SUPLEMENTO CULTURAL
No. 165 - 15 DE SEPTIEMBRE DE 2014 - AÑO 4
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Documento localizado en Benson Latin American Collection, University of Texas Libraries. Imagen: Cortesía de Edgar Hurtado Hernández
Hace 204 años, un día como hoy, el cura Miguel Hidalgo escribía, con la esperanza de que nuestra nación obtuviera su independencia, lo siguiente: “ […] invito a mis amados hermanos para que guiados por la Santísima Virgen de Guadalupe y alumbrados por el sol purísimo de la libertad, peliemos por nuestra independencia hasta ver realizados nuestros más ardientes deseos de paz y felicidad de esta amada nación mexicana...”.
La Gualdra No. 165
LA GUALDRA NO. 165 / 15 DE septiembre DE 2014 / AÑO 4
El día del hoy celebramos el Día de la Independencia. Fue hace 204 años cuando el cura Miguel Hidalgo convocó a los mexicanos de todas las castas y edades a que se reunieran afuera de su curato para dar el grito de independencia y libertad, que habría de resonar “en todas las naciones cultas del mundo”; así lo consigna en el documento con fecha del 15 de septiembre de 1810 y que ordenó fuera fijado en la puerta de la iglesia para que todos los leyeran y acudieran ese día en punto de las 11 de la noche para iniciar formalmente una pelea “guiados por la santísima virgen de Guadalupe y alumbrados por el sol purísimo de la libertad”. Leo el documento que aparece en portada de esta Gualdra y trato de imaginar la pasión de cientos de mexicanos que reunidos esa noche, decidieron poner fin a una larga cadena de abusos por parte de los españoles. Me los imagino armados con palos y piedras, dispuestos a morir de pie a cambio de no vivir más de rodillas –como lo diría Emiliano Zapata 100 años después-. Desde entonces, aparentemente liberados, los mexicanos hemos vivido una serie de acontecimientos que hoy se han quedado en el gabinete de recuerdos patrioteros, y que sirven una vez al año –algunos todavía- para celebrar “la dicha” de ser mexicanos; a saber: el Día de la Independencia, el Día de la Bandera, la Toma de Zacatecas, sólo por mencionar algunos. Retiradas están ya de las papelerías las monografías alusivas al Día de la Expropiación Petrolera promulgada por el presidente Lázaro Cárdenas, esa fecha no se celebrará más ni aparecerá en los libros de texto gratuito como día de fiesta nacional. Las razones son obvias… y dolorosas. Por más que nos digan que los beneficios de la Reforma Energética recién aprobada se verán reflejados en la calidad de vida de los mexicanos, son más las certezas que tenemos en este momento de que la libertad a celebrarse el día de hoy es más que distante. No podemos sentirnos libres del
todo cuando el flagelo de la pobreza y la desigualdad nos azota. Dan cuenta de ello los índices de pobreza extrema en nuestro país, la creciente y al parecer irrefrenable cantidad de personas que migra al extranjero buscando comida y sustento, las cifras registradas de analfabetismo y la fallida estrategia de los gobiernos recientes por reestructurar el tejido social. El origen de nuestros males está en el hambre, y son muchos los mexicanos que aún la padecen: más de 10 millones de mexicanos viven en condición de pobreza extrema. Octavio Paz decía que “el carácter de los mexicanos es un producto de las circunstancias sociales imperantes en nuestro país; la historia de México, que es la historia de esas circunstancias, contiene la respuesta a todas las preguntas”, y consignaba también en su Laberinto de la Soledad una situación que hasta nuestros días prevalece: “El empleo de la violencia como recurso dialéctico, los abusos de autoridad de los poderosos -vicio que no ha desaparecido todavía- y finalmente el escepticismo y la resignación del pueblo, hoy más visibles que nunca debido a las sucesivas desilusiones posrevolucionarias, completarían esta explicación histórica”. O todo es cíclico, o nada ha cambiado, pero el día de hoy festejaremos que somos libres. Amo a mi país, y con tristeza, veo que nos falta todavía mucho por hacer para que las cosas sean favorables para todos, o por lo menos para que las brechas de desigualdad social no sean tan grandes. Para gritar con vehemencia y convicción “¡Viva México, cabrones!” se requiere éste y todos los días que nos resten por vivir estar comprometidos con que los malos gobiernos mueran. Y para eso, hace falta que dejemos de vivir de historias prestadas de telenovela para empezar a vivir una historia real en la que los mexicanos asumamos el compromiso verdadero con el desarrollo integral de nuestra comunidad. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
El grito que le sigue a la muerte Por Gabriel Luévano Gurrola
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El Templo de las Musas Por Violeta Tavizón Mondragón El Picaporte Por Simitrio Quezada
Sandra Frid, novelista La otra vida de Alfonso Reyes Por Mauricio Flores
¿Suave Patria? Foto-reportaje de Ernesto Moreno
Diario de Mateo Por Mateo Estrada Gaviria La lectura en Zacatecas I Por Eduardo Campech Miranda La pelea como una propuesta de liberación Por Carlos Flores Desayuno en Tiffany’s, mon ku Por Carlos Belmonte Grey
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Tori Amos Pinta el Alma con Unrepentant Geraldines Por Esther Consuegra El homeless Por Edgar Khonde La Seca Por Alberto Huerta Marina Por Pilar Albaa El hombre que dibujaba afuera del Museo del Prado Por Roberto Galaviz
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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Libros
