SUPLEMENTO CULTURAL
No. 151 - 2 DE JUNIO DE 2014 - AÑO 4
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Autor: Juan Carlos Villegas. Tercer Aniversario Gualdreño, Tinta y limón oxidado / papel. 2014.
El primer lunes de junio del 2011 salió en número 1 de La Gualdra; 150 números después estamos celebrando nuestro aniversario número tres. En este número especial de aniversario participan más de tres amigos hablando del tres… Tres veces gracias a todos quienes conforman esta comunidad gualdreña. Y para celebrar, este sábado 7, a las 20:30 Hrs., en la Plaza Miguel Auza de la ciudad de Zacatecas, estará el grupo Real de Catorce en concierto. ¡Invitados todos y todas! [Para seguir con el festejo: Una entrevista con Guillermo Samperio en páginas centrales]
LA GUALDRA NO. 151 / 2 DE JUNIO DE 2014 / AÑO 4
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El primer lunes de junio del 2011 salió en número 1 de La Gualdra; 150 números después estamos celebrando nuestro aniversario número tres. La Gualdra ha sido desde entonces una publicación muy afortunada pues cada semana se han ido sumando cada vez más colaboradores que comparten con nosotros –de manera generosa, lo he dicho siempre- textos e imágenes para el gozo de todos nuestros lectores. Realizar un proyecto cultural como éste significa mucho para quienes lo realizamos porque somos conscientes que estamos contribuyendo a generar una comunidad lectora en torno a la cual confluyen intereses relacionados con el cine, la creación literaria y los libros, la producción de artes visuales, la filosofía, la historia, la arqueología, la antropología, la música… En tiempos como los que vivimos, esto nos produce una gran felicidad: hablar de cosas que van más allá de los problemas de este país que a veces, sólo a veces, parece caerse a pedazos. Me atreví a pedirles a los colaboradores que escribieran sobre número tres, el resultado me llena de satisfacción pues en este número se habla sobre novelas, símbolos masónicos, nostalgia, películas, símbolos y amores; para complementar, varios amigos fotógrafos ilustran las páginas interiores y Juan Carlos Villegas no regala una portada de lujo. En consecuencia, he de mencionar mis “tres” entonces: tengo tres perritas que son mi adoración: Manola Membrillo, Petunia Ciruela y Camelia la Texana. Les sugiero tres libros: Drácula, de Bram Stoker; En Jirones, de Luis Zapata; y Ciudades desiertas, de José Agustín. Tres películas recientemente vistas: Trilogía Paraíso: Amor, Fe, Esperanza, de Ulrich Seidl; Los insólitos peces gato, de Claudia SainteLuce; y Blue Jasmine, de Woody Allen. Tres libros sugeridos, leídos este último año: Los predilectos, de Jaime Mesa; Rojo Semidesierto, de Joel Flores; y Las penas del guardador de rebaños. Tras la huella del Polifemo, de José Javier Villarreal. Aquí van mis tres deseos para
este nuevo año gualdreño: que las leyes secundarias de la reforma energética no se aprueben; que la hacendaria no nos siga perjudicando; y que haya salud y trabajo bien remunerado para todos y todas. Mis canciones favoritas de Real de Catorce: La Medicina, Llévate la historia y Barcos de papel. Cumplimos tres años y para festejar / festejarlos / festejarnos este sábado 7 de junio estará en la Plaza Miguel Auza, en punto de las 20:30 Hrs., Real de Catorce en concierto y deseamos que nos pueda acompañar a celebrar además del aniversario gualdreño, la vida misma. José Cruz Camargo Zurita es el líder de esta agrupación, nació el 2 de noviembre de 1955; originario de todos los desiertos del mundo, desde muy pequeño inició su actividad lectora primero, luego comenzó a escribir –y de qué forma-. Además de un excelente músico y compositor, es un extraordinario ser humano. Nos sentimos muy complacidos y agradecidos porque además, es colaborador gualdreño; y muy felices de que su salud, precaria, haya mejorado en los últimos meses. Estamos muy felices también, porque en días pasados estuvo en esta ciudad nuestro querido amigo el escritor Guillermo Samperio, quien ha colaborado en La Gualdra en diversas ocasiones. Una entrevista con él aparece en páginas centrales, para que la celebración sea completa. Así, querido lector, comenzamos esta semana: festejando tres años, festejando la vida, a ustedes y a todos los colaboradores gualdreños a quienes les agradezco infinitamente su disposición para que La Gualdra siga… Gracias, gracias, gracias… ¡Los esperamos en el concierto de Real de Catorce! Que disfrute su lectura.
El tres masónico puede ser el tres de La Gualdra por Marco Antonio Flores Zavala Tres veces tres La Gualdra por Esther Mariela Consuegra Dávila
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Regla de tres por Eduardo Santiago Rocha Orozco Castillos impares (a propósito del tres) por Celeste Rivas
Incendio en el archivo (tres versiones) por Edgar A. G. Encina Iba a ponerme nostálgico… por Mauricio Flores
Guillermo Samperio Hablemos de cosas sencillas por Jánea Estrada Lazarín
La inspiración negada por Eduardo Campech Miranda ¿TI3N3 TR3S DIM3NSION3S 3STA R3ALIDAD? por Felipe Rodríguez
De cierto azul: Real de Catorce; un bálsamo de blues en la ciudad llorona por Bernardo Araujo Teoría de la desintegración del número tres, en dos por Roberto Galaviz
Castillo de sal si puedes por Ester Cárdenas Castillo de sal si puedes por Andrea Sampedro
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Uno, dos, tres… por Pilar Alba
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
TR3S por Edgar Khonde Doña Penas por Alberto Huerta
Carmen Lira Saade / Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Andrade Trinidad / Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
2 de junio DE 2014
El tres masónico puede ser el tres de La Gualdra Por Marco Antonio Flores Zavala - Existen más elementos ternarios en el simbolismo: • Salud, Fuerza y Unión; Libertad, Igualdad y Fraternidad; • Tres grados: aprendiz, compañero y masón. El aprendiz tiene tres años porque ha sido iniciado en los misterios de los números 1, 2 y 3. • En el REAyA sus tres primeros grados se llaman simbólicos, dogmáticos o fundamentales. Sus tres últimos son llamados sublimes, consistoriales o administrativos. Dos: Triangulemos con La Gualdra. • La masonería es razonamiento secular. Para avanzar, el método es conversar, no es agrupar para instruir. Antes de conversar se debe leer. Para leer, se debe escribir… El ideal de la conversación conjuga el temor a la ligereza con la profundidad en la búsqueda; la elegancia del conversatorio con el placer de oír, la procuración de la verdad con la tolerancia y con el respeto de la opinión ajena.
