Saberes y Ciencias Número 99: Infancia y pandemia

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Sabere ienciaS Infancia y pandemia junio 2020 · número 99 · año IX · Suplemento mensual


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Editorial Confinados

· Joan Miró fue un pintor catalán que combinando puntos, líneas y figuras geométricas generó infinidad de lienzos memorables con los colores primarios, como el Pez cantante (1972) que ilustra la portada.

mínimo general en los dos últimos años, ahora que hemos parado actividades no sustantivas y trabajamos en confinamiento, se ha acentuado esa situación. Son mayoría los trabajadores que no tienen empleos formales ni acceso al sistema de seguridad social; de los pocos que tenemos estabilidad laboral y acceso al sistema de seguridad, no todos podemos laborar a distancia, o no tenemos las condiciones o nuestros oficios y profesiones solo se pueden desplegar in situ. De los que podemos desempeñarnos laboralmente a distancia, estamos en un contexto nuevo que, junto con la curva del aprendizaje, mengua la calidad de nuestros servicios. Al sistema educativo nacional pertenecemos 40 millones de personas (37 millones de estudiantes y 3 millones de trabajadores); al confinarnos, disminuye sustancialmente la movilidad y la probabilidad del contagio mengua. Para laborar a distancia requerimos que nuestros hogares dispongan de banda ancha y más del 40 por ciento de los hogares carecen de ese servicio; la densidad telefónica de celulares es de 96 por cada 100 habitantes, pero no siempre los suscriptores tienen datos o acceso a wifi para conectarse. Es recurrente que las tabletas, pc y dispositivos móviles no son los adecuados para navegar; la señal de internet es de mala calidad, hay sobresaturación de la banda por simultaneidad de accesos y el hogar no está diseñado para

es un suplemento mensual auspiciado por La Jornada de Oriente DIRECTORA GENERAL Carmen Lira Saade DIRECTOR Aurelio Fernández Fuentes CONSEJO EDITORIAL Leopoldo Altamirano Robles Jaime Cid Monjaraz Alberto Cordero Sergio Cortés Sánchez José Espinosa Julio Glockner Raúl Mújica COORDINACIÓN EDITORIAL Sergio Cortés Sánchez REVISIÓN Aldo Bonanni EDICIÓN Denise S. Lucero Mosqueda DISEÑO ORIGINAL Y FORMACIÓN Elba Leticia Rojas Ruiz Dirección postal: Manuel Lobato 2109, Col. Bella Vista. Puebla, Puebla. CP 72530 Tels: (222) 243 48 21 237 85 49 F: 2 37 83 00 www.lajornadadeoriente.com.mx www.saberesyciencias.com.mx

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impartir o recibir clases: hay otras dinámicas familiares y usos de ese espacio que no facilitan un uso reiterado y prolongado del internet. Reiniciar un ciclo escolar a distancia amerita resolver, al menos, los problemas de conectividad y de disponibilidad de equipo de cómputo.

Contenido 3 Presentación

Los niños y la pandemia Voces para una nueva melodía SEBASTIÁN GATTI

3 y 4Las niñas y los niños frente a la pandemia HORTENSIA FERNÁNDEZ FUENTES

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No, la escuela después de la pandemia no puede volver a ser igual TERE GARDUÑO

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Directorio

Un inerte virus nos confinó en nuestros hogares para atenuar el contagio del Covid-19; esta acción, más el distanciamiento social, la cuarentena, el estornudo de etiqueta, el lavado de manos y el seguimiento puntual de lo probables contagiados eran para mitigar los efectos del pandémico SARS-Cov2. Ahora resulta, según el nobel Mario J. Molina (en coautoría con Renyi Zhang, Yixin Li, Annie L. Zhang y Yuan Luang) que esas son acciones insuficientes: es necesario usar cubre bocas, ya que el virus se propaga principalmente por trasmisión aérea y hay que proteger las vías respiratorias (Identificando la transmisión aérea como la ruta dominante para la propagación del Covid-19). Aún no sabemos cuándo y cómo concluirá la pandemia ni los múltiples efectos que ocasione a la insustentable reproducción social de una forma de producir, distribuir, cambiar y consumir degradante de la naturaleza y de la condición humana. Hay pronósticos de una contracción de la economía mundial de hasta dos dígitos, de periodos de recuperación mayores a los 50 meses, de pérdida de un tercio de los empleos y un empobrecimiento más intenso de los depauperados de siempre más los agregados por el neoliberalismo. La teoría economía ortodoxa recomienda mayor gasto público para mitigar la crisis y en ese sentido, el Fondo Monetario Internacional refiere que los gobiernos del mundo han erogado ya 10 mil millones de dólares (10 veces más con relación a la crisis de 2008-2009) y no hay garantía de un descenso suave o de una recuperación súbita. Otro nobel, Joseph Stiglitz, propone financiar el gasto anticíclico de los gobiernos con una reforma fiscal global progresiva, que grave más a las grandes empresas así como a las personas que detentan altos ingresos y patrimonio; lo contrario de la propuesta del Partido Acción Nacional de bajar el impuesto al valor agregado; o de rescatar a las empresas y no cobrarles impuestos, como proponen los organismos patronales del país. Sin Covid-19 había ya decrecimiento de la inversión, del consumo, del comercio y de la actividad económica y una acentuada precarización laboral a pesar del aumento real del salario

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Diarios de pandemia

Infancia y lectura (antes y durante el encierro) ALMA CARRASCO

10 Tekhne IatrikéCoronavirus y niños en 2020 JOSÉ GABRIEL ÁVILA-RIVERA

Épsilon

JAIME CID MONJARAZ

11 Tras las¡Caras huellas de la naturaleza vemos, Covid-19 no sabemos! TANIA SALDAÑA RIVERMAR Y CONSTANTINO VILLAR SALAZAR ILUSTRACIÓN: DIEGO TOMASINI “EL DIBRUJO”

12 El objeto del mes Sol sistere RAÚL MÚJICA

AÑO IX · No. 99 · junio 2020

Las opiniones expresadas en las colaboraciones son responsabilidad del autor y de ninguna manera comprometen a las instituciones en que laboran.

Calendario astronómico junio-julio 2020 AGUSTÍN MÁRQUEZ Y JOSÉ RAMÓN VALDÉS


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Presentación Sebastián Gatti *

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ay hechos históricos que marcan para siempre a las generaciones que los han vivido. De nuestra historia reciente, muchos vivieron y recuerdan los movimientos estudiantiles del 68 y siguientes, la aparición del sida en los 80, los terremotos de 1985 y 2017, el período eruptivo del Popocatépetl iniciado en 1994. Cada uno de ellos —y tantos otros— modificaron nuestra manera de comportarnos, de actuar, de vivir nuestras rutinas individuales y sociales. Para los niños y adolescentes de hoy —para quienes este año están en la educación básica, digamos para resumir— la pandemia de Covid-19 es sin duda, al menos por ahora, el evento singular más importante de sus vidas, el que más profundamente ha alterado su cotidianidad y su manera de ver y entender la realidad. Es, por si fuera poco, un evento de alcance mundial. En este contexto, y con todos los matices y correcciones que se quiera hacer, saber cómo han vivido la pandemia estas generaciones, cómo la entienden, cómo la sienten y cómo los afecta es fundamental para empezar a entender el mundo en el que todos vamos a vivir de ahora en adelante. Las páginas

Los niños y la pandemia Voces para una nueva melodía que tiene ahora entre sus manos o en su pantalla intentan ser un acercamiento, en esbozo apenas, a esa percepción. Desde sus propias palabras, ya sea directamente o tamizadas por la interpretación de tres reconocidas especialistas en infancia, educación y sicología, presentamos aquí algo de lo que niños y adolescentes mexicanos tienen para decirnos. Por lo que dicen, por lo que callan, por lo que obligan a leer entre líneas, estamos convencidos de que escucharlos es una tarea indispensable y urgente. * gongatti@gmail.com

Hortensia Fernández Fuentes *

Las niñas y los niños frente a la pandemia ecir que esta pandemia y el obligado encierro nos han trastocado la vida es decir poco. No ha sido solo un vuelco externo, sino también interno. Es un hecho que nuestra sociedad ha ido descargando cada vez más la responsabilidad de los aprendizajes y de la formación de niños y niñas en el aparato escolar y que poco sabe de lo que ahí sucede; en contraparte la escuela, si bien en ocasiones se preocupa, tampoco se ha ocupado mucho de garantizar que las familias comprendan y apoyen los procesos escolares. No es raro ver que se presenten batallas de fuegos cruzados señalando a un sector o a otro de los males educativos del país. Así las cosas, paralela a la pandemia surge una crisis que ha desvelado el gran desconocimiento que hay, en la mayoría de los casos, de lo que las criaturas hacen en la escuela, misma que muchas veces es mirada como una simple expendedora de sistemas de acreditación o de respuestas “válidas” que el adulto está esperando oír. Pero llega una crisis inesperada que nos toma por sorpresa y para la que nadie estaba preparado: riesgos de salud, gente sin trabajar y otra trabajando el doble desde casa, escuelas cerradas y apoyos familiares cancelados por riesgo ¡y niños, niñas y adolescentes en casa las veinticuatro horas del día! En este contexto, aparece un discurso social centrado en las dificultades de los adultos ante esta situación, sean económicas, operativas, de salud o de dinámica familiar. Sobran los memes y los chistes sobre madres, padres, docentes y autoridades quejándose o cruzando reclamos entre sí; sin embargo, no se ha visto a casi ninguno de chavitos quejándose de su mamá o papá, sus profes o la situación por la que atraviesan. Cabe entonces reflexionar sobre si nos hemos preguntado lo suficiente qué está pasando con la niñez y la adolescencia, diría que la respuesta es clara: en general, ha estado ausente la reflexión sobre cómo viven los niños la pandemia y el confinamiento; esto solo ha aparecido en función del problema que por diversas razones les representa a las familias tenerlos en casa: resolver qué iban a hacer con ellos si ya no podían ir a la escuela y encima tenían que atender sus demandas permanentes y ayudarles a hacer actividades escolares que han sido calificadas muchas veces como pesadas, exageradas, incomprensibles o innecesarias; sobre todo, cuando han tenido que apoyarles. Nadie espera que un adulto recuerde necesariamente lo que estudió en la primaria o la secundaria, o cómo enfrentó el reto de aprender a leer y a escribir, pero sí sería deseable que ese mismo adulto se detuviese a pensar por qué exige que sus hijos o hijas comprendan y resuelvan a muy temprana edad problemas complejos, cuando él mismo no puede hacerlo porque requiere de un análisis y un tiempo mayor o incluso de una asesoría. Y es que la situación que vivimos desmiente una vez más el refrán que dice “hijo o hija se nace, padre o madre se hace”, la realidad es que ambos nacen y se hacen en la interacción que establecen sujetos a las influencias del contexto en el que viven; y se hacen en función de los qué, los cómo, los cuándo, los dónde, los porqué y los para qué. Pero resulta que en estos momentos todo se ha visto trastocado, particularmente los cómo y los dónde. Así, en esta circunstancia, en relación con los aprendizajes escolares, los adultos se han dado cuenta de que no basta con los apoyos en línea que la SEP instrumentó o con algunas otras plataformas o estrategias y recursos informáticos. Han percibido lo mucho que cuenta un acompañamiento presencial y también se han topado con sorpresas: niños, niñas y adolescentes que enfrentan procesos y construyen conocimientos cada uno a su aire y a su tiempo, con mayor o menor dificultad y que muchas veces “saben más de lo que pensaban, pero menos de lo que deberían”.

