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SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 6 DE OCTUBRE DE 2013

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Un adelanto exclusivo de ¡Viva la sangre!, de Ceferino Reato, el libro más leído del momento en Argentina.

Carlos Páez de la Torre (h) critica la novela sobre Los amores prohibidos de Belgrano, de Florencia Canale.

5 a SECCION

A 200 años de su nacimiento

Giusseppe Verdi ◆

Por Cristiana Zanetto El notable compositor italiano, quien

PARA LA GACETA - MILÁN

ara los italianos Giuseppe Verdi es sinónimo de Italia. El músico y dramaturgo italiano es quien ha expresado, mejor que cualquier otro, qué somos y por qué somos así. Para nosotros, Verdi transita de lo universal a lo particular y no sólo porque es considerado un padre de la patria y la verdadera “columna sonora” del Resurgimiento. Giuseppe Verdi amaba definir a Shakespeare como “El gran maestro del corazón humano” pero nosotros podemos usar la misma frase para el talento y el genio del gran músico y dramaturgo que ha colocado siempre al hombre en el centro de la escena. A 200 años de su nacimiento –el 10 de octubre de 1813-, ocurrido en un pueblito cercano a Parma, aún en las obras de este hombre tierno y de origen humilde, está la Italia de hoy, de ayer y, tal vez, del mañana. Una Italia que cambia para quedar siempre igual, con sus hipocresías y sus heroísmos, su cinismo y sus ilusiones. Para respetar las convenciones de su tiempo, Verdi debía vestirnos como hebreos de la Biblia o como españoles del 1500 y colocar su Italia en la Mantua de los Gonzaga o en el Egipto de los faraones, pero se trata de la Italia de siempre: la de las cenas elegantes (el primer cuadro de Rigoletto), la del Vaticano evasor (Don Carlos), la de los “correctos” burgueses que frecuentan prostitutas pero que nunca se casarían con alguna (La Traviata), la del muchacho de buena familia que se enamora de la sirvienta de origen inmigrante (Aída), la del funcionario que se enoja porque tiene que obedecer al negro (Otello) y así podríamos seguir.

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Comienzos Cuando nace, Verdi es llamado Joseph Fortunin Francois. El acta es re-

expresó mejor que nadie a sus compatriotas, comenzó a dejar su huella en la historia de la música con “Nabucco”, en 1842. Luego vendrían “Il Rigoletto”, “La Traviata”, “Aída”. dactada en francés porque en aquellos años ese territorio italiano pertenecía al imperio de Napoleón. A pesar de no haber nacido en una familia de músicos, desarrolló un gran pasión por ese arte que, gracias a su voluntad, provocó que a los 15 años pudiera escuchar la interpretación de una sinfonía suya en lugar de la de Giuseppe Rossini, durante una representación de El Barbero de Sevilla. A los 16 años, Verdi logró hacer representar Oberto, Conde de San Bonifacio, su primera ópera, en el Teatro la Scala de Milán. La pieza tuvo tal suceso que el empresario del teatro le encargó una ópera cómica, que sería un desastre, quizás debido al hecho de que Verdi había escrito la música en una situación emotiva muy difícil (en el lapso de tres años había perdido a su joven esposa Margherita y a dos hijos recién nacidos). Sin embargo, el empresario milanés tuvo confianza en él y buscó convencerlo para que no abandonara la lírica. Le entregó un libreto con un argumento bíblico. Será el Nabucco. Verdi, aún profundamente conmovido por la tragedia familiar, guardó el libreto en el bolsillo sin leerlo. Después de un tiempo lo encontró y lo tiró sobre la mesa. Él mismo, en su correspondencia -una re-

GENIAL. Giusseppe Verdi fue, acaso, el más influyente compositor de ópera italiana. Murió en 1901, a los 87 años.

ferencia preciosa de la historia italianacuenta que el libreto se abrió en la primera página en la cual se leía: “Va pensiero, sull’ali dorate...” Verdi recorre los versos y queda impresionado. “Parecía -dice- casi un paráfrasis de la Biblia”. Lee un fragmento, luego otro y se va a dormir decidido a no escribir nada. “Me resultó imposible

-confiesa Verdi-, el Nabucco me saltaba en la cabeza”. El Nabucco subió a escena por primera vez en el Teatro La Scala el 9 de marzo de 1842. El éxito fue enorme y el “Va pensiero”, en contra de lo establecido, es repetido a pedido del público. La ópera ya evidenciaba aquel elemento explícitamente patriótico que ha-

rá del melodrama verdiano, el emblema de los sentimientos independentistas del pueblo italiano. Es así como las iniciales del apellido Verdi se identificarán, después, con el grito de rebelión; o sea: ¡Viva V (Vittorio) E (Emanuele) R (Rey) DI (de Italia)! Continúa en la página 4...

La nueva novela de Mario Vargas Llosa El héroe discreto, novela de estructura perfecta y atrapante lectura,

REUTERS (ARCHIVO)

vuelve a armar un mundo con sus personajes más queridos (como el

NOTABLE. El inspirado escritor peruano ganó el Nobel de Literatura en 2010.

sargento Lituma y Don Rigoberto). Al mismo tiempo ofrece un recorrido por la propia obra del autor. ◆

Por Carmen Perilli

PARA LA GACETA - TUCUMÁN n su estudio sobre Madame Bovary, Mario Vargas Llosa elige como epígrafe una frase de una de las cartas de Gustave Flaubert que pregona que el solo modo de soportar la existencia es el de aturdirse en la literatura como en una orgía perpetua. La construcción del libro es especular. Dos escenarios: Lima y Piura. Dos historias de hombres maduros, “padres traicionados”: las del rico ejecutivo Ismael Carrera y la del pequeño Felícito Yanaqué, enredados en problemas familiares, que se entrecruzan sorpresivamente. Las representaciones son asimétricas, la mirada del autor es mucho más afín al octogenario que se casa con su empleada que al humilde, casi patético, Felícito. Son “héroes discretos”, que afrontan desafíos provenien-

