SUPLEMENTO CULTURAL
No. 188 - 9 DE MARZO DE 2015 - AÑO 4
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
La familia Burrón, de Gabriel Vargas Bernal. Foto de Francisco Segura. Conaculta.
El mes de febrero se cumplieron cien años del natalicio de Gabriel Vargas Bernal, el creador de La familia Burrón. Para celebrarlo, la mayor instancia cultural del país, el Conaculta, anunció que le tiene preparado un homenaje nacional... ¡hasta septiembre de 2015! Vaya descuajiringue, diría Borola Tacuche. Pero no a todos se les durmió el gallo: en la Ciudad de México hay ya una muestra que rinde tributo a don Gabriel y su obra en los pasillos de la estación Salto del Agua del Metro. También, la Librería Porrúa ha montado, desde el 11 de febrero pasado, una exposición en su sede ubicada en República de Argentina, en el Centro Histórico de la capital mexicana.
[En páginas centrales: “Gabriel Vargas: 100 años del pintamonitos más lumbreras”, por José David Cano]
La Gualdra No. 188
LA GUALDRA NO. 188 / 9 DE MARZO DE 2015 / AÑO 4
Estamos a menos de 10 días de que el Festival Cultural Zacatecas 2015 de inicio. No me detendré en esta ocasión en analizar el programa completo, pero sí quiero dejar clara mi postura con respecto a la programación de la Plaza de Armas: en términos generales ni remotamente se le puede considerar de calidad; muy lejos está del primer programa coordinado por el Arq. Álvaro Ortiz Pesquera, quien con muy poco presupuesto –pero sí con una gran visión, imaginación y conocimientohacía hasta lo imposible porque en Zacatecas el público se deleitara con conciertos de músicos talentosísimos del país y del extranjero. No es entonces falta de presupuesto por lo que tendremos en esta ocasión a quien tiene como uno de sus más grandes éxitos una canción que dice “Haz conmigo lo que quieras: reina, esclava o mujer… pero déjame volver contigo”. Leí en el muro de Alma Ríos una reflexión al respecto en la que decía “Espíritu de Jesús Reyes Heroles, hazte presente, recuérdanos que ´en la política la forma es fondo´”. Es la política, queridos lectores… Sin embargo, pese a la programación en el principal recinto del festival –en el que la excepción es Juan Luis Guerra-, hay cosas verdaderamente interesantes como el “Encuentro Internacional de Escritores” en el que a través de conferencias, charlas literarias y mesas redondas los escritores invitados expondrán sus puntos de vista, ideas y mundos literarios para conformar un panorama de la literatura actual. Le adelanto que del 27 de marzo al 5 de abril en el marco del Festival Cultural Zacatecas 2015 tendremos en nuestra ciudad a Martín Solares, Alberto Chimal, Eduardo Rabasa, Emiliano Monge, Luis Felipe Lomelí, Jorge Volpi, Liliana V. Blum, Karen Chacek, Daniel R. Barrón, L.M. Oliveira, Isaí Moreno, David Miklos, Jaime Mesa, Nicolás Cabral (director de La Tempestad), Martín Casariego Córdoba (reciente Premio Café Gijón), Andrés Ibáñez (novelista, músico, crítico literario y musical de ABC), Marcos Giralt Torrente (novelista y ensayista), Elena Medel, Berta Vías, Javier Montes, Antonio Lucas (poeta y columnista de El Mundo). La próxima semana presentaremos a
ustedes la información completa de los participantes de este encuentro en el que además habrá una serie de presentaciones de libros. Ya hablaremos también con mayor detalle de otras actividades a realizarse durante el festival que son francamente recomendables, como los recitales de Irasema Terrazas y el de Gaby Herrera y Carsten Wittmoser, en el Teatro Fernando Calderón; o como los conciertos que se llevarán a cabo en la Plaza Miguel Auza. §§ Por lo pronto, le comparto la programación del Festival Todos Sobre Ruelas, (encuentro urbano) que gracias a la iniciativa de Álvaro Octavio Lara Huerta, el director de la Casa Municipal de Cultura, se inaugurará este próximo jueves. Muy especialmente le recomiendo asista a la exposición Todo sobre Ruelas que presenta obras originales de este artista plástico zacatecano, provenientes de la colección del Museo del Estanquillo; una información más detallada de la misma aparece en esta edición en las páginas 3 y 4. La apertura será el jueves 12 a las 18:00 Hrs. en la Casa Municipal de Cultura. Ese mismo día, pero a las 19:00 horas se presenta la acción interdisciplinaria “Julio Ruelas Revisitado: Un espacio de poesía, cine a mano, ilustración y sonoridades”, que dirige Rocío Cerón y en la que participan los poetas Salvador Lira, Juan José Macías, Rocío Cerón y Karen Villeda; los ilustradores Agustín Santoyo y Alejandra Espino; y el músico Daniel Lara. Varios talleres en distintas colonias de la capital serán impartidos por Karina Mosqueda, Mariana Meneses, Andrés Carrillo, Elena Pardo, Odín Barrios y Adry del Rocío. La programación completa la puede consultar en la página todosobreruelas.com. Yo por lo pronto me dispongo desde ya a asistir al concierto de clausura, el domingo 15 de marzo a las 19:00 Hrs. en Plaza de Armas: Celso Piña y su ronda Bogotá cerrarán el festival. De Celso Piña le contaré posteriormente por qué me gusta. Que disfrute su lectura. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
3 Todo sobre Ruelas Por Jánea Estrada Lazarín
Gabriel Vargas: 100 años del pintamonitos más lumbreras Por José David Cano
Diario de Mateo Por Mateo Estrada Gaviria Mosca Por Edgar Khonde
Desayuno en Tiffany’s, mon ku Réalité, un sueño constante de Dupieux Por Carlos Belmonte Grey Epopeya y corrido Por Carlos Flores
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Mauricio Magdaleno, para intrusos VII. El Teatro de Ahora y alguna revista Por Conrado J. Arranz El Picaporte Por Simitrio Quezada Estado actual del estudio del universo y la necesaria sacralización de sus elementos básicos Por Roberto Galaviz
El Lirón Por Alberto Huerta Ayer Por W. S. Merwin [Versión de Javier Acosta] Maletas Por Pilar Alba
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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Todo sobre Ruelas Por Jánea Estrada Lazarín
Máscaras La Revista Moderna publicó una serie de retratos en su primera plana a partir de 1901 y hasta 1905 (cuando la revista había cambiado ya su nombre por el de Revista Moderna de México); estas imágenes eran acompañadas siempre de semblanzas biográficas de sus colaboradores más destacados, a la que llamaron “máscaras”. La idea de realizar estas semblanzas estuvo inspirada en El Libro de las máscaras. Retratos simbolistas, glosas y documentos de escritores de ayer y hoy, de Remy de Gourmont, editado en Francia en el año 1896. Julio Ruelas tuvo a su cargo la elaboración de varios de estos retratos. El primero de ellos correspondió a Justo Sierra, considerado como la figura central de la cultura durante el Porfiriato, y quien fuera en aquel entonces Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes; el pintor zacatecano le tenía una estima especial y un
Julio Ruelas. Medusa. Aguafuerte. 1906.
profundo agradecimiento por el apoyo brindado para poder realizar su estancia en París, a donde parte en el año 1904 y de donde jamás regresaría. En 1907, dos días antes de morir, Ruelas le encargó a un amigo que regresaba a México: “Salúdeme usted a don Justo Sierra, y dígale que no me vaya a quitar la pensión, que yo trabajaré mucho para que no me la quite. […] Yo no podría vivir en México, quiero morirme en París”, así se documenta en el artículo “El regreso a la patria. Jorge Enciso. Homenaje a Julio Ruelas”, incluido en la Revista Moderna de México de noviembre de 1907.1 Ruelas publicó también su autorretrato en 19032 y el del fundador y director de la revista, Jesús E. Valenzuela (1856-1911), a quien el pintor zacatecano realizaría también las ilustraciones de su poemario Almas y cármenes (1905). A partir de ese año, debido a la transformación de la revista, Valenzuela compartiría la dirección y propiedad de la misma con Amado Nervo.3 El retrato de Amado Nervo también fue realizado para esta sección editorial, y se publicó cuando él fungía ya como director de la revista; es sobre este proyecto que Nervo dijo: “Desde que la Revista Moderna empezó a publicar las acuarelas, viñetas, cul-de-lamps y demás ilustraciones de Julio Ruelas, hubo en todos los círculos artísticos de América un movimiento de simpatía y de aplausos hacia el joven dibujante, que mostraba una inspiración tan nueva, tan poderosa e imprevista. Este movimiento de simpatía se ha convertido en todas partes en una admiración sin reserva, a la cual ha seguido la
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El artista plástico Julio Ruelas nació en Zacatecas en 1870. Para conmemorar el 145 Aniversario de su nacimiento, la Casa Municipal de Cultura recibe en este recinto una colección del Museo del Estanquillo que hace un recorrido visual por la obra realizada en su mayoría para la Revista Moderna y para la Revista Moderna de México. En la exposición Todo sobre Ruelas se confirma el estrecho vínculo que hubo siempre entre la literatura y el artista, que más que ilustrar recreó la visión modernista de un grupo de artistas que marcó con sus contribuciones toda una época en la historia del arte de nuestro país.
