Saberes y ciencias número 103: Envejecimiento

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Sabere ienciaS octubre 2020 · número 103 · año IX · Suplemento mensual

Envejecimiento


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Editorial

Contenido 3

ENVEJECIMIENTO de hoy habría 15 millones de personas de 50 años o más que no son derechohabientes de ninguna institución de salud y corresponderá al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) darle atención médica. En México el gasto privado y público en salud es muy bajo, para el año 2018 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) registró un desembolso de mil 138 pesos anuales por persona en México cuando en los países miembros de la OCDE fue de 3 mil 994 pesos. Referido al Producto Interno Bruto (PIB), el gasto nacional en salud fue de 5.5 por ciento (3 por ciento público y 2.5 por ciento privado) en México cuando en los países de la organización mencionada fue de 8.8 por ciento para el año 2018. Reducidos presupuestos y amplios márgenes de corrupción explican el déficit de personal médico y de infraestructura en México y la ausencia de cobertura de atención hospitalaria oportuna, suficiente y de calidad. Universalizar la atención médica al tercer nivel requerirá de un presupuesto público en salud del doble del actual y será un proceso que requerirá por lo menos cuatro años lograrlo. Hay que recordar que los ingresos laborales posteriores a 1997 se rigen por el sistema de cuentas individuales para el retiro y que son mayoría los trabajadores que no tienen prestaciones médicas ni derecho a pensiones en la vejez asociada al trabajo, por lo que la membresía de derechohabientes atendidas por el Insabi tenderá a incrementarse.

es un suplemento mensual auspiciado por La Jornada de Oriente DIRECTORA GENERAL Carmen Lira Saade DIRECTOR Aurelio Fernández Fuentes CONSEJO EDITORIAL Jaime Cid Monjaraz Alberto Cordero Sergio Cortés Sánchez José Espinosa Julio Glockner Raúl Mújica

4 La(s) masculinidad(es) en el envejecimiento y la vejez ANGÉLICA RODRÍGUEZ ABAD

5 El costo de la migración en la vejez CLAUDIA BERENICE MENDOZA RAMÍREZ

6 Hasta que el cuerpo aguante. Envejecimiento de las trabajadoras del hogar en México MÓNICA PATRICIA TOLEDO GONZÁLEZ

7 El presente como imposibilidad RODOLFO GAMIÑO MUÑOZ

8 La era post Covid-19 RICARDO NAVA OLIVARES

9 y 10 Envejecimiento de una Grant mujer: la primera diputada federal y local del estado de Tlaxcala RAMOS MONTALVO VARGAS

Ensayo sobre dos ruedas TANIA SALDAÑA RIVERMAR Y CONSTANTINO VILLAR SALAZAR ILUSTRACIÓN: DIEGO TOMASINI “EL DIBRUJO”

11 La entrevista Reflexiones universitarias: el modelo neoliberal viola la autonomía, despolitiza a las universidades públicas y restringe los derechos sindicales DENISE LUCERO MOSQUEDA

12 y 13 Homo sum Educación superior pública como un derecho universal gratuito SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ

COORDINACIÓN EDITORIAL Sergio Cortés Sánchez REVISIÓN Aldo Bonanni

· Nuestra portada: Con el envejecimiento afloran las enfermedades degenerativas, difícil de afrontar cuando no hay ingresos económicos, tampoco cobertura pública de servicios de salud, las patologías se multiplican y la esperanza de vida degradada aumenta. Viejo en el muladar (1926), del pintor zacatecano Francisco Goitia.

Perder de vista cómo las estructuras sociales afectan la edad, la vejez y el envejecimiento RAÚL JIMENEZ GUILLÉN

10 Tras las huellas de la naturaleza

Directorio

Con el neoliberalismo iniciamos la transición demográfica: abatimos la tasa de fecundidad para disminuir la tasa de crecimiento natural de la población. Cada 30 años redujimos a la mitad la tasa anual de crecimiento social de la población, así en el decenio 1960-70 crecimos 3.28 por ciento, en el decenio 1990-00 lo hicimos a 1.61 por ciento y en 2020-30 lo haremos a 0.78 por ciento según las estimaciones de Consejo Nacional de Población para los años 1950-2050. Hoy somos 128 millones los que residimos en México y requerimos 140 años para duplicarnos a la tasa de crecimiento en que lo haremos de aquí al año 2050; no sucede lo mismo con las personas de 65 años o más, ellos se duplicarán en 22 años y de representar 7.6 por ciento de toda la población actualmente, serán 13.7 por ciento en dos decenios: 19.8 millones. Con el envejecimiento afloran las enfermedades degenerativas, difícil de afrontar cuando no hay ingresos económicos, tampoco cobertura pública de servicios de salud, las patologías se multiplican y la esperanza de vida degradada aumenta. Con base en la Encuesta Nacional de Salud y envejecimiento 2018 generada por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), 52 por ciento de la población de 50 años o más reportó padecer por lo menos una de las siete patologías propias de la vejez (hipertensión, diabetes, enfermedad pulmonar, artritis, infarto, embolia y cáncer). En obesidad por peso y talla se ubicó el 27.4 por ciento de la población de 50 años o más (5.5 puntos por arriba de lo reportado en la Encuesta de 2001 (la primera de la serie). La población de 50 años o más nació antes de 1969 y la mayoría ingresó a laborar antes de fin del siglo, por lo que se pudo acoger a la Ley del IMSS de 1997 y gozar del régimen de pensión indefinido y endosar la pensión a un familiar dependiente en caso de fallecimiento. La trayectoria laboral de la población que en 2018 tenía 50 años o más fue concomitante al Estado de Bienestar de posguerra, donde tenían prestaciones sociales asociadas al trabajo, entre ellas, servicios médicos, pensión y jubilación; aun así, la mitad de la población referida no era derechohabiente (14.8 por ciento) o lo era del Seguro Popular en 2018 (36.1 por ciento). Con base en la información generada por la Encuesta Nacional de Salud y envejecimiento 2018, al día

EDICIÓN Denise S. Lucero Mosqueda

14 Tekhne Iatriké Alostasis, salud y vejez JOSÉ GABRIEL ÁVILA-RIVERA

DISEÑO ORIGINAL Y FORMACIÓN Elba Leticia Rojas Ruiz Dirección postal: Manuel Lobato 2109, Col. Bella Vista. Puebla, Puebla. CP 72530 Tels: (222) 243 48 21 237 85 49 F: 2 37 83 00

Épsilon JAIME CID MONJARAZ

15 Reseña (incompleta) de libros Turing ALBERTO CORDERO

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AÑO IX · No. 103 · octubre 2020

Las opiniones expresadas en las colaboraciones son responsabilidad del autor y de ninguna manera comprometen a las instituciones en que laboran.

16 El objeto del mes La novela de la Luna RAÚL MÚJICA Calendario astronómico octubre 2020 AGUSTÍN MÁRQUEZ Y JOSÉ RAMÓN VALDÉS


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Raúl Jiménez Guillén *

Perder de vista cómo las estructuras sociales afectan la edad, la vejez y el envejecimiento

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a vejez no es una etapa a la que se llega de pronto. Es resultado del curso de vida, que comienza con el nacimiento y concluye con la muerte. A lo largo del curso o ciclo de la vida se suceden una serie de etapas y experiencias. Todas relacionadas con la edad. La celebración del cumpleaños, la entrada o salida de la escuela, los 15 años, el noviazgo, el ingreso al trabajo, la boda, el nacimiento de los hijos, la jubilación, etcétera. La edad no es una característica biológica, sino una construcción social. La que adquiere significado en una sociedad y circunstancia determinada. Por ejemplo, quién es reconocido como viejo en una sociedad cuya esperanza de vida al nacer es de 30 años. La idea de que los tiachcas y huehues se crean a partir del curso de los años es cierto. Solo que la edad cambia con el tiempo. Hoy los viejos son aquellos que rebasan los 60 años, los mayores de 80 años son muy viejos y centenarios los mayores de 100 años. Pero, en 1930 era viejo quien alcanzaba los 40 años. La esperanza de vida al nacer era de 34 años. Aunque muchos investigadores ponen énfasis en el curso de vida individual, es un proceso social, al que le impactan los cambios y transformaciones que se producen en la sociedad. Así por ejemplo quienes nacieron en 1960, y en 2020 entran a la etapa de la vejez, vivieron en un mundo de cambios radicales. Son la generación que en parte conoce el desarrollo estabilizador. Pero, también son hijos de las crisis económicas de 1982, 1994, 2008 y la de la pandemia del coronavirus.

empleados de cualquier categoría,. A los que se agregan que 21 mil 556 ejidatarios, 11 mil 169 agricultores, 7 mil 586 otros y mil 299 ayudan a la familia sin retribución.

EN 1960, CUÁNTOS SON Y DÓNDE VIVEN LOS TLAXCALTECAS

EL CURSO DE VIDA EN LA VEJEZ

Los resultados del censo de 1960 arrojan el dato de que la población de Tlaxcala es de 346 mil 699 personas. De las que 56 por ciento vive en localidades rurales y 44 por ciento en urbanas. En ese mismo año nacen 468 tlaxcaltecas —244 niños y 224 niñas. A los que se suman 4 mil 977 en el grupo de edad de uno a cuatro años. Entre la población de 12 años y más, 17 mil 251 personas están casadas por lo civil, 7 mil 235 por la iglesia, 80 mil 156 por lo civil y religioso, en tanto que 14 mil 421 mantiene unión libre, 13 mil 857 viudos (as) y mil 108 divorciados legalmente. Los 346 mil 699 tlaxcaltecas se integran en 64 mil 185 familias, de las que 48 por ciento tiene entre cinco y ocho miembros; 41 por ciento entre dos y cuatro miembros, 11 por ciento más de nueve miembros ¡seis de cada 10 familias tienen más de cuatro integrantes! De las 65 mil 245 viviendas, 64 por ciento son de un solo cuarto, 24 por ciento dos cuartos y 7 por ciento tres cuartos. 28.73 por ciento con cuatro cuartos y más. 77 de las viviendas son de adobe. 86 por ciento de las viviendas carecen de agua dentro de la vivienda. 88 por ciento no cuenta con drenaje o albañal. 77 por ciento utiliza como combustible la leña o el carbón, 19 por ciento petróleo y 4 por ciento gas o electricidad. De las 65 mil 245 viviendas, únicamente 4 mil 520 cuentan con radio y televisión, 101 sólo con televisión, 14 mil 107 con radio y 50 mil 269. ¡77 por ciento carecía de cualquiera de esos medios de comunicación!

El mundo que conocieron quienes hoy son considerados como viejos o muy viejos cambió radicalmente. Porque las políticas de población de la década de los 70s, cuando ellos alcanzaron la edad fértil, los llevó a construir un imaginario de que la familia pequeña vive mejor. Las familias se achicaron, pero también cambió la idea de que el matrimonio fuera una institución duradera. Hoy se registra un mayor número de divorcios, segundas y terceras uniones, lo que provoca un caos en la relación entre las generaciones. El papel de la mujer se transformó drásticamente. Se incorporan masivamente a la educación y al trabajo. La mayor parte de estudiantes en la educación primaria, secundaria, media superior y superior son mujeres, incursionando en profesiones que hasta hace pocos años era territorio masculino. Lo que tiene consecuencias en figuras tradicionales para el cuidado de los viejos: el Xocoyote, que es la responsabilidad otorgada al hijo menor o últimogenito, para que, a cambio de quedarse con la casa de los padres y recibirla como herencia, asuman la responsabilidad de cuidarlos hasta su fallecimiento. La urbanización y sobre todo la transformación de los espacios de la vivienda hace que los multifamiliares y las casas del Infonavit no alcancen para mantener a los padres como parte del grupo doméstico. El cambio de base económica, emprendida en la década de 1970, provoca muchos cambios en la ocupación y el empleo. El campo se redujo al distribuirlo como herencia entre los hijos y la industria de la transformación crece en la década de los 80 y 90, para que a fines del siglo XX y principios del XXI ceda su lugar a una economía de servicios.

EN QUÉ TRABAJAN Y CÓMO VIVEN LOS TLAXCALTECAS De una población económicamente activa —12 años y más— de 109 mil 330 personas se encuentran ocupados 107 mil 600 y desocupados mil 730. En tanto que la población inactiva se ubica en los quehaceres domésticos el 68 por ciento y 15 son escolares, colegiales y estudiantes. En qué se ocupa la PEA. 68 por ciento en la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca. Otro 17 por ciento en las industrias extractivas, de transformación, construcción y electricidad, 5 por ciento en el comercio, 2 por ciento en el transporte, 7 por ciento en servicios y el resto en actividades insuficientemente especificadas. Por ocupación principal, 68 por ciento de las personas se ocupan en la agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca. 18 por ciento se desempeña como obreros, artesanos y jornaleros en industrias extractivas u ocupados en el proceso de producción de bienes y servicio De forma específica, 32 mil 615 son obreros, 27 mil 735 jornaleros de campo, 7 mil 069

Angel J. & Settersten, R. (2014) The New Realities of Aging: Social and Economic Contexts en: Waite L. & Plewes, T., Editors (2014) New directions in the sociology of aging, NRC, Wachington, D.C. pp. 95- 119

LA SECULAR POBREZA Las características de alimentación y calzado muestran que 61 por ciento no come pan de trigo, mientras que 39 por ciento sí lo hacen. 58 por ciento no consumen carne, pescado, leche y huevo y 42 por ciento sí lo consumen. 36 por ciento de la población total andan descalza, 17 por ciento usa huaraches o sandalias y 42 por ciento usan zapatos. 42 por ciento de los niños mayores de seis años son analfabetos, destacándose que las mujeres representan el 57 por ciento. La asistencia a instituciones de enseñanza profesional y subprofesional según grado de instrucción es de 495 personas —224 hombres/271 mujeres—; cinco en humanidades —3H/2M— ; profesiones científicas —2H—; ingeniería civil, 34 —33H/1M—; agronomía 5 —4H/1M—; ingeniería, otras ramas 1H; química, 11 —8H/3M—; derecho, 33 —28H/5M—; economía, 2 — 1H/1M—; profesiones sociales —4H—; profesiones administrativas 1H; medicina, 37 — 29H/8M—; profesiones asistenciales, 45 —1H, 44M—; enseñanza en general, 86 — 39H/47M—; subprofesiones y trabajos especializados, 226 —70H/156M.

