Jesús Reyes Cordero nació en La Blanquita, Trancoso, Zacatecas. Estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) San Carlos y desde 1984 a la fecha ha expuesto su obra en México y Europa. Americanista de corazón, docente de pintura en la UAZ y prolífico poeta, pertenece como él mismo dice a “la generación del rock and roll”. Su más reciente exposición en la Galería Arroyo de la Plata, Los Campos Magnéticos, ha inspirado a un grupo de creadores que actualmente realizan un documental sobre Pág. 4 y 5 el pintor, bajo la dirección de Indalecio Rivera.
No.2
Suplemento cultural - 13 de junio de 2011 - No.2 - Año.1
Editorial
Contenido
En Zacatecas, cuna de artistas talentosos, celebramos este mes de junio el natalicio de Roberto el Panzón Soto, Ramón López Velarde, Julio Ruelas y Severino Salazar. Julio Ruelas nació en Zacatecas el 21 de junio de 1870. Estudió pintura en la Academia de San Carlos y posteriormente en Alemania, donde recibió la influencia del artista Arnold Bocklin. Sobresalió como excelente dibujante y pintor y fue parte de los principales círculos artísticos e intelectuales de su época. En 1904 se establece en París, en donde aprendió grabado al aguafuerte y donde murió el 16 de septiembre de 1907. Entre sus pinturas destacan “La domadora”, “Autorretrato”, “El sueño de Athos” y “Fauno niño”, entre otras. En Zacatecas, el taller de grabado dirigido por Alejandro Nava, lleva su nombre. Ramón Modesto López Velarde Berumen nació en Jerez, un 15 de junio de 1888. Pretendía ser sacerdote y después de cinco años en el Seminario –primero en Zacatecas y luego en Aguascalientes-, lo abandonó para estudiar Leyes en San Luis Potosí. Publicó varios libros de poesía: La Sangre Devota, Zozobra, El son del corazón y Suave Patria; y de prosa: El minutero, El don de febrero y otras prosas, y Correspondencia con Eduardo J. Correa y otros escritos juveniles. El poeta zacatecano José de Jesús Sampedro dice, con respecto a La Suave Patria y a su autor que éste “descubrió o percibió no una patria externa, sujeta a los obtusos vaivenes de costumbrismo e historicismo que reivindica tanto nuestro contemporáneo sistema educativo, sino una patria interna, íntima, mestiza y criolla, castellana y morisca, rayada de azteca, como él mismo lo dice en otro de los momentos claves de su obra”. Muere en 1921. Roberto el Panzón Soto (7 de junio de 1896) nació en Jerez, fue actor de teatro de revista y cine. Fue con Manuel Penella con quien hiciera su célebre personaje de Hormigón en El gato Montés (1920). Participó en la película de cine mudo El automóvil gris, y posteriormente formó su propia compañía con la que montó más de 50 obras, entre las que destacaron Lindo Michoacán, Ríe Rita y Mexican Ra-Ta-Plan (1925). Es padre del actor Roberto Soto Mantequilla. Severino Salazar nació en Tepetongo el 12 de junio de 1947 en Tepetongo, estudió Letras Inglesas en la UNAM y en Swansea University. Fue catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. En 1984 el INBA le otorgó el premio “Juan Rulfo” para primera novela por Donde deben estar las catedrales. Su trabajo ha sido traducido al inglés, francés e italiano; todo, absolutamente todo lo que Severino escribió es altamente recomendable. Falleció el 7 de agosto de 2005.
Directorio
Carmen Lira Saade Dir. General
En este segundo número de La gualdra, hay un tema que sobresale: la violencia que estamos padeciendo y la urgencia por obtener paz. La semana pasada fuimos testigos del paso de Javier Sicilia por nuestra ciudad; su discurso, al igual que el de sus acompañantes, estuvo siempre orientado al llamado para que la sociedad civil se una para encontrar una solución -por la vía pacífica- al caos en que nos encontramos. La caravana encabezada por el poeta saca del anonimato a miles de víctimas de una guerra que no es nuestra; y también saca a las calles a los creadores para solidarizarse con su causa; estuvieron presentes varios artistas: pintores, escritores, poetas, editores y fotógrafos zacatecanos. Enhorabuena por los que no temen ser señalados y por los que se comprometen con esta causa social que nos atañe a todos. José Antonio Mac Gregor visualiza el panorama y propone que apostemos por los jóvenes para que sean baluartes en la preservación e innovación de la cultura, considerando que la gestión cultural puede ser una opción de desarrollo comunitario y de vida. Preferible que estén de este lado que del otro. Marcelo Sada, por su parte, recuerda el 10 de junio de 1971 y hace un llamado para que recordemos el proceso vivido en estos cuarenta años y comprendamos que los procesos culturales tienen relación directa con eventos históricos como “El halconazo”. Ronaldo Monreal, en su artículo Para la Libertad, nos propone valorar a la utopía como vínculo entre el deseo y la realización de la esperanza, en esta época en que se pretende que literalmente los mexicanos funjamos como soldados. ¿El teatro y el arte como un medio de locura, serán capaces de arreglar las atrocidades inhumanas de quienes gobiernan este mundo? Mateo Estrada Gaviria, Esther Cárdenas, Eduardo Campech y Antonio Villarreal le dan continuidad a sus columnas con nuevos temas. Las páginas centrales están dedicadas a nuestro amigo Chucho Reyes Cordero; aquí encontramos un texto de Armando Haro y una entrevista de Indalecio Rivera. Damos la bienvenida a ICA, quien nos comparte su primera entrega para La gualdra; ICA es un joven artista visual zacatecano que ha decidido incursionar en el cómic crítico y participará con nosotros de aquí en adelante. Finalmente, en Río de palabras, Vicente Soriano Tlachi nos ofrece un cuento para deleite de los lectores. En el siguiente número anticipamos la colaboración de la actriz Marianella Villa y la escritora zacatecana Pilar Alba. Jánea Estrada Lazarín / lagualdra@hotmail.com
Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com
Pág. 3 Los jóvenes en la gestión cultural: una opción de desarrollo comunitario y de vida por José Antonio Mac Gregor Diario de Mateo por Mateo Estrada Gaviria