convicción unánime de que Ruelas es el primer dibujante de la República y probablemente el más inspirado de América”.4 Habría que mencionar que Ruelas ingresó a la Revista Moderna gracias a la recomendación de su amigo de infancia José Juan Tablada, con quien compartió además su estancia en el Colegio Militar antes de partir a estudiar a la Academia de Artes de Karlsruhe, Alemania. Del Colegio Militar ambos fueron expulsados tras ser descubierto su proyecto de periódico clandestino en el que se burlaban del director de la institución. En 1892 Ruelas se marcha a París mientras José Juan Tablada continúa sus estudios en la escuela Nacional Preparatoria para luego dedicarse a escribir en revistas y suplementos culturales de la época. Todos los demás retratos realizados durante esta época fueron encargos de los directores de la revista y en esta exposición incluyen además los de Salvador Díaz Mirón (poeta veracruzano, director de El Veracruzano, El Diario, El Orden y El Imparcial), Luis G. Urbina (quien fuera secretario particular de Justo Sierra y posteriormente redactor de El Siglo Diez y Nueve y colaborador de El Mundo Ilustrado,
El Imparcial y la Revista Azul), Manuel José Othón (poeta, cuentista y dramaturgo originario de San Luis Potosí), Joaquín D. Casasús (poeta nacido en Tabasco, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua), Jesús Urueta (escritor nacido en Chihuahua, colaborador en El Siglo Diez y Nueve y en la Revista Moderna), Efrén Rebolledo (poeta hidalguense que inició su carrera literaria en la Revista Moderna) y Carlos Díaz Dufoo (dramaturgo, periodista y economista veracruzano, fundador de la Revista Azul), todos ellos realizados durante un año antes de su viaje a París. Ruelas y la literatura… “La inspiración –le dijo Ruelas a Tablada en el curso de una conversación sobre arte- no es una causa, sino un resultado; la inspiración no es capaz de producir por sí sola, puesto que no es más que un efecto lenta y pacientemente generado”. El Nacional, 18 de noviembre de 1897
Después de su paso frustrado por el Colegio Militar, Julio Ruelas viaja en 1892 al suroeste de Alemania a continuar los estudios
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de pintura -iniciados en la Academia de San Carlos-. Mantuvo siempre comunicación con José Juan Tablada quien ya se refería a Ruelas en sus notas periodísticas como “la gloria nacional”. A su regreso a México, en 1895, el artista participó eventualmente –entre 1896 y 1904- en los proyectos editoriales encabezados por Rafael Reyes Spíndola, quien “dirigía El Mundo ilustrado junto con los diarios El imparcial y El Mundo”,5 de esta época es el aguafuerte La Leyenda de la Mulata de Córdoba, inspirado en el relato de José Bernardo Couto “La mulata de Córdoba”. Ruelas fue un lector voraz, amante de la buena música y la buena literatura, al respecto, Xavier Moyssén afirma: “Julio Ruelas como ilustrador, como intérprete de asuntos intensamente literarios, no ha tenido rival hasta la fecha, y es éste uno de sus principales méritos, amén del que significa haber sido en México el primer dibujante que trazó una senda, que dio fuerza a un estilo, que tradujo en figuras las potencialidades del numen y los ensueños del alma”.6 Carlos Monsiváis va más allá en el análisis que hace sobre el papel de Ruelas como “ilustrador” asegurando que más que ilustrar “recreaba e inventaba” las historias y que sus imágenes mantenían “la potencia sustentada en la complejidad de la forma y el ´desquiciamiento´ (la sana y venturos locura) de los temas”.7 Con las obras de esta colección podemos comprender un poco mejor lo referido por ambos autores. Ruelas inicia con sus colaboraciones en la Revista Moderna, a partir del No. 2, con el nombramiento de director artístico. Así, la imagen de la Revista Moderna (y posteriormente la de la Revista Moderna de México) fue la que decidió que tuviera el artista zacatecano hasta el día de su muerte. En la obra de Ruelas encontramos una marcada influencia de pintores simbolistas con los que entra en contacto en su estancia en Alemania, a saber: Arnold Böcklin, Félicien Rops, Max Klinger y Franz von Stuck. El estilo tan característico de Ruelas en el que son notorios los trazos curvilíneos, la tendencia a realizar composiciones tendientes más bien a la asimetría, la inclusión de motivos fantásticos, la fijación por la perfección en anatomía humana, el tema recurrente de la muerte y el erotismo en estrecha relación con la literatura, es lo que lo sitúa como uno de los artistas más propositivos y técnicamente impecables en nuestro país. En 1900 realiza una serie de grabados entre los que destaca el de Manuel José Othón, escritor a quien posteriormente le realizaría un retrato incluido en la serie de “Máscaras” de esta misma revista. Otro de los personajes importantes de esta época fue sin duda don Jesús E. Luján, quien fuera el mecenas de este grupo de artistas colaboradores de la RM; se tiene registro de dos ex–libris realizados para Luján y el más antiguo es el que forma parte de esta serie en la que se exhibe además la placa zincográfica correspondiente. Un año después, aparecen publicados en la RM El poema de la locura, una tinta china en el que se muestra una diversidad de personajes imaginarios que atormentan la razón de un poeta; y dos viñetas sin título: una en la que se recrea el tormento de un hombre en diferentes
demoniacas de Ruelas y las extremadamente religiosas de Nervo desembocan finalmente en una complementariedad. En 1902, Ruelas realiza un dibujo en tinta china, Esperanza -homónimo de un poema del nayarita-, que realizó primero como una viñeta independiente y que posteriormente Nervo glosaría en el Éxodo de las flores y el camino.9 De 1902 son también las dos viñetas en las que figuran los gatos como personajes de esta tendencia rueliana llamada “antropozoología fantástica”. En 1903, la Revista Moderna se convierte en Revista Moderna de México, y de esta época de transición se incluyen el dibujo sin título de un escritor atribulado, el de un águila en vuelo y el de un hombre desnudo que es atacado por un perro; El culto de los muertos está fechado también este año. En 1904, Julio Ruelas parte a París; y pese a la distancia, siguió colaborando con la RMM ahora dirigida por su amigo Amado Nervo. La colección del Museo del Estanquillo posee de este último periodo una viñeta sin título de este año; y cinco aguafuertes de 1906: El suplicio de la reina mora, La esfinge, La muerte y Medusa. Cierra esta muestra la que quizá sea la imagen rueliana más reconocida: La Crítica, un grabado realizado este mismo año en el que se observa la cabeza de un hombre angustiado por tener sobre sí mismo a un personaje alado, con características femeninas, con cuyo pico es molestado incesantemente. Julio Ruelas muere en 1907 en París, lugar en el que quiso vivir y en el que reposan sus restos desde entonces.
Julio Ruelas. La crítica. Aguafuerte. 1906.
1 “El regreso a la patria. Jorge Enciso. Homenaje a Julio Ruelas”, Revista Moderna de México, noviembre de 1907. En: Moyssén, Xavier, La crítica de arte en México (1896-1921), México, UNAM, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1999, p. 340. 2 Publicado en la Revista Moderna, No. 6 año VI, marzo 1903. 3 Alfonso García Morales refiere que la revista “redujo su formato y dejó de ser exclusivamente literaria. Pasó a llamarse Revista Moderna de México. Magazine mensual político, científico, literario y de actualidad y se convirtió decidi-
Julio Ruelas. Esperanza.Tinta china. 1902.
damente en una revista de la alta sociedad, con una clara orientación progubernamental”. En: García Morales, Alfonso, El Ateneo de México,
posiciones atravesado por picos siniestros y la otra en la que un hombre huye aterrorizado de un paisaje de hombres ahorcados; de este mismo año son Carmen, y Un noctámbulo. A la par que realizaba los retratos que integraban la serie “Máscaras” de la RM, realizó también el de quien fuera uno de sus dos fundadores: Bernardo Couto Castillo, en 1901, el año de su muerte. El caso de Bernardo Couto, es singular porque a sus 18 años se hizo cargo de la primera edición de esta publicación -referente fundamental de las letras modernas en Hispanoamérica- y por su talento para la narrativa, mismo que se vio truncado debido a su muerte prematura ocasionada por una vida de disipación y excesos. Couto y Ruelas compartían además del amor a las bellas artes, la misma pulsión por las mujeres; Moyssén
diría a este respecto que Ruelas “era un gran enamorado de la mujer, de la carne de mujer, ´era un muchacho gozador´, como dice Blasco Ibáñez de sí mismo. Los que le conocieron son unánimes en declarar que las noches perdidas del artista, eran de adoración a Magdalena, eran de tributo al pecado. Amaba las almas caídas, los cabellos perfumados, las frentes maculadas por el puñetazo del dolor, los ojos tristes de tanto ver (que dijera el poeta Javier Urbina), las bocas mustias por el cansancio de reír, por el cansancio de besar…”.8 De entre todos los escritores con quienes trabajó, es Amado Nervo con el que quizá haya establecido una empatía más cercana en relación a los temas que ambos manejaban: la tristeza, la desesperanza y los sueños; esa aparente contradicción entre las percepciones
1906-1914: orígenes de la cultura mexicana contemporánea, Editorial CSIC-CSIC Press, 1992, p. 36. 4 Nervo, Amado, “Máscaras. Julio Ruelas”, Revista Moderna de México, México, marzo de 1903, p. 81. Moyssén, Xavier, Op. Cit., p. 151. 5 Saborit, Antonio, “El amigo Ruelas”, en: El viajero lúgubre, Julio Ruelas modernista, 18701907, México, INBA-Ediciones RM, 2007, p. 53. 6 Moyssén, Xavier, Op. Cit., p. 131. 7 Monsiváis, Carlos, “La entrada de Julio Ruelas al modernismo”, en: El viajero lúgubre, Julio Ruelas modernista, 1870-1907, México, INBAEdiciones RM, 2007, p. 62. 8 Moyssén, Xavier, Op. Cit., p. 128. 9 Del Conde, Teresa, “El genial ilustrador de la Revista Moderna”, en: El viajero…, p. 77.
