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POLITIKA “Hacerse su propia opinión deja de ser un comportamiento de esclavo” (Jean-Jacques Rousseau)

En este número: El totalitarismo de la ignorancia (Carlos Philippe)..................... Pág. 2

La Soledad de Chile (Roberto Pizarro) ............................................... Pág. 8

El controvertido proyecto de Ley de Post natal (María Ester Feres) ................................................................................... Pág. 3

El evangelio a la luz del libre mercado (Karel Capek)................. Pág. 9

Esta CUT no hará ‘huesos viejos’ ni pasará a la Historia del sindicalismo (Arturo Alejandro Muñoz)............................................. Pág. 4

La Copa del Rey, los bombardeos en Libia y la boda real (José Miguel Carrera)................................................................................ Pág. 10 Atrapados por la Historia (José Robredo)...................................... Pág. 11

La lección está aprendida (Néstor Jorquera)................................. Pág. 5 La Patagonia socialista (Alejandro Kirk) ......................................... Pág. 6

Desde España, donde cualquier parecido no es coincidencia (Danilo Aravena)....................................................................................... Pág. 12

Nada nuevo bajo el sol… (Luis Casado).......................................... Pág. 7

Lo irracional y la corrupción (Armando Uribe Echeverría)........ Pág. 13

Año AñoIIII--Edición EdiciónDigital DigitalNº Nº22 (01.05.2011) (01.05.2011)

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El totalitarismo de la ignorancia E

Carlos Philippe Periodista.

“La TV le vende ilusiones a una población ilusa... Para los informativos la vedette es la delincuencia. Crean estereotipos de tipo Disney (malos versus buenos)...”

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l control remoto no entrega alternativas. Son vueltas y vueltas entre suspiros de decepción. La televisión abierta está cada vez más mala. Ya no se trata de hablar de lo tópicos de siempre, que la “TV es basura”, de la falta de diversidad en su contenido o del efecto rating. Sino que asumir que en el estricto rigor de la teoría de la comunicación es bien sabido la influencia de la “caja tonta” en las conductas de las masas y la opinión pública. La televisión va agarrando tintes de preocupación, donde unos pocos manejan a destajo los criterios de los contenidos y lo justifican. Son cincos canales: Canal 13, La Red, Chilevisión, Megavisión y TVN (sin cable es difícil ver UC Valparaíso y Telecanal, aún de baja envergadura). Todos se financian vía publicidad, es decir que dependen del mercado. Son manejados como un boliche, regentados por empresarios. TVN, canal público, -la ley 19.132 le da carácter de “autónomo, pluralista e independiente”-, debe autofinanciarse. Regido por un directorio (siete) cuyo presidente es designado por el Presidente de la República y el resto ser aprobado por el Senado. Como si fuera de todos, o sea del Estado, pero sin su regulación. En conclusión, todos los canales están gobernados bajo un mismo modelo. La programación de los canales no ofrece diversidad. Matinales de lunes a viernes, con la farándula como estrella, cultura de futbolistas y modelos. Un constante reality busca la rentabilidad del voyerismo. La televisión se llena de jóvenes guapos que no terminan el cuarto medio. Ganan millones mientras un 60% de los egresados de las Universidades no encuentran trabajo en sus profesiones, y otro tanto recibe salarios precarios. El mensaje es claro. El resto del día saturado con teleseries nacionales e internacionales que muestran los enredos amoro-

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sos de la burguesía continental. O con malas copias de programas de países occidentales. La TV le vende ilusiones a una población ilusa. Los indigentes informativos son el gran problema porque el departamento de prensa es lo más caro (un rostro conocido gana 10 millones de pesos, y el periodista que le escribe las notas apenas 350 mil). Para los informativos la vedette es la delincuencia. Crean estereotipos de tipo Disney (malos versus buenos), le dan poca cabida a la política y a la cultura. Media hora de fútbol, videos de youtube y comentarios de redes sociales. Largos y malos. Chilevisión marca la pauta, los otros canales siguen. Todo por el rating. TVN, el canal de todos, el canal “pluralista”, en su sección deporte ofrece chicas en bikini. Cosa de calentar el ambiente y capturar televidentes. Los noticiarios son chismorreo, chismes. Resulta imposible informarse por esta vía. Los “especialistas” de la televisión argumentan que entregan “lo que la gente pide”. Basan su criterio en un monitoreo de los programas en la población. El rating se mueve como la curva de rendimiento de cualquier bolsa de valores. La fórmula es agotar el éxito. Si la curva baja, los ingresos disminuyen, el retorno no es el mismo. Lo que vende es lo más rentable. Conclusión: lo quiere la gente es la rentabilidad. El Consejo Nacional de

Televisión (CNTV) aparece como único ente regulador de los valores que entrega este medio de comunicación. Institución que por ley (artículo 12 de la ley 18.838) obliga a los canales de TV a tener una hora de cultura a la semana. Es así como el canal autónomo de Chile ofrece muy buenos documentales los sábados a la medianoche. Es el lugar que tienen la cultura y las artes en Chile: una hora a la semana. Como cualquier ciudadano puede denunciar un programa, al CNTV se le acumulan los reclamos y aparece como una monja reguladora de los valores morales. Valores morales de monjas y curas: un oxímoron. La nueva ley de TV Digital debía ser la solución para entregar “más y mejor televisión a los chilenos”. Ambiguo, el proyecto es discutido en el Senado. Un grupo de parlamentarios le pide al Gobierno que le quite el carácter de suma urgencia. Lo que parecía una alternativa para las pequeñas señales se ha transformado en un abanico de nuevos negocios para los grandes canales. Si esta Ley es aprobada, veremos Chilevisión multiplicada por cinco. Adiós a los pequeños canales. Ni hablar de un canal público sin publicidad, como RTVE en España. Ni hablar de pluralismo. No es casualidad que Piñera tardase en deshacerse de su participación en Chilevisión, ni que el Grupo Luksic se apoderase de Canal 13. Ni es coincidencia la precariedad de los sindicatos en la TV chilena. El Gobierno sabe que apurando la ley de TV digital gana tiempo para potenciar su modelo. Acá no hay pluralismo sino imposición de un modelo bien diseñado para mantener estúpida a la población, mientras arrasan con los recursos naturales y vacían nuestros bolsillos. En Chile nos dirigimos hacia un totalitarismo. El totalitarismo de la ignorancia. P

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El controvertido proyecto de Ley de Post natal S

María Ester Feres Nazarala Directora del Centro de Relaciones Laborales. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad Central.

“Para entender la inoperancia que lo caracteriza basta recordar la marginalidad de los temas laborales en el programa del actual gobierno”.

e agrede la inteligencia de los chilenos cuando el Gobierno presenta el pasado marzo como un hito en sus políticas sociales. Todas ellas tienen un bajísimo impacto para la población afectada. Pero lo que desafía la capacidad de asombro es su propuesta legal de extensión del derecho a postnatal y la ampliación de su cobertura a mujeres trabajadoras hoy excluidas como producto de la precariedad de sus trabajos e ingresos. En realidad sus contenidos están destinados a eliminar o a disminuir derechos vigentes. Para entender la inoperancia que lo caracteriza basta recordar la marginalidad de los temas laborales en el programa del actual gobierno. La generación de empleo y la lucha contra la pobreza no son sino pretexto. En ese marco se promete una mayor inserción laboral femenina, en modo compatible con su vida familiar. Objetivos relevantes para avanzar en la igualdad entre los géneros, (como la autonomía económica de las mujeres, la corresponsabilidad de ambos padres en la crianza de los hijos, en las tareas del hogar y la responsabilidad social de la reproducción), no son ni siquiera temas tangenciales de los enunciados programáticos. Desde una concepción conservadora de la familia, ignorando la diversidad actual, se propone la revisión de obstáculos legales que operan como barreras de entrada y de permanencia de las mujeres en el mercado de trabajo: costos empresariales, y dificultades para la adecuación del trabajo remunerado a “sus” tareas domésticas. Para ello se propone una nueva regulación del teletrabajo y del trabajo en el hogar; modificaciones de la actual normativa de salas cunas para empresas que emplean a 20 o más mujeres, introduciendo un cofinanciamiento estatal; flexibilización en el uso del beneficio de pre y post natal; y extensión hasta 6 meses del post-natal, como opción al actual régimen. Esto último ligado a un cambio de la cobertura de la licencia por enfermedad de los hijos menores de un año. Los afanes flexibilizadores ya se manifestaron en el 2010, con los mineros aún en el fondo de la mina y Piñera anunciándole a Chile y al mundo “Un Nuevo Trato Laboral”. Una ley modificatoria del Código del Trabajo debía crear un “contrato especial de trabajo a distancia”. Felizmente logró ser archivado por su baja calidad técnica, su carácter profundamente desregulatorio para las mujeres que trabajan mayoritariamente bajo estas modalidades, y por la acción decidida de algunas diputadas. La matriz se repite en este nuevo proyecto de ley. Curiosamente, predomina la idea que se trataría de una buena iniciativa, a la que habría que hacerle algunos ajustes. Tal vez porque sectores de la Concertación ya habían propuesto la extensión del postnatal sin concitar los apoyos internos o de la oposición de en-

