SUPLEMENTO CULTURAL
No. 48 - 30 DE ABRIL DE 2012 - AÑO 1
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Hoy 30 de abril celebramos el Día del Niño y con ese pretexto le pedimos de favor a nuestros colaboradores que buscaran en sus archivos familiares alguna fotografía de cuando eran menores de edad. Reunimos las imágenes que están incluidas en páginas centrales y las compartimos con usted para que conozca cómo eran en su infancia quienes participan en esta publicación periódicamente, ya sea con artículos, entrevistas, fotografías, etc. ¿Ya adivinó quiénes son los personajes de esta portada?
Hoy 30 de abril celebramos el Día del Niño y con ese pretexto le pedimos de favor a nuestros colaboradores que buscaran en sus archivos familiares alguna fotografía de cuando eran menores de edad. El ejercicio resultó además de divertido, sumamente interesante. Primero, porque todos dijeron sí sin chistar y la reacción fue de alegría, casi todos rieron al contestar la solicitud y lo hicieron con agrado; en poco tiempo reunimos las imágenes que están incluidas en páginas centrales y que compartimos con usted para que conozca cómo eran en su infancia quienes participan en esta publicación periódicamente, ya sea con artículos, entrevistas, fotografías, etc. La mayoría de ellos hicieron comentarios similares, por ejemplo: “Me puse a buscar en mis álbumes y me pasé un muy buen rato recordando”, “Me emocioné mucho al ver cómo era cuando estaba chiquito”, “Pedí a mis papás que me mandaran una foto”, “No sabía cuál foto mandar, si en la que estoy vestida de mariposa, o donde me disfrazaron de angelito”, “Me acordé que en aquel entonces no tenía tantas preocupaciones”, “Mi mamá me disfrazaba de todo lo que se le ocurría”... Invariablemente todos “batallaron” para elegir su foto, y algunos de los compañeros quedaron indecisos porque me mandaron una foto muy seria y se quedaron con la tentación de mandarme ésa, en la que salían en calzones o con el típico peinado de “cacahuatito”… Pero ahí están, finalmente, las fotos de quienes decidieron compartir con nosotros una parte muy especial de su vida. Volvimos al pasado momentáneamente y nos llenamos de nostalgia, de esa pasión por retornar a los orígenes, al seno familiar. En cada una de las fotos están una historia, un lugar, afectos y quereres que nos hacen ser lo que ahora somos. Recordamos aquellos días en que efectivamente, teníamos menos preocupaciones, menos miedos, menos compromisos que cumplir. Nos divertíamos mucho, jugábamos con lodo, íbamos a la escuela, salíamos por las tardes a jugar con los vecinos, comíamos dulces, peleábamos con los hermanos por los juguetes y por la noche cenábamos juntos como si nada hubiera pasado, íbamos de vacaciones con los abuelos, en fin… jugábamos todo el tiempo.
¿Cuáles eran nuestros juegos? El trompo, el yo-yo, las muñecas, los caicos, los carritos, los “trastecitos”. Jugábamos a los encantados, al bebe-leche, al elástico, a la pichada, a la lotería, a las escondidas, al Chinchilagua, a las cebollitas, a la matatena, a los indios y vaqueros, al ¡Basta!, al Maratón, al Atari… En el radio, algunos escuchábamos a CriCri, a Parchís, a Enrique y Ana, a Timbiriche. Los de las generaciones anteriores a los años 80´s veíamos poca televisión porque sólo había dos canales –no había televisión por cable-, pero recordamos al Tío Gamboín y a Chabelo, veíamos Odisea Burbujas, El Tesoro del Saber, El Chavo del Ocho, y las caricaturas de La Pantera Rosa, El Gato Félix y Los Pitufos… ¡Qué tiempos aquéllos! ¿No? Hoy, aunque en el fondo sigamos teniendo algo de niños, las cosas han cambiado, con el paso del tiempo nos llenamos de responsabilidades, de trabajo, de compromisos económicos, etc. Ahora nos preocupan cosas distintas a la tarea de matemáticas que teníamos que entregar, o la monografía que deberíamos llevar a clase al día siguiente, o del disfraz que nos pondrían nuestras madres el Día del Niño, o la poesía que tendríamos que “recitar” el lunes en Honores a la Bandera. Hoy somos adultos y estamos preocupados por lo que pasa en nuestro país, por los gasolinazos, por la declaración de impuestos, por la situación de inseguridad que vivimos, por la incertidumbre de quién será el próximo presidente… Y estamos tan ocupados y agobiados por esto que nos hemos olvidado de sonreír. Y en ese sentido, a veces pienso que perdemos la noción de que nuestro paso por este mundo no es eterno. Este número, va dedicado a todos aquellos niños y niñas que fuimos algún día, pero sobre todo, a aquéllos que hoy son menores de edad y que viven desafortunadamente en condición de calle; a aquéllos que vemos todos los días pidiendo un peso para comer, a los que se quedan solos porque sus padres emigraron en busca de trabajo; a los que necesitan servicios de salud, a los que merecen una educación de calidad y una vida digna. A los niños y niñas que son nuestro presente.