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tes de los hijos. En el caso de Felícito usa la parodia insistente en sus descripciones de personajes populares y mestizos, integrantes de un mundo “huachafo” (lo cursi). El autor crea un personaje que ensambla, Don Rigoberto, abogado de costumbres exquisitas, amante de la alta cultura europea y el erotismo, que enfrenta las visiones de su hijo Fonchito. El triángulo amoroso armado por Don Rigoberto/Fonchito y la madrastra Lucrecia, que buscaba transformar amor en arte y arte en amor, se ha convertido en una pareja normal, que se transforma en cómplice del casamiento del jefe. Las voces más convincentes del libro son el teniente Silva y el sargento Lituma, antiguos conocidos de los lectores, especialmente Lituma,

cuya historia, junto con la de los “inconquistables” y las prostitutas, aparece desde La casa verde. El mundo narrativo de Vargas Llosa es un mundo de obsesiones que se repiten. En el texto se reconocen dos zonas literarias que confluyen. La primera vinculada a textos como Los cuadernos de Don Rigoberto, la segunda a la larga saga de La casa verde, Lituma en los Andes, Quién mató a Palomino Molero, etcétera. Aunque Vargas Llosa insiste en el modelo de Flaubert, su obra, una vasta “comedia humana”, delata el sesgo balzaciano de su proyecto literario. El lugar de los vínculos es muy importante, en particular el lugar de los padres, ambos hijos devotos y obedientes, que enfrentan la traición filial.

Toda historia de vida se narra como novela, como señala Marthe Robert. Elegimos los personajes y fabulamos una narración que compense las faltas. Vargas Llosa, consciente del papel de los demonios familiares, en el mundo novelesco ha elegido crear su propia fábula familiar, en la que el padre representa lo negativo. En El héroe discreto hay una inversión, un triunfo de los padres. Si consideramos que toda novela es una morada de voces, en esta ficción se entrecruzan, de modo magistral, los géneros populares con la alta tradición literaria. © LA GACETA Carmen Perilli - Profesora de Literatura Hispanoamericana de la UNT.


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LA GACETA

LITERARIA DOMINGO 6 DE OCTUBRE DE 2013

LANZAMIENTOS / LA GACETA LITERARIA / CRÍTICA DE LIBROS / LA GACETA LITERARIA / ADELANTOS / LA GACETA LITERARIA

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Un análisis altamente recomendable sobre los 70

o v e d a d e s

De Puig a Walsh, de Nabokov a Barthes, estos ensayos de Moreno (cronista, entrevistadora, directora de colecciones de libros, docente y escritora) trazan un mapa personal, un archivo íntimo, con los cuales la autora comparte con los lectores la proeza de escribir.

EL INCENDIO DE ABRIL Miguel Torres

$ 130

ALFAGUARA (360 PÁGINAS)

Bogotá es el cadáver inmenso de una muchedumbre sin esperanzas. El 9 de abril de 1948, Jorge Eliécer Gaitán ha sido asesinado. Y cada voz enardecida, atónita o angustiada, se pronuncia para narrar los hechos que hicieron de la ciudad un caos de rabia y dolor.

¿CUANTA VERDAD NECESITA EL HOMBRE? Rüdiger Safranski

$ 129

TUSQUETS (224 PÁGINAS)

La pregunta por la verdad es tan antigua como la propia filosofía occidental, probablemente porque los seres humanos necesitamos creer no solamente en verdades concretas, sino porque también demandamos creer en la existencia de la Verdad.

LAS SOSPECHAS DEL DINERO Ariel Wilkis

$ 99

PAIDÓS (192 PÁGINAS)

Una larga tradición declara al dinero culpable de una extensa lista de males: se lo juzga responsable de la corrupción y la desintegración. Pero el dinero ocupa un lugar central en la vida personal y colectiva de las clases populares, lo que desafía las interpretaciones habituales.

DEBATES Y COMBATES Autores varios

$ 70

FUNDACIÓN CASA DEL PUEBLO (186 PÁGINAS)

El número actual de la revista de la nueva izquierda, publicación dirigida por Ernesto Laclau, reúne una serie de ensayos sobre actualidad política. Se destacan entre ellos, precisamente, América Latina, hoy, Diálogo entre Rafael Correa y Ernesto Laclau.

LA HUMANIDAD DEL GENOMA Alberto Kornblihtt

$ 55

SIGLO VEINTINUNO EDITORES (128 PÁGINAS)

¿Existen las razas humanas? ¿Se pueden clonar personas? ¿Son seguros los alimentos transgénicos? ¿Cómo incide el componente genético en el riesgo de contraer enfermedades? Esas son algunas preguntas que cruzan el libro del reconocido científico argentino.

INVESTIGACIÓN ¡VIVA LA SANGRE! CEFERINO REATO (Sudamericana - Buenos Aires) El título de este libro de investigación periodística, es una variación del lema “¡viva la muerte”! popularizado por el general José Millán Astray, fundador de la Legión Española en 1920, grito de guerra y de lucha política de la derecha. En realidad, puede ser suscripto también desde la izquierda, como lo prueba la arenga del “Che” Guevara, meses antes de su fusilamiento en Bolivia. Lo que intenta reflejar Ceferino Reato con la expresión “¡Viva la sangre!”, según lo explica en su libro, es “la glorificación de la violencia como medio para obtener fines políticos, que sedujo a tantos en la Argentina de los 70”. Unos procuraban proteger la continuidad del estado por este medio mientras que otros consideraban la violencia como salida para liberarse de la oligarquía criolla y el imperialismo yanqui. A lo largo de la obra, el autor muestra cómo aquel clima de época, si bien alcanzó su punto culminante en la tremenda dictadura inaugurada el 24 de marzo de 1976, se fue gestando antes, durante los cuatro gobiernos constitucionales del peronismo, que comenzaron el 25 de mayo de 1973. ¡Viva la sangre! está ambientado en Córdoba, ciudad que desde “el Cordobazo” de 1969- insurrección protagonizada por obreros y estudiantes- se transformó en la vanguardia armada del socialismo. Recuerda el autor que, a partir de entonces, las cúpulas de Montoneros y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se establecieron en Córdoba durante muchos meses.