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tonces. Aún así, no faltan quienes temen sus impactos en los ya vergonzosamente bajos costos laborales, y amenazan con incidencias negativas en el empleo. Si bien durante los últimos 20 años se lograron avances legales, incluida la ratificación de los convenios OIT sobre maternidad y no discriminación, éstos no se han traducido en la corresponsabilidad de los padres trabajadores en la crianza de los hijos. Si el norte fuese lograr mayor igualdad de género en el trabajo, combinando una efectiva protección a las madres trabajadoras con la necesaria corresponsabilidad de ambos padres y de la sociedad toda en la reproducción social, ello merecería una revisión del conjunto de normas de protección a la maternidad. El actual proyecto del Ejecutivo abriría esa posibilidad si los contenidos propuestos tuviesen alguna coherencia con las que declara como sus ideas matrices, a saber: garantizar el mejor cuidado de nuestros hijos; permitir que más madres se beneficien con la protección de la maternidad; y aumentar la corresponsabilidad de ambos padres en el cuidado de los hijos mediante permisos parentales, facilitando la conciliación entre trabajo y familia. El proyecto es coherente con la plataforma programática del Gobierno, desconocida por la ciudadanía. En los hechos, se propone una extensión del postnatal, con posibilidades de uso parcial por parte del padre, con una serie de condicionantes que dificultan tanto el acceso como su goce; y con la eliminación de tantos derechos que convierte el remedio en algo peor que la enfermedad. La reforma propuesta elimina el fuero maternal para las trabajadoras públicas y privadas con contratos temporales. Lo reduce a lo menos en tres meses para las contratadas por tiempo indefinido. Suprime el derecho a alimentación de sus hijos a las trabajadoras a tiempo parcial. Suprime el subsidio por maternidad a las cesantes de contratos temporales no pertenecientes al 20% más pobre de la población, etc. Por eso se resalta la extensión de un postnatal parental que, -junto al intento de cercenar los derechos ya señalados-, admite otras objeciones no menos relevantes. Así, la propuesta de extensión no es igualitaria para todas las madres trabajadoras, ni tampoco para sus hijos, en tanto el subsidio a percibir se limita a 30 UF (cerca de $650.000). Esta discriminación eliminaría un histórico derecho laboral y de seguridad social transformándolo en un subsidio de pobreza focalizado. Neutralizando así la promoción de la lactancia materna y el apego del menor a sus progenitores, e incidiendo negativamente en la responsabilidad del Estado con la reproducción social. Persiguiendo esos objetivos recurren a

estadísticas que normalmente ocultan, como que 80 de cada 100 mujeres perciben remuneraciones menores o iguales a ese monto. Con el ahorro resultante se otorgaría el beneficio a trabajadoras cesantes, que tuvieron contratos temporales y precarios (sin preocupación por las causas del problema), pertenecientes al primer quintil de ingresos. Según sus propias cifras eso beneficiaría a cerca de 8.000 mujeres, pero con sólo un tercio de la remuneración imponible que hubiesen logrado percibir en los últimos 24 meses. En una típica aproximación neoliberal, que parte del principio de la mala fe de quienes detentan un derecho para limitarlo, se proponen modificaciones al derecho a licencia por enfermedad de hijos menores de un año, incluso con mecanismos de copago, a pesar de que uno de los fundamentos para ampliar el postnatal a seis meses es que la media del tiempo de las licencias se sitúa en 5,9 meses desde el nacimiento del menor. El objetivo de promover la corresponsabilidad de los padres en la crianza se queda en los enunciados del proyecto. Si establece la posibilidad de que el padre tome las seis últimas semanas del período de extensión, no la concibe como un derecho propio sino como una liberalidad de la madre, con otros dos frenos evidentes: a) el subsidio a percibir por el padre se calcula sobre la remuneración de la madre, con los topes propuestos (sin tomar en consideración la gran discriminación salarial entre hombres y mujeres), b) en caso de hacer uso de dicho tiempo, el fuero que se le otorga implica una disminución adicional de tres meses a la ya señalada para el fuero de la madre. Cabe preguntarse porque el Gobierno no aprovechó la oportunidad de establecer los derechos, irrenunciables, de los padres trabajadores en relación a la crianza de sus hijos. Existen varias normas que lo justifican: entre otras, el permiso de alimentación de una hora diaria hasta los dos años de edad del menor, o el de acceso a salas cunas en las empresas en que trabajan, para sus hijos hasta esa misma edad. La respuesta es simple: el gobierno no desea cargar a todos los empleadores con los únicos costos directos de la reproducción, aún a costa de continuar discriminando tanto a las mujeres como a sus empleadores. El proyecto debiese orientarse hacia la mejora sustancial de los derechos asociados a la maternidad, y a una revisión integral de las normas de protección a la maternidad (incluyendo el cambio del Título II, Libro II del Código del Trabajo) más acorde con las responsabilidades parentales. Aprovechar la oportunidad que se abre es responsabilidad de la oposición política en el Parlamento ¿Existirá la capacidad para ello? ¿Existe oposición? P

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Esta CUT no hará ‘huesos viejos’ ni pasará a la Historia del sindicalismo A los trabajadores nada les ha sido regalado, todo lo han logrado a través de la unidad, la lucha sindical y la fe en sus propias fuerzas. Pero la actual CUT considera que lo anterior es simple Historia y se contenta con obtener algunas migajas que caen de la mesa del poder

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Arturo Alejandro Muñoz Profesor y escritor.

“Muerto Clotario Blest, muerto el ‘huaso’ Bustos, la CUT deambuló del entreguismo a la nada misma”.

a Derecha ama la puesta en escena de “los testigos sin rostros” en nuestro inefable sistema judicial porque ella misma esconde su cara ante la ciudadanía. Siempre opta por sacar las castañas del fuego con la mano del gato. En política, esa ‘mano y ese gato’ no son sino las Fuerzas Armadas, el gobierno de los Estados Unidos y un montón de desquiciados delincuentes que los dueños del capital contratan para volar oleoductos y puentes, como ocurrió en el duro período 1970-73. Un ejemplo: la actual Central Unitaria de Trabajadores -CUT- ha sido dirigida desde hace más de dos décadas por un grupo de adictos al poder, o a las migajas que de ese poder escapen mesa abajo. Con no poca habilidad sus máximos dirigentes han embaucado a las masas trabajadoras con el cuento de “la lucha del obrero contra la injusticia patronal”, sin mayores consecuencias. Por el contrario, hoy es posible corroborar la calidad de obsecuentes serviles que distingue a tales directivos, para alegría del empresariado expoliador y sus representantes en el gobierno. Lo que digo es que enriquecidos financistas y bolicheros que circulan por Casa Piedra aseguran poseer “ayudistas anónimos” en la CUT, los cuales trabajan inocente y torpemente en beneficio del gran capital. No me trapico al susurrar que Arturo Martínez pueda ser uno de ellos: no soy el único que piensa que carece de capacidad y de entendimiento para administrar la que fuera alguna vez una gran organización de los trabajadores. El miedo a la libertad ha alcanzado su expresión máxima en nuestro país, no solo en algunas tiendas políticas otrora izquierdistas y hoy entregadas a los aromas del aceite neoliberal, sino, también, en la central sindical. Tal vez se arme una trifulca con lo que escribo a continuación, pero me asiste la experiencia del tema y mi participación en estos asuntos, años ha. A la cabeza de la CUT, Arturo Martínez y sus asesores arriaron banderas que no les pertenecen, -ellas son entregadas por la masa laboral en calidad de préstamo y representación-, dejándole el campo libre al avance de poderosos grupos económicos dispuestos a transformar nuestro país en una especie de far west empresarial donde el más fuerte, léase