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Cuestiones esenciales para el trabajo escolar, como mantener la atención, valorar la comprensión que están teniendo (o no) de algo que se pretende enseñarles, respetar los ritmos y los tiempos, se ha vuelto para muchos un caos que les ha hecho entrar en crisis y generar explosiones que a veces caen en lugar equivocado. Antes de seguir, detengámonos un momento y analicemos el lugar en el que la pandemia ha colocado a la infancia: · Estar acotada a un espacio determinado de manera permanente. · La ruptura de sus actividades en la vida cotidiana. · La imposibilidad de estar con sus iguales y compartir intimidades, tiempos de juego, dudas y reflexiones. · No tener acercamiento físico, indispensable siempre, especialmente en edades tempranas. · Estar en casa todo el día sin que sean vacaciones y viendo a las mismas personas todo el tiempo. · No poder contar ninguna novedad de lo hecho fuera de casa, como cuando van a la escuela. · La vigilancia permanente de su familia que muchas veces va acompañada de exigencia y fiscalización. · El temor a que les pase algo a ellos o a su familia. · La inseguridad e incertidumbre que la situación les genera. · Entender qué significa eso de que funcionan como portadores asintomáticos del virus y pueden enfermar a otros sin que ellos se enfermen, lo que aumenta sus restricciones de acercamiento, sobre todo con sus abuelos o abuelas a los que no pueden acercarse ni abrazarlos para cobijarse en busca de un apapacho. Intentar generalizar las vivencias y respuestas infantiles frente a la situación que hoy vivimos sería no solo incierto sino irresponsable. Las realidades son muy diversas, las condiciones, actitudes y formas de vivir estos procesos dentro de cada familia también son plurales y en ocasiones diametralmente opuestas, incluso entre sus propios integrantes. Así, se ha hecho evidente que en esta situación ha sido crucial la forma en que las familias han enfrentado la pandemia y la actitud que toman frente a ésta. El hecho de que la familia haya podido controlar sus emociones y preocupaciones explicando lo que sucede de la manera más tranquila posible y de acuerdo a cada edad por qué hay que quedarse en casa, no ir a la escuela, cambiar los hábitos y estilos de alimentación, consumo e higiene, y hacer trabajo escolar modificando las rutinas pero sin perder el ritmo, ha sido esencial y ha marcado una diferencia muy importante y muy contrastante con la condición que han tenido que vivir las criaturas cuando la familia no ha podido controlar las sensaciones negativas como el enojo, la frustración, la ansiedad e irritación que puede llevarles a confrontaciones y luchas de poder inútiles. Otro aspecto que ha influido socialmente es el hecho de que haya familias en las que se desestime la pandemia y sus riesgos, la información oficial y las indicaciones de cuidado, o que tienen la tendencia de sentirse superhombre o supermujer, pensando que no les va a pasar nada “o les va a pasar poquito” si salen y viven sin las precauciones necesarias. Para los niños, niñas y adolescentes, es indispensable encontrar en su familia la seguridad necesaria para sentirse cobijados, saber que en estos momentos lo más importante es estar juntos y 4


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preservar la salud, no ser vividos como una carga o un estorbo, también sentir que ocupan un lugar en la familia y verse como personas útiles en la resolución de los pequeños problemas cotidianos. Dicho de otro modo, percibir que existen también como protagonistas importantes de esta historia. Esta época de confinamiento también ha ocasionado que afloren de un lado y otro facetas para ambos desconocidas. Hoy mismo hay personas que no se reconocen ante el discurso que despliegan, teniendo actitudes que siempre han reprochado en otros o en sí mismos. Niños y niñas se mueven en extremos opuestos, desde el abandono o el dejar hacer total por parte de la familia, hasta el hecho de estar sujetos a una vigilancia parental que fiscaliza y/o dirige todo lo que hacen, coartando su autonomía y generándoles una sensación de hartazgo que puede llegar a hacerles explotar. En este contexto, ¿cómo se sienten niños, niñas y adolescentes?, ¿cuáles han sido sus reacciones? La verdad es que a pocos se les ha preguntado. En una pequeña indagación abierta con niños y niñas de tres a quince años que estaban a mi alcance, pude identificar varios tipos de respuestas y algunas constantes que aparecieron independientemente de la edad, lo que permite sacar algunas conclusiones. Comparto algunas citas aquí, junto con el listado de lo que más se repitió. “Todo esto que está pasando es algo nuevo para mí y me tiene un poco confundido a la vez que triste y enojado, porque no puedo salir a divertirme, pasear con mi familia, o ir a la escuela con mis amigos y amigas. Pero desde donde te encuentres siempre se aprenden cosas nuevas, por ejemplo, yo he aprendido a ser más tolerante con mi familia y a estar más unidos que nunca”. (Sexto de primaria) ¿QUÉ NO LES HA GUSTADO?

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“Hola, me siento muy solito y me gusta hacer las tareas, pero a veces no quiero, a veces me enojo, a veces me río y estoy contento, ya quiero ir a la escuela y andar en bicicleta y jugar con mis amigos” (Segundo de Preescolar) Vivir las ansiedades financieras, laborales y emocionales de las familias. Tener que estar todo el día en casa sin que sean vacaciones, no poder salir y seguir la rutina. No poder ver a sus amigos y amigas. Hacer tareas escolares a veces más largas y sin que nadie les pueda explicar. Que desestimen sus esfuerzos, les critiquen y siempre les pidan más y más. “Tengo ganas de salir, ya no soporto a mis papás, todo el día me dicen que tengo que trabajar más y jugar menos, ya me quitaron la tablet por culpa de la maestra que está dejando mucho trabajo, prefiero ir a la escuela”. (Tercero de Primaria) No poder salir a la calle o, si tienen que hacerlo, salir con miedo. No poder visitar a sus abuelos y demás familiares. La restricción del acercamiento físico. Tener que usar cubrebocas y lavarse las manos constantemente. El duelo de la pérdida de festejos. Estar enojados, tristes o irritables con la situación. Aburrirse y no saber qué hacer a veces con su tiempo libre. Perder el mundo de la escuela con todo lo que eso significa. “Creo que durante estas semanas en casa me he dado cuenta de todo el tiempo que dedico a la escuela y que muchas cosas de mi vida giran en torno a ella. Es un espacio en el que me gusta estar y en donde además se encuentran muchas de las cosas y personas más importantes para mí que me han hecho mejorar como persona”. (Tercero de Secundaria)

¿QUÉ ES LO QUE MÁS EXTRAÑAN? · Jugar, platicar y trabajar con sus amigos y amigas. · El mundo de la escuela, estar en su salón, correr en el patio y ver a sus maestras/os. · Visitar y abrazar a sus abuelos, abuelas y demás familiares. · Salir a la calle, andar en bici o poder ir a nadar, a correr. · No poder festejar su cumpleaños, graduaciones, despedidas de su escuela, viajes programados, etcétera. · No poder practicar algún deporte o hacer ejercicio. · Ser más libres. “Quisiera saber qué has hecho, yo he hecho muchas cosas, pero extraño saber qué han hecho los demás y cómo están, ya quiero ir a la escuela”. (Primero de Primaria) ¿CUÁLES SON SUS MIEDOS? “Me siento mal, triste, preocupado y necesito salir. Tengo ventajas y desventajas, la verdad, la ventaja es que tengo una casa grande y puedo ver crecer a mis hermanos, mis papás no tienen tantos años, yo tengo siete y es muy poco probable que me dé Covid. La desventaja es que mis abuelos son viejos y la verdad es que sí me da mucho miedo que se puedan morir, aunque lo bueno es que se están cuidando y espero que no, pero… es como es, la vida así es, algunos mueren,

algunos viven, aunque todos siempre tenemos que tener un final, entonces también está bien, pero no quisiera que nadie se muriera”. (Segundo de Primaria) · Enfermar o que alguien querido muera. · Ser portadores sanos y contagiar a alguien. · Que la situación se prolongue. · No saber cuándo y cómo volverán a la escuela, la incertidumbre sobre cómo será y lo que pueda pasar. “He sentido muchas emociones durante la cuarentena: alegría, enojo, desagrado, calma, temor y tristeza. A veces siento las dos al mismo tiempo y también he jugado más con mi hermana”. (Segundo de Primaria) ¿QUÉ SÍ LES HA GUSTADO? “Me gustan las tareas que me han mandado mis maestras y maestros, querría que la nueva normalidad sea con más campamentos internos y también querría que nos pudiéramos abrazar con mi maestra y todos mis compañeros“. (Primero de Primaria) · Estar más tiempo con su familia y conocerse mejor. · Poder comer juntos y jugar juegos de mesa. · Tener tiempo para hacer cosas diferentes y creativas. · No tener que levantarse tan temprano. · Ver lo que sus mamás y papás son capaces de hacer y aprender de ello. · Que valoren sus esfuerzos y lo que logran. · Poder jugar más tiempo y pelear menos. “En esta cuarentena me siento muy feliz porque sé que mi familia está bien y ha cambiado la forma en que nos llevamos porque hemos jugado más. Extraño mucho a mi abuela porque vive en Guadalajara y también a mis compañeros/as, mis maestras/os y a la escuela”. (Tercero de Primaria) En medio te todo esto, se ha gestado una interesante construcción y acercamiento a los quehaceres de niños y adultos que de alguna manera también están aprendiendo del esfuerzo que implica el trabajo del otro y la satisfacción por sus logros. “Me ha gustado aprender a hacer galletas y a cocinar cosas que no sabía, también que estoy aprendiendo mejor a tocar la flauta y mis papás me aplauden”. (Cuarto de Primaria) “Estos días hemos hecho un pequeño huerto en macetas y ya empezaron a salir los jitomates y las lechugas, he aprendido que puedo divertirme con muchas más cosas, antes me aburría si no veía la tele, pero se me ocurrió ponerle a mi mamá y a mi papá el reto de hacer acertijos matemáticos y nos estamos divirtiendo mucho”. (Quinto de Primaria) Y es que, como casi todo en la vida, esta moneda tiene dos caras, la parte perversa de duelo y pérdida y la parte nutriente de mayor conocimiento y acercamiento profundo. Y en estos 80 días, ha sido interesante observar cómo se han producido cambios en las personas y sus relaciones. De un modo u otro, todos hemos tenido que resignificar e ir modificando nuestras acciones y comportamientos ante estas nuevas situaciones. Afortunadamente, no todo ha sido para mal. Esta experiencia ha dejado aspectos positivos en nosotros: un conocimiento más cercano entre los integrantes de las familias, la toma de conciencia sobre nuestra propia fragilidad, el recuperar el valor del tiempo que asignamos a cada cosa, voltear a ver nuestra formas de alimentación y consumo. “Estos días me la he pasado tranquila, me he sentido feliz porque estoy con mis padres, no me gusta estar en casa encerrada y me gusta estar en el patio. Extraño mucho estar en la escuela, me siento feliz aunque muy inquieta, hago los trabajos y he aprendido mucho pero extraño a mis compañeros.” (Primero de Primaria) ¿Cómo la podemos aprovechar? Valorando lo que son capaces de hacer las niñas y los niños, fomentando mecanismos permanentes de higiene y autocuidado en toda la familia, recordando lo importantes que somos para el crecimiento sano de nuestros hijos e hijas, estableciendo los límites necesarios y evitando los conflictos innecesarios. Cabe decir aquí que es de mucha ayuda procesar este tiempo a través del juego, sea en juegos de representación o de otro tipo, sobre todo en los más pequeños, que no pueden elaborar intelectualmente todo lo que está sucediendo. Habrá que hacerlo también al volver en las escuelas. “¡Soy el colavilus! Muajajajaa, ¡no te pedes lavar las manos!” (Maternal) Es importante reconocer el valor sustancial de la escuela en toda su extensión, pensar en todo lo que implica y desde luego, crear mayor conciencia planetaria y ciudadana a través de una acción solidaria y comprometida con el medio ambiente en los hechos cotidianos, todos los días. Como docentes, tenemos un reto enfrente que es del tamaño del mundo: la vuelta a la escuela en esta nueva realidad. A todos, familia y escuela, nos falta mucho por esperar y por aprender, pero es necesario no dejar de ver la mirada de las niñas y los niños ni olvidar las enseñanzas que esta experiencia nos está dejando, los cambios que en lo personal y en lo social hemos de hacer para terminar con la devastación ambiental y la inequidad e injusticia sociales, entonces ¿qué tal si entre todos le sacamos la ventaja al infortunio? * hortensiafernandezfuentes@gmail.com