El hombre muere. Eso no es extraño, como tampoco el hecho de que lejos de ocurrir una vez, la experiencia de la muerte se diversifica en infinitud de ocasiones en la vida del individuo y, con ello, de las sociedades. Concedemos que hay una muerte definitiva, indetenible, necesaria y que no obstante no es la última. Ahí tenemos el caso de uno de los ejes de la extensa e intensa novela de Leonardo Padura, El hombre que amaba a los perros, el causante de la aniquilación de aproximadamente veinte millones de personas: Iósif Stalin murió en 1953 y lo volvió a hacer en las consciencias de los millares de rusos, ucranianos, georgianos que, desaparecida su imagen tiránica, pudieron ver, ya sin el velo, la cara de la tragedia histórica y humana que protagonizó. La muerte de Stalin se multiplica en cada apertura de miras, en cada lectura y revisión de las evidencias del estropicio que fue la URSS, en base a una deformación y traición de las ideas marxistas. Así pues, existen muertes físicas y muertes ideológicas, morales, psicológicas, como las que padece Ramón Mercader, un soldado español que lucha del lado de la República. Mercader es en la novela del cubano el ejemplo de la destrucción de un ser humano bajo una maquinaria que pretende dirigir el timón de la historia y el alma de los que la sobreviven, en medio de los goznes de una puerta que porfía en abrirse, aplastando en sus ranuras a los que no alcanzan a salir. Ramón fue de los que cruzó esa puerta, tras encajar el piolet en la cabeza de León Trotsky creyendo que le esperaba la gloria del otro lado, tras los veinte años de cárcel en México, tras la repatriación a la Unión Soviética y su exilio final en Cuba. Al cruzar el umbral sólo quedan sus pedazos. Es precisamente en la isla donde, vencido por los años, las infernales pruebas que sorteó furibundo mientras lanzaba por la borda su juventud, los cambios de personalidad que lo desdibujaron como un fantasma y los remordimientos por haberse dejado inocular por un odio que jamás debió de pertenecerle, cuando decide contarle la historia, con pelos y señales, a Iván, un veterinario triste cuya única ilusión en el mundo es llegar a ser escritor y que al fin tendrá la materia prima para redactar su libro. El juego de Padura nos hace leer su novela como si de la escrita por Iván se tratara. La obra es una poderosa zambullida en la perversión de la gran esperanza del siglo XX, y quizá de todo el mundo moderno: la instauración de un modelo de igualdad y concordia entre los hombres. Pero también, a lo largo de casi ochocientas páginas y un despliegue impresionante de datos concretos, hallamos otra novela, que se disgrega del nudo preciso y abrumador de la historia y nos lanza a los terrenos que únicamente la literatura puede cubrir: es la novela subyacente, no menos verosímil, la de la intimidad de los entes históricos. Tenemos en el tándem Stalin-Trotsky que plantea el autor dos maneras de vivir y concebir la historia. La primera, correspondiente al «Gran camarada», es la historia como futuro agónico, sujeto, adueñado por los usufructuarios, donde igual caben Hitler y los fascistas (con los que el mismo Stalin firmó un pacto iniciando la gran fractura inicial de su figura
El grito que le sigue a la muerte Por Gabriel Luévano Gurrola ante el mundo). Una visión que no admite vuelta atrás sino que utiliza la fe de todo un pueblo para cometer las tropelías que se escudan con la noción de un paraíso siempre postergado. La segunda relación con la historia, de Trotsky, tiene que ver con una crítica del pasado inmediato. La consciencia de los errores, similares a erinias torturantes, supone que el devenir de la humanidad tiene que limpiarse y aprender de las debilidades para no exponerlas a la larga, aunque supone además darle a la sangre que inevitable y gratuitamente corrió forma de ladrillos sobre los cuales avanzar en busca de la Idea y su concreción material (Trotsky también tuvo responsabilidad en episodios cruentos mientras fue uno de los hombres poderosos de la Revolución de octubre). Esto último nos hace ver que el georgiano y el judío no fueron tan disímiles. Ambos resultaron sacrificios a la locura, la desesperación y la defensa fanática de un proyecto histórico (por un lado un régimen draconiano y feroz, por el otro un desmontaje del mismo, en pos de la reivindicación socialista) que terminó en hecatombe. Ambos, tirano y exiliado, fueron tragados por su tiempo, sus circunstancias y su ira. El hallazgo de la novela recae en la des-
cripción de una individualidad dolida y despedazada. Los caravaneos de León Trotsky y sus adeptos en Turquía, Noruega y México, los despliegues de seguridad, el creciente y justificado temor de ser aniquilado cualquier día, nos develan la profunda desolación de un hombre que, si tramontamos la demonización o el ensalzamiento de los que es objeto, aparece como un espíritu inusual, sí, pero desolado y muchas veces envuelto en la miseria y proclive a contradicciones que por el valor de su talla social se vigorizan y lo llevan a un quebranto que Padura logra transmitir con el patetismo de un verdadero personaje literario. Un ejemplo: el otrora secretario de guerra de Lenin llega, embebido de una disciplina invasiva, a reprender a su hijo Liova, atenazado en París, sufriendo hostigamiento y penurias económicas, por atrasarse en la publicación de los folletos de censura a Stalin, pero a su vez, él tiene un desliz con Frida Kahlo, poniendo a prueba la confianza de su matrimonio con Natalia. Asimismo, Padura nos muestra a un Ramón Mercader en el que, a pesar de las personalidades barajados que le imponen desde el Kremlin durante la planeación del asesinato de Trotsky, siguen aflorando las sensaciones íntimas que lo desgarran por dentro (el amor por África y el rencor por Caridad, su madre),
hasta desembocar en la dubitación y el temor que al final lo traicionan. Finalmente, Iván, un cubano que como todos creyó en la Revolución y se reventó las manos por ella, recibiendo a cambio pobreza, paranoia, represión y una angustiosa certeza de fracaso, no es ajeno al destino de los protagonistas de ese crimen histórico que tendrá que llevar al papel, después de veinte años de que conoció a un hombre misterioso que paseaba en la playa con dos hermosos galgos y que le contó los truculentos detalles de la conjura estalinista. Iván descubre la farsa de los dueños de la historia y los destinos del hombre, y como Trotsky o Mercader, algo muere dentro de su alma, algo que se hermana a ese grito que parece nacer del cráneo destrozado del líder ruso y no de su boca. Un grito emitido en el México del cardenismo pero que se extiende desde entonces por las paredes de la húmeda cueva de la historia recordándonos que la utopía se acabó. No obstante, al leer la novela de Padura, cuya solvencia narrativa y capacidad estructural es extraordinaria, queda un resabio inquietante, como si otros gritos venideros estuvieran a punto de comenzar, porque el hombre muere, y los gobiernos y las sociedades también; las ilusiones y el odio, nunca.