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Gabriel Vargas: 100 años del pintamonitos más lumbreras
Por José David Cano El mes de febrero se cumplieron cien años del natalicio de Gabriel Vargas Bernal, el creador de La familia Burrón. Para celebrarlo, la mayor instancia cultural del país, el Conaculta, anunció que le tiene preparado un homenaje nacional... ¡hasta septiembre de 2015! Vaya descuajiringue, diría Borola Tacuche. Pero no a todos se les durmió el gallo: en la Ciudad de México hay ya una muestra que rinde tributo a don Gabriel y su obra en los pasillos de la estación Salto del Agua del Metro. También, la Librería Porrúa ha montado, desde el 11 de febrero pasado, una exposición en su sede ubicada en República de Argentina, en el Centro Histórico de la capital mexicana.*
Nunca necesitó de cámara fotográfica para retratar (perfectamente) a la sociedad mexicana durante gran parte del siglo XX. Tampoco necesitó de ensayos profundos, o de una prosa erudita, para describir y analizar y descifrar (perfectamente) el pensamiento y las actitudes de la sociedad mexicana que habitó el país durante esos mil novecientos. Es más, al maestro Gabriel Vargas Bernal solo le bastó la caricatura, la historieta y el lenguaje popular —salpicado, todo ello, con humor y agudeza— para retratar y describir y analizar y descifrar a esa sociedad que salía de una revolución y que entraba, acaso a trompicones, a la historia moderna e industrializada. Eso sí (y mejor aclararlo): si don Gabriel Vargas pudo realizar este gran fresco de la Ciudad de México desde ahí —desde la caricatura y la historieta—, fue porque contaba con una inteligencia perspicaz, una imaginación infinita, una creatividad vasta. Pero, sobre todo, contaba con un talento innato y extraordinario. Su amplia y extensa obra apenas se iguala con su amplia, extensa e intensa vida: en los 95 años que transitó por este mundo, en los casi 85 años que dibujó, don Gabriel dejó un legado de personajes pintorescos, reales, universales. (Tan solo en La familia Burrón, su serie más emblemática, llegaron a aparecer más de 50
de ellos.) De hecho, varios de estos personajes trascendieron el borde del papel para tomar vida propia y convertirse, en algunos casos, en objeto de estudio. No era gratuito que muchas veces le adjudicaran el título de sociólogo, con el único inconveniente de que había cursado hasta los primeros meses de secundaria. Y no solo eso: hizo del lenguaje popular el lenguaje común en todas y cada una de las historietas que se inventó. Si don Alfonso Reyes manifestó que Gabriel Vargas era el único mexicano que merecía ocupar un lugar en la Academia de la Lengua —pues había registrado como nadie los giros del habla popular y, a partir de allí, inventó frases y palabras que se volvieron del dominio popular—, el escritor Juan Villoro vio en él a nuestro Dickens, pues creó con su trabajo “una saga gozosamente sumida en el color local”. En la academia alterna de la lengua que ofrece La familia Burrón —apuntó Villoro en un artículo para la revista Letras Libres—, “los ladrones son ‘amigos de lo ajeno’, y la comida ‘la hora de mover bigote’. El adjetivo ‘burronesco’ merece una definición tan detallada como la de ‘cantinflesco’”. Y tiene razón: para muestra solo habría que recitar aquellas frases que salían del Callejón del Cuajo número chorrocientos chochenta y chocho: está de rechupete; está bien chipocludo; dame unos picoretes; estuvo a todo mecate; o pégale en los oclayos con las manoplas… §§ Echemos aquí un poco de luz a su biografía, que es fascinante por lo precoz. Si bien es cierto que en algunos perfiles o entrevistas aparece que nació en marzo de 1918 —lo que se debe a una alegre confusión—, la fecha, en realidad, es otra. Su acta de nacimiento —que su viuda, Guadalupe Appendini de Vargas, me hizo llegar amablemente— no deja lugar a dudas: a las 6 horas del día 5 de febrero de 1915, en Tulancingo de Bravo, Hidalgo, nació el niño Gabriel Vargas Bernal. Fue el quinto —de abajo para arriba—,
de los 12 hijos de Víctor Vargas y Josefina Bernal. Su padre era un comerciante próspero, así que su madre se dedicaba a las labores del hogar. Sin embargo, todo cambió radicalmente para el niño Gabriel (y para el resto del clan) cuando su padre falleció. Tenía apenas 4 años. En una entrevista con Cristina Pacheco, él recordaba aquello: “Fue algo terrible, sobre todo porque mi padre murió intestado. Aunque él dejó algún dinero, como fuimos tantos, pronto se terminó. Mi mamá tuvo que meterse a trabajar en unos laboratorios”. Aun con ello, los problemas económicos no cedieron. A la par, la madre también debía decidir si mudarse a la Ciudad de México —para que los chilpayates estudiaran— o quedarse en Tulancingo y ser gente de campo, como la familia paterna. Eligió lo primero. Gabriel tenía cinco años cuando se mudaron a la calle de Moneda, en pleno centro de la capital. En seguida le fascinó el rumbo animado. Lo recorría solo por el gusto de ver y oír a la gente, lo que a la postre sería para él —sin saberlo en ese momento— fundamental. Cuando llegó la hora de ir a la escuela, la cosa se puso mejor. Lo apuntaron para cursar el primero de primaria; sin embargo, a los pocos meses se sintió señalado por los profesores. Un día le llamaron, le dijeron que sabía demasiado para estar en primero. Lo transfirieron a segundo y, a los pocos meses, a tercero. Ahí se dio cuenta que las lecturas de su infancia algo habían dejado en su persona. Gabriel solía contar, muy alegre, que cursó en un año los primeros tres niveles de primaria; algo que le parecía insólito. Fue ahí, durante esos años, cuando aterrizó el gusto por los monitos: mientras sus compañeros se limitaban a cumplir, él hacía asombrosos dibujos para su edad. (Uno de ellos le valió un reconocimiento en un concurso realizado en Japón.) En cuestión de estudios, otra cosa fue la secundaria. Doña Josefina lo inscribió, y él, con el paso de los días, perdió el interés. En cambio, diario iba a dibujar a los
talleres de Educación Pública; era lo único que le gustaba y lo único que absorbía toda su atención. En ese momento, el niño Gabriel enfrentó su primer obstáculo: su madre no solo no sabía de las ausencias escolares de su hijo, también se negaba rotundamente a que se dedicara al dibujo. En la citada entrevista con Cristina Pacheco, él lo narra de forma divertida: “Siempre supe que iba a ser dibujante, aun cuando mi madre me decía: ‘Pero Gabriel, ¿cómo vas a vivir de hacer monitos?’ Nunca cedí, solo que, para no mortificarla, dibujaba a escondidas”. Lo que pasó después fue una avalancha de buena fortuna, mezclada con búsqueda personal; en sí, fue una lucha por conseguir un destino que a muchos les parecía disparatado pero que él veía como único modo de vida posible: dedicarse a hacer monitos. Tras haber participado con un dibujo en un concurso por el Día del Tránsito —lo hizo incitado por un antiguo maestro suyo, Evaristo Ruiz—, este le empujó a que llevara dicho trabajo al ministro de Educación. No lo encontró. En su lugar halló al doctor Alfonso Pruneda, director de Bellas Artes; también a Juan Olaguíbel, el escultor y creador de la Diana Cazadora, y al arqueólogo Alfonso Caso; este le dijo que el dibujo más bien parecía un códice. Le ofrecieron, entonces, una beca para Francia. La aceptó. Pero, poco antes de su salida, decidió echarse para atrás; así se lo confesó a Cristina Pacheco: “Mientras avanzaba el tiempo y mi madre iba disponiendo mis cosas, yo me sentía
Gabriel Vargas
“Un individuo que no logra centrar su capacidad hacia una cosa, es un burro, es un burrón”
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peor. Así que le confesé: ‘Mamá, no quiero irme…’. Ella comprendió muy bien y fue a hablar con el doctor Pruneda y con Olaguíbel. ‘Bueno, muchacho, ¿qué te gustaría hacer?’. Yo dije: ‘Trabajar en un periódico, señor’. ‘A ver, dinos en cuál’. ‘Pues en el Excélsior, señor’. Era yo un chamaco de 13 años, pero sabía bien qué deseaba”.