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Ejemplo de niño por Gabriel Luévano Gurrola
La burbuja por Gustavo Contreras
Diáspora por Adso Eduardo Gutiérrez Espinoza Mi lectura por J. Manuel Trujillo
Galería de Infantes Gualdreños
Sierra de Pinos: un tramo del Camino Real de Tierra Adentro por Judith Ernestine Bosnak
Regalar libros a los niños por Eduardo Campech Miranda Castillo de sal si puedes por Andrea Sampedro
Acerca de Floyd, cerca de Parson por Miguel Carrillo
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La Catarina Sangrienta por Pilar Alba Poema de la eternidad y Emilio –jugando cerca de la piscinapor Roberto Galaviz
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Espacio de reflexión por Ximena Nava
Carmen Lira Saade / Dir. General
Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com
Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibída la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Sandra Andrade Trinidad / Diseño sandra.andrade@infodem.com.mx
30 de abril DE 2012
Ejemplo de niño Para Gustav Jung el inconsciente es un contenido mental olvidado o suprimido, dotado con complejos de carga afectiva. No necesariamente un demonio externo que prevarique el espíritu. Al contrario, habita en lo profundo de nosotros, enterrado, a la expectativa de una libertad intermitente para salir. Describe en su libro Arquetipos e inconsciente colectivo, un buen número de experiencias oníricas que ejemplifican figuras constantes que representan esa parte escondida de los individuos. Veamos los tres grandes arquetipos. El primero: la sombra. La sombra es el “uno mismo” ignorado, temido, pero deseoso de vivir. El encuentro con ella es inevitable, y permite el diálogo con lo primordial de la naturaleza que se encarna en nosotros. El resultado de la confrontación puede aligerar la tensión de creernos proyectos de otro, dolorosamente incompletos. Pero si el diálogo con la sombra torna oficial al aprendiz, para ser maestro hay que hacer lo mismo con el ánima. El ánima es algo viviente por sí, lo espontáneo. Desprende y torna movimiento a lo estático, arrasa a la vida lo muerto, desata los contrarios, azuza la jaula de los demonios y nos baja el cielo de los ángeles más altos. Lógico es pensar que este arquetipo produzca un resquemor en las mentalidades dogmáticas, que buscarán racionalizarlo. En ese caso se pierde el arquetipo y se le controla, ya a distancia, aniquilado. Las figuras arquetípicas se viven, no se explican, porque nacieron cuando el hombre no pensaba, sino que sentía, y su interior era el espacio donde la vitalidad crecía y giraba en círculos creativos y plenos. El tercer gran arquetipo, vendría completando el proceso emprendido por la sombra y el ánima. Ya activos los contrarios, habiendo bajado a los arcanos del alma, aparecen las dudas morales, otro clavo para nuestro calvario de por sí escéptico. El anciano sabio, representa al espíritu elevado, el sentido de la vida oculta, el conductor hacia el descanso (recuérdese la bella historia del caballo negro y el mago que encontró el paraíso). El anciano es la tentativa a descansar sobre el osario del ánima. A partir de símbolos tan sugerentes y oníricamente claros, es posible hacer una exploración a la experiencia propia del sueño, y tratar de explicar su recreación. Pongo de ejemplo un sueño que tuve hace tiempo: La calle en que vivía mi abuela contaba con una pequeña explanada, derruida, cínicamente pelo-
Por Gabriel Luévano Gurrola*
Banksy, No Future
na. Salvo algunos pequeños árboles en cierta época. Esta explanada separaba, en dos vías las casas de cada acera. Éste fue el escenario. Ahí me hallaba. No había venido de ningún lado, pero ahí estaba, y ahí estaba un ser horrible. No recuerdo si fue primero el alarido o la imagen. El caso es que la criatura tenía una apariencia híbrida, entre burro y centauro, grisáceo y enorme. Dicho ser espetaba enloquecidos gritos, berridos desgarrados, como si lo estuvieran torturando. En ese tiempo inasible que tienen todos los sueños, pude percatarme, para mi desventura, que probablemente los alaridos eran de placer, o satisfacción, pues iba a alimentarse. No de yerbajos o porquerías, sino de un niño, que de pronto apareció a unos cuantos metros del demonio y comenzó a correr. Se dio entonces una carrera breve donde escuché el golpear tesonero de patas y luego, los gritos de angustia del pequeño, que había sido levantado y cuya cabeza ya estaba siendo masticada por la bestia. Enfrente de la casa donde vivía mi abuela. El último recuerdo de la pesadilla fue el concierto de alaridos. De júbilo del ser y de dolor del niño. A pesar de la inmediatez de los protagonistas del sueño, primeramente podríamos analizar el escenario. La casa de una abuela y la explanada deberían representar, quizá no para todos los niños, pero sí para mí un lugar íntimamente ligado a la niñez. Como dijo el poeta mexicano, nuestra única y
verdadera patria es la niñez. En ella no existen los miedos y podemos, cobijados precisamente por la intuición pura, sin cortapisas morales o prejuicios dolorosos, sentirnos protegidos. El ánima, no hay que olvidar, tiende a caracterizarse como femenino. En nuestra cultura, la relación importantísima con la madre es la fuente para la vitalidad inherente de nuestros actos, sean loables o destructivos. Dejarse caer, de la mano del ánima, hacia lo profundo de esas sombras de la memoria en que se convirtió la infancia, es un retorno a la madre. O en este caso, a la abuela, otro tipo de madre. Pasemos ahora al centauro. Dice Borges en El libro de los seres imaginarios, que el centauro es el ser mitológico más armonioso de todos. Incluso comenta una opinión que asegura que los centauros son descendientes de Apolo. Cuán nobles y mesurados deberían ser estos seres. Solitarios, nemorosos, rehuyeron el contacto con los humanos. Sólo algunos de ellos tuvieron contacto con nosotros, y uno muy famoso, fue maestro de Aquiles. Ahora bien, ¿cómo es posible que un escenario placentero y puro y un ser tranquilo y solitario puedan reintegrarse en mi sueño con tintes tan infernales como los ya expuestos? Sigamos con la historia de los centauros. Resulta que en cierta ocasión los lapitas los convidaron a una boda y ellos, que no conocían el vino, se emborracharon tan desconsideradamente que uno de
ellos vejó a la novia y se dio la denominada Centauromaquia, una matanza entre los centauros y sus anfitriones. Vencidos, son expulsados de Tesalia y tiempo después Hércules aniquila a la estirpe. Curioso y fascinante es encontrar aquí los dos impulsos básicos, lo apolíneo y lo dionisiaco. El hijo de Apolo se emborracha y vuelve violento. La idea de perversión se presenta. Lo extraño resulta cuando identificamos al anciano sabio con el ser mitológico. Recuerdo que algunas de mis primeras lecturas consistieron en un compendio de mitología griega para niños y la imagen de los seres forestales me fue siempre bastante atrayente. En más de una ocasión, ya desde niño, deseé alejarme de la gente, y vagar, adentrarme en lo denso del bosque junto a un centauro, para que me contara o explicara la razón de la existencia, del estar vivo, del ánima. La casa de mi abuela, pudo haber sido una especie de bosque. La clave estriba en que al igual que el maestro se emborracha con los lapitas, el niño crece y pierde la inocencia, de cierto modo se pervierte y pierde la posibilidad del sueño como algo placentero y alimentado por las frustraciones, las traiciones, las burlas y los sinsentidos de la vida adulta, pierde su relación con el arquetipo. (Y todo esto para decir, que ahora entiendo por qué de niño siempre me dolía la cabeza. Y que aún me duele…) *gabriel_luevano@hotmail.com
LA GUALDRA NO. 48
La burbuja Por Gustavo Contreras
José Sánchez Pescador, Encuentro de don Fernando, Dorotea, Cardenio y Luscinda en la Venta, 1860-87.
