La Brújula Nº47

Page 1

ISSN: 1909-5201

PUBLICACIÓN GRATUITA

NÚMERO 47

NOVIEMBRE DE 2012


ESPACIO RESERVADO PARA PAUTA

[ 2 ] La Brújula


Hacia la Acreditación Institucional

La Tadeo Lee y Mira Por Equipo de redacción de L B – labrujula@utadeo.edu.co Ilustración: Cristian Sastre - cristianl.sastre@utadeo.edu.co

La Tadeo, a partir de un proceso detallado, dinámico y de interacción constante entre todas las partes que componen su comunidad académica (directivos, decanos, docentes, estudiantes, egresados y empleados), está a punto de completar los pasos que le permitirán presentar, ante el Consejo Nacional de Acreditación (CAN) del Ministerio de Educación Nacional (MEN), la solicitud para ser evaluada y, si todo sale como se ha previsto y trabajado, obtener la Acreditación Institucional de Alta Calidad. Más allá del cumplimiento de este paso final, es importante que todos los tadeístas continuemos visibilizando, experimentado y participando del proceso que nos ha permitido llegar hasta aquí, incluyendo la autoevaluación institucional, la visita de los pares colaborativos y el proceso de mejoramiento continuo que lleva a cabo la Institución, con el objetivo de mantener y mejorar cada día los estándares que simbolizan la alta calidad académica e investigativa que tiene, el óptimo nivel de formación que otorga a quienes se preparan técnica y profesionalmente en sus aulas, y el impacto considerable que todo lo anterior genera en la sociedad colombiana y global, como aporte imprescindible por parte de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Dentro de las acciones encaminadas a lograr una identificación de los valores y puntos de vista que nos identifican como tadeístas, así como la proyección personal y en comunidad que deseamos lograr de cara al futuro, L B apoya decididamente el concurso de Crónica, Cómic, Ensayo e Ilustración “La Tadeo Lee y Mira”, cuya convocatoria inicial cerró el pasado  de octubre de , con una importante cantidad de propuestas listas para ser evaluadas. Dada la buena recepción de la iniciativa y ante el deseo de otros estudiantes, egresados, trabajadores y docentes de contar con mayor margen de tiempo para presentar sus propuestas, la Universidad ha decidido ampliar el plazo de entrega hasta la terminación del presente periodo académico, que tendrá lugar el próximo  de noviembre. De esta manera, quienes ya presentaron sus propuestas podrán mejorarlas, en caso de considerarlo necesario, y enviarlas nuevamente al correo electrónico relaciones. publicas@utadeo.edu.co. Los trabajos que ya reposan en los archivos del concurso, entregados durante la primera convocatoria, serán tenidos en cuenta para la selección final, sin excepción. Los premios de “La Tadeo Lee y Mira” incluirán una publicación especial, en la que serán presentados los mejores trabajos, así como elementos de última tecnología para quienes ocupen los primeros lugares. Sin duda alguna, es una oportunidad única para expresar el sentir tadeísta que nos caracteriza, desde la creatividad y el sentido de pertenencia, además de aportar libremente en el proceso de Acreditación Institucional que adelanta nuestra Universidad.

La Brújula [ 3 ]


Por Beatriz Obando – beatriz.obando@utadeo.edu.co Ilustración: Paola Garrido - paolaa.garridom@utadeo.edu.co [ 4 ] La Brújula

La zona rural de Bogotá está constituida por . hectáreas. En las localidades de Sumapaz, Usme y Ciudad Bolívar habitan tres mil familias, aproximadamente, y la gran mayoría de ellas se dedica a la siembra y recolección de frutas y hortalizas. Estas familias campesinas se ven afectadas por ciertas problemáticas que impiden una mejor explotación de los suelos que trabajan y, a su vez, un adecuado aprovechamiento de los recursos económicos que les pueden generar. El conflicto por el uso del suelo, las brechas tecnológicas y la falta de modelos integrales de negocio que otorguen garantías de estabilidad a los agricultores, son algunas de las problemáticas que afectan la producción hortofrutícola colombiana. A esto debe sumarse el prototipo histórico que se evidencia en la mayoría de negocios agrícolas: el agricultor es quien asume el mayor porcentaje de riesgo del mismo y, finalmente, es quien menos retribución recibe en términos económicos. Esto se debe a las grandes imperfecciones del

mercado, en el que quien tiene la forma de ejercer posiciones dominantes, las ejerce, sin importarle a quién le afecte. Por estas razones, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Alcaldía Mayor de Bogotá se han unido para llevar a cabo un proyecto de reconversión productiva que busca mejorar la calidad de vida de los agricultores de estas localidades. Rodrigo Lozano y Giussepe Marín son los dos tadeístas líderes de este proyecto y los encargados de dar a conocer a los estudiantes los conflictos que existen para el cultivo y posterior venta de los alimentos perecederos, así como de hacerles entender que existen soluciones viables que benefician tanto a agricultores, como a consumidores.

En búsqueda de un enfoque global Las principales fallas de la comercialización de productos perecederos nacen por haber considerado este negocio, durante mucho tiempo, solo como de consumo interno, descartando así una visión global y


un pensamiento de producción mayorista; por la falta de una visión de cadena de valor, en la que cada segmento que la integra reciba una retribución proporcional a los riesgos en los que incurre, y por las condiciones de inseguridad, entendidas como la falta de vías e infraestructura de transporte, así como de almacenamiento, de carencia de auténticas medidas de control y de supervisión sanitaria. En el modelo que Lozano y Marín han implementado, en cambio, se integran varios conceptos comerciales que, al final, se traducen en una manera de reforzar el eslabón más débil de todo el proceso: la proveeduría. Existe un problema respecto a los bajos precios de venta que ni siquiera alcanzan para cubrir el costo de siembra y cosecha del agricultor, apuntan los dos expertos tadeístas. Por esta razón, el productor prefiere venderles a intermediarios, perdiendo así gran parte de lo que invirtió, afirman ellos. Por eso, lo que se han planteado es desarrollar una banda de precios en el que, independientemente del alza o la disminución de valor en el mercado, el agricultor asegure la cobertura de sus costos de producción y, por supuesto, la remuneración por su trabajo. Este concepto se combina con un canal de comercialización directo que elimina la intermediación y está destinado a aquellos consumidores que prefieren la comida

sana y de calidad, que carga tras de ello todo un movimiento de responsabilidad social y de desarrollo agrícola. Respecto al tema ambiental, debido a que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) crea barreras y complicaciones sociales, porque restringe la cantidad de agua que pueden utilizar los campesinos, el correcto desarrollo de la actividad agrícola encuentra contratiempos. De allí surge, entonces, el uso de las buenas prácticas agrícolas (BPA), las buenas prácticas de manufacturas (BPM) y el proceso de certificación orgánica que, aunque toma tiempo y hace parte de un largo proceso, garantiza que desde el primer año se realice una producción limpia, que es el objetivo en la construcción del modelo.

“Metiéndose al barro” La Tadeo ejecuta y apoya proyectos prácticos que inciden de forma directa en la realidad colombiana, aspecto importante a nivel institucional. Sin necesidad de proponer fórmulas matemáticas y/o económicas inalcanzables para mejorar las condiciones socioeconómicas de nuestro entorno, nuestra Universidad "se mete al barro" y desarrolla soluciones aplicadas en el contexto del país, teniendo en cuenta que cualquier tipo de avance agrícola tiene una gran repercusión en toda la cadena de valor: producción, procesamiento, logística y comercialización.

La Brújula [ 5 ]


Se empieza a trabajar con el proyecto desde la idea, generando así fases de reconversión productiva en el marco de convenios de cooperación tecnológica suscritos con la Secretaria Distrital de Desarrollo Económico, con lo que a través de capacitaciones, implementación de nuevos paquetes productivos y generación de cadenas de valor sostenibles en la zona, se han venido reduciendo parte de los problemas estructurales que dificultan el desarrollo agrícola en la zona rural de estas localidades. Es entonces el acumulado científico, junto con la plataforma física y humana de la Universidad, el aporte más significativo y clave para el desarrollo del proyecto, pues muchas veces la inexistencia de estos factores impide el despegue de ideales de emprendimiento que se quedan redactados y almacenados en las bibliotecas.

