La Gualdra 191

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SUPLEMENTO CULTURAL

Gabriel José de Ovalle. El levantamiento de la cruz. 1719. Óleo/tela. Museo de Guadalupe, CONACULTA-INAH. Esta temporada de vacaciones les recomendamos visitar nuestros museos. En el Rafael Coronel encontrará una extensa colección de máscaras de varias partes del mundo, títeres antiguos y una serie de pinturas al óleo de Rafael Coronel. En el Manuel Felguérez, además de admirar la obra de este artista zacatecano y las exposiciones temporales recién inauguradas, podrá maravillarse también con la sala de los Murales de Osaka. El Pedro Coronel se distingue por poseer una magnífica colección de arte universal y en la sala de exposiciones temporales se exhibe actualmente la exposición de Aurora Reyes. En el Museo Francisco Goitia podrá ver obras de él y de varios artistas zacatecanos como Julio Ruelas, Manuel Felguérez y los hermanos Coronel. Visite también el Museo Virreinal de Guadalupe, en él se encuentra una de las colecciones más importantes de pintura barroca de América Latina, como la que le mostramos en esta portada.

[Recomendaciones gualdreñas del festival en páginas centrales]

No. 191 - 30 DE MARZO DE 2015 - AÑO 4

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN


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LA GUALDRA NO. 191 / 30 DE MARZO DE 2015 / AÑO 4

Además de la programación del Festival Cultural Zacatecas 2015, hay muchas opciones para pasar un buen tiempo en nuestra ciudad y para aprender a disfrutar y valorar nuestro patrimonio. Por eso, esta temporada de vacaciones les recomiendo que visiten nuestros museos. En el Rafael Coronel encontrará una extensa colección de máscaras de varias partes del mundo, títeres antiguos y una serie de pinturas al óleo de Rafael Coronel. En el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, además de admirar la obra de este artista zacatecano y las exposiciones temporales recién inauguradas -Abstracción y Urgencia 19582014 de Javier de Villota y Gustavo Arias Murueta: 50 Años de trayectoria-, podrá maravillarse también con la sala de los Murales de Osaka; no olvide darse una vuelta por el Museo Grabado ahí mismo. El Museo Pedro Coronel se distingue por poseer, además de varias piezas escultóricas, pictóricas y gráficas de él, una magnífica colección de arte universal; y en la sala de exposiciones temporales se exhibe actualmente la exposición de Aurora Reyes. En el Museo Francisco Goitia podrá ver obras de él y de varios artistas zacatecanos como Julio Ruelas, Manuel Felguérez y los hermanos Coronel; actualmente se exhibe en las salas de exposiciones temporales una exposición de Carmen Alarcón. En el Museo Zacatecano se encuentran en exhibición las exposiciones Sentimiento y Memoria urbana, de Humberto Carrasco; y Exploraciones de la piel, una exposición fotográfica en homenaje a Eduardo Román Quezada, del grupo Alquimistas Contemporáneos; además de las colecciones del museo, le aseguro que quedará encantado con la colección de arte huichol. Visite también el Museo Virreinal de Guadalupe, en él se encuentra una de las colecciones más importantes de pintura barroca de América Latina, como la que le mostramos en la portada de este número. Les recuerdo que el horario de vista a los museos es de 10:00 a 17:00 hrs. y que la entrada es libre los domingos. Además de los museos, en la Casa Municipal de Cultura de Zacatecas se encuentran en exhibición actualmente la exposición de grabado Sal-

vaje Mexica, de Humberto Valdez; la exposición Todo sobre Ruelas, en la que se muestran obras originales de este artista zacatecano; la exposición de Segundo Torneo de Gráfica Relevos Australianos; y una interesantísima muestra de escultura de Omar del Regil. En el Teatro Fernando Calderón, se encuentra la exposición de Sonia Félix Cherit; y en la explanada del Congreso, Pedro López Recéndez tiene una exhibición y venta de grabados que le sorprenderá. Si tiene antojo de comer algo rico, tradicional de Cuaresma, le recomiendo la comida del mercado Arroyo de la Plata, sobre todo el pipián de la güera; si quiere probar una pizza espectacular vaya a Trattoria Il Goloso y pida la de huitlacoche; para comida mediterránea la de Mykonos Restaurant, el faláfel y el tiramisú son inigualables; el mejor rabo de toro lo encontrará en Las Criollas; y si quiere huir del ruido de la ciudad, vaya a Guadalupe al Mata Crudas y pida el platillo del mismo nombre o un molcajete mar y tierra. En el Jardín Juárez, en el centro de Zacatecas, del 30 al 4 de abril se instalará el Jardín del Arte; debe probar las más deliciosas cervezas artesanales fabricadas en Zacatecas, le recomiendo probar la Sierra de Álica, una cerveza oscura, con mucho cuerpo y un sabor sencillamente delicioso. Ya que anda en el centro, pruebe los dulces artesanales que están vendiendo ahora en los puestos de la avenida Hidalgo: de calabaza, biznaga, chilacayote, de leche, guayaba y limón con coco. Y si quiere comer la mejor hamburguesa vegetariana, vaya a La Cofradía, donde además tienen la más exquisita margarita de pepino del mundo… yo que usted la pedía de mezcal, zacatecano, por supuesto. Éstas son sólo algunas de las recomendaciones, porque en páginas centrales de esta edición, hicimos una selección de espectáculos y actividades académicas programadas en este festival que consideramos no debe dejar pasar, sobre todo lo relacionado con el Encuentro Internacional de Escritores. Que disfrute su lectura. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Mujer que mira el cielo y una iglesia Por Gabriel Luévano Gurrola

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El Templo de las Musas Breve acercamiento a lo que hay detrás de una conmemoración religiosa Por Violeta Tavizón

La novia de Houdini o los ilusionistas de la palabra Por Carlos Martín Briceño

Festival Cultural Zacatecas 2015 Recomendaciones gualdreñas

Los aquelarres nuestros de cada día Por Gonzalo Lizardo

Desayuno en Tiffany’s, mon ku Por Carlos Belmonte Grey Castillo de sal si puedes Por Ester Cárdenas

No soy cinéfilo ni melómano Por Edgar Khonde Microcosmos, la multiplicidad infinita Por Sofía Gamboa Duarte

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Soñé contigo Por Alberto Huerta Él amaba tres cosas Por Anna Ajmátova Retrato Por Pilar Alba

Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


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30 de MARZO DE 2015

Mujer que mira el cielo y una iglesia Por Gabriel Luévano Gurrola

Literatura

Los puntos blancos, refulgentes y lejanos prometen, impostados en el plano inmóvil e inalcanzable, tan ajeno a las palabras de consuelo que se estarán barboteando en la planta baja del hotel o en otros puntos de la tierra donde sufran los enamorados, mostrar la desnudez de un reino añorado por astrónomos, amantes con mayor suerte y taumaturgos expertos en leer las muertes y la lotería en su acomodo y el de los planetas que lo surcan. A veces parece que lo lograrán, pero es una noche sucia de nubes. La mujer, sencilla y rigidizada, sólo su silueta acodada en el barandal frío y descansando en una orilla de un macetero naranja que a la luz de la luna cobra tintes volcánicos, ve cómo las estrellas amenazan con perforar, con su intensa y lumínica tozudez, el cúmulo de manchas parecidas a algodones que limpiaron una enfermedad gris y cerebral, pero únicamente alcanzan a rasurar sus contornos, extendiendo lenguas finas, una especie de cabello con que acariciar la cabecita de una menor, cósmica y feliz personita sentada en el cuerno de un toro manso por la fecha invisible que lleva clavada entre las cejas, o en el cogote del centauro con su carcaj al hombro y el arco tenso, apuntando a los que, debajo e inferiores, lo admiran o lo ignoran. La mujer espera que una flecha le caiga justo en medio de la frente y la fecunde con una inyección de sangre negra, primaria y ligera, que se mezcle con la suya y le ablande la dureza de sus miembros y descienda hasta el cuello inerme. Tiene levantada la cabeza y su garganta ofrecida a la oscuridad curiosa, encendida, surcada por granitos como diamantes o aretes. Le empiezan a doler las orejas y la tráquea pide un momento de descanso, un aplaste de la barbilla en el inicio de los pechos, mostrados a medias a la soledad de la calle y la pared lateral del templo. Mantiene esa posición jugando a esperar un ahogo dulce porque imagina que esas estrellas tronarán de luminosas a la manera de focos y formarán hilitos plateados hechos de un vidrio ácido y cortante que en corriente caerán al balcón y se meterán por la boca, manchando los labios entreabiertos, llenando las paredes internas, partiendo la lengua, bajando por la garganta hasta llenar el estómago y absorber los jugos gástricos, los tragos de hace rato y el hijo que no tiene. O tal vez, en lugar de vidrio baje una bilis tremenda, cáustica y grotesca que se pegará en sus entrañas y la devolverá a las sensaciones de infancia en que aspiraba las mucosidades y tragaba barro y comía amasijos de plantas pegajosas. O puede también que venga acompañado de sustancias más remotas, atrás del cielo que vemos y es sólo una careta de mundos distantes, sobre nuestras cabezas: ciudades levantadas con desechos de ángeles y cometas envejecidos, apagados; reinos de enanitos con corazones hinchados y eficaces, desprovistos de maldad, de la violencia que en los actos de amor aquí, del otro lado, determinan la sumisión de uno de los partícipes, o de los dos, y con ello, el perdurar de la relación.

Lydia Lozano. Cuerpos. Técnica: papel salado. Exposición “Exploraciones de la piel” en el Museo Zacatecano. Un homenaje a Eduardo Román Quezada.

Sí, eso es lo mejor. Que el líquido del firmamento venga acompañado y así pueda llenarla, reventar su piel y elevar sus pellejos, sus manos cerrándose y abriéndose en el aire, su vientre pequeño y olvidado, pegado, vuelto un alfiler, a las corrientes orgásmicas del viento, sus dientes como de leche apuntando a la Vía Láctea: explotarla. Los vidrios de las estrellas traerán consigo la basca de un gigante atragantado que devora galaxias a muchos millones de kilómetros, la savia de soles amarillos y pequeños que exprimen infinidad de nebulosas, la eyaculación de Dios, desmandado, inaguantable en su lubricidad santa y oculta, sin cuerpo, sólo sistema nervioso y calamitoso, explosiones pulmonares y crispación de estómagos vagando en el espacio primero, el más perdido del universo, jadeante, corrido, carente de una figura que lo distinga en géneros, más bien puro y duro placer y sufrimiento en vasos de leche y miel que nos llega en oleadas raquíticas. Ella se excita un poco y la rigidez de los músculos empieza a volverse blandura. Sabe que el enojo amaina y que lo que sea que haya bajado del cielo ya estará incrustado en sus encías, escalando en busca del cerebro, explorando los intestinos, haciendo cosquillas en las piernas y las palmas de los pies. Entonces baja la cabeza y el cuello se lo agradece, pero ella le hace soltar una maldición divertida y cercana a la resignación. Inspecciona la parte de la plaza vacía que se alcanza a ver del balcón y mañana estará repleta de hordas de hermosos miserables, niños casi palúdicos, niñas machorras zangolo-

teando guajes convertidos en sonajas y sujetos con máscaras turbulentas y horribles blandiendo látigos y burlándose impunemente. Trata de descubrir al Niño de la Plata con sus botitas y sus desafíos a la gravedad y el escepticismo. No lo encuentra, andará en otra parte, apareciéndose en las fogatas de paganos o tribus africanas que acostumbrados a divinizar a las fuerzas le pondrán en una ofrenda junto a sus demás dioses y lo alabarán entre la muchedumbre hambrienta y nocturna. Ella siente un sabor pastoso. Ajá, Dios es un travieso, y un sucio, y un hombre con pericia y oficio: dio en el blanco. Ella es ahora su nueva amante. Es la madre de la luz, la madrastra de los meteoritos, la concubina y princesa al mismo tiempo de los monstruos cetáceos y pulposos que llenan y custodian el último círculo de la existencia. Continúa paladeando, dedicada a elegir las poses que la confirmarían como una reina hecha y derecha, el recorrido visual por la plaza, los arcos difuminados en la negrura, las cruces surgidas de techos y ventanas, los muros rosados de la mole amparada por ella misma, solitaria. Vuelve a subir el cuello por un instante nada más, para que lo masticado (etérea y estrellada materia celeste y divina), lo regurgitado, se precipite por fin y la haga sentirse altísima, honrada a partir de la blasfemia, y aparte, de un solo golpe, además de deglutir los hijitos de Dios, pueda apreciar de nuevo las torres simples, no muy impresionantes. La cruz clavada de una de ellas atraviesa la luna, enorme, y la parte en dos.


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LA GUALDRA NO. 191

El Templo de las Musas

Arte

Breve acercamiento a lo que hay detrás de una conmemoración religiosa Por Violeta Tavizón*

A lo largo de la historia del arte, a partir del Renacimiento comenzaron a popularizarse las escenas sobre la Pasión de Cristo. La Reforma protestante que surgió en el siglo XVI, liderada por Martín Lutero en el norte de Europa, provocó un proceso reformador en la Iglesia. Dicho movimiento se postuló en contra de la riqueza, dominio, organización y culto a las imágenes por parte de la Iglesia católica. Por ello, en consecuencia, se generó una reunión de los jerarcas católicos llamado Concilio de Trento (1545-1563) cuyo objetivo fue analizar de qué manera enfrentarían las nuevas ideas protestantes de Lutero. En la última reunión se defendió el uso de las imágenes para el culto, ya que Lutero las prohibió porque sostenía que se asemejaban a los “ídolos” de la antigüedad. Por ende la Iglesia consideró que las imágenes eran indispensables para la formación de los fieles creyentes y que al verlas, los devotos imitarían la vida dejemplar de la Virgen María y de los santos, pero sobre todo recordarían los sufrimientos de Jesucristo al haber muerto por la salvación de los hombre. Fue así que a través del arte barroco, la Iglesia apoyó y promovió la propagación de la fe y la demostración de su riqueza y poder, ya que con ello contrarrestaba el empuje de los reformadores. Para lograr dicho cometido, las imágenes eran aprobadas por el obispo de la región para poder ser expuestas a los fieles. Las esculturas y pinturas no debían contener escenas o iconografía que se considerara profana. Quien encargaba la obra, debía explicar cómo la quería, y en algunos casos el pintor elaboraba un dibujo, el cual servía como un boceto que se incluía en el contrato entre el artista y el contratista. A lo largo del periodo de dos siglos en el que se desarrolló la pintura barroca, tanto en Europa como en América, uno de los temas más frecuentes y populares fue la Pasión de Cristo. En el Nuevo Testamento se menciona que desde su nacimiento, Jesús estuvo destinado a redimir a la humanidad, a los treinta años, durante cuarenta días ayunó en el desierto y fue tentado por el diablo. Después de este suceso, los evangelistas narran desde su entrada triunfal a Jerusalén, celebrada como el Domingo de Ramos hasta su resurrección. En total, son catorce las escenas, mejor conocidas como estaciones, que van narrando el dolor que padeció el Hijo de Dios. Fueron muchos los textos que sirvieron a los pintores novohispanos para inspirarse y poder plasmar las escenas de la Pasión de Cristo. Entre ellos destacan los Evangelios en el Nuevo Testamento, los grabados que llegaban desde Europa elaborados principalmente por flamencos o españoles, o los escritos tales como Mística Ciudad de Dios, redactado por la monja concepcionista española Sor María de Jesús de Ágreda (1602-1665). Este libro es interesante en particular ya que en los arrebatos o sueños místicos que padecía la monja, veía a la Virgen María que le narraba su vida y la de su hijo, así como los dolores que Él vivió. A partir de las primeras creaciones barrocas, se comenzó a distinguir una serie de elementos simbólicos

