La Gualdra No. 13, lunes 29 de agosto de 2011

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Foto: Eduardo Román Quezada Torque

Jahn Carlo El Sireno Aparicio nació en Zacatecas, Zac., el 6 de junio de 1986. Además de boxeador profesional y de dedicarse de manera formal a la realización de tatuajes, confiesa ser un apasionado de la literatura -su libro favorito es Drácula-, de la pintura, la música y el graffiti. El próximo día 10 de septiembre tendrá su siguiente pelea en Zacatecas, de ésta dependerá que viaje a Argentina a disputar el campeonato mundial. Porque el box también es Pág. 6 y 7 parte de nuestra cultura, apoyemos al Sireno Aparicio. En páginas centrales, Pilar Alba -escritora y actriz- entrevista al boxeador zacatecano.


A esta hora exactamente hay un niño en la calle, hay un niño en la calle. Es honra de los hombres proteger lo que crece, cuidar que no haya infancia dispersa por las calles, evitar que naufrague su corazón de barco, su increíble aventura de pan y chocolate. Calle 13

El 25 de agosto sin duda pasará a la historia como un día muy triste para los mexicanos. De sobra conocen los detalles, de nada sirve repetir lo que por días hemos escuchado y visto en noticieros y redes sociales; pero es necesario que la memoria guarde estos acontecimientos fatídicos. Pareciera por momentos que la historia de nuestro país está construida y recompuesta sólo de hechos como éste; he de confesar que por momentos la desesperanza me invade, pero quién dijo que todo está perdido… Después de 1968, tras lo acontecido el 2 de octubre, en México se diluyeron los liderazgos sociales; los jóvenes se volvieron hasta cierto punto apáticos e indiferentes –quiero creer que por miedo y no por falta de interés- y a nadie parecía importarle… pero en los discursos oficiales los políticos seguían refiriéndose a la gente joven como el futuro de nuestro país –hasta la fecha lo siguen haciendo al utilizar un discurso por demás gastado y sin sentido-. ¿Los jóvenes de aquel entonces son nuestro presente entonces? Observemos a nuestro alrededor y quizá coincidamos en que son ellos quienes nos están gobernando ahora, quienes parecen además olvidar que México es de todos y para todos y no sólo para algunos cuantos. Pobrecito de nuestro México lindo y querido. ¿En qué momento perdimos el rumbo? ¿Cómo habremos de retomarlo? Los jóvenes de esta época ya no son el futuro, son nuestro presente. Tenemos que confiar en nuestras buenas artes para convencerlos de que se queden del lado de la esperanza; debemos de trabajar muy duro para que no abandonen las filas de los que sí queremos un país tranquilo, un México libre, educado y sensible; una patria de la que podamos sentirnos orgullosos y por la que podamos transitar sin miedo y sin vergüenza por tanto muerto caído en nuestras tierras. Todos somos San Fernando, todos somos Monterrey. El mismo día 25 de este mes que está a punto de terminar, el equipo gualdreño se fue a Fresnillo, a tratar de entrevistar a Calle 13; un grupo de puertorriqueños que se ha caracterizado por causar una gran empatía con los jóvenes de toda América Latina. Llegamos al Teatro del Pueblo, con el corazón hecho un nudo por lo acontecido en el norte del país; viajamos con miedo los casi 50 km. de carretera que separan a Zacatecas con el Mineral y al caer la noche, nos encontramos con un escenario atiborrado de hombres y mujeres menores de 25 años en su mayoría; escuchando con atención a Residente –el vocalista del grupo,

René Pérez Joglar-, quien entre cada canción lanzaba un mensaje a los ahí presentes: “Venimos a México sin miedo, nosotros no creemos en todo lo que dice la prensa, tampoco lo hagan ustedes: infórmense, lean, no crean todo lo que se les dice en la televisión”. Residente no es ningún improvisado, tiene 33 años y tiene el grado de Maestría en Arte con especialidad en Cine, “En Puerto Rico como aquí, vivimos ahora con mucha violencia, y la violencia es causada por la falta de educación; y la poca o mala educación es responsabilidad de los malos gobiernos que tenemos” (conviene aclarar que Calle 13 ha sido vetado en varios países). Residente habló también de los migrantes “Toda esa gente que se levanta temprano a trabajar en un país extraño, porque no puede permanecer en el suyo, porque no hay fuentes de trabajo”. Seguramente Residente no había escuchado todavía lo sucedido en Monterrey y tampoco sabía que algunos jóvenes de estas tierras han decidido quedarse pero no estudian, tienen hambre y necesitan trabajar… y la opción inmediata y más fácil está siendo tomada por algunos de ellos –afortunadamente no todos-. Nuestros jóvenes, nuestro presente. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com Yo vengo a ofrecer mi corazón Quién dijo que todo está perdido yo vengo a ofrecer mi corazón tanta sangre que se llevó el río yo vengo a ofrecer mi corazón. No será tan fácil, ya sé que pasa no será tan simple como pensaba como abrir el pecho y sacar el alma una cuchillada del amor.

Sobre gatos y recuerdos por Gabriel Luévano

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Werner Herzog o la obsesión de lo imposible (II) por Nelson Guzmán

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Ver a Ninel en el post ajeno por Eduardo Campech Miranda Castillo de sal si puedes por Ester Cárdenas

Dejando de lado los estereotipos (Jahn Carlo el Sireno Aparicio) por Pilar Alba

El Templo Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe de la ciudad de Zacatecas Por Erika Yadira Méndez Soriano Diario de Mateo por Mateo Estrada Gaviria

Programa de la Feria Nacional de la Plata 2011

Luna de los pobres siempre abierta yo vengo a ofrecer mi corazón como un documento inalterable yo vengo a ofrecer mi corazón. Y uniré las puntas de un mismo lazo y me iré tranquilo, me iré despacio y te daré todo, y me darás algo algo que me alivie un poco más.

Agenda Cultural Programa de la Feria Taurina Zacatecas 2011

Cuando no haya nadie, cerca o lejos yo vengo a ofrecer mi corazón cuando los satélites no alcancen yo vengo a ofrecer mi corazón. Y hablo de países y de esperanza hablo por la vida, hablo por la nada hablo de cambiar esta nuestra casa de cambiarla por cambiar nomás. Quién dijo que todo está perdido yo vengo a ofrecer mi corazón.