Mercado Tadeo El Mercado Tadeo se expone al público todos los viernes de diez de la mañana a cuatro de la tarde; en ese tiempo, busca ofrecerles a los consumidores una alternativa de compra diferente a la de los supermercados, y en la que se puede

[ 6 ] La Brújula

encontrar una buena oferta de productos alimenticios de la mejor calidad. Variedades especiales de hortalizas, productos gourmet, alimentos procesados y una gran terapia para la salud y el buen gusto son algunas de las cosas que se pueden encontrar allí. Se ofrece, además, la posibilidad de entregar a domicilio los pedidos en cualquier punto de la ciudad, con la función de cumplir el objetivo más importante de Mercado Tadeo para con sus clientes: "calidad y servicio". Su finalidad es poder desarrollar un canal de comercialización sostenible que, al eliminar la común intermediación, permita retribuir, bajo el cumplimiento de algunos de los principios del comercio justo, un mayor nivel de rendimientos económicos a estos pequeños productores, quienes, además de brindar sonrisas y alimentos en excelente estado a sus compradores, mejoran su economía interna y la de sus núcleos familiares. Lo anterior sin perder de vista que a partir de esto pueden desarrollarse empresas más comprometidas socioambientalmente y que, sin necesidad de sacrificar el negocio como tal, obtengan un nivel de utilidad mucho más amplio. Es el Mercado Tadeo el que cierra el conjunto de actividades que se necesitan para completar la cadena de valor en su último eslabón: la comercialización, y es Giussepe Marín el emprendedor tadeísta que propende por mejorar la sostenibilidad financiera de los agricultores de Sumapaz, Usme y Ciudad Bolívar, escalando así un peldaño que nos llevará a un cambio en la realidad rural de nuestro país.


La Brújula [ 7 ]

Por Gilberto Gómez – gilberto.gomez@utadeo.edu.co Fotografía: Leonardo Mercado - leonardo.mercado@utadeo.edu.co

cultural de calidad

Investigación

Una beca necesaria para el arte del Caribe


Respetada y muy admirada, Isabel Cristina Ramírez es la Coordinadora de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Humanas, Artes y Diseño de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Seccional del Caribe y tiene una Maestría en Historia del Arte Contemporáneo de la Universitá degli Studi di Siena, Italia. Ella, quien se perfila como futura doctora en arte y arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, logró ganar la convocatoria para la XIV Beca de Investigación Cultural Héctor Rojas Herazo, que otorga el Observatorio del Caribe Colombiano. Manizales es su ciudad natal y hace seis años vive en Cartagena, donde se ha acercado, de manera comprometida, al estudio del arte moderno en la costa Caribe, específicamente en ciudades como Cartagena, Barranquilla y Santa Marta. Capaz de convencer con una mirada, sus ojos reflejan el ímpetu y las ganas que les imprime a sus proyectos. En entrevista con L B, Isabel Cristina nos cuenta la importancia de entrar a investigar un campo casi inexplorado como el de la consolidación de museos en la costa Caribe con su proyecto La génesis de los museos de arte moderno en Cartagena y Barranquilla y la búsqueda de legitimación de un arte nuevo (-). L B: ¿De qué se trata su investigación? Isabel Ramírez: Esto hace parte de una serie de proyectos que he venido desarrollando y que están muy articulados, y todos tienen que ver con los procesos de génesis del campo artístico en el Caribe colombiano a mediados del siglo XX. Este es un asunto muy particular que mira el asunto institucional desde los museos de arte moderno. Los museos de arte moderno en Cartagena y Barranquilla han tenido una historia bastante fragmentada con momentos de gran auge y momentos de crisis, han estado sometidos a dificultades, por múltiples razones, en la búsqueda de espacios y en la autosostenibilidad de los mismos, entonces esta investigación contribuye porque da una perspectiva histórica de cómo nacieron estos museos, para entender unas dinámicas que le den memoria al propio museo y que le permita entenderse hoy. L.B.: ¿Qué significa para el arte del Caribe el que usted haya ganado esta beca? I.R.: La historiografía del arte del Caribe es un territorio muy poco explorado y pocos autores la han abordado. Yo retomo un trabajo muy valioso que ha hecho el maestro Álvaro Medina y sigo profundizando en un terreno en el que aún hay mucho por recorrer. Por otro lado, en la historiografía en general, en Cartagena y Barranquilla se están haciendo trabajos muy interesantes desde la historia social, económica, política, y estos trabajos de historia del arte entran en diálogo con el estado del arte en general y enuncian avances importantes de discusión en terrenos culturales sobre los procesos de modernización en los ámbitos cultural y artístico a mediados de siglo XX en Cartagena y Barranquilla. L.B.: ¿Cuál sería su mayor contribución al arte en la región Caribe? I.R.: Una mirada a los procesos de génesis del campo artístico en las ciudades de Cartagena y Barranquilla, lo que incluye una revisión del papel de las instituciones y los actores, léase artistas y gestores, que fueron fundamentales en las artes de la región e incluso del país. Esto brinda una perspectiva histórica al campo del arte en la región que le permite identificar su propias problemáticas y las discusiones que históricamente le han impedido consolidarse.

[ 8 ] La Brújula

L.B.: Usted es historiadora de arte, ¿cuál ha sido, de sus investigaciones, la más complicada a la hora de encontrar material para el desarrollo de la misma? I.R.: Material de archivo hay mucho, yo he pasado mucho tiempo en los archivos en la región y he encontrado un panorama amplio que me ha permitido recopilar mucha información que me ha permitido avanzar en distintos proyectos de investigación puntuales teniendo un área común de investigación que es la historia del arte del Caribe en la segunda mitad del siglo XX. L.B.: ¿Por qué escogió el arte del Caribe siendo usted oriunda de otra región totalmente distinta como es el Eje Cafetero? I.R.: Porque soy profesora en la Seccional Caribe de la Tadeo, vivo y trabajo en Cartagena desde hace seis años y me parece muy importante que los profesores aterricemos nuestras investigaciones en el contexto en el cual nos movemos, buscando además que se traduzcan en avances en el conocimiento que repercutan en el currículo. L.B.: ¿Conoce usted la obra del maestro Héctor Rojas Herazo? I.R.: Sí la conozco, de hecho, él es uno de los artistas que investigo porque su papel fue fundamental en la generación


de artistas y escritores que definieron un punto de quiebre a mediados del siglo XX en la génesis del campo artístico en las ciudades de Cartagena y Barranquilla. L.B.: ¿A qué se refiere con la génesis en el campo artístico del Caribe? I.R.: El campo artístico va mas allá de las obras, de los artistas, tiene que ver con el campo en general. El campo tiene que ver con la profesionalización, con que haya escuelas que formen. Antes de los años cincuenta no existía un campo artístico en Cartagena porque el campo es más que decir “las artes plásticas”, y pues por esto reitero que para que este se dé, tiene que haber formación, instancias de circulación, es decir, museos, galerías; para que haya mercado tiene que haber público, es decir, es el aparato más general, más complejo que le da viabilidad a una profesión. L.B.: En esa génesis, ¿qué podemos resaltar? I.R.: Mucho. Esa generación fue fundamental en las artes plásticas de la costa Caribe, hablo de Alejandro Obregón, todo el grupo al que se le conoció como el “Grupo de Barranquilla”. En Cartagena salen una serie de actores que vale la pena destacar como Enrique Grau y Cecilia Porras, y además, toda una serie de gestores culturales que están alrededor de ellos que empiezan a moverse a mostrarse para que se vaya consolidando la profesión del artista plástico en la región. L.B.: ¿Qué le faltó para dedicarse a ser artista y no historiadora o investigadora del arte? I.R.: No me faltó nada, no me interesa ser artista y me interesa mucho ser investigadora e historiadora del arte, son dos campos distintos, muy importantes ambos y necesarios para las artes plásticas y para el campo del arte en el país y en la región.

L.B.: Usted cursa un doctorado en la Nacional, sin embargo, su proyecto académico lo lleva a cabo en la Tadeo. I.R.: Sí, soy profesora e investigadora de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y estudiante de doctorado de la Universidad Nacional. L.B.: ¿En qué va el proyecto en este momento? I.R.: Llevamos un mes de trabajo. Yo activé un trabajo con estudiantes, algunos de la sede de Bogotá, particularmente con Geraldine Acevedo, estudiante de Diseño Gráfico con la que empecé a trabajar en semilleros en la sede de Bogotá. Me interesa también el trabajo con profesores de cátedra como jóvenes investigadores, es el caso de Omar Pineda, profesor de Diseño Gráfico en la Seccional Caribe que se interesó en la investigación, entonces he venido activando ese trabajo con jóvenes investigadores y con otros actores de la comunidad académica. Por otro lado, la historia del arte en Colombia ha tendido a privilegiar los relatos desde Bogotá y hay grandes vacíos en los enfoques regionales y locales, y mis investigaciones plantean la mirada desde la región para profundizar e ir ampliando el mapa de la historiografía del arte en Colombia.