Tema urticante LA VIEJA Y LA NUEVA POLÍTICA Julio De Zan

$ 135

UNSAM EDITA (320 PÁGINAS)

Este libro retoma conceptos de pensadores políticos clásicos y las consideraciones de algunos filósofos actuales para pensar nuevamente qué es la política, y qué cabe esperar de ella. Por ello no se trata de un libro de política, sino de filosofía.

REPERTORIO LÍRICO Autores varios

$ 50

LUCIO PIEROLA EDICIONES (96 PÁGINAS)

Inspiradora selección de poemas de María Elisa Gallo, Silvia Weisz Cuéllar, Nelly Elías de Benavente, Carolina Peiró, Adelaida Stagnetto, Lía Cúneo Quiroga, Leticia Mure, María Eugenia Godoy, Sandra Rosa Bulacio, María de los Ángeles Albornoz y Elvira Juárez Aráoz.

SEIS POETAS DE TUCUMAN 2012 Autores varios

$ 50

EDICIONES DEL PARQUE (100 PÁGINAS)

Este volumen reúne logradas obras de Leticia Mure, Ricardo Gutiérrez, Estela Porta, Ricardo Bocos, Candelaria Rojas Paz y Ernesto Rojas. En el interior del ejemplar se encuentran significativas ilustraciones de Luis Anun, Marta Sassi y Claudio Paolasso.

PUEBLA. RECUERDOS Y ENSUEÑOS Alba Omil

La trama central del libro se desarrolla siguiendo los acontecimientos más importantes sucedidos luego, entre agosto y octubre de 1975. Reato señala, en las primeras páginas, porqué pocos historiadores y periodistas se atrevieron a abordar el tema, ya sea por la participación de Montoneros en el actual gobierno, o por otros motivos. En los capítulos 12 y 13, Reato expresa que Montoneros nació en grupos católicos, de colegios, universidades, residencias estudiantiles, incluso con algunos miembros de familias tradicionales de Córdoba. El autor repasa la influencia del movimiento tercermundista, el Concilio Vaticano II, el prototipo del cordobés, los hechos acaecidos, cómo y porqué nació el cordobazo, el rechazo de Perón a los grupos de Montoneros en Plaza de mayo, entre otros hechos y circunstancias que son materia de análisis de este ensayo crítico serio y altamente recomendable. © LA GACETA

HORACIO SEMERARO ◆

$ 50

LUCIO PIEROLA EDICIONES (88 PÁGINAS)

Este breve conjunto de microrrelatos que aquí ofrecemos -dice la talentosa escritora tucumanapretende recoger metafórica y simbólicamente parte de la historia, de la leyenda y del mito que conforman la esencia de Puebla.

MALA MADRE Flavia Tomaello

$ 99

URANO (200 PÁGINAS)

A través del relato de casos y opiniones de expertos, esta obra propone comprender el impacto recíproco que tiene, tanto para la madre como para el hijo, el estar vinculados indisolublemente y durante la vida entera. Y da herramientas para superar las consecuencias negativas de haber sido criado por una mala madre.

DIARIO DE UN FANTASMA Alicia Barberis

$ 50

COLIHUE (96 PÁGINAS)

La muerte del tío Euclides altera la vida de los López Rivarolla. El anciano les deja en herencia una casa, con aspecto de mansión embrujada. Allí se dirige la familia. los aguarda un pobre afligido fantasma, quien recorre los cuartos oscuros dejando pistas misteriosas y complicados mensajes. Develarlos será el desafío.

AMBIENTADO EN CÓRDOBA. El “Cordobazo”, la insurrección estudiantil y obrera de 1969, es apuntada por Reato como la vanguardia armada del socialismo. El antecedente de los hechos que aborda su libro.

UN ATAQUE DE PELÍCULA FRAGMENTO EXCLUSIVO DE ¡VIVA LA SANGRE! POR CEFERINO REATO Todo sucedió en una secuencia cinematográfica. El miércoles 20 de agosto de 1975 a las 11 de la mañana Enrique Gorriarán Merlo llegó al bar y confitería El Ruedo, en la calle Obispo Trejo, frente a la plazoleta del fundador de la ciudad de Córdoba, Jerónimo Luis de Cabrera, como si fuera un cliente más aunque con un estuche de una máquina de tejer en su mano izquierda. Eligió un lugar en la vereda, se sentó mirando hacia la plazoleta y los fondos de la Catedral y dejó el estuche sobre los manteles rojo y azul de la mesa de chapa. Cuatro jóvenes se acercaron con un par de changuitos en el que transportaban bafles con la inscripción “Orquesta Los Querubines”; se ubicaron a la izquierda de Gorriarán, al lado de la Iglesia y el convento de Santa Catalina de Siena. El policía Miguel Oviedo montaba guardia en el puesto número 6, en el ingreso al pasaje Santa Catalina y a unos veinte metros de la entrada al Departamento Informaciones, ubicado en una de las tres casonas anexadas al histórico edificio del Cabildo, frente a uno de los muros laterales de la Catedral; Oviedo fumaba relajado fuera de la casilla de madera, el FAL cruzado sobre el pecho, colgando de una correa. Una mujer que parecía llevar un bebé en brazos se le acercó; su papel era clave: debía neutralizarlo con esa pistola que buscaba entre las mantas del muñeco y liberar el ingreso de sus camaradas al D-2. Pero vaciló, demoró unos segundos