Gabriel José de Ovalle. El levantamiento de la cruz. 1719. Óleo/tela. Museo de Guadalupe, CONACULTA-INAH.

que los artistas novohispanos repitieron constantemente en sus composiciones, tales como los improperios que son los objetos que aluden a la humillación que Jesús sufrió después de haber sido azotado, entre ellos están: el cetro, la corona de espinas, el manto rojo y la columna a la que fue atado que en conjunto representan la escena del “Rey de Burlas”. También podemos mencionar los Arma Christi o instrumentos de

la Pasión con los que fue clavado en la cruz, destacando el martillo, las tenazas y los clavos, además de los látigos o la lanza. Finalmente es oportuno anotar que la palabra “Pasión” deriva del latín passionis y que significa dolor, de ahí que a las escenas de los últimos momentos de Cristo se le conocen popularmente como Pasión. Esta Semana Santa es una buena oportunidad tanto para reflexionar sobre el origen de las

conmemoraciones y fiestas que se hacen en nuestro país y que forman parte de nuestra historia, como también para visitar los museos donde se encuentran las obras barrocas de connotados pintores y de autores anónimos que por dos siglos se dedicaron a plasmar la forma de vivir, de sentir y de pensar de los hombres y mujeres novohispanos. * Curadora.


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La novia de Houdini o los ilusionistas de la palabra Fue hace doce años, en la ciudad de Mérida, en una sesión del célebre, y ahora en receso, taller literario del Centro Yucateco de Escritores, donde conocí a Juan José Rodríguez. Jorge Lara, coordinador de aquel taller, que a decir de Rosa Beltrán “agrupaba a un conjunto de poetas y narradores talentosos, con mucha maña y mala leche”, solía invitar, eventualmente, a artistas valiosos para confrontar el nivel alcanzado por sus miembros. Y Juan José, que en aquel tiempo, gracias al FONCA y al Instituto de Cultura de Yucatán, estaba haciendo una residencia artística en esta calurosa ciudad, era un ejemplo idóneo. Para entonces, Rodríguez, no obstante su juventud, era ya considerado por la crítica especializada, como un escritor hecho y derecho. Recién había ganado el Premio Nacional de cuento Gilberto Owen, sus trabajos figuraban en revistas nacionales y extranjeras, y tenía en su currículum un libro de cuentos y tres novelas. Aspirante a escritor, aunque lector asiduo, en aquellos años solía devorar con ahínco las recomendaciones editoriales de mis maestros, pero debo reconocer, con cierta dosis de vergüenza, que en ese momento desconocía la obra de Juanjo. Aunque seguramente él no lo recuerda, no olvido su doble generosidad esa tarde de taller, primero, al verter su opinión, cauta pero feroz, sobre algunos de mis incipientes textos, y luego al obsequiarme una plaquette que contenía un relato de su autoría -bizarro, plagado de imágenes memorables, extraordinariamente bien contado-, titulado Masai Paris. Este relato, que transcurría en la Ciudad Luz donde se llevaba a cabo un rarísimo rito africano, y por el cual su autor recibiera en su estado natal el primer sitio de un concurso organizado por el Colegio de Bachilleres, me motivó a buscar el resto de la obra publicada del mazatleco. Me deleité entonces con El Asesinato en la Lavandería China (1996), una trepidante novela gore de chinos vampiros, chinos narcotraficantes y chinas hermosas, que, dicho sea de paso, años más tarde sería llevada al cine por Arturo Rossoff con el título de Sangre de Familia. Me regodeé con El gran invento del siglo XX (1997), una historia de amor con aliento garciamarquiano que a la vez, constituye un homenaje al cine y un tributo al puerto de Mazatlán. La internet me permitió conocer, incluso, varios cuentos suyos que me sorprendieron. No exagero al decirles que el sinaloense se revelaba como un narrador al que había que seguir, tanto por su eficaz manejo del lenguaje, como por sus seductores argumentos. Por eso, cuando escuché que, luego de nueve años de silencio el autor de Mi nombre es Casablanca efectuaría una nueva entrega en la colección Hotel de las Letras de la Editorial Océano, supe que no iba a defraudarnos: anticipé que sus lectores habríamos de encontrar un texto

poderoso, sorprendente, igual o mejor que los anteriores. Y no me equivoqué. La novia de Houdini es un verdadero deleite. Se trata de una historia prodigiosa donde Rodríguez evidencia, una vez más, su maestría para enganchar al lector, para hacerle sentir que, en literatura, lejos de rebuscadas formas experimentales, no hay nada mejor que disfrutar del acto primigenio de contar y dejar al otro, capítulo tras capítulo, con las ganas de saber qué es lo que viene. Narrada en primera persona, la trama, que de nuevo transcurre en Mazatlán, gira en torno a Abraham, un joven común, aspirante a administrador que, luego de tener un encuentro erótico con Florissa de Orsini, exótica y bella contorsionista, deduce que “jamás sería el mismo después de tal escaramuza, oficiada a la velocidad del relámpago y con la destreza de una cobra”. Entonces decide quemar sus naves, dejarlo todo y “adentrarse en esa caída libre que representa la aventura de la vida”, al lado de un cuarteto de magos y artistas nómadas que buscan El azul de Francia, diamante legendario que, por azares del destino, se encuentra en manos de una antigua familia mazatleca. Además de Florissa, el resto del cuarteto lo conforman Lorenzo Ludovico, un habilidoso mago que le enseña a Abraham sus primeros trucos; Antonio de

Orsini, un enigmático y certero lanzador de cuchillos y Shackleton, trotramundos europeo a quien sólo interesa el dinero. La novela, que arranca con un memorable capítulo donde se hace referencia al Éxodo, específicamente al pasaje donde Moisés y Aarón comparecen ante el faraón e intentan impresionarlo con el viejo truco de convertir un báculo en una serpiente al arrojarlo contra el piso, captura la atención desde el principio. Diestro creador de atmósferas, el autor de La novia de Houdini nos introduce en esta obra al ambiente nostálgico del Mazatlán de principios del siglo pasado, la misma época –vale la pena señalar– en la que transcurre El gran invento del Siglo XX. Por otra parte, es evidente que más allá de lo imaginario, detrás de La novia de Houdini hay una extensa jornada de investigación. A lo largo de sus 179 páginas, además de rememorar numerosos capítulos de la historia, tales como la muerte de Ángela Peralta, la vida de Robert Houdin o el hundimiento del Lusitania, el narrador, por boca de sus personajes, revela la forma en que los escapistas se liberan de las cadenas, la manera en que los tahúres esquilman a sus contrincantes y el ingenioso proceso utilizado por los adivinadores de circo para conocer vida y obra de los habitantes del lugar al que arriban. Estamos, pues, ante una historia mágica, bien contada y rica en imágenes que, gracias a su prosa ágil y manejo dosificado del suspense, seduce a todo tipo de lectores, desde el más exigente, acostumbrado a las exquisiteces del gran mundo de las letras, hasta el eventual consumidor de best sellers. Algo que sólo algunos privilegiados de la narrativa latinoamericana han sido capaces de conseguir. “Algunos le llaman suerte. Yo simplemente la llamo magia y es un oficio que puedes dominar si te dedicas a ello. Pero no sólo es menester dedicarse: es necesario darlo todo”. Así, con esas palabras el Gran Ludovico se dirige a Abraham, el aprendiz, cuando decide enseñarle el arte de los naipes. Pienso que la literatura también debería abrevar de esta recomendación. Darlo todo, advierte el mago, y pareciera que el consejo va dirigido a los escritores mexicanos. Hay que descreer de los ilusionistas, dice Juan José en una entrevista que le hacen en el Excélsior, a propósito de este trabajo. Y sí, concuerdo con él en muchos sentidos, sobre todo en el plano literario. Hoy, que el boom de los libros alrededor del narco y la violencia ha generado materiales baladíes y que abundan en el país escritores y editores oportunistas que basan los temas de sus malas novelas en fémures bellos, áridos cielos y otras linduras, ofertas literarias como La novia de Houdini, constituyen un bálsamo para reconciliarnos con la narrativa mexicana contemporánea.