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‘el más rico’, impone los términos de la convivencia en su propio favor. Entre 1983-1985 pertenecí a la llamada “mesa de trabajo del Comando Nacional de Trabajadores”, y tuve fuertes encontronazos con Manuel Bustos y con Arturo Martínez por hechos que anunciaban lo que ocurre hoy: que la CUT ya no sería una organización DE los trabajadores y PARA ellos, sino una simple correa de transmisión para el nuevo referente democrático, la Concertación. De ese modo se garantizaba la tranquilidad social y la “gobernabilidad” a quienes sucedieron a Pinochet. ‘Gobierno tranquilo’ en cuanto a que los trabajadores no mosquearan con la sindicalización, la negociación colectiva, la capacitación laboral, la previsión social, la jubilación digna y asuntos de esa índole, ya que para la Concertación lo imperioso era (y siguió siéndolo durante 20 años) la perfecta administración del modelo económico impuesto por la dictadura. Manuel Bustos y Rodolfo Seguel recibieron posteriormente la gratificación de su tienda política -el PDC- por “no mosquear” y obedecer a ultranza las órdenes partidistas (como exigió el año 1983 en Punta de Tralca Andrés Zaldívar): se le entregó a cada uno de ellos una diputación. Manuel Bustos resistió años la presión; logró rearmar la CUT pero, finalmente, también entregó la oreja y ‘disciplinó’ la organización de los trabajadores según la voluntad de su partido político. Hoy Arturo Martínez cree que su labor de ‘apoyo políticamente correcto’ a la conservación del modelo amerita que también se le entregue un puesto en la Cámara de Diputados. No por nada lleva ya ¿cuántos años?, ¿quince?...a cargo de una CUT que le ha puesto freno a las demandas de los trabajadores, permitiendo con su pasividad que la sindicalización cayese a niveles inimaginables 20 años atrás. En suma, el sindicalismo prácticamente no existe en Chile. No posee peso específico y ningún sector de la vida nacional -NINGUNO- lo considera medianamente significativo. Y eso es producto exclusivo de la CUT y de sus patrones concertacionistas dóciles a los intereses económicos de la derecha neoliberal. Si esto no es ‘incapacidad’, entonces se trata, simplemente, de ‘traición’ a las

bases, a la historia y a las luchas del sindicalismo chileno que tuvo momentos gloriosos con la FOCH, la CTCH, la vieja CUT y el Comando Nacional. Traición cuyos resultados estructuran un presente negrísimo para los trabajadores. Mucha y turbia agua ha corrido bajo los puentes del sindicalismo desde el año 1987 al día de hoy. Entre una y otra fecha, Arturo Martínez ha estado siempre presente como directivo de la CUT. Entre una y otra fecha falleció el tripartismo laboral. Entre una y otra fecha se asfixió la historia del sindicalismo, y se ahogó la presión que el mundo del trabajo sabía ponerle a los gobiernos de turno, en beneficio de la dignidad laboral y de mejoras salariales que -se supone a través de Negociaciones Colectivas (hoy en absoluta retirada)- permitían estrechar la brecha económica y mejorar la distribución del ingreso. La actual CUT nunca quiso eso. El otrora vital “tripartismo laboral” (gobierno, empresa, trabajadores) fue cedido a cambio de prebendas personales. Fue usado como moneda de cambio para acrecentar el propio poder e incrementar algunos privilegios para determinados compañeros dirigentes. De algún modo forman parte de aquellos ‘testigos sin rostros’ que, en este caso y en este asunto, trabajan a favor del explotador y en detrimento del trabajador. Lo que nadie en la CUT puede negar, es que definitivamente la directiva encabezada por Arturo Martínez cedió dócilmente a los requerimientos de la Concertación, bloque político que se jugó a rajatabla en contra de los trabajadores para preservar el modelo económico y tener un puesto en la mesa de las repartijas que atiende, sirve y administra la derecha dura. Muerto Clotario Blest, muerto el ‘huaso’ Bustos, la CUT deambuló del entreguismo a la nada misma. Eso es lo que hoy representa hoy, la nada misma, gracias a la administración de un pusilánime (admitamos que es eso, y no un traidor) como Arturo Martínez. Es hora de que nuevas generaciones directivas asuman el mando de las organizaciones laborales para reiniciar la lucha por las conquistas indispensables, oxigenantes y democráticas, que permitan lograr un desarrollo armonioso y la justicia social. P

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La lección está aprendida E

Néstor Jorquera Presidente de la Confederación Minera de Chile (Confemin)

“20 años de gobiernos de centro izquierda sirvieron sólo para mantener y administrar el modelo institucional y económico de la dictadura”.

l primero de mayo de 1886, Albert Parsons, líder de la organización laboral, de Chicago, ante un millar de trabajadores, les dirigió las siguientes frases, “el hombre, no es una maquina, es un cuerpo, por lo tanto exigimos trabajar solamente 8 horas diarias, porque necesitamos recrearnos 8 y descansar también 8 horas. Estas palabras dichas hace 125 años, significó la muerte, de un centenar de trabajadores, dirigentes presos y toda la sociedad trabajadora sufrió las consecuencias, al creer que los dueños del capital, el capitalismo, eran seres humanos, que por lo tanto NO iban a dar lo que el trabajador requería sin mayores cuestionamientos y fueron vilmente asesinados. 125 años han pasado, y nos recuerda, otra matanza más. La de la Escuela Santa María, de parte de los capitalistas, de la oligarquía, de los amos, de los dueños. Acá murieron miles de trabajadores, siendo su única aspiración pedir mejores condiciones de trabajo, mejores condiciones de seguridad y que le revalorizaran la moneda, que era un penique y que esta fuera aceptada en otras oficinas. Estas masacres, y muchas más que han ocurrido a lo largo de nuestra historia, han tenido un solo común denominador, que es reprimir al trabajador, a toda costa, eso significa que hay que llamar a los militares, para que los maten y no permitir que a los amos les quiten sus privilegios. En estas matanzas han caídos trabajadores, de distintos pensamientos, políticos, religiosos, sean estos blancos, negros, de cualquiera raza o etnia, si la única ligazón que les unía era el hecho, de ser pobres y trabajadores que solo bregaban por mejores condiciones sociales, que en justicia merecemos. En este 1º de Mayo conmemoramos el Día Internacional del Trabajo y al hacerlo, no podemos dejar de recordar y mencionar a compañeros que dieron su vida, en favor de la clase trabajadora, a Luis Emilio Recabarren padre del movimiento obrero Chileno, a Clotario Blest Riffo, fundador de la Central Unitaria de Trabajadores, a Salvador Allende Gossens, Compañero presidente de los trabajadores y del pueblo de Chile. A ellos los unía un solo fin, un solo norte, que era creer en los trabajadores y la lucha de clases, por lo tanto, no vamos a desgastarnos, en denunciar las condiciones de vida que estamos teniendo los pobres de este país, cuando la gran diferencia, entre los que tienen mas y los que no tienen nada se hace cada vez más grande. La calidad de la educación, de la salud, de la vivienda, de la justicia, solamente algunos tienen ese privilegio. Conocido el diagnóstico, tenemos el deber moral de ponernos de pie, unirnos y luchar contra toda esta injusticia que estamos viviendo. 17 años de la más oprobiosa dictadura, que sembró muertes, que esquilmó nuestros derechos, que destruyó el Código del Trabajo, que usurpó nuestros derechos previsio-

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nales, que impuso el modelo económico de mercado que prevalece hasta hora, que destruyó la industria nacional, que desnacionalizó nuestras riquezas básicas y privatizó el patrimonio de todos los Chilenos, terminaron porque el movimiento sindical chileno fue capaz de unir nuestro pueblo en la gran cruzada por terminar con el tirano. Sin embargo, esa gesta de millones de chilenos que salió a las calles nos dejó como trabajadores una dura lección: 20 años de gobiernos de centro izquierda sirvieron sólo para mantener y administrar el modelo institucional y económico de la dictadura. El Chile de hoy, sigue contaminado con el ADN de Pinochet. Los trabajadores nos dimos cuenta de que no debemos dejar en manos de terceros nuestros sueños y esperanzas. Hoy, los trabajadores con independencia debemos unir nuestras fuerzas, levantar una alternativa al injusto modelo actual, que ponga en el centro la renacionalización del cobre, la industrialización del país, la redistribución de la riqueza, La recuperación de nuestro derecho a la salud, a la educación y a la vivienda. La lección está aprendida. Si no somos capaces de unirnos para terminar con el actual modelo, no le abriremos paso a nuestra independencia. Cada vez nos queda más claro, a los sindicalistas Chilenos que este es el único camino. La Unidad y la Lucha. Existen experiencias en América Latina. El movimiento Sindical, sabe que este es el camino. Necesitamos ser una fuerza unitaria que posibilite el cambio. En este camino, en esta unidad, es fundamental la mujer. Luchamos junto a todas aquellas que se organizan y resisten contra los avatares del capitalismo en todas sus expresiones: flexibilidad laboral, femicidio, machismo, despolitización de las organizaciones sociales, desprotección social, vejación, desigualdad, desvalorización de las mujeres y sus derechos, asistencialismo, nula participación en los procesos sociales y políticos de nuestro país, en lo económico, en el acceso a educación y la salud. Nuestra Confederación Minera de Chile hace un llamado a la unidad de todas las mujeres que son maltratadas, humilladas, explotadas, oprimidas, subyugadas día a día por el sistema capitalista, a que sigamos luchando y levantemos una sola voz desde nuestros distintos espacios, nuestras demandas y reivindicaciones. Ya es hora de profundizar la unidad en nuestras organizaciones aún con todas las diferencias que existan. Más aún teniendo en cuenta que este gobierno lo único que ha hecho es mentir y olvidarse de todo lo que prometió en su campaña. También hacemos un llamado a aquellas mujeres que han enfrentado y resistido al modelo con organización, lucha y rebeldía. En definitiva nos une un mismo objetivo: una vida digna, participativa y representativa, protagónica, donde el pueblo sea escu-

