SUPLEMENTO CULTURAL
No. 232 - 8 DE FEBRERO DE 2016 - AÑO 5
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Verónica Mercado. Traje para viajar.
La artista plástica Verónica Mercado nació en Monterrey, Nuevo León, en 1973. En su obra, la presencia femenina en su diálogo con el mundo se manifiesta constantemente: mujeres que viajan, navegan… mujeres que actúan en el gran escenario de una historia pletórica de elementos teatrales.
[Verónica Mercado. De silencios, agua y sueños…, en páginas centrales]
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LA GUALDRA NO. 232 /// 8 DE FEBRERO DE 2016 /// AÑO 5
La Gualdra No. 232
Editorial
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l artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño (entrada en vigor en septiembre de 1990), dice que los Estados Partes: “reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”; asimismo, que se “respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento”.1 Según la Encuesta Nacional de Empleo 2013, “en México 2.5 millones de niños y niñas menores de 18 años trabajan”. De acuerdo a esta misma información, “1 de cada 5 niños que trabajan en México, lo hace para pagar la escuela o sus propios gastos”.2 Proporciono estos datos sólo para contextualizar la historia que les cuento a continuación. El viernes pasado me tocó estar cerca de una callejoneada en la que participaba un grupo de jóvenes que festejaban el cumpleaños de uno de ellos. Estaban en calle de la Caja, en pleno centro de la ciudad, donde suelen andar hasta ya entrada la noche varios niños huicholes vendiendo pulseras y artículos de chaquira; éste era en particular un grupo muy alegre de bailadores, quizá por eso, de pronto se incorporó Alejandra, una de las niñas huicholas, y comenzó a bailar alegremente junto con ellos hasta que la música paró. Nunca la había visto tan feliz como esa noche. Un poco más tarde llegó Saúl, otro niño huichol, quien quizá es de ellos el que más conversa con la gente. Le comentamos que su hermana había estado bailando hacía un rato al ritmo de la tambora y eso bastó para que comenzara a platicarnos que sus hermanitas eran muy alegres, que cantaban y bailaban, y que la menor de ellas, Magaly, acostumbraba cambiarse el nombre frecuentemente: “Unas veces dice que se llama Estrella, otras que se llama Rapunzel… no se conforma con el nombre que tiene”. Es un niño vivaz, un gran contador de historias, pensé mientras le preguntaba que en qué año iba en la escuela; me dijo que tenía 12 años y que estaba cursando “otra vez” el quinto año. Me explicó que si estaba repitiendo año no era porque fuera “burro”, sino porque llegaba a casa muy tarde a dormir después de trabajar en la calle, que se dormía a la 1 y que tenía que
levantarse muy temprano porque su escuela primaria no está en la ciudad, que tenía que tomar el camión y que llegaba tan cansado a clase que le era imposible no quedarse dormido, que por eso había reprobado. Me dijo también que no había podido ir a ver la exposición a la que lo había invitado porque de la escuela llegaba a Zacatecas tarde y que cuando llegaban al centro el museo ya estaba cerrado. Eran las 11 de la noche y Saúl estaba todavía en la calle con sus hermanas, esperando que fueran las 11:30, la hora en que se reúnen sus hermanos y su mamá para volver a casa, mejor dicho, al cuarto que “les prestaron”, el lugar donde duermen todos juntos. Saúl, con esa inteligencia que tiene, con esa imaginación desbordada que lo caracteriza, podría ser un artista, podría escribir las magníficas historias que nos cuenta sobre su abuelo marakame -el que “cura de todos los males que ocasiona el veneno de alacrán”- o los relatos sobre las fiestas en “Santa Cachucha” (Santa Catarina)… pero le tocó nacer aquí, en un país en el que lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño parece importar sólo en los discursos oficiales. La historia de Saúl, desafortunadamente, no es tan poco común en un Estado como el nuestro, en el que la tasa de niños ocupados es de 11.9; de los cuales, el 31.3% no asiste a la escuela.3 ¿Cómo se puede promover el derecho de los niños a participar plenamente en la vida cultural y artística cuando éstos tienen la necesidad de trabajar? ¿Cómo se pueden promover para ellos las oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento? Ya que las campañas se avecinan, preguntemos esto a los candidatos, sobre todo a los que aparecerán próximamente en fotos rodeados de niños sonrientes. Que disfrute su lectura.
Contenido El Templo de las Musas Vámonos de feria Por Violeta Tavizón
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Novela cincuentenaria Farabeuf, una fantasía visual que no termina (Segunda parte y final) Por Mauricio Flores
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Verónica Mercado De silencios, agua y sueños… Por Jánea Estrada Lazarín
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Manejar en Zacatecas Por Carlos Flores Desayuno en Tiffany’s, mon ku Ronda de los viejos filmes: El demonio y la carne Por Évelyne Coutel
http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/
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Artemio Rodríguez o la fórmula inquebrantable de retratar imaginarios impuros Por Armando Salgado
¿Qué males puede provocar la lectura? Por Eduardo Campech Miranda
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
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El Renacido, la lucha por seguir respirando Por Lucía Medina Suárez del Real
Mauricio Magdaleno, para intrusos XXVI. Los cuentos que nunca antes pudo reunir. El ardiente verano Por Conrado J. Arranz
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Pages/CRC.aspx 2
De acuerdo a los datos publicados por la UNICEF
México, http://www.unicef.org/mexico/spanish/noticias_30049.htm 3
De acuerdo a los datos del Módulo de Trabajo
Infantil, anexo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), http://www.inegi.org.mx/est/conteni-
Una montaña en el camino Por Alberto Huerta Fe Por Pilar Alba El Picaporte Te voy a echar por escribir “hechar” Por Simitrio Quezada
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dos/proyectos/encuestas/hogares/modulos/mti/
Directorio
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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8 DE FEBRERO DE 2016
/// Zona MACO, México.
Arte
El Templo de las Musas
Vámonos de feria 6 Por Violeta Tavizón*
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nualmente alrededor del mundo se celebran más de doscientas ferias de arte en donde galerías y artistas exhiben las últimas tendencias. Algunas de ellas, como la de Basilea, son tan grandes que llegan a tener en tres días a más de noventa mil visitantes y trescientas galerías que muestran obras de alrededor de dos mil artistas de todo el mundo. Art Basel en Basilea, Suiza, se realiza en el mes de junio de cada año y es la más grande de las ferias y en gran medida ahí es donde se establecen los precios del arte. Los galeristas exhiben obra moderna y contemporánea y fomentan el coleccionismo a través de distintas manifestaciones como lo son: pintura, escultura, instalación, video arte, diseño gráfico, fotografía y performance. Además de la obra artística, esta feria muestra también stands de las últimas publicaciones en cuanto a arte se refiere, así como revistas y otros medios impresos. De igual forma incluye un programa de charlas y conversaciones con los protagonistas del mundo del arte, entre los que destacan artistas, curadores y críticos de arte.