Libros

Por Carlos Martín Briceño


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Festival Cultural Zacatecas 2015

Festival Cultural Zacatecas 2015

Recomendaciones gualdreñas Lunes 30 de marzo, 17:00 horas Templo de Santo Domingo Un Ensamble de Raíz Santiago Álvarez, clavecín Marduk Serrano, voz Francia–México

Lunes 30 de marzo, 20:00 Hrs. Teatro Fernando Calderón Recital de canto y piano Irasema Terrazas, soprano Carlos Salmerón, piano

Martes 31 de marzo, 13:30 horas Auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez Tango Trío Contempo Argentina

Martes 31 de marzo, 18:00 y 20:30 horas Teatro Ramón López Velarde AEROPLANOS, la vida es un viaje increíble Con Ignacio López Tarso y Manuel “Loco” Valdés

Jueves 2 de abril, 13:30 horas Auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez Recital de flauta y piano Elías Manzo Hernández y Antonio Manzo D´nes (Zacatecas) y Megan Maiorana (EEUU) Música de cámara

Jueves 2 de abril, 22:00 Hrs. Plazuela Miguel Auza La Debla Cante y baile flamenco México–España


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30 de MARZO DE 2015 Domingo 5 de abril, 22:00 Hrs. Plazuela Miguel Auza SÍ SON Salsa y sones México–Austria–Cuba

Sábado 4 de abril, 20:00 Hrs. Teatro Fernando Calderón Cuarteto Humboldt Música de cámara Polonia–México–Finlandia

Encuentro Internacional de Escritores Lugar: Petroteca de San Agustín LUNES 30 DE MARZO 13:00 horas Conversatorio: Jorge Volpi entrevistado por Luis Felipe Lomelí sobre su novela Memorial del engaño (Alfaguara) y su poética

Comenta: Gabriela Flores

18:00 horas Charla literaria: Luis Felipe Lomelí Presentación de la novela: Indio borrado (Tusquets) Comenta: Simitrio Quezada

MIÉRCOLES 1 DE ABRIL 11:30 horas Charla literaria: Elena Medel Presentación del libro de poemas: Chatterton (Visor Poesía) Comenta: Juan Reyes

19:30 horas Conversatorio: “Literatura española: rupturas con la tradición” Participan: Andrés Ibáñez y Antonio Lucas

MARTES 31 DE MARZO 13:00 horas Charla literaria: Liliana V. Blum Presentación de la novela: Pandora (Tusquets) Comenta: Alma Rosa Fernández 18:00 horas Charla literaria: Martín Casariego Presentación de la novela: El juego sigue sin mí (Siruela)

19:30 horas Conversatorio: “La poesía y la narrativa como realidad paralela” Participan: Liliana V. Blum, Elena Medel

13:00 horas Charla literaria: Karen Chacek Presentación de la novela: La caída de los pájaros (Alfaguara) Comenta: Carlos Flores 18:00 horas Charla literaria: Daniel R. Barrón Presentación de la novela: La soledad de los animales (La Cifra Editorial) Comenta: Marco Antonio Flores Zavala 19:30 horas Mesa redonda: “La ficción o la verdad de las mentiras”

Participan: Karen Chacek, Daniel R. Barrón, Berta Vías, Martín Casariego

JUEVES 2 DE ABRIL 13:00 horas Charla literaria: L. M. Oliveira Presentación de la novela: Resaca (Random House Mondadori) Comenta: Mauricio Flores 18:00 horas Charla literaria: Isaí Moreno Presentación de la novela: El suicidio de una mariposa (Terracota Editores) Comenta: Jaime Mesa 19:30 horas Mesa redonda: “Procesos de escritura vs. Procesos vitales: ¿aliados o enemigos?” Participan: L. M. Oliveira, Jaime Mesa, Daniel R. Barrón, Isaí Moreno

VIERNES 3 DE ABRIL 11:30 horas Charla literaria: Marcos Giralt Torrente Presentación de la novela:

París (Anagrama) Comenta: Juan José Romero 13:00 horas Charla literaria: David Miklos Presentación de la novela: Dorada (Tusquets) Comenta: Mauricio Moncada 18:00 horas Charla literaria: Javier Montes Presentación de la novela: La vida de hotel (Anagrama) Comenta: Roberto Galaviz 19:30 horas Mesa redonda: “El duro afán de contar: de lo vulgar a lo sublime” Participan: David Miklos, Jaime Mesa, Nicolás Cabral SÁBADO 4 DE ABRIL 13:00 horas Charla literaria: Nicolás Cabral Presentación de la novela: Catálogo de formas (Editorial Periférica) Comenta: Ezequiel Carlos Campos 18:00 horas Charla literaria: Berta Vías

Presentación de la novela: Los pozos de la nieve (Acantilado) Comenta: Gabriel Luévano Gurrola

19:30 horas Conversatorio: “Los géneros híbridos en la narrativa del siglo XXI” Participan: Marcos Giralt Torrente, Javier Montes

Festival Cultural Zacatecas 2015

Sábado 4 de abril, 22:00 Hrs Plazuela Miguel Auza Los hijos de Frida Música del mundo México–Colombia


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LA GUALDRA NO. 191

Los aquelarres nuestros de cada día “El Maligno en persona es menos espantoso que cuando rabia en el pecho de un hombre”. Nathaniel Hawthorne