El mundo es como una gran burbuja, una esfera que nos involucra unos con otros, mezclándonos entre sentimientos compartidos. Pero no sólo vivimos en una gran burbuja, poseemos una de manera individual, nosotros mismos la construimos y se alimenta de ilusiones, deseos y esperanzas; la idealización es una de las mejores cualidades que posee el ser humano, aunque sea también la más destructiva. Cuando la idealización se rompe, despertamos de vuelta en el mundo, caemos en esa burbuja que no permite soñar. Andar por el mundo resulta tortuoso: el aire, el suelo, la vida misma; todo da igual sin una creencia, sin una idealización. No cabe duda que el mezclarse resulta difícil cuando dejamos de flotar. No espero proyectar frustraciones al amigo lector, simplemente quisiera ejemplificar la vida desde una perspectiva romántica (vista desde el concepto original), ya que servirá cuando se explique un juego que se presenta previo a la ruptura de dicha burbuja. De alguna manera todos flotamos, no hablo de la levitación que el payaso Pennywise de Stephen King decía a sus víctimas, hablo de sueños que el hombre adopta para darle sabor a su existencia y donde aparece el deseo. Nada es para siempre, la burbuja se rompe y la vida se vive como
es: trágica desde el punto de vista que Nietzsche maneja en El origen de la tragedia y se apoya de La genealogía de la moral, donde la vida es insatisfacción, la búsqueda del deseo, aunque no por ello deje de ser vida. Quejarse poco o nada ayuda; ni siquiera a don Quijote y a Sancho Panza, pese a tantos golpes recibidos, les hubiera ayudado angustiarse. Hablar de El Quijote, la obra más importante escrita en lengua española, es pretender beber el agua del mar con un sorbo: la extensión, el contenido, la obra en sí lo impide. Cervantes supo concatenar toda una tradición en 1100 páginas, revolucionó la lengua. Dejemos cabalgar un poco a don Quijote y centrémonos en Cardenio, Fernando, Luscinda y Dorotea, personajes de un peculiar relato que se teje en torno a la historia principal. Sin darnos cuenta, don Quijote cabalgará con nosotros, sólo que al margen de la narración. Cardenio es un loco que Sancho y don Quijote se encuentran en el bosque, después de varios episodios cuenta a los aventureros el motivo del por qué andaba errante: cuando don Fernando, su amigo y compañero, conoce a Luscinda (eterna enamorada de Cardenio), se convierte en mal amigo al enamorarse de ella; no obstante, el
daño es doble cuando deja a Dorotea, su enamorada, y con quien ya estaba comprometido, para comprometerse con Luscinda. Dorotea y Cardenio escapan cada quien por su lado, mientras Luscinda y don Fernando se casan. Luscinda no tiene opción, pues su padre la obliga a quedarse (para él) con “el mejor pretendiente”. Desafortunadamente la burbuja de Cardenio y Dorotea se rompe, la desilusión es cruel. Luscinda pierde credibilidad por malos entendidos y don Fernando se convierte en el niño con el alfiler que rompió la burbuja de su amigo y su enamorada. Mientras avanza Cardenio con los aventureros, incluyendo a Dorotea por motivos que dejo al lector descubrirlos, cruzan camino con don Fernando, pues la historia se corta hasta donde a Cardenio le permite su conocimiento: Luscinda esconde una carta en su ropaje y don Fernando entiende que no le amaba. Ambos salen, don Fernando en busca de venganza contra Cardenio, quien desconocía esto último, y Luscinda se refugia en un monasterio. El centro de la reunión es en la venta donde don Quijote tuvo la batalla con unos cueros de vino tinto: don Fernando llega a la venta con Luscinda después de sacarla del monasterio, Dorotea reconoce a don Fernando y se desmaya. Cardenio reconoce a
don Fernando, pero éste no reconoce a Cardenio. Dorotea, al recuperarse, empieza a aclarar la confusión y con la voz de la mujer enamorada, le habla a don Fernando para hacerlo recapacitar: “Tú no puedes ser de la hermosa Luscinda, porque eres mío, ni ella puede ser tuya, porque es de Cardenio; y más fácil te será, si en ello miras, reducir tu voluntad a querer a quien te adora, que no encaminar la que te aborrece a que bien te quiera”.1 Luscinda se desmaya y, a punto de caer, Cardenio la sostiene. Don Fernando se da cuenta de ello y piensa en su venganza. Aunque luego desiste de su terquedad, acepta a Dorotea y desaparece la barrera que fabricaba desamores. Cardenio se queda finalmente con Luscinda. Todos recuperan su burbuja. Dentro de las facetas de realidad idealizada, y donde me refiero a la visión romántica, se encuentra el juego de desamores, un acontecimiento previo a la ruptura de la burbuja: cuando don Fernando rompe la burbuja de Dorotea y Cardenio, ambos caen al mundo real, dejan de idealizar a la persona amada, aunque sigan amándola. La insatisfacción sale a flote y la vida se les muestra trágica. El sentimiento predomina sobre la razón. No obstante, la fortuna que acompaña a don Quijote favorece a ambas parejas, todos se encuentran y los errores se enmiendan. La conclusión resulta favorable, aunque cabe resaltar dos factores que Nietzsche menciona para que el deseo perdure: uno sería la preferencia de la persona que nos daña sobre la que nos alivia; y el otro se resume en perder a la persona para que adquiera valor. En Dorotea funciona sólo uno: ella ama a don Fernando y a pesar de hacerle daño lo perdona. Por su parte, y en defensa del villano, don Fernando no resulta tan desconsiderado, pues se queda con la persona que le ama y remedia los dos males construidos con su propia decisión. Termina favoreciendo a Luscinda y Cardenio, y rompe el paradigma Nietzscheano: hoy se queda con la persona que le alivia y adquiere valor sin haberla perdido. El Quijote hizo posible que la burbuja, una vez rota, se avivara nuevamente y no desapareciera. Adquiramos un deseo y sigamos viviendo en nuestra burbuja. Si ésta se rompe vivamos la vida como se presente, así sea trágica, no hay vuelta atrás.
