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SUMARIO Pág.:
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ENTORNO A MACHADO Y A LEONOR RUIZ.
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ARABISTAS EN COLOMBIA.
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10 UNA IMAGEN UN POEMA.
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11 POESÍA LA MAS PEQUEÑA Y GRANDE DE LAS ARTES.
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14 FICCION Y REALIDAD EN EL POEAMRIO GRITO....
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17 ARQUITECTURA Y MEMORIA PLAZAS DE LA CONCORDIA.
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26 MIGUEL BARROSO.
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32 EL HAEIKU LATINOAMERICANO DE MARIO BENEDETTI.
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36 A MI MANERA.
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42 LA CULTURA Y SU VALOR EN IBEROAMÉRICA.
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50 UN LIBRO.
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52 GORAFE, DESDE LA VERTICALIDAD DE SUS ALGARVES.
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62 O LANCEIRO NEGRO (EN PORTUGUÉS)
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66 JOSE MARÍA MORELOS.
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70 LA POESÍA NITIDA DE WINSTON MORALES.
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74 LA ANOREXIA.
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78 PUBLICIDAD.
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DIRECCIÓN: ALFREDO PASTOR UGENA LUIS MANUEL MOLL JUAN
ISSN 2173-2184 MADRID Depósito Legal M-4639-2007 WEB: http://www.laalcazaba.org EMAIL: info@laalcazaba.org TELF.: (+34) 605434707 FACEBOOK: https://www.facebook.com/pages/LaAlcazaba/446791628677017?fref=ts LINKEDIN https://www.linkedin.com/home? trk=nav_responsive_tab_home
DIRECCIÓN POSTAL Revista LA ALCAZABA Av. De Elda, 75, 3º C 03610 Petrer (Alicante) España
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Créditos
EDITA: EL MENTIDERO LITERARIO
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Nicolás del Hierro
Soñé que tú me llevabas por una blanca vereda, en medio del campo verde, hacia el azul de las sierras, hacia los montes azules, una mañana serena. serena
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ue en los comienzos de 1906 cuando el poeta andaluz, ya elevado su nombre en aras del verso, decide preparar oposiciones a Cátedra de Instituto de Segunda Enseñanza, en la asignatura de francés. Pero al llegar el verano, el tribunal aplaza el ejercicio de la convocatoria y no sería hasta mayo del año siguiente (1907) cuando el poeta se examina y logra plaza en el Instituto soriano. Conseguida ésta, don Antonio Machado llega a Soria el 4 de mayo y toma posesión de su Cátedra. Pero dado lo avanzado del curso y consciente de que él no había podido explicar previamente su asignatura, renuncia a examinar al alumnado, permaneciendo en la capital soriana apenas dos o tres días más, para regresar de nuevo a Madrid, hasta el comienzo del nuevo curso: 1907/ 1908.
paseante o paseadora soledad soriana abundaría en el poeta aquel su primer curso de profesorado. Sería el tiempo en que nos confiesa que “Converso con el hombre que siempre va conmigo -quien habla solo, espera hablar a Dios un día-; mi soliloquio es plática con este buen amigo que me enseñó el secreto de la filantropía”. ¿Por qué no pensar que ese dios filantrópico, buscado a través del poeta, y con el que el hombre quiere hablar, le llegó al profesor en figura femenina durante el curso siguiente y con él la ilusión de los días? El corazón y el estado anímico del hombre cambiarían inesperadamente. Allí, en la misma casa y pensión de la calle de los Estudios, le asaltaría el sorprendente hallazgo del amor. No se habían conocido antes, porque la chiquilla estaba viviendo con unos familiares en la pequeña villa de Almenar. Aquella criatura, casi una niña, era hija de la dueña de la pensión y se llamaba Leonor Izquierdo Cuevas. Sus quince años, ojos azules y rubios cabellos, la suave belleza de su rostro y formas corporales enamoran al hombre maduro que ya era Antonio Machado.
De regreso a Soria se hospedó en una pensión o casa de huéspedes sita en la calle de los Estudios, de escasos pupilos y casi todos ellos estables, alguno de los cuales con cierto nivel cultural en la elite provinciana, pero poco versados en el mundillo poético del que venía el recién llegado profesor; ambiente que favorecería más aún su introvertido carácter, y que le valdría al poeta para pasear en solitario y conocer los entresijos líricos de una ciudad y unos campos que se crecerían en su inmorEn los últimos días del mes de julio de talidad lírica sobre páginas de futuros libros, 1909, cuando contraen matrimonio en la principalmente en Campos de Castilla. Esta iglesia de Santa María la Menor, Leonor
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acababa de cumplir 16 años y Antonio se aproxima a los 34. Unos meses atrás, apenas conocerse, y despierto en el poeta el sentimiento de enamorado, acoplaría en un más extenso poema, a modo de seguidilla o cantares de “soleá”, aquel conocido terceto, que dice:
efecto con la festividad de San Saturio, no se inicia hasta el 7 de octubre.
El matrimonio vive ahora en la Plaza de Teatinos, llenando su vida de proyectos: Antonio escribe poemas para el libro que habría de ser Campos de Castilla, y Leonor acaricia la ilusión de un largo viaje a París, “Y la niña que yo quiero, del que su esposo le hablaba con tanto entusiasmo. El proyecto parisino se ve cumplido ¡ay!, preferirá casarse cuando Antonio le confirma que le ha sido con un mocito barbero”. concedida una beca por la Junta de AmpliaVersos sobre los que Leonor, ya con más ción de Estudios y que, sumado al sueldo, confianza, y tras su matrimonio, se asegura les permitirá pasar una temporada con cierto textualmente que le dijera: “Yo me enfadé desahogo en la capital francesa. mucho cuando los escribiste, porque tú saInstalados en un pequeño hotel de la rue bías que no era verdad”. Su proyectado viaje Perronet, la joven pareja, abiertos los ojos en “luna de miel” a Barcelona, donde se ha- de Leonor al recién descubierto embrujo de llaba Manuel, se ve truncado al llegar a Za- París, recorre los culturales y artísticos lugaragoza. Aquí se enteran de que las comuni- res que ya conociera Antonio de viajes antecaciones con la capital catalana están corta- riores, sin que falte algún bohemio café para das por causa de la revolución en la llamada que el escritor presente a su joven esposa a Semana Sangrienta. Desde la capital maña conocidos poetas. pondrían rumbo a PamCorría a la sazón el año plona y desde allí a Irún 1911 y, con la Fiesta Nay Fuenterravía, junto al cional Francesa, el 14 de Cantábrico mar. julio, París es un desborde Son estas fechas de de entusiasmo y celebrafelices horas entre la paciones. Pero para Antonio reja. Disfrutan de los y Leonor resulta diferente, ambientes y de los paiporque el pañuelo de ésta sajes que les rodean, de aparece todo manchado de sus contactos con famisangre tras acercárselo a liares y amigos. Antes los labios, en actitud de de iniciarse el siguiente higiene y tras un golpe de curso, pasan un tiempo tos. Imposible les resultó en Madrid, donde Antoaquel día hallar en París un nio acude a tertulias con médico particular, pues escritores y poetas, predisfrutan en el campo o sentando a su joven espequeños pueblos la alegría de su Fiesta. El posa y dando a conocer sus nuevos y caste- matrimonio, que naciera con un sencillo enllanos versos. Regresan a Soria al comenzar cuentro romántico dos años antes, adquiere el nuevo curso, que aquel año, por afecto y con esta inesperada imagen roja todo el co-
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lorido del romanticismo en uso y de la época. Podría pensarse que la vida les estaba ofreciendo previamente un sueño demasiado hermoso, que trunca la sangre. La ciencia no le aportaría muchas esperanzas. Casi dos meses después, en septiembre, por indicación médica, tras una breve escala en Madrid, la pareja regresa a Soria, cuyo fresco clima parece obrar en pro de la salud. Antonio le habla a la joven de cosas amables, y no duda en buscar para ella la quietud que los médicos le han recomendado. El poeta hace construir un cochecito que él mismo empuja por las calles sorianas en busca de solanas invernales. Pero sería un espejismo, pues diciembre le aporta una fuerte recaída. Es un tiempo donde Antonio parece olvidarse de sus versos y su Cátedra; está entregado plenamente al mimo y cuidado de la esposa, que nunca dejaría de ser una enferma modelo. Anímicamente se sabía hundido, pero no lo demuestra ante la mujer. Momentos hay en los que desearía morir con ella. Hay constancia de que posa sus labios en los de Leonor, pretendiendo el contagio. Mil novecientos doce se abría al calendario, y no es el invierno el tiempo menos malo para quien sufre los embates de la tuberculosis. Son estos meses iniciales arca de dolor, pero también de esperanzas. Habría de llegar el calor del verano, y con él aquel primero de agosto que la agonizante vida de Leonor se hicie-
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ra tránsito sobre el cuerpo de la niña-mujer, que apenas tres años vivió en su matrimonio y que sólo meses antes disfrutara con el poeta la salida triunfal de Campos de Castilla, sin duda cuando había en el escritor un menor deseo de su triunfo literario, cuando menos disfrutar podía de los elogios de Unamuno, de Azorín y de Ortega y Gasset, de los honrosos comentarios en A B C, en La Nación de Buenos o Los Lunes de El Imparcial. Leonor se iba, Leonor se fue. Con su enfermedad y su muerte, el poeta había pagado el triunfo de los buenos y de los elegidos; el de los nobles, lo pagaría después.