Libros

Por Gonzalo Lizardo

Mi primera experiencia con un aquelarre, debo confesarlo, fue en octubre de 1981, cuando yo tenía 16 años y leí “El joven Goodman Brown” de Nathaniel Hawthorne. Un cuento memorable, muy vívido, que narra las desventuras de un buen hombre, cuando se despide de su joven esposa, llamada Fe, para salir de viaje sin decir a dónde. Pronto el lector comprende que Goodman está mintiendo a su Fe, pues en secreto planea asistir a una fiesta de brujas en el bosque, aunque luego comprenda, estremecido, que no va solo sino acompañado por el cura, el diácono y gran parte del pueblo, entre los cuales camina su esposa, su amada Fe, que a escondidas de su marido, también será iniciada en el ritual satánico. No he traído a colación este cuento, por supuesto, para contar su desenlace, lleno de símbolos y de ironías, sino para presentarlo como uno de tantos ejemplos literarios que dan fe de una obsesión colectiva: la creencia de que ciertas noches Satanás convoca a brujas y hechiceros para entregarse en el bosque al exceso carnal, durante un ritual que parodia y profana los símbolos y los valores de la misa cristiana. Lo más inquietante, acaso, es que se trata de una creencia vigente, que ha sobrevivido a los siglos y persiste en la novela, en el cine e incluso en la nota roja. El mito de la misa negra persistirá mientras pensemos que la quema de brujas es un requisito para restablecer la tranquilidad colectiva. La persistencia del mito, por sí sola, justifica con creces la investigación que el doctor Alberto Ortiz ha realizado en torno al aquelarre, sea como mito, como literatura o como fuente de maravillas, es decir, de asombro literario. Desde el principio, es muy claro con su hipótesis: a falta de una prueba definitiva que confirme su realidad histórica, el aquelarre o Sabbat o conventículo de brujas es tan solo un relato, fraguado por un autor colectivo —los teólogos y los inquisidores de la Iglesia— que supo ajustar los testimonios de los acusados para que describieran el escenario, los personajes y las acciones del aquelarre, tal como ellos lo imaginaban con base en sus prejuicios ideológicos y sus terrores inconscientes. Para comprender la intención de este relato colectivo, Alberto Ortiz comienza por establecer a los precursores ortodoxos del mito, como Martín de Castañega, Gaspar Navarro, Francesco Guazzo, Kramer y Spengler. A partir de sus textos y de muchos otros, Ortiz dibuja los caminos que condujeron y dieron forma al aquelarre tal como lo conocemos. Queda claro, desde tal perspectiva, que se trata de un producto cultural del monoteísmo cristiano, que consolidó su poder con la exclusión de los viejos dioses aglutinados bajo la forma de Satanás. La necesidad de evitar el sincretismo se tradujo en un terror hacia las fiestas paganas, esos ritos de fecundidad que los antiguos dedicaban a las diosas de la naturaleza. Entonces, para consumar esta exclusión y aliviar este miedo, los teólogos e inquisidores usaron los símbolos y las alegorías de la literatura para fraguar, por medio de la parodia y la inversión de valores, un relato que ayudó a configurar el poder político y religioso, aprovechando las paradojas morales propias del dogma. El libro de Alberto Ortiz es muy certero cuando deslinda ante el lector las categorías simbólicas del mito: la secrecía, la transformación, la parodia, el exceso y la contigüidad. Conviene al relato que el Sabbat sea secreto, para que nadie sino su autor colectivo conozca y manipule sus indicios; conviene también que la bruja o el hechicero renuncien a su identidad como cristianos; que se en-

treguen a todo tipo de excesos, que parodien y profanen los rituales de Dios, aprovechando la contigüidad entre el bien y el mal, el santo y el brujo, la monja y la hechicera. Todo ello conviene para que el relato se convierta en un mito adecuado a los valores ideológicos y políticos del dogma que, triunfante, con cada hoguera se consolidaba. Esta interpretación, fundada en un riguroso análisis textual, quedaría incompleta si no considerara otras hipótesis. Como lo dejan entrever algunos testimonios, el Sabbat pudo tener una realidad onírica, más que histórica, posibilidad interpretativa que Alberto Ortiz explora en uno de sus capítulos más sugestivos, cuando se pregunta hasta qué punto los relatos de aquelarres, tal como fueron transcritos, eran una ilusión, una charlatanería o una realidad. La cuestión siempre interesó a los eruditos del Santo Oficio, que invirtieron mucha tinta para elucidar si las brujas viajaban de verdad a la Misa Negra o lo hacían sólo en sueños. Más allá de sus conclusiones, que resultaban siempre funestas para sus acusados, el viaje onírico resultaría una hipótesis muy productiva, pienso yo, si la contempláramos desde una hermenéutica simbólica, como la de Jung, según la cual los mitos son una expresión simbólica de una batalla continua: la que libra nuestro inconsciente colectivo en cada uno de nuestros sueños. Al llegar a este punto, me atrevo a suponer que —fatal o deliberadamente— esta investigación de Alberto Ortiz no concluirá con la publicación del presente libro, que agota apenas la mitad del panorama. Cuando afirma que el encuentro entre el hombre y el demonio muestra el conflicto que representa la vivencia del libre albedrío, nos queda claro que nos habla del mundo católico de la Contrarreforma, y que excluye por completo al mundo protestante de la Reforma, según la cual el hombre no es libre de elegir la salvación o la condenación. Como lo muestra la persecución de brujas en Salem, o el cuento de Hawthorne con el que empecé esta presentación, la Misa Negra era un relato muy frecuente entre los reformistas, pero con una agravante: si el hombre o la mujer son incapaces de obedecer o desobedecer libremente el llamado del Demonio, su destino deja de ser una advertencia moral para convertirse en una auténtica tragedia. Aparte de sugerir esta posibilidad de estudio —que el autor puede o no explorar de acuerdo con sus propios proyectos— no me queda sino felicitar al doctor Alberto Ortiz por su audacia para afrontar una investigación tan desafiante como seductora, y por su talento para decantarla en un ensayo como el que hoy presentamos: escrito con rigor y elegancia, pródigo en fuentes, generoso en imágenes tan terribles que terminan por inducirnos la maravilla. Porque, si bien es cierto que el poder eclesiástico lo usó para perseguir a sus rivales, también es cierto que el mito del aquelarre ha cumplido también una función secreta, casi poética, casi subversiva: la de ponernos en contacto, así sea por medios literarios, con el lado diabólico de nuestra alma: con los aquelarres nuestros de cada día. * Alberto Ortiz, El aquelarre. Mito, literatura y maravilla, Ediciones Oblicuas, Barcelona, 2015. Libro presentado el 27 de marzo en el marco del Festival Cultural Zacatecas 2015.


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Desayuno en Tiffany’s, mon ku Festival de la Sorbonne Nouvelle, Objetif Censier Por Carlos Belmonte Grey

Premio del Público: La 7e tête, de Téllo Jansolin. A los estudiantes se les impuso un tema transversal: el 7, para hacer referencia a la edición del Festival. Entonces, en todas las realizaciones se tocó el tema del dicho número, por eso hubo títulos claramente específicos la 7e tête, le jeu des 7 erreurs, Blanche neige et les 7 mains. Este último exhibido tras una gran polémica que terminó por descalificarlo pero, al menos, con el permiso de su pase en la jornada general, y es que la presidencia de la universidad criticó la selección de escenas pornográficas revisitadas por una voz en off. En fin, cuestiones debatidas en torno a la susodicha libertad de

expresión y, más aún, universitaria. Además, tuvieron que poner en práctica algunas de las estrategias cinematográficas de los cuatro talleres: Perrine Boutin impartió Retratos en el sentido de la pintura autobiográfica; Barbara Laborde se encargó de Cartas en tanto que dispositivo narrativo “escrito” inserto en las imágenes; Matthias Steinle hizo Corrupción de imágenes a fin de mostrar la mediatización de las imágenes ficcionales o documentales; y Pascal-Alex

Vincent, Ficción de variedades enfocado en la inserción de la música en el cine pero sin llegar a la creación de videoclips. Es importante e interesante recordar el origen del festival hace siete años, en el 2009. Fue el fruto de la huelga nacional de la educación que duró alrededor de dos meses contra las políticas, por generalizar, destinadas a privatizar la educación. Así, los movimientos internos de las universidades y las manifestaciones públicas terminaron, en la Sorbonne Nouvelle, por crear un festival de cortometrajes destinado a promover la creación cinematográfica entre los jóvenes estudiantes universitarios apoyados por sus profesores. A subrayar, que la huelga y las manifestaciones estaban sostenidas por ambos sectores, sin importar los matices de los sindicatos. Aunque bueno, quizás esta variedad sindical queda un poco ajena a ciertos contextos educativos. Los cortos aún no están en libre acceso porque esperan un retoce en post producción a fin de buscar salidas en otros festivales. Ya les tendremos al corriente. La cosa, es que el Festival Censier nos ayudó para ponernos en forma y listos para darle a Cannes 2015.