La metempsicosis de los trífidos (Fábulas posmodernas). Desempolvando un texto de Alexander Godwin por Rolando Alvarado y Sigifredo Esquivel

Fito Páez

Por siempre: Cantinflas por Antonio Villarreal

Carmen Lira Saade / Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Andrade Trinidad / Diseño

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibída la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

5 6 7 8 9 10 11 12 Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


Por Gabriel Luévano ¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo cien veces en momentos en que cometía una acción tonta o malvada por la simple razón de que no debía cometerla? Edgar Allan Poe Cuando escuchó aquel sonido cavernoso, mi abuela aún no discernía la cantidad de conciencia necesaria para darse cuenta que se hallaba en los senderos del sueño. El seno profundo donde parecía distinguir un rostro desesperado, formaba un ojo de agua oscura y de magnitudes abismales. Entonces vio el rostro de su esposo, en la estribación putrefacta que un reino apesadumbrado le acercaba a su inaugurada tristeza. “No quiero que me llores más, las manos de la noche me han cubierto”. Al despertar, las palabras resonaron, y dejarían de hacerlo si los taumaturgos no hubieran dado fe de un mensaje proveniente de otro mundo. Recientemente mi abuelo había fallecido y la desesperanza rutilaba en la orfandad que su partida dejaba. Dejaron de llorarle, por lo menos en voz alta; el miedo de vedarle la paz era intolerable. Hace algunos años yo escuchaba esta historia, creyéndola a medias, considerándola una inocente manifestación del surrealismo propio en el pensamiento tradicional de nuestro país. Ahora, he comenzado a extrañar a mi abuela y la revalorización de cualquier búsqueda por la magia que un mundo groseramente olvidadizo y desdeñoso hacia sus ancianos ha hecho a un lado, porfía en redimir la incredulidad de la primera juventud. Me he dado cuenta que uno también puede creer deliberadamente, ya sea manteniendo los límites de la cordura y la lógica o dejándose llevar por los terrenos de la añoranza y la imaginación. A fin de cuentas, esa magia nos ha dado la vida, sin ella nuestro paso por el mundo no pasaría de ser un monótono desfile hacia el matadero. Las historias de la senectud, por lo tanto, alimentan desde hace ya bastante tiempo, esta mano que escribe, amorosa y fervientemente y no me dejo de asombrar de las similitudes hacia los relatos que he encontrado en la literatura. Hace poco, por ejemplo, recordé que a la aparición onírica ya narrada, no siguió la tranquilidad. Resulta que con tan solo unas cuantas semanas, un visitante llegó a la casa. Era un gato, enorme y albo. En un principio, el inquilino no sembró las sospechas de mi familia, hasta que su comportamiento dejo en claro que no se las habían con un ser del todo normal. Primero fueron las maldicio-

nes de las vecinas, luego los pedazos de comida que comenzaron a aparecer en la mesa consistentes en pequeños vegetales, carne o incluso quesos enteros, los que descubrieron las ansias del gato por cuidar de la viuda y sus hijas. Cuenta mi abuela que en cierta ocasión, ella misma fue testigo de la generosidad del animal, al verlo ingresar a la cocina, arrastrando dificultosamente una bolsa con queso. Los rumores no tardaron en dilatarse por los alrededores. “Es Antonio, Victoria, que no los desampara”. Sin embargo, una mañana ya no apareció el gato. Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, dice la canción. Siguió durante años y años hasta hilvanarse con mi desaforada impresión, al descubrir a uno de los autores que más habrían de influir en la literatura y en mi visión del mundo. Un autor que narraba igualmente la historia de un felino, que encarnaba el misterio entrañado en su fantasmagoría. Edgar Allan Poe (1809-1840), iniciador del cuento moderno, quien inauguró la literatura policiaca, habitante del abandono, dominado por las pasiones, figura que forma parte del gremio “autores favoritos” de casi todos nosotros, publicó en 1843 “El gato negro”. En este relato, el bostoniano desarrolla su tema predilecto, la per-

versión, enmarcada en la dualidad que presentan sus personajes, seres enfermizos, obsesionados con la muerte. Cada uno de estos personajes es desarraigado de una cotidianeidad apacible y segura, para despeñarse a un socavón donde sus temores desembocan en los deseos más estremecedores. En “El gato negro”, se cuenta la historia de un hombre, caracterizado por su bondad y apego a los animales que de un día para otro recibe dentro de su alma, un llamado de lo perverso. Las víctimas inmediatas, son aquellos animales que antaño habían sido el centro de su atención y cariño. De entre ellos, es Plutón, un hermoso gato negro, el que recibiría el peor castigo de su amo, al ser ahorcado por éste. Un pavoroso incendio, que reduce al hombre a la miseria, la llegada de un nuevo gato, muy parecido al mártir inmolado, el fantasma del alcohol y ciertos acontecimientos anormales, acerarán el incipiente odio del personaje, que en el fondo sufre al ser consciente de las atrocidades que efectúa. Los arcanos de la maldad, jamás entendida, dominan a los protagonistas en los relatos de Poe, (muchas veces a pesar suyo), remanentes, símbolos de esa otra vida oculta, que en la pluma del autor estadounidense cobra apariencia lóbrega y por lo tanto, dulcemente morbosa.

He ahí lo estremecedor. La perversidad en Poe no es mero capricho u ornamento, sino un rasgo que enfatiza la naturaleza imperfecta y dudosamente racional del hombre y que puede traspasar los límites de lo creíble, de lo efímero. Concuerdo con muchos en que Allan Poe es sin lugar a dudas uno de los autores más importantes en la historia, cuya veta artística figura entre las más poderosas que se hayan visto. Sus cuentos de horror, hoy por hoy, no han sido superados por nadie. El final de “El gato negro”, que no relataré, pues sería un aberrante crimen, lo demuestra. Cada vez que lo leo, me produce la misma sensación de hace años, en que lo descubrí. Los símbolos usados por Poe con el fin de representar las fuerzas ocultas que nos arrastran de manera ineluctable al cataclismo, llevan consigo una posibilidad para reconocernos. En mi caso, un gato negro, me hace evocar la fascinante historia de mi abuela. Otro día, será el hombre que asesinó a su propia alma, o la mujer que reencarnó en su hija o quizá, la pintura de una doncella atrapada por la pasión de un pintor ensimismado. Invito a leer a Edgar Allan Poe, como si se esperase escuchar un eco que nos devuelve limpios, a la costumbre del miedo.


Por Nelson Guzmán* Nada más ajeno al estallido delirante de los cañones que Aguirre dirige contra la balsa atrapada en el remolino por la que asoma su espíritu sedicioso, que la música angélica que Fitzcarraldo se propone llevar al Amazonas. No es la voluntad de imperio sino de conciliación del mundo sublime de la ópera con la naturaleza salvaje lo que agita las venas de este otro conquistador de lo imposible. Si lo imposible del firme propósito de Aguirre está dado en la resistencia que el mundo que linda en los confines de lo humano opone a la voluntad del imperio humano, en Fizcarraldo lo imposible está ya en el propósito mismo, el fin no es la voluntad de dominio sino la de arte que es siempre voluntad de suerte. Las empresas financieras que este singular personaje se propone no son nunca su objetivo principal, son siempre el medio para llegar la ópera a la ciudad amazónica de Iquitos: el ferrocarril trasandino, la fábrica de hielo en la selva y la travesía pedestre de un barco en busca de la fortuna del caucho, son sus medios que con su ruina anuncian el espíritu refractario al servilismo utilitario que se dibuja en la frente de los empresarios. Fitzcarraldo en medio de su empresa no se niega el deleite que la ópera le inspira: rema hasta sangrar por dos semanas para llegar a la capital del mundo amazónico, la ciudad de Manaos en Brasil para poder escuchar a Enrico Caruso. Su pase de entrada son sus manos sangrantes, pues aunque no tiene boleto para acceder al teatro sí el derecho que su tenacidad le concede. Escucha también la ópera en su fonógrafo rodeado por niños y un cerdo que se deleita con la música y al que Fitzcarraldo le tiene prometida una silla de terciopelo para disfrutar dignamente de las composiciones de Bellini, Verdi, o Rossini, con el honor que un cerdo melómano merece. Su voluntad incontenible y delirante se comunica a quienes lo rodean: Molly, la madame del pueblo que sigue con fascinación enamorada todos sus caprichos; el empleado negro que ha esperado años en la estación de tren abandonada para reemprender la construcción del ferrocarril trasandino, empresa de la que Fitzcarraldo ya ha capitulado; Huerequeque, el cocinero ebrio que, como el empresario de origen irlandés, no tiene reservas para dejarse dirigir por los