1 De Cervantes, Miguel, Don quijote de la mancha, Alfaguara, México, 2004, pp. 378-379
30 de abril DE 2012
Diáspora No algo se ha convertido en la sustancia de la vida, un espacio dejado entre la simiente, la oscuridad, y la razón, ¿acaso no hay valía en ello? El espacio paradigmático, hacer conciencia de lo que soy. No quiero introducirme en procedimientos existenciales, ya tan clásicos en mí, sino navegar con la bandera de lo que soy. Ahora, confieso, que tengo esa necesidad, temo a volar en el horizonte. ¿Qué es volar sino un proceso cognitivo de la libertad? Soy libre, incluso, para definir lo que soy, a través de hacer real mi pensamiento o darle significado a la palabra. Eso creía yo cuando leí a Heidegger y a Wittgenstein. En pocas palabras, no sé ni lo que digo. Hoy sintonizo la estación de radio para escuchar un poco de rock clásico. Janis Joplin me produce redobles en mi espíritu, cuánto dolor reunido en una persona: llorar y sufrir por lo que (no) se tiene. Escucharla, me hizo rememorar un discurso panegírico escuchado hace unos meses, con respecto a la banalidad del pensamiento y su carácter de hacer formal absoluta-
Por Adso Eduardo Gutiérrez Espinoza*
mente todo. En cierta medida, confieso que racionalizo todo, incluso el amor. Jamás he perdido la cabeza, influida por el corazón, jamás he sentido la vanagloria de levantarme, desperezarme, sólo para ver a mi objeto amado. Jamás he perdido la cabeza, amigo, racionalizo el corazón, sometiéndolo a procedimientos cognitivos muy inflexivos, propios de la materia gris. Envidio, amigo, tu capacidad de sentir dolor, amargura, perder la cabeza y emplear todos los medios posibles, incluso manipular un tercero, para llegar a X. Confieso mi admiración por esa capacidad de sentir y dejar todo por nada, retornar hacia el pasado para recuperar lo dejado: un amor que jamás será como antes. Eres joven, como yo; la diferencia: soy un joven viejo, mi alma ya ha de tener unos cuarenta años. No quiero ser tú, sólo quiero decirte que mi conocimiento me ha llevado a un lugar donde el amor es una cuestión del sentir, le doto de una característica fría, muy racional. Soy un corazón con el reloj del intelecto evolucionado en mi haber, he sobrevalo-
rado el conocimiento y cosecho ahora lo cultivado. He, a diferencia de Nietzsche, ignorado ya a la religión, sin matar a Dios, y al concepto de Dios, no me parece propio de mi intelecto, ni cubre mis necesidades, la visión o la creencia de un Creador; es ya, para mí, un mero pensamiento mágico. No puedo definir mis creencias religiosas a partir de una concepción divina porque sé no hay tal detrás. Mi razón es quien me da esas respuestas, esa capacidad de relacionar. Sin embargo, quiero engañarme, sentir esa protección mágica o irracional o, tal vez, una obvia vulnerabilidad traducida en un delirio de persecución.
* (Zacatecas, 1988). Estudiante de Literatura en la UAZ. tanatos1488@hotmail.com
Mi lectura Por J. Manuel Trujillo
Había llegado el día de retirar las vendas, revisiones anteriores indicaban que todo iría sin contratiempos, hoy por la tarde estaría viendo como antes. En los primeros segundos después de abrir los ojos todo era demasiado borroso como para saber quién era quién, parpadeaba, trataba de agudizar la mirada y poco a poco me quedó todo claro; podía ver de nuevo o dicho con las palabras correctas, podía leer el mundo. Pasó por mi mente toda esa teoría de la luz, los cromatismos y la ciencia de la perspectiva muy anteriores a mi nacimiento, las leyes que construyen la óptica, los tratados sobre la física de la visión, pude sentirlos desquebrajándose, cediendo sus cimientos y el edificio del razonamiento humano cuartearse y a punto de aplastar a sus constructores. Lo que el mundo me ofrecía cuando pude distinguir cada objeto era su palabra. De todo en lo que posaba la mirada surgía el nombre mismo, letra por letra. En el pan yo no veía más que la palabra pan y por una maquinación mía que logré dominar,
hacía surgir de todas las cosas un encadenamiento de palabras, una tras la otra, ligadas, muchas de ellas, con un lazo fuerte como un pétalo a una flor y otras sujetadas por una fina telaraña, distantes y de alguna forma relacionadas. Salían de todas partes y las podía leer en una especie de omnividencia, era lo más parecido a estar ante una página llena de adjetivos calificando un paisaje entero, desde el cielo y sus nubes, hasta un insecto que caminaba entre las pisadas de la gente. He logrado desentrañar de todo lo que me rodea hasta la última letra, no hay más, las imágenes son escasas en mis recuerdos. Todavía hoy logro distinguir grupos de esas figuras coloreadas, pero desaparecen rápido, se descomponen con mucha facilidad. Puede ser cualquier padecimiento propio de una vejez temprana que me dice lo cerca que estoy de perderlas por completo y lo único que me queda es aferrarme a un mundo que se describe por sí sólo en una palabra donde se condensan todas. Quizá es eso y desde ahora mis ánimos se centrarán en esa palabra, la encontraré así tenga que inventarla.
Dios no ha muerto, quiero creer en él, simplemente, en estos años, lo aparté de mí, porque mi conocimiento no me permitió creer en ello. Escuché en una película, parafraseándola, que el mundo está jodido, pero siempre hay algo por el cual continuar, un algo que nos haga ver que valió la pena levantarse, sonreír con sinceridad. Ahora entiendes por qué te admiro: eres capaz de amar y dejarlo todo, pues ese amor te permite continuar; en mi caso, me consume la creencia en la razón y vivo en una diáspora nihilista, donde no encuentro el sentido de mi propia existencia.