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Ramiro Lagos
Sergio Macías Brevis
Álvaro Mutis
García Márquez
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a primavera árabe y el trasluz de la egipcia abanderada, poemario de mi pluma errante, publicado recientemente en España, logra cierta relevancia de historiosidad literaria al ser prologado en verso con el título de “La primavera árabe en la historia”. El prologuista es el poeta chileno Sergio Macías Brevis, reconocido escritor arabista, quien, a la vez, es autor de una importante obra de investigación literaria titulada “Influencia árabe en la literatura iberoamericana”, publicada por la Universidad Internacional de Andalucía. En esta obra, en lo que respecta a Colombia, se da un listado de escritores, que podríamos clasificar de arabistas temáticos y arabistas ancestrales. Entre los primeros se destacan García Márquez, Alvaro Mutis y Fanny Buitrago. Ellos caracterizan en sus novela a ciertos nombres de origen sirio-libanés, llamados en Colombia erróneamente “turcos”. Noto que en listado de Sergio Macías no se cita como orientalista al gran poeta colom-
Fanny Buitrago 8
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Giovanni Quessep. (San Onofre, 31 de diciembre de 1939)
Guillermo Valencia. (Popayán, Colombia, 20 de octubre de 1873 - Popayán, Colombia, 8 de julio de 1943) Fue pionero del Modernismo en Colombia.
biano Guillermo Valencia, habiendo escrito, como tema arabista, el poema parnasiano de “Los camellos”, tan repetidamente declamado. Dentro de los famosos poetas, se incluye sin embargo a Eduardo Carranza, por un poema inspirado en Granada y su Alhambra. Noto también en la obra de Macías, que los escritores arabistas más conocidos son los descendientes del tronco siriolibanés ,siendo el más reconocido en España, el poeta Giovanni Quessep, del cual su poema “Metamorfosis del Jardín” fue divulgado ampliamente por el Círculo de Lectores de Madrid en 2008. Inspirado desde su infancia en “Las mil y una noches” y luego en “El collar de la paloma” de Al-Mu Tamid, su obra ha superado la merecida ponderación. Desde luego el tema arabista se extiende a otros escritores colombianos, de los cuales, Sergio Macías, cita cinco nombres: Raúl Gómez Jattín , Luis Fayad, Jorge Garcia Usta, Juan Gossain y Hector Abad. El primero, Jattin. como poeta, ha divagado notoriamente por el tema orientalista y cito por ejemplo el poema a “La abuela oriental”. Con referencia a Luis Fayad, residente ahora en Alemania, es bien sabido que in-
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corpora en sus novelas a personajes de la diáspora oriental. De García Usta se destacan sus relatos y poemas de la inmigración sirio- libanesa cuyo éxodo alcanzó desde 1880 a 1930 una cifra, según Macías, de unos ocho mil árabes . Sin duda de aquella avalancha de “turcos”, proceden los ancestros del conocido periodista y escritor Juan Gossain, autor novelesco de “La balada de María Abdala”. cuyo relato poético pondera, en honor al mérito, el ya citado escritor chileno Sergio Macías. Finalmente cierro esta reseña destacando muy en alto el nombre de Hector Abad , quien inspirándose en las fantasías de “Las Mil y una noches”. nos presenta tambien fantásticamente a la bella Susana de su novela, que no es nada menos que la reencarnación literaria de Sherezade, la famosa narradora de cuentos orientales.
Al-Mu Tamid. (Beja, Portugal, 1040 – Agmat, Marruecos, 1095). Reytaifa de Sevilla (1069–1090)
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UNA IMAGEN, UN POEMA
PALABRA EN LA REALIDAD.-
Cuando el pasado se muestra, se hace presente, tras el éxodo del hombre viajero de velas encendidas
encrucijada de caminos, en ruta sin nombre, en los claros del bosque te encontré, como cuadros infinitos de Duchamp Marcel
en el interior del pozo te busco se vacía junto al brocal por dentro, lleno de agua como anfibio de sangre helada
Foto Jesús Cañas “El Fotero”
te muestras estéril, sin dar fruto,
Poema: Aurora Gómez Blázquez
tu corazón simula una roca de piedra.
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Enrique Gracia Trinidad
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a poesía es la más excelsa de todas las artes.
No se me enfaden los practicantes o amantes de las otras artes. Cada cual tiene su mérito y su grandeza. La música siempre será la más universal, la que trasciende los lenguajes para ser un lenguaje de todos; también, por lo general, la mejor pagada y la más seguida en cualquiera de sus formas. La pintura se distingue por el reconocimiento general, el valor astronómico de algunas obras y sus múltiples variedades y aprovechamientos. La arquitectura une la belleza a lo práctico y siempre está presente en nuestra vida aunque no la veamos. No digamos de la ópera, que el propio Wagner definió como "gesamtkunstwerk" (obra de arte total) por incluir música, teatro y artes visuales. Seríamos torpes e injustos si nos olvidásemos de la grandeza de la escultura, de la danza, de la literatura, más allá de la poesía, del teatro, del cine, de la fotografía. Aún podríamos seguir con la importancia de algunas independientes o derivadas de las ya dichas, sean antiguas o modernas, como la orfebrería, la publicidad, el cómic, la gastronomía, la perfumería, la moda, la decoración... Añada cada cual las artesanías de su preferencia, vinculadas todas a lo que entendemos como arte en mayor o menor medida. Pero la poesía es otra cosa, juega en otra división. Posiblemente sea de las más humildes, de las peor pagadas, de las más despreciadas por la sociedad actual, práctica, economicista y más devota del precio que del valor. Eso, por cierto, le da muchas veces una pátina de autenticidad que la toxicidad del dinero no consigue envenenar. Por un lado, la poesía utiliza el lenguaje, la herramienta más sublime que el hombre ha conseguido desarrollar, la que nos llevó sin duda del primitivo homínido al ser humano actual, dicho sea sin entrar en valoraciones de lo que supone o no progreso, que esa es harina de otro costal.
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Por otro lado, cuando vemos un cuadro hermoso o un edificio llamativo, cuando nos entusiasman unos acordes o una danza o, simplemente si observamos una puesta de sol espectacular, solemos decir que es "pura poesía"; lo que nos lleva a utilizar el término poético como sinónimo de lo mejor, de lo más bello, de lo más emocionante. No es en vano. La poesía, con una simple palabra, con nada más que un conjunto de vocablos, con un silencio incluso, puede hacernos llorar, reír, estremecernos, plantearnos nuestra vida, dejarnos absortos, golpearnos con una intensidad difícil de expresar. Estas reacciones que todo arte nos proporciona en ocasiones, es la sustancia misma de la poesía, su pura esencia, su razón de ser. Podrá aducirse que arrimo el ascua a mi sardina y es cierto, y podrá cada cual defender la expresión artística de la que se sienta más cerca, pero coincidirán conmigo en que cuando un pintor pinta una casa, esa es la casa; cuando un arquitecto la diseña, esa es la casa, cuando en un escenario se muestra una casa, esa es la casa; pero cuando un poeta dice la palabra "casa", aparecen todas las casas de los lectores, de los que escuchan; es la multiplicidad absoluta, el temblor de todos los recuerdos del mundo, la ilusión o el temor de cualquiera, las infinitas sensaciones que una simple palabra puede llegar a provocar en todos y cada uno de los seres humanos. En ese aspecto se hermana sin duda con la música, aunque la abstracción lleve por distintos caminos que la simple palabra. Esa es la grandeza de la poesía y también su servidumbre porque obliga a los lectores y oyentes a un esfuerzo por sintonizar con el poeta desde sus propias emociones. Y ya sabemos el miedo que eso provoca. La poesía, tan mínima, tan humilde, tan denostada, no es solo para hablar de grandes asuntos sino para convertir en grande cualquier asunto: un destino que sin duda los dioses no perdonan.
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Almudena Mestre Izquierdo
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entro del poemario “Grito” de Domingo Acosta (Ed. Nace, 2015) descubrimos un susurro que eleva los cuatro elementos básicos de la Naturaleza (agua, aire, fuego y tierra) para explicar la quintaesencia del hombre en donde los 73 poemas inmersos en el libro surgen como una lanza que despunta en cada uno de ellos. La verticalidad abre cada poe-
ma, le da libertad y a la vez armonía; la palabra inicial que comienza cada uno de ellos en letras mayúsculas incita a una acción expresada como forma verbal (infinitivo, presente, imperativo) o a una negación (no, nada) e incluso a una interrogación. El deseo, el tiempo, el sueño y su propio yo se deslizan por los interiores del alma del poeta; le envuelven en un halo de misterio donde la palabra se funde en una sola revelación del ser humano. “Grito” es un camino hacia el interior de la persona, un viaje sin fin en el que el tránsito es duro pero merece la pena porque el alma habla y siente, se sumerge, desaparece y vuelve a aparecer de las tinieblas para ver de nuevo la Luz. En los poemas de Domingo Acosta percibimos el símbolo, la imagen, la metáfora donde aparece un complejo mundo de abstracciones a través de las coordenadas espacio-temporales que marcan el ritmo de cada poema. Es un grito de fe y esperanza a través de la palabra que surge del abismo, un canto de libertad y de unión con el Otro en
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donde uno mismo encuentra la propia soledad del hombre frente al mundo. El tiempo teje la telaraña existencial del ser humano, le encuadra en un momento, para ser consciente de su propia existencia, de su vida; dentro del hombre late su corazón en medio de la nada. La alusión desde un principio a la Naturaleza a través del mundo onírico le sitúa al poeta en medio de la realidad y la ficción a las que llega vagando por una trascendencia; de este modo se percibe vivacidad, movimiento y cierto interés estético y artístico. Según Gérard Genette, “lo que confiere a una obra de arte, es la sensación, fundada o no, de que dicho objeto ha sido producido con una intención estética”. Por tanto, podemos decir que en los poemas de Domingo Acosta, existen una atención y una apreciación estéticas por un lado y por otro, una intencionalidad artística
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a través de la conexión del autor con la naturaleza, la realidad y el mundo que él percibe. El carácter ficcional del lenguaje de cada poema nos acerca a la realidad de un “yo” que grita y sucumbe en un sueño; la sensación y la percepción del propio mundo de Domingo le sumergen en un círculo onírico, donde el ensueño es pura mezcla de ficción y realidad. Es un estado del Alma, donde el tiempo se pierde, se diluye, se esfuma, se evapora como la niebla en invierno. Las sensaciones del autor frente al mundo pueden ser alteradas con un esfuerzo volitivo, y, para ello, cambia la oscuridad de su realidad por la luz en su sueño; el existencialismo del poeta sobresale por su insularidad física, poética, humana donde a veces se siente atado e impotente ante la realidad que se vierte a él; incapaz de comprender la miseria humana y de asimilarla se sumerge en la palabra, se tapa y se esconde; su grito es un canto a la vida, al hombre, al mundo y la verdad. La estética se abre paso, irrumpe el camino lento y pausado del peregrino hacia la meta donde el día y la noche están presentes. Un tiempo acompasado al latir del corazón, exaltado a veces donde el grito es su máxima expresión y la calma, su consecuencia.
mensión onírica en la cual como diría Sigmund Freud, el deseo aparece disfrazado en el aspecto manifiesto del sueño.
El lector que se acerque a los poemas de Domingo Acosta entrará en un pacto narrativo con el Autor en donde colabore y complete su obra a través de sus interpretaciones; de esta forma cada poema sufrirá una Acosta accede a través de sus poemas a transformación de sentido y forma sígnica una realidad que se le presenta pero sin em- que le permitan acercarse a la creación artísbargo, su percepción muchas veces le enga- tica, como díría Umberto Eco. ña por permanecer en una realidad de di-
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Carlos Villarrubia
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Vista de la plaza Navona, Roma, en 1699. Óleo de Gaspar van Wittel
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abitan las almas bohemias la música del aire. Memoria sin ruido, altavoz de la armonía en la fiesta de los sentidos. Surtidores- a modo de geiser anímico-brotan en cualquier lugar de la ciudad de ciudades. Ya estoy acompañado, ya me escucha el silencio. Bernini me dibuja en Piazza Navona la fuentes de los ríos. Ganges, Nilo, Danubio, mi Río de la Plata y un goloso capuccino bailando por tus labios. Roma de vacaciones de verano, muchachas en piazza Spagna. 137 escalones hacia el infinito. Keats, Lord Byron, entre flores de transparencia. Valle Inclán de Bellas Artes y Alberti, niño travieso, enredando en la trastienda si los gatos del Trastevere le acompañan de ronda. La vida baja a la calle y todo es ritmo. Malcom Lowry imagina luces entre nieblas y una moneda perdida rueda hacia La Fontana. Volver a ser la fuente y abandonar la ruina; crecer con aire nuevo por la calle Alegría.
