servicio a la sociedad digna permanecer en el tiempo.
Foto: Archivo Institucional
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Academia y conflicto ¿de espaldas a la realidad? Por Alejandro Hernández P. Docente investigador – Comunicación Social
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oda la academia en su conjunto, independiente del campo científico del cual se ocupe, debería estar al frente de las discusiones y debates en torno a los Procesos de Paz, pendiente de los giros caprichosos que adquiere la Mesa de Negociaciones de La Habana, liderando y orientando diversas “mesas de trabajo”, en un ejercicio de corte analítico y propositivo, muy propio en su condición de intérprete de la realidad que la caracteriza. Si una de las funciones de la academia es la investigación y análisis científico de los fenómenos y aconteceres sociales, este quehacer debe estar orientado hacia la comprensión de estos hechos, previendo los posibles giros de la historia, orientando la actividad social y los recursos del Estado y de la sociedad, hacia el desarrollo de las condiciones necesarias para que valores como verdad, justicia, reparación y participación, animen la era del llamado
Foto: Fred Solis
postconflicto, el cual debería estar signado por condiciones de convivencia social duraderas. Nuestro presente académico exige, hoy más que nunca, el análisis e interpretación, socialmente responsable, de aquellos fenómenos que nos aquejan, vistos desde los más dispares campos del conocimiento. El hecho de analizar, conocer y comprender la existencia social le exige a la Academia, su responsabilidad de interpelar directamente a la sociedad, a sus instituciones públicas y políticas, al sector privado, a los actores armados, a los medios de comunicación, para que participen activamente en un “proceso” en el cual estamos todos inmersos. Puesto que el ejercicio académico implica un proceso de reflexión y análisis frente a las problemáticas sociales, es muy común encontrarse con que la academia ande rezagada un paso atrás, en relación con estos procesos y, que en su modorra contemplativa, este
argumento le sirva de justificación. La comunicación, el lenguaje y el periodismo, en tanto sujetos activos del quehacer humano y social, ya como actores, protagonistas, testigos o amanuenses de la realidad, estamos obligados a prestar testimonio notarial del acontecer diario, ya como insumo indispensable en la narración cotidiana de los hechos presentes, ya como la fuente primaria para el recuento, la reformulación y el análisis de la memoria histórica, dándole voz, presencia e identidad a los relatos de los diversos actores del conflicto. Es la academia quien debe indagar acerca de las causas de los conflictos sociales y políticos; rastrillar las múltiples variables que los originan; estudiar detenidamente su desarrollo, etapas e intensidad a lo largo del tiempo; determinar los actores que participan en ellos y la intencionalidad que los anima; justipreciar los escenarios en los cuales
se libran dichas batallas; diseccionar las acciones, avances y contraataques de los bandos en disputa; determinar, en cantidad y calidad, las consecuencias del conflicto; proponer una multiplicidad de caminos que conduzcan hacia la solución de los antagonismos; contextualizar en los ámbitos locales y globales el desarrollo y la evolución de los conflictos. Que tanto la academia como sus profesores, alumnos y egresados reconozcan que los grandes retos del periodismo son de carácter ético en términos de cómo investigar, producir, transmitir e informar acerca de los conflictos. Que tales retos se extienden a las temáticas abordadas, a los protagonistas, a la sociedad en su conjunto y a la práctica misma del oficio. Que los datos se conviertan en conocimiento para resaltar la importancia de escuchar tanto a las víctimas y sus motivaciones, como a los victimarios y sus justificaciones, sin caer en la apología de los victimarios. Si la historia oficial está repleta de mentiras y la memoria de los conflictos es lugar de disputas, las responsabilidades en la información y la comunicación giran en torno al sentido; debe recordarse que no hay respuestas definitivas; que estas suelen ser contradictorias; no existe la perfecta, pero sí la mejor. Una academia y un periodismo que narre la memoria, abre el camino a la justicia, en tanto que investiga y cuenta las tramas del conflicto, para superar las memorias individuales, los silencios, los olvidos y las contradicciones hacia una memoria social, que nombrando a las víctimas, en su reivindicación colectiva, las salva de una muerte cierta que es el olvido. La academia y los medios deben fundar su accionar político y social, en
brindarle a la sociedad en su conjunto las herramientas de información y análisis que permitan que los paradigmas, ya harto repetidos, de verdad, justicia y reparación, se conviertan en una realidad, no mitificada, no ensalzada ni utópica, sino en un constructo colectivo de TODOS los estamentos sociales, que empiecen por desarmar la palabra, para que la reconciliación y la convivencia se conviertan, paulatinamente, en una realidad tangible y concreta. En tal sentido, las universidades (academia) están llamadas a construir ciudadanía, a buscar y a encontrar espacios en la vida civil, insertos en todos y cada uno de los estamentos sociales, tras la construcción de mecanismos que permitan y fortalezcan la participación en la vida social y política, de todos aquellos que antaño estuvieron al margen de la ley o por fuera de ella, pues la reconciliación política en Colombia, en el postconflicto, permitirá construir opciones de vida colectivas, profundas y duraderas. Mediante la profundización y mejoramiento de los procesos educativos virtuales, los programas específicos para víctimas del conflicto, la creación de observatorios de paz, la academia jugará un papel muy importante en los procesos del postconflicto, pues la educación es una de las herramientas fundamentales hacia la reconciliación. Ha llegado la hora de que la ciencia y la academia asuman y cumplan con su tarea histórica de potenciar los conocimientos y las herramientas analíticas de que dispone, al servicio del desarrollo humano y social, en ámbitos de convivencia, inclusión y participación democrática, en defensa de los derechos y las libertades, tanto de los individuos como de los pueblos que conforman nuestro hábitat.