Castillo de sal si puedes “Sin un vínculo intenso con el pasado, el presente es un caos y el futuro indescifrable. En nuestra cultura los libros constituyen ese vínculo, quizá el principal, sin duda indispensable”. Jason Epstein

Por Ester Cárdenas En este 2015 del 27 de marzo al 9 de abril se realizará la edición número veintinueve de nuestra feria del libro Fiesta: el lector, la lectura. Al igual que la primera vez, dentro del marco del Festival Cultural Zacatecas. Hemos pasado por múltiples sedes. Si la memoria no me falla la primera fue en el Portal de Rosales, las librerías locales participantes éramos dos y del D.F., cinco libreros de libro usado, cuya principal característica era ofertar libro de historia y excelente material de literatura y de arte. Posteriormente nos fuimos al Portal de las Flores, ahí aun era la Presidencia Municipal, luego a la Alameda

de ahí nuevamente al Portal de las Flores y el interior de la ya entonces Casa Municipal de Cultura, por razones que desconozco, la gente se quedaba viendo y comprando libros en el portal y al interior casi nadie a pesar de que ahí se presentaron libros con autores como Elmer Mendoza, Juan Villoro, Paloma Villegas, Enrique Serna, David Ojeda, Fritz Glockner, Christopher Domínguez Michael, Rene Avilés Fabila y un largo etcétera. Subsiguientemente nos fuimos al Jardín de Independencia, ahí nos quedamos algunos años, a le gente le gustó el espacio, a nosotros también hasta que nuevamente nos

cambiaron de sede: la Plaza Bicentenario, el año siguiente el lugar que nos otorgaron fue la calle Ventura Salazar, luego de nuevo la Plaza Bicentenario y finalmente desde el año pasado estamos nuevamente en el Jardín de Independencia, ahí estamos bien. Este año seremos treinta y un expositores, nueve librerías locales, dos expositores Poblanos, uno de Guadalajara, dos editoriales locales y el resto del D.F. Ojalá propios y extraños sigan acompañándonos, habrá novedades, libro infantil, juvenil, remates, ofertas y esos maravillosos y extraños libros usados cada vez más difíciles de conseguir.

Magdalena Okhuysen. El árbol. Técnica: papel salado. Exposición “Exploraciones de la piel” en el Museo Zacatecano. Un homenaje a Eduardo Román Quezada.

Cine

La Universidad Paris Sorbonne-Nouvelle organizó la Séptima Edición del Festival Objetif Censier los días 19 y 20 de marzo. Se trataba de exhibir los cortometrajes, que para la ocasión fueron 18, realizados por los estudiantes del departamento de Cine y Audiovisual inscritos en unos talleres de realización. Para dar los premios se formaron, podemos decir, tres jurados: el más general fue el Premio del Público, con votación abierta durante los dos días del Festival y sobre el conjunto de las realizaciones; luego estuvo el Jurado Universitario, que deliberó al finalizar la primera sesión; y luego estuvo el Jurado Pro, que concedió el Gran Premio del Jurado, Premio Especial del Jurado y la Mejor Técnica, pero sólo sobre una selección de nueve cortometrajes en Competición. Los cortos premiados fueron: Gran Premio del Jurado: Les oreilles du lac, de Anne Duchêne. Premio Especial del Jurado: Lune et l’autre, de Nina Aboutajedyne. Premio del Jurado Universitario: Aisana, de Gaëlle Manac’h. Premio de la Técnica: Fumée Bleue, de Thomas Blanc.


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29 FESTIVAL CULTURAL ZACATECAS [Programación del 30 de marzo al 5 de abril] TEATROS & AUDITORIOS PATIO DE LA FOTOTECA ZACATECAS “Pedro Valtierra” Música de cámara 12:00 horas

13:00 Horas.

Lunes 30 de marzo Música barroca Ensamble Aramara Dirección: Alfonso Naranjo

Martes 31 de marzo Ensamble de Trompetas Rafael Méndez, de la UAZ

Martes 31 de marzo Música de cámara Camerata de la Ciudad de Zacatecas

Miércoles 1º de abril Camerata de la Ciudad de Zacatecas

Miércoles 1º de abril Ensamble de Cámara de la UAZ Jueves 2 de abril Música folklórica Dúo de Acordeones Gwenael Micault–Bélgica Antonio Barberena–México Domingo 5 de abril Música de Cámara Héctor Mora y su música entre amigos CENTRO PLATERO DE ZACATECAS Foro de extensión

Lunes 30 de marzo Rondalla Nostalgia Jerezana Zacatecas

Jueves 2 de abril Polifonía Coro Universitario Staccato de la UNAM Viernes 3 de abril Guitarra Carlos Martín Vázquez, Zacatecas AUDITORIO DEL MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUÉREZ Música de cámara 13:30 horas Lunes 30 de marzo Concierto de canto y piano “La voz en el mundo” – Zacatecas

Sheila López, soprano Felipe Marcial, piano Martes 31 de marzo Tango Trío Contempo Argentina Miércoles 1º de abril Dúo de trompeta y piano John Urness–EEUU Wojciech Nycz– Polonia Jueves 2 de abril Recital de flauta y piano Elías Manzo Hernández–Zacatecas Antonio Manzo D´nes–Zacatecas Megan Maiorana– EEUU Viernes 3 de abril Música de cámara Camerata Silvestre Revueltas Zacatecas Dirección: Ricardo Jústiz Sábado 4 de abril Ensamble Tamayo EEUU–Ucrania– México

Domingo 5 de abril Sonidos en Juego “Gracias Papageno” México–Suiza AUDITORIO DEL MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUÉREZ Ciclo de guitarra clásica 17:00 horas Lunes 30 de marzo Cuarteto de Guitarras Caos Zacatecas Martes 31 de marzo Ensamble Potosino de Guitarras San Luis Potosí Miércoles 1º de abril Eduardo Rodríguez Zacatecas Jueves 2 de abril Bon Aché Ensamble Puebla Sábado 4 de abril Samir Belkacemi México Domingo 5 de abril Krishnasol Jiménez México–Suiza

TEMPLOS (Música sacra & coral)

“Hansel y Gretel” ROSELLDANZ–Zacatecas

Ángel Rodríguez, piano México

Templo de Santo Domingo 17:00 horas

TEATRO DEL SEGURO SOCIAL DANZA y TEATRO 19:00 horas

Viernes 3 de abril 18:00 horas Baile flamenco “Desde los adentros” TASSARBA–Zacatecas

22:00 Hrs. Trova MigueI Inzunza México–Argentina–Cuba

Sábado 4 de abril Música de cámara Cuarteto Humboldt Polonia–México– Finlandia

Martes 31 de marzo 18:00 Hrs. Jazz La Tierra Jazz Fusión Zacatecas

Domingo 5 Canciones y romanzas “Homenaje a grandes tenores mexicanos” Rafael Negrete, tenor – México