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a n k i n g TUCUMAN

FICCION

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Y LAS MONTAÑAS HABLARON Khaled Hosseini INFIERNO Dan Brown EL HÉROE DISCRETO Mario Vargas Llosa CINCUENTA SOMBRAS DE GREY E.L. James CINCUENTA SOMBRAS DE GREY E.L. James

NO FICCION

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¡VIVA LA SANGRE! Ceferino Reato LÍNEAS PARALELAS Charly García CUENTAS PENDIENTES Horacio Verbitsky NO QUIERO CRECER Pilar Sordo MAL COMIDOS María Soledad Barruti

más de lo previsto y el policía se dio cuenta de la maniobra; Oviedo se estaba dando vuelta para apretar un timbre de alarma cuando un balazo lo hirió en el hombro; cayó pero pudo iniciar un tiroteo que alertó a sus compañeros. Enojado por el obstáculo inesperado que los había despojado de la ventaja de la sorpresa, que en las acciones de guerrilla suele ser decisiva, Gorriarán abrió el estuche y sacó un FAL; se apoyó en la mesa del bar y abrió fuego contra el policía y el frente del D-2; sus camaradas que parecían músicos también dispararon con las ametralladoras y los FAL que habían estado escondidos en los bafles de la orquesta. Minutos antes del inicio del ataque numerosos miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo se ubicaron en distintos lugares de la plaza embellecida por una majestuosa estatua de San Martín, frente a la Jefatura y al Cabildo. Las mujeres llevaban cochecitos de bebés y changuitos para las compras en el almacén o la verdulería; los varones, bolsos y paquetes. Cuando escucharon los primeros balazos, sacaron las armas largas que tenían escondidas, ocuparon las posiciones asignadas en el plan de Gorriarán y comenzaron a disparar contra la sede de la policía. Un escuadrón avanzó a balazos hacia la playa de estacionamiento, frente al Cabildo, protegido también por francotiradores; uno de ellos, que se había trepado a una palmera de la plaza, efectuó una serie de veinticuatro disparos contra el sillón preferido del subjefe de Policía, que no estaba en su despacho, todos en un radio no mayor de veinte centímetros. En total, murieron cinco policías y un guerrillero; ocho policías resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad. Además, fueron heridas otras trece personas que pasaban cerca de los lugares atacados.

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a n k i n g ARGENTINA

FICCION

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Y LAS MONTAÑAS HABLARON Khaled Hosseini EL HÉROE DISCRETO Mario Vargas Llosa CINCUENTA SOMBRAS DE GREY E.L. James INFIERNO Dan Brown CINCUENTA SOMBRAS DE GREY E.L. James

FUENTE: REVISTA ADN

$ 90

MARDULCE (296 PÁGINAS)

el nuevo libro de Ceferino Reato es el más leído del momento

LIBRERIAS EL ATENEO, EL GRIEGO Y LA FERIA DEL LIBRO

SUBRAYADOS María Moreno

NO FICCION

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¡VIVA LA SANGRE! Ceferino Reato ENCUENTROS Gabriel Rolón LÍNEAS PARALELAS Charly García CUENTAS PENDIENTES Horacio Verbitsky MAL COMIDOS María Soledad Barruti


LA GACETA

LITERARIA DOMINGO 6 DE OCTUBRE DE 2013

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CRITICA DE LIBROS / LA GACETA LITERARIA / ENSAYOS / LA GACETA LITERARIA / FRAGMENTOS / LA GACETA LITERARIA

Un pobre recuento de amores belgranianos una novela de prosa lavada, que se arma sobre una biografía escolar

NOVELA AMORES PROHIBIDOS. LAS RELACIONES SECRETAS DE BELGRANO FLORENCIA CANALE (Planeta- Buenos Aires) La receta para escribir una novela como esta es bastante simple. Se busca, en librerías de lance, un texto elemental de historia argentina, de los que se usaban en mis tiempos de secundario (Astolfi, Ibáñez...). Es ideal para construir velozmente el esqueleto. Terminado, se procede a rellenarlo con diálogos y descripciones. Para los “toques de color”, se acude a las abundantes crónicas. Es bueno tener a mano también una obra que transcriba documentos; un diccionario biográfico y, por supuesto, algunos de los muy abundantes libros que, en estos últimos años, se han especializado en cuentos de dormitorios próceres. Todo eso bien batido, da como resultado algo como Amores prohibidos. Que Belgrano tuvo amores con Josefa Ezcurra (fruto: un hijo, Pedro Rosas y Belgrano), con madame Pichegru (sin fruto) y con Dolores Helguero (fruto: una hija, Manuela Mónica Belgrano), es algo de sobra conocido. No esperemos, pues, revelaciones. Lo que este libro contiene es una biografía absolutamente convencional de Belgrano. Aparecen, en sus momentos, estos amoríos, cuyos comienzos, consumación y ocaso se narran con los recursos más comunes y trillados. Uno se pregunta dónde está eso que constituye la esencia

UNA BIOGRAFÍA CONVENCIONAL DEL PROCER. Los amoríos de Belgrano, de sobra conocidos, se narran con los recursos más comunes y trillados. No hay ninguna invención por parte de la autora. de la novela. Para Vargas Llosa, contar la historia que la historia que escriben los historiadores no puede contar.