chado, donde el pueblo gobierne y no una clase política oportunista y aprovechadora. Y esto pasa necesariamente, por tener la seguridad de que juntos, los trabajadores, las trabajadoras, estudiantes, juntas de vecinos, organizaciones ambientalistas, toda la clase media y pobre de nuestro país tengamos la capacidad suficiente para impulsar nuestro propio proyecto, para que nunca más la clase política nos dirija. Ya tenemos la experiencia vivida y no vamos a volver a vivirla, debemos ser capaces de nunca más elegir representantes o gobernantes que no sean representativos de nuestro sector. Ese es el desafío del presente. En este 1ª de Mayo saludamos con abrazo y reconocimiento la lucha que han dado los empleados públicos, a los trabajadores contratistas de las grandes mineras, a los 300 trabajadores mineros que quedaron cesantes después del accidente de la mina San José, a los compañeros de la Agrupación de Derechos Humanos, al pueblo de Chile. A todos ellos los necesitamos, unidos en un solo objetivo que pasa necesariamente por tener derecho a una vida decente y a un trabajo digno. Que nadie se confunda. Estamos por la protesta y el paro porque son herramientas a las que los trabajadores y todos quienes aspiran a una nueva sociedad no deben renunciar jamás. Lo que no queremos es que cualquier iniciativa presente o futura sea una suma de siglas o de nombres. Seguimos aspirando a crear el instrumento de la clase para que encabece esta lucha y somos nosotros, las organizaciones sociales los llamados a construir una nueva alternativa para nuestro pueblo. El silencio cómplice, la apatía, esa falta de respuesta a las reivindicaciones populares, nos refuerzan en la convicción del trabajo que estamos desarrollando. Construir una fuerza propia, instalar una organización que responda a las inquietudes de sus afiliados en los más variados aspectos, una organización de clase, por y para los trabajadores. Invitamos al conjunto del movimiento sindical y social a iniciar el trabajo para crecer en organización y en conciencia, en unidad y solidaridad, herramientas que permitirán en un futuro cercano la convocatoria y la realización de una gran y potente protesta nacional. Creemos oportuno reiterar el llamado a nuestro pueblo -especialmente a los trabajadores- a sacudirse de una buena vez los miedos y los temores. A desarrollar procesos de organización amplios, unitarios y clasistas. A barrer de una buena vez con la corrupción y el acomodo. A asumir como vital su participación en estos procesos, pues sin pueblo organizado no hay posibilidad de librarse del abuso y la explotación. Viva el 1º de Mayo - Vivan los trabajadores - No a la invasión de Libia - La crisis no deben pagarla los trabajadores ¡Viva la CONFEDERACION MINERA DE CHILE! P

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La Patagonia socialista C

omunismo es el poder soviético más electrificación”, escribió Vladimir Ilich Lenin al lanzar en 1920 el plan que en 11 años cuadriplicó la producción de energía eléctrica en la Rusia Soviética y permitió la industrialización acelerada del país.

Alejandro Kirk Periodista.

“Nosotros sabemos que esto no tiene precio. Así que como no tiene precio, no tenemos mucho de qué hablar con esta empresa que sabe bien el precio de algo, pero no el valor”.

Así que cuando hace poco viajamos a la Patagonia a hacer un reportaje sobre las represas de Aysén para TeleSUR, mi colega y yo discutimos los argumentos a favor y en contra. Después de todo, nos dijimos, el país necesita energía, está plagado de plantas termales, la hidroelectricidad es limpia, el proyecto es viable, las áreas previstas de inmersión son pequeñas y no amenazan el ecosistema, y la Patagonia está virtualmente deshabitada, de manera que no se plantearían los dramas masivos asociados a este tipo de obras. Admitimos también como posible la idea de que la oposición a las represas provenga de gente bien intencionada, pero poco realista y tal vez hasta conservadora, pues en el infinito abandono que sufre la inmensa mayoría de los chilenos, los patagónicos ocupan un lugar destacado. Nuevos puertos y aeropuertos, mejores carreteras, conectividad digital, y la inyección de dinero y población -aunque sea para facilitar el saqueo de los recursos mineros del norte- podrían ayudar a superar la incomunicación, atraer médicos y profesores, crear nuevas oportunidades en una tierra que conoce poco de diversificación productiva. He ahí, sin embargo, por qué hace bien viajar: tales pensamientos se disiparon rápidamente. Basta un par de horas en la carretera austral para darse cuenta de que ya existe una invasión, un entremetimiento que se manifiesta en un tráfico incesante de camionetas rojas 4x4 de HidroAysén a toda velocidad en una vía que con dificultad se puede llamar carretera. El camino es angosto, pedregoso y plagado de hoyos ¿Cómo será cuando pasen por aquí centenares de vehículos de la empresa, día y noche, durante diez años? De Coyhaique al sur, por la carretera austral se encuentran poblados como Puerto Tranquilo, Bertrand, Cochrane, Caleta Tortel o Villa O’Higgins. Mientras más lejos, más civilizados se ven. El orden frío y austero de las cosas, la calidez de las casas, la aparente ausencia de malos pensamientos, recuerdan los villorrios escandinavos (donde siempre algo sórdido también se esconde). Una

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hospitalidad tal vez distante -diferente de aquella bulliciosa y tocona de los venezolanos- pero hospitalidad sin duda. Sentí vergüenza cuando al ver una camioneta detenida, paré a preguntar si iba por el buen camino. El hombre de boina negra patagónica y unos grandes bigotes rojos que fumaba se anticipó a la pregunta y dijo sonriendo: “Gracias, estamos bien, no se preocupen. Paramos a descansar un poco”. Es lo normal allí. Entre los sectores “rico” y “pobre” de Cochrane median algunas cuadras y pocas diferencias. Nunca el contraste vomitivo que existe entre las mansiones de La Dehesa y ghettos como La Pintana. Las bicicletas descansan por ahí en las puertas de las casas, que no tienen rejas ni cerrojos de seguridad. Cochrane es la urbe de esos parajes. En su inmaculada Plaza de Armas está Melero, el super de los supermercados, donde se

rren la zona ofreciendo dinerillos, becas, pelotas de fútbol. Nancy dice agradecida que el proyecto tiene una parte mala: daña el ambiente, pero le aumenta sus magros ingresos de jubilada en la época turística.Y la señora Irma, dueña de otro bolichito, confía en que con las represas habrá electricidad barata y sin cortes. Y más plata, claro. El alcalde de Tortel, Bernardo López, nos informa que en Puerto Yungay reside una sola persona: Inés Nahuel. Hasta allá llegamos. Tiene un kioskito para vender bebidas y alimentos a quienes esperan allí la barcaza (estatal) que cruza el fiordo tres veces por día. Ella hace mermeladas de las frutas del bosque patagónico: calafate, rosa mosqueta o cauchao (el fruto de la luma, un “viagra natural”). Nos cuenta que allí mismo donde está su kiosko se construiría el puerto profundo para la descarga de materiales para las cinco grandes represas y percibe, no sin razón, que ella no cuenta y que su vida se iría a la mierda junto con el kiosko. En su lugar es probable que se abra un Pronto Copec con papas fritas, hot dogs y mermeladas falsas: el progreso. En estos lugares el Estado de Chile -sus escuelitas, su banco, sus consultorios y servicios- existe. Y es indispensable.