LO QUE NO CAMBIA Lo que no cambia es la secular pobreza. Según datos del Coneval, para 2018, 48.3 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza; 45.3 por ciento, en pobreza moderada, y 3.1 por ciento, en pobreza extrema. Lo que significa que 627 mil personas son pobres y 75 pobres extremos. De ahí que no es gratuito que casi la totalidad de la generación reciba la pensión universal. Esta generación llega a la vejez sin recursos porque no cuenta con seguridad social. Pero, también sin el cobijo de la familia extensa que ha reducido y modificado su composición. El curso de vida de una persona no es un proceso individual sino resultado de los contextos económicos, políticos, sociales y culturales contemporáneos. Como apuntan Angel y Settersten (2014), el fuerte enfoque en los factores individuales asociados con el envejecimiento conlleva el riesgo de perder de vista cómo las estructuras sociales afectan y se ven afectadas por el envejecimiento. * raul.jimenez@ uatx.mx


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Angélica Rodríguez Abad *

La(s) masculinidad(es) en el envejecimiento y la vejez

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urante las últimas décadas del siglo XXI, el estudio del envejecimiento, la vejez y la edad ha cobrado relevancia en las discusiones académicas con la intención de reflexionar acerca de las implicaciones estructurales, económicas, culturales e individuales que generan las transiciones demográficas. A pesar de que el fenómeno del envejecimiento poblacional fue anunciado con anticipación (Huenchuan, 2018), este fue concebido como una realidad propia de los países desarrollados, producto de los avances médicos/tecnológicos, el incremento en la esperanza de vida y la disminución en la tasa de fecundidad (Ramos, 2014). Ante esta situación, se hace evidente la necesidad de identificar otras dimensiones en materia de cómo las personas envejecen, sin descuidar analíticamente aspectos tales como: la desigualdad social, la precarización, el desempleo, los estratos socioeconómicos, las áreas urbanas y rurales, la etnia, la raza y el género, a fin de reconocer la diversidad que existe entre las personas mayores. Desde este panorama, las ciencias sociales han contribuido en la comprensión del proceso del envejecimiento situado y contextualizado y a la resignificación de la vejez, entendida como una construcción social que se caracteriza como un proceso complejo, multicausal (Bruno y Acevedo, 2016) y con sentido social hacia la heterogeneidad de las vejeces. Desde las propias voces de las personas mayores, la antropología y la sociología han recuperado las experiencias de lo que significa ser viejo o vieja en un contexto histórico, social y cultural específico, propiciando así la reflexión analítica en torno a cómo envejecen los hombres y las mujeres. Justamente, Díaz-Tendero (2017) atiende una serie de cuestionamientos en torno si los hombres y las mujeres envejecen de maneras diferentes, o si los roles se atribuyen de manera distinta o permanecen los roles al envejecer o estos se eliminan. Estos avances hacia la problematización de la vejez y el envejecimiento, brindan un salto significativo para mirar al género y a la edad desde panoramas críticos para la investigación (Arber y Ginn, 1996). Desde esta mirada, es posible saber que los aprendizajes de género no son un asunto meramente biológico, sino que poseen un carácter social que a través del proceso de socialización se encarnan prácticas cotidianas en torno al deber ser, lo que se traduce en “la formación de identidades, el sistema de valores sociales, el establecimiento de redes sociales los cambios y continuidades de la lógica de género en las biografías y en el orden social” (Díaz-Tendero, 2017). Por tanto, el género como lente analítico permite observar y visibilizar cómo los mandatos culturales (Freixas, Luque y Giménez, 2003) se materializan a través de la repetición de prácticas cotidianas Arber, S. y Ginn, J. (1996). Relación entre género y envejecimiento. Enfoque sociológico. Madrid: Narcea, S.A de ediciones. Bruno, F. y Acevedo, J. (2016). Vejez y sociedad en México: Las visiones construidas desde las Ciencias Sociales. Forum Sociológico, Issue 29, pp. 7-20. Connell, R. (2015). Masculinidades. Segunda edición en español ed. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Programa Universitario de Estudios de Género. De Keijzer, B. (2001). Hasta donde el Cuerpo Aguante: Género, Cuerpo y Salud Masculina. La manzana. Revista Internacional de Estudios sobre Masculinidades, Volumen 1. Díaz-Tendero, A. (2017). Presentación. En: Cuecuecha, Ma. C. y Díaz-Tendero, A. Género y vejez. México: Universidad Nacional Autónoma de México. Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe. Universidad Autónoma de Tlaxcala, p. 2017. Figueroa, J. G. (noviembre de 2008). Masculinidad y envejecimiento: algunas reflexiones. Simposium “Bioética y envejecimiento”, 1-10. Figueroa, J. G., 2020. Varones y COVID-19: reflexiones desde los aprendizajes de género, México: Difusión digital Freixas, A., Bárbara, S. y Giménez, A. (2010). Secretos y silencios en torno a la sexualidad de las mujeres mayores. Reflexiones feministas sobre la vejez, 46(1), pp. 35-51. Fuller, N. (2000). Paternidades en América Latina. Fondo Editorial ed. Perú: Pontífica Universidad Católica del Perú. Hernández, O. (2008). Debates y aportes en los estudios sobre masculinidades en México. Relaciones. Estudios de historia y sociedad, XXIX(116), pp. 231-253. Huenchuan, S. (2018). Envejecimiento, personas mayores y agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Perspectiva regional y de Derechos Humanos, Cepal. Iacub, R. (2015). Masculinidades en la vejez. Voces en el fénix. Ingrisch, D. (1996). Adaptación y resistencia de las mujeres a medida que envejecen. En: Arber, S. y Ginn, J. Relación entre género y envejecimiento. Enfoque sociológico. Madrid: Narcea S.A de ediciones, pp. 71-88. Montes de Oca, V. (2010). Pensar la vejez y el envejecimiento en México contemporáneo. Renglones, Revista arbitrada en ciencias sociales y humanidades, 159-181. Núñez, G. (2016). Los estudios de género de los hombres y las masculinidades ¿qué son y qué estudian? Culturales, 4(1), pp. 9-31. Olavarría, J. (2000). Masculinidad y paternidad. En: Nacer en el siglo XIX de vuelta a lo humano. Chile: Universidad de Chile, pp. 95-108. OMS, 2019. Monitoring health for the SDGs, Worl Health Organization. Ramos, M. (2014). La masculindad en el envejecimiento. Vivencias de la vejez de varones de una zona popular de Lima. En J. G. Figueroa, y A. Salguero, ¿Y si hablas de...sde tu ser hombre? Violencia, paternidad, homoerotismo y envejecimiento en la experiencia de algunos varones (pp. 429-460). México, D.F: El Colegio de México, Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales. Sánchez, M. (2011). Género y vejez: una mirada distinta a un problema común. Ciencia, Revista de la Academia Mexicana de Ciencias, 1(62), pp. 48-53 Velázquez, M. A., 2004. La paternidad en el proyecto de vida de algunos varones de la ciudad de México. Mneme-Revista de Humanidades, 5(11), pp. 430-444.

acerca de un marco normativo del deber ser, se naturalizan las relaciones de poder y se asumen como responsabilidades propias una serie de actividades esperadas por la diferenciación sexo-genérica. Bajo este enfoque, la comprensión de todo el entramado de los aprendizajes de género es posible saber los costos, las implicaciones y las dificultades que estos resultan en la etapa de la vejez. Las investigaciones sobre las mujeres mayores desde los estudios de género, siguen en marcha, aún hay mucho por documentar, cuestionar y proponer para la reflexión. No obstante, es posible identificar que son las mujeres quienes viven más, pero las conclusiones distan de posturas contrapuestas. Por un lado, hay quienes señalan que si bien, las mujeres tienen una mayor esperanza de vida en comparación con los hombres, esto no se traduce en mejores condiciones, debido a que, durante sus etapas productivas y reproductivas, la mayoría de las mujeres se dedicaron a actividades domésticas y de cuidados, alejadas de las actividades remuneradas, lo que resulta la falta de pensión, de jubilación y de seguridad social (Ingrisch, 1996). Mientras que, otras conclusiones aseguran que las mujeres acumulan otro tipo de ventajas a partir de los roles aprendidos tradicionalmente, al mantener sus relaciones sociales, sus redes comunitarias y familiares más sólidas y el cuidado de su salud (Sánchez, 2011). Ahora bien, ¿por qué hablar de la vejez masculina desde los estudios de género de los varones? Desde la academia, la incorporación de los varones como sujetos de estudio, forma parte de las aportaciones de las teorías feministas, que a partir de los planteamientos teóricos propició el estudio de los varones como actores/sujetos dotados de género, en el que sus identidades, prácticas y relaciones como hombres son construcciones sociales y no hechos de la naturaleza (Núñez, 2016). Trabajos como Fuller, 2000; Olavarría, 2000; Velázquez, 2004, Hernández, 2008 han explicado cómo los hombres aprenden a ser hombres en un contexto patriarcal en el que busca alcanzar el ideal de la masculinidad hegemónica, caracterizada por una serie de estereotipos de género y prácticas androcéntricas que los somete a una cierta ortopedia o camisa de fuerza para hacerse hombres, a partir de la competencia, la fuerza, la valentía, la rudeza, la independencia, la virilidad, la seguridad de sí mismos, el liderazgo en el espacio público, la proveeduría, la autoridad. Sin embargo, esos esquemas del deber ser distan mucho de las propias realidades que los hombres viven en sus cotidianidades, por ello la masculinidad hegemónica (Connell, 2015) es un ideal a alcanzar, haciéndose presentes malestares, pérdidas, dolores y desventajas tras su búsqueda. Sin embargo, las voces de los hombres envejecidos parecieran estar ausentes de los estudios de género, pese a que las investigaciones de los hombres y la(s) masculinidad(es) no iniciaron hace poco tiempo, estas se han centrado más en etapas de la vida productiva y reproductiva. Tal como señala Iacub (2015: 40) “nuestra cultura poco se ha planteado acerca de la masculinidad, menos aun de la vejez”, pareciera que es una etapa en la que se teme reconocer cuáles son los costos e implicaciones de las identidades aprendidas, de las ausencias, de los mandatos y las emociones ausentes. Por ello, se requiere que más allá de desglosar datos o informes biológicos y médicos acerca de por qué los hombres tienen una esperanza de vida menor al de las mujeres, es necesario hacer una revisión de los factores sociales y culturales en el que se aprendió a ser hombres. Esa revisión invita a la búsqueda por comprender cómo los contextos históricos, los lugares donde nacieron y vivieron, las actividades que desarrollaron, los descuidos, el desapego del cuerpo y la búsqueda por el cumplimiento con los mandatos masculinos influyeron en las vivencias en la etapa de la vejez. Montes de Oca (2010) destaca que los hombres han sido socializados desde la infancia para mantenerse activos como proveedores porque eso les da estatus y prestigio en la sociedad. Por ello, cuando llegan a la vejez no se retiran y cuando lo hacen enferman y mueren. Aunado a ello, Figueroa (2020) señala: “Los hombres llegamos más deteriorados en la vejez”, principalmente porque los aprendizajes de género están asociados con factores de mayor riesgo y heroicidad, al ver su cuerpo como instrumento, los hábitos de consumo de tabaco y alcohol para aguantar más, “hasta donde el cuerpo aguante” (de Keijzer, 2001), el cuidado es casi inexistente, las muertes por accidentes automovilísticos, el crimen organizado o el suicidio son algunas de las causas de muerte en los hombres. De Keijzer (2001), describe algunas de las consecuencias en la salud asociadas a los roles tradicionales de género en los hombres: cáncer de próstata, de pulmón, los desgarros y las hernias, todo ello asociado a trabajos en el que son expuestos a temperaturas extremas, el cuerpo a situaciones físicas/corporales intensas y sustancias tóxicas (OMS, 2019). En pocas palabras, la búsqueda por cumplir con los mandatos masculinos ha estructurado los cuerpos y las identidades, por lo que se requiere estudiar a los varones viejos a fin de conocer cómo fue la construcción social de su identidad masculina a lo largo del curso de vida. Sin obviar las condiciones estructurales e históricas presentes en las cotidianidades, aprendizajes, transiciones, rupturas y permanencias de ser hombre. Figueroa (2008) invita a dialogar, escuchar y retomar las experiencias vividas, los aprendizajes, los logros, los costos, las soledades y las implicaciones al reproducir los mandatos de género. Por ello, ante los vacíos teóricos y empíricos en los estudios de la vejez masculina, se trabaja la investigación intitulada “Vejeces periféricas: la construcción de las identidades masculinas en el curso de vida: vejez, género, cuerpo y cuidado”, con la intención de documentar, analizar y comprender cómo los espacios, las prácticas, los aprendizajes y las relaciones conforman identidades, relaciones de poder, de privilegios, de costos, de miedos y otras formas de ser hombres en la vejez. * arodrigueza_fcdh@uatx.mx


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Claudia Berenice Mendoza Ramírez *