La Brújula [ 9 ]


Crear Lucho Correa y Lip, estudio de diseño

desde lo diverso Por Beatriz Obando – beatriz.obando@utadeo.edu.co Fotografía: Sergio Aristizabal - sergio.aristizabal@utadeo.edu.co

Lucho Correa es uno de los “duros” del diseño gráfico en Colombia. Egresado de la Tadeo, su carrera se ha caracterizado por la creatividad en sus propuestas y por el logro de reconocimientos. Su trayectoria en el campo del diseño lo ha llevado a ser un profesional reconocido no solo dentro del país sino también fuera de este. Lucho, como se hace llamar a secas, fue director del Delvico Bates de Barcelona, lugar en donde vivió nueve años. Al regresar al país se incorporó como socio y director de la

[ 10 ] La Brújula


agencia creativa Lowe-SSPM y trabajó allí hasta el año , un año después creo Lip, un estudio de diseño gráfico y comunicación con énfasis en imagen corporativa, branding, diseño editorial, empaques, dirección de arte y publicidad. Es a esta agencia a la que le ha puesto todo su corazón y constancia. Desde la instauración de Lip, Lucho ha contado en los diferentes medios que, para él, el estudio de diseño es como un hijo que va creciendo a medida que va integrando a nuevos profesionales. El equipo liderado por Correa está compuesto por cuatro diseñadores gráficos, entre ellos, dos egresados tadeístas, una publicista y una comunicadora social. Marcela Fierro, publicista egresada del Politécnico Grancolombiano, vinculada a Lip desde hace un año y cuya labor es la de ser ejecutiva de cuentas, comenta que las personas que trabajan en el estudio de diseño llegan cuando el resto de capitalinos llevan más de una hora en sus lugares de trabajo: “No somos un equipo madrugador, por el contrario, creemos que la noche es cómplice de las mejores ideas”. Al parecer, los jóvenes creativos toman sus labores con mucha responsabilidad, pero también con mucha calma, pues están convencidos de que el desespero y el afán no son los mejores aliados para la elaboración de un buen trabajo que incluye creatividad y mucho análisis. En una entrevista ofrecida a la revista C, el director de Lip señaló: “Si has estado pensando en un proyecto durante varios días y te sientes ‘bloqueado’, no hay nada mejor que irte a casa, prepararte una buena comida con un buen vino, disfrutar con la familia, dormir mucho, levantarte tarde, ir a la oficina y, solo entonces, retomar el proyecto”. Es la tranquilidad que transmite Lucho la que hace que todos los integrantes del equipo lo perciban como un jefe sereno y equilibrado que procura siempre llevar una comunicación bidireccional y mantener un nivel igualitario entre él y sus empleados. El consagrado diseñador, amante de la revista R S, ha ganado innumerables reconocimientos nacionales e internacionales. Debido a su trabajo caracterizado por la excelencia y calidad, ha obtenido, entre otros premios, un León de Oro en el Festival de Cannes y, por cinco veces consecutivas, el Gran Nova de Oro de Colombia. Su trabajo ha sido publicado varias veces en C A, una de las revistas más importantes de comunicación visual en el mundo. Con Lip ganó tres Lápices de Acero de P&D. En junio del año pasado recibió el LAUS de Bronce, en Barcelona, con las etiquetas de Bogotá Beer Company, siendo la única empresa no española premiada en el evento. Ha sido jurado en el Gran Cóndor de la Publicidad Colombiana, en los Premios Anda de Venezuela y en el Festival

Iberoamericano de Publicidad en Buenos Aires. Ha sido nombrado presidente del jurado en los MUPI Eucol Awards por segundo año consecutivo y Jurado de Diseño en el Ojo de Iberoamérica . Su última labor y, quizás una de las más significativas, fue ser jurado de la categoría Outdoor del Festival de Cannes que consiste en ofrecer a los expertos del mundo de la publicidad la oportunidad de promocionarse mostrando sus mejores y más originales creaciones publicitarias. En el estudio de Lucho Correa se manejan básicamente clientes locales y, según él, con la mayoría de ellos tiene afinidad y empatía, claves para iniciar un buen trabajo. Alpina, Bogotá Beer Company, Florencianas, Wok, Sweet Lemon y la Pescadería Central son algunas de las marcas para las que han trabajado. Correa, como personaje, es bastante particular y muy divertido, Marcela apunta que él siempre está buscando el lado “chistoso” de cualquier situación, hasta cuando ven fútbol, en lo cual, afirma, tienen rivalidad. Para sus jóvenes aprendices, Lucho es muy reconocido, por sus capacidad de asumir múltiples responsabilidades; pues, además de diseñar, tiene que contestar el teléfono todo el día, su aliado principal para concretar citas tanto laborales como para los medios de comunicación que buscan tener siempre una opinión de él en lo que concierne al diseño gráfico o la publicidad. No cabe duda de que trabajar con Lucho Correa en el estudio de diseño gráfico y comunicación con énfasis en imagen corporativa se convierte en una escuela en la que se fortalecen las habilidades y herramientas para ser un buen publicista, diseñador o comunicador social. Entre reuniones, charlas improvisadas, presentaciones internas y risas, se pasan los días en el estudio de diseño en donde, como siempre afirma Lucho, se aprende o se aprende.

La Brújula [ 11 ]


Acreditación para tres programas en 2012

Calidad

visible

Por Equipo de redacción de L B – labrujula@utadeo.edu.co Ilustración: Carolina Gómez - carolina.gomezc@utadeo.edu.co

Como resultado de un trabajo bien planificado, que simboliza el óptimo nivel académico, el alto desarrollo de investigación, la idoneidad de la planta profesoral y la existencia de estudiantes y egresados con calidad formativa, dos programas académicos de la Tadeo, Relaciones Internacionales y Biología Marina, renovaron su Acreditación de Alta Calidad en , mientras que uno más, Arquitectura, la obtuvo por primera vez. Este logro permite que los tres programas se destaquen por “poseer las cualidades esenciales del saber que representan. Son símbolo del deber ser de su respectiva comunidad del conocimiento”, según explica el Consejo Nacional de Acreditación (CNA), órgano adscrito al Ministerio de Educación Nacional (MEN), encargado de evaluar y determinar si los programas de pregrado son merecedores de tal distinción.

Calidad en crecimiento constante En el caso del Programa de Relaciones Internacionales, que ya había contado con Acreditación de Alta Calidad entre  y , el proceso implementado durante los últimos tres años le permitió renovar tal condición desde  hasta , por cuatro años. Para Biología Marina, de otra parte, que cuenta con Acreditación desde el año , la actual renovación aplicará hasta , tras ser aprobada por el CNA para un periodo de seis años.

[ 12 ] La Brújula


Por último, en el caso del Programa de Arquitectura, la obtención de la primera Acreditación de Alta Calidad tiene vigencia por cuatro años, hasta octubre de , y le ubica como uno de los mejores programas de su área, en el país.

Logros globales Si bien es cierto que Biología Marina, Relaciones Internacionales y Arquitectura han reafirmado u obtenido la Acreditación Institucional durante el presente año, resulta importante que toda la comunidad tadeísta no olvide que la Universidad cuenta con otro grupo de programas que ya se encuentran acreditados: En la Facultad de Ciencias Económicas-Administrativas, el Programa de Comercio Internacional obtuvo la renovación de su Acreditación de Alta Calidad en el año , para un periodo de cuatro años, con vigencia hasta marzo de . Asimismo, en la Facultad de Artes y Diseño, aparte de Arquitectura, tanto el programa de Diseño Gráfico como el de Publicidad, que habían obtenido su primera acreditación en , renovaron la misma cuatro años después, en , obteniendo seis años más, algo que le otorga vigencia a sus respectivas acreditaciones hasta el año . Finalmente, en la Facultad de Ciencias Naturales e Ingeniería, de la que hace parte Biología Marina, el Programa de Ingeniería de Alimentos se encuentra acreditado desde  y ha renovado, con éxito, tal condición en dos ocasiones: años  y . En la segunda oportunidad, de hecho, el CAN le otorgó acreditación a Ingeniería de Alimentos por seis años, razón por la cual esta se encuentra vigente hasta .

Contexto favorable Como es sabido por la comunidad tadeísta, la Universidad se encuentra actualmente desarrollando la parte final de su proceso de Acreditación Institucional que, tras una etapa de autoevaluación y otra de mejoramiento continuo, así

como de la visita de un grupo de pares colaborativos que brindaron importantes sugerencias, adquiere mayor solidez con logros como la Acreditación de Alta Calidad obtenida por los diversos programas académicos de la Institución. Sin embargo, pese a la similitud existente entre los conceptos de Acreditación Institucional y Acreditación de Alta Calidad, y al hecho de que los dos dependen del Consejo Nacional de Acreditación, debe existir claridad en que la Acreditación Institucional se refiere, específicamente, a los aspectos óptimos de calidad, relacionados con la misión, los objetivos, la organización y las funciones de la Tadeo como un todo, mientras que la de Alta Calidad evalúa, específicamente, programa por programa. Aun así, existe una característica que resulta clave en el caso de la Universidad y también en cuanto a cada programa académico: cada tipo de acreditación es, hoy en día, un elemento imperativo para la educación nacional, ya que le garantiza a la sociedad, la calidad y la credibilidad de los procesos educativos y sus resultados. “En Colombia, donde existe una gran heterogeneidad en la oferta de educación superior, que se expresa no sólo en la multiplicación de programas distintos y en importantes diferencias de calidad, la acreditación tiene un papel estratégico dentro de la política orientada a promover el mejoramiento del sistema de educación superior”, manifiesta el sitio informativo del CNA. Para la Tadeo, lograr que cada uno de sus programas académicos, así como toda la Institución, continúen evolucionando, dentro de un proceso de mejora permanente, constituye la dirección más precisa para que ese concepto se replique constantemente.