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Editorial
Teatro Arlequín: del celuloide a las tablas Por Gheiner Duwian Reina Duarte Estudiante Comunicación Social
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ace más de medio siglo, el teatro Arlequín nació como reducto del cine. Su suerte, por fortuna, fue transformarse y no desaparecer como sus semejantes: el Teatro Olympia, Metro Centro, Palermo, Cid, Lido, Radio City, Coliseo y otros que fueron menguando con el tiempo. Su legado envejeció; ahora su historia está entre textos breves y archivos, puestos para que no sean consumidos por el olvido. El Arlequín y el cine… El teatro Arlequín surge a finales de los años 50 en la zona del Park Way, en el barrio la Soledad, como sala de cine de barrio. Allí, se reunían familias para departir con los vecinos del sector; se solía, no solo asistir al cine sino también participar de la vianda para acompañar las películas y organizar la tertulia, luego de que éstas terminaran. Para los más pequeños existían el algodón de azúcar, las colombinas, los chocolates y los helados, que ubicaban en la entrada de la sala de cine.
Foto: Fred Solis
El Arlequín contaba con horarios que se acomodaban a todo público: el matinal, matiné, vespertina y noche; además, el contenido de las películas dependía de estos horarios teniendo en cuenta que algunas proyecciones por su temática de acción, violencia o lo que en la época se consideraba erótico, no eran aptas para niños. Los padres de familia dejaban a sus hijos en el teatro durante el matinal; mientras tanto, ellos tenían la posibilidad de realizar otro tipo de actividades y al cabo de una o dos horas, volvían para recogerlos, según cuenta una antigua habitante del sector. En los años 70 el teatro Arlequín acoge la propuesta de los cinéfilos de entonces de instaurar un cine club allí, en pleno auge de esta tendencia en Bogotá, dándole de esta manera, un nuevo aliento. Finalmente, su declive empieza a partir de 1978. El público que asistía al teatro con inconmensurable fervor se aparta; el Arlequín estaba decayendo, sus pisos y sus sillas estaban averiados, había suciedad por todos lados e incluso, se podían ver
roedores por algunas partes, mientras el cinematógrafo cumplía con su función. El teatro Arlequín apaga definitivamente su proyector en 1985 debido a la crisis por la que atravesaba. Tuvo que adaptarse para eventos especiales de colegios, reuniones políticas y empresariales; inclusive se alquiló a la iglesia Universal del Reino de Dios por tres años, perdiéndose un espacio y toda una tradición cultural en el barrio. Aquel teatro que acogió por mucho tiempo las tertulias y el amor por el cine de los habitantes del barrio la Soledad, ya no era el mismo. Un Arlequín revestido… se abre el telón Muchos teatros donde se proyectaba buen cine corrieron con la mala fortuna de desaparecer como espacio cultural para adaptarse al crecimiento de la ciudad. Es el caso de teatros como el Gran Salón Olympia, actual sede del banco Colpatria; el teatro Metro Riviera pasaría a funcionar como iglesia y posteriormente e irónicamente, como uno de los bares gais más conocidos de Bogotá, Theatron, y
el teatro Tisquesusa, ahora casino Aladdín, ubicado en el centro de la capital. Ellos y otros lugares destinados para fomentar el cine, que alguna vez fueron el resguardo de jóvenes amantes del séptimo arte, desaparecieron. Por suerte el teatro Arlequín no desapareció, a
pesar de que hoy no está destinado a proyecciones cinematográficas, pues ¿Cómo competirle a las salas multiplex que se encuentran en los centro comerciales y la facilidad con que se puede apreciar el cine hoy? Ahora es un espacio rescatado, dedicado y reacondicionado para las representaciones dramatúrgicas, anexo en la actualidad y desde hace unos años a Casa Ensamble. El Arlequín evoca la nostalgia de sus antiguos asistentes. Aquellas remembranzas que suscitan una mirada a la historia y a su manera radical de cambiarnos con los años, a sus imperiosos métodos para transformarlo todo, incluso, las arraigadas tradiciones culturales, desde donde se han gestado un sinnúmero de ideas, vivencias y experiencias que se niegan a ser corroídas por el olvido; aunque, afortunadamente se encuentran entramadas en la memoria de los antiguos visitantes del teatro y recuperadas por los nóveles aprendices de periodismo. Foto: Juan del Valle
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Entrevista
Reportaje
Crónica
Editorial
Imaginarios
Técnico Profesional e
Adrian Rodríguez 5° semestre
Ferney Arturo Hernández 5° semestre
