Premio internacional de poesía isla mujeres 2016

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Agosto-Septiembre

PREMIO INTERNACIONAL

CARIBE-ISLA MUJERES de POESÍA 2016

H. AYUNTAMIENTO DE ISLA MUJERES

2013-2016




CUADERNO 32 / Premio poesía Caribe-Isla Mujeres 2016 DIRECTORA

Zita Finol COORDINADOR EDITORIAL

Nicolás Durán de la Sierra EDITOR

Agustín Labrada Aguilera RELACIONES PÚBLICAS Flor Tapia Pastrana DISEÑO Arnaldo Blanco Leal CONSEJO EDITORIAL

Jorge Polanco Zapata Juan Carlos Arriaga Agustín Labrada Aguilera Juan José Morales gacetadelpensamiento@yahoo.com.mx www.gacetadelpensamiento.com

Gaceta del pensamiento es una revista de carácter cultural que aparece los primeros días de cada mes con un tiraje de 3000 ejemplares. Editor responsable: Nicolás Durán González. Se distribuye en todos los municipios del estado de Quintana Roo y México DF. Certificado de Licitud y Contenido de la Comisión de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación en trámite. Certificado de reserva de derechos de uso exclusivo del título expedido por el Instituto Nacional de Derechos de Autor en trámite. Grupo Editorial Estosdías SA de CV. Avenida Maxuxac, No. 471, entre Nizuc y Sacxán, manzana 377, lote 06, fraccionamiento Proterritorio, Chetumal, Quintana Roo, México. Código postal 77086. (983) 118-4114, 118-4115.


CUADERNO 32 Premio Internacional Caribe-Isla Mujeres de PoesĂ­a 2016



SALUTACIÓN La publicación de esta plaquette da alegre testimonio del vigor de nuestro Premio Internacional Caribe-Isla Mujeres de Poesía que, con la participación de 119 trabajos, llega a su segunda edición; y su aliento se expande cada vez más por las rutas del mar que nos une. Las voces de poetas de nueve naciones, incluida Trinidad y Tobago, dan fe de ello y le auguran un futuro promisorio. Dije antes que este premio de poesía es nuestro, y lo es porque si bien su convocatoria nace en México, la belleza de los versos que reúne nos engalana a todos; enriquece aún la cultura de quienes no comparten nuestra lengua. Una de las virtudes de Isla Mujeres como “Pueblo Mágico” es su vocación de puente marítimo con las naciones del Caribe y hoy nos llena de orgullo ser anfitriones de esta fiesta literaria. En Isla Mujeres creemos que la literatura, que las artes todas, deben ser fomentadas tanto hacia adentro –hablan de ello los coloridos murales de nuestras calles de arena, sol y madera; y el Corredor Escultórico de Punta Sur– como hacia afuera. Sabemos que el mundo inicia donde rompen las olas y hacia allá va nuestra voz. Somos un pueblo que alienta cultura y tiene identidad. Vayan estas líneas fraternales para saludar a todos los que participaron en el concurso literario y en especial al cubano Carlos Zamora Rodríguez, quien ganara el certamen con su poemario Bitácora; así como a los mexicanos Andrés Mendoza del Valle, Giselle Alejandra Ruiz Rodríguez y Ramón Domínguez Villalobos, quienes obtuvieran menciones honorificas. Enhorabuena para todos. Cordialmente Agapito Magaña Sánchez Presidente Municipal 7



BITÁCORA Premio Internacional Caribe-Isla Mujeres de Poesía 2016

Carlos Zamora Rodríguez

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Carlos Zamora Rodríguez (Matanzas, Cuba, 1962). Licenciado en Filología. Poeta y narrador. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Entre sus títulos se destacan el poemario Estación de las sombras (Sanlope, 2001), que fuera mención en el Concurso Internacional de Poesía Nicolás Guillén (México, 1999); la novela En la mañana viva o Tan cerca hemos dormido (Ediciones UNIÓN, 2012), Premio de Narrativa Guillermo Vidal (2011); la noveleta para niños A Puerto Blanco no llegan las lluvias (Ediciones Matanzas, 2012), Premio Fundación de la Ciudad de Matanzas; el poemario Cada día la eternidad (Ediciones UNIÓN, 2011); la antología El amor como un himno. Poemas cubanos a José Martí (Centro de Estudios Martianos, 2008); y el libro de cuentos La noche de Judas (Ediciones Matanzas, 2012). Ha sido finalista del Concurso internacional ARTÍFICE, de poesía (Loja, Granada, España) en el año de 2005 y obtuvo mención especial en la II y VI ediciones de ese propio certamen (2002 y 2006), entre otros reconocimientos. Sus textos han sido incluidos en numerosas antologías cubanas y extranjeras. 10


Para Judith, mi compañera de viaje…

(Terminal 3/ HAV 23: 25/ Iberia/ MAD 13:10/ BARAJAS) Dejan sus huevos en esa colina accidentada, donde la vida comienza a repartirse. Un mínimo respiro y alzan otra vez las alas (como si reposar fuera un peligro, como si extenderse sobre el suelo les sumiera en algún tipo de vergüenza). Ellos vuelven y nosotros rezamos frente a tierras movedizas, desconocidas. Rueda el color, prolongan el viaje los latidos. Como en una siega caótica, los que arriban ofician sin misericordia; arrancan de cuajo todo cuanto emerge, reclaman sus mitades. Uno siempre apuesta a que la suerte llegará en el próximo ciclo. Pero es el azar quien juega y puede ser descortés, incluso peligroso, tocar las vidas de otros, rozar esos destinos que ahora corren deformes, con lazos o etiquetas. Nunca se sabe cómo marca la estrella. Acaso abruman las maletas vacías o sonríe la cinta que han puesto para no confundir (no confundirte). Estamos dentro. Huele a recién comprado.