Xooang Choi
LA GUALDRA NO. 48
Abraham Orozco
Andrea Sampredro
Fátima Sánchez
Adso Eduardo Gutiérrez
Edgar A.G Encina
Gabriel
Luévano Gurrola
Alejandro
Ortega Neri
Eduardo
Campech
Heraclio Castillo
Alfonso
Lòpez Monreal
Eduardo Jacobo
Humberto Medina (Charro)
Raymundo
Cárdenas Vargas
Eduardo Román
Quezada (Torque)
Indalecio
(Flausebio Kalimán)
30 de abril DE 2012
Iván Martínez
Luis Armando García Garza
Mateo
Estrada Gaviria
Roberto Galaviz
J. Manuel
Ruiz Regil
Manuel
García Garduño
Mauricio Flores
Samuel Iván
Muñoz González
Jael Alvarado
Jánea
Marco
Villegas
Marianita Terán
Casillas
Odín Barrios
Nelson Guzmán
Sandra Andrade
Juan Carlos
Estrada Lazarín
Manuel Trujillo
Sergio O.Mayorga
Judith Bosnak
Maritere Espinoza
Pilar Alba
Víctor Hugo
Rodríguez Bécquer
LA GUALDRA NO. 48
Sierra de Pinos:
un tramo del Camino Real de Tierra Adentro
Por Judith Ernestine Bosnak *
Capilla de Tlaxcalita
Baile de Matachines
Al llegar por la mañana al poblado de Sierra de Pinos, en el sur de Zacatecas, se contempla un maravilloso cielo despejado. Bajo la sombra de sus portales todavía se siente helado, mientras que sus calles estrechas a plena luz del sol requieren que el visitante utilice un buen sombrero. La Plaza de Armas, mejor conocida como “Jardín Hidalgo”, es muy amplia y limpia, su superficie está ligeramente inclinada hacia el norte donde se encuentra el Palacio Municipal. Alrededor del kiosco en medio del jardín, se disfruta un ambiente sumamente verde, y por lo tanto muy acogedor, invitando a contemplar la vida sentado en un banco de hierro forjado. Sin duda es el sitio indicado para el pinense que lleva su periódico o a su persona amada. Quizás el lugar adecuado para el escritor en busca de palabras. Quizás el lugar perfecto para el historiador en búsqueda del pasado. Por cierto, es un lugar tan romántico e irreal para el visitante de tierras lejanas, que no deja de sorprender. Hay mucho que explorar en este poblado: es tiempo de recorrer sus calles. Por suerte nos acompañan los bailarines Matachines (también
conocidos como Matlachines) cuando nos dirigimos hacia el oriente, rumbo al barrio Tlaxcala. ¡Qué maravilla el sonido de las pisadas rítmicas en el suelo! ¡Cómo se destacan sus penachos brillantes de colores amarillo y naranja! Por fin, dejando el baile y la música atrás, pasamos por dos parques bonitos donde se encuentran varios obreros que están pintando cuidadosamente la parte inferior de las rejas que consiste de una pared bajita de color rojo terracota. Paseando por las calles hasta la Capilla de Tlaxcalita, se observa el pasado en el presente: varios ornamentos arquitectónicos, como las rejas en las ventanas, las portadas robustas de madera con clavos de puerta en forma de máscara y los balconcitos de hierro forjado, son testimonios de aquellos tiempos cuando en Sierra de Pinos y sus alrededores habitaban los grandes hacendados que sobresalieron en la producción de plata, oro y mezcal. El pueblo minero desempeñó un papel muy importante en el Camino Real de Tierra Adentro, una de las rutas más antiguas y extensas de las Américas. Por lo tanto Pinos
fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en Agosto 2010 cuando inscribieron El Camino Real en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Entrando al Templo de Tlaxcalita se nota la riqueza de los viejos tiempos: el retablo churrigueresco es simplemente magistral. Aún hay que descubrir más templos y arte sacro: regresamos al Jardín Hidalgo. Tanto al sur y al norte de la Plaza de Armas se encuentran dos iglesias majestuosas, ambas de tiempos virreinales. La Parroquia de San Matías al lado sur, con la torre de reloj Centenario a su costado, cuenta con una fachada barroca y en su sótano se localiza el Museo de Arte Sacro. Llaman la atención las bellas pinturas coloniales que se albergan en este museo. Por ejemplo, las que muestran a San José y a la Sagrada Familia son increíbles en cuanto a detalles, colores y estado de conservación. Vale la pena acercarse cuidadosamente para disfrutar su esplendor y líneas finas de oro. En la misma sala se exhiben custodias sagradas muy refinadas. El visitante se queda verdaderamente sorprendido en medio de tanta riqueza
* Doctora en estudios literarios y lingüísticos por la Universidad de Leiden (Los Países Bajos). judithbosnak@yahoo.com
Plaza de Armas
artística-religiosa. Al norte de la Plaza se levanta el Templo y ex convento de San Francisco en cuyo interior se pueden apreciar tres retablos dorados impresionantes: el altar mayor es del estilo churrigueresco y los dos laterales son de estilo barroco. Muy cerca del Templo San Francisco se ubica el Museo Comunitario IV Centenario, donde se puede apreciar un acervo curioso que consiste, entre otros, de restos fósiles, puntas de flechas, fotografías antiguas y máquinas de escribir. Varias piezas de uso cotidiano son donaciones de la gente del pueblo y cuentan con su propia anécdota graciosa de cómo llegaron a formar parte de la colección. Por fin visitamos una casona grande que están arreglando para convertirla en un hotel. La terraza del segundo piso da vista a la llanura de Sierra de Pinos. A lo lejos se distinguen las chimeneas de unas haciendas mineras. Entre las azoteas de las casas surgen de manera aislada algunos pinos muy elegantes que quizás son un recuerdo de los majestuosos bosques que en un lejano tiempo cubrieron esta hermosa comarca del sur de Zacatecas.
30 de abril DE 2012
Regalar libros a los niños Por Eduardo Campech Miranda
Desde hace meses, tal vez un par de años, que circula por la red un video de un pequeño que recibe, como regalo de Navidad, un libro. El niño muestra con un berrinche la desilusión causada por el obsequio. Más allá de la hilaridad que pueda causar la reacción del pequeño, queda de manifiesto la conducta no lectora de los padres, o de quien haya decidido qué regalarle. Si en esa casa se leyera, hubiera libros, visitaran bibliotecas, librerías, ferias de libros, el niño actuaría distinto, pero no se haría famoso, no circularía en Youtube, Facebook o correos electrónicos, pero recibiría con agrado, y hasta emoción, el libro. El propósito de quien hizo el regalo supone una buena acción, sin embargo desafortunada, como invitar unas exquisitas carnitas a alguien con colesterol alto. Si hoy piensa ofrecer a algún niño un libro, cerciórese de considerar algunas cuestiones básicas: • La relación cotidiana, libre, que el niño tiene con los libros. Es decir, si acostumbra leer fuera de la obligatoriedad escolar y familiar. • Los gustos e intereses del presunto lector. Si éste no le gusta el balompié,
por favor, evite darle títulos como El fútbol a sol y sombra o Pateando lunas. • Los propósitos que persigue al desear que el infante lea. A la par de la edad, los intereses lectores, los propósitos definirán mucho del contacto con el libro y la palabra escrita. • Evite cuestionamientos, en torno a la historia, como si fuese un interrogatorio judicial o ministerial. En caso de que usted crea que ese método es infalible, no olvide el Tehuacán. • Si no tiene ni la más mínima idea de lo que la literatura infantil puede ofrecer, y su universo se circunscribe a los cuentos de hadas clásicos, los libros de Walt Disney, de personajes de dibujos animados, entonces la recomendación es que se asesore en una biblioteca pública o en una librería. En caso de no confiar plenamente en estas dos opciones, busque por sí mismo reseñas bibliográficas en línea. Recomiendo los blogs, que tienen libertad de opinión, sin compromisos editoriales. Dice Felipe Garrido que el goce de la lectura está disponible para quien esté educado a hacerlo. Ese proceso es constante, interminable, cotidiano. Es un proceso de lectura del mundo y de la palabra, de con-
versaciones y espacios colectivos. De esta manera, el lector no se sentirá como el Minotauro: solo en un laberinto. Acompañar y no supervisar, es una estrategia que puede ser el hilo
de Ariadna. Pero, principalmente, compartan las lecturas, sus opiniones, sus puntos de vista, las imágenes que construyen. En sus manos está mucho de la formación lectora de su vástago.