Don Gabriel Vargas Bernal.
Gabriel Vargas
§§ Cuando doña Josefina terminó por aprobar —muy a su pesar— que el destino de uno de sus hijos estaba en la inverosímil actividad de hacer monitos, jamás pensó que ese muchacho vago, sin oficio ni beneficio, que se dedicaba todo el santo día a hacer dibujos, se convertiría en uno de los mejores caricaturistas de nuestro país, y en uno de los más queridos y aplaudidos. Por supuesto, los contactos y los espaldarazos tuvieron un papel importante. Sin embargo, su vocación temprana, y su talento innato y natural, fueron, al final, lo esencial y fundamental: fue lo que más influyó al ir trazando su camino. De hecho, por momentos, su andar por este mundo bien podría pasar por ficción, de lo fascinante que resulta este. Hoy asombra que un chamaco de 13 años se echara tanta responsabilidad en sus hombros; más todavía cuando su único adiestramiento era la recomendación de su madre: “Sé servicial aun cuando no te den dinero por tu trabajo. Aprovecha la oportunidad para que aprendas un oficio que te permita sostenerte”. Aquel consejo —o bendición, como usted prefiera— resultó en una trayectoria no solo única, sino vertiginosa. En los nueve años que trabajó para Excélsior, pasó por casi todos los oficios; era, en pocas palabras, un mil usos: formaba “Jueves de Excélsior”; ayudaba también en Últimas Noticias; retocaba fotos. Claro, tiempo después llegó al departamento de dibujo, donde desarrolló un trabajo extraordinario. Tan activo era, y tan bien realizaba su chamba, que a sus jóvenes 17 años de edad lo nombraron jefe de dicho departamento. Ahí, fueron sus propios compañeros quienes lo incitaron para que él entrara a un concurso de dibujo organizado por Editorial Panamericana, compitiendo con los mejores de aquellos años: FaCha, Freire, Cabral, Audiffred, Gómez Linares, entre otros. Al final, ganó. Además de un estímulo económico, Gabriel recibió una invitación del ya famosos coronel José García Valseca, dueño de la editorial, para laborar allí. Lo pensó unos meses; después de todo, entre Excélsior y Novedades (este último también le había dado oportunidad de publicar) había probado ya un éxito tímido con trabajos como La vida de Cristo, Sherlock Holmes, La vida de Pancho Villa, o Virola y Piolita. Terminó por aceptar la oferta. Gabriel Vargas no lo sabía entonces; había tomado
La muestra se presentará del 3 de septiembre al 22 de noviembre en el recinto ubicado en avenida Hidalgo 289: Alejandra Frausto Acompaña la directora general de Culturas Populares a la viuda del autor de La Familia Burrón, durante un homenaje en el Metro capitalino. Fotografías de Arturo López / Conaculta.
una decisión que no solo cambiaría su vida, sino también la historia de la historieta en nuestro país. §§ Entre la década de los cincuenta y los setenta, el auge de la historieta en México fue abrumador. Fueron épocas de vacas gordas. Había revistitas que tiraban hasta 350 mil ejemplares diario. En ese escenario, entró Gabriel Vargas. Y lo hizo, sí, con el pie derecho. Creada por encargo del coronel García Valseca, Los superlocos de Gabriel Vargas fue concebida para competir con Los supersabios; desde el título mismo remite a la historieta de Germán Butze, por entonces pieza estelar de Chamaco. Los primeros episodios, firmados con el seudónimo Velo, están protagonizados por dos jóvenes inventores (como Paco y Pepe de Los Supersabios) que tienen por enemigo al militar Jilemón Metralla y Bomba. Sin embargo, al poco tiempo ellos
desaparecen y este se convierte en el personaje central de la serie. Para entendernos: don Jilemón Metralla y Bomba representaba al mexicano no solo encajoso, también conchudo, muy tramposo y ladino, que saca la plata por su forma de hablar. Pero su obra cumbre, su mayor éxito, llegaría con La familia Burrón. Era 1948. Hoy cuesta creerlo, pero esta tira cómica nació de una apuesta, de un juego. Así se lo contó, hará ya varios años, a Juan Villoro: “Los superlocos tuvo mucho éxito y Fernando Ferrari, quien adaptó para la radio mexicana Anita de Montemar, me dijo: ‘Quiero ver qué tal eres manejando una mujer’. ‘Me dejas un torito muy difícil; si le ponemos algo de dinero, lo hago’. ‘¿Te parecen bien diez mil pesos? Te doy tres meses de ventaja’. Diez mil pesos era una fortuna; pensé que me iba a hundir, pero de todos modos acepté. García Valseca estaba de viaje, y de la noche a la mañana cancelé Don Jilemón y empecé con La familia Burrón… Apenas re-
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§§ La periodista y escritora Elena Poniatowska entrevistó en varias ocasiones a don Gabriel Vargas Bernal. En una de esas conversaciones, le preguntó cómo le había surgido la idea de crear a La familia Burrón. Don Gabriel, entonces, le platicó la historia: “Para hacer La familia Burrón me inspiré en una pareja que conocí de chico. Ella era una señora muy alta, abultada, parecía cantante de ópera; el marido era abogado, chiquito él, y todos los días tenía que ir como balazo del juzgado a su casa para preparar la comida, porque su esposa se la vivía de paseo. De ahí me nació don Regino, ese chaparrito aguantador. La señora llevaba la voz cantante en todo y le quitaba el dinero a su maridito”. ¿Y por qué le llamó así, “Burrón”?, le cuestionó Poniatowska. Don Gabriel le explicó entonces: “Como nunca llega a realizar lo que quieren, por eso les puse familia Burrón. Yo creo que un individuo que no es tonto, que es inteligente, que no logra centrar su capacidad hacia una cosa y está batalle y batalle y nunca prospera, es un burro, es un burrón. Así, don Regino no es tonto, pero como siguió la misma cosa de su papá, peluquero y peluquero, es un burro…”. Visto a la distancia, el éxito de la serie puede entenderse por razones diversas. La principal, quizá, se debe a este retrato que hacía sobre las clases media y baja de aquellos años. Todo, como ya decíamos líneas arriba, con humor e inteligencia. ¿Cómo lograba recrear los escenarios? ¿Cómo conseguía plasmar el habla popular de manera tan verosímil y divertida? En realidad, don Gabriel recurría a lo básico: vivirlo.
Así se lo contó a Elena Poniatowska en la citada entrevista: “Yo me metía a los barrios, a los cafés, a todos los lugares habidos y por haber. Yo conocía todos los cabarets de México, porque lo mismo iba a uno de Tacubaya que a uno de la Merced”. Eso sí: don Gabriel tenía una memoria prodigiosa, también una mirada que lo absorbía todo. De lo que veía y oía, nunca hizo apuntes: “Nunca apunté nada. Simplemente observaba; todo era trabajo mental. Llegaba al estudio y el muñequito salía. Para eso entraba a las vecindades, para oír cómo hablaban las comadres, cómo hablaban los hombres. Me gustaba mucho ir a las vecindades. Todos creen que las conozco tan bien porque nací en una, pero no, fue un trabajo, un estudio de muchos años”. §§ En 1971, la revista inició una segunda época: después de casi 40 años de trabajar con García Valseca, don Gabriel decidió crear su propia empresa. Así, La familia Burrón fue editada por G y G, iniciales de Gabriel Vargas y Guadalupe Appendini —su segunda esposa—, hasta el último día en que se le vio en los kioscos de todo el país: el 26 de agosto de 2009. En la última década de su vida —falleció el 25 de marzo de 2010—, don Gabriel siguió disfrutando hasta donde le fue posible, ya que había sufrido un derrame cerebral que le paralizó la mitad del cuerpo. Logró recuperarse notablemente, pero ya no pudo dibujar. Sin embargo, se le veía pendiente y presto por los pasillos de Porrúa, editorial que se comprometió, para fortuna de todos los mexicanos, a editar La familia Burrón de manera íntegra… o, por lo menos, desde su segunda etapa. Lo que es innegable es que don Gabriel Vargas nunca perdió el goce de la vida. Y tampoco el humor, que tantas veces nos contagió desde sus historietas. En aquella entrevista con Cristina Pacheco, la periodista le pregunta justamente sobre el humor. “¿Qué significa para usted la risa?”, le dice. “La válvula de escape natural hasta para las cosas que nos hacen sufrir; la risa es salud —responde don Gabriel—. Mi sueño ha sido hacer reír a toda la gente, hasta a la que vive muy mal y sufre cosas terribles: hambre, soledad, desamparo, ignorancia. Pienso en ellos y cuando dibujo algo gracioso es porque deseo que tengan alguna dicha, por mínima que sea, en su vida. Mi filosofía es que aun en medio de la más terrible pobreza se puede encontrar un motivo de apego a la vida”. * Para unirse a los festejos por el centenario del monero más chipocludo de México, y con permiso de su autor, El Presente reproduce también en papel este texto publicado recién
Don Regino Burrón. (Foto: Juan José Flores Nava / El Presente)
en la edición digital de la revista Forbes México (www.forbes.com.mx), y hoy lo compartimos con ustedes en La Gualdra.
