ISSN: 1909-5201
NÚMERO 24
FEBRERO DE 2010
Rector José Fernando Isaza Vicerrector Académico Diógenes Campos Vicerrector Financiero y Administrativo Henry Jaramillo Secretario General Carlos Sánchez COMITÉ EDITORIAL Directora Patricia Prieto Decano de la Facultad de Ciencias Humanas, Artes y Diseño Alberto Saldarriaga Decana del Programa de Diseño Gráfico Pastora Correa Decana del Programa de Comunicación Social Vera Schütz Editor General Francisco Buitrago Editora Gráfica Ana Uribe Profesores - Asesores Gráficos Óscar Velásquez Francisco Pabón Coordinadora Administrativa Paola Pardo Impreso por D´vinni S.A.
PERIODISTAS Alejandra Valderrama Andrea Delgado Catalina Escallón Julián Bernal Laura Vélez Miller Castañeda Natalia Suárez Pablo Tiga DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Andrés Católico Carolina Lugo Daniela Rodríguez José María Rubio Julián Espinel Violeta López
PORTADA Sergio Ayala ILUSTRACIÓN Y FOTOGRAFÍA Andrés Católico Camilo Lozano Carolina Lugo Carolina Vargas Daniela Rodriguez Giovanni Rincón José María Rubio Juan Camilo Ruíz Julián Espinel Sergio Ayala Vivian Ortíz
Oficina de Relaciones Públicas y Comunicaciones Calle 22 No 3 - 30 Oficina 302 Módulo 15 Teléfonos 2 427030 Ext. 1157 y 1158 e-mail: labrujula@utadeo.edu.co
Nuestra razón de ser continúa vigente para Biología Marina, una carrera de vanguardia Reconociendo los imaginarios del Centro de Bogotá Ingenierías y robótica en la Universidad Diógenes Campos: calidad humana y científica en la Tadeo Atlántida: vida submarina Imagen y proyecto Pensar la Imagen Diferentes estilos: una identidad tadeísta Invertir no es ningún juego Nuevo espacio tadeísta “Tic, tac, tic, tac…”: un día buscando empleo Amadeo Rincón: presencia y energía vital Los tadeístas regresan a la capital del país Un día
Nuestra razón de ser continúa vigente para Por Equipo de redacción de L B – labrujula@utadeo.edu.co Ilustración: Giovanni Rincón El primer período académico de en la Tadeo ya se ha puesto en marcha y las expectativas personales, académicas y profesionales que cada alumno se ha trazado para el presente año, constituyen la motivación esencial para emprender cada jornada con optimismo, dedicación y buena energía. Por eso, mientras cada uno va perfilando de la mejor manera el día a día, desde L B les acompañamos en ese proceso formativo, identificando los temas que estructuran la realidad de la Universidad y de sus protagonistas. En esta oportunidad, queremos que conozcan más sobre uno de los programas académicos que hacen parte del patrimonio tadeísta, Biología Marina, una carrera de vanguardia; profundicen en una parte de la investigación que la Institución desarrolla en la capital del país, Reconquistando los imaginarios del Centro de Bogotá; y perciban el crecimiento que, en el ámbito educativo, la Tadeo fomenta de manera permanente, Nuevos programas en la Universidad. Asimismo, deseamos que conozcan a una de las personas que, desde su trabajo como Vicerrector Académico y Decano de la Facultad de Ciencias Naturales, orienta nuestros destinos académicos, Diógenes Campos: calidad humana y científica en la Tadeo; les contamos sobre una alternativa de entretenimiento y salud que crearon y promueven dos egresados tadeístas, Atlántida: vida submarina; antes de invitarlos a que se “pierdan” entre conceptos, colores, diseños y texturas en las secciones gráficas de la revista (Imagen y proyecto, Pensar la imagen y el Reportaje gráfico).
Sabemos que la realidad social y nacional toca directamente lo que acontece en la Universidad. Por eso, investigamos y llegamos a la conclusión de que Invertir no es ningún juego, los invitamos a visitar un Nuevo espacio tadeísta en el que podrán adquirir diversos objetos representativos de la Alma Máter; y nos enfocamos, desde la crónica, en una problemática compleja: “Tic, tac, tic, tac…”: un día buscando empleo. Finalmente, les entregamos el testimonio que combina el arte y la experiencia docente de un pensador muy cercano a la Tadeo, Amadeo Rincón: presencia y energía vital, celebramos la llegada de nuestros estudiantes, desde diferentes regiones de Colombia, para empezar o continuar sus estudios, Los tadeístas regresan a la capital del país; y dejamos que la literatura y el ensayo tracen las estelas de la imaginación y la reflexión, con el cuento Un día y el texto académico ¿Es Sisley realmente un artista impresionista o las tendencias románticas se apoderan de sus obras y su estilo?, respectivamente. Esperamos que durante el presente período académico sus valores y objetivos personales crezcan y se fortalezcan. Y, a la vez, que obtengan los mejores resultados en todo aquello que se propongan. No dejen de escribirnos a labrujula@utadeo.edu.co. Como bien saben, ustedes son nuestra razón de ser.
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Uno de los aspectos que le genera mayor orgullo al Decano de Biología Marina de la Tadeo, Iván Rey Carrasco, es la condición que distingue al programa que dirige como uno de los que ostenta la Acreditación de Alta Calidad del Ministerio de Educación Nacional, que tuvo inicialmente entre y , y que renovó en con vigencia hasta el año . Y es que tal condición, como una carrera profesional que, en su ámbito, está a la vanguardia en Colombia, es el fruto de un trabajo permanente y ordenado, en donde el proceso investigativo y la existencia de una planta docente de primer orden, se constituyen en el símbolo de una gestión bien coordinada, que le entrega a los estudiantes una educación de alto nivel. El Programa de Biología Marina puede exponer ejemplos concretos de la calidad académica que ofrece, sustentados no sólo en los ocho grupos de investigación que tiene registrados en Colciencias, sino en la presencia de egresadas tan importantes como Diana Marcela Bolaños y Lina María Saavedra, ganadorasde la Beca “Mujeres de la Ciencia”, patrocinada por L’Oreal y la Unesco en los años y , respectivamente; y Luisa Fernanda Villamil, profesora de planta de la Tadeo en Santa Marta, que obtuvo en el Premio Nacional “Mujeres para la Ciencia”.De esta manera, se benefician los estudiantes que se encuentran cursando materias en el pregrado.
Un “mar de conocimientos” tadeístas
Por Equipo de redacción de L B – labrujula@utadeo.edu.co Ilustración: Sergio Ayala
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La conservación de la biodiversidad del mar y el aprovechamiento de los recursos marinos serán los dos enfoques que ofrecerá la Maestría en Ciencias Marinas que el Ministerio de Educación Nacional acaba de aprobarle a la Universidad y que, desde el punto de vista del Decano del Programa de Biología Marina, podría estar abierta para el inicio del tercer período académico de . La Maestría está pensada para ser cursada en dos años. El semestre inicial se aprovechará como período de nivelación, teniendo en cuenta las diversas procedencias de los alumnos, con cuatro o cinco materias básicas de carácter obligatorio. Y durante el segundo semestre del primer año, el estudiante tendrá la posibilidad de elegir asignaturas que se dirijan hacia su enfoque de investigación y del futuro trabajo de grado, que deberá desarrollar durante el segundo año.
“En Colombia tenemos una biodiversidad muy alta y ésta debe ser aprovechada de manera racional, a partir de los nuevos conceptos de la Biología Marina, como la biotecnología y la bioprospección”, menciona Iván Rey, antes de recordar que “existe una serie de recursos que lo permiten. Por ejemplo, de allí se pueden sacar extractos biológicos para atender el cáncer y también es posible crear organismos marinos resistentes a las enfermedades”. La Maestría se cursará en la ciudad de Santa Marta. Allí, la Tadeo cuenta con las instalaciones necesarias para desarrollarla, incluyendo sistemas y equipos de laboratorio de última generación que han sido adquiridos para tal fin. Además, el grupo de docentes del Programa de Biología Marina, que cuenta con profesores de tiempo completo (ocho de los cuales tienen título de Doctor y dentro del cual otros dos son candidatos al mismo) garantiza un alto nivel académico y formativo para quienes la vayan a cursar. Para los estudiantes de la Tadeo que contemplen la posibilidad de hacer la Maestría, ésta ofrece ventajas importantes, teniendo en cuenta que fue diseñada pensando en la continuidad académica de ellos. “Si el estudiante de pregrado toma un curso básico de la Maestría para graduarse, ese curso le será homologado una vez ingrese al postgrado”, comenta el Decano de Biología Marina. La Maestría en Ciencias Marinas será la segunda que abre la Facultad de Ciencias Naturales e Ingeniería de la Universidad, que en la actualidad tiene disponible otra en Ciencias Ambientales. Asimismo, es el paso previo a la consecución del Doctorado en Ciencias del Mar, un proyecto académico en el que la Tadeo trabaja de la mano con otras instituciones de educación superior del país, que vendría a completar el ciclo de estudios del área de Biología Marina en la Institución. “La Maestría en Ciencias Marinas es el resultado de un trabajo en el cual se integra la tradición de la Universidad en el campo de las Ciencias, así como el trabajo permanente de búsqueda de la innovación y el progreso. El Ministerio de Educación Nacional no encontró ninguna objeción a la propuesta que se presentó el año pasado para obtener el Registro Calificado de la Maestría, la cual está prácticamente aprobada”, concluye Diógenes Campos, Vicerrector Académico y Decano de la Facultad de Ciencias Naturales e Ingeniería de la Universidad.
Por Míller Castañeda – millercasta@hotmail.com Fotografía: Carolina Lugo
Con el saludo de bienvenida y los mejores deseos para este , queremos contarles que el Programa de Comunicación Social de nuestra Universidad avanza en uno de sus proyectos de investigación más ambiciosos. Se trata, nada más y nada menos, de aportar a la recuperación de los imaginarios del Centro de Bogotá. Para esta oportunidad, hablamos con Juan Carlos Córdoba y Nancy Ballestas, docentes de la Tadeo y líderes de este trabajo. El proyecto se titula Recuperación histórica y de imaginarios del Centro de Bogotá. Desde sus inicios, el objetivo principal ha sido el mismo: “analizar los usos y consumos y, además, las formas de apropiación de los diferentes servicios que se prestan en el Centro de la ciudad, para así develar cuáles y cómo son los imaginarios de los ciudadanos que habitan esta zona de la capital”, señala Juan Carlos. Por su parte, la profesora Nancy Ballestas nos comentó que la idea de estudiar el centro de Bogotá y su entorno nació desde la Facultad de Ciencias Humanas, Arte y Diseño, y ha sido sostenida, sobre todo, por el Programa de Comunicación Social. Ella mencionó que durante la primera fase de trabajo, se invitó a un grupo de estudiantes de Programas como Publicidad, Tecnología en Producción Radial y Comunicación Social, para que participaran en el trabajo de campo.