Pág. 4 Castillo de sal si puedes por Esther Cárdenas Cosas vistas aquí y allá: Los años de plomo por Marcelo Sada
Pág. 5 El subrayado de libros y las notas al margen: una radiografía lectora por Eduardo Campech Miranda Para la Libertad por Ronaldo Monreal
Págs. 6 y 7 Los campos magnéticos de Chucho Reyes… Por Armando Haro Vuelo Caprichoso por Indalecio Rivera
Pág. 8 Suave Patria por Ramón López Velarde Agenda
Pág. 10
Pág. 12 Los Olvidados en la Muestra que no llegó por Antonio Villarreal Álvarez El altar por Vicente Soriano Tlachi
Sandra Andrade Trinidad Diseño
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibída la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
No. 2 - Año. 1 13 de junio de 2011
3 Los jóvenes en la gestión cultural: una opción de desarrollo comunitario y de vida
Cuando el mundo entero vive una crisis económica sin precedentes, las principales lacras que afectan a la sociedad se organizan a nivel global: el narcotráfico y sus graves secuelas de violencia generalizada, la corrupción permeada hasta el núcleo de las instituciones y la concentración de la riqueza a través de los grandes emporios comerciales y financieros. Cuando el impacto de dichos problemas es noticia cotidiana de naturaleza y concreción local: asesinatos en el barrio por el crimen organizado, la reconfiguración de nuevas adicciones en la casa o el cibercafé provocada por la pornografía vía internet, el desempleo, la violencia doméstica, la desintegración familiar, la deserción escolar y la fractura en una serie de valores y pautas que ofrecían a los individuos sentido de pertenencia colectiva y de continuidad social. Cuando la discriminación y la intolerancia hacia migrantes de todo el mundo, al igual que a los indígenas, ancianos, discapacitados y pobres adquieren proporciones descomunales… pareciera imperar una desesperanza generalizada, igualmente global. Cuando los más elementales valores cohesionadores de una sociedad como la solidaridad, la colaboración, el respeto elemental a las normas de convivencia social, se derrumban ante el individualismo y el consumismo a ultranza y la pulverización del concepto de comunidad. Cuando este panorama global pareciera constituir nuestra irremediable realidad y destino, vale la pena repensar
la vida, regresar a las raíces, releernos en el espejo de obsidiana con pantalla de plasma y visualizar caminos posibles y nuevas alternativas desde lo local, para renovar y reconceptualizar nuestros vínculos con lo global. El camino más sensato para iniciar una reflexión de esta naturaleza, debe partir de nuestra cultura y las relaciones que las personas crean y recrean hoy para construir sus identidades; y estos fenómenos sólo pueden ser analizados acertadamente cuando se visualizan sin prejuicios, sin actitudes inquisidoras o dogmáticas, sin la prepotencia del que cree tener la verdad y con la audacia del que sabe que la única manera de aportar mejores soluciones a los problemas sociales pasa por la creatividad humana, el diálogo, el respeto y la capacidad innovadora que mostremos para comprender y transformar el mundo. Apostemos a los jóvenes como baluartes en la preservación, actualización e innovación de la cultura: forma integral de vida de un pueblo, historia, patrimonio, memoria, saberes, sentires, expresiones cotidianas y momentos festivos; la cultura que da orientación y significado al rumbo de un pueblo, que ofrece sentido de pertenencia a sus miembros; que brinda las condiciones para desarrollar aquellos procesos que permiten la búsqueda, experimentación y concreción de lo más sublime del espíritu: el lenguaje, el ritual y el arte. Reto, invención, aprendizaje, comunicación, reinvención permanente de uno mismo en un diálogo colectivo.
Por José Antonio Mac Gregor* Cada vez queda más claro que son los jóvenes el principal botín que está en pugna: o los reclutan “ellos” o les ofrecemos opciones de vida que los dignifiquen en sus territorios, eleven su autoestima y les permitan convertirse en impulsores de estrategias viables a corto plazo para la reconstitución del dañado tejido social, la generación de empleos y la recuperación de los espacios públicos para la reactivación de una nueva convivencia comunitaria. El papel de los jóvenes como gestores culturales es de la mayor trascendencia, porque a través de ellos podría concretarse el servicio comunitario de las instituciones, organizaciones sociales, comunidades y asociaciones culturales y porque ellos hablan los lenguajes de hoy y su capacidad creativa cada vez se muestra más poderosa con el apoyo de las nuevas tecnologías y su posibilidad inaudita de construir redes. Fortalezcamos su interés y apego a la memoria, sus competencias organizativas y metodológicas y legitimemos su presencia comunitaria mediante la formación y el reconocimiento social e institucional que amerita dicho compromiso en la búsqueda de condiciones más humanas de vida y de la reconstitución del tejido social. La creación de Colectivos de Jóvenes Promotores Culturales en Tamaulipas, nos alienta a creer que la apuesta por los jóvenes y la cultura está de antemano ganada, ya que aboga por la vida, el futuro y la esperanza de México.
* Es antropólogo social con Maestría en Desarrollo Rural, obtuvo el Premio Nacional de Antropología Fray Bernardino de Sahagún (1985, INAH). Promotor cultural desde 1974 y con vocación hacia el servicio comunitario donde, como él dice: “Se aprende y se recibe más de lo que se enseña y se da”. Trabajó de 1990 hasta 2007 en CONACULTA realizando su vocación pionera: fortalecer las culturas populares y crear el Sistema Nacional de Capacitación y Profesionalización de Promotores y Gestores Culturales. Coordinador de Asesores en la Secretaría de Cultura del DF. Consultor de la Unesco y la OEI. Docente en más de 10 universidades. Promotor del proyecto “Gestión cultural para la paz: ciudadanía y reconstitución del tejido social” y asesor de la Alcaldía de Medellín, Colombia.