Art Basel tiene otras dos sedes, Miami y Hong Kong, por lo que promueve el coleccionismo en tres continentes; sin embargo, la feria europea, que lleva más de treinta años realizándose, es la más famosa. En el mercado europeo, ARCO es otra opción y este año celebra su 35 edición. Esta feria además de ser una plataforma para los artistas, también lo es para los coleccionistas ya que entre otras actividades, se realizan cursos de coleccionismo que dan cuenta a los interesados de distintos tips y conocimientos para construir una colección. Dichos cursos son online, así que se anticipan y preparan previamente a sus públicos metas. Para 2016 participarán el mismo número de galeristas que los años que cumple dicha feria, su objetivo para esta emisión es ambicioso: “Mostrar una proyección del arte de las próximas décadas”. Las fechas son del 24 al 28 de febrero. En este sentido, México no es la excepción. El día de ayer concluyó la Feria mexicana Zona Maco México Arte Contemporáneo, la cual se llevó a cabo del 3 al 7 de febrero en el Centro Banamex en la Ciudad de México. Esta feria celebró su décimo tercera emisión, realmente es nueva a comparación del
largo camino andado de las otras ferias internacionales. Zona Maco cuenta con varias secciones: arte contemporáneo, fotografía, diseño, antigüedades y arte moderno. Tiene un repertorio de veintidós galeristas de Europa y América, recibe un promedio de veintinueve mil visitantes y presenta el trabajo de más de ciento veinte artistas. El mercado del arte en nuestro país es aún muy limitado y es un grupo muy reducido de la sociedad el que puede y se interesa por adquirirlo. No necesariamente por los precios altos, porque hay artistas que venden su obra a costos muy accesibles; sino por la falta de públicos, las propuestas que en muchos casos son bastante tristes o mediocres, y las problemáticas socio económicas de nuestro país que colocan a la compra de arte como algo casi innecesario, en una sociedad preocupada en primer lugar por comer y tener mínimas condiciones de seguridad. Sólo tres de los países latinoamericanos que comparten en conjunto las mismas carencias, pueden darse el lujo de tener este tipo de ferias: Argentina, Colombia y México, siendo esta última la más grande y antigua. En general, las ferias de arte en los
últimos años presentan un problema compartido, una conceptualización extrema del arte. Exhiben en muchos casos objetos cotidianos, que en ocasiones parecen, como dice mi hijo, tomaduras de pelo que cualquiera puede hacer. Ya que son tan minimalistas y abstractas que su discurso creativo se basa en teorías filosóficas que hacen que muchos espectadores se sientan tontos al no entender qué quiso decir el artista (creo que a veces, ni el mismo artista sabe qué quiso decir ya que en ocasiones el concepto de la obra y hasta el título de sus piezas se lo dicta un “especialista”). Sin embargo, no nos dejemos llevar sólo por lo negativo. Las ferias de arte nos pueden mostrar ya sea las últimas tendencias, o lo que queremos y no queremos saber de este apasionante mundo. Al asomarnos por la ventana del arte contemporáneo, podemos ver el reflejo de nuestra sociedad actual, de cómo se está tejiendo nuestra historia, en ocasiones tan abstracta que es difícil de entender. Los invito a compartir sus ideas y ocurrencias en mi correo electrónico arslibermuseologia@gmail.com. *Curadora.
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LA GUALDRA NO. 232
Artemio Rodríguez o la fórmula inquebrantable de retratar imaginarios impuros
Artes Visuales
6 Por Armando Salgado
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rtemio Rodríguez es un visionario del presente. Halla entre los cuerpos del hombre el hilo negro que conduce a la desnudez; ¿no es ella quien oculta detrás de la impureza el verdadero retrato de cualquier imaginario? A estas alturas, lo último que nos resta es no dejar de creer y Artemio Rodríguez atrapa en su costal las creencias de un pueblo que no ha dejado su condición nómada; al menos no desde el movimiento constante de sus ideas que van de un lugar a otro en busca de nuevos horizontes y la mayoría de las veces, en busca de viejos peldaños. Es la materia necesaria en el hecho de narrar, es el abismo inquebrantable en las creencias que nos han heredado. Por tal razón Rodríguez no sólo es un visionario del presente sino del pasado y explica con su obra la manera vertiginosa de colgarnos del árbol mientras tarareamos un diablo en voz baja y en lengua extraña. Artemio Rodríguez observa minuciosamente las estrategias igualitarias del arte, contempla el paso del hombre por la modernidad y ve al borde de la orilla los cuerpos del abandono desperdigados y sin cabeza. ¿No es ésta la más bella invitación al abismo? Quién la envió tuvo afán de compartir ceguera y las creencias del hombre que carcomen su cerebro desde tiempos primitivos. Gilles Lipovetsky dice que la posmodernidad sólo es una ruptura superficial, culmina el reciclaje democrático del arte, continúa el trabajo de reabsorción de la distancia
artística, lleva a su extremo el proceso de personalización de la obra abierta, fagocitando todos los estilos, autorizando las construcciones más dispares, desestabilizando la definición del arte moderno. Bajo esta sentencia algo es claro como el filo de la muerte: Artemio Rodríguez no es un artista de la distancia. Se levanta con el ojo puesto en el diablo y lo lleva en su sombra para entender no sólo el sueño americano sino la mexicanidad en el interior de un diente o en la sal de la tortilla. En la misma sombra las creencias nos pelan sus dientes y vemos cráneos, nopales, piedras, rastrojo, melodías, y las últimas patadas de otro mundo que
quiere seducirnos para dejar de ocultar esa sombra de nosotros que también está desnuda. Rodríguez mueve su cuña, deja de cortar luminosidad y atento escudriña cómo los muertos nos cuelgan mientras al lado los vecinos llevan tres días de fiesta. El ritual de la complementación es doble espejismo y un solo respiro. Grabado estático y movimiento eterno conjugados para pertenecer a la memoria y a la sombra de la reminiscencia misma. ¿No hay mejor manera de retratar nuestro sino nómada? ¿No es el movimiento quien desnuda el letargo? Dice Mijaíl Lifshitz que la conciencia es lo opuesto de las cosas materiales, y sin embargo, es idéntica
a ellas. ¿Entonces, hay conciencia en el vacío? Artemio Rodríguez da claridad a los vacíos que andan por la calle en forma de personas o peor aún en forma de pesadillas. Pesadillas en blanco y negro. Pesadillas tetrapléjicas. Pesadillas lentas por la sangre. Hubiera escrito Jaime Sabines: a veces se hacen mi sombra, van a todas partes conmigo. Se me trepan a la nariz y me la muerden y la quiebran con sus dientes finos. Rodríguez plasmó no sólo un imaginario en el libro El diablo y yo nos entendemos sino todos los imaginarios que llevamos en nuestras creencias. A partir de un poema de Jaime Sabines nos deja claro que la sustancia de las pesadillas no siempre es amarga. Por eso es mejor cerrar los ojos y apreciar el vacío como firme invitación para abrir los párpados y unirnos a la fiesta entre la gente deseando un mundo mejor y, al menos, una realidad no tan endiablada.
