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"'Fake News', la nueva verdad"
Dime, ¿cuántas cadenas de WhatsApp te llegan cada semana en los grupos a los que perteneces?
"Por favor, distribuye este mensaje importante entre tus amigos", ese es el epílogo final en casi todas ellas y casi siempre damos por hecho lo que se dice. Mucha gente cae y replica el mensaje como cuando hace algunas décadas recibíamos una carta que debías mandar a cinco amigos so pena de caer en desgracia si no lo hacías.
Con el uso, yo diría mejor abuso, de las redes sociales, ya no sabemos en sí, qué es verdad o mentira. Vemos publicaciones con mensajes de candidatos diciendo cosas que nunca han dicho, audios prefabricados sacados de contexto, fotomontajes algunas veces burdos y sí, ya empezamos a ver videos falsos con la imagen de personas diciendo cosas que jamás salieron de sus bocas.
Lamentablemente, aún no tenemos la capacidad de discernir qué es verdadero o qué es falso. Recuerda que mucha de la información proviene de personas que comparten nuestros intereses o aparecen en las redes porque precisamente interactuamos con sitios que nos interesan. Así que no es de extrañar que esos mensajes lo que hagan es reforzar nuestra opinión o creencia sobre algo o alguien.
Leemos y damos por hecho lo que se ve, se dice o se escucha y tomamos el camino fácil... reenviar. Diseminamos la información sin siquiera detenernos a pensar si esta es verdad o mentira, simplemente replicamos el mensaje y nos hacemos parte, yo diría cómplices, de lo que queremos que los demás piensen.
Quisiera que nos pusiéramos a pensar en la información que recibimos en las redes sociales o los servicios de mensajería. Aquel bien intencionado de un amigo o familiar alertando sobre una modalidad de robo que están usando y que si te detienes a ver, ni es en tu país, ni es actual, algunas veces son de la época de la pandemia, pero nos llenan de pánico. O la del candidato o candidata que habla de algo en contra de nuestros principios que con una simple búsqueda nos podemos dar cuenta de que nunca dijo eso. O peor, el mensaje que habla de un hecho apocalíptico que va a ocurrir, que es el mismo que recibimos hace 2, 5 o 10 años con otros protagonistas. O la de alertas de cosas que no están pasando y que pueden
EDICIÓN Sarasota-Manatee PUBLICACIÓN MENSUAL
Año 24 - Número 275/Agosto 2023
Publisher y C.E.O.: Luis Eduardo Barón
Gerente: Martha Lucía Calle
Representantes de Ventas: Carlos González
Castillo Publishing Group
Corrección de Estilo: Mariela Vargas O.
Colaboradores: Amelia Nierenberg
Catrin Einhorn
Elena Shao
Frances Robles
Frank Rojas
Isabel Martínez Pita
Jancee Dunn
Karen Angel
María Marín
Nora Cifuentes
Paula Bolinaga
Ricardo Segura
Diseño Gráfico: Marta Garrido
Servicios: Atlantic Syndication
New York Times Syndication
Escrito EFE NEWSCOM
Director de Fotografía: Rick Benítez
Foto Portada: Ana María Orozco.
Fuente: Amazon Prime Video.
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La desinformación llegó y llegó para destruir la verdad. Hoy es difícil diferenciarla y cada día será peor. Nos están lavando el cerebro, manipulándonos con verdades ajenas y creando percepciones que no son.
Lamentablemente, a las empresas que controlan estas redes sociales no les interesa para nada reglamentar o regular, por el contrario, viven de la controversia, cada mentira replicada es más alcance y más tiempo de uso de la plataforma. Solo nos queda recurrir a la cordura y al sentido común.
Desconfía de quien te dice "por favor envía a tus amigos esta información", desconfía de todo lo que ves en las redes y en especial de fuentes que no tienen ninguna credibilidad. Toma la costumbre de verificar lo que lees o ves en estas plataformas. Analiza si de verdad es creíble o no. Y haz algo más aunque te tome unos segundos, piensa antes de hacer clic en reenviar y hazte estas preguntas: ¿Si envío esta información estoy cien por ciento seguro que es cierta? ¿Qué gano con enviarla? ¿Qué gana mi destinatario en recibirla? Y si puedes entra a Google, escribe lo que vas a enviar y mira si no es una noticia falsa. Hay cientos de sitios que se dedican a verificar la información y que contribuyen a desenmascarar estas prácticas.