puede comprar azúcar, aceite de oliva, pistolas, arados, monturas, charqui, zapatos, cerveza rusa, espuelas, cocacola yanqui, queso chanco o mezcladoras de concreto. Más al sur está Caleta Tortel, un paraíso polar, construido a la fuerza en donde no se puede. Sus pasarelas de madera y las escaleras tienen a todo el mundo haciendo ejercicios cardiovasculares. Con su escuela pública de palafito, impecable, con canal de televisión y todo, orgullo del Alcalde, y sus niños sosegados y desinhibidos. Aquí, cuando hay una emergencia médica, viaja un avioncito desde Coyhaique y se lleva al enfermo. La electricidad municipal es gratis, aunque se corta a cada rato: HidroAysén promete estabilizar eso con “inversiones adicionales”, a cambio de la correspondiente tarifa, claro. Nuestras cámaras registraron decenas de voces en todo el trayecto, incluida la señora Nancy, de Tortel, cuyo flamante kiosko de troncos le fue regalado por los mensajeros de HidroAysén, que reco-

Y así como partimos hacia la Patagonia con aquella idea algo desarrollista del “progreso”, volvimos con la sensación contraria: esas comunidades limpias y organizadas necesitan, sí, mejor educación y salud, más conectividad y recursos para potenciar sus actividades. Pero para incorporarse al país como lo que son, y exportar su modelo -la aldea global- en lugar de importar las costumbres de los campamentos mineros: embarazos adolescentes, bares, burdeles, juego, tarjetas de crédito, drogas, pendencias y delincuentes. Ya los expertos han dicho por qué los megaproyectos energéticos son una rémora tecnológica y no hay para qué repetirlo aquí. Quedémonos con la vivencia. No hay en la Patagonia un pasado primitivo que pervive, sino una imagen del futuro que se puede construir. Mucho mejor lo dice Carlos Garrido, joven periodista de Cochrane, donde con su familia gestiona un café-almacén: “Nosotros sabemos que esto no tiene precio. Así que como no tiene precio, no tenemos mucho de qué hablar con esta empresa que sabe bien el precio de algo, pero no el valor”. P Año II - Edición Digital Nº 2 (01.05.2011)


Nada nuevo bajo el sol… S

Luis Casado

‘Jean Meslier recogió las palabras de un hombre del pueblo que deseaba que “todos los grandes de la tierra y todos los nobles fuesen colgados y estrangulados con las tripas de los curas…”’

Ilustración de Pawel Kuczynski.

i le preguntas a los economistas que saben, la respuesta es invariable: “Después de Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx y John Maynard Keynes, nada nuevo bajo el sol”. Lo que tiene el mérito de evitarte la lectura de mucho jeropa que habla en jerga y escribe en difícil, así como las previsiones del Banco Central, el FMI y Yolanda Sultana. Leyendo a los filósofos del Siglo de las Luces llegas la misma conclusión. En philosophie, rien de nouveau. Lo pongo en francés porque buena parte de los pensadores de esa época eran franceses, o si no lo eran, como Kant, Rousseau y D’Holbach, hablaban o publicaban en la lengua de Molière. Entre ellos los conocidos, los célebres, aquellos que según el filósofo contemporáneo Michel Onfray tenían sus yayitas con la monarquía, la Iglesia y el poder del dinero. O sea con el poder. Los filósofos de “las Luces pálidas”: Voltaire, que odiaba a los ateos pero no a la religión en que se apoyaba el despotismo y la ignorancia; Diderot, que ganaba dinero en la trata de negros; Condorcet, que quería el fin del esclavismo “pero dentro de 90 años” para no dañarle el bolsillo a los esclavistas; Kant, que celebraba el avance de la Razón en la historia pero le negaba el derecho a voto a las mujeres, a los empleados, a los obreros, a los pobres y a los negros que huelen mal; Buffon, que aseguraba que los negros “hieden a puerro”; Rousseau que condenó la invención de la imprenta porque hizo posible la publicación de libros peligrosos: ateos. Kant, Rousseau, Montesquieu, Diderot, Voltaire… partidarios de la pena de muerte, casi todos pechoños. Como dice Onfray, “Los príncipes y los pueblos necesitan a Dios: los primeros para gobernar, los otros para sufrir esos gobiernos sin rebelarse… ”. Pero también estaban los radicales, los ignorados, aquellos que hicieron posible la Revolución. El cura Jean Meslier, ateo bajo

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Louis XIV, revolucionario, comunista, internacionalista, materialista integral, hedonista convencido, filósofo en el más noble sentido del término. En su Testamento, cuyo largo título es “Sobre una parte de los Errores y los Abusos de la Conducta y del Gobierno de los Hombres donde se ven las demostraciones claras y evidentes de la vanidad y la falsedad de todas las Divinidades y de todas las Religiones del Mundo…”, Jean Meslier aboga por un hedonismo social, de dimensión colectiva. ¿El paraíso? De acuerdo, pero

aquí y ahora. Jean Meslier recogió las palabras de un hombre del pueblo que deseaba que “todos los grandes de la tierra y todos los nobles fuesen colgados y estrangulados con las tripas de los curas…”. Estamos en 1729, época en la que la iglesia te quemaba vivo por mucho menos que eso. La Mettrie, materialista radical que propuso abolir los remordimientos y apropiarse la voluptuosidad natural. Maupertuis, afirmando que el deseo está en todas partes sugirió construir el goce. Helvetius, izquierdista militante, usó su fortuna para hacer el bien de los miserables, declaró el culto del interés público y soñaba con que fuésemos todos iguales en la felicidad. Todos vivieron en una época en que la Corte reinaba, con sus intrigas, su confiscación de los bienes nacionales, su desdén del bien público, su preocupación inmoral de enriquecer su casta. La nobleza arrogante, suficiente, desangraba al pueblo con tasas e impuestos. Nobleza que vivía en un lujo de-

testable, en el que el enriquecimiento de unos pocos se pagaba al precio de la miseria de la mayoría. D’Holbach, otro radical, propone pues la libertad, la propiedad, la seguridad… para la inmensa mayoría. Declara que la concentración de las riquezas en manos de unos pocos debe terminar, para abrirle paso a una repartición más equitativa. D’Holbach desea que la aristocracia pague su parte de tasas e impuestos, porque estos reposan sobre los individuos que no tienen nada o muy poco. Esa aristocracia debiese disponer de menos derechos, y reconocerse más deberes. Hacer el bien, crear empleos, pagar impuestos sobre el lujo, compartir sus riquezas para que ese dinero sea destinado a los más modestos. Porque a los pobres, a los desamparados, a los cesantes no les queda sino el robo, la rapiña o la delincuencia para sobrevivir. Participar en ese esfuerzo, dice D’Holbach, crea la paz social, la felicidad común, la justicia colectiva. Como te decía, nada nuevo bajo el sol. Nada. La Revolución aun está lejos. El absolutismo en su Zenit. Cuando Fouquet, ministro de hacienda de Louis XIV, es sospechoso de malversaciones, nadie le felicita porque renuncia al cargo. En realidad ni siquiera tuvo tiempo de renunciar: D’Artagnan, por orden de Su Majestad, le arresta en 1661 y lo encierran en La Bastilla. Es procesado. Como él mismo dispone de todas las informaciones necesarias, es difícil probarle nada. No importa: el rey se asegura que sea condenado y enviado a la fortaleza de Pignerol, en donde muere, dizque envenenado, 19 años más tarde. ¿Justicia? Seguramente no. Impunidad solo para los amigos del rey, los no caídos en desgracia. Hasta la Revolución y la Asamblea Constituyente. Hasta la República. ¡Esa que nos hace tanta falta! Para que haya algo nuevo bajo el sol. P

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La Soledad de Chile

Roberto Pizarro Economista

Así las cosas, la política internacional de Chile y su estrategia económica marchan contra el signo de los tiempos. Nuestro país está aislado de sus vecinos.

Ilustración de Pawel Kuczynski.

