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Claroscuro del Rescate

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Feliz día Mamá

Feliz día Mamá

Apropiación social del patrimonio

Memoria, legado y futuro

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Uno de los grandes desafíos que tiene nuestro país es una adecuada, eficiente y sostenible gestión del inmenso patrimonio histórico y cultural que posee. No bastan leyes ni planes, se necesitan propuestas que involucren a la población en su conjunto, de manera creativa, para hacer que sientan, crean y experimenten que el patrimonio cultural es un activo que les pertenece y es un eje fundamental para un desarrollo integral y sostenible de nuestro territorio.

Plan Integral de Apropiación

Social del Patrimonio” que, desde la dimensión básica de la sensibilización y concientización del conjunto de la comunidad sobre el sentido y valor del patrimonio, pasando por eficientes criterios técnicos de conservación y puesta en valor, llegue a la convicción que la gestión del mismo no solo corresponde a los organismos gubernamentales en sus distintos niveles, sino ante todo al conjunto de la sociedad.

El patrimonio histórico y cultural, tangible e intangible, no es propiedad de un ministerio o de unos especialistas, sino de la nación, de todos.

En Cajamarca hace ya más de una década, habiéndose logrado que la Ciudad Histórica de Cajamarca se incorpore en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO, se impulsó una propuesta integral que buscaba una real “apropiación social del patrimonio histórico” de Cajamarca. No sólo fue exitoso, sino que despertó el interés por su continuidad, y ojalá permanencia, como una manera de fortalecer nuestra identidad y nuestra relación afectiva, efectiva y eficiente con el patrimonio. El desafío que esta etapa planteaba al conjunto de instituciones cajamarquinas era no sólo redactar un voluminoso y riguroso expediente técnico sino dinamizar una sociedad que conoce su historia y hace suya la gestión sostenible de su patrimonio cultural.

El Instituto Regional de Cultura, INC Cajamarca, consciente de la grandeza de su misión intenta proponer un “Plan Integral de Apropiación Social del Patrimonio” que, desde la dimensión básica de la sensibilización y concientización del conjunto de la comunidad sobre el sentido y valor del patrimonio, pasando por eficientes criterios técnicos de conservación y puesta en valor, llegue a la convicción que la gestión del mismo no solo corresponde a los organismos gubernamentales en sus distintos niveles, sino ante todo al conjunto de la sociedad. Necesitamos modelos exitosos de gestión de centros históricos con claras concepciones de participación ciudadana y búsqueda de sostenibilidad socio-económica del patrimonio. Las Comunicadoras Sociales Pilar Hoyos y Sandra Armas presentan las líneas maestras de tan ambicioso objetivo. (JLZ – Prólogo. ESPIGA, II ETAPA - AÑO 1 / Nº 3. Cajamarca, Setiembre 2003; p. 8).

Se elaboraron eventos culturales teniendo como escenarios importantes espacios arquitectónicos como el Cuarto del Rescate y el Conjunto Monumental de Belén. Una de estas propuestas recibió la denominación de “El Claroscuro del Rescate”. Estas líneas sólo intentan dar cuenta de su génesis y promoción, porque la memoria es frágil, y es necesario nutrirla y afirmarla.

El INC ha encabezado la creación de espectáculos, aplicando “estrategia de interpretación del patrimonio”, a través de los cuales se muestran eventos que ocurrieron en Cajamarca y que sólo tienen alcance local. Así, recreando de forma artística tales acontecimientos, se han mostrado en lugares importantes como el Cuarto del Rescate y patio principal del Conjunto Monumental de Belén, respectivamente. La Cantata “El Claroscuro del Rescate”, y el espectáculo “Encuentro de Dos Culturas”. Ambas obras de arte trabajadas en equipo conformado por: historiadores, investigadores, comunicadores sociales, músicos, luminotécnicos, etc.; que ilustran la historia cajamarquina de manera interesante y atractiva, presentándola además en un marco mágico que permite que se torne inolvidable para el espectador.

