SUPLEMENTO CULTURAL
No. 222 - 17 DE NOVIEMBRE DE 2015 - AÑO 5
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Juan Carlos Villegas. Foto de Ernesto Moreno V.
Juan Carlos Villegas (Potrero de Gallegos, Valparaíso; 1971) inauguró el viernes 13 su exposición Mundanal e Imaginario en el Museo Zacatecano. La muestra está conformada por dos series, la primera de ellas -Mundanal- alterna obras de carácter figurativo y abstracto en 17 piezas trabajadas al óleo; la segunda -Imaginario- está integrada por la colección de 12 retratos que fue exhibida en Besançon, Francia, y en la que participan igual número de escritores recreando las historias de cada uno de los personajes. La exposición permanecerá hasta febrero de 2016.
[Mundanal e Imaginario en páginas centrales]
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La Gualdra No. 222
LA GUALDRA NO. 222 / 17 DE NOVIEMBRE DE 2015 / AÑO 5
El viernes 13 de noviembre de 2015 quedará grabado en la memoria de los ciudadanos del mundo, como quedó también el 11 de septiembre de 2001. Usted ya se enteró, un grupo de mercenarios atacaron a los asistentes a un concierto de rock en la sala de conciertos Bataclan en París, otros dispararon contra los comensales de algunos restaurantes de la capital francesa y otros hacían estallar los explosivos que cargaban ceñidos a su cuerpo en las inmediaciones de un estadio de futbol en donde la selección francesa jugaba en ese momento. Horror. Las noticias llegaban poco a poco y las versiones de que en Bataclan estaban matando a los rehenes uno por uno mientras algunos asistentes trataban de escapar por la salida de emergencia, fueron confirmadas cuando vimos la grabación de un vecino que filmó cómo las personas escapaban aterrorizadas, cómo una mujer embarazada colgaba de una ventana y fue salvada en el último momento. ¿Recuerda las escenas de aquel septiembre negro? ¿Recuerda las imágenes de la gente cayendo desde las Torres Gemelas? Algo así me imaginé durante el fin de semana, cuando las notas en las redes sociales giraban en torno a este lamentable suceso. El domingo las cosas empeoraron, ahora fue Francia, quien inició los bombardeos contra varios objetivos en Raqqa, la capital del Estado Islámico (ISIS) en Siria. El estado francés detonó por lo menos 20 bombas sobre puntos estratégicos en ese lugar, como represalia por lo acontecido el viernes, destruyendo, de acuerdo a lo informado por la prensa internacional, un estadio de fútbol local, un museo e instalaciones médicas. La locura. El terror y la barbarie parecen no tener límites: un día antes de los atentados en París, hubo 41 muertos y 200 heridos, tras la explosión de dos bombas en la capital de Líbano, Beirut. Ayer lunes, apenas comenzando la semana, la universidad de Harvard fue evacuada por una amenaza de bomba. Y esto está por empeorar. Porque si a alguien no le queda claro que lo que ocurra en estos países nos puede afectar a todos, debería tomar conciencia de que el recrudecimiento de un conflicto bélico como éste repercutirá en
la economía, en la seguridad y en el ánimo mundial. En las redes sociales, Facebook activó su herramienta Safety Check para que los ciudadanos que viven en París confirmaran que estaban bien, y por otro lado activó un filtro con los colores de la bandera francesa para que los usuarios, como muestra de solidaridad, lo usaran en sus fotos de perfil. Yo no alcanzo a comprender del todo por qué el encono de tantas personas al ver que el filtro era usado; o bueno, sí, entiendo un poco que causara indignación que algunos mexicanos usaran ese filtro para solidarizarse con las víctimas francesas cuando ante los hechos de violencia en México parecen ser indiferentes, o cuando han ignorado que en Libia, Siria, Irak –sólo por mencionar algunos- también han existido en los últimos meses actos deleznables en contra de la población. Pero aquí pido un minuto de reflexión: los seres humanos que han muerto –y desaparecido- en fechas recientes no son más ni menos por la nacionalidad que hayan tenido. Estamos hablando de que sea cual fuere la razón por la que hayan perecido en esas circunstancias, es igual de lamentable lo ocurrido en París, en Ayotzinapa, en Siria, en San Fernando, en Beirut y en tantas otras ciudades que ni cuenta nos damos y en las que sin embargo, todos los días hay violencia, todos los días hay muertos que dejan a quienes aquí se quedan en un estado de incertidumbre, vulnerabilidad y tristeza. Lejos de enojarnos con los que manifiestan su repudio a lo que está pasando, o incluso con los que parece no importarles nada, tal vez sería conveniente hablar con la gente más cercana a nosotros para conversar, para tratar de calmar los ánimos, para entender que esto, como dijo Benito Taibo, “es una salvajada” por donde quiera que se le mire. Indignémonos por lo que pasa en el mundo, sí, porque esto no debería de estar pasando en ningún lado. A punto de perder la esperanza, sigo creyendo que podemos hacer algo para fomentar una cultura de paz. Que disfrute su lectura.