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(Se anuncia a los madrileños que el sol se pondrá sobre las 21:48 y la luna será visible a las 00: 46) Para Odalis, que sabe En la calle te besan las novias del verano: esas brisas calientes. Yo atisbo la noche, que convoca al desplante. Saludan los boquerones descabezados. Con un leve sonido, al morir en mi boca, me advierten de la trampa. Enfundo otro anzuelo para la cerveza (cada vez más tostada) que me arrastra a una orilla de ahumados cristales. Todo es blanco allá afuera: ha enrumbado hacia el sur la chica de los altos. Renuevo los billetes en la espera, que parece tan larga como el vaso de la felicidad. ¿Nos comimos la luna? ¿Qué nos falta? Es Madrid, me repiten los que alzan el bar hasta el final del trago. Ya no sé dónde puse las llaves ni los versos, pero es muy tarde cuando roza mi espalda y me dicta una calle de regreso. ¿Estoy solo si vuelvo sin mirarla? ¿Me traiciona con otro más tenaz que mi sueño?

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(Mirasierra / Tren de Cercanías Renfe – Pitis / EL ESCORIAL) Para Janet Me escoltan los difuntos. En la esfera armilar la culpa de los reyes dibuja las constelaciones. Ellos votaron: la Tierra al centro, justo como el corazón. El silencio, tan resistente como la roca, me corteja. (De qué material han fundido el misterio que casi puedo tocarlo en los lomos de los manuscritos. Por qué esconder la evidencia si esa es la razón de estas paredes. Qué palabra me niegan las puertas alzadas, los postigos presos. A dónde voy, escaleras abajo. Por qué desempolvo esos frescos y coloreo la Historia con paleta nueva si el pintor ya ha lavado sus manos. Quién me designó juez de estos muros, quién me trajo hasta aquí confiado en mi indulgencia). No está permitido robar esta memoria, pero Ptolomeo y yo miramos las montañas con el ojo del miedo y compartimos autógrafos. Qué pensarán mañana de nosotros, nos decimos, armados de legajos y cervezas. Me estafan: en la estampilla, la piedra no me ensucia los dedos; el monasterio parece reposar, pero está alerta. Dios, en alguna parte, me consiente.

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(Mirasierra / Metro Línea 9 - Príncipe de Vergara/ Línea 2 – Sol /MERCADO DE SAN MIGUEL) El queso, curado; yo, despierto. (El apetito del ojo roza a la muchacha su boca de cereza.) Derramo el entusiasmo sobre el japonés que bebe un té de humo y se disculpa por la cámara llena de ciudades. Extraviado en un cubo de Rubik: todos los lados anuncian el placer. Una máquina pone la nube en mi camisa. Confundo los puntos cardinales: ¿en qué esquina apuestan las lasañas? El universo: un puente de salivación hasta el futuro. Pero las maderas rezuman otra historia. Busco equilibrio sobre un millón de huellas. Puedo ser arquitecto o soldado de filas, si dejan colocar mi país sobre ese fuego donde viven atunes. Me zarandean jamones ahorcados y cervezas mulatas. Soy un perdedor: ya me quiero morir bajo este alud de especias.

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(Mirasierra / Metro Línea 9 / PLAZA DE CASTILLA) Para Balo y Yoel Una calle, una estrella esculpida: Martí que alerta del semáforo. Yo, emigrado de súbito: traidor por la bufanda, que susurra el verano y no se atreve. Mi ojo de cristal para el asfalto que llamaron Habana sin saber. Esquivo la pasión como un golpe incómodo de viento. Han colgado a Miró y ondea sobre un edificio de papeles. Me falta el aire y no hay sábana que hinche a Madrid más allá de los lumínicos. He perdido el rumbo y me hace bien naufragar ahora que la patria descansa en el teléfono (pausa para recomponer; nada escrito: nada comprometedor). En el Bernabeu los goles enemigos; asomo la rabia a un café neutral: de espaldas al terreno, para no ver la gloria que puede venir de blanco esta única vez. Brindamos por la muerte de la tarde y un tren que nos sumerja en el sopor. A las afueras –clamo– como un regreso de mentira.

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(Barrio del Pilar/ Metro -Línea 9- Núñez de Balboa / Línea 5 – Chueca - Calle del Barquillo, 29 /BOGUI JAZZ) Para Anita, que nos mostró el camino Esas brujas cantan en la nube del vino, traducen la nostalgia con ardides curados. De piedras blandas han compuesto la música y comprimen la luz hasta que es sólo un guiño sobre el escenario. Yo me pierdo en la noche, descorcho el albedrío. En mi nuca se juntan el incienso y la nota. Cedo ante el deslave: el murmullo de una canción muy vieja que florece en su boca. Cómo el humo del saxo nos envuelve sin vernos, cómo sabe que vagamos por la misma inocencia (yo marcado, ella virgen) los dos arrebujados a la sombra del jazz, en el coro de tristes que escapan, como de la peste, de los diyeis famosos. A la deriva del concierto, crecen las islas que hemos sido, en los aplausos construimos el país. Siento su mano, como un terral tibio, remar hasta mi espalda. La madrugada es una conversación de cuerdas y suspiros. Desafina el reloj, somos extraños en el último dolor de la guitarra.

