No. 11 / 26 DE MAYO DE 2013
ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Foto: Roman Polanski / Cortesía del Festival de Cannes
La venus à la fourrure, de Roman Polanski (París, 18 de agosto de 1933) cerró ayer el ciclo de proyecciones de películas en Competición para la Palma de Oro de esta 66 edición del Festival de Cannes, justo antes de la entrega de los Palmarés prevista para este domingo por la tarde.
ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES No. 11 / 26 DE MAYO DE 2013
La Gualdra en Cannes
Alain Delon, homenajeado en Cannes La tarde de ayer inició la premiación a las películas presentadas en el Festival de Cannes en esta edición 2013. Nuestros corresponsales Carlos y Lluna asistieron a la premiación del certamen Un certain regard, en la que los actores de La Jaula de oro, de Diego Quemada-Díez, fueron galardonados con el premio Un talent certain; se trata de los guatemaltecos Brandon López y Karen Martínez, y del chiapaneco Rodolfo Domínguez -quien no hablaba español antes de rodar la película-. La Jaula de Oro recibió también el pasado jueves el Premio Gillo Pontecorvo. Buenas noticias para México.
La Queer Palm, por su parte, fue entregada a L´inconnu du lac (Stranger by the Lake), dirigida por Alain Guiraudie. Y hoy, finalmente, conoceremos cuál de las películas que hemos venido reseñando en este espacio, será merecedora de la tan codiciada Palma de Oro. Aún tenemos esperanza de que Heli, de Amat Escalante sea la ganadora; aunque Nebraska, de Alexander Payne; y The immigrant, de James Gray, suenan con dos de las más fuertes contendientes. Los resultados los sabremos hoy. Que disfrute su lectura. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Crónica 25 de mayo Por Carlos Belmonte y Lluna Llecha
En el penúltimo día de festival fue presentado el film de una de las vedettes de Cannes y de la cinematografía mundial, Roman Polanski, con su La venus à la fourrure, y ahí estuvimos en la primera exhibición de la jornada que le da el banderazo de salida internacionalmente. Lo mismo que los días anteriores, corremos a la Gran Sala Lumière para la presentación de la cinta que cerrará el festival, Zulu, de Jérôme Salle, un agresivo thriller policiaco. El día se perfila ya mucho más sereno, con menos carga de trabajo una vez que los empresarios se han marchado del Palacio de Festivales, y han quedado únicamente los cinéfilos, periodistas y gente del staff que esperan las sesiones de premiación. La descarga de trabajo nos ofrece relajación a la hora de la comida y la oportunidad de asistir a la exhibición especial –su pro-
Por Carlos Belmonte y Lluna Llecha
gramación oficial fue el 23 de mayo- del film Opium, de Arielle Dombasle, que es parte de la selección oficial en la categoría de Clásicos. Una cinta basada en poemas y memorias de Jean Cocteau, retratada como un fresco renacentista. Tenemos que parar de ver y escribir sobre las películas porque es momento de asistir a las premiaciones y al homenaje a Alain Delon. Primero toca el turno de conocer a los ganadores de la categoría Una cierta Mirada: en donde la jaula de Oro se llevó el premio Un talent certain. Y ya por la noche, en pleno cocktail en la Terrazza Martini de la Croisette, la Queer Palm es para, L´inconnu du lac (Stranger by the Lake), dirigida por Alain Guiraudie. Ya sólo nos queda esperar el gran día para conocer el Palmarés oficial.
El evento estelar de la jornada de ayer fue, sin lugar a dudas, la presencia de Alain Delon (Sceaux, Francia, 1935), en la Croisette para promocionar la versión restaurada inédita de uno de los films que le lanzaron al estrellato, Plein soleil, de René Clément, rodado en 1960. Y es que este veterano actor –uno de los más rentables del cine francés, junto a Louis de Funès y Jean-Paul Belmondo– es uno de los grandes galanes cinemato-
gráficos de reputación internacional, y esta 66 edición del Festival quiso rendirle homenaje por el conjunto de su carrera: una larga filmografía que cuenta con más de 90 películas. Alain Delon reconoció que Plein soleil fue crucial en su carrera y que, de no haber aceptado el papel, probablemente no hubiese alcanzado el estatuto del que goza hoy. La película gozó, además, de gran reconocimiento internacional. Plein soleil, adaptación de la novela de Patricia Highsmith, The Talented Mr. Ripley, publicada en 1955, se enmarca dentro del género negro-thriller psicológico y narra la historia de Tom Ripley, un joven inquietante y amoral, que tendrá que convencer al hijo de un millonario americano, Dickie, para que regrese al hogar paterno. Tom aceptará el encargo e iniciará con Dickie y su amiga Marge una turbia, compleja e inquietante relación. Aunque Delon precisó que lo más importante del evento era la película y no él, lo cierto es que esta estrella mundial del cine, que fascinó a grandes realizadores y suscitó deseo y admiración a lo largo de su carrera, fue la gran vedette del día.