El Conaculta anuncia la exposición en homenaje al historietista y dibujante Gabriel Vargas, donde se exhibirán 50 portadas originales de La familia Burrón y se inaugurará el próximo 3 de septiembre en el Museo Nacional de Culturas Populares. Fotografías de Francisco Segura / Conaculta.
Escenas de La familia Burrón. (Fotos: Francisco Segura / Conaculta)
Gabriel Vargas
gresó, el coronel me mandó llamar. Le conté lo de la apuesta y me dijo que hacíamos un negocio, no un juego. Las ventas se habían ido abajo, pero le pedí que me dejara llegar a los tres meses”. Borola Burrón y sus locuras —junto con toda la familia— se impusieron: a los tres meses recuperaron la circulación, y Ferrari, por supuesto, tuvo que pagarle. Aquello fue un éxito atronador: primero hacían ocho páginas diarias, luego 12, y, al final, cuando llegaron a 16, don Gabriel tuvo que solicitar ayudantes. La mejor época de La familia… logró un tiraje de medio millón de ejemplares diario.
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LA GUALDRA NO. 188
Por Mateo Estrada Gaviria cotidianamente aparecen y se consumen sin remordimiento. Tampoco señala cómo interrumpe o en qué momento le corresponde hablar. Pero sí está lo que dice: los paseos, las adquisiciones en el mercado nuevo y las lecturas que hizo ese día. En la línea de la lectura, coloca el fragmento de un poema que posiblemente leyó en Babelia o Laberinto:
Río de Palabras
Diario de Mateo
Lector-relator/tú ¿YO? Este es otro sábado. Al concluir la lectura de Laberinto, seguí con el libro de Scherer García. Media hora después me pasé a la computadora. Lo hice luego de subrayar algún sustantivo preciso, un verbo rápido o uno de los adjetivos que suelen caracterizar la redacción del fundador de Proceso. En la máquina revisé una reseña sobre las revistas literarias que circularon en el XIX en la ciudad. Eso sí, de rato en rato juegue con el Spider solitario, para distraer la mirada… ¿ÉL? Justo en ese sábado, cuando le fastidió seguir leyendo en la computadora, el lector creó un nuevo archivo para escribir sobre sus percepciones –muy limitadas, por cierto-. Sigue el proceso de un sujeto poco competente en la escritura literaria: redacta lentamente, lee y relee para corregir. Escribe lo que no puede contar a otras personas. Por ejemplo, dice que con ese día han transcurrido tres sábados fuera de Localía y que el recuerdo está acentuado por las ausencias y la insoportable distancia. El lector escribe, utiliza las imágenes de Ciudad de ciegos. El efecto que le provoca el ruido de las llaves en la cerradura de la puerta del departamento. Más cuando el sonido es generado por la persona deseada. El objetivo del texto, el que redacta el lector, es reconstruir las rituales esperas sabatinas: “Le espero en el sillón ejecutivo, frente a la tv y junto a la mesa de trabajo. En ella, como efecto del trabajo diario, están los periódicos que leí (EP –viernes y sábado- y Milenio). Para dar fe de ello hago, sobre todo en los suplementos, anotaciones, rayas y notas que le compartiré en la conversación. Le aguardo con paciencia, pero también tengo la maldita espera a flor de piel –por si no llega-…”. Asienta que la espera inicia a la media noche; que puede pasar la una am, pero si arriba solo a las dos, el siguiente encuentro será una semana después. Anota que la soledad es interrumpida
El Greco. San Sebastián. 1610-1614. Óleo/tela. Museo del Prado, Madrid.
cuando ocurre el estruendo que genera el abrir y empujar la puerta mal instalada del departamento. Relata que la visita avanza directamente a la silla, que es parte de la mesa de trabajo. Y no saluda con la mano, sino con el clásico “¿Qué haces?”. El lector reconoce que no le frustra que la visita, se sigue con el monopolio de la palabra; pues, sin esperar respuesta, reseña las cuitas del día o de la semana -y nunca repite un episodio-. Pero sí le acongoja que lo dicho sea de asuntos domésticos: la ropa, el
decir de sus compañeros de trabajo, las nuevas formas de hurtar en la tienda -donde, por cierto, los objetos en venta son de un precio superior al salario mínimo obrero-. Como no está asentado por el lector, se puede intuir que en la declamación de la visita no aparece la cita de un libro (pese, a que la tienda vende múltiples impresos de diferente contenido). Otra omisión notoria en el texto del lector son los detalles sobre terceras miradas, los guiños para otros rostros y las otras malditas aguas saladas que
demandas de las sociedades protectoras de animales haciendo mítines afuera de su casa por intentar, sólo intentar, asesinar a un paquidermo. ¿A dónde ha volado la mosca, mientras usted me escuchaba? Se habrá ocultado en una lámpara o quizás escurrido a otro cuarto. Mire, la mosca ni lo va a picar ni el zumbido de su vuelo es molesto. Por qué quiere liquidarla, es que acaso usted tiene instintos de asesino. De-
bería alquilarse como sicario del gobierno. La mosca por donde lo vea es inocente, no le cobra impuestos, no le sube los precios, no se roba los fondos públicos. Si usted quiere aniquilar a alguien, vaya al palacio legislativo y tírele a los legisladores y jueces. ¡La mosca qué! Ya la perdió de vista. Se habrá salido por la ventana. Usted es tan mal anfitrión que ha decidido mudarse de casa. Usted tiene una mosca, debería fotografiarla y enviarla a analizar porque, qué tal que es la última de su especie, se imagina que usted sea el causante de la extinción de un
Ven, déjame, que no queden márgenes entre tu cuerpo perfecto y mis manos, que pierda el control con tus superficies trémulas, único horario esclavo al que consagro cada segundo. Ven y deja que me envenene contigo, satisfecho por la cicuta jugo de tus pupilas sorprendidas. Ven y deja que venere el grito desenrollado que mi laringe hace arrancar a tu vientre, que ese instante sea lastre suficiente para el resto de mis días. Ven este jueves por la madrugada, o ven mañana. Ven cualquier día o ven siempre. Pero ven. Me gusta suponer que la lectura es en voz alta, que las palabras son pronunciadas sin declamación escolar, porque el afán es persuadir con tiento, para procurar que perviva su historia. TÚ Si le agrada el texto que lees, te tomará la mano, recorrerá tu rostro con la mano izquierda o directamente te besará. Suave al principio... y, sin que el tiempo se detenga, al cielo le tenderán una sombrilla. El foco puede seguir encendido, esta es una story común. Recuerda: si es week-end sin quincena de pago, al abrir tus ojos estará junto a ti […] Descansa, le dije, descansa porque esta plegaria pierde su valor como salvoconducto al empapado harén de recuerdo perfectos justo con la luz del día. Ahora descansa, solo descansa. [Octavio Gómez Milián]
Mosca Por Edgar Khonde Usted tiene una mosca pegada al techo de su casa, cada que intenta aplastarla con el periódico hecho rollo, esta simplemente cambia de lugar. Su vuelo ni es tan ágil, pero sus ojos en forma de colmena la alertan a tiempo. Usted tiene una mosca y un rifle de caza en su armario, ¿para qué coños le sirve el rifle? Usted no podría hacer blanco en un elefante aunque lo tuviera a cinco metros de distancia. Además imagínese las
ser viviente. Usted debería tomarse en serio eso de aplastar moscas con un aplauso. Imagínese que esa mosca tenga hijos. Los habrá dejado huérfanos. A poco a usted le gustaría que los aplastasen. Tenga conciencia de ello. Tenga tantita madre. Deje que la mosca vuele a sus anchas por la cocina, déjele algún alimento podrido para que sacie su hambre. Usted debería considerar que la mosca no eligió ser mosca, así como usted no eligió nacer en este país. Hay cosas que no se eligen. Ojalá que lo considere y deje a esa mosca en paz.
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Desayuno en Tiffany’s, mon ku Réalité, un sueño constante de Dupieux Por Carlos Belmonte Grey
su primera película, pero no sabe cómo expresar un gemido de dolor de la escena crucial; un productor que quiere un Oscar por un gemido y se divierte matando a surfistas desde el bosque; un director de escuela travesti y soñador; y una psicóloga que rechaza analizar sueños incompletos de sus pacientes. Una historia sin fin, y casi sin comienzo, como una rueda de coche que gira y gira y se golpea en el mismo bache pero en diferentes partes, y los pasajeros se divierten a cada golpe. Las secuencias del gemido, por ejemplo, muestran la habilidad de Chabat y de los otros
personajes para quejarse. ¿Cómo encontrar plasticidad a una emoción para fotografiarla? Sus búsquedas del aire, del sonido, del agudo y grave, del rostro compungido o rígido, de las manos erizadas o tirantes. Es como si Dupieux quisiera burlarse de los centenares de litros de tinta derramados en argumentos y guiones burdos, vacíos, ridículos y caprichosos. Quizás por ello su película se nutre de rostros de estrellas hollywoodenses serialmente imitadas: vemos a un Paul Newman de cazador y a una Nicole Kidman, de nariz recortada, de enfermera.