De la rabiosa actualidad a la Incolora campiña Breves notas a propósito de Los caciques de Carlos Arniches Edgar A. G. Encina
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La tormenta perfecta que sacude a Milena Por Simitrio Quezada
Mundanal e Imaginario de Juan Carlos Villegas en el Museo Zacatecano
La lectura como cápsulas Por Eduardo Campech Miranda Desayuno en Tiffany’s, Mon Ku Fátima Por Évelyne Coutel
Grabado en cerámica tutoría de especialización en el Centro de las Artes de Guanajuato Por Carlos Herrera
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Mauricio Magdaleno, para intrusos XXIII. Vuelta a la tierra. La Tierra Grande Por Conrado J. Arranz
¡Amiguis! Por Alberto Huerta
Back to the Future [4 de 4] Por Edgar Khonde Agendas telefónicas Por Pilar Alba
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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17 de NOVIEMBRE DE 2015
De la rabiosa actualidad a la Incolora campiña
Teatro
Breves notas a propósito de Los caciques de Carlos Arniches Edgar A. G. Encina Hoy, en el metro, mientras me dirigía de la Universidad Complutense a Biblioteca Nacional, un par de chicos ataviados como los caballeros del dieciséis tomaron por asalto el vagón. No fue violento. No hubo armas de detonación, aunque sí muchas palabrotas. Uno detrás del otro, el par subió con talante mayoral; seguros de sí empezaron a dirigirse a uno u otro de nosotros provocando la atención, un poco temeraria y dubitativa, de los viajantes. Hicieron comentarios fortuitos, ya con una chica que llevaba una planta, ya con un joven que se escondía detrás de sus audífonos, ya con una mujer entrada en edad que iba de pie y mostraba su desenfado por ello. ¡Lástima! Esta historia hasta aquí llega. Mi parada llegó en el momento cuando uno de ellos, imperioso, gritó: ¿quién de vosotros ha votado al PP [pp.es]? Nadie levantó la mano. Éste volvió a piquetear; ¿cómo?, ¿de verdad nadie?, ¿cómo es esto posible, si es el partido más votado en las últimas elecciones? ¡Lástima!, de verdad que lo siento; apenas alcancé a ver las miradas burlonas de todos e intuía que el diálogo seguía más no pude adivinar si en contra o a favor de tal partido. ¡Lástima!, en un noviembre que recuerda la proximidad de las elecciones para renovar el Congreso Nacional Español y, con ello, la Presidencia, me hubiera gustado saber de qué iba esa rebatiña en esta ciudad que nadie pega cartelones de partidos políticos, ni nadie ofrece televisiones, despensas, cemento y dinero en efectivo a los pobres para que vendan su voto. ··· La estrategia es el humor; del abusivo que saca ventaja, del gobernante sin escrúpulos, del gandalla que fastidia al endeble, del terrorista en el poder que no deja escapar oportunidad para hacer sentir temor, del dictador venido a menos en ideales y a más en ambición desmedida. La estrategia es el humor; aún en novedad a pesar de que la historia relate infinidad de nombres que lo hicieron y sus múltiples maneras de llevarlo a cabo, desde que la Poética aristotélica (s. IV a.C) sugería que cada expresión en lo individual termina por valerse de una misma base emocional o la Francia
Ángel Fernández Montesinos
de (Francia; 1544-1590), Molière (París; 1622-1673) y Racine (La Ferté-Milon; 1639-1699) que le explotó hasta instaurarle como estilo y moda, siempre recapitulando en las reglas clásicas. La estrategia es el humor, en la España desde que Lope de Vega (Madrid; 1562-1635), “el fénix de los ingenios”, empleara el drama y la sátira en una literatura que ha terminado por genetizarse en el ADN popular y que sólo hace un retrato elocuente, no esperpéntico, de una realidad que parece atemporal, siempre vigente. Los Caciques (1920), que abrió la temporada otoñal en el Teatro María Guerrero, se inscriben en todo lo anterior. Los Caciques, junto a La Señorita de Trévelez (1916), es la mayor obra de denuncia social del costumbrista, afirma el director Ángel Fernández Montesinos (Murcia; 1930) en una entrevista con Isabel Valdés de El País. La versión de este año es una adaptación del premio Ceres 2012 Jaunjo Seoane (juanjoseoane. com) y Montesinos que, afirman los lectores más avisados del dramaturgo Carlo
Arniches (Alicante; 1866-1943), va en toda la línea del guión original, del cual es posible ver la versión cinematográfica que TVE produjo con la actuación de Pablo Sanz (Segovia; 1932-2012), María Luisa Ponte (Valladolid; 1918-1996) y otros -versión disponible en YouTube. La obra transcurre en noventa minutos, sin receso que ni falta hace. Es una estupenda crítica de enredo que emplea cambios básicos en el escenario, utilizando mecanismos para aparecer o desaparecer objetos y actores, y adornada con recursos mediáticos y tecnológicos para revitalizar la narrativa. La línea es sencilla: un viejo alcalde que lleva en la silla tanto tiempo como para jubilarse al que, en medio de ese placentero ambiente, le avisan de una amenaza próxima: Madrid, el centro, ha de enviar un auditor. Temeroso, el alcalde, revestido por Juan Calot (España; 1964), reúne a su equipo próximo para armar una estrategia que evite la auditoría o, en su caso, corrompa al auditor. En el camino para lograr sus planes se corre el tiempo con relatos
humorísticos y disertaciones leves que siempre van con un tono próximo. Los caciques, que combina las actuaciones de actores de disímiles generaciones, cobra vigencia día a día; falta ver el titular de cualquier diario. Esos actores, que en los de mayor experiencia encontramos las mejores representaciones, contagian de una “rabiosa actualidad”, según anota el programa que lleva de careta el almidonado cuello negro de una camisa y una corbata a rayas. El humor es la trama de fondo que soporta toda la historia, mezcla de francos relatos que se cruzan y confunden sin perdida. El humor es la trama de fondo que presenta la vileza, la estulticia y la corrupción, como características humanas que desde el asiento toman gracia. El humor es la trama de fondo, sin risotadas, a veces elegante que parece estar aplicado a éste o aquel personaje de la vida pública. ··· ¡Lo había dejado pasar! Aquellos chicos que asaltaran el vagón del metro con su comedia política que ignoro sus fines, continúan paseando en los subterráneos del metro. Les he visto en otras vías. ¡Lástima! De verdad que lo siento, quizá a partir del 9 de noviembre, día de “La Almudena”, hayan integrado a su guión el grito soberanista catalán dado desde la cámara barcelonesa. ¡Lástima!, porque acá las campañas políticas son aburridísimas e incoloras, a pesar de que sus personajes bien pueden llevar roja la nariz.