Diario de Mateo Junio 13
Foto de Samuel Iván Muñoz
Por Mateo Estrada Gaviria
Estoy agotado. La estancia en Puebla no disminuyó el estrés. Lo maravilloso está en que toqué el Sermones cuadragesimales de poenitentia.1 Tres días lo tuve en mis manos, una hora cada vez. El resto lo revisé en el ordenador. Percibo dos manos en las notas. El profe cree que son más. Quiere incluir a los bibliotecarios del siglo XVIII y a los catalogadores del XIX;2 lo hace para sostener la idea de las alejandrías regionales en la fase post-desamortización.3 El lunes nos reuniremos en Zacatecas, quiere ojear el cuaderno de trabajo. Continuamos con el plan de reconstruir el trayecto discursivo de Antonio de Sandoval en la evangelización. Partiremos de las marcas de lectura y del manuscrito. ¿Con qué palabras evangelizaron?
En mega ciudad [de México] utilicé el trolebús. Me gusta su publicidad: “Corredor cero emisiones”. En el minisúper de la torre Latinoamericana compré tres light; las bebí antes de abordar el bus para Aguascalientes. 4 Conseguí el libro de Zacatecas. Es un panorama académicamente correcto. Creo que como una disculpa a su diletantismo (o por la soberbia que desprecia lo que se publica fuera de los círculos universitarios de la Ciudad de México), reivindica tres libros que han calado en la historiografía reciente: El artificio de la fe, Historiografía zacatecana y Zacatecas: síntesis histórica.5 De éste asienta “es indispensable, sobre todo para los interesados en la historia política e institucional del Estado. Contiene pormenores de la vida política”. Hoy iré a cenar a Saipua. Espero haya pozole con avestruz. Obvio: mezcal.
1 Es un incunable. Impreso en 1479 en letra gótica, texto a dos columnas de 56 líneas, espacio blanco para los capitulares, sin foliación ni signatura tipográfica. El documento lo redactó el franciscano Roberto Caracciolo (1425-1495). 2 El libro perteneció al convento de Santo Domingo de Oaxaca y al colegio de San Juan de Puebla. 3 Se concibe a las bibliotecas públicas, tras la Guerra de Reforma, como bibliotecas totales al reunir en ellas los libros y manuscritos que provenían de las órdenes religiosas, más lo que publicaron los particulares, el gobierno
y las adquisiciones permanentes.
4 Jesús Flores Olague, et al. Zacatecas. Historia breve, preámbulo Alicia Hernández, México, FCE, Colmex, Fideicomiso Historia de las Américas, 2ª Edición, 2011. 5 Mariana Terán, El artificio de la fe. La vida pública de los hombres del poder en el Zacatecas del siglo XVIII, México, IZC, UAZ, 2002. Juan Ignacio Piña, Historiografía zacatecana. Balance y estudio. Zacatecas, UAZ, 2001. Roberto
Ramos Dávila, et al. Zacatecas: síntesis histórica, Zacatecas, GODEZAC, 1995.
Castillo de sal si puedes 4
No. 2 - Año. 1 13 de junio de 2011
Por Esther Cárdenas* Hace tanto, tanto tiempo, dice en una de sus líneas aquella maravillosa canción que interpretaba el gran Louis Armstrong, “Un beso para construir un sueño”… pues sí, hace muchos ayeres pasaba unas fruidas vacaciones en Tijuana en casa de mi tía Celia y cada vez que cruzábamos la frontera, la línea o al otro lado, el calor y la lentitud me agobiaban y mi antídoto era leer siempre el mismo libro: las memorias de Luis Buñuel Mi último suspiro, lo abría al azar y ese largo y sinuoso recorrido se empequeñecía. El primer
capítulo que llegué a saber casi de memoria -se llama precisamente “Memoria”-, Buñuel se refiere a la memoria como indispensable, frágil, portentosa y vulnerable; nos cuenta su recuerdo de la boda de Paul Nizan en la iglesia de SaintGermain-des-Prés, en la que Jean Paul Sartre fungía como testigo del novio y un buen día cayó en la cuenta de que eso era imposible, ya que Nizan -marxista convencido- y su mujer -hija de una familia de agnósticos- nunca se hubieran casado por la iglesia.
De Jorge Salmón recuerdo una ocasión en que él, Maricela Jasso, el Adobe, el Tambo y yo comimos en un restaurante de mariscos que aún permanece en el Laberinto. Tuvimos una larga sobremesa y fue ahí donde por primera vez lo escuché referirse a Vicky, su novia y compañera de toda la vida como una tortuguita de agua dulce. ¿Es un recuerdo inventado?, no lo sé, pero existe en mi memoria, al igual que el eco de las risas, la amistad, la complicidad aquella tarde con el poeta Salmón, hace tanto, tanto tiempo.
* Zacatecana. Amante de los libros, adora a los perros y las buenas compañías. Le puede recomendar siempre un buen libro en la librería André.a.
