Autor: Juan Carlos Villegas. “El globo roza”. Óleo/madera. 74 x 61 cm. 2007 La madrugada de un 28 de junio de 1969, en el pub Stonewall Inn del barrio neoyorquino de Greenwich Village, los policías realizaron una redada en contra de la comunidad gay. Este acontecimiento marca el inicio de una serie de manifestaciones por parte del colectivo LGBT (ahora conocido como LGBTTTI) para exigir se les respetaran sus derechos. Es por eso que el último sábado de junio se realiza la Marcha del Orgullo Gay en diferentes partes del mundo -en Zacatecas se ha venido llevando a cabo desde hace varios años-.
Suplemento cultural - 27 de junio de 2011 - No.4 - Año.1
No. 4
Editorial
A Erasmo Nieto
La madrugada de un 28 de junio de 1969, en el pub conocido como el Stonewall Inn del barrio neoyorquino de Greenwich Village, los policías realizaron una redada en contra de la comunidad gay. Este acontecimiento marca el inicio de una serie de manifestaciones por parte del colectivo LGBT (ahora conocido como LGBTTTI, ver pág. 7) para exigir se les respetaran sus derechos. Es por eso que el último sábado de junio se realiza la Marcha Gay en diferentes partes del mundo -en Zacatecas se ha venido llevando a cabo desde hace varios años-. La homosexualidad ha existido desde siempre pero no se había encontrado la manera de luchar en forma organizada. Mucho ha tenido que hacer la comunidad gay para que sean reconocidos sus derechos en nuestro país, sin embargo, siempre han sido otros países de Europa o Estados Unidos los que han ido a la vanguardia; México entonces va un paso atrás en este sentido. A principios de la década de los setenta, y en el marco de una globalización incipiente, la visibilidad militante homosexual que se estaba dando en Estados Unidos y en Europa aún no cuajaba en México, pero sí se percibía como una especie de laboratorio de experimentación. Los homosexuales mexicanos seguían viviendo clandestinamente, de acuerdo a Antoine Rodríguez -en su artículo “Homo-resistencias en México (1971-1988): estrategias para salir de los sótanos clandestinos de la vida social”-: Existían lugares de sociabilidad homosexual (fiestas privadas, uno que otro bar, salas de cine, parques y esquinas de ligue) pero estaban impunemente expuestos a redadas, clausuras y detenciones policiacas. En México, como en otros países, el homosexual permaneció oculto y reprimido durante años pues la carga social, religiosa y familiar le impedían reconocer abiertamente sus preferencias sexuales. En una sociedad provinciana, la carga y el estigma social son todavía peores: no hay la suficiente apertura, hay un conservadurismo social que le sigue caracterizando. La influencia religiosa es alta, la crítica social puede llegar a ser insoportable y el desprecio familiar puede constituir la ruina de aquél que acepte tener preferencias sexuales diferentes. El caso de los Muxes, homosexuales indígenas de Oaxaca muy respetados por su comunidad, es distintivo sólo de esa región del Istmo, regulada por los usos y costumbres. La sociedad zapoteca no margina ni estigmatiza a la homosexualidad, sino que la ha institucionalizado de alguna forma; los habitantes de la comunidad asumen una actitud social y cultural muy diferente al patrón nacional. Aquí la pregunta sería: ¿y nosotros cuándo?