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Tere Garduño *

l tiempo del confinamiento social por la pandemia de Covid-19 nos ha obligado a reflexionar profundamente sobre nuestras vidas y su sentido; sobre nuestros tiempos pasados y los inciertos futuros; sobre nuestros miedos y nuestras esperanzas; sobre nuestros padres e hijos y sobre todo aquellos que adoptamos y cobijamos en nuestros proyectos de vida; sobre los guardianes de la salud que arriesgan su vida y la de los suyos para proteger la nuestra, enfrentándose a la enfermedad en agotadoras jornadas llenas de compromiso con sus juramentos éticos; sobre nuestro papel en la sociedad y los compromisos que adquirimos en cada movimiento que hacemos en esas intrincadas estructuras familiares, laborales y sociales en que transitamos. Desde este aislamiento social, nuestra mirada trata de ver el futuro oculto ahora en una neblina espesa que no permite avanzar mucho en un peligroso desfiladero de la montaña. Pero hay una inercia que nos impulsa a caminar abriendo los ojos lo más posible y es ahí donde advertimos destellos de luz que parecen señalar un sendero. Es importante aclarar que cada persona mira hacia adelante con los lentes que se ha construido desde la propia epistemología, y la mía no puede ser otra que la de la educación, porque en ese espacio vital me he movido los últimos 55 años de vida. Es desde esa perspectiva e intentando tejer en un manto inmenso las experiencias vividas, los pensamientos y teorías dialogadas y criticadas, las escuelas observadas, las y los docentes acompañados, las familias encontradas y decenas, cientos, tal vez miles de niñas, niños y jóvenes que han llenado mi pensamiento con sus palabras, sus ideas y sus miradas, que hoy escribo. Quiero decirles a todas y todos que hay en mí un profundo respeto por la autoría de sus ideas. Hoy solo seré espejo. Como no puedo dejar de lado mi epistémico educativo, mi primer planteamiento es que para poder regresar a la vida de antes de la pandemia, o más bien dicho, para poder transitar a una vida plena pospandemia, hoy necesitamos aprender algunas lecciones.

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PRIMERA LECCIÓN: NO CREAMOS QUE SOMOS LA ESPECIE DOMINANTE DEL PLANETA Boaventura de Sousa Santos señala en su libro La cruel pedagogía del virus que el modelo neoliberal del capitalismo ha orillado a la humanidad (el 0.1% de las especies del planeta) a la explotación ilimitada de los recursos naturales, a la muerte desmedida de gran cantidad de seres vivos que han sido desplazados de su hábitat y a un inminente desastre ecológico, violaciones todas del equilibrio natural que no quedarán impunes. La pandemia es el resultado de múltiples violaciones a la Madre Tierra, pero no es una venganza. “Es pura defensa propia. El planeta debe defenderse para garantizar su vida”.1 Partiendo de este principio, una de las primeras direcciones a corregir en este azaroso camino de la humanidad, para recuperar su ritmo de vida anterior, será revisar las acciones humanas que contaminan el aire, el agua y la tierra. El shock de la pandemia debe convertirse en una poderosa lección que nos obligue a aceptar de forma humilde y modesta que existe un abanico vital en el planeta con una enorme y mayor diversidad que el género humano. Requiere aceptar la idea de que la defensa de toda la vida en el planeta es la garantía de la continuidad de la vida humana. Si las personas continuamos destruyendo sin ninguna ética ni conciencia todo lo vivo del mundo, esos seres se defenderán de formas cada vez más letales para los seres humanos. ¿Cómo corregir el rumbo desde la escuela? Es necesario pensar que la escuela no puede seguir formando para el futuro, sino para el presente. Es necesario movilizar a esos millones de estudiantes que transitan por los sistemas educativos por todo el planeta y que hoy están atrapados en las cuatro paredes de sus casas para que defiendan no conceptualmente, no contestando cuestionarios, sino en acciones concretas, todas las formas de vida en éste, nuestro mundo, reconociendo el derecho de cada especie a su hábitat, a su equilibrio, a su alimentación y a su tránsito. La escuela requiere transformar su currículum para dejar de dictar lecciones vacías sobre la clasificación de especies o el sistema óseo, y en su lugar organizar acciones concretas de defensa del agua de los ríos y mares, la protección de la tierra ante la explotación ganadera, el confinamiento de la cría industrial de animales, la contaminación desde la minería para explotar las materias primas, la comercialización de animales extraídos violentamente de su hábitat natural, la producción de toneladas de deshecho, de islas de basura que llenarán los mares de trampas mortales para todas las especies que los habitan, la insistencia en otras formas de movilización que no envenenen el aire. Como docente, tengo una profunda confianza en las nuevas generaciones que pueden provocar cambios sustanciales en los modos de consumo y de contaminación de las familias. Haber aprendido la lección de un virus que convivía en una interacción prácticamente inocua con diversas especies de animales pero que al sufrir una perturbación humana provocó un salto letal para la humanidad debe llevarnos a formar legiones de guardianes del planeta, de la vida, de la biodiversidad, de las especies en peligro de extinción. Formar generaciones que se nieguen al consumismo como bandera y que recuperen el sentido de convivencia del ser humano con el resto de la naturaleza. Solo quiero enfatizar que no se trata de discursos vacíos sino de acciones concretas contra el uso de todos los contaminantes posibles, efectuadas por y con las y los escolares desde los más pequeños de educación inicial hasta los mayores, de las universidades. Un nuevo currículum de práctica revolucionaria para poder garantizar en el planeta la vida armoniosa de todas las especies.

No, la escuela después de la pandemia no puede volver a ser igual Se trata, pues, de preparar a las nuevas generaciones a tomar decisiones, a no consumir productos en empaques contaminantes, a negarse a vivir en el consumismo como sistema de vida, a cuestionar a los adultos que violan el hábitat natural, a sumarse a las campañas de protección de los animales en peligro de extinción, a negarse a visitar zoológicos y espectáculos con animales confinados como ahora están los seres humanos. SEGUNDA LECCIÓN: CONSTRUIR LA CONVICCIÓN DE LA NECESIDAD PRIORITARIA DEL EQUILIBRIO Y LA JUSTICIA SOCIAL

La escuela debe abrir sus puertas y sus ventanas a la realidad para que los ojos, los oídos y los pensamientos de los estudiantes construyan sus propios criterios de juicio sobre el desequilibrado mundo que los adultos les estamos heredando. La pandemia pone al descubierto las inequidades del sistema social, los intereses centrados en el capital, la maquinaria al servicio del poder, la concentración de la riqueza en un 1 por ciento que posee el 82 por ciento de la riqueza del mundo, mientras que el 99 por ciento lucha diariamente por la subsistencia. No es sano que las nuevas generaciones crean que no existe otra realidad que un neoliberalismo capitalista, porque a la gran mayoría de las familias de una economía precaria esa fragilidad las llevó a las calles provocando racimos de muertes en un intento de ganarse la vida. Es bueno estudiar historia y comprender sus lazos con el presente; pero es fundamental leer el presente para comprenderlo, cuestionarlo y transformarlo. La escuela pospandemia requiere realizar una deconstrucción y una construcción curricular que proporcione herramientas cognitivas, emocionales y éticas para que las nuevas generaciones comprendan que es urgente una transformación en la distribución de la riqueza, incentivando la lucha contra el consumismo y la reflexión sobre otras posibles realidades donde la dignidad de la vida humana sea un derecho ejercido por todos y todas y se practique la justicia social en cada rincón de las aulas para que se convierta en una estructura moral para detener la formación de emprendedores y futuros empresarios, contra el adiestramiento de una masa multitudinaria de obreros y empleados que pueden morir, pero deben agradecer al patrón que por lo menos tienen trabajo. Estas nuevas generaciones necesitan oponerse a todas las formas de explotación del trabajo humano y a una lucha fraterna por la justicia social, donde reconozcan que el neoliberalismo atravesado por el dominio del capital financiero no ha podido dar respuestas sociales ni políticas ante la hecatombe a la que condujo a la sociedad global, la cual es hoy realmente evidente en la crisis humanitaria que vivimos en el contexto de la pandemia. Es necesario aprender lo anterior en asambleas escolares, en prácticas de equidad en la escuela, en diálogos con otros actores sociales para reconocer que existe miseria, hambre, injusticia, explotación y desigualdad. Todo esto debe ayudar a formar la conciencia social y la necesidad urgente de la cooperación en tareas de apoyo entre grupos, familias, colonias, pueblos y naciones. Se trata de convencerse de que nadie puede tener lo superfluo mientras haya uno que carezca de lo indispensable. La lectura del sentido de compromiso social y humanitario del personal de salud cubano debe filtrar los caminos de la toma de conciencia. Pero nuevamente no es un discurso vacío, es una práctica de equidad, porque la pandemia develó a esa gran proporción de la población que no pudo acercarse a ninguno de los productos de la escuela virtual; que no contó con los 20 pesos que se requerían para hacer la recarga del celular familiar y así tener acceso a la plataforma digital escolar. Se trata de practicar en la escuela la filosofía de la equidad, con la posibilidad de compartir para que el compañero o compañera de junto tenga acceso a un piso parejo para poder aprender. TERCERA LECCIÓN: LO AFECTIVO ES LA ENERGÉTICA DE LO COGNITIVO Escuchando muchas expresiones de niñas, niños y adolescentes acerca de sus experiencias en esta avalancha de educación virtual que los ha oprimido en los últimos meses, se repite la sensación de sentirse agobiados, cansados y saturados por la obsesión de las autoridades escolares, docentes y padres para que completaran listas de exhaustivas tareas sin sentido. Creer que los libros de texto provocan verdaderos aprendizajes es no haber revisado con profundidad lo que aparece en dichos materiales. Textos escritos desde la lógica adulta tratando de vaciar todo el conocimiento posible para “llenar las cabezas vacías e ignorantes de los estudiantes”. Se les calificó inclusive de materiales autodidactas. En verdad, la necesidad de justificación puede llegar al extremo de ocultar totalmente la realidad. Pensar que responder un rosario de preguntas después de leer un texto o ver un video ya 6