Libros
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LA GUALDRA NO. 222
Este 11 de noviembre apareció un artículo de Jorge Zepeda Patterson, México, la tormenta perfecta, en el diario español El País: “De infamia en infamia seguimos cayendo en el despeñadero de la insensibilidad y la barbarie(…) Vicente Fox y Felipe Calderón prefirieron ser un remedo de los presidentes priistas que fortalecer a marchas forzadas las instituciones democráticas. El resultado fue un enorme vacío de poder que rápidamente fue ocupado por los poderes fácticos. Los millonarios subieron como la espuma en las listas de Forbes, los gobernadores se convirtieron en caprichosos sátrapas, los líderes sindicales en soberanos absolutos y los capos de la droga en los caciques de la pradera”. Para Zepeda Patterson, el fin del régimen presidencialista priista, el empoderamiento de los narcos mexicanos que proveen cocaína por vía terrestre y la triada de desigualdad, ausencia del Estado de Derecho y corrupción endémica nos han metido como país en una tormenta perfecta. El artículo termina así: “No resulta fácil deshacer tormentas, pero algo ayuda intentar esclarecer la manera en que se forman”. Así se describe el México no apto para los ignorantes, para los felices, para los que aplauden frente al televisor enajenante en medio de la corrupción que aceita el sistema político y económico del país, los tráficos de influencias y moches y diezmos que ya no son del diez sino del veinte por ciento, y los taxistas asesinados junto con sus pasajeras, y los hijos que defienden a sus papás choferes de camiones en medio del asalto y son acribillados, y los estudiantes normalistas que desaparecen y otros que en carretera son agredidos por agentes uniformados, y nuestros bebés que duermen la siesta y terminan mordidos por un incendio sin que nadie quede castigado, y los supuestos delincuentes que por montones y maniatados reciben plomazos en baldíos, y otra vez los moches, sobre todo de los más moralinos, por bajar recursos de las cámaras de diputados y senadores, y las candidaturas plurinominales que se otorgan a los de siempre, y los partidos de izquierda que no saben si son de izquierda, y el pederasta cura que tampoco sabe si continúa siendo cura o enfermedad y termina encerrado junto con iguales en una finca por órdenes del cardenal tapatío, y policías que después del turno, para festejar que salieron aprobados en los exámenes de confianza, secuestran a algún ganadero, y presidentes que no saben leer pero sí relamerse y tienen esposas que gastan salarios anuales de obreros en un vestido de marca,
La tormenta perfecta que sacude a Milena Por Simitrio Quezada
Jorge Zepeda Patterson.
y un secretario de Educación que asegura que “más del 100 por ciento” (cualquier cosa que eso signifique) de los profesores aceptan la reforma educativa, y la gasolina que ahora es más cara que la leche y con la que ahora tu carro te “rinde” un kilómetro por peso, y la energía eléctrica que iba a bajar de precio, y los hospitales comunitarios donde no hay medicinas ni buen trato y, porque se me va el aire, párenle de contar… Este país tan grande y tan pinchi, así, con i final es el escenario para la novela Milena o el fémur más bello del mundo, para que regresen los “Azules” y “asciendan” en la investigación de la podredumbre del sistema de poder. “La verdadera cúspide tiene que ver con el manejo del dinero. ¿Qué tienen en común un presidente, el dueño de un consorcio internacional o la cabeza de un cártel de las drogas? Los tres requieren de vías financieras para colocar sus fortunas, legales e ilegales. Los verdaderos amos del universo no son los jefes de Estado y ni siquiera los empresarios de la lista de Forbes: son los operadores de los grandes fondos de inversión y los brokers que se mueven en las fronteras elásticas de la legalidad”. Lo
dice uno de los personajes corruptos de la historia que se plantea no para denunciar superficialmente la trata de blancas o la corrupción en el país o el florecimiento de empresarios de giros negros, sino para reforzar nuestra intuición de que lo más podrido del poder está en sus cúpulas y que la savia corruptora desciende con menos fuerza y dinero a los sirvientes de los intereses ocultos en política, economía, religión, asociaciones civi-
les, periodistas, policías, sindicatos y, otra vez, párenle de contar. Hace casi un año busqué esta novela para examinar qué la llevó a obtener el Premio Planeta de Novela 2014; también para conocer esa siguiente aventura de Los Azules, tan bien delineados en la novela anterior del autor, Los corruptores. Durante la lectura vertiginosa de cuatro días tuve encantos y desencantos. Entre éstos destaco la ausencia de Mario, el cuarto Azul que, aunque más que rutinario, en la anterior historia se distinguió como nexo entre los otros tres integrantes de la palomilla. Supongo que este cuarto integrante le sobró al autor y por eso éste lo mandó de viaje, literalmente. Los otros tres Azules son Amelia Navarro, sensual y combativa dirigente del PRD (quizá proyección que hace el autor de la zacatecana Amalia García), Jaime Lemus, ex burócrata de maldad necesaria para las historias que ellos viven, y Tomás Arizmendi, ingenuo a pesar de ser columnista en uno de los diarios más relevantes del país, realidad muy difícil de creer. Quedo inconforme con esa suerte de Deus ex machina de anular al cuarto Azul con la explicación de que, du-
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rante el tiempo en que se desarrolla la historia del hallazgo y liberación de Milena, el hombre estaba de viaje en Puerto Rico. Tampoco me gustó el dèja vu al ver que otra vez Los Azules estaban frente a la agresión anónima a una amante de poderosos que además tenía información privilegiada sobre ellos. La diferencia más notable entre la actriz Pamela (de la novela anterior) y la prostituta Milena (de la reciente) es que aquélla había sido asesinada, lanzada a perros rabiosos. Quienes han leído la novela premiada advertirán que en un momento Milena estuvo a punto de morir igual y fue salvada para trocar su esclavitud por una mayor; como si se tratara de una Pamela con historia ampliada y… párenle de contar. Entre las virtudes del texto, la novela busca diferenciarse de la anterior al dar mayor protagonismo a quienes en Los corruptores fueron no sólo personajes secundarios sino también integrantes de una segunda generación: Vidal, Rina y Luis. Los Azules no tienen hijos, con excepción de Mario, pero ahora la triada joven será “adoptada” por los otros azules: Amelia, Jaime y Tomás. Resulta afortunado también el desarrollo de otros personajes menores en la historia primera: don Rosendo Franco, dueño del diario más influyente del país, y su hija Claudia, a quien ahora conocemos tanto que llega a rozar nuestra empatía. A diferencia de la historia anterior, en ésta el narrador se permite más guiños al lector, al anticiparle giros argumentales y detalles para acrecentarle la curiosidad. Algunos críticos insisten en que eso es un fallo del novelista. No me parece: por el contrario, creo que Zepeda Patterson se mantiene tan interesado por el lector, que lo apoya en el juego del suspenso que deja cada capítulo. La novela trasciende la mera historia policiaca o de intriga para mostrar que en la actualidad las redes de corrupción son más grandes y “altas” de lo que uno puede pensar. En realidad son redes de intereses, muchos de ellos económicos. Los mañosos cuentan que toda lealtad es sólida mientras no le atenten la integridad del bolsillo. Quizá también eso pueda ayudarnos a explicar, en la generalidad, los cambios de militancias de muchos en los partidos políticos y… párenle de contar. Como en su artículo publicado en España, Zepeda Patterson quiere mostrarnos en su novela (mostrarnos, no decirnos) que los mexicanos hemos dejado atrás los lapidarios tiempos en que una sola persona concentraba el poder. Ya no es el gobernante
Simitrio Quezada, Jorge Zepeda Patterson y Jánea Estrada durante la presentación del libro Milena o el fémur más bello del mundo.