• La Gualdra es un suplemento cultural que ya tiene varios tres: tres años de circular; 150 números en circulación; doce páginas cada lunes; portada, páginas centrales y las columnas de Alberto Huerta, Pilar Alba y Roberto Galaviz. • El suplemento mantiene la tradición ilustrada de publicar, leer y conversar. Difunde opiniones de quienes andan en el cogollo de la reflexión: Desayuno en Tiffany’s, mon ku, Castillo de sal si puedes, Campech… Se agradece que no ande de coyuntura liviana, porque lo suyo es
la literatura y los tanteos para proyectar libros. Tres: La Gualdra cumple tres años - Mateo, Churpio y yo leemos La Gualdra. La lectura de las opiniones colabora para conocer la movida del espacio público literario regional. - La conversación sobre las opiniones gualdreñas genera comunidades lectoras, semejantes a las logias… Con el agravante que en ambas sociabilidades se debe saber leer y escribir. - Felicidades, y gracias por las fotografías de Xavier Dolan.
Tres veces tres La Gualdra Por Esther Mariela Consuegra Dávila Para celebrar el tercer aniversario de La Gualdra, suplemento cultural de La Jornada Zacatecas, es preciso ahuyentar la solemnidad que las felicitaciones en turno imponen para estos casos y simplemente festejar la existencia de un medio que surge como aire fresco de vendaval en el páramo de publicaciones culturales existentes en el terruño; no es esfuerzo vano alimentar, crear puentes, estrechar lazos a través del quehacer editorial y la cultura, de sus públicos e incluso de sus detractores. Es necesario entonces repensar que las publicaciones que giran en torno a la cultura, complementan y refrescan la vorágine noticiosa que diariamente nos fustiga con historias tan cercanas al realismo mágico y a la vez a la más pura y diáfana ficción que representan las disímbolas historias entre ciudadanos de a pie y aquéllos que de manera grosera y feliz ostentan el poder y sus vicios; que desde el angustioso punto de vista de los lectores, esta lectura diaria sería lo más parecido a cualquier infiernillo literario, más no así con la gualdreña publicación como el asidero necesario
y catártico para la sobrevivencia del espíritu. Tan joven y tan vieja para bien de sus lectores, La Gualdra como esfuerzo editorial de La Jornada Zacatecas, tiene que ser apenas un germen de largo aliento que alimente los esfuerzos de sus creadores y todos aquéllos que la nutren; pero sobre todo será en el tiempo como ya lo es, una formadora de públicos y ciudadanos en tiempos en que las pantallas móviles y la masificación de la información amenazan tanto, como la video política y todos los demonios que la protagonizan. Y es que La Gualdara, emerge tres veces tres en una tierra siempre fértil de lectores y colaboradores que derraman tinta en su impreso y digital para verter ahí ensoñaciones colectivas tan distantes algunas en la geografía y en el tiempo, y que sin embargo llegan a cruzarse y tocarse entre los gualdreños y todos aquéllos que siguen cariñosamente los empeños de su directora Jánea Estrada, quien a fuerza de trabajo y entrega, nos ofrece el corazón sin pausas cada lunes en que leemos las historias, reseñas, re-
Pablo Pedroza, Tres niñas coras
Sergio Mayorga, Tres amigos
latos, poemas y otras confabulaciones del alma que se escriben e inscriben nuestra identidad gualdreña.
Gualdra para rato, tres veces tres: felicidades.
Tercer aniversario
Uno: el tres masónico - Por coincidencia, organización y elaboración, se gira en torno al tres: • Los números 3, 5, 7 y 9 (reminiscencia pitagórica) son los referentes. • Los colores básicos son tres: oro, azul y blanco. Tienen sus antónimos. • Los objetos emblemáticos son: el compás, la escuadra y el triángulo con ojo de big brother. - Los masones laboran con el tres: • Tres pasos al entrar; tres palmadas en el abrazo; tres golpes en sus mesas; tres palmadas sonoras para celebrar; en sus actas firman con tres puntos; tres golpes al tocar la puerta logial. • Dicen los iniciados que su edad es de tres años. • Las tres luces o personas que dirigen los trabajos son: el venerable maestro, el primer vigilante y el segundo vigilante. Ellos simbolizan las tres columnas de la logia. Representan cada uno a la sabiduría, la fuerza y la belleza.
LA GUALDRA NO. 151
Castillos impares
(a propósito del tres)
Tercer aniversario
Por Celeste Rivas Al filo de una cama, donde lo habitual es encontrar a un par, estaban tres, es decir, seis manos, seis ojos, seis pies, tres ombligos, tres bocas, tres sexos, “El tres es un número impar, es un número aparte, es un número par, el tres no ha sido nunca un número”. Uno construye castillos, castillos efímeros, de cartón, volátiles; y se rompen cuando el equilibrio es amedrentado, cuando se le fragmenta el alma, cuando al sube y baja se le quiebra el centro y ya no es nada. En medio siempre ella, el hilo que hilvana las piezas, a la derecha un él y a la izquierda otro; ellos jamás tocándose entre sí, pero amándose en tercios, casi siempre en iguales proporciones. Un cuerpo desnudo que observa a los otros dos, los que se mueven bajo la estrechez de la cama y a los que las almohadas sobran. Tres realidades de placer fundidas en una habitación, en un Madrid y en la pin-
tura; tres cuerpos y tres mentes tan distantes tan juntas. Jose, Jaime y Marcos constituyen en el libro de Almudena Grandes, Castillos de cartón, la historia endeble y delicada, donde el tres es la pieza fundamental y llenante para el amor y el acomodado triángulo que sin una pieza no sería más que un par de líneas discordantes. Una triada en donde las imperfecciones del otro se encuentran y se reformulan los estándares y el apasionamiento. Mejor que uno, dos, mejor que dos, tres; orgasmos, ideas, diferencias, gustos que se acoplan y entretejen y crean un mundo propio. Al final el lector se convertirá en la última triada de la novela, en la que con mirar voyerista se va junto con los personajes que se quedan casi solos, o mejor, incompletos, o mejor, en un par que no encaja; que siempre requerirá del tercero, del otro amante.
Alejandra Celis Almanza, Tres sillas y la que viene
Samuel Iván Muñoz (Ivanko Moses Lee), Tres
Regla de tres Por Eduardo Santiago Rocha Orozco Por alguna extraña razón, la cual no vengo a desentrañar, pareciera que el número tres tiene implícito un significado más allá del sentido pragmáticamente obvio de que: uno más uno más uno da como resultado una triada de elementos. Pareciera que, tan pronto como la humanidad dejó de sumar en triadas, luego le dio por dividir todas las cosas en tercios: los dramas griegos se escribieron en tres actos, los hombres se pensaron en términos de
cuerpo, alma y espíritu. Y en última instancia, a la teleología monoteísta católica se le ocurrió que era mejor tener tres tercios de Dios en lugar de conformarse con sólo una unidad homogénea, de modo que esta prevención económica los salvó de caer en el despilfarro simbólico de los pueblos paganos, al mismo tiempo que los libraba de la mezquindad patológica de los judíos, la cual los orilló a no gastar su fe en más de una divinidad.