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El punto de partida que se tomó para este trabajo, según el profesor Córdoba, fue el análisis de anteriores proyectos que estudiaron el centro bogotano, así como otros trabajos en ciudades como New York, Ciudad de México y Sao Paulo. Por eso, el profesor asegura que este proyecto debe ser mirado con atención, pues busca “revisar cuál es el concepto que los bogotanos tienen sobre el Centro de la ciudad. Queremos ver cómo las personas usan, significan, resignifican y se apropian de los diferentes servicios que se prestan en esta parte de la capital”. De esa primera etapa se publicó una cartilla en la que se pueden ver los resultados del estudio. El nombre que se le dio a esta entrega fue Usos y consumos en el centro de Bogotá: acercamiento a cómo los bogotanos usan, imaginan, apropian, reapropian, significan y re significan el Centro, escrita por los dos maestros. El trabajo de campo consistió en ubicar a los estudiantes en diferentes puntos estratégicos del centro. Luego, ellos les preguntaban a los transeúntes por un determinado servicio y
dónde se prestaba éste. Entonces, esas personas entrevistadas les indicaban a los estudiantes por medio de un mapa mental, ubicando siempre un lugar referencial. Uno de los ejemplos que nos dio Juan Carlos fue el caso de un estudiante que le preguntó a un ciudadano dónde podía conseguir una dulcería. Entonces la persona lo primero que le referenció fue el sector de San Victorino. “El análisis que se hizo sobre esta experiencia fue determinar, mediante el recorrido que las personas daban, cuáles instituciones, cuáles lugares y cuáles servicios existen para las personas en el centro y cuáles no”, comentó. En septiembre de se inició la segunda fase del proyecto, teniendo como meta culminarla en septiembre de este año. Para esta segunda fase se quiere hacer una publicación, tanto digital como impresa, en la que se registren aquellos bienes y servicios que vemos en el Centro, pero que no están en nuestros imaginarios. Al igual que en la primera etapa, el Programa de Comunicación lidera el proyecto, encabezado por los dos profesores mencionados. También se ha invitado a estudiantes de los diferentes Programas de la Facultad de Ciencias Humanas, Arte y Diseño para que sean ellos quienes realicen los trabajos de campo. Todos los datos que recogen los estudiantes son almacenados en un software llamado Atlas Hit, especializado en el manejo de información cualitativa y cuantitativa, y que permite elaborar gráficas claras para su interpretación. Dicha información será entregada a las alcaldías locales de La Candelaria, Los Mártires y Santa Fe, las que a su vez la entregarán a los ciudadanos y, así, se creará una especie de guía turística del Centro, teniendo como novedad una agenda de bienes y servicios que no están registrados dentro de los recorridos y atractivos actuales. El profesor Juan Carlos Córdoba es Comunicador Social y Periodista de la Tadeo, especialista en Teorías de la Comunicación y de la Imagen de la Universidad do Ceará (Brasil). Actualmente es miembro del Centro de Investigación en Humanidades, con sede en Río de Janeiro, y docente de tiempo completo de la Universidad. Por su parte, Nancy Ballestas es Comunicadora Social y Periodista de la Fundación Universitaria Los Libertadores, Magíster en Comunicación de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y docente de hora cátedra de la Tadeo en el Programa de Comunicación Social. Con su investigación, ambos esperan contribuir al mejoramiento del Centro de Bogotá y, a la vez, permitir que la investigación en el ámbito de la Comunicación Social siga creciendo, como un campo de trabajo viable y útil para conocer e interpretar los fenómenos humanos.
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y robótica en la Universidad Cuatro opciones que amplían las fronteras del conocimiento Por Equipo de redacción de L B - labrujula@utadeo.edu.co Ilustracíon: Julián Espinel A partir del primer período académico de , la Tadeo cuenta con cuatro nuevas carreras en el ámbito de las ciencias aplicadas. Se trata de los Programas de Ingeniería de Sistemas, Ingeniería Industrial e Ingeniería Química, y de la Tecnología en Robótica y Automatización Industrial, todos adscritos a la Facultad de Ciencias Naturales e Ingeniería. Con la apertura de estas nuevas áreas de pregrado, la Universidad pone a disposición, tanto de los estudiantes tadeístas, como de aquellos colombianos que iniciarán dentro de poco tiempo su formación en educación superior, opciones formativas de vanguardia, para obtener altos niveles de conocimiento teórico–práctico. “Tener en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad, tanto las ciencias básicas como las aplicadas, representa no ponerse límites, puesto que en otras instituciones existe una separación administrativa demasiado rígida entre ambas, que dificulta los procesos y retarda su evolución”, menciona el Decano de la Facultad, Diógenes Campos. Según él, la presencia de los cuatro nuevos programas representa un avance para tener en cuenta, pues la fortaleza que se desarrolla en torno al conocimiento matemático de cada una, le permite a los alumnos “obtener un componente formativo más sólido, que les lleve a profundizar en áreas tan destacadas como la de los sistemas complejos, que actualmente se encuentra en el límite de lo que conocemos como la frontera del conocimiento”.
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Los programas vistos en detalle En el Programa de Ingeniería de Sistemas, los estudiantes obtienen un campo de estudio interdisciplinar, para analizar y comprender fenómenos reales, y hallar soluciones innovadoras en torno a sistemas soportados en las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). Asimismo, tienen la posibilidad de profundizar en líneas de investigación como la Gestión del Conocimiento, la Tecnología Educativa y el Modelado y Simulación de Sistemas. De esta forma, adquieren calidades profesionales donde predomina la capacidad crítica y creativa, basada en fundamentos integrales de la Ingeniería de Sistemas, desde donde pueden aportar en campos como los sistemas de información y la informática, para contribuir al desarrollo científico y tecnológico de Colombia. En el caso de Ingeniería Industrial, los tadeístas se convierten en profesionales que aportan a la mejora de la actividad productiva y operativa en todos los campos, con potencial para optimizar recursos y adicionalmente coordinar, operar y administrar sistemas en los campos de producción, de bienes y de servicios. Todo esto, a partir de una comprensión global de la tecnología, que genere beneficio social y económico, desde la utilización sostenible de los recursos. El ingeniero industrial tadeísta concebirá y pondrá en funcionamiento sistemas de seguridad, administrará procesos en ámbitos como la gestión de inventarios, el almacenamiento y el transporte, además de crear instalaciones operativas y estará capacitado para establecer su propia compañía de producción de bienes o servicios. Quienes se inclinan por la Ingeniería Química, tienen la posibilidad de educarse en tendencias como Nanomateriales, Química Verde, Ecodiseño y Bioprocesos, que representan estar a la vanguardia en cuanto a las tendencias internacionales en este campo. La adquisición de dicho conocimiento se
sustenta en áreas como la investigación aplicada a las necesidades del sector productivo y en el acceso a grupos de investigación, en sectores como el de biocombustibles, donde la Universidad cuenta con el aval de Colciencias y el apoyo de otras entidades gubernamentales y privadas. De esta manera, los ingenieros químicos están capacitados para desempeñarse en ámbitos de la industria química, petrolera y carbonífera, o en el sector eléctrico, de los metales y el procesamiento de papel. El abanico profesional también incluye sectores como el forestal, el cementero y el de los bioprocesos, entre otros. Finalmente, la Tecnología en Robótica y Automatización Industrial surge desde la búsqueda de la comprensión y la formulación de soluciones que se adapten a la realidad de nuestro país, pensando en mejorar la competitividad económica, desde los sectores que necesitan automatizar tareas con la utilización de robots. En este contexto, el Tecnólogo adquiere el conocimiento para manejar elementos propios de su área de trabajo, como los sensores, actuadores y diferentes programas informáticos para generar soluciones tecnológicas de acuerdo con las necesidades del sector en el que se desempeña, y también implementar propuestas para el uso y diseño de plataformas robóticas, priorizando la creatividad y la eficiencia. Además, con la implementación de los cuatro nuevos programas, la Universidad integra a la Facultad de Ciencias Naturales e Ingeniería con el Centro de Investigaciones y Asesorías Agroindustriales (CIAA), que se convierte en un Centro de Bio-sistemas; y también con el antiguo Centro de Estudios en Tecnologías de la Información (CETI), que pasa a ser un Centro de Robótica y Automatización. De esta manera, se fortalece la complementariedad científica, en un avance que resulta fundamental de cara al futuro.
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Diógenes Campos: calidad humana y científica Vicerrector Académico de la Universidad Por Equipo de redacción de L B – labrujula@utadeo.edu.co Fotografía: Vivian Ortiz
“Las matemáticas y la física, por alguna razón que aún no comprendo, siempre me gustaron. Me entusiasmaba realizar ejercicios, entender fenómenos, e incluso, apoyar a otros compañeros, explicándoles conceptos con los que tenían algún grado de dificultad”. De esta forma el actual Vicerrector Académico y Decano de la Facultad de Ciencias Naturales e Ingeniería de la Tadeo, Diógenes Campos Romero, define la manera en la que escogió la física como la carrera que definiría su vida profesional, cuando cursaba la secundaria en el Colegio Manuel Murillo Toro, de Chaparral, Tolima. El Doctor Campos se graduó como Físico de la Universidad Nacional de Colombia en , con el mejor promedio académico de su promoción. Tiene una Maestría de dicha Institución en Ciencias y un Doctorado de la Universidad de Kaiserslautern, Alemania, en Física Teórica. Él habló con L B acerca de las vivencias que marcaron su etapa como estudiante, y también de los retos y las perspectivas que definen su trabajo en la Tadeo, con la investigación, la pluralidad y la pasión como elementos centrales del progreso universitario. ¿Cómo se decidió por estudiar Física, siendo una carrera que en los años no tenía mucha acogida en Colombia? Cuando estaba terminando la secundaria, llegó un licenciado en física a mi colegio y, en alguna charla informal, me comentó sobre la posibilidad de estudiar en el nuevo programa que estaba abriendo la Universidad Nacional de Colombia. Y cuando culminé el bachillerato, me presenté a la Universidad Nacional, al área de Física, y también a la Universidad Pedagógica, a Ingeniería Electrónica. Afortunadamente, fui admitido en ambas instituciones, pero al final me decidí por estudiar en la Nacional, no sólo por su calidad académica, sino por las facilidades económicas que le otorgaba al estudiante para el acceso a los estudios superiores.
