6
LA GUALDRA NO. 423
Museo Arqueológico de La Quemada Ollin: Memoria en Movimiento
[Parte 1: antecedentes] /// Exteriores del Museo de La Quemada.
t Por Carlos Alberto Torreblanca Padilla*
E
n 1831 el gobierno de Francisco García Salinas emitió un decreto para la conservación de monumentos antiguos, con la intensión de que en medida de que las finanzas del gobierno del estado lo permitieran se realizaran obras de conservación y excavación de los sitios arqueológicos existentes en su territorio. Con esto se planeaba que las piezas prehispánicas recuperadas fueran destinadas a la creación de un museo arqueológico; 165 años después esta visionaria empresa se lograría cuando abrió al público el Museo Arqueológico de La Quemada, el 23 de junio de 1996. Esta importante zona de monumentos arqueológicos fue de interés para distintos tipos de personas quienes trataron de explicar su origen desde el siglo XVI hasta la actualidad. En el siglo XIX el Gobierno del Estado de Zacatecas realizó esfuerzos por preservar estas ruinas, y durante el siglo XX, continuó estas labores a lado del INAH. En el marco de los trabajos de rescate de la zona arqueológica de La Quemada, encabezadas por Peter Jiménez desde 1986, se comenzó a general la idea de cumplir el deseo de “Tata Pachito”. Fue en la sexta reunión ordinaria del Consejo de Arqueología del 17 de junio de 1993 donde se aprobó la propuesta para la creación del museo de sitio de la zona arqueológica de La Quemada. De esta manera las obras comenzaron en 1994 gracias a un convenio tripartita entre el Gobierno del Estado de Zacatecas, el INAH y SECTUR, para lograr abrir las puertas del museo. Desde el momento que comenzó a funcionar, el museo atrajo la atención por su arquitectura e innovación museográfica. La arquitectura fue un ejemplo de cómo puede convivir un edificio nuevo en asociación a las ruinas de una gran ciudad prehispánica. Los acabados en laja,
/// Museografía anterior del Museo de La Quemada.
/// Ollas para uso funerario, preparación y almacenamiento de alimentos. Museografía anterior del Museo de La Quemada.
el uso de la madera y el color en conjunto con la vegetación, mimetizaron el museo, al grado que el visitante lo descubre hasta que se encuentra frente al majestuoso edifico. El emplazamiento del museo siguió el orden de las antiguas construcciones existentes en el cerro, es decir, la ladera sur es una suave pendiente, la cual fue
aprovechada por los antiguos constructores. Siguiendo este eje de la ladera sur, en la parte baja y a unos metros a espaldas del Salón de Columnas se ubicó el museo, el cual fue parcialmente excavado y en donde, además, la nopalera del lugar lo cubría.
El Museo Arqueológico La Quemada se concibió como un museo de carácter regional más que con un museo de sitio, abordando las culturas prehispánicas conocidas en Zacatecas en ese entonces, como son Loma San Gabriel, Chalchihuites y La Quemada. Al ingresar