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LA GUALDRA NO. 165
El Templo de las Musas
Arte
Por Violeta Tavizón Mondragón* El arte en México después de la Guerra de Independencia En el marco de la conmemoración de la Independencia de nuestro país, me permití escribir esta breve reseña sobre cómo se encontraban las artes a través de la Academia de San Carlos. El establecimiento de la Real Academia de San Carlos en 1785 significó la consolidación de los nuevos postulados artísticos, al erigirse la institución como la autoridad encargada de normar el “buen gusto”. Los estatutos prohibían el ejercicio de la profesión artística, si no estaban agrupados dentro de la Academia, por lo que se le permitía el acceso a cualquiera que quisiera estudiar, y si demostraba un buen desempeño podía optar por una pensión, tal como se ha mencionado anteriormente. La Academia no se hizo para que únicamente los españoles estudiaran en ella, se dirigió también a los criollos y en un principio no toda la población pudo tener acceso. Su edificación, en la calle de Moneda, llevó varios años y fue inspirada en la arquitectura neoclásica italiana, se ubicó en el centro de la urbe novohispana. Conformé avanzaron los acuerdos y propuestas para que el virreinato cayera y este territorio se convirtiera en un país independiente, la Academia recibía un subsidio
menor, casi nulo, esto provocó un periodo de estancamiento. Finalmente la Academia cerró temporalmente sus puertas en 1821. Además de la inestabilidad que inundaba todas las regiones del país, los artistas
El Picaporte Por Simitrio Quezada Ni “en base a”, ni “con base en” Por extraño que parezca, antes de hablar de la expresión incorrecta “en base a” y de la propuesta para sustituirla, “con base en”, debemos retomar el concepto de anglicismo, pues ambas lo son. En su libro Las buenas palabras, el profesor colombiano Julio G. Pesquera asegura que la frase anglosajona “on the basis of” es la que originó el tal “en base a”. A partir de esa traducción inadecuada, sobraron quienes la difundieron en el habla y la escritura de nuestro español. Supongo que, ofendidos por el calco mal traducido y con la mejor intención, varios defensores de la sintaxis optaron por difundir la expresión “con base
en”. Aunque más correcta, la frase no deja de ser… copia de la frase original en inglés. Es decir, otro anglicismo. “¡Méndigos puristas del español!”, pensará usted. Y agregará: “¿Cómo debe decirse, entonces?”. En nuestro idioma hay una preposición más que adecuada para indicar correlación, origen de una expresión u opinión, o dependencia causal. Se llama “según”. Lo invito a que, la próxima vez en que piense decir “en base a” o “con base en”, diga “según”. O “conforme a”. O “de acuerdo con”. * Envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail.com
que habían fundado la Academia y el arte neoclásico en México, comenzaron a fallecer, entre ellos Rafael Ximeno y Planes, Manuel Tolsá y Francisco Eduardo Tresguerras, por lo que la identidad del arte fue menguando. Durante el periodo de Independencia, la Real Academia cayó en un letargo, el dinero para su manutención decrecía, así como la afluencia de alumnos y la estancia de profesores extranjeros. Los momentos de inestabilidad política que atravesó el país durante los primeros veinte años del siglo XIX, significaron para las artes un periodo de estancamiento. La pintura se redujo a la copia de grabados para imágenes religiosas y a los retratos. De ahí que la institución tuvo que cerrar sus puertas en 1821 y fue reabierta hasta 1824, en condiciones muy precarias. Una vez consumada la Independencia y concluido el periodo virreinal, comenzó un periodo de incertidumbre, de vacilaciones, de caos político y de deslumbramiento por todo aquello que no era propio. Distintos artistas arribaron al territorio mexicano independiente, para capturar por medio del pincel, la cotidianeidad de un país que iba emergiendo. Tal fue el caso de Daniel Thomas Egerton que viajó a México en 1831 a visitar a su hermano y permaneció en el país cinco años pintando distintos paisajes y vistas como: Veracruz, Zacatecas, Jalapa, Teotihuacán, Guanajuato y Guadalajara. Mientras pintores franceses, alemanes e italianos, llegaron a narrar por medio de la pintura la situación del país; en 1834 la Academia de San Carlos sufría una de sus más agudas crisis. Antonio López de Santa Anna el 2 de oc-
tubre de 1843 expidió un decreto al Ministerio de Instrucción Pública, para reestructurar la Academia de San Carlos y para el 16 de diciembre de 1843 remitió otro decreto al Ministerio de Hacienda para fortalecer la independencia económica de la Academia. Sin duda esto marcó un nuevo rumbo para la Academia de San Carlos, que además de contar para 1846 con la presencia de los primeros maestros europeos, los catalanes Pelegrín Clavé y Manuel Vilar, para el ramo de pintura y de escultura respectivamente; un año antes se comenzaron a hacer arreglos dentro del inmueble tales como: el alumbrado con gas, dejando atrás la iluminación con velas y el acondicionamiento de ventanas, para obtener la mejor luz en el día. Asimismo en 1845 se distribuyeron los modelos de yesos y cuadros, se modificaron los planes de estudio y se adaptaron las galerías y salones de clases con el fin de recibir a los profesores europeos que comenzaron a impartir clases en una Academia renovada. De esta Academia reestructurada emergió a finales del siglo XIX un personaje fundamental para la historia del arte zacatecano, el pintor Manuel Pastrana, quien fue el primer director del Museo de Guadalupe en 1917. Y aquí aprovecho para hacer otra mención anticipada para anunciarles que anualmente el Festival Barroco de Guadalupe, organizado por este museo, se llevará a cabo en su décimo tercera emisión, del 30 de septiembre al 12 de octubre. Esperen próximamente la programación y un recuento de la historia de este bello festival. * Curadora.
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Sandra Frid, novelista La otra vida de Alfonso Reyes Por Mauricio Flores *
¡El corazón! Urna rota. ¡Qué juguete el corazón! ¡Pobre jarrito rajado! ¡Cerro mío: te lo doy!
Necesidad interior Escribir es la respiración de mi alma, la válvula de mi moral; lo que me deprime o angustia no es fuente de inspiración para mí. ¿Qué fin persigo al escribir? Me guía una necesidad interior. Confío a la pluma la tarea de consolarme o devolverme el equilibrio. Alfonso Reyes
Sentido de vida En cuanto a mí, su ausencia había cauterizado mis heridas; con el reencuentro me convencí de que nuestro vínculo se renovaba. Para darle la bienvenida me abrí paso entre todas aquellas deslealtades y eliminé las imágenes que frecuentemente me asaltaban: Kiki, Marlén, Dora… cía en sus grandezas y limitaciones, siempre apasionado. Hecho que se trasluce a partir de la presencia de su compañera de vida, ahora verosímil gracias a la novelística de Frid. “Así lo he aceptado durante treinta años y así lo seguiré queriendo mientras yo respire —dice la Manolita a “su regio”—; no me reconozco más que siendo su esposa, sin él me convertiría en un árbol seco, mis hojas marchitas caerían al suelo sin esperanza de renacer”. En su in memoriam, Borges escribió: “el vago azar o las precisas leyes/ que rigen este sueño, el universo,/ me permitieron compartir un terso/ trecho del curso con Alfonso Reyes”. De ese