La organización y ejecución de muchas de las actividades culturales promovidas por el INC-Cajamarca, han sido tomadas como ejemplo de gestión cultural y ha generado réplica en otros espacios de nuestra región. (Hoyos Estela, Pilar – Armas Barrantes, Sandra. Fomento de las artes y promoción de la cultura local. Sección: CRÓNICAS INSTITUCIONALES. ESPIGA, II ETAPA - AÑO 3 / Nº 8. Cajamarca 2005; pp. 118119).

El Contexto

En la actualidad se impone el trazo colonial de la ciudad de Cajamarca, y en él se esconde este mudo testigo que grita el drama del final de una etapa de nuestra historia nacional y andina. Su deprimente encierro, el inexorable paso del tiempo y su fuerza depredadora; las no siempre acertadas intervenciones de conservación, las múltiples y nocivas agresiones propias de nuestras “modernas urbes”, hacen peligrar la permanencia de este legendario testigo de nuestra historia. Urge su rescate, su conservación, su puesta en valor, y una creativa y maciza apropiación social.

Este solitario y sobrio monumento inca, tiene un innegable y fuerte carácter de ícono de una de las páginas más singulares de nuestra común historia andina y universal. Es un espacio “sagrado” de esa memoria histórica, fértil entraña de la identidad cajamarquina y nacional, que con su frágil presencia reclama el compromiso de los habitantes de esta región para que el mañana, henchido de esperanzas, despierte días de justicia y humanidad más plena.” (JLZ, El Cuarto del Rescate. Memoria – Icono –Identidad. ESPIGA, II ETAPA - AÑO 1 / Nº 3. Cajamarca, Setiembre 2003; p. 65)

En el 2002 la Comisión encargada de elaborar el documento que permitiese a Cajamarca ingresar a ser parte de la privilegiada Lista Indicativa de la UNESCO para ser reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad, había recibido con beneplácito la decisión del organismo internacional de aprobar esta solicitud –inclusive felicitando la calidad del documento elaborado y solicitando que se permitiese ser presentado como modelo para futuras candidaturas-. En el entonces Instituto Nacional de Cultura, sede Cajamarca (INC), convocamos al reconocido escritor y artista Miguel Garnett, para plantearle elaborar un guion que permitiese el generar una experiencia de empatía existencial e histórica respecto a la condición de Atahualpa, prisionero en el Cuarto del Rescate. Era ponerse “en las sandalias del último soberano inca” para, desde el drama existencial de un soberano, que en la cautividad aprende ajedrez, negocia su libertad y repiensa su situación personal, la pérdida de sus bienes y dominios, con empatía y de manera visceral, compartir su pretensión de comprender y releer la compleja historia andina, terminando con un canto de esperanza y optimismo respecto al futuro de Cajamarca y el Perú. La incorporación de la luz y el sonido, el canto y los colores, en la penumbra y el silencio de la edificación cusqueña en el Centro Histórico de Cajamarca, serían el marco soñado de esta representación.

Con Miguel Garnett en más de una ocasión habíamos intercambiado nuestras experiencias personales de presentaciones artísticas en sitios patrimoniales de primer orden en Europa, como conciertos en los teatros griegos de Taormina o el Valle de los Templos de Agrigento, o en las Termas de Caracalla en Roma. En esta oportunidad, la propuesta se escenificaría en un sitio patrimonial de categoría universal, en un espacio restringido como el que en la actualidad encierra al Cuarto de Rescate.

Fueron dos los ejes que se comenzaron a dinamizar con esta propuesta en la vida institucional del INC. Primero, el desafío técnico de atender los graves problemas que la conservación lítica del Cuarto del Rescate había planteado al ente rector en sus áreas de arqueología y arquitectura. Segundo, el convocar a un conjunto de artistas cajamarquinos para un trabajo de equipo, que en base a la propuesta de Miguel Garnett elaborase el evento en su totalidad. En este aspecto fue fundamental el liderazgo y participación de las Comunicadoras Sociales Pilar Hoyos Estela y Sandra Armas Barrantes, funcionarias del Área de Actividades Culturales.

Contamos con monumentos que testifican el encuentro de dos culturas (Cuarto de Rescate), la influencia hispánica después de la conquista española (iglesias, casonas, la religión, el idioma), contamos también con la posesión exclusiva de instrumentos y danzas únicas en el mundo, gastronomía exquisita, elaborada con ingredientes propios del lugar, tradiciones, cuentos y leyendas que fueron inspiradas en nuestra tierra y que aún se mantienen.