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Cursé la carrera de a y, como obtuve el mejor promedio académico de la promoción, la Universidad me vinculó como profesor de planta para el Departamento de Física. ¿Cuáles fueron las claves para obtener ese rendimiento? Como el grupo que iniciaba la carrera permanecía unido hasta finalizar, salvo en el caso de quienes perdían alguna materia o se retiraban, formamos una amistad sólida, un grupo unido y compartimos muchos aspectos académicos y personales. Eso sí, nos concentramos bastante en el tema del estudio, siempre con pasión y curiosidad, recordando siempre la meta personal de graduarnos de la mejor manera y en el tiempo oportuno. Posteriormente me vinculé a la Maestría en Física () que la Universidad Nacional desarrolló con la Universidad de Maguncia, Alemania, que luego se amplió a la Universidad de Kaiserslautern. Esto propició la llegada de una misión alemana al país, cuyo representante principal, el profesor Joseph Mher, fue mi director durante la Maestría. ¿De qué manera se dio la oportunidad para estudiar en Alemania? Cuando terminé la Maestría, me fui a la Universidad de Kaiserslautern a realizar el Doctorado en Física ( – ), con una beca del German Academic Exchange Service (DAAD, por sus siglas en alemán). Allí me recibió el profesor Köhler, uno de los físicos más importantes de la República Federal Alemana en aquel momento, que estaba en su proceso de jubilación y muy interesado en el convenio que mantenía esa entidad con nuestro
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país. Él me regaló su regla de cálculo, un elemento que en la actualidad los jóvenes no conocen, pero que en ese momento permitía desarrollar ejercicios matemáticos con dos o tres cifras decimales de precisión. Y todavía la conservo como un recuerdo invaluable, por la prominencia del personaje que me la obsequió. ¿Qué aspectos de la educación alemana le impactaron más? Un valor que en las universidades alemanas está profundamente enraizado es la capacidad del estudiante para aprender por su cuenta, para encontrar y superar los niveles de formación que requiere, trabajando en torno a la figura del profesor pero sin depender de él. Por eso, cuando el estudiante va a finalizar sus estudios de pregrado, debe exponer y argumentar aquello que ha aprendido desde la responsabilidad individual. Esto es algo que requiere una actitud cultural muy importante, porque la persona se forma desde la noción clara de que tendrá que demostrar sus conocimientos ante un jurado. Precisamente, acá en la Tadeo estamos fomentando el trabajo individual del estudiante, porque durante la vida, él va a tener que tomar cada una de sus decisiones.
Y otro aspecto que me pareció muy destacable fue el relacionado con el estatus, con el prestigio que, tanto los profesores como los doctores y los candidatos a doctores, tienen en Alemania. De hecho, me sorprendió sobremanera que cuando llegué para empezar los estudios me entregaron la llave de la biblioteca de la universidad, para que asistiera y la utilizara en cualquier momento, sin importar la época del año o la hora. Desde su experiencia, ¿cómo cree que debe ser la relación entre la Universidad y el estudiante? Es importante dejar claro que la Tadeo siempre apoya a los estudiantes, porque cuando se empieza la educación superior, todos pasamos por dificultades, ya sean académicas o socioeconómicas. Pero estos temas, y otros que surgen, pueden superarse desde las relaciones sociales, desde el diálogo y el intercambio constante. En tal sentido, existen dos herramientas que aportan en nuestra Institución: uno es el de las tutorías, que está básicamente en manos de los profesores, quienes comparten con los estudiantes y les colaboran fuera de clase en la resolución de temas propios de la vida académica. Y el otro tema, que resulta destacado, es el de las consejerías. La Universidad lanzó, desde el mes pasado, el Programa de Consejerías, que surge de un hecho que ha sido identificado por la Dirección de Planeación y Desarrollo Docente: buena parte de la deserción escolar ocurre en el primer año y medio de la carrera, por diferentes causas que no son únicamente educativas. Entonces, queremos que directivos, funcionarios y quienes ya pasaron por la experiencia de estudiar y convivir en la Univer-
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sidad -no sólo los docentes- sirvan como consejeros para diferentes grupos de estudiantes. Deseamos que ésta sea una cultura institucional, donde todos participemos, porque somos una institución formativa y debemos crear nuevas oportunidades para que los tadeístas avancen en su formación de manera integral. Debemos brindarles una mano amiga, generando un enlace sólido entre la universidad y la familia como pilares fundamentales del tadeísta, para que supere cualquier problemática existente. ¿Considera que la Tadeo es una universidad plural? La Tadeo, aunque es una institución con más de años de tradición, con un conjunto de actividades y avances muy importantes en todos los ámbitos, es una institución joven y, por ese hecho, tiene ante sí misma una oportunidad de progreso constante. En dicho sentido, el trabajo interdisciplinar ofrece excelentes oportunidades para el conocimiento, con la posibilidad de que nuestras cuatro facultades interactúen, siempre que tengamos la lucidez mental para lograr complementar aquello que se genera en cada una de ellas. Finalmente, ¿qué papel considera que ocupa la investigación en el panorama tadeísta? El tema de la investigación es fundamental, entendida como la existencia permanente de la curiosidad por temas que permitan ampliar el esquema de pensamiento, que lleven al estudiante a desarrollar una seguridad que va a ser vital en cada área o materia. Hoy en día, esta cultura de la investigación, desde los Semilleros, es un requerimiento inevitable en todos los programas académicos. Además, la investigación tiene otro encanto y es que, seguramente, le permite al alumno crear nuevas oportunidades de cara al futuro profesional, porque permite identificar problemas que surgen en la vida laboral, académica y diaria, para encontrar soluciones aplicables, a través del ejercicio analítico y práctico.
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Atlántida: vida submarina Fundación y centro de buceo Por Alejandra Valderrama – storyvillecafe@yahoo.es Ilustración: Andrés Católico
Hace aproximadamente nueve años, Álvaro Baigorri y Javier Fernández, egresados del Programa de Biología Marina de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, decidieron emprender un proyecto encaminado a la formación de buzos, y a la educación y conocimiento sobre la fauna y la flora marina, que permitiera crear conciencia y sensibilidad sobre su importancia. También pensaron en la posibilidad de abrirles espacio a nuevos proyectos de investigación para la conservación de la vida submarina. Así nació Atlántida, que en la actualidad cuenta con una sede central en la ciudad de Santa Marta y con oficinas en Bogotá y Barranquilla, desde donde diversifica su actividad tanto en el océano Atlántico como en el Pacífico, ya que Colombia es un país que, por su plataforma oceánica, presenta una gran variedad de especies marítimas, estructuras coralinas, arrecifes, manglares, etc. Muchas de ellas son desconocidas o ignoradas, pero Atlántida nos permite, por medio de sus excursiones e inmersiones, conocer el mundo que existe en la profundidad de los océanos. Cartagena, con sus ciénagas, lagunas y archipiélagos, forma el Parque Nacional de Corales del Rosario. En Santa Marta se encuentra el Parque Nacional Natural Tayrona, que se caracteriza por estar rodeado de bahías. Esto, junto a su temperatura promedio de º, le permite albergar un sinnúmero de fauna marina, incluyendo tiburones, rayas y ballenas; y en Capurganá, ubicada al noroeste de la Costa Caribe, actualmente se realiza el repoblamiento de las tortugas laúd (Dermochelys coriácea), consideradas como una de las especies más grandes del planeta. También, dentro de las exploraciones marinas, se encuentra el Parque Nacional Natural Isla Gorgona, en el Pacífico, que alberga gran diversidad de moluscos, crustáceos, tiburones y en donde, en cierta época del año, se puede participar en el avistamiento de ballenas jorobadas.
Aprender “bajo el mar” Para sumergirse en los extensos océanos de Colombia, Atlántida cuenta con un equipo de biólogos marinos con certificación y experiencia en buceo, que le permite ofrecer una extensa oferta de esnórquel, en Bogotá, y buceo en otras ciudades del país. El aprendizaje, para todos los tadeístas interesados, se inicia en piscinas, cuando la ciudad de origen no cuenta con zonas marítimas próximas, y permite excursiones a diversas playas,
así como inmersiones y cursos de buceo, con todos los niveles de certificación, desde el básico (Scuba Diver), hasta el más avanzado (Master Scuba Diver), avalados por la National Association of Underwater Instructors (NAUI) de los Estados Unidos. Atlántida también cuenta con especializaciones técnicas en buceo de profundidad, buceo nocturno, búsqueda y rescate, fotografía y realización de video bajo el agua. Lo que empezó como un programa piloto para la formación y capacitación en buceo para estudiantes de pregrado de varias universidades de Colombia, entre ellas la Tadeo, es hoy una empresa con importante trayectoria e imagen, incluso en países como México, Argentina y Ecuador. “Nuestra experiencia ha sido gratificante, ya que el capital con el que empezamos salió de nuestro propio bolsillo y una solemne palmada en el hombro por parte de nuestros padres, deseándonos lo mejor en nuestro futuro. Decidimos entrar en esta aventura, la cual hoy nos ha llevado a conocer cientos de personas en muchos lugares de Colombia y del mundo, así como experiencias que no se pueden describir, sino sólo vivir”, menciona Álvaro Baigorri, director de la escuela. Este enorme esfuerzo, así como la constancia de sus fundadores y colaboradores, ha permitido que Atlántida amplíe su visión con un cubrimiento más profundo en la protección y preservación del medio marino colombiano, encaminado a la formación de la Fundación Atlántida. Por medio de ella, se realizarán talleres y capacitaciones para la comunidad, con el ánimo de consolidar posiciones estratégicas para la conservación y apropiación de las colectividades en su territorio. También se busca apoyar a los estudiantes del Programa de Biología Marina, aportándoles conocimientos y experiencias que nutran su proceso educativo y personal. El proyecto tendrá su consolidación definitiva durante y buscará hacer extensiva la admiración, la inmersión y el conocimiento de la vida marina. “Para nosotros, Atlántida ha sido una experiencia muy gratificante en lo personal y en lo profesional, a tal punto que hoy miramos adelante y sabemos que hay mucho más por hacer y explorar. Por delante de lo que nuestros ojos pueden ver y nuestras mentes, proyectar. Pero sabemos que vamos por el camino correcto y que esto ha sido fruto de nuestro esfuerzo”, reflexiona Álvaro, quien no niega que pese a los enormes tropiezos que han tenido que enfrentar, son muchas las satisfacciones que alimentan el ánimo para seguir adelante. Tanto él como Javier Fernández han puesto su empeño y dedicación en la consolidación de un sueño. Por ello, Atlántida no es sólo una empresa de buceo, sino un grupo humano dispuesto a contribuir, por medio de su dedicación e interés, a la concienciación, conservación y equilibrio en torno al gran ecosistema marino colombiano. “Ser buzo es más que una profesión, es un estilo de vida”, reza la frase que identifica a Atlántida. Los interesados pueden escribirle a estos dos tadeístas al correo electrónico baygopa@hotmail.com y, literalmente, “tirarse al agua”.