designios de su voluntad; o la tribu de indios que ceden a los trabajos que remontar un barco por la cuesta de una colina implican y que ven en Fitzcarraldo un dios que los conducirá a una suerte de edén que al final se reduce a una copa de champaña en la oficina de don Aquilino, el próspero magnate del caucho que se mofa y a la vez admira al empresario soñador. Todas las empresas de Fitzcarraldo tienen un toque romántico, como si la voluntad de realizar lo imposible fuera en el fondo el único propósito que veladamente mueve sus empresas. Ninguna ambición estrictamente personal lo lleva a actuar. Pareciera como si el simple hecho de hacer lo que nadie antes, es el espíritu de sus actos. No importa lo absurdo de sus fines o el pronóstico adverso

que tienen. Esto extraña y fascina a don Aquilino, cuyo ánimo empresarial antepone el éxito a todo guiño y cuyo éxito no deja de ser a su vez un designio de la fortuna. Pues incluso la suerte le sonríe como en la mano de cartas que gana y en la que llega a decir: perder dinero… éxtasis. Es el mismo empresario quien le explica y da la idea a Fitzcarraldo para llevar a cabo la gesta central de la película: llegar a los márgenes del río Ucayali donde el caucho no ha sido explotado. Empresa que requiere remontar el Pachitea para cruzar la colina que lo separa del Ucayali, pues en este río, los rápidos del Pongo das Mortes vuelven imposible su navegación. Tras los avatares que dicha gesta supone, en el momento extático de la celebración y la embriaguez que se re-

gocija ante lo que parece ser el éxito que recompensa a los esfuerzos, los indios cortan la cuerda, pues sus fines al ayudar a Fitzcarraldo son, al igual que los de éste para ellos, desconocidos para él: navegar por el Pongo das Mortes. Fitzcarraldo vuelve a Iquitos lamentando su fracaso, pero es precisamente la causa de su ruina lo que don Aquilino celebra de su epopeya: Fitzcarraldo ha hecho lo que nadie había podido: navegar en el cauce inhóspito del Ucayali, que no tiene cabellos de donde asirse. Es por ello que el fracaso de su empresa está reconciliado con su objetivo: dar nacimiento al momento artístico y soberano que se niega a ser para otra cosa un medio. Si el arte es voluntad de suerte, es liberación de los fines que imponen límites a su sentido, la destrucción de la finalidad de todo acto es la liberación que lo convierte en un fin para sí mismo. Si Fitzcarraldo tiene como fin invocar el canto artístico, el fracaso de su empresa trae la presencia del brillo soberano del instante. No importa si no logra convertirse en un magnate del caucho, al final, su propósito de llevar la ópera a Iquitos se ve coronado gracias al despilfarro del dinero que la venta del barco en ruinas le ha devuelto: el mismo barco en que se atravesó el hostil cauce del río es el escenario que frente a la rivera sostiene su sueño incólume, sobre cuya cubierta el conquistador de lo inútil se apoya triunfante. Si consideramos que el mundo servil de la avaricia no es sino el medio que enajena nuestro espíritu, nada es más cierto que las palabras de Fitzcarraldo tras la incómoda situación en que se ve expulsado de la fiesta de los hombres notables de Iquitos: La realidad de su mundo no es sino la caricatura de la gran ópera. Herzog filmó esta película en medio de numerosas vicisitudes. Entre otras la renuncia del actor principal y de Mick Jagger que debía comenzar una gira con los Rolling Stones; y la oposición de dirigentes indígenas amazónicos que lo acusaban de estar perpetrando un genocidio o la muerte de actores. El documental Burden of dreams (1982) dirigido por Les Blank, sobre la filmación de Fizcarraldo nos ayuda a comprender y observar en la paciente mirada de Herzog la sombra de sus propios personajes. * Ensayista. nelsongr7@hotmail.com


Por Eduardo Campech Miranda En los últimos días las redes sociales, en particular twitter y facebook, se han visto invadidas por un nombre: Ninel Conde. Los constantes tropiezos de la figura televisiva han sido motivo de múltiples publicaciones (post) de un negro y mordaz sentido del humor. No me asombra la capacidad del pueblo mexicano para hacer de un acontecimiento todo un jolgorio. En cambio, sí percibo con curiosidad que muchas de esas personas que mueren de hilaridad ante el nuevo chiste de Ninel, tengan graves deficiencias de escritura, en particular de ortografía. De antemano tienen conciencia de sus fallas (en eso estarían aventajando a la Conde), pues las justifican con frases como “¿me entendiste, no?”, “no pongo acentos porque me da flojera”, “yo escribo como se me da la gana”. Además de argumentos “tan sólidos”, los aludidos tienen a su favor el anonimato o el no ser figuras públicas. Aunado al orgullo de ser universitarios. La mayoría de nosotros, si no es que todos, alguna vez hemos co-

metido errores al hablar o escribir (en la colaboración de la semana pasada, “Palabras”, daba cuenta de una de mis múltiples metidas de pata). Y también la mayoría de las veces autocorregimos. Cuando no lo llegamos a hacer, no falta algún samaritano que nos indique la falla. Lo cual, dependiendo del nivel de madurez y de la intencionalidad de la corrección, desata o no nuestra furia. Otro aspecto de las publicaciones en redes sociales es esa manía de cambiar, con alevosía pero sin tener idea de sus implicaciones, las palabras. Ejemplos de aplicar estas dos habilidades son las siguientes publicaciones en Facebook:

Hace un par de años, durante una edición del Encuentro sobre Problemas de la Enseñanza del Español en México “Dr. Marina Arjona Iglesias”, defendí una propuesta de revalorar esa escritura que utilizan los jóvenes en redes sociales y celulares, además de utilizar ambos soportes para la promoción de la lectura y la escritura. Soy partidario y defensor de los nuevos códigos de escritura, pero en soportes de comunicación inmediata como el chat, el Messenger o los mensajes de celular. Pero repruebo su uso en soportes con mayor caducidad, lo anterior en virtud de las funciones del lenguaje oral y el lenguaje escrito:

“NO SOII UN PADRE PERO TE DARE UN CERMON... HAII MUCHOS GRAFFITEROS PERO SON FAROLES.. LOS GRAFF DE ESTOS DIAS IIA NO AVIENTAN BOMBAS NI CORRIDAS SOLO PEGAN SUS PINCHES CALCOMANIAS...”,

“oceea.. oi qee llevee la tareea jeje oceea io la tareea jejej mee levntee tempraano qee seguun praa llegar bn i tdoo iiegaa unoo bnn felizz i nu nu ai clases aii nu :@”.