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C hile se ha colocado al margen de América Latina. La Concertación convirtió la política exterior en tratados de libre comercio, privilegiando los negocios de las empresas globalizadas antes que los intereses nacionales. En vez de cooperar con sus vecinos, respetar sus realidades económicas y políticas, se alejó de ellos. Prefirió los negocios con el norte desarrollado y el emergente mundo asiático. Piñera ha sido un continuador de esta política. Al establishment chileno le encantan las callecitas de Buenos Aires, pero desprecia el peronismo y su política económica. Cuando Lagos era Presidente, trascendió que el Canciller Ignacio Walker asociaba el peronismo con fascismo, lo que obligó a disculpas poco convincentes. El actual Presidente Piñera, no se sabe si por ignorancia o soberbia, instaló al pinochetista Miguel Otero embajador en Buenos Aires. Grave ofensa al gobierno de Kirchner y a las Madres de la Plaza de Mayo, lo que impuso su vergonzante retorno a Santiago. Durante el gobierno de Bachelet, las relaciones con Bolivia se llenaron de conversaciones y palabras de buena voluntad, para intentar una salida a la mediterraneidad del vecino. Evo Morales, sin empatía con Piñera, se cansó de dilaciones y retórica, optando por llevar su demanda a foros internacionales; pero, además, la pista se hizo más pesada con la inclusión de la disputa por la utilización de las aguas del Lauca y el Silala.

tizado que tanto los tradicionales vínculos militares con Ecuador como las diferencias de ambos con Perú bastaban para asegurar una fluida relación. Sin embargo, con Correa la situación es manifiestamente distinta. El actual

Presidente desconfía de la postura pronorteamericana y neoliberal de los gobiernos chilenos y, resuelto el conflicto en la cordillera del cóndor, otorga similar valoración a las relaciones diplomáticas con nuestro país y Perú.

Las relaciones con Perú han sido tradicionalmente malas. Se deterioraron aún más con el gobierno de Alan García, quien llevó adelante la demanda en La Haya por los límites en el mar territorial. Ahora, con el probable triunfo de Chile siempre ha dado por garan- Ollanta Humala, nuevamente la

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clase política, sus economistas y empresarios repiten los errores que han cometido con Chávez, Evo, Kichner y Correa. Optan por Fujimori y descalifican a Humala. La clase política chilena no quiere entender que el panorama regional ha experimentado un vuelco notable en años recientes. El gobierno de Lula se ha esforzado por afirmar la integración sudamericana y se ha encargado de clausurar el ALCA. El gobierno de Kirchner impuso sus propios criterios para resolver la grave crisis de la deuda argentina, doblándole la mano al FMI. La emergencia de Tavaré Vásquez en Uruguay y Lugo en Paraguay han ayudado a consolidar el MERCOSUR. Chávez, Correa y Morales, han desafiado la política de los EE.UU. en casi todos sus frentes. Finalmente, el nuevo cuadro electoral peruano ha sorprendido con la emergencia de Ollanta Humala como opción casi segura para asumir la presidencia de su país. Así las cosas, la política internacional de Chile y su estrategia económica marchan contra el signo de los tiempos. Nuestro país está aislado de sus vecinos. Pero además la clase política y el mundo empresarial, cometen el grave error de descalificar al nuevo liderazgo regional. La convivencia entre países, especialmente limítrofes, obliga a reconocer los gobiernos elegidos democráticamente y respetar sus caminos económicos. Eso es lo que debieran entender los políticos y empresarios chilenos para terminar con la soledad de Chile en la región. P

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El evangelio a la luz del libre mercado

Karel Capek Escritor checo antifascista (1890 – 1938)

“¿Y Él? Le basta con mirar al cielo y tiene suficiente pan para saciar a cinco mil o quién sabe a cuántos miles de personas La harina no le cuesta nada, no tiene que acarrear la leña... ... Está claro que de ese modo, puede dar el pan gratis a la gente, ¿no es eso? Y no tiene en cuenta que a los panaderos de los alrededores les quita el medio de ganarse la vida honradamente”.

M e pregunta que qué tengo contra Él? Se lo voy a explicar claramente, vecino. No es que esté en contra de sus enseñanzas, eso no. Una vez escuché sus predicaciones y le digo a usted que poco faltó para que me convirtiera en su discípulo. Aquella vez volví a casa y le dije a mi primo el guarnicionero: «Tú debías oírle. Te digo que, a su manera, es un profeta. Habla muy bien, hay que reconocerlo.» A uno se le alegra el corazón. Aquel día tenía yo los ojos llenos de lágrimas, hubiera cerrado la tienda muy a gusto y me hubiera ido tras él para no perderle nunca de vista. «Reparte todo lo que tienes, dijo, y sígueme. Ama a tu prójimo, ayuda al pobre y perdona al que te ofendió», y cosas por el estilo. Yo soy un sencillo panadero, pero cuando le oía sentía dentro de mí, una alegría y un dolor tan extraños… No sé cómo decirlo… Una fuerza que me hacía arrodillar en tierra y llorar y, al mismo tiempo, algo tan bello y tan ligero como si de mí se hubieran desprendido todas las preocupaciones, toda la maldad. Entonces, pues, fue cuando le dije a mi primo: “Tú, tonto de capirote, debería darte vergüenza lo que haces. Hablas de tonterías, que si éste o el otro te deben, que si tienes que pagar los diezmos, recargos e impuestos, etc. Mejor sería que repartieras entre los pobres lo que tienes, dejaras a tu mujer y a tus hijos y le siguieras.” Y eso de que cura enfermos y poseídos, tampoco se lo echaría en cara. La verdad, es un poder extraño y sobrenatural, pero todos nosotros sabemos que nuestros curanderos son unos matasanos y que los romanos no son mejores. Saben sacar dinero, eso sí, pero cuando los llamas junto a un moribundo se encogen de hombros y te dicen que debías haberlos llamado antes. ¡Antes! Mi difunta esposa estuvo enferma dos años. Yo la llevaba de unos médicos a otros. No se puede usted imaginar el dinero que me costó. Y ninguno le ayudó. Si entonces hubiera ido ya Él por las ciudades, hubiera caído yo de rodillas a sus plantas y le hubiera dicho: “Señor, sana a esta mujer.” Y ella hubiera tocado su túnica y se hubiera curado. Así, la pobrecita, sufrió como no tiene usted idea… Que

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cure enfermos lo encuentro muy bien. Claro que los doctores están en contra de eso y gritan que es una estafa y una intromisión, y quieren que se lo prohíban y qué sé yo cuántas cosas más. Pero ya sabemos, que en ello juegan parte importante los intereses particulares. El que quiere ayudar a la gente y salvar al mundo, siempre tropieza con los intereses de alguien. No se puede contentar a todos, eso ya se sabe. Lo que yo digo: puede curar y resucitar muertos si le parece… Pero aquello de los cinco panes, no debió hacerlo. Como panadero, le digo a usted que fue una gran injusticia con respecto a nosotros. ¿Usted no ha oído hablar sobre lo de los cinco panes? Me extraña, porque todos los panaderos están fuera de sí a causa de este asunto. Dicen que un gran gentío le siguió hasta un lugar desierto, y Él curaba a sus enfermos. Y cuando anochecía, se acercó a Él uno de sus discípulos, diciéndole: “Desierto está el lugar este y el tiempo pasa. Déjales partir, para que yendo a la ciudad, encuentran para sí alimentos.” Entonces él les contestó: “No es necesario que se marchen, dadles vosotros a comer.” Y ellos le contestaron: “No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.” Y él contestó a su vez: “Traédmelos aquí.” Y ordenó a la multitud que se sentara sobre la hierba y, tomando aquellos cinco panes y dos peces, miró al cielo, los bendijo y partiéndolos en pedazos daba el pan a sus discípulos, y los discípulos a la multitud. Y todos comieron y quedaron saciados. Después se recogieron las migajas llenándose doce cestos. Comieron alrededor de cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. Comprenda, vecino, que esto no lo puede consentir ningún panadero. ¿A dónde llegarían las cosas? Si tuviera que convertirse en costumbre que cualquiera

pudiera, con cinco panes y dos pececitos, hartar a cinco mil personas, ya estábamos arreglados. Entonces, los panaderos tendríamos que irnos a pacer, ¿tengo razón o no? En lo que se refiere a los pececitos, ¡allá se las arreglen! Crecen en el agua y los puede pescar todo el que quiera. Pero el panadero tiene que comprar cara la harina y la leña, tiene que tener un aprendiz y pagarle un jornal, ha de contar con el mantenimiento de la tienda o sea, impuestos, y quién sabe cuántos cosas más; así que está contento si le quedan algunas monedas para alimentarse y no tener que ir pidiendo limosna. ¿Y Él? Le basta con mirar al cielo y tiene suficiente pan para saciar a cinco mil o quién sabe a cuántos miles de personas. La harina no le cuesta nada, no tiene que acarrear la leña de Dios sabe dónde, ningunos gastos, ningún trabajo… Está claro que de ese modo, puede dar el pan gratis a la gente, ¿no es eso? Y no tiene en cuenta que a los panaderos de los alrededores les quita el medio de ganarse la vida honradamente. Le digo a usted que esto es una competencia turbia, y debía impedirse de alguna manera. Si quiere hacer de panadero ¡que pague impuestos como nosotros! La gente ya viene diciéndonos: ¿Cómo es eso?, ¿tanto dinero queréis por esos miserables panecillos? Gratis los deberíais dar, como Él. ¡Y vaya pan que era! Blanco, tostadito y con un aroma… Uno hubiera comido hasta reventar. Ya hemos tenido que rebajar el precio de los panecillos, ¡palabra de honor!, los vendemos por menos que el precio de coste, solamente por no tener que cerrar las tiendas. Pero ¿hasta dónde vamos a llegar? Eso hace que los panaderos nos devanemos los sesos. Dicen que en otro lugar, sació a cuatro mil hombres, sin contar mujeres y niños, con siete panes y unos cuantos peces, pero se recogieron solamente cuatro cestos de migajas. Seguramente, ese negocio suyo ya no le va tan bien como antes, pero a nosotros nos va a deshacer para siempre. Y yo le digo a usted, que lo hace sólo por antipatía a los panaderos. Es verdad que los que comercian en pescado también se quejan, pero ésos no saben ya qué pedir por sus peces. No es un trabajo tan honrado como el de panadero. P