En muchos aspectos de la vida humana se pueden deducir estructuras de tres, y tal fenómeno se ha asimilado como natural en una variedad inusitada de contextos, a excepción del amor donde se ha arraigado la dualidad, lo que da como resultado el que la presencia de un tercero resulte inconveniente, o cuando menos problemática, como posibilidad romántica. Así, de manera perversa, dos vértices del triángulo amoroso
se disputan el derecho de permanecer con su tan anhelado pronombre de tercera persona (por no decir él o ella). Y si bien, lo más pragmático sería unirse al tercero en un acuerdo feliz, pareciera que lo más civilizado para la sociedad es ver como los dos prospectos se fulminan en un certamen amoroso donde la triada, no le queda más que revertir la cuenta y pasar de tres a dos para encontrarse con uno.
2 de junio DE 2014
Iba a ponerme nostálgico Por Mauricio Flores
Tercer aniversario
Iba ponerme nostálgico, tres, elevado lo es, y de inmediato pensé no vale la pena. Sí, en cambio, la generosidad de algunos (y algunas) que mantienen vivo el interés por fijar su atención en lo que aquí (La Gualdra) transmitimos un puñado de necios. Luego pensé, oportuno, periodístico, Octavio Paz, José Revueltas, Efraín Huerta, pero tampoco. Entonces encontré un refranero del Quijote, y qué mejor obsequio, triple, a quien esto lee: 1. Vendrán por lana y volverán trasquilados (Cap. IV). 2. Tantas letras tiene un sí como un no (Cap. XXII). 3. Entre el sí y el no de una mujer, no me atrevería a poner una punta de alfiler (Cap. XIX, Parte II).
Lydia Lozano, Intersección entre tres
Incendio en el archivo (tres versiones) Por Edgar A. G. Encina Uno, dos y hasta tres explosiones. Tres explosiones fueron las que se escucharon. Las personas que vivieron en las proximidades lo atestiguan. Después, el fuego. Al final, todo se vino abajo. Tres explosiones que advertían que algo ocurría. Algo malo, sin lugar para las dudas. Luego de la tercera, muchos optaron por salir de sus casas y buscar la fuente de tales detonaciones. Era el Palacio de Gobierno en Plaza de Armas. El fuego se elevaba. El calor era intenso. ¡Se quema el archivo!, gritaban al dar en cuenta con el origen. El baile de las llamas que cambiaban de un fúlgido amarillo por un arrebatador rojo se elevaba intensamente. Prestos, los pobladores se organizaron. Formaron cadenas humanas que salían o entraban, según se vea, de casas cercanas hasta las proximidades del edificio. Cubetas de agua iban. Gritos alentadores volvían. Era la solución inmediata, no había otra manera de palear esa contrariedad. Mientras tanto, a poco más de 120 kilómetros, los bomberos de Aguascalientes aprestaban el viajar. Nunca se habían hecho preparativos para contingencias como ésta. Nunca se pensó que algo de ese tamaño sucedería. Nunca. Aquí no pasa nada, por qué esto cambiaría. Cuando los bomberos arribaron, luego de más de dos horas de viaje, encontraron una población entusiasta pero agotada. A pesar de llevar más del par de horas combatiendo el fuego, éste no menguaba. El calor sofocaba. El brillo del fuego enceguecía. A punto de
sentirse derrotados, el equipo de bomberos hizo la primera descarga con lo que pareció menguar el incendio. Cerraron sus llaves y fueron en busca de más agua, quizá hasta el Parque de la Encantada. Ahí, el canto de las llamas cambió. Crujía. Se quejaba. Crujía. Algo le dolía. Crujía. Al notarlo, las personas no quisieron acercarse más. Pasos para atrás. Temían que se estuviera preparando para brincar, para quemar las casas cercanas, para calcinar la ciudad entera. Luego, el techo cedió. Al caer las pesadas lozas sobre los documentos el fuego se apaciguó. Cuando las tareas de rescate, preservación y catalogación de los documentos iniciaron, al levantar piezas quebradas de la construcción las llamaradas volvían a las que presurosos volvían a arrojarle una tina con agua. Al medir los daños reales y ficticios de los perjuicios que trajo el incendio, en muchos momentos ponían a secar al sol los documentos que las ventiscas cubrían de tierra o hacían volar. Parecía que una bomba había caído allí. Una escena de guerra vista sólo en los informes o en los cortes noticiosos en el cine. Más que los peritos, la vox populi dio tres causas probables. Primera, que un descuidado había dejado prendido un cigarrillo. Segunda, que un corto circuito causado por la instalación eléctrica. Tercera, que unos “gringos” vistos en la tarde anterior prendieron deliberadamente fuego al archivo para desaparecer el original del acta de nacimiento de Tomás o Thomas Alba Edison, nacido en Som-
Ernesto Moreno, El muro de los lamentos, soldados israelíes en su oración
brerete pero que ellos se lo atribuían a Ohio. Lo único que es posible afirmar es que sí hubo pérdidas considerables y parte de la memoria del Zacatecas decimonónico y parte del XX se esfumó con aquellas hogueras. Para evitar otro similar evento, el Archivo reunió otros archivos y documentación, y se
fue al anexo del Museo de Guadalupe y en fechas más cercanas al noroeste de la ciudad, donde es protegido por personal especializado y con tecnología ad hoc. ¿Y, a usted, sensible lector, cuál de las tres versiones del incendio le apetece?1
1 La memoria de la hemeroteca me ha proporcionado poca información sobre el evento, apenas unas líneas regadas, aunque El Pregonero. Órgano de difusión del Archivo Histórico de Zacatecas hizo un recuento. Para recabar y cruzar información he tomado a su vez de las conversaciones con María Auxilio Maldonado (directora del Archivo Histórico del Estado de Zacatecas), Jovita Aguilar Díaz (directora del Centro de la Gráfica de Zacatecas), Manuel González (Cronista de la Ciudad de Zacatecas) y Marco Antonio Flores Zavala (investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas), a quienes agradezco cordialmente.