22:00 Hrs. Jazz manouche FARALAE–México

Lunes 30 de marzo Un Ensamble de Raíz Santiago Álvarez, clavecín Marduk Serrano, voz Francia – México Miércoles 1º de abril “Duelo y Exaltación” REQUIEM de Gabriel Fauré Sociedad Coral de Zacatecas Voces de la Ciudad, Coro de Tres Culturas – Chihuahua Orquesta Filarmónica de Zacatecas Dirección: Luis Félix Serrano TEATRO RAMON LOPEZ VELARDE Danza y Teatro 18:00 horas Lunes 30 de marzo Danza contemporánea “Si el rumor calla” KIMMERA Zacatecas Martes 31 de marzo 18:00 y 20:30 horas Teatro AEROPLANOS, la vida es un viaje increíble Actuación: Ignacio López Tarso y Manuel “Loco” Valdés Miércoles 1º de abril Danza contemporánea “Nosotros, como el tiempo, también nos desdoblamos” 360º DANZA, Zacatecas Jueves 2 de abril Música y danza folclórica “Todos somos México” Compañía Estatal de Danza Folclórica de Zacatecas Dirección: César Lara Bañuelos Sábado 4 de abril Danza contemporánea Áncora CUERPO INERT–CUERPO IN ART Zacatecas Domingo 5 de abril Danza clásica

Lunes 30 de marzo Danza folklórica Ensamble Folklórico de Zacatecas “Tezcatl–Tlalli” Martes 31 de marzo Bailes latinos “Rumba urbana show” MyM Latino, Zacatecas Miércoles 1º de marzo Danza contemporánea “Hacía la mágica presencia” Feel Dance Ballet, Zacatecas Sábado 4 de abril Teatro / Adolescentes y adultos “Antojos Picarescos” Taller de Teatro Camaleón de la UAZ Domingo 5 de abril Teatro / Adolescentes y adultos “Aullido de Mariposas” Grupo Guía Nocturna, Zacatecas TEATRO FERNANDO CALDERÓN 20:00 horas Lunes 30 de marzo Recital de canto y piano Irasema Terrazas, soprano Carlos Salmerón, piano México Martes 31 de marzo 17:00 horas Conferencia sobre el Theremin Ernesto Mendoza Polanco 18:00 horas Música de Theremin Ernesto Mendoza Trío México Miércoles 1º de abril Tango SEÑOR TANGO Hugo Jordan México Jueves 2 Recital de tangos y boleros “Canciones de María Grever & Agustín Lara” María Luisa Tamez, mezzosoprano

PLAZUELA GOITIA FORO INFANTIL 17:00 horas Lunes 30 de marzo Circo clown “Wepa” Omar Cervantes, México Martes 31 de marzo Teatro y narración “¡Que viene el lobo!” Luisa Aguilar México–España Miércoles 1º de abril Circo contemporáneo “Lo Peor de lo Peor” Circo sin Rumbo Guadalajara Jueves 2 de abril Música infantil “Una Vuelta por el Zoológico” Sapos y Ranas Guanajuato Sábado 4 de abril Teatro infantil “La Vaca que se creía Mariposa” Demediado Teatro San Miguel de Allende Domingo 5 de abril Rock folk para niños “Gira y gira… rehilete” Luis Delgadillo y Los Keliguanes Guadalajara PLAZUELA MIGUEL AUZA Música del mundo, de autor, jazz y blues Lunes 30 de marzo 18:00 Hrs. Trova Mika y su grupo Bichos Zacatecas 19:00 Hrs.

Jazz, pop & funk Ernesto Ruiz Zacatecas

Miércoles 1° de abril 18:00 Hrs. Jazz E–String Project Zacatecas 22:00 Hrs. Música mediterránea Sureda Bélgica–Francia Suiza–México Jueves 2 de abril 18:00 Hrs. Fusión Jazz – rock Arquetipo 19:00 Hrs. Imma Soul–México 22:00 Hrs. Cante y baile flamenco La Debla México–España Sábado 4 de abril 18:00 Hrs. Jazz & blues Euterpe Ensamble Zacatecas 22:00 Hrs. Música del mundo Los hijos de Frida México–Colombia Domingo 5 de abril 18:00 Hrs. Jazz Santur Jazz Trío Zacatecas 22:00 Hrs. Salsa y sones SI SON México–Austria–Cuba PLAZA BICENTENARIO Música y danza folclórica zacatecanos * 18:00 horas Lunes 30 de marzo Emily Acuña Jorge Salas Raymundo Salas Miriam Xochiquetzal

Martes 31de marzo XXXIII Congreso Nacional de Coreógrafos Folcloristas de México Encuentro folclórico de pueblos mágicos Miércoles 1º de abril José Antonio Elías Ma. Luisa Raudales Patricia Raudales Jueves 2 de abril José Salinas Rogelio Veyna Viernes 3 de abril Compañía de Danza Folklórica de la Universidad Autónoma de Chihuahua “Arriba el norte… y a ver quién pega un grito” Sábado 4 de abril Leopoldo Álvarez Alejandro de los Santos Nora Garamendi Ghandy Álvarez Invitado especial: Martín Castro Domingo 5 de abril Adriana Montellano Coy Flores Celia de Ávila * Música en vivo alternando Mariachi Los Zacatecanos y Mariachi Los Reyes de Zacatecas. PARQUE ENRIQUE ESTRADA Foro de rock zacatecano 18:00 horas Lunes 30 de marzo John Venado–Rock indie Carrie Love–Rock pop Martes 31 de marzo Confidentes del Rock–Rock and roll Concierto Especial por el 50 Aniversario de Fórmula Uno Miércoles 1º de abril Monroe–Rock pop We Robot–Rock alternativo Jueves 2 de abril Sensor–Rock indie Juanones–Rock punk Sábado 4 de abril Sinikos–Ska Jara3x–Rock folk y reggae Terrorismo Tropical–Surf Domingo 5 de abril Hervivor–Hard rock Steel Bikers–Heavy metal


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30 de MARZO DE 2015

No soy cinéfilo ni melómano Por Edgar Khonde

nado a cien latigazos por no sentirme orgulloso de mi patria y luego desterrado. Asistí a la Cineteca Nacional el lunes por la noche a ver Güeros, y de una vez les digo que es mejor bajarla de internet o comprarla pirata. Van a perder su tiempo. Tampoco me gusto Heli ni Cantinflas. Hace diez, veinte, cien, mil películas que asisto al cine mexicano y siento vergüenza. Siento vergüenza con cada encabezado de los periódicos que vitorean al gobierno mexicano y el Mexican Moment. Siento vergüenza de la exhibida cultura nacional: el malhechismo, el valemadrismo, el ahisevá, o sea: la estructura de la corrupción. Entiendo que así es este país, que sería imposible producir un cine crítico, o bello o que rompa e intervenga la realidad. La mierda no produce auroras boreales. Nos condenamos a hacer todo de la chingada y complacernos con ello, autocomplacernos.

Tampoco la literatura nacional está alejada de lo que se hace en el cine. Contrario a mi generación, no aspiro a becas ni a premios; ni haría perder el tiempo al lector promocionando largos textos o invitándolos a escucharme en recitales; por eso he elegido presentar textos cortos, literatura portátil, tuits extendidos. Pienso que si el lector va a posar su vista sobre mis palabras, es mejor que descubra de inmediato si merece o no la pena leerme. No quiero engañarlo ni convencerlo de nada. Nunca defendería ante la crítica mis textos. Asistiré a la próxima película mexicana con la misma fe, en espera de ver un filme que me hunda en la butaca y me arranque el corazón. Y no porque tenga fe en este país, sino porque tengo fe en el colectivo humano que somos. Tengo fe en la humanidad, en el mundo, en la gente, en, si lo queremos ubicar geográficamente, Latinoamérica.