No hay ninguna invención del escritor. Salvo, por ejemplo, que Belgrano “levanta” en la playa de Maldonado a la hija del posade-

ro, o que sea “Beau” Brummell quien lo insta a acercarse a la Pichegru. No hay nada que se aparte de la cronología y de lo archi-

sabido. Y en cuanto a la escritura, tampoco se percibe estilo alguno que otorgue calor, magia o misterio a esa prosa lavada. Los personajes hablan enfáticamente, “para la historia”, y hasta se transcriben textualmente documentos oficiales. Decoran el texto varias notas al pie de página -que creo inadecuadas en una novela- para que sepa el lector cómo se llama hoy esa calle por donde camina un personaje. O para que se entere de cosas tan novedosas como que “extrema unción” quiere decir “unción de los enfermos”; o que a las señoras de la colonia las acompañaba, a la iglesia, una criada cargando la alfombrita donde se sentaban. El libro es tedioso con tanta “historia” remanida, y tan pobremente mechada con recursos que creo de una chatura y una obviedad asombrosas. Ni siquiera se cuidó de verificar la precisión de datos mínimos (por eso dice, por ejemplo, que Manuel Felipe Molina era “diputado mendocino”, cuando era tucumano y representaba a Tucumán; o que Lucía Aráoz era “hija” del gobernador Bernabé Aráoz, cuando era apenas su tía lejana; o bautiza a Emidio Salvigni como “Emilio Salvigny”). No resisto a hacer notar la escasa pulcritud en el uso de las fuentes. Para describir la época de la declaración de la Independencia, en 1816, Canale usó El Congreso de Tucumán, conocido texto de Paul Groussac de 1916. Es un recurso válido, pero me parece un abuso que levante sus párrafos sin maquillaje alguno. Doy ejemplos. Groussac dice que la casa del Congreso mostraba “su portón

flanqueado por gruesas columnas salomónicas y, de cada lado, una ventana de reja volada”. Canale copia: “su gran portón flanqueado por gruesas columnas salomónicas y, a cada lado, una ventana de reja volada” (p. 370). Groussac escribe que Belgrano expuso al Congreso su tesis “a favor de una monarquia temperada, con entronización del descendiente de algún Huayna más o menos Capac”. Canale, textualmente, hace decir a Belgrano ante los congresales: “vengo con la idea a favor de una monarquía temperada, con la entronización del descendiente de algún

El libro es tedioso con tanta “historia” remanida, y tan pobremente mechada con recursos de obviedad asombrosa. Huayna más o menos Capac” (p. 370). Me admira, además, que no haya percibido que la despectiva ironía es de Groussac, y que jamás Belgrano podría referirse tan sarcásticamente a algo que sostenía con toda seriedad. Temo haber dedicado demasiadas líneas a un libro de extrema pobreza argumental y estilística. Francamente, no encuentro qué parte justifica mínimamente la afirmación de la contratapa de Amores prohibidos. Según ella, esta obra “confirma a su autora como una de las más innovadoras en el género de la novela histórica en las Argentina”. © LA GACETA

CARLOS PÁEZ DE LA TORRE (H) ◆

Debussy – Verdi el francés le pidió ayuda al italiano para superar el acoso de Wagner ◆

Por Héctor Landolfi

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES acia fines del siglo XIX, Claude Debussy, el genial músico, siente que su intención de elaborar una estética eminentemente francesa corría peligro ante la contundente expansión de la música wagneriana. El galo conocía bien la música del compositor alemán pues la interpretaba al piano. También había concurrido en dos oportunidades a Bayreuth domicilio del teatro que Wagner hizo construir, bajo rígidos criterios, como santuario para que se representaran sus óperas- no en peregrinación como tantos wagnerianos, sino como quien se acerca a un gigante al que se le teme. Los miedos de Debussy estaban bien fundados; toda Alemania presionaba a Francia. No sólo el ariete de la sólida estética wagneriana acosaba los ambientes musicales parisinos; también del otro lado de la frontera había ejércitos amena-

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zantes que finalmente invadieron el territorio francés. Nuestro músico no era el único que participaba del temor a Wagner. Jules Massenet, músico francés 20 años mayor que Debussy, sufrió en carne propia la presión alemana, peleó como soldado en la guerra Franco-prusiana. El autor de Manon, gran operista y por eso mismo con mayores temores aún, confiesa a sus íntimos: “Tan aplastante y contundente es el poder de Wagner que cuando uno acude a sus propias obras, jura y perjura que nunca más habrá de componer nada.”

Búsqueda Debussy siente que solo no puede superar el pesado desafío y decide pedir ayuda a Verdi (“el coloso Verdi” como lo llamaba Igor Stravinski). Pensó que con la ayuda de un grande podía superar el acoso de otro grande.

Con ese objetivo parte –ahora sí como en “peregrinación”- hacia Le Roncole, una aldea próxima a Milán donde vivía el músico italiano. Durante el viaje Debussy imagina cómo expondrá ante Verdi su estrategia para neutralizar a la estética wagneriana y qué consejos le pedirá. No sabe que no va a tener que recurrir a esas elucubraciones previas para hilvanar una conversación con el italiano. Verdi recibe al músico francés con su camisa arremangada y empuñando una pala; estaba trabajando en su huerta. La conversación que Debussy concibió pletórica de estética musical – fue más bien un monólogo verdiano- versó sobre la achicoria, los rabanitos y la buena cosecha de tomates. El músico francés regresa a París algo decepcionado, no percibe todavía que su genio le permitirá superar sus miedos y crear una estética

eminentemente francesa. Si bien la influencia del músico alemán se cuela en la obra de Debussy (tampoco Verdi y Massenet pudieron escapar a ese influjo), es tomada por éste como punto de partida para la creación de una musicalidad de tal cuño galo que con justicia se le llama “Claudio de Francia”. La guerra europea de 19141918 (llamada mundial por los europeos) fue el triste y trágico escenario donde pasa sus últimos años el gran músico francés. Claude Achille Debussy muere el 25 de marzo de 1918. Los que asisten a su sepelio escuchan a lo lejos los cañonazos que provoca la artillería alemana en su última ofensiva sobre París. El genial músico no tuvo temores infundados. © LA GACETA Héctor Landolfi - Ex secretario de la Cámara Argentina del Libro.