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(Pradera de los Corralillos / Autobús 49 - Plaza de Castilla / Autobús 27- Cibeles - Calle de Alcalá Banco de España hacia Sol / CÍRCULO DE BELLAS ARTES DE MADRID / KINDERWUNSCH*) La infancia y el deseo: una sola puerta. El picaporte oculto como un tesoro helado que habrá de morir tras un tajo de pasión (de tiempo). Las estrías: ríos que nacieron antes. Nadie advirtió la señal en la cosecha. Pero reconozco al padre en el cristal (me reconozco); en la mujer desnuda (su reflejo torcido) que desciende por mi cara sin placer. La muchacha de negro se persigna ante el cuadro: intercambian secretos. Seduce el perfil que a mi lado desmiente la cascada, la gravedad, todo lo que declina; todo lo que soy mirando a dos mujeres que se salvan de mis ojos castrados. Nacen aquí milagros que no puedo celebrar con canciones de añejo. Hijos: las raíces que van rompiendo mi carne. Soy el testigo; el criminal.

* Kinderwunsch es un término alemán que hace referencia a la unión de las palabras niños y deseo; al deseo de tener hijos, de lograr un embarazo o de la infertilidad. A propósito de la exposición homónima de Ana Casas Broda, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

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(Barajas / MAD 06:25 / Brussels Airlines 3732/ Zaventem / BRU 08:45) Para Guille y Manuel Los trenes apuntan a París. Pero en Bruselas, dos grúas, como pájaros enormes, comentan de alta política sobre los tejados y hay invierno en el balcón y mis amigos han dispuesto el café contra nevadas. Se dice que puede llover, mas es tan blanco aquí y tan alta la chimenea, que la lluvia pudiera ser de otra sustancia. Y las torres (modernas y feudales) se besan con tal desparpajo, que parece una lección de convivencia. Barajamos itinerarios. Mi hermana juega con las nueces antes de beber y yo imagino islas tan cerca de su boca. Islas. Y la palabra me hace temblar y ajusto la chaqueta. Pero es otra la herida y otro el vértigo en esta parte del mapa. Preguntamos, antes del nombre del parque y del pedestal, dónde acampan las cervezas oscuras, dónde se ausculta una ciudad de nadie como ésta. Y escuchamos las voces de las frutas. Un oasis, dice mi amigo: un color que ha crecido en el cristal…y curiosos posponemos París sin que nos duela.

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(Rue de la Loi / Plaza de Luxemburgo / Plaza de Londres / MATONGUÉ) Las mareas del asfalto y la luz sin color… Marguerite Yourcenar Un recodo leve, la lluvia que remonta toda siesta. Andar: único antídoto para el tiempo de vidrio. La celada. Han dispuesto el color como si África fuera más que la piel áspera de los aguacates; como si las frutas pudieran desprender ese rojo salvaje que me besa en la lengua y me arrastra el rubor hasta las manos. Las manos que quieren tocar, asir; creer que hemos vuelto sin volar, que hemos rendido algún misterio y merecemos (otra vez) los sentidos. Las especias acosan nuestra sangre. El aguijón alcanza el ritmo. Al compás de unos tambores que cuelgan silenciosos, saboreo, en la nieve del coco, el pescado del rey. Pero hay combinaciones tentadoras como la canción negra que adereza la carne y nos clava, sonámbulos, en medio del camino. Soy forastero y cómplice; conquistador. Los anfitriones se desdoblan, nos atan a una leyenda que sabemos proscrita: la marea es otra en este huerto de Bruselas. Apenas un salto a la culpa, unas cuadras más acá del cristal, nos parecemos. El aire gotea, azucarado. Acaso restituidos, salvados de esa transparencia con la que cruzamos el asfalto, miramos el reloj. ¿Ya somos (otra vez) aquéllos?

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(Bruxelles Midi 07:43/Thalys 9308/ Paris Nord 09:05) Por donde ha de subir el hombre al cielo Manuel Serafín Pichardo: A la Torre Eiffel Una calle ancha me lleva hasta la Torre, que desde lejos es masculina, eréctil, pretenciosa. Pero al llegar, atisbas su secreto de chica a horcajadas, libidinosa, puta; amamantando turistas de todas las monedas que escogen aún sus flancos para llegarse al cielo y mirar la ciudad con aires alpinistas. No sé tú, Vallejo, pero yo olvido los golpes, los tantos golpes, y espío a esas muchachas de escotes arriesgados, que te piden una foto encima de la ciudad luz, casi colgadas de la ilusión de poseerla, de la ilusión de cobrarle, en picada, su enorme majestad. No sé tú, pero yo olvido, navego toda esa cintura de metal, allá arriba, tan cerca de Dios o del sueño. Tan ausente, que puedo tararear una habanera sin saber los compases, respirar mi país sin coordenadas, paladear la felicidad como un orate.

