José Fernando Isaza Rector Juan Manuel Caballero Vicerrector Académico Fanny Mestre de Gutiérrez Vicerrectora Financiera y Administrativa Manuel García Valderrama Director de Investigaciones Óscar Azuero Secretario General
PERIODISTAS María Camila Bermúdez Javier Moya Hernando Barbosa Guillermo Díaz Carlos Cortázar Jein Steven Mahecha Jéssica Andrea Sánchez Carlos Rojas Alfonso Medina Andrés Castaño Guillermo Díaz
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Ailyn Vargas Felipe Garzón Jair Cárdenas FOTOGRAFÍA Daniel Montejo Robespierre Johana Amaya
Editorial Arte y Cultura: dos opciones y una alternativa En la periferia del dial Historia con vuelta de hoja Paladares con química A la caz(s)a de la exploración científica
COMITÉ EDITORIAL Patricia Prieto Directora Alberto Saldarriaga Decano de la Facultad de Ciencias Humanas, Arte y Diseño Pastora Correa Directora del programa de Diseño Gráfico Vera Schütz Directora del programa de Comunicación Social Sandra Naranjo Editora General Óscar Mauricio Velásquez Profesor - Asesor Gráfico Robespierre Editor de Fotografía Mauricio Guío Editor Gráfico Sheyla Yurivilca Coordinación Administrativa Impreso por Editora Géminis Ltda. Oficina de Relaciones R l i Públicas Públi y Comunicaciones C i Carrera 4 No. 22 -61 Oficina 230 Módulo 1 Teléfonos 3345236, 2427030 Ext. 1155, 1156, 1157 e-mail: relaciones.publicas@utadeo.edu.co www.utadeo.edu.co/labrujula e-mail: labrujula@utadeo.edu.co
La imagen del país Pensar la imagen Imagen y proyecto En sintonía virtual ¿Estás seguro? El anonimato de la justicia Ángeles que se forman en el infierno Qué buen clima está viviendo la Facultad de Ciencias Naturales Crónica roja termina turno Palabrería: escribir por oficio
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Equipo de redacción de La Brújula
Ésta es una época en la que los tadeístas están corriendo de arriba abajo, tratando de cumplir con las últimas exigencias académicas que se requieren para pasar al siguiente período. Muchos están pendientes de las notas, otros siguen evaluando si lo visto en las clases fue realmente suficiente y otros no asimilan que empezarán el 2008 repitiendo una materia. Para que dejen de lado el “corre corre” y para que dediquen un rato a todo el conocimiento que surge hoy de nosotros en forma de texto e imagen y que, con gran dedicación, es entregado a todos ustedes, nuestros lectores, la edición número 9 de La Brújula alberga temas que no se había tratado con profundidad anteriormente. [ 4 ] La Brújula
Saber más acerca de la Facultad de Ciencias Naturales, el Centro de Arte y Cultura,la emisora HJUJ 106.9 F.M, la biblioteca y el Consultorio Jurídico, es una oportunidad para entender por qué es necesario buscar un lugar de esparcimiento intelectual diferente a las aulas de clase, y más aún por qué es importante integrarse a la institución para hacer de la vida universitaria algo menos monótono, estresante y simple. Pero los temas tratados no están únicamente relacionados con la Universidad sino también con sus alrededores, desde el Jardín Infantil del Centro Cristiano en el que los niños crecen y se educan en un ambiente difícil, gracias a la labor de profesionales entregados a esa misión, hasta la vida nocturna del centro en la localidad de Santa Fé.
Es una oportunidad para conocer más de cerca lo que pasa a nuestro alrededor, cuando estamos en pleno ajetreo universitario y no tenemos tiempo de mirar hacia los lados y darnos cuenta de que hay otros factores que afectan nuestra vida; sin importar cómo lo hacen… ahí están y son merecedores de parte de nuestra atención. Nuestro interés está enfocado en captar su atención para que seamos capaces de crear conciencia no sólo académica sino cultural, social, económica y sobre todo para que nos demos la oportunidad de ver más allá de nuestros propios intereses. No debemos seguir pensando que la información que está a nuestro alrededor sólo debe ser consumida, masticada. Hay que empezar por considerar que ella es la
base de nuestra capacidad de procesar problemáticas e idear soluciones que favorezcan a cada miembro de la comunidad universitaria y por ende a la comunidad que la rodea. Estar bien informado es una de las principales herramientas que tiene el ser humano para confrontar e intervenir en la realidad en la que vive. Hoy La Brújula a termina un ciclo de comunicación en el cual ustedes han sido y son nuestro principal objetivo. Estamos en un proceso de aprendizaje, de construcción de ideas y de las diversas formas para plasmarlas en el papel y hacerlas llegar a todas las conciencias tadeístas, con el fin de generar nuevos contemplativos de su entorno y con ellos nuevos pensamientos críticos.
El mundo está lleno de personas desinteresada. No seguir ese camino es otro de los objetivos de la comunicación, pues prestar atención al contexto incluye enfrentar lo que somos y lo que queremos. Es época de balances. Hemos querido que nuestra voz refleje las voces de todos ustedes, que el mundo que plasmamos en imágenes sea el que compartimos y contribuir a que el conocimiento del entorno, del nuestro, tan personal, tan íntimo amplíe sus fronteras. Y también es tiempo de evaluaciones, los invitamos a que nos comenten si sienten que nuestras sentidas misiones se han cumplido, a dónde quieren que dirijamos nuestras
miradas, si hay preguntas que poDríamos intentar responder. Con toda seguridad lo que nos digan será el norte de nuestros días. Nos resta por ahora, con estas páginas, desearles unas felices fiestas y un exitoso regreso a las aulas en el 2008, y a aquellos que ya cumplieron su meta en la Universidad: ¡Buena Suerte!
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Por Javier Moya ‹javiermoyatadeo@hotmail.com› Muchos desconocen qué hay en el séptimo piso del módulo siete. Otros han estado cerca de éste, porque es el camino desde el ascensor hacia la terraza de oma o porque se sentaron o acostaron a descansar en los sofás del fondo del corredor. Los que son gomosos de la música, el cine, la danza y otras manifestaciones de este tipo, ya deben estar anticipando a qué me refiero. Pero este artículo está dirigido a los que no tienen la menor idea de lo que funciona allí. Como sucedió con un artículo anterior publicado en La Brújula que, no para pocos, significó enterarnos de que tenemos capilla, ésta es una invitación a que nos enteremos de que tenemos un Centro de Arte y Cultura. El Centro de Arte y Cultura de la Tadeo nació por la necesidad de ofrecer a los estudiantes una posibilidad de aprovechar su tiempo libre de una forma sana y productiva, en respuesta a las propuestas de los alumnos. En un principio, los talleres que se ofrecían se podían contar con los dedos de la mano, pero después fueron aumentando, en concordancia con los intereses de los jóvenes. Actualmente se ofrecen treinta y ocho opciones de talleres, entre los que se cuentan clases de guitarra, bajo, danza árabe, yoga, danza afrocolombiana, percusión folclórica, movimientos cinematográficos, gastronomía, body paintt y pilates. Todos ellos propuestas que no se quedaron en el papel o en una conversación, sino que, a través de este espacio, se hicieron realidad, logrando que los estudiantes tengan, así, opciones para salir de la monotonía o el cansancio que, algunas veces, causa la rutina académica. Además de los talleres para todos los gustos y necesidades, también se ofrece una programación cultural permanente, en la
Fotografías: Daniel Montejo
que se incluyen proyecciones cinematográficas, a veces en estreno, en formato vhs, dvd o 35 mm., conciertos, exposiciones, presentaciones de danza contemporánea y una muestra cultural al final de cada período académico, que reúne el resultado artístico de los talleres. También se cuenta con Música en secuencia: una franja de conciertos que se realiza en la terraza de oma, con la participación de grupos de jóvenes talentosos que, en muchos casos, han surgido de los talleres, y que han encontrado, en la misma Universidad, un escenario propicio para mostrar su trabajo. Varias bandas importantes en el escenario musical han participado en este espacio como invitados especiales: grupos conocidos en el ámbito nacional, como Alerta, Black Cat Bone, Nawal, entre otros, o en el ámbito internacional como Papashanty, Dub Jilla o Voodoo Souljah’s, participantes de Rock al Parque en el 2006. Ocasionalmente, el Centro de Arte y Cultura organiza proyectos especiales, como otra alternativa a la programación cultural. Se trata de proyectos relacionados con todas las áreas artísticas, por ejemplo, “Bogotá, Capital Mundial del Libro”, tema con el cual se convocó a los estudiantes a participar en el Primer Concurso de Ilustración y en la tercera versión de escritores: La Tadeo al Pie de la Letra. Estos dieron como resultado imágenes y textos que nos ofrecen un imaginario de la ciudad, el libro y el mundo desde la visión de estudiantes tadeístas. Otro de los proyectos que vale la pena resaltar es el Encuentro de Intérpretes que se lleva a cabo cada dos años. En él participan bandas y solistas que desean mostrar el talento musical que posee la Universidad en
la infinita diversidad que nos caracteriza, llámese pop, rock, ska, salsa… Estas propuestas, bien sean en inglés o español, resultan ser valiosos e interesantes trabajos musicales. Hay otros escenarios frecuentes, como homenajes a grandes artistas, charlas de cine, festivales interuniversitarios de danza contemporánea, que le permiten a la comunidad tadeísta acercarse al mundo cultural y artístico desde diferentes ópticas. Gracias a la labor del Centro de Arte y Cultura, en la Tadeo es posible conformar grupos artísticos, con el fin de representarnos en convocatorias interuniversitarias. Del Centro han salido ensambles, como el de salsa, jazzz y reggae; grupos como los de capoeira, tango, danza árabe, también la tuna y el grupo de teatro. Todos ellos se esmeran por mejorar, cada vez más, su trabajo, para dejar siempre en alto el nombre de la Tadeo. En este momento se está empezando a desarrollar el proyecto del coro, del que se espera que sea otro de los referentes del posicionamiento artístico y cultural de la Universidad. Hacer parte de un proyecto o un taller en el Centro de Arte y Cultura es cuestión de conocer lo que tenemos, de tener ganas y de querer emplear bien el tiempo libre. Y ésta es una invitación a aprovechar tales oportunidades de formación integral que, sin duda, aportan al crecimiento y desarrollo personal.