Ferney Arturo Hernandez 5° semestre
Adrian Rodríguez 5° semestre
Katherin Vargas 5° semestre
Jeison Blanco 5° semestre Jimmy González Ávila 5° semestre
Lina Benavides 5° semestre
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Editorial
fotográficos
en Fotografía
Lina Benavides 5° semestre
Juan Campo 5° semestre
Natalia Matiz 5° semestre
Monica Alexandra Jimenez 5° semestre
Sebastian Mendez 5° semestre
Sebastian Mendez 5° semestre
Nerio Alexander Vargas 5° semestre
Gregorio Castro 5° semestre
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Crónica
Editorial
Uninpahu y su bulevar comercial Por Camilo Andrés Arciniegas O. Estudiante Tecnología en Comunicación Social - Periodismo
El confesionario de los periodistas En la fría tarde capitalina del 16 de marzo de 2015, a eso de las cuatro y media de la tarde, me dispuse a entrevistar al “sicólogo” y “bartender”, viejo conocido por algunos periodistas de Bogotá. A pocos metros del ingreso a la tienda se podía leer un letrero que decía: “Dónde don Chucho”. En ese momento, estuve seguro de que me encontraba en el lugar correcto. - Buenas, Don Chucho. - Buenas tardes joven. - Don Chucho, para ver si podíamos charlar un rato. - Claro que sí, si quiere siga por acá… Entré a un lugar totalmente diferente al que se observa desde afuera. Las paredes están llenas de fotos de Don Chucho acompañado de periodistas, deportistas, profesores, cantantes, locutores, entre otros personajes conocidos. Es un lugar que invita a tomarse, aunque sea una cervecita. Me senté en una silla de madera y apoyé mis brazos sobre una mesa, adivinen, también de madera; Don Chucho se sentó cerca de mí. - Bueno, Don Chucho, cuénteme, ¿cuál es la historia de su negocio? - Este es un negocio que llevo atendiendo 28 años. La historia es que en cualquier momento se nos ocurre colocar acá un negocio con mi señora; lo montamos básicamente con el elenco de Todelar de Colombia, el que hacía las radionovelas. Especialmente, es
para compartir con las personas del medio de la comunicación, evitamos la entrada a gente que no conocemos. Por cuestión natural, acá hay algo que ata mucho a la gente y es la manera como la atendemos; por ejemplo, el traslado de la persona cuando viene en su vehículo y se queda acá un rato, se le cuida su vehículo y se le traslada a su sitio de trabajo o residencia. - Es decir, ¿velar por la seguridad de la persona? - ¡Claro, claro! Es una cuestión que nos nació a nosotros. Acá la cuestión es compartir un rato, no todo el mundo sabe hacerlo, acá vienen personas que tienen algo de libro en la cabeza. - Algún estudio. - Correcto. Después de que Don Chucho, un tipo de baja estatura, cabellera larga al mejor estilo de Los Bukis, me contara sobre la historia de su local y del estereotipo de persona a quien le permite el ingreso, le pregunté: ¿Habrá alguna anécdota o suceso en particular con alguna persona que haya ingresado al local? - Un personaje del medio de la comunicación que se tomó sus tragos acá y finalmente dijo que se iba y, efectivamente se fue, después vinieron a buscarlo. La familia preocupada porque no lo encontraban por ninguna parte, con la desgracia de que este personaje apareció a los dos días; quién sabe para
Don Chucho
Foto: Fred Solis
Don Noé Alzate
Foto: Fred Solis
dónde cogió, en el sitio que estuvo lo emburundangaron, pero afortunadamente fue solo eso lo que pasó. Finalmente el hombre ya no toma trago, ya superó lo que le pasó en ese momento. - Esto es algo que se sale de lo normal. - Sí, y no hay nada más hermoso que después de haber compartido acá, tenga la oportunidad de que un vehículo lo recoja acá y lo desplace a su hogar. -¿No ha habido quejas de vecinos? - No, nada. Es el respeto, es saber lo que se está haciendo. -Es decir, respetar el espacio de los demás. - ¡Correcto! Eso es lo más hermoso. Mientras usted haga sus cosas y no le haga daño a nadie, tendrá la posibilidad de seguir haciendo lo que usted hace. En ese momento pensé: “qué bueno sería venir un día y quien quita, tomarme mis tragos sin pensar después cómo voy a llegar a casa”. “Dónde Don Chucho” entran regularmente profesores de Uninpahu; es claro que existe una relación entre la institución y el tipo de aproximadamente 1.58 cm de estatura. Pero, ¿cuál es dicha relación? - Yo conocí la primera casita de Inpahu, donde creo que ahora es la sede