(…) el hablar y el escribir desempeñan funciones diferentes. Parece razonable afirmar que en las sociedades donde se conoce la escritura, el habla se emplea para establecer y mantener las relaciones humanas (uso primariamente interactivo), mientras que el lenguaje escrito está más bien reservado fundamentalmente para la elaboración y transmisión de información (uso primariamente descriptivo), así como para organizar y reorganizar el pensamiento.1

Por ello creo que más allá de la jocosidad involuntaria que causa, en este caso, la esposa de Juan Zepeda, debemos reflexionar y revisar nuestras publicaciones en las redes sociales, con el ánimo de disminuir el terrorismo visual que impera. Dejar de mirar a Ninel en el post ajeno y atender al Conde que tenemos en la escritura.

1 PADRÓN Amaré, Olga: “La diversidad de la palabra, una postura ante el lenguaje”, p. 19.

Por Ester Cárdenas En 1997 falleció Fred Zinnemann, ¿quién no recuerda De aquí a la eternidad y Julia?, Kim Novak recibió el Oso de Oro por toda su carrera cinematográfica, J.K. Rowling publicó Harry Potter y la piedra filosofal, Cabrera Infante recibió el premio Cervantes y en una muestra de cine organizada por PROMOCULZA y el Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde, vi por primera vez al gran Federico Luppi en Sol de otoño. Algunas películas hacen que nuestros sentimientos de ternura se desborden por completo. Esto ocurre en Sol de otoño, un film sencillo, amable, fácil de seguir, divertido y revestido de una enorme tristeza. La soledad es la protagonista de Sol de otoño: la dificultad de compartir, la angustia de la marginación. Con el sólido guión de Santiago Carlos Oves y el propio director, Eduardo Mignogna, el film narra el encuentro, por medio de un anuncio, de un hombre y una mujer ya maduros que pretenden una última oportunidad para sus vidas. En realidad como sabremos más adelante, Norma Aleandro (genial) bus-

ca en Federico Luppi (extraordinario) un accidental acompañante judío por motivo de la visita de su hermano. Aunque el rechazo inicial hace suponer que puede acabar todo en el fracaso, más tarde el acercamiento será progresivo y concluirá como algunos sospechábamos desde el principio. Sol de otoño es una película crepuscular y tan hermosa como una aventura imposible. La presencia de Norma Aleandro y Federico Luppi, en un fascinante duelo interpretativo, hace más entrañable el relato. La progresiva aproximación entre ambos se va haciendo con un elevado sentido del humor y una maravillosa aventura. Los toques de distinción de Mignogna permiten seguir la película con absoluta satisfacción, gracias a la espontaneidad y originalidad de los golpes humorísticos y las salidas de tono. Sol de otoño es un ejercicio delicioso de cine romántico. Hubiera sido impensable sin la presencia de dos actores tan soberbios como Norma Aleandro y Federico Luppi. Y conviene recordarlo porque la película nunca hubiera sido igual sin ellos.

Escena de Sol de otoño es una película argentina de 1996, dirigida por Eduardo Mignogna y protagonizada por Norma Aleandro y Federico Luppi.

Transmiten credibilidad, son sinceros y saben mostrar con su sola presencia la verdadera naturaleza de sus sentimientos. Es por ellos que Sol de otoño es antes que nada una cinta de personajes, de grandes actores, que sin embargo están siempre al servicio del film, no se aprovechan de él para mostrar lo bien que lo hacen y

lo imprescindibles que son. Una película emotiva cuyo argumento implica pasión, humanidad, dubitaciones, rechazos y apasionadas aceptaciones. En aquellos ayeres aun era una utopía la Cineteca Zacatecas, hoy siguen siendo una utopía la Cineteca Zacatecas y las muestras de cine.


Por Pilar Alba* Gran parte de mi formación sentimental, no puedo negarlo, se la debo a las películas del Cine de Oro en México, esas películas que presentan un mundo que tal vez nunca existió: en el que el bien al final siempre triunfaba y en el que bastaba ser bueno, para lograr la felicidad en la vida. Dentro de los personajes emblemáticos de aquellas cintas se encontraba el boxeador del barrio, el campeón sin corona. Siempre me ha gustado el boxeo, desde el que se trasmitía los sábados por la noche, con los anuncios de la Rubia Superior, hasta el de las pelí-

culas que ya mencionaba, o el que veía en vivo y a todo color cuando mi padre nos llevaba al palenque a las funciones que se daban en Zacatecas. De ahí la motivación de hacer esta entrevista, en la cual descubrí que aunque hay cosas que no cambian, el boxeo de nuestros días tiene matices diferentes y que los boxeadores ya no son los campeones sin corona o aquéllos que todo se lo debían a su manager, sino que son deportistas que hacen del boxeo una forma de vida, un oficio como cualquier otro, y sobre todo, encontré que no existen los estereotipos.

Heredero de una tradición, con una misión en mente, llegar a los lugares a donde ni su padre ni su tío han llegado, Jahn Carlo el Sireno Aparicio, quien tomó el apodo de su padre, platicó conmigo en el gimnasio, sobre lo que es el box, su trayectoria y sus aspiraciones, y por qué considera que éste forma parte de nuestra cultura. Al iniciar la charla me sorprendió que en un primer momento su intención era ser futbolista, esto, a pesar de estar en continuo contacto con el box. Platicó cómo hizo pruebas en las fuerzas básicas del Atlas y en Torreón, y que por motivos económicos tuvo que regresarse y renunciar a su primer sueño, mientras que otro mundo, tal vez por destino, lo esperaba en Zacatecas. Fue así como se inició y tomó el camino que por herencia le correspondía: el boxeo. “Seguí el oficio de mi padre, aun a pesar de que mi madre nunca quiso que nos dedicáramos al boxeo: ´si a ti te gusta que te den golpes allá tú´, le decía a mi padre, ´yo defiendo a mis hijos´”. Así que luego de sufrir algunos golpes del destino, decidió devolverlos, pero ahora entrenando en un gimnasio, subiéndose a un ring. Recibió las primeras instrucciones de su padre, hasta que llegó el momento en que éste le dijo: “Vete, aquí en Zacatecas ya no vas a aprender más”. Por eso tuvo que salir, siguió su camino en el municipio de Jalpa y de ahí se trasladó al estado de Jalisco, en donde emprendió su carrera ya de manera profesional. Empezaron las peleas, el trabajo, el entrenamiento duro. Las primeras victorias y las derrotas que siempre son oportunidades de crecimiento, el Sireno lo sabe: “Dios no me quiso dar

el cinturón en ese momento porque tal vez me tiene preparado algo mejor”. Todo ha sido fuera de su tierra, ya que fue hasta el pasado 9 de julio de este año que pudo pelear en casa -en esa ocasión tuve la oportunidad de verlo boxear-. Jahn Carlo se dice integrante de la “Dinastía del Pounch” de los Aparicio, su padre Jesús y su tío Rafael, quienes para los aficionados son figuras conocidas e integrantes distinguidos de la historia del boxeo zacatecano. “Hablando alguna vez con mi padre, le dije: yo no quiero ser como usted, yo quisiera ser mejor y llegar más lejos de lo que usted llegó. Pero no como una falta de respeto sino porque sé que él es lo que quiere, siempre el alumno debe de superar al maestro”. Y prueba de ese respeto que tiene por su linaje boxístico es que al no tener un apodo propio adopta el sobrenombre de su padre para darse a conocer: el Sireno. Además de hablar de su trayectoria y de lo que representa la figura de su padre como boxeador, hablamos sobre lo que simboliza para él estar sobre el ring, ese lugar que según sus palabras “Es otro universo, medido no por el tiempo sino por el sonido de una campana. Es un lugar en el que te transformas, cambias de personalidad y te llenas de coraje, un

Foto Eduardo Román Quezada.