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Cultura al alcance del oído Por Hernando Barbosa Penagos ‹nanobar2@hotmail.com›
Para los que gustan de una música diferente a aquella de sonidos predecibles y comerciales, la emisora de la Tadeo, hjut 106.9 fm, surge como respuesta a incontables plegarias. Es un espacio cultural que, a pesar de ser pequeño, ha logrado hacerle contrapeso al, en ocasiones, aventajado sinsentido de la música popular. La hjut nace hacia 1982, por iniciativa de los estudiantes. Para 1984 el interés estudiantil se reduce, resultado, quizá, de la apatía y la ausencia de propósitos que caracterizan al joven, promedio. El comité ejecutivo de esta “suntuosa excepción”, a cargo del entonces rector de la universidad Jaime Pinzón López, conforma un equipo integrado por personas de “alto calibre” y capacidad profesional para mantener vivo el espacio. Y este empeño se ha mantenido hasta hoy, pues la emisora sigue funcionando, ahora bajo la tutela del Rector de la Institución, José Fernando Isaza, abanderado de su noble causa, seguido al mando por simpatizantes como Alberto Lozano Simonelli, [ 8 ] La Brújula
Presidente de la Fundación para el Desarrollo Universitario y, “capitaneando” este “umbral de la cordura”, el maestro Bernardo Hoyos, una de las figuras más representativas de la cultura, en compañía de Rogelio Delgado, subdirector y mano derecha e izquierda de esta causa. El equipo lo conforman, además, periodistas, programadores, asesores, técnicos, auxiliares y otras personas que trabajan con un sencillo propósito: la divulgación de un mundo rebosante de armonías artísticas. No obstante, actualmente aún hay lugar para la participación estudiantil en la hjut. Por ejemplo, en, la divulgación de contenidos hechos por y para estudiantes, y la propuesta de crear programas, en los cuales se valida la expresión juvenil. El trabajo desarrollado por la hjut le ha merecido ser catalogada como la mejor emisora cultural. En sus lustrosos anaqueles suma siete galardones del Premio de Periodismo Simón Bolívar en Radio al mejor programa cultural y una envidiable mención de honor en el Premio
Fotografía: Daniel Montejo
Gonzalo Jiménez de Quesada, otorgado por la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, en la categoría de progreso cultural de la ciudad y de los bogotanos; un reconocimiento al esfuerzo por construir espacios culturales a favor de la radiodifusión local. Sus programas y contenidos son claramente representativos de la excelencia que se la ha premiado. Se le reconoce por su especializada programación en música de diversos géneros (tangos, jazz, boleros y otros) y procedencias. Dentro de su programación se cubren, también los campos del arte, la literatura, la ecología, la historia, la sociología, la ciencia y la economía. Programas como Teatro en Música, 1900, Punto de Giro, Panorama del Cuarteto de Cuerdas, Poesía en el Tiempo, Vida Musical Europea, entre otros, evidencian las infinitas alternativas a partir de las cuales el mundo cultural se representa en nuestra casa. Sus transmisiones llegan a toda la sabana de Bogotá y a zonas de Boyacá, Tolima, Caldas y Antioquia.
Seguros de hacer lo correcto, las intenciones que sustentan la esencia de esta emisora siguen vigentes. Los patrocinadores que han decidido “unirse a la causa” apoyan económicamente esta particular empresa. Pero, ante la carencia de medios suficientes para medir los niveles de audiencia, es necesario que aquellos benefactores confíen en la creciente audiencia, que, de seguro, se mantiene pegada a los parlantes descifrando el dulce mensaje de los sonidos que luchan, de buena gana, con las conocidas tendencias populares. Mal pudiera decir yo que soy amante de la música clásica, porque soy producto de las tendencias musicales que han marcado a nuestras jóvenes generaciones. Para bien o para mal soy un reflejo del mundo que me vio nacer. Pero quiero lanzarles una invitación para que se acerquen a las múltiples alternativas que ofrece la programación cultural de nuestra emisora. No dejen de contemplar el amable horizonte de posibilidades tendidas bajo el sol.
Por Guillermo Díaz -. guillermodiaza@hotmail.com
La Biblioteca no es sólo libros: es hemeroteca, es música, es cine, es cultura
Desde sus inicios en 1984, con no más de 1.500 libros, hasta el imponente edificio que hoy se eleva en la plazoleta central de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la Biblioteca ha sido un símbolo de nuestra Universidad, compañera y cómplice de muchos estudiantes (de unos más que de otros). Nació siendo el primer centro de documentación especializado en Biología Marina del país. Hoy en día tiene seis divisiones: la Biblioteca Satélite de Postgrado, las Bibliotecas Satélites de Santa Marta y Cartagena, el Centro de Documentación del Programa de Biología Marina, el Centro de Documentación de Comercio Internacional y el Centro de Investigaciones y Asesorías Agroindustriales ”La Mana”. Todas manejadas desde la Biblioteca General, con un importante énfasis en servicios y apropiación de nuevas tecnologías. En general, todos los tadeístas hemos disfrutado alguno de los servicios de la Biblioteca, bien sea el préstamo de libros, el tinto gratis que dan en el primer piso o el uso de los computadores (que casi siempre están desocupados; eso sí, sin muchos programas), pero, en realidad, muy pocos conocen su verdadero potencial. Una tarde, en semana de corte, debía consultar un libro para argumentar un trabajo final. Subí al segundo piso y, donde se entrega el carné para solicitar el servicio de ‘locker’, me encontré a una amiga.
Lo curioso es que ella estudia en la Universidad Nacional y, al preguntarle qué hacia aquí, me contestó sarcásticamente: “Yo vengo a consultar los libros en la Tadeo básicamente por dos razones: primero, hay muchos títulos y, segundo, siempre están en la estantería; nadie nunca los saca”. La verdad es que la Biblioteca de la Tadeo está siendo subutilizada, no sólo porque los estudiantes no la visitan con la suficiente regularidad, sino también porque no se conocen suficientemente sus servicios y su alcance. El nuevo edificio de la Biblioteca cumple tres años, y fue un obsequio de la Universidad en su cumpleaños número 50 al sector de Las Nieves. Como obra arquitectónica ganó mención especial en el Premio Nacional de Arquitectura y primer puesto en los remios de Asocreto. Es un edificio que, desde su concepción misma, fue creado como centro de cultura viva. Dentro de él se encuentran los libros, obviamente, pero tam-
bién el Hemiciclo (hermoso y moderno auditorio), las salas de videoconferencias y el recién nacido Museo de Artes Visuales. Actualmente se está conformando la discoteca. La primera selección musical la hizo el señor Bernardo Hoyos, actual director de la emisora HJUT 106.9 FM, y se tuvo en cuenta la opinión de los estudiantes para saber cuál es la música de su preferencia. También se está gestando la videoteca, con base en la historia del cine. Pero, sin duda, el logro más importante de la Biblioteca es la aplicación de sistemas informáticos, que la hacen parte de diversas redes universitarias y académicas en Colombia, Latinoamérica y el mundo, gracias al sistema de red llamado RUMBO, Red Universitaria Metropolitana de Bogotá, que le permite conectarse a la red nacional llamada RENATA, a la red latinoamericana llamada CLARA y, de esta manera, conectarse con el mundo a través de Internet 2, una red de Internet acadé-
mica de alta velocidad, en la que se encuentran universidades, centros y grupos de investigación organizados y clasificados por diferentes metabuscadores. Se ha invertido en bases de datos en línea, como lo son PROCUES y E-Libro, en los que la Universidad paga cierta cantidad de dinero por cada estudiante, y estos, a su vez, tienen derecho a 18.000 libros electrónicos que pueden bajar y tener en su computador. Existe, igualmente, una metabiblioteca virtual de Bogotá que se ha construido, conjuntamente, con el Archivo Nacional y la Alcaldía Mayor de Bogotá, que sirve para reunir y consultar cualquier información sobre la ciudad y su historia. Acceder a estos servicios no es difícil. Para orientar a los estudiantes, la Biblioteca cuenta con jóvenes monitores, quienes los guían en el manejo adecuado de las bases de datos, los catálogos en línea, la reserva de libros y la entrega de claves de acceso individual para que puedan conectarse desde la casa. Así pues, sea desde un portátil, un café Internet o desde el romántico ambiente de la sala de lectura del tercer piso con su olor a papel, su silencio y su frío, es posible acceder a un placer al que no debemos renunciar: el de sumergirnos en los voluptuosos laberintos de la palabra.