Reyes que marcado por un pasado familiar políticamente incorrecto, peregrinó como diplomático por París, Madrid, Buenos Aires, Río de Janeiro, Nueva York… para terminar su existencia en el refugio por él mismo pensado, en los rumbos de Escandón de la gran Ciudad de México (su Anáhuac). “Me voy quedando como la espiga solitaria de Heine, olvidada por el segador en medio del campo”, escribió al tiempo de reconciliar sus conductas de vida:
En esos meses reafirmé mi lugar en el mundo. También comprendí que no necesitaba promesas, pues yo poseía una fuerza que erguía mi espalda y me levantaba el mentón. Además confirmé lo que siempre supe: Alfonso era lo que daba sentido a mi vida. Manuela Mota de Reyes, en:
Reina de Reyes (fragmento)
Sandra Frid, Reina de Reyes, Planeta, México, 2014, 264 pp. * mauflos@gmail.com
Libros
Al gran intelectual mexicano Alfonso Reyes se le recuerda siempre serio. Erudito. Un tanto al margen de la cotidianidad de las personas de carne y hueso. Habría que recordarlo niño, adolescente, hombre maduro y viejo. Un Alfonso, sin apellidos de pasado aristócrata, que compartió buena parte de su vida con Manuel Mota, a quien conoció desde sus tiempos preparatorianos. En base a esa relación, Sandra Frid ofrece al lector una emocionada novela: Reina de Reyes. Habitantes de una cultura donde el ejercicio de la confesión tiene vigencia, dice Pozuelo Yvancos en De la autobiografía, se entiende mejor la auto exhibición de la individualidad y lo que toda autobiografía tiene de justificación propia. Cita que sirve ahora no para recordar las diferentes biografías que sobre el mexicano Alfonso Reyes (18891959) se han escrito a la fecha, como tampoco con las extendidas páginas más personales y epistolares del autor de Visión de Anáhuac. Si una figura intelectual ha sido estudiada y citada en estos rumbos es Reyes. Él mismo se encargó de construir un perfil que trascendiera a los tiempos. Pensador universal, sabio, clásico, poeta, diplomático, constructor de instituciones, supo reservarse bien la revelación de sus actuares personales y, aún más, íntimos. Si a la confesión, la individualidad y la auto justificación nos referimos, viene a cuento por la publicación de Reina de Reyes, la novela de la también regiomontana Sandra Frid (1959), donde la única voz narrativa, personificada en quien fuera la esposa, Manuela Mota, recorre la otra vida de Reyes. ¡Manojo de revelaciones! Confesiones, individualidades, y mucho de auto justificación, también. Las de una mujer que sin importarle su falta de abolengo, indiferencias e infidelidades, permaneció al lado de Reyes y lo siguió en las numerosas estaciones, empresas y crisis personales a lo largo de cinco décadas. Reina de Reyes es, a más de cincuenta años de la partida física del escritor, un descubrimiento de ese Reyes que frente al espejo se recono-
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¿Suave Patria? Artes Visuales
Foto-reportaje de Ernesto Moreno Este 15 de septiembre, celebramos el 204 aniversario del Grito de Independencia promulgado por el cura Hidalgo, quien convocaba en aquel entonces a todos los mexicanos, de todas las castas y edades, a pelear “por nuestra independencia hasta ver realizados nuestros más ardientes deseos de paz y felicidad de esta amada nación mexicana”. En la segunda década del siglo XX, poco antes de morir, el poeta jerezano Ramón López Velarde, publicó en la revista El Maestro, promovida por José Vasconcelos, La Suave Patria. Actualmente, nuestro país goza de una libertad cuestionable. No se puede ser libre del todo si en nuestra tierra sigue habiendo pobreza “53.3 millones de personas se encuentren en situación de pobreza y 11.5 millones en condición de pobreza extrema”.1 En el estado de Zacatecas, el porcentaje de población en situación de pobreza extrema es de 7.5; es decir: 115.3 mil personas se encuentran viviendo en condición de hambre, de acuerdo a la información del CONEVAL. La selección de estas fotografías, autoría de Ernesto Moreno, trata de responder a la pregunta ¿es nuestra patria realmente suave? Cada una de ellas está acompañada por versos del poema lopezvelardeano
“Navegaré por las olas civiles, con remos que no pesan, porque van, como los brazos del correo chuan, que remaba la Mancha con fusiles”.
en mención. Son éstas las imágenes que dan cuenta de un México que tal parece nos resistimos a ver del todo: el de los mexicanos que no tienen agua potable, el de los niños que carecen de lo indispensable para tener una vida digna, el de los niños indígenas que tienen que salir a pedir limosna a las
“Diré con una épica sordina: la Patria es impecable y diamantina”.
calles, el de los niños del campo que tienen que trabajar en lugar de ir a la escuela, el de las ancianas desplazadas de su tierra por la llegada de las empresas mineras, el de los hombres y mujeres que tienen que migrar a Estados Unidos por falta de oportunidades, el de los ancianos que viven en el abandono,
el de las mujeres vulneradas. Porque también de ellos es la patria que el día de hoy festeja su independencia. Jánea Estrada Lazarín http://www.coneval.gob.mx/Informes/Coordinacion/Pobreza_2012/ COMUNICADO_PRENSA_003_MEDICION_2012.pdf. 1
“Patria: tu superficie es el maíz, tus minas el palacio del Rey de Oros...”.
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Artes Visuales
“Patria: tu mutilado territorio, se viste de percal y de abalorio”.
“Tu barro suena a plata, y en tu puño su sonora miseria es alcancía…”.
“Inaccesible al deshonor, floreces...”.
“Joven abuelo: escúchame loarte, único héroe a la altura del arte”.
“Suave Patria: tú vales por el río de las virtudes de tu mujerío”.
“Patria, te doy de tu dicha la clave: sé siempre igual, fiel a tu espejo diario; cincuenta veces es igual el AVE taladrada en el hilo del rosario, y es más feliz que tú, Patria suave”.
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Diario de Mateo
Por Mateo Estrada Gaviria Nota: [La escribió en la página 177 de la novela que cita. La edición es del año 2000, de la colección Narrativa actual mexicana de Planeta y Conaculta] El jueves [septiembre 11] re-presentan El vampiro de la colonia Roma. Cumple 35 años (de ser cierta, Adonis ronda los 55-60 años de edad). Este libro fue la primera obra que compré de tema gay. Lo hice un par de años antes de estudiar Letras. Allí nunca la abordé, ni los maestros lo hicieron. De los colegas homo tampoco supe que la tuvieran. “Como que era” de las obras prohibidas. El libro lo miré en la sección pornográfica de un estanquillo de la estación de autobuses. Lo ojeé y me atrapó. Fue por el tema: la autobiografía de Adonis García; y más por la forma novedosa del relato. En primera persona relata su vida de prostituto y presenta el lenguaje tribal: buga, hetero, homo, etc. El negocio lo atendía una chica que me miró raro cuando se lo puse para que lo cobrara. No actuó como lo hacía ante los compradores de sopa de letras y crucigramas. Antes de entregármelo, lo metió en una bolsa negra, como si fueran toallas sanitarias. El sistema de registro de venta me gustó. Anotó en una libreta profesional de cuadros pequeños: “1 libro el vampiro de la colonia roma 7,000 pesos”. En el viaje de Localía-Aguas lo comencé a leer. Recuerdo que esta vez me senté en el asiento 6. No hice anotaciones. Lugar que me gustaba, doblaba la hoja. El libro terminó doblado. La primera frase me marcó para siempre y me hizo ateo por un tiempo: “Y tú ¿qué vas a hacer cuando dios muera?”