el que detenta todo el capital político y económico, como lo explica uno de los “peces gordos” casi al final de la novela. El presidente, el gobernador, el empresario, el corredor de bolsa, todos necesitan a los grupos que justifican e incluso “lavan” el dinero. La novela premiada se hace más larga porque, en el intento de encontrar al “cerebro” malévolo que ha dictado la suerte de la prostituta Milena, la búsqueda se dirige cada vez más arriba. En un principio el lector puede pensar junto con los personajes que el villano es el robusto regenteador de la mujer que da nombre a la obra, pero luego descubrimos que éste tiene un patrón o socio más poderoso que a su vez tiene un patrón o socio más poderoso que a su vez y a su vez y a su vez… y párenle de contar veces. ¿Es posible la libertad y la igualdad en una sociedad que, para subsistir, debe continuar anclándose a la cola de la podredumbre? ¿Es lícito acabar con la gran corrupción firmando pactos con pequeñas corruptelas? ¿Es válido hablar de gobiernos democráticos en sociedades donde se privilegia el caudillismo, ahora atractivo en su imagen, y se compran los votos? ¿Es posible el bien común en este escenario donde el político procura primero su bien individual? ¿Realmente avanza una sociedad donde el gobernante toma la escoba, la brocha, el azadón, el tractor, el cirio de la peregrinación o la ancianita sólo para las fotografías? ¿Realmente avanza una sociedad donde los gobernantes regalan televisores y no medicamentos? ¿Realmente somos un mejor país en medio de políticos a los que les tiembla la mano cuando les piden sus declaraciones patrimoniales, de ingresos y de intereses? ¿Realmente
somos ciudadanos eficaces cuando no sabemos organizarnos ante los atropellos y las decisiones unilaterales de los poderosos? Quizá por las respuestas que demos se acentúan en esta obra las diferencias entre el astuto Jaime Lemus y el analista Tomás Arizmendi: el primero muestra en sus reflexiones que él sí comprende que así funciona el sistema socioeconómico y político, y no sólo en el ámbito nacional, y por eso está dispuesto a jugar más sucio para ganar a los sucios, está dispuesto a ingresar a la arena para pelear con las mismas armas que da la corrupción y asociarse con cualquiera de los que sacan ventaja. Lemus, el de los cálculos, arranques, espionajes e instigaciones, desprecia a su amigo Arizmendi por tanta ingenuidad que, en suma, implica una doble moral en quienes, como éste, quieren acabar con la corrupción pero sin utilizar medidas corruptas. Esto nos recuerda a Macbeth,
donde el ascendente rey asesino dice a su no menos innoble esposa que las cosas malas comenzaron a fortalecerse por la maldad misma. Los de abajo roban 500 pesos en el mismo negocio en que los de arriba roban cinco millones. Las cosas malas comenzaron a fortalecerse por la maldad misma. Como si los lectores concluyéramos que el sistema necesita más corrupción para gozar de más integridad... y para que entonces el poder anuncie desde arriba que con toda esa integridad institucional, producto de la ilegalidad, seguirá luchando contra la corrupción… y párenle de contar. “No resulta fácil deshacer tormentas, pero algo ayuda intentar esclarecer la manera en que se forman”, escribió Jorge para su artículo pero lo describió hace más de un año en su novela Milena o el fémur más bello del mundo. La historia constituye cierta anatomía de la corrupción en este país increíblemente rico: tanto que regidores, síndicos, presidentes municipales, diputados, gobernadores, senadores, secretarios de gabinete y el gran elector terminan sus períodos con patrimonios ampliados y privilegios en las redes del “me cuidas, te cuido”, el “perro no come perro”, el “no quiero quemar un cartucho con él ahorita” y el “no jales, que nos descobijamos todos”. La explicación de cada frase requeriría su buen tiempo. Tras la lectura de esta novela podríamos concluir: la tormenta de la trata de blancas en México se forma con intereses económicos donde se ven involucrados padrotes, padrinos, patrocinadores, poderosos, paleros, pagados y pendejos. Si no lo creen, lean la novela… y párenle de contar.
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LA GUALDRA NO. 222
Mundanal e Imaginario de Juan Carlos Villegas
Artes Plásticas
en el Museo Zacatecano Fotografía de la serie Mundanal: Magdalena Okhuysen [Texere/MeDea Print]. Fotografía de la serie Imaginario: Alejandro Muñoz.
Juan Carlos Villegas (1971, Potrero de Gallegos, Valparaíso, Zac.). Inició sus estudios de pintura en el Taller de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Zacatecas, México; posteriormente ingresó al Taller de Pintura y Grabado Julio Ruelas, en la misma ciudad, bajo la tutoría de Alejandro Nava. Tiene 10 exposiciones individuales y ha participado en más de 60 exposiciones colectivas en diferentes estados del país, Estados Unidos y Europa. Su exposición Mundanal e Imaginario se encuentra en exhibición en el Museo Zacatecano y permanecerá hasta febrero de 2016.