Por Carlos Cortázar ‹cortazar.carlos@gmail.com› Es momento de alimentarse bien. No duden en comerse algo delicioso mientras leen este artículo. Pero, de paso, nútranse de conocimiento, pues les hablaré del programa que forma a aquellos que milimétricamente cuidan nuestra salud, a partir de recursos que buscan mejorar la calidad y la producción de lo que comemos, y así ofrecer buen trato a nuestros sufridos, a veces, estómagos. Les hablo de lngeniería de Alimentos, carrera que, con algunos cambios de nombre y currículos, hornea desde hace casi 30 años excelentes profesionales. Sus primeros pasos tienen sabor a pescado y mariscos. En ese entonces, sólo existía la Facultad de Ciencias del Mar. Los estudiantes de biología marina debían terminar la segunda parte de la carrera, necesariamente, en Cartagena. Pero muchos de los alumnos no podían trasladarse a esta ciudad, así que se propuso al icfes la creación de una tecnología (pesquera y de alimentos), en 1971. Después de cinco [ 12 ] La Brújula
años se transformó en Química en Tecnología de Alimentos y, posteriormente, en 1978, en el Programa de Ingeniería de Alimentos. Desde entonces se dio inicio a la preparación del perfil del ingeniero de alimentos tadeísta. En la fase inicial se seleccionaron los ingredientes base, teniendo en cuenta las necesidades de la industria, y se escogió, como sustancia primordial, la química de alimentos, aprovechando la experiencia que se había acumulado en este campo. Después, en 1986, se realizó una revisión y se decidió que en la preparación del ingeniero se debía amasar muy bien lo concerniente a la ciencia y la tecnología. Por último, en concordancia con el pei (Proyecto Educativo Institucional) que fue aprobado, en la Tadeo, en 1999, el Programa mejoró la receta, agregando nuevos componentes y quitando otros, y obtuvo como resultado ser el primer programa acreditado en la Universidad, en el 2003. La receta demostró ser muy buena, porque tam-
bién permitió que fuera el primer programa reacreditado en el presente año. Este proceso proporcionó el punto de cocción ideal del profesional en ingeniería en alimentos. Un perfil que, de acuerdo con la actual Decana del Programa, Janeth Luna, busca el desarrollo integral de los estudiantes, con base en las habilidades que demuestra cada uno de ellos, y los especializa en trabajos en la industria, en asesoría técnica, en investigación o en generación de empresa, la cual es potencializada en el Programa, marcando, así, uno de los ideales propuestos por la Universidad: la formación de profesionales emprendedores. Entre tanta diversidad hay que resaltar aquellas recetas que son motivo de orgullo para el Programa. Entre ellas se cuenta el Laboratorio de Control de Calidad, creado en 1988, y que estuvo en operación durante nueve años, el cual alcanzó a ser un laboratorio de referencia para América Latina. En éste se crearon platos
magistrales como el de metodologías rápidas a nivel de análisis microbiológico, con el que se obtuvo un premio latinoamericano, además del apoyo al proceso de saneamiento frente a la epidemia del cólera en 1992. También se destaca su preocupación por contribuir a mejorar la tabla de composición de alimentos para el país, la misma que dice cuantas calorías, grasas y otros químicos tiene un producto. Esta tabla es vital para que el gobierno, según Ligia RoDríguez, Administradora Docente del Programa, determine cuáles son los productos alimenticios adecuados para importar, teniendo en cuenta los existentes en el país. El proyecto de investigación, financiado por la Universidad, sirvió para proponer una tabla en productos de comidas rápidas como la arepa, empanada, lechona, entre otros. Tal iniciativa los llevó a tener contacto con Liliam Massan, presidenta de Latin Foodss (entidad que ofrece la base de composición de alimentos a
la Food and Agricultural Organization, fao, entidad vinculada a las Naciones Unidas que lidera los esfuerzos mundiales por disminuir el hambre, la desnutrición y la pobreza en el mundo), y a constituir el capítulo para Colombia, cuya secretaría técnica es liderada por la Universidad. Para el futuro, el Programa de Ingeniería de Alimentos quiere agregarle nuevos ingredientes a la carrera: continuar con el proyecto de investigación, desarrollado con el apoyo de Colciencias, para la recuperación de vitaminas a partir de residuos agroindustriales y el aprovechamiento de las cáscaras de las frutas y productos afines en nuevos usos; seguir adelante con los procesos de autoevaluación para establecer planes de trabajo, y poner en funcionamiento una maestría en ingeniería de alimentos, con tres áreas de trabajo; entre otras: procesos ingenieriles, aprovechamiento de recursos y calidad. Ellos seguirán trabajando para deleitarnos a todos, y esperaremos a que a nuestras manos, bocas, estómagos y mentes lleguen sus obras, especializadas en nutrir nuestra existencia.
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Por: Jein Steven Mahecha Ortiz ‹stivenchi88@hotmail.com›
En el número anterior se dio inicio al nuevo espacio de La Brújula, dedicado al desarrollo investigativo en la Tadeo. Se habló sobre algunos instrumentos con los que cuenta la Universidad para el avance de las exploraciones científicas y se destacó la importancia de los laboratorios en este aspecto. En esta entrega se exponDrán las condiciones actuales de la investigación, las políticas de la Tadeo para garantizar el crecimiento investigativo y el proceso histórico recorrido. De un tiempo para acá, la Tadeo ha venido experimentando un florecimiento de la investigación y ha avanzado a tal punto que, en la actualidad, todos los programas, sin excepción, se encuentran adelantando proyectos científicos impulsados desde su seno. De acuerdo con el Director de Investigaciones, Manuel García, este apogeo investigativo se debe a dos fenómenos: el primero obedece
a una coyuntura nacional, manifiesta en un interés generalizado, por parte de las universidades, por presentar proyectos de exploración científica ante organismos estatales como el Ministerio de Educación, el Consejo Nacional de Acreditación y Colciencias, con el fin de adquirir reconocimiento de la trayectoria investigativa realizada; el segundo es el crecimiento de las exploraciones, un fenómeno estructural del país que se relaciona con la necesidad de que Colombia se sume a procesos de innovación, traducidos en desarrollos investigativos, que la hagan más competitiva en los mercados propios y extranjeros y, de esta manera, se mejoren las condiciones económicas y sociales. Por supuesto, estas exigencias serían imposibles de cumplir si no se realizara una gestión interna adecuada y eficiente. La Tadeo creó, hacia el 2004, la Dirección de Investi-
gaciones, desde la cual se ha organizado todo el proceso para darles respuesta. Por un lado, se han creado marcos de referencia para los investigadores que permiten clarificar las condiciones de formulación y presentación de propuestas de exploración mediante guías metodológicas. Por otro, se han creado convocatorias internas de investigación, que les permiten a los profesores investigadores acceder a los recursos de financiación, destinados por la Universidad para la exploración científica. Asimismo, se busca integrar, en estos procesos, a los estudiantes, con el fin de generar aprendizaje en aspectos como metodologías de la investigación y de muestreo, diseño experimental y análisis e interpretación de resultados, entre otros. Los avances logrados saltan a la vista, puesto que, luego de tres convocatorias anuales, se ha logrado que todos los programas presenten
proyectos de investigación, aprobados de acuerdo con criterios de calidad, pertinencia y eficiencia de los proyectos. La evaluación recae sobre un Comité de Investigaciones de Facultad y otro Comité de Investigaciones de la Universidad, los cuales determinan la viabilidad de cada propuesta. Otro de los logros alcanzados es el aumento en el número y la variedad de grupos investigativos en la Tadeo, pues se pasó de siete grupos formales, todos enfocados hacia el área de biología e ingeniería de alimentos, antes del 2004, a veintiocho grupos en diversas áreas del conocimiento, registrados ante Colciencias. Vale la pena resaltar que el registro ante Colciencias es garante de calidad, pues, a través de él se reconoce a los grupos que están adelantando la investigación en el país. Del total de grupos registrados, diez son reconocidos, por Colciencias, como grupos de calidad dentro del ámbito investigativo. Este apogeo es muy importante y demuestra, en el proceso histórico recorrido por la Tadeo para llegar a su desarrollo actual, que ha sido capaz de materializar el objetivo de sus fundadores: el estudio, la evaluación y la investigación de los recursos naturales. En el año 1960 se creó el primer Departa-
mento de Investigaciones, que realizó labores durante más de dos décadas y, hacia 1980, se creó el Centro de Investigaciones Científicas, que hoy es la Dirección de Investigaciones. Fue por esa época cuando se definieron las primeras líneas de investigación en temas marinos y de agrología. Tal como están las cosas, se ve un interés generalizado por avanzar cada vez más en el camino de la investigación, con guías, estrategias y políticas para apoyar la labor, pero, sobre todo, con ganas, interés y un recurso valiosísimo: el capital humano.
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AďŹ che: Juan Carlos Baena, ganador del concurso
Por: Jessica Sánchez - Jessica.sanchez@utadeo.edu.co
Este año OP Gráficas decidió abrir el Concurso de Diseño Gráfico para mayores de 26 años, como búsqueda de nuevos talentos, que no por su edad, sino por su reconocimiento artístico, enriquecieran el IV Salón OP Gráficas, que se ha venido realizando desde 1983. En aquel entonces tuvo como invitado al maestro David Consuegra, quien este año es homenajeado en este salón, como reconocimiento a su enseñanza y trayectoria, las cuales trajeron como beneficio grandes avances en esta disciplina para el país. El concurso contó, como en los salones anteriores, con el apoyo del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), donde fueron exhibidas las obras y se llevó a cabo la premiación el 12 de septiembre de 2007. Profesionales en el área, con gran reconocimiento en el país, fueron seleccionados “románticamente” como jurados: Martha Granados, Maripaz Jaramillo, Carlos Duque, César Cifuentes, Christian Schrader, Decano del Programa de Publicidad de la Tadeo, y Dicken Castro, quien fue decano del Programa de Diseño de Interiores, también de nuestra Universidad.