El Vampiro de la colonia Roma cumplió 35 años
Luego de esa lectura vino En jirones. También lo leí en los autobuses. Entonces desafiaba: leo y es literatura gay. Hace tiempo Cristian reseñó la obra de Zapata y lo publicaron en La Gualdra. El acto me emocionó, porque la gayés abrió camino en la prensa de Localía. Miércoles: [Sala-comedor. Las ventanas del patio están abiertas. La algarabía del dos está en apogeo; allí escuchan a Fidel Rueda. Concluye a las 16:12. Mateo bebe lo último de un güisqui barato que compró en el hipermercado] Don Sinesio me obsequió un poemario [La sangre devota] de su sobrino. El librito lo vende; pero a mí me lo regaló. Lo acepté con gusto. En la plática comentó que Ramón, así se llama, escribe una columna semanal en Milenio. Al principio creí que lo dijo para que compre el diario. Pero también me lo dio. Lo acepté a condición de pagarlo. Esta vez me ofreció una cerveza. Yo compré un six de Modelo. Lo bebimos lento, para esperar el paquete de periódicos. La ocasión dio oportunidad para conocer a los compradores de periódicos. Todos adultos y conocidos. Menos uno, a quien don Sinesio le preguntó por “su novio”. El chico respondió que todo bien. Ahora intuyó: el don es un cincuentón bien vestido, soltero, católico y, presiento que es gay. Me imagino en una relación con él. Viernes: [Sala-comedor. Un incienso con lavanda aromatiza levemente; está encendido en la recámara oscura. Las ventanas que miran a la
alameda están abiertas. Benjamin Biolay desde Youtube. Concluye a las 13:12] Fui a la feria con el fulano del dos [A.] Lo acompañé porque una de las amigas de su novia iba sin compañía. Él vino porque su novia lo pidió. Fui para ver cómo es con ella. La trata con afecto, de vez en vez la toma de la mano y la besa en la mejilla. Bebí moderado. Laura, así se llama la amiga, lee. Ahora está con 50 sombras de Gray. Estuve con ella al volver. A. estuvo con su novia. Imaginé estar con él. Domingo [Mesa seis de 9 Vidas Coffee Art. Vanessa
Paradis desde Spotify. Concluye a las 19:37] Todo bien. Laura. Fue en la cama de A. Mantuve los ojos cerrados y pensé en don Sinesio.
Bitácora de gastos: Martes: 80 9 vidas Coffee art. Miércoles: 220 periódicos y envío. Jueves: 680 Feria. Viernes: 200 Tizoc. Sábado: 386 hipermercado. Domingo: 80 9 vidas Coffee art. Lunes: 300 viaje. Resto: 4193 pesos
Promoción de la lectura La lectura en Zacatecas I Por Eduardo Campech Miranda La semana pasada circuló una nota periodística que daba cuenta del estado de la lectura en Zacatecas. A más de un funcionario de educación, y quizá también de cultura, dicha publicación le hizo efecto de buscapiés. La nota, publicada en el medio electrónico Periómetro.com (www.periometro.com/info/?p=495), si bien pone el dedo en la llaga en algunos aspectos, también deja una laguna de dudas. Vamos por partes. Primero, el aspecto que la nota quiere resaltar es que Zacatecas ocupa el último lugar en lectura, dato de Consulta Mitofsky. Sin embargo, en el sitio web de dicha consultoría (http:// consulta.mx/web/) no aparece ningún mapa, documento, encuesta o estudio referente a la lectura, ni al consumo de libros. Luego el mapa, adjudicado a la empresa de Roy Campos, refiere como fuente a las siglas INE. ¿Instituto Nacional Electoral?, ¿Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación?, ¿Instituto del No Entiendo? Es decir, el documento a partir del cual se desarrolla la nota, tiene dudosa existencia. Dos: después del mapa de Mitofsky, el siguiente texto al que se hace alusión es la Encuesta Nacional de Lectura (ENL) 2012. Se vuelve a la “escalofriante” cifra de 2.94 libros por mexicano, del poco avance con respecto a seis años atrás, y a datos que ocupan las primeras planas los días 23 de abril y 12 de noviembre, además de las fechas en que se da a conocer la ENL y otros estudios similares. Después, la vida sigue igual (Julio Iglesias dixit). Tres: Supongamos que la encuesta Mitofsky es real (vayamos primero con la
encuesta, después nos ocuparemos del mapa). Regularmente esta casa realiza sus sondeos vía telefónica y se aplica a adultos (sin que lo anterior sea una normatividad). Bajo la premisa anterior, ya hay un primer sesgo que necesariamente tiene una discriminación en función del ingreso familiar. Ahora bien. Contrario a lo que la nota refiere como: “El gobierno no tiene considerado ningún programa educativo de fomento a la lectura” (cierto, en la medida que no existe una política al respecto, y ya lo he mencionado en otras ocasiones) y “El único evento promocional con la que se cuenta es una pequeña feria del libro que se realiza en la capital del estado con tan solo algunos puestos” (falso, el reportero ignora y minimiza los programas como Salas de Lectura, Bibliotecas Públicas, y en escuelas que se esfuerzan). Siguiendo con el supuesto del párrafo anterior, tenemos otro sector excluido: el infantil (si es que la encuesta obtenía datos solamente del hipotético adulto que responde la llamada telefónica). Los esfuerzos y programas que se operan en la entidad, además de los esfuerzos independientes, tienen mayoritariamente como “mercado objetivo” al público infantil. Por lo tanto, y así lo respaldas investigaciones, los niños están leyendo más que los adultos. Finalmente, sería también bueno conocer cuál, o cuáles, fueron los soportes textuales para considerar el acto lector. La próxima semana ahondaré en aspectos reales de la nota, y una comparación, en otros ámbitos, entre los estados puestos a la cabeza, y los últimos de la lista.
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La pelea como una propuesta de liberación Por Carlos Flores Es una novela extraña, que comienza a relatar la vida de un sujeto que asiste a centros de apoyo y ayuda para alcohólicos y enfermos desahuciados, terminales, no obstante que él padece insomnio. Aunque busca un poco de comprensión en los brazos de un sujeto con cáncer en los testículos, parece aborrecer el mundo que le rodea. Por lo anterior, será fácil para él relacionarse con Tyler, un tipo que fabrica jabones, con el hábito perverso de dejar sus secreciones en los alimentos de gente famosa y poderosa, a quien atiende como camarero y odia, por lo que idea un plan terrorista para echar abajo un par de edificios donde se centran ficheros con información de deudores de tarjetas de crédito, para dar así un fuerte golpe a la sociedad consumista.