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La Copa del Rey, los bombardeos en Libia y la boda real L

José Miguel Carrera

Combatiente Internacionalista Miembro del Coordinador Nacional de BRISA Brigada Salvador Allende

“Ni Tony Blair ni Gordon Brown, los “progresistas”, fueron invitados: el medio pelo no entra en Buckingham. No como en Chile, en donde el medio pelo asistió en pleno a la cena de homenaje que le ofreció en La Moneda el empresario presidente a su colega norteamericano”.

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a pren$a empresarial que publica siempre de acuerdo sus intereses económicos y resalta lo que debemos asimilar y saber, nos maravilló estos últimos días con detalles de la final de la Copa del Rey que jugaron el Barça y el Real Madrid. El Rey tiene convencida a la mayoría de España que tiene sangre azul, que no debe trabajar y que hay que mantenerle una vida de lujos que los mestizos de América jamás llegaremos siquiera a imaginar. Según esta pren$a, al Rey se le debe decir majestad, reina a su mujer, a su hijo príncipe y a la esposa de éste, la doña. Los empresarios periodísticos nos enseñan que existen condes y marqueses, pero que en este caso no se necesita sangre azul, sino apenas verde, como la tinta de los billetes que han acopiado sus portadores. Mientras se jugaba pues la final de la Copa del Rey, la ministro de defensa española le solicitó al Parlamento ampliar el mandato que “protege” a bombazos a los civiles en Libia. Demanda aprobada. Porque sus estrategas estiman que las incursiones aéreas de la OTAN -fuerza militar organizada por los EEUU después de la Segunda Guerra Mundial- no han sido suficientes. Es necesario que sus pilotos mejoren la puntería y disminuyan los “efectos colaterales” de esta “ayuda” apoyada por el gobierno chileno. Según nuestra pren$a, efecto colateral es algo como un error de cálculo, matemáticamente hablando. Para un sencillo habitante de Libia, Irak, Afganistán, Pakistán, Vietnam, los Balcanes y otros lugares que han recibido “apoyo humanitario” de EEUU y la OTAN, efecto colateral significa recibir la muerte desde el cielo de forma brutal, ser despedazado cuando se está durmiendo en casa, estudiando en la escuela, atendiendo enfermos en un hospital o sencillamente jugando en una plaza del barrio.

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Como resultado de ello, vimos el gol de cabeza de Ronaldo y, segundos después, las imágenes en directo de los brutales bombardeos en Libia: universidades destrozadas, jóvenes y niños muertos, los efectos colaterales. Afortunadamente luego descubrimos que se nos casa un príncipe en Inglaterra. Todo en el mismo noticiero. Y claro, ahora somos bombardeados con la noticia de la boda real: un inglés de sangre azul, se casa. La pren$a comentará los datos más relevantes y extravagantes de este himeneo, y escucharemos al Primer Ministro inglés fundamentar la necesidad de mantener sus militares infiltrados en territorio libio para proteger el petróleo. No de alguna amenaza de Gadafi, sino de sus aliados franceses e italianos que quieren tomarle la delantera.

Gracias a la TV conocemos la lista de los invitados al vituperio. Ni Tony Blair ni Gordon Brown, los “progresistas”, fueron invitados: el medio pelo no entra en Buckingham. No como en Chile, en donde el medio pelo asistió en pleno a la cena de homenaje que le ofreció en La Moneda el empresario presidente a su colega norteamericano. Puede que el menú también haya sido medio pelo, comparado con el que se espera en Londres. Mientras tanto a nosotros, la servidumbre de la gleba, nos seguirán alimentando con noticiero$ y culebrones que demuestran que además de explotados, nos consideran débiles mentales. ¡Ah! Si pudiésemos cambiar de canal, al Canal del pueblo… P

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Atrapados por la Historia

José Robredo Periodista

“Ambos mandatarios (uno señalando el camino a seguir y el otro obedeciendo ágilmente) nos invitan a olvidar, como si la historia y sus protagonistas fueran una factura o el párrafo de un libro empolvado”.

Ilustración de Pawel Kuczynski.

H ace poco más de un mes Obama vino por 20 horas y fracción al país, dejando en el recuerdo el reguero de genuflexiones de los funcionarios del gobierno ante su mesías y las notas periodísticas enfocadas al estilo de la familia imperial, su look y facilidad de manejo escénico. También queda en el recuerdo lo poco enfocado que se encontraba Mr. Obama, su cabeza estaba en el destino de los misiles que azotaban y que azotan a Trípoli, más que en poner mayor atención a las serie de gestos de buena voluntad de sus amables y obedientes anfitriones. A esto debemos sumar el inconsistente discurso con que buscaba sellar una nueva alianza entre el gigante del norte y los integrantes del, por ahora, patio trasero; alianza que sólo tiene por objetivo conseguir las inversiones que sirvan para levantar la alicaída economía estadounidense. Pero a 38 días de este evento político-farandulero al que nos vimos expuestos aun resuena en mi mente el mensaje más importante, y magistralmente ocultado por los medios de prensa: No quedar atrapados por la historia. Simple y directo. Ambos mandatarios (uno señalando el camino a seguir y el otro obedeciendo ágilmente) nos invitan a olvidar, como si la historia y sus protagonistas fueran una factura o el párrafo de un libro empolvado. La historia es molesta pues te presenta de manera cruda y directa cuales son las causas del presente, los errores y los aciertos del pasado. Pero por sobre todas las cosas la historia te muestra que siempre existe una alternativa para el desarrollo integral de nuestras vidas a partir de las experiencias anteriores. Para Estados Unidos, ir eliminando la memoria es fundamental para su subsistencia. Hacer olvidar a “sus socios” la cantidad de crímenes y es-

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tafas que ha perpetrado es parte de su política exterior, disfrazándola con posibles buenas intenciones, sonrisas y alabanzas baratas. Acá en Chile se ha aplicado la lección al dedillo. De manera permanente se ha desarrollado por parte de los entes de poder un plan de “delete” de nuestro pasado y de las figuras que proyectaron, alguna vez, a lo que hoy es nuestro país. El caso más notable es el trato que se les da a los representantes de los pueblos originarios de esta tierra. Aislados al extremo, convertidas sus comunidades en verdaderos guetos, condenados socialmente por inten-

partir del reconocimiento de nuestras raíces. El legado histórico de Carrera, Rodríguez e incluso O’Higgins, sólo queda refrendado en sus monumentos y en las batallas en las que participaron. Su proyecto de país y modelo de sociedad no deben ser diseminadas entre las nuevas generaciones. Esto mismo pasa con Bilbao, Balmaceda, Recabarren, don Clotario y Allende, quienes por su búsqueda incansable de justicia social, de un Estado comprometido con sus habitantes, del desarrollo económico integral del país, de la integración con el resto de los pue-

tar recuperar su territorio ancestral y por mantener vivas su cosmovisión y sus tradiciones. Desconocer que nuestra esencia se encuentra en los pueblos originarios, comprando el cuento de país con tradiciones británicas o ibéricas, es el signo más palpable de este hecho. El desarrollo desbocado del consumo, a través del cual buscamos más como sociedad parecernos a cualquier otra, menos que a desarrollar nuestra identidad a

blos latinoamericanos quedaron (o quieren dejarlos) confinados al letrero que da nombre a una calle o avenida. El “plan de olvido” se lleva a cabo todos los días a través de la conjura que se aplica con desinformación constante y acallamiento de las voces que proponen alternativas reales. Desatarnos de estas amarras es fundamental para lograr escapar del desfiladero. Como decía don Clota: “Si es necesario, es posible”. P

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Desde España, donde cualquier parecido no es coincidencia Bordeando los 5.000.000 de cesantes A l situarme frente al te-