Todo ello conforma nuestro Patrimonio y que no sólo se quedó en la historia, sino que se mantiene vivo en nuestro presente y configura nuestro futuro como una cultura única que a pesar de las negativas influencias de la globalización mantiene sus peculiaridades. (Hoyos Estela, Pilar – Armas Barrantes, Sandra. Colectivo Cultural, nuestro pasado tiene futuro. Hacia un Plan de Apropiación Social del Patrimonio. ESPIGA, II ETAPA - AÑO 1 / Nº 3. Cajamarca, Setiembre 2003; p. 86)

Para atender los desafíos técnicos de la conservación del pétreo testigo del drama de Atahualpa se organizaron dos grandes eventos científicos, en Cajamarca y en Lima. Con el lema “Rescatemos el Cuarto del Rescate” se convocaron a especialistas de la talla de los arquitectos José Correa Orbegoso y Santiago Agurto Calvo, los arqueólogos Alfredo Narváez Vargas y Carlos Elera Arévalo, los conservadores Carlos Cano Nuñez, Ricardo Morales Gamarra y Jorge Marroquín Paiva, la jurista María Elena Córdova, los intelectuales Luis Guillermo Lumbreras, Fernando Silva Santisteban, Luis Iberico Mas, Julio Sarmiento Gutiérrez, Luzmán Salas Salas. El connotado promotor Alfonso Salcedo Rubio fue el director de orquesta en ambos eventos y anfitrión en Lima. Por parte del INC-Cajamarca participaron las arquitectas Carla Díaz y Judith Padilla, los arqueólogos Wilder León Escurra y Francisco Esquerre, el abogado Javier Díaz Barrantes.

Una primera intervención de limpieza y fortalecimiento lítico fue realizada bajo la dirección del Dr. Carlos Rosales Loredo, de la Universidad Nacional de Cajamarca, el equipo de restauradores liderado por Segundo Calua Herrera, y gracias al soporte de Minera Yanacocha.

Una segunda intervención que comprendió la liberación de la cubierta de teja, el retiro del piso de concreto de cemento que se había añadido con el paso de los años, y la implementación de una cubierta temporal de geomembrana, provocó la primera experiencia de un equipo interdisciplinario, de primer nivel, que trabajó de manera pionera de manera remota, y que estuvo integrado por: Carlos Cano Nuñez (Cuzco), Jorge Marroquín Paiva (Lima), Ricardo Morales Gamarra (Trujillo), Alfredo Narváez Vargas (Amazonas), Carlos Rosales Loredo (Cajamarca), Segundo Calua Herrera (Cajamarca). Se establecieron reuniones inter diarias vía internet y presenciales de manera mensual.

Haciendo un recuento de las actividades del año 2003, la primera entrega de la revista institucional, Espiga, el número 4 del 2004, en el Prólogo narro eventos relacionados con el trabajo de sensibilización y apropiación del Cuarto del Rescate, como fue el Seminario Internacional promovido por la UNESCO en Cajamarca: “Autenticidad en el manejo de bienes patrimoniales muebles e inmuebles”. Y de manera explícita consigno: “Creación y promoción de la cantata “Claroscuro del Rescate”.

Esa misma entrega editorial finaliza con un breve artículo titulado: “Cuarto del Rescate, un tesoro escondido” (pp. 125-128), en el cual se hace una breve descripción histórica y arquitectónica del monumento, y luego se da cuenta de quiénes han sido sus propietarios: desde Carguahuatay (1534) y el Cacique Pedro Angasnapón (1540), hasta su transferencia al entonces INC, el 11 de junio de 1974. A continuación, manifestando la necesidad de un trabajo interdisciplinario e interinstitucional para su recuperación y puesta en valor, se especifican las causas del deterioro que sufría la estructura lítica; así tenemos: la sobrecarga generada por el muro de adobe y el techo de teja de arcilla, el enclaustramiento del recinto, el piso de concreto colocado al interior del recinto, la humedad y gases como agentes contaminantes de la piedra, las corrientes de viento provenientes del zaguán de ingreso y la errónea aplicación de acetato de polivinilo (mowilit) en los muros.