Directorio
Carmen Lira Saade Dir. General
Es cierto que la cultura homosexual como tal, es reconocida hasta principios del siglo XX. Hortencia Moreno Esparza -en su artículo “La construcción cultural de la homosexualidad”dice al respecto: Una vez que, en el curso del siglo XX, apareció la homosexualidad como una identidad específica, deliberada y auto-conscientemente delimitada por sus integrantes en tanto formación distinta y separada del flujo cultural predominante, se puede hablar también de la aparición de una cultura homosexual. […] Además de un intenso activismo político, el movimiento gay en México está marcado por un interesante activismo cultural. Desde muy temprano, entre sus figuras más destacadas se cuenta con intelectuales y artistas que “salen del clóset” o se solidarizan con la causa con la publicación de obras cuyo tema central es la homosexualidad. Sin embargo, el hecho de que los artistas comenzaran a hablar de manera franca acerca de una forma diferente de vida; de una manera alternativa de ejercer su sexualidad, no ha garantizado a la fecha que los integrantes de la comunidad LGBTTTI vivan sin la carga del prejuicio social. A pesar de todas las dificultades, la sociedad mexicana cada día avanza un poco más en el terreno de la tolerancia y el respeto a las múltiples expresiones de la diversidad que integra; la aprobada Ley de Sociedad de Convivencia en el D.F. y en el Estado de Coahuila es un ejemplo de que la apertura se va dando. Los medios de comunicación y las diferentes manifestaciones artísticas comprometidas con la promulgación de la equidad de derechos para todos, han contribuido a que las condiciones sean diferentes; pero los homosexuales siguen siendo señalados, vulnerados y violentados. Ya habíamos mencionado anteriormente que el ser humano, en su continua evolución trata de adaptarse a su entorno modificando con esto también los procesos culturales. Afortunadamente, las cosas han ido cambiando paulatinamente; la lucha emprendida en Zacatecas por activistas en pro de los derechos de la comunidad gay ha tenido resultados positivos, que sin embargo, no son suficientes todavía. Enhorabuena por el Colectivo Hijas de la Luna, por los activistas sociales y por los artistas que participan en este movimiento que busca sobre todo informar a la sociedad para que sea el conocimiento del otro, de lo desconocido, lo que libere a la misma de sus prejuicios. Janea Estrada lagualdra@hotmail.com
Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com
Contenido Pág. 3 La muestra que no llegó por Antonio Villareal Álvarez Para la Libertad por Ronaldo Monreal
Pág. 4 No es otro ensayo sobre la ceguera por Roberto Galaviz Ávila El Diario de Mateo por Mateo Estrada Gaviria
Pág. 5 El hábito no hace al monje (y tampoco al lector) por Eduardo Campech Miranda Castillo de sal si puedes por Andrea S.
Págs. 6 y 7 Música y cultura gay por Iván Martínez Sara Ortiz y el Festival de la Diversidad Sexual por Jánea Estrada
Págs. 8 y 9 El imaginar abstracciones por Marcelo Sada Villarreal Si caminara entre libros por Gabriel Luévano
Pág. 10
Agenda
Pág. 12 Borges, el zahorí memorioso por Francisco Javier González Quiñones Yo, Borges por Mariana Terán
Sandra Andrade Trinidad Diseño
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibída la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
cine
No. 4 - Año. 1 27 de junio de 2011
3 La Muestra que no llegó
Por Antonio Villarreal Álvarez
Lunes 27
Miércoles 29
Viernes 1 de julio
Un filme socialista (Film Socialisme). FranciaSuiza, 2010. Dir. Jean-Luc Godard. Sinopsis: Una sinfonía en tres movimientos. Primero, un crucero por el Mediterráneo: numerosas conversaciones en diversos lenguajes entre pasajeros que, casi en su totalidad, disfrutan de unas vacaciones. Nuestra Europa: cierta noche, una joven y su hermano menor enjuician a sus padres, a quienes demandan serias explicaciones acerca de temas como la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Nuestras humanidades, una visita a seis sitios de mitos falsos o verdaderos: Egipto, Palestina, Odessa, Grecia, Nápoles y Barcelona. Las ideas nos separan. Los sueños nos unen.
Del perdón al olvido (Life during wartime). EUA, 2010. Dir. Todd Solondz. Sinopsis: En parte secuela y en parte variación de su aclamada y controversial Felicidad (1998), Del perdón al olvido, encabezada por un gran elenco, es una hilarante exploración de los límites del olvido, la familia y el amor. Diez años han pasado desde aquellas revelaciones que destrozaron a la familia Jordan. Aún perseguidas por su pasado pero ahora envueltas cada una en sus propios dilemas, las tres hermanas luchan por encontrar su lugar en un mundo impredecible y volátil que ha sido devastado por la guerra.