El costo de la migración en la vejez

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l aumento de la esperanza de vida, la disminución de la mortalidad y la disminución de la fecundidad están transformando la pirámide poblacional de nuestro país, la cual nos permite reconocer que México se acerca a un envejecimiento poblacional moderado y diverso. Esta situación nos permite centrarnos en el estudio de las zonas envejecidas —ya sean por ser expulsoras o receptoras de migrantes. El Fondo de Población de las Naciones Unidas plantea que más de 70 por ciento de la población mexicana vive en ciudades, y que además del desplazamiento hacia las ciudades y de una zona urbana a otra, existe un movimiento entre poblaciones rurales cuya migración es temporal, presenta condiciones de gran vulnerabilidad y representa grandes retos. En este contexto migratorio interno, se concentran las personas que en la etapa de la vejez realizan procesos migratorios. Para el caso del estado de Tlaxcala, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reporta que la esperanza de vida en el año 2016 era de 73 años para los hombres y 78 años para las mujeres. Respecto al tema de migración interna este mismo instituto determinó que en el año 2005 emigraron a otra entidad 26 mil 100 tlaxcaltecas; de los cuales por cada 100 personas 32 se fueron a vivir al estado de Puebla, 17 al estado de México, 12 al Distrito Federal, seis a Veracruz y cinco a Hidalgo. Así mismo para el año 2010 Tlaxcala fue receptora de 38 mil 100 migrantes internos, de los que por cada 100 personas 32 provenían de Puebla, 21 del Distrito Federal, 17 del estado de México, seis de Veracruz y cuatro de Hidalgo. A partir de estos datos surgió el interés de reconocer bajo qué circunstancias se adentran las personas mayores tlaxcaltecas a la migración, en consideración a que, para Puga (2004:92) la migración en la vejez es más un resultado de las necesidades y las oportunidades generadas por un ya extenso curso de vida que una respuesta a una coyuntura socioeconómica concreta a la que están más ligadas las migraciones laborales durante la etapa activa. Ante ello en el presente se dan a conocer resultados de la investigación denominada Estudio sobre la migración interna de personas adultas mayores en México: El caso de los estados de Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, la cual utilizó una metodología cualitativa al ser exploratoria-descriptiva e interpretativa. De las nueve personas entrevistadas tres de ellas eran originarias del estado de Tlaxcala —dos de ellas realizaron migración interna de tipo intermunicipal y una migración interestatal— las seis personas mayores restantes emigraron al estado de Tlaxcala (migración interestatal). Con este estudio se reconoció que las personas mayores que se enfrentan al fenómeno de la migración desarrollan tres tipos de sentimientos (Mendoza, 2016:227) que están estrechamente vinculados a la toma de decisión y los motivos de la migración. El sentimiento de tranquilidad lo desarrollan las personas mayores que por sí mismas planearon y tomaron la decisión de migrar y que en etapas anteriores a la vejez habían realizado uno o más movimientos migratorios, a diferencia de aquellas personas que externalizaron sentirse tristes en consideración a que la migración

Referencias Fondo de Población de las Naciones Unidas [UNFPA] (2013) UNFPA México. Recuperado de: http://www.unfpa.org.mx/pyd_migraciones.php INEGI (2005) Movimientos migratorios. Recuperado de: http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/tlax/poblacion/m_migratorios.aspx?tema=me&e=29 INEGI (2016) Esperanza de vida. Recuperado de: http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/tlax/poblacion/m_migratorios.aspx?tema=me&e=29 Mendoza, C (2016) Estudio sobre la migración interna de personas adultas mayores en México: El caso de los estados de Oaxaca, Puebla, Tlaxcala. (Tesis doctoral) Recuperada de https://www.educacion.gob.es/teseo/imprimirFicheroTesis.do?idFichero=lfKLTSYYVoU%3D Puga, D (2004). El comportamiento residencial de los mayores. Análisis biográfico de la movilidad en la vejez. Reis, 79- 104.

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· Fotografía: Es Imagen

no fue planeada en la vejez ni vislumbrada en etapas anteriores a esta; por lo que se enfrentan a dejar el hogar y el plan de vida que fue forjado a lo largo del curso de vida, este panorama genera en las personas expectativas e imaginarios de culminar la vida en un lugar desconocido con o sin red(es) de apoyo sociofamiliar, trayendo consigo la remembranza y añoranza de quién se era y lo que se deja. Este mismo sentimiento es reconocido por personas mayores que por presentar enfermedades han perdido autonomía en el desarrollo de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria por lo que se ven forzadas a realizar la migración ante la búsqueda y el acceso a los servicios públicos de salud. Situación que los aleja territorialmente de los familiares que fungían como cuidadores principales y amigos(as) con quienes mantenían relaciones estrechas, por lo que expresan sentirse solos ante la pérdida de estas, aunado a este sentimiento se genera la angustia y/o desconcierto cuando la persona mayor se plantea esperanzas y desesperanzas para dar respuesta a las demandas del nuevo contexto social, familiar y cultural. Asimismo, el desconcierto puede presentarse en personas mayores que deciden realizar por sí mismas la migración teniendo como expectativa que esta será por un corto plazo —tras el alcance del cumplimiento del motivo que los llevó a migrar— por lo que su proyección es el retorno al lugar de origen; sin embargo, el desconcierto y la angustia es latente al no tener la seguridad de la fecha de retorno así como de las circunstancias que pudieran experimentarse en el lugar de asentamiento, como puede ser la muerte. Con lo expuesto podemos reconocer que el proceso migratorio en las personas mayores trae consigo desbalances emocionales que pueden afectar la calidad de vida en la esfera psicológica, a la par de buscar mejorar esferas como son la física, las relaciones sociales y del entorno. Por lo que este es el costo biopsicosocial de la migración cuando esta se diluye en la búsqueda de la compañía familiar para erradicar situaciones de soledad, recibir apoyo familiar o institucional para el cuidado en situaciones de dependencia, mejorar la calidad de vida a través de la atención de enfermedades o simplemente vivir en un ambiente de tranquilidad. Desde estos panoramas la migración en la vejez es heterogénea y cada día más visible por lo que debemos replantear la generación de proyectos educativos que nos permitan promover el desarrollo de una vejez exitosa/digna, en la que la migración no se convierta en un estilo de vida. * cbmendozar_fcdh@uatx.mx


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Mónica Patricia Toledo González *

Hasta que el cuerpo aguante. Envejecimiento de las trabajadoras del hogar en México

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l trabajo doméstico remunerado es la actividad laboral mediada por la compra y venta de mano de obra para labores de reproducción social cotidiana de un hogar de una familia ajena a la trabajadora. Esta actividad, es fundamentalmente manual, aunque integra de manera importante trabajo mental, emocional y afectivo. De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (2019:4T) en México hay 2 millones 288 mil 680 personas que se dedican de forma remunerada al trabajo del hogar. 95 por ciento son mujeres —de ahí que se hable de un empleo feminizado— cuyo promedio de edad es de 43 años. Pese a este último dato, en el imaginario social el perfil más difundido sobre las trabajadoras refiere a mujeres jóvenes, solteras, migrantes rurales. Este perfil “clásico” corresponde a procesos experimentados en el siglo pasado en diversas latitudes de América Latina, como la industrialización, la urbanización, la migración campo-ciudad y los procesos de inserción de indígenas a las ciudades. En las grandes ciudades se concentraron grandes cantidades de población, debido en parte a una fuerte migración de población rural hacia estos centros urbanos. A partir de esta migración, hubo población que no logró insertarse al mercado formal, como el caso de mujeres que se emplearon como trabajadoras del hogar. La inserción a esta actividad laboral fue interpretada como un medio para lograr la adaptación a la vida urbana y al mercado laboral urbano, es decir, se caracterizaba por ser un “nicho” laboral para población femenina rural recién llegada, toda vez que operaba como puente para la incorporación al mercado de trabajo y a la vida urbana. Se ha destacado la vulnerabilidad experimentada por estas jóvenes migrantes, sin embargo, en México —como en el resto del mundo— ocurre un proceso de envejecimiento que ha impactado la conformación de la fuerza de trabajo y que implicaciones importantes en esta actividad laboral no calificada, no protegida y manual. En nuestro país el proceso de envejecimiento ocurre de manera paralela al proceso de precarización laboral, si bien este fenómeno no es nuevo, sí se ha experimentado una intensificación. La precariedad laboral se refiere al establecimiento de relaciones laborales en condiciones poco favorables para los trabajadores o al deterioro de las condiciones de trabajo; y tiene efectos directos en el cumplimiento de los derechos de los trabajadores como la seguridad social, la salud, la educación y el acceso a las condiciones mínimas de bienestar. Mientras que el rápido proceso de envejecimiento —resultado de la baja en las tasas de mortalidad y de fecundidad— plantea serias dificultades y desafíos tanto en la esfera social, como en la económica y política. Uno de estos desafíos es la propia subsistencia de las personas mayores, sobre todo de las que no cuentan con prestaciones derivadas de un empleo formal o las que han quedado excluidas del mercado laboral. A esto se añade que muchos de los programas de apoyo social y salud, son de tipo asistencialista, por tanto, la subsistencia de las personas en edades avanzadas se ve seriamente comprometida, lo que obliga a esta población inserta en el sector informal, a seguir realizando actividades para obtener ingresos mediante el empleo, la familia o alguna instancia pública o privada. En la mayoría de los casos, las trabajadoras del hogar no tienen seguridad social, ni prestaciones: no cuentan con atención a la salud, ni permisos de maternidad, ni vacaciones con goce de sueldo; el finiquito y el pago por antigüedad son casi inexistentes, así como la pensión o jubilación. A lo largo de sus trayectorias de vida, muchas trabajadoras del hogar postergan la atención médica, con graves consecuencias para su bienestar. Las expectativas de una jubilación digna son prácticamente nulas para estas trabajadoras. Por tanto, perciben su envejecimiento como un proceso de mucha incertidumbre generada al no saber qué harán cuando su “cuerpo ya no dé para más”. Para las trabajadoras domésticas que se van acercando a la vejez la precariedad del trabajo doméstico remunerado adquiere otras dimensiones, pues se engarza con otras desventajas sociales que generan mayores probabilidades de desencadenar procesos de exclusión. Estas desventajas pueden ser desigualdades heredadas, condiciones materiales desfavorables, la posición dentro de la familia, la desigualdad de género, la carencia de redes sociales, la trayectoria educativa trunca o el analfabetismo, la carga de trabajo, entre otras. Estas desventajas son acumulativas, se retroalimentan mutuamente y sitúan a estas mujeres en la posibilidad de ser excluidas del mercado de trabajo. El envejecimiento representa para este sector el punto más alto en su nivel de vulnerabilidad debido a la acumulación de desventajas sociales que tiene lugar a

lo largo de sus biografías. A esto se añade un mercado de trabajo en el que proliferan los empleos que implican altos niveles de indefensión, inseguridad e incertidumbre. Señalar las repercusiones que traen aparejadas la precariedad de su empleo y el proceso de envejecimiento en las vidas cotidianas de estas mujeres, en sus relaciones familiares, en sus contextos inmediatos, implica reconocer que estas trabajadoras sobreviven realizando actividades de subsistencia, en las cuales se ven seriamente limitadas ante la pérdida de autonomía y de la fuerza para ejecutar tareas que demandan destreza corporal, atención e intensificación de la jornada laboral.

EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS, LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR NO TIENEN SEGURIDAD SOCIAL, NI PRESTACIONES: NO CUENTAN CON ATENCIÓN A LA SALUD, NI PERMISOS DE MATERNIDAD, NI VACACIONES CON GOCE DE SUELDO; EL FINIQUITO Y EL PAGO POR ANTIGÜEDAD SON CASI INEXISTENTES, ASÍ COMO LA PENSIÓN O JUBILACIÓN. A LO LARGO DE SUS TRAYECTORIAS DE VIDA, MUCHAS TRABAJADORAS DEL HOGAR POSTERGAN LA ATENCIÓN MÉDICA, CON GRAVES CONSECUENCIAS PARA SU BIENESTAR. LAS EXPECTATIVAS DE UNA JUBILACIÓN DIGNA SON PRÁCTICAMENTE NULAS PARA ESTAS TRABAJADORAS. POR TANTO, PERCIBEN SU ENVEJECIMIENTO COMO UN PROCESO DE MUCHA INCERTIDUMBRE GENERADA AL NO SABER QUÉ HARÁN CUANDO SU

“CUERPO YA NO DÉ PARA MÁS” Un elemento más a destacar es que en muchos de los casos las empleadas reciben beneficios en relación con su capacidad de negociación con las familias empleadoras, no como parte del reconocimiento de sus derechos laborales. Esto se agrava con la vejez e incapacidad para poder desarrollar este empleo por su naturaleza principalmente manual (sin negar el trabajo mental y emocional, que complejizan esta relación laboral). Dado que estas mujeres cuentan únicamente con el salario otorgado por día laborado, no ven como opción viable concluir su vida laboral, por lo que buscan prolongar su trayectoria de trabajo mientras que sus cuerpos puedan cumplir con las tareas o hasta que sus empleadoras lo permitan. Esto trae aparejados diversos problemas de salud que pocas veces son atendidos dada su falta de seguridad social. Se observa, entonces, que la precariedad laboral de esta actividad laboral se acentúa y el envejecimiento se experimenta como un punto crítico de acumulación de desventajas sociales, que las conduce a vivir una vejez vulnerable. * mopatogo@gmail.com