existen en muchos lugares, por ejemplo en el libro La invención de Hugo Cabret llevada recientemente al cine por Martin Scorsese, el mismo Harry Potter, la niña llamada Arya Stark que encontramos recorriendo caminos dentro de Canción de hielo y fuego, en los niños de películas que retratan la situación bélica en el medio oriente como Las tortugas también vuelan, los que aparecen en la película Voces inocentes o ¿por qué no? Los infantes que viven en la extrema pobreza, trabajando en fábricas chinas, en minas de diamantes africanas, viviendo en las calles de países europeos o aquí mismo en México los niños que no tienen nada o los que han quedado huérfanos por una guerra que no es nuestra. Ellos, junto con muchos otros son los personajes que tomaría Charles Dickens para sus novelas en la actualidad, éstos eran los personajes infantiles del escritor que retratan un poco de su
propia infancia: “Dickens tuvo que suspender sus estudios y comenzar a trabajar a los doce años en una fábrica de betún situada en uno de los barrios más miserables de Londres […]”. 1 También dice Sergio Pitol que David Copperfield es una lectura que cuando lees mientras eres un niño sientes que es como un cuento de hadas pero cuando la relees tiempo después observas todas las atrocidades que pasan, todas la imperfecciones “Pero no sólo las relaciones filiales no existen en el libro sino que toda relación familiar resulta viciada, corrompida o conflictiva”. 2 Sobre esta afirmación me encuentro en un punto intermedio, es cierto que nos damos cuenta de aspectos que no notamos en una primera lectura, pero eso ocurre con todo lo que vemos cuando somos unos niños, a veces las heroínas de cuentos de hadas que tanto nos gustaban cuando éramos pequeños nos parecen tontas cuando las vol-
vemos a ver. Aun así cuando acabamos de ver las películas de nuestra infancia y cuando terminamos la lectura de David Copperfield nos sentimos felices, los personajes tan queridos acaban bien, alcanzan la felicidad que desean y por lo tanto nos la regalan. Leer a Charles Dickens me ofreció un viaje al pasado, desde el principio del primer capítulo. Me llevó a una infancia que casi no recuerdo pero que estuvo rodeada por sus historias: las navidades que asustaban un poco con el Señor Scrooge, la unión familiar con El grillo del hogar, la desgracia con un toque de diversión junto con unos pequeños Oliver y David que pudieron haber sido amigos. Todo esto con una enseñanza, con un mensaje de unión y amistad que al final nos convirtió un poco en las personas que somos ahora. Así que lean a Dickens porque le hace bien al espíritu y aprendan de él con responsabilidad y desenfado.
Por Andrea Sampedro Charles Dickens se ha mantenido a lo largo del tiempo en la mente de las personas, ya sea porque todos hemos visto alguna vez una de las versiones cinematográficas de Canción de Navidad (mi favorita sigue siendo en la que el tío Rico McPato es Scrooge), las también innumerables cintas de Oliver Twist, la versión en miniserie de Casa Desolada o David Copperfield (en la cual el niño David era el actor que luego todos recordaríamos como Harry Potter y la tía Bessy era Maggie Smith, o sea la profesora McGonagall), tal vez simplemente en algún momento dejamos nuestras grandes esperanzas (literal y metafóricamente) en una feria de libro. Otra probabilidad es que hayamos leído alguno de sus libros en nuestra más tierna infancia y de una forma u otra nos haya dejado una huella indeleble. A mí me marcó de una manera curiosa, suelo ver niñitos “dickensianos” en todas partes, creo más bien que
1 Sergio Pitol, Adicción a los ingleses. Vida y obra de diez novelistas, Lectorum, México, 2002, p. 40 2 Sergio Pitol, op.cit., p. 48
LA GUALDRA NO. 48
JUEVES 3, 10, 17, 24 y 31 Tradicional Concierto Banda Sinfónica del Estado Dir. Salvador García y Ortega Plazuela Goitia 19:00 horas VIERNES y SÁBADOS Leyendas de Zacatecas Frente a Catedral 20:00 horas SÁBADOS 5, 12, 19 y 26 Restauración Virtual del Antiguo Templo de San Agustín 20:00 horas SÁBADO 5 Danza folklórica Presencia Cultural COBAEZ Plantel de Ignacio Zaragoza y Villa González Ortega Teatro “Ramón López Velarde” Entrada libre / 17:30 horas DOMINGOS 6, 13, 20 y 27 Tradicional Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Dir. Florentino Raygoza Casa Municipal de Cultura de Zacatecas Entrada libre / 18:00 horas MARTES 8 Martes de lectura en voz alta Obra de Rosario Castellanos Participan: Mediadores de Salas de Lectura, Alumnos de la Unidad Académica de Letras de la U.A.Z., público en general Vestíbulo de la Cineteca Zacatecas Entrada libre / 18:30 horas DOMINGO 13 Domingos de canto Alumnos de la Academia de Canto de la Unidad Académica de Artes de la UAZ. Auditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” Entrada libre / 13:00 horas VIERNES 18 Participación de los municipios Banda Municipal de Tacoaleche Dir. Arturo García y Ortega Fuente de Luz y Sonido del Parque Sierra de Álica 19:00 horas SÁBADO 19 Danza folklórica Presencia Cultural COBAEZ Plantel de Loreto Teatro Ramón López Velarde Entrada libre / 17:30 horas Jóvenes en movimiento Rock progresivo metal instrumental Mil900 Dir. Mario Ortega Fuente de Luz y Sonido del Parque Sierra de Álica 19:00 horas MIÉRCOLES 23 Bellas Artes a todas partes Lectura en voz alta: “Leo… luego existo” Patio del Museo Zacatecano Entrada libre / 19:00 horas VIERNES 25 Inauguración de la exposición de fotografía Diego y Frida. Una sonrisa a mitad del camino Fototeca de Zacatecas Pedro Valtierra 20:00 horas Permanencia: 29 de julio En colaboración con Alianza Francesa, Zacatecas
DOMINGO 27 Domingos de canto Alumnos de la Academia de Canto de la Unidad Académica de Artes de la UAZ. Auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez Entrada libre / 13:00 horas MUNICIPIOS JUEVES 24 Bellas Artes a todas partes Lectura en voz alta: “Leo… luego existo” Teatro Hinojosa Entrada libre / 20:00 horas MUSEOS Y GALERÍAS ANTIGUO TEMPLO DE SAN AGUSTÍN Retrofutura Obra del Mtro. Rafael Coronel Permanencia: 10 de junio MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUÉREZ Pintura Alquimista Matérico Obra de Álvaro Blancarte Sala de Exposición Temporal I Permanencia: Junio 30 Colectiva de pintura Abstracciones (Querétaro) Sala de Exposición Temporal II Permanencia: Junio 30