La Brújula [ 13 ]


El mundo laboral, cada vez más cerca

La práctica, clave para el

administrador de empresas Por: Julián Bernal Ramírez – julian.bernal@utadeo.edu.co Fotografía: Julián Bernal Dentro de su proyección social, académica, educativa y administrativa, la Universidad Jorge Tadeo Lozano está orientando permanentemente sus esfuerzos en la formación de estudiantes y ciudadanos éticos, competentes, críticos y creativos para que asuman el compromiso con nuestra sociedad, teniendo siempre como base –de todo logro académico, profesional y/o personal– el respeto por los demás, por las leyes y autoridades y por el medio ambiente, y así, ayudar al desarrollo, en todo el sentido de la palabra, de Colombia. Qué mejor forma de ayudar y aprender al mismo tiempo que por el medio laboral. Si bien es cierto, el estudiante universitario tiene ciertas barreras a la hora de conseguir empleo o pasantía profesional, lo es también que en la etapa formativa las universidades están ayudando a “romper” dichas barreras para que el mundo asalariado y profesional sea más accesible al estudiante. Ahora bien, seguramente usted se preguntará cómo, dónde, con quién y de qué manera se puede obtener ese apoyo por parte de la Tadeo para obtener una práctica profesional. Claudia Juliana Chaves, Coordinadora de Prácticas Empresariales del Programa de Administración de Empresas de la Facultad de Ciencias Económicas – Administrativas de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, nos explica, en primer lugar, que las prácticas profesionales son una estrategia pedagógica que le permite al estudiante emplear principios teóricos, conceptuales y metodológicos en una realidad empresarial y social, más la opción de tener la oportunidad de vivencia laboral. Además, podrá realizar su práctica en

[ 14 ] La Brújula

empresas, instituciones u organismos nacionales o internacionales, públicos o privados (con o sin ánimo de lucro) con la posibilidad —aunque no siempre— de recibir un incentivo económico por realizar dichas actividades. Dentro de esta opción también se podrán hacer proyectos de emprendimiento y asistencia en docencia. Dentro del programa de Prácticas Empresariales que ofrece la Universidad Jorge Tadeo Lozano se tiene como objetivo establecer siempre relaciones con el entorno empresarial y social para permitir el ingreso de estudiantes tadeístas a las empresas. Además, la Tadeo literalmente apadrina, acompaña y aconseja a cada alumno, identificando las habilidades del aspirante para que las refuerce en su vida profesional y personal. Todo con el objetivo de que las empresas y entidades (públicas y/o privadas) que requieran un practicante, tengan una buena imagen y buenos calificativos de la comunidad tadeísta. Como si fuera poco, la Universidad acompaña al pasante durante toda su etapa, es decir, desde el momento en que se inscribe en el programa de pasantías hasta el último día de trabajo en la empresa. ¿Cómo? La Tadeo llama a las empresas, pregunta por sus estudiantes,


recibe permanentemente sugerencias y, por supuesto, las mejora para que los siguientes practicantes estén mucho más capacitados. Como añadidura, también la Universidad revisa y vela por que cada estudiante realice su aporte concreto a su organización, basándose en su formación académica. Ahora sí, ¿cómo nos podemos inscribir? Primero, el estudiante, no solo de la Facultad de Ciencias Económicas – Administrativas, sino de todas las demás facultades de ldeben preinscribirse acercándose a la Oficina de Administración de Empresas (módulo , oficina ) para diligenciar el formato “F” (Hoja de Vida). Luego de la preinscripción, el Programa confirmará que el estudiante cumple con las condiciones académicas para desarrollar la opción de grado, y es en ese momento cuando se inician los trámites pertinentes para la consecución de la opción, de acuerdo con la modalidad escogida por el estudiante y por su respectivo programa académico. Los estudiantes del Programa de Administración de Empresas y pasantes en entidades del Gobierno y privadas, Mónica Andrea Cely Velasco, auxiliar de gestión de riesgo; Verónica Paola Rico

Chávez, auxiliar del departamento de cartera y administrativo; Cindy Gutiérrez Berrio, practicante de talento humano en capacitación bienestar y salud ocupacional; Ómar Alexander Moreno Rojas, practicante; Alejandro Hernández, pasante en el área financiera de la Superintendencia de Puertos y Transporte; Darío Fernando Argos, analista de riesgo, y Felipe Sanint, practicante en el área de mercadeo de salud-subdirección de salud, compartieron con L B sus experiencias personales en cuanto a ese primer acercamiento laboral. Todos coinciden en que el acompañamiento, apoyo y talleres que les ofrece la Universidad en casos como una entrevista de trabajo, cómo expresarse, y hasta cómo dejar una buena impresión en la empresa, han sido fundamentales, laboral y personalmente hablando. Todos ya tienen claro el puesto profesional que desean tener una vez culmine su vida universitaria, y no dudan de que el Programa de Prácticas Empresariales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano tiene niveles altos de excelencia para conseguir, entre toda la familia tadeísta, esa formación de estudiantes éticos, competentes, críticos y creativos.

La Brújula [ 15 ]


PENSAR LA IMAGEN Por Equipo de redacción de L B – labrujula@utadeo.edu.co

Ya sea mediante aplicación manual, a través de tinta, carboncillo y acuarela, o a través de trabajo digital, en algunas ocasiones para complementar detalles y en otras, para generar una propuesta completa, el estudiante de Diseño Gráfico de la Tadeo, Geison Castañeda, ha hecho de la ilustración su epicentro artístico y expresivo, por medio del cual materializa ideas y conceptos diversos con óptimos resultados. Actualmente, bajo la guía del profesor Pedro Duque, en la cátedra de Ilustración I, Geison perfecciona día a día las propuestas y la técnica que caracterizan sus creaciones. En esta oportunidad, comparte con la comunidad tadeísta algunas de sus ilustraciones, en las que se percibe la dedicación y la labor “de artesano” que lleva a cabo. Juzguen ustedes.

[ 16 ] La Brújula


La BrĂşjula [ 17 ]


Imagen 

proyecto Por Equipo de redacción de L B – labrujula@utadeo.edu.co

[ 18 ] La Brújula


El docente Felipe Álvarez, de la Tecnología en Producción de Imagen Fotográfica de la Tadeo, ha realizado un trabajo de exploración de fotografía nocturna, durante la última década, con base en la conceptualización. Al respecto, ha generado una propuesta similar con un grupo de estudiantes de la Tecnología interesados en esta iniciativa. Con talleres y salidas nocturnas ellos han investigado y realizado un mapeo. Actualmente, existe el Colectivo Nox, integrado por quince estudiantes tadeístas, parte de cuyo trabajo se da a conocer en L B. El objetivo de Felipe Álvarez y sus estudiantes es dar a conocer el material desarrollado como proceso académico, además de generar un semillero de investigación que esté sustentado en dicha visión.


Zona de descanso Fotografía: Sara Patiño - sarac.patinop@utadeo.edu.co

[ 20 ] La Brújula


La BrĂşjula [ 21 ]


H   S

Entre el arte y el oficio Por Andrés Torres – andresf.torresa@utadeo.edu.co Fotografía: Sara Patiño - sarac.patinop@utadeo.edu.co Bogotá es una ciudad que, más allá de temas puntuales, solo resulta destacable para nosotros cuando tenemos la capacidad de fijarnos en alguna de sus particularidades por accidente, por curiosidad o por encargo. Verdaderos maestros en su profesión, los dibujantes callejeros, casi siempre ubicados en la calle  con carrera Séptima, están dentro del grupo de personas capaces de llamar la atención de los transeúntes. A partir de su talento, a veces innato y en otras ocasiones aprendido, sobreviven en una ciudad difícil. Y como son una buena cantidad, ya existe entre ellos un gremio, así como cierta clase de hermandad a la hora de buscar el sustento diario, a punta de observación, trazos de lápiz, carboncillo y, en el caso de los más audaces, acuarelas y óleos. Por ser un oficio callejero, los artistas de los que hablamos están marginados de la comunidad intelectual de artistas y de los grandes circuitos del arte de la capital. Sin embargo, en el último tiempo la administración distrital les ha dado la opción de dar a conocer parte de su trabajo en espacios como el “Callejón de las exposiciones”, ubicado junto al teatro Jorge Eliécer Gaitán.