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Rodolfo Gamiño Muñoz *

El presente como imposibilidad

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e una cosa podemos estar seguros, el sujeto, después de la pandemia volverá a su mismidad, el mercado ha ganado la partida y, particularmente, la mercancía. Ambos han ensanchado su absolutismo, ninguno de ellos triunfaría si no fueran parte de la maquinaria que hace funcionar la democracia neoliberal. Ambos nos demostraron que juntos pueden domesticar la frivolidad humana en su totalidad. El confinamiento sirvió muy poco a la comunidad global para la introspección cultural, social y política. La restricción a la libertan esgrimida por el sistema liberal fue el peor de los castigos que el mundo moderno pudo padecer. El encierro de nada sirvió para pensar el presente, las condiciones de posibilidad que tiene el mundo en la realidad global imperante son tan semejantes, como también tremendamente desiguales. Quedó evidenciado que el sujeto posmoderno comenzó a temer a su presente y a desconfiar del futuro, que anheló el pasado que conocía y le otorgaba, al menos, una positiva sensación de libertad. Hoy estamos casi seguros que el sujeto posmoderno no se va a deconstruir, no se va a reinventar, seguirá en su latente flagelo, en esa forma unaria y solitaria, sin un dios, sin una patria, una nación y sin ningún clivaje referencial que le dicte un orden y dé sentido a su vida. La pandemia colocó al sujeto posmoderno como un residuo, un desecho que además de no soportar el paso de la melancolía creativa, pesó el sentimiento del proscrito, el desterrado que expulsan de todo lugar y espacio, suspendiendo sus derechos básicos como el del libre tránsito, obligado a vivir en lo privado, en el espacio del hogar, en esa nada, en ese espacio frío y ajeno a la vorágine que acompaña su desarrollo humano. El sujeto posmoderno fue condenado a vivir en los márgenes de la sociedad. Todos fueron sometidos a la lógica del problema, todos somos parte del problema, todos somos una amenaza para los demás, nuestra saliva es un riesgo alto. Todos fuimos encerrados en la burbuja precaria de nuestra realidad, todos probamos lo que es un Homo Sacer, una Dona Sacer, aunque nada hayamos tenido que ver con el problema. Todos somos un Homo Sacer, sostendría Agamben. Nunca nos dimos cuenta, todos asumimos, estábamos seguros que nos habíamos salvado de ser ese otro, ese resto del otro, ese al que siempre se ha culpado del terrorismo, del cambio climático, de estar contra la libertad y la democracia y, hasta de las crisis financieras. Durante el encierro todos y todas fuimos ese otro que puede propagar el mal, aunque nos neguemos a aceptarlo. La realidad pandémica, la crisis sanitaria y sus posibles secuelas sociales, políticas y económicas han sido alertadas por filósofos y pensadores occidentales influyentes; ellos han sido los que se han adelantado al mundo en la reflexión y aleccionamiento sobre el Covid-19. Por ejemplo, el filósofo esloveno Slavoj Zizek, enfatizó que la crisis generada por el Covid-19 ha puesto en jaque al capitalismo, paralelamente, planteó la necesidad de construir una nueva sociedad, una sociedad alternativa que no contemple como paradigma constitutivo el Estado-nación. Esa sociedad debe fundamentarse y reactualizarse a sí misma a través de la solidaridad y la cooperación global. Señaló que es imposible postergar el cambio, que es ya insoportable seguir viviendo bajo esta realidad neoliberal y el confinamiento a una realidad cuasi virtual. Edgar Morín comparte el optimismo de Zizek y se posiciona como otro filósofo-pensador de la sana certidumbre. Morín destacó la importancia de crear un humanismo regenerado para contrarrestar el imperante modelo individualista que predomina a nivel global. Emplaza también a la conformación de una sociedad nueva en la que predomine la solidaridad y la responsabilidad social. El español Luis Villacañas dio muestras de un desbordado optimismo, sentenció que lo único que queda a la sociedad después de esta pandemia, es la esperanza de que el Estado regrese y se haga cargo de la sociedad. Algunos filósofos o pensadores apocalípticos o desencantados como Byung Chul-Han sentenciaron que la pandemia ha desnudado el real ejercicio político autoritario, ese que estaba revestido y maquillado. En otras latitudes el autoritarismo resurge tímidamente como alternativa de control social. Chul-Han arguyó que, a pesar de la epidemia y sus múltiples crisis, el neoliberalismo no sucumbirá, continuará funcionando sin modificación alguna,

incluso, con mayor fuerza y empuje. El sujeto que es factor de cambio está confinado, sólo le queda ser solidario virtualmente, asumir su excepcionalidad, aislarse, distanciarse del otro como una muestra de solidaridad y responsabilidad social. Para Giorgo Agamben, la calamidad del Covid-19 no es más que un dispositivo de pánico generalizado que, al implementarse, permite perpetuar la decisión del soberano ante la excepcionalidad política-militarizada. Jean Luc Nancy fue disonante con Agamben, observó que el estado de excepción no ha sido implementado en términos políticos-jurídicos, tal como lo sostuvo el filósofo italiano, sino que se trata de una excepcionalidad pandémica, biológica, informática y cultural, la cual se construye a través de una hiperconectividad aislada, en el pasmo de la cotidianidad en donde el otro, el prójimo, aun siendo un familiar, ha sido abolido y anulado. Interesante resulta pensar que en el contexto donde estos pensamientos se generan suele existir una sociedad civil organizada, fortalecida, un Estado robusto que no ha sido del todo desregulado, adelgazado, una fortaleza institucional que se traducen en un sólido sistema de salud, atención médica, un aceptable nivel de confianza de la ciudadanía a sus gobernantes, instituciones así como a su ciencia y tecnología. Aun así, resulta alarmante que estas posturas se han centrado en observar el futuro; la preocupación de estos filósofos e intelectuales no está en el presente, el presente es un elemento obviado, el cual no merece mayor atención, análisis y reflexión. Es sintomático que nunca antes en el mundo ha habido tantos niveles de pobreza, desigualdad, hambre y analfabetismo como existe hoy. Estos datos apenas y tienen impacto en los ojos de los grandes pensadores del mundo, quizá porque el porvenir está cargado de un pesimismo, de una negatividad que se maquilla bajo el argumento de peor podría estar. Hay una profunda sospecha de que las cosas podrían estar peor siempre, ello obnubila el análisis de dónde estamos y hacia dónde vamos. Ahí el anclaje de esa profunda melancolía por el pasado inmediato, ese pasado que sabíamos cómo era, y aunque fuera como fuera, teníamos la certeza del ser y hacer, ir y venir en completa libertad, aunque no en igualdad de condiciones. Estamos perdiendo, gradualmente, la oportunidad que nos da el Covid-19 de pensar y pensarnos en el presente y, a partir de ahí, pensar, al menos el futuro. Hoy se trata de trabajar la esencia, la experiencia del acontecimiento, no de pensar en el futuro desde la brecha evadida del presente. No se trata de regresar al hoyo en el que estábamos antes de comenzar la pandemia, ese pasado evocado a través de esa latente melancolía patológica que nos aqueja. De una cosa podemos estar seguros, el sujeto después de la pandemia volverá a su mismidad, el mercado ha ganado la partida y, particularmente, la mercancía. Ambos han ensanchado su absolutismo, ninguno de ellos triunfaría si no fueran parte de la maquinaria que hace funcionar la democracia neoliberal. Ambos nos demostraron que juntos pueden domesticar la frivolidad humana en su totalidad. Cuando el semáforo anunció la baja de la intensidad pandémica y se informó el regreso a la nueva normalidad, los centros comerciales, las plazas y supermercados abrieron: las filas de ingreso a esos sagrados recintos de consumo fueron inmensas, a nivel global los sujetos mostraron que su necesidad básica era la compra, el consumo de alguna mercancía, la que fuera, lo que fuera. No es lo mismo comprar en línea, esperar la paquetería y con la emoción del consumo abrir en soledad el paquete, sin mayor testigo que el espejo de casa. El ritual truncado de estar en el supermercado y las plazas cobró sentido y relevancia para todo esos sujetos posmoderno confinados. La libertad y el consumo era la esperanza para llegar a la anhelada nueva normalidad. La frivolidad del sujeto posmoderno fue nuevamente domesticada. El presente, aun en periodo pandémico, sigue siendo una imposibilidad. El encierro de nada sirvió para pensar el presente, las condiciones de posibilidad que tiene el mundo en la realidad global imperante son tan semejantes, como también tremendamente desiguales, y todo parece indicar que así seguiremos, por ello, y sólo quizá, es que resulta mejor pensar y observar el futuro como una posibilidad, otra posibilidad ilusoria, lejana, pero posible. * rodolfo.gamino@ibero.mx


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Ricardo Nava Olivares *

La era post Covid-19 Es posible que la humanidad cambie sus prácticas económicas, sociales, sanitarias, educativas, tecnológicas, ambientales y políticas a partir de la crisis sanitaria producida por el Covid-19? La era post Covid-19 ha generado expectativas, desde las que apuntan al cambio radical del ser humano hasta aquellos que consideran que no habrá más que algunas expresiones de cambio que responderán a la coyuntura, pero no más; al final del día volveremos a ser lo que hemos sido a lo largo de nuestras vidas. Estas posiciones pueden encontrar evidencia en la percepción de los actores, su sentir, pensar y actuar, al respecto, se recogió información de personas que en su mayoría están vinculados al sector educativo del estado de Tlaxcala y Puebla, ya sea como estudiantes de posgrado de nivel maestría/doctorado y licenciatura, académicos, en menor medida quien tiene actividades administrativas y otras áreas laborales. El instrumento consintió en una pregunta que se realizó a través de la red social de whatsapp, fue respondida por 39 personas, de las cuales 24 fueron mujeres y 15 hombres, que representan 61.53 por ciento y 38.46 por ciento, respectivamente, la distribución por sexo muestra que las mujeres tuvieron mayor interés de expresar sus opiniones. Entre las percepciones se destaca tres grupos de respuestas: 1. Las que en su mayoría considera que el cambio ya está en marcha. 2. Las que consideran que no habrá cambios sustantivos, y 3. Las que analizan la orientación del cambio. En el caso del primer grupo, los que consideran que el cambio está en marcha, parte del supuesto que éste ya está presente, una vez que se modificaron muchas de las prácticas sociales, laborales, económicas, culturales, tecnológicas y de la salud. Para este grupo, las relaciones e interacciones sociales cambiaron de forma significativa, pues el confinamiento, las medidas preventivas como el uso del cubrebocas, la sana distancia, el trabajo en casa, la higiene y las nuevas formas de comunicación en sí mismas son diferentes. Sin embargo, en este grupo, no se encuentra expresiones que hagan mención sobre el futuro, más allá del corto y mediano plazo, hecho importante una vez que si bien refieren a que nada será igual, tampoco está claro hacia dónde estará orientado el cambio o si éste se mantendrá. Este grupo hace énfasis en el uso de la tecnologías como medio de interacción con la familia, amigos y llevar a cabo sus actividades laborales, pero llama la atención que también se afirma que la pandemia dejará desconfianza, recelo y temor para regresar a una vida normal lo que implicará una readaptación al entorno que no figuraba en sus prácticas sociales. Resulta interesante que haya un conjunto de elementos que les genera incertidumbre por los efectos de la pandemia, sobresalen la crisis económica, la recesión, el desempleo, la pobreza, la desigualdad, la deserción escolar, la violencia, la criminalidad, la educación, brotes de corrupción, la relación con la religión en cuanto al posible alejamiento, los espectáculos, los deportes, la conciencia de mantener medidas de higiene, cuidado de la salud y la importancia de la alimentación, expresiones como “el virus llegó para quedarse” están presente. Con relación a la educación, la percepción se puede clasificar de dos tipos, la primera es que la pandemia generó un colapso, pues la transición a la educación on line, a distancia o virtual puso en riesgo los procesos formativos, no obstante para algunos la crisis sanitaria es una oportunidad para modificar la práctica docente, discutir los planes de estudios y la necesaria incorporación de las tecnologías de la información. Sobresale la brecha tecnológica y los problemas de conectividad que limitan el proceso de enseñanza-aprendizaje. En el caso del segundo grupo, resulta interesante que su percepción sea de incredulidad sobre el cambio, para éstos la probabilidad de que exista no es significativa, las razones se articulan a la memoria histórica de los pueblos, enfatizan que la actual coyuntura no modificará las prácticas sociales, económicas, laborales porque con el paso del tiempo las medidas se relajarán, debilitándose en lo individual y en lo colectivo, que la memoria cortoplacista se mantendrá, la crisis no tendrá consecuencias en la vida cotidiana. La percepción de este grupo es sumamente interesante porque incluye tres categorías indispensables en el análisis social de la era post Covid-19: el papel de la historia, el sistema económico hegemónico en el mundo y la adaptación del mexicano. Con respecto al sistema económico, la percepción es que en la era post Covid19, la economía seguirá los caminos de la sociedad de consumo, no habrá formas distintas de interacción entre la oferta y la demanda, pues independientemente de que se puedan modificar las transacciones comerciales llámese electrónicas — que ya ocurrían antes de la pandemia— el sistema capitalista no está en riesgo, los modelos de explotación seguirán sin cambio alguno, hecho que se demuestra

en las primeras horas de que se acabará el confinamiento como acción del gobierno en México, las plazas comerciales vuelven a tener aglomeraciones, por más que haya medidas de prevención, los consumidores siguen los mismo patrones. Sobre la adaptabilidad del mexicano, se alude precisamente a la capacidad de generar estrategias de sobrevivencia para atenuar los impactos de las crisis, pues no es la primera vez que se está en esta condición, la cultura mexicana ha demostrado a través de la historia que de una forma u otra salimos adelante, ya sea con las redes de apoyo familiar, con los apoyos del gobierno, las remesas u otras actividades que surjan, “nos adaptamos a todo”, expresiones que se desarrollan en el imaginario colectivo, aun en los peores escenarios. La percepción de los actores se expresan de dos maneras, la adaptabilidad que debe leerse a la luz de que adaptar no significa un cambio de mentalidad y la forma en que nos relacionamos con la salud, cabe mencionar que el gasto individual en la atención a la salud es muy raquítico y esto no cambiará, quizás por ello miles de mexicanos han sido reacios a atender los llamados de Quédate en casa, la salud no es prioridad.