La trama parece simple, no obstante, al adentrarse a la lectura encontramos que no lo es. Existen conflictos de identidad en la voz narradora, así como en los personajes que describe, por lo que veremos en la novela un mundo subjetivo que la pantalla no logró cuajar del todo. Pese a que en el celuloide El club de la pelea se convirtió en un filme de culto, la novela sigue siendo insuperable, con la maestría ácida de Palahniuk para narrarnos cómo podemos hacer explosivos a partir de la receta para fabricar jabón: sólo es necesario agregar un par de elementos y tenemos nitroglicerina. Pero sin duda, el núcleo de la novela es la pelea como una actividad liberadora, con el potencial de librarnos del esclavismo moderno de la cotidianidad y el trabajo. Podríamos llegar al trabajo con la cara llena de moretones,
Libros
Hay algunos libros que se dejan ser llevados a la pantalla sin tanto problema, pues poseen una trama lineal que se deja contar paso a paso, parecieran estar hechos para ello, pero hay algunos otros que de por sí son difíciles de leer en el papel, que al momento de ser llevados a la pantalla parecen ser sólo una interpretación del contenido de la novela, pues aunque la trama se deja coger, el fondo, el contenido, la esencia del libro, no. Un texto con estas características es sin duda El club de la pelea de Chuck Palahniuk, que tuve la suerte de leer gracias a mi gran amigo Marco Casillas, quien compartió conmigo la sala de redacción del periódico Página 24 y su experiencia, y a quien hoy extrañamos todos aquéllos que tuvimos el gusto de compartir su amistad.
la ropa llena de sangre coagulada y los ojos hinchados de golpes, pero dentro del interior podemos sentirnos en paz, como en una especie de nirvana, como si todo esa frustración del mundo consumista en que estamos inmersos, saliera mediante el instinto más básico del ser humano: la lucha.
Desayuno en Tiffany’s, mon ku Por Carlos Belmonte Grey minio de bondadosos pensionados. Si en la década de los 30 y 40 la crítica cinematográfica mexicana se hastiaba de la pintura medio salvaje, medio exótica y medio muy folclórica que se hacía en la industria hollywoodense del mexicano, para los 50 ya se cansaban de denunciar este reciclaje de formas en la comedia ranchera y el western de clase B hechos en México. La cinta de Ramírez Suárez, en la segunda década del siglo XXI, recuerda que nunca es suficiente. Sus secuencias construidas con una cámara que sigue en primeros planos contrapicados la cara de Ramón, su hábil cocina y su manera de bailar lo mismo un tamborazo que un merengue, o sus planos de conjunto en grúa para acentuar el contraste de razas, reciclan los íconos del patrioterismo que puede tener tintes de xenofóbico y salvaje. La comida y la música lo ilustran a la perfección. Siendo vagabundo, Ramón, consigue comprar un pan, un chile –éste nunca falta en su comiday un jitomate que se va comiendo con la mano –lo mismo que sus tacos- alternando mordida en uno y en otro; ya instalado en el sótano del condominio se convierte en el maestro de
baile de los habitantes. Sin embargo, es incapaz, o al menos le demanda un gran esfuerzo, de comer sentado en la mesa, con cubiertos y la boca cerrada y de aprender alemán, sólo consigue balbucear las palabras del título de la cinta, Guten Tag. Precisamente la lengua ofrece un par de secuencias que a la vez enternecen y revaloran el conjunto de la historia. Las tonalidades, los ritmos, la gestualidad, los altos y bajos de las sonoridades, incomprensibles en las palabras, ofrecen códigos de entendimiento entre los interlocutores. Así, más que hablar ante una pared que no comprende ni responde a las confesiones se redimensiona un medio para recibir y reaccionar ante los mensajes. Con estas líneas no negamos dichos rasgos de la identidad del mexicano, es sólo que la película se apoya en ellos para elaborar una comedia negra sobre el problema de la migración -ahora en Europa- que adquiere tonos de exacerbación patriotera en la línea del “¡viva México cabrones!”. Un ejemplo de este ánimo del reciclaje se puede encontrar la cinta española, Ochos apellidos vascos. Quizás verla, ayudaría a comprender lo local de los estereotipos.
Cine
Reciclaje patriotero en Guten Tag, Ramón En el sótano de un edificio de pensionados, ubicado en un barrio antiguo de Wiesbaden Alemania, un joven mexicano norteño, Ramón -moreno, bajito, de barba poco voluptuosa, de pelo rizado, sonrisa de dientes blancos, ojos compasivos y noble carácter-, se regodea al son de la tambora mientras se prepara unos huevitos con chorizo y chile para hacerse un taco de harina –productos comprados en la chic boutique de especies del barrio. Esta escena es el momento de inflexión de la cinta de Jorge Ramírez Suárez interpretada por Kristyan Ferrer, Ingeborg Schöner, Adriana Barraza, Arcelia Ramírez, entre otros, Guten Tag, Ramón. Ramón es un inmigrante que al no poder cruzar la frontera norte de México cambia de planes y decide “brincar el charco” e irse a Alemania, en donde no hay migración que le impida entrar al país y reunirse con una tía de un amigo de su pueblito del semidesierto duranguense. Sin embargo, una vez ahí los planes no saldrán como se esperaba y terminará en el calle pidiendo limosna y haciendo de conserje de un condo-
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LA GUALDRA NO. 165
Dir. Alejandro Jodorowsky Chile-Francia-México / 2013/ 130 minutos
La proyección de las películas se realiza de manera gratuita con fines culturales y educativos. Excepto 34 FIC, ESTRENOS (PURGATORIO, LA DANZA DE LA REALIDAD), 18 TOUR DE CINE FRANCÉS. Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial y personas 3ª edad $20.00. Miércoles 17, 18:00 Hrs. Entrada Libre Ciclo en homenaje a Roman Polanski REPULSIÓN Dir. Roman Polanski Reino Unido / 1965/ 105 min.