LA GUALDRA NO. 151
Guillermo Samperio
Hablemos de cosas sencillas
Por Jánea Estrada Lazarín
Tercer aniversario
Foto: Ernesto Moreno
Guillermo Samperio nació en la Ciudad de México el 22 de octubre de 1948. Es un escritor prolífico e incansable. Desde temprana edad entró en contacto con el arte: su padre, William Samperio, miembro del Trío Tamaulipeco de los Hermanos Samperio, lo introdujo en el mundo de la música; en su casa se escuchaban canciones populares todo el tiempo y con el tiempo, Guillermo –Guillom, de cariño- fue conociendo y fortaleciendo su pasión por otros géneros musicales. A la par, su tío Luis Burgos, quien fue pintor y músico, lo puso en contacto con otro tipo de manifestaciones artísticas como la pintura, la ópera y la literatura. Fue así que desde pequeño, Samperio se involucró en el mundo del arte de manera natural; ávido por conocer más cosas del mundo, se inició como un lector voraz de los clásicos de literatura y posteriormente como escritor, profesión a la que se dedica desde los 16 años. Guillermo Samperio es un hombre inquieto e inteligente; además de escribir cuento, novela, guiones de radio, ensayo y crítica de arte, ha sido editor y asesor de publicaciones. Fue director de Literatura del INBA; vicepresidente de la Asociación de Escritores de México; miembro de la Comisión Consultiva del FONCA; y director del Departamento de Difusión Cultural de la UDLA, sólo por mencionar algunos. Ha colaborado en diversas revistas y suplementos culturales
del país y del extranjero. Fue Becario del INBA en 1973 y miembro del SNCA desde 1994. Ha obtenido varios premios por su trabajo, entre los que destacan: el Premio de Cuento El Museo del Chopo, 1976; Premio de Cuento de la Palabra y el Hombre, 1977; Premio Casa de las Américas, 1977; Premio Nacional de Periodismo Literario, 1988; y el Premio Instituto Cervantes, en el año 2000, otorgado por Radio Francia Internacional. Desde Cuando el tacto toma la palabra, libro de cuentos publicado por el IPN en 1974, ha publicado más de treinta libros de cuento; seis libros de ensayo; casi una decena de novelas y muchos más libros de poesía. El viernes pasado, al culminar el taller de cuento que impartió en esta ciudad, se presentó su libro Historia de un vestido negro, con prólogo de Hernán Lara Zavala y editado por el FCE en 2013. Guillom, generoso como siempre, ha sido también colaborador de La Gualdra en varios números de esta publicación que cumple tres años esta semana; y a propósito de su visita a Zacatecas, de la presentación de su libro y de la alegría que nos ha dado tenerlo por acá una semana, platicamos con él, de “cosas sencillas, porque son las que más sabor le dan a la vida”, de acuerdo a su petición hecha esbozando una amplia sonrisa.
Jánea Estrada: ¿Desde cuándo inicias tu actividad como escritor? Guillermo Samperio: Desde niño leía mucho porque mi papá tenía muchos libros. Empecé a leer todo lo que había en casa, sobre todo de ciencia ficción, los clásicos… Ray Bradbury me gustó mucho; en mi casa fuimos una familia de lectores. Después de leer mucho, creo que inicié a escribir a los 16 o 17 años. Fue hasta 1974 que publiqué mi primer libro… no tengo la cuenta de cuántos libros llevo publicados. JE: Muy seguido publicas tus cuentos en Facebook y veo que tu actividad ahí es constante. ¿Escribes diario? GS: No, sólo cuando siento la necesidad de escribir… aunque sí, creo que últimamente estoy escribiendo más, debo escribir todo lo que pueda ahora que la memoria lo permite. Algo sucede: recuerdo muy bien mis primeros treinta años de vida… tengo una memoria antigua, de ahí en adelante se me dificulta recordar con precisión detalles de lo que ha pasado. Por eso debo escribir, para recordar… Escribo ensayos, artículos, además de cuentos, hay que combinar… JE: Escribiste también durante un tiempo crítica de arte… GS: Sí, me gustaba mucho. Mi tío, el esposo de mi tía Clara Luz Samperio, era pintor. Me gustaba mucho ir a su casa para ver lo que hacía, su colección de arte, sus libros de arte –la que me horrorizaba era la abuela, que estaba siempre en una habitación oscura, pero de todas maneras iba-. Así entré en contacto con pintores y su trabajo;
decidí escribir en ese entonces para los jóvenes porque me daba cuenta que en la década de los setenta, los críticos como Raquel Tibol escribían sólo sobre Cuevas, Vicente Rojo… y los jóvenes no tenían quién les escribiera, por eso lo hacía yo. Dejé de escribir cuando me di cuenta que ellos se habían consolidado, cuando creí que mi trabajo no era necesario ya. Pero seguí viendo pintura, he visitado muchos museos… JE: ¿Quiénes son tus pintores favoritos en México? GS: Me gusta mucho lo que hace Gabriel Macotela, mi amigo desde hace mucho tiempo… conozco muy pocos pintores jóvenes ahora, pero me sigue gustando más lo tradicional que el arte contemporáneo, a veces pienso que son puras ocurrencias… [ríe] La pintura me sirve de inspiración para crear mis propios personajes, me da recursos visuales… JE: ¿Qué otras cosas te inspiran para escribir? Te pregunto porque tus personajes son divertidos, tu narrativa es muy clara, cercana a la gente… GS: La vida misma, no me gustan los personajes muy intelectuales… siempre recurro al humor. Escribir es para mí como regalarle experiencias al lector, mis experiencias, las divertidas y las que no… la literatura, como la vida, está llena de pasiones. JE: ¿Otra de tus pasiones es el cine, cierto? GS: Sí, aunque nunca me dio por escribir guiones. Me gusta el cine de todas las épocas. Mi actor favorito fue Klaus
2 DE JUNIO DE 2014 el país, a través de tu fundación, y veo que lo disfrutas mucho… GS: Sí. Es que dar clases es para mí compartir mis experiencias, yo sé que los jóvenes que empiezan a escribir, requieren una guía literaria y una guía humana. Yo les pido siempre que lean filosofía, que lean los clásicos y a todos los autores que puedan para que tengan punto de referencia. Que lean prosa, poesía y ensayo para complementar su formación.
JE: Veo que traes tatuado a Klaus Kinski en tu brazo izquierdo y también a Marilyn… GS: Sí, pero a Marilyn más que por el cine, me atrae por su vida tan dramática… es muy interesante.
JE: Se requiere de mucha autocrítica para publicar un libro, ¿quién lee tus textos antes de ser publicados? GS: El que me ayuda un poco es mi asistente, Rodrigo de Sahagún, que por cierto acaba de publicar un libro muy bueno… este último me gustó mucho, se los recomiendo. Él me ayuda a leer mis textos y es además el subdirector de la Fundación Cultural Samperio.