La acogida que tuvo el concurso fue grande y se contó con la participación de un sinnúmero de tadeístas, de los cuales muchos fueron seleccionados y pudieron exhibir sus obras en el Salón. Entre ellos estuvo el premiado con el tercer puesto: Alberto Villa, egresado del Programa de Diseño Industrial del 82 y quien más adelante fue profesor de la Tadeo por algún tiempo. Su afiche inspirado en Escher, reflejaba la temática del concurso, “Colombia positiva”, de una forma bastante particular: cuaDros de diferentes colores, los cuales se convertían en palomas que se besaban y delimitaban el mapa de Colombia y, en una esquina, una paloma blanca representando aquel anhelo de un pueblo en su búsqueda por la paz. Eso es Colombia, aquella diversidad de colores que tiene un mismo sueño. Otros escogieron caminos diferentes para representar a Colombia: Juan Carlos Baena, ganador del concurso, utilizó elementos propios de la identidad, ya posicionados, como el sombrero “vueltiao”, el café, motivos precolombinos, entre otros, dándole cierta profundidad al afiche, al tiempo que fundía letras entre líneas y objetos. Mientras, el segundo puesto, María Isabel Cabarcas, se inclinó por trazos y líneas caprichosas de colores básicos, que parecen plasmar de forma etérea una orquídea. Diferentes puntos de vista y diversidad se encontraron en esta convocatoria, de alto nivel por el reconocimiento de sus jurados y la trayectoria del evento, el cual ha venido realizando esta labor social en pro del desarrollo e investigación de esta especialidad, que no tiene aún mucha promoción y apoyo en el país. OP Gráficas quiso romper con el esquema de convocatorias sólo para los muy jóvenes. Alberto Villa, nuestro tercer puesto, comentó al respecto: “Me pregunto si es que existe, en general, la creencia de que después de los treinta ya no se tienen ideas”. Se tienen muchas ideas, por supuesto, y más posibilidades de explorar cam-
pos diferentes, alejados ya las tendencias y las modas. Pero con continuidad, pues como afirmó José Fernando Isaza, Rector de la Universidad: “Hay cosas que se deben hacer antes de los 24, aparte de divertirse, y una de ellas es realizar un proyecto serio”, eso crea hábitos en la búsqueda de conocimiento que con el paso de los años se manifiesta en trabajos de calidad, como los que se vieron en este concurso. Sin embargo, una última inquietud debe sembrar una reflexión para los que vienen: las herramientas digitales deben proveer facilidades en la ejecución de trabajos, pero la máquina jamás poDrá diseñar en lugar del profesional. De ahí la importancia del boceto en papel. “Nunca los trazos digitales van a ser mejores que los que se realizan a mano”, reitera Villa. Entonces, las tendencias informáticas en todos los campos del diseño, que se manejan en la actualidad, parecen más preocupadas por la imagen que por su propio contenido. “Sí, había afiches muy bonitos, pero sin contenido, vacíos y que no dejaban ningún tipo de mensaje en el espectador”, señaló Schrader. Los medios digitales son simplemente una herramienta. La funcionalidad de cualquier producto debe basarse en su contenido, aquel mensaje que sea de provecho para la sociedad. Hace falta preguntar a las generaciones de hoy en día, y a unas cuantas que ya han venido pasando, ¿qué hay detrás de la imagen?
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Obras que fueron presentadas por los tadeístas en el IV Salón de OP Gráficas:
Rinú: Ricardo Núñez Suárez
Gólgota: Iván Onatra Murcia
La temática con la que se convocó a la elaboración de los carteles fue “Colombia Positiva”, un llamado a reconocer los valores que alientan el país. Concursaron 42 tadeístas, con un porcentaje del 27% en la participación general, el más alto por institución. OP Gráficas es una de las empresas más reconocidas del sector gráfico en Colombia. Está cumpliendo 40 años de participación en el ámbito comercial de la publicidad, la fotografía y el diseño, pero, además, a través de iniciativas [ 18 ] La Brújula
Keka: Johanna AnDrea Quecán García
como los salones de diseño, anuarios de publicidad y, más recientemente, su Calendario OP Gráficas ha buscado apoyar y promover el desarrollo de estas disciplinas en el país. La cuarta versión del Salón op Gráficas es su manera de celebrar eso 40 años de vida y de reafirmar su compromiso con la promoción de dichas disciplinas en el ámbito cultural nacional. Con estas y otras obras que conformaron la muestra se realiza el Calendario OP Gráficas 2008.
Teodomiro: Alberto Villa
Proyecto monográfico de AnDrés Felipe Robayo Morales - Diseño Industrial
Estructura preventiva de lesiones menores en la práctica deportiva del volleyball para disminuir la frecuencia de las lesiones e incrementar la competitividad de los deportistas. Basada en una ideología preventiva esta propuesta de un objeto de diseño pretende educar al deportista en el uso de dispositivos que optimicen la práctica deportiva y prevengan lesiones que puedan afectar el desempeño profesional y personal.
Investigación periodística realizada por Guillermo Díaz
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EL EVENTO DE FIN DE SEMESTRE
PRESÉNTATE A LA CONVOCATORIA DE LA BRÚJULA PARA SER REDACTOR, FOTÓGRAFO O DISEÑADOR DE NUESTRA REVISTA. Requisito: Ser estudiante de la Tadeo Dirígete a Relaciones Públicas y Comunicaciones, oficina 230 módulo 1. Teléfono: 334 52 36, 334 17 77 Ext. 1155 - 1156 - 1157 e-mail: labrujula@utadeo.edu.co
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Por Carlos Cortázar ‹cortazar.carlos@gmail.com› Uno de los instrumentos que nos muestra el mundo en que vivimos a través ondas sonoras ha sido la radio, que ha evolucionado gracias al avance de la tecnología. Hoy en día tal progreso ubica a este medio de comunicación en una fase de cambio, en el que lo virtual juega un papel vital para definir sus nuevos senderos. En la Tadeo se abre la puerta a este avance, con el ánimo de ser protagonistas, gracias a una iniciativa del profesor AnDrés Barrios, docente del Programa de Comunicación Social. Barrios comenta que la idea surgió un día en que, al recordar su época de estudiante, terminó por ponerse en los zapatos de sus alumnos. Se vio a sí mismo cuando era un estudiante entusiasmado con el cuento de los medios y, a pesar de que admiraba la emisora de la Universidad, la 106.9 fm, pasaban los semestres y se encontraba con que no había prácticas en la emisora y que el acceso era complicado. Ya en calidad de docente, encontró que esta situación seguía en el mismo punto, y que aún no existía para el alumno un medio de fácil acceso, a través del cual poder expresarse y tener un primer acercamiento a este ámbito de trabajo. Por eso decide darle vida a una emisora virtual, para los estudiantes, cimentada en un proyecto que formalizó en el marco de su especialización. El proyecto fue avalado por Vera Schütz, Decana del Programa de Comunicación Social, y aprobado por el Decano de la Facultad de Ciencias Humanas, Arte y Diseño, Alberto Saldarriaga. Luego se incluyó en los planes de mejoramiento de la Facultad, y pretende involucrar en este proceso a todos los miembros de los Programas de Comunicación Social y Tecnología en Producción Radial, así como a otras áreas de la [ 22 ] La Brújula
Universidad, por ejemplo, el Programa de Diseño Gráfico. El ideal de la emisora virtual es ser un espacio de los estudiantes para los estudiantes. No ser una competencia de la hjut 106.9 fm, sino ser un complemento de ésta. Para la construcción de espacios en la futura emisora se hizo un estudio durante el primer semestre de 2006, en todos los programas académicos de la Universidad, en la sede de Bogotá. Este estudio tenía como objetivo establecer dos aspectos: qué desearía el estudiante dentro de una emisora por Internet y las proyecciones de la sintonía. De él se desprendió que los estudiantes escucharían un espacio radial de esta índole en el que la música fuera predominante, seguida de las variedades y las noticias, y que se tenDrían, aproximadamente cincuenta estudiantes escuchando al mismo tiempo la emisora. Esto permitió fijar unos requerimientos técnicos necesarios y los criterios para observar las propuestas de los estudiantes, en términos del cuidado con los horarios de emisión y los contenidos. La convocatoria para la presentación de propuestas está abierta. Eso sí, se debe tener en cuenta, por parte de los proponentes, la viabilidad de las iniciativas y, principalmente, como dice el profesor Barrios, que ellos mismos sientan que les gustaría escuchar ese programa. Las propuestas deben surgir de las ganas y el compromiso, y en la presentación incluir, como mínimo, el nombre del programa, días y hora de emisión que les gustaría tener; estructura del programa, integrantes, objetivos, si hay viabilidad de patrocinios o de comercialización, qué pretenden, qué quieren hacer, cómo lo quieren hacer y qué se requiere para hacerlo.