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Novela cincuentenaria
Farabeuf, una fantasía visual que no termina 6 Por Mauricio Flores*
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l erotismo —escribió Octavio Paz— es una fábula filosófica. Una “alegoría del desengaño” o “danza de la muerte”. Aseveración de alta propiedad, como casi la totalidad de las suyas, enmarcada en la obra literaria de Salvador Elizondo (1932-2006). Específicamente en Farabeuf o la crónica de un instante, novela que a cincuenta años de publicada continúa siendo objeto de jóvenes lecturas, análisis académicos y un cierto culto proveniente del enamoramiento que tenemos todos por lo menos visible. Porque como lo observó (1972) el mismo Paz, Elizondo “no escribe ni ensayos de filosofía ni tratados de erotología”. Sí novelas donde, siguiendo a Edgar Allan Poe, puede percibirse la belleza no en la cualidad de las cosas sino en sus efectos. “Metáfora de una realidad que siempre se nos aparece, ella misma, como signo, como metáfora”, advertía Paz. Es decir literatura, que es decir novela. A lo que Elizondo, en inexistente plano lineal, le contestaría: “Y la mejor manera de percibir un efecto subjetivo es mediante, cuando menos en la literatura creo yo, la aplicación de ese principio de montaje, que es lo que yo hice por intuición más que por conocimiento verdadero”. “Ahora [1992], ya por conocimiento, podría volver a escribir Farabeuf y posiblemente conseguiría efectos mucho mejores que los que, o no tan malos como los que, o no tan débiles como los que conseguí en este libro”. Dos años le ocuparon a Elizondo escribir
/// Farabeuf
Farabeuf. Lapso en el que bien pudieran condensarse todos los impulsos, pretéritos y futuros, del escritor en ciernes que ya para entonces era. Quizá por ello la concentración (primeros años 60) del autor en la escritura de cuentos, poemas, aforismos, ensayos… y cierto orden en cada uno de sus ejercicios de redacción, al grado de encuadernar sus manuscritos diarios. De entre todo, “La quimera”, nombre inicial de la novela ahora cincuentenaria, fue sin duda el mejor corolario. Series paralelas “Obra construida en torno a dos series paralelas de signos que se reflejan unos a otros y cuyas combinaciones producen imágenes y situaciones semejantes, aunque en cada ocasión ligeramente distintas”, la definió en su momento Paz, Farabeuf pronto se ubicó en un sitio de privilegio en nuestra república letrada. Editada en el sello Joaquín Mortiz, recibió el Xavier Villaurrutia, para la fecha un premio aún no corroído. Convirtiéndose también en un libro de gran atracción para los nuevos lectores, como anota Paulina Lavista en su versión conmemorativa a cargo de El Colegio Nacional, del que Elizondo fue miembro. Nueva entrega a la altura de sus significados en el tiempo, que se acompaña con documentos, manuscritos, esquemas y textos acerca de la novela. Vista, leída, reflexionada en el tiempo Farabeuf se torna cada vez más importante. “Lectura fascinante —donde, escribe Gabriel Zaid— el vocabulario, la fantasía visual, la tónica de los sujetos verbales, me
/// Manuscrito de Elizondo
resultaban de una milagrosa (¿deliciosa?, ¿insolente?) exactitud”. Novela que su autor explicaba lo mismo en el terreno práctico que teórico. Al punto de reconocer, dejando de lado la escritura china y las cuestiones más visuales, aspectos más profundos. Lo que apoyado en Poe definió como el efecto poético. Ese espacio en el que se reúnen el conjunto de imágenes. “Combinación aparentemente azarosa, pero yo creo que instintivamente, perfectamente clasificada y medida, me permitieron esa conjunción de imágenes que producen una tercera imagen”. Que reconocido por Elizondo, Farabeuf se explica partir de Poe, de Valery, Baudelaire y hasta de Pitágoras y Platón, en tanto el entendimiento del arte desde la subjetividad, sin dejar de ponderar la estatura de ambos, creador y obra. Y que Paz haya recurrido a Ramón López Velarde para explicar las dosis de placer contenidas en ella, cierra un círculo al parecer inadvertido en el mismo Elizondo. “Uno de los poquísimos poetas realmente eróticos de la literatura moderna en español, López Velarde, dice que el placer es una escritura: Voluptuosa melancolía: en tu talle mórbido enrosca el Placer su caligrafía y la Muerte su garabato. “La escritura del placer se enrosca como una víbora o una liana —como interrogación. Es una pregunta que estrangula o que, al menos, inmoviliza a su objeto. Y la respuesta a esa pregunta, si es que efectivamente la muerte es una respuesta, es un ga-
/// Portada de Farabeuf
/// Paz y Elizondo.
rabato: un signo no sólo indescifrable, y, por tanto, in-significante. Así pues, la traducción de ese signo (que es la marca de nuestra mortalidad)”, remata Paz. Farabeuf o la crónica de un instante, en su edición conmemorativa, incluye texto de Octavio Paz, Paulina Lavista, Mariana Elizondo, Gabriel Zaid, Mauricio Montiel Figueras, Manuel Gallego Roca, Margo Glantz, Michele Alban, Guillermo Sheridan, Adolfo Castañón, Emiliano Monge, Jorge F. Hernández, Pablo Soler Frost, Javier García-Galiano, Anamari Gomís y Alejandro Toledo.
Me veo recordando Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo. Salvador Elizondo, El grafógrafo (1972, fragmento).