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Plaza Spagna , Roma
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Nunca estoy solo si la pla- Plaza del Diamant, Barcelona za me envuelve. Por Barcelona o en Madrid de noviembre. Cerveza helada riales. Madrid de Dos de Mayo cuando bajo los soportales de la siempre regreso a Malasaña; ciudad-vértigo Plaza Real, entre ecos de y a la vez curiosamente recoleta de ComenCarvalho y Biscuter. Colo- dadoras a Salesas burlando confidencias. meta por la Plaça del Dia- Siluetas urbanas, almohadas de mi ensueño, mant y María del Sol en pa- amor de farolitos que enlaza bulevares y sacalles por Gracia. Fuentes geografías. luminosas en las laderas fe-
Plaza Dos de Mayo, Madrid
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Calle del Barrio de Santa Cruz, Sevilla
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destejen Sevillanas y buscan respirar en modo flamenco. Clavadas dos cruces en el monte del olvido y por Doña Elvira perfumes de querencias aroman el barrio de Santa Cruz. De madrugada, pídeme lo que quieras a orillas del Guadalquivir. Estallido de palmeras bailarinas, esencia de manzanilla. Jardines de Murillo, Sevilla
Sevilla es un abril eterno de Betis a Triana. La brisa embrujadora, jardines de Murillo, machado que se asoma y Pareja Obregón al piano de Sierpes a Plaza Nueva. Allá por el Salvador me toca la emoción con Salve rociera .Por Alfaro, Saura y Juan Lebrón
Plazas de Montmartre, París 21
Plazas de la Concordia. De Barcelona a París. A espaldas de la Diagonal, vigiladita de flores con sabor a repostería selecta si todo sabe a domingo. Y una iglesias se contenta con repique de campanas. Son conciertos de Barber en autopista de nubes que conducen el sonido por los caminos del aire. Y en las plazas engalanadas de España y Francia sus-
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Plaza de la Concordia, París
tiempo de miel...de Piazzola a Braspiran al amor del violoncello la música de sens.Andenes del Sena, barquitos hacia la Savall con la eterna melodía de la cordiali- noche enamorada.Sueños de poetas y pintodad superando fronteras. Plaza de plazas y res en las recoletas plazas de Montmartre. de plaza en plaza al París de la Concordia. Torrente Ballester cuenta aún sus secretos Comedia Francesa, Ópera...Cuando el amor en la Plaza Mayor de Salamanca.José Jiméno perjudica seriamente la salud y desde el nez Lozano me lleva por soportales en su Louvre Concorde intuyes el centro Pompi- Guía espiritual de Castilla.En Almagro, el dou.Alta costura, geografía de la ternura,
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teatro sale a la plaza dibujando corralas de comedia. Y de Trujillo a Trujillo , de Extremadura a Perú por las plazas del alma , de Sabina a Bryce Echenique si recalo por Tirso de Molina-Madrid. Llerena también espera en los pueblos blancos el sur extremeño. Todo enamora si el amar es abierto;todo es hogar si imponer no es el juego.
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Y una tarde de junio la Grand Place de Bruselas ...orquesta-luz-arlequines-bing band y this world today is a mess.Víctor Hugo, Cocteau y el bohemio acordeón.Si la noche viene hacia mi aún me deja ser feliz por Piazza Grande si silbo al compás de Lucio Dalla de Bologna a Palermo. Frutos de la memoria, ropa blanca tendida para lavar las toxinas del alma. Barrio viejo de Santander
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Plaza de Salamanca, Salamanca
Corral de Comedias, Almagro, Ciudad Real
Plaza del Obradoiro, Santiago de Compostela
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Plaza Mayor, Madrid
o la Plazuela del PoPlaya Mayor, Ciudad de México. tro cordobesa. Autobuses camino de la Plaza de México si el zócalo quiere cantaremos rancheras para imaginar gatas bajo la lluvia o brindar con Tequila al sabor del tequila; sol que sale sin riendas a cruzar las miradas sin miedo. Cabellos en caracola y por la Cuenca íntima, música religiosa en modo de huella recoleta de un tiempo de reflexiones. Y en la Plaza Mayor-Madrid-sin anillos de oro-cuando el en julio Santiago enciende palabras de vida pasado siempre tiende a volver. animada. Todas viven en mí, plazas de la Y la gaita hechicera, mapa rítmico de mis concordia. Vida para vivir y así nuca agotar orígenes, vuela hacia el Obradoiro cuando las fuentes del alma activa
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José María García García
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iguel Barroso nace en Alcázar de San Juan, en 1538, y muere en El Escorial en 1590. Está enterrado en la cripta del Monasterio de San Francisco exquisito edificio renacentista que blasona actualmente la riqueza arquitectónica de Alcázar de San Juan. Dicho edificio contrasta en su exterior con el interior de su iglesia, de estilo gótico de transición. Nuestro autor desarrolla lo más importante de su obra en el último tercio del siglo XVI por lo que está impregnada de las características coyunturales en la que alcanza su fama. Recordemos-para situarle correctamente-que la introducción del Renacimiento en España fue tardía. Hasta fines del siglo XV no se asimila plenamente el nuevo lenguaje, que convive con el gótico-flamenco La lenta difusión de las formas renacentistas se realiza por distintos medios: importación de pinturas y grabados de Italia, presencia de pintores italianos en España y viaje de artistas españoles a Italia. Esto explica la heterogeneidad de planteamientos artísticos. Los clientes de los artistas, debido a la casi inexistencia de burguesía ciudadana, son la nobleza terrateniente, la Iglesia y la Monarquía. La aristocracia española, gran admiradora de las cortes italianas, adopta el nuevo arte porque su modernidad aumenta su prestigio, no por valorar los ideales renacentistas. Una minoría humanista va creando lentamente un clima más receptivo a lo largo del XVI. Los reyes Carlos V y Felipe II impulsan el desarrollo de programas artísticos clasicistas como expresión de su poder
De todas formas el cliente más importante es la Iglesia. De ahí el predominio de temas religiosos. Las imágenes son un instrumento de propaganda de la fe católica frente al protestantismo. Tienen como misión conmover a los fieles, se trata de una acción didáctica de tipo caquetequético. La pintura mitológica y la de historias profanas son escasas, salvo las realizadas por pintores italianos como Tiziano para Carlos V, Felipe II y grandes señores, igual que los retratos. En cuanto a las técnicas la más empleada es el óleo sobre tabla y posteriormente sobre lienzo El fresco apenas se desarrolla, a diferencia de Italia. En el último tercio del siglo XVI la corriente manierista alcanza su apogeo. Sobresale la influencia de la pintura veneciana (Tiziano, Tintoretto y Veronés) con sus ricos colores de factura pastosa y dinámica . Este el contexto técnico y artístico que influye, en mayor o menor medida, de for-
Medallón con la efigie de Gaspar Becerra incrustado en la fachada del Museo del Prado de Madrid
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Cuadro de la Anunciación del siglo XVII en el retablo de la capilla mayor de la Colegiata de Santa Maria la Mayor de Alcázar de San Juan. (Ciudad Real)
ma más o menos directa o indirecta en Miguel Barrosos de la mano- en principio- de su maestro Gaspar Becerra(1520-1570), en cuya casa trabajó como mancebo.
influencia de las poderosas creaciones de Miguel Angel: debemos apuntar que Becerra fue un seguidor de las tradiciones pictórica florentinas.
Este gran pintor-maestro de Miguel Barroso- nacido en Baeza (Jaén) trabajó casi toda su vida en Castilla. Es, después de Alonso Berruguete, uno de los artistas más completos que produjo España en el siglo XVI. Fue a la vez escultor, pintor y arquitecto. Estuvo en Italia y tuvo allí la
La figura de Gaspar Becerra –muy unida al menos en lo pictórico a la de su discípulo Miguel Barroso-es una de las más significativas de la segunda mitad del siglo XVI. Miguel Barroso, en 1577, era todavía vecino de la denominada entonces Alcázar
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Cuadro de la Visitación del siglo XVII en el retablo de la capilla mayor de la Colegiata de Santa Maria la Mayor de Alcázar de San Juan. (Ciudad Real)
de Consuegra; en 1585 residía en Toledo . El padre fray José de Sigüenza cuenta en su Historia de El Escorial que era un hombre muy instruido y "sabía bien la lengua latina y no sé si la griega”. Junto a Diego de Urbina siguió las pautas impuestas por los decoradores italianos pero con pobreza formal y estilística. Una de sus tareas profesionales más destacables, a la que aluden todos los tratadistas de la Historia del arte, fue la de ser
el autor de las condiciones que debían seguirse en la ejecución de la monumental fábrica del retablo mayor de la iglesia del Hospital de Santiago de Úbeda, En este retablo aludido, la pintura mural decorativa alcanzará su cenit. Este protagonismo lo asumió el pintor manchego Miguel Barroso, poco reconocido hasta la fecha. Otras realizaciones pictóricas de Barroso son la conclusión del retablo de la igle-
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naba muy bien la grave contención del espíritu trentino El padre Sigüenza dice de él que “si fuera italiano, le llamarían el nuevo Michel Angelo” Felipe II, gran conocedor y admirador del arte italiano-como hemos señalado anteriormentenecesitaba artistas para decorar su gran obra artística: el Monasterio de El Escorial. Barroso, antes de incorporarse a sus trabajos en El Escorial, pintó, en 1585 el retablo de un altar para la iglesia del Hospital de Afuera o de Tavera en Toledo Nuestro autor trabajó en el Real Monasterio de El Escorial desde 1587 a 1590, es decir hasta su fallecimiento. Felipe II le nombraría su pintor de Cámara, en 1589, con cien ducados de salario. Sus pinceles están normalmente ocupados por encargos de Detalle del Tríptico de la Ascensión. Monasterio de El Escorial, Madrid iglesias y monasterios, aunque sia de Socuellamos. En 1585, nos dice Cea igual que otros contemporáneos suyos dio Bermúdez que fue llamado a Toledo para rienda suelta a sus conocimientos para captasar con Hernando de Ávila las pinturas tar el sentimiento de lo bello en vastas deque Luis de Velasco habría hecho para el coraciones murales , representando, por claustro de la catedral, realizando él mis- ejemplo, escenas mitológicas, como Los mo un cuadro para el colateral del evange- elementos de Perseo y Andrómeda o La lio de la Iglesia del Hospital de San Juan Magdalena, de tamaño natural, muy conmovedora en su hermosa desnudez. Bautista En El Escorial, Miguel Barroso, también en competencia con otros artistas, como Luis Carvajal, Rómulo Cincinato, Peregrino Tibaldi o Diego de Urbina, Barroso pintó, entre 1587 y 1589, dos trípticos de la planta baja del claustro principal, cuyos temas más destacados son “La ascensión del Señor" y "La venida del Espíritu Santo"; dos cuadros pequeños para las sobre-
Palomino nos describe a este artista alcazareño como “un gran pintor discípulo de Becerra, muy instruido en las lenguas latina y griega y otras muchas. Y además de esto fue un famoso arquitecto y músico excelente”. El historiador de arte, Pérez Sánchez, nos dice que, entre otras cualidades, encar-
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modelos florentinos y romanos del Renacimiento tardío, en consonancia con los manieristas italianos a los que el monarca había confiado la decoración del conjunto escurialense. También encontramos sus huellas pictóricas en varios retablos cuyas puertas, en forma de dípticos, pinta interior y exteriormente, Miguel Barroso junto a los mencionados por Luis Carvajal, Tibaldi y Rómulo Cincinato Nos dice el Padre Sigüenza que fue un pintor correcto y frío, cuyo mayor defecto fue la falta de fuerza expresiva…”aunque sin haberse ejercitado mucho en pintar al fresco y en paredes, sus obras parecen de los que han cursado en Italia, aunque nunca estuvo allí, donde se ve el ingenio del hombre”.