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implica “el aprendizaje esperado” es un espejismo que oculta totalmente la naturaleza del aprendizaje humano. La escuela pospandemia necesita reconocer que los esquemas cognitivos están articulados y son isomorfos a los esquemas afectivos y que su flexibilidad está fuertemente vinculada al grosor de la capa emocional que los reviste. Todo lo anterior se traduce en la declaración epistemológica de que ningún conocimiento se construye sin experimentar sentimientos. Y cuando la escuela sostiene un discurso formal que hay que repetir, un conocimiento carente de todo sentido para el aprendiz, una serie de elementos memorísticos que caducan en el instante mismo en que se responde la última pregunta del examen, la escuela se está equivocando. Porque todos esos enunciados no están vinculados a elementos que los integren a la vida real de quienes aprenden. En el webinar “El desafío de volver al cole”, organizado por el grupo GSIA2 el pasado 5 de junio con niñas, niños y adolescentes, una joven participante, María Ángeles, manifestó que no podríamos regresar a la misma escuela después de la pandemia, porque la escuela había mostrado que no era capaz de enfrentarla, ya que lo que se había enseñado a los escolares durante la cuarentena no les significaba en lo más mínimo. Desde la juiciosa voz juvenil, antes de regresar, hay que transformar la escuela para que lo que se enseñe posea un significado real que tenga sentido en la vida cotidiana. El conocimiento debe provocar una verdadera pasión en quien enseña y en quien aprende. Debe tener significados profundamente afectivos para que se articule con otros conocimientos. Esta declaración se comprueba al observar que el aprendizaje más importante y significativo para todos los seres humanos, y el primero en construirse, es la lengua materna. Esta se adquiere en un contexto lleno de afectos, lleno de significados sensoriales, auditivos, gustativos, olfativos y visuales. Además, su integración al pensamiento del sujeto es total. La lengua materna nunca se olvida aunque no se hayan hecho planas o repetido listas sin sentido. La lengua materna está filtrada de emociones y afectos que le dan pleno significado. La lección para la escuela es que se requiere provocar emoción y pasión por el conocimiento; esa que experimenta desde la ciencia cuando se descubren nuevas relaciones o cuando se acerca la comprobación de hipótesis. Sería necesario, en una evaluación del trabajo realizado desde la educación virtual de la pandemia, descubrir si el objeto de conocimiento provocó entusiasmo o hartazgo. Esa sería una buena medida de análisis.

preocupación social por los otros y otras. Nos ha permitido ponernos en sus zapatos y comprender a todas y todos los que han seguido fuera para que muchos otros nos conserváramos dentro. Este aprendizaje también debe ser parte constitutiva de una nueva escuela. Comprender que los resultados son mejores cuando los construimos entre todos y todas, que el espíritu de compromiso social del personal de salud, de quienes producen alimentos, de quienes los transportan y llevan hasta nuestra casa, de quienes barren las calles y recogen la basura, de quienes cuidan la seguridad y de muchos otros actores sociales nos permite protegernos del virus. La escuela requiere salir totalmente del confinamiento individual en el que ha vivido. La escuela debe enseñar a niños, niñas y jóvenes habilidades sociales para que puedan ponerse en el lugar de otros; valorar el trabajo colectivo por encima del individual; reconocer que aprendemos más cuando explicamos a otros, lo que nos enseña a ser mejores actores sociales, y son · Un Botero, según Mateo Tenocelo precisamente estos héroes y heroínas sociales, modestos, callados, humildes, los que nos han permitido sobrevivir. Si ellos y ellas no estuvieran afuera, nosotros nos habríamos expuesto y por ende a los nuestros. Esta lección debe sacar a la escuela de la lógica de la competencia, del individualismo, del egoísmo social. La pandemia eliminó en México el examen de entrada a la secundaria y será la primera vez que se haga justicia social para ofrecer igualdad de oportunidades. La lógica de obtener buenas notas aplastando a todo el que se meta en el camino no ha producido verdaderos actores sociales. Y la sociedad postpandemia los requiere de manera urgente. Eliminar los controles de las calificaciones pondrá a los educandos en el camino de construir herramientas sociales absolutamente indispensables para enfrentar los desastres naturales y humanos. Dejar de ver al otro como el deficiente, el que no aprende, el que nunca cumple una tarea, el de 5 o cuando mucho el de 6, permitirá aprender a colaborar, a compartir, a ayudarse mutuamente, a explicar cuando otro no entiende, a acompañar a quien tiene dificultades. SEXTA LECCIÓN: LAS MEJORES SOLUCIONES SON LAS QUE SE CONSTRUYEN ENTRE TODOS, EN DIÁLOGO COLECTIVO

Regresar a la escuela en lo que se ha llamado la “nueva normalidad” va a requerir de transformaciones complejas y muy alejadas de lo que era la esencia del espacio escolar: la convivencia con los pares. Uno de los adolescentes que participó en el webinar ya mencionado señaló realmente enojado que a partir del regreso a la “nueva normalidad” los iban a tener distantes, cercados, vigilados y que eso no era lo que ellos querían de la escuela, porque lo fundamental de la escuela es el contacto, la proximidad, el encuentro entre estudiantes y entre estudiantes y docentes. Una lección importante de la educación virtual durante la pandemia está relacionado con la posibilidad que tuvieron niñas, niños y jóvenes de encontrarse visualmente con sus compañeras y compañeros; el gusto por cantar en el cumpleaños de un compañero o una maestra; el reconocer del otro lado de la pantalla a aquellos a los que se ama, o con los que se disfruta enormemente la convivencia. Esas experiencias nos hacen decirle no a la educación virtual que no permita el encuentro personal, porque le quita al conocimiento su parte estructurante, que es la presencia humana. Será necesario en este regreso propiciar la expresión de emociones y afectos; permitir las risas, los cantos, la música, el baile para ser felices y celebrar la vida en todas sus manifestaciones.

El regreso a la escuela en la “nueva normalidad” va a requerir múltiples adaptaciones del espacio escolar, así como cambios en la dinámica de las relaciones entre estudiantes y docentes para evitar que haya un nuevo brote de contagios. Entrar por un filtro de control, limpiarse los pies en el tapete sanitizante, usar cubrebocas y caretas, separar las mesas de trabajo, mantener sana distancia, limpiar sillas, mesas, mesabancos, barandales y manijas constantemente, circular en un solo sentido, trabajar con la mitad del grupo, recreos escalonados, división de grupos son algunas de las muchas indicaciones de la Secretaría de Salud. ¿Cómo atenderlas? ¿Cómo evitar que generen miedo y rechazo al otro? La fórmula está en su gestión individual o social. La individual sólo funciona con actos represivos, requiere de mucha energía desde el espacio del poder. Pero hay otra forma: es la construcción colectiva porque ésta es más potente que la generación de respuestas individuales. Preguntar a niñas, niños y adolescentes ¿qué soluciones creativas proponen? ¿Cómo hacerlas posibles sin que se vivan como medidas de coerción? ¿Qué estrategias les resultan más pertinentes? ¿Qué ideas, no importa cuán audaces parezcan, pueden compartir para encontrar juntos una solución? Una vez que se haya obtenido la opinión de niñas, niños y adolescentes, entonces sí, ya pueden emprenderse la consulta a las y los docentes, a las madres y los padres, a los supervisores y autoridades. Es fundamental subrayar que todas las propuestas deben ser locales, porque la comunidad escolar es la única que conoce profundamente su realidad. Además, el análisis de las mismas debe ser hecho fundamentalmente por quien lo propone, no por una autoridad externa que sanciona. Tal vez sea también el inicio de un camino que imposibilita la simulación.

QUINTA LECCIÓN: ANTE ÉSTA Y FUTURAS PANDEMIAS, LO ÚNICO QUE

LA ESCUELA DE LA POSPANDEMIA COMO UNA NUEVA OPORTUNIDAD

CUARTA LECCIÓN: RECONOCER EL PESO QUE TIENE LA AFECTIVIDAD Y EL CONTACTO PARA PROPICIAR EL DESARROLLO SOCIAL

NOS PUEDE SOSTENER ES LA SOLIDARIDAD Y EL CUIDADO COLECTIVO

Esta pandemia ha despertado lo mejor y lo peor de las personas. Los demonios del miedo han generado desconfianza, discriminación y agresiones al personal médico. Pero también ha emergido una

1 Boaventura de Sousa Santos. La cruel pedagogía del virus. Pp. 65 2 Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia. www.grupo deinfancia.org

Y hasta aquí las lecciones, porque estoy convencida de que muchas otras serán producidas por aquellas y aquellos docentes comprometidos que se han pasado de tiempo completo aprendiendo en la pandemia; también habrá muchas otras que serán expresadas por ese inmenso concierto de voces infantiles y juveniles que exigen al mundo adulto transformar las formas de vida, las prácticas corruptas y ecocidas, porque están dispuestas a crear nuevas melodías. Como dijo María Ángeles en el webinar: no, la escuela después de la pandemia no puede volver a ser igual. * gardunot@prodigy.net.mx


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Diarios de pandemia

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o que sigue son pequeños extractos de diarios de una treintena de niños de entre 11 y 15 años, realizados durante la cuarentena. Hemos procurado seleccionar ejemplos de diversas situaciones, opiniones y reacciones que tuvieron un carácter generalizado notable.