Fragmento de El héroe discreto * elícito Yanaqué, dueño de la Empresa de Transportes Narihualá, salió de su casa aquella mañana, como todos los días de lunes a sábado, a las siete y media en punto, luego de hacer media hora de Qi Gong, darse una ducha fría y prepararse el desayuno de costumbre: café con leche de cabra y tostadas con mantequilla y unas gotitas de miel de chancaca. Vivía en el centro de Piura y en la calle Arequipa había ya estallado el bullicio de la ciudad, las altas veredas estaban llenas de gente yendo a la oficina, al mercado o llevando los niños al colegio. Algunas beatas se encaminaban a la catedral para la misa de ocho. Los vendedores ambulantes ofrecían a voz en cuello sus melcochas, chupetes, chifles, empanadas y toda suerte de chucherías y ya estaba instalado en la esquina, bajo el alero de la casa colonial, el ciego Lucindo, con el tarrito de la

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limosna a sus pies. Todo igual a todos los días, desde tiempo inmemorial. Con una excepción. Esta mañana alguien había pegado a la vieja puerta de madera claveteada de su casa, a la altura de la aldaba de bronce, un sobre azul en el que se leía claramente en letras mayúsculas el nombre del propietario: don felícito yanaqué. Que él recordara, era la primera vez que alguien le dejaba una carta colgada así, como un aviso judicial o una multa. Lo normal era que el cartero la deslizara al interior por la rendija de la puerta. La desprendió, abrió el sobre y la leyó moviendo los labios a medida que lo hacía: Señor Yanaqué: Que a su Empresa de Transportes Narihualá le vaya tan bien es un orgullo para Piura y los piuranos. Pero también un riesgo, pues toda empresa exitosa está expuesta a sufrir depredación y vandalis-

mo de los resentidos, envidiosos y demás gentes de malvivir que aquí abundan como usted sabrá muy bien. Pero no se preocupe. Nuestra organización se encargará de proteger a Transportes Narihualá, así como a usted y su digna familia de

IMPRESIONISTA. Claude Debussy murió en París en 1918, a los 55 años.

Por Mario Vargas Llosa

cualquier percance, disgusto o amenaza de los facinerosos. Nuestra remuneración por este trabajo será 500 dólares al mes (una modestia para su patrimonio, como ve). Lo contactaremos oportunamente respecto a las modalidades de pago. No necesitamos encarecerle la importancia de que tenga usted la mayor reserva sobre el particular. Todo esto debe quedar entre nosotros. Dios guarde a usted. En vez de firma, la carta llevaba el tosco dibujo de lo que parecía una arañita. Don Felícito la leyó un par de veces más. La carta estaba escrita en letra bailarina y con manchones de tinta. Se sentía sorprendido y divertido, con la vaga sensación de que se trataba de una broma de mal gusto. Arrugó la carta con el sobre y estuvo a punto de echarla al cubo de la basura en la esquina

del cieguito Lucindo. Pero se arrepintió y, alisándola, se la guardó en el bolsillo. Había una docena de cuadras entre su casa de la calle Arequipa y su oficina, en la avenida Sánchez Cerro. No las recorrió esta vez preparando la agenda de trabajo del día, como hacía siempre, sino dando vueltas en su cabeza a la carta de la arañita. ¿Debía tomarla en serio? ¿Ir a la policía a denunciarla? Los chantajistas le anunciaban que se pondrían en contacto con él para las «modalidades de pago». ¿Mejor esperar que lo hicieran antes de dirigirse a la comisaría? Tal vez no fuera más que la gracia de un ocioso que quería hacerle pasar un mal rato. Desde hacía algún tiempo la delincuencia había aumentado en Piura, cierto: atracos a casas, asaltos callejeros, hasta secuestros que, se decía, arreglaban por lo bajo las familias de los blanquitos de El Chipe y Los Ejidos. Se

sentía desconcertado e indeciso, pero seguro al menos de una cosa: por ninguna razón y en ningún caso daría un centavo a esos bandidos. Y, una vez más, como tantas en su vida, Felícito recordó las palabras de su padre antes de morir: «Nunca te dejes pisotear por nadie, hijo. Este consejo es la única herencia que vas a tener». Le había hecho caso, nunca se había dejado pisotear. Y con su medio siglo y pico en las espaldas ya estaba viejo para cambiar de costumbres. Estaba tan absorbido en estos pensamientos que apenas saludó con una venia al recitador Joaquín Ramos y apuró el paso; otras veces se detenía a cambiar unas palabras con ese impenitente bohemio, que se habría pasado la noche en algún barcito y sólo ahora se recogía a su casa, con los ojos vidriosos, su eterno monóculo y jalando a la cabrita que llamaba su gacela. *Alfaguara.


4 El pacto suicida de la astróloga Lilly Süllos y su hermano remite a otros casos célebres. Los escritores Stefan Zweig, Arthur Koestler y el filósofo y periodista André Gorz murieron a raíz de acuerdos similares con sus esposas. ¿Qué lógica precede a estas muertes? ¿Qué señales podemos encontrar en sus textos?

LA GACETA

LITERARIA DOMINGO 6 DE OCTUBRE DE 2013

HASTA QUE LA MUERTE LOS UNA ◆

Por Alina Diaconú

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES PHOTOGRAPH: PETER WILLIAMS/CAMERA PRESS

gracias a este maravilloso país, Brasil, que tanto me ha ofrecido.