Cine

Asisto a las funciones de cine que proyectan películas mexicanas con el deseo de ver una buena película, no extraordinaria, no fantástica, no una película que marque el antes y el después de mi generación; quiero ver una buena película mexicana. Quiero recuperar la fe. Pero no pasa. Pero me siento en la butaca y pierdo entre una y dos horas de mi tiempo. A lo mejor ningún director de cine nacional considera al espectador. Está bien, no tengo que ser considerado, no me lo he ganado. Contrario a mi generación no soy cinéfilo, no soy melómano y no me gusta la mezclilla (tampoco vi Friends ni Lost ni Breaking Bad; ni veo Juego de tronos, ni House of Cards). Posiblemente mi cultura audiovisual pueda calificarse como deficiente. Soy el peor consumidor de series gringas de la historia y el más malinchista espectador de cine mexicano. Debería de ser conde-

Microcosmos, la multiplicidad infinita Por Sofía Gamboa Duarte

sus visiones. Percepciones fragmentadas del cosmos, mediante las cuales recompone el universo donde una imagen es el principio que se extiende sin límites a través de la multiplicidad y, al mismo tiempo, de la unicidad. El concepto se vuelve materia; adquiere sensibilidad y vida en un lenguaje cuyos vocablos nunca se agotan, y sus combinaciones son ilimitadas. La meticulosa excavación hecha por la maestra en una placa, estableció cimientos, a diferencia de un arqueólogo que encuentra ruinas, Zubillaga descubrió belleza y comenzó una exploración en las mismas formas, líneas, matices, planos, atmósferas y tiempos, a través de sus variantes, mediante la estampación: Microcosmos de un universo infinito en imágenes, sensaciones e interpretaciones. Microcosmos, estampa sin fin, de Leticia Zubillaga se inauguró el pasado 25 de marzo, en el patio del Centro Cultural Palacio de Gobierno en el marco del Festival Cultural Zacatecas 2015. Permanecerá en exhibición hasta el 10 de mayo.

Artes visuales

Ambulantes de la penumbra, acostumbrados a níveos destellos de luz entre sombras y oscurecidas siluetas, ocasionalmente craqueladas por la rugosidad en un trazo de madera virgen o en una piedra roída por arenas en el tiempo; un leve movimiento en el andar de Leticia Zubillaga, gira su mirada en direcciones impensadas. La vastedad del paisaje muestra su infinidad en repentinos centelleos, más allá de los blancos y los negros. Una grieta de luz se abre y transforma la sobriedad en color; las noches se impregnan de matices y regocijo. El universo claroscuro volcó sus albos resplandores en luminosos arcoíris que toman formas bajo las vueltas del inflexible rodillo sobre una lámina de metal perforado. Microcosmos de luz, de color, de vida; de energía vibrante y estremecedora que lo invade y lo hincha todo, en imágenes provenientes de distintos tiempos y dimensiones, conjuntadas en una sola visión, y expuestas en un sitio bajo la forma de arte. Forjadora de luz y oscuridad; de colores estáticos y en movimiento, Leticia Zubillaga se apodera de medios tradicionales y contemporáneos, en grabado, para multiplicar

Leticia Zubillaga. Tiempos distintos. Aguafuerte, digital, collage.


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LA GUALDRA NO. 191 / 30 DE MARZO 2015

Soñé contigo Río de Palabras

“En la oscuridad abren los ojos y les cae en ellos el espanto encuentran alacranes bajo la sábana y su cama flota como sobre un lago”. Jaime Sabines

Por Alberto Huerta Él está soñando. Sueña con ella. Caminan abrazados por la arena de la playa. Conversan. Azul, muy azul el mar. Como azul es el cielo sin nubes. Te sueño. Estoy soñando contigo y no quiero despertar. La brisa refresca sus cuerpos. No quiero. No quiero. Se detienen. Me dices y te digo cosas sin importancia. Aspiramos los olores marinos. Miran el mar. Los dos, ella y yo. Sabemos que soñamos, que somos soñadores. Vuelven a caminar. Se detienen. Voltean a mirar las palmeras, las plantas, el verdor esmeralda. Sobre ellos vuelan planeando las gaviotas. Se detienen y se sientan sobre un tronco. El ruido del mar, de las olas. Yacen sobre la arena, abrazados, hechos un solo cuerpo, que gira, que rueda, trenzados los brazos y las piernas… Soñando nos abrazamos. Ella me invita a entrar abriéndose. Y yo entro. Ya somos un solo cuerpo. La piel requemada por el sol. Cubierta de sudor. Besándose. Repasando con las manos sus cuerpos. Se miran. Uno al otro se miran y repasan con la mirada el cuerpo del otro. Si nos quedamos aquí hasta que se haga La exposición Gustavo Arias Murueta. 50 años de trayectoria, se encuentra en exhibición actualmente de noche, nos pondremos a contar las estrellas fugaces. en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez de Zacatecas. La mirada de ella brilla luminosa, juguetona. Veo tu cuerpo desnudo. Me alegra comprobar que no es perfecto. Aunque soñada, es un cuerpo de mujer real, desprovista de ropa y de afeites. Y me veo en tus No. Despierta. Siente sobre su cuerpo el peso de la sábana, del cobertor, del edredón. ojos color avellana. Te veo e intento memorizarlo, con todas sus imperfecciones, con Escucha los ruidos provenientes de la calle. Abre los ojos y con un hilito de voz muy tu olor. Hueles a mujer. Y me pongo a descubrir y a contar tus lunares y sé que no baja canta: “Anoche, anoche soñé contigo / soñé una cosa bonita / ¡qué cosa maravillosa! voy a escribirte un poema porque sencillamente no soy poeta. ¿Su nombre? ¿De ella? / ¡Ay cosita linda, mamá! /Soñaba, soñaba que me besabas / y que en mis brazos dormías No lo sé. No nos dijimos nuestros nombres, en los sueños los nombres no importan. / ¡ay cosita linda, mamá!”.

Retrato Por Pilar Alba

Él amaba tres cosas [Versión de Javier Acosta]

¿Cuántas miradas caben en este retrato? No me refiero a la mirada del niño que está aquí capturado, encerrado en este marco para la posteridad, aunque sabemos que eso de la posteridad no existe, que será más bien hasta que dure el retrato o se queme o se pierda. No. Me refiero a las miradas de los que lo ven, de los que lo vemos. ¿Cuántas serán? El niño del retrato está ahí sentadito, con una pierna cruzada y una sola mirada tranquila: ésa fue la pose que el fotógrafo le ensayó, es una postura falsa, los niños no son así de serios ni así de tranquilos. Somos los que estamos afuera del retrato, los que lo vemos, los que nos intranquilizamos, los que no estamos quietos; no porque nos imaginemos lo que pasó antes o después de ese instante capturado en el papel, sino por toda la historia que encierra. Sí, en ese retrato caben miles de miradas, creo. La mirada de reproche contra las decisiones del destino. Cabe la de la alegría del recuerdo. Cabe la de la tristeza de la ausencia… la del coraje, la del miedo, la de la soledad… la del desasosiego.

Por Anna Ajmátova Él amaba tres cosas: los pavorreales blancos, la oración de las vísperas y los mapas antiguos de América. Odiaba el llanto de los niños, el té con mermelada de frambuesa, también la histeria femenina. Y yo fui su mujer. * En 1918 la poeta rusa se divorció de Nikolai Gumeliev, fusilado tres años después por los bolcheviques. Ajmátova también fue acusada de individualista e investigada por el régimen de Stalin. Temerosa de las represalias del Estado, en 1934 quemó todos sus escritos inéditos en la estufa de su casa.


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