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SALUD
Ojos secos y pandemia
Utilice mascarillas con alambre nasal flexible, ajustándolo bien para evitar que el aire se dirija hacia los ojos. Foto cedida por Alcon.
El aumento de la sequedad ocular debido al uso continuado de mascarillas sanitarias y a la mayor exposición a las pantallas digitales, es uno de los muchos efectos colaterales de la COVID-19. Expertos en salud visual explican cómo solucionarlo o mitigarlo.
Los casos de síndrome de ojo seco, una condición que aparece como consecuencia de la falta o la mala calidad de la lágrima y afecta a la superficie ocular debido a que no se hidrata debidamente, están creciendo como consecuencia indirecta de la pandemia, según los expertos en salud visual.
Uno de los países donde se ha constatado este crecimiento atribuido al aumento del teletrabajo diario y del mayor uso de dispositivos móviles, es España, donde el ojo seco es uno de los síndromes oculares más usuales, según datos del Consejo General de Farmacia (CGF), recogidos por Alcon, compañía especializada en el cuidado de la visión.
Los problemas oculares también han aumentado en EE. UU., donde el uso generalizado de mascarillas también puede aumentar los casos de sequedad e irritación ocular al desviar el aire hacia los ojos y secar su superficie, según expertos del Centro de Investigación y Educación Ocular (CORE), de acuerdo a Alcon. Las medidas tomadas por las autoridades para prevenir la expansión de la pandemia de COVID, como la permanencia en los hogares y los cambios en las costumbres y rutinas de la población, como la mayor exposición a las pantallas de televisores, ordenadores y dispositivos inteligentes, puede provocar la sequedad ocular, que se produce cuando la superficie del ojo no está correctamente protegida por la película lagrimal.
El aumento del tiempo de teletrabajo irrita la vista. Foto: Alcon.
Asimismo “pasar mucho tiempo en un espacio limitado puede afectar a nuestra visión de larga distancia”, explica Francisco Alba, asesor médico de campo de Alcon Iberia (www.alcon.es).
Alba explica que “la visión humana está concebida para ver en espacios abiertos, y la necesidad de adaptarse a distancias cortas durante un tiempo prolongado puede provocar fatiga y estrés visual. Por este motivo, es importante a ejercitar nuestros ojos para fortalecerlos y mejorar la salud ocular”.
Los expertos ópticos de Alcon, confirman que el vaho que se forma en las gafas cuando llevamos mascarilla, al respirar en las épocas frías, también tiene un efecto en la sequedad ocular. “Cuando exhalamos con la mascarilla puesta, el aire caliente sube hacia la parte de arriba y pasa por la superficie del ojo”, puntualizan.
Señalan que el movimiento de la lágrima sobre el ojo hace que esta se evapore más rápidamente, lo que hace que la superficie se seque. “Así, los ojos se notarán secos, con sensación de arenilla, con picor, llorosos y enrojecidos”, aseguran.
La sequedad ocular también puede producirse cuando las mascarillas se pegan para sellar el borde superior de este artículo sanitario, según Alcon.
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La sequedad ocular produce continuas molestias y enrojecimientos. Foto: Alcon.