L

a mucama española Amelia Marino llegó a la casa londinense para realizar su habitual trabajo de limpieza. La esperaba un cartel, donde la Señora le pedía que no subiera al primer piso y que llamara a la policía. Ella, asustada, llamó por teléfono a una amiga del matrimonio, quien fue la que se comunicó con la Policía. Cuando David Thomas, el inspector, arribó al domicilio en cuestión y fue a la planta alta, se encontró con el Señor sentado en su sillón con un vaso en la mano y a la Señora, recostada en el sofá, ambos muertos. Habían ingerido pastillas y, a la vista, estaba una carta, redactada un año antes , donde el Señor explicaba las razones de su suicidio. Padecía el Mal de Parkinson y una secreta y progresiva leucemia. Quiero que mis amigos sepan que abandono su compañía con plenas facultades mentales, con alguna tímida esperanza en una vida posterior despersonalizada, más allá de los límites del espacio y del tiempo y de los límites de nuestra comprensión. Este sentimiento oceánico me ha sostenido frecuentemente en momentos difíciles y, ahora también, mientras estoy escribiendo esto. El hombre del cual hablamos era el prolífico y gran escritor Arthur Koestler, nacido en Budapest, Hungría, el 5 de septiembre de 1905 y la escena que acabo de contar sucedió en Londres el 3 de marzo de 1983. Según algunos estudiosos, Koestler era el más importante escritor en lengua inglesa después de Conrad. Su mujer, la tercera, se llamaba Cynthia Jefferies, era sudafricana y tenía 22 años menos que él. Ella puso fin a su vida junto a su marido, sin tener ningún problema de salud (“por devoción a él”, como dijeron algunas publicaciones). Recuerdo ahora esta historia que tanto me impactó en aquellos años, porque otro “dúo” -hermano y hermana- nacidos también en Budapest, terminaron con sus vidas de una manera desgarradora, aquí, entre nosotros, hace poco, en su casa de La Lucila (provincia de Buenos Aires). Ella astróloga, muy conocida, de 84 años; él, ingeniero y físico, desconocido para la gente, y diez años menor que ella. Y en cuanto al descubrimiento de ambos cadáveres por parte de una amiga y de la Policía, las similitudes con el caso Koestler son llamativas. (¿Las diferencias? El vínculo fraternal y las muertes, producidas por un arma de fuego). Según George Steiner, el libro Oscuridad a mediodía (o Diálogo con la Muerte), de Arthur Koestler, es uno de los clásicos del siglo. Educó a generaciones en sus propios terrores. Koestler, autor de otros notables libros como Flecha en el azul, La escritura invisible, Las raíces del azar y Los sonámbulos, postulado para el Premio Nobel, se halló -según Steiner- en el terreno exacto en el que se tocan las terminaciones nerviosas de la historia, la política, la lengua y la ciencia del siglo XX. Las amargas y tonificantes corrientes de esas terminaciones pasaron por él. Se refiere a los fenómenos emblemáticos de la Modernidad, como el marxismo y el fascismo, el psicoanálisis, el avance de las ciencias biológicas, los conflictos de las ideologías y el arte. En lo personal, Koestler conoció el exilio y la cárcel, el intimador consuelo del alcohol, y la necesidad de conseguir cierta intimidad en un mundo manejado ya por los medios de comunicación. Era afecto al ajedrez, a la parapsicología, y en los buenos tiempos, amaba la vida, aunque -según su amigo y biógrafo George Mikes- un hombre feliz era una extraña curiosidad, casi un misterio para él.

André y Dorine Pasemos a otro caso de suicidio doble y simultáneo con toma de barbitúricos. En Vosnon, Francia, lo hicieron el 22 de septiembre de 2007, el filósofo y periodista André Gorz, pionero de la Ecopolítica (nacido también en Viena, en 1923, bajo el nombre de Gerhart Hirsch) y su mujer, Dorine, ya muy enferma de cáncer. “El era su vida, ella era la suya (Il était sa vie, elle était la sienne)”, escribió Hervé Le Tellier cuando ocurrió la trágica muerte de ambos. En su libro Carta a D. – Historia de un amor, Gorz le confesaba a su esposa un amor eterno y manifestaba su imposibilidad de vivir sin ella. En uno de sus párrafos dice: Acabas de cumplir 82 años. Has encogido seis centímetros, no pesas más de 45 kilos y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace 58 años que vivimos juntos y te amo más que nunca. Gorz había sido discípulo de Sartre, amigo de Marcusse, co-fundador en 1964 de la famosa revista Le Nouvel Observateur, junto a Jean Daniel, y había integrado el comité de dirección de Les temps modernes. Autor de varios libros, entre ellos El Traidor, Ecología y Política, La moral de la historia, Los caminos del Paraíso.

Extraña lógica

IMAGEN. Arthur Koestler y su tercera esposa, Cynthia Jefferies. Cuando se quitaron la vida, él tenía 77; ella, 56. ¿Cómo podía alguien ser feliz en medio de las brutales estupideces del depilfarro, de la ceguera suicida de la historia contemporánea? (G. Mikes: Arthur Koestler: La historia de una amistad). Me imagino que concertó su cita con la muerte dice Steiner en La muerte de Arthur, de 1984- con el mismo vigilante y retador arte de prestar atención que había prodigado a la literatura y a las ciencias, a la política y a la psicología, a las tribus perdidas de Israel y a la cocina francesa.