La Queer Palm para L´inconnu du lac, de Alain Guiraudie Por Carlos Belmonte y Lluna Llecha En medio de un público que abarrotó la Terrazza Martini de la Croisette en punto de las diez de la noche, la Queer Palm fue entregada a L´inconnu du lac (Stranger by the Lake), dirigida por Alain Guiraudie. Los actores, el director y los organizadores al igual que el jurado agradecieron el patrocinio que vino principalmente de Estados Unidos de Norteamérica, porque en Francia parece que aun no dan dinero para estas acciones. Sin embargo, lo más emocionante de la noche, aun sobre la premiación, fue el júbilo que mostraron los asistentes por el acontecimiento histórico de la legalización del matrimonio gay en Francia; ahora les falta, señalaron, conseguir la igualdad ante la sociedad. Los asistentes hicieron parte del espectáculo, uno de ellos disfrazado del sacerdote se subió al estrado para besar al maestro de ceremonias y provocar la algarabía de la noche que apenas comenzaba. En su cuarta edición compitieron las películas: Behind the Candelabra: my Life with Liberace, de Steven SoderCarmen Lira Saade / Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
bergh; La vie d'Adèle, de Abdellatif Kechiche; Bombay Talkies, de Anurag Kashyap, Djbakar Banerjee, Zoya Akhtar y Karan Johar; L’inconnu du lac, de Alain Guiraudie; Sarah préfère la course, de Chloé Robichaud; Les rencontres d’après minuit, de Yann Gonzales; Les garçons, et Guillaume, de Guillaume Galienne; y, Opium, de Arielle Dombasle. El jurado estuvo conformado por: João Pedro Rodrigues –presidente-, Daniel Dreifuss, Annie Maurette, Nicolas Gilson y Michel Reilhac.
Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Andrade Trinidad / Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
Edición especial de la Gualdra en Cannes No. 11 / 26 de mayo DE 2013
Un thriller cierra Cannes: Zulu, de Jérôme Salle Por Carlos Belmonte y Lluna Llecha de pasado traumático (Forest Whitaker) y el académico jurista y buen esposo pero inútil para la pelea (Conrad Kemp). Por supuesto ya podemos imaginar quién sobrevivirá, el de la vida alegre, por si quedan dudas. La trama: en Sudáfrica unos policías buscan desbaratar a una banda de traficantes de drogas que tratan de exportar una nueva con un componente químico que provoca reacciones violentas que llevan o al asesinato o al suicidio, y que fue probada en la población negra del país africano. El negocio está en vender una vacuna que curará la depresión, aquí, la relación, a decir verdad, no queda muy clara. Pero la historia es lo de menos. Lo demás son las casi dos horas de escenas trepidantes, balazos, peleas, machetazos y el cuerpazo de Bloom desnudo después de cada aventura sexual. Salle ha comentado que su intención era desarrollar la idea del perdón. Así que utilizó a Sudáfrica -como podría haber sido cualquier otro país- a 30 años del Apartheid para mostrar la importancia del per-
dón como justificación de “Las comisiones de verdad y reconciliación” creadas por el gobierno sudafricano con el objetivo de evitar las venganzas, y de permitir a los verdugos pedir la absolución a sus víctimas. De esta forma, el personaje de Whitaker, que sufrió las represiones contra los negros durante la niñez, ya de adulto ha sabido perdonar e incorporarse a la nueva realidad de su país con una cómoda vida. Su madre, todavía con residencia en las chabolas que no ha querido abandonar para seguir ayudando a los niños de la calle, se convierte en el vínculo que muestra los contrastes y, todavía, consecuencias del imperialismo. Entendemos la inclusión de este tipo de películas como parte de los objetivos que el festival tiene para abrirse a todos los gustos, y no sólo a obras tenidas como intelectualoides. Pero también debemos tener presente que estas producciones de gran presupuesto son las que pagan en la taquilla y aprovechan el escaparate del festival para aparecer en los momentos estelares.