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coraje contra tu rival pero no por un deseo de acabar con él sino por ser mejor, porque en esa esfera diferente, y sin embargo dentro del mundo, sólo estamos los dos y hay que ver quién tiene las mejores posibilidades de ganar”. Para él esa atmósfera tiene también una relación íntima con lo religioso, ya que antes de entrar en ella, reza no sólo por él sino por su rival, para que ambos regresen con bien con sus respectivas familias; y por supuesto, reza para ser el ganador. Siempre agradece también a las personas que lo apoyaron para poder estar ahí.

Es un mundo fuera de lo cotidiano, pero a diferencia del mundo de las drogas, en el cual se vio envuelto en algún tiempo, señala que “En el boxeo te encierras en el hecho de la pelea y no sólo en ti, como pasa cuando recurres a alguna droga para evadirte del mundo. Es necesario levantarte, sacudirte las rodillas para agarrar vuelo, tanto en la vida como en el box”. Es su sentido de vida, no acepta la derrota como algo negativo sino como una posibilidad de seguir porque hay siempre algo mejor. Y es que Jahn Carlo el Sireno Aparicio, no es un boxeador como los que yo estaba acostumbrada a ver en las películas de mi infancia; aunque sólo estudió los primeros semestres de preparatoria, es una persona que ve y es sensible al arte. Al cuestionarle el por qué de los tatuajes que visten su piel, contestó vehemente: “Me encanta el arte, todo lo que tenga que ver con él; la pintura, el graffiti, los tatuajes”. De hecho combina el deporte con el oficio de tatuador. Lee antes de sus peleas y escucha música como algo habitual: definitivamente se sale del estereotipo. Este Sireno considera al boxeo como parte de la cultura de Zacatecas, porque nuestro Estado tiene una gran tradición de talentos en el box -a veces hace falta la promoción, pero están ahí-, en sus palabras: “Has-

ta en la oscuridad resaltan”. Por eso cuando habla de lo que siente por su barrio, aclara que hay muchos jóvenes que deberían ser encausados más por el camino del deporte, no como una expresión o frase trillada, sino como una posible salida al camino de lo delictivo. Y sobre todo en estos tiempos violentos, en los que todos creen ser o conocer a los malos, en los que la delincuencia nos tiene agarrados, una salida puede ser dedicarse al deporte: “Si tienes sangre fría súbete a un ring o acábate el costal, para que liberes toda la violencia, el estrés que sientes”. Para él, el boxeo representó en un tiempo esa salida, ahora ya no, ahora es su oficio, su forma de vida, la manera de apoyar económicamente a su familia y sacar adelante a su hija, a la cual le gustaría ver como profesionista. Pero también como una aspiración, como un deseo, un sueño, el box como la posibilidad de algún día conseguir un título a nivel mundial. La entrevista fue breve, Jahn Carlo Aparicio, tenía que continuar con su entrenamiento porque el 10 de septiembre tendrá su próximo encuentro en Zacatecas, un obstáculo a vencer para poder pelear por el campeonato mundial. Y porque la vida no es como en las películas, en ella hay que sudar, sufrir, caer y levantarse para lograr lo que se quiere.

* Escritora, actriz y directora de teatro. Trabaja en la preparatoria de Nieves, Zac. pilaralb@gmail.com

Los Sirenos Aparicio (padre e hijo)


Por Erika Yadira Méndez Soriano*

Historia del templo. El templo Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, mejor conocido como Guadalupito, forma parte muy importante del barrio en el que se encuentra, en la colonia llamada Pedro Ruiz González.1 La historia de este lugar es poco conocida en la ciudad, debido a su relativa distancia del centro histórico. Los únicos que nos proporcionan información son la doctora Maricela Valverde y el Rector de la Iglesia, el Pbro. Salvador Sánchez Escobedo por medio de una entrevista que le realizamos el 19 de junio de 2007. Maricela Valverde comenta lo que Guadalupito representaba para su época: Un barrio material, moral y espiritualmente pobre. Muchos eran los asesinatos, robos e inmoralidades que con frecuencia en él se lamentaban. Los fieles, por confesión de ellos mismos, pocos eran los que iban a misa los días de fiesta, por lo distante, según ellos, que les quedaban los otros templos de la ciudad y poquísimos los que concurrían a los sermones y explicaciones doctrinales: así es que no era raro que se lamentara tanta inmoralidad.2

Con esto nos podemos dar una idea de cómo hacía falta el templo para el culto, para poner un alto a la impunidad que preocupaba a la gente de ese lugar. Dichos actos se debían a que se encontraban alejados del centro como ya lo dijimos anteriormente y las autoridades no recorrían la zona. El Pbro. Salvador Sánchez Escobedo nos platicó que: “El padre José Anastasio Díaz López rayó los cimientos de lo que sería el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Barrio de la Estación, según el proyecto de D. J. Refugio Reyes, el 1 de agosto de 1891”.3 Desde entonces comenzó su construcción oficial, por encargo del Señor Arcediano D. Félix Palomino, quien dio cierta cantidad en un inicio, pero el padre Díaz se vio obligado a pedir más dinero a los ricos mineros y hacendados de la época para poder seguir adelante con dicha empresa y que con esto se convirtieran en bienhechores del proyecto.4 El padre Díaz se formó en Aguascalientes como sacerdote, después lo mandaron a Zacatecas a cumplir con su misión pastoral, y posteriormente el obispado zacatecano lo mandó a esta parroquia, sabiendo la situación en que se encontraba el barrio.

1 Enciso Contreras, José, Zacatecas para propios y extraños. Guía histórica rápida, Ayuntamiento de Zacatecas, Zacatecas, 2000, p. 51. 2 Becerra Solís, “Tema Número 7: el Señor Díaz como Pastor (primera parte: su trabajo en Guadalupito- 14 años, pp. 1 y 2, citado por Valverde Ramírez, Maricela, La obra pictórica del templo Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupito. Zacatecas (Siglos XVII- XX), UAZ, Tesis de Maestría en Filosofía e Historia de las Ideas, Zacatecas, 1998, Inédita. 3 Entrevista realizada al Pbro. Salvador Sánchez Escobedo, Rector del Santuario de Guadalupe a partir del 1 de noviembre de 2005. 4 Misma entrevista, respecto al dinero recabado para dicho fin.