Danza de ateridos. De la serie Mundanal.
Ufana infame. De la serie Mundanal. Toña la rentera. De la serie Imaginario.
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Artes PlĂĄsticas
Otero de pendencia. De la serie Mundanal.
Monos de pendencia. De la serie Mundanal. Carmina. De la serie Imaginario.
Alicia en sueĂąos. De la serie Mundanal. Alicia y la Paca. De la serie Imaginario. Alicia y la Paca. De la serie Mundanal.
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Promoción de la lectura La lectura como cápsulas Por Eduardo Campech Miranda Cuando era un niño de ocho, nueve años, mis padres me daban a consumir perlas de hígado de tiburón. Si usted no las ha probado, no lo haga. Saben horrible. Y más si, como fue mi caso, ignorante de las consecuencias, traje en mi mano, en un caluroso y soleado día, la famosa perla más de diez minutos. Desde luego, cuando la llevé a mi boca, el aceite se expandió en mi lengua. Mis padres me las suministraban “por mi bien”, para que creciera con un sistema inmunológico fuerte (aclaro que eso entiendo cuando argumentaban que debía tomarlas “para no enfermarme y estar sano”). De tal manera que el enfermo hipotético, o potencial, era yo. El truco para consumir tan desagradable complemento era tragar sin paladear. Era sencillo si la perla se insertaba en una gelatina de bolsita o en medio de un plátano. En este último caso era necesario un cálculo exacto para no romperla al momento de morder la fruta. Este episodio de vida lo recuerdo con cierta regularidad cuando bibliotecarias, mediadores, padres de familia, profesores, promotores de lectura se acercan y, de una manera limpia, preguntan: ¿Me puede decir unas estrategias para que mis alumnos (jóvenes, hijos, etc.) lean? Los enfermos, los que necesitan la lectura son “ellos”. En otras palabras y parafraseando: “¿Me puede enseñar alguna actividad para que mis chicos (sólo ellos) lean?”. Y si indagamos un poquito más en torno a la práctica que se implementa en las actividades de mediación lectora, descubrimos que son muy similares a tragar la perla de hígado de tiburón: hay una prisa por concluir la actividad de lectura, no se propicia el paladear a través de preguntas, diálogos, disertaciones. El gozo, como lo he mencionado en otras colaboraciones, se busca que sea gratuito ante todo. Pero no es una cuestión determinada por libre voluntad del
Cine
Desayuno en Tiffany’s, Mon Ku
Fátima Por Évelyne Coutel
mediador. Es una práctica social arraigada en nuestra sociedad, y desde luego, en nuestro sistema educativo: las preguntas cerradas y literales primordialmente. De tal manera que no se profundiza en el texto. A la postre ello conlleva a creer que el placer lector estriba únicamente en la capacidad de seguir y conocer el texto. Quizá éste sea uno de los elementos que hacen que ciertas lecturas tengan mayor penetración en el gusto del público. Tal es el caso de los betsellers y los libros de superación personal. Seguramente muchos experimentamos esa horrible sensación de no entender nada porque no respondimos de acuerdo a las expectativas, y respuestas del mediador. Es necesario, pues, primero, tener conciencia de que la lectura implica una construcción de significados, y que si cada cabeza es un mundo, éstos tendrán que ser distintos. Enseñar la comprensión lectora no es enseñar a tragar el texto para luego repetir, como letanía, lo que viene en él. Implica establecer y generar las condiciones para entablar diálogos, debates y desarrollar estrategias cognitivas para desentrañarlo. También ése es un placer. Bastante alejado del ya mencionado, porque aquí se brinda la posibilidad de degustar.
Adaptada de las obras autobiográficas Rezo a la luna y Por fin puedo caminar sola de la escritora marroquí Fátima Elayoubi, la cinta del director Philippe Faucon pinta la vida cotidiana de Fátima, una mucama inmigrada de origen argelino que sólo chapurrea el francés y que por ello encuentra dificultades para comunicar con sus patronos a la vez que con sus dos hijas, Souad, una adolescente rebelde, y Nesrine que empieza la carrera de medicina. Para pagar sus estudios, Fátima acumula las horas de limpieza al servicio de unos burgueses y en una escuela. Una caída por las escaleras la incapacitará para el trabajo y será entonces cuando empiece a escribir en árabe para desahogarse y expresar lo que nunca dijo hasta el momento. Por medio de la escritura Fátima va recuperando su dignidad y encuentra una respuesta al conflicto generacional con su hija menor cuya actitud no es sino la consecuencia de la ausencia de reconocimiento y estima que sufre su madre. “Prefiero robar que limpiar la mierda de los demás como tú”, le dice con violencia. Al leer sus apuntes en voz alta Fátima le contesta indirectamente (así como al público): “Sé orgullosa de las Fátimas”, o sea de todas las mujeres como ella, mujeres cuyo valor no parece tener límites y que aunque pasen desapercibidas y se les niegue importancia son imprescindibles en la sociedad. Ésta es la verdad que desvela Fátima en su discurso lleno de pudor y sencillez. “Lo que me interesaba era mostrar a aquellas mujeres que pocas veces tienen cabida en las pantallas, y que no se ven a menudo”,1 explicó el cineasta en el último Festival de Cannes (la película fue seleccionada para la Quincena de realizadores). Para hacerlo el cineasta no eligió a una actriz profesional sino a una mujer, Soria Zeroual, que en la vida real trabaja
como mucama. El resultado es un retrato vivo y emocionante de las dificultades y de la marginación que sufren las Fátimas a diario. La barrera del idioma, el difícil proceso de alfabetización, los horarios complicados y el desprecio circundante son situaciones que la intérprete conoce personalmente y que saca a la luz a partir de su propia trayectoria. De este modo, la cinta alcanza la máxima autenticidad a la vez que acata fidelidad con sus raíces literarias y autobiográficas, una dimensión que también procede de la experiencia del realizador que nació en Marruecos y cuyos abuelos no hablaban bien el francés. Por supuesto, la cuestión del idioma como factor de segregación social y cultural, al igual que, más generalmente, el desamparo de las inmigradas que tienen que buscarse la vida en un país distinto de su tierra de origen, no sólo es aplicable a la inmigración que se desarrolla entre Argelia y Francia. La situación que describe la cinta tiene lugar en muchas otras partes del mundo y la película hubiera podido basarse en la vivencia de una mucama mexicana empleada en un hotel de la ciudad de Los Ángeles, donde la situación social de las mujeres latinoamericanas inmigradas que no dominan el inglés mantiene bastantes puntos comunes con la de las inmigradas argelinas como Fátima. 1
http://www.huffpostmaghreb.