Orlando Bloom, en Zulu (fotograma de la película).
Jérôme Salle, director de Zulu.
Prix Un talent certain para La jaula de oro Por Carlos Belmonte y Lluna Llecha La película mexicana, La jaula de oro, de Diego Quemada-Díez se llevó el Prix Un talent certain, en la ceremonia de clausura y entrega de premios de la sección Una Cierta Mirada, que tuvo lugar ayer por la tarde en la Salle Debussy. Pero fue L’image manquante, del camboyano Rithy Panh, la que ganó el Premio del jurado Una cierta Mirada 2013. Panh expresó su gratitud hacia el festival, el Jurado y su equipo técnico, con quien trabaja desde hace veinte años. En un acto que generó gran expectación, los miembros del jurado –presidido por Thomas Vinterberg y formado por Zhang Ziyi, Ludivine Sagnier, Ilda Santiago y Enrique González Macho– fueron los encargados de entregar los premios. Así, el Prix de l’Avenir fue otorgado a Fruitvale Station, del americano Ryan Coogler, que quiso dar las gracias al jurado, a Oscar Grant y a su familia –cuya vida inspiró el guión del film–, a los productores, entre los que estuvo presente Forest Whitaker, y a los actores. L’inconnu du lac, del francés Alain Guiraudie, se llevó el Prix de la mise en scène y el director agradeció a todo su equipo técnico el gran trabajo realizado. Y el Prix du Jury se atribuyó a Omar, del palestino Hany Abu-Assad, quien destacó estar muy agradecido con el Festival de Cannes por ser uno de los pocos festivales que muestran interés por películas diferentes.
Emoción para los chicos de la Jaula Rodolfo Domínguez de 17 años, que interpreta a Chauk en La jaula de oro, estaba tan emocionado que no podía ni siquiera organizar su discurso de agradecimiento frente a un público que se mostró enternecido por la presencia de tan jóvenes y humildes intérpretes. No menos emocionados, Karen Martínez de 17 años (Sara) y Brandon López de 16 años (Juan) expresaron palabras de agradecimiento para sus familias y los productores que hicieron posible su presencia en Cannes. Por su parte el director Quemada-Díez quiso hacer público su agradecimiento hacia los actores con estas conmovedoras palabras: “muchas gracias a vosotros por haber hecho este sueño realidad”. Al salir de la ceremonia los chicos, sin tiempo para reponerse de las emociones, se dedicaron a regalar autógrafos y a posar para periodistas y público en general que querían tomarse una instantánea con ellos. La jaula de oro comienza a recolectar premios La jaula de oro recibió también este jueves el Premio Gillo Pontecorvo concedido por el Instituto Internacional para el Cine y el Audiovisual de los Países Latinos, en conjunto con la Asociación Gillo Pontecorvo, presidida por Picci Pontecorvo. El reconocimiento se otorga a una personalidad de la cultura, de la industria y a una institución que ha contribuido a desarrollar, mejorar y afianzar el cine en su interés cultural e industrial.