LA ERA POST COVID-19 HA GENERADO EXPECTATIVAS, DESDE LAS QUE APUNTAN AL CAMBIO RADICAL DEL SER HUMANO HASTA AQUELLOS QUE CONSIDERAN QUE NO HABRÁ MÁS QUE ALGUNAS EXPRESIONES DE CAMBIO QUE RESPONDERÁN A LA COYUNTURA, PERO NO MÁS; AL FINAL DEL DÍA VOLVEREMOS A SER LO QUE HEMOS SIDO A LO LARGO DE NUESTRAS VIDAS

Por otro lado, el tercer grupo plantea una reflexión de suma importancia, ¿cuál es el sentido del cambio?, hacia dónde orientar los esfuerzos colectivos, la profundidad de la pregunta nos lleva por ejemplo a discutir la era post Covid-19 en razón de los regímenes políticos, en el posible regreso de regímenes autoritarios como una opción para generar la obediencia de las resistencias colectivas o que el cambio esté desestructurado, es decir, ante la incertidumbre que provoca la crisis no haya capacidad de respuesta de los actores, que estén desorganizados, sin capacidad de movilización, de hecho el cambio podría apuntar en la dirección contraria a la democracia, lo que implicaría una discusión sobre la cultura y en particular la cultura política democrática. Finalmente, la percepción de los tres grupos citados deja entrever que la era post Covid-19 no registrará cambios sustantivos en la vida cotidiana, se realizarán acciones para los cuidados a la salud, para la atención a la economía de los hogares, pero éstos no se quedarán como una práctica social cotidiana en el mediano y largo plazo. Es probable que la mayoría de los ajustes vendrán de los sistemas económicos y del sistema político (gobierno) más que de una sociedad organizada, movilizada y reestructurada en lo individual y lo colectivo. La expectativa de un cambio estructural provocado por la pandemia sólo tendrá expresiones locales (hogareñas) sin que haya un efecto de masas, mucho menos global. En suma, la percepción de los actores manifiesta que no hay evidencia suficiente para demostrar que habrá cambios radicales en la vida cotidiana, es posible que ciertos segmentos de la población modifiquen su estilo de vida, sus prácticas sociales y el uso de la tecnología. Más bien lo que muestra la pandemia es que provocará rupturas y continuidades, pero esperar de la humanidad que surja una conciencia colectiva que transforme sus vidas y al mundo, es por decir lo menos, una locura. * ricardonavaolivares@yahoo.com.mx


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Ramos Montalvo Vargas *

Envejecimiento de una Grant mujer: la primera diputada federal y local del estado de Tlaxcala INTRODUCCIÓN

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la viudez, se hace cargo de sus hijos ocupándose en cinco empleos a la edad de 22 años —repostería, impartición de clases de piano, inglés, música y aplicación de inyecciones. Casi inmediatamente, y con el prestigio y amistades de sus padres, recibe invitaciones a ocupar cargos de representación popular a partir de 1955 (positivo), hasta entonces espacios limitados a la mujer en Tlaxcala y el país.

on 91 años de edad, originaria y vecina de Tlaxco, Tlaxcala, María de los Ángeles Grant Munive (en lo sucesivo señora Grant) nació un 10 de marzo de 1929 y ahora camina por las calles empedradas de su comunidad de manera tranquila y sonriente. Fue la primera mujer diputada federal en el Congreso de la Unión, primera mujer diputada local en el Congreso del Estado y primera mujer con CURSO DE VIDA Y PROCESO DE ENVEJECIMIENTO representación en el cabildo de su municipio natal. Hija de Carmine James Grant Abucelli y María de Rupturas y continuidades en la vida de la señora la Concepción Munive Parada; el primero, procedente Grant provocaron efectos decisionales importantes de New Jersey, Estados Unidos de América (llegó a que coincidieron con un evento que dio un viraje en Tlaxco en 1921); y, la segunda, originaria de Tlaxco. La la vida nacional democrática de México, que fue la señora Grant fue la mayor de 13 hermanos. Se unió reforma constitucional promovida por el presidente en matrimonio con José Hernández Briseño en 1927 y de la República Adolfo Ruíz Cortines para otorgar ciuenviudó seis años después. Madre de cuatro hijos dadanía y representación popular a la mujer con voto (Silvia, José Jorge, Jaime Alejandro y Gustavo) y una efectivo y la posibilidad de ocupar cargos de elección carrera política ejemplar, la sitúan como un ícono de a partir del 17 de octubre de 1953. la historia política de Tlaxcala con poco o nulo recoSu curso de vida puede resumirse en los siguientes nocimiento. Con una sonrisa nos platica lo que llama momentos: nacimiento y niñez estable (1929-1933). “recuerdos felices de pasadas glorias” (entrevista con Sólida educación temprana (1933-1944). Muerte de su María de los Ángeles Grant Munive del 19 de noviemmadre (1944). Matrimonio y nacimiento de hijos · María de los Ángeles Grant Munive en la tribuna del Congreso. (1945). Fallecimiento de su esposo (1951). Asume la bre y 10 de marzo de 2020). Su vida inicia con la llegada a Tlaxco de su padre, ciudadano de Estados responsabilidad de hijos (1951). Inicia reconocimiento Unidos de América: laboral (1951). Profesora en educación artística y Mi tío el sacerdote [Manuel Munive musical (1955). Regidora en ayuntamiento (1955Parada] conoció a mi papá en Estados Unidos 1960). Diputada local (1965). Diputada federal (1970). [en un seminario], eran amigos, le dice oye fíjate que murió mi papá Funcionaria de gobierno (1973-1992). Jubilación y vida en familia (1992-2020). y estoy muy preocupado porque está mi mamá sola con mis herSu niñez en la hacienda de Tlacotla de la que era dueño su bisabuelo procemanas y quiero que vayas a hacerte cargo de la hacienda mientras dente de España (Mariano Munive), estuvo basada en una educación directa de regreso a México […] mi papá le contesta yo no voy a México […] mi sus padres; su madre estudió para maestra y su padre en un seminario de San tío le pone en un telegrama `creí que los amigos eran para cuando Antonio Texas, Estados Unidos de América, lo que le permitió crecer y desarrollarse se necesitaban´ y que le responde mi papá ¿dime cuándo salgo? con ventajas educativas a mediados del siglo XX tras estar en un internado de Para analizar la trayectoria vital, el proceso de envejecimiento y el impacto de Puebla hasta los 15 años. sus aportaciones en lo individual y lo social, aquí se entiende la vejez como el resulMuy joven, apenas de 22 años y después de quedar viuda en 1951, fue invitada tado de un curso de vida (Rada, 2015) donde múltiples eventos expuestos a lo a ocupar una plaza de maestra y simultáneamente un cargo de representación largo de la vida, condicionan un tipo de trayectoria diferencial (Yuni, 2011). De popular como regidora del cabildo de Tlaxco en 1955, repitiendo el cargo en el esta manera se tomaron elementos de la metodología de curso de vida: trayecto- periodo inmediato toda vez que Hilda Olvera siendo regidora propietaria se retira; rias y puntos de inflexión que definieron su rumbo (Elder y Giele, 2009; O’Rand, y, la señora Grant en calidad de suplente ocupa su lugar en 1958. 2009). Se hicieron una serie de entrevistas entre noviembre de 2019 y marzo de En el año 1965, fue invitada por el gobernador Anselmo Hernández para repre2020 que facilitaron la recopilación de los datos presentados. sentar al PRI como diputada local, logrando colocarse en el congreso local como la Se identificaron cuatro puntos de inflexión: la muerte de su madre de 39 años primera mujer del estado de Tlaxcala. Su buen trabajo y gestión le permitió la recode edad, María de la Concepción Munive Parada, en 1944 (inflexión negativa); un mendación y postulación desde la Comisión Nacional Campesina (CNC) para una año después cuando ella cumplía 16 años el matrimonio con José Hernández diputación Ffederal que asumió en 1970 desde el Congreso de la Unión cuando era Briseño en 1945 y nacimiento de sus hijos (positivo); con sólo seis años de matri- presidente de la República el licenciado Luis Echeverría Álvarez, recuerda: monio la muerte de su esposo en 1951 (negativo), y la inmediata necesidad ante Yo era la primera mujer que andaba danzando, vino Don Arcadio Hernández [presidente municipal] a ver a mi papá y le dijo fíjate que quieren que ahora haya una mujer en cada AyuntamienReferencias bibliográficas to [poco después] un día me llamó el señor gobernador don Elder, Glen y Janet Giele (eds.) (2009). The Craft of Life Course Research, Nueva York: The Guilford Press. Anselmo Cervantes Hernández, para que fuera candidata [a dipuJiménez Guillén, Raúl (2018). La lectura contra los olvidos benignos de la vejez, en Memorias in extenso, Universidad Autónoma de tada local] entonces me dijo bueno mire piénselo bien, vaya usted Tlaxcala, México, pp. 11-35. a su casa platíquelo con su papá, ¡nooo señor gobernador, le digo que nooo señor, yo lo que le digo hoy se lo digo mañana! […] mi O’Rand, Ángela (2009). Cumulative processes in the life course, en Glen Elder y Janet Giele (eds.), The Craft of Life Course Research, Nueva York: The Guilford Press. papá me dijo, allí vas a estar cerca del gobernador y cerca de donde tú puedas ayudar a otras personas, acabé diciendo que sí Rada Schultze, Fernando (2015). Cursos de vida diversos. Una breve tipología de los casos del envejecimiento en gays, lesbianas y transexuales, en XI Jornadas de Sociología. Buenos Aires, Argentina. pues ya que, eso sí […] me puse llora y llora y llora porqué si yo no quería [posteriormente como diputada federal] yo era de la Gran Urbano, Claudio Ariel y Yuni, José Alberto (2005). Psicología del desarrollo: enfoques y perspectivas del Curso Vital, Argentina, Brujas. Yuni, José Alberto (comp.) (2011). La vejez en el curso de la vida, Córdoba, Encuentro Grupo Editor.

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Tras las huellas de la naturaleza Tania Saldaña Rivermar y Constantino Villar Salazar · Ilustración: Diego Tomasini “El Dibrujo” *

Ensayo sobre dos ruedas

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l despertador se activa. Como cada mañana el reloj marca las 7:45 y abro los ojos, salgo de la cama y como cada día me alisto para ir al trabajo, casco, guantes y una bicicleta son mis compañeros en mi trayecto. El pie derecho en el pedal está listo para iniciar el viaje que como en cada pedaleo se siente a libertad. Iniciamos. En esta ocasión es largo el recorrido, tiempo suficiente para dar un paseo mental, los pensamientos libres y desatinados llegan a mi mente al ver distintas bicicletas, modelos, componentes, tamaños que además de las dos ruedas, tienen algo en común, sin duda la sonrisa de sus tripulantes. En ese momento me asalta un pensamiento e imagino la gran sonrisa que habrá tenido aquel inventor alemán nacido en 1785, Karl Friedrich Christian Ludwig Freiherr Drais von Sauerbronn, mejor conocido como Karl Drais, cuando inventó la Draisiana, un vehículo de dos ruedas alineadas e impulsada con los pies; con algunos ajustes, tiempo después se transformó en el velocípedo o la cleta, la bicla, la bici o baika (como la conocemos en México); este señor fue inspector forestal, así que supongo tenía un especial cariño a los árboles. Me pregunto si algún día pensó en la cantidad de modificaciones, diseños y modelos que iba a tener este velocípedo o si su invento sería el inicio de una gran vuelta al mundo. Volteo y veo un autobús repleto de personas con miradas de temor, cubrebocas que esconden sonrisas, caretas que se empañan con cada exhalación. Pandemia. Es el tema central entre las personas que de a poco han retornado a sus actividades laborales y sin querer me percato de que desde que inició la pandemia ha ido en aumento el ir y venir de personas que usan la bicicleta como medio de transporte seguro y que les mantiene en sana distancia de sus congéneres. Sonrío y pienso en cómo la baika en tiempos de Covid ayuda a la gente, los lleva de un lado a otro, los mantiene distanciados unos a otros por salud y hablando de la salud, ayuda a mejorar las condiciones físicas pero, quizá lo mejor, es el ahorro económico, en la bolsa unos pesos más no caen nada mal, la economía no anda nada bien por estos tiempos, pero siempre es un regalo ver a un ciclista que lleva a cuestas una mochila de la que se asoman unas rosas para la persona amada. En mi recorrido se me cruzan aves de diferentes especies, pinzones (Haemorhous mexicanus), zanates (Quiscalus mexicanus), estoy en el semáforo cercano a un río contaminado y veo sobrevolando en el cielo a un halcón (Falco columbarius), la sonrisa nuevamente llega a mi rostro y me alegro de que cada vez las personas usen el que me ha gustado llamar uno de los “mejores inventos de la humanidad”; me agrada pensar que los viajes en dos ruedas impulsados por dos piernas y no por motores puedan sumar a la toma de conciencia para mejorar la calidad medioambiental y restar a la posibilidad de nuevas pandemias, así como el casco es una protección para los ciclistas, la conservación de la naturaleza será la protección para evitar pandemias para la humanidad. La cleta en tiempos de la enfermedad Covid-19 debería ser la mejor aliada. Sin

duda con el uso de la bicicleta la calidad del aire sería mucho mejor en nuestro lugar de residencia, recuerdo haber escuchado al doctor López Gatell hablar de la mayor problemática que presenta hoy en día para la población mexicana ante la pandemia y es décadas de una mala alimentación y la poca actividad física, ojalá y se piense en minimizar la ingesta de alimentos de poca calidad nutricional y viajar más en dos ruedas. Son las 18 horas, me alisto para salir del trabajo y el cielo anuncia la llegada de una tarde lluviosa, el impermeable a mano y las primeras gotas de lluvia se precipitan, una gota cae y recorre mi brazo, mi piel que es el órgano más grande de nuestro cuerpo se estremece, será sin duda, un recorrido de una tarde de verano. Las dos ruedas están listas y las luces traseras parpadeantes invitan a miles de automovilistas a mantener una distancia de 1.5 metros y así evitar accidentes, sin duda una sana distancia. Finaliza el trayecto, la noche se hace presente, un satélite se asoma con una fase menguante que imita la sonrisa dibujada en el ciclista que dará la vuelta al mundo de los sueños una vez más. Tras las huellas

@helaheloderma

* traslashuellasdelanaturaleza@hotmail.com

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Comisión estaba integrada por un diputado de cada estado de la República […] sólo éramos dos diputados por Tlaxcala yo del distrito electoral con cabecera en Apizaco y Lolito diputado con cabecera en Tlaxcala. Posteriormente incursionó en la función pública a invitación de amigos diputados, primero en la entonces Regencia Capitalina de la Ciudad de México, posteriormente en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y se jubila en 1992 colaborando en el Instituto de Seguridad y Servicio Social para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), cuando cumplía 63 a la edad. En 1992 regresa a Tlaxco, Tlaxcala, para disfrutar con júbilo la visita de sus hijos, nietos y nueras que viven en Ciudad de México, Morelia, Aguascalientes y Querétaro. Hasta hoy, vive con alegría entre familia y amigos. Desde su jubilación puede considerarse con una vejez exitosa, siempre sonriente, amable y atenta al saludar recorre su jardín al interior de lo que fue la hacienda de Tlacotla, patrimonio familiar que la vio nacer. CONCLUSIONES Con más de 40 años de trabajo público, 18 años en oficinas de gobierno y una jubilación que ha disfrutado por 28 años, la señora Grant expresa algu-

nas palabras que marcaron su proceso de envejecimiento a través del curso de vida: Dejé huella a pie o a caballo, manejando o con chofer, saludando a enfermos o presidentes de la República […] en ese camino hubo de todo […] ya todos se murieron, yo ya estoy viviendo horas extras […] no caminé, tuve que correr […] la mejor terapia es mantenerse ocupado […] les agradezco a mis padres me enseñaron a ser sencilla, honesta y que la soberbia no debe existir […] se debe vivir con dignidad […] los mismos hijos lo mueven a uno, estar aquí sentada, no, no, no, yo tenía que trabajar en lo que fuera, pero yo trabajaba porque trabajaba. Las rupturas y discontinuidades producto de transiciones y puntos de inflexión en el curso de vida de esta Grant señora, fueron en buena medida resultado de eventos que la obligaron a tomar decisiones y forjar su envejecimiento positivo y activo referido por Jiménez (2018). El curso de vida de María de los Ángeles Grant se aproxima a la afirmación de Urbano y Yuni (2005) al señalar que se pueden obtener ganancias a partir de las pérdidas y se confirma la relevancia e interconexión de la vida individual y familiar en un contexto histórico preciso de Tlaxco, Tlaxcala. * rmontalvov_fcdh@uatx.mx


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La Denise Lucero Mosqueda *

Reflexiones universitarias: el modelo neoliberal viola la autonomía, despolitiza a las universidades públicas y restringe los derechos sindicales Con la implementación del proyecto neoliberal en México, las universidades públicas del país sufrieron transformaciones, algunas de ellas relacionadas con su quehacer pedagógico y vinculación social, en las relaciones laborales y en la autonomía universitaria, sobre estos cambios reflexionan Judith Chaffee Hopper, doctora en Economía y Alberto Cordero Dávila, doctor en Óptica, como parte del foro Retos de la Educación Pública Superior en México, organizado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. A treinta años de la implementación del modelo gerencial de la educación superior, los efectos transformadores de la vida universitaria son visibles y razón de reflexión de estos dos investigadores universitarios que comparten en entrevista con Saberes y Ciencias sus críticas a este proyecto cultural que permeó a las universidades públicas. Para comprender los efectos del neoliberalismo, puntualiza la economista Chaffee Hopper, hay que entender que éste es un proyecto cultural y no únicamente un modelo de administración económica; es una narrativa, una explicación de las cosas que genera un razonamiento que se establece en el sentido común de las personas, que le pasa a la sociedad en su conjunto, de allí que los efectos al interior de la universidad no haya sido exclusivo de los docentes universitarios, sino también de los estudiantes.