En este momento hay miles de empresas que se dedican a fabricar "verdades", a destruir reputaciones, construirlas, diseminar ideas y manipular conciencias. Estas empresas ganan dinero por ello, y hay personas que pagan para que esa información circule.
No puedes tú dejar que destruyan la verdad y mucho menos ser cómplice de hacerlo.
Recuerda que tus dedos no están diseñados para pensar, usa tu cerebro antes de enviar.
Los viajeros con discapacidad representan 58.200 millones de dólares del mercado de viajes de Estados Unidos, que asciende a 1,2 billones de dólares, casi el 5 %, y viajan casi con la misma frecuencia que las personas que no tienen discapacidades, señaló MMGY Global, una empresa de mercadotecnia turística, en un informe de 2022.
“La inclusividad no solo es lo correcto desde el punto de vista ético, sino también una gran oportunidad de negocio”, aseveró Chris Davidson, vicepresidente ejecutivo de MMGY Travel Intelligence, el departamento de investigación del mercado de viajes de la empresa.
La Ley de Estadounidenses con Discapacidad (ADA, por su sigla en inglés) exige que todos los gobiernos estatales y locales “les den a las personas con discapacidad la misma oportunidad de beneficiarse de todos sus programas, servicios y actividades”. La ADA no cubre el suministro de sillas de ruedas para la playa, pero hay otra ley (la Ley de Barreras Arquitectónicas) que se aplica a los parques nacionales con playas, que deben tener una vía de acceso como un entablado o un tapete.
Libertad Y Un Espacio Para La Ca A De Pescar
DeBug Mobility Products, fundada en 1996 por Mike Deming y su esposa, Karen Deming, después de que un accidente de coche la dejó tetrapléjica, fabrica sillas de ruedas de acero inoxidable para playa, entre las que está un modelo flotante de tres ruedas con un costo de 2.275 dólares y un modelo estándar con reposapiernas fijo por 2.475 dólares. El modelo estándar puede modificarse con opciones para inclinar el asiento, reclinar el respaldo y elevar las piernas, así como para añadir soportes para una caña de pescar, una bebida y una sombrilla.
Algunos fabricantes de sillas de ruedas motorizadas para playa alquilan sus sillas directamente a los huéspedes de los hoteles. Sand Helper, una de estas empresas, ofrece sillas de ruedas de baterías con tracción en las cuatro ruedas por unos 500 dólares a la semana en Florida y otros estados, y por 30 dólares la hora en Ocean City, Maryland. La empresa vende sus sillas por unos 12.000 dólares, una cantidad muy elevada si consideramos que ni Medicaid ni Medicare cubren los costos de las sillas de ruedas de playa.
También hay al menos un modelo manual que puede ser impulsado por el usuario: la silla de ruedas de playa todoterreno Hippocampe, que se vende por unos 4.000 dólares y es fabricada por Vipamat, con sede en Francia. Entre las opciones más económicas, Wheeleez ofrece juegos de piezas para convertir una silla de ruedas urbana en una silla de ruedas para playa. Las opciones oscilan entre 300 y 1.000 dólares, dependiendo del tamaño y la cantidad de ruedas.
COMPARTIR LA ‘MAGIA’ DE LAS PLAYAS
Encontrar información sobre la accesibilidad de las playas puede ser todo un reto. La Comisión Costera de California tiene una lista de al menos 114 lugares en el estado con sillas de ruedas para la playa, varios de los cuales (como Imperial Beach, en el condado de San Diego, y Laguna Beach, en el condado de Orange) ofrecen sillas motorizadas sin costo, pero las listas incompletas de otros gobiernos locales y playas obligan a los usuarios a verificar la disponibilidad en cada destino.
Algunos escritores especializados en viajes accesibles se esfuerzan por llenar este vacío informativo. Sylvia Longmire, de 48 años y proveniente de Sanford, Florida, padece esclerosis múltiple, usa silla de ruedas y ha recopilado listados de decenas de playas de Florida que ofrecen sillas de ruedas para playa y tapetes en su blog de viajes accesibles, Spin the Globe.