JE: ¿Nos puedes hablar de tus otros tatuajes? GS: Sí, también traigo a Lennon porque me parece la figura más destacada de los Beatles y porque era un buen crítico social… [se descubre los brazos y los muestra uno a uno, con orgullo] también traigo este salmón, por Calamaro, a quien admiro mucho, me gusta la idea de nadar a contracorriente. Me tatué también el nombre de Zapata, porque de todos los héroes revolucionarios es el más auténtico… y éste, que es mi papá tocando la guitarra [el tatuaje es de todos el más bello, en tonos ahumados]… He querido tatuarme también la espalda, pero dicen que duele mucho… [ríe] JE: ¿Algún músico? GS: No sé… es que la música es otra de mis grandes pasiones. Me gusta toda, menos la grupera, se me hace muy elemental, de cuarta clase. No toco ningún instrumento; mi papá me quiso enseñar guitarra y no di resultados, luego una trompeta y nada. Luego vi una película de Gene Krupa y me dije: Yo baterista sí me vuelvo… pero mi papá me dijo: “¿Sabes cuánto cuesta una batería?”, y ahí terminaron mis aspiraciones musicales [ríe], pero me gusta mucho el rock y el soul, el blues… los escucho todo el tiempo. JE: Guillom, siguiendo con la literatura, me gustaría que habláramos de escritores mexicanos. ¿Cuáles son los que más te han gustado de otras generaciones y cuáles de esta época? GS: José Revueltas me gusta mucho; Fuentes también, pero no todo, sus primeros cuentos son muy buenos… Efraín Huerta también, fuimos amigos. Y Paz… me gusta mucho su poesía, los ensayos no, me da la impresión de que se fusilaba a medio mundo [ríe]. JE: ¿Y los jóvenes escritores? ¿Nos puedes mencionar algunos? GS: No recuerdo a muchos, pero me gusta como escribe Jaime Mesa, un escritor poblano; Tryno Maldonado, zacatecano… Y Volpi… Volpi no me gusta mucho, es muy complicado, me cuesta trabajo leerlo… JE: Actualmente, además de escribir, impartes cursos de literatura en todo
JE: Para terminar y siguiendo con el tema de tus pasiones, dime… ¿por qué te gustan las jirafas? GS: Me imagino que una de dos: o la soñaba con jirafas de niño, o al conocerlas cuando mi papá me llevó a Chapultepec, me impactaron muchísimo. Las vi como unos juguetes enormes, como que se habían adelantado a Disneylandia… [ríe] Nunca he tenido ni jirafas ni rinocerontes, pero sí un perro: se llamaba Jonfri, era un pug, de esos chatitos con el hocico oscuro, no he vuelto a tener otro, no sé por qué… Fotos: Ernesto Moreno
Seguimos platicando largo rato mientras él tomaba capuchino y refresco de cola light; Guillom fumaba un cigarro de una caja y luego de otra de las cuatro que suele traer “para no aburrirse”. Hablamos de la presentación de su libro esa tarde y de su afición por las miniaturas que colecciona; de canciones de los Beatles, de The Rolling Stones, de Elvis… y nos despedimos como si nos fuéramos a ver al día siguiente. Hay Guillermo Samperio para muchos años más y nos sentimos felices de que así sea. Gracias, Gillom.
Tercer aniversario
Kinski, estuvo siempre muy bien dirigido… He visto mucho cine, cuando era niño me aventaba todas las funciones del cine en la Colonia Claverías. Recientemente vi por ejemplo Gravity, de Cuarón y no me gustó, no le veo ningún chiste, aunque el director sea mexicano. Pero vi también Ninfómana, de Lars von Trier y me gustó, es impresionante, no esperaba la fuerza cinematográfica del director, trae una carga muy fuerte…
LA GUALDRA NO. 151
La inspiración negada
Tercer aniversario
Por Eduardo Campech Miranda Después de dos frustrados intentos, vuelvo al papel. Estas líneas me han sido más difíciles que hacerles la carta a los Reyes Magos. Confieso que intenté escribir en torno a la concepción del Ser Supremo en Platón, pero mis tres pelos de tonto lo han impedido. También consideré realizar una disertación de los triángulos, aunque mi experiencia se remite a los de tintes amorosos solamente. Por eso prefiero un cuarto a un tercio, pero sí un trío a un cuarteto. Pero volvamos al texto y no a confesiones personales, las cuales, dicho sea de
paso, son problema de dos, de tres ya es chisme. Me encomiendo a la Santísima Trinidad y mis dedos vuelven al teclado, intento ser crítico literario: “¡Ah! Vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose, /lento juego de luces, campana solitaria, / crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca, / caracola terrestre, ¡en ti la tierra canta!”, el poema Tres de Pablo Neruda ha sido opacado, principalmente, por los poemas Quince y Veinte… ¡Tantas cosas con relación al 3 y no logro hilvanar tres ideas!
Carlos Segura, Tres generaciones de Juan de Austria
The Three Stooges, Los tres cochinitos y el lobo feroz, Los tres mosqueteros, Los Panchos, Los Tres Caballeros, The Police, los tres deseos que se piden al genio o Los tres pelos de oro del diablo, FernándezFigueroa-Magdaleno. Me quedo con los deseos: 1) Abordar el metro de la Ciudad de México en Universidad y bajarme hasta Indios Verdes, en un vagón sólo para mí, en horas pico; 2) resolver, sin calculadora, una raíz cúbica y 3) que todos mis deseos se tripliquen por siempre.
Recuerdo que cuando niño jugaba futbol, los defensas siempre pelábamos por el número tres. Ese mismo que portaba Fernando Quirarte en la espalda. Algunas ocasiones lo obtuve, otras, me tuve que conformar con el que me asignaban. Ese número era el objeto del deseo, movíamos agua, tierra y aire con tal de conseguirlo. Ofrezco disculpas a mis tres lectores, la inspiración y las musas, me han negado tres veces.
Federico Martínez, El Torito Cabresto
¿TI3N3 TR3S DIM3NSION3S 3STA R3ALIDAD? Por Felipe Rodríguez* Hay cosas a las que estamos tan habituados que pasan siempre de lado ante la aparente normalidad. Abrir los ojos por la mañana, levantarse de la cama, bajar tres escaleras, dar vueltas a tres llaves, abrir tres puertas y caminar, intentando tres veces recordar lo que treinta y tres minutos antes soñaste. Y es que vivir en una realidad de tres dimensiones ya no sorprende a nadie. Anchura, longitud y profundidad (sin albur), son las tres dimensiones espaciales que, de tan a simple vista, se vuelven difíciles de apreciar. Somos propensos a no cuestionar lo evidente. Seguramente la misma sensación
de normalidad con la que hoy acudimos al trabajo y regresamos a casa por la noche, alguna vez la experimentó Newton antes de descubrir la ley de la gravitación universal y establecer así las bases de la mecánica clásica. Sería gracioso que lo mismo le hubiese ocurrido a Einstein antes de perder tres peines y mejor dar origen a la teoría general de la relatividad, reformulando con ello todo el concepto newtoniano de la gravedad. Pero la tridimensionalidad, tan “normalita” como parece, es apenas la entrada a una de las ideas más perturbadoras que alguien haya podido imaginar: el principio ho-
lográfico. La física moderna se enfrenta entonces al que parece su más grande reto. Si el universo es homogéneo, debería poderse explicar todo lo que sucede en él con un mismo conjunto de fórmulas, con una teoría unificada. El problema es que no se cuenta con esta todavía. Sin embargo, cuando se intenta unificar una teoría del todo, necesariamente aparece el principio holográfico para, en teoría, poder resolver este dilema. Este principio postula lo siguiente: toda la información contenida en cierto volumen de un espacio concreto se puede conocer a partir de la información codificable so-
bre la frontera de dicha región. En otras palabras, todo lo que existe en nuestro universo podría estar “grabado” en los confines del espacio, y sería la luz al interactuar con esta “información” lo que generaría la aparente realidad en tres dimensiones. Si resultara cierto, la geometría de una realidad en tres dimensiones no sería más que la puerta hacia la verdadera realidad. Cuestionar lo evidente sirve. Entraña más de lo que vemos, o de lo que queremos ver. Disfrutemos la tridimensionalidad entonces, que de un momento a otro puede desaparecer… ¡En una, dos, tres!