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(06:33 / Madrid Chamartin / Tren Alvia / 08:55 / ÁVILA) La muerte llega descalza, en puntillas. Saluda a las cigüeñas que anidan en las torres, desafiantes en su sincera maternidad, confiadas. Desde las piedras, el murmullo de la sangre: la historia que el turista prefiere. Vuelo sobre el valle. Recomponemos, con las tejas, otra geografía que no sabe el resto: mensajes de ultramar (entre la arcilla y el verde) que arriban con sabor a café. En un patio interior solo el silencio me descubre. Respiro un aire común, antiguo. Me reconozco en las columnas holladas, en las túnicas donde la poesía, desde la eternidad, ha rodado hasta el suelo y sobrevive en el polvo, entre adoquines y transeúntes. Un día de gracia: sobre el chuletón, como arrugas, los años del destierro; en la esperanza: el vino. Por qué se hizo tarde para restaurar; cómo nos acuchilló el frío la velada. Qué atajos adivinó ese tren, enemigo de todo rumor, para devolverme, cuando todo parecía más cierto… La muerte, que vino por nostalgia –pienso– mientras escapo.

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Oscar Andrés Mendoza del Valle III. Ganador del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico Quintana Roo en 2008-2009 y 2010-2011 (poesía y guión cinematográfico). Fundador del cineclub del Museo de la Isla de Cozumel (2009) y de la Sala de Lectura Hazme Sentir (2010). Obtuvo el primer lugar en los concursos de cuento de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma de Yucatán y Cada loco con su tema, de Benma Editores (2011–2013). Fue jurado del Primer Festival Internacional de Cine de la Riviera Maya (2012). Ganó el segundo premio en la categoría de poesía en el concurso 44 de la revista Punto de Partida, de la Universidad Nacional Autónoma de México (2013). En 2014 fundó la editorial independiente Poeta de las duchas, donde edita La región más transpirante, fanzine de literatura, gráfica y fotografía. Resultó ganador del Fondo de Coediciones del Ayuntamiento de Mérida, Yucatán con el volumen de cuentos Libro de textos gratuitos #3 (2015). 22


EL SUEÑO DEL ARRECIFE PROPIO Mención honorífica

Oscar Andrés Mendoza del Valle III

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FIN Este árbol lleva dando sombra cien años es un experto en esto ven, ya lo has notado que desde acá se pueden ver las hijas de una gran sangre consternada perdida en la traducción el ser y estar la nada. Por eso es un reto digno no mentir fingir sólo el dolor si es necesario recordando por error, por accidente, que el mundo es más una tragedia solemne que una miseria fortuita, apenas ahí, tumbado con una hembra eterna, transparente una mujer amada, desnuda y dormida en iguales proporciones en una hamaca que se mece ajena a la tierra. Es simple y sin embargo emociona aún Es importante no hacer caso No somos especiales, claro Todos somos. Me he perdonado y con y sin cinismo dios y el hombre son mis semejantes todas mis ideas son animales bellos y tontos cortejándose en danzas rituales una cueva en el pecho para todas las caras bonitas en que aprendo, sin prisa

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a decantar la diminuta gota de miel que duerme en el vientre de las flores cocineras a mirarte a los ojos y saber que todas mis razas son puras.

HERMANITA, VEN CONMIGO, HAY AVIONES CADA HORA ¿Alguna vez has vivido en una isla? ¿No? Yo te lo explico. Se siente como una ceguera de colores. Como una burbuja, mas no se sabe si se está dentro o se está afuera. Se siente como un caracol dentro de un caracol dentro de tu oído. Un dolor sabroso, con chile y limón, un día cualquiera. ¿Alguna vez has muerto en una isla? ¿No? Yo te lo cuento. Se trata de un vacío lleno de arena. De una casa sin puertas colgando de una boca, toda de madera. Se trata de tapar el sol con el dedo pequeño del pie izquierdo. De unas vacaciones bien merecidas, todo pagado, en el infierno. ¿Alguna vez has amado en una isla? Yo sé que sí, pero los datos duros se humedecen, se hacen blandos y se parten. Fuimos esclavos y señores. Cate de mi corazón, estoy seguro de que algo tiene que ver con el mar que sale a tu encuentro todo el tiempo. Estuve ahí, pero no lo recuerdo. A qué saben tantas olas. Quiero que me lo expliques. Quiero escuchar el cuento.

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THERE’S ALWAYS A SIREN, SINGING YOU TO SHIPWRECK Encallado, ya te fuiste a morir a los manglares, donde ni el agua reconoce su propio sabor. Es hora de que confrontes la verdad, amigo marinero. La sirena no se enamoró de ti. Le gustaba el hecho de que venías de otro lugar, desconocido y misterioso. Principalmente le gustaban esos dos largos apéndices que emergían por debajo de tu cadera, en el lugar donde ella, y los de su especie, llevan la cola.

LA PRIMERA TENTANCIÓN DE LOS NAVÍOS (UN TEMA BRITPOP) Sentí tu nuca contra la mía, el peso de tu cuerpo y sus milenios de mitos recargado sobre mi espalda. Tus partes duras y tus partes blandas en común acuerdo con las mías. En un maravilloso acto de bondad me indicaste con la mano, discretamente, hacia dónde irías de paseo de lunes a sábado. Dejaste el domingo a mi consideración. Es fácil adivinar que para entonces yo ya sabía dónde encontrarte. O mejor dicho, dónde poder seguir buscándote. En qué puerto de abrigo, en qué pluma sobre el muelle, en el sueño del arrecife propio. Ambos giramos la cabeza a la izquierda, el lado donde reside el corazón. Así fue, así comenzó, nuestra primera semana inglesa. Aquí también llovía, en la isla de la pasión, pero el cielo no era gris y no teníamos frío.