FotografĂa: Johana Amaya
La seguridad que hoy tenemos en la Universidad y sus alrededores está orientada por la Dirección de Recursos Académicos y Administrativos, en cabeza de Juan Sastoque, y es el resultado de un arduo trabajo que se ha venido realizando desde hace muchos años, cuando se adoptaron algunas estrategias, que fueron determinantes para que la Jorge Tadeo no tuviera que trasladarse a otro sector de la ciudad. [ 24 ] La Brújula
La primera de las estrategias fue la adquisición de predios de uso comercial y residencial, en los que se encontraban negocios que hacían del sector uno de los más peligrosos de la ciudad. Esta estrategia no sólo contribuyó a mejorar la seguridad del sector, sino que también permitió la construcción de nuevos edificios con estructuras modernas y la adecuación de nuevos espacios. La segunda fue la creación de cinco anillos de seguridad internos y externos, los cuales están divididos así: recorredores internos y recepcionistas, vigilantes fijos externos, supervisores, corredores de seguridad y escuaDrón motorizado, los cuales están ubicados estratégicamente y hacen recorridos permanentes que brindan seguridad a los estudiantes y transeúntes las 24 horas del día y los 365 días del año. Todos estos anillos están conformados por guardias de una de las mejores compañías de vigilancia privada (algunos acompañados con perros adiestrados). La tercera estrategia es el apoyo logístico, brindado por los recursos tecnológicos como radioteléfonos y cámaras. La cuarta, de gran importan-
cia, es un programa que creó la Policía Nacional, el cual asigna cuatro policías bachilleres a cada una de las universidades del centro de la ciudad. La quinta tiene que ver con alarmas contra robo e incendios, las cuales usan sensores de movimiento y sonido. Y la última es una línea directa de atención inmediata, llamada Teléfono Rojo, que se puede utilizar marcando el 4444, desde cualquier acceso telefónico dentro de la universidad, esta línea permite reportar cualquier eventualidad o acción sospechosa. Aparte de las estrategias de seguridad que se crearon para la Universidad, también se hizo un convenio con otras universidades e instituciones, el cual permite un mayor cubrimiento de vigilancia en el sector. En este convenio también está involucrada la Policía Nacional, que se reúne con los directores de seguridad de las universidades del centro para hacer estudios encaminados a implementar y mejorar la seguridad del sector universitario. Si usted es uno de los que creen que la seguridad es trabajo sólo de la policía o de los vigi-
lantes, debe saber que en la Tadeo el programa de seguridad se llama En la Tadeo, entre todos nos cuidamos. Y es una invitación a construir, mediante una actividad eficaz, un muro de contención frente a la delincuencia, pues todos, sin excepción alguna, somos responsables de la calidad de la seguridad. De acuerdo con los balances realizados por la Dirección de Recursos Humanos y Administrativos, la mayoría de los robos reportados no fueron producto de la confrontación o uso de arma blanca: fueron por descuido, por no denunciar irregularidades o por dar “papaya”, como se dice popularmente. Por tanto, las recomendaciones básicas que contribuyen a que todos seamos partícipes de nuestra seguridad son: no incurrir en el grave error de tomar bebidas alcohólicas hasta altas horas de la noche en establecimientos aledaños a las universidades, no suministrar datos personales a extraños, cuidarse de encuestas sospechosas, no dejar los objetos personales en cualquier lado, denunciar cuando se sea víctima, no llevar a la vista objetos o joyas de valor y,
lo cual es muy importante, portar el carne para que los vigilantes puedan identificar quién pertenece y quién no pertenece a la Universidad. Otro aspecto que preocupa a esta dependencia y sobre el que también ha venido trabajando es qué hacer en caso de una emergencia como un terremoto, un incendio, una inundación o un atentado terrorista. Muchos ni quisiéramos pensar en esas eventualidades, pero esto es, precisamente, lo que no podemos hacer. La idea no es sugestionarnos o alarmarnos, es tener en cuenta y aprendernos las señales de emergencia o evacuación. La Universidad cuenta con un comité de evacuación y una coordinación de seguridad. Además, se tienen proyectados simulacros de emergencia y se están haciendo refuerzos estructurales a las instalaciones de la Universidad. Los encargados del programa de seguridad saben que todos estos eventos han causado y van a causar un poco de incomodidad a la comunidad tadeísta, pero son eventos que debemos tolerar, ya que todo se está haciendo en pro de nuestro bienestar. La Brújula [ 25 ]
Por Hernando Barbosa ‹nanobar2@hotmail.com› Ésta es una historia real: “Fulanito de tal” tuvo que purgar una culpa de la que su conciencia no fue testigo. Mientras que con inocente semblante vagaba por algún lugar venezolano, alguien, con su mismo nombre, no lejos de acá, se armó de vergonzoso valor y dispuso de la vida de otro fulano, propinándole algo más de siete puñaladas. Nuestro “inocente” fue a parar a la cárcel por algo más de seis meses. Sólo una persona logró encontrar y mostrar su extraviada inocencia: su maDre, quien acudió al Universidad y, gracias a la ayuda que recibió, pudo dar fin a tal desgracia imprevista. Luego de presentar como evidencia el pasaporte de viaje que comprobaba la presencia del supuesto culpable en Venezuela, durante el momento en que los hechos se desencadenaron, la autoridad pertinente determinó que se había tratado de un caso de homonimia. Hechos como estos golpean las puertas de nuestro Consultorio Jurídico (la gran mayoría de ellos resueltos en los mejores términos para las partes involucradas) que, producto de una serie de artículos de la Constitución que hacen posible su conformación, entró en funcionamiento el primero de agosto de 2000. Actualmente, bajo la dirección del doctor Carlos Andrés Gómez, un atildado hombre de bien que, sabrá Dios por qué, entregó su vida al ejercicio del derecho penal, el [ 26 ] La Brújula
Consultorio ha facilitado la participación de muchos estudiantes de la Facultad de Derecho que están cursando los últimos cuatro semestres de su ardua formación académica, prestando en forma regular servicios de asesorías legales en los ámbitos penales, civiles y laborales, especialmente a personas de escasos recursos que no cuentan con el sustento económico suficiente para contratar un abogado de oficio. Un cuantioso grupo de “abogados en ciernes” está al amparo de sus asesores de práctica, intentando coordinar esfuerzos para depurar, en el menor tiempo posible y de forma satisfactoria, alrededor de 20 consultas diarias que, a lo largo de este año, suman algo más de 4.000. A la considerable labor social se suman los intereses mismos de cada estudiante por alternar la gran cantidad de contenido académico, que desborda su voluntad de abarcarlo, y su labor frente a las instancias jurídicas legales en el país, intentando estrechar la cercanía entre lo académico y el mundo que se erige fuera de las cuatro paredes del aula.
Doctor Carlos Andrés Gómez, Director del Consultorio Jurídico de la UJTL
Además de todas las instancias relevantes inscritas en los marcos de acción penal, civil y laboral, el Consultorio Jurídico, gracias a alguna acción legal, goza de la posibilidad de organizar a sus expensas un centro de conciliación, a partir del cual le es viable agilizar el cuantioso volumen de trámites legales que, en muchas ocasiones, se hallan acumulados en los grandes tribunales jurídicos del país, retrasando la pronta intervención de asesores jurídicos que pretenden instaurar una satisfactoria resolución. El centro de conciliación abrió sus puertas el 29 de abril de 2002 para depurar todos aquellos conflictos que no implican el empleo de despachos e instancias judiciales. Para los culpables, querellas insignificantes resueltas en el diálogo; para las víctimas, una guerra mundial diferida en trozos de tiempo a punto de detonar, resuelta únicamente por la intervención tardía de la paciencia. Además de toda la aparatosa parafernalia, de las consideraciones legales y de la infinidad de conflictos que han atravesado las puertas de esta dependencia, el Consultorio Jurídico ha adelantado varios procesos de investigación en relación con los crecientes
Fotografía: Johana Amaya
problemas que afrontan las instancias legales en el país, con lo cual intenta conservar la imperecedera fe en la remoción constante de los innumerables desaciertos de nuestros sistemas judiciales. Todos ellos apuntan a la conformación progresiva de algún vínculo de intercambio entre la Universidad y todas aquellas agencias educativas extranjeras que se hallen dispuestas a patrocinar el talento humano y los agigantados adelantos investigativos que el Programa de Derecho, junto con el Consultorio Jurídico, lleva a cabo. El proceso continúa, seguros aún de contar con el auspicio y la confianza de las miles de víctimas que golpean a sus puertas en busca de algo semejante a su “redención”. Diligentemente las puertas han de estar abiertas para quien haya de encarar un problema de proporciones legales. No me resta más que lanzar una invitación para que todo aquel que ha de tener contacto con lo trazado en este papel compruebe que hay espacios en nuestro claustro que para ser descubiertos o aprovechados sólo requieren una prueba de atención, una sencilla muestra de interés.
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Por un mejor futuro Por. Alfonso Medina Caballero alfonso.medina@utadeo.edu.co
Tener una educación digna desde que se inicia una vida académica es algo de lo que muchos, y más en este país, han carecido debido a muchas circunstancias, ya sean socio-económicas, geográficas o culturales. Por esta razón, la comunidad de algunos niños del centro de Bogotá que estudian en medio de los prostíbulos y la violencia de su entorno, es fiel testigo de esta realidad. El Jardín Infantil del Centro Cristiano, ubicado en medio de los burdeles de la localidad de Santa Fe, es un lugar que presta sus servicios a niños, desde recién nacidos, hasta (en casos excepcionales) los siete u ocho años de edad. Está localizado en un edificio que tiene como nombre “Centro Cristiano de los Niños”, desde cuya entrada se puede vislumbrar un comedor comunitario, producto de la campaña Bogotá sin hambre, del actual alcalde Luis Eduardo Garzón. La ubicación es el mayor problema que aqueja a su directora, Lucila de Ortiz, quien argumenta que el Jardín tiene catorce años de antigüedad, y que esos sitios libidinosos llegaron tiempo después de que el Jardín se estableciera. Por eso se muestra [ 28 ] La Brújula
inconforme y manifiesta su intención de que esa situación cambie, porque, por obvias razones, la zona no presenta un ambiente propicio para la educación. Precisamente, el lugar surgió ante la necesidad de muchas maDres (prostitutas, recicladoras, desplazadas…) de proporcionarles una educación a sus hijos, pues, por sus labores, han sido discriminadas en otros centros educativos y por ende, también sus hijos. Por aquella época, según datos de la Cámara de Comercio, eran aproximadamente 5.000 los niños hijos de prostitutas que no eran atendidos por ninguna institución en el centro de Bogotá. Esta entidad educativa comenzó con 275 niños. Hoy, ese número se ha visto un poco reducido: actualmente, presta servicio a unos 100 niños, aunque tiene el objetivo de aumentar esa cantidad, para continuar ayudando a estos sectores de la sociedad que son vistos, por muchos, con apatía. El lugar cuenta con tres pisos: en el primero se ubica la oficina de la coordinadora. El segundo corresponde a una zona de odontología, en la que trabajan voluntarios que deseen iniciar sus prácticas, y a los que la entidad les facilita los instrumentos. A un lado se encuentra una oficina administrativa y la de la directora. En el tercer piso hay dos habitaciones: en una se encuentran dos sala-cunas, y
en otra están los niños de párvulos que, de la forma más educada, saludan a cualquier persona que no conozcan, con un coro infantil. Ya en el último piso está el jardín como tal, dotado de toboganes, rodaderos, un césped bien cuidado y con muchos juguetes para los niños. Infortunadamente, la inocencia y ternura se pierde, como anteriormente se mencionaba, cuando se mira hacia el exterior. “Se dan casos en los que a veces un niño manosea a una niña” Otra de las problemáticas que tiene que enfrentar el Jardín es en materia de comportamiento. Se presentan casos en los cuales “un niño, de repente, toca a una niña de una forma
morbosa”, comenta su directora, “y esto se debe a que traen conductas de la casa y las adoptan en el Jardín”. Para este tipo de casos se habla con los paDres y se lleva a cabo un proceso correctivo. También hay casos en que ciertos niños, cuando reciben una charla sobre los perjuicios del consumo de sustancias alucinógenas, como la marihuana, bajan sus cabezas y lamentan que sus paDres las consuman. Las seis educadoras (algunas son tecnólogas en educación y otras son estudiantes de último semestre), intentan crear mecanismos para desarrollar la conciencia de los niños, para que aprendan a distinguir lo correcto de lo que no lo es. Es un plan guiado, por la coordinadora, Claudia Parra.