* Licenciada en Historia por la UAZ. Integrante de la Asociación de Historiadores Elías Amador. Estudiante del Programa Maestría- Doctorado en Historia de la UAZ.

Fotos Eustaquio Arellano

Por Mateo Estrada Gaviria Martes 23. Hoy hice una leve distracción: escribí la reseña de la puesta en escena de Estrellas del Orinoco, de Emilio Carballido. El programa de mano dice: “Orinoco es una obra en la que podemos apreciar el valor de la amistad, de la amistad más sincera en los momentos menos afortunados”. La obra es (en la adaptación le llamaron “Orinoco girls”) un episodio en la vida de Fifi y Mimi, dos bailarinas de tugurio. Son alcohólicas, gozadoras y en algunos instantes seres derrotados. Navegan en un barco sin capitán y con un hombre invisible. En la escenificación las protagonistas aluden amores, triunfos y derrotas. La dirección de Luis Miguel Ríos fue madura. Estando en la posible línea de lo efímero, logró manejar bien

los ritmos para trascender. No concedió facilidades a nuestros días: no tubos y no música grupera. En cambio, homenajeó a íconos como Tongolele, a quien representó como Mine (Karla Ríos). Esta actriz tuvo su noche en el Festival de la Diversidad Sexual. Fue tan íntegra cuando declamó el amor por Fifi (Mayela Venegas). En el viaje no fracasan. Al final se coronan reinas y tienen esperanza en “lo que sigue”… Sábado 27 [18:00. Cafetería. Centro de la ciudad. Espero]. El Sol cumple sus funciones. Alguna vez, niño ha, imaginaba al ‘astro rey’ (qué cursi) como un dios cierto. Mi visión fantástica provenía de las lecturas que hice a los relatos sobre Ícaro y Prometeo. Fuego, luz, calor. Ahora sé que él fecunda las plantas; marca la intensi-

dad del día si las nubes y el viento no irrumpen; dirige la dirección de las sombras. Es más, agrego: el calor solar es parte del amor a la vida, y cada quien asume como lo da. Le veo venir. Me sorprende verle en este lugar. Confío que siga su ruta y no modifique mi estancia. Su ronda me distrae. Le sigo con la vista. Hacemos contacto. Vuelve y me mira. Sé que lo hace con sus ojos enormes. Se va. Vuelve. No sé si el vínculo que inicia tendrá trascendencia. Ah, debo seguir… la pinche mosca se irá… Listo, llegó mi JC… Lunes 29. En la mañana miré a la chica embarazada, la que caminaba con JC hace días. Ella barría “el frente” de su casa. Está her-

mosa. Ojalá su bebé sea niño… X. ya no regresó a clase. Expuse El arco y la lira (Octavio Paz) y me apoyé en Sergio Loo (Sus brazos labios por mi boca rodando). Sea la poesía, pero noté que la seducción profesor-alumnos inició. Me encantó el momento en que leí: En la alacena de mi cuerpo siempre tengo algo por si quieres por si se te antoja por si vienes de visita o te quedas a dormir […] Me gustó que nadie censurara este tipo de amor… Ah, la poesía de Loo es parte de mi antología de salmos…



CICLO “UN QUIJOTE SIN MANCHA” Celebrando los 100 años del nacimiento de Mario Moreno Cantinflas

GALERÍA ESCULTURAES 3 de septiembre, 20:00 hrs. Exposición: NIERIKA Participan: Víctor Hugo González Cázares, Othoniel González López de Nava, Juan Luis Padilla Alvarado, Jorge Pérez y Juan Carlos Villegas. Jardín Juárez 125, centro histórico.

FOTOTECA DE ZACATECAS La Huella Exposición individual de Ma. de Lourdes Corzo Valdez Permanencia: 25 de septiembre Alquimistas Participan: Lourdes Corzo, Ilse Trujillo, Carlos Segura, Octavio Zaldívar, Juan Carlos Basabe, David Pérez Becerra y Sergio Mayorga. Permanencia: 9 de octubre Horarios de visita: de 09:00 a 17:00 horas de lunes a viernes, de 10:30 a 17:00 horas sábados y domingos. Entrada libre.

Sala Mauricio Magdaleno Jueves 01, 18:00 horas

EL EXTRA. México|1962|110 min. Dir. Miguel M. Delgado. Sinopsis: Decidido a triunfar en el mundo del cine, Rogaciano (Cantinflas) acepta un papel de “extra” en varias producciones, en las que tiene que interpretar personajes tan variados como el de amante de Margarita Gauthier, un jefe indio, bailarín de twist o matón del oeste. Pero su excesivo celo en el trabajo provoca la antipatía de los sucesivos directores.

Sala Mauricio Magdaleno Viernes 02, 18:00 horas

ENTREGA INMEDIATA. México|1963|110 min. Dir. Miguel M. Delgado. Sinopsis: Feliciano trabaja de cartero. La guapísima y seductora Carlota, dirigente principal de una red de espionaje, vuelve loco al pobre Feliciano. Y ella, sabiéndolo, engaña al inocente cartero consiguiendo que le entregue unos importantes documentos con informes sobre experimentos nucleares.

Sala Mauricio Magdaleno Sábado 03, 18:00 horas

EL PADRECITO. México| 1964|128 min. Dir. Miguel M. Delgado. Sinopsis: A un pueblecito mexicano llega el padre Sebastián (Cantinflas), un joven cura que viene a ayudar al padre Damián en las tareas de la parroquia. Desde el principio, el nuevo sacerdote tropieza con problemas, ya que los feligreses quieren al viejo cura y consideran que el padre Sebastián es un usurpador. Aun así, el curita irá ganándose poco a poco el afecto de la gente. Pero entonces surge un nuevo problema, ya que las autoridades eclesiásticas deciden jubilar al padre Damián.

Sala Mauricio Magdaleno Domingo 04, 18:00 horas

EL SEÑOR DOCTOR. México|1965|113 min. Dir. Miguel M. Delgado. Sinopsis: El doctor Salvador Medina, un médico pueblerino, decide marcharse a la capital con el fin de progresar en su carrera. Allí se encontrará con un mundo desconocido para él: Rayos X, electroencefalogramas y muchas técnicas sofisticadas que le crearán problemas. Pero no sólo deberá luchar contra los modernos aparatos, sino también con el rígido doctor Villanueva.