* Ciudad de México, 1982. Actor y dramaturgo. Cofundador del grupo Teatro de los Sótanos. Es acuario con ascendente tauro. Becario, RONCA de 5am a 10am. Posee poderes ocultos que esperamos pronto afloren...
2 DE JUNIO DE 2014
De cierto azul: Real de Catorce; un bálsamo de blues en la ciudad llorona Por Bernardo Araujo Daniel Sada afirmaba que para escribir novela uno debía ser viejo. “Cuando la vida ya te ha puesto dos o tres chingadazos bien dados” –ironizaba. Para escuchar a Real de Catorce no hace falta ser viejo, sino haber recibido a temprana edad (de preferencia) una buena dosis de aquellos ingredientes que sazonan y hacen interesante la existencia de los pobres humanos… ¿Bienaventurados los que sufren?, ¿los que gozan?, ¿los que defraudan?, ¿los que pierden?, ¿aquéllos que han probado el sabor temprano de la muerte?, los desolados, los insanos... “Dale un trago, prueba el fuego”, dice José, el gurú. Era yo estudiante (o asistente frecuente) de secundaria cuando escuché en la radio por primera vez la música de estos cuatro jinetes del semidesierto. Eran cerca de las diez de la noche. Tengo la fortuna de haber vivido siempre en las inmediaciones del centro de esta ciudad. Pregunté a mi padre: ¿Puedo ir? Están tocando aquí cerca. Pero no, no podía. Un chaval solo yendo de noche a reunirse con extraños para escuchar “música de locos”. ¡Sonaba fabuloso! Sin embargo tuve que deleitarme con escuchar en la radio versos desenfrenados que no acababa de entender, quejumbrosos acordes venidos de una tierra abandonada, contratiempos que lindaban las profundidades de lo indecible. Así adquirí el placer solitario de escuchar el silencio cuando rompe, la fruición de mirar las ciudades desde lo alto.
José Cruz, líder de Real de Catorce, celebrará con nosotros el Tercer Aniversario de la Gualdra este 7 de junio, en la Plaza Miguel Auza, a las 20:30 Hrs.
Pocos años después, regresaba de un viaje por el semidesierto zacatecano. La escuela privada de filiación católica en donde cursé la preparatoria, organizaba cada Semana Santa una misión con la finalidad de que los estudiantes viviéramos la experiencia de conocer una de las regiones más menesterosas del Estado, convivir con las personas de aquellos poblados, reconocer su realidad, verlos a los ojos, apoyar con algo de víveres e insumos. Había pasado una semana andando
por senderos desolados en donde hice mi primera fotografía de un atardecer en el campo. Reconocí a mi abuela paterna (fallecida varios años antes), al entrar en una pequeña cocina olorosa a té de anís, en donde una mujer de campo entrada en años me ofreció como merienda una generosa ración de queso de chiva sobre la tortilla grande, hecha a mano, y un jarro que contenía la deliciosa infusión que me colocó frente a mi abuela, muchos años antes. El momento fue como vol-
Teoría de la desintegración del número tres, en dos Por Roberto Galaviz I Ya estamos solos -el otro se fueII Estamos juntos, no hay pensamiento hay tiempo compactado, hay deseo, hay un vestido rojo que obedece a la ley de gravedad y cae a 9.81 m/s2
(le llevará un segundo y 3 palabras dejar tu cuerpo) conozco el paso siguiente: uno los puntos imaginarios de tu cuerpo con mis manos III Cuando la distancia nos inventa y no estamos más que en alegoría somos tres: un recuerdo común
tú & yo, somos todavía una hipótesis, una teoría por anunciarse. Hoy el otro se fue, dividimos tres entre dos el resultado, aunque sea complejo, es siempre distinto.
ver casa, infante. De regreso a la ciudad, el desierto se empeñaba en abrazarme. José Cruz y su clan ofrecían un concierto en Plaza de Armas. Tomé los cigarrillos. Corrí. Me instalé frente al escenario y fumando… comencé un prolongado viaje hacia mí mismo. Estimado lector, muy pronto: “Haremos reventar la noche en llanto […] para que el día amanezca iluminado de sonrisas y floridas las ventanas”. La ceremonia del desierto está llamando. ¡Celebremos!