Cosas vistas aquí y allá
Por Marcelo Sada
Los años de plomo El 10 de junio sumamos 40 años transcurridos desde una batalla perdida por los universitarios y la disidencia. Se trató de la represión en el lejano 1971 a una marcha de protesta, organizada por un grupo plural de universitarios y disidentes políticos, en las calles del centro de la Ciudad de México. El gobierno de la ciudad formó y uso a un grupo paramilitar llamado “Los Halcones” y la complicidad de la policía de la ciudad. Nadie ha podido contar aún los heridos y los muertos. Los responsables fueron señalados entonces. Si queremos recordar este hecho por sus anécdotas más superficiales podríamos empezar por decir que se conoció a este hecho como “El Halconazo” o “La Matanza del Jueves de Corpus” y que su autor intelectual, el entonces “Regente” don Alfonso Martínez Domínguez, fue conocido hasta su muerte como “don Halconazo”. Aún cuando después (1979 a 1985) fue rehabilitado y designado gobernador de Nuevo León. Sin embargo, por estos hechos de hace cuarenta años, ocupó sólo dos años la “gubernatura” de la Ciudad de México (1970 y 1971), pues tuvo que renunciar por su responsabilidad en “El Halconazo”. Lo más importante de estos hechos no son estas tristes anécdotas, obviamente, sino el resurgimiento del descontento y desilusión de la acción política democrática que se generó entre los activistas, estudiantes o no. También la consolidación posterior de varios movimientos armados con la intención de derrocar al régimen mexicano y transitar hacia el socialismo. Además surgieron ahí posteriores figuras políticas de la democracia mexicana. Algu-
nos de ellos sobreviven hasta el presente como militantes de diversos partidos y otros como académicos, muchos de ellos apasionados por todas las formas de la democracia. El motivo más conocido de la protesta reprimida fue el apoyo a los universitarios en huelga de la Universidad de Nuevo León, quienes sufrían la imposición de una forma de autonomía pervertida y de una Ley Orgánica sin sentido académico alguno. Entonces la etapa del conflicto violento había terminado en Monterrey, con el cambio de Ley Orgánica impuesta, la expulsión del Rector, un médico militar, y la renuncia del gobernador del Estado, el Lic. Eduardo Elizondo. Aún habría muchas negociaciones pendientes, que después nunca serían resueltas, como el derecho de los universitarios a elegir sin tutela alguna, a sus autoridades. En ese relativo “triunfo” de los universitarios de Nuevo León, participaron anteriores rectores y gobernadores así como los mismos universitarios ofendidos. El entonces Secretario de Educación Ing. Víctor Bravo Ahuja, un académico reconocido con experiencia política, fue enviado por el presidente Echeverría para conseguir una negociación y frenar el violento conflicto. Al final nadie quedó conforme. La UANL quedó herida por las graves secuelas del conflicto, lo que facilitaría que dentro de la misma década fuera tomada por asalto por un violento grupo de extrema derecha, impulsado por el antes citado Martínez Domínguez entonces gobernador de Nuevo León. Desde estos hechos la UANL no ha recuperado su prestigio, ni su pluralidad anterior.
Se abrió así el tiempo de esa primera “guerra sucia”, nuestros “años de plomo”, que durarían de 1971 hasta la Reforma Política de 1977, promovida por Jesús Reyes Heroles y la correspondiente amnistía de 1978. Se gestó entonces “la costumbre” de la impunidad militar y gubernamental. Nadie ha sido juzgado aún por aquellos crímenes de la anterior “guerra sucia” mexicana. Tampoco podemos dejar de reivindicar la memoria de aquellos presuntos inocentes muertos, levantados, torturados y desaparecidos. Los métodos sucios del ejército de entonces, sobreviven hoy en ambos bandos de la “guerra” actual. Peor aún. El mismo ejército mexicano responsable reincidente de crímenes de lesa humanidad, sigue operando al margen de la ley y reprimiendo y matando sin juicio alguno a los ciudadanos en la nueva “guerra” gubernamental ahora contra “las drogas”. Ojalá algún día se pueda enjuiciar en México a los responsables de ambas guerras sucias, y castigar ejemplarmente a los militares y gobernantes que las promovieron y ejecutaron. No lo veremos nosotros, podemos estar seguros. La izquierda mexicana tal vez podría, a su vez, recordar ahora el proceso vivido en estos cuarenta años de nuestra historia y comprender que requiere actualizar su memoria política lejana y cercana. Y tal vez llegar a reconstruir ahora el sentido mismo de “la izquierda como una postura moral”, siguiendo la idea del filósofo Luis Villoro (2007), promoviendo su refundación plural y abierta. Vinculando de forma profunda la política y la moral. Los partidos y la democracia. La libertad y la justicia.
icacomic@gmail.com
literatura
No. 2 - Año. 1 13 de junio de 2011
57 El subrayado de libros y las notas al margen: una radiografía lectora Por Eduardo Campech Miranda* Desde pequeños nos enseñan que los libros no se rayan, que no se escribe sobre ellos, a menos que sean diseñados para tal fin. Hay quien ha crecido fiel a dicha indicación y propone fotocopiar el libro original y hacer todas las anotaciones y subrayados en la fotocopia. Particularmente me parece un método engorroso (impulsado por mi manifiesta alergia al orden y la organización) y prefiero hacerlo sobre el mismo libro (siempre y cuando sea de mi propiedad). Estoy convencido que esta práctica equivale a tomarnos una radiografía mental, emocional, ideológica del momento en que realizamos la lectura. Con el tiempo, y ejerciendo con plenitud el placer de releer, no sólo nos releemos también, sino que nos cuestionamos, nos encontramos y, otras tantas veces, divergimos con nosotros mismos. Somos testigos de la modificación o permanencia de nuestra cosmovisión. Dialogamos, nuevamente, con el autor, pero también dialogamos con nuestras propias notas al margen: las tachamos, las suprimimos, las enmarcamos, las respaldamos o, incluso, las negamos. No obstante, si usted acostumbra lo mismo a subrayar y anotar los textos de divulgación, técnicos o teóri-
Foto Abraham Orozco Moreno
cos, igual que la narrativa (por lo tanto juzga, con el rigor del bolígrafo o del lápiz, al protagonista y las acciones que más le entusiasman o le indignan), y además le gusta prestar sus libros, corre el grave riesgo que aflore su personalidad oculta, sus deseos reprimidos, sus ímpetus contenidos. Las notas al margen, los subrayados, nos delatan. El acto íntimo que es la lectura, se devela ante la nueva lectura de quien lee ahora nuestras anotaciones.