LA GRAN MORDAZA, EL SISTEMA DE PUNTOS Y LA VIOLACIÓN A LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA En la BUAP, durante la rectoría de Alfonso Vélez Pliego, se impulsó un programa sin precedentes de superación académica, que permitió que muchos de los profesores universitarios realizaran estudios de posgrados, lo que trajo consigo mejoras sustanciales en la investigación y la docencia; “cae al centavo en la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM)”, señala Cordero Dávila. “Esto coincide con la implementación del neoliberalismo en México, en 1984, en el sexenio de Miguel de la Madrid, con Jesús Reyes Heroles como secretario de Educación Pública, que impulsa el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y el Programa de Nacional de Educación Superior —que irá a lo largo del tiempo cambiando de nombre. Esto marca el inicio de una profunda transformación de las universidades autónomas públicas mexicanas, aunque no lo parezca, esto es una violación flagrante de la autonomía universitaria y que consistió en que el presupuesto para investigación ya no se entrega directamente a la universidad sino que es la SEP quien recibe y revisa los proyectos y entrega directamente el recurso a los investigadores por medio del financiamiento y las becas; esto atenta contra la autonomía de crear los proyectos de investigación y desarrollo y la libertad de cátedra, además que los investigadores son evaluados por fuera y no por la propia universidad —surge la evalcuación del SNI—, ahí se pierde la autonomia universitaria”. “Entonces se le da dinero al profesor ‘bueno’. La SEP dice que la intensión es la mejora de la investigación y la docencia, porque va a evaluar a los profeseores y les va a dar dinero a los profesores ‘buenos’, a los ‘malos’ no les doy ni un centavo; sin embrago, la razón real es violar la autonomía universitaria y no dar un aumento generalizado a los profesores —en ese momento la inflación rebasaba el 100 por ciento y el salario se vio precarizado. Lo que hacen es inventar una forma de puntos para compensar a los profesores ‘buenos’, a los ‘malos’, no. Para la economista Judith Chaffee, este sistema de puntajes y evaluación logró en el momento que se aplicó, corregir un conjunto de conductas equivocadas, pero cuando se prolongó se convirtió en un obstáculo para que se pudiera seguir creciendo como universitario. “Se establece un sistema salarial de puntos donde criterios ajenos a la discusión académica, aunque se dice que lo evalúan los pares, son los que prevalecen para decidir quién gana más dinero y quién no, se privilegian cierto tipo de resultados de investigación por encima de la docencia y se va generando una brecha al interior de la universidad, así que la única forma de salir adelante es sometiéndote, y si encima tienes una postura crítica, tienes que hacer doble trabajo”. ¿Cuál es el efecto de esto?¿Ha mejorado la investigación y la docencia? Esta modificación, coinciden ambos investigadores, genera una fragmentación de la investigación y una competencia “endiablada” porque se compite por el dinero; así, en lugar de que el investigador haga un artículo grande, lo divide y hace varios “chiquitos” —una práctica conocida. “Sucede algo trágico, los docentes buenos siguen siendo buenos, pero tienen que dedicar más tiempo a la investigación y menos a la docencia, y los profesores malos se convierten en profesionales de las constancias, con sus matices y excepciones, pero es la esencia del fenómeno”, destaca Cordero Dávila.

La universidad pública vivió un proceso de despolitización que sacrificó el vínculo con la sociedad y lo cambió por los estándares de excelencia impuestos por organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con un conjunto de normas de corte gerencia que establece indicadores: tienes que publicar en tantas revistas de arbitraje, enfatiza la académica de la Facultad de Economía de la BUAP. “Entonces, cumplir con los estándares impuestos y estar involucrado políticamente, no es posible, no se pueden hacer las dos cosas, es como la gran mordaza, una exigencia mayor a las universidades que las ató por medio de los salarios. Pareciera que la despolitización y atención de los problemas sociales fue por gusto propio y fue, en realidad, por un contexto que se impuso, que fue violento en términos de relación laboral ”.

LA RESTRICCIÓN DE LOS DERECHOS SINDICALES Y LA LIMITACIÓN DE LA CREATIVIDAD El sistema de puntos, explican los universitarios, generó docentes de distintos niveles ”tienes de primera que son del SNI, que tienen un conjunto de condiciones laborales diferentes y la carga docente es menor; tienes a los de segunda que tienen definitividad y a los profesores horas clases, que tienen que juntar horas para vivir”. Los profesores contratados durante el periodo neoliberal no tuvieron acceso a los derechos que sí tenían los anteriores al modelo, tienen contratos que no les dan las mismas prerrogativas, son contratados por cuatrimestre, y sin pago de períodos vacacionales, una restricción de los derechos sindicales. “Estas prácticas para maximizar el uso de los recursos hubo a quienes nos agradaron porque ofreció una sensación de que ponía orden; sin embargo, el costo fue la pérdida de la libertad de tu tiempo en el sentido productivo. Si eres un profesor que quiere mantener su puntaje, no cambias de temática de investigación, o cambias con mucha dificultad, porque lo que tienes que invertir en una nueva línea de investigación es demasiado, entonces para mantener el puntaje (la tarea investigativa) se vuelve rutinaria y monótona. La creatividad en la investigación y producción se apaga, porque el tiempo no rinde para hacer demasiados cambios”, profundiza la investigadora. LA PARTICIPACIÓN REAL EN LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO Y LA ASAMBLEA, MEDIOS DE CAMBIO Cambiar la reglamentación para que sea la universidad quien asigne las becas y poder afrontar las necesidades sociales, considera Cordero Dávila, es fundamental para retomar la autonomía; “hacer nuestra propia reglamentación puede traer consigo un enfrentamiento con la SEP; sin embargo, (la Secretaría) en este momento tiene la disposición para atender las problemáticas sociales. “Es necesario dignificar el trabajo docente, la autonomía recibió un golpe brutal en 1984 y ya nos acostumbramos, hasta pedimos que se siga exigiendo porque hay dinero de por medio; sin embargo, atender desde la universidad los problemas sociales es mucho más complejo que publicar un artículo”. En ese sentido, Chaffee Hopper insiste en que el proyecto de educación superior debe hacerse con los universitarios y no con grupos de planificadores administrativos que se crearon en la universidad para gerenciar. “Hay formas de participación, no todo debe ser en asamblea y tampoco debemos rehuir de ella. Existen órganos colegiados y de gobierno”. Finalmente, consideran los docentes, las academias, los consejos de investigación, de unidad académica, “existe oficialmente la democracia académica pero realmente no, por lo que hay que tomarlas para cambiar el tabulador salarial y generar otras condiciones laborales; se requiere de una participación real en los distintos órganos de gobierno, dejar de tratar de administrar el proceso, se necesita abrir la discusión, que haya disenso, posturas diferentes”. * deniselucero@gmail.com


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Homo sum Sergio Cortés Sánchez *

Educación superior pública como un derecho universal gratuito** DERECHO

A LA EDUCACIÓN

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a educación es estratégica para mejorar el bienestar social de la población, consignó Andrés Manuel López Obrador en su Primer Informe de Gobierno 2018-2019 (página 143); es un derecho y será gratuita la que imparta el Estado. En el caso de la educación superior, el derecho está condicionado a los criterios de elegibilidad que determinen las instituciones educativas (fracción X de la reforma al artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, DOF 15/05/19). El acceso a la educación en Instituciones de Educación Superior públicas (IES) depende de los criterios de elegibilidad que éstas determinen y a la disponibilidad de inscripciones ofrecidas. Éstas últimas condicionadas por su infraestructura, plantilla de trabajadores académicos y presupuestos públicos recibidos. Las jornadas laborales en las IES públicas se han intensificado (aumentó el número de alumnos por profesor), la capacidad instalada se usa al cien por ciento y se ha racionalizado el gasto de operación con la finalidad de aumentar la matrícula en condiciones de astringencia financiera: esfuerzos loables pero insuficientes, el número de rechazados supera al de los aceptados. En el caso de la BUAP, la matrícula de nuevo ingreso creció al 4.9 por ciento anual entre 2000-2001 y 2019-2020 y la de alumnos no aceptados al 5.1 por ciento en el mismo periodo. Los alumnos inscritos en la BUAP en educación superior en el ciclo escolar 2019-2020 eran 1.7 veces más que los que había en 2000-2001, pero no hemos podido satisfacer la demanda de nuevo ingreso. Más IES públicas y mayores presupuestos se requieren. Este año el presupuesto público federal para educación superior fue de 193 mil 236 millones de pesos (.77 por ciento del PIB) y el presupuesto mínimo para atender a 5 millones de alumnos en IES públicas (2.8 millones actualmente inscritos y 2.2 millones por ampliación de cobertura) son por lo menos de 2 puntos del PIB. Lo que nos remite a la necesidad de una reforma fiscal para aumentar los ingresos tributarios y fondear la universalidad de la enseñanza pública y su gratuidad. GRATUIDAD En estos momentos la educación pública de nivel superior no es gratuita, tiene un costo para los alumnos, tanto en el ingreso, como en la permanencia y en el egreso; las IES públicas no pueden prescindir de ese cobro, le es necesario para su operación y el Estado no tiene los recursos para cubrir esos ingresos. La gratuidad de la educación pública requiere que el Estado transfiera recursos adicionales a las IES públicas, lo cual ya se indicó en la Ley General de Educación Superior que será paulatino. La matrícula en IES pública del nivel de educación superior fue de 2.84 millones de alumnos en el ciclo escolar 2019-2020 y para que sea efectiva la gratuidad es necesario 10 mil millones de pesos adicionales a las IES públicas; sin embargo, el presupuesto de educación autorizado para este año fue menor, en términos reales al ejercido un año antes y el presupuesto recibido por alumno en el ciclo escolar 2019-20 fue menor, en términos reales, al del ciclo escolar 2000-2001. La asignación del presupuesto federal educativo es regresivo: se le otorga menos a quien más lo necesita: en el ciclo escolar 2019-2020, cada alumno inscrito en universidades politécnicas y tecnológicas recibió de la Federación 12 mil 700 pesos, los inscritos en universidades públicas estatales de apoyo solidario recibieron 20 mil pesos y los alumnos de universidades públicas estales autónomas, 50 mil pesos. En nuestro caso (BUAP), la percepción de la Federación fue de 46 mil pesos por alumno de nivel de educación superior. Es necesario revalorar la función de las IES públicas que no son autónomas y asignarles un presupuesto acorde con su matrícula y la pertinencia de sus programas profesionales.