Materia blanca (White material). Francia-Camerún, 2009. Dir. Claire Denis. Sinopsis: En alguna región de África a punto de la guerra civil, María, una mujer francesa, se rehúsa a ver lo que sucede a su alrededor y a abandonar su plantación de café antes de la cosecha, a pesar de las amenazas que pesan sobre ella y los suyos. Mientras afuera se desarrollan conflictos raciales y políticos, la familia disfuncional de María está a punto de desintegrarse. Materia blanca es el retrato apasionado de una mujer obsesionada con proteger la tierra que posee.
Seis de la tarde en el audiovisual del Museo de Ciencias Jardín Juárez 147 (Rectoría UAZ).
Para la libertad
Por Ronaldo Monreal
…Cómo voy a creer / dijo el fulano / que la utopía ya no existe / si vos / mengana dulce / osada / eterna / si vos / sos mi utopía. Mario Benedetti “Cuentan de un sabio que un día / tan pobre y mísero estaba / que sólo se sustentaba / de unas hierbas que cogía / ¿habrá otro (entre sí decía) / más pobre y triste que yo? / Y cuando el rostro volvió / halló la respuesta viendo / que iba otro sabio cogiendo / las hojas que él arrojó”. Estos versos los escribió Pedro Calderón de la Barca en “La vida es sueño”, diciéndolos Rosaura a Segismundo en la Primera Jornada; se percibe a primera lectura el sentido filosófico de las palabras pese a la “sencillez” de los versos. Actualmente decir las cosas tal cual es una grave costumbre del ser humano; curiosamente, ahora, al tener más probabilidades de comunicación, es cuando menos comunicados estamos en lo individual o en lo
teatralidades
colectivo; no podemos dejar de saber de alguien, si se tarda segundos o minutos (no digamos una semana o par de días) en contestar el mensaje de celular o del chat, la neurosis por la preocupación estalla segundo a segundo en la mente nuestra: “¿Qué le habrá pasado? ¿Con quién está que no me contesta? Pinche, se hace wey… ” Los versos calderonianos nos dicen, además, que lo que nosotros desechamos, alguien más lo recoge y lo atesora sin que terminemos por valorar lo que tenemos… Qué triste que hayamos perdido esa capacidad humana de asombro, de conciencia del otro, del de a lado, del de en frente… Por fortuna no todos los Calderones son iguales, evidentemente, y es ahora, precisamente aquí y ahora cuando los locos quienes nos dedicamos al arte y la cultura somos más que nunca necesarios; como también lo son los versos que llenan el espíritu y trascienden el alma. No sólo pueden ser leídos, también escenificados, incluso ¿por qué no? Re-tomados para re-novarlos, podríamos usar incluso la técnica del verso
para comunicarnos, para expresar lo que como gente de teatro o simples mortales necesitamos. Encontrar la melodía de nuestro lenguaje, nuestra forma de hablar, hablar diferente, hablar cantadito, hablar con tonos, con matices, hablar humano (que las máquinas no nos limiten nuestra forma de hablar potencialmente artística, rítmica, sensible y sensitiva); hablar en verso, escenificar en verso… Sin importar si son redondillas, quintillas, décimas o sonetos, octosílabos o endecasílabos, con rima asonante o consonante… Hablar como forma de manifestar que estamos y somos, que nuestro organismo es y está vivo, que en nuestra esencial diferencia orgánica radica la belleza de lo que somos animal y humanamente… Los locos que el mundo necesita son por demás creativos. Hagamos versos hablando, escribamos con papel y lápiz, “recojamos” las palabras tiradas, las letras abandonadas. Hablemos melódicamente y si hacemos teatro, acerquemos al público al verso, a la poesía, aún hay tiempo, aún tenemos la vida…
literatura
No. 4 - Año. 1 27 de junio de 2011
47
No es otro ensayo sobre la ceguera
Por Roberto Galaviz Ávila*
Foto de Alejandro Ortega Neri
Yo no soy su Zen, ni su gurú, tampoco su padre o su asesor espiritual, yo soy Roberto Galaviz y punto, y punto y punto. Evítenme la pena de decepcionarlos, evítense dudar si hay algo de provecho aquí en estos momentos conmigo, les anticipo la respuesta: no lo hay, no hay nada nuevo, o al menos, nada bueno, nada práctico. Un consejo, eso sí puedo darles: en el lapso que durará esta demostración de malabarismo verbal, ustedes pueden pensar en cosas mucho más interesantes. Pueden ustedes discurrir -mientras tantoen asuntos tan cotidianamente necesarios como pensar si acaso y por ejemplo, a las mujeres les gustan los hombres con corbata, y si es así, por qué.