Éstas pueden fungir como soportes para una comprensión más amplia (finalmente no todos “vemos” exactamente lo mismo en los textos), para un diálogo tripartita, para el pitorreo o para iniciar una conversación e intercambio de puntos de vista. Tal vez, y con la salvedad de poner a consideración de quien lea estas líneas, podríamos sugerir se agregue el placer del subrayado y de la elaboración de notas al margen como uno más de los derechos que ostenta el lector. “El derecho al diálogo” con el autor, con otros lectores, escrito, oralizado, pero el diálogo propiciado por la lectura. Manifestar nuestro punto de vista libremente, como en una conversación en la cual no necesariamente estemos de acuerdo, pero impere el respeto al pensamiento distinto. El subrayado del libro como una prueba de nuestra relación con el texto, es finalmente una relación de pareja: tenue, delicado, como un tatuaje trazado por la lengua en el vientre de la amada; brusco, iracundo, que rompe la hoja, como la peor de las desilusiones. Si, como dice Paulo Freire, al leer nos leemos, al subrayar y marcar, nos subrayamos y marcamos. *ecampech@yahoo.com.mx
teatralidades Para la Libertad Para la libertad será el espacio vacío donde dialoguen el teatro sagrado, el teatro mortal y el teatro tosco sin juicios endiosados que aprueben o desaprueben el trabajo de los otros, aquí daremos voz a la realidad laboral teatral, a las perspectivas profesionales de los formadores y realizadores independientes, a los de la casa de cultura, a los que hacen teatro desde su intuición, por gusto o por academia, tod@s buscando cómo renovar el gusto del público por asistir a una sala teatral en vez de consumir cine norteamericano mayoritariamente malo, televisión y futbol. Para la libertad proponemos, de entrada, valorar a la utopía como vínculo entre el deseo y la realización de la esperanza, volviendo a creer en sostener la mirada al otro sin miedo, sonriéndole, valorándolo como el ser humano que es y que ahí está, encerrado, amedrentado, atemorizado… Para la libertad pensemos en hacer del teatro un medio de locura, capaz de arreglar con su esencia las atrocidades inhumanas de quienes “gobiernan” este mundo. Para la libertad son tres palabras esenciales de un poema de Miguel Hernández que musicalizó Joan
Por Ronaldo Monreal*
Manuel Serrat; gracias a ellos, gracias maestros, pues esas tres palabras encierran en sí el por qué hacemos teatro, por qué nos dedicamos a una profesión tan difícil, que nos da satisfacciones que la mayoría no entiende. Para la libertad han sido y serán los escenarios el vínculo real entre el espectador y el actor, incluyendo, por supuesto a todos los necios artesanos del teatro, obstinados e incansables. Para la libertad planteó Aristófanes en Lisístrata: “Y habiendo por medio tantas y buenas acciones, ¿por qué seguís luchando y no acabáis ya con esa hostilidad? ¿Por qué no os reconciliáis? A ver, ¿qué os lo impide?”. Para la libertad inicia con un éxtasis del Arte del No Saber, fundamental para la creación teatral, con la adrenalina de quien está a punto de entrar a escena, con los nervios necesarios para no equivocarse y, a su vez, con ese mismo nerviosismo asumir con diversión el error seguramente realizado pues el teatro es un arte por esencia HUMANO… Para la libertad celebremos (con la emoción del himno nacional en una olimpiada, con el fervor de un triunfo en un mundial de futbol) el inicio de una publica-
Foto Abraham Orozco Moreno
ción cultural y más en estos tiempos de guerra donde se convoca a los universitarios a ser policías, en lugar de dar mayor presupuesto a sus universidades. Para la libertad larga vida a La Gualdra, los dioses la guarden y con nuestra Guerrera Amazona como guía, iniciemos la aventura onírica, utópica e histórica pues… Para la libertad dijo también el poeta: …aún tengo la vida… y aún tengo la vida.
* Ronaldo Monreal es defeño, egresado del Colegio de Literatura Dramática y Teatro por Filosofía y Letras de la UNAM, donde actualmente es profesor. Apasionado de los Pumas y fanático de Tin-Tán.
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Los campos magnéticos de Chucho Reyes…
Por Armando Haro*
… son como hoyos negros en los que se enclavan resonancias de colores. Una gama de colores. Un magneto de tonalidades. Un centro de líneas concéntricas. Una fuga de imágenes descentradas. Un chapoteo de pinceladas secas. Una biografía de personalidad múltiple. Un vacío organizado por el caos. Un espejo que se pierde en el horizonte. Un paisaje urbano alienizado por animales terrestres. Un paisaje natural poblado de árboles extraterrestres, celestes. En fin, una multiplicidad única y dividual donde todo es identidad y a la vez una multiplicidad anónima, nómada, orgánica, caótica. El doblez o el quiebre, el doblez y el pliegue, el quiebre y el giro que habita inquietante en el espíritu del artista atrae desde la lejanía y la extrañeza, porque no es la gravedad que produce como magneto lo que hace aterrizar la mirada, sino a la vez la fuerza centrífuga que oculto su dibujo produce. Atrae, sí, ya que el oído no escapa a la resonancia seductora de esta gama de colores —que son como de Pantera Rosa, a las vibraciones producidas por su dibujo indeciso. Pero repele hacia otros mundos y otras galaxias, a otras geografías y otros cosmos, donde se hace evidente la inversión o la ruptura: mujeres-zebra que danzan en el asfalto, árboles-raíz que dan por fruto estrellas u hoyos negros, armonía de cañería que orquesta el ritmo de necesidades fisiológicas. Melodías de grito o gorjeo, dibujos pentagramáticos sobre los que se escriben tonalidades casi impresionistas, puntillistas, action-painting. El autor se precipita como un camaleón en su propio trabajo. Hay en él, en su trabajo, una imposibilidad indecible que a la vez se agencia y desterritorializa: magneto-centrífugo que apropia y repele, que atrae y ahuyenta. El campo de guerra ahí, no es sino el de la tierra. La máquina de guerra es la mirada y el oído, el tacto y el olfato. Juntos hacen una experiencia cósmica que invoca a la tierra y que la moleculariza en fragmentos, collage, devenir… * Artista visual y maestro de filosofía. seferys@gmail.com
Jesús Reyes Cordero, “Los campos magnéticos” (fragmentos), collage.
Jesús Reyes Cordero, “Los campos magnéticos”, collage, 210x420cms.