Tercer aniversario
¿Puedes amar a un boxeador después de perder el último combate?” José Cruz Camargo
LA GUALDRA NO. 151
AGENDA CULTURAL JUNIO 2014 INSTITUTO ZACATECANO DE CULTURA “RAMÓN LÓPEZ VELARDE” Subdirección De Enseñanza e Investigación Junio de 2014 CICLO DE CONFERENCIAS Rumbo al Centenario de la Toma de Zacatecas 1914-2014 Jueves 5 de junio Conferencia magistral: La batalla de Zacatecas a través del diario de operaciones Del General Brigadier Felipe Ángeles Ramírez Capitán Antonio Campuzano Rosales Historiador militar Patio central del Museo Zacatecano Coordina: Delegación INAH Zacatecas Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde 19:00 horas FESTIVAL DEL CORRIDO Programa académico Del 17 al 19 de junio de 2014 Lunes 16 de junio Conferencia El Corrido Zacatecano contemporáneo De Valentín de la Sierra a La fuga de los 53 Imparte: Mtro. Luis Rubio Foyer del Teatro Fernando Calderón 18:00 horas Martes 17 de junio Conferencia Canciones y corridos Revolucionarios Imparte: Mtra. Sonia Medrano Foyer del Teatro Fernando Calderón 13:00 horas Miércoles 18 de junio Presentación del libro Corridos históricos de la tradición del Bajío
Tomo I y II De Juan Diego Razo Oliva Comentan: Verónica Dávila y Luis Rubio Foyer del Teatro Fernando Calderón 13:00 horas Jueves 19 de junio Conferencia El narcocorrido Imparte: Mtro. Luis Díaz Santana Foyer del Teatro Fernando Calderón 13:00 horas Y si Adelita se fuera con otro Taller de lectura sobre el tema del corrido mexicano Dirigido a jóvenes y adultos Imparte: Eduardo Campech Miranda Del 16 al 21 de junio Centro Cultural Ciudadela del Arte De 17:00 a 19:00 horas ACTIVIDADES ACADÉMICAS Jueves 26 de junio Presentación del libro Bibliografía literaria de la Revolución Mexicana De Fernando Tola de Habich Presentan: Edgar García Encina y Juan Antonio Caldera Modera: Ana Lilia Pichardo Salón de actos del antiguo Palacio de Gobierno 19:00 horas Coordinan: Unidad de Letras de la UAZ e Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” TALLERES Clausura de la primera parte del Diplomado Revolución y Fe en Zacatecas Impartido por: Dr. Veremundo Carrillo Trujillo Lunes 09 de junio 17:00 horas. Sala Hermanos de Santiago del Centro Cultural Ciudadela del Arte. Taller de Narración Oral Coordina: Familia Garabato Imparte: Gabriela Correa
Del 2 al 6 de junio De 18:00 a 21:00 horas Centro Cultural Ciudadela de Arte Diplomado Rumbo a una profesionalización de la Danza II Módulo Análisis de movimiento y creación del lenguaje Impartido por la maestra Cecilia Lugo 2 al 6 de junio 2014 de 09:00 a 14:00 horas Salones de Danza del Teatro Calderón Taller de Iniciación al Teatro de Calle Impartido por: Sergio Salinas Todos los sábados de 11:00 a 14:00 horas Patio del Museo Pedro Coronel Taller de Actuación (Iniciación al Teatro) Impartido por: Julia y André Robles Lunes, martes y miércoles de 16:00 a 20:00 horas Patio del Museo Pedro Coronel Diplomado de Crítica y Apreciación del Arte Impartido por: Sonia Viramontes Todos los viernes de 10:00 a 13:00 horas Sala Huiricuta del Museo Zacatecano Extensión a municipios Curso de encáustica Impartido por la Maestra Teresa Chávez Montes Ágora José González Echeverría Del 9 al 13 de junio Fresnillo, Zac. Taller de tallado en madera El señor de los dragones Impartido por el maestro Artemio Ibáñez Ágora José González Echeverría Del 15 de junio al 15 de agosto Fresnillo, Zac. Curso de temple al huevo Impartido por la Maestra Teresa Chávez Montes Casa Municipal de Cultura Del 16 al 20 de junio Jerez, Zac.
2 DE JUNIO DE 2014
Castillo de sal si puedes Por Ester Cárdenas
A Manola y Prudence Sólo tres líneas y ahí estaba el título de esta columna. Le di más de tres vueltas al asunto y en uno de mis tres poetas mexicanos favoritos encontré la respuesta. Han transcurrido tres años desde el día en que mi amiga Jánea Estrada (sí, mi amiga) nos invitó a (mi hija) Andrea y a mí a colaborar con ella en La Gualdra y por supuesto que aceptamos y junto con ella nos lanzamos a la aventura de la escritura. Durante tres años me he encontrado cada semana con Gabriel, Mateo,
Toño, Mauricio, Roberto, Eduardo, Lluna, Carlos, Simitrio, Alberto, Pilar, Alberto, Andrea, Jánea y con nuestro extraordinario ilustrador: Juan Carlos Villegas. Tres han sido mis temas: la literatura, el cine y mis amigos. Durante estos tres años, tres queridos amigos se han marchado: Francisco Sánchez, Juan Francisco Rodríguez y Manuel Ahumada; tres escritores igualmente queridos: Jorge Salmón, Juan Gelman y José Emilio Pacheco. Tres años he asistido tres veces a la semana al café para encontrarme con mis más de tres amigos: Carlitos, Raquel, Toño, La
Buki, Armando, Pilar, Poncho, Jánea y Argelia. Tres mis libros favoritos: La elegancia del erizo, El hombre que amaba a los perros y Canción de hielo y fuego. Tres mis películas predilectas: Conocerás al hombre de tus sueños, Media noche en París y Blue Jasmine. Tres heroicos años en que el director de la
Jornada Zacatecas, Raymundo Cárdenas Vargas, ha mantenido este proyecto cultural (no es fácil) y tres años el tiempo que nuestra querida Jánea ha dirigido con sensibilidad, inteligencia, paciencia y dilección La Gualdra. Tres veces: Gracias.
Castillo de sal si puedes Por Andrea Sampedro Tres P: El tres es el número que va después del dos y antes del cuatro, es un número primo; puede ser un sustantivo, y dicen por ahí que tres son multitud aunque yo creo… Q: ¿Qué? ¿De qué estás hablando? P: Del número tres, como los lados del triángulo… Q: ¿Y eso por qué? P: Porque La Gualdra cumple tres años, como el número de… Q: ¡No! No es cierto, no tienes tres años escribiendo en La Gualdra. P: Pues tal parece que sí. Ahora, si me dejas seguir con mi explicación… Q: Pero yo también tengo cosas que decir del tres, por ejemplo: Zeus, Hades y Poseidón, los tres dioses griegos principales. P: Bien, estás entendiendo. Tres también son… Q: Las veces que has dejado de escribir para voltear a ver a Adam Levine en The Voice. P: Ash ¡no! Son la cantidad de nuevos doctores que han… Q: ¡Oh sí! Es la cantidad de doctores que han salido desde el 2005 en Doctor Who. P: Sí, eso estaba intentando decir. También es… Q: El número de mi libro favorito de Harry Potter. P: ¡Es! El número de mi libro favorito de Harry Potter.
Q: Eso dije yo, ¿por qué repites las cosas que ya dije? P: Porque estoy intentando decirlas, pero no te callas. Q: Pero no por eso tienes que ser grosera… P: Está bien, lo siento. En fin… como decía, todo lo anterior hace que el tres… Q: No olvides que es también la cantidad de temporadas en las cuales David Tennant fue el décimo doctor en Doctor Who. P: ¡No lo olvido! Simplemente no iba a mencionarlo. Q: Deberías hacerlo. P: No necesito hacerlo, porque ya lo hiciste tú. Q: Es lo mismo… P: Todo lo anterior… Q: Hace que el tres… P: Sea… Q: Un número… P: ¡MUY IMPORTANTE! Q: Y que esté muy contenta de poder… P: Espera. Q: ¿Qué? ¿Por qué me interrumpes? P: Porque olvidé otro TRES importante. Q: El número de libros del Señor de los Anillos, las películas que va a hacer Peter Jackson del Hobbit, las temporadas que han salido de la serie de Sherlock de la BBC… P: No. Q:¿Entonces?