El encuentro directo con el artista Luego de bajar por la calle , una tarde de cierre de semana los busqué con calma sobre la Séptima. Reservados, buena parte de ellos no querían ser entrevistados.

[ 22 ] La Brújula


Cuando noté esa actitud, me desanimé y, cuando estaba por dar por terminada la búsqueda, me acerqué a un último dibujante, ubicado a los pies del edificio de la Empresa de Teléfonos de Bogotá, quien estaba colocando sus utensilios y preparándose para dibujar. Contra todo pronóstico, y con una sonrisa, Alexander Romero sí aceptó saciar mi curiosidad. Mientras empezábamos a hablar, casi de forma mecánica, sus ojos comenzaron a detallar los rasgos de mi rostro: ojos, nariz, una vuelta por la boca, la curva de las orejas, el cabello, parte del cuello. Todo fue haciendo parte del “ballet” ocular que el dibujante comenzó a plasmar en el lienzo. “Estoy aquí hace relativamente poco tiempo”, me explicó con voz reflexiva, mirando a los lados, como quien quiere proteger un secreto testimonial y, al mismo tiempo, ver si se acercan posibles clientes. Según Alexander, otros dibujantes de la zona ya llevan allí entre quince y veinticinco años de labor. “Yo soy relativamente nuevo, como le digo, apenas he superado el medio año de trabajo acá en la Séptima”, dice con cierto brillo en la mirada, observándome fijamente y revelando un acento costeño, que más adelante confirmará, al explicarme que es oriundo de Montería. Mientras hablamos y él sigue dibujándome, línea a línea, el viento comienza a soplar con fuerza, como si quisiera robarse los dibujos que están pegados a la pared, para atraer las miradas de quienes optan por hacerse un retrato o de aquellos que llevan una fotografía para que allí la conviertan en una pintura, que luego será un regalo para la pareja, el hijo o la familia. Alexander Romero no parece cómodo al hablar de la familia. Según él, la suya no ha estado de acuerdo con que se dedique a dibujar en la calle, porque “eso no sirve para nada y no es posible vivir dignamente de hacerlo. Ellos siguen la tradición machista y piensan que un hombre sólo debe realizar trabajos duros, como sembrar y construir”. Aunque él ya lo ha intentado en esas labores, resulta evidente que su talento se inclina por el dibujo, mientras aplica un poco de sombra al retrato que me está haciendo y que, paso a paso, va tomando más forma. Cuando aún estaba en Montería y desde que era un niño, la pintura y la lectura marcaban fuertemente sus gustos. Sin embargo, la presión familiar, a medida que crecía, le impedía tener un proceso artístico real. “Por eso, un día decidí irme y caminé demasiado”, expresa el artista con la mirada pérdida en el recuerdo. Esa caminata que menciona lo llevó hasta La Guajira, donde pasó un tiempo viviendo con los wayuu. Luego, se fue para Venezuela, indocumentado, y tras pasar un tiempo allí, regresó a Colombia, todavía con el mismo interrogante en la mente: Qué hago con mi vida. Con la única certeza de que su existencia estaba ligada al dibujo, cambió de ruta y se vino para Bogotá. “Recién llegado, vi en determinado momento que un señor estaba haciendo un trazo en la pared, a mano alzada y me ofrecí a ayudarle inmediatamente”. Con el tiempo, la confianza del hombre en él aumentó y, aunque a Alexander le faltaban cosas por aprender, se dedicó a hacer avisos y tipografías, hasta que entró a estudiar en la academia La Buhardilla. Allí, fue uno de los mejores estudiantes, pero como tenía serias dificultades

La Brújula [ 23 ]


económicas, estuvo a punto de dejarlo. Por fortuna, el director de la academia lo apoyó para que siguiera adelante, dándole trabajo como repartidor de volantes y pegando avisos publicitarios de La Buhardilla. Así, pudo terminar de pagar lo que hacía falta y obtuvo su cartón laureado como dibujante. “Me enseñaron la técnica del bodegón, del paisaje y algo de retrato, pero me di cuenta de que la academia era muy estricta en cuanto a las técnicas, me parecían complicadas, y yo quería más libertad para crear”, expresa con emoción en la voz. Aquella remembranza de quince años atrás se interrumpe cuando un caminante se acerca. El hombre quiere saber cuánto vale hacer un retrato de un bebé. Luego de pactar la negociación, Alexander cambia de material, dejando al final del grupo el boceto que me ha hecho, y comienza a trazar el perfil del bebé. El hombre que le ha contratado, así como yo, quedamos impresionados por el talento y la precisión del artista. Como la tarea requiere un alto nivel de detalle, el compromiso es que el cliente regresará en una hora por la versión final. “Esto de ser dibujante del espacio público, porque dentro del gremio no nos llamamos dibujantes callejeros, sino ‘dibujantes del espacio público’, es complicado”, me dice él retomando la charla, que en la parte histórica ya no volverá a retomar lo que sucedió tras el tema del oleo. Me dice que la búsqueda del lugar propicio para dibujar requiere paciencia, hasta que se conocen los sectores donde se puede vender más, donde la policía pone menos problemas y donde las personas de la zona son amables.

[ 24 ] La Brújula

Alexander, antiguamente, hacía un recorrido que lo llevaba desde la estación de Transmilenio de Las Aguas, en la calle  con carrera cuarta, hasta Usaquén. “Uno pensaría que, siendo artista, lo van a molestar menos, pero el contexto influye y no se sabe en qué momento se van a formar peleas, si aparecerá gente viciosa o si la policía va a intentar llevarse los elementos de trabajo” explica algo resignado, mientras sus manos dibujan el bebé que debe entregar en algunos minutos. Por suerte para él, pudo encontrar un espacio allí en la Séptima, donde ya existe un orden establecido para los artistas, que lleva años trabajando por ver respetado su lugar. “Mis compañeros han dado una lucha bastante fuerte por este espacio. Cuando decidieron peatonalizar la Séptima, inicialmente nos sacaron. Yo estuve con ellos, ayudándoles a recoger firmas y gestionando la oportunidad de que nos permitieran mantener la oportunidad. Al final, se logró y ellos me aceptaron. Nos ayudamos unos a otros”, me aclara mientras saluda con la mano a un colega ubicado más adelante. Estamos por terminar de conversar, pues ya quiero dejar que Alexander se dedique a su labor tranquilo, cuando un segundo cliente llega. Quiere mandar hacer el retrato de una mujer, aunque duda para sacar la fotografía que servirá como base de su billetera. El dibujante pone su precio y el cliente le regatea diez mil pesos. Alexander, rotundo, le dice que es imposible tal descuento, dado el tiempo que toma hacer el dibujo y la calidad de la mano de obra. El cliente, sin embargo, insiste y, al final, mi entrevistado acepta. Mientras sigue con su tarea, Alexander me regala una sonrisa y nos damos la mano. Él vuelve a su oficio y yo vuelvo a la Universidad.


Tres mujeres tadeístas y un reactor

Algas, química y reconocimiento Por Kyara Ortega – kyara.ortega@utadeo.edu.co Fotografía: Javier Melo - milton.melo@utadeo.edu.co

La Brújula [ 25 ]


Inspiradas por Alis Pataquiva, directora del semillero de investigación ECOBIT y docente del Departamento de Ingeniería de la Tadeo, y enamoradas de su profesión, las estudiantes de Ingeniería Química Diana Gaitán, Adriana Moreno y María Fierro lograron posicionar su propuesta ambiental como una de las diez mejores que, en cuanto a proyectos de esta clase, tiene el país. Lo hicieron en el marco del Bayer Encuentro Juvenil Ambiental y, además de la mención de su trabajo, recibieron una entrada directa al “ECO campamento”, patrocinado por Bayer, que se realizó en el municipio de Villa de Leyva, Boyacá. Al Final, un meritorio quinto lugar, entre más de cien propuestas de toda Colombia, les permitió competir con proyectos de últimos semestres e incluso investigaciones de grado. Así, teniendo en cuenta que ellas cursan el equivalente a sexto semestre en la Universidad, demostraron que la Tadeo forma profesionales altamente calificados, competitivos y con un diferencial claro: sincera conciencia sobre el valor de preservar el medio ambiente, como fruto de la integración entre ciencia y creatividad.