com/2015/10/02/fatima-portrait-femmesombre-revelent-grand-jour_n_8233444.html
17 de NOVIEMBRE DE 2015
* Juan Carlos Badillo Herrera (Sombrerete, Zacatecas, 1987). Ha formado parte del Taller de Pintura el Venado Azul, Taller Profesional de Gráfica El Topo y del Taller de Producción Museograbado. Es fundador del Taller de Serigrafía Artística Flaka Grafika, que posteriormente se fusiona con el Taller de Cerámica ATL Tlachinolli.
Grabado en cerámica tutoría de especialización en el Centro de las Artes de Guanajuato Por Carlos Herrera*
Artes Visuales
La cerámica es el arte de manufacturar artefactos de arcilla, los antiguos habitantes utilizaban las técnicas más básicas para su elaboración, por ejemplo, el secado al sol o fogones a cielo abierto. Con el paso del tiempo fueron adquiriendo más técnica y encontraron en todos estos artefactos-utensilios un medio para expresar gráficamente un mundo de ideas y creencias, utilizando pigmentos, esgrafiado, grabado, pintaderas… para reflejar una cosmovisión muy compleja. Situándonos en el contexto contemporáneo, donde la tecnología aborda todos nuestros aspectos, las técnicas gráfico-cerámicas han alcanzado un nivel técnico extraordinario, que día a día se enriquece. El Centro de las Artes de Guanajuato en su incansable labor de experimentar, crear e integrar diferentes técnicas y actividades del arte, tuvo la fabulosa idea de llevar a cabo las tutorías de “Especialización de grabado y cerámica”, en las que tuve la oportunidad de participar. Éstas son una experiencia colectivo-creativa en las que el trabajo en equipo y la comunicación son fundamentales; el estar trabajando con artistas de gran experiencia y tutores de alto nivel es un factor potente para incitar la creatividad y la experimentación, un ciclo interminable para compartir conocimientos y experiencias y donde cada uno tiene mucho que aportar. El esquema creativo-productivo al cual fuimos inducidos genera una disciplina a la hora de concebirproducir una idea. No fue fácil para los tutores introducir a los grabadores a cerámica y los ceramistas a grabado; sin embargo, en este proceso se generó más integración y confluyó bastante conocimiento. Para mí fue una oportunidad única para dar rienda suelta a la imaginación y la creatividad, éstas, apoyadas por la experiencia de los tutores, el contacto con los materiales, las herramientas y la convivencia con otros participantes generó un entorno de alto placer creativo. El apoyo incondicional del equipo profesional del taller de gráfica del centro de las artes fue decisivo para la materialización de todas las ideas concebidas, personal altamente comprometido con su labor y su pasión por la gráfica; para ellos mi más grande agradecimiento. Me quedo con una gran experiencia que ha quedado impresa para siempre en mi carrera profesional y mis procesos creativos.
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10 AGENDA CULTURAL NOVIEMBRE 2015 DOMINGOS, 22 y 29 12:00 – 14:00 horas Salas de lectura “Eugenio María de Hostos” “15 años de mediación de lectura formando lectores en Zacatecas Coord. Efraín Gutiérrez de la Isla Cupo limitado Sala de la escalera, planta alta Centro Cultural Ciudadela del Arte DOMINGOS 22 y 29 13:00 horas Tradicional Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Casa Municipal de Cultura de Zacatecas Entrada libre Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas MIÉRCOLES 18 y 25 18:00 horas Todos al Centro Histórico Miércoles de Danzón Plazuela Miguel Auza Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas JUEVES 19 y 26 19:00 horas Tradicional Concierto Banda Sinfónica del Estado de Zacatecas Dir. Salvador García y Ortega Plazuela Goitia VIERNES 20 y 27 18:00 horas Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Plazuela Goitia Coordina: Casa Municipal de
LA GUALDRA NO. 222 Cultura de Zacatecas JUEVES 19 19:00 horas Inauguración de la exposición de instalación y escultura La Soledad De Eduardo Santana Salas Bóveda I y II Centro Cultural Ciudadela del Arte Permanencia: 13 de diciembre JUEVES 19 20:00 horas ¡Vive la Ciudad! en el Teatro Caras vemos… Compañía Circonciente – México, D.F. Dir. Sigfrido Aguilar Intérprete e idea original: Jorge Reza Teatro Fernando Calderón Entrada libre SÁBADOS 21 19:00 horas Sábados en la Cultura Música, Danza, Teatro Compañía Estatal de Danza Folclórica de Zacatecas Dir. César Lara Bañuelos Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” Casa Municipal de Cultura de Zacatecas LUNES 23 18:00 horas Concierto Camerata de la Ciudad de Zacatecas Parroquia de Nuestra Señora de Fátima
MARTES 24 19:00 horas Concierto Camerata de la Ciudad de Zacatecas Patio Central del Museo Zacatecano JUEVES 26 19:00 horas Inauguración de la exposición de escultura Entelequia Escultórica De David Camorlinga Antiguo Templo de San Agustín Permanencia: 10 de enero de 2016 VIERNES 27 19:00 horas Inauguración de la exposición fotográfica Tránsito De Humberto Ríos Rodríguez Centro Cultural Ciudadela del Arte Permanencia: 18 de enero de 2016 VIERNES 27 20:00 horas ¡Vive la Ciudad! Canto nuevo Adrián Villagómez - Zacatecas Mexicanto – Sinaloa y México, D.F. Plazuela Miguel Auza SÁBADOS 28 19:00 horas Sábados en la Cultura Música, Danza, Teatro Muestra de Piano Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza
Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” Casa Municipal de Cultura de Zacatecas MUSEOS Y GALERÍAS MUSEO ZACATECANO Mundanal e Imaginario de Juan Carlos Villegas Permanencia: febrero de 2016 MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUÉREZ Territorios de Piel María José Lavín Sala Temporal I Permanencia: 30 de noviembre Campo Energético Susana Sierra Sala Temporal II Permanencia: 30 de noviembre MUSEO FRANCISCO GOITIA Huella Transitoria De Bernardo Calderón Permanencia: 29 de noviembre FOTOTECA DEL ESTADO PEDRO VALTIERRA “Homenaje a Alfredo Salas, fotógrafo de Salinas, San Luis Potosí” Permanencia al 22 de noviembre El deportista desconocido. Otros terrenos de juego Colectiva Permanencia: al 29 de noviembre de 2015. MUSEO DE BRACHO Fotografía Morismas de Bracho Permanencia: 31 de diciembre
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17 de NOVIEMBRE DE 2015
Mauricio Magdaleno, para intrusos XXIII. Vuelta a la tierra. La Tierra Grande cuando los lectores comprobamos que los cabecillas revolucionarios defraudan las ideas emanadas de la lucha armada y comienzan a copiar las pautas de comportamiento aprehendidas con el paso del tiempo histórico, en las que la ambición personal por el poder y la propiedad de la tierra son rectoras, frente a una imagen mítica de la tierra que se convierte en disputa bélica, primero, y política, después.