DESCENTRALIZACIÓN

Y ACEPTABILIDAD

Las Universidades Públicas Estatales (UPE) ubicadas en las metrópolis centralizan la matrícula escolar y las universidades nacionales o estatales son las de mayor demanda educativa, y también las que generan mayor rechazo de aspirantes. En el caso de la BUAP, 86 por ciento de la matrícula de nuevo ingreso en el ciclo escolar 2019-2020 se ubicó en el campus Puebla y 14 por ciento en 20 campus regionales donde se ofrecieron 56 programas de licenciatura. La presencia de la BUAP fuera de su sede central no siempre ha sido aceptada, en el último decenio se han cancelado 27 programas en 12 sedes regionales: en los municipios de Cuetzalan y Zacapoaxtla se cancelaron cuatro programas por sede; en Acatzingo, Atlixco y Tecamachalco fueron tres programas por campus; en Huauchinango, Izúcar y Tetela de Ocampo fueron dos programas por sede y en Chiautla, San Salvador El Seco, Tehuacán y Teziutlán fue cancelado un programa. En el campus Puebla 94 por ciento de su oferta fue ocupada en tanto que en los campus foráneos solo 74 por ciento de las plazas ofrecidas. En los municipios de Acatzingo, Atlixco, Chiautla y San José Chiapa sólo se ocupó menos del 60 por ciento ofrecido por la BUAP. La baja aceptación de la oferta regional de programas puede estar relacionada a una oferta no deseada, a la acreditación y calidad del programa, pero también a una demanda no sólo educativa sino más amplia de servicios culturales, inmobiliarios y mercados laborales que permitan movilidad social y una mejor calidad de vida de los aspirantes y, esas condiciones las ubican en las metrópolis. PASIVOS

LABORALES Y JUBILACIONES

Las UPE secularmente funcionan con déficit y no necesariamente es por corrupción, ineficiencia o gastos excesivos de la burocracia universitaria. La matrícula escolar de esas instituciones creció (3.5 por ciento anual entre 20142017) en proporción mayor a los recursos públicos recibidos (-8 por ciento anual entre 2014-2017), además, la nómina universitaria no siempre es reconocida por la Secretaría de Educación Superior, tanto en el número de personas contratadas como en las prestaciones sociales y los fondos propios para pensiones y jubilaciones son insuficientes para garantizar el retiro laboral de sus trabajadores. La BUAP tiene un respetable fondo de pensiones de 3 mil millones de pesos, lo que garantizaría el pago íntegro de sus trabajadores retirados por dos años, sin que haya reemplazo de los mismos (no los ha habido en 2019 y 2020). Once UPE tiene una situación financiera crítica: no pueden pagar nómina. Según convenios, la aportación a las UPE debería de ser a partes iguales entre Federación y estado, no es así, entre 2014 y 2017 la aportación de la Federación duplicó la estatal y los ingresos propios fueron en promedio del 12 por ciento del total de ingresos (Integralia. Planeación, programación y rendición de cuentas); los gobiernos de los estados no siempre cubren sus nimias aportaciones, lo que agrava los problemas financieros de las UPE. Hay UPE que no acostumbran transparentar los recursos administrados y algunas han sido ya señaladas por posibles actos de corrupción (Campeche, Chihuahua, Durango, Guerrero, estado de México, Morelos y Veracruz), entre otros, por su participación en la Estafa Maestra. En otra ocasión, la Auditoría Superior de la Federación había señalado irregularidades en las 34 UPE que fueron auditadas entre 2000 y 2016, estimó en 17 mil 574 millones de pesos el monto de esas irregularidades, sólo una cuarta parte de éstas pudieron solventarse (Integralia). La autonomía no puede invocarse para conservar paraísos fiscales, financiar carreras políticas, enriquecimiento ilícito o malversar fondos, los recursos administrados por las UPE deben ser transparentados. La planta laboral de las UPE ha envejecido y la nómina de los trabajadores jubilados es igual o superior a la de los trabajadores activos; los activos de la UPE no garantizan el pago íntegro de los trabajadores universitarios a futuro y es incierto cubrir los pasivos laborales tal como están actualmente estipulados en los contratos laborales de las UPE. Desde 2002 las UPE han recibido 13


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· Fuente: Con base en UNAM. Seminario de Educación Superior https://www.ses.unam.mx/proyectos/index.php?seccion=financiamiento

de la Federación apoyos para atender las pensiones y jubilaciones (13 mil 800 millones de pesos hasta 2017) y la mayoría de las UPE aumentó ya la edad y la antigüedad laboral para el retiro, no obstante ello, la ayuda federal solo cubre 40 por ciento del pasivo laboral de jubilados y pensionados. La Auditoría Superior de la Federación estimó que en el caso de 24 UPE, los pasivos laborales duplicaron el valor de los activos en 2015; tres años después calculó en 1.3 billones de pesos los pasivos por jubilación y pensión de las 34 UPE (El Sol de México, 21/11/14 y Vanguardia, 2/11/18). En diciembre del año pasado, 6 UPE recibieron subsidios extraordinarios por mil 250 millones de pesos de la Federación y 962 millones de pesos de los gobiernos estatales para cerrar el año y cubrir sus pasivos, pero el déficit estructural persiste. ESTABILIDAD

POLÍTICA DE LAS UNIVERSIDADES AUTÓNOMAS

El derecho a la educación condicionado al cupo de las instituciones y al criterio de elegibilidad que éstas determinen y la no gratuidad de la educación superior pública son fuentes de conflicto múltiples, como también lo son la creación de órganos de educación superior consultivos integrados por representantes empresariales, sociales, de instituciones públicas y privadas de educación superior, donde se diseñan criterios de evaluación y estrategias educativas que pueden o no coincidir con las que determinen las IES autónomas. Con el argumento de transparentar los recursos públicos y rendir cuentas para combatir así la corrupción de los funcionarios públicos y el manejo inescrupuloso del erario, se han realizado reformas constitucionales locales para fiscalizar a las dependencias públicas descentralizadas y nombrarles un contralor interno por parte del Congreso local. Las reformas incluyen a IES públicas a quienes se les ha conferido autonomía para su autogestión administrativa, autogobierno, realizar sus actividades sustantivas con libertad de cátedra y de investigación, elaborar sus programas y planes de estudio, y contratar al personal académico. Las 35 Instituciones de Educación Superior Estatal (UPE) a las que los Congresos locales les confieren autonomía cubren 30 por ciento de la matrícula del nivel superior y recibieron la cuarta parte del gasto público en educación

superior en 2019. En promedio se les otorgó un subsidio público ordinario por alumno de educación superior de 60 mil 578 pesos en el año en curso. La matrícula de nivel superior de estas instituciones públicas fue de un 1.22 millones y si le sumamos la correspondiente a la educación media superior impartida en 24 de las UPE, el total es de 1.76 millones de alumnos (cuatro UPE registran más de 100 mil alumnos cada una). En lo particular cada una de estas instituciones es importante, tanto por las funciones que realiza como por su membresía; en consorcio por la defensa de la autonomía, son un importante actor político. Durante los primeros 15 meses de gestión de Andrés Manuel López Obrador, 12 UPE han sido violentadas en su autonomía por cambios en la Ley Orgánica, en la mayoría de los casos, han sido amagos, en otros, se está discutiendo la reforma o se congeló, y en una entidad ya fue aprobada la reforma (Nayarit, 4 de enero 2020). En siete entidades donde ha habido intentos de reforma, la primera mayoría del Congreso local corresponde a Morena y la gubernatura a militantes del PRI, PAN o PRD; en tres entidades, la gubernatura y la primera mayoría del Congreso es de Morena y en dos, al PAN. Las agrupaciones nacionales de las Instituciones de Educación Superior, tanto públicas como privadas (ANUIES, Consorcio) y 34 UPE han manifestado su rechazo a las reformas a la ley orgánica por violentar la autonomía e ignorar a la comunidad universitaria en la modificación normativa, han enfatizado el rechazo a la iniciativa de los Congresos locales a transformar la estructura de los órganos de gobierno y designarles un organismo de control y fiscalización de la totalidad de ingresos y egresos de las UPE. ** Intervención en el seminario virtual Retos de la Educación, organizado por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades Alfonso Vélez, de la BUAP. Puebla. 8/09/20. Esta ponencia considera textos publicados en Saberes y Ciencias, suplemento mensual de La Jornada de Oriente, en sus ediciones 90, 95 y 96, correspondientes a agosto de 2019, enero y marzo de 2020, respectivamente. * sercorsan@hotmail.com


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Tékhne Iatriké José Gabriel Ávila-Rivera *

Alostasis, salud y vejez

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a vida es equilibrio y en la medida en las que éste sea más armonioso, tenderá a prolongar en una mejor forma la existencia de cualquier ser viviente. Sin embargo, en todos los fenómenos biológicos existe una competencia que implica una tendencia a la adaptación que dará lugar a un dinamismo extraordinariamente complejo de entender. El sabio francés Claude Bernard (1813 - 1878) fue un biólogo, médico y fisiólogo que, dentro de sus aportaciones a la ciencia, destaca un concepto denominado Homeostasia, que si bien no es un término exactamente suyo sino del fisiólogo estadounidense Walter Bradford Cannon (1871 - 1945), planteó las condiciones del medio interno como una serie de mecanismos que buscan precisamente el equilibrio celular, en la medida en la que un ser vivo unicelular, extrae elementos vitales para sobrevivir y al mismo tiempo, desecha partículas que no son útiles. Pero el concepto no abarca simplemente esta noción que en una forma simple se explicaría solamente como dar y recibir en una forma estática. Por citar un ejemplo, si la temperatura del medio extracelular cambia, se deben de llevar a cabo mecanismos extraordinariamente sutiles, a través de átomos o moléculas que modificarán en una forma definitiva, la actividad de un microorganismo o célula. En los animales como nosotros, conformados por innumerables células, se genera una necesidad de establecer equilibrios de características tan complicadas, que hacen del medio extracelular, nuestro “medio interno”. Pero Walter Cannon propuso que debe de existir una tendencia a mantener en una forma constante, estas variaciones que Bernard imaginó de una dinámica excepcional. Es decir que el margen de cambio que debe de existir entre el medio extracelular e intracelular debe de ser de un límite muy estrecho. Por eso combinó dos términos griegos: “homoios” que significa constancia y “stasis” que significa posición o estabilidad, dando lugar a la Homeostasis, como un mantenimiento de condiciones celulares internas que pueden sufrir variaciones, pero manteniéndose en condiciones relativamente constantes. Sin embargo, cuando un organismo es sometido a situaciones de exigencia extrema, la necesidad de establecer un equilibrio que tienda a la estabilidad, considerando las demandas futuras de requerimientos adaptativos que implican la interacción de diversos órganos y sistemas es la Alostasis, planteamiento de Peter Sterling (1940), quien es un anatomista, fisiólogo y neurocientífico que actualmente trabaja en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos, y cuyos aportes brindan conceptos que nos ayudan a entender cómo se generan los procesos biológicos, que se refieren a la salud y a la enfermedad. Parte de una serie de principios que afirman que los organismos están diseñados para ser eficientes. La eficiencia requiere intercambios recíprocos. La eficiencia también requiere ser capaz de predecir las necesidades futuras. Tal predicción requiere que cada sensor se adapte al rango de entrada esperado. La predicción también exige que cada elemento que ejecuta respuestas a estímulos, adapte precisamente su respuesta, al rango esperado de demanda; y si bien esta regulación predictiva depende del comportamiento, se dan otros mecanismos que también se adaptan. Así, todas las células de un animal van a responder en una forma coordinada. La homeostasis es la regulación del cuerpo a un equilibrio, mediante el ajuste de un solo punto, como el nivel de oxígeno, la glucosa o el PH de la sangre. Por ejemplo, si una persona que camina en el desierto está caliente, el cuerpo sudará y se deshidratará rápidamente. La Alostasis es adaptación, pero con respecto a un equilibrio más dinámico. En la deshidratación, el sudor ocurre a manera de un elemento para enfriar, pero esta es solamente una pequeña parte del proceso, con muchos otros sistemas que también adaptan su funcionamiento, tanto para reducir el uso de agua como para apoyar la variedad de otros sistemas que están cambiando para ayudar a esto. En este caso, los riñones pueden reducir la producción de orina, la membrana mucosa en la boca, la nariz y los ojos se secan; la producción de orina y sudor disminuye y las venas y las arterias se contraerán para mantener la presión arterial con un volumen de sangre menor. Cuando a cualquier médico le lanzamos la pregunta de lo que es la salud, podrá recurrir a una definición muy poco práctica y mucho menos precisa. Pareciera que imaginamos al cuerpo humano como una especie de máquina programada para sobrevivir en un modelo donde todo debe de mantenerse en una forma constante (es decir, en Homeostasis); pero es fundamental considerar

que pueden darse procesos de retroalimentación negativa, que corregirá errores con una especie de costo orgánico (lo que implicaría a la Alostasis). Hay dos ejemplos particularmente ilustrativos de esto. Conforme pasa el tiempo, las arterias como elementos que llevan sangre oxigenada a todas las partes del organismo, se van endureciendo, lo que provoca un incremento de la presión que asegure la llegada adecuada a todas partes; sin embargo, este proceso puede generar una ruptura que puede ser mortal. Se puede retrasar este proceso con medicamentos reguladores; sin embargo, inexorablemente, la hipertensión se agravará hasta llegar a ser una especie de asesino que culminará con la vida, en el peor de los casos y desgraciadamente también, en la mayoría. Otro ejemplo puede orientarse al riesgo de desarrollar Diabetes tipo II en personas obesas y no existe una respuesta que explique las razones por las que se alteran los controles orgánicamente automatizados para regular el apetito y así, evitar la enfermedad. Pero en el caso de los seres humanos contamos con el cerebro que, en un proceso integrador, puede establecer una especie de monitoreo que pueda predecir lo que en un momento será necesario llevar a cabo para prolongar la existencia en una dinámica que podría reflejarse en un efecto que nos conduzca a comportamientos que se lleven a cabo, digamos, justo a tiempo. Así, la salud, tanto física como mental, puede entenderse como la capacidad de responder dinámicamente a los cambios en la demanda que nos presiona ambiental y socialmente. Una integración del cerebro con el cuerpo, desde el punto de vista médico, nos puede ser de una utilidad inimaginable para tener como meta ir más allá de los tratamientos con medicamentos que, como todos sabemos, pueden reducir nuestra capacidad de respuesta adaptativa y por supuesto, tener un impacto en nuestra calidad de vida, sobre todo a medida que el tiempo pasa y gradualmente nos vamos poniendo viejos. No podemos dejar a un lado la recomendación de recurrir con mayor asiduidad a lo natural. Buscar elementos reconfortantes y gratificantes que llenen los grandes huecos emocionales que hemos heredado en la sociedad contemporánea, alejándonos de lo artificial. “Mente sana en cuerpo sano” es una cita de la Sátira X escrita por el italiano Décimo Junio Juvenal en el siglo I antes de la era común. La frase original en latín es Orandum est ut sit mens sāna in corpore sānō, que se traduce como ‘oremos por una mente sana en un cuerpo sano’. Me parece verdaderamente inaudito que, en la actualidad, llenos de tecnología, olvidamos estos conceptos antiguos que nunca han perdido su inapreciable validez. * jgar.med@gmail.com

Épsilon Jaime Cid

Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena. Ingmar Bergman (1918-2007) Cineasta

Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida. Pablo Picasso (1881-1973) Pintor

Todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos que hemos llegado. Francisco de Quevedo (1580-1645) Escritor


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Reseña (incompleta) de libros Alberto Cordero *

Turing **

** Lahoz-Beltra, Rafael (2017). La mente que inauguró la era de la computación: Turing, Genios de las matemáticas, Editec.