Por último se informa sobre los trabajo de emergencia y estudios de investigación que se ejecutaron en su momento: instalación de una mampara para el control de las corrientes de viento, el retiro del piso interior, el retiro del muro y el techo, el control de emanación de gases, la instalación de una bomba de agua para el manejo de aguas de lluvias en su entrono inmediato, el mapeo de las piedras de los cuatro muros, y un conjunto de estudios especializados: microbiológico y bacteriano, clima y microclima, contaminación y polución, insectos y arácnidos y petrográficos.

La Representaci N Art Stica

Los involucrados en la elaboración de la propuesta avanzada por Miguel Garnett pudimos revisar un primer borrador del libreto, contando con la participación del experimentado director de teatro Mauro Rojas Medina y Otón García como especialista en el marco musical.

Para el adecuado manejo técnico del sitio arqueológico se contó con la asesoría especializada del ingeniero Carlos Cano Nuñez, y de esta manera identificar posibles impactos para la infraestructura lítica y la capacidad de carga del Cuarto del Rescate. Las condiciones del entorno también definieron el limitado aforo de un evento artístico.

Para ser fieles a los hechos del inicio de esta propuesta artística-cultural, recurrimos a la crónica que Pilar Hoyos publica en La Genciana, en diciembre del 2003, narrando la puesta en escena del Claroscuro del Rescate:

Todo ya está listo para la presentación: los preparativos, los ensayos, las continuas reuniones que se iniciaron hace cuatro meses atrás, verán hoy (noviembre de 2003) con forma y vida lo que soñamos mientras se creaban y fundían ideas de todos los miembros del equipo que participamos en la creación de la Cantata “El Claroscuro del Rescate”.

El Cuarto del Rescate, ahí, callado y envejecido, pero con mucho por decir y contar…

Irrumpe el sonido de un pututo, y se inicia el espectáculo…

Miguel Garnett inició el guion, basado en cantatas presentadas por los grupos de Arte Cajamarquinos “Cierto Consenso” y “AlgovipasaR”, el mismo que va siendo revisado por Jorge León, Sandra Armas y quien les escribe. El trabajo de producción ha sido un éxito y la dirección está puesta en marcha. Han creado e interpretado con gran ánimo la música: Otón García, Noemí López, Carlos Pastor y Edgar Tapia, en base a quenas, antaras, maichiles, bombos y guitarras.

Ilumina Carlos Ascurra, Sandra Armas suelta los efectos. Todo se ha concatenado y tomó forma y vida el espectáculo, en un contexto único en el mundo como es “El Cuarto del Rescate”.

El final es un mensaje de esperanza destacando nuestras peculiaridades culturales, las que nos hacen cajamarquinos y por lo que debemos sentir orgullo.

… como una actividad especial por el inicio del proyecto “Mejoramiento de la infraestructura actual y conservación del Cuarto del Rescate”.

Esperamos que con la ejecución del Plan de Gestión del Centro Histórico se pueda volver a retomar este tipo de iniciativas, dirigidas a los diferentes públicos que habitan en Cajamarca y se logre sensibilidad, valoración, respeto y apropiación social de nuestro patrimonio cultural. (Hoyos Estela, Pilar, Cantata El Claroscuro del Rescate. Crónica de una creación. La Genciana, Nº 5; pp. 8-11).

Hace algunas semanas atrás nuevamente se ha puesto en escena el evento cultural El Claroscuro del Rescate, gracias a Quilla, Estrategas y Comunicadores. Esperamos que sea un signo que el anhelo del reconocimiento de Cajamarca como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, vuelva a ser una prioridad en la agenda colectiva de las instituciones públicas y privadas, academia y sociedad civil de Cajamarca. Es urgente un trabajo interdisciplinario y la articulación de los diversos actores. La ruta está planteada desde el 2002. Corresponde retomar con responsabilidad y pasión esta propuesta de la “Apropiación social de nuestro patrimonio cajamarquino” y hacer realidad ser parte del Patrimonio de la Humanidad. Es justicia y labor conjunta.

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