Para Federico Guzmán Rubio, el primero que me dijo que sí había leído a Magdaleno, y en concreto La Tierra Grande De La Tierra Grande se tiene testimonio de su existencia a inicios de los años cuarenta, pero no sería sino hasta 1948 y 1949 que Mauricio Magdaleno la publicaría en la editorial Espasa-Calpe, en Argentina y en México, respectivamente. La novela está claramente dividida en dos ejes, no sólo temáticos, sino que también hay rasgos estilísticos diferenciados, lo que nos hace plantearnos con una mayor seriedad la hipótesis de que la novela fuera escrita en dos momentos diferentes. Por un lado, tenemos los acontecimientos de una familia hacendada durante el Porfiriato. Después, veremos cómo esta familia afronta el estallido revolucionario y su reacomodo en la “nueva” sociedad mexicana. El tiempo de la novela transcurre desde 1860 hasta 1925, en las tierras conocidas como La Tierra Grande, espacio ficticio que el narrador “ancla” en el estado de Tlaxcala, en concreto, muy cerca de Huamantla. Durante la primera parte, el narrador focaliza completamente la acción en la familia hacendada. Todo lo que sabemos en torno a la llegada de la Revolución es a través de la perspectiva de la familia, que la ven con desidia, con lejanía, preocupados como están en incrementar su fortuna y atender al amor y a las relaciones sociales. Sin embargo, fuera de su espacio, de su burbuja intemporal, todos los destinos apuntan a un cambio, incluso los designios astrológicos, dicen: “Las viejas de Xonecuila dicen quesque viene un rayo muy grande sobre la tierra… […] Quesque hay señas en las estrellas y ha llovido ceniza…”. Sin embargo, a diferencia de lo que Magdaleno hace en El resplandor, en La Tierra Grande no desarrollará todas estas creencias, recordemos que la única perspectiva es la ofrecida por la familia de hacendados, que poco a poco se va desintegrando en los Suárez Medrano, los Estrada y los Valle Solórzano. Esta fijación obsesiva en las relaciones de la familia hacendada tendrá su efecto a lo largo de la segunda parte, cuando lo individual de ellos deje paso a una colectividad representada por el
¡Tú no eres hijo de la tierra, Serafín: por eso no sabes qué me detiene! ¡Aquí se queda mi vida!, ¿entiendes? ¡Aquí se quedan mis muertos…, las obras de mis manos…, mis sueños…, mis pecados de hombre…, todo lo que soy! Tú eres de la ciudad. Yo soy una raíz de la Tierra Grande.
sentir popular, una colectividad que comienza a tener voz y a ejercer un discurso de poder y tierra. Mauricio Magdaleno pone de relieve ahora un debate que no había sido tan tratado dentro de la narrativa de la Revolución: el personaje con una mayor ética, el que quiere seguir gobernando, el ingeniero Ortega, ahora no puede hacerlo por los principios de no reelección inspirados por el nuevo momento histórico. De esa circunstancia se aprovechan Apolinar Ramírez, que cuenta con un fuerte apoyo agrarista, y Pedro Arredondo, quien había sido además administrador de la finca Herculano (en su día de la familia Estrada). Las luchas de poder que suceden a partir de este momento
nos remiten al contexto histórico tlaxcalteca de los años 1914 a 1920 (lucha de las facciones arenistas y rojistas del Movimiento Revolucionario de Tlaxcala), aunque Magdaleno, de manera anacrónica, también establece como referente histórico el gobierno de Calles, elemento que también explotó en El resplandor. La Tierra Grande significó el regreso de Mauricio Magdaleno a la temática de la tierra y, en concreto, a la estrecha y conflictiva relación que guardó con los acontecimientos históricos conocidos bajo el nombre de Revolución Mexicana. El mayor drama que plantea la novela de Magdaleno se produce, al igual que ocurriera en El resplandor,
Pese a que La Tierra Grande continúa la línea de las propias novelas de la tierra del autor especialmente de Campo Celis y de El resplandor toma dos pequeños aspectos de su antecesora, Sonata: la intertextualidad literaria y la presencia de la música clásica. No hay experimentación formal ni temática en La Tierra Grande, la novedad se encuentra en la radical perspectiva que el autor mantiene en torno a las familias hacendadas de tradición porfirista, sin desviar su atención narrativa prácticamente hacia ningún elemento que distraiga la misma. La bola se convierte en un todo invasivo que había comenzado en un simple e inocente rumor. * (Madrid, 1979). Escritor, crítico, e investigador de proyecto en El Colegio de México. Doctor en literatura española e hispanoamericana por la UNED, con una tesis sobre el universo literario de Mauricio Magdaleno. Sus intereses de investigación son la literatura española e hispanoamericana de los siglos XIX y XX, prestando una especial atención a la narrativa mexicana y a la literatura del exilio español. Junto a Andrés del Arenal ha coordinado la colección de ensayos El muerto era yo. Aproximaciones a Juan Rulfo (Calygramma / EstoNoEsBerlín, 2013) y ha realizado la edición, el estudio preliminar y las notas de la novela El resplandor, de Mauricio Magdaleno (Clásicos hispanoamericanos, 2013). Actualmente reside en México, DF.