La transfiguración del Señor, Museo de Huesca en depósito del Museo del Prado, procedente del Museo de la Trinidad. Obra atribuida por razones estilísticas a Miguel Barroso por Alfonso E. Pérez Sánchez.
puertas del coro, representando a un cristo y una virgen, que se han perdido, y diversos ornamentos de la basílica.. Esta obranos comenta Palomino-“basta para crédito de su eminente habilidad y pericia en el arte de la pintura, en que fue muy dulce en el colorido, aunque con poca valentía en el dibujo”
Iglesia de San Francisco en Alcázar de San Juan, Lugar donde reposan los restos de Barroso
Su obra en El Escorial, se completa con los pequeños cuadros de El Salvador y Nuestra Señora, además de realizar para la basílica escurialense diversos dibujos para la ejecución de ornamentos y ternos. Recordemos que Barroso era un maestro formado en el manierismo de Becerra, un pintor fiel hasta el final de sus días a los
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Washington Daniel Gorosito PĂŠrez
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M
Asumiendo el “perdón” de Bashoo, Mario Benedetti consideró al haiku como un envase propio, aunque el contenido de los que gestara es inocultablemente latinoamericano.
ario Benedetti sin lugar a dudas junto a su compatriota Juan Carlos Onetti, conformaron el “dúo” de escritores más importantes que ha dado el Uruguay en la segunda mitad del siglo pasado. Integrante de la llamada Generación del 45, escribió más de 80 libros que fueron traducidos a 30 idiomas.
Lo único japonés es la fidelidad a la estructura de lo que el llamó su “modesto trabajo latinoamericano”, en un tipo de poesía muy poco practicada en América Latina.
Cuentista, novelista, dramaturgo, muy acertado crítico literario, supo incursionar en el género poético con gran destaque. Justamente lo de este escrito rescata la experiencia del escritor oriental con el haiku.
Una muestra de que Benedetti se introdujo en la pauta lírica apelando a sus propios vaivenes, inquietudes, paisajes, reflexiones y sentimientos la encontramos en los siguientes haikus de su creación:
El propio Mario Benedetti dijo en su momento no considerarse un “Haijin” (esta es la denominación en japonés que recibe quien escribe haikus) rioplatense. Recordemos que el haiku, tiene a su máximo expositor en el poeta japonés Matsuo Bashoo (1644- 1694) remontándose su origen el siglo XVI. La definición que Bashoo dejara para la posteridad:
Pasan misiles ahítos de barbarie globalizados
“Haiku es simplemente lo que está sucediendo en este lugar, en este momento”. Aunque en cuanto a estilo decía: “No sigas la huella de los antiguos busca lo que ellos buscaron”.
El exiliado se fue adaptando al tedio de la nostalgia.
El haiku tiene como temática la naturaleza, en castellano deben ser de 17 sílabas distribuidas en tres versos de 5, 7 y 5 sílabas respectivamente, no llevan título y a pesar de su brevedad son poemas completos, contienen el universo entero.
La vida es breve Lo afirmaron a una Falla y Onetti.
No me seduce el burdel del poder prefiero el otro.
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La mujer pública
Cuando Mario falleció a los 88 años de edad en su entrañable Montevideo el 17 de mayo del 2009, cientos de bolígrafos llovieron sobre su ataúd en el momento del entierro lo que no era más que la respuesta que le daba el pueblo uruguayo a uno de sus haikus:
Me in spira más respeto Que el hombre público. Patrias de nailon no me gustan los himnos ni las banderas.
Cuando me entierren por favor no se olviden
Reveló el Papa
de mi bolígrafo.
que no hay cielo ni infierno vaya noticia. Un pesimista es sólo un optimista bien informado. Si me torturan nunca diré nada dijo el cadaver Al sur, al sur está quieta esperando Montevideo .
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Luis Manuel Moll
UN LUGAR PARA VISITAR
Ermita de San Bernabé y San Tirso (Burgos)
R
odeadas por unas diadema de montes, barrancos y ríos y creada dos siglos después de que Miguel Ángel dejara en la bóveda vaticana su interpretación de La Creación de Adán, en 1705 el cura Don Juan de Lucio y el administrador Pedro Gómez, ambos al cargo de la ermita de San Bernabé y San Tirso, mandaron a un artista hoy desconocido que pintara los Diez Martirios de San Tirso en las bóvedas excavadas en esta cueva, hoy monumento vivo de la historia. San Bartolomé y San Tirso, ya hicieron su milagro al dejar su rastro entre todos aquí en el lugar, sitio este, donde los godos refugiados de la invasión islámica batallaron y gestaron el reino de Castilla. Prueba de la utilización secular de este espacio son los dos bancos corridos que rodean los muros de la sala de la entrada, llamada Sala del Ayuntamiento, donde se reunió el concejo entre 1616 y 1883. Esta joya lo es por partida doble ya que se encuentra en el conjunto
de cuevas más extenso de la Península, una red espeleológica trabajada por los ríos Guareña y Trema en el corazón del macizo. Una de las características que hacen único el lugar son el conservar restos de todas las culturas que han ido conformando la Península Ibérica, y el ser considerado uno de los escasos recintos mundiales donde puede seguirse la evolución de la religiosidad occidental, desde el Paleolítico hasta nuestros días. A pesar de ser San Bernabé el primer santo que da su nombre a la ermita junto a San Tirso, la gran afluencia de viajeros que recorren largas distancias para visitarla se debe al segundo santo y a la espectacular descripción artística de sus Martirios representados en las bóvedas.
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MarĂa Fraile Yunta
Acuarelas de Marisa GonzĂĄlez 36
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Co
dolor que produce el amor más profundo; aquel que es capaz de arrastrar al infierno haciendo que el fuego abrase la vida.
n los dedos agarrotados y el gesto cautivo, De Lucía rasga las cuerdas que arañan el alma. Suena la música de cumbres que incendian el rostro postrado frente al tablado que golpean los pies. La noche avanza, y entre volantes azules se enredan las piernas que celebran la vida incendiada.
Silencio. A su manera se funde al calor del pincel de color que da forma al sentimiento más hondo del pueblo andaluz celebrado en Marcando el paso, A mi manera o Preparando la feria, donde los colores estallan tornando el dolor en pasión que provoca un pudor que lleva a ocultar el rostro a bailarinas sumidas en el placer.
Silencio.
Del dolor emanan las formas que abrazan el aire, acariciándolo como Alas al viento que tiñe la luz de colores fauvistas en Sueños de manos que vibran al son del flamenco. La piel la amorata el
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Silencio.
que ensaya con el capote, o esa magistral Media Verónica donde el púrpura hará que las luces alumbren la feria del toro más bravo.
La danza en el tiempo avanza igual que el carromato de El rocío entre los árboles, camino de ver a ese torero De corto que contonea su cuerpo a la par
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Silencio. El cuello se arruga, la piel se acartona en el rostro que siente el peligro dejándose ver, poniéndose al Mundo por montera para librar esa lidia con la fuerza bruta del animal cuyos negros el pincel ha sabido lograr con maestría, haciendo brotar la sangre que hace que triunfe el raciocinio del hombre postrado frente a la muerte.
Silencio. La danza está en marcha, las cuerdas arañan el alma, los brazos abrazan el aire, el carromato sigue salvando las piedras y los rostros comienzan a desafiarnos, haciéndonos caer rendidos ante la belleza que arrastra al hombre al pecado al contemplar la figura de una bellísima femme fatal española en Azul.
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Silencio.
el dolor, la vida con la muerte y el hombre con la mujer que encarna FusiĂłn y cuyos cabellos ausentes cobran vida al sentir el calor del infierno en Sintiendo el flamenco.
La virgen contempla paciendo al caballo que llevarĂĄ a los viandantes a disfrutar de la feria, asĂ como a aquellos amantes del arte que funde el placer con
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“Uno de los más bellos, más singulares y más tremendos espectáculos que se pueda ver es una corrida de toros. Espero, a mi vuelta poder plasmar sobre el lienzo el aspecto centelleante, relampagueante y al mismo tiempo dramático de la corrida a la que asistí, y también, el Paseo del Prado, donde se encuentran reunidas todas las noches las más hermosas mujeres de Madrid, todas tocadas con mantilla”, decía Manet tras la vuelta de su viaje a España, el país “romántico” por excelencia que las acuarelas costumbristas de Marisa homenajean a través de un estilo que hace guiños al fauvismo en el tratamiento del color, al expresionismo en la pincelada, e incluso al celebrado arte negro de la contemporaneidad en el rostro que aparece en obras como Sueños, donde aún este no se ha tornado caricaturesco, como lo hará en Trincherilla.
todo gran artista ha de pintar: “A su manera”, como reza el título que da nombre a esta muestra, de forma elegante y respetuosa con cada tema que trata… Pero, ¿qué no decir de Marisa?
Marisa nació en la capital, comenzó a pintar en el año 1999, aprendió la difícil técnica de la acuarela en Ávila, su ciudad adoptiva, en la Escuela Palacio de los Serrano bajo la enseñanza de la acuarelista abulense Teresa Beltrán, se hizo muy conocida y ha expuesto desde entonces su obra en diversas sedes en Ávila y en Madrid -el Casino de la ciudad abulense o el Palacio ya citado entre ellas-, ganando premios como el de Bruselas. Pinta como
Silencio. La noche avanza… Y entre volantes azules se enredan las piernas dolientes que celebran la vida incendiada… Y De Lucía sigue rasgando las cuerdas que arañan el alma…
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Revista La Alcazaba Alfredo Pastor Ugena
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abemos que la cultura está articulada por el entramado de nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras formas de relación y de comunicación, nuestra creatividad y la expresión de nuestro ser. Podríamos decir que la cultura- en sentido amplio- asigna identidad a nuestra vida individual y colectiva. Es preciso, por tanto, situar la cultura en el centro de los debates sociales, fortalecer sus expresiones y hacer partícipes a todos los ciudadanos de su riqueza. La cultura no es sólo patrimonio del pasado, sino un sistema vivo y dinámico que se recrea constantemente.
de los recursos de su inteligencia y de su imaginación. La diversidad cultural iberoamericana se manifiesta no sólo en las diferentes formas en que se expresa, enriquece y transmite su patrimonio cultural, sino también mediante la variedad de sus expresiones culturales que afloran a través de los distintos modos de creación artística, producción, difusión, distribución y disfrute de las expresiones más genuinas de su patrimonio.