PROGRAMA CULTURAL TAURINO FERIA DE ZACATECAS 2014 Septiembre 2014 Lunes 15, 12:00 Hrs. Evento: Tertulia con el matador Jesús Solórzano Moderador: Juan Antonio de Labra Lugar: Restaurante Las Criollas, ubicado en el edificio Los Balcones de avenida Hidalgo Organiza: La Fundación Alfonso López Monreal, A.C. Lunes 15, 17:00 Hrs. Evento: Clase práctica de toreo impartida por el matador Arturo Saldívar a los alumnos de la Escuela de Arte y Cultura Taurina del Estado de Zacatecas, A.C. Lugar: Plaza de Toros Monumental Martes 16, 13:00 Hrs. Evento: Develación de la placa a la ganadería de Boquilla del Carmen, como triunfador del serial 2013 Lugar: Patio de cuadrillas de la Plaza de Toros Monumental Organizan: Círculo Taurino
Zacatecano, A.C., Juventud Taurina Zacatecas y Peña Brava de Sol Martes 16, 16:00 Hrs. Evento: Audición de pasodobles de la Banda Municipal de Guadalupe Lugar: Exteriores de la Plaza de Toros Monumental Sábado 20, 19:30 Hrs. Evento: Exhibición del documental “Luz en las sombras, destellos del toro bravo en México”, de la autoría de Renel Tron. Al terminar, tertulia con la propia productora, así como los ganaderos José Julián y José Miguel Llaguno, y el matador Sergio Flores Moderador: Juan Antonio de Labra. Lugar: Cinemex de Plaza Tahona, Guadalupe, Zacatecas. Domingo 21, 16:00 Hrs. Evento: Audición de pasodobles de la Banda Municipal de Guadalupe Lugar: Exteriores de la Plaza de Toros Monumental
Miércoles 17, 20:00 Hrs. Entrada Libre Ciclo en homenaje a Roman Polanski EL PIANISTA Dir. Roman Polanski Reino Unido / 2002/ 148 min. Jueves 18, 18:00 Hrs. FUNCIÓN DE ESTRENO Entrada general $30.00 Estudiantes con
FERIA NACIONAL DE ZACATECAS 2014 Foro Infantil MIÉRCOLES 17 19:00 horas Show cómico mágico ventrílocuo musical Payaso “Foforito” Dir. Martín Gorgonio Jacobo Pérez JUEVES 18 19:00 horas Teatro familiar Balo, Balo La Ciénega Teatro Dir. Iván Guardado VIERNES 19 19:00 horas Teatro familiar Balo, Balo La Ciénega Teatro Dir. Iván Guardado
credencial y personas 3ª edad $20.00 PURGATORIO, viaje al corazón de la frontera Dir. Rodrigo Reyes México-EUA / 2013/ 80 min, Jueves 18, 20:00 Hrs. Entrada Libre Ciclo en homenaje a Roman Polanski EL CUCHILLO EN EL AGUA Dir. Roman Polanski Polonia / 1962/ 94 min. Viernes 19, 18:00 Hrs. Entrada Libre Ciclo en homenaje a Roman Polanski UN DIOS SALVAJE (CARNAGE) Dir. Roman Polanski Francia / 2011/ 79 min. Viernes 19, 20:00 Hrs. FUNCIÓN DE ESTRENO Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial y personas 3ª edad $20.00 LA DANZA DE LA REALIDAD
Sábado 20, 18:00 Hrs. Entrada Libre Ciclo en homenaje a Roman Polanski UNA SIMPLE FORMALIDAD Dir. Giusseppe Tornatore Italia/ 1994/ 108 min. Reparto: Gérard Depardieu, Roman Polanski Sábado 20, 20:00 Hrs. Entrada Libre Ciclo en homenaje a Roman Polanski FRENÉTICO Dir. Roman Polanski EUA / 1988/ 120 min. Domingo 21,12:00 Hrs. Entrada Libre Matiné VINCENT Y YO (Vincent et moi) Canadá / 1990/ 100 min. Dir. Michael Rubbo Domingo 21,18:00 Hrs. Entrada Libre Ciclo en homenaje a Roman Polanski CHINATOWN Dir. Roman Polanski EUA / 1974/ 131 min.
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Tori Amos Pinta el Alma con Unrepentant Geraldines Por Esther Consuegra de matices sonoros que recuerdan el sello de sus producciones anteriores, así como de la búsqueda que musicalmente ha fraguado y versionado durante su trayectoria; tal es el caso de artistas como Nine inch nails, The Cure, Pulp, Rolling Stones y otros más añejados por la nostalgia noventera que se resiste a irse. La experimentación en su nuevo álbum, cobra vida y recuerda sus primeros pasos pero que alimenta de texturas muy ricas y variadas de cruda honestidad en que bien podría sintetizar lo hecho hasta el momento sin perder la identidad que la caracteriza acompañada de su alter ego, el piano que regala melodías complejas, así como una unidad conceptual plagada de texturas y calidad musical en el producto final: Unrepentant
El homeless Por Edgar Khonde llevaron a Alvin adentro de la secundaria, hacia la enfermería. Alvin no se presentó durante las siguientes 3 semanas. Al comienzo de la cuarta, apareció. No me delató. No me dijo nada, acaso me saludaba lo necesario. Terminamos el año, Alvin fue el único que no firmó mi anuario. Lo ayudé a incorporarse. Caminamos hacia una banca. “Francisco”, dijo, “todo este tiempo sólo para que cuentes mi historia”, agregó. Sacó una libreta con hojas que amarilleaban, buscó una página; sacó su pluma para señalar algo. Me hizo una seña para que pusiera atención, me acerqué un poco más a él. Leyó en voz baja: “Francisco da vuelta en el mercado, en donde se encuentra con Óscar. Óscar, a quien no ve desde sus años de adolescente. Andan hacia una banca. Francisco pestañea, se talla los ojos, no cree lo que está mirando. El tiempo se ha congelado. El ruido ha quedado envuelto en un zumbido. Sólo Óscar y Francisco permanecen dentro del fluir de la corriente del espacio”. Tomé del brazo a Alvin, le pregunté qué estaba ha-
ciendo. “Escribo el mundo”, dijo. Le acaricié la cabeza. Los automóviles pasaban delante de nosotros, la gente se alejaba de la banca evitando el insoportable olor de Alvin. Le susurré al oído: “Francisco coge el puñal que trae en su bolso derecho y se lo dulcemente entierra a Óscar”. Alicia se levantó de golpe de la mesa, “¿Por qué siempre quieres ganar?”, dijo. Mira, no me parece que el mendigo sea el creador del escritor, hasta ahora la historia iba bien, pero tú saliste conque el homeless casi se convertía en un mago, ésa es una historia bastante irreal, dije.
Pero por qué quieres matar al homeless, me cae bien, no tienes que matarlo, dijo ella. Desde un principio fue mi culpa por pedirte que me ayudaras con ese personaje, lo lamento. Alicia se dirigió al librero y me arrojó el libro de Aira que habla sobre A. P., luego se cambió de habitación, no sin antes advertirme que no le volviera a pedir ayuda en mi escritura. Sonreí, la amé, amé su forma de decirlo. De cualquier forma, en cuanto terminara el cuento, se lo entregaría y ella decidiría qué hacer con el texto, porque como todos ustedes saben, ella es mi editora.