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IMAGEN Y PROYECTO
Yo no soy un político Por Mónica Gómez – moni_kgomez@hotmail.com
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Yo no soy un político es una propuesta que nace bajo la idea de representar lo que ya se ha presentado, alterando de manera sutil la imagen, a través de intereses propios. En este caso, desde temas como la diferencia de género, la evocación del amor y, desde el punto de vista técnico, con un tratamiento gráfico que haga concordar la imagen resultante con las que se realizaban en la primera mitad del siglo XX. Mi proyecto, como estudiante del Programa en Realización de Audiovisuales y Multimedia, y de Bellas Artes, se asienta en la mirada y el detalle que se le entrega al espectador. Personalmente, creo que la fuerza de la imagen está en la conexión de las miradas subjetivas. Me base en el trabajo de Douglas Crimp (experto en Historia del Arte y Estudios Culturales) sobre la estrategia de la apropiación, ya no como un fenómeno concreto respecto a las condiciones de la cultura contemporánea, sino como uno en el que el artista forma pastiches dentro de su discurso, recurriendo a la técnica, al tema o a la imagen en sí.
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Pensar la Imagen
Por: Jose María Rubio - joserubio@gmail.com
Un segundo-FlipBook "Un instante de todos, cotidiano. Un punto de encuentro, un lugar común. Un contexto compartido, un sujeto activo. Reflejarse/Reafirmarse, un segundo".
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CORTAR
SOBREPONER
FLIPBOOK
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Diferentes estilos:
una identidad
tadeĂsta FotografĂa: Daniela Rodriguez
Por Julián Bernal - julian.bernal@utadeo.edu.co Ilustración: Camilo Lozano
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Durante la segunda semana de noviembre de , más de un millón de hogares en el todo el país se vieron afectados, cuando DMG, DRFE, People Winner y media docena de “pirámides” o empresas captadoras de dinero dejaron de funcionar, luego de que el Estado ordenó su cierre permanente por actividades ilegales. Hoy, casi año y medio después, gran parte de los afectados aún no se ha repuesto del golpe económico que significó perder una importante cantidad de dinero por ese hecho. Hasta ahora, las pérdidas económicas por dicha situación se calculan en cercade cuatro billones de pesos. En el caso de DMG, hasta hace pocomás de un año parecía una sólida empresa,que no sólo pensaba en abrir sedes en muchos países, sino que, además, quería llegar a ser una marca tan reconocida en todo el mundo como Coca-Cola o Google, según las ideas de quien fuera su dueño, hoy extraditado a los Estados Unidos, David Murcia Guzmán, quien fue capturado en Panamá, el de noviembre de y tiempo después, enviado a territorio norteamericano para responder por el delito de lavado de activos. El principal socio de Murcia, William Suárez, también fue extraditado, el pasado de enero, para ser juzgado por la justicia estadounidense.
Un fenómeno masivo Para gran cantidad de colombianos, DMG representaba la solución a los problemas económicos. Y la comunidad de estudiantes universitarios, entre ellos los tadeístas, no fue la excepción. En la Universidad, DMG fue conocida, a manera de chanza, entre los estudiantes, como “Dinero Mal Gastado” y “Familia Dé-je-me”, entre otros apelativos. Además, diferentes estudiantes de la Tadeo, aparte de estudiar y construir sus sueños como futuros profesionales, vivieron la amarga experiencia de haber ingresado dinero en esa “firma de inversiones”, tras enterarse y de los excelentes dividendos que ofrecía. Sin pena, pero arrepentido de la inversión realizada en DMG, Juan Ricardo Menes, estudiante de la Tecnología en Gestión del Transporte, comenta: “Fue una tarde, en las Salas de Computo de la Universidad. En ese momento estaba viendo en un link informativo sobre un desfile que ocurrió creo que en Santa Marta y en las fotos se observaba a las reinas de belleza de algún reinado con el logotipo de DMG en el fondo de las carrozas en las cuales eran movilizadas”.
Juan Ricardo cuenta que le llamó mucho la atención aquel logo y, de inmediato, buscó por Google, seleccionó la primera opción y, con una animación de fondo con las letras D.M.G., se abrió la página principal de la empresa. “Luego accedí al link ¿Qué son y cómo aumentar mis inversiones? Leí detenidamente y, sin más información, decidí que sería muy bueno invertir y tener en un determinado tiempo el doble de lo aportado”. Así que él finalmente invirtió. Al principio todo era fantástico, porque incluso tuvo la famosa tarjeta de socio, así como honorarios y contraprestaciones a cambio de hacerle publicidad a la marca y de vincular nuevas personas a la familia DMG”. Pero, ¿DMG fue o no fue una pirámide? A la pregunta responde otro inversionista tadeísta: “Hay una gran diferencia entre DMG y las pirámides. En la primera, todos teníamos tarjetas electrónicas que nos permitían comprar o bien productos o bien servicios ofrecidos por la empresa. Si no la usábamos, fácilmente nos devolvían el dinero y hasta con intereses. Además, en DMG no se habían terminado los pagos cuando fue intervenida por el gobierno, como sí sucedió con las pirámides que, por lógica y tiempo, tenían que quebrar”, dice Manuel Wilches, del Programa de Publicidad, y que hace parte del grupo de quienes defienden “a capa y espada” a la intervenida empresa. Según él, “DMG se inventó una fórmula que no encajaba fácilmente en la legislación colombiana, que desde castiga la captación masiva y habitual de dinero del público”. A diferencia de Juan, Manuel no se muestra arrepentido ni apenado por dar a conocer su caso, pero, eso sí, asegura que no recibirá las “migajas” dadas por el gobierno luego del embargo e intervención de la captadora de dinero. En ese contexto, los universitarios también lo vieron como una posibilidad de obtener ingresos importantes, tal como mi última entrevistada, que estudia, al igual que Manuel, en el Programa de Publicidad y quien, con años de edad, prefirió omitir su identidad: “Mi hermana trabajaba en DMG y fue por
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ello que pude ver cómo evolucionaba la empresa, que pasaba de ser un modesto negocio nacido en una remota región del sur de Colombia, a convertirse en un emporio con miles de clientes y millones de dólares en depósitos. En cuanto a David Murcia, nadie cuestionaba su estado como millonario en tan corto tiempo, sino que era una especie de referente que demostraba que la empresa caminaba muy bien”. Al indagarla sobre qué paso cuando se conoció la noticia de que DMG no iba más, cuenta: “al principio no me preocupé, porque estaba segura de que la empresa no estaría entre las catalogadas como pirámides, pero luego de la declaratoria de estado de emergencia social dictada por el Gobierno, y las primeras penalizaciones por motivo de incautación de dinero público, me preocupé”. Dice que, de inmediato, ella y su familia empezaron a hacer los trámites para demostrar que eran afectados del caso y, durante el mes de julio de , recibieron el primer y único rembolso que, según afirma, “no alcanzó siquiera para cubrir ciertos gastos”. Como se puede ver, la discusión y debate con respecto a DMG aún no termina. Preguntas y respuestas van y vienen. Además, aún se indaga sobre puntos tales como qué uso le daba DMG a los números del documento de identificación de centenares de clientes afiliados o cuánto dinero en total pudo finalmente captar la firma en cerca de tres años. Para poder invertir en
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DMG, el único requisito consistía en ver un video en donde David Murcia aparecía como un redentor de los pobres, que les ayudaba a salir de sus dificultades y les llevaba comida para mitigar el hambre. Y en su página de Facebook, donde existen miles de contactos divididos en varios grupos, aparece la famosa frase en la que se equipara con Dios. Lo cierto es que el último día de Murcia en Colombia ( de enero) comenzó para él a las : a.m., cuando guardianes del INPEC llegaron a la celda que tenía asignada en la cárcel “La Picota” de Bogotá, para llevarlo al aeropuerto. Él se levantó de su cama y empacó una Biblia, un diccionario de inglés y una bolsa con pastillas naturistas. Eso fue lo único que decidió llevar consigo, según declaraciones dadas por la Policía Nacional. Murcia abandonó su celda sin despedirse de nadie y minutos después fue sometido a un examen médico. Habló poco y se despidió de los guardianes, que lo entregaron a eso de las : a.m. a un grupo especial de la Dirección Central de Policía Judicial e Inteligencia (DIJIN), que lo trasladó en un helicóptero Black Hawk a la base de la Policía Antinarcóticos, en el Aeropuerto Militar de Catam. Allí, vestido con saco y chaqueta de color café, pantalón de jean y con un chaleco antibalas, bajó del helicóptero y, con una tímida sonrisa, miró hacia las cámaras de los medios de comunicación que seguían sus movimientos. Minutos después, despegó junto a agentes de la DEA, quienes lo llevaron a Nueva York, donde actualmente está siendo juzgado. Con él se fueron los ahorros e ilusiones de miles de colombianos, así como las respuestas a múltiples interrogantes acerca de uno de los fenómenos económicos y sociales más impactantes que ha vivido el país a lo largo de su historia.
Programa de
Historia del Arte SNIES -
Los conocimientos y destrezas que busca proporcionar el Programa de Historia del Arte pondrán al egresado en capacidad de dominar los contenidos histórico–artísticos y estéticos de las tradiciones académicas y disciplinares europea y norteamericana, así como latinoamericana y colombiana; proponer valoraciones, a partir de análisis históricos y de elementos teóricos, críticos e historiográficos, que permiten abordar fenómenos artísticos contemporáneos, modernos y del pasado; y manejar metodologías, instrumentos y estrategias de investigación tanto convencional como interdisciplinaria contemporánea. Los egresados también estarán en capacidad de identificar las relaciones entre la Historia del arte y otras áreas del conocimiento —como los Estudios Visuales, la Gestión Cultural, la Restauración, la Museología, la Conservación y la Generación de Patrimonio—, aportar elementos conceptuales y metodológicos para definir el papel del historiador del arte en proyectos culturales y artísticos que requieren equipos interdisciplinarios; y proyectar la formación en Historiografía e Historia del arte hacia la investigación de fenómenos artísticos, en el ámbito local y regional, reconociendo los contextos culturales, sociales, académicos e institucionales en los que toma lugar la reflexión sobre estos fenómenos.
Informes: Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano - Departamento de Humanidades Carrera No. -, módulo , piso . Teléfono , ext. - .
Nuevo espacio
Tadeísta Una tienda dedicada a promover los valores de la Universidad Por Equipo de redacción de L B - labrujula@utadeo.edu.co Fotografía: Daniela Rodríguez
Ubicada en diagonal a la entrada principal de la Biblioteca-Auditorio, en el mismo edificio que acoge al Museo de Artes Visuales (MAV) de la Universidad, la nueva Tienda tadeísta es un espacio en el que estudiantes, profesores, funcionarios y egresados pueden acceder a “un pedacito” de lo que es y representa la Tadeo. Mediante la adquisición de las publicaciones, las camisetas, los jarros, los llaveros, los esferos y otras piezas que hacen parte de la imagen corporativa de la Universidad, quienes estudian, trabajan o ya pasaron por las instalaciones tadeístas, conservando recuerdos, vivencias, amistades e incluso parejas que siguen acompañándoles en su camino existencial, tienen la posibilidad de acercarse un poco más a la Institución. En este caso, dentro de un espacio confortable y amplio, caracterizado por un diseño sobrio y una excelente atención, creado especialmente para fomentar el sentido de pertenencia tadeísta. Dependencias tan importantes como la Dirección de Publicaciones y la Dirección de Mercadeo, han trabajado concienzudamente para poner su “granito de arena” en esta iniciativa, cuya gestión se encuentra a cargo de la Dirección Administrativa de la Tadeo.