Fotografía: Johana Amaya
Concepto sicológico La sicóloga Lucía Ramírez, quien actualmente le presta sus servicios a la Universidad Jorge Tadeo Lozano, comenta que este tipo de casos son bastante complejos, porque son los primeros años, en la vida de todo ser humano, los que gestan el sentido propio. Desarrollar en el niño la capacidad para saber juzgar es difícil, ya que se requiere de condiciones adecuadas: buen ambiente familiar, una alimentación balanceada, un entorno acogedor y el desarrollo de habilidades verbales y conceptuales para evitar, al máximo, conductas inapropiadas que lo perjudiquen en su proceso de adaptación. ¿Y la ley? Para Leary Caicedo, Coordinador Jurídico de la zona, la situación es bastante crítica y, actualmente, se están realizando gestiones, que demandan cierto tiempo, apoyadas en la ley 232, a partir de la cual se están guiando para desalojar la prostitución de esa zona. Caicedo asegura que las prostitutas no pueden ejercer ahí, y mucho menos andar por fuera de los establecimientos exhibiéndose sin ningún tipo de pudor. Lo que queda… Ciertamente, en la “zona de alto impacto” de Santa Fe, como llaman a esta parte peligrosa del barrio, la prostitución, la Drogadicción y el tráfico de armas entre otros asuntos críticos, llevan dándose desde hace bastante tiempo, y se ve todavía lejos la posibilidad de cambiar esta situación. Al respecto, la misma directora del jardín infantil expresa con desconsuelo: “Ya a nuestra sociedad y al gobierno se nos ha hecho tarde para cambiar el futuro de esta generación”.
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Entrevista con Diógenes Campos Por: Guillermo Díaz Álvarez - guillermo.diaz@utadeo.edu.co
Después del simposio realizado por la Facultad de Ciencias Naturales, dialogamos con su decano, Diógenes Campos, físico de la Universidad Nacional y doctorado en Ciencias Naturales de la Universidad de Kaiserslautern (Alemania), quien tomó posesión de su cargo el 4 de Julio de 2006. Nos habló acerca del balance del simposio, su gestión durante el tiempo que lleva como decano y los proyectos futuros dentro de la facultad. la brújula: El pasado mes de agosto se realizó en las instalaciones de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, “El I Simposio Colombiano sobre Cambio Climático” liderado por la Facultad de Ciencias Naturales. Desde su perspectiva, ¿cuál cree usted que fue el balance? diógenes campos: Fue una experiencia supremamente gratificante. Logramos reunir conferencistas con una sólida trayectoria en temas asociados al cambio climático, y eso nos [ 30 ] La Brújula
muestra un panorama bastante preciso de lo que se está haciendo realmente en Colombia por parte de la comunidad científica y de la capacidad que se está desarrollando en el país sobre el tema. El diseño del simposio abrió las puertas no sólo a las conferencias, sino también a paneles de discusión, de manera tal que las personas conocedoras del tema, los estudiantes y todos los que quisieran interactuar formularan sus preguntas. Al final se cumplió perfectamente con los objetivos. l.b.: ¿De dónde nace la idea de realizar un simposio con estas características y temática? d.c.: La idea nace en el lanzamiento del libro que escribí con el Dr. José Fernando Isaza, titulado Cambio climático: glaciaciones y calentamiento global. Dicho lanzamiento se hizo en el stand de la Universidad, durante la pasada Feria del Libro. Teniendo en cuenta la actualidad e importancia del tema, el rector sugirió que organizáramos un evento de esa naturaleza
Fotografía: Johana Amaya
con la colaboración de la Oficina de Relaciones Públicas y Comunicaciones, del profesor Edilberto León y de Carlos Aponte; todo coordinado por la decanatura de la Facultad Ciencias Naturales. Fue un proceso de aproximadamente dos meses de gran actividad. Gratamente, hoy puedo decir que, desde el punto de vista de la asistencia, fue espectacular, porque, desde el primer día, el Aula Máxima de la Universidad y el Hemiciclo contaron con una altísima participación de estudiantes. Esa participación es la que incentiva al cuerpo docente y a las directivas para continuar apoyando y desarrollando eventos de esta naturaleza. l.b.: Usted, con el rector, Dr. Isaza, tienen en su haber la escritura y producción de algunos textos. Cuéntenos cuáles han sido los tópicos que han manejado y cómo fue el proceso que culminó en la publicación de su más reciente libro Cambio climático: glaciaciones y calentamiento global. d.c.: Con el Dr. Isaza he venido trabajando en proyectos académicos desde mucho tiempo atrás. Escribimos un libro de sistemas dinámicos aplicados a sistemas de la mecánica, otro sobre sistemas dinámicos aplicados a la ecología. Sobre el cambio climático, hacia 1983, el Dr. Isaza ya había escrito un primer trabajo que publicó: Las Gaviotas. Desde entonces, ya se vislumbraba un interés sobre el tema. Los avances y la abundante literatura científica presentados en las últimas tres décadas, nos dieron la oportunidad de profundizar en la problemática; esto sumado a la nueva conciencia que se estaba gestando por parte de los diferentes países que se vio reflejada el 11 de diciembre de 1997, cuando los países industrializados se comprometieron, en la ciudad de Kyoto, a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto invernadero (protocolo de Kyoto). También se vio reflejada en precauciones del grupo g8, cuyas posiciones son muy claras respecto al calentamiento global y a cómo contrarrestarlo. Todo ello nos pone en un contexto en el que el tema es de mucha pertinencia y el darnos cuenta de esto hizo que nos pusiéramos en la tarea de escribir. l.b.: ¿A qué público está dirigido fundamentalmente el libro y, por ende, cómo es el lenguaje que maneja? d.c.: En los libros que mencioné había un altísimo contenido matemático, porque se trataba de estudiar los sistemas dinámicos, hacer cálculos, hacer procesos de simulación, de tal manera que tenían una alto componente de fórmulas matemáticas que le brindaban un mundo de información al público especializado. En cambio en este libro sobre cambio climático, si usted lo revisa, va a encontrar que existen solamente un par de cositas con ecuaciones, porque eran inevitables, pero el resto del texto está escrito en un lenguaje accesible para cualquier lector y con
muchas gráficas que dan información de carácter puntual: cómo se comportaban ciertos tipos de fenómenos climáticos, cómo cambió la temperatura global de la tierra en los últimos 700 millones de años o datos de ese estilo, de tal manera que el libro lo puede consultar desde una persona que esté cursando sus estudios de bachillerato hasta profesionales de distintas áreas. l.b.: Usted ingresa a la Universidad Jorge Tadeo Lozano para el tercer período académico de 2006 como cabeza de la Facultad de Ciencias Naturales, ¿cuál ha sido el proceso de cambio y reestructuración de los programas dentro de la decanatura que usted lidera? d.c.: La Facultad de Ciencias Naturales involucra al Departamento de Biología, al Departamento de Ingeniería de Alimentos, al Departamento de Ciencias Básicas, al Centro de Investigaciones y Asesorías Agroindustriales en Chía, a la sede de Santa Marta y al Museo del Mar, que dependen de Biología Marina. Creamos el Comité de Ciencias Naturales, en el que participan los directores de cada uno de estas dependencias, y hemos tenido la oportunidad de seleccionar y generar un mapa conceptual de direccionamiento estratégico llamado “Plan estratégico de la Facultad de Ciencias Naturales” para proponerle a la Universidad. Hemos ido ampliando el grupo de profesores. Han venido nuevos profesores a integrarse a la Facultad con nuevas visiones y mentes frescas. En el tema de investigación tenemos organizados grupos con reconocimientos, clasificados en Colciencias. Hay avances en lo que tiene que ver con programas de consultoría. El Departamento de Biología está desarrollando, entre otros, un [ 32 ] La Brújula
proyecto para analizar el problema que se presentó en Betania, la cantidad de peces muertos entre fines del año pasado y principios de éste. También en el Sena están muy interesados en que participemos en acompañarlos en procesos que tienen que ver con ecocultura. Todo eso ha sido posible gracias a la calidad del cuerpo investigativo y docente que conforma la Universidad, fruto de profesionales, profesores y personas que están dispuestos a entender los nuevos retos de la ujtl y a entender que hay cambios que hacer y que, al actuar todos al unísono y trabajar por unas metas claras, se nos va a facilitar muchísimo llevarlos a cabo. l.b.: Complementando el proceso de reestructuración que han emprendido, ¿cuáles son los proyectos que como facultad piensan desarrollar a mediano plazo? d.c.: Proponemos lineamientos en diferentes frentes. Por ejemplo: el Centro de Investigaciones y Asesorías Agroindustriales en Chía (ciaa), que con la dirección del doctor Óscar Duarte, quien es el nuevo director, se está redireccionando y reorganizando con el fin de lograr una mayor integración con la Facultad, no sólo en procesos de investigación, sino también en procesos de formación, para convertirlo en un centro que tenga que ver con estudios ambientales. También queremos comprometernos con nuevas carreras. Entendemos a las ciencias naturales como unas ciencias básicas y aplicadas, o sea, con un fuerte componente en ingeniería. La idea es incorporar, dentro de la oferta curricular, una mayor presencia de las ingenierías además de otros programas, como una maestría en ingeniería de alimentos y una maestría en biología marina; consolidar la idea de armar una gran cátedra que podamos rotar entre las cuatro grandes facultades y conformar un centro de informática y sistemas. Sabemos que no todos estos proyectos son a corto ni tal vez a mediano plazo, pero estamos seguros de que tenemos un faro bien puesto a la distancia.