No. 2 - Año. 1 13 de junio de 2011
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Vuelo Caprichoso Sentado frente a una mesa fuera de un café, encuentro a Jesús Reyes Cordero, (artista zacatecano, originario de Trancoso, egresado de la ENAP de la UNAM, en la Academia de San Carlos), dedicado al arte plástico desde hace 30 años, leyendo completamente abstraído mientras toma una cerveza. Sale de su lectura y se asombra de verme.
de soledad y así se pueden ir a tiempos extra, y todo eso… me duele. ¡Aplausos! Estamos en el estadio Azteca. Después se me ocurrió ponerle un título absurdo, que no tiene nada que ver, como los títulos de los cuadros de René Magritte, que no tienen nada que ver con el tema, es una metáfora, es un invento, lo mismo que los cuadros de Salvador Dalí…
Jesús Reyes Cordero: ¡Por qué me detestan! Y reímos los dos explosivamente, tratando yo de explicarme a qué aludía con tal expresión.
IR: Que no aluden a la imagen…
Indalecio Rivera: ¿Ahora qué sucedió Chucho? JRC: ¡No puedo terminar esta lectura! Vine aquí para leer sin que nadie me molestara y todos llegan aquí, ¿Me explico? ¡Incluso me encontró Mike! (hermano de Chucho Reyes) Pero mira… aquí tengo un poema, ¿lo leo? IR: Sí, te escucho… JRC: Bueno, esto es un poema sobre el futbol, ¡figurado! A mí gustaría escribir más textos, más poemas sobre el futbol, pero soy un pinche inútil que no he reflexionado definitivamente sobre el asunto, me interesa un poco la metáfora del futbol a nivel poético. El poema dice así: Ya tuvieron sus quince minutos de fama, ahora tendrán sus quince minutos de soledad, luego vendrán otros quince minutos
JRC: Exacto. Nunca aludas a la imagen porque si no, vas a volverte descriptivo, vas volverte un esclavo de la imagen. Para qué voy a describir “mi novia es así…”, ¡no! Digo: mi novia es una piedra, es un paraguas, es un fantasma; mi novia la bella es un fantasma, punto. Me aterra el rollo de la pintura narrativa, descriptiva. IR: Hay quien dice que la poesía no puede ser solamente metáfora, sino explícita. Si dejamos de lado la metáfora, ¿qué pasa en la poesía? ¿Tenemos que hablar de la metáfora o no en la poesía? JRC: ¡Claro! Porque la poesía se funda principalmente en el fonema, en la asociación de palabras, de espacio y de música. Si dejas eso atrás, pues vas a hacer poemas vulgares, vas a caer en la vulgaridad y… La vulgaridad consiste en que todo mundo va a entender tu maldito texto, tu cancioncita y esa onda, ¿no? Pero depende también… por ejemplo, Joan Manuel Serrat es un gran poeta y tiene metáforas muy buenas, y sus canciones son muy buenas, y es muy entendible para el vulgo… eso funciona en la música. Pero a nivel de poesía está más cabrón, porque, no es que la poesía sea hermética, sino que debe tener condiciones de asociación de metáforas y de búsqueda y de encuentros asociativos respecto a las palabras. Si tú no te preocupas por eso, vas a estar como Benedetti, o Vargas Llosa, bueno, para mi él no es un poeta, es un narrador, como esos tipos populares a quienes se les entiende todo, como Joaquín Sabina… etcétera. Joaquín Sabina cree que es un gran poeta, pero, es cantante y ese rollo y se respeta… bueno yo no, yo provengo del rock and roll y ya. Chucho saca un cigarro de su cajetilla y lo enciende, después bebe de su cerveza. IR: Cuando el hombre puebla la Tierra se pregunta qué vino a hacer la humanidad a la Tierra, ¿cuál es su misión? El hombre entra en un estado de contemplación en la espera de saber qué vino a hacer aquí, y en el ejercicio de la contemplación llega
Por Indalecio Rivera*
entrevista
a la observación y partir de ahí nace la interpretación y por tanto el arte, que es una traducción de la realidad, ¿cuál es la tarea del artista ante esta observación? JRC: ¿Ante la antigüedad de la mirada, a eso te refieres? Los humanoides tienen ciento treinta cinco mil años de conciencia, ahí comenzó la conciencia y empezó la mirada y por lo tanto la observación de las cosas, ¿si? Y eso va evolucionando… imagínate el tiempo, hasta llegar a quince mil años de las cuevas de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria, España), eran unos rupestres todavía, eran unos salvajes. Luego evolucionaron y ya estaba la onda de la vestimenta, agricultura, la conservación de la especie, bueno, eso es evolución… IR: Antes de descubrir el fuego también había observación, ¿entonces el arte nace en la obscuridad como primera manifestación de expresión? JRC: Exacto, sí, pero el arte, en el sentido por ejemplo, de la danza. Parece que lo primigenio fue la danza, el moverse para interpretar el cosmos, la cosmogonía, a eso se refiere la danza; antes incluso, que la pintura, creo. Luego llegó la pintura para interpretar todo lo que tienes alrededor. El arte es producto de las formas, de la evolución de las formas. Por eso creo que la historia del arte es una historia de la evolución de las formas. IR: ¿Y para qué nos sirve saber eso? JRC: Para refinar el lenguaje. Para ser más claro. Para comunicarte. IR: ¿Chucho, eres sincero en tu trabajo, en tu forma de hablar de decir, de increpar, de pensar, eres sincero? Chucho toma de su cerveza nuevamente. JRC: ¡Claro! Completamente. IR: Para qué te sirve la sinceridad en este mundo de hipocresías y de estupideces ¿para qué ser sincero? JRC: Hay una palabra… no es una palabra, es una actitud clave, que se llama… lealtad. Ética. IR: ¿Qué es lo que más le duele a Chucho Reyes? ¿Qué le provoca angustia, terror? JRC: ¿Cómo? ¿En qué sentido? IR: ¿Qué es lo que más le provoca dolor, angustia, terror?