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HABIBTI Es hoy, la cerveza es delirio nocturno nuestro amor de liberación prolongada así transcurre todo las hojas del guarumo toradas en los cables cierran su puño dicen adiós eres como el pan habibati y yo el perro que nunca se comía la tarea. Despierta a mi contacto plantita, enfermera mi mimosa impúdica desierta mi corazón de fuego imagina que todas las balas se convirtieran en pipas que inventaron el mar para nosotros que los besos son nuestro país. Te escribo así, en un idioma que no entiendes que ni yo entiendo te escribo así, desde la casa que soñaba con ser coche el coche que soñaba con colgar de tu cuello quiero ser uno más de tus milagros tu chientology te escribo así, cierro los ojos para que puedas danzar con ellos esos que no son ojos sino deep moving lava, como tú dices te escribo así, la lava escurre y cae sobre el teclado. Esta noche dormiré junto a tu oasis.

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II Entro a tu cuerpo como se entra al mar bajo la lluvia como entra un testigo de Jehová recién converso a su primera casa y se sienta en la sala toma un vaso con agua, mira las fotos en silencio disfruta la sombra y no sabe qué decir pero sonríe. Entra en el mar de mí, de noche, con vista a todo pero que llueva, sí, haz que llueva que no se escuche nada sólo el manto, el mantra, de las gotas de lluvia chocando contra el mar cantando esa canción que las dos aguas se saben de memoria porque ya se conocían. Testigo ocular de tus sonidos, canta para mí tu voz que me recuerda a diosas buenas y a cantinas a besos de whisky a Jehová, rosas y sal en un a tina al plateado fuego de tu frente bajo el sol apenas un destello en la sombra, bajo el agua en esa noche inmensa en que también cantaba. Y los testigos ahí en nuestra casa, sentados felices descansando, un momento, del sol.

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PELLICER BUCEANDO Las mil y una noches con nadie ni con nada pero tú me convences que si estamos tantos en la nada la nada debe estar llena de gente de polvo y voces del resplandor opaco de La Historia es una gran histeria. El mar es el combate nadie en el mar conoce, acaso sospecha mientras nada al Santo Imperio Romano, la antigua Grecia y sus filósofos la crítica de la razón impura electroimpura la visión de todos los vencidos, el neoliberalismo activo el Porfiriato y el no Porfiriato, el suplicio de Canek y de tu madre el mar la Epifanía semilla de luces que se tienen al azul las olas cantan esto: todos los tatuajes son temporales todo tu arte es sacro eres tu propia Principia Ethica el verso treinta y cinco del Sura veinticuatro de tu libro de La Recitación. El mar solamente, ahora me queda claro podría sumergir a ni ceiba amada hacer de sus copas islas que volaremos a nado y estos remos sin barca son los míos.

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LA PRÓXIMA VEZ NO SERÁ TAN FÁCIL Te entrego a ti todo lo que he heredado contante y sonante un millón de dólares de arena y un bosque de kelp que anuncia la cercanía de la casa soñada en un reino bajo el mar y sólo se oyen los tambores con bélico de amor acento aunque sus lanzas destructoras invadan los costados pongan el corazón todo sudado. Hay trance para rato huesos casi en perfecto estado casi en su lugar, pieza a pieza como un jenga a la mitad vamos a aprender a comer cuellos vamos a aprender a comer culos vamos a comer culos y si llueven se mojen las playeras las melenas y si hay sangre inocente sea la nuestra que se entregue el tiempo así imaginando el reino vehemente del nuevo amor de un siglo la próxima vez no será tan fácil. En playas secretas leer esto y que me sientas ebrio compañera, ebria compañero que llores como yo de conmoción de vida 30


de mucho todo siempre sin descanso de cĂłmo conmovemos a la vergĂźenza saca la guitarra, que llore y como la yedra en el muro vamos a enredarnos vamos a enredarnos.

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LA CONSPIRATIO/ EL TRIUNFO Agua pasa por mi casa, ardiente de mi corazón y de tu boca a mi boa viaja la humareda el diálogo en silencio quisiera ser ella o él ahí adentro ello, el vapor que pone nuestras almas tontas un beso drogado boca nada: conspiratio fra il cuore del fedele. Tu amor y el mío como un toro suelto en galerías El Triunfo.

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SI TIENES UN HONDO PENAR, PIENSA EN MÍ / FAVIIDAE La puerta se atrancaba con un coral cerebro. Y tu coral cerebro celebraba las misas nuevas de una ciudad deshecha, gris, monstruosa (Josémilio dixit), pero esta vez frente a la playa. Se oía a Serrat en la cuadra y las vecinas se reían. Secretamente sabía que les gustaba. Colgábamos de nuestros cuellos, como joyas, boas. Esto era el inicio de un romance paralelo entre la Yucatana, Tristito Federal, el sol, yo, mi hermano, los amantes de lavar lo ajeno y la hermosa muchachada. La hermosa muchachada y la playa el mar / arenas remotísimas acentos morados de tan golpeados / triciclos rotos de dicha caguamas escurriendo en las manos del amor y del /cansancio palmeras pachecas de sol niños prietos y flaquitos suspendidos en el aire entre el muelle y el mar. Jusqu’ici tout va bien Jusqu’ici tout va bien Jusqu’ici tout va bien Todos sus clavados duran la vida entera. No es una licencia poética La puerta se atrancaba con un coral cerebro.