Una posibilidad interesante De esta manera, quienes han soñado con portar orgullosos una prenda deportiva tadeísta mientras recorren la Ciclovía bogotana los domingos, aquellos que desean tomarse un café en la oficina, luciendo ante el resto de compañeros el escudo de su Alma Máter en el jarro que guardan celosamente dentro del escritorio; e incluso los que, llegado el momento, quieren ofrendar a un antiguo compañero de promoción y gran amigo en el día de su cumpleaños con un detalle diferente, podrán hacerlo sin inconvenientes si se dan una “pasadita” por la Tienda tadeísta.
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Por supuesto, la ganancia será todavía mayor si la visita al lugar, que puede hacerse de lunes a viernes, en horario de : a.m. a m. ó de : p.m. a : p.m., obedece a fines académicos. Una importante colección bibliográfica, organizada y publicada por la Tadeo, que reúne textos de ámbitos como Biología Marina, Comunicación Social, Diseño Gráfico, Historia Económica, Relaciones Internacionales y Semiótica, por sólo mencionar algunos, está disponible para todos los visitantes. La ubicación de la Tienda, junto a la Plazoleta Principal de la Tadeo, al costado del Museo de Artes Visuales y frente a la Biblioteca-Auditorio, permite que quien se acerque no sólo pueda adquirir los productos mencionados, sino apreciar una interesante muestra artística, tomarse un café en las zonas adyacentes, asistir a un buen concierto en el Auditorio Fabio Lozano o repasar los apuntes de clase y preparar la próxima exposición, si le ha quedado un “huequito interesante” en el horario de clases. Además, la Universidad ha puesto a disposición de todos los clientes de la Tienda, una dirección de correo electrónico a la que pueden enviar sus sugerencias y observaciones (tiendatadeista@utadeo.edu.co) para que la oferta y las expectativas personales sean atendidas de la mejor manera. Después de realizar un trabajo importante, en el que se han valorado las expectativas, necesidades y gustos de quienes integran la comunidad tadeísta, la Universidad tiene a disposición de todos sus miembros este nuevo espacio, enfocado en la identificación personal con los valores que la caracterizan. Sólo resta que cada uno la conozca, la visite y se “meta la mano al dril” para disfrutar en su casa, su oficina, su salón de clase, su automóvil o en la mesita de noche junto a la cama, de todos los objetos tadeístas.
“Tic, tac, tic, tac…”:
De la “tramitología” y otros males Por Natalia Suárez – natica.suarez@hotmail.com ilustración: Andrés Católico
un día buscando empleo
: a.m.: Me cuesta trabajo abrir los ojos. Mi cuerpo se demora varios segundos en reaccionar y obedecer las órdenes. Con pesadez, estiro mis piernas y en un intento “fofo”, logro levantarme de la cama. Me restriego la cara con desespero y, con un ojo entrecerrado, miro a mi papá, que me hace alguna mueca. Alcanzo a escuchar que me dice: “a estas cosas uno no puede llegar tarde muñeca, levántate ya”. Hago gesto de fastidio, porque aunque necesito el trabajo, madrugar no es de mis afectos. : a.m.: Mientras me pongo algo de maquillaje, para disimular las ojeras que se han acomodado debajo de mis ojos –pues he dormido poco ya que estoy en semana de parcialespienso que habría querido que la búsqueda de trabajo no se hubiera cruzado con las entregas finales. Salgo de mi casa afanada y rogando al cielo para desocuparme antes de las a.m., pues a esa hora tengo un parcial definitivo. : a.m.: Mientras me bajo de un taxi, en el afán del momento “embolato” un billete. Termino confundida y cuando el carro se pone en marcha, me doy cuenta de que las vueltas no están completas. Entonces, mi ilusión de almorzar se desvanece. Ya estoy de malas pulgas y lo notó, mientras camino hasta el lugar donde hace una semana presenté la entrevista de trabajo para el cargo de vendedora, en un reconocido almacén con fama de “negrero”. “Si todos lo hacen, ¿porqué yo no habría de poder?, pienso mientras hago la fila de selección–que se extiende por los menos media cuadra-. En ella hay desde jóvenes hasta señoras de avanzada edad. No lo voy a negar: aquí se respira ansiedad. Algo en el ambiente hace que la situación parezca una escena con tintes existencialistas.
: a.m.: En la recepción, me atiende una mujer de unos “treinta y pico” de años. Es la celadora, pero también hace las veces de recepcionista mientras la encargada llega. Me mira de arriba abajo y detectó cierto desprecio en el tono de voz que usa: “¿Qué quiere?”, me dice. Pienso para mis adentros: ¿acaso no es obvio?... Estoy en una temporal de empleos. ¡Qué más puedo querer!, ¿helados? Me muerdo la lengua para no responder de mala gana y acabar con cualquier posibilidad laboral. Finjo una sonrisa hipócrita y voz tierna: “tengo una cita para empezar el proceso de contratación”. La celadora me mira de nuevo con esos ojos “esculcones” y me pide el nombre de la psicóloga con la que tengo cita. Mientras trató de recordarlo, caigo en cuenta de que faltan apenas un par de horas para mi parcial y, tal como va la cosa, no voy llegar a tiempo. La voz “mandona” de la celadora interrumpe mi pensamiento: “Oiga niña, apúrese que hay más gente esperando” me dice, y reitera la pregunta de con qué psicóloga tengo la cita, pues hay más de y ella “no puede adivinar” todo. No sé qué responder, pero entre carreras llega la recepcionista, quien algo agitada, revisa y me manifiesta que todavía debo esperar unos minutos. : a.m.: Pasan y pasan los minutos, como en una de esas canciones ridículas de Arjona… Me levanto a preguntar en recepción qué ha pasado y porqué no me han llamado, pero me encuentro con un “paciencia niña, que todos aquí vienen a lo mismo y no están desesperados”. Mientras me siento de nuevo, una conversación ajena llega a mis oídos. La protagoniza una mujer joven y muy bonita que le está contando a su compañera de puesto las angustias que ha vivido para conseguir trabajo. Le comenta que el contrato en su anterior empleo ya se acabó y que necesita encontrar uno nuevo antes de que terminen las novenas, para asegurarle la navidad a su hijo. a.m.: Hace más de una hora me hicieron pasar a un pequeño salón, donde aguardamos varias personas. Creo que ninguno sabe con exactitud qué espera. Al fin, en la puerta aparece una empleada del lugar, que empieza a explicarnos los pasos a seguir. Cuando va en el segundo, yo ya estoy preocupada. Ya no voy
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a llegar a mi parcial y lo que me angustia más es que voy a gastar el poco dinero que me queda para hacer los exámenes médicos que exige la empresa. Pero la situación se pone peor cuando la encargada nos dice: “Se los advierto, ustedes tienen que tener todo el día disponible, porque en este proceso se van a demorar”. Lo que ella no sabe es que sus palabras no abarcan ni la mitad de la odisea en la que estoy a punto de verme envuelta. : p.m.: Salgo del lugar para realizar los trámites que hacen falta. Mi estómago empieza a rugir como un león y el sol de mediodía “pica” mucho. Llegó a pensar que se posa sobre mi cabeza para atormentarme porque nadie se ve tan acalorado como yo. Me siento desubicada y el bolso empieza a pesar más de lo que quisiera. Después de caminar en círculos durante varios minutos, un acomedido tendero se preocupa y me ayuda a encontrar la dirección. Por fin llegó al dichoso centro médico y, mientras observo que hay por los menos personas, sólo pude reírme y pensar: “esto no puede ser cierto”. Entro a una sala diminuta que hace las veces de recepción y le pregunto a la enfermera cuánto tiempo puede demorar mi turno: ella sonríe y, con expresión de cansancio, me dice que más de tres horas. : p.m.: Mientras espero a que me atiendan, pienso que aún me falta abrir la cuenta de ahorros y volver a la empresa de temporales, para radicar todos los papeles. El dolor que estoy sintiendo en la planta de los pies me anuncia que un par de ampollas han empezado a “florecer”. Tengo sed, así que salgo del laboratorio para comprar, con algunas monedas, algo refrescante. Más tranquila y con el líquido enfriando mi garganta, siento que he recargado baterías. Cuando
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entró, una de las muchachas que aguarda para ser llamada y con la que tuve cierta empatía, me mira y me dice: “ya te llamaron y como no estabas, siguieron con otra persona”… Quiero mandar todo para el carajo, aunque no sé muy bien donde queda. : p.m.: Después de varias súplicas, a punto de llorar, los del laboratorio se apiadan y me atienden. Con los resultados en la mano, salgo del lugar para buscar un banco. Entonces, al ubicarlo, me encuentro con una pesadilla todavía mayor: una fila “eterna”, donde los rostros de la gente expresan aburrimiento. Mi ánimo está “diez mil metros bajo tierra”. Cuando llego a la caja, trato de asumir una actitud noble. Pero, desde que me hago frente al cubículo, la cajera hace mil amagues para no atenderme. Respiro profundo y le pregunto si lo va hacerme puede atender. “Un momento, que acabo de llegar de mi hora de almuerzo y tengo cinco minutos para reincorporarme”, me responde con indiferencia… Quiero que la vida se detenga y se convierta en una pantalla de computador, para poner ese “emoticón” de MSN que denota total sorpresa. Pero esa no es mi reacción... : p.m.: El vigilante del banco me agarra del brazo, mientras pienso en qué momento todo se salió de control… Mientras me sacan de allí, veo a la cajera, quien desde lejos sigue regañándome. Devuelvo la película y creo que el detonante se
dio cuando me recibió los papeles y me dijo: “no niña, esa hoja está muy arrugada, yo no puedo recibírsela así“. Le pregunté entonces si era posible sacar una copia del papel y ella, simplemente, me lo devolvió de mala gana, mientras llamaba al siguiente. : p.m.: hace más de minutos que llegué a la temporal de nuevo. Al final, logré abrir mi cuenta en otra sucursal y radicar los papeles. La señorita que está encargada de recibir todo me dice que aún nos queda una hora de “proceso”. Me pide que firme y que ponga la huella. Yo sólo sigo instrucciones porque hace rato activé mi “modo zombi”. : p.m.: Ya han cerrado las puertas de las oficinas y adentro quedamos muy pocos. Recuerdo contadas ocasiones en mi vida donde sentí tanto cansancio. Por fin, pongo la última firma y termino el famoso “proceso”. Me levanto sin decir nada y salgo al frío de la noche, que me golpea con fuerza. Aunque tengo mis dudas respecto a si esto ha valido la pena, la sensación de frustración se disipa cuando recuerdo la conversación que escuché en la mañana: “Para asegurarle la navidad a mi hijo…” Entonces, concluyo que todo parte de mi convicción y que, si bien ha sido muy duro, quizá pueda lograrlo.