principal, esto fue hace unos 38-39 años. Posteriormente tuve acceso a la universidad porque en este sector vendía libros, tuve acceso a la universidad para vender mis libros. De esa época todavía hay profesores que siguen trabajando en Inpahu; hay una bonita relación. Aparte de eso, tengo un hijo que hizo una parte tecnológica allá en comercio internacional y ya ahorita está terminando su carrera profesional como administrador de empresas de Inpahu. Él se destaca en la parte artística porque canta. Le agradecí a Don Chucho por su tiempo, me despedí de él y de su esposa. A unos metros de haber salido sentí una molestia en mi estómago, pensé: “¿será hambre?” Me devolví y compré una gaseosa (un poco cara la verdad) y un Chocorramo, cuando terminé de comer, me despedí de nuevo y dije que en pocos días volvería. El zar de la fritanga De lunes a viernes, en uno de los andenes de la calle 39, se encuentra un vendedor ambulante, ya de edad, con un delantal y una gorra. En una vitrina de color rojo, se pueden observar los productos que están a la venta: papa criolla, papa frita, churros en forma de aro y chorizos. Cada día de vuelta a casa,
me dirijo hacía la Avenida Caracas para tomar el servicio de Transmilenio en la estación de la 39. Siempre subo por el andén en el que se encuentra Noé. Siempre que pasaba por su sitio de comidas, me generaba inquietud saber cómo surgió este negocio. Un día me decidí a saberlo: - Hola. - Buenas noches, soy Noé Alzate. - Por favor, ¿a cómo el paquete de papa? Le pregunté, para no ser tan directo, pero de igual forma tuve que serlo. - Don Noé, ¿usted podría contarme hace cuánto es vendedor ambulante? - Este puesto de comidas ha sido de mucha tradición. Lleva 15 años y mi clientela han sido los estudiantes, los de mantenimiento y profesores que vienen a comer aquí. Mi puesto ha sido catalogado por la papa criolla, la papa tajada y los churros. Mientras, Noé le daba la vuelta a unos churros para que se fritaran del otro lado, le pregunté: ¿usted tiene alguna relación con Uninpahu? - La relación con la universidad ha sido intachable, porque no tengo nada que decir de ellos ni ellos de mí, porque alrededor de 20 años he hecho el bien a las personas. Yo apenas llegué aquí empecé como celador, fui campanero en esta cuadra por más de cinco años.
Entrevista En ese momento, me puse a observar los productos y lo que más me causó curiosidad fue el aceite espeso y muy caliente. Le pregunté: “¿Cuál es el producto que más compra la gente?” - El producto qué más compra la gente, diría yo, es la papa criolla, porque es más novedoso y la gente queda más satisfecha con un plato de papa criolla que de papa tajada. Me despedí. Como agradecimiento a Noé, por su tiempo, le compré un paquete de papa criolla. Al primer mordisco sentí los 15 años de experiencia en la fritura de papa criolla con sabor a churro. El café de los estudiantes ¡Si quieres tomarte un café, te recomiendo el Café Trastevere! Es un lugar con aspecto italiano, ya que su jefe, Roberto, es del país de la Mona lisa. Este sitio cuenta con dos espacios, uno externo y uno interno. En el externo se genera un buen ambiente, ya que puede decirse que es un punto de encuentro de los estudiantes de Uninpahu; allí se puede comer, hablar y fumar, como afirma Sheylla Villalobos, estudiante de comunicación de Uninpahu: “La parte externa del café es zona de fumadores, adentro es más privado”. En la parte interior del Café se encuentran cuatro mesas con mantel a cuadros de colores verde y blanco, una vitrina en la cual están todos los productos de pastelería, otra en la que se encuentran las bebidas frías y detrás de esta, se puede observar la máquina para preparar café marca Casadio. Hay un espacio adicional, adornado con cuadros de postales de Roma y cinco mesas con manteles a cuadros de colores rojo y blanco. “Me parece un sitio que está bien ubicado, pero no estoy de acuerdo en muchas cosas. Uno como estudiante tiene espacios donde llega a terminar sus trabajos, a terminar sus cosas de la universidad y ves cierta presión de las personas que atienden, si no estás consumiendo entonces no puedes estar ahí; se paran a mirar qué estás haciendo, entonces por eso