Javier Cortez, Ángeles Perelló, Pedro Valtierra, Armando Ezequiel Haro, Eduardo Román Quezada, Juan Carlos Villegas, Enrique Barajas Pro. IRMA VALERIO GALERÍAS Exposición colectiva y venta permanente: Manuel Felguérez, Pedro Coronel, Rafael Coronel, Francisco de Santiago, Mario Martín del Campo, Jazzamoart, Sergio Garval, Luis Filcer, Benjamín Domínguez, José Luis Bustamante, Ismael Guardado, Georgina Gómez, Gabriela Suárez del Real, Emilio Carrasco, Rito Sampedro, Rita Gallé, Carmen Alarcón, Enrique Barajas Pro José Esteban Martínez, Jorge Vallejo MUSEOGRABADO Exposición y venta de obra gráfica: Francisco Toledo, Vicente Rojo, Manuel Felguérez, Alberto Castro Leñero. Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” De lunes a sábado de 10h00 a 17h00 Tel: 492.103.04.07 www.museograbado.com MUNO Exhibición y venta de obra gráfica: Bem Dierckx, Marcelo Balzaretti, Plinio Ávila, Ernesto Morales, Adam Leech. Objetos de diseñadores mexicanos Tacuba 128, centro histórico De lunes a sábado de 12h00 a 21h00 horas Tel. 492.126.56.32 www.muno.com.mx
TALLERES, CURSOS Y SEMINARIOS Colectiva de cerámica Tierra y Fuego Sala de los Zacatecanos Permanencia: Junio 30 Visitas guiadas Grupos escolares Lunes, miércoles, jueves y viernes de 10:00 a 12:00 horas, previa cita 924 37 05 Visitas guiadas para familias. Domingos de 10:00 a 13:00 horas, previa cita 924 37 05, según disponibilidad, entrada gratuita para los zacatecanos. MUSEO FRANCISCO GOITIA Transparencias Grupo Negro (Charlie Tomorrow, Tarcisio Pereyra, Cora Van y Javier Cortez) Salas de Exposiciones Temporales I y II Museo Francisco Goitia 20:00 horas Permanencia: Hasta mayo 13 FOTOTECA DE ZACATECAS PEDRO VALTIERRA XV años del taller fotográfico de Mary Ellen Mark en Oaxaca. Colectiva Permanencia: 20 de mayo En colaboración con el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, Oaxaca, Oaxaca. La ciencia en un click Concurso Nacional de Fotografía Científica Permanencia: 10 de junio En colaboración con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología Taller de colodión húmedo 4, 5 y 6 de mayo en las instalaciones de la Fototeca GALERÍA ARROYO DE LA PLATA Exposición colectiva y venta permanente Manuel Felguérez, Pedro Coronel, Rafael Coronel, Emilio Carrasco, Juan Manuel de la Rosa, Luís Felipe de la Torre, Francisco de Santiago, Ismael Guardado, Jesús Reyes Cordero, Tarsicio Pereyra, Luís Enrique Gutiérrez,
INSTITUTO ZACATECANO DE CULTURA Talleres de Danza Ballet Clásico – Blanca Alatorre Danza Contemporánea – Mauro Cháirez Danza Flamenca – Ángeles Valle Danza Jazz – Susana Alemán De lunes a viernes De 16:00 a 21:00 horas De enero a junio 2012 CENTRO CULTURAL CIUDADELA DEL ARTE Talleres de Música Guitarra y Trompeta - Antonio Ramírez Zacarías De 8:00 a 10:00 horas De agosto 2011 a junio 2012 CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE ZACATECAS Dibujo y pintura infantil – David Pastrana Morales Dibujo y pintura – Netzahualcóyotl Del Real Grabado en relieve – Eduardo Arvizu Olivan Teatro para jóvenes y adultos – Juan Manuel Chávez Concha Introducción al arte circense contemporáneo – Martín Solchaga Danza Árabe – Rosalba García y Blanca Bautista Ballet para niñas – Jazeth Rodríguez Danza flamenca – Cecilia Becerra Tango – Mizrahim Martínez Samba – Eréndira Campos Danza jazz – Iván Iñiguez Guitarra, piano y bajo – Ernesto Antonio Ruiz Violín – Oscar Antonio Pinedo Canto y piano – Rafael Ernesto Ugalde Guitarra eléctrica – Jesús Alejandro Becerra Escobedo Patch working cuilting – Rosy Garnica Lectura en voz alta, declamación y poesía coral – Fernando Aragón Valladares Mayores informes: Jardín Independencia No. 100, Centro Histórico, Tel. 924 88 18
30 de abril DE 2012
Acerca de Floyd, cerca de Parson Después de tres décadas volvió a vibrar la música de Pink Floyd en la Plaza de Armas de de Zacatecas. El domingo primero de abril de este 2012 el “Shine On Your Crazy Diamond” se dejó caer desde la casi luna llena, planeando por los linderos del Cerro de la Bufa hasta llegar a las luces ámbar de la Catedral, a cargo del grupo Surrogate Band de San Luis Potosí, acompañados de los músicos de la Orquesta Filarmónica de Zacatecas, bajo la bajo la batuta del maestro José Guadalupe Flores, titular de la Orquesta Filarmónica de Querétaro. La primera vez, no hubo ninguna de estas peculiaridades de ejecución y desempeño, tan solo fueron tocada ésta y algunas otras composiciones más por un Radson con tocacintas, allá a finales de los setentas del siglo pasado, cuando un grupo de alumnos se aventaban una cascarita durante una guardia nocturna, en un movimiento en pos de una nueva escuela. En esa época los huéspedes del Hotel Reina Cristina se quejaron de tan especial serenata; mientras que este pasado domingo de abril, la gente emotivamente exclamaba de una forma inequívoca que Syd Barrett no había muerto, que vivirá cada vez que se desprendan las notas y los efectos de esa magnífica composición. Es en esencia una de las mejores propuestas de ese grupo inglés sin precedente. El magma de que está hecho Pink Floyd es de una neta intención de escape, de pleno viaje, sin dejar de ubicar el piso, la Tierra, el Sol y el ajuste de sus controles, la Vía Láctea, las demás galaxias, los hoyos negros, el Universo en sí; regresar desde esas odiseas de sonido para advertir “Hey Eugenia, ten cuidado con esa hacha”. Y aunque sentimos que The Wall fue