Cada sociedad, cada pueblo, cada grupo cultural debe sentirse respaldado y reconocido en lo que más valoran de su historia, de sus visiones del mundo, de sus tradiciones y de sus expresiones, es decir de su cultura. En el caso de Iberoamérica, dotada de la riqueza de los desafíos de su diversidad cultural, sus culturas reflejan esa multiplicidad, fruto de los avatares de su historia y
¿Existe Iberoamérica como patrimonio cultural diferenciable? La personalidad iberoamericana es indígena, africana, mu-
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lata, mestiza y, a través de la Península Ibérica, mediterránea, griega, latina, árabe, judía, cristiana y laica. Todo ello hace que Iberoamérica sea un espacio privilegiado extenso y diferenciado para dialogar con los demás, que nunca serán los que sobranlas minorías- sino los que aún son capaces de sentirse unidos: los demás.
ocasiones extrema, las profundas desigualdades , la marginación de lenguas y culturas, de los pueblos originarios y afrodescendientes, así como la escasez de recursos públicos y privados para apoyar el desarrollo, el acceso y participación de todos en los bienes económicos , sociales y culturales, limitan enormemente el futuro de su patrimonio primordial.
Conocemos que a lo largo de los siglos, los países iberoamericanos han tejido una red de lazos de sangre, lenguas, expresiones, narraciones, credos, valores e historias compartidas que fortalecen su identidad y les posibilita un lugar privilegiado en el mundo.
Sin embargo, hoy nos encontramos ante un momento histórico inmejorable. En 2009 y 2010 se inició para la gran mayoría de los países iberoamericanos la celebración de los Bicentenarios de su independencia. Una conmemoración que habrá de extenderse hasta 2011. Es, pues, una etapa que estará atravesada por el reencuentro con las raíces culturales de los pueblos y por el planteamiento de acciones concretas
Esa riqueza, sin embargo, se enfrenta con serias dificultades para extenderse a todos los pueblos y llegar a la propia vida de las personas. La pobreza, en muchas
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que permitan hacer frente a los retos históricos. En este sentido, no debemos olvidar el apoyo de la UNESCO a estas directrices en su Declaración Universal de la Diversidad Cultural y en la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, donde se defiende de forma nítida la diversidad cultural como patrimonio de la Humanidad. El espacio geográfico más aproximado que conocemos como Iberoamérica está poblado por unos 564 millones de habitantes-casi la décima parte de la población mundial-, en un territorio de 22 millones de km2- casi un quinto de la superficie terrestre- con la fortuna de compartir dos lenguas mayoritariamente nacidas de la misma matriz latina-el español y el portugués- , y de mantener muchas más, expre-
Catedral de Lima (Perú)
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sión de la presencia y de la riqueza cultural de los grupos originarios de esas sociedades.
10% de la población. Y que la cifra de jóvenes y adultos que no han culminado la educación primaria, se sitúa cerca de los 100 millones de personas.
Podemos afirmar que Iberoamérica tiene una formidable cantera de recursos humanos, de memoria histórica y patrimonial, de bienes culturales ancestrales, y otros actuales en incesante y masiva producción, de creatividad e imaginario incalculables. Se trata de una comunidad con una tradición compartida, fundamentada para un posible y esperanzador futuro común, y una identidad que, aunque multifacético, la diferencian de las otras grandes comunidades culturales.
En este proceso, el reconocimiento creciente de la libertades y los derechos culturales como nueva dimensión de los derechos fundamentales, debe ser valorado como una respuesta positiva frente a las restricciones, exclusiones y discriminaciones relacionadas con las creencias religiosas, la lengua materna, los modos de vida, el color de la piel, las características regionales, los orígenes nacionales o la pertenencia a una determinada etnia.
Es obvio que la cultura iberoamericana –como todas las demás-está inserta en una sociedad tecnológica y globalizada, navegando entre pobreza y desigualdad. Estas se manifiestan también en el retraso educativo de amplios sectores de la población, reproduciendo las diferencias existentes entre los más pobres y los más ricos. Basta señalar que existen cerca de 34 millones de personas analfabetas, lo que supone casi el
En una sociedad con índices de desigualdad tan extremos compila iberoamericana, la formación de ciudadanos libre cultos y solidarios, debe ser establecida como una de las estrategias principales que puedan contribuir, por el compromiso co-
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lectivo de los diferentes sectores sociales, a superar la pobreza, la marginación y la inequidad. Y, en estrecha correspondencia, no se puede desarrollar una educación capaza de cumplir estos objetivos si no se incorporan en las escuelas de forma activa, participativa e innovadora la claves de la cultura de nuestro tiempo, en las que el pasado está siempre presente. Podemos preguntarnos cuáles son los problemas pendientes de la cultura iberoamericana. En primer lugar destacamos la desigualdad. La cultura iberoamericana está dañada por ella. Las muy ricas y valoradas expresiones culturales no están a disposición de todos, ni posibilitan a muchos creadores individuales y colectivos salir de la pobreza. La cultura no alcanza a convertirse en factor de desarrollo y de participación ciudadana. Además falta una valoración real de la propia diversidad: la diferencia suele ser fuente de desigualdad. Entre los documentos que defiendan en la actualidad la cultura iberoamericana, se encuentra la Carta Cultural Iberoamericana cuyos ejes vertebradotes se sitúan en os derechos culturales, el patrimonio cultural y natural, material e inmaterial, las industrias culturales y los vínculos entre la
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Grisel Parera
cultura y el desarrollo, la educación y la formación, la innovación, la economía, el empleo, el medio ambiente, el turismo, la ciencia, la tecnología y los medios de comunicación. La Carta Cultural compromete a los gobernantes a adoptar medidas políticas, leyes, resoluciones administrativas que posibilitan alcanzar los fines que la carta postula: tienen que obligarse a afirmar el valor central de la cultura, han de promover la diversidad cultural, tienen que consolidar el espacio cultural iberoamericano y han de facilitar el intercambio de bienes y servicios. Dos conceptos básicos la sustentan :la idea de que la diversidad cultural es una condición fundamental de la existencia humana y de que sus expresiones constituyen un factor clave para Mario Vargas Llosa el avance y el bienestar de la Humanidad y, por tanto, del espacio cultural iberoamericano. Y la convicción, en segundo lugar, de que es posible
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Saramago
Tomás Bux
construir nuevos modos-horizontales, estrategias e igualitarios- de entender la cooperación entre los pueblos, las naciones y los gobiernos. De la confluencia de ambos se concluye que la diversidad cultural en la región iberoamericana debe ser promovida, ejercida y practicada desde la cooperación, entendida como expresión de la voluntad política de construir y de reafirmar una comunidad de naciones que compartan una historia, unas lenguas y una cultura común. La Carta Cultural Iberoamericana fue aprobada de forma unánime en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Montevideo en 2006.
Lily Garafulic
Iberoamérica ha sido y es una idea por construir , y a la vez una comunidad efectiva con sustento histórico plena de desafíos.
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U
na novela que se desarrolla en los inicios del Siglo II, también llamado Alto Imperio o Siglo de Oro del Imperio Romano, concretamente el 107 d.C., un año después de que el emperador Trajano, nacido en la Bética, lograse la conquista de la Dacia, la actual Rumanía. La pretensión no es otra que intentar retratar la vida de los esclavos y libertos en el Imperio romano, concretamente en Hispania, que trabajaron duramente para engrandecer a Roma y a sus amos. La vida de Marius, en un corto espacio de tiempo, nos lleva a conocer la vida y laboreo en las minas del Lapis Specularis, la de las villas y ciudades en su periplo por averiguar la verdad sobre su nacimiento, enmarcado en la zona comprendida entre Ercávica, Segóbriga y Valeria, enclavadas en la actual provincia de Cuenca, En este peregrinaje entra en contacto con las primeras comunidades cristinas, manteniendo una lucha interna con la doctrina de éstas y sus propias convicciones, muy escépticas, ante nuevos dioses y sus preceptos.
Teresa Palomino
Asimismo, se reflejan hechos y asentamientos de pueblos, no históricos. También se menciona la explotación de Diembu, (Buendía al revés, pueblo alcarreño conquense); igualmente se describen lugares, pequeños asentamientos, vicus, fundus, villas y otros que no se han podido constatar de manera arqueológica, pero sí su existencia gracias a escritos o epígrafes. Al mismo tiempo aparecen ríos y montañas en el nombre actual; otros se ha intentado latinizarlos.
El nombre de las legiones, fechas, batallas y ubicación están documentadas, apareciendo con su nombre en latín, o actual en los casos que se desconoce aquél.
La descripción de las ciudades donde se desarrolla la novela es fruto de excavaciones arqueológicas, intervenciones y visitas varias. Por un lado se ha intentado dotar de una mayor veracidad a aquellos que es constatable, por otro la imaginación ha suplido la escasez de datos existentes sobre el Cerro de la Muela, El Pulpón, Belgeda, Alcantarilla…
El laboreo y proceso de extracción del lapis es fiel reflejo de los escritos que nos han llegado, con alguna pequeña licencia.
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Texto y Fotografía Rocío Campos Maldonado.
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orafe, un bonito pueblo en el norte de Granada, es conocido principalmente por poseer el mayor Parque Megalítico de toda Europa. En él encontramos una concentración de 242 dólmenes distribuidos en 11 necrópolis a lo largo de la depresión del río Gor. Desde el inicio de la vida sedentaria en esta zona, hace 5000 años, el ser humano no ha dejado de habitar en este valle y la huella de todas estas culturas es aún palpable.
El paso del trogloditismo pasivo, propio de la Prehistoria, donde simplemente ocupaban las cuevas naturales sin transformarlas, al trogloditismo artificial en el que se enclavarían los Algarves de Gorafe y las posteriores casas-cueva, se ha ido consolidando de forma natural y gradual a lo largo de los siglos. .Gorafe, fue una región donde los nuevos moradores llegados a la Península en el 711, se afincaron tempranamente, cultivando y explotando sus tierras con ingeniosos sistemas de regadío, las acequias. Mismo sistema de riego que se sigue empleando en nuestros días para el cultivo de la fértil vega de esta localidad.
Por eso, ya que la revista Alcazaba 68, se interesó en este enclave megalítico de Gorafe, vamos a continuar buceando en las antiguas culturas que vivieron en esta zona y de las que aún quedan vestigios.
Pero la principal consecuencia fue el asentamiento definitivo de Gorafe en su enclave actual, situando su poblado en la ladera del monte que va a dar al acantilado e introduciendo en la zona un tipo de vivienda novedoso, la casa-cueva. Vivienda que hoy en día sigue siendo la predominante en este pueblo granadino con una concentración de casi 400 casas-cueva.
