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BIENESTAR

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HISTORIA

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NUTRICIÓN EMOCIONAL Falencias en tu bienestar

Nuestra alimentación también se puede ver influenciada por las emociones, es así como un estado de ánimo alterado puede provocar un desbalance nutricional.

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Por esta razón las reacciones químicas que se generan en nuestro cerebro cuando pasamos por diversas situaciones emocionales, pueden ser más complejas de lo que pensamos. El estrés y el aburrimiento hacen que busquemos salidas de satisfacción hacia los alimentos; encontrando de esta manera el placer inmediato.

Las creencias limitantes y las emociones negativas que presentamos están ligadas directamente con el comportamiento tóxico el cual tengamos hacia los alimentos, es así como una emoción negativa nos lleva a construir un hábito negativo, también asociar la comida con un evento de felicidad es un error. De esta manera se hace una asociación emocional “inconsciente” ante un evento que nos genera placer y debe ser premiado.

Cuando se presenta un estado de ansiedad en el cuerpo se está produciendo una liberación enorme de efectos a nivel neurobiológico y neuroquímico. El cual influye en la manera como ese alimento es aceptado por nuestro cuerpo, una persona bajo una situación de estrés o preocupación puede experimentar episodios de alguna manera negativos hacia la comida, por ejemplo, la sensación de no querer comer, por esta razón su cuerpo pierde peso a causa de la descompensación nutricional trayendo con esto una manifestación física.

¿Qué emociones se esconden detrás de la alimentación?

Una relación positiva con la comida como se mencionó anteriormente es un balance entre nuestro bienestar físico y emocional, para identificar aquellas emociones las cuales se manifiestan en la forma como te alimentas, debes ser consciente de tus estados de ánimo ante determinada situación, y cómo estas emociones te llevan a refugiarte en la comida con el fin de sentirte mejor. Cuando sientes ganas inmensas de comer debes preguntarte: ¿realmente sientes hambre? ¿O estas sintiendo esta sensación llevado más por tus emociones? El hambre real se refleja en el estómago como una fatiga en algunas ocasiones molesta, no lo sientes como estado de ansiedad el cual se manifiesta en tu boca o manos.

Una mala relación con la comida es cuando no gestionas de manera adecuada tus emociones, un ejemplo clarísimo es cuando te encuentras con un mal día o demasiado exceso de trabajo y te premias con algo dulce una y otra vez con el fin de generar bienestar y placer emocional, de esta forma lo que haces es “nutrirte” con la comida de manera emocional.

Cuando logramos entender que nosotros mismos tenemos el poder de cambiar las creencias que nos hacen actuar de la forma que lo hacemos, y que estas mismas nos hacen repetir los mismos patrones tóxicos una y otra vez, estamos creando un estado de consciencia sobre nuestras acciones y comportamientos.

Es importante identificar lo que está detonando esa ansiedad por comer, específicamente cuando se trata de comida poco saludable como dulces y demás. No reconocer nuestras emociones y abusar de los placeres que nos proporciona la comida, de cierta forma puede llevarnos a sufrir de alguna alteración en nuestra salud producto de nuestros malos hábitos. Al identificar la necesidad de ese antojo o de ese momento de ansiedad, estamos teniendo un estado de consciencia, hacia nuestro comportamiento tóxico referente a la comida.

El primer paso es darnos cuenta con qué frecuencia suele suceder, cuando nos descubrimos comiendo desde la ansiedad, podemos identificar que esta sensación de hambre no es fisiológica una vez que identificas esa ansiedad debes trabajar en modular y controlar esa emoción. Es así como debemos prestar atención a las manifestaciones físicas, cuando es una señal de hambre porque no has comido en varias horas o cuando es una sensación producto del estrés o ansiedad.

La nutrición emocional es esa búsqueda de eso que estamos sintiendo o pensando, cuando tenemos ciertas conductas con los alimentos poco saludables.

¿Cómo resetear tu mente?

Fortalecer nuestro balance emocional es clave para una nutrición saludable, trabajando en emociones sanas y correctas hacia la comida. Liberándote de aquellos pensamientos que no te permiten avanzar, por lo tanto, es importante lograr un proceso de asimilación y liberación de estas emociones.

¿Cómo lo logramos?

Es de vital importancia traer esas emociones a nuestro estado consciente y conectarnos con la decisión de realizar este cambio.

▶ Trabaja la meditación como herramienta de éxito, a través de la meditación puedes lograr el autoconocimiento y auto - observación.

▶ Reconoce tus emociones: lleva la atención a tus emociones, exprésalas de forma saludable no las niegues, es muy importante refrenar las emociones, trabajarlas y tratar de identificar un medio para soltarlas. •

Por Soraya Rada M. Personal y emocional coaching. Especialista en técnicas de coaching nutricional (nutrición y dietética)

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