P

ese a su corta vida, Alan Turing fue uno de los personajes más influyentes del siglo XX. Algunos de los hitos de su carrera científica son el diseño de una máquina hipotética, la máquina de Turing, con cuya ayuda creó los conceptos teóricos que permitieron la construcción de los primeros ordenadores, y la confección de uno de los ordenadores más rápidos de su época, el Pilot ACE. Como criptógrafo destacó por conseguir desvelar los códigos Enigma, con los que los alemanes cifraban sus mensajes durante la Segunda Guerra Mundial. Y además realizó investigaciones pioneras con las que sentó las bases de la inteligencia artificial y la biología matemática. Esta obra se explica, de una forma amena y rigurosa, la naturaleza de estas aportaciones fundamentales para la evolución del mundo contemporáneo. Bajo este enfoque hemos aunado en un mismo libro elementos propios de un texto de “ciencia recreativa” con otros que son propios de una biografía, demostrando cómo algunos de los hallazgos más importantes de Alan Turing forman parte de nuestra vida diaria. Así, por ejemplo, el libro da respuesta a algunas interrogantes como: ¿qué es un ordenador?, ¿por qué se cuelgan los ordenadores?, ¿qué país inventó el ordenador?, ¿resuelven los ordenadores toda clase de problemas?, ¿qué es un captcha? ¿qué es un sistema de reconocimiento óptico de caracteres (OCR)?, ¿puede haber máquinas inteligentes?, ¿cómo funciona un ordenador cuántico?, entre otras preguntas. El carácter polifacético de las investigaciones de Alan Turing fue una manifestación más de su genialidad. Su capacidad para encontrar nuevas áreas de investigación y relaciones entre fenómenos o cuestiones aparentemente dispares solo fue igualada entre sus contemporáneos por el matemático húngaro John von Neumann. Con estos dos científicos nació en la década de 1940 el “científico multidisciplinar”, el sujeto sin fronteras en el conocimiento, capaz de abstraer de la biología, la economía, la sociología o la física los elementos comunes utilizando las matemáticas y los ordenadores, con la finalidad de unificar problemas en apariencia distantes, pero en el fondo similares. Turing es un personaje cuya vida y obra no dejan indiferente. Su vida como científico fue una auténtica aventura intelectual, rica en matices y hallazgos, y su vida privada, marcada por su homosexualidad en una época en la que en Gran Bretaña era considerado delito penal, estuvo repleta de anécdotas que lo convierten en un personaje singular, con una personalidad alejada de lo común. Los problemas derivados de su orientación sexual le provocaron la segunda de las profundas depresiones que padeció y que le llevó a acabar con su vida mediante la ingesta de cianuro, si bien el misterio que rodeó su muerte ha dado pie a otras conjeturas, entre ellas la del asesinato. Esta obra, que descubre tanto al hombre como al científico, se organiza en cinco capítulos. En el primero, tras un recorrido biográfico por su infancia y juventud hasta concluir sus estudios en la Universidad de Cambridge, se describe detalladamente una de sus principales contribuciones científicas: la

máquina de Turing, con las distintas variantes diseñadas por el genio británico y también por otros investigadores. Se describen también algunas experiencias sobre la construcción de máquinas de Turing o su simulación a través de software. El capítulo concluye con cuestiones más concretas, como el problema de la parada, que explica, entre otras cosas, por qué se “cuelga” un ordenador. En el segundo capítulo se narra cómo el acoso alemán sufrido por el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial llevó a los británicos a crear Bletchley Park, lugar donde los criptógrafos, entre ellos Turing, lograron finalmente descifrar los mensajes interceptados a los alemanes del III Reich. En ese contexto bélico, personajes como Turing, entre otros muchos, desplegaron todo su talento recibiendo un merecido reconocimiento al final de la contienda. Fue precisamente en Bletchley Park donde vio la luz el Colossus, considerado hoy el primer ordenador digital de la historia. La Segunda Guerra Mundial no solo fue un derroche en vidas, sino también de inteligencia. Tras esta estimulante experiencia, Alan Turing fue capaz de dar el salto definitivo desde el mundo abstracto de la máquina que lleva su nombre hasta el mundo real, construyendo un ordenador: el Pilot ACE. El tercer capítulo aborda una cuestión cuya polémica sigue vigente: ¿quiénes inventaron el ordenador, los británicos o los estadounidenses? Según la última revisión histórica fue el Reino Unido, gracias al Colossus, el país merecedor de este reconocimiento, por la fecha en que fue construido y por ser en aquella época el país más avanzado en el diseño y construcción de ordenadores. Entonces ¿por qué Estados Unidos le arrebató esta industria? Una vez descritas las características del Pitot ACE, y tras dar una respuesta a estas preguntas, nos adelantaremos en la arquitectura de Von Neumann, esto es, la forma en que desde entonces se organizan a nivel lógico y funcional los componentes de un ordenador, para concluir con los años en que Alan Turing se dedicó a la programación de ordenadores en la Universidad de Manchester. Ya próximo el final de su vida, Turing puso el colofón con lo que tal vez sea uno de sus proyectos más ambiciosos, sentando las bases teóricas de lo que más adelante se llamaría inteligencia artificial. Continuó con su labor en la Universidad de Manchester, aunque en esta ocasión dio un paso más y se hizo una pregunta realmente ambiciosa: ¿puede haber máquinas inteligentes?, materia de la que trata el cuarto capítulo. Turing diseñó circuitos de neuronas artificiales y creó una prueba aún en vigor, el test de Turing, con el que evaluar si una máquina, por ejemplo un ordenador, se comporta o no de modo inteligente cuando juega al ajedrez, traduce un texto de un idioma a otro o realiza cualquier otra tarea para la que un ser humano utilizaría su inteligencia. La última etapa de su vida fue tan fértil científicamente como la primera. Fue en sus últimos años cuando utilizó por primera vez un ordenador para el estudio y simulación de problemas biológicos, elaborando modelos matemáticos sobre el crecimiento y la formación de patrones en los seres vivos, al intentar dar respuesta a la cuestión de cómo se forman los patrones de bandas en la piel de las cebras. Fruto de estos estudios es el nacimiento de una nueva disciplina, la biología matemática. En la primavera de 1954, Alan Turing puso fin a su vida tras ingerir una manzana envenenada a la edad de cuarenta años. Los superordenadores, personales de mesa, portátiles, netbooks, tablets o los que son usados en el teléfono móvil, agenda personal o cualquier otro han sido omitidos en el presente libro. Sin embargo, todas esta máquinas no son más que la evolución natural de la maquina teórica de Turing. El legado de Turing no solo fueron sus aportaciones científicas, sus geniales hallazgos y su contribución a la informática, sino lo que su trabajo sugirió pero dejó sin concluir, y que ha inspirado a generaciones posteriores de científicos. Como ejemplo: el ordenador cuántico, el diseño de modelos de redes neuronales artificiales y su utilización en sistemas inteligentes en la vida diaria, y el estudio del ADN mediante ordenadores, la molécula de la vida, cuya estructura fue descubierta en el reino Unido por Watson y Crick un año antes de su muerte. Todo un viaje apasionante guiado por una de las mentes más interesantes y geniales del siglo XX, un pensador de máquinas pensantes, la fascinación de cuya figura no hace sino aumentar más de medio siglo después de su fallecimiento. * acordero@fcfm.buap.mx


octubre · 2020

El objeto del mes Raúl Mújica *

La novela de la Luna I sí se títula el capítulo V del libro De la Tierra a la Luna, del genial Julio Verne. La cuarentena me ha dado un poco de chance de releer algunos de los libros del padre de la ciencia ficción, según algunos. Me puse a leerlos en orden cronológico, empezando por Cinco semanas en globo, con en cual podríamos aprender mucho de la geografía de África, seguida por Viaje al centro de la Tierra, que nos enseñaría mineralogía, geofísica y más, ¡entrando por Islandia y saliendo por Italia! El tercer libro, en orden cronológico, escrito en 1865, es el mencionado De la Tierra a la Luna, cuyo capítulo V cierra diciendo “Tal era el estado de los conocimientos adquiridos sobre el satélite de la Tierra, que el gun club se propuso completar bajo todos los puntos de vista, tanto cosmográficos y geológicos como políticos y morales”. El gun club era, desde luego, la agrupación que se encargaría de lanzar el proyectil a la Luna. E infortunadamente, en este texto no haremos un resumen de todos los conocimientos actuales sobre la Luna, pero sí debemos ocuparnos de algunos eventos astronómicos de octubre relacionados con la Luna, ya que involucran mitos, creencias, colores que se difunden cada vez más. Empecemos con la canción, preciosa por cierto, que dice que “De las lunas, la de octubre es más hermosa”, y aunque la siguiente frase nos da la razón de su hemosura, “Porque en ella se refleja la quietud”, frecuentemente nos preguntan qué tiene de especial la luna de octubre. Resulta que a algunos les parece más grande, otros la ven más brillante, algunos más dicen que pueden ver más detalles, sin embargo, nada de eso sucede. Ya hemos tenido oportunidad de platicar sobre el fenómeno de la superluna, en el cual la Luna es aparentemente más grande y más brillante, pero sólo debido a su cercanía con la Tierra (http://saberesyciencias.com.mx/2014/09/04/superluna-la-ultima-del-ano/). La Luna se mueve alrededor de la Tierra en una órbita elíptica, de tal manera que algunas veces la Luna está más cerca de la Tierra que en otras. El punto en el que la Luna está más cerca de la Tierra, se llama perigeo y el más lejano, apogeo. Cuando tenemos Luna llena cerca del perigeo, se le ha llamado Superluna. En estas ocasiones la Luna parece entre 6 y 7 por ciento más grande que una Luna llena promedio y es aproximadamente 30 por ciento más brillante que una Luna llena en el apogeo. Debo aclarar que el término “Superluna” no es astronómico y, aunque suena como buen pretexto para que el público observe el cielo, puede ser contraproducente, ya que puede generar falsas expectativas, mejor llamémosla simplemente Luna en el perigeo. Regresando a octubre, pues no tendremos Superluna, así que no será ni aparantemenet más grande, ni más brillante que las lunas llenas promedio, pero un dato interesante es que el 16 de octubre la Luna se localizará a una de las distancias más cortas de todo el año, pero coincide con la fase de Luna Nueva, ¡cuando no podemos verla! Lo más cercano que he encontrado a una respuesta, o a una justificación de esta creencia, es que probablemente se trate de otro efecto, luego de tener una larga temporada de lluvia (y ahora de pandemia) durante meses no hemos podido observar la Luna, cuando en octubre, casi terminando la temporada de lluvia, podemos verla, pues nos parece más hermosa. Y para no acabar el texto de manera negativa, tendremos el “consuelo” de que habrá dos lunas llenas en octubre, el primero y el último día del mes. Y en estos caso aparece también otro nombre no astrómico. A la segunda luna llena que

A

· Tránsito de la Estación Espacial Internacional por la Luna. Crédito Juan Luna. Tomada de: https://www.facebook.com/nochedelasestrellasmx/posts/10158168120875900

ocurre en un mismo mes se le ha llamado “Luna Azul”, y desde luego no por el color, ya que sólo hay un par de registros históricos que mencionan que la Luna se vio azul. Estos eventos están relacionados con la erupción de un volcán, como la explosión del Krakatoa, en 1983, o la erupción de El Chichón, en nuestro país, en 1980, o un incendio, como el de Alberta, Canadá, en 1953. En erupciones o incendios se producen partículas de una micra de diámetro, que dispersan principalmente la luz roja y dejan pasar la luz azul, funcionando como un filtro en este color. Aunque no se vea azul, ni sea la más grande o la más brillante, es una buena oportunidad para asomarse fuera de casa y apreciar los detalles de nuestro satélite natural. * rmujica@inaoep.mx

Efemérides Agustín Márquez y José Ramón Valdés *

Calendario astronómico

octubre 2020

Las horas están expresadas en Tiempo Universal (UT)

Octubre 1. Los cúmulos abiertos NGC 869 y NGC 884 (el cúmulo doble en la constelación de Perseo), estarán bien ubicados para observación la mayor parte de la noche, hacia la parte noreste de la Esfera Celeste. Octubre 1, 21:05. Luna Llena. Distancia geocéntrica 405 126 km. Tamaño angular de la Luna: 29,5 minutos de arco. Octubre 3, 03:25. Conjunción de la Luna y Marte. La Luna estará 0° 43 al sur de Marte. Configuración visible, en dirección de la constelación de Piscis, hacia la parte este de la Esfera Celeste Octubre 8. Lluvia de meteoros Dracónidas. Del 6 al 10 de octubre. Máximo: 08 de octubre. Tasa máxima: al menos 20 meteoros por hora. Coordenadas radiante: AR=17h54m, DEC=+54º00 (constelación del Dragón). El mejor momento será desde el atardecer del día 8 hasta la madrugada del 9 de octubre, hacia la parte noreste de la Esfera Celeste. Octubre 10, 00:40. Luna Cuarto Menguante. Distancia geocéntrica: 388 670 km. Tamaño angular de la Luna: 30,7 minutos de arco.

Octubre 13. 23:18. Marte en oposición. En la oposición, Marte no será visible, pero estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, con una magnitud de -2.6, en dirección de la constelación de Piscis, hacia la parte este de la Esfera Celeste. Octubre 16 19:31. Luna Nueva. Distancia geocéntrica 356 918 km. Tamaño angular de la Luna: 33,4 minutos de arco. Octubre 21. Lluvia de meteoros Oriónidas. Del 2 de octubre al 7 de noviembre. Máximo 21 de octubre. Tasa máxima observable 15 meteoros por hora. Coordenadas radiante AR=06h20m, DEC=+16º00 (Constelación de Orión). El mejor momento será la madrugada del 21 de octubre, hacia la parte este de la Esfera Celeste. Octubre 23, 13:23. Luna Cuarto Creciente. Distancia geocéntrica 385 859 km. Tamaño angular de la Luna: 30,9 minutos de arco. Octubre 26. Galaxia M 33 (Galaxia del Triángulo) en la constelación de Triángulo, estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia la parte noreste de la Esfera Celeste. Octubre 30, 18:45. La Luna en apogeo. Distancia geocéntrica 406 373 km. Tamaño angular de la Luna: 29,4 minutos de arco. Octubre 31, 14:49. Luna Llena. Distancia geocéntrica 406 139 km. Tamaño angular de la Luna: 29,4 minutos de arco.

* amarquez@inaoep.mx , jvaldes@inaoep.mx


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