y seguirá siendo un éxito, debemos de reconocer que ésa no era precisamente la propuesta inicial de Pink Floyd, pese a que el nombre de la banda se conciba desde los queridos acetatos de blues de Barret, de los músicos Pink Anderson y Floyd Council. No por nada desde los inicios perdidos de Syd, el grupo montaba un avión en el escenario. El viaje, musical antes que nada, antes de cualquier catalizador alto o bajo octanaje. El muro, es una impactante denuncia más que una propuesta musical. Ahora bien, el Pink Floyd Sinfónico tiene como emblema la portada de El lado oscuro de la luna, porque con este disco se consagraron como una banda imponente y fuera de serie. Sin embargo, ellos aportaron un material de sonidos, figuras, canciones, efectos, carcajadas, bromas y un canto hecho llanto -o al revés- que finalmente Alan Parson, escuchó, escogió, mezcló y depuró desde una consola. Sí, el mismísimo Alan Parson que el jueves 12 de abril pasado se presentó en el mismo sitio y con la misma gente. Alan Parson no volvió a trabajar para Pink, pues surgió su Alan Parson Project, que no ha sido un mal proyecto; desde sus inicios, cuando emitieron grabaciones como “Tales of mistery and imagination”, “I Robot”, “Pyramid”, “Eve”, “The turn of a friendly card” y “Eye in the sky”. Aunado a esto, Alan Parson ya tenía su trayectoria, discreta pero sustancial, había participado en los discos “Abbey road” y “Let it be”, de The Beatles; en “The year of the cat”, de Al Stewart; en algunas composiciones con Wings de Sir McCartney; y hasta con otros de la Ola Inglesa como los Hollies: “Ain’t heavy he’s my brother”. Y pese a que Pink Floyd está etiquetado como un grupo de rock progresivo y Alan Parson en un estilo
Por Miguel Carrillo*
por entero Pop, ambas etiquetas no son del todo adecuadas y del todo ciertas. Alan presenta en muchas de sus composiciones, melodías tan frescas, delicadas y perfectamente estructuradas, aunque no sean por entero complejas; se puede decir que él propone más que nada un Pop progresivo. En tanto que Pink Floyd siendo rock, sea o no en planeador, o en una línea de fuego, en una madre sobreprotectora, o
en los mismísimos controles del Sol y de la Luna, entre Nosotros y Ustedes. Recomiendo ver “Classic albums: The making of the dark side of the moon”, el documental del cómo se fue configurando y desarrolando esa espectacular grabación; en ella se puede ver los aspectos fundamentales y de talento de que está hecho la gran aeronave llamada Pink Floyd y el gran ingeniero de sonido llamado Alan Parson.
* Mejor conocido por los cuates como El Duro. mcarrill@imp.mx
Storm Thorgerson
LA GUALDRA NO. 48 / 30 DE ABRIL de 2012
La Catarina Sangrienta Por Pilar Alba*
Hace algún tiempo, en un lugar muy pero muy lejano… no se crean, tampoco era tan lejano como piensan. Existía una catarina (o mariquita -aunque ese nombre no me gusta-, o vaquita de San Antonio o chinita, como les dicen en otros países) linda y pequeña que no tenía otra ilusión más que llegar a ser una catarinita adulta y feliz; pasear de planta en planta, beber gotas de rocío, extender sus alitas bajo el sol, posarse de vez en cuando en la palma de la mano de un niño curioso y volar rápidamente antes de quedar atrapada. Pero un día, escuchó un alboroto en el campo, a lo lejos se acercaba una caravana de lucha libre. Juntó los ahorros de todos los domingos que tenía guardados en un frasco debajo
de la cama para poder pagar la entrada a la función que ofrecían en la tarde. Rogó, lloró, suplicó, moqueó y moqueó hasta que sus padres la dejaron ir con la condición de que la acompañara su hermano mayor. En la función ella se emocionó mucho al ver cómo los luchadores daban saltos
de cuerda en cuerda, cómo volaban por encima del público, le fascinaron también las máscaras y los atuendos que vestían. Así que de pronto tomó una determinación y decidió que para ser feliz: tenía que convertirse en luchadora. Aunque no le gustaba la lucha técnica, porque era pausada,
Poema de la eternidad y Emilio –jugando cerca de la piscina-
Por Roberto Galaviz
Espacio de reflexión
Emilio se divierte junto a la piscina acaba de cumplir 6 años persigue a los bichos y a los moscos que aparecen cerca del área, en el aire cálido existen -desde este momento-, millones de palabras y aventuras que lo esperan en la vida. , pero –mientras tantojuega a ser invisible, inmóvil e inasible, juega a camuflarse con lo que hay por todos lados para atrapar in fraganti el instante casi quieto de la tarde. tiene el poder de hacerlo aunque todavía no lo sepa. , de pronto me alerta del inminente peligro: -Tío Robbie, hay una eternidad de mosquitos a tu alrededor, me dice. Para él, la eternidad es infinita, incontable. , Lo observo, y con una ternura que no cabe en todo el idioma español -ni en ningún otro-, pienso:
Por Ximena Nava*
¿A los cuántos años, nos damos cuenta que la eternidad no es nuestra? Que no nos pertenece que por más que queramos nos dura a lo mucho 100 años... Emilio gruñe y ruge y salta espantando la temible invasión sobre mi cabeza estoy a salvo, al menos hoy.
monótona y triste, parecía más truco que lucha de verdad, así que resolvió irse por el lado de los rudos que son más veloces, fuertes y ágiles; desde ahí se llamó: Catarina Sangrienta. Pero su decisión no tuvo un final feliz, pues resultó un fracaso como luchadora, porque la Catarina Sangrienta era tan tierna y dulce que a los otros luchadores les daba pena pegarle, cuando por accidente la tumbaban, la lucha se paraba y sus contrincantes casi con lágrimas en los ojos le pedían disculpas y juraban que jamás lo volverían a hacer… entonces los espectadores de las luchas se alejaban de la arena enojados gritando: ¡Quiero ver saaaaangreeee! La Catarina Sangrienta, tomó entonces otra decisión, se dedicaría nada más a volar entre las cuerdas y dar brincos muy, muy altos, para que la gente se emocionara con sus acrobacias, así que de sangriento nada más le quedó el nombre… aunque dicen que a veces cuando en el campo algún insecto se encuentra en peligro o necesita un poco de ayuda, de pronto se aparece la Catarina Sangrienta para auxiliarlos y que tiene muchas, muchas historias por contar todavía.
Barry McGee AKA Twist
Este relato corto está basado en una escultura de mi papá. Él dice que en los baños públicos, ya sabes, de plazas, restaurantes, etc., encontrarás diferentes historias simplemente observando la forma en que las personas acomodan los pies. Hay gente precavida, gente ruidosa, gente nerviosa, gente que olvidó el papel, gente preocupada, y entonces está este místico personaje, el de los converse azules que parece estar esperando a la suerte, yo lo llamaría un intelectual cohibido que ha encontrado su espacio de reflexión en el baño. Pocos lo han visto, pero si lo llegaras a ver ¿lo saludarías por mí? * (Batichica)