Por Jéssica Andrea Sánchez-jessica.sanchez@utadeo.edu.co y Andrés Castaño-andres.castaño@utadeo.edu.co
El Centro, en el alba, se torna diferente. No se trata ya de las calles bullosas por la que se transita, agarrando el bolso con las manos y mirando de reojo al que se acerca mucho. El trancón desaparece, excepto en una esquina (calle 19 con 10), donde se parquean los buses a esperar a uno que otro pasajero. Todos caminan a paso ligero o corren por la mitad de la calle. En el silencio que embriaga la noche se extrañan los pitos, las madreadas, los vendedores con megáfono y hasta los canchos. Las calles desoladas están atentas, escuchan pasos, acechan, se encuentran armadas y, ante cualquier imprevisto, siempre hay una respuesta inmediata: te traga el asfalto o llega la policía. 2:15 a.m. Nos congelamos de tanto problema que guarda la Nevera. Deslizamos la puerta con fuerza, nos bajamos, cruzamos la calle y acudimos con urgencia al baño y, de paso, a comprar un tinto. Subimos a la camioneta y arrancamos en un silencio que perturbaba. No hubo ni una sola palabra, aunque preguntáramos algo. Subiendo por las calles y callejones de Las Cruces, los dos uniformados con los que íbamos parecían haber muerto, junto con el compañero atropellado. El afán por contar sus historias de turno había cesado y tan sólo esperaban que el tiempo se pasara rápido. Seguimos subiendo hasta llegar al barrio Girardot, y nos burlábamos, pues entre más se ascendía, los dedos de los pies más se entumecían. Llegamos de nuevo al Mirador, el bala plaza de Las Cruces, nuevos callejones y, en rrio con la vista más hermosa y con el frío más nuestras narices, la Décima. “Eche para abajo, jodido de toda la ciudad. Los primeros en bañero,” se le escucha al Teniente, que saca brinjarse fueron el teniente Pérez y su compañero. cando de un salto a un gamín de entre las baMientras, con ese helaje, nosotros nos lo pensuras. Sube por esa calle y, de nuevo, nosotros sábamos “¿Entonces qué, muchachos?, ¿cómo nos vamos con fuerza hacia un lado. Luego da la están pasando?”, pregunta el teniente Pérez un giro a la izquierda y nosotros para el otro relajado. “Está del putas”, respondemos, “la lado. Nos acomodamos. El carro frena, se le vista…” Su compañero le hace señas, nos subiacercan a la ventanilla del teniente dos hommos a la camioneta y seguimos. Ya en la cabeza bres esposados, con cara de que sí fueron. Le hay café y tranquilidad. ruegan para no ir otra vez a la UPJ y le muestran “Telecom uno, Telecom uno”, suena la radio desde las heridas recién hechas hasta cicatri“mi Teniente, hay gente para guardar en la caja ces de hace años. Un policía los jala hacia la y las cosas en el CAI se están calentando”. Bapuerta de atrás, mientras el otro le explica que jamos a toda por entre las pequeñas callecitas, andaban con armas blancas y, fuera de eso,
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“chuzados” y sucios de sangre. Ya dentro de la camioneta siguen rogando. Cogemos camino directo al CAI y vemos, en una esquina, a un hombre esperando. Frenan, se baja el Teniente y le pide papeles. No tiene. “Se me sube que me mamé de verlo hace horas esperando”, le dice, y le abre la puerta de atrás. El hombre nos mira y le dice: “Yo soy militar”., “Y yo policía”, le responde Pérez, y arrancamos para la estación. Justo cuando llegamos, una piedra rompe un vidrio de la estación, y el hombre fornido, el supuestamente indefenso ante las travestis de hace un par de horas, sale corriendo. Detrás de él sale corriendo un policía. Se acerca un agente y le dice al Teniente: “De este man no hay pruebas de que lo estaban robando y sí está fregando, y los señoritos están jodiendo, uno por su silicón y no se qué más vainas, y el otro que se le va a salir el alma por la pierna”. Regresa el policía con otro compañero y el fornido viene esposado, con el vaho de la rabia en las narices. El Teniente Pérez los ve y dice: “Esos tres juntos no me suenan. A éste póngamelo atrás, y al de la pierna me lo llevo para arriba a la Perseverancia. ¡Ah!, y a esa loca que está gritando, sí déjela allá adentro.
3:40 a.m. Dejamos al travesti en el hospital de La Perseverancia, quien se despide de Pérez con un “gracias, papi”. Bajamos de nuevo por Las Enrejadas, como le dicen al sector de prostitutas de la calle 13 para abajo, y los patrulleros se preguntan dónde estarán metidas las Peganteras . Son alrededor de unas veinte niñas, la mayor de quince años y la menor de unos once, que se prostituyen por estos lados y son las favoritas de los hombres viejos y de sus billeteras, por supuesto. Aunque, si la ocasión lo requiere, también roban. Y si toca apuñalear o enterrar jeringas, coraje no les falta. El miedo no corre por sus venas, pero sí mucha adrenalina, y el boxer es la aspiración más grande durante la noche… y el día. Muchas ya tienen hijos, Sida y andan con la modita de ser lesbianas. La Nevera da otra vueltica para limpiar la zona. Corre a los indigentes que abren las bolsas de la basura con un: “cochino, vuélvase a orinar ahí y me lo subo” y, cerca de los bares el típico y repetitivo “ñero, ¡se abrió! ¡se abrió!”. Pasamos por las bodegas de reciclaje y el teniente Pérez las manda a cerrar, porque a esta hora no puede haber nada de gente por ahí, vendiendo droga ni atracando. Seguimos por la Caracas hacia al sur. Se escuchan ruidos de sirenas. Avanzamos y vemos otra vez la ambulancia, su camilla, su herido encima, la gente con las luces en la cara. Enfocamos más al fondo. Peor no pudo haber sido la estrellada. El carro quedó en pérdida total, trepado en un poste. En la acera, vidrios por todos lados y charcos de sangre. El Teniente se voltea hacia
nosotros y comenta: “Y hay peores. ¿Sí ven, pelados? Por eso se jode tanto a los borrachos que manejan”. Mirándolo fijamente, en ‘shock’, asentimos lentamente con la cabeza en señal de “sí”. Nos fuimos de ahí y ahora nosotros éramos los callados. “Telecom uno, Telecom uno, se le necesita a media cuadra del CAI por toda la calle 13 con 24”.Acelerador a fondo y llegamos al lugar de los hechos. El problema es en una residencia que, al parecer, ya estaba sellada. Sale un hombre con una maleta, renegando: “Señor agente, me robaron las botas de traconductor se sacuden las pulgas. Al parecer, bajo”. Una anciana se asoma y afirma que el están fastidiadísimos, pues no dejan de rashombre no le quiere pagar. Sale otro inquilino carse, y nos dicen: “Eso es lo peor de encony empieza a disparatar. Detrás de él hay otro trar una olla.” y todos hablan al mismo tiempo. Gritos van y gritos vienen. Llega el Negro, un caminante 05:50 a.m. de por ahí y mete también la cucharada: “Que Con buenas caras, un poco dormilonas, nos sí”, “que no” “hijueputa, me robó”, “te largas miran estos dos uniformados, mientras tratade mi casa”, “infeliz”, “no se meta”, “relamos de encontrar un lugar cómodo y lejos de las jada, cucha”. El Teniente Pérez, ya cansado pulgas para arruncharnos. “Para que no digan de la guachafita, dice: “Bueno, se me callan”. que no los paseamos, vamos al Mirador, esta vez Saca a la mitad de la gente del conflicto y deja de día”. Nos embarcamos otra vez y nos vamos sólo al de la maleta y a la abuela. Después de para allá. Con luz del día, la vista es aún mejor. la charla, el asunto queda así: la abuela tenía Se ven los edificios y las calles ordenados como la residencia cerrada por papeles, por peleas un tejido perfecto. La noche terminó y el turno y otros problemas, y una casa sellada no se también. “Pudo haber estado peor”, concluye tiene por qué andar alquilando, ni la noche, Pérez, porque, según él, estuvimos de buenas y ni la hora, ni nada. Además, los policías enen el Centro no hubo tanto daño. No se sabe si tran en la casa y salen con ochenta bichas en es por el puente del fin de semana o por la llula mano, bolsas negras llenas de marihuavia de a ratos. Al fin de cuentas, no tiene mucha na y blancas llenas de coca. Se escucha un importancia. Con ladrones, y todo lo que se le “adentro hay más, mi Teniente”. Sacan a todo parezca, en las noches o en las mañanas, desde el mundo de la casa y los suben a la patrulla, aquí la ciudad sigue siendo igual de bella. Loca y menos a la abuela, a la que se le advierte que veloz, como la sangre, y parsimoniosa y lenta, va a tener que declarar. El teniente Pérez y el como algunos de sus urbanautas sin rostro.