Una de las más importantes reseñas históricas que hoy en día podemos contemplar en Gorafe las dejó el pueblo árabe, los graneros-fortaleza verticales. Fueron construidos por los Almohades en el s. XII y hoy da la bienvenida al pueblo a gorafeños y viajeros.
La Edad Media era un período convulso, donde la rapiña y las guerras de correría predominaban. Consecuencia directa de ello fue el llamado trogloditismo medieval donde surgieron estas cuevas o covarrones verticales. Llama la atención la denominación de las mismas según se encuentren en el norte de Africa o en el sur de la Península. Allí fueron llamadas “las cuevas de
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los cristianos” y aquí “las cuevas de los moros”, sin embargo su uso como graneros y refugios fortificados, así como su construcción y ubicación, son similares. En opinión de algunos historiadores, Gorafe parece ser la Ubeda Farwa de Idrisi, aquella de donde Abderramán III (912-961) tomó las ayudas para arremeter contra mozárabes y muladíes, sita, a 30 leguas de Baza. Pero también existe otra teoría del origen de Gorafe, en ella el topónimo árabe Al -gurf (granero) que posteriormente derivó en Gaurab es el origen del actual nombre del pueblo Gorafe. Haciendo una clara alusión a esos graneros construidos por los Almohades.
el levante y el Guadalquivir, aumentando posteriormente la importancia de su situación como defensa del Reino de Granada. Gorafe, estaba enclavado en el Emirato de Cora de Elvira y fue siempre tierra fronteriza entre musulmanes y cristianos. Quirtas cita como uno de los castillos de Guadix, en 1288, el castillo de Gaurab, nombre que Gayangos y Simonet creen que es el primi-
En este período, fue construido un castillo en Gorafe, del que hoy solo queda un paño pegado en una de las laderas del cerro que ocupó. El enclave de este pueblo era estratégico, ya que dominaba la ruta entre
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tivo de Gorafe. Por lo que esta última denominación parece ser la más certera. Dejando a un lado esta fortaleza musulmana, nos centraremos de nuevo en los Algarves, que aunque tuvieran un marcado carácter defensivo, no era su única función. En ellos se encontraban atalayas, viviendas, graneros, caballerizas, palomares…El número de habitantes y el botín que podían obtener los atacantes de estas fortalezas verticales no compensaba con el número de bajas que podrían tener. De ahí que se deduzca que no se construían con el fin de entrar en conflicto con otros pueblos sino simplemente para protegerse de la pillería y pequeñas incursiones de bandas nómadas. Maryelle Bertrand, arqueóloga francesa y mayor investigadora del mundo en este tipo de construcciones, asegura en uno de sus artículos que fueron utilizados hasta final del período Nazarí y a veces hasta la rebelión y expulsión de los moriscos y que en ellos no se encontró restos de cerámica anteriores a Al-andalus. Lo cual nos permite asegurar que fueron utilizadas como graneros-verticales, únicamente, por el pueblo árabe. La mayor dificultad, para la datación de este tipo de construcciones es su longevidad y
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la sobreimpresión en el tiempo, de las huellas de sus diferentes moradores. Un novedoso descubrimiento que nos ayudaría a precisar su cronología es la particularidad en la forma del picado de la cueva. Las Almohades y Nazaríes fueron excavadas con un pico de punta fina, mientras que las posteriores utilizaron un pico de extremidad cuadrada y achatada, de 1 a 1,5 cm. de ancho por 2 a 3 mm de espesor. Existe consenso en la idea de que tras el abandono, estas viviendas, no fueron reutilizadas más que de forma ocasional como graneros y pajares. Las cuevas actuales tienen sus habitaciones encaladas, pero esta costumbre no parece provenir de aquel tiempo. En los Algarves se ha encontrado restos de embarrado con arcillas claras y en algunos casos un enfoscado espeso (1 a 2 cm) de una mezcla de arcilla y paja trillada, llevando incluso incisiones de espiga. Se empleaba también la arcilla cruda para edificar o completar el mobiliario del covarrón, como murillos de separación o tabiques de atrojes. En cuanto a los suelos, se cree que el pavimento que tuvieron fue el mismo que se utilizaba en algunos pueblos de Africa del norte. Este consistía en pegar la tierra con residuos de la fabricación de aceite de oliva, procediendo posteriormente a pulimentarla con cantos rodados. Para una mayor habitabilidad, estos covarrones poseían numerosos arreglos interiores y exteriores en madera. Cabe destacar pasarelas colgadas en las fachadas, puertas interiores y exteriores, marcos y postigos en las ventanas, palos para el secado, tapaderas de silos etc. Estos trabajos en madera dejaron múltiples encajes en techos, paredes y suelos aun visibles en los
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En esa primera planta también observaremos, aun en la actualidad, unos abrigos sin fachada, donde percibiremos huellas de antiguas hogueras, nichos e incluso pequeñas banquetas escavadas en la roca. En muchas ocasiones este tipo de vivienda poseía, en este nivel, unos corrales y casas de tapial de pequeñas dimensiones apoyadas en su fachada. De este tipo de construcción no quedan restos visibles, debido a la degradación de estos maleables materiales. Tras superar este primer cuerpo encontraremos una entrada independiente para acceder a otro nivel. En el caso de los graneros-fortificados de Gorafe, por una escalera escavada en las entrañas de la montaña que nos conduce hasta una especie de repartidor donde podremos decidir entre dos direcciones. Las escaleras son un elemento más de defensa ya que sus escalones disparejos, altos y desiguales, dificultarían más la entrada a sus atacantes. Estas, tenían además el uso de cuadras nocturnas para pequeños animales domésticos que durante el día circulaban por el exterior y en la noche se cobijaban allí.
Algarves. Pero no caigamos en el error de pensar que eran simples montajes a base de palos, eran verdaderos trabajos de carpintería, utilizando tablas y maderas escuadradas.
Una vez en la salida de la escalera debemos enfrentarnos a una estrecha cornisa en ambas direcciones. A la derecha llegaremos, tras escalar una pared, a unas habitaciones comunicadas y con varios niveles, destacando en el suelo de ambas salas dos círculos perfectos. En el caso de la más interna, parece haber tenido como destino ejercer de hogar, ya que podemos apreciar en el techo restos de humo. Pero en la primera el círculo da paso a una habitación de techos bajos cuya funcionalidad parece ser la de silo para almacenar el grano.
Estas fortalezas verticales eran un hábitat complejo, en parte construido y en parte rupestre, compuesto por distintos niveles y en el que podían vivir entre 15 y 60 personas. En el caso de los Algarves de Gorafe, son tres los niveles pero en algunos casos llegan hasta cinco. La planta baja estaba compuesta por unas naves sin fachada que eran usadas como cuadras con pesebre y ataderos picados en las paredes. Hoy en día se conservan muchos de esos pesebres y se aprecian con facilidad esas oquedades donde incrustaban los palos para los ataderos.
Además de estas dos habitaciones comunicadas encontramos en el exterior una gran oquedad con banqueta picada y sin
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pared externa, probablemente restos de una pequeña casa de tapial. Volviendo a la salida de la escalera y dirigiéndonos esta vez hacia la izquierda, debemos enfrentarnos a una estrecha cornisa que da acceso a la mayoría de las viviendas. Una vez encarada la entrada se nos presenta ante nosotros un gran saliente de la montaña que nos obligará a penetrar en el interior gateando. Un elemento, más de defensa. La altura en vertical desde esta entrada hasta el fondo del barranco son unos 40 metros, por lo que a las personas que sufran de vértigo les será imposible su acceso. En el momento de entrar nos pondremos en pie en un espacioso pasillo, pero la salida deberemos realizar la misma operación y ponernos en pie sobre esa estrecha cornisa. Una vez dentro tendremos ante nosotros la grandeza de esta construcción. Un primer pasillo, recto, nos da acceso a mano izquierda a un palomar abierto. Nos sorprenderá la precisión con la que picaron en las dos paredes enfrentadas las pequeñas cavidades para nidos de palomas. Estos palomares eran muy frecuentes en este tipo de construcciones, ya que si eran acosados durante varios días por alguna banda, siempre podían pedir ayuda con palomas mensajeras a otros pueblos amigos.
perfectamente visibles aún. Esta espaciosa sala llama la atención porque conserva aún en la mayoría de sus paredes el encofrado que realizaban con arcillas blancas y paja. En ella también podemos apreciar todos los anclajes que utilizaban bien para la construcción de las ventanas de madera bien para otros elementos funcionales propios de la casa. En la esquina derecha de dicha estancia surge un nuevo pasillo, este más estrecho que el de entrada y cavado en curva. En la pared externa aparecen distintas ventanas
El pasillo que tomamos en la entrada desemboca en una amplia habitación con distintas estanterías cavadas en la pared,
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Este sistema de pasillos cada vez más estrechos, curvados y escarpados es otra de sus armas defensivas. Si el invasor conseguía entrar, su avance en la zona donde ellos se atrincheraban sería cada vez más sinuoso y complejo. Estos pasillos que hoy se nos muestran como corredores, estaban dotados con puertas cada cierto espacio, que retendría aún más al enemigo. Desde esta impresionante atalaya, las vistas hoy son espectaculares, pudiéndose ver en los días claros las sierras que rodean Gorafe como Sierra Nevada, con sus cumbres nevadas, Sierra de Baza, el solitario cerro Mencal y Sierra de Mágina, esta última ya perteneciente a Jaén. Esta amplia visibilidad les daba la opción de ver con mucha antelación a sus atacantes y tener el tiempo suficiente para prepararse para la incursión.
de diferentes medidas que nos lleva hasta otra habitación de menor tamaño que la primera. Desde este pequeño ensanche surgirá un nuevo pasillo mucho más bajo y también curvado que desemboca en un aljibe con suelo de tapial. El aljibe era de vital importancia para los moradores de los Algarves ya que era la forma de abastecerse fácilmente de agua. Poseían unos ingeniosos sistemas de filtrado de agua desde lo que hoy llamamos el Altiplano hasta dicha estancia. Recordemos que el pueblo árabe siempre ha tenido un don especial para el máximo aprovechamiento del agua en cualquier parte donde haya fijado su residencia.
Hoy como oriundos o viajeros, nos deleitaremos con esas vistas en el horizonte y con las que nos ofrece el verde de la fértil vega entremezclado con los badlands que se aproximan desde el desierto de los Coloraos, con sus tonos rojizos y sus formas creadas por la erosión, hasta las cercanías del río Gor. Un juego de colores, texturas y
Desde este aljibe sale un último pasillo curvo, pequeño y en pendiente, que nos conduce a una última habitación. Al estar construida en una altura un tanto superior al resto parece que se trata de la zona que se denominaba matacanes. Un espacio desde donde la defensa era fácil por estar más elevados y tener una mejor visión del atacante y a su vez, protegidos en su interior por pequeñas aberturas que dificultaban el ser alcanzados.