Pero su guiño al cine remasterizado no se limita a los personajes, llega hasta las puestas de escena de películas icónicas francesas: de Jean-Luc Godard nos recuerda el enfrentamiento con Fritz Lang en Le mépris; de François Truffaut la amenaza embobadora de la televisión de Fahrenheit 451; de Jean-Claude Brisseau la búsqueda obsesiva de un director de cine por el más puro y auténtico gemido de placer femenino de Les anges exterminateurs. Así Dupieux nos repite la dosis de su último largometraje, Wrong Cops, en donde invitó a Marilyn Manson para que interpretara un rol opuesto al de su imagen. Y también, como en Réalité, le da la vuelta y exagera los rasgos de sus personajes de plastilina. Hay para quien estos juegos de Dupieux son banales, momifican el desarrollo de la historia y prueban el esnobismo del espectador y del director. Pero nada se pierde con echarles un ojo, y por qué no, reír y asquearse.
Cine
Réalité es un filme de Quentin Dupieux completamente déjanté –locochón-. Estelarizado por Alain Chabat, la niña Kyla Kenedy y la soñadora de ángeles Élodie Bouchez; la cinta es una historia que se vive en el sueño, sin saber encontrar la realidad. Se trata de una película construida alrededor del efecto de la Mise en abyme. Ese recurso narrativo y visual que sitúa a un personaje mirándose dentro de otra historia igualmente ficticia y que hace borrosas las fronteras entre la ficción narrada y otra ficción dentro de esa misma ficción. Es un constante desdoblamiento de los sueños y de la realidad. La historia, o más bien las historias, son comunicadas en diferentes niveles de la realidad: una niña se pregunta qué hay en un videocasete que salió del vientre del jabalí recién cazado por su padre; un presentador de cocina que sufre de una irritación cutánea imaginaria; un camarógrafo que sueña realizar
Epopeya y corrido Por Carlos Flores
José Guadalupe Posada
se llega al corrido. De alguna manera existe conexión entre esas composiciones de los juglares y el romance moro, pues hay cierto parecido en la estructura y el contenido. Luego este tipo de obra (romance) se españolizó durante el Renacimiento, donde adquirió su envoltura musical, y viajó a América con la llegada de los colonos, de donde se pasó a un romance de la conquista y posteriormente se hizo popular en el mundo criollo y, con el paso de los años, se mexicanizó. En nuestro continente existía algo muy similar que se creó sin necesidad de que hubiera influencia de la épica o la epopeya, y era conocido entre los indígenas como el Itoloca, que era
una forma entre de los nahuas para preservar la memoria de su pasado. En un sincretismo cultural, estos romances, aunados con las boleras y la décimas (composiciones que hablaban sobre acontecimientos importantes para el pueblo) de origen mexicano, lograron mezclar un sonido americano con la voz aguda de los pueblos indígenas y los instrumentos europeos para crear el corrido en tiempos de la Guerra de Independencia. Una de las primeras composiciones con esta forma fue sin duda “El clarín de campaña”, pieza musical a la que las tropas mexicanas agregaron algunas estrofas para cantarla durante
la primera invasión estadounidense a territorio mexicano, entre 1846 y 1847, con la que se perdió más de la mitad del territorio nacional. Asimismo, “El corrido del Gallo Giro” durante la Intervención Francesa y “El corrido de Chucho el Roto”, cuando nuestros gobernantes aprendieron a lamer las botas del imperialismo yanqui, a ser corruptos y desinteresados por el pueblo, por lo que el bandido tuvo que luchar por los pobres. La temática es muy variada, pues hay corridos a la modernidad como cuando se implementó la luz eléctrica o el tranvía, de acontecimientos extraños como un viaje en globo o el temblor en la Ciudad de México cuando Carranza entró con sus tropas, de casos cómicos como el baile gay que tuvo lugar el 20 de noviembre de 1901, los de la revolución y, luego de esta, los corridos amarillistas que hablaban sobre horrendos crímenes y, en la actualidad, los narco-corridos. Sin duda, todas estas composiciones han hablado sobre aquellos temas que de alguna manera han dejado huella en la colectividad de los pueblos, ya sea por su trascendencia, por su atractivo temático o por el impacto cultural que tienen en su momento, es por ello que Martín Valverde puede aparecer en un corrido, pero no así Fox, Calderón o Peña Nieto [sic].
Literatura
La necesidad de cantar la historia de su pueblo ha acompañado al hombre desde tiempos ancestrales, pero tenemos la certeza de que el primer vestigio de esas composiciones musicalizadas apareció hace mas de 2000 ó 2500 años en sumeria, escrito en letra cuneiforme es un poema que habla sobre el reinado del rey Gilgamesh de Uruk. Posteriormente, hacia el año 1000 los griegos comenzaron a crear poemas épicos que hablaban sobre la expansión de su cultura y su dominio por el mediterráneo y oriente. Estas epopeyas fueron sin duda lo que inspiraría los cantares de gesta de la Edad Media, lo que queda como memoria de grandes batallas entre los europeos y los moros, o bien, de la formación e integración de los pueblos medievales bajo ese halo mitológico, como es el caso de El cantar de los nibelungos. Todo esto como antecedente del corrido mexicano, pues aunque parece que no hay conexión entre este y los cantares clásicos y medievales, en algún punto de la historia, los acontecimientos se sucedieron de tal forma que, aunque sea por un finísimo hilo, existe una vinculación entre la historia de Aquiles y la Martín Valverde. Podría quedar claro que la epopeya griega fue el antecedente de los cantares de gesta medievales, pero no queda tan claro cómo es que
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LA GUALDRA NO. 188
MARZO 2015
EU / 2014 /17 min.
Lunes 9, 14:00 Hrs. Ambulante -INJERTO : ARQUITECTURAS 66 min.
- HOMBRE SOMBRA Dir. Boris Gerrets Países Bajos / 2013 / 87 min.
-ÁLGEBRA FANTASMAL Dir. Janie Geiser EU / 2009 / 8 min. -SALAMANDRA Dir. Tanya Syad Reino Unido / 1994 / 14 min. -CIRCUITO HACKEADO Dir. Deborah Stratman EU / 2014 / 14 min. -ESCENA NOCTURNA NUEVA YORK Dir. Jem Cohen EU / 2009 / 10 min. - ARTEFACTO #1 Dir. Douglas Goodwin EU / 2011 /14 min. -STATEN ISLAND Dir. Vivienne Dick EU / 1978 / 5 min. Lunes 9, 16 :00 Hrs. Ambulante -ENFOQUE: AUTOETNOGRAFÍAS 58 min. - LAS ESTACIONES Dir. Artavazd Pelechian Armenia / 1971 /29 min. -FÁBRICA DE FRUTA ARTIFICIAL Dir. Chick Strand México-EU /1986 /18 min. -VALENTÍN DE LA SIERRA Dir. Bruce Baillie México-EU / 1968 / 10 min. Lunes 9, 18:00 Hrs. Ambulante -LO POLÍTICO ES PERSONAL 64 min.
MARZO 2015 DOMINGOS 15, 22 y 29 13:00 horas Tradicional Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Casa Municipal de Cultura de Zacatecas Entrada libre JUEVES 12, 19 y 26 19:00 horas Tradicional Concierto Banda Sinfónica del Estado Dir. Salvador García y Ortega Plazuela Goitia VIERNES 13, 20 y 27 18:00 horas Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Mercado “J. Jesús González Ortega” LUNES 9 20:00 horas Concierto Camerata de la Ciudad de
-UN MINUTO PARA UNA IMAGEN Dir. Marc Garanger 1982 / 2 min.
-LOS FILÓSOFOS CAMINAN SOBRE LO SUBLIME Dir. Leslie Thornton EU / 2014 / 17 min.
- UN MINUTO PARA UNA IMAGEN Marc Riboud 1982 / 2 min.
-SERIE BINOCULAR: LA BREA Dir. Harun Farocki Alemania / 2012 / 16 min.
-RESPUESTA DE MUJERES (NUESTRO CUERPO, NUESTRO SEXO) 1975 / 8 min. - PANTERAS NEGRAS 1968 / 30 min. - TÍO YANCO 1967 / 22 min. Lunes 9, 20:00 Hrs. Ambulante 20 000 DÍAS EN LA TIERRA Dir. Iain Forsyth, Jane Pollard Reino Unido / 2014 / 97 min. Martes 10, 10:00 Hrs. PERFUME DE VIOLETAS Dir. Maryse Sistach México/ 2000/ 90 min. Martes 10, 14:00 Hrs. Ambulante -INJERTO: ÓPTICAS 63 min. -SERIE BINOCULAR: PERICO Dir. Leslie Thornton EU / 2013 / 2 min. - RELÁMPAGO Dir. Paul Kos, Marlene Kos EU / 1976 / 2 min. - CLARIVIDENTE Dir. Deborah Stratman EU / 2014 / 5 min.