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En las mañanas nos mirábamos poco, sólo lo necesario. Ella salía con el pijama amarillo que le llegaba cada vez más arriba de la rodilla, como una suerte de crecimiento retardado de una Amelia que cruzaba los veinticinco. Era marzo y, como todos los marzos, las mañanas llegan en un azar festivo, a veces parpadeando luces destellantes que cruzan la sabana y tapan la ciudad, atravesando los jardines, el parque de la independencia, los floreros y nuestra ventana que, a pocos, parecía morir desgarrada por el frío y la lluvia de una Bogotá en delirio, de una Bogotá que no conoce de inviernos y veranos, sólo de ojos mirando al cielo. Nos hablábamos poco pero nos sentíamos cruzar la pensión, fumar, preparar la comida, salir…Desde que se fue el último inquilino de la pensión nos creemos atados a una suerte de soledad. Me gusta sentirme un poco responsable, un poco familia, por eso la llamo a mi cuarto para que me arregle la corbata y el vestido. Me gusta besarla y salir corriendo al trabajo, esperar la noche y verla siempre, tan solos en un caserón de veinticinco cuartos, donde nos alcanza la noche tan juntos, tan soñados, tan diarios. Era un domingo como tantos. Ella reclamaba por la tardanza de los días. Añoraba esas épocas cuando todo era posible. De momento salir a la calle parecía un poco más naufragio entre paredes escondidas y callejones estrechos. Parecíamos extrañamente encerrados, invisibles, con innumerables luces de desafío y tedio. Bogotá siempre es así los domingos de lluvia. Todo parece tan chocolate caliente entre cobijas y sueño. Días inexistentes y parroquiales. En las tardes acariciábamos a Garufo que insistía en meterse bajo el corto pijama de Amelia. Garufo me daba miedo, se sentaba en la poltrona de la abuela y se hacía el dormido. Yo alzaba los ojos, en un parpadeo lento y cansado, y le veía retándome. Retándome por estar entre las piernas de Amelia. Garufo partía en las noches. Supongo que para sus necesidades nocturnas felinas. No pretendo saber su suerte de tejado, aunque a veces quisiera seguirlo y hablar con él, cazar ratones y encontrar una que otra gata que me contara más sobre Amelia. Qué incoherentes nos volvemos los domingos. No basta sino mirar las tejas y escuchar cómo las gotas caen tan pesadas,
cómo se forman ríos y canales, imaginar cómo pensaba Garufo, mientras me veía, pensar en la azotea y en cuánto veía desde allí, sentir cómo Garufo partía a eso de las siete, justo cuando Amelia preparaba el tinto y salía desnuda al patio de la pensión, yo arreglaba la chimenea y me armaba de tijeras puntudas, esquivaba las goteras que inundaban el patio, azotaba los cojines, preparaba los cigarrillos y sacaba los primeros diarios. Leíamos primero los titulares, nos encantaban las letras grandes, las negras y las rojas. Algunas brillaban en una magnificencia tipográfica. Amelia amaba las g siempre iban en la parte alta de su espalda, como una gran carga idiomática. A mí me gustaba ver cómo le cubrían lentamente la espalda. Era un acto romántico en el que solamente pocas cosas parecían ser prescindibles: Mata a su padre y su hijo niña de quince años, afirmaba uno de los diarios sensacionalistas, Colombia gana 2-0 en un partido apretado, Escándalo para política, Amenazas de las FARC. Amelia ponía poca atención a los titulares. Persistía en creer que era una vaga respuesta publicitaria de una Colombia amenazada por caer en el olvido. Cortábamos los ojos, las bocas y las orejas también. Siempre las más apetecidas por Amelia eran las de Maneco o las de su jefe, el señor presidente. Yo las pegaba alrededor de los labios, apenas sospechados de Amelia, por su parte los ojos redondeaban sus parpados cansados, y parecían ocultar y desaparecer sus ojos pequeñitos y llorosos. Al final me daba miedo, sentía como si Amelia me hablara en un acto teo-recorte-idiomático-sensible. Sentía como me miraba la niña asesina y el Maneco, el negro futbolista que marcó el segundo. Sentía sus ojos de alegría, de tristeza, sentía esas pesadas voces de opinión. Mil ojos me miraban formando sólo uno con su paralela voz frente a mis gritos inertes, pues tantos recortes de orejas parecían haber tapado los oídos de Amelia, y mis palabras se perdían en su pelo o debajo de sus pestañas, donde nadie las sintiera propicias para algo. Siempre era una sorpresa la sección de Bogotá. Esa ciudad naciente entre la sabana perdida, donde casi todo puede pasar o destruirse y reconstruir al amanecer. 100 palomas caen como meteoritos, Un hombre arroja muebles a la calle mientras grita La Brújula [ 37 ]
ser liberado de esta ciudad, Bus escolar es aplastado por una trituradora, Encuentran la billetera del presidente, Ovnis en Kennedy, U2 en Rock al parque. Me encanta recorrer sus calles los viernes, y mirar tantas cosas inertes, encontrar a los personajes de las sociales con cualquier presentadora de sofá, sentir el collage de esta gran obra dadaísta, ver el azar que creó al cartucho a pocas calles de la presidencia, andar viendo y escapando de los ladrones para luego correr porque puedes parecer uno en cualquier de esos tantos barrios de fuerza pública entre bigotes, barriga y sombrero. Casi toda Bogotá se oculta en el pecho de Amelia, dice que de allí nacen las historias que les contará a sus hijos, mientras les da de mamar. A veces hablo con Amelia, le digo lo bello que hubiera sido conocerla en algún Transmilenio, tocarle la mano sin que se diese cuenta, y tal vez darle un beso, no volver a verla y caer en la magia parcial, cada vez que entrase al gran bus rojo y mis ojos descansen sobre los puestos y el corredor, esperando verla para sólo darle un beso y desaparecer de nuevo. De ser cierto esto caminaría por la Candelaria, tomando chicha o subiría a Moserrate de rodillas para tomar chocolate con la fortuna del perdón, empapándome de Bogotá hasta un amanecer fallido en el que le mire a los ojos desde mi ventana, sintiéndome tan suyo que como amante prófugo arrojé los muebles a la calle, gritando de ser liberado de ésta, la grande Bogotá. La noche transcurría lentamente en una ansiedad de amanecer, ahora leíamos las historietas, la única gran certeza de los diarios. Amelia insistía en que Mafalda debería lanzarse a la presidencia, justo cuando cumpliera los dieciocho. Ya tenía más de cincuenta, y parece tener influencia mayor que cualquier presidente. Todas sus opiniones son atendidas y aparece a diario en prensa. A las historietas no le hacíamos ningún corte, ni a sus nubes de letras, ni a sus “#$%$#. Era como un ejercicio cobarde frente a tan eminentes personajes. Igual suerte no corrían los sudokus y crucigramas, cuyos tipos se perdían en horizontes contrarios en el cuerpo de Amelia, entre sus dedos, sobre sus muslos, en su axila. Era como el descanso más. Yo siempre aguardaba
esos espacios para acercarme y darle un beso en el ombligo o repetirle que tan bella se veía con esa B inmensa que recorría su cuello, le tocaba el pelo y nos veíamos un rato, mientras los otros tantos ojos parecían dormir. Estábamos solos y todavía recuerdo sentirme como un niño bajo la mesa con su prima en un once y seis fabuloso de primera comunión. Por fin los clasificados y mortuorios, recopilados desde el lunes de reconstrucción. Cómo nos encantaba tal epílogo. Era la esperanza en letras cifradas en preciosas composiciones absurdas. Amelia y yo mandábamos siempre alguna que ayudara a algún cobarde relativo o igualmente absurdo, Ratones suicidas buscan felino grande de dientes afilados que guste de los trabajos sociales, Felino rehabilitado (Garufo) busca ratones para oficios de Hogar, Hogar de enfermos mentales ofrece locos a bajo precio, aproveche, casi nuevos, Nuevos horizontes, pensión en el barrio Santa Fe, busca residentes amantes de los gatos y los diarios, Diarios viejos regalados. Siempre terminábamos por escoger alguno que nos encantara. Amelia no lo cortaba como a los demás, sino que lo pegaba justo en su frente, como enigmática pista de asesino en serie, Bogotá desapareció, interesados buscar sus ojos, su voz y su lenguaje escrito en mi cuerpo junto a la plaza central. No sabemos cómo tantas letras y tantas formas recortamos, ni cómo se acabaron los diarios antes del amanecer. Parece que la ciudad nos regaló un poco más de noche. Nunca supe cómo letra sobre letra cubrió el cuerpo de Amelia, cómo parecía ahogarse con esas r fatales que tanto daño le hacen al cuello. Sólo supe que nos alcanzó la noche para rodear la plaza central y dormir un poco allí. Sólo sé que al despertar la grande Bogotá estaba indescifrablemente en paz, sin voces que le hirieran y ojos que la indagaran, callada y sin lenguaje, como ese poema corporal, como Amelia. Miguel Ángel Díaz Zerrate