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Amadeo Rincón: presencia y energía vital
“El verdadero arte se hace con verdadera conciencia” Por Pablo Tiga – pablo_tiga@hotmail.com Fotografía: Daniela Rodríguez
L B, en procura de dar a conocer la identidad de los que pasaron por esta Universidad y que producen ideas y construyen realidades paralelas, presenta la semblanza del maestro Amadeo Rincón, que trabajó como profesor del Programa de Bellas Artes de la Tadeo en la década de los años y que nos transporta a una época donde el compromiso del docente ya se “respiraba” en cada pasillo tadeísta. Amadeo Rincón desarrolló, hasta , un programa pedagógico llamado “El taller”. Lo hizo desde , empezando en la antigua sede de la Universidad, ubicada en la esquina de la Carrera séptima con calle . También trabajaba en la Universidad Nacional, dictando cátedra, y tenía un taller de escultura en su casa. Allí conoció a artistas muy importantes, incluyendo al que considera el más relevante en la técnica de grabado en Colombia, el maestro Luis Paz, cuya labor califica como fundamental en el grupo. También recuerda con afecto a Escilda Díaz, Abelia Medina y Raúl Rincón, con quienes compartió en parte de los doce años de labores de “El taller”. Él también rememora que allí grandes maestros mandaban a hacer sus carpetas. Además, asesoraban a otros artistas y estudiantes.
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Incluso, recuerda que los trabajadores de servicios generales y mantenimiento muchas veces ayudaban a los profesores con grabados y esculturas, en piezas que requerían conexiones eléctricas, mezclas de cemento y otros “gallos”. En aquel entonces, y para darle tiempo al tiempo de esparcimiento, él y sus compañeros almorzaban en la Plaza de las Nieves y en pequeños pasajes comerciales de la zona. A las seis de la tarde, Amadeo se iba a su casa para trabajar en su propio taller, en técnicas como la serigrafía, la fotografía y el grabado en metal. Merced a tanta dedicación y trabajo constante, ha tenido la oportunidad de intercambiar y trabajar, tanto dentro como fuera de las aulas de clase, con artistas tan sobresalientes como la tadeísta Doris Salcedo, considerada como una de las escultoras más importantes del mundo en la actualidad y Claudia Hakim, cuyo más reciente trabajo ha sido expuesto en la India, y que también realizó la destacada muestra “Arte de Armarte” en el Museo de Artes Visuales de la Tadeo en . De esta forma, su presencia en la Universidad se mantiene vigente, cada vez que el ámbito artístico así lo permite.
El “deber ser” del artista Según el maestro Rincón, el artista debe ser “un ermitaño que busca relaciones con el arte, así como vivencias humanas, siempre desde el trabajo”. En la actualidad, desde el taller de una institución superior donde imparte cátedra, él continúa en dicho proceso, mientras recuerda que en los años el salario como
docente era de unos . pesos. Y, precisamente con base en su experiencia, nos entrega un testimonio especial de lo que ha aprendido en la docencia, en el campo de las Bellas Artes. “Creo que el alumno siempre trata de enunciar y denunciar, a través de la pintura, aspectos comprometedores y respuestas fuertes a la sociedad. Es decir, una realidad muy latente, donde en el pasado se veía otra faceta del arte: el arte para el arte”, señala. Amadeo considera que se debe trabajar desde esa iniciativa del arte por el arte, para lograr visiones poéticas que produzcan alegría y tranquilidad. “Es mejor buscar formas de no repetir, porque mirar al gamín, a la prostituta, al fenómeno de la pobreza y trasferir tales visiones otra vez no tiene mayor riqueza. Hay que buscar soluciones y nuevas vías de expresión”, puntualiza. Asimismo considera que en la docencia, en ocasiones, se cometen errores cuando los profesores son encargados de proyectos complejos en su técnica, pues deben tener en cuenta que la dirección de tales proyectos debe enfocarse de acuerdo con él área en la que se encuentra: “Por ejemplo, si el proyecto tiene componentes de Body Art, de color o de serigrafía, cada área debe tener un profesor específico para dirigirla. Así, el alumno entenderá de forma más clara”. El maestro recuerda que se manejaban bastantes proyectos con estudiantes y que, al terminar las clases, estos se quedaban trabajando hasta tarde. “Nos hacíamos amigos de los celadores para que los dejaran quedar, porque el proyecto ameritaba no dejar de trabajar en él, sino darle una continuidad. Hoy en día se ve una entrega parcial, porque el compromiso es curricular. Sin embargo, lo que hace al artista independiente debe ser el estudio y el trabajo constantes, casi día y noche, en los cuales se evidencia el compromiso adquirido consigo mismo y con el ámbito que se ha escogido como profesión”, concluye.
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Incluso, recuerda que los trabajadores de servicios generales y mantenimiento muchas veces ayudaban a los profesores con grabados y esculturas, en piezas que requerían conexiones eléctricas, mezclas de cemento y otros “gallos”. En aquel entonces, y para darle tiempo al tiempo de esparcimiento, él y sus compañeros almorzaban en la Plaza de las Nieves y en pequeños pasajes comerciales de la zona. A las seis de la tarde, Amadeo se iba a su casa para trabajar en su propio taller, en técnicas como la serigrafía, la fotografía y el grabado en metal. Merced a tanta dedicación y trabajo constante, ha tenido la oportunidad de intercambiar y trabajar, tanto dentro como fuera de las aulas de clase, con artistas tan sobresalientes como la tadeísta Doris Salcedo, considerada como una de las escultoras más importantes del mundo en la actualidad y Claudia Hakim, cuyo más reciente trabajo ha sido expuesto en la India, y que también realizó la destacada muestra “Arte de Armarte” en el Museo de Artes Visuales de la Tadeo en . De esta forma, su presencia en la Universidad se mantiene vigente, cada vez que el ámbito artístico así lo permite.
El “deber ser” del artista Según el maestro Rincón, el artista debe ser “un ermitaño que busca relaciones con el arte, así como vivencias humanas, siempre desde el trabajo”. En la actualidad, desde el taller de una institución superior donde imparte cátedra, él continúa en dicho proceso, mientras recuerda que en los años el salario como
docente era de unos . pesos. Y, precisamente con base en su experiencia, nos entrega un testimonio especial de lo que ha aprendido en la docencia, en el campo de las Bellas Artes. “Creo que el alumno siempre trata de enunciar y denunciar, a través de la pintura, aspectos comprometedores y respuestas fuertes a la sociedad. Es decir, una realidad muy latente, donde en el pasado se veía otra faceta del arte: el arte para el arte”, señala. Amadeo considera que se debe trabajar desde esa iniciativa del arte por el arte, para lograr visiones poéticas que produzcan alegría y tranquilidad. “Es mejor buscar formas de no repetir, porque mirar al gamín, a la prostituta, al fenómeno de la pobreza y trasferir tales visiones otra vez no tiene mayor riqueza. Hay que buscar soluciones y nuevas vías de expresión”, puntualiza. Asimismo considera que en la docencia, en ocasiones, se cometen errores cuando los profesores son encargados de proyectos complejos en su técnica, pues deben tener en cuenta que la dirección de tales proyectos debe enfocarse de acuerdo con él área en la que se encuentra: “Por ejemplo, si el proyecto tiene componentes de Body Art, de color o de serigrafía, cada área debe tener un profesor específico para dirigirla. Así, el alumno entenderá de forma más clara”. El maestro recuerda que se manejaban bastantes proyectos con estudiantes y que, al terminar las clases, estos se quedaban trabajando hasta tarde. “Nos hacíamos amigos de los celadores para que los dejaran quedar, porque el proyecto ameritaba no dejar de trabajar en él, sino darle una continuidad. Hoy en día se ve una entrega parcial, porque el compromiso es curricular. Sin embargo, lo que hace al artista independiente debe ser el estudio y el trabajo constantes, casi día y noche, en los cuales se evidencia el compromiso adquirido consigo mismo y con el ámbito que se ha escogido como profesión”, concluye.
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Los tadeĂstas
regresan a la capital del paĂs A la Universidad, desde diferentes partes de Colombia
Por Andrea Delgado - andreacatalinadelgado@hotmail.com IlustraciĂłn: Carolina Vargas
La diversidad de la Tadeo no se basa sólo en la diversidad de programas universitarios, en la moda o en la forma de pensar. Otra característica es la variedad de procedencias de sus estudiantes. Por eso, cuando se acaban las vacaciones, muchos tadeístas regresan pensando en hacer un excelente semestre y aprovechar las que vendrán, pues para ellos significa que volverán al lado de su familia, a su ciudad natal. Sin importar la distancia o el medio de transporte, “de que se van, se van”. Y viajan a sus respectivas regiones para disfrutar la gran cultura que tienen, para cambiar de clima, para deleitarse con el mar o “gozarse” las fiestas locales. En esta ocasión, L B presenta las vivencias de cuatro tadeístas de fuera de Bogotá y de cómo lo “pasan en grande” durante sus vacaciones.
La “ciudad musical de Colombia” Daniel Gutiérrez, estudiante del Programa de Diseño Gráfico, vive en la capital colombiana desde hace cuatro años y siempre se ha sentido como en casa. Sin embargo, su familia está en la “ciudad musical de Colombia”, Ibagué, identificada así por el gran interés que la música despierta en sus habitantes, y por ser cuna del Festival Folclórico, del Reinado Nacional del Bambuco y de la Orquesta Sinfónica Iberoamericana. Daniel viaja a su tierra natal para las fiestas navideñas, respirar un ambiente distinto y, como la mayoría de jóvenes, rumbear. Hace planes como ir a cafés, visitar centros comerciales, discotecas y ver el alumbrado navideño, en especial el del Parque del Centenario. “Lo que se hace en una ciudad más o menos pequeña”, dice Daniel. También cuenta que muy cerca a su ciudad está “El rancho”, un lugar para acampar que es paso obligado para los turistas que quieren ir al Nevado del Tolima y al que él acudió esta vez con sus amigos, para disfrutar de aguas termales y una gran cascada que existe. Al final, aunque con un poco de nostalgia, regresa a Bogotá para dedicarse a estudiar “con toda”.