Salvador Elizondo, Farabeuf, El Colegio Nacional, México, 2015, 288 pp. * mauflos@gmail.com
Libros
(Segunda parte y final)
/// Sueño eterno
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l lenguaje de Verónica Mercado es el de lo onírico. En su obra nos encontramos con el agua como elemento crucial, como símbolo de todo aquello generador de vida. Sus personajes están cargados de una profunda emoción, ésa que surge al enfrentarse a terrenos desconocidos y silenciosos en los que la presencia femenina, en su diálogo con el mundo, se manifiesta constantemente: mujeres que viajan, navegan… mujeres que actúan en el gran escenario de una historia pletórica de elementos teatrales. Mujeres de silencios, agua y sueños… Nació en Monterrey, Nuevo León, en 1973. Es Licenciada en Diseño Industrial (UANL). En el año de 1990 ingresa a los Talleres Libres de la Facultad de Artes Visuales. Posteriormente estudió en diversos talleres como el de Expe-
Verónica Mercado
De silencios, agua y sueños… rimentación Plástica de la Casa de la Cultura de Nuevo León; en el Instituto Allende toma clases de dibujo y técnicas avanzadas a cargo del Maestro Tim Hazell; en Zacatecas, en el Taller de Pintura y Grabado Julio Ruelas y en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, donde tomó el curso de mezzotinta con Francisco Souto; asimismo ha participado en cursos con maestros como Hilda Cruz de Abad y Luz García Ordóñez.
Su trabajo ha sido acreedor de reconocimientos tales como la Mención Honorífica otorgada en la Biblioteca Magna Raúl Rangel Frías en la exposición “Salones 2002”; el Premio de Adquisición de Artes Visuales de Matamoros; y el Primer Lugar de Dibujo en TEP, entre otros. Su obra ha sido expuesta en México y en el extranjero y ha participado en ferias internacionales de arte como la Affordable Art Fair de México y en Expo Reforma.
Ha radicado en distintas ciudades de México, incluida Zacatecas, ciudad en la que se involucra más con las diversas disciplinas de las artes plásticas y participa en varios recintos culturales como la Ciudadela del Arte, el Centro de la Gráfica Zacatecana, la Casa de la Cultura de Zacatecas, Cineteca Zacatecas, Museo Francisco Goitia y Galería Irma Valerio. Actualmente radica en Monterrey, Nuevo León.
/// Diálogos con el silencio I
6 Por Jánea Estrada Lazarín
/// Aguas del tiempo
Artes Plásticas
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/// Mirada al interior
/// Umbría
/// Sin título
/// Búsqueda nocturna
Artes Plásticas
/// Soñantes
/// Diálogos con el silencio II
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Río de Palabras
Promoción de la Lectura
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¿Qué males puede provocar la lectura? 6 Por Eduardo Campech Miranda
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entro del Diplomado de Profesionalización de Mediadores de Lectura, del Programa Nacional Salas de Lectura, existe una tarea donde los mediadores levantan una encuesta entre la población para conocer cuál es la percepción social que guarda la lectura. Una de las preguntas es ¿qué males puede ocasionar la lectura? Pregunta provocadora, sin lugar a dudas. Primordialmente cuando las campañas en pro del libro y la formación de lectores argumentan infinidad de beneficios de la misma, incluyendo el goce, pero que de una u otra manera han sido inaccesibles para gran parte de la población mexicana. Las respuestas que llevaron los diplomantes fueron sorprendentes. Entre las respuestas que más se dieron están: “leer afecta
6 Por Carlos Flores
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onducir podría ser un placer pues no hay nada como sentir el funcionamiento de un vehículo: los cambios de velocidad, el ronroneo de la máquina, la suavidad de los neumáticos y la resistencia de los amortiguadores. Al mismo tiempo, ver la calle o la cinta asfáltica, la gente por las calles, los paisajes en el camino, y todo es mejor si el proceso va a acompañado con el fondo musical de nuestra preferencia. Pero en esta ciudad manejar es estresante, sobre todo en las horas cuando los citadinos, azuzados por la prisa debido al haberse quedado bajo las cobijas otros cinco minutos por la mañana, conducen sin consideración por los señalamientos de tránsito ni por el sentido común. Las calles se vuelven un carnaval de pitidos de claxon, de acumulamientos de autos, de ofensas entre conductores y maldiciones que arruinan los días de los espíritus susceptibles y, ocasionalmente, daños materiales o alguno que otro peatón golpeado por algún imprudente atento al celular. Pero nada peor que encontrarse con un taxista o un camionero. Los primeros con sus vehículos japoneses se mueven con la aparente habilidad de la experiencia que les da estar sentados por más de diez horas frente al tablero, pero con la insensatez de quien no ama su trabajo y
la vista”. Resulta curioso este argumento en una época donde los dispositivos electrónicos son el soporte que se lee mayoritariamente, y por las horas que la población pasa frente a la televisión. En otras palabras, se está expuesto más tiempo a una superficie más brillosa que el papel. Hace años escuché a varias personas expresar que leer provocaba una pérdida de la realidad: “quien lee se vuelve loco”, aseguraban. Congruentemente, esas personas no leían. La segunda consecuencia negativa de la lectura está en la percepción del mundo: “Leer te hace rebelde, revoltoso”, “leer te vuelve crítico”. Creo, que entre otros factores, lo anterior es producto de los estereotipos construidos desde los medios de comunicación, de la domesticación efectuada por el Estado a través de distintos canales, de la proliferación del paradigma donde la crítica necesariamente tiene una naturaleza que, lejos de edificar y construir, destruye. De ahí
/// Qué males puede provocar la lectura. Imagen de Thomas Leuthard
que existan elementos sociológicos y antropológicos para explicar cómo es que hay un sector que venera delincuentes, hasta el grado de realizar peregrinaciones y cadenas de oración. Dentro de este rubro hubo una respuesta por demás inesperada: “leer provoca que quieras cosas que no tienes y eso es malo”. ¿Cuál es la idea del progreso que tiene nuestro país?, ¿seguimos siendo el pueblo estoico que “carga con su cruz”? Reitero: estamos tan domesticados y a la espera de que el gobierno nos siga dando dádivas que la acción es mal concebida y esperamos que
las soluciones, literal, nos caigan del cielo. Quizá la máxima filosófica y de vida de esta persona (joven, por cierto) es aquélla que reza algo así: “siempre habrá alguien que esté peor que tú”. Ante situaciones como las descritas me convenzo de la necesidad de formar lectores. No para pensar igual. No, no digo que todos debamos estar cortados por la misma tijera. Pero sí para tener, al menos, un proyecto a mediano plazo, para poner en marcha este país, para tener un proyecto de vida, para romper la partidocracia, para tener una voz propia.