Lunes 20 de abril de 2020 Papá y yo nos quedamos en la casa; mientras estuvimos aquí vimos una película que papá encontró, pero no nos gustó nada, estaba muy extraña y aburrida, así que la cambiamos y nos pusimos a ver una serie que empezamos hace poco; comimos y papá se puso a escombrar algunos cuartos de la casa mientras yo arreglaba el mío. Yo no tardé mucho pero él sí, así que mientras lo esperaba salí al patio a jugar con mis perros. (Andrea) Miércoles 22 de abril El día de hoy no hice mucho. Me desperté a las 14:00 hrs., vi un rato mi celular y después fui a desayunar. Volví a mi cuarto y me dormí otro rato. Por ahí de las 15:30 hrs me desperté y decidí hacer mi tarea. Prendí mi computadora y abrí el blog en busca de tarea por hacer. Un rato después terminé la tarea que se iba a entregar pronto, las otras no las hice, y decidí ponerme a leer. (Andrea M) Jueves 23 de abril Este día ha sido el más productivo desde que comenzó la cuarentena. Desde que me levanté de la cama, salí a mi jardín a hacer mi rutina de ejercicio, y me di cuenta de que cada día es un día menos en esta pandemia y que lo mejor que uno puede hacer es tomarse más a la ligera la vida. Al escuchar mi canción favorita (Atmosphere, de Joy Division) me animé mucho y junté fuerzas para empezar a mover mis muebles de lugar. Tardé un rato, pero fue bastante fácil y por fin terminé de ponerlos como a mí me gustaba y fui a barrer el piso de todo mi cuarto para que quedara bien limpiecito. (Ditzalí) Viernes 24 de abril Hoy me desperté un poco más tarde que de costumbre, a las 7:00 de la mañana, e hice mi rutina habitual de comer algo antes de las actividades, escuchar el noticioso, como diría Mafalda, y esperar a que nos empecemos a mover. Mientras escribo estoy escuchando a Óscar Chávez, su álbum Parodias neoliberales, y las que más me gustaron fueron Se vende mi país, Salario mínimo, Fragmento de la feria y Mexicana curious. (Emilio) Domingo 26 de abril Miren, esta mañana me levanté a las 10:30 y mi mamá me dice que por qué tan tarde, y yo de mamáááááá, es domingo, hay que echar la flojera agustín. Luego me acordé de algo: no podía leer el Diario de Greg porque mi amigo que me los prestaba ya no puede; así que lo único que puedo hacer es leer las instrucciones del champú, tristemente, y lo único de lectura que me quedaría serian mis cómics, pero esos ya los leí, y pues nada, me puse a jugar con Mate. Mi mamá dice ese niño no hace otra cosa, así que jugué todo el día y vi unas películas con mi mamá y ya me dormí. (Daniel Jair) Martes 28 de abril Hoy es el cumpleaños de papá. En un año más cumplirá 50, wow. Debe ser feo no poder ver al resto de tu familia para celebrar, y él no es el único al que le ha pasado durante esta contingencia. A diferencia del festejo de hoy, que solamente fue entre nosotros, recuerdo su fiesta sorpresa de hace tres años, que fue más grande. Eran las 20:30 hrs cuando habíamos terminado de acomodar la mesa, poner platos, abrir el strudell que le compramos a papá y cuando llamamos a las familias. Al no poder físicamente con ellas hicimos una videollamada con todos. Y así, mientras luchábamos contra el mal internet y el retraso de la llamada, le cantamos a papá unas caóticas mañanitas. Son las maravillas del internet. Terminamos de cenar, ahora desconectados, y así concluimos el día. (José Pablo) Miércoles 29 de abril Teníamos que ir a una papelería para convertir unos documentos en pdf, además me tenía que tomar una foto para una credencial (todo para el registro de la prepa). En la foto salí horrible, mi cara no se ve bien cuando estoy seria. Luego fuimos a la escuela para pedir la constancia y mi credencial. Después fuimos a tomarme otra foto, sólo que ésta sería digital. Esta vez fue mucho más rápido. Cuando llegamos tomé asiento en un simple y sencillo banco, el señor no me dijo que me quitara grasa de la cara y tampoco me dio agua para el cabello, no tenía luces ni un fondo verde, sólo era un banco y una pared blanca. Me tomó la foto sin que me moviera la cara y me dejó sonreír, fue muy rápido. El señor era buena onda, de hecho su hijo también estaba en proceso de admisión a la BUAP y de eso platicamos, nos dio algunos consejos que nos podrían servir. (Julieta)

Jueves 30 de abril Juraría que era viernes, pensé que tenía que entregar hoy la monografía, me desperté a las 11:30 y tomé mi libreta de química, me senté en el escritorio y comencé a trabajar en la tarea; nada muy complicado, algo de reacciones químicas y representaciones de cambios físicos y químicos, no son cosas particularmente difíciles o confusas, pero sí que son muy desesperantes. (Leonardo) Viernes 1 de mayo El día de hoy me he levantado de buenas y energético, con un cuarto bien limpio y ordenado, ya que los días anteriores me he puesto a ordenarlo; además me desperté con luz del sol, así que he bajado a bañarme, me he vestido y he bajado a la sala para ver un rato la tele, ya que mis papás se habían ido a entregar unas cosas. Después de desayunar fui a la computadora a revisar tareas y trabajos, tras de hacer algunas cosas de la escuela me puse a limpiar el polvo de los muebles (ya que es el trabajo que me toca hacer en la casa). (Liam) Sábado 2 de mayo Me aburro un poco. No siento que los fines de semana sean el sábado y el domingo, lo siento como lunes o jueves. Me gusta jugar con mi consola y con mis amigos. Me gustan un poco las plantas. (Eduardo) Lunes 4 de mayo Mi mamá se fue temprano y yo me quedé en la casa con mi abuelo, que me hizo de desayunar muchas cosas y muy ricas. Pero tenía que esperar un paquete de mi mamá que llegó hasta en la tarde, y además el chico de Amazon se perdió y lo tuvimos que salir a buscar. Hice tarea de Historia e Inglés y la terminé más temprano de lo normal, hasta me dio tiempo de comer a la hora que siempre acostumbro y no casi a la hora de la cena. Fue el último día que vino mi tía a visitarnos, porque el miércoles nace Bali y todos estamos muy emocionados por su llegada, aunque por todo esto del coronavirus no sabemos hasta cuándo lo vamos a conocer, porque no podemos salir y mucho menos él. (Melissa) Miércoles 6 de mayo Hoy me desperté más feliz porque ayer vi a mis abuelos, aunque fuera de lejos.Saqué a pasear a mi perro como todos los días y hoy desde temprano estaba fresco el ambiente y se veía que más tarde iba a llover, y eso me gusta mucho. Regresé de pasearlo e hice ejercicio y luego me bañé y comí pasta, que también me gusta mucho. Avancé con la monografía, y de ahí vi mi serie como siempre y cené cereal. Como los últimos días no me había podido dormir temprano hoy ya estaba muy cansada y me dormí más temprano. (Varinka) Jueves 7 de mayo En la mañana, después de desayunar, estuve haciendo la tarea de mate, que esta vez se me hizo más sencilla. Cuando la estaba terminando, mi papá y mi hermana se pusieron a jugar escondidas para la tarea de mi hermana, pero con escondites bien absurdos, y de hecho era más para reírse que para jugar en serio; creo que solo hubo una ronda en la que mi hermana tardó en encontrar a mi papá, y fue cuando él se subió a su cama, pero todo se amoló cuando él tosió. (Andrea M.) Lunes 11 de mayo El día comenzó parcialmente nublado, me despabilé, fui al baño y comencé a ver el canal de Ingenio TV en la televisión aproximadamente a las 8:00 am. Salí al patio a las 11 de la mañana para correr, tomar aire, jugar, ver las plantas y jugar con mi monopatín, fue divertido. (Eduardo) 8


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Martes 12 de mayo El día de hoy me levanté más tarde que ayer, y fui a ver a mis mascotas. Y entonces vi que mi perrita estaba ladrando a algo, cuando me acerqué vi que era una lagartija. Le avisé a mi familia para que la fueran a ver. Al querer quitársela no quiso y la anduvo trayendo todo el día. Como si fuera su premio. Después de ver a mi perrita empecé a hacer mi tarea. Y como a las 3 de la tarde comí y luego leí mi libro de Narnia El príncipe Caspian. (Paola)

Mi mamá se puso a trabajar en cosas de la escuela. En la noche me puse a estudiar con el celular y cuando me di cuenta ya eran las 23:34 así que me puse a dormir... me desperté a las 12:00 porque vibró algo y fue mi celular, me asusté mucho. (Victoria) Domingo 24 de mayo Me levanté mejor del dolor de cabeza, pero aún no se iba completamente. ¡¡Mi cabeza va a explotar!! Ya no aguanto la cuarentena, ya quiero ver a mis amigos, salir al cine… Bajé a desayunar, pero nadie había bajado aún, entonces empecé a comer algo y me subí a mi habitación (Darinka) Lunes 25 de mayo Desperté y cada vez me cuesta más trabajo levantarme y hacer ejercicio, sinceramente creo que ya voy a dejar de hacer, no estoy tan mal, haré hasta el próximo año y ahí ya me enfocaré totalmente. Este día fue para entregar todas las tareas que me hacían falta, no tenía alguna tarea específica para hoy, pero sí preguntar y hacer todas las atrasadas posibles. (Rafael)

Miércoles 13 de mayo Mi madre estaba escuchando la mañanera mientras comíamos, raramente le pongo atención a estas porque estoy pensando en mis propios asuntos. Cuando terminé puse el plato en su respectivo lugar y me fui a mi rincón, prendí la laptop y me puse a hacer la tarea; cuando terminé me puse a ver videos y series. Tuve que salir, cuando iba de camino me dio el sol en la cara, cuando logré abrir los ojos nuevamente vi el sol ocultándose, era hermoso, sentir el calor que te inunda en todo el cuerpo, el viento que te da en la cara, y sentir la hierba, fue muy bonito volver a sentir esas sensaciones. (Evelyn) Sábado 16 de mayo Nos invitó Mari a conocer su nueva cabaña, es muy bonita como el paisaje y el entorno, llenos de paz, por la tranquilidad que se tiene y seguramente se siente todos los días al levantarse y no escuchar ni un ruido de máquinas, automóviles o gritos de personas extrañas. En vez de eso se escucha el silencio que te calma y relaja, como su paisaje de la naturaleza que hoy en día no se encuentra fácilmente con tantas casa, edificios, construcciones en general, como zonas con planchas de cemento en vez de pasto, plantas y árboles. (Ana Sofía) Lunes 18 de mayo Vi en la computadora que tareas estaban en el blog y las hice estuve así toda la mañana como siempre. Después ayude a mi papá a poner la mesa y subí a tender mi cama, luego mi papá me llamó, comimos algo y vimos una película de Cantinflas, fue muy divertido. (Valeria) Salimos a dar una vuelta con mi mamá y mi hermano al cerro, el cual afortunadamente es un área verde que se ha mantenido gracias a que no hay gente en los alrededores. Caminamos como tres kilómetros hasta que mis perros se cansaron y tuvimos que regresar, en el transcurso de regreso encontramos varios animales como una liebre, una lagartija y un halcón, al regresar a casa todos un poco cansados tomamos agua y mis perros tomaron una siesta. Chequé el blog en busca de nuevas tareas y encontré demasiadas por hacer, así que me puse a trabajar. Comencé viendo un video larguísimo que nos dejó la maestra de Física, el video fue interesante, pero me gustan más las clases presenciales. Salimos con mi mamá a saludar a Dary (mi mejor amiga), aunque sea desde el carro, me dio mucho gusto verla, ya que en el colegio solíamos vernos todos los días. (Violeta)