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recha donde se expondrán ante nosotros nuevas cavidades. Llama la atención la altura de estas nuevas estancias, tal que hay que trepar por una cuerda en cuya terminación encontraremos un tronco que hace de perfecto tope para que esta aguante el peso de la persona que escala. Al igual que proporcionaba rapidez a la hora de quitar dicha escala si sufrían un ataque. Por supuesto, esta cuerda no era la originaria, pero es el mismo sistema que ellos utilizaban. Tras esta ascensión encontramos dos estancias más a nivel, teniendo la segunda una ventana al exterior. Esta es la zona llamada atalaya, ya que desde esta altura la visión del entorno era muy amplia y podían dar la alerta con mucha antelación. Ambas habitaciones son de planta rectangular y con restos de antiguas hogueras. En sus paredes también se perciben restos de antiguos anclajes para puertas y estantes. Un último misterio que rodea a esta enigmática construcción es su necrópolis. Aún en nuestros días no se sabe a ciencia cierta qué lugar ocupó, ya que toda esta zona, durante siglos ha sido modelada por la erosión y hoy no presenta el mismo aspecto que tuviera en el s.XII.
sensaciones que no dejaran a nadie indiferente. Pero continuando con estos granerosverticales de Gorafe y abandonado esta zona dedicada a la vivienda debemos enfrentarnos otra vez al acantilado y sus pequeñas e inclinadas cornisas. Bajaremos la escalera y desde allí nos dirigiremos hacia la de-
Realmente es emocionante el poder recorrer en la época actual estas estancias que estuvieron llenas de vida durante siglos e imaginar, viendo sus vestigios, como era su día a día en este singular asentamiento. Aunque la subida hasta allí es costosa, la recompensa se presenta ante nuestros ojos, en esta espectacular atalaya sobre Gorafe y su valle, en una enorme sensación de paz y libertad que se apoderará de nosotros.
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J. Carlos GreY
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Sim, eu sou um lanceiro negro. Um "daqueles lanceiros negros"…!
E
ssa era a resposta serena para a pergunta trêmula daquele "alemão" da colônia, acidentado no barranco dos Porongos que, a duras penas, podia agüentar a dor, mas não podia pronunciar duas palavras seguidas sem sentir como o sangue escapava-lhe de suas feridas. Seus olhos gastos pareceram transmitir muito mais do que disse naquelas breves palavras que ressoaram como trovões e foram levadas pelo vento até mais além do horizonte pampiano, em busca de um sol que fugia; seu sorriso foi diluindo-se entre a neblina do barranco; e sua tez morena, maltratada pelos frios amanheceres, confundindo-se entre as sombras dos matagais. Pouco depois, sua imagem engrandeceu-se junto à fogueira, o lanceiro terminava de preparar um amargo... Para oferecê-lo ao ferido, enquanto o tapava com uma confortável manta. As ruidosas brasas iam escapando para o escuro céu como fazendo parte do firmamento, rumo ao cruzeiro, enquanto o frio tomava conta da terra. Outro mate e um lenço úmido limpando seu rosto ensangüentado foram a última coisa que Roberto recordava antes de ver como aquelas luzes ruidosas moviam-se em pares, piscavam perto dele... E sorriam, para depois se afastarem silenciosamente. Eram muitos mais, eram umas centenas, eram eles... Estavam ali, junto a ele. Eram os lanceiros.
ra velha. O rastro da freada podia ser visto claramente no asfalto gasto e no novo véu branco da geada. O sol apareceu fugazmente entre a bruma, desde o lugar contrário, como com amnésia de seu covarde entardecer e desde seu improvisado leito, aquele moço de 33 anos, natural de Canguçu, viu ao fundo do barranco seu velho furgão azul. Parecia destroçado junto à carga vegetal e com as caixas coloridas espalhadas em torno dele... Ao lado, numerosos homens, com velhos ponches cinza e umas caras tristes, erguendo as pesadas e inúteis lanças farroupilhas com o desencanto de quem foram vítimas da traição e do esquecimento, apagavam os restos de brasas
Na manhã seguinte, aquele acidentado transportador de verduras despertou-se junto à margem da estrada onde havia caído. Estava bem acomodado junto a uma figuei-
Pag. Anterior: Cabeça de lanceiro. Oleo de Vasco Machado 63
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Detalle del monumento “Los Lanceros” Pantano de Vargas, Boyaca, Colombia.
daquelas fogueiras, sem pressa alguma, e se confundiam com o horizonte utópico e mítico do Pampa.
com seus telefones celulares e, em poucos minutos, o ruído das sirenes fez-se presente no local. A polícia chegou e sinalizou aquela curva maldita. A ambulância por pouco não caiu também no barranco e os enfermos esmeraram-se em atender Roberto que, em estado lastimável, não podia
Pouco depois, chegaram vários carros, e pararam com violência junto ao ferido. Gritaram, moveram-no e pediram ajuda
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ra derramar de seus lábios um último e sincero adeus... Uma lágrima de impotência foi a última gota de expressão do corado e ensangüentado rapaz, que caiu exausto na maca, enquanto era colocado dentro da barulhenta ambulância. Os policiais recolheram os pertences do ferido e os colocaram numa bolsa. Eram poucas coisas: um porongo, uma bomba de mate de prata, um lenço vermelho cheio de sangue seco e um ponche velho, muito velho, gasto e rasgado, com sinais de ter sido baleado... Entre eles, comentaram: - Não sei como pôde resistir a esta noite tão fria... Menos mal que tinha um mate... E o ponche. Este é dos antigos... Aquece de verdade. Este velho ponche salvou-lhe a vida. - Sim…, mas não entendo é como pôde subir o aclive com esta vegetação e com as pernas quebradas... Não é tão fácil sair vivo do barranco dos Porongos. Além disso, o porongo ainda estava quente e a bomba de prata é velha, muito velha... Viste a data que tem?
nem responder às inconvenientes perguntas de todos. Vários meninos que saíram dos carros para fazer xixi e aproveitar a parada observavam, como se estivessem hipnotizados, o fundo da ladeira, em direção ao furgão, e pareciam ver algo mais que o resto da gente que se golpeava para ver as seqüelas do acidente. Aqueles rapazes saudavam de forma estranha o vazio e Roberto, imitando-os, juntou suas últimas forças paLanceiro negro. Oleo de Vasco Machado 65
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Isidoro A. Gómez Montenegro
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osé María Morelos y Pavón, nació un 30 de septiembre de 1765 en Valladolid hoy Morelia. En octubre de 1810, El padre de la patria Don Miguel Hidalgo y el cura de Nocupétaro y Carácuaro se conocen. José María Morelos recibe órdenes de seguir a Indaparapeo. El propósito fundamental de la insurgencia era independizarse de Fernando VII, las ideas de Hidalgo habían penetrado en Morelos, fue disuadido por el Gobernador de la Mitra con la excomunión. Morelos no tomó en cuenta esto, cansado de las vulgaridades que en Europa comentaban sobre los cleristas y sus bienes. Además se les
iba a degollar según sus edades y a entregar el reino a los franceses, ya que estaba acéfalo el de España. Mas adelante José María Morelos y Pavón es nombrado Lugarteniente y se levanta en el Sur con un comunicado. Morelos aceptó en sus declaraciones y afirmó la verdad con la profundidad de su pensamiento a Lucas Alamán, historiador que en lo personal no se le ha dado el crédito que debe tener. Alamán no omitió ni agregó palabra alguna desde su participación en la Revolución ni ninguna jactancia de las ventajas obtenidas en las victorias ni las humillaciones que sentía en condiciones adversas. El hombre más nota-
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ble de la Independencia tuvo el nombre de José María Teclo. Más adelante se le dio el nombre de Morelos, hijo de carpintero y de la hija de un maestro. En San Agustín sirvió interinamente en los curatos de Churumuco y Huosas, perteneció a la casta de indio y negro, pero él se decía español. La primera parte de su vida fue vaquero, lo caracterizaba una cicatriz en la nariz que se hizo al golpearse con la rama de un árbol. La carrera eclesiástica la emprendió a los 30 años haciendo estudios precisos para ordenarse. Estudió Filosofía y Moral en Valladolid bajo la mentoría de Miguel Hidalgo, Director entonces del establecimiento. Se le dio el curato de Carácuaro de escasa renta para eclesiásticos de poca instrucción. Al enterarse de la Revolución se une a Hidalgo como se manifiesta en el proemio de esta entrega, recibió órdenes de tomar armas del gobierno, aprehender a todos los europeos y embargar bienes para el pago de las tropas y de tomar Acapulco. Al regresar a su curato Morelos había reunido 25,000 hombres armados con escopetas, progresó pronto al no encontrar resistencia y ni el Virrey Venegas pudo ponerle reten para detenerlo. Calleja y Cruz estaban en otros lugares combatiendo, recorrió Oaxaca, Morelos estaba acostumbrado al clima caliente de Michoacán su levantamiento se tornó casi invencible, acostumbrado a vencer a tropas de Puebla y Norte de México, porque los realistas tenían dificultades por del clima. Morelos fue hombre decidido, su rostro de aspecto que retrataba carácter ce-
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Mural de la Independencia mexicana en 1810
ñudo, inalterable, con crueldad fríamente calculada, devolvió sangre con sangre y centuplicó los males que recibió. Seguidor de Hidalgo fue nombrando intendentes y autoridades que se desempeñaban puntualmente, no habiendo rey en España se dedicó a luchar por la independencia de América. Aclaro que antes de entrar en combate se confesaba no temiendo exponerse a menor riesgo cuando corrió la primera sangre en el Veladero no volvió a celebrar misa por considerarse irregular. Siempre tuvo un capellán al que decía su confesor. En su proceso, las contestaciones y muchas providencias se le consideraba hombre de poca preparación, pero de altos sentimientos. Tenía afición por las pistolas llevaba dos en la carrillera, dos en la silla de montar se entrenaba a diario, la lanza nunca la usó. Durante cinco años de campaña reunió grandes sumas de dinero, solo tomó para su gasto personal que era
Monumento a Morelos, la isla de Janitzio, en lago de Pátzcuaro, ubicado en el Estado de Michoacán, México.
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muy poco. Por aversión a los españoles no aceptó dinero para salvase la vida. En la mayoría de los documentos dictados por él, se descubre originalidad, profundidad de pensamiento, escrupulosidad. Se nota en la proclama a los americanos el 14 de febrero de 1810, se les declaraba elevados a la dignidad de hombres con apostillas por los europeos.
jía. El acto más deleznable que pudo haber hecho la inquisición. Sus bienes que eran pocos fueron confiscados, una casa, el proceso duró 4 días, le rasparon los dedos por considerarlo impuro para sostener el Cáliz, le quitaron la casaca, la estola y todos los ropajes de sacerdote, además le degradaron de sacerdote, diácono, subdiácono y las cuatro órdenes menores que seguían, su sentencia fue pronunciada en latín por el Obispo de Oaxaca, hipócritamente con lagrimas en los ojos, ya sin el sobrepelliz le cortaron el cabello hasta la coronilla, fue fusilado el 22 de diciembre de 1815 en San Cristóbal Ecatepec.