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Giselle Alejandra Ruiz Rodríguez (Aguascalientes, México, 1989). Egresada de la licenciatura en Ciencias Ambientales por la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Ha publicado en las revistas Postpop, Digo.Palabra.txt, ERRR magazine, Pirocromo, Tierra Baldía; en el suplemento Tachas, en la plataforma Cultura colectiva, y en la revista Morbo y Golfa, de la cual también ha sido coeditora. Fungió como organizadora del Primer Encuentro de Creativos Pangea y del Encuentro de Música Electrónica Astro, en la ciudad de Aguascalientes. Fue acreedora a una beca literaria para participar en el Festival Cultural Interfaz del ISSSTE-CULTURA en su edición 2016 y participó en las mesas de lectura de las jornadas del premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes en su última entrega. Escribió en coautoría el poemario Amor 2.0, publicado de manera digital por Bitácora de vuelos. 34


GUÍA RÁPIDAPARA TERMINAR EN UNA LATA Mención honorífica

Giselle Alejandra Ruiz Rodríguez

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NOTA DEL AUTOR Branquias escamas aletas dorsales La boca siempre abierta Ojos que se turnan la vista para no quedar ciegos Un gancho esperando al labio El agua Medio limitante No nos reconocemos como peces Pero alguien afuera Resuelve nuestro destino

BUSCA HACER SOMBRA AL TIBURÓN Pósate sobre la espina de su lomo Nada hasta la oquedad por la que respira Burbujea alrededor de su oído Desnuda tu aroma fúndanse Permite que arrase tu piel Abandónate a la turbia convicción: Ser parte de una lujosa molienda

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CONFÍA EN TU CARDUMEN Han de juntarse las líneas laterales de los cuerpos Saber girar Unidos responder al entorno Subir bajar Nunca dividirse Han de juntarse las líneas laterales de los cuerpos Has de terminar Comprimido entre la carne de tus primos

BOQUEA DEMASIADO Hay oxigeno que se niega a ser consumido ¿Qué se siente que te vean desde la tierra como un hablador?

SE UN HUÉSPED En tu finito espacio da cobijo Que tu intestino se limite a ser cuna Envuelve en vaho a tus inquilinos Si el parasitismo se pierde en la zona abisal No tendrás a quien culpar excepto a ti Lucirás arrepentido en el plato de algún solitario

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QUE LA VÍCTIMA TE DESARME Presta el ojo abierto Abre tus fosas al recorrido de su carne Sostén el garfio enemigo Acorrala su palpitar entre arrecifes Déjate envolver en el sedal Eres un mártir Un doliente ahogado

CONTÉN EL AIRE Están en el fondo Fecundando en público Mostrándole al reino su carta de normalidad Dando más vidas al terreno hosco A la zona sin hombres Cierran las branquias Evitan flotar Nadie quiere ser inmolado Aun cuando el pescador se aleja El peligro está ahí detrás Permanece en lo innombrable

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AÍSLATE Como si la isla no estuviera acompañada Encalla en el litoral del mutismo Donde no haya entidad Y el peligro sea enteramente tuyo

SUBSISTE EN MAREAS CONVULSAS Te han aconsejado las aguas turbulentas Aferrarte a la centrífuga salina Evitar la búsqueda de alimento en la costa Alejarte del ruido de la superficie No te darás cuenta de la tranquilidad entrante Del sol que debilita la fortaleza en la que ríes No sentirás la agitación que te posee Nadie te dijo que la marea baja Que hay una red presagiando tu fin

BUSCA LA SALVACIÓN Lograrás la inmortalidad En la etiqueta de tu féretro

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Ramón Domínguez Villalobos (Guadalajara, Jalisco). Reside en Puerto Vallarta. Ha sido cuatro veces poeta invitado al Encuentro Internacional de Poetas y el Arte Letras en la Mar, desde 2013 a 2016, organizado por la Universidad de Guadalajara y la Cátedra Hugo Gutiérrez Vega. Ganó el segundo lugar en la Bienal de Literatura Joven Hugo Gutiérrez Vega en el año de 2014. En 2013, mereció una mención honorifica en los Juegos Florales de Lagos de Moreno, Jalisco. Poemas suyos han aparecido en distintas revistas como La Cigarra, La Jornada Semanal, Papalotzi… En la actualidad estudia artes plásticas. 40


LAS PALOMAS OTEAN MI NAVEGACIÓN POR TUS COSTAS Mención honorífica

Ramón Domínguez Villalobos

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CABELLERA Toco tu mata de pelo, calculo su peso en mis manos. La mido. Palpo tu roja cabellera. La extiendo como los brazos del alba. La huelo: es mar Báltico, laguna salada o grifo de agua. Pienso en las tardes a tu costado en que el sol cayó iracundo y nos dejó sólo los girasoles y el esplendor de tu pelo para guardarnos. Digo que te amo más que a tu pelo, lo digo mientras las rocas se mecen con el tañido de las olas. Entonces el día se encuentra con nosotros en esta bahía de trémulos peces que aletean su ocaso. —Ven, vamos a bañarnos —digo, mientras pienso que te amo más que a tu pelo.