Zacatecas Parroquia de San José de la Montaña MARTES 10 19:00 horas Concierto Camerata de la Ciudad de Zacatecas Patio Central del Museo Zacatecano MIÉRCOLES 11, 18 y 25 18:00 horas Todos al Centro Histórico Miércoles de Danzón Plazuela Miguel Auza MIÉRCOLES 11 20:00 horas Concierto coral Sociedad Coral Infantil de Zacatecas Dir. María de Lourdes Ramírez y María de Jesús Hernández Coord. Luis Félix Serrano Parroquia de San José de la Montaña
- PARALELO I Dir. Harun Farocki Alemania / 2012 / 16 min. -ORGANISMO Dir. Bruno Varela México / 2007 / 2 min. -SERIE BINOCULAR: ZEBRA 2 Dir. Leslie Thornton EU / 2013 / 2 min. -CABELLO LARGO, IDEAS CORTAS / FUERZA BRUTA Dir. Paulina del Paso México / 2013/2014 / 12 min. -SIN PÉRDIDA #5 Dir. Rebecca Baron, Douglas Goodwin EU / 2008 / 3 min. Martes 10, 16:00 Hrs. Ambulante -ENFOQUE: MIRAR LO INVISIBLE 90 min.
Martes 10, 20:30 Hrs. Ambulante *SERRAT Y SABINA: EL SÍMBOLO Y EL CUATE Dir. Francesc Relea España / 2013 / 82 min Miércoles 11, 14:00 Hrs. Ambulante -ENFOQUE: UMBRALES SENSORIALES 60 min. -LA CREACIÓN COMO NOSOTROS LA VIMOS Dir. Ben Rivers Reino Unido / 2012 /15 min. - FIGURAS TALLADAS EN EL CUCHILLO POR LA SAVIA DE LOS BANANOS Dir. Joana Pimenta Portugal–EU/ 2014 /16 min. -SALUDOS A LOS ANCESTROS Dir. Ben Russell EU-Reino Unido / 2014 / 29 min. Miércoles 11, 16:00 Hrs. Ambulante -INJERTO: ÁNIMOS 53 min.
-HISTORIAS DEL HOGAR Dir. Matthias Müller Alemania / 1990 / 6 min.
Martes 10, 18:00 Hrs. Ambulante -LEYMAH GBOWEE: EL SUEÑO Dir. Errol Morris
-SIN PÉRDIDA #2 Dir. Rebecca Baron, Douglas Goodwin EU / 2008 / 3 min.
SÁBADO 14 19:00 horas Temporada de Conciertos Orquesta de Cámara del Estado de Zacatecas Director: Arturo García Cuéllar Solista: José de Jesús Romero Pineda, contrabajista Auditorio del Museo Manuel Felguérez Admisión $50.00
Concierto Camerata de la Ciudad de Zacatecas Museo de Guadalupe Entrada libre
MUNICIPIOS GUADALUPE MIÉRCOLES 11 17:00 horas
-EL DIABLO EN LA PIEL Dir. Ximena Cuevas México / 1998 / 5 min. - PROBLEMAS DE LA VIDA COTIDIANA: VIGILANCIA DOMÉSTICA, POSES DE MUERTE Y RESECO Dir. Kathy High EU /2000–2005 /12 min. -DESTINO Dir. Ximena Cuevas México / 1999 / 2 min. -SAUTE MA VILLE Dir. Chantal Akerman Bélgica / 1968 / 12 min. -REFLEXIONANDO Dir. Kirsten Stoltmann EU / 1999 / 1 min. Miércoles 11, 17:30 Hrs. Ambulante HOTEL DE PASO Dir. Paulina Sánchez México/ 2015 / 90 min. Miércoles 11, 20:00 Hrs. Ambulante EL DIABLO Y DANIEL JOHNSTON Dir. Jeff Feuerzeig EU / 2005 /106 min. Jueves 12,14:00 Hrs.
-CALZADA DE KANSAS Dir. Ximena Cuevas México / 1999 / 2 min.
-BOSQUE DE DICHA Dir. Robert Gardner EU / 1986 / 90 min.
SÁBADO 14 19:00 horas Retro 80´s y 90´s Sábados en la Cultura Dj´s: Jaime Pastor, Luis Miguel Jurado y Josué Rodríguez Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza
- JENNIFER, ¿DÓNDE ESTÁS? Dir. Leslie Thornton EU / 1981 /10 min.
MUSEOS Y GALERÍAS MUSEO FRANCISCO GOITIA Ànidá De Susana Salinas Permanencia: 22 de marzo de 2015 FOTOTECA DE ZACATECAS PEDRO VALTIERRA “De aquí soy. Concurso Nacional de Fotografía Cuartoscuro 2014” Exposición Colectiva Permanencia: 18 de marzo Los Huicholes en Cibachrome. John Lilly, 1937/2007 (The Huichols in Cibachrome, John Lilly. 1937/2007) De: John Lilly, John Christian, Brian Ray, Colette Lilly Permanencia: 3 de mayo
Ambulante -ENFOQUE: EL SEXTO SENTIDO 79 min. -JUDEA: SEMANA SANTA ENTRE LOS CORAS Dir. Nicolás Echevarría México / 1974 / 22 min. -VENADO Dir. Pablo Fulgueira México/ 2009 /10 min. (fragmento) -EXVOTO PARA TRES ÁNIMAS Dir. Diego Rivera Kohn México / 2008 / 47 min. Jueves 12,16:00 Hrs. Ambulante MEMORIA OCULTA Dir. Eva Villaseñor México / 2014 / 60 min. Jueves 12, 18:00 Hrs. Ambulante -BRONX OBAMA Dir. Ryan Murdock EU / 2012 / 6 min. - CAMALEÓN Dir. Ryan Mullins Canadá / 2014 / 78 min. Jueves 12, 20:00 Hrs. Ambulante THE VISIT / LA VISITA Dir. Michael Madsen Viernes 13
18:00 y 20:00 Hrs. $30.00 y $20.00 IDA Dir. Paweł Pawlikowski. Polonia-Dinamarca/ 2013/ 82 min. Sábado 14, 18:00 Hrs. TRES COLORES: AZUL Dir. Krzysztof Kieslowski Francia/ 1993/ 98 min. Sábado 14, 20:00 Hrs. TRES COLORES: BLANCO Dir. Krzysztof Kieslowski Francia/ 1994/ 92 min. Domingo 15, 12:00 Hrs. LA PRINCESITA Dir. Alfonso Cuarón EUA/ 1995/ 97 min. Domingo 15, 18:00 Hrs. TRES COLORES: ROJO Dir. Krzysztof Kieslowski Francia/ 1994/ 99 min.
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Mauricio Magdaleno, para intrusos
nal enviada desde España, Magdaleno refiere que a su regreso a México colaborarían con Bassols en la Secretaría ´ahora que han salido los de la mafia de Contemporáneos´”.
VII. El Teatro de Ahora y alguna revista cedimientos novedosos, procurando ofrecer múltiples perspectivas al espectador y apostando por la propia potencialidad del teatro -como se puede apreciar en la obra “Trópico”, donde se lleva a cabo una escena metateatral. La principal resistencia que este experimento obtuvo le llegó desde los dos extremos: la de Villaurrutia y Gorostiza, que controlaban una parte importante de la política cultural dramatúrgica del momento; y la de los seguidores del viejo teatro de origen español, aún mayoritario. Israel Franco -uno de los investigadores del CITRU que han profundizado decisivamente en este legado teatral para México- avanza una hipótesis:
El teatro fue la gran apuesta de Mauricio Magdaleno para su despegue literario, en donde materializaría sus primeros posicionamientos estéticos y políticos sobre el arte, a excepción de su primera novela -Mapimí 37- que, por otro lado, luego convirtió en una obra de teatro -Pánuco 137-, introduciendo importantes variantes. Su obra pasaba a ser teatro y su pensamiento se adaptaba al lenguaje necesario para materializarlo. El 12 de febrero de 1932, tanto Juan Bustillo Oro como Magdaleno, y no sin antes haber realizado un enorme esfuerzo en la escritura de las obras teatrales correspondientes, dio inicio el Primer Ciclo del Teatro de Ahora en el Teatro Hidalgo. Así definiría Magdaleno el experimento muchos años después: “Teatro de inspiración nacional. Teatro realista, quizá bronco, escaso de pulimento literario, pero, sin duda, teatro vivo, pleno de sugestión, dramático, fuerte, que llevó a la escena el lenguaje y la personalidad del pueblo, sus problemas, sus reclamos de justicia y de libertad, su aliento de tierra sedienta, huérfana de comprensión”.