Foto Zoe Guillespie
Jesús Reyes Cordero
Hace una gran pausa. JRC: Eso… Sus ojos se nublan y su palabra se detiene. Voltea la mirada el ex templo de San Agustín que está frente a nosotros, aprieta los puños, respira profundo y trata de asir algo en el aire con sus manos angustiadas. JRC: La violencia. Silencio. Se pone en pie y camina dentro del café. Tal vez recordando la muerte de su abuelo en la Guerra Cristera, tal vez pensando en sus niños, como él llama a los chiquillos huérfanos de La Blanquita que al quedarse sin padre, esperan tener trece años para buscarlo en el mismo falso sueño americano donde lo perdieron. Al regresar hablamos de su amigo fallecido, el Licenciado Jorge Salmón, a quien conoció por haber convivido mucho con él. Después nos despedimos. Caminé unas calles cavilando en la charla con Chucho Reyes. Me detuve en un jardín. Me senté en una banca, y observaba los chanates, las palomas y abejas que llegaban a beber agua de la fuente. Entonces vi algo nada usual, caprichoso y diferente pero de un vuelo hermoso, un fabuloso colibrí que se movía entre las flores sacando jugoso néctar. La gente que pasaba cerca de él ni siquiera se percataba de su grácil vuelo. Sí. Chucho Reyes… es un colibrí.
* Poeta, actor, promotor cultural. Actualmente realiza un documental sobre Jesús Reyes Cordero, Los campos magnéticos del colibrí. inry@hotmail.com
8 Ramón López Velarde PROEMIO
SEGUNDO ACTO
Yo que sólo canté de la exquisita partitura del íntimo decoro, alzo la voz a la mitad del foro a la manera del tenor que imita la gutural modulación del bajo, para cortar a la epopeya un gajo. Navegaré por las olas civiles con remos que no pesan, porque van como los brazos del correo chuan que remaba la Mancha con fusiles. Diré con una épica sordina: la Patria es impecable y diamantina. Suave Patria: permíteme que te envuelva en la más honda música de selva conque me modelaste por entero al golpe cadencioso de las hachas, entre risas y gritos de muchachas y pájaros de oficio carpintero.
PRIMER ACTO Patria: tu superficie es el maíz, tus minas el palacio del Rey de Oros, y tus cielos las garzas en desliz y el relámpago verde de los loros. El Niño Dios te escrituró un establo y los veneros de petróleo el diablo. Sobre tu capital, cada hora vuela ojerosa y pintada, en carretela; y en tu provincia, del reloj en vela que rondan los palomos colipavos, las campanadas caen como centavos. Patria: tu mutilado territorio se viste de percal y de abalorio. Suave Patria: tu casa todavía es tan grande, que el tren va en la vía como aguinaldo de juguetería. Y en el barullo de las estaciones, con tu mirada de mestiza, pones la inmensidad sobre los corazones. ¿Quién, en la noche que asusta a la rana, no miró, antes de saber del vicio, del brazo de su novia, la galana pólvora de los juegos de artificio? Suave Patria: en tu tórrido festín luces policromías de delfín, y con tu pelo rubio se desposa el alma, equilibrista chuparrosa, y a tus dos trenzas de tabaco sabe ofrendar aguamiel toda mi briosa raza de bailadores de jarabe. Tu barro sabe a plata, y en tu puño su sonora miseria es alcancía; y por las madrugadas del terruño, en calles como espejos se vacía el santo olor de la panadería. Cuando nacemos, nos regalas notas, después, un paraíso de compotas,
INTERMEDIO luego te regalas toda entera suave Patria, alacena y pajarera. Al triste y al feliz dices que sí, que en tu lengua de amor prueben de ti la picadura del ajonjolí. ¡Y tu suelo nupcial, que cuando truena de deleites frenéticos nos llena! Trueno de nuestras nubes, que nos baña de locura, enloquece a la montaña, requiebra a la mujer, sana al lunático, incorpora a los muertos, pide el viático, y al fin derrumba las madererías de Dios, sobre las tierras labrantías. Trueno del temporal: oigo en tus quejas crujir los esqueletos en parejas; oigo lo que se fue, lo que aún no toco, y la hora actual con su vientre de coco. Y oigo en el brinco de tu ida y venida, oh trueno, la ruleta de mi vida.
(Cuauhtémoc) Joven abuelo, escúchame loarte, único héroe a la altura del arte. Anacrónicamente, absurdamente, a tu nopal inclínase el rosal; al idioma del blanco, tú lo imantas y es surtidor de católica fuente que de responsos llena al victorial zócalo de cenizas de tus plantas. No como a César el rubor patricio te cubre el rostro en medio del suplicio: tu cabeza desnuda se nos queda hemisféricamente de moneda. Moneda espiritual en que se fragua todo lo que sufriste, la piragua prisionera, el azoro de tus crías, el sollozar de tus mitologías, la Malinche, los ídolos a nado, y por encima, haberte desatado del pecho curvo de la emperatriz como el pecho de una codorniz.