A pesar de enfermedades y heridas en combate todo lo soportaba estoico, se conformaba en recibir los santos oleos continuando con igual vitalidad. Siempre puesto sobre aviso cuando trataban de causarle daño, a veces el padre Alba o Ignacio Rayón. Alamán menciona que a él no lo distinguía la humanidad ni la generosidad, con lo que batallaba era con el desorden de la insurgencia. A pesar de que fue sitiado sin víveres por Calleja, logró soportarlo y jamás permitió que se mencionara la rendición. Se le llegó a considerar un segundo Mahoma, prometía la resurrección temporal y el paraíso. Nunca tuvo temor a morir, ni durante el combate, ni durante el proceso. Cuando la inquisición dio inició al proceso se le acusó de herejía para perjudicar la insurgencia, cosa que no dio resultado, pues no logró extinguirla. El proceso de Morelos y su prisión fue el golpe duro que sufrió el tribunal el 23 de abril de 1815, el gesto más innoble de venganza, tratándolo de cubrir de ignominia al acusarlo de here-
José María Morelos, óleo de Petronilo Monroy
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Con la efigie al artista polaco Klem Felchnerowski (1928-1980). Zielona Gora, Polonia
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eiva, Huila, 1969. Comunicador Social y Periodista. Magíster en Estudios de la Cultura, mención Literatura Hispanoamericana, Universidad Andina Simón Bolívar de Quito. Profesor de tiempo completo en la Universidad de Cartagena, Colombia. Ha ganado los concursos de poesía Organización Casa de Poesía, 1996; José Eustasio Rivera, 1997 y 1999; Concursos Departamentales del Ministerio de Cultura, 1998; Euclides Jaramillo Arango, Universidad del Quindío, 2000; Segundo premio Concurso Nacional de Poesía Ciudad de Chiquinquirá, 2000; Concurso Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, 2001; Tercer Lugar en el Concurso Internacional Literario de Outono, Brasil. Primer Premio IX Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera. Primer Puesto en el Premio Nacional de Poesía Universidad Tecnológica de Bolívar, Cartagena, 2005. Ganador de una residencia artística del Grupo de los tres del Ministerio de Cultura, Colombia, y el Foncas, de México, con su proyecto: “Paralelos de lo invisible: Chichén ItzaSan Agustín”. Primer puesto Concurso de Cuento Humberto Tafur Charry, 2013. Primer puesto Premio de Poesía del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), 2013. Finalista en varios concursos de poesía y cuento en Colombia, España, Argentina y México. Ha publicado los libros de poemas Aniquirona, Trilce Editores, 1998; La lluvia y el ángel (Coautoría)Trilce Editores, 1999; De regreso a Schuaima, Ediciones Dauro, Granada-España, 2001; Memorias de Alexander de Brucco, Editorial Universidad de Antioquia, 2002; Summa poética, Altazor Editores, 2005; Antología, Colección Viernes de Poesía, Universidad Nacional, 2009; Camino a Rogitama, Trilce Editores, 2010; La Ciu-
dad de las piedras que cantan, Caza de Libros, Ibagué 2011; Temps era temps, Altazor Editores, Bogotá, 2013 y La Douce Aniquirone et D'autres Poemes, Somme Poétique, Editorial Gente Nueva, 2014. En narrativa: Dios puso una sonrisa sobre su rostro, novela, 2004; en ensayo: Poéticas del ocultismo en las escrituras de José Antonio Ramos Sucre, Carlos Obregón, César Dávila Andrade y Jaime Sáenz, Trilce Editores, Bogotá, 2008. Poemas suyos han aparecido en revistas y periódicos de Colombia, España, Venezuela, Italia, Estados Unidos, Argentina, Puerto Rico y México, y han sido traducidos al francés, italiano, portugués e inglés.
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LOS POBLADORES Los árboles en Schuaima son hombres petrificados que han adoptado el lenguaje de viejas torres de trigo. Hombres que antes de madera fueron barro antes de ceniza fuego y llameaban en la noche como una caracola de trigo o una estrella de ramajes y arboladuras. En mi memoria de extranjero persiste su posición de Hidalgos sus rostros de guerreros besados por el sol; Su postura de arqueros sobre un rocinante de musgos y de piedras. Árboles de Schuaima hombres leñosos que madrugan con su canto de corneja y se vierten por la llanura para desperdigar su sombra o su quejido. Quijotes de talles gráciles en donde Dulcinea teje una telaraña de invocaciones mientras el obeso de Sancho sueña con Barataria en la curva olorosa del yarumo o del algarrobo. Estos; los árboles de Schuaima hombres que han preferido vestirse de lluvia; columnas de hojas secas en las riberas del bosque y del sueño.
Winston con el poeta Carlos Dariel y alumnos de la cátedra de Literatura y Periodismo de la Universidad de Cartagena , Colombia.
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LOS PÁJAROS Pájaros hay en Schuaima Como abetos en la China o místicos orientales en las orillas del Nilo Pájaros ataviados de luz: Currucas, navíos, toches, goletas, Derroteros, serpentarios, piqueros de patas azules. Los pájaros de esta Terra conocen las violetas de Parma, los tábanos del este, las arborescencias del Mississippi; Mundos posibles en el crepitar de sus alas lluviosas; Pájaros que parecen nubes de yarumo y trigo remontando su vuelo por bosques de arrayanes y dindes balsámicos. Estos, los viandantes de este piélago desnudo los pájaros que soñara la Dulce Aniquirona en su canción por la memoria del bosque. Pájaros de Schuaima provistos de alas, de luz y madreselvas decidme: ¿Qué es lo que gravita en las otras orillas?
Winston con el poeta polaco Mirek Gancarz
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Manuel L贸pez Espino
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a anorexia es una grave enfermedad que consiste en un trastorno de la conducta alimentaria junto con una percepción errónea del propio cuerpo que lleva a conductas autodestructivas sin capacidad de control, produciendo una pérdida de peso provocada por el propio enfermo yendo a un estado de inanición.
de clase socioeconómica media y alta. Aumentando el trastorno en la sociedad occidental cada año. La anorexia nerviosa puede ser leve y transitoria o grave y duradera. Se han comunicado tasas letales tan altas como del 10 al 20 por ciento. Sin embargo, como los casos leves pueden no ser diagnosticados, nadie sabe exactamente cuántas personas tienen anorexia nerviosa o qué porcentaje muere de ella.
La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
Normalmente, esta enfermedad comienza con la eliminación de los hidratos de carbono, ya que existe la falsa creencia de que engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los líquidos, llevando a casos de deshidratación extrema. A estas medidas drásticas se le pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos, laxantes, purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en
Cerca del 95 por ciento de las personas que sufren este trastorno son mujeres, generalmente comienza en la adolescencia, afectando a los jóvenes de entre 12 y 18 años. Se da primordialmente en personas
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los casos más críticos, de su peso corporal. Esta enfermedad suele asociarse con alteraciones psicológicas graves que provocan cambios de comportamiento, de la conducta emocional y efectos en el cuerpo que pueden durar toda la vida. Su causa es desconocida, pero los factores sociales parecen importantes. Aunque hay muchos factores socioculturales que pueden desencadenar la anorexia, en los últimos estudios se está viendo que una parte de la población tiene una mayor predisposición física a sufrir este trastorno, independientemente de la presión que pueda ejercer el entorno. Si consideramos la alimentación como el primer elemento en la vida humana con el que a través de él nos relacionamos con el entorno, lo asimilamos, establecemos afectos y obtenemos la primera satisfacción al cubrir las necesidades nutricionales, vemos claramente la relación entre la comida y los afectos, siendo este el primer vínculo sentimental del bebé con quien le alimenta, principalmente la madre, con quien va a experimentar sus primeras experiencias existenciales.
en un animal social y afectivo. A partir de aquí todo trastorno con la alimentación siempre va a estar ligado a los lazos afectivos, (salvo patologías puramente físicas, viéndose cada vez más las patologías psicosomáticas, donde el pensamiento y los afectos influyen directamente en la enfermedad física). En ocasiones, el no comer, tan solo será una llamada de atención, pero en los demás casos deberemos mostrar mucha atención para saber que está ocurriendo en la evolución de ese niño sobre todo en la adolescencia, donde se juntan muchas emociones y afectos que a veces son difíciles de asimilar y eso lleva a centrarse en lo exterior, es decir en el cuerpo, en la moda, en el grupo y en las demandas externas para ser aceptado en su grupo de referencia, cambiando las figuras parentales por estas nuevas figuras y perdiendo su identidad personal de “niño” para ser “adulto” sobre todo a la mujer, que sufre más esa presión
Experimentos con primates han demostrado esta misma búsqueda de afecto en la alimentación, usando un maniquí de cables con un biberón de leche y un maniquí de peluche sin biberón, un mono recién nacido se inclina siempre por el segundo. En los humanos está más que demostrado la sensación de seguridad y confianza que tienen que tener nuestros hijos para centrarse en el alimento y como según van creciendo, el alimento va pasando a un segundo plano, (en las sociedades donde no hay carencia de alimentos), y la figura nutricia pasa a un primer plano, justo es ese momento en el que el niño se transforma
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de la vida y para ello dejan de comer creyendo que si su cuerpo no se alimenta se parará su desarrollo y podrán seguir siendo una niña evitando el “examen” de la sociedad a su cuerpo de mujer. Por desgracia, lo único que consiguen es caer en una enfermedad que tiene su parte física, con el dolor por la falta de nutrientes y repercusiones fisiológicas junto con su parte psíquica, tanto de aislamiento social por evitar cualquier acto donde haya alimentos, el mal estar emocional por tener que mentir para no aceptar su patología y el pensamiento reiterativo al no poder conseguir su objetivo nunca, al ir contra natura de evitar hacerse mujer, (aunque si consiguen retrasarlo e incluso perder la regla y con la extrema delgadez evitar la aparición de las curvas de mujer). Su tratamiento es largo y complejo y se recomienda lo lleve un equipo formado por un médico, un biólogo, un endocrino, un psiquiatra y un psicólogo, ya que la paciente con anorexia va a tener afectadas las áreas de estas disciplinas.
social y sobre todo de los medios, por tener un cuerpo delgado y bello, que distorsiona la imagen de la adolescente que aún no tiene un cuerpo formado y una personalidad madura, pero si tiene las demandas de la mujer adulta.
Por todo ello podemos concluir con que la anorexia es una patología que crea la sociedad del bienestar en sus adolescentes femeninas por sus cánones de belleza tan superficiales y estrictos tan solo para que ciertos modistos puedan diseñar ciertos trajes que ensalzan su ego, sin importar hacia quienes los realizan.
Cuando los mecanismos personales fallan y no es capaz de responder positivamente a esas nuevas demandas, algunas adolescentes hacen un intento de retroceder en la evolución natural para intentar evitar el afrontamiento de esa nueva fase
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