Este mismo día hice la tarea de Joselo y vi el documental de Elein, el documental me pareció tan bueno y tan informativo que lo vi dos veces. Después escribiré mi comentario sobre el documental y el movimiento (...) Me fui a bañar y después a leer El contrato social de Jean Jacques Rousseau, me interesé en él pues leí que invento el sistema democrático y la era de la Ilustración, y decían que el libro trataba de Derechos humanos, sin embargo, vi que estaba en la biblioteca digital y lo empecé a leer, pues una de las ideas de la Ilustración es que desconfíes de todo aquel que te dé información, compruébalo tú mismo. (Emilio) Martes 26 de mayo Empecé a hacer tarea de teatro y al mismo tiempo veía ropa: vestidos, faldas, tops, zapatos, botas, botines, zapatillas, todo esto para la graduación, la que claramente no tendré, ni el foro, o sea que no va a pasar nada de lo que quería que pasará por culpa del coronavirus. En parte quería que pasará porque es mi último año y lo quería disfrutar con mis amigxs y también porque es una buena excusa para comprar ropa. Toda la tarde terminé los diarios que tenía atrasados porque ya eran suficientes, y por fin hoy los he terminado. (Melissa) Miércoles 27 de mayo Desperté a las 8:00, cosa que me pareció suficiente tiempo para bañarme, arreglarme, organizar mi cuarto y llegar justo a la hora de la clase con Sebas. Probablemente hubiera llegado a tiempo a la reunión de no ser por el apoyo técnico que tuve que brindarle a mi papá para que pudiera comenzar a dar clases. No sólo no llegué a tiempo a la reunión con Sebas, sino que también se fue el internet y no pude llegar ni siquiera hacia el final de la reunión. (Leonardo) Jueves 28 de mayo ¿Cómo es que sé que ya ando mal? Si me quedo platicando con la señora que vende mascarillas, o si me emociono por ir al Oxxo, o si me empiezo a llevar extremadamente bien y muy rápido con las que nunca pensé hablar. Hoy aprendí que los Froot Loops saben todos iguales y que al parecer se te puede pasar un día entero viendo el celular. Y ya. Parece que en algunos días, realmente no tiene que pasar nada. (Ditzalí) Viernes 29 de mayo Me metí a la clase usando el internet de los vecinos, pero no conectaba muy bien y entonces la aplicación me sacaba por no tener buen internet, la verdad me estresó mucho porque cada minuto me sacaba. Después de eso se fue todo mi internet y no me quedó de otra más que salirme de la clase. Ese día era el cumpleaños de mi papá e íbamos a comer en el jardín, pero estaba nublado y mi papá fue a poner una carpa. Luego salí a comer, empezó a llover, poco, pero qué bueno que pusimos la carpa. (Varinka)

Martes 19 de mayo Hoy me desperté con mucha flojera, pero mi mamá tenia actividades para ese día. Iniciamos con un poco de limpieza de las habitaciones y de la cocina, luego trapeamos toda la casa y al final me tocó lavar los trastes del desayuno. A la hora de la comida me toco preparar el espagueti, a mi mamá la sopa y a mi hermano el agua de limón. Luego de comer salí un poco a jugar con la pelota de voleibol. El resto del día me quedé jugando con mis amigos. (Sebastián)

Sábado 30 de mayo La verdad es que en esta cuarentena no me gusta mucho tener días libres porque no sé qué hacer. Después de desayunar me bañé, me arreglé e hice videollamada con mis amigas, Meli, Ditza y July; platicamos sobre muchas cosas, pero más que nada sobre el tiempo que perdimos de estar juntas en nuestro último año en el Prometeo; hablé con ellas hasta que se le acabó la batería a mi teléfono. (Andrea)

Miércoles 20 de mayo Mi papá se levantó súper temprano, como a las 5:00 de la mañana y luego se puso a lavar su carro y a hacer su ejercicio. Como a las 7:30, porque nos despertó a todas. Desayunamos torta de huevo... cuando terminé, finalmente de comer y lavar los trastes, mi papá nos llamó y nos dijo que nos habían pedido la pala y el machete porque estaban cortando la maleza que hay detrás de algunas casas. Luego regresamos y terminamos el aseo, luego yo me puse a hacer la tarea de inglés y de matemáticas.

Domingo 31 de mayo de 2020 Luego de desayunar estuve hablando con mi mejor amiga Ditza un buen rato. Platicamos de distintas cosas, por ejemplo, nuestra vida amorosa, cómo me fue con mi novio el otro día, etc. Incluso mi mamá nos escuchó hablar y se nos sumó, nos dio consejos para el amor. Más tarde, por la videollamada, el papá de Ditza apareció y aproveché para preguntarle cuándo venía Dit a la casa. Esperábamos que dijera muy pronto o algo así, pero en vez de eso nos dijo que hasta que terminara todo esto, y que hay que ser pacientes. Ya la extraño mucho. (Julieta)


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Alma Carrasco *

Infancia y lectura (antes y durante el encierro)

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as niñas y los niños pequeños necesitan historias, necesitan cerca adultos que les cuenten historias, y los adultos necesitan libros para contarlas. En este periodo de encierro he podido constatar que los libros se convierten para los niños en objetos que están ahí para recordarles que los adultos pasan momentos con ellos y que lo que cuentan esos libros les ofrecen caminos y recursos para lidiar con los temores de la incertidumbre y de los cambios que ha acarreado este aislamiento. Voy a contarles aquí de dos niños lectores que han intensificado esta actividad en el encierro. La lectura en la infancia es, a diferencia de la lectura adulta, acompañada. Los encuentros que las familias y los adultos que apoyan tareas de crianza tienen con los niños a través de las historias en los libros son bien distintos de los que tienen sin esas historias cuya escritura nos permite contarlas siempre igual. Los buenos libros nos ofrecen historias muy bien contadas y estos discursos, a diferencia de las conversaciones interrumpidas y las enunciaciones frecuentemente deshilvanadas de la vida cotidiana, son discursos estructurados que les ofrecen a los lectores variadas historias con las exigencias literarias de iniciodesarrollo-nudo y desenlace feliz. Estoy en contacto virtual regular con una niña de seis años que es una gran lectora autónoma y que se alfabetizó leyendo regularmente desde que era bebé, y con un niño pequeño de un año y tres meses que es también un gran lector. Para ambos el tiempo que los adultos les dedican a leer cada día es “natural”. Ambos cuentan con una colección nutrida de libros y ambos disfrutan la relectura de algunos de esos libros; sus preferidos van cambiando de semana en semana y sus reencuentros con los que quedaron al fondo del canasto son gozosos. En los meses previos a la cuarentena, ella leía en voz alta muy lentamente y su dedicación intensiva a la lectura en este periodo le ha hecho mejorar mucho su dicción. Frecuentemente me llama por teléfono para leerme algo en voz alta, me devuelve el tiempo de lectura que yo tuve antes para ella y me sabe cómplice de esta adicción. La reina de corazones o el cantar de los calzones (**) fue su último regalo, con una carcajada al leerme la nota que le envían los hombretones a la reina: Majestad, complicación: No encontramos sus calzones. En nuestros encuentros lectores a través de la pantalla él me muestra los libros que va sacando del canasto y cómo los lleva a su madre para que se los lea. Hemos hecho experimentos de lectura, como ser yo quien del otro lado de la pantalla le lee en voz alta el mismo libro que la madre tiene en sus manos mientras va pasando las páginas siguiendo mi voz, y a él le parece perfectamente aceptable esta nueva composición de lectura: yo, ellos dos y el libro. Disfrutando a esos dos lectores me preguntaba si sería posible generar esta disposición lectora en línea, y me he contestado que resultaría difícil, tendría que probarlo para saber cómo funciona. Al pensar en hacer este experimento me he puesto a enumerar las actividades y decisiones que estuvieron antes y que hicieron que niña y niño tuvieran, desde que aprendieron a desplazarse con autonomía, un gran control sobre su entorno lector, sobre el comportamiento de sus lectores y sobre sus elecciones. Sobre el entorno. No puede haber lectura si no hay libros, las colecciones de libros de estos lectores están disponibles en contenedores de fácil acceso. En canastos o cajas hay una variedad de libros y entre todos ellos saben exactamente qué elegir cada noche o cada vez que quieren que alguien lea en voz alta para ellos. Sobre su comportamiento. Saben desde muy pequeños que el libro se manipula de cierta manera, que las palabras salen de ahí y ambos se han recontado sus

(**) Libro de Alfonso Núñez, ilustrado por Ivar Da Coll y publicado en México por la Editorial CIDCLI. (***) Libro de Nadine Brun-Cosme, ilustrado por Aurélie Guillerey y publicado en México por Ediciones Castillo.

libros, aun sin saber hablar, repitiendo la entonación que le han escuchado hacer al adulto que se los lee. Ponen en las manos del adulto un libro y están dispuestos a suspender otras actividades para escuchar, toda su atención se concentra en ese momento y pueden seguir la lectura en voz alta de más de un libro. Mientras más pequeños son más solicitan la relectura del mismo libro, ¡hasta 10 veces!, dice la mamá, pero a medida que van creciendo se moderan, si algo les encantó te piden una segunda lectura y están dispuestos a pasar a otro libro. Un rasgo muy particular del comportamiento de los más pequeños lectores es que encuentran en cada adulto un lector potencial y conmueve ver la respuesta de esos adultos, que no se veían en ese rol, asumiéndolo. A medida que crecen, los pequeños saben que no todos los adultos son lectores, pero creo que les gustaría que lo fueran. Observar sus elecciones nos permite diferenciarlas de las nuestras y descubrir que se encantan por ciertos libros que no son nuestros preferidos. Sus elecciones ni corresponden a la edad marcada en la propuesta editorial ni a la que el adulto elegiría. La historia a mi juicio mal contada, literariamente deficiente, de unos libritos que acompañaban un juego resultó, por un tiempo, el libro favorito para leer en voz alta de la niña mayor, y un libro marcado para cuatro años por la editorial resultó por un tiempo el libro favorito del niño pequeño. A la niña mayor los libros le ofrecen las historias que ahora ella misma no puede construir con sus amigos porque no les puede ver. Se convierten así en esos amigos disponibles y confiables que le comunican lo mismo siempre igual y a los que ella regresa para reconocer en esa permanencia una forma de lidiar con los muchos cambios de la vida fuera de los libros. No va a la escuela y no ve a su maestra ni a sus compañeros. Ella se mudó de casa para estar en un lugar menos expuesto, ahora vive cerca de sus abuelos y sigue sin entender por qué no puede verlos si cuando viajaba a verlos podía pasar todo el día con ellos e incluso vivir varios días en esa casa a la que ahora no puede entrar. Sus padres pasan muchas más horas que nunca frente a la computadora y trabajando en largas reuniones que la excluyen. Vuelve entonces a sus libros y a sus historias que la hacen tan singular porque le hablan a ella. El niño pequeño tiene más tiempo a sus papás para él porque ambos también hacen trabajo en casa y, a diferencia de la niña mayor, es un bebé que no logra aún separar de su vida esa vida de adultos que trabajan y se alejan de él para ello. Su padre debe salir por la tarde a otro sitio para poder avanzar en su trabajo y él hace de Los grandes pasos de papá (***) su libro preferido, porque la historia hace de ese papá uno que siempre, siempre dispondrá de sus grandes pasos para volver hasta donde él está. Y sin palabras, porque aún no habla, se allega de historias para explicarse esta difícil realidad de que la temporal invisibilidad de su padre no significa que nunca vaya a regresar: al final del día, como al final de su libro, el papá siempre regresa. Si tienen libros cerca, sugiero leerles a los niños pequeños; si no los tienen, sugiero conseguirlos. Podemos empezar a mostrarles nuestra disposición a leerles libros digitales porque sospecho que lo importante es todo este tiempo que podemos ofrecerles para multiplicar los intercambios y la posibilidad de mirar juntos el mismo libro. Las oportunidades que podemos ofrecerles para encontrarse con historias que les cuenten de otra manera otras realidades, y que les permitan volver a ellas si les gustan. El asunto es empezar, porque una vez que empezamos con estas lecturas regulares son estos niños pequeños quienes nos convocarán a su repetición, y ello permitirá que salgamos de este periodo de aislamiento con nuevos recursos de encuentros, conversaciones y posibilidades de imaginar mundos distintos. Podemos aprovechar este tiempo de encierro para redescubrirle y redescubrirnos mientras les leemos. * carrascoa@gmail.com