Reportaje no me gusta. Me parece también que eso le genera mala imagen al negocio. Con otros estudiantes hemos observado las actitudes de estas personas y no nos satisfacen como dueños. La estructura me parece que es un buen sitio, es centrado a la universidad, es cómodo”. Señala Angélica Torres estudiante de octavo semestre de comunicación. El 13 de marzo decidí entrar e indagar sobre este local. En ese momento me encuentro con un afrocolombiano, alto, delgado y bien vestido, su nombre es Jesús quien hace parte de los empleados que trabajan allí. Pensé: “Tal vez él pueda ayudarme en mi investigación” y sí, así sucedió. - Jesús, ¿hace cuánto está funcionando el Café Trastevere? - El Café Trastevere está funcionando desde hace tres o tres años y medio; se encuentra ubicado en la carrera 16, número 39ª – 95.. -¿Cuál fue el objetivo de la apertura del local? - Tengo entendido que a mí jefe le gusta un ambiente así, al mejor estilo italiano, como también lo es su estructura. - ¿Existe algún tipo de relación con Uninpahu? - Que yo sepa no, fue una idea de mi jefe y es totalmente independiente. Los Parasoles Una mañana después de salir de clases de la universidad, estaba en compañía de un amigo. Tenía hambre, pero decidí no comer y esperar la una de la tarde para almorzar; al contrario, Juan David decidió ir a comprar algo, me dijo: “Espéreme, voy a comprar un sándwich allí al lado de las arepas del paisa, ya vengo.” Regresó a los 10 minutos, empezó a comer y mi estómago no daba tregua, le dije: “Venga, deme un mordisco, se ve como bueno”. Y sí, el sándwich tenía buen sabor, pa’ que. En ese momento recordé que tenía que entrevistar a la señora que trabaja allí; pensé: “la entrevisto y de paso me como un sandwichito”. - Buenos días señora, mi nombre es Camilo y trabajo para el periódico El Reportero ¿cómo es su nombre?
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Trastevere
Foto: Fred Solis
- Buenos días Camilo, mi nombre es Amparo Galindo. - Señora Amparo, ¿cómo empezó el negocio de Los Parasoles? - Con el negocio llevo ya seis años; es mío, yo misma lo atiendo y lo administro. Llegué al barrio por una amiga que tenía el negocio, me lo vendió y se lo compré. - ¿Existe relación con la universidad? - Relación directa no hay, solo que dependo mucho de los estudiantes, casi que en un 80% porque es lo más cerca que tengo acá al negocio, que es la universidad. - ¿En qué hora del día es más frecuente la presencia de compradores? - En las dos jornadas, pero se vende más en la nocturna, ya que a esa hora los muchachos son mayores, no dependen de sus padres y trabajan; entonces, viven económicamente mejor. -¿Cómo le va con el negocio? - Muy bien gracias a Dios; tengo que bendecir mi negocio porque me ha ido súper bien, me amaño, atiendo bien a la gente, los muchachos me quieren mucho, los consiento, ¡súper!. -¿Qué futuro le ve a Los Parasoles? - El futuro no es mucho, porque esta es una casa que no es mía, en cualquier momento la pueden vender o se puede acabar la universidad, entonces, me tocaría acabar con el
local, pero me iría muy agradecida y muy contenta por haberlo tenido, por haber hecho muchas cosas buenas. Cuando Amparo terminó de contarme sobre su local, recordé que no había venido solo para obtener información, también, porque tenía hambre. - Señora Amparo, ¿qué precio tienen los sándwiches? - Yo los vendo a dos mil pesos. - ¿Qué ingredientes tienen? - Jamón, queso, lechuga, tomate y queso crema. Son ingredientes de muy buena calidad. - Me vende uno por favor. - Bueno, con gusto. Me entregó un sándwich empacado y de camino a la sede principal me lo fui comiendo. Es un poco pequeño para los dos mil pesos, pero por el sabor no me arrepentí de haberlo pagado. El Naranjazo de Doña Flor Si usted es madrugador, podrá encontrar, desde las cinco de la mañana, por la calle 39, un puesto de jugos de naranja natural, que a pesar de que esta fruta está escasa, Doña Flor (administradora del negocio) vende entre 20 y 30 vasos diarios. - Doña Flor ¿cuánto lleva con su negocio? - Yo llevo con el negocio de jugos de naranja cinco años y nunca había esta-
do tan escasa la naranja; ahora es por lo del paro. - ¿Qué precio tiene el vaso de jugo? - Normalmente el vaso de jugo es a mil pesos, pero ahora, con esa escasés, me tocó subirle a mil doscientos. - ¿Cuántos vasos jugo vende al día? - Yo vendo alrededor de 20 a 30 vasos de jugo de naranja, eso depende de la hora. - ¿Cuál es el horario del negocio? - Yo llegó acá a las cinco de la mañana y me estoy yendo a las 12 de la tarde. - ¿Únicamente vende jugos? - No, no señor. También vendo tinto y pan. - Doña Flor, me vende un jugo por favor. - Claro señor. - Gracias. De camino a Uninpahu me tomé el jugo. Estaba un poco ácido la verdad; pensé: “Eso debe ser por el paro.” Después de haber pasado por bares, restaurantes, cafés, haber caminado por las maravillosas calles del colonial barrio Teusaquillo, escuchar el testimonio del zar de la fritanga, al del confesionario de los periodistas, haber entrado al lugar donde la academia baila, haberme tomado un café en Trastevere, puedo concluir que una vía para salir de pobre, es dejar de gastar tanto y mejor montar un negocio, el que sea, pero que sea al lado de una universidad como la Uninpahu.