Literatura
Por Conrado J. Arranz*
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LA GUALDRA NO. 222 / 17 de NOVIEMBRE DE 2015
¡Amiguis! Por Alberto Huerta
Río de Palabras
Para Yani “Lo que me digas, eres a dónde me mandes, vas. ¡Tú lo serás! Y ¡Tú lo serás!”. Chava Flores ¡Amigueta! No. No. Me acabo de levantar. Y… ¿Qué crees? Pues me dije: voy a hablarle a mi amiguis… No, no voy a ir al mercado hoy. Voy a hacer spaguetti con salchichas, hamburguesas y bastantes papas fritas bañadas de cátsup. No, para nada. Este menú me garantiza que a mis hijos se les facilite hablar en inglés. ¡A forcioris! Uno debe de estar preparado. No, a él no le importa. Creo que ni se da cuenta. Come. Abre el refri, saca su six y se sienta a ver los deportes en la tele. No ve nada de nada. A la segunda chela se queda bien jetón. Las chelas se las bebe de un solo trago. Eructa y abre la otra. Así es, amiga. Cuando se despierta sale al jardín a dar la vuelta, a platicar con sus amigos. Del jardín se van a la cantina a chelear. Cuando ya está medio pedo se viene cantando “El mariachi loco”. A veces no alcanza
a llegar, se queda bien jetón en la camioneta. No, yo me hago la loca… con que siga trayendo el gasto y pagando las cuentas el muy idiota… ¿A qué no sabes a quién vi? No. Menos. Ya pues, a las Pérez Salgado. Amiguita. ¡Estúpidas! Andaban en el súper comprando pollo. ¡Guácala! Se hicieron las mensas, como si no me hubieran visto. ¡Babosas! Pensaban las muy brutas que yo no sabía que ellas andaban diciendo pendejada y media de nosotras, que si esto, que si aquello… amiguita. Pero así les va a ir, par de perras… de mí te acuerdas, de mí te acuerdas… las dos estúpidas no se la van a acabar, ni se imaginan con quién se fueron a meter. Ya estoy pensando en cómo me voy a desquitar, amiguilla… Andaba en el súper comprando la carne y el pan para las hamburguesas. Las salchichas y las papas. No, cátsup siempre tengo… Ah y una Coca-Cola de dos litros. Me vine corriendo en chinguísima para alcanzar la telenovela. No, no, no, ni digas… la telenovela no me la pierdo. Corro, vuelo, pero siempre llego. Yo te hablo a rato… o tú… ¿Sí? Porfis… Porfis…
Back to the Future [4 de 4] Por Edgar Khonde I guess you guys aren’t ready for that yet. But your kids are gonna love it! Marty McFly
Ya, ya sé que son obsoletas, nadie, o casi nadie las usa. Tal vez será mi carácter acumulativo, ése, que algunos de los que me conocen tachan de enfermedad. Antes ni se usaba eso de tratar de clasificar todo con nombres; uno guardaba cosas y hasta era un mérito porque se considerada una persona precavida, lista para cualquier eventualidad, preparada para tener a la mano cualquier objeto… pero no quiero desviarme del tema, me refiero a las agendas telefónicas, creo que así es como
Creo que después de todo, pero después de todo, el futuro es el lugar donde vivirán nuestros hijos. Y eso debería de preocuparnos porque no
Bronzino. Retrato de Giovanni de Medici als Kind. 1545. Galería Uffizi.
estamos preparados para legarles un mundo mejor. De hecho el mundo cada día se parece más a una horripilante historia de miedo, con guerras, asesinos seriales, caníbales y zombies. Hemos construido un planeta del tamaño de nuestra imbecilidad, un mall de obscenidades. Mañana alguien nos cobrará por
respirar, por soñar, por abrir los ojos. Pagaremos impuestos por palabras y por pensamientos. Hemos dispuesto todo para convertirnos es lo que tal vez nunca hemos dejado de ser: esclavos del hombre y su codicia. Un día simplemente no quedará de otra que aniquilarnos, porque será el último recurso.
Agendas telefónicas Por Pilar Alba se llaman esas pequeñas libretas llenas de nombres, direcciones y números telefónicos. Las guardo porque cuando llueve o hace mucho calor me gusta hojearlas y de vez en cuando elegir un número al azar para llamar a alguno de mis amigos o conocidos. Tomo el teléfono y marco con incertidum-
bre, pero también con emoción… porque, no crean me he llevado gratas sorpresas: amigos que me recuerdan y evocan momentos que pasamos juntos; pero también me he topado con algunos otros que contestan de mala gana cortando rápidamente, eso no importa, por medio de la llamada
sé que están bien, que siguen en este mundo. Por supuesto que me ha tocado darme cuenta de que algunos ya no habitan en sus domicilios o modificaron su teléfono optando por la comodidad del teléfono celular, sin siquiera habérmelo notificado. Otros más han muerto o están impedidos
Y ése es el fracaso de Marty McFly, que nunca podrá impedir nuestra autodestrucción. No importa cuántas veces viaje al pasado para remediarlo, la humanidad se extinguirá. A donde vamos como especie, no necesitamos carreteras, necesitamos féretros.
para recibir llamadas por enfermedad o por ese mentado mal que nos aqueja que hace que se vayan eliminando los recuerdos. Por eso yo guardo esas libretas para acordarme de todos: las amarillas con los teléfonos de los amigos, las moradas con los de la familia; la roja de los amores perdidos… Bueno, ésa la verdad ya ni la uso, siempre la ando escondiendo. En esa agenda, en cada uno de sus nombres, de sus números, como dice la canción: me duele un recuerdo.