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Tékhne Iatriké José Gabriel Ávila-Rivera *

Coronavirus y niños en 2020

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xplicarle a un niño nuestros comportamientos es difícil, pues en la mayoría de los casos actuamos en una forma absurda. Esto mismo sucede cuando tratamos de aclarar los misterios de la naturaleza. Por citar un caso anecdótico, cuando tuve a mi primer hijo, desde el primer momento en el que lo vi, me pregunté cómo podría ser mi respuesta al cuestionamiento de “cómo nacen los niños”. Obviamente en mi mente giraron y se generaron infinidad de respuestas que, erróneamente y por prejuicios absurdos se pudo haber respondido tan fácilmente como decir simple y llanamente que, por el sexo. Punto (aunque después, seguramente vendría otra interrogación relacionada con lo que es el sexo). Lo cierto es que ya teniendo más o menos en la mente lo primero que podría decir para explicar la biología de la reproducción, bañándonos, su primera pregunta fue: de dónde viene el agua y no la pude responder. A medida de que pasó el tiempo y conforme fui adquiriendo experiencia, para ganar tiempo ante cualquier pregunta, siempre pregunto “para qué quieres saber”. Y es que de acuerdo a lo que muchos ya sabemos, hay trampas en las que los adultos podemos caer con suma facilidad. La niña le pregunta a su papá qué es pene y en un profundo análisis de lo que es una célula haploide y diploide, le dice lo que son los órganos sexuales masculinos y femeninos, la forma en la que gradualmente se lleva a cabo el proceso de maduración física y la culminación expresando, en la forma más sutil, lo que es una erección y la introducción de espermatozoides en la vagina para que precisamente en la porción ampular o ampolla de la Trompa de Falopio, se lleve a cabo la fecundación. Entonces, la niña, con cara de asombro, incredulidad, extrañeza y estupefacción le responde al papá que no entiende absolutamente nada, pues a ella le habían dicho en que no debía de “pecar o portarse mal” para que su alma… no pene. La experiencia de confinamiento en un niño no debe de ser tan aterradora como inquietante, pues si bien para los adultos es muy complejo entender lo que es un virus, para un niño debe de serlo mucho más. Todo mundo habla de cómo atenuar el impacto psicológico que tiene una cuarentena contra un microbio invisible e invencible hasta ahora, de la forma en la que se debe de cuidar la salud mental, de cómo mantener un nivel sano de entretenimiento con una mejor convivencia familiar, de por qué los adultos sí pueden salir a buscar comida mientras los pequeños deben estar más encerrados que un delincuente preso y ante la desesperación y energía acumulada, pues no son raros los casos en los que se llega al extremo de liberarlos en jardines para que se cansen y dejen de hacer travesuras, o meterlos en las casas con infinidad de opciones tecnológicas mediante juegos de internet que definitivamente son mucho más nocivos, perjudiciales, dañinos y peligrosos que el ahora ya universalmente famoso SARS-CoV2, que produce la enfermedad Covid-19. Por supuesto esto no se puede generalizar, pues hay familias que en efecto en un una forma verdaderamente heroica (sin exagerar), cumplen con esta extremadamente compleja forma de desempeñar, la extraña forma de aprender y enseñar, con maestros que se desgastan frente a las computadoras, alumnos agotados en extremo tratando de ser autodidactas, didactas, estudiantes y colegiales “en casa”, padres que en medio de seminarios en red (no me gusta la palabra Webimar), trabajo de oficina en casa (no me gusta el término home office), análisis de información con corbata que se muestra en la cámara y calzones que se ocultan de la computadora portátil (no me gusta la palabra Laptop) y en fin… con todo esto que denominan “nueva normalidad” que no es nueva (la epidemia de peste en el siglo XIV obligó al confinamiento durante siete años) y tampoco puedo considerar como normal, a algo que aún no se da y que como una serie de normas, ignoro si la gente en su conjunto aceptará. Debemos visualizar al niño como un sujeto que tiene como necesidad básica aprender y si deseamos que esto sea óptimo, es fundamental partir de lo más básico y elemental. Entonces es necesario que nos orientemos a explicarle a cualquier infante qué es un virus y para esto, no hay como la historia, que en este caso, parece literalmente de cuento. Las plantas, como todo ser vivo, se enferman. Corría el año de 1892 cuando un biólogo ruso que se llamó Dmitri Iósifovich Ivanovski (1864 - 1920), tratando de saber por qué había una enfermedad en los vegetales que si bien, no los mataba, los debilitaba e impedía su desarrollo, se hizo muchas preguntas para tratar de explicar lo que sucedía. Aunque esta enfermedad era muy notoria en las plantas del tabaco, también se manifestaba en la cebolla, el jitomate, apio, berenjena pimiento y muchas otras. A este problema de salud “plantar” le denominó enfermedad del mosaico del tabaco y el biólogo Ivanovski quiso descubrir de qué se trataba. Descartando a algunos insectos y bacterias, que son microbios más grandes que los virus, encontró mecanismos de contagio que se provocaban por el simple contacto.

Esto le hizo pensar en algo infeccioso. Hizo un jugo de plantas y por medio de filtros, trató de aislar al microbio que provocaba la enfermedad. Había bacterias que no podían ser filtradas, pero utilizando filtros muy finos de porcelana, logró demostrar que había algo capaz de traspasar esas finísimas estructuras. Uno podría pensar que la respuesta estaba ya dada, sin embargo, el biólogo Dmitri Ivanovski creyó que sus filtros estaban defectuosos y solamente se limitó a divulgar los resultados de sus experimentos. Es muy malo ser inseguro; pero el primer paso ya estaba dado, cosa que en lo absoluto debe de ser despreciado por la ciencia. Cinco años después, Martinus Willem Beijerinck (1851 - 1931) quien fue un microbiólogo holandés, repitió los experimentos y se imaginó que existían microbios extremadamente pequeños. Tanto que no solamente eran imposibles de ser observados sino que podían además filtrarse a través de estructuras extremadamente finas y delicadas. Se le ocurrió llamarles precisamente virus que en latín significa “veneno”, aunque no se trataba de un veneno en el sentido estricto de la palabra, pues los venenos no se contagian. Esta deducción dio lugar al nacimiento de la ciencia llamada virología, que estudia a microbios que sin ser precisamente una forma de vida, pues hablamos de estructuras que no respiran, no se alimentan, no se mueven y de hecho, no hacen nada más que utilizar a células en las que se introducen, para aprovecharse de sus elementos y así, solamente replicarse. Cosa curiosa… un “bicho” que no se puede ni siquiera ver con aparatos comunes pero muy potentes, tienen en pleno siglo XXI, literalmente de cabeza, a todo el mundo. Y esto es así porque hay muchas cosas que se desconocen y que nos demuestran que todos los seres vivos tenemos un papel importante en la naturaleza. Sinceramente no creo que sea tan malo lo que nos está sucediendo. Es más, considero que esta experiencia que nos duele tanto, efectivamente nos obliga a pensar que nos urge ver el universo en muchas formas distintas. Representa un motivo de vergüenza que México sea el primer lugar en el mundo con obesidad infantil. Somos quienes ingerimos más refrescos y eso nos convierte en una población con muchos riesgos de enfermar de diabetes, hipertensión y un montón de problemas de salud que se pueden evitar. De aquí debemos aprender y aplicar todos los mecanismos que nos ayuden a mejorar lo que se denomina “calidad de vida”. Comer bien, hacer ejercicio, no fumar, no ingerir en exceso bebidas alcohólicas y todo ese etcétera constituye, dentro de muchas recomendaciones, nuestra nueva forma de ver la vida. Y por último y más importante es valorar que cuidando los recursos de la tierra, que es donde nos encontramos, hará más amable y bello el medio ambiente, con nosotros. Definitivamente la necesidad de estar sanos nos permitirá comprender que una enfermedad que puede ser literalmente mortal, como el Covid-19 al que tanto miedo le tenemos, nos está enseñando mucho más de lo que nos está perjudicando, en este proceso que tiene como punto final el cuidarnos individualmente, para cuidar a todos los demás. * jgar.med@gmail.com

Épsilon Jaime Cid

Nada en la vida debe ser temido, solamente debe ser comprendido. Ahora es el momento de comprender más, para poder temer menos. Marie Curie (1867-1934) Científica

En medio de la dificultad se esconde la oportunidad. Albert Einstein (1879-1955) Físico

Aprendí que el coraje no era la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo. Nelson Mandela (1918-2013) Abogado

En medio de la dificultad se esconde la oportunidad. Albert Einstein (1879-1955) Físico


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junio · 2020

Tras las huellas de la naturaleza Tania Saldaña Rivermar y Constantino Villar Salazar · Ilustración: Diego Tomasini “El Dibrujo”

¡Caras vemos, Covid–19 no sabemos!