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Entrevista Egresados Uninpahu
Por Miguel Gómez Ospina Decano Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje
C
on un largo camino en la vida periodística, Martha Noriega es una comunicadora social que se dio a conocer en los medios como periodista de City Noticias, el noticiero de City TV. En dicho espacio ella hacía reportería sobre el tránsito en la ciudad y denunciaba a los “bárbaros”, aquellos que cometían las infracciones más extravagantes. Luego, se dedicó a cubrir los eventos más relevantes de Bogotá desde un helicóptero conocido como “el patrullero del aire en R.C.N. Miguel Gómez: Martha, cuéntanos ¿cómo fue el inicio de tu carrera? Martha Noriega: Me inicié como practicante con una serie de profesionales que lo ponían a uno contra la pared. Al principio fue duro, el acople no fue tan fácil como se esperaba pero, como esta carrera se estudia por vocación, porque se tienen las ganas, salí adelante. Fue duro pero valió la pena. MG: ¿Qué recuerdas de esa práctica? ¿Algún personaje en especial al que le hayas aprendido, o alguna anécdota en particular de esa época? MN: Mi primera práctica la hice con Juan Gossaín en RCN Radio. Recuerdo que alguien se me acercó y me comentó que el jefe había dicho: “dígale a la practicante
Informe
Crónica
Editorial
Una experiencia periodística
Foto: Archivo Institucional
nueva que suba”. Cuando me vio, solo me dijo: “averigüe que está pasando en la cárcel Modelo y tráigame una nota, rápido”. Como era practicante no tenía fuentes, no sabía a quién recurrir. Bajé a la sala de redacción y no sabía qué hacer. Una hora después, subí de nuevo a la cabina y Don Juan me dijo más o menos: “se acabó el tiempo. Si para averiguar que hay desórdenes, que hay desmanes, que llegó el ESMAD se demoró una hora, creo que usted no me va a funcionar”. Entonces fue difícil al principio, pero después ya empecé a conseguir contactos, empecé a moverme y después no era sino que él me dijera algo y a los 5 minutos, mentira en 2 minutos, tenía la información. MG: Entonces, eras la periodista más rápida. MN: no, la practicante menos lenta (risas). MG: ¿Y qué siguió en tu vida profesional? MN: Después de que terminé mis prácticas en radio, me vinculé a RCN Televisión, pero empecé en el ámbito organizacional, fue un salto un poco brusco, pero un amigo, un periodista amigo me dijo: “Preséntate en RCN Televisión, están necesitando a alguien” y empecé a trabajar con Fernando Gaitán. Allí, aprendí bastante sobre la producción de telenovelas. Fue un camino muy divertido, muy profesional, muy
enriquecedor. Más adelante tuve contacto con Darío Restrepo, me vinculé a la casa editorial El Tiempo y empecé a trabajar en City TV, donde duré casi siete años con excelentes resultados. MG: O sea que ahí se inició una etapa de tu vida que es bien conocida por algunos de los televidentes, reportera de las calles al lado de los “barbaros” del tránsito? MN: Sí, esa era la sección del noticiero de City. Era una sección que le encantaba al director porque era una sección donde cazábamos infractores. Creo que hicimos un buen equipo de trabajo. Después pasé al espacio Arriba Bogotá, que se emitía en la mañana. Ese era un trabajo un poco más pesado porque me tenía que levantar a las tres y media de la mañana y salíamos a las tres de la tarde, pero nunca se dejaba de trabajar porque eran las siete de la noche y si cancelaban la rueda prensa, pues usted seguía, porque al otro día uno tenía que responder por cuatro directos, con invitados desde las seis de la mañana. Además, tenía un programa que se llamaba el City Pulso que se hacía todos los días en directo, antes del noticiero. En esa época tenía un ritmo de trabajo muy fuerte. MG: ¿Pero volviste a RCN? MN: Así es, me vinculé de nuevo a RCN Televisión