Manejar en Zacatecas
mucho menos al prójimo. Estos escurridizos seres aprovechan el mínimo descuido de sus oponentes al volante para ganar el paso, adelantarse, o bien, recoger y bajar su pasaje en donde se les ocurra, sin atender las reglas de vialidad. Los segundos, probablemente motivados con el ritmo tropical de sus radios, se desplazan a velocidades monstruosamente peligrosas en sus enormes camiones, con lo que provocan de manera ocasional algunas
muertes anuales de niños en los barrios populares, cuantiosos daños materiales y miles de experiencias de cercanía a la muerte en los viandantes. Ciertas señoras y los pequeños callejones pueden ser algo espantoso, pues éstas no conducen con la razón, sino con la actitud de amas de casa acomodadas y perfectamente conscientes del dominio sobre su marido, por lo que piensan que el resto del mundo también está a
sus pies, así que no son capaces de un mínimo de cordialidad al encontrar a otro conductor a la mitad de un callejón y hacerse a un lado para poder pasar los dos coches. Los hombres no se quedan atrás. Para algunos el conducir es una guerra de voluntades y egos. Entre más viejo y destartalado esté el coche mayor es la actitud de desfachatez y ofensiva. No por eso, quienes conducen camionetas de ranchero, dejan de ser ofensivos, pues ven en los vehículos compactos pequeños seres estorbosos en sus exclusivos caminos, construidos especialmente para ellos, por lo que se sienten como si fueran trabajadores de gobierno en su vehículo oficial. Los jueves y los viernes, algunos sábados también, la hora junior hace que el centro de la ciudad semeje plazuela de rancho, pues así como en las comunidades la gente sale a dar la vuelta con sus mejores vestidos, de la misma forma los jóvenes citadinos logran que sus padres, cansados de la semana ajetreada, les presten los vehículos para pasear en la ciudad, por lo que las calles y callejones se ambientan con música de banda, percusiones electrónicas y reggaetón. Pintoresco pero absurdo, práctico pero peligroso, así es el conducir en esta capital bizarra.
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Desayuno en Tiffany’s, mon ku
Ronda de los viejos filmes: El demonio y la carne
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sta semana nos proponemos volver sobre una cinta que en su momento fue celebrada como una de las mayores obras maestras del cine mudo hollywoodiense: El demonio y la carne, realizada por Clarence Brown en 1926. Esta película elevó a categoría de mito a la sueca Greta Garbo quien hasta entonces sólo había salido en dos éxitos de la Metro Goldwyn Mayer: Entre naranjos y La tierra de todos, adaptadas de novelas de Blasco Ibáñez en una época en que Hollywood gustaba de inspirarse en el floclore hispánico para producir filmes exóticos. Por aquel entonces la trama narrativa de las películas giraba en torno a dos tipos de mujer: la ingenua, generalmente interpretada por una actriz anglosajona, y la vampiresa cuyo papel corría a cargo de una actriz europea, preferentemente de rasgos latinos a veces fabricados para la ocasión. Como no podía ser de otro modo, la Garbo tuvo que interpretar el papel de la mujer destrozadora de hogares, una condición que arruinó la carrera de muchas actrices que se vieron condenadas a un repetorio invariable de gestos y actitudes melodramáticas que
/// El demonio y la carne
eran poco compatibles con las exigencias de verosimilitud cinematográfica y que ya en los años 20 hacían reír a los públicos más que otra cosa. En Entre naranjos la joven enamorada, interpretada por la Garbo al principio de la película, sufre a lo largo de ésta una serie de transformaciones carnavalescas que la acaban convirtiendo en una mujer seductora y fatal, una condición que se confirma en La tierra de todos que llevaba como título original The Temptress. Sin embargo, la actriz no vio con buenos ojos el encasillamiento que se le aplicaba y trató de superar el estereotipo con sus dotes interpretativas, de ahí el estruendoso éxito de El demonio y
la carne que vino a trastornar las costumbres de los públicos, llevándoles a cuestionar la naturaleza vampirésica del personaje. El argumento de la película no tenía nada original al contar cómo Leo, un oficial interpretado por el apuesto John Gilbert, se enamora perdidamente de Felicitas (Greta Garbo), una mujer casada con su mejor amigo Ulrich (Lars Hanson), lo cual lo meterá en una situación complicadísima. Conforme a lo que ocurría en muchas películas con un personaje de mujer fatal, ésta muere al final ahogándose en un banco de hielo cuando, exhortada por la ingenua Hertha (Barbara Kent), trata de impedir el
El Renacido, la lucha por seguir respirando 6 Por Lucía Medina Suárez del Real
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a película The Revenant (El Renacido) de Alejandro González Iñárritu, ubicada implícitamente en el siglo XIX, narra la historia de un hombre que guía un grupo de cazadores al interior de las tierras del oeste norteamericano, en la búsqueda de pieles, y en cuyo camino, tiene que luchar con los nativos de la zona, y las adversidades de un gélido clima, capaz de arrancar la vida a cualquiera que no tome las mínimas precauciones necesarias para estar en él. La historia, aparentemente sencilla, está arropada por un escrupuloso trabajo técnico que implicó filmar en el orden cronológico de la película, en temperaturas de hasta 25 grados centígrados bajo cero, y solamente con luz natural, por lo que se llegaba a rodar sólo dos horas en un día, inicialmente en Calgary, Canadá, y posteriormente, al no haber la nieve suficiente en ese lugar, en Argentina. Tiene 12 nominaciones al premio Óscar,
/// Leonardo di Caprio en The Revenant.