Por tierras paisas Viene de la región del Urabá, conocida también como el “Río del plátano”, en Antioquia. Es Daniela Cáceres, del Programa de Comunicación Social, quien en las vacaciones visita la “tierrita” para ver a la familia y los amigos. Sin embargo, en esta ocasión no fue al Urabá, sino que se trasladó a Medellín, pues sus seres queridos cambiaron de ciudad. También visitó Pereira, Armenia, Montenegro y Circasia, en compañía de familiares y amigos que no veía desde hace mucho tiempo. Cabalgatas, piscina y hasta un matrimonio hicieron parte del plan vacacional, en el
que la consintieron y donde descansó muchísimo. Estuvo colaborándole a su mamá en cosas del trabajo y tuvo tiempo para recordar la belleza de Apartadó antes de regresar a la capital.
Feria de la salsa, la caña y la rumba ¿Qué más se le puede pedir a Cali en vacaciones de fin de año, si sus cinco días de Feria parecen mil? Para Jairo Hurtado, del Programa de Publicidad, la Feria es un evento único. Él vive solo en Bogotá, mientras que en la capital del Valle del Cauca están sus papás y sus dos hermanos. Por eso, desde que terminó el tercer período académico de , viajó a su tierra. Aunque le encanta la multiculturalidad bogotana, su gente, recuerdos y rumba salsera están allí. “Lo mejor de mis vacaciones pasó del al de diciembre, porque la Feria ofrece muchos, como ir al salsódromo, ver el desfile de autos antiguos, estar en las cabalgatas y gozarse las noches rumba”, cuenta emocionado, antes de agregar que se sintió “muy contento de estar con la familia y los amigos, y poder enterarme de lo que ha sucedido en sus vidas”. Jairo también disfrutó del Mio –la versión caleña de Transmilenio- porque le cambia la cara a la ciudad, que se ve más limpia y agradable”.
En el sur de Colombia “Siempre voy a sentirme pastusa y llevo a la ciudad en mi corazón, pero en Bogotá es en donde puedo buscar lo que quiero” dice Nathalia Benavides, otra estudiante tadeísta que, en época vacacional, viaja a su natal Pasto. Ella cuenta que, durante las novenas, cada familia se reúne sagradamente y también con amigos cercanos: “hay comida por todos lados, así como parranda”. Con el nuevo año, la ciudad acoge uno de los eventos culturales más importantes del país: el Carnaval de negros y blancos. Natalia lo disfruta a tope: observa la Cabalgata de las colonias, aprecia el “Carnavalito”, un desfile integrado por niños que organizan sus propias carrosas; va al recorrido de la familia Castañeda -la primera que se instaló en Pasto-; lo pasa bien jugando a los “negritos”, recorriendo las calles de la ciudad con los amigos y jugando con pintura; y acude sin falta al desfile de cierre del Carnaval, el más esperado por sus maravillosas carrosas, sus obras de artes y donde se juega a los blancos, untándose de harina y polvo. “Perderme así sea un carnaval en la vida sería duro. No tengo el valor ni las agallas suficientes para hacerlo porque siempre es una experiencia nueva” concluye Natalia. Así como estos cuatro estudiantes, hay muchos otros en la Tadeo que, por decisión personal, vienen a Bogotá de otras zonas de Colombia para educarse y, muchas veces, hacer una nueva vida. Algunos viven solos y otros con amigos o con familiares. Pero en las vacaciones visitan sus ciudades y se reencuentran con personas y con recuerdos, además de construir nuevas vivencias que les traerán emoción y felicidad a sus vidas. Cambian de ambiente, de comida, de música… Pero al final, regresan a Bogotá, a la capital colombiana, donde, de alguna manera se integra la identidad local con buena parte de las características que han nacido en otras ciudades y zonas del país: año nuevo, gente nueva y período académico nuevo en la Tadeo, cargado de las buenas energías que ha dejado el tiempo de vacaciones.
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Un día Ocurrió un martes, un miércoles, tal vez un lunes. Lo cierto es que ese día Mariana no fue al colegio. Hubiera sido el día perfecto para una niña de ocho años, si no fuera porque en ese instante ella iba en el carro de su mamá, sin desayuno y pensando en lo que se le avecinaba. Su hermana Anita, cinco años menor, veía por la ventana y tarareaba una canción, inocente de cuál sería su próxima parada. La mamá manejaba con los ojos fijos en el frente tratando de descifrar el camino oculto por la fuerte lluvia de una mañana gris. Ella se veía normal, una mamá joven, linda, pero lo que Anita no sabía, era que algunas veces ella podía ser bruja. Y así era como Mariana la veía ese día: mala. El miedo la invadía. Se acercaba la hora. Pasaban y pasaban semáforos. Coincidencialmente, ninguno en rojo. Mariana no tenía tiempo. No sabía qué hacer y los recuerdos no la dejaban pensar. En ese punto ya se había resignado. Finalmente llegaron. Ahí estaba el monstruo blanco y frío que Mariana había tratado de evitar y su mamá, malévolamente, las llevaba directo a la boca de éste. Mariana sintió los pies de plomo y la piel más sensible que nunca; le dolía sentir. La pequeña Ana, de repente, como si la hubieran callado, olvidó la canción. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Podía oler el miedo. Se escuchó una voz turbia. Cobardemente, Mariana se
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La Brújula
Cuento escrito por la estudiante Laura Vélez Ardila, del Programa de Publicidad, para la cátedra de Redacción Publicitaria, dictada por el profesor Eduardo Ángel. Ilustración: Andrés Católico
alegró: su hermana iba primero. Así que Mariana esperó afuera hasta que escuchó a su hermana gritar. Entonces decidió entrar a ver qué pasaba y ahí estaba el objeto de sus pesadillas: larga, delgada, brillante, la aguja iba directo al pequeño brazo de Ana. Mariana caminó afanadamente en dirección a su mamá, pero en el transcurso, se perdió en el blanco. Ya no tenía pies de plomo: Ahora ni los sentía. Caminó en círculos. En tantos, que se abrió un hoyo y se deslizó por él tanto tiempo, que olvidó el miedo y ahora sólo la invadía la curiosidad. Afortunadamente, todavía sentía todo; ya no le dolía. Bajó kilómetros. No sabía a dónde iba a llegar, hasta que vio un punto amarillo que poco a poco se fue haciendo más grande. De pronto, cayó en seco sobre arena, se levantó y vio a su alrededor: ¡Nada! Sintió la arena en su piel, se quitó los zapatos y caminó sin saber a dónde ir… En realidad, no había a dónde ir. Todo era amarillo. Se veía cálido, pero ella seguía sintiendo frío. Por un momento Mariana pensó en su hermana y en su mamá: ¿dónde habían quedado? Las buscó a su alrededor y deseó una salida, tal vez una puerta camuflada en ese lejano horizonte amarillo, pero, simplemente, ahí no había nada. Caminó sin contar los pasos, sin pensar en nada, sólo sentía. Mariana estaba cansada. Le dolían los músculos, tenía sed y cada vez más frío. La arena cobró vida; se ondeaba bajo sus pies y Mariana luchaba por mantener el equilibrio y por evitar perderse en ella. Corría evitando las grandes olas de arena que la perseguían, pero estaba cansada. Una de ellas la cubrió por completo, golpeándola fuertemente. Ahora todo era negro y ella sentía un enorme peso sobre su espalda. Nadó en el mar de arena buscando llegar a algún lugar;
pensó en lo fácil que era moverse en el agua: pensó en azul. Pensó que donde termina la arena empieza el agua y que debía estar cerca de ella. Mariana quería encontrar corales; ahora quería muchos colores. Supo que había llegado al final, que se había agotado la arena cuando, en un movimiento para seguir nadando, sintió una superficie plana y fría. Se movió desesperadamente hasta deshacerse de ese mundo amarillo que la asfixiaba. El peso sobre su espalda despareció. Ahora podía mover sus pies libremente. Se sentó y abrió los ojos lentamente con incertidumbre. Evidentemente, no había llegado al agua… no había agua. Mariana estaba sobre una inmensa hoja de un diario. Millones de letras, entre consonantes y vocales; imágenes, avisos de todo tipo, cifras; ahí estaba ella, perdida. Corrió con los ojos cerrados sin querer ver qué estaba bajo sus pies, pues tantas palabras la estaban mareando. Se detuvo abruptamente al sentir un cambio en la superficie: ésta se inclinaba en varias direcciones. Miró a su alrededor y alguien odiosamente había arrugado la hoja, haciendo su recorrido aún más difícil. Sin embargo, a poca distancia estaba su triciclo, el triciclo rosado que ella adoraba, pero que ya no montaba, porque sus piernas habían crecido y cada vez que pedaleaba las sentía subir hasta sus hombros.
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Olvidó que ahora debía recorrer las montañas en la hoja de un diario. Se subió en su triciclo y recuperó fuerzas. La emoción de manejarlo de nuevo la invadió y sintió que lo podía todo y que en realidad no había afán por volver al lugar en el que estaban su mamá y su pequeña hermana. El viento se encontraba con su piel suavemente; el frío desapareció. Se sintió grande y fuerte escalando esas montañas grises. Mariana se detuvo en la cima de una de ellas y descubrió los colores, los que quería ver. Estaban al final de esa hoja, no muy lejos. Pedaleó con mucha fuerza y rápidamente. Entre más se acercaba a los colores, más caliente sentía el viento, más le inquietaba pensar si esta vez sí los podría tocar. Sintió un calor muy fuerte. El viento casi la quemaba. Eso significaba que ahí estaba, ella había llegado a los colores. Se bajó del triciclo y quiso sentirlos con sus manos, pero, ahí donde terminaba la hoja gris, terminaba todo: era el fin del camino, un abismo. Alargó sus brazos para sentirlos. Mariana estaba cansada y quería dormir sobre ellos. Saltó para coger el rojo, impulsarse, caer sobre el verde y hacer una almohada del resto de ellos. Saltó tan alto como nunca lo había hecho, pero no fue suficiente. Tocó el rojo y entre sus dedos quedó un pedazo. Era suave, caliente y tenía pequeñas burbujitas que, al cogerlo, se explotaron en sus pequeñas manos. En ese instante empezó su caída al vacío, tranquila y lenta. Dio botes mientas bajaba, mil vueltas, pero ella estaba muy feliz y tenía algo que nadie más tenía: ¡un poco de rojo! Se durmió en esa extensa caída y, cuando despertó, extrañamente estaba en una camilla, rodeada por dos enfermeras que le sostenían los brazos, una luz tan blanca que casi la cegaba y su mamá observando preocupada con Anita en brazos. Todos los ojos estaban puestos en ella. Las enfermeras le movían los brazos y le ponían un algodón impregnado de alcohol en la nariz. Mariana se sentó difícilmente, pues había recorrido un largo camino y era de esperarse que estuviera cansada. Su mamá se alegró y dijo: “dejemos esto para otro día; vamos a desayunar”. Las enfermeras bajaron cariñosamente a Mariana de la camilla. Ella cogió a su mamá de la mano y caminó junto a ella y su hermana, inmensamente feliz, sabiendo que en el bolsillo tenía un pedacito de algo que nadie más había visto, algo que nadie más tenía: el rojo.