y me llamaron para que hiciera parte de los Patrulleros. MG: Cuéntame, cuando te montaste en el helicóptero por primera vez, ¿tenías miedo o estabas curada de espantos? MN: No, no, no, eso da mucho susto. Una cosa es montar en un avión grande con otros pasajeros donde te puedes parar, pero en un helicóptero tan pequeño la brisa golpea duro. El primer día estaba muerta del susto, pero cuando prenden la cámara, cuando el productor te dice: “en dos al aire”, tú tienes que transmitirle seguridad a la gente, seguridad y buena información. Eso sí, cuando se apaga el micrófono uno dice: “Dios mío aterricemos rápido”. Volar varias horas todos los días no es fácil. Yo aprendí que al helicóptero y a la profesión no hay que cogerle confianza, hay que tenerle respeto, porque como me enseñaron los pilotos: “el día que usted le coja confianza al helicóptero, usted se mata” y, por supuesto, yo no me quería morir arriba. MG: ¿Cómo es eso del helicóptero y la profesión? MN: Eso quiere decir que usted puede salir todos los días durante tres, cuatro años a hacer reportería, hacer entrevistas o pararse frente a la cámara, pero el día que usted piense: “esto es fácil de hacer”, ese día su entrevistado no funciona, le patina la entrevista, ese día a
usted le va mal. Yo creo que todos los días merecen respeto. Todos los días usted tiene un entrevistado diferente, trabaja con diferentes acontecimientos diarios y hay que respetarlos, es como si fuera el primer día y se sienten nervios y esos nervios hay que saberlos manejar. Yo creo que en esta profesión cuando se deja de sentir cierta emoción, cierto miedo, es mejor revaluar el trabajo. MG: Pasando a otro tema, ¿cómo ves en este momento el periodismo que hacemos en televisión? MN: Veo una tendencia ahora. La gran mayoría de reporteros están haciendo lo mismo, porque una estrategia le funcionó a un canal y los demás están copiando esa estrategia. A algunos les funciona y a otros no. Unos invierten más dinero, otros no lo pueden hacer. Creo que el periodismo investigativo tiene poca cabida ahora. Vemos dos o tres unitarios que se hacen especialmente los fines de semana. Un domingo se ve una buena investigación, la cual requiere tiempo, requiere trabajo, pero no es algo que se ve a diario. La premura que se maneja en televisión no permite que se hagan buenas crónicas, una crónica periodística no se hace en dos horas sabiendo que usted sale de trabajar a las siete de la mañana con un equipo y tiene que estar editando a las 11 y tiene que estar al aire a las 12 y 45. MG: Si tenemos en cuenta la premura del tiempo, ¿cómo hacer periodismo? MN: Yo creo que los periodistas deben hacer un balance. Ellos no pueden salir a decir lo primero que les diga una fuente, sin confirmar. Me parece que eso es muy riesgoso, tanto para el medio como para el periodista. Considero que lo más importante es que el reportero sepa que una noticia tiene varios lados. Por eso, tiene que preguntar al que está afectado, al que afectó, a la víctima, al victimario y tratar de mantener siempre el mayor equilibrio posible al transmitir una información. Sigue Pág. 11
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Entrevista
Reflexiones
Crónica
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Editorial
Los monumentos de Bogotá y su significación artística Por Jesús Alfonso Muñoz M., Alexis Castaño V. Estudiantes Técnica Profesional en Fotografía - 4° semestre
creativa de los pobladores de este territorio y se convierten en una declaración de la vida diaria y del interés por preservar los trazos de su historia.
Con el transcurso del tiempo, a los monumentos se les ha adjudicado un valor histórico, estético, arqueológico, científico, etnológico y antropológico. Su
importancia radica en ser el conducto para vincular a la gente con su historia; encarnan el valor simbólico de identidades culturales y hacen parte de la esencia para entender las sociedades; a la vez, contribuyen al incesante coloquio entre civilizaciones y culturas. Decretar e instaurar vestigios sobre los acontecimientos relevantes de una sociedad, por medio de creaciones provenientes del intelecto humano, concede a estas piezas la posibilidad de obtener valoración artística. Esta se obtiene ya que las obras se aprecian mediante la vista, el tacto o el oído. En el caso específico de los monumentos, su relación directa es con las artes plásticas. Las fotografías captan los monumentos con emplazamiento geográfico en el centro histórico de la ciudad, realizados durante el siglo XX. Se busca valorar y reconocer estos fragmentos de arte que adornan y embellecen la ciudad; a la vez, desentrañan la trascendencia de su ubicación en el espacio público.