Momentos de lucidez y trabajo minucioso Diana Gaitán, siempre dedicada a la investigación y al desarrollo de nuevas propuestas científicas y funcionales, fue la primera en interesarse por las microalgas, como elementos vivos de experimentación. Así, guiada por la docente Alis Pataquiva, emprendió la tarea de cultivarlas en la Tadeo, desarrollando

una propuesta científica bien estructurada y determinando la viabilidad del proyecto. Tras comprobar que resultaba posible cultivarlas en un medio artificial, comenzó la experimentación cuidadosa con ellas. Paralelamente al proceso que realizaba, Adriana y María Fernanda ingresaron al semillero de investigación ECOBIT y, tras conocer el proyecto de microalgas, decidieron vincularse. Luego de un año de experimentación y análisis de las microalgas, las tres generaron un primer proyecto orientado a la búsqueda de remoción de metales pesados, en los pozos de residuos químicos de la empresa Corona. Una vez aplicado el procedimiento, los resultados fueron alentadores y las tadeístas continuaron indagando respecto a las propiedades ambientales de las algas. Por un tema del azar, Diana Gaitán encontró en la televisión, la chispa que despertaría el nuevo proyecto científico. Tras ver varias noticias e imágenes de los sistemas de escape de varios automóviles, en Bogotá, determinó que si las micro-algas, que con tanta efectividad habían removido parte de los metales pesados en los pozos de Corona, podrían ahora representar una solución para contrarrestar la excesiva cantidad de dióxido de carbono emitido por los automóviles y demás vehículos de transporte en la capital del país.

El bioreactor descontaminante Motivadas por la idea de Diana, María Fernanda y Adriana decidieron apoyarla y emprender, una vez más de la mano de la profesora Alis, el nuevo proyecto: diseñar y construir un bioreactor que se encargue de recibir los gases expulsados, provenientes de los automóviles –principales causantes de la polución en la ciudad– con el propósito de reducir los niveles de contaminación atmosférica de Bogotá, procesados biológicamente por microalgas. Para desarrollar la propuesta, investigaron minuciosamente diferentes clases de microalgas, descubriendo, tras una seria revisión bibliográfica, que la especie Chlorella vulgaris (C.V.) tiene unas cualidades químicas específicas que le permiten almacenar sustancias y, por ende, construir energías alternativas, haciendo uso de la reserva obtenida. Determinada esta cuestión, analizaron que el bioreactor debía estar hecho de policarbonato, en la parte externa, y de acero inoxidable en la interna, tras asesorarse con un experto en diseño industrial. En cuanto al contenido del mismo, o sea las microalgas C.V., fue posible lograr que la Universidad Nacional les suministrara esta especie. Realizadas las primeras fases de la propuesta, Alice Pataquiva trabajó junto a Adriana, María Fernanda y Diana por varios

[ 26 ] La Brújula


meses, en la construcción e implementación, aprovechando además el periodo intersemestral de , entre junio y agosto, para desarrollar la estructura teórica y de ejecución de la misma. Así, ante el esfuerzo y la pertinencia del proyecto, este fue presentado ante los gestores del Bayer Encuentro Juvenil Ambiental, que visitaron la Tadeo, y una vez seleccionado como uno de los mejores, le otorgó la oportunidad a Diana –como precursora del concepto– de participar en el “ECO campamento”. “En Villa de Leyva tuve la oportunidad de conocer a otros participantes y sus proyectos, además de desarrollar actividades didácticas, con fines pedagógicos, y obtener capacitación para aprender como presentar correctamente un proyecto, demostrar liderazgo y contar con estrategias comunicativas para ‘vender la idea’”, explica Diana. Como reza la propuesta de Bayer al respecto, “la sostenibilidad, la protección del medio ambiente y la innovación son los pilares” que soportan el proyecto de las tres tadeístas y lo que hizo que Bayer lo escogiera como uno de los más interesantes y valiosos. Además de las áreas mencionadas por Diana, en el “ECO-Campamento” se abordaron otros temas como la educación ambiental, el emprendimiento verde, el impacto en el sector agrícola y la biodiversidad e investigación académica. La actividad contó con el apoyo del Programa para las Naciones Unidas de Medio Ambiente (PNUMA) y, cuando Diana regresó a la Universidad, tuvo la posibilidad de socializar con sus compañeras y demás integrantes del Semillero ECOBIT las lecciones aprendidas. “Nuestro Semillero de Investigación en Bioingeniería Tadeísta es un espacio de exploración científica inter y multidisciplinaria, que intenta atraer y retener estudiantes de diferentes semestres, para ‘saciar’ su sed de aventura científica, a través de la experimentación guiada en Bioingeniería”, explica Alice Pataquiva, quien se siente orgullosa de los pasos adelantados por Diana, Adriana y María, por la pasión y el entusiasmo permanentes que han mostrado. Según la docente, los temas abordados en ECOBIT son producto del interés de los estudiantes, con base en un alto poder de atracción y a partir de los vastos horizontes de posibilidades que brindan. “Esto seduce a los estudiantes, manteniéndolos, semestre a semestre, dentro de una iniciativa que ellos adoptan como propia”, recalca. Así, el reconocimiento de ser uno de los mejores proyectos de jóvenes líderes ambientales, a nivel nacional, por parte de la empresa alemana Bayer, le da visibilidad a la Universidad y al Programa de Ingeniería Química, que participaba por primera vez en este evento. “Pero, sobre todo, a Diana, Adriana y María les dio una visión sobre lo que significa ser líderes científicas y respecto a los impactos radicales que pueden tener sus ideas en una sociedad necesitada de jóvenes con capacidad de excelencia como ellas”, concluye Alice Pataquiva. El bioreactor, soportado por las propiedades químicas de las microalgas C.V., es una realidad que sigue evolucionando, como muestra de la capacidad investigativa, innovadora y científica de tres tadeístas para quienes el conocimiento representa un presente significativo y un porvenir maravilloso.

La Brújula [ 27 ]


Tecnología y robótica Proyecto “Semillas para el Futuro” Por Equipo de redacción de L B – labrujula@utadeo.edu.co Ilustración: Cristian Sastre - cristianl.sastre@utadeo.edu.co

“El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos felices” Oscar Wilde

Si existe una característica poco habitual dentro del Módulo 7A, en la zona de laboratorios y salas de computo, es que, dado el poco ruido que allí se percibe normalmente, durante una de las mañanas en las que la afluencia de personas a la Tadeo resulta menor, un grupo de madres de familia recorra los pasillos del lugar, acompañado por niños de entre siete y quince años de edad, buscando afanosamente uno de los salones del edificio. Pues bien, esta fue una de las escenas que marcó el inicio de “Semillas para el Futuro”, un proyecto de impacto social, impulsado y materializado desde la asignatura de Dirección de Proyectos, perteneciente al Programa de Ingeniería de Sistemas de la Universidad, que le brindó a 29 infantes, hijos de las señoras que trabajan en el área de Servicios Generales de la Institución, la oportunidad de aprender acerca de las tendencias que, en cuanto a tecnología y robótica, dominan el panorama actual. La actividad, que tuvo lugar entre las siete de la mañana y las dos de la tarde, fue la culminación de un trabajo planificado y desarrollado, durante casi dos meses, por los estudiantes de la asignatura, con el apoyo de Edgar Ruiz, director del Programa de Ingeniería de Sistemas de la Tadeo. Para garantizar la presencia de los niños en esta especie de “taller para dummies”, las personas encargadas de organizar “Semillas para el Futuro” cursaron invitaciones por escrito, realizaron un proceso de confirmación de asistencia mediante correo electrónico y crearon escarapelas para identificar a cada niño. Con el objetivo de aplicar los conocimientos adquiridos en la cátedra, el equipo de trabajo asumió roles definidos, ubicando a Luz Moreno como gerente del proyecto, destinando a Edgar Ruiz el papel de interventor del mismo y logrando que Cristina Martin, coordinadora de Servicios Generales de la Universidad, ejerciera como sponsor.

[ 28 ] La Brújula


para dummies En el grupo de estudiantes, Diego Rodríguez actuó como líder financiero, Jenny Moreno fue líder logística, Marcela Escobar trabajó como líder de procesos y calidad, Carolina Martínez tuvo el rol de líder de comunicaciones, Heyder Alvarado laboró como líder operativo, Jeison Quevedo estuvo como coordinador logístico, Jorge Bernal fue analista de calidad y procesos, Johan León manejó la coordinación de historia fílmica y Dayán Nieto se encargó de la coordinación de capacitación. “Para solventar el costo estimado de la actividad y, teniendo en cuenta que el objetivo era que los estudiantes no tuvieran que dar dinero, se acordó la rifa de una Tablet, pensando en obtener, con la venta de las boletas, una utilidad que permitiera cubrir el valor de los implementos y el refrigerio para los niños”, explica Edgar Ruíz, antes de aclarar que la idea entregó buenos dividendos. ¡A enseñar se dijo! Aunque la previsión inicial realizada por la organización del evento era que las edades de los niños participantes serían variadas, cuando las mamás los fueron dejando en el punto de encuentro, resultó evidente que la mayor parte de la población presente estaba por debajo de los 12 años. Para Johan León, uno de los encargados de exponer los principios de la robótica durante la jornada, ante esta eventualidad el hecho de “lograr la comprensión de los niños fue un verdadero reto, dado que no se podía manejar un léxico complejo, ni una terminología tradicional”. Según el joven, “todas las explicaciones tuvieron que ser muy visuales, apoyadas en ejemplos cotidianos, donde existieran elementos cómicos y divertidos que nos permitieran mantener la atención de los chicos”. Con el objetivo de dinamizar las acciones, uno de los primeros ejercicios se basó en la enseñanza básica de la manera en la que se escriben los números en japonés. Así, con interacción y preguntas, se “rompió el hielo” y fue posible que los niños dejaran de lado cualquier muestra de timidez.