FORO INFANTIL. Foro Multidisciplinario (Frente al Acceso Principal de la Monumental Plaza de Toros) Talleres infantiles Del 5 al 9 y del 12 al 14 de septiembre en los siguientes horarios: a) De 09:00 a 10:15 y b) De 11:45 a 13:00 horas. PROGRAMA ESCÉNICO Sábado 3, 18:00 horas Teatro Clown. “Aprisa, pan y risa” Teatro Payasas a la Carta – México, DF & Xalapa, Ver. Dir. Mario Ficachi Domingo 4, 18:00 horas Teatro Clown. “Zapato, una historia sin par” Teatro Payasas a la Carta- México, DF & Xalapa, Ver. Dir. Leticia Valenzuela Lunes 5. 10:30 horas Teatro de Títeres. “Tecuani, El Duende de la lluvia” Teatro Marometa–Zacatecas. Dir. Martín Letechipía

Sábado 10, 18:00 horas Sones mexicanos, rock y blues; cuentos y leyendas “Son Corazón de Niño” Luis Delgadillo y Los Keliguanes; Guadalajara, Jal. Dir. Luis Delgadillo Domingo 11, 18:00 horas Música para bajitos. “Así como te lo canto me lo contaron” Luis Delgadillo y Los Keliguanes; Guadalajara, Jal. Dir. Luis Delgadillo Lunes 12, 10:30 horas Sones mexicanos, rock y blues; cuentos y leyendas “Son Corazón de Niño”. Luis Delgadillo y Los Keliguanes; Guadalajara, Jal. Dir. Luis Delgadillo Lunes 12, 17:00 horas Teatro de calle. “A las vueltas del reino” La Ciénega Teatro-Zacatecas. Dir. Iván Guardado

Lunes 5, 17:00 horas Teatro familiar. “Colmillos del Oeste” Los Cosmicómicos- Zacatecas. Dir. Sergio Salinas

Martes 13, 10:30 horas Teatro familiar. “Balo, Balo” La Ciénega Teatro- Zacatecas. Dir. Iván Guardado

Martes 6, 10:30 horas Teatro de Títeres. “Rebanada de Risa” Teatro Marometa-Zacatecas. Dir. Martín Letechipía

Martes 13, 17:00 horas Taller de Danza Jazz “Pasos Libres” – Zacatecas Dir. Susana Alemán

Martes 6, 17:00 horas Pantomima. “La Magia de la Pantomima” Tras Bambalinas Teatro-Zacatecas Dir. Iván Íñiguez

Miércoles 14, 10:30 horas Teatro infantil. “El retablo de las maravillas” Grupo Guía Nocturna – Zacatecas Dir. Julia Robles

Miércoles 7, 10:30 horas Teatro familiar. “Cambio y fuera” Grupo Escénico Spazio-Zacatecas Dir. Luis Miguel Ríos

Miércoles 14, 17:00 horas Danza. “Coahuila… desierto, danzas y tradiciones” Compañía Juvenil de Danza Folklórica “Mazatl Ollin” de la Escuela Secundaria Técnica No. 1 Dirección: Manuel Hernández y Luis Fernando Amador

Miércoles 7, 17:00 horas Taller de Danza Jazz “Pasos Libres”Zacatecas Dir. Susana Alemán Jueves 8, 10:30 horas Teatro familiar. “Yorinda y Yoringuel” Grupo Escénico Spazio- Zacatecas Dir. Luis Miguel Ríos

Jueves 15, 18:00 horas Música y teatro infantil. “Con Cierto Gato” La Mueca-Morelia, Mich. Dir. Joaquín Ortiz

Jueves 8 / 17:00 horas Teatro familiar. “Colmillos del Oeste” Los Cosmicómicos- Zacatecas. Dir. Sergio Salinas

Viernes 1618:00 horas Música y teatro familiar La Mueca-Morelia, Mich. Dir. Joaquín Ortiz

Viernes 9, 10:30 horas Pantomima. “La Magia de la Pantomima” Tras Bambalinas Teatro-Zacatecas Dir. Iván Íñiguez

Sábado 17,18:00 horas Canciones y cuentos. “Canciones y Cuentos del Tesoro” de María Eva Avilés – México, D.F.

Viernes 9, 17:00 horas Teatro familiar. “Improvisaciones a la Carta” Los Cosmicómicos-Zacatecas. Dir. Sergio Salinas

Domingo 18 / 18:00 horas Canciones y cuentos. “Canciones y Cuentos del Tesoro” de María Eva Avilés – México, D.F.


DOMINGO 4 de SEPTIEMBRE

JUEVES 8 de SEPTIEMBRE

DOMINGO 11 de SEPTIEMBRE

VIERNES 16 de SEPTIEMBRE

SÁBADO 17 de SEPTIEMBRE

DOMINGO 18 de SEPTIEMBRE

SÁBADO 24 de SEPTIEMBRE

DOMINGO 25 de SEPTIEMBRE

Reinauguración de las barreras Primera corrida de Feria

En el aniversario de la Fundación de la ciudad de Nuestra Señora de los Zacatecas

Homenaje al pintor zacatecano Alfonso López Monreal

Corrida del 201 Aniversario de la Independencia de México

Gran corrida con sed de triunfo

Gran corrida de Triunfadores

Sensacional Festival Taurino

Vuelve a la plaza

Regresan:

Los triunfadores de Arroyo

Uriel Moreno “El Zapata”

Rafael Ortega

El torero guanajuatense

Se presentan:

Regresa a esta plaza

Triunfador de Zacatecas

Triunfador de todas Las plazas

Arturo Macías “El Cejas”

“Tradicional Festival del Gobernador” que ofrece a la afición zacatecana El Lic. Miguel Alonso Reyes Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas

El agarrón del año Mano a mano Zacatecas-Aguascalientes La revelación hidrocálida

Gerardo Adame

ganador de la oreja de oro en Aguascalientes 2011 y el zacatecano

Antonio Romero

Triunfador de la Feria 2010

6 Toros 6 de Jesús Cabrera

Propiedad del Sr. Armando Guadiana Tijerina vecino del municipio de Mazapil, Zac.

el Rejoneador

Jorge Hernández Gárate

quien regresa de España y a pie:

Eulalio López “El Zotoluco”

Primer figura de México

Arturo Macías “El Cejas”

Triunfador de esta plaza

Octavio García “El Payo”

Revelación juvenil del toreo Toro para rejoneo 1 Toro 1 de Jesús Cabrera y para los de a pie

6 Toros 6 de Santa Bárbara Propiedad del Sr. Javier Borrego Estrada vecino de San Pedro Piedra Gorda, Zac.

creador del toreo imposible

Ignacio Garibay

Ganador del Escapulario de Plata 2010

Fabián Barba

Triunfador de la Feria de Aguascalientes 2011 Lidiando:

6 Toros 6 de Jaral de Peñas Propiedad del Sr. Juan Pedro Barroso Díaz Torre vecino del municipio de Ezequiel Montes, Querétaro

Se presenta

Joselito Adame Triunfador de España y Francia

Antonio Romero Figura zacatecana en ciernes Lidiando:

Israel Téllez Alfredo Ríos “El Conde”

Triunfador de esta plaza y los gemelos zacatecanos

César Montes y Armando Montes

6 Toros 6 de José Ma. A. Huerta

Lidiando:

Propiedad del Sr. José María Arturo Huerta

8 Toros 8 de Santa Fe del Campo

vecino del municipio de Tlaxco, Tlaxcala

Propiedad del Sr. Juan Diego Gutiérrez Cortina Vecino de San Pedro Piedra Gorda, Zac.

Juan Pablo Llaguno

Triunfador de esta plaza y los triunfadores de Madrid:

Ángel Giovani “Platerito”

Ignacio Garibay

y

y

Alumnos de la Escuela Taurina “José Julián Llaguno” y la de Querétaro

Triunfador en “Las Ventas”

Joselito Adame Triunfador de España y Francia Lidiando:

6 Toros 6 de Boquilla del Carmen Propiedad del Sr. Manuel Sescosse Varela vecino del municipio de Villa de Cos, Zac.

Mariano Sescosse A.

