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MEDIO AMBIENTE
¿Cómo predicen el tiempo los meteorólogos?
Siempre se ha escudriñado el cielo para tratar de adivinar el tiempo que va a hacer. Los campesinos y los marineros han aprendido en el curso de los siglos a leer en las nubes y en los vientos si el tiempo será bueno o malo. Hoy confiamos en las predicciones de meteorólogos profesionales. Pero... ¿cómo lo consiguen?
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Hay millares de estaciones meteorológicas en todo el mundo, tanto en tierra como en el mar, en las que se registran las condiciones del tiempo por lo menos cuatro veces al día. Se miden fenómenos tales como la presión y la temperatura del aire, velocidad del viento, nubosidad y volumen de las precipitaciones.
En otros lugares se hacen observaciones de capas más altas de la atmósfera por medio de globos, y hay satélites que envían datos y fotografías a la Tierra. Toda esta información se transmite a las oficinas meteorológicas de cada país, donde se vierten en mapas y estadísticas que son analizadas por los meteorólogos.
Sus resultados son enviados a los periódicos ya las emisoras de radio y televisión, desde donde se facilitan las previsiones al público. En la difusión de datos meteorológicos es fundamental la velocidad de transmisión, ya que los meteorólogos deben anticipar lo antes posible la llegada de huracanes y tomados, inundaciones y heladas.
Radar Doppler y datos de satélites
Una de las herramientas esenciales es el radar Doppler. Esta es la ventana del meteorólogo para observar tormentas tropicales severas. Así, gracias a sus 159 torres este radar es capaz de detectar todo tipo de precipitaciones, la rotación de las nubes de tormenta, los restos de tornados en el aire y la fuerza y dirección del viento.
Por otro lado, los satélites meteorológicos monitorean la Tierra desde el espacio, recopilando datos de observación que analizan los científicos. Los satélites en órbita polar pasan sobre cada punto del planeta cuando este gira sobre su eje, tomando seis o siete imágenes detalladas diarias. En cambio, los satélites geoestacionarios permanecen en el mismo lugar de la Tierra y toman imágenes de todo el planeta con una frecuencia de hasta treinta segundos.
Asimismo, el satélite del Observatorio Climático del Espacio Profundo (DSCOVR) mira hacia el sol para monitorear las tormentas solares y el clima espacial.
Radiosondas y supercomputadoras
Las radiosondas son la principal fuente de fatos en altitud. Las radiosondas están conectadas a globos meteorológicos (globos aerostáticos que eleva instrumentos en la atmósfera para obtener información acerca de la presión atmosférica) que se lanzan en ubicaciones diferentes. En su viaje de dos horas, la radiosonda flota hacia la estratosfera superior, donde recopila y envía datos cada segundo sobre la presión de aire, temperatura, humedad relativa, velocidad y dirección del viento.
Otra herramienta que emplean los investigadores son las supercomputadoras, que son casi 6 millones de veces más potentes que una computadora de escritorio promedio. Además, los datos recopilados por las radiosondas, los radares y los satélites se introducen en modelos de pronóstico numérico computarizados.
Estos modelos utilizan ecuaciones que, junto a otros datos meteorológicos, proporcionan una guía de pronóstico bastante fiable a los meteorólogos.
AWIPS, un sistema avanzado de procesamiento
AWIPS es un sistema de procesamiento informático que combina datos de todas las herramientas anteriores en una interfaz gráfica. Este sistema es el que emplean la mayoría de los meteorólogos para preparar y emitir pronósticos, avisos y alertas.
Una vez que los científicos han preparado los pronósticos, AWIPS genera gráficos y alertas meteorológicas. Todas estas herramientas contribuyen a que los meteorólogos puedan crear pronósticos más precisos y rápidos.
Ciencia imperfecta
Aunque extender la precisión de las previsiones a varios días no parezca un avance extraordinario para los más escépticos, hay que tener en cuenta que el clima es salvaje, extremadamente complejo y en constante fluctuación. "Todos sabemos que puede estar diluviando en un pueblo, y soleado y seco en otro a pocos kilómetros de distancia", dice Selwood.
"Ese tipo de variabilidad se da en todo el mundo y a través de cada capa de la atmósfera". Así que un pronóstico 100% exacto es imposible.. •
Por Jesús Rocha. Investigador en Ciencia, Tecnología y Sociedad