La Brújula [ 29 ]


diseño de páginas web, charla sobre los números y herramientas básicas del programa Prezi, un software que permite la creación de presentaciones en tres dimensiones para clases y conferencias. Transcurrida parte de la mañana, para los encargados de lograr que cada acción fuese efectiva, resultó impactante, así como punto de reflexión personal, notar la felicidad de cada niño. “Durante el refrigerio, observe cómo una de las niñas guardaba su colombina de chocolate, como si fuera un tesoro, para llevársela como detalle a su mamá, quien a esa hora se encontraba aseando uno de los módulos de la Tadeo”, recuerda Carolina Martínez. Antes de clausurar la jornada, que se llevó a cabo en espacios como el Laboratorio de Robótica, la cafetería de la planta baja del Módulo 7, y las salas de computo del módulo 7A, “se le entregó a cada participante, como recordatorio, un robot desarrollado con piezas electrónicas”, cuenta Jenny Moreno, líder de logística y quien además es secretaria del Programa de Ingeniería de Alimentos.

“La actitud de los pequeños que participaron en la jornada fue muy receptiva. En general, se notó un interés importante por la temática que elegimos”, explica Marcela Escobar, líder de procesos y calidad. “Además, parte de los integrantes del proyecto, quienes consideraban que no tenían facilidad para enseñarles, descubrieron que podían hacerlo sin inconvenientes”, agrega la estudiante. Durante “Semillas para el futuro”, los temas abordados fueron introducción básica a la electrónica, robótica didáctica, taller de aplicación, creación de cuentas de correo electrónico,

[ 30 ] La Brújula

La alegría de aprender A los niños les agradó mucho el detalle y, tras despedirse de los organizadores, “siempre con la mano firme y mirando a los ojos, como nos explicó el profesor Edgar”, según cuenta Andrés Cubides, uno de los participantes, que tiene ocho años y cursa tercero de primaria, se marcharon del lugar sonrientes y llenos de emoción. Para Valentina Hernández, otra de las pequeñas que estuvo en la actividad y quien, ante cada nuevo descubrimiento, abría los ojos con sorpresa, llegar a tener un robot “sería genial porque contaría con un amigo único, para jugar y para divertirme”. En el caso de Felipe Páez, de 11 años, quien cursa quinto de primaria, las explicaciones sobre el robot estuvieron muy claras: “es una armadura que sirve para temas de ciencia y cuestiones técnico-mecánicas”, aclaró con aire solemne, antes de manifestar: “Me gustan las nuevas tecnologías porque tienen que ver con los portátiles y las tabletas”, y marcharse de la mano de su mamá. Por supuesto, algunos de los infantes no se quedaron en la explicación teórica de las cosas, sino que fueron más allá, al momento de entender el “valor agregado” de los robots. Este fue el caso de Karol Suescún, una alegre y extrovertida niña que, con doce años y en séptimo grado, concluyó enérgicamente: “el robot es como un muñeco que hace nuestras tareas y nos facilita la vida para que, sencillamente, no tengamos que hacer casi nada”. Ante la genial experiencia vivida, cuyos resultados académicos y prácticos fueron notables, el grupo de trabajo de “Semillas para el Futuro” espera darle continuidad a la idea. En definitiva, la propuesta impulsada por la cátedra de Dirección de Proyectos demostró que las iniciativas con impacto social valen la pena y, sin duda alguna, hacen parte de la motivación tadeísta para entregarle nuevos aportes a la comunidad.


cer

cre

Por Jesús Díaz – jesusc.diaza@utadeo.edu.co Ilustración: Carolina Gómez - carolina.gomezc@utadeo.edu.co

ZzZ… zZz… Me desperté pero no quería abrir los ojos, por aquello de que al sueño le gusta escaparse por esa ventana cuando despegas los párpados; me di vuelta con total intención de seguir durmiendo, pero sentí una presencia al lado mío. Automáticamente abrí los ojos, ¡oh, mierda! Había perdido el sueño; pero ahora tenía en frente algo más relevante en qué centrar mi dormida atención. Me quedé mirando aquella silueta sentada al borde de mi cama, conteniendo la respiración para que no oyera que estaba despierto (ahora me doy cuenta de lo absurdo que era: dormido o no, mi respiración suena, silueta o no, igual me escucharía), así que con una voz muy particular, que por cierto se me hizo conocida, me dijo: “En otros tiempos ya hubieras gritado llamando a mami”. Aunque sabía que se refería a mí, decidí continuar con esa absurda actitud de pretender no haberme dado cuenta de nada. –Mírame cómo he crecido –dijo aquella silueta, volteándome a mirar mientras me palpaba los músculos del antebrazo. Todo era tan oscuro que no logré ver su rostro, pero su voz seguía siendo muy particular. Mientras me sentaba en la cama, intenté engrosar la voz para preguntar: –¿Quién es usted? A lo que la silueta respondió con una sutil risa diciendo:

La Brújula [ 31 ]


–¡Soy yo! –Sonreí, había entendido lo que dije, es decir, había entendido de quién era la voz, pero no entendía cómo era posible… –Pasaba para ver cuánto he crecido. –Pues…, no sé qué decirme…, ahora creo en otro dios, me gusta mucho leer, estoy intentando dejar de fumar, superar mi segunda pena de amor y definir mi sexualidad, admiro a alguien, y aunque sé lo peligroso que eso es para mí, me es inevitable. ¿Qué tal yo? –Aún acompaño a mi mami a la iglesia, los libros que he leído me caben en una mano, que día me emborraché por primera vez y me sentí grande, aún me atraen las mujeres aunque nunca he tenido una novia, y mi héroe sigue siendo Tarzán. –Jajaja…, esto es muy extraño…, pero creo que era necesario para desechar ese miedo que últimamente se arruncha mucho conmigo: el miedo de que, a pesar de todos mis intentos, en tanto tiempo, no hubiera crecido en lo más mínimo. Nos quedamos mirando y nos toteamos de la risa. En ese momento, las nubes se corrieron y la luz de la luna atravesó mi ventana e iluminó aquella silueta, por fin pude verme el rostro, me puse una mano en la mejilla y me dije: –¡Wow! ¡Qué piel tan bonita tenía! De nuevo, nos reímos un montón… Saqué un cigarrillo y me lo ofrecí, a lo que respondí: –No, gracias, lo estoy intentando dejar. Me reí otra vez, cerré los ojos y me volví a acostar, pero antes de dormirme quise preguntar: –¿Cuántos años tengo? A lo que me respondí: –Trece. ¿Y yo? –Dieciocho, la semana que viene. Cuándo me desperté, encontré en la mesita de noche el cigarrillo que me había ofrecido, lo cogí, me reí y, mientras me dirigía al baño, lo arrojé por la ventana. Sintiéndome infinitamente alegre y orgulloso de mí, me metí en la ducha pues gracias al encuentro que tuve con el que fui, había superado mi miedo.

[ 32 ]

La Brújula


Tecnología como principio de vida Ilustración: Paola Garrido - paolaa.garridom@utadeo.edu.co

Versión editada del trabajo final de las estudiantes Paloma Botero y Carolina Gómez, para la clase de Fundamentos de la Comunicación.

La Brújula

[ 33 ]


La palabra ‘geek’ hace referencia a una persona fascinada con la tecnología y la informática, con tendencias asociales, que tiene un entusiasmo ilimitado por todo lo novedoso. Según varios estudios, el tiempo diario que un geek dedica a estar en chats, utilizar videojuegos y navegar por internet es de  horas diarias, siendo hábil técnicamente en el área de informática y muy cercano a las políticas que defienden el uso de software libre. Para entender la presencia de esta identidad cultural en Colombia, vale la pena empezar diciendo que, desde hace algún tiempo, se han venido conformando grupos juveniles en los que se comparten ideologías, gustos, emociones intensas y, especialmente, una constante búsqueda de marginación. Lo anterior, con el objetivo de apartarse de los hábitos tradicionales de la sociedad. Desde lo social, se desencadena una constante lucha de clases, en la que la marginalidad cobra un papel importante. En el caso de los geek, la cuestión económica tiene gran relevancia, puesto que el acceso a elementos tecnológicos, en la mayoría de casos, implica un gasto cuantioso. Quizá por este mismo hecho, esta tribu defiende el uso de software libre, así como el acceso a la información que no está delimitada por barreras de carácter legal. En algunos casos, cuando tal posibilidad de acceso se ve truncada, se dan, por parte de los geek, algunos actos de gamberrismo, es decir, el sacrificio de objetos que pertenecen a lo público, invadiendo computadoras y, a veces, diseminando virus informáticos, dado que en ocasiones algunos de ellos saben desempeñarse como criminales informáticos –crakers o script kiddies–.