H

abían transcurrido casi 60 días de confinamiento, desde que por primera vez en México un hecho que parecía lejano o aislado estaba llegando a nuestras vidas. Al principio, parecía que el mensaje era claro y quizás una gran parte de la población atendería el llamado de: ¡quédate en casa! Los primeros quince días, eso se notó, y por temor o desconocimiento de lo que estaba sucediendo muchos hicimos caso y nos encerramos, lamentablemente no todas las personas lo pudieron hacer, unos por la necesidad de salir a trabajar y otros por desconocimiento o necedad. Conforme fueron pasando los días, era notorio que una gran parte de la población seguía teniendo desconocimiento sobre lo que sucedía, era común escuchar preguntas como: qué es el Covid-19 (enfermedad causada por el virus SARS-COV-2), qué síntomas causaba (fiebre, tos seca, dificultad al respirar, cansancio, entre otros), cómo se transmitía (de manera directa, este es un coronavirus altamente infeccioso), por qué debo quedarme en casa (porque no hay sistema de salud en el mundo que pueda atender a miles de enfermos a la vez en condiciones de terapia intensiva), por qué personas de la tercera edad, embarazadas o con enfermedades crónicas eran los más vulnerables (debido a la facilidad con la que se complican los cuadros clínicos en ellas), qué hacer en caso de estar contagiado (acudir al médico y si no soy parte de la población en riesgo, quedarme en casa aislado, siempre bajo la supervisión de un médico), eran muchas preguntas a las que se debía dar una respuesta. Sin embargo, también nos estábamos enfrentando a un sinfín de mitos que andaban circulando, cadenas o vídeos por WhatsApp que explicaban el origen de la enfermedad y cómo eliminar a ese virus malvado desde la comodidad de tu hogar y qué decir de toda la cantidad de información falsa que también se estaba compartiendo en facebook y twitter, principalmente. De entrada y hasta la fecha dudamos que para una buena parte de la población le sea claro ¿qué es un virus? Y es que, ¿cómo conceptualizar algo que no se ve? Quizás sea una de las causas por las cuales algunas personas dicen… ¡esto del Covid-19 es un invento! Pero la realidad es que el virus causante de la enfermedad Covid-19 sí existe, y es consecuencia de un acelerado deterioro ambiental, por mencionar algunas causas y quizá para este caso la más relevante es la cacería furtiva y venta ilegal de la fauna dentro de mercados como los que seguramente todos hemos visto de China, pero ¡ojo! China no es el único país en el mundo en donde existen estos mercados, en México también los tenemos. Otras personas comentan ¡fue creado en un laboratorio para control de la población! Los virus cuando entran a las células de nuestro cuerpo tienen que “secuestrarlas” para que de esta forma estos pedazos de material genético de ADN o ARN se puedan replicar, una vez logrado su objetivo, saldrán de nuestro cuerpo para seguir infectando a más personas, no obstante, este mecanismo que de manera natural realizan los virus, estaría muy alejado de lo que podría ser un mega experimento de control poblacional. Otro de los mitos que encontramos fue que en diversos medios se recomendaba la ingesta de alimentos alcalinos, esto con el fin de mantener neutro o manipular, de alguna forma al potencial hidrógeno (Ph) de nuestro cuerpo, justificando que a mayor Ph, el virus muere y así evitar enfermarnos por Covid19, esto último, completamente falso. Un mito que dejó ver que el conocimiento en química básica entre la población está por los suelos. Otro mito, y quizá el que está en boga, es el que circunda alrededor de los murciélagos, este grupo de mamíferos que, por cierto, cuentan con características especiales, ya que son los únicos que pueden volar y que su papel es fundamental en el equilibrio de los ecosistemas, ¡pobres, sin deberla ni temerla, les tocó bailar con la más fea! Tanto fue el pánico hacia los amos de la noche, que en diversos lugares querían acabar con ellos, caso particular la región norteña de Cajamarca, Perú, en donde un grupo de personas atacaron con fuego a 200 murciélagos, para evitar así, enfermarse de Covid-19. ¡No, señores, no! hay que entender que los murciélagos son nuestros aliados para la conservación de bosques, selvas y desiertos, sin ellos, una gran cantidad de servicios ambientales que los ecosistemas nos brindan y de los cuales nos vemos beneficiados, serían eliminados, trayendo como consecuencia no una, muchas pandemias más. Podríamos seguir dando cuenta de los mitos que han surgido alrededor de esta enfermedad, pero la verdad es que también nos gustaría mencionar lo bueno de todo esto y es que, ante este panorama y ante tantas preguntas con

respuestas erróneas, permitió que a lo largo, ancho y esférico cual es nuestro planeta, una gran cantidad de personas (especialistas en diversos temas), se sumaran a compartir sus conocimientos, tratando con esto de eliminar esos mitos que, más allá de ayudar a controlar la enfermedad, la estaban agudizando. En tiempos de Covid-19, el uso de diversas tecnologías ha permitido que se llegue a un sinfín de personas, algunas con conocimientos en el tema y a otras que no tanto, pero que ha servido para aclarar muchas dudas, lo importante es que la información se propague más rápido que el virus y así hacer frente a la situación que estamos viviendo. Lo que el Covid-19 nos ha dejado hasta el momento, en primer lugar, es darnos cuenta de que la crisis educativa por la que atraviesa México es más grande de lo que pensábamos; sin embargo, sabemos que esta es una crisis a nivel mundial. Hoy más que nunca, el acercar a la sociedad a un conocimiento científico no sólo debe ser un derecho, sino que también sirva para que, en emergencias sanitarias futuras, la población esté más preparada para enfrentarlas o por lo menos les permita hacer a un lado esos mitos que sólo nos atarantan. Finalmente, esperamos que el incremento de personas compartiendo actividades o conocimientos científicos por diversos medios y en diferentes espacios, no quede como un bonito recuerdo, no, no queremos eso, queremos que divulgar ciencia se convierta en un hábito en cada rincón de México y del mundo entero. Tras las huellas

@helaheloderma

traslashuellasdelanaturaleza@hotmail.com


junio · 2020

El objeto del mes Raúl Mújica *

Sol sistere

· Iluminación de la Tierra durante el Solsticio de Verano

D

el latin solstitium, Sol sistere, que significa “el Sol se queda quieto”. Independientemente del idioma, desde hace siglos, en diversas culturas, los solsticios de verano e invierno han sido tomados como épocas de festividades y celebraciones, ya que indican nuevos inicios. Durante el solsticio de verano, al norte del ecuador terrestre, es el día más largo del año, es el que tiene más horas de luz diurna. En astronomía, el solsticio de verano se refiere al instante en que el polo norte terrestre apunta de manera más directa al Sol, más que en ningún otro momento del año. Marca además el inicio del verano en el hemisferio norte y el del invierno en el sur. Por otro lado, en el solsticio de invierno que sucede en diciembre en el hemisferio norte, tenemos la noche más larga del año y es cuando, sobre la bóveda celeste, el Sol alcanza la posición más al sur en todo el año. Si observamos cada día la salida y puesta del Sol (en Puebla tenemos a los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl de referencia para las tardes), notamos que los puntos aparentes donde el Sol sale y se pone van cambiando. En los solsticios ese punto se detiene y cambia de dirección. En el solsticio de verano el Sol se mete en la parte más al norte (del oeste) y ahí “se detiene” y regresa hacia el sur, cuyo punto extremo lo alcanzará en el solsticio de invierno, volviendo a “detenerse” y regresar. Cualquier otro día del año, el eje de la Tierra está inclinado, aunque sea un poco, hacia el Sol o lejos de él, con excepción de dos puntos, en marzo y septiembre de cada año, durante los equinoccios, que ocurren al momento en que el Sol “cruza” el plano imaginario del ecuador celeste. Las culturas antiguas no conocían sobre la trayectoria anual de la Tierra alrededor del Sol, ni tampoco de la inclinación de su eje de rotación, por lo tanto, no podían saber que debido a esto ocurrían los equinoccios y solsticios, pero sí sabían de los cambios de sus trayectorias aparentes en el cielo, de los cambios en los puntos donde salía o se ponía el Sol cada día, dependiendo si era el invierno o el verano. Ahora sabemos que equinoccios y solsticios son eventos astronómicos causados por la inclinación del eje de rotación de nuestro planeta, y por su movimiento incesante alrededor del Sol. No hemos mencionado que conocer estos eventos era importante para la supervivencia, por ejemplo, si se asociaban estos momentos con el inicio o fin de temporadas de frío, calor, lluvia, etcétera, permitiría saber cuándo se debía sembrar, cosechar y llevar a cabo otras actividades esenciales. Por esta razón, muchas culturas tenían festejos y celebraciones. Y hay una gran cantidad de edificios, como los de nuestras culturas prehispánicas, que están alineados de acuerdo con la posición del Sol en alguna de estas fechas. Quizá unos de los más conocidos a nivel mundial, y que resulta una de las evidencias más antiguas de la importancia del solsticio de verano, es el monumento megalítico en Stonehenge, en Inglaterra, y hay más de 900 de estas estructuras en esa región. Probablemente fue de esta manera que se desarrollaron mitos solares y tradiciones culturales en torno a estas fechas y a los cambios de estación en el año. Una idea, incorrecta, que prevalece, es suponer que debido a que hace más calor, es el momento del año que en estamos más cerca del Sol. Sin embargo, es lo opuesto, la Tierra está más alejada en esta temporada. Sin embargo, la distancia Tierra-Sol tiene poco efecto en las estaciones, lo que realmente afecta es la inclinación (23.4 grados) del eje de rotación de la Tierra. En el verano el hemisferio norte “mira” hacia el Sol. Otro dato que la mayoría de las personas dan por sentado, y que también es incorrecto, es que la fecha del solsticio es el 21 de junio, pero éste puede suceder entre el 20 y el 22 de junio, dependiendo del año y de la zona horaria en la que nos encontremos. Sin embargo, los solsticios que ocurren el 22 junio son raros, el último sucedió en 1975 y el siguiente sucederá hasta el año 2203. El solsticio de verano de este año ocurrirá el sábado 20 de junio a las 16:43 hora local de Puebla. Mayor información: http://www.timeanddate.com/

Efemérides Agustín Márquez y José Ramón Valdés *

Calendario astronómico junio-julio 2020

ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia la parte sureste de la Esfera Celeste. Julio 4, 03:08 – 05:53 (Julio 4, 22:08 a Julio 5, 00:53 hora local). Eclipse Penumbral de Luna. El eclipse tendrá su máximo a las 04:31 horas tiempo universal (23:31 hora local). Configuración visible en la República Mexicana, hacia la parte sureste de la Esfera Celeste.

Las horas están expresadas en Tiempo Universal (UT)

Junio 21, de 03:47 a 09:34 (22:47 a 04:34 hora local). Eclipse Anular de Sol. Configuración no visible en la República Mexicana. Junio 21, 06:42. Luna Nueva. Distancia geocéntrica 387 946 km. Tamaño angular de la Luna: 30,8 minutos de arco. Junio 25. El cúmulo abierto M7 (Cúmulo de Ptolomeo) en la constelación del Escorpión, estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia el sureste de la Esfera Celeste. Junio 28, 08:16. Luna Cuarto Creciente. Distancia geocéntrica 389 887 km. Tamaño angular de la Luna: 32,3 minutos de arco. Julio 1. El cúmulo globular M22 (Gran Cúmulo de Sagitario) en la constelación de Sagitario, estará bien

* rmujica@inaoep.mx

Julio 5, 04:44. Luna Llena. Distancia geocéntrica 379 113 km. Tamaño angular de la Luna: 31,5 minutos de arco. Julio 8, 11:51. Venus con máximo brillo. Venus alcanzará su mayor brillo matutino del año (magnitud -4.5). Julio 9. El cúmulo abierto IC 4756 (Cúmulo de Graff) en la constelación de la Serpiente, estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia la parte este de la Esfera Celeste. Julio 12, 23:29. Luna Cuarto Menguante. Distancia geocéntrica: 404 115 km. Tamaño angular de la Luna: 29,5 minutos de arco. Julio 14. 07:46. Júpiter en oposición. Júpiter pasará a 4,14 U.A. de nosotros, en dirección de la constelación de Sagitario, hacia la parte suroeste de la Esfera Celeste. Julio 20, 17:33. Luna Nueva. Distancia geocéntrica 377 172 km. Tamaño angular de la Luna: 31,6 minutos de arco.

* amarquez@inaoep.mx , jvaldes@inaoep.mx


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