Los actores de La jaula de oro, ganadores del premio Un talent certain
Festival de Cannes
Zulu es la película que cerrará el 66 festival de Cannes hoy domingo, pero la presentación para la prensa fue ayer por la mañana. Y como ya hemos comentado, en este festival se pueden encontrar de todos los géneros, para todos los gustos en todas las categorías mezcladas: desde una complicada pero artística clásica del cine como Opium (Arielle Dombasle) sobre la obra de Jean Coteau, hasta moralistas como Fruitvale Station, de Ryan Coogler. Así, que no habría razón para marginar a los thrillers policiacos al más puro estilo estadounidense –aunque el film sea francés-, a lo “misión imposible”. Dentro de este género que acabamos de describir, el film de Jérôme Salle, Zulu, incluido en la Selección Oficial de Cannes, pero fuera de la competición, tendrá el honor de clausurar el festival. Tres policías que cumplen los estereotipos clásicos: el desaliñado donjuán y alcohólico (Orlando Bloom), el jefe inteligente mesurado
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Edición especial de la Gualdra en Cannes No. 11 / 26 de mayo de 2013
La venus à la fourrure: Dios lo castigó y lo entregó en manos de una mujer” Por Carlos Belmonte y Lluna Llecha
Festival de Cannes
La venus à la fourrure, de Roman Polanski –junto a Only lovers left alive, de Jim Jarmusch– cerró ayer el ciclo de proyecciones de películas en Competición para la Palma de Oro de esta 66 edición del Festival de Cannes, antes de la entrega de los Palmarés prevista para el domingo por la tarde. Primer film en francés del director, La venus à la fourrure es la adaptación de una obra del autor dramático estadounidense, David Ives, Venus in fur, inspirada en la novela homónima del escritor y periodista, Leopold von SacherMasoch –que dio nombre al término “masoquismo” –, publicada en 1870. Ambientada en un teatro –entre el escenario, el proscenio, los bastidores y el patio de butacas–, la película empieza con un proceso de selección de casting en el que el director (Mathieu Amalric) busca a una intérprete protagonista para su próxima obra. Después de varias audiciones se presenta una actriz (Emmanuelle Seigner, esposa de Polanski), convencida de ser la adecuada para el papel. Una actriz vulgar, excéntrica y alocada que se metamorfosea en un ser distinguido, fino y misterioso cuando encarna al personaje de Vanda. Una verdadera Afrodita o Venus, surgida de las aguas, con todos los atributos ambivalentes que se le atribuyen a la diosa griega. Se trata de un auténtico huis clos –los personajes no abandonan en ningún momento la sala de teatro–, a la vez divertido y desestabilizante, que transcurre en menos de 24 horas y con dos únicos actores: Amalric y Seigner, que llevan todo el peso de la trama. Polanski respeta así a la perfección la regla de las tres unidades: tiempo, lugar y acción, propias del teatro clásico. Un tête-à-tête: Amalric-Seigner Dos únicos actores en el escenario que representan cada uno a dos seres diferentes: la actriz que busca trabajo y Vanda, el personaje de la obra que interpreta (para Emmanuelle) y Thomas, director de la obra, y Severic protagonista de la obra (para Mathieu). De ahí que la dificultad interpretativa principal fuera, justamente, la de pasar de un
personaje a otro de forma creíble para el espectador. Mathieu Amalric afirmó a este propósito en la rueda de prensa: “lo que preferí del texto es este pasar incesante, perturbador de ser dos a ser cuatro”. Dificultad que consiguen solventar sin problema y de forma natural, cambiando de tono, de actitud, de postura. Con esta película, el gran reto para Polanski era no aburrir al espectador, mantenerlo en vilo durante los 96 minutos que dura la cinta, intención que consigue mostrando la relación de dominaciónsumisión que se instaura entre los personajes. Un film que demuestra que la distribución de los roles no es tan maniquea y que se puede pasar de uno a otro con una facilidad desconcertante. La película es sencilla; la adaptación, rigurosa y fluida; la fotografía, de Pawel Edelman, muy cuidada con colores que le dan una gran calidez a las escenas y con un juego de luces constante; los decorados, creados para la ocasión por Jean Rabasse, de un gran realismo, y la música, compuesta por Alexandre Desplat, muy presente y central en el film. “Se trataba de crear una atmósfera de un teatro vetusto, filmado de manera realista al principio para ir progresivamente hacia la fantasía, el imaginario”, afirmaba el director, que en todo momento se mostró muy provocador y sarcástico en su discurso en la rueda de prensa. Polanski, ganador de la Palma de Oro en 2002 por The pianist, ha estado en el Festival de Cannes multitud de veces, ya sea con películas o como presidente y miembro del jurado. En este sentido comentó: “No puedo decir que no me importa [ganar la Palma], sería hipócrita. Hay que estar en competición y tener espíritu deportivo. No voy a decir que como ya tengo la Palma de Oro ya no me interesa”. Si La Venus à la fourrure fuera la gran premiada de esta edición, Polanski pasaría a formar parte del club cerrado de cineastas en haber conseguido dos Palmas de Oro en este prestigioso Festival. ¡Lo sabremos este domingo!
Fotogramas de la película La venus à la fourrure
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