[ 34 ]

La Brújula

Los geek son personas introvertidas y poco sociales, en el contexto físico. Por el contrario, en la “cybervida” —término que se ha acuñado para toda aplicación de nuevas tecnologías informáticas y de comunicación, especialmente de internet, en la que prima la libertad, el anonimato y la cibercultura— resultan extrovertidos y ególatras, con un círculo social amplio, en cuanto a personas que comparten sus inclinaciones y gustos tecnológicos. Dentro de esta identidad cultural, se utilizan términos desconocidos para la mayor parte de la sociedad. Se comprende, además, la mayor parte de sistemas operativos, ordenadores y dispositivos electrónicos, como consolas y teléfonos celulares. Asimismo, tienen diversas cuentas de correo electrónico, las cuales revisan de manera constante; pertenecen, como mínimo, a tres o cuatro redes sociales; y prefieren optar por el uso de sistemas operativos poco convencionales, como Linux y Mac Os X.


Existen tres categorías en las que, habitualmente, se ubica a los geek: Tecnológicos: Resultan los más conocidos, pues su interés radica puramente en la tecnología y pasan entre ocho y diez horas navegando en internet. Conocen casi todo en cuanto a computadoras, y también se decantan por los celulares, que personalizan y a los cuales les descargan o crean toda clase de aplicaciones.

Gamer: Se trata de los adictos a los videojuegos, tanto para consolas como para computadores. A diferencia de los geek tecnológicos, los gamer se preocupan, sobre todo, por tener las máquinas más potentes y los juegos más novedosos. Temas de aventura y de lógica son sus favoritos al momento de entrar en acción. Dentro de esta denominación, además, existen tres clases de personas: los “casuales”, o sea quienes usan los videojuegos como un espacio para entretenerse únicamente, sin preocuparse demasiado del resultado; los “hardcore”, que consideran la actividad como una parte sustancial de su tiempo diario, juegan en red, con otras personas, y quieren ganar la mayoría de veces; y los “profesionales”, una categoría más avanzada y que ha crecido cada vez más, integrada por quienes se dedican a testear y competir con los videojuegos, obteniendo por ello retribución económica y dándole, en realidad, la dimensión de un oficio o profesión.

Frikis: Dedican gran parte de su tiempo a ver películas, generalmente de ciencia ficción, convirtiéndose en seguidores de culto de sagas como Star Wars, The Lord of the Rings o Harry Potter, entre otras. Además del cine, se interesan por los juegos de rol y los temas de anime, una línea temática de dibujos animados creada en Japón.

La Brújula

[ 35 ]


Otra característica importante que tiene los geek es la de apartarse de la gente que está a su alrededor, en el mundo físico, incluyendo el círculo familiar, los amigos e incluso aquella persona con quien tenga o haya tenido alguna relación sentimental. Esto sucede porque la pasión y dedicación que gastan en cuestiones tecnológicas los amarra a esa realidad virtual en la que se enmarcan, haciendo que incluso pierdan la noción del tiempo durante largos periodos. Como si esto fuera poco, en el ámbito real los geek asumen una postura egoísta respecto a los conocimientos adquiridos en diferentes planos tecnológicos y no están dispuestos, por nada del mundo, a compartir parte de ellos con nadie, pues piensan que cada persona debe investigar y hacerse a su propio saber. En cuanto a carreras universitarias o técnicas, se inclinan por la electrónica y la ingeniería de sistemas, como áreas que les permiten ampliar aun más sus ámbitos de conocimiento y disfrute. Aunque no son un grupo organizado, con fines determinados para ejecutar de manera colectiva, llegan a ser sociables en ocasiones muy puntuales. Por ejemplo, cuando tienen la oportunidad de compartir con personas a las que admiran por lo que han logrado o realizado en el mundo tecnológico o, también, cuando se da la oportunidad de exponer parte del conocimiento que han adquirido, cuando asesoran a otros respecto a que elementos o aparatos comprar, de acuerdo a determinadas necesidades. En conclusión, los geek son personas inteligentes, pero a la vez reservadas con sus conocimientos, que se apasionan por temas muy puntuales, en cuanto a tecnología, videojuegos y animación o cine, y se sienten obligados a convertirse en los que mas conocen o dominan, dentro de ese campo, en particular. Dedican buena parte de los días y las noches conectados a internet, utilizando consolas o viendo series y películas de culto, del género fantástico. Prefieren vivir en una especie de mundo irreal, dentro del cual se desenvuelven con confianza, en contraposición a la forma en al que actúan en el espacio real, físico, en el que se muestran abstraídos y lejanos, salvo en momento puntuales. En medio del actual panorama internacional, en el que las comunicaciones, las nuevas tecnologías y la virtualidad tienen un lugar preponderante, la palabra ‘geek’ se entiende y utiliza de manera distinta, tal como explica la página

[ 36 ]

La Brújula

web geekculture.com: “Durante demasiado tiempo, el término ‘geek’ fue utilizado para referirse a alguien de manera despectiva (…) Hoy en día, el ‘geek’ habla de una persona, ya sea hombre o mujer, que ama las computadoras y que las utiliza para las comunicaciones. Lejos de ser personajes débiles o mansos, los ‘geek’ tiene el valor de ser diferentes. Así, la etiqueta ‘geek’ se lleva con orgullo, sin vergüenza, pues simboliza inteligencia y originalidad. A medida que avanza el nuevo milenio, los ‘geek’ se encuentran, de repente, en posiciones muy fuertes, debido a su afinidad con el tema de las computadoras y la comprensión única de internet”.

Referencias A, Nélida; Marradi Alberto & Piovani, Juan. (). Metodología de las Ciencias Sociales. Buenos Aires: Emecé Editores. C, Pere-Oriol; Pérez, José & Tropea, Fabio. (). Tribus urbanas. Barcelona: Editorial Paidós. G, Rosana. (). La etnografía. Método, campo y reflexividad. Bogotá: Grupo Editorial Norma. R, Pablo. (). Elementos teóricos y metodológicos para la investigación educativa. Ciudad de México: Universidad Pedagógica Nacional.


Rectora: Cecilia María Vélez White Vicerrector Académico: Diógenes Campos Romero

Secretario General: Carlos Sánchez Gaitán Director de Investigación, Creatividad e Innovación: Rafael Orduz Medina COMITÉ EDITORIAL Directora: Patricia Prieto Decana del Programa de Diseño Gráfico: Pastora Correa Editor General: Francisco Buitrago Editora Gráfica: Mónica Cárdenas Profesores - Asesores: Óscar Velásquez, Francisco Pabón, Camilo Páez, Raúl Acosta, Óscar Durán, Elkin Rubiano Corrección de estilo: Daniel Fernando Bonilla Coordinadora Administrativa: Sandra Naranjo Coordinadora de Mercadeo Tadeo Seccional Caribe: María F. Martínez Impreso por Panamericana Formas e Impresos S.A.

PORTADA Paola Garrido REDACTORES Andrés Torres, Beatriz Obando, Carolina Gómez, Gilberto Gómez, Jesús Díaz, Julián Bernal, Kyara Ortega y Paola Botero

FOTOGRAFÍA Sara Patiño, Javier Melo y Sergio Aristizabal DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Julián Varón, Ana María Valencia, María Alejandra Muñoz, Danny Muñoz, Paola Garrido, Carolina Manrique y Sergio Aristizabal

Contenido

Vicerrectora Administrativa: Nohemy Arias Otero

La Tadeo Lee y Mira

Modelo de dinámica agroindustrial Crear desde lo diverso

Calidad visible Investigación cultural de calidad



La práctica, clave para el administrador de empresas Pensar la imágen



Imágen y proyecto Reportaje gráfico: Zonas de descanso



Entre el arte y el oficio Algas, química y reconocimiento



Tecnología y robótica para dummies Palabrería: Crecer



Tecnología como principio de vida

ILUSTRACIÓN Paola Garrido, Carolina Gómez y Cristian Sastre L B es una publicación mensual de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Prohibida

OFICINA DE RELACIONES PÚBLICAS Y COMUNICACIONES Calle 22 nº 3 - 30, oficina 302, módulo 15 Teléfono: 242 7030, ext. 1157 y 1158 labrujula@utadeo.edu.co

la reproducción parcial o total de los contenidos para fines comerciales y/o sin previa autorización, para fines académicos. Todos los derechos reservados. ISSN  - . Copyright © . L B - Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.

La Brújula

[1]


ISSN: 1909-5201

PUBLICACIÓN GRATUITA

NÚMERO 47

NOVIEMBRE DE 2012


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.