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Cuatro espacios
de la Revista En L B
¡Tienes un espacio para materializar y dar a conocer tus ideas!
Portada: el epicentro visual de La Brújula. Aquí puedes plas-
mar tu concepto gráfico de lo que representa ser tadeísta, integrándolo con aquello que simboliza para ti el "camino a seguir" que te marcas cada día. Es decir, el "norte" de tu brújula vital.
Requisitos: Entregar un CD que incluya el material gráfico y adicionalmente el nombre del autor, Programa al que pertenece y datos de contacto, así como una breve descripción del proyecto o de las imágenes (material gráfico). Imagenes en CMYK, a 300 dpi. Formatos: eps, tiff, jpg o pdf.
L B
Calle 22 No 3 - 30 Oficina 302 Módulo 15 Teléfonos 2 427030 Ext. 1157 y 1158 e-mail: labrujula@utadeo.edu.co
Imagen y proyecto: para que difundas las iniciativas visuales (maquetas, prototipos, renders, audiovisuales, etc.) con las que estás implementando alternativas para generar empresa, opciones comerciales y/o aportes corporativos e institucionales. Reportaje gráfico: un espacio destinado a comunicar -mediante una o varias fotografías- tu punto de vista sobre las realidades y vivencias que tienen lugar en la Tadeo, y sobre otros temas en los que existe participación de la Universidad y de los tadeístas. Pensar la imagen: donde puedes exponer las creaciones gráficas y visuales (fotografía, ilustración, pintura, caricatura, cómic, etc.) que haz desarrollado, ya sea como trabajo artístico, de reflexión individual y/o propusta académica.
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Ensayo escrito por la estudiante Catalina Escallón, del Programa de Diseño Gráfico, para la cátedra de Teoría Estética II, dictada por la profesora Adriana Tobón. Ilustración: José María Rubio
Alfred Sisley es considerado uno de los “impresionistas más coherentes”. En el presente ensayo se hablará de él y del movimiento del que formó parte, y que se desarrolló en la segunda mitad del siglo XIX. Por medio de la construcción de impresiones, los impresionistas pretendían construir un ambiente atmosférico, a través de la práctica del plein-air, donde la idea del artista es la de enfrentarse directamente a la realidad de la naturaleza, sin prejuicios ni ideas a priori que puedan afectar la percepción del instante que el artista quiere captar en su pintura. El objetivo de los impresionistas es apropiarse de la realidad captada por ellos mismos. Captar la realidad tal cual es, tal cual se le presenta al ojo del artista, como el acto cognoscitivo individual. Alfred Sisley es un artista que, por un lado, presenta en su obra grandes rasgos característicos del impresionismo y, por el otro, presenta una marcada influencia de Constable, afamado paisajista romántico. Encontramos en las obras de Sisley un sentimiento de naturaleza en los paisajes que captura, en los cuales son de suma importancia el instante, la impresión, pero también la sensación. Por
tanto, son impresionistas en el sentido de que no reproducen el paisaje, sino la sensación producida por el paisaje, pues no es cuestión de copiar al mundo objetivo, es darle forma a las sensaciones. Sisley se caracteriza por crear una atmósfera íntima y serena, y por el espíritu, muchas veces melancólico, que logra plasmar en los cielos de sus cuadros. Los temas que elige no son sino pretextos, ejercicios para entender el juegos de las luces, las sombras y el color en la totalidad del momento y el lugar. Así, los juegos que por medio de la luminosidad de las cosas permite otorgarles cierta densidad y solidez a éstas.
Influencias románticas dentro de la obra de Sisley Por otro lado, están los aspectos de su obra que lo pueden acercar más hacia los artistas clasicistas, específicamente a
Constable y a Turner. Obras que son como un todo cerrado y estructurado, con un ritmo evidente, pero que tienen una intensificación de la sensibilidad frente a la luz y el color. Trata en ellas de captar el ambiente atmosférico, pues tiene un gran interés por expresar los fenómenos luminosos y las constelaciones cromáticas. En general, las obras de Alfred Sisley sí tienen muchos aspectos en común con las de los paisajistas ingleses y, según autores como Argan, parten de juicios a priori para ser impresionistas, cosa que las acerca más hacia el paisaje romántico, que proviene de ideas preestablecidas. Para Sisley, el tema de sus cuadros, en sí, no es importante. Lo es el medio que representan y que permite desarrollar el ejercicio y el conocimiento del color y la luminosidad por medio de estas experiencias.
El talud del ferrocarril en Sèvres: Impresionismo vs. Clasicismo Esta obra, creada en por Sisley, permite entender mejor el impresionismo y evidenciar también sus influencias clasicistas. La obra, como todas las del artista, trata un paisaje y captura un instante, que en este caso es el del talud del tren, que resulta evidente en el pequeño muro o cerca ubicado en el lado izquierdo del cuadro, y se hace manifiesto con el vapor que se observa en el cielo del mismo lado del paisaje. Con este cuadro, Sisley pretende mostrar una realidad en la inmediatez más absoluta. Es decir, la forma en que ha sido percibido por él: las impresiones y las sensaciones apreciadas. Por esto, su mayor interés está en la atmósfera. Sisley nos presenta una realidad creada por él mismo y por su manera de percibir el lugar, a pesar de que Argan advierta que su búsqueda es la de “una naturaleza más auténtica, más sutilmente emotiva. Pero no era éste el problema: el problema no es la naturaleza (el objeto); sino la actividad mental del sujeto que la percibe”. Es decir, que construye su impresión a partir de juicios a priori. Vemos en la obra pinceladas largas y marcadas. En el cielo hay pinceladas largas y curvas que evidencian el movimiento del vapor del tren (a la izquierda) y donde se muestra un cielo algo impreciso. Para el pasto, existen pinceladas más rápidas, al igual que en la montaña de pasto ubicada a la izquierda de la obra. En cuanto a los árboles, se aprecia una pincelada lenta, más corta y que no va en tantas direcciones como se aprecia en la gran mayoría de las que dan vida a la pintura. En el caso de los personajes, conviven pinceladas rápidas con el color, generando la correcta sensación de textura.
Se genera una noción de profundidad por medio de los distintos planos de color. Cuanto más lejos están, se vuelven un poco más difusos y las pinceladas están cada vez menos marcadas en el cuadro. Se da una perspectiva sesgada, a partir de distintos planos y diagonales. También existen planos intermedios. El paisaje está equilibrado por las distintas verticales: los dos postes y los árboles de los extremos, que contrarrestan la cantidad de horizontales existentes en la obra. Los planos más lejanos son más fríos. Se parte de un cielo más claro (al frente) y se va introduciendo el azul dentro de la paleta, para luego confundirse con el color de la vegetación verde oscura, presente en el horizonte. Lo que el ojo del artista ve es lo que construye como real en la pintura, aquella percepción del instante que él logra plasmar. Valga como ejemplo la manera en que crea la “profundidad”. Los planos no son construidos de manera homogénea, pues el espacio no se capta así. Por este factor se observan cuatro planos en el lado derecho de la obra mientras que en el izquierdo sólo se conocen dos, con la presencia tácita de un tren, insinuada por la densidad y la ubicación del vapor. El uso de color, como factor que obtiene valor en cuanto a la luz, es el más importante para crear una atmósfera. Se maneja e interpreta por medio de contrastes y yuxtaposición. Dichos elementos permiten generar sensaciones, pues los colores se afectan entre sí, hasta llegar a un acercamiento con la realidad de lo que se ha percibido. En el cielo existe un contraste de simultáneos del mismo color, con distintas luminosidades, exaltando así el brillo presente en ese instante. Este contraste de color genera un ritmo dentro de la composición, en este caso armónico, a partir de la zona frontal, que se desvanece en el horizonte del paisaje. Hay una armonía de colores fríos como el azul y el verde, que se contrastan con sus complementarios, creando sombras coloreadas en el cuadro. También se encuentran blancos y grises, que se acercan al negro, utilizados como apoyos cromáticos en el cuadro. Valga como ejemplo la reja apostada en el lado inferior izquierdo de la obra. También se observa en los personajes este contraste, pues están construidos principalmente por blancos y grises. Existe un uso de colores puros, con mucha intensidad, y este factor genera sensación de saturación, pues el color es usado de forma viva. Si se analizan en detalle diversas zonas de la obra, pueden verse manchas pequeñas de tonos puros, que generan contraste en el observador. Esta utilización de colores puros como, por ejemplo, los rojos, a través de la obras genera
un ritmo, un recorrido particular para el espectador a la hora de enfrentarse a la obra. De esta forma, Sisley expresa su sentimiento respecto a la naturaleza, con un cielo romántico despejado. Podemos decir que busca un equilibrio dentro del cuadro, por medio de elementos luminosos en el medio del cuadro. Y si nos acercamos al costado derecho de la pintura, hay una zona, de color más oscuro, que se equilibra con la presencia de árboles oscuros en el costado superior izquierdo del cuadro. Asimismo, en el lado superior izquierdo predomina el blanco, como símbolo de la velocidad del tren que se aleja del artista. A partir de la construcción de esta realidad creada por sensaciones de color y textura, el conjunto proporcionado por todos los elementos genera una atmósfera integral. Indica un ambiente de mediodía o, por lo menos, de día soleado. La luminosidad y la utilización de ciertos colores, así como la pureza de éstos, pueden interpretarse y entenderse en el conjunto de El talud del ferrocarril en Sèvres. Así, desde este análisis de la obra de Alfred Sisley, podría afirmarse que su pintura es emblemática del impresionismo, y cuenta con una importante influencia de paisajistas como Constable y Turner, aunque resalta una poética a priori y una conciencia frente a la Naturaleza. En conclusión, queda en el aire el interrogante, para posteriores análisis, de si Alfred Sisley sabe o no apartarse totalmente del sentimiento de la naturaleza, para plantear de manera decidida la cuestión de la sensación visual.
Bibliografía Argan, Giulio Carlo. El arte moderno. Ediciones Akal, Madrid, . Barcelona, Simona. El Impresionismo en detalle. Electa, Barcelona, . Francastel, Pierre. El Impresionismo. Emecé Editores S.A. Buenos Aires, . Mura, Ana María. “Alfred Sisley”, en Pinacoteca de los Genios. Editorial Codex S.A., Buenos Aires, . Smith, Paul. Impresionismo. Ediciones Akal, Madrid, .
Barcelona, Simona. El Impresionismo en detalle. Electa, Barcelona, 2006. Pág. 152. 2 “Talud: inclinación del parámetro de un muro o terreno”, según el Diccionario de la Real Academia Española. 1
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