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HUESOS EN EL PLATO La piel de la aceituna que sería aceite o vino se desprende en las ascuas de tus labios: besas con fruición. Mondas la aceituna, hiendes los dientes de alfajor, la penetras, machacas la pulpa aceitosa, el verde tuétano, el numen grisáceo. Pienso entonces en la vid original, en la hoja de la parra genital de aquel viejo paraíso del que salimos. Te miro comer. Tu lengua es ortiga que desbasta la fruta. La derrite. Sientes el sabor ocre del cisma, su volición terrenal. Asumes que al comer el cuerpo se te desdobla y nutres el dorso de tu alma con las viandas. Pienso que es así cuando eres más humana, más parecida al pueblo en el que naciste. Te amo, más acaso cuando masticas los rescoldos menudos de las olivas. Escupes los huesos en el plato.

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COSTAS Renacía el mar en tus ojos como la espuma que nace de sí misma —perla revuelta— y el coral de tus párpados dibujaba un atardecer. Ah, si me lo hubieran dicho, la palabra pueblo te soltaba las ansias y allende el cielo era un tapiz de un solo envés como una cuenca de agua en que viajabas. La raíz de tus pies —bordón de nubes— hollaba la andadura, aplanaba la lisura ya de una cordillera. Buscabas el sol sin desdén y lo que fue tu casa era tan breve como una isla. Aún pienso en tus fecundas piernas insulares. Sorteabas al volver el lío de almendros en la memoria de tu infancia. Como la ola te ibas, volvías. Golpeabas el filo que dejan las piedras en el cauce. Dijiste: “Iré a otra tierra. Iré a otro mar.” Y sientes ya el sopor de las almendras al abrirse.

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NAVEGACIONES Y NAUFRAGIOS Nos damos al amor cual remo que entra al agua, de forma tan natural que surge así una línea blanca. Celebro tu cuerpo y lo condecoro con las palabras que me surgen —¿quién me las dicta?— así escribo por ejemplo: tu piel atiza el agua galeón de punta chata, tus migratorias manos se desplazan acertadas como si jugaras con / la plastilina. Palpas tus propios contornos, los enhebras a su vena. Dócil tu piel, corriente submarina, refugio donde las especies del mar hollaron su cueva; esquirla del cometa que nos visitó. Ansío rodearte como a una isla. Estás hecha de fruta y del agua de los días. Toda tú eres el goce de la quilla. Tu vertiginoso cuello acendrado, el numen y la miel. Giras sobre tu ecuador, el horizonte desconoce de profundidades. En ti soy el mismo —escama de agua sobre escama de agua— un navío de asombro varado en la orilla.

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LAS PALOMAS Duras palomas hendieron el cielo: charcos en que la luz —hebra solar— mana a raudales —ínfula y lumbre— y el mundo: jardín de sobrada raíz, en que los pájaros acuden a los abrevaderos es imagen del corazón que late. Puesto que existes y es el amor la semilla de tu canto y adentro de ti en tus infinitas venas algo se quiebra como la mañana en que la lluvia anunció el verano y en tu vientre está algo por nacer como un latido diminuto en el que cabe una alondra y eres tú bajel de pesado viaje quien entra en las galerías del mar y las naranjas de la tarde se te cuelan entre las manos. Yo por ti he sabido lo iracundo de los girasoles, los lentos lunares que crecen en tu pecho y la mandrágora hecha de luz. Yo te amo como ama Dios a las especies pequeñas, dándoles el agua en chopo; navego mis ansias en ti a tus anchas, en tus violentas caderas donde maduró la luz. En ti el invierno dura un día, el embriagante incienso de lluvias insulares. Yo te amo pues en ti nacen los puntos cardinales —esquinas del corazón— y en tu aire viajan mil papalotes, como gorriones que se pierden en la tarde. 46


RITUAL Nuestras manos como dos pájaros de combate que se procuran, se escaldan en el cortejo. Un canario tu mano de dorso discreto. Un vuelo a saltos en mi rostro. La odisea de tu rodilla bajo del ciprés de la mesa. Manos que como pájaros se acercan a saltos a la naranja : aves de combate. Nuestras manos al caer el ocaso despegaron el vuelo. Un petirrojo mi mano, que yace en la ladera de tu muslo, viaja a tu fuente a refrescarse.

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ESCARCEO Vendrás con el mar que acosa a los que le huyen, una tarde en que el terrible mundo haya deshojado la última espiga del aire. No podría saberse el súbito momento en que, dadora de ti, aparecerás mientras la luz del sol se unta en los muros cual pintura sin secar. Lo dijeron los caracoles en su callada queja al oído, su rezongo de sales y herrumbre, en la costa que compartimos, donde las afiladas piedras defendían la playa de los embates de las olas. El amor es la trampa más artera del hombre: apenas un escarceo en el corazón, la lontananza de venas palpitantes. Un largo viajar en las arterias de las ansias. Vendrás. La quilla de caoba ardiente pasa. Traza la línea en que te deja. Volverás, porque suave es la noche y es el amor la entrega del mundo. Y yo te recibiré antes de olvidar tu nombre como el náufrago que de meses perdido encuentra el rostro de Dios mismo en el del marinero que lo salvó de la sed.