Río de Palabras
Me lo encontré a la vuelta del mercado de Mixcoac, sobre Molinos. Estaba semitirado en el piso, o recargado en un local comercial de venta de flores. Olía a orín, pero lo reconocí. Tenía una cobertura de mugre sobre su cara. Me acerqué a saludarlo. “Alvin”, dije. No recordaba su nombre de pila, sólo su apodo. Levantó la cabeza, luego volvió su vista al suelo: “No sé si te acuerdes de mí”. “Sí, ya sé quién eres”, espetó. En el callejón detrás de la secundaria, se desarrollaba la pelea cotidiana de la salida. En una de los bandos, del 3º E, Alvin; en el otro, yo, de 3º G. Por cada golpe que yo tiraba, Alvin me conectaba tres puñetazos. Sus patadas a mis piernas me demolían los huesos. Alvin era un poco más bajo, pero yo era un imbécil para las peleas. Cuando me derribó, una botella quedó al alcance de mi mano. La botella estaba rota por la mitad. Alvin se acercó para tundirme, pero alcé la mano con la botella y le corté la cara por el lado izquierdo. De la zanja brotó sangre. Luego los otros chicos intervinieron y
Geraldines, que en palabras de la cantaautora fue concebido e inspirado en las pinturas de artistas plásticos como Cézanne y Maclise. Tori arribó a los 50 en plena consolidación artística y así lo transmite temáticamente en este nuevo material, con
reflexiones en torno al envejecimiento del alma contenida en un cuerpo de mujer; tal y como lo hace en 16 Shades of Blue en que dialoga sobre los vericuetos de las mujeres maduras en el plano sentimental y laboral y que en su caso sorprende con una inusitada renovación musical de lo que es, sin dudas, su mejor disco en una década de entregas, giras, renovaciones y fluctuaciones de una escena musical compleja que cada día trata de renovarse. Así pues adentrarse en el universo sonoro de Tori Amos es cargarse de las reminiscencias clásicas de su piano, así como de las más variadas experimentaciones que han marcado su música a lo largo de más de 20 años con un pop reflexivo, que de igual forma se nutre e inspira con los trabajos de poetas como Leonard Cohen y otras figuras que artísticamente la han y nos han acompañado gratamente junto con sus composiciones, que siempre tocan el alma con evocaciones sobre la mortalidad enfundada en una voz sexi y amenazante.
Música
Acompañados por la música y tentados todos a transcurrir en ella, la música es el mejor puente para transitar el mundo, y es que dentro de las voces femeninas que han marcado pauta en la escena musical contemporánea, una imprescindible en la transición noventera y los nuevos vuelcos del siglo joven, es Tori Amos prolífica cantautora estadounidense que recientemente sorprende una vez más a melómanos incurables con su nuevo álbum de estudio Unrepentant Geraldines y que da muestra de su madurez musical con atmósferas intimistas cargadas de profundidad melancólica. Con 14 producciones de estudio, la influencia de Amos es innegable para una generación de mujeres que desde el rock, pop, indie, folk, grunge y otros géneros han revolucionaron el panorama de la música anglo y en español; 22 años de teclear su inseparable piano confirman la supremacía de Amos de entre otras propuestas musicales y en esta entrega con Unrepentant sintetiza toda una propuesta
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LA GUALDRA NO. 165 / 15 DE SEPTIEMBRE 2014
Para Enrique Ballesté
La Seca
Río de Palabras
Por Alberto Huerta
Marina
La Seca no es realmente fea. Lo que se dice fea. Gacha. Furris. No. Es una mujer sin chiste. Insignificante. Que pasa desapercibida. A pesar de sus casi 1.80 metros de estatura. Flaca, como un palo. De piel muy morena y cabello negro ondulado. Siempre vestida con pants, playera y sudadera con gorro. Las tres prendas oscuras, azul marino, negro o gris. Siempre calzada con zapatillas de deporte. Y las inseparables gafas oscuras. Jamás se las quita. Me dijo la muy estúpida: ¿Pos onde andas Laidydí? Te vi caminando como so-
námbula, toda ida en el centro. ¿Qué no dormiste bien? ¡Estúpida! Y yo, nomás calladota, mirándola. Siempre se le ve empujando algo: una carriola, el carrito de mercado. Yo lo que más quiero y deseo en esta vida tan injusta es irme a Uesei… Instalarme en Beberly jil. Ser ciudadana de Uesei. Olvidarme para siempre del olor a nixtamal. De volada mi vida va a dar un giro increíble. Hasta entonces voy a ser gente de bien. No, Laidydí, tienes que ponerte las pilas, porque si no el día menos pensado te va a apachurrar una troca o un coche. ¡Así me dijo, la méndiga! ¡Ponte las pilas! Ni que fuera ra-
dio. ¡Estúpida! ¡La muy estúpida! Y yo de mensa nomás mirándola. Me daban ganas de darle a la babosa unas cachetadotas. ¡Escupirla! Plantarle unos buenos guantones en los cachetes. O con una sombrilla, así esté lloviendo, haciendo un día soleado, o esté nublado o de noche. Así va y viene por las calles de la ciudad. Siempre sola. Sin ninguna compañía. ¡Ya, mamá, deje de estar jorobándome! Así le dije. ¡Ya deje de estar chingando! Moviendo los labios como si estuviera rezando un rosario. Laidydí. Con la cabeza tocada con una pamela adornada con flores de plástico. Ausente.
Por Pilar Alba A pesar de su nombre Marina no conoce el mar. Su madre decidió llamarla así, porque en el tiempo en que ella nació pasaban por la televisión una novela en la que uno de sus personajes así se llamaba; y Marina agradece eso ya que de lo contrario hubiera tenido que llamarse Ángela como su abuela o Eugenia como su mamá o, peor aún, Juliana; porque Julián se llama su padre, aunque ella ni lo conoce. En cuanto él supo que su madre estaba embarazada se fue a trabajar al otro lado con la promesa de enviarle una ayuda que nunca les ha llegado. A Marina le encanta su nombre, sabe, porque se ha dedicado a investigarlo, que significa: la que ama el mar. Entonces sueña con algún día poder ver en vivo esa inmensidad de agua que se confunde con el cielo. Y no sólo por medio de la tele o por las fotografías de los libros que a veces le prestan en la escuela. Sueña con meter en él sus pies, sentir la arena y nadar; aunque no sepa. Así se la pasa Marina, soñando siempre con el mar: sueña con él cuando está en la escuela, cuando barre el corral de la casa, cuando les da de comer a las gallinas, cuando agarra la cubeta y va a la toma de agua de la plaza a ver si cayeron algunas gotas, para poder lavar los trastes, para poder lavar su ropa.
El hombre que dibujaba afuera del Museo del Prado Por Roberto Galaviz * A pocos metros de abandonar el Museo del Prado, de tomar distancia preventiva ante tanta belleza apenas después de dejar un poco de sí mismo -y llevarme un pocode Caravaggio, Velázquez, Goya, El Greco y Botticelli justo afuera se incendia en plena tarde un flamenco andaluz: Asturias es la leyenda que cuenta una guitarra. Estoy en la orilla del universo, estoy parado frente a ella -me doy cuenta, me paraliza la ideay es que, como cualquier abismo es tentativo e inconfundible. Junto a mí, un hombre dibuja con una calma que podría caberle a Dios entre los dedos en una sala de espera , entonces me doy cuenta que es necesario quemarme un poco, volverme ligero, ser ceniza antes de que la mirada de una Medusa que aproximo me convierta en piedra.
Daniel Lezama. Historia y Bandera. 2004, óleo sobre lino. Colección particular.