Suave Patria: tú vales por el río de las virtudes de tu mujerío. Tus hijas atraviesan como hadas, destilando un invisible alcohol vestidas con las redes de tu sol, cruzan como botellas alambradas. Suave Patria: te amo no cual mito, sino por tu verdad de pan bendito, como a niña que asoma por la reja con la blusa corrida hasta la oreja y la falda bajada hasta el huesito. Inaccesible al deshonor, floreces; creeré en ti mientras una mexicana en su tápalo lleve los dobleces de la tienda, a las seis de la mañana, y al estrenar su lujo quede lleno el país, del aroma del estreno. Como la sota moza, Patria mía, en piso de metal vives al día, de milagros, como la lotería. Tu imagen, el Palacio Nacional, con tu misma grandeza y con tu igual estatura de niño y de dedal. Te dará, frente al hambre y al obús, un higo San Felipe de Jesús. Suave Patria, vendedora de chía: quiero raptarte en la cuaresma opaca, sobre un garañón, y con matraca, y entre los tiros de la policía. Tus entrañas no niegan un asilo para el ave que el párvulo sepulta en una caja de carretes de hilo, y nuestra juventud, llorando, oculta dentro de ti el cadáver hecho poma de aves que hablan nuestro mismo idioma. Si me ahogo en tus julios, a mí baja desde el vergel de tu peinado denso frescura de rebozo y de tinaja: y si tirito, dejas que me arrope en tu respiración azul de incienso y en tus carnosos labios de rompope. Por tu balcón de palmas bendecidas el Domingo de Ramos, yo desfilo lleno de sombra, porque tú trepidas. Quieren morir tu ánima y tu estilo, cual muriéndose van las cantadoras que en las ferias, con el bravío pecho empitonando la camisa, han hecho la lujuria y el ritmo de las horas. Patria, te doy de tu dicha la clave: sé siempre igual, fiel a tu espejo diario; cincuenta veces es igual al ave taladrada en el hilo del rosario, y es más feliz que tú, Patria suave. Sé igual y fiel; pupilas de abandono; sedienta voz, la trigarante faja en tus pechugas al vapor, y un trono a la intemperie, cual una sonaja: la carretera alegórica de paja.
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ZACATECAS
cine
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12 Los Olvidados en la Muestra que no llegó Por Antonio Villarreal Álvarez La Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, suele proyectar en su función inaugural un clásico del cine; en la No. 52 tocó su turno a una obra Luis Buñuel Los Olvidados. Película que al igual que Metrópolis (F. Lang, 1927) y El Mago de Oz (V. Fleming, 1939), es uno de los tres largometrajes de ficción que ha ingresado al registro Memoria del Mundo de la UNESCO. A 60 años de su estreno -y con una copia restaurada por la Fundación Televisa en la que se incluye el polémico final alternativo muy pocas veces presentado-, Los Olvidados se mantiene actual, inquietante y ahora sin una sola arruga. De ella, Buñuel dijo: “Juan Larrea y yo escribimos un argumento, ¡Mi huerfanito, jefe!, que trataba de un chico vendedor de lotería. Lo propuse al productor Oscar Dancigers y él me propuso hacer una historia sobre los niños pobres de México. Nunca me interesó la reeducación de los menores, sino hallar personajes e historias. Consulté detalles en el Tribunal de Menores y noticias en la prensa. Por ejemplo, leí que se había encontrado en un basurero el cadáver de un chico de doce años, y eso me dio la idea del final”. El Cineclub Universitario la presentará este martes 14 en su ciclo “La Muestra que no llegó”, en el audiovisual del Museo de Ciencias ubicado en Rectoría de la UAZ a las seis de la tarde. Entrada libre para quienes muestren un ejemplar de La Jornada del día, este suplemento, o bien su credencial de la UAZ.
El altar Por Vicente Soriano Tlachi* La pareja se dio cuenta que faltaba mucho para llegar a donde en realidad tenían pensado. Estaban urgidos de caricias, de convertirse en una misma piel, así que entraron a una iglesia que encontraron a orilla de carretera; minutos después, en el altar se desnudaron. Se dijeron: Aquí nadie nos verá. Bajo la piadosa mirada de los santos, la pareja hizo el amor. El suelo rasposo les pareció tan buena cama, que sus jadeos se confundieron con el movimiento telúrico que sucedía en esos instantes.
Lunes 13, Conocerás al hombre de tus sueños, EUA-España, 2010. Dir. Woody Allen. Mediante las desventuras amorosas de un par de matrimonios londinenses, y bajo la apariencia de una agradable comedia ligera, Woody Allen orquesta un agridulce ensayo fílmico sobre la inmadurez emocional, en la cual sus personajes, sin importar la edad que tengan, recurren a ilusorias soluciones para sobrellevar su frustrante realidad sentimental. La muerte, el fracaso creativo, la imposibilidad amorosa y demás obsesiones del cineasta reaparecen, enmarcadas por un acentuado pesimismo hacia la condición humana.
Miércoles 15, Copia certificada, Francia-ItaliaIrán, 2010. Dir. Abbas Kiarostami. De visita en la Toscana para promocionar su último libro -que reflexiona sobre las estrechas relaciones entre el original y la copia en el arte-, el escritor inglés James Miller se entrevista con una mujer de origen francés, dueña de una galería de arte. Ambos partirán por algunas horas a un pequeño pueblo cerca de Florencia, donde al menos en apariencia, interpretarán los roles de un viejo matrimonio.
Viernes 17, Tetro, EUA-Italia-España-Argentina, 2009. Dir. Francis Ford Coppola. Desde La conversación (1974), Coppola no había escrito y dirigido el guión de una de sus películas. Llevada a pulso a través de un argumento que por momentos recuerda a la tragedia griega, Tetro aborda en un tono independiente la historia de Angelo Tetrocini, un atormentado y bohemio escritor de ascendencia italiana que ha dejado todo en Nueva York para irse a vivir a Argentina. La inesperada llegada de su hermano menor, con el que ha perdido todo contacto, representará el vuelco argumental de esta cinta, filmada en Buenos Aires y Patagonia.
Río de palabras La noche ya acechaba cuando escucharon unas voces. Se levantaron al vuelo como dos almas en pena. Enfrente, unos arqueólogos hincados, hurgaban entre pedazos de ornamentos. Entonces la pareja escuchó de un temblor y sus terribles consecuencias en el entorno, y desde donde estaban vieron con asombro lo que los científicos descubrían: un par de esqueletos en posición de misionero con una antigüedad de quinientos años
* Vicente Soriano Tlachi. Escritor, gatófilo, testigo de Jehová y homme le femme. Maestro en Estudios Humanísticos por el ITESM. Actualmente trabaja en Universidad Politécnica de Puebla. Está fascinado por el cine y literatura japonesa. Fue becario del Taller de Novela Oaxaca I. vicente.sorianotlachi@live.com.mx