Sampedro, Chucho y Cuevas. Foto de Pablo Pedroza
P: La cantidad… Q: ¿De? [Interrumpimos esta transmisión a causa de problemas técnicos (relacionados quizá con que P decidió taclear a Q)] R: Sí, como estaba diciendo, todo lo anterior hace que el tres sea un número muy importante. Y que esté muy contenta de poder felicitar a La Gualdra y de formar parte de su número de aniversario una vez más. Porque hay quién dice que tres son multitud, pero para mí, tres es la compañía ideal y el número perfecto de años que se debe repetir una vez y otra vez y alguna más. Ya que el tiempo resulta siempre relativo (si no me creen comparen lo que dura una hora en la escuela con lo
que dura una hora en un concierto de Real de Catorce) y tres años, tres horas o tres segundos son sólo un suspiro del universo. P: Y eso al mismo tiempo hace que todo sea infinito, por lo que el tercer año de La Gualdra se repetirá tres infinitas veces. Q: Al igual que P peleándose con Q. P: Especialmente al saber que R siempre podrá sacar la historia adelante. R: Tres no son multitud. Son compañía, esfuerzo, cansancio, trabajo y es, como La Gualdra, un espacio o un peldaño o una viga que ha sostenido y divertido y enseñado durante tres años y los tres que sobran y los tres que faltan. Q: ¡Felicidades Gualdra! R: ¡Felicidades infinitas! Q: ¡Por tres años más! P: Tres años y más.
Tercer aniversario
“tú te llamas dátil Datia castillo de sal si puedes.” Octavio Paz
LA GUALDRA NO. 151 / 2 DE JUNIO DE 2014
Uno, dos, tres… Por Pilar Alba
Río de palabras
Uno, dos, tres por Luis y Saúl que están escondidos debajo de la cama peleándose como siempre, ni parecen hermanos. Uno, dos, tres por la tragona de Ana que está comiendo papas, por eso la encontré pronto, siempre va dejando migajas por donde pasa y el ruido que hace cuando mastica no
puede confundirse. Uno, dos, tres por Lili que está debajo de las escaleras, a ella le tocaba buscar pero como nada más no se anima a hablar pues no podía entrarle al juego, ¿cómo iba a decir a quién había encontrado? Uno, dos, tres por Eleazar que estaba muy calladito, pero ya lo encontré escondido en
el clóset. Uno, dos, tres por Lupita que trae cargado a su hermano que ya empezó a llorar. Uno, dos, tres, por Rocío que está jugando con sus muñecas, aprovechando que no está su primo y no puede hacerles nada. Uno, dos, tres por Gerardo, por Manuel, por Julián; también por Polo aunque no haya que-
rido salir a jugar porque está pegado frente a la tele jugando videojuegos. Uno, dos, tres, por ellos, por todos, todos mis amigos… menos por mí; a mí todavía no me encuentro, sigo escondiéndome en todas y cada una de sus historias.
TR3S
Por Edgar Khonde
La primera vez la tomé volando al viento. Iba montada en una bicicleta con esa sonrisa de latitud oceánica. La saludé cuando me atravesé para detenerla. Cayó y yo caí, y su enrojecimiento fúrico junto con sus golpes y patadas y sus aspavientos decires de: lerdo, imbécil, no te fijas por dónde caminas… fueron, por así decirlo, una simple caricia. Sí, porque era la primera vez que se dirigía a mí; a pesar de que vivíamos en el mismo barrio e íbamos a la misma escuela. La segunda vez la detuve del hombro y le pregunté por la dirección de una calle. Ella me dijo que no era guía ciudadana ni estaba a mi servicio y que me tenía prohibido tocarla porque yo era indigno. Me disculpé. Le tomé su mano y volví a insistir: Me dice dónde queda está dirección, si tres calles hacia la izquierda del roble o cinco hacia su derecha, o no la suelto. La segunda vez con su mano suelta me dio tal puñetazo en el estómago que me dejó sin aire. Y se largó corriendo. La tercera vez, vaya, la tercera vez me paré frente a ella en la puerta de su casa y le dije que no me iría de ahí hasta que me aceptara una invitación a la matiné del viernes. Se encogió de hombros, hubo una semisonrisa en su cara, volteó hacia ambos lados, luego dio dos pasos hacia adelante y cerró la puerta a sus espaldas. La tercera vez
Diego Arellano Fajardo, El navío, ilustración digital.
me cogió por las mejillas y me acercó tanto a su boca que fue inevitable el beso. La tercera vez hubo también un abrazo tan profundo que no fue nece-
saria ninguna palabra. De eso hace ya tres años, que son sin exagerarlo tres vidas y tres aniversarios.
Doña Penas Por Alberto Huerta
En cuantito abrió los ojos doña Penas volteó a ver a su lado: ahí estaba el enorme bulto que subía y bajaba rítmicamente, resoplando como un cachalote. Doña Angustias Rojas, La Penas, se incorporó de la cama como impulsada por un resorte, y sobre el camisón se puso el abrigo y salió del dormitorio al pasillo, luego llegó al
“Malo, malo, malo eres, No se daña a quien se quiere...”. Bebe patio repleto de macetas con plantas bien floreadas, que la recibió con el alboroto de los pájaros que revoloteaban en las jaulas, atravesó el zaguán y salió a la calle. Ésta estaba vacía. Desierta. No había ni un alma. Con la mirada desnivelada y errática recorrió toda la cuadra. Se echó a caminar de prisa, llegó hasta la esquina. La
banqueta de la casa de Pachita ya está regada y barrida. Doña Flor, quien regularmente siempre se recarga en el quicio de su puerta desde donde da fe de todo lo que pasa en la cuadra, tampoco está. La ventana del segundo piso de la casa donde siempre está asomada fiscalizando Carmelita, permanece cerrada. Doña Penas recorre la cuadra una, dos, tres veces, de ida y de vuelta. Así, rapidito, como si tuviera urgencia de ir al baño a hacer de las aguas. Se muerde la lengua para no gritar. En toda la cuadra no había na-
die a quién contarle sus desventuras, no encontró a nadie que se conmoviera con el enorme peso de su pena. No le queda más remedio que volver a su dormitorio. Al entrar, lo primero que ve es a don Melquiades –enorme–, en camiseta y calzoncillos, sentado en el borde de la cama, toda aquella carne desbordada, blancuzca, temblorosa, resoplando, con los párpados hinchados y los ojos enrojecidos. “¿Pues dónde andabas, carajo?”, bufó, “Ándale, ayúdame a ponerme los calcetines…”.