hago una pregunta ¿El cartón le da a usted garantía de que va a encontrar trabajo al otro día, o no? Hay que buscar las prácticas con anticipación, porque se ve mucha gente que se gradúa, pero que no tiene el respaldo de la experiencia. No pueden decir: “Yo hice esto, yo tuve esta experiencia…”. Creo que a algunos estudiantes les falta como coraje, fuerza, decisión. Algunos estudiantes solamente se quedan en: “Quiero mi título y ya”. MG: ¿Y aquellos que has encontrado con vocación? MN: Algunos tienen capacidades, pero no les gustan los medios, quieren inclinarse por la comunicación organizacional y eso es importante, pero requieren mayor pre-
paración. Es clave que no se queden con el título universitario, hoy todas las profesiones requieren especialización. En esta profesión es importante salir del país, conocer cómo se hace el periodismo en otros países, tener otras visiones para poder aplicarlas a su trabajo. Por eso, me parece que hay que ser inquietos, no hay que quedarse en la zona de confort. MG: finalmente, ¿qué le dirías a los estudiantes que están terminando su carrera y se piensan dedicar al periodismo? MN: Les diría que se deben preparar académicamente y, a la vez, adquirir experiencia, porque es importante que cuando un estudiante lle-
gue a un medio no solo se le vea entusiasmo sino que se le vea formación académica y se le vea que ha hecho algo. Es fácil decir: “es que no me queda tiempo” sí, si queda tiempo; durmamos más poquito. Yo por ejemplo, en este momento tengo tres trabajos; yo trabajo en una constructora, trabajo como docente y después trabajo también como mamá; entonces, hay que dormir más poco, pero hay que sacar tiempo para todo, hay que hacer más cosas, hay que estar actualizado tanto en lo conceptual como en lo técnico. Saber cómo avanzan las nuevas tecnologías y aplicarlas, no quedarse con lo que se aprendió, porque eso nunca va a ser suficiente.
Fotografía: Jesús Alfonso Muñoz y Alexis Castaño V.
Detalle Minerva ubicada en la Biblioteca Luis Ángel Arango.
B
ogotá es una galería al aire libre. En sus espacios públicos se hallan piezas artísticas que dan cuenta y rinden homenaje
a personajes ilustres y acontecimientos históricos de trascendencia para la metrópoli y la nación. Estos monumentos testimonian la expresión y capacidad
Viene Pág. 10
Una experiencia periodística MG: A propósito del equilibrio informativo ¿cómo ves el cubrimiento periodístico de las conversaciones de paz que se llevan a cabo en la Habana entre el Gobierno y las FARC? MN: (Risas) esto se puso difícil. Los sabios dicen que en público no se debe hablar de política, de fútbol o de religión. Veo que solo se transmite la información que da la Casa de Nariño, pero entiendo que este es un proceso que tiene muchos vértices y es riesgoso dar demasiada información; deben ser las autoridades, en este caso los voceros del Gobierno, quienes emitan sus conceptos. Si los periodistas van a hacer una investigación a fondo, no la
podrán hacer en una o en dos semanas y los frutos se van a ver más adelante. Yo creo que en este momento lo están manejando como deben hacerlo y es guardando un equilibrio y ciñéndose a lo que se puede decir, porque no todo se puede contar en un proceso de paz. MG: Tú estás trabajando actualmente en la Facultad de Comunicación en Uninpahu. ¿Cómo te ha ido en este trabajo con los estudiantes? MN: Se ven las cosas desde otro lado, desde otra óptica. Hay estudiantes que realmente sienten vocación, están dedicados, pero hay otros en los que se percibe que tan solo quieren un cartón para salir a buscar trabajo y yo les
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Entrevista
Reportaje
Entretenimiento
Editorial CARICATURA
CRUCI LETRAS
Un entretenimiento para pasar el tiempo 1
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Especialización en
Gerencia de Proyectos Informáticos Facultad de Ingeniería y Tecnología de la Información
Horizontal 1. Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje 3. Aquí tenemos dos y todos queremos llegar allí 6. Institución asociada con Inpahu 10. Primera parte del nombre de la emisora Institucional 11. Segundo nombre de Carmen C. 13. Nuevo nombre institucional 15. Vecino nuestro
Vertical 2. La edad que tenemos 4. Programa que se renueva en FCIL 5. Apellido de la rectora y célebre pintor 7. Debemos comprometernos con ella para mejorar 9. Siglas del Fundador de nuestra Institución 8. Años de duración del tecnológico 12. Nos convoca a estar aquí 14. Exdecano de FCIL