El Teatro de Ahora suponía, de facto, el
alineamiento de estos autores a la literatura nacionalista de la época frente a la que propugnaban otros grupos que apostaban por el cosmopolitismo, la experimentación vanguardista y el alejamiento del compromiso político. Sin embargo, este teatro no se acartonaba en la reivindicación, y procuraba recoger las preocupaciones más importantes de la sociedad mexicana, con una voz nacional, apostando por pro-
gador de proyecto en El Colegio de México.
Con todo, al referirnos a prensa como cierto campo semántico del periodismo, por derivación podemos hablar extrañamente de “prensa hablada” o “prensa televisiva”. Repito: son expresiones raras, pero también lícitas. * Lo invito a que envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail. com
“La animadversión de Bustillo Oro y Magdaleno frente al grupo de los Contemporáneos además de ser mutua era evidente y está documentada. La oposición de sus ideas en torno del arte tenía consecuencia en la función pública que desempeñaban los Contemporáneos en la SEP, como quedó registrado con su decisión de suspender el Primer Ciclo, por lo que se puede conjeturar que también intervinieron para impedir la realización del Segundo Ciclo. En una carta perso-
ricana por la UNED, con una tesis sobre el universo literario de Mauricio Magdaleno. Sus intereses de investigación son la literatura española e hispanoamericana de los siglos XIX y XX, prestando una especial atención a la narrativa mexicana y a la literatura del exilio español. Junto a Andrés del Arenal ha coordinado la colección de ensayos El muerto era yo. Aproximaciones a Juan Rulfo (Calygramma / EstoNoEsBerlín, 2013) y ha realizado la edición, el estudio preliminar y las notas de la novela El resplandor, de Mauricio Magdaleno (Clásicos hispanoamericanos, 2013). Actualmente reside en México, DF.
Estado actual del estudio del universo y la necesaria sacralización de sus elementos básicos Por Roberto Galaviz De puerta en puerta, -y en cada puertode boca en boca y de traición en traición andamos como quien busca el último tesoro egipcio buscando el amor a veces creemos haberlo encontrado porque en la búsqueda, la sed y la desesperación nos vence
de momento estamos ciegos y damos por hallazgo lo que ni siquiera existe es decir: nos enamoramos
como si el amor no fuera el asunto más kitsch y elitista -bendito seaque existe.
no del amor buscado, más bien, del encontrado o de la idea clásica (o demasiado moderna) o simple delirio masivo que el amor existe
como si el amor, los tesoros egipcios, los diluvios, las piernas de las adolescentes, y hasta el brillo de las estrellas no fueran una invención sagrada para mantener el orden del universo en aparente armonía
y que, (esta es la peor parte) es posible para todos, es decir, casi un derecho humano universal
en fin, creo que hoy hablé de más.
Río de Palabras
Por Simitrio Quezada
De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, prensa se define como “conjunto o generalidad de las publicaciones periódicas y especialmente las diarias”. Hablamos de publicaciones, de impresos, de materiales maquilados en una prensa. Así que por generalidad la prensa es escrita. Bajo este supuesto, “prensa escrita” resulta una redundancia.
* (Madrid, 1979) Escritor, crítico, e investiDoctor en literatura española e hispanoame-
El Picaporte Sobre la prensa “escrita”
Literatura
Por Conrado J. Arranz
La resistencia que obtuvieron tuvo dos importantes consecuencias: por un lado, escribieron teatro de revista a cuatro manos -y de manera muy discreta- para el comediante Roberto Soto, quien pagaba de manera justa para que pudieran mantenerse con los frutos de su profesión (a este subgénero pertenecen las obras: El Periquillo sarniento, El pájaro carpintero y Corrido de la Revolución); por otro lado, aprovecharon la oportunidad que les brindó Bassols para desarrollar en Madrid su teatro, al lado de personalidades como Rivas Cherif. Los años dedicados al teatro fueron pocos en relación con la larga trayectoria dedicada al resto de los géneros literarios, pero fueron decisivos para la confección de su estilo y para el paso que daría en los años cuarenta hacia el cine, cuando se convirtió en el guionista preferido de Emilio el Indio Fernández.
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LA GUALDRA NO. 188 / 9 de MARZO DE 2015
El Lirón Ayer
Río de Palabras
Por W. S. Merwin* [Versión de Javier Acosta] Mi amigo dice yo no fui un buen hijo entiendes le digo sí lo entiendo él dice tú sabes que no visitaba a mis padres a menudo y le digo sí lo sé aun cuando vivía en la misma ciudad si acaso iría a verlos una vez al mes él dice la última vez que fui a ver a mi padre yo digo la última vez que vi a mi padre él dice la última vez que vi a mi padre me preguntó qué era de mi vida cómo me iba y entonces empezó a caminar hacia el cuarto de al lado como para buscar algo que regalarme
Por Alberto Huerta Para Salvador Castañeda, Emiliano Pérez Cruz y Arturo Trejo Villafuerte A Jorgito su mamita lo llevó a todos lados en la carriola hasta los cinco años. Dejó de chuparse el dedo pulgar de ambas manos hasta ya pasaditos los quince. Hasta la fecha, a los treinta y cinco años se sigue cortando el cabello al casquete corto. Desde pequeño, Jorgito se acostumbró a dormir a cualquier hora y en cualquier lugar, cuando su mamá lo llevaba a la compra al mercado. Su jefita en todos lados se paraba a platicar con sus amistades y conocidos. Eran pláticas larguísimas y Jorgito, como los niños de las indigentes, aburrido se quedaba dormido. Regresaban tardísimo a casa, para enojo del padre que retornaba del trabajo y no había qué comer. Engorilado, invariablemente se iba a comer con su mamá o a una cocina económica. Jorgito se pasó toda la primaria dando cabezadas y bostezos. Nunca entendió las bases aritméticas elementales y jamás supo cuál era la capital de Lituania, ni quién diablos fue Cristóbal Colón, Emiliano Zapata, Maximiliano de Habsburgo
ni Josefa Ortiz de Domínguez. En la escuela sus compañeritos le llamaban El Lirón. La secundaria y la preparatoria fueron para Jorge una mezcla de sueño y pesadilla. El álgebra, la historia universal y la lógica eran un misterio para el joven Jorge Dueñas Hinojosa, El Lirón. Y así, de panzazo a panzazo trascurrió toda su vida estudiantil. A Jorge no se le conoce una novia formal. Con el tiempo el padre se cansó de esperar a su mujer y se regresó al seno materno desentendiéndose por completo de Jorge y de su esposa. Volvió a comer a sus horas y por las tardes y durante la noche se entretenía viendo telenovelas en compañía de su madre. A la universidad, Jorge solo asistió al primer semestre de Derecho y jamás se
Maletas Por Pilar Alba A veces la salud es primero, piensa y decide guardar las maletas debajo de la cama para postergar el viaje. Una vez más coloca dentro de ellas la ropa de cama que guarda ahí para ahorrar espacio. Resignada cierra las correas y las empuja hasta el fondo. Ahí es
tomó la molestia de regresar. Como aprendió, casi sin despertar del todo, a levantar la mano al escuchar su nombre, Jorge entendió que su futuro estaba en el congreso local o en una oficina municipal o gubernamental. Ya había aprendido a espabilarse cuando olía a tamales o a tortas de chorizo o de carne adobada. Se despertaba de inmediato cuando oía destapar un refresco embotellado o enlatado. A Jorge Dueñas Hinojosa le gusta oír cumbias y enloquece con las pizzas, hamburguesas y los hot dogs. Jorge ha estado pensando en una idea que se le vino de fregadazo, como un chispazo: ¿Por qué Mozart… o Bach… Wagner… no compusieron… cuando menos, una cumbia?
su lugar. Mete dentro de los cajones el par de pantalones, y las cinco playeras que pensaba llevarse; la ropa interior y la toalla que ya había metido en las maletas. Coloca en el buró el libro que tenía preparado para leer en el camión. Guarda las llaves, la bolsa de mano. Se quita los zapatos y la ropa de viaje. Se pone la pijama y se mete en la cama. La salud siempre es primero, vuelve a pensarlo. Mientras se va quedando dormida emprende otro viaje, uno que no termina y para el cual no necesitará maletas.
ah digo mientras siento de nuevo el frío en la mano de mi padre la última vez él dice y mi padre se volteó justo en la puerta y vio cómo yo miraba mi reloj y me dijo sabes que me gustaría que te quedaras a platicar conmigo ah sí le digo él dice mi padre me dijo a lo mejor tienes que ir a trabajar o te quedaste de ver con alguien no quiero entretenerte miro por la ventana mi amigo es más viejo que yo dice y le dije a mi padre que así era me levanté y me fui sabes aunque no tenía a dónde ir y no tenía nada qué hacer.
* W. S. Merwin (Nueva York 1927—) Entre las numerosas distinciones que ha merecido, están los premios del PEN Club y el Wallace Stevens de la Academy of American Poets. En México ha sido traducido por Jorge Esquinca (La rosa náutica, El Tucán de Virginia, 1993).
Humberto Valdez. La Bestia. Linóleo. Su exposición “Salvaje Mexica” se inaugura el 27 de marzo en la Casa Municipal de Cultura de Zacatecas