Lidiando:

6 Bravos 6 Ejemplares por anunciarse ENTRADA GRATIS

Se presentan:

El Rejoneador Rodolfo Bello Los Forcados de Aguascalientes Eloy Cavazos Manolo Arruza Juan Antonio Ramírez “El Capitán” Enrique Garza y el zacatecano

Jorge Carmona Lidiando:

6 Toros 6 de diferentes y afamadas ganaderías ENTRADA GRATIS


Por Rolando Alvarado y Sigifredo Esquivel* En Inglaterra, en la segunda década del siglo XIX, surgen, hongos después de la lluvia, cajas de ayuda mutua, asociaciones comunitarias y gremiales. En 1824 hay una efervescencia política y una serie de movilizaciones sociales que cristalizan en la creación de sindicatos. El laborismo, el anarquismo y cierta perspectiva marxista heterodoxa alimentaron un caldo de cultivo heterogéneo y libertario. Y aunque periódicos y historiadores consignan la influencia decisiva de la liga socialista de William Morris y Oscar Wilde, nadie, o muy poco, se habla de Alexander Godwin, cuyo nombre real se desconoce, algunos especulan que se llamaba Alexander Lips, otros dicen que era Alexis Lieberman. En todo caso, por su aspecto, su acento y sus aficiones bien podría ser coterráneo de Piotr Kropotkin, dada su predilección por traducir obras eslavas y germanas a un inglés bastante arcaico –según consignara en su correspondencia el gran crítico de arte John Ruskin. Dicho crítico recuerda en alguna de sus epístolas la furia salvaje de Alexander Godwin y su desencuentro con la hermandad prerrafaelista por su idolatría medievalista pueril. Su obra quedó trágicamente truncada debido a un oscuro enfrentamiento en una taberna bohemia donde se reunían activistas radicales de la más diversa calaña. Un par de borradores

de opereta, algunos pasquines políticos y un fragmento del Programa para una universidad libre es lo único que se ha podido preservar. Esto coherente con un espíritu errante que asumiera el cielo estrellado como único cobijo. Ahora en tiempos de agitación política, en pleno siglo XXI, en nuestra región de la Uazteca otrora transparente, viene como anillo al dedo el opúsculo, traducimos la versión del flemático Patmore. Personaje interesante, uno de los principales ideólogos del prerrafaelismo, Coventry Kersey Dighton Patmore fue crítico, poeta, erudito y bibliotecario que después de recibir una dura crítica del Blackwood’s Magazine por la publicación de sus primeros poemas, decidió comprar todos los ejemplares y quemarlos; gracias a ello, por azar, conoció a Dante Gabriel Rossetti, y de ese modo entró a formar parte de la hermandad prerrafaelista con la publicación de su poema “The Seasons” en el periódico The Germ, pero ésa es otra historia. La idea de Godwin era construir, a las afueras de Londres, en jardines espaciosos, una universidad donde los pensadores anarquistas tuvieran una formación clásica y moderna en ciencias, artes, humanidades y manualidades, pues el olvido del trabajo manual era, desde la perspectiva de Alexander, “una de las mayores pestes del incipiente capitalismo parásito”.

La universidad si quiere conservar su espíritu de “universalidad” tendría que asumir la caducidad del saber. La universidad debe formar hombres libres capaces de soñar con otro mundo, pero siempre con los pies bien puestos en este mundo. Ninguna práctica que busque hacer hombres libres puede edificarse con teorías y pedagogías momificadas. La universidad nunca a ha sido para todo el pueblo, “todo el pueblo” es una ficción. Y el populismo es tan perjudicial como el elitismo. Los promotores universitarios de la transformación social encubren su oportunismo político debajo de una pesada arenga llena de jerigonzas y sofismas. La Universidad no es una empresa, tampoco una iglesia ni siquiera un sindicato o una cofradía sino un aquelarre académico que propicia disidencia, disenso, diferencia y no uniformidad. La investigación científica es uno de los objetivos de la universidad, pero no puede ni debe tener otro fin que no sea la búsqueda de la verdad más allá de cualquier cálculo político o ambición personal o gremial. Las clases de anatomía se deben de tomar al aire libre con modelo vivo traído de la Amazonia, todo ello los fines de semana junto con una buena provisión de vino y quesos. La universidad no sólo debe dar cabida a visiones contradictorias de la sociedad sino debe potenciarlas, alimentarlas, multiplicarlas. Todo autoritarismo del conocimiento que se acompañe del autoritarismo administrativo, cosa que generalmente sucede, podría llevar a la universidad a algo peor que la ruina, la esterilidad del libre pensamiento. En el proyecto de la universidad libre, la libertad plena es la brújula del saber y de la acción.

Y aunque el lector del siglo XXI encuentra en las ideas expuestas inge-

nuidad y prejuicios, gran parte de su contenido aún es de enorme vigencia.

* Anticuarios amantes de la política ficción. Por el momento, en su tiempo libre, dan clases en la UAZ, y laboran de tiempo completo en la conspiración de mitologías bizarras.

Por Antonio Villarreal Si Cantinflas viviera, cien años tuviera. Por estas fechas, en todo México se festeja el centésimo aniversario del nacimiento de Cantinflas, con la proyección, por supuesto, de sus películas. Su filmografía comprende 43 largometrajes y 7 cortos, aunque Carnaval en el Trópico (1941) de Carlos Villatoro, no puede -aunque incluye escenas de Cantinflas en el teatroconsiderarse parte de su obra, ya que éstas se tomaron sin su autorización. De estas 42, 25 han sido programadas por la Cineteca de Zacatecas; con las 17 restantes, además de cuatro cortometrajes, es que en el Cineclub Universitario hemos armado el ciclo dedicado al Mimo de México en el mes de septiembre.

El fenómeno Cantinflas comenzó en las carpas de la Ciudad de México de los años 30 del siglo pasado, en donde el cómico hace suyas las quejas de los desheredados, la picardía y el agudo ingenio del pelado son las armas que le permiten sobrevivir a la gran ciudad, su atuendo es el que viste cualquier cargador de los que entonces abundan por las calles, una camiseta de manga larga, pantalones parchados y caídos, un trozo de mecate en lugar de cinturón y sobre el hombro, un hilacho que hace las veces de gabardina. Cantinflas aparece por primera vez en el cine en 1936, como personaje secundario en la película No te Engañes Corazón de Miguel Contreras Torres, con la cual inicia-

mos el ciclo este viernes 2 de septiembre a las seis de la tarde en el Cineclub Universitario. Y esta semana con Fiesta y Venganza del destino, concluimos el ciclo dedicado a los 50 años de la partida de Ernest Hemingway, entrada libre presentando La Jornada del día o La gualdra de la semana. Lunes 29 de agosto, 18:00 hrs. ¡Fiesta! (1957). Dir. Henry King Miércoles 31 de agosto, 18:00 hrs. Venganza del destino (1950). Dir. Jean Negulesco Viernes 2 de septiembre, 18:00 hrs. No te engañes corazón (1936). Dir. Miguel Contreras Torres


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