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SEA OF LOVE El amor bajorrelieve grabado a punzón en la tierna madera del ébano, en la piel que avanza como ejército que asuela una ciudadela. Tus ojos y tú que me descubrieron el mundo imposible: el trazo del cardenal y la astucia de las amapolas, bautizaron los manantiales del mediodía sin salir de las paredes del sueño. No me hace falta lengua en las aguas, Pero tú, libación del panal, rosa de cristal. Tú, que en tus latidos cardas un orden mayor a la sangre y es el agua espiga sin dorso que te sostiene y nadas para dibujarme un sol en la frente y es el amor en tu cuerpo apenas una pizca de miel. Tú llevas el mar a mi vista. No dejes que me pierda en el naufragio.

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LA MUCHACHA DEL FIORDO Ni la nieve ni el escozor del frío pudieron abatir el semblante /de tus pecas, la carta naval que forman de aquí a allá hasta tus orejas recién hechas. Venías del mar del norte, entre golfos, donde el agua el tiempo congelado y al calor de tu cuerpo —murmullo de tu palpitar— se derretían /los hielos. Qué llevabas en tu cuerpo si no un jazmín que no florece en la nieve. El azote de la tempestad hizo nacer tu nombre de sílaba doble: Sara, muchacha del norte, trémula entre las gardenias, corola de las luces boreales. En ti el mar se desdibujaba como una acuarela sobre el cartón mojado. Tu voz era la del trigo y de los alimentos. No sufrí fiebre contigo ni sentí tristeza al mirar los bosques convertidos en blanco. Los venados celebraban a coces tu vida, pues sabían que por ti, por tu amor y por ti, pronto, tal vez muy pronto, la nieve se iría y eso que llamamos mundo sería cada vez más caliente.

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CABOTAJE Voy por tu cuerpo, oh niña, como por las claras costas de tu /nombre. Y es vasta la lozanía del mar que te acompaña y es tu voz la calina de la tarde en que mis manos a boga cruzaron tu vientre atlántico entre los azules. Aún está fresco el barro fundador de tu piel, aún el aire insular que lo nutrió caldea el día mientras comba a las palmeras impacientes. Sé tu nombre. Su letra de pleamar, el ballestrinque que lo engarza. Sé por tu cuerpo de las losas amarillas del amargo mar. Nado a barlovento hacia donde el ocaso se despeña en guijarros de una luz conjugada en el oleaje y la ostra y la espuma que te anuncia, perla que habita el molusco de tu boca bañada en sales. Allá voy hacia donde tu sangre se asoma, donde tu vista observa los almanaques. Y las palomas otean mi navegación por tus costas.

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ACTA DE CONCESIÓN DEL PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA CARIBE-ISLA MUJERES 2016 En Isla Mujeres, Quintana Roo, México, siendo el lunes uno de agosto de 2016, nos reunimos los integrantes del jurado calificador del Premio Internacional de Poesía Caribe-Isla Mujeres 2016, de acuerdo con la convocatoria emitida el 21 de marzo de 2016, que cerró el 15 de julio del mismo año, para emitir el fallo. El jurado estuvo presidido por Nicolás Durán de la Sierra: mexicano (editor, poeta, periodista), e integrado por Ramón Iván Suárez Caamal: mexicano (poeta y editor); Agustín Labrada Aguilera: cubano-mexicano (poeta y periodista); y Angélica Díaz Ceballos Graf: mexicana (poeta y promotora cultural). El jurado declara que se recibieron un total de ciento diecinueve trabajos provenientes de México, Venezuela, Colombia, Panamá, Puerto Rico, Cuba, República Dominicana, Estados Unidos de América, y Trinidad y Tobago; y que, después de la lectura, análisis y debate acucioso de los trabajos recibidos, otorga por unanimidad el galardón del primer lugar al poeta Carlos Zamora Rodríguez, de nacionalidad cubana, quien participó con el trabajo Bitácora, bajo el seudónimo “Ocampo”, y se hace merecedor de la cantidad de cincuenta mil pesos mexicanos como premio único e indivisible y la publicación de la obra. El jurado decidió otorgar dicho reconocimiento a este trabajo por su sostenida unidad temática, la fluidez de su ritmo, sus imágenes casi cinematográficas, el dominio del poema en prosa y el singular lenguaje tropológico. Dada la calidad de los poemas participantes, el jurado decidió otorgar tres menciones honoríficas a los siguientes trabajos enlistados por el orden alfabético de la obra: El sueño del arrecife propio, amparado con el seudónimo “La Stacy Majín Bú”, que co52


rresponde al poeta Oscar Andrés Mendoza del Valle III, de nacionalidad mexicana; Guía rápida para terminar en una lata, bajo el seudónimo “Martín Pescador”, que corresponde a la poeta Giselle Alejandra Ruiz Rodríguez, de nacionalidad mexicana; y Las palomas otean mi navegación por tus costas, con el seudónimo “Máscara de jade”, que corresponde al poeta Ramón Antonio Domínguez Villalobos, de nacionalidad mexicana. Todos ellos cuentan con una larga trayectoria en publicaciones y premios obtenidos en México y en el extranjero.

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