entre los que están mejor película, fotografía, montaje, diseño de producción, efectos visuales, maquillaje, montaje sonoro y mezcla de sonido, vestuario, dirección, mejor actor de reparto, y por supuesto, mejor actor, y parece que ésta podría ser la esperada oportunidad de que Leonardo Di Caprio gane un
premio de la academia después de varias nominaciones sin conseguirlo. Es curioso, el actor norteamericano no pudo lograrlo ni a los 22 años, haciendo un papel de discapacitado mental, personaje que fascina a la academia, en ¿A quién ama Gilbert Grape? (como actor de reparto); tampoco obtuvo un Oscar, haciendo el papel del joven encantador y enamorado en Titanic, la película más importante de las últimas décadas; ni con la exitosa Atrápame si puedes; y ni siquiera la mano experimentada de Martin Scorsese en Pandillas de Nueva York, o de Quentin Tarantino en Django, desencadenado, fueron suficientes para que obtuviera el galardón. Es pronto para decirlo, pero para algunos, ésta podría ser la oportunidad de DiCaprio de hacerse del ansiado premio.1 Sería interesante que así fuera, pues en éste, a diferencia de sus otros filmes, más que construir un personaje, parece deconstruirlo. Sus diálogos son pocos, casi nulos, toda la carga actoral está en su expresión corporal. Y más que llevar al espectador a imaginar, a
duelo entre Leo y Ulrich. Lo que sí fue original fue la fuerte impresión de realismo que transmitió la película en cuanto al modelo de mujer encarnado por la Garbo y sus impulsos amorosos que en muchos casos no se vieron como algo pecaminoso o que mereciera castigo sino como algo natural que la mujer podía sentir tanto como el hombre. Hay que mencionar que esa “naturalidad” se debió también a que la Garbo y Gilbert se enamoraron de verdad en el plató, produciendo escenas inolvidables de un amor en el que la mujer tomaba iniciativas y expresaba un deseo como ninguna actriz lo había hecho en la pantalla hasta entonces. Por supuesto, la película no fue del gusto de todos y los públicos conservadores echaron pestes contra Felicitas en particular por la escena de la misa, al ver cómo ella, durante la comunión, posa los labios en el mismo lugar en que las posó su amante. En El demonio y la carne la Garbo apareció como una actriz aparte que en adelante se opondría fuertemente a los cabezas de la Metro Goldwyn, exigiéndoles otro tipo de papeles y dando así la imagen de una mujer fuerte e independiente tanto en su vida como en sus películas.
olvidarse de sí mismo y meterse en la piel de alguien más, logra meternos en la propia haciendo de su personaje un espejo de nuestras propias luchas internas. En El Renacido, DiCaprio no hace más gracia que sobrevivir; al hambre atroz, al frío pasmante, a la soledad, a la desesperanza, a la podredumbre propia, y a la de la humanidad misma. Hugh Glas (DiCaprio), no hace más que respirar, y seguir respirando cuando ya no hay razón para hacerlo, cuando ya no hay nada que lo justifique, y sólo lo tiene en pie lo más oscuro que puede haber en uno mismo. Respira y sigue respirando, lucha contra una osa, se alimenta, se esconde, huye y pelea sólo sostenido en los oscuros sentimientos que el cristianismo nos enseñó a mantener ocultos y reprimidos. Ignoro las posibilidades de ganar el premio de la Academia que tiene DiCaprio y la película en general, pero resulta interesante el éxito obtenido de un film que apela a lo más primitivo, el instinto de seguir vivo, y a esas cualidades que afloran para dejarnos ver, que sin importar geografías y temporalidades, todos somos salvajes. 1
Un grupo de zacatecanos ya convoca a festejar –de
lograrse- el triunfo de DiCaprio en la Alameda Trinidad García de la Cadena, el 22 de febrero, como si fuera un partido de la selección mexicana de futbol.
Cine
6 Por Évelyne Coutel
10 PROGRAMA FEBRERO 2016, CINETECA ZACATECAS. ¡Todo febrero celebraremos el Séptimo Aniversario de la Cineteca Zacatecas! Estrenos y 14 Semana de Cine Alemán: Entrada general $30.00 Estudiantes con credencial, personas con discapacidad y personas 3ª edad $20.00 Miércoles 10, 18:00 Hrs. PERSONAJES Dir. Krzysztof Kieslowski Polonia/ 1976/ 67 min. Miércoles 10, 19:15 Hrs. Programa de cortometrajes Entrada libre. Presencia de talento. Duración total: 69 min. KNOCK KNOCK Dir. Maxence Rapp Francia/ 2015/ 9 min. El ENCUENTRO. Dir. Deborah Araya Chile/ 2008/ 9 min EL MAGNÍFICO CHANCHO VOLADOR Dir. Evelyn Belmar Chile/ 2012/ 1 min. LA NOCHE DE LOS PERROS DE MIERDA Dir. Georgina Zanardi Argentina/ 2012/ 15 min UN FINAL ASÍ Dir. Evelyn Belmar Chile/ 2014/ 1 min. A TRAVÉS DE TUS OJOS Dir. Deborah Araya Chile/ 2014/ 6 min. EVYLAND Dir. Evelyn Belmar AGENDA CULTURAL FEBRERO 2016
LA GUALDRA NO. 232
Chile/ 2010/ 15 min. LA CASA DE LOS JUGUETES Dir. Edin Alain Martínez México/ 2015/ 13 min. Ema trabaja en un museo regional de juguetes, le piden que se quede una hora más, cuidando unos nuevos juguetes que fueron rescatados de un incendio. Ema ignora que estos nuevos juguetes llevan consigo a un demonio. Jueves 11, 18:00 Hrs. ESTRENO LOVE Dir. Gaspar Noé Francia/ 2015/ 130 min. Jueves 11, 20:15 Hrs. PERSECUCIÓN DE UNA LITOGRAFÍA Dir. Alfredo Castellanos México/ 2015/ 52 min. Viernes 12, 17:30 Hrs. DULCES SUEÑOS MAMÁ Dir. Veronika Franz, Severin Fiala Austria/ 2014/ 99 min. Del productor Ulrich Seidl Viernes 12, 17:30 Hrs. Conferencia EL AMOR EN LA ÉPOCA POSMODERNA Coordina la Asociación de Psicólogos, Psicoterapeutas y Psicoanalistas de Zacatecas. Viernes 12, 19:00 Hrs.
