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Donde gimen los ocasos -

* DESPUÉS DE LA VIDA *

El mundo aún seguirá en su rutina, durante cuatro mil millones de años, hasta que Andrómeda nos envuelva y con tantas muertes brille repentina, mientras tanto quizás un hilo nuestro, palpita aún, siga siendo vida y poesía.

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Tú no estás y me duele tanto la vida, me aflijo en la miseria de estos días, aprisiono las tristezas que no son mías, dolores ajenos, promesas y mentiras, niños que lloran, bombas que mutilan.

Sigo en este silencio, sin mediar palabras, ahogando la hermosura de un abrazo, del resplandor de tus ojos en mis pupilas, de fundirme un tu boca haciéndote mía.

Solo pienso, aprisiono a la Virgen, la beso, la aferro a mis manos y oro por tu vida. Y desde mis lagrimas te amo, te amo, con actitud solemne de amarte cada día.

* DONDE GIMEN LOS OCASOS *

Como una garza que abandona la luz del alba, para volar por la alfombra verde de la llanura, así recorren mis pupilas con las alas del alma, la magnífica desnudez de tu frágil hermosura.

Mis somnolientos ojos quedan impregnado, en los tintes purpurinos de tus labios traviesos; sobre el altar de tu pecho suave y aromado, inclino mi frente para dejarte mis cálidos besos.

Ondas luminosas duermen sobre tus cabellos, emergen resplandores sobre tu agitada carne, la cuenca de tus manos se llena de destellos, en los pámpanos de mi cuerpo una fogata arde.

Pasan los años envejeciéndonos la piel de la vida, parecemos distintos, hay languidez en los pasos, contemplo en silencio donde mis sienes te anidan, te esperaré amada mía, donde gimen los ocasos.

Ahí te diré cuando te amo en un estirado abrazo, después que importa, seremos huesos enterrados, bajo la oscura luz que vive a ciegas en los prados, pero juntos por siempre tú y yo en el mismo regazo.

Te amo y siempre te amaré donde gimen los ocasos.

(Asociación General de Autores del Uruguay)

Donde gimen los ocasos - Sebastián Solana

* DONDE QUIERA QUE ESTÉS *

Cuando observo el río bajo nuestros ocasos, se puebla el horizonte de pañuelos blancos, los crepúsculos grandiosos de prisas llegan y tu voz rumorea versos de mágicos abrazos.

Tu silencio viene de lo alto, la tarde expira, la llanura hoy esta huérfana de tus pasos, el crepúsculo viene con su púrpura flamante, reclamando la vida y mi grito quiere tocarte.

Quizás en esas lontananzas comienza la vida, cuando cuaje tu luz y se fuguen las sombras, aparezca tu verso de blanco y azul profundo, coronando rimas en una bandada de alondras.

Sabes... no quiero estar huérfano de tu lumbre, extraño tu voz y la raíz universal de tu verbo, es que quiero transitar como antes la palabra, cuando cruzabas mi río para seguir mis versos.

Antes que se extinga el ala del último ocaso, y no pueda verte en el atrio de tus bellos ojos, quiero pintar la inefable dulzura de tu sonrisa, en tu acuarela de mariposas y claveles rojos.

En esta multitud de lágrimas mías te extraño, arrullando mi alma de tus mágicos recuerdos, me llevaré tu tierna mirada de fulgor divino, llenándome de diáfana poesía mientras vivo.

Mientras tomo mate sentado debajo del olivo, te extraño...te extraño mucho y no te olvido.

Sebasti N Solana

Derechos Reservados

(Asociación General de Autores del Uruguay)

* ESTÁN LEJOS LOS AYERES *

Hoy me doy cuenta que me quiebro, me doblo en el silencio que me espera, mientras se espantan los pájaros azules de la memoria.

Estoy solo en el duelo del egoísmo, mirándome en el espejo de la vida, es que están tan lejos los ayeres de los besos... que ya son historia.

Los pliegues de mis labios se desangran, mientras busco aquellas bocas como lunas, que durmieron en los pámpanos eternos, de soles muertos entre mis dunas.

El arco de un tímido abrazo solitario, cuelga un estanque de luces que no alcanzo, entre crepúsculos coreados de gemidos, flotan los ojos que una vez me amaron tanto.

Eran de pupilas encendidas, que penetraban mi carne como dardos, de haces que se doblaban en sus arcos, cuando montaban mi pecho con sus carros.

Aún rescato el acento de sus manos, cuando buscaban las notas de mi llanto, y lo guardo donde el hombre hoy no llega, donde nada se corrompe con los años.

* ESTOY DESNUDO *

Estoy desnudo en mi lecho, rodeado de caracolas y de los aromas de todos los vientos.

Aún tengo mi piel viva y mis manos como un corazón latiendo, que quieren atrapar las formas y relieves de tantos cuerpos, mutilados por las mentiras, la envidia y el desprecio.

Estoy desnudo tendido en silencio... donde estarán las bocas que con sensualidad me besaron, donde estarán las almas que busco y mi soledad no encuentra.

Donde estará realmente quien ame todo lo que yo siento... que comparta la miseria que llevo dentro, mis ansias de amar, de unas caricias y de un beso, de unos labios sensibles que comulguen mi aliento. De un alma que vuele al ras del horizonte de mi cuerpo. con un puñado de ansias y un espacio de tiempo...

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