Danilo Aravena Sociólogo, Profesor Honorario de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

“¿Qué hace que los millones de trabajadores y jóvenes desempleados no se manifiesten ruidosa y enérgicamente en las plazas y las calles? “

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clado para redactar esta nota, los medios de comunicación de España lanzaban una desagradable noticia tanto para el ciudadano común como para las autoridades de gobierno. Se han superado los 4.900.000 de personas sin trabajo: cesantes en Chile, “parados” en la península. Casi el 22% de la población activa. De esa nada despreciable cantidad de seres humanos muchos llevan más de dos años viviendo en condiciones de precariedad. Más del 40% de los cesantes son jóvenes de entre 18 y 32 años. La crisis que afectó con fuerza a EEUU, Japón y Europa, provocada por la descarada e incontrolada especulación de entidades financieras avaladas por consultoras como Moody´s y Standard & Poor´s, ha golpeado con más fuerza al grupo de países que algunos denominan los “cerdos”, o sea “PIGS” : Portugal, Ireland, Greece, Spain. A su cuello se han lanzado los especuladores internacionales que llaman “mercados financieros” y que de un modo u otro son avalados por el Fondo Monetario internacional (FMI). Grecia, Irlanda y Portugal han sido presionados y obligados a legislar una serie de medidas perjudiciales para los trabajadores, los empresarios y las clases medias, y a aceptar los denominados “planes de rescate” de la Unión Europea y el FMI. Estos destinan el dinero que los gobiernos necesitan no para mejorar o mantener prestaciones como la educación pública, los sistemas nacionales de salud, las jubilaciones y otros derechos que los ciudadanos europeos obtuvieron al precio de largas luchas de sus trabajadores, sino

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para pagar la borrachera de los especuladores. Esos beneficios, conocidos como “sociedad del bienestar”, fueron un freno al atractivo que pudieron tener las conquistas, supuestas o reales, obtenidas por los obreros y campesinos de los países gobernados por los partidos comunistas del Este del continente. Desaparecida la URSS y por consiguiente el peligro, la “sociedad del bienestar” desaparece. Pese a las presiones de la UE, de los interesados informes de Moody´s y Standard & Poor´s, y a la implacable e irracional campaña contra el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que llevan adelante la derecha, la iglesia y elementos nostálgicos del franquismo, hasta el momento España no ha tenido que recurrir a ningún “plan de rescate”. El Ejecutivo dictó una serie de medidas altamente impopulares que significaron la pérdida de beneficios sociales en un país que, pese a sus avances en lo político y lo social desde la recuperación de la democracia, aun está lejos de alcanzar los niveles de Francia, Alemania o los países nórdicos. Medidas como la congelación de las pensiones de jubilación, la reducción de los sueldos de los funcionarios

públicos en un 5%, un menor número de becas escolares, la anulación de la bonificación por maternidad, la reducción de personal en policlínicas y hospitales y la repetida amenaza de que en algún momento medicamentos y asistencia médica deberán ser pagados en algún grado por los usuarios, hacen que el malestar de amplios sectores sea cada vez mayor. Estos retrocesos, que se suman al drama de los casi 5 millones de cesantes y al millón trescientos mil hogares en donde ninguno de sus miembros trabaja, llevan a una situación crítica y conflictiva. A lo que precede hay que agregarle la reducción del período de cobertura del seguro de desempleo. Negro panorama. Ahora bien, ¿Por qué, pese a este duro panorama socio-laboral pareciera que todo el mundo se contenta con esperar un cambio de gobierno como consecuencia de las elecciones generales del próximo año? ¿Qué hace que los millones de trabajadores y jóvenes desempleados no se manifiesten ruidosa y enérgicamente en las plazas y las calles? El miedo a lo peor parece ser una de las posibles respuestas. En lo sucesivo mis notas desde Madrid intentarán aclarar este “misterio”. P

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Lo irracional y la corrupción E l hombre no nace racional —

Armando Uribe Echeverría Profesor asociado, universidad de Cergy-Pontoise (Francia)

“La reverencia por la autoridad y el conformismo llega a tal punto en nuestro país, que el hombre de razón es tildado de demente”.

Ilustración de Pawel Kuczynski.

escribe Alain Supiot, ‘el jurista más incisivo de Francia’, según la London Review of Books, en el prólogo de su magistral Homo juridicus (2005) — pero lo deviene cuando accede al sentido compartido con los otros hombres. Cada sociedad humana instituye la razón a su manera.” Razón viene del latín ratio que significa medida, comparación entre dos términos, y se utiliza en ese sentido aún hoy día en matemáticas. El hombre racional de la época clásica es pues el que se muestra capaz de medir, y en mayor grado aún, el que posee el talento de comparar con precisión. Oí hace diez días, en la emisión A Fondo de radio Universidad de Chile, a los dos conductores, Felipe Pozo y Juanita Rojas, opinar que poner en duda el modelo de libre mercado en Chile era correr el riesgo de ser acusado de irracionalidad. Se trataba de Ollanta Humala, que había entregado “certificados de razonabilidad”, se dijo, y que cuando hay posibilidades de llegar a la primera magistratura, “tienen que primar los grados (sic) de criterio, de ponderación y de responsabilidad” (…) “vinculados a una visión neoliberal de la economía” que se habría impuesto a todos, por lo menos en Chile, de la derecha hasta la Concertación. “Eso hace que los debates terminen siendo acotados”, continuó uno de los periodistas. “Aquí no se puede debatir fuera del sistema,

POLITIKA “Hacerse su propia opinión deja de ser un comportamiento de esclavo”

aquí no puede alguien decir, ‘mire, yo quiero hacer reformas al sistema neoliberal’, porque eso sería un certificado de irracionalidad, de falta de cordura. Y como nada se puede discutir, en este país, agregó que “en la práctica, en Chile vivimos una dictadura intelectual. No es posible discrepar porque lo tachan automáticamente a uno de loco”. La resignación con la que se reconocía el terrorismo intelectual en una de sus expresiones más feroces me dejó abrumado. Di-

sentir, tener una idea distinta, ser capaz de medir las consecuencias reales del neoliberalismo chileno, más de tres décadas después que fuera impuesto en plena dictadura militar; más aún, comparar el libre mercado chileno con otros sistemas económicos” — en resumen, mostrarse hoy día racional, en Chile, es hacer escándalo. La reverencia por la autoridad y el conformismo llega a tal punto en nuestro país, que el hombre de razón es tildado de demente — una situación no muy diferente a la de los jóvenes mapuches que desplegaron un lienzo en la catedral durante la misa de pascua, reñidos a puñetazos, codazos y puntapiés por los feligreses y los seminaris-

tas presentes. Y que terminaron expulsados por carabineros. No es bueno decir la verdad ni dar su opinión en este país. Más aún: es peligroso. ¿Quién dijo que la meta de la educación totalitaria nunca fue imponer convicciones, sino destruir toda capacidad de formarse una opinión? Hannah Arendt. En el país que se jacta de ser de los más ‘transparentes’ del mundo, la corrupción sigue siendo el modo normal de gobernar para los amigos, como lo muestra el caso Kodama. No se entiende el aplauso universal a la ex ministra Matte por su dimisión: es una muestra de inteligencia, no de pureza. Dos de los aspectos más repulsivos de lo que se ha sabido del caso, son por un lado la responsabilidad de La Moneda en el pago previsto de 17 mil millones de pesos en vez de los 2 mil 800 millones calculados por los expertos de la Universidad de Chile por costos extras. Esa suma no puede sino haber sido autorizada en el inicio desde palacio. Por otro lado, la opción judicial de la empresa: sabían que la Contraloría no aceptaría un pago seis veces mayor al constatado por los expertos, y recurrieron a un tribunal para que el acuerdo fuera ejecutivo y no pudiera ser fiscalizado. Seguidilla de preguntas: ¿Cómo se llegó al punto de casi pagar lo equivalente de 36 millones de dólares? ¿Qué se prometió? ¿A quién? ¿Por cuánto? ¿Para qué fines? ¿Habrá respuestas? Veremos, pero temo que no. P

Editor general: Luis Casado Colaboradores: Roberto Pizarro - Alejandro Kirk - Armando Uribe Echeverría Carlos Philippe - María Ester Feres Nazarala - Arturo Alejandro Muñoz - Néstor Jorquera - Karel Capek - José Miguel Carrera - José Robredo - Palomo - Danilo Aravena Diseño gráfico: Publistar.cl

(Jean-Jacques Rousseau)

Año II - Edición Digital Nº 2 (01.05.2011)

POLITIKA

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