MIÉRCOLES 10, 17 y 24 / 18:00 horas Todos al Centro Histórico Miércoles de Danzón Mercado J. Jesús González Ortega Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas
Entrada libre SÁBADO 13 / 19:00 horas Sábados en la Cultura Concierto para enamorados Grupo La Polilla Romántica Grupo Silueta Musical Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” Casa Municipal de Cultura de Zacatecas
JUEVES 11, 18 y 25 / 19:00 horas Tradicional Concierto Banda Sinfónica del Estado de Zacatecas Dir. Salvador García y Ortega Plazuela Goitia
DOMINGO 14 / 17:00 horas ¡Vive la Ciudad! Foro Infantil Los Mochados Factotum Escena – León, Gto. Plazuela Goitia
VIERNES 12, 19 y 26 / 18:00 horas Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Dir. Alfonso Naranjo Plazuela Goitia Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas
VIERNES 19 / 19:30 horas Teatro Solo Laboratorio Teatral CoInspiración Sala de la Bóveda I Centro Cultural Ciudadela del Arte
PROGRAMACIÓN GENERAL
DOMINGOS 14, 21 y 28 / 13:00 horas Tradicional Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Dir. Alfonso Naranjo Casa Municipal de Cultura de Zacatecas Entrada libre Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas JUEVES 11 / 20:00 horas ¡Vive la Ciudad! en el Teatro Tango Grupo Tres Tango Tatiana Maroutchak - piano Víctor De Luna - violín Raúl Jáquez - acordeón, bandoneón y arreglos Teatro Fernando Calderón
SÁBADO 20 / 19:00 horas Sábados en la Cultura Tangos Grupo Son de Plata Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” Casa Municipal de Cultura de Zacatecas VIERNES 26 / 19:30 horas ¡Vive la Ciudad! Plazuela Miguel Auza SÁBADO 27 / 19:00 horas Temporada de Conciertos Orquesta de Cámara de la Ciudad de Zacatecas Dir. Arturo García Cuéllar Auditorio del Museo de Arte
Inauguración de exposición de grabados en el marco del séptimo aniversario de la Cineteca Zacatecas y el Octavo Aniversario del Centro de la Gráfica. LABORATORIO DE EXPERIMENTACIÓN GRÁFICA Participan: Eli Cuevas, Hulvia Rivera, Irma Medrano, Irving Navarrete, Iván Medrano, María Mier, Monse Carrascal, Natalia López, Paola Santana, Perla PM, Rocío Rodríguez, Sarahí Cuevas, Susana Díaz. Entrada libre. Brindis de honor. Lugar: Vestíbulo de la Cineteca Zacatecas Sábado 13, 18:00 Hrs. ESTRENO DULCES SUEÑOS MAMÁ Dir. Veronika Franz, Severin Fiala Austria/ 2014/ 99 min. Sábado 13, 20:00 Hrs. SWIMMING POOL Dir. François Ozon Francia/ 2003/ 102 min. Domingo 14, 12:00 Hrs. LA COLINA DE LAS AMAPOLAS Dir. Goro Miyazaki Japón/ 2011/ 91 min. Domingo 14, 18:00 Hrs. LA DELICADEZA Dir. David Foenkinos, Stéphane Foenkinos Francia/2011/ 108 min. Domingo 14, 20:00 Hrs. LOS INFIELES Dir. Emmanuelle Bercot, Fred Cavayé, Alexandre Courtès, Jean Dujardin, Michel Hazanavicius, Eric Lartigau, Gilles Lellouche Francia/ 2012/ 109 min. Abstracto “Manuel Felguérez” Admisión $50.00 SÁBADO 27 / 19:00 horas Sábados en la Cultura Rock de los 60´s Grupo Formula 1 Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” Casa Municipal de Cultura de Zacatecas MUSEOS Y GALERÍAS MUSEO ZACATECANO Mundanal e Imaginario De Juan Carlos Villegas Permanencia: 28 de febrero de 2016 ANTIGUO TEMPLO DE SAN AGUSTÍN Intifadah De Javier Cortés MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUÉREZ José Francisco en Zacatecas Exposición Antológica Sala Temporales I Permanencia: 29 de febrero Sigilos de la Intimidad, Miki Gutiérrez Sala Temporales II Permanencia 29 de febrero Espacios Dodecaromboédricos, Ernesto Hume Sala Mayor Permanencia: 29 de febrero Metonimias, Luis Carrera Sala de los Zacatecanos Permanencia: 29 de febrero
MUSEO FRANCISCO GOITIA “Noches de Blanco Satén” Recordando al Arq. José Álvaro Ortiz Pesquera, en su 15 aniversario luctuoso
Colectiva (aprox. 60 artistas plásticos) Técnicas: Dibujo, pintura, grabado, gráfica y escultura Permanencia: 27 de marzo
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8 DE FEBRERO DE 2016
Mauricio Magdaleno, para intrusos XXVI. Los cuentos que nunca antes pudo reunir. El ardiente verano
Literatura
6 Por Conrado J. Arranz*
E
l ardiente verano (1954), que Mauricio Magdaleno publicó en el Fondo de Cultura Económica, y que sin duda es la obra más vendida del autor, es una colección anacrónica de cuentos. La edición ha dado pie a la crítica para juzgar la obra como fruto del medio siglo —un siglo marcado en el subgénero narrativo del cuento por las obras de Juan Rulfo y Juan José Arreola—, cuando en realidad contiene relatos escritos incluso veinte años atrás. Un ejemplo es “El ardiente verano”, el cuento que da título a la colección, que se trata de una variación del cuento “Mexicanos en Texas” (1943), y cuya primera versión fue “Segundo Turno” (1941), cuento que se publicó en Hoy. Los escasos cuentos que suponían una novedad editorial en cuanto a que fueron publicados por primera vez —“Cuarto año”, “Las carretelas” y “Las Víboras”— hacían referencia a una suerte de “ciclo biográfico de la Revolución” o “ciclo de la memoria de Aguascalientes”, porque todos refieren aspectos autobiográficos del autor, dirigidos a la recreación de los años de la Convención de Aguascalientes, en cuya ciudad de celebración vivió su infancia, algo que podemos comprobar también en la crónica “Una furia en reposo” (Novedades, 29-VII-1956), en la que narra su fugaz encuentro con Pancho Villa. De cualquier forma, de lo que no cabe duda es que la publicación de El ardiente verano significó un balón de oxígeno a la truncada trayectoria literaria del autor, que había dedicado los últimos años a una intensa actividad política y cinematográfica. De la anacronía de la publicación fue consciente el propio autor que, dos años más tarde, hablaba en una entrevista con Mario Puga de los jóvenes escritores contemporáneos en relación con el cuento: Creo en la literatura mexicana y creo en los escritores jóvenes. Ellos son quienes recogerán los frutos de esa amarga y cruda experiencia revolucionaria, son ellos los herederos del acervo histórico de nuestro pueblo. Y ya ha dado frutos excelentes […] me quedo con Juan Rulfo y con Juan José Arreola, tan
/// El ardiente verano, de Mauricio Magdaleno.
primeros cuentos sobre la Revolución Mexicana, entre los que echamos en falta dos excepcionales narraciones, “El compadre Mendoza” y “El baile de los pintos”. El hecho de que los cuentos que suponen una novedad en el libro sean precisamente los que hacen memoria del acontecimiento histórico referido, muestra la voluntad del autor de reconocerse literariamente en este marco. La dispersión con la que Mauricio Magdaleno dio a conocer sus relatos a lo largo de numerosas publicaciones periódicas lo empujó a coleccionarlos en esta obra, bajo un ímprobo trabajo editorial de Alí Chumacero y Sindulfo de la Fuente, cuyo esfuerzo principal se centró precisamente en dotar de coherencia al conjunto de la obra. Por lo mismo, El ardiente verano es un excepcional caleidoscopio para disfrutar de todo lo que nos puede ofrecer la trayectoria literaria del autor. * (Madrid, 1979). Escritor, crítico, e investigador
/// Juan Rulfo
de proyecto en El Colegio de México. Doctor en literatura española e hispanoamericana por la UNED,
distintos entre sí y tan extraordinarios escritores ambos. ¡Qué fuerte, qué intenso qué tremendamente dramático es Rulfo! ¡Y qué fino, sutil, irónico y aun satírico, es Arreola! Entrambos están las dos caras de la medalla de nuestras letras contemporáneas. Me es imposible establecer preferencias entre uno y otro. El realismo de Rulfo, quizá…. Pero, no, imposible. Ambos son excelentes escritores.