Stefan y Charlotte Me acordé, asimismo, de otros casos de suicidios dobles en el ámbito literario: el de Stefan Zweig (nacido en Viena en 1881) y de su mujer, Charlotte Altmann, quienes se dieron muerte de la misma manera que los Koestler, el 22 de febrero de 1942, en Persépolis, Brasil, una vez finalizados los festejos de Carnaval. Zweig fue novelista, ensayista, poeta, autor de estupendas biografías como la de María Antonieta, de Balzac, de Romain Rolland, de Erasmo de Rotterdam. Fue amigo de Hermann Hesse, de Gorki, de Rilke y era muy respetado por Sigmund Freud. Leí de él libros inolvidables como Veinticuatro horas en la vida de una mujer, Novela del ajedrez, Momentos estelares de la humanidad. Su vida fue tan novelesca y llena de convulsio-

nantes acontecimientos, que Oliver Matuschek escribió una célebre biografía, que tituló Las tres vidas de Stefan Zweig. En realidad, ése era el título que el propio Zweig iba a poner a su autobiografía, la que, tras su muerte, fue publicada como El mundo de ayer. Zweig fue también poeta y dramaturgo, y a comienzos de 1940 estuvo en la Argentina, dando conferencias, tras lo cual Bernardo Verbitsky es-

“Acabas de cumplir 82. Encogiste seis centímetros, no pesas más de 45 kilos, y sigues siendo bella, elegante y deseable”, escribió Gorz a su esposa. cribió un ensayo, Significación de Stefan Zweig, publicado aquí en 1942. Pendiente de la Segunda Guerra Mundial, Zweig estaba horrorizado por la posible expansión del nazismo en los años venideros en el mundo entero. Ojalá puedan ver Uds. el amanecer de esta larga noche -escribió en su nota postrera-. Yo, demasiado impaciente, me adelanto. Y también anotó: Antes de abandonar esta vida, con pleno conocimiento y lúcido, me urge cumplir un último deber: dar

Vemos cómo una extraña lógica acompaña todas estas muertes. Pero, como podemos deducir, detrás de esa supuesta lógica, hay varias emociones en ebullición: un grito mudo y desesperado, impotencia, vacío, angustia, sensaciones amenazadoras que hacen que la vida de uno sin el otro resulte insoportable. Se habló mucho, últimamente, de los conflictos que conllevan estas relaciones simbióticas que, por su impactante final, siempre estarán acompañadas por el misterio, la duda y la inquietud. Las creencias de cada cual juegan un papel esencial en esas decisiones. En personas ateas o agnósticas, el significado del suicidio es muy distinto al de las personas creyentes. Por eso, cuesta entender que la astróloga Lily Süllos, una mujer que creyera en la reencarnación y le dedicara un libro al tema, fuese asesinada de un tiro en la cabeza, en cumplimiento de un presunto acuerdo con su hermano quien, tras el crimen, terminó suicidándose. Quedan flotando muchos interrogantes que probablemente perduren sin develar. En la última etapa de sus vidas, Koestler y su mujer defendían la eutanasia (en Inglaterra, su país de adopción), a través de una organización llamada EXIT. Curiosamente, 20 años antes, era el mismo Koestler quien sostenía que “ningún hombre tiene el derecho de matar a sangre fría” a otro. Contradicciones típicas de un espíritu inquieto, escéptico, y seguramente impregnado de un sufrimiento que empapó toda su existencia, ya que su historia, mirada en perspectiva, parecería una verdadera carrera de obstáculos . El miedo a la soledad, las persecuciones, la pérdida de los ideales en lo ideológico y en lo personal, las decepciones tras muchas ilusiones que naufragaron, la enfermedad, llevan a actos terribles como éstos, donde -acaso- lo único que nos cabe, en nuestra vulnerabilidad, es la pena y la compasión. Y , en el caso de estos tres escritores, la lectura de sus obras. © LA GACETA Alina Diaconú - Escritora. Avatar y Ensayo general son dos de sus últimos libros.

Giusseppe Verdi, a 200 años de su nacimiento ... Viene de la página I. El “Va pensiero” asume características patrióticas y se cantará contiuamente contra los austríacos. Después del Nabucco la actividad de Verdi se hace frenética. Son los años que él definirá como “los de la cárcel” porque se trata de óperas encargadas y, no siempre, nacidas de una inspiración genuina. Entre estas se destacan, sin duda, L’Ernani y Macbeth. Será en 1851, con Il Rigoletto, que Verdi llevará a escena el comienzo de lo que se definió como la “trilogía popular” y que significó una profunda innovación en el perfil dramatúrgico y musical del género lírico. Es la primera vez que, en el centro de una situación dramática, encontramos a un bufón de la corte. La dimensión emotiva del personaje es culti-

vada por Verdi magistralmente a través de una partitura colocada al servicio del drama. Acción y música parecen confundirse, entrelazarse y sostenerse. Lo mismo sucede con Il Trovatore (1853) y La Traviata. En ambas creaciones se puede decir que no hay demasiados sucesos. La situación es vivida en el interior, en la conciencia de los protagonistas. Verdi, luego de Simón Boccanegra”, de Ballo in maschera y de Fuerza del destino, crea Don Carlos, en 1867, estrenado en París. En esta ópera logrará profundizar en la psicología de los personajes, ofreciéndonos una representación del drama humano y

político que sacude a la España del siglo XVI y que gira en torno a la despiadada “Razón de Estado”.

Final sin música La maduración humana y artística de Verdi llegará a la cima con su Aída (1871). Los últimos años de su vida los pasó en una villa en el campo. Se hizo experto en vinos y en el cultivo e irrigación de sus campos. En enero de 1901 se mudó a Milán para tratarse de una infección. El 27 de ese mes falleció en una habitación del Grand Hotel, que todavía hoy se puede visitar.

El Maestro dejó precisas instrucciones para su funeral: debía efectuarse al alba o al atardecer y sin música. 100.000 personas siguieron en silencio el féretro. Durante los días que antecedieron a su entierro, las calles de Milán fueron cubiertas de paja para que el ruido de los cascos de los caballos no disturbara el reposo de Verdi. Sus restos están sepultados en esa ciudad, en la Casa de Reposo para Músicos que él mismo había fundado y solventado. © LA GACETA Cristiana Zanetto - Periodista italiana de medios gráficos y audiovisuales.


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