con una tesis sobre el universo literario de Mauri-
Magdaleno conocía su espacio dentro del género, el del escritor de la Revolución Mexicana, que tuvo no sólo que narrar en primera persona del presente los crudos sucesos históricos, sino que debió también reflexionar sobre el papel que la memoria tuvo sobre aquéllos, sin la suficiente distancia, y sin la suficiente reflexión en cuanto a los procedimientos literarios. Por esta razón, valoramos como lo más valioso de la obra sus
cio Magdaleno. Sus intereses de investigación son la literatura española e hispanoamericana de los siglos XIX y XX, prestando una especial atención a la narrativa mexicana y a la literatura del exilio español. Junto a Andrés del Arenal ha coordinado la colección de ensayos El muerto era yo. Aproximaciones a Juan Rulfo (Calygramma / EstoNoEsBerlín, 2013) y ha realizado la edición, el estudio preliminar y las notas de la novela El resplandor, de Mauricio Magdaleno (Clásicos hispanoamericanos, 2013). Actualmente reside en México, DF.
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LA GUALDRA NO. 232 /// 8 DE FEBRERO DE 2016
Una montaña en el camino Río de Palabras
6 Por Alberto Huerta Para Octavio Vázquez
L
¿Aún ríe tu cuerpo con la intensa caricia de la mano o del aire? Cesare Pavese
montaña eres tú. Recostada. Desnuda. Sin importarte el frío helado del invierno a pesar del sol. Y yo pienso que eres tú esa montaña. Me arden los ojos. Y mis manos aprietan el libro que intento leer. Así, desnuda, al caer la tarde, cuando la luz solar se vuelve naranja, más bien ámbar. Y yo pienso en ti, y hasta mí llega el aroma que se desprende de tu cuerpo.
Una mezcla floral, dulce, fresca… Y creo escuchar una canción de Alfredo Zitarrosa: Si te vas, quiero verte partir / saber que te has ido / sin adioses / el amar y el morir / nunca son olvido… ¿o es Diego El Cigala?... La noche que me quieras / desde el azul del cielo / las estrellas celosas / nos miraran pasar / y un rayo misterioso / hará nido en tu pelo… Digo y te veo pero no escucho tu voz. Y observo
mientras el frío me produce escalofríos y dolor de estómago: estás dormida sobre el campo, desnuda, entre huizaches y pirules, sobre la hierba seca. Simples varejones rígidos, frágiles, quebradizos. Parpadeo. El horizonte pronto se pinta de naranja. Es un resplandor. Y yo digo: Ya me fui. Y el autobús sigue su camino. Y yo me arrullo con el movimiento del autobús, y doy cabezadas. Cierro el libro. Más bien él solo se cierra. A esta hora de la tarde el tiempo pasa como un suspiro. La montaña es sólo una sombra oscura que recorta el horizonte. Arriba el azul se ha convertido en un azul blanquecino y ha aumentado el frío. Sobre mis piernas descansa el libro Un día volveré, de Juan Marsé.
a montaña es como una mujer desnuda que se desparrama sobre el campo reseco en tramos verde, en tramos seco. Y las formas redondas, grandes y duras. Y arriba el azul del cielo sin una brizna de nubes. Y yo digo que esa
Fe
6 Por Pilar Alba
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icen que en este mundo se ha perdido la fe, yo no lo creo, más bien se vive con más fe en estos días. Diario se levanta uno esperando que no le hayan robado los tapones a las llantas de su carro, o que ahora sí pase el camión de la basura. Que el gas no haya subido, que todavía encontremos bolillo en la tienda. Andamos por la vida con la fe de que nos llegue la próxima quincena, de que no nos hagan descuento o nos clonen las tarjetas. Confiamos en que cuando salgamos a la calle todos respetarán las leyes de tránsito y no moriremos aplastados o prensados en un accidente. Hacemos también otros pequeños pero significativos actos de fe, a cada momento, cuando nos dan el cambio, cuando pedimos que nos den la hora. Y otros más grandes como cuando dejamos nuestro auto en manos de algún mecánico o con un técnico nuestra computadora; confiamos en
/// Franz Marc. Tres gatos. Óleo sobre tela. 1913. Franz Marc es considerado como uno de los principales representantes del expresionismo alemán. Nació un 8 de febrero de 1880, y así lo recordamos en la Gualdra, a 136 años de su nacimiento.
que los repararán, en que no les robarán las piezas o que no nos cobrarán un gasto excesivo cuando lo que tenían no era la gran cosa. Yo por eso digo,
que seguimos teniendo fe, yo la tengo todos los días, no porque me persigne o cumpla con algún rito religioso, no, la fe no se trata de eso desde mi punto
de vista; cuando me enfrento al mundo simplemente lo hago dejándome llevar con la fe absoluta de que regresaré a mi casa sana y salva.
El Picaporte Te voy a echar por escribir “hechar” 6 Por Simitrio
Quezada
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xiste quien cree que el verbo “echar” y todos sus derivados se escriben con “h”, quizá porque lo
relacionan con el sustantivo “hecho”, que también es participio. “Echar”, hacer que algo vaya a parar a alguna parte al darle impulso, proviene del peculiar verbo latino “iactare”,
del que también derivan palabras españolas como jaculatoria, inyección, proyecto, trayecto; y anglosajonas como eject. No debemos confundir el verbo conjugado “echo”, pri-
mera persona del singular del presente de indicativo del verbo “echar”, con el sustantivo “hecho”, participio del verbo “hacer”. “Hacer”, producir algo o darle el primer ser, proviene
del verbo latino “facere”, del que también derivan palabras españolas como factura, facto, hechura; y anglosajonas como facts. “Hechar”, pues, es palabra inexistente. Lo correcto es “echar”. Y si escribes algo como “Lo he echo bien”, en realidad lo has “hecho” mal. *Envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail.com