El punto es que todo en el mundo tiene más o menos un instante en el que es, en el que existe de verdad, lo demás, es recuerdo, memoria, esperanza, fe, anhelo, melancolía, pasión, expectación, ergo, ficción. El amor, por ejemplo, debe todo lo que es, al recuerdo. No se comprende esa palabra sin el pasado, sin la convención de un pasado común, el amor es un recuerdo y no espero que nadie me contradiga, porque, a decir verdad, ustedes qué van a saber de lo que yo crea. No pretendo que ustedes crean una sola palabra de lo que yo digo, a final de cuentas, es mi vida y no la suya, y es su vida y no la mía, qué podría importarnos fuera de eso cualquier cosa.
Hablar de Borges, de Jorge Luis Borges, es como hablar de nuestra experiencia y vértigo -pequeño e irrepetibleal recordar la primera vez que trepamos una resbaladilla; los que tuvieron suerte o fueron más sensatos, se hicieron acompañar de alguien que les dijera cuál era la forma correcta de hacerlo. Son esos mismos que medían la fuerza del aire y tanteaban el posible impacto contra el rostro, y anticipaban rodilleras, coderas y cascos, los que ahora, al leer a Borges o cualquier cosa, se arman primero de teorías, de tratados, de axiomas y de largos etcéteras ¿para qué? ¿En verdad, alguno de ellos o de ustedes, piensa que realmente entenderá a Borges? Algunos, tuvimos la suerte de aprender a caer y a amar las cicatrices desde muy pequeños, descubrimos, que en todo caso, el destino sabe moldear nuestro rostro para que se parezca a nuestra vida. Por eso tampoco leo a Borges cargado de libros y recomendaciones y explicaciones que acaso me recuerden la inútil premisa de aquél que alguna vez quiso decirme cómo subir a una resbaladilla. Lo que yo quiero son cicatrices, no me interesa salir bien librado de ningún juego, es más, de ninguna parte. Borges no tiene solución, ni explicación, no la quiere, no la necesita.
* Poeta freníllense. rockstar_mex@hotmail.com
Diario de Mateo Junio 27 El miércoles llovió. Es la primera “precipitación pluvial” de la temporada.1 La levedad del agua no disminuyó mi entusiasmo de sentir que el cielo y la estación cumplen su sentido. Ese día, al salir de los edificios de posgrado, desde la casa de estudiantes gritaron mi nombre y un coro agregó “joto”. El evento me recordó las agresiones en la secundaria o en los sarcasmos de colegas. A las agresiones escolares ahora le llaman bullying (¡eso es muy Glee!2). Supongo quién gritó; pena por él y por ellos, conozco su hoja de vida… El jueves Manuel y Jaime vinieron al depa. Trajeron tinto. Cenamos
ensalada de espárragos con jamón serrano. Planean estudiar en España o Italia. Los miro optimistas y comprometidos con sus días… Me encanta su relación, porque no utilizan clichés obvios. En lo ordinario se dicen “gordo” y “chaparro”. El exceso es “ternurita”, pero lo utilizan como halago para terceras personas, no como desprecio. Fui con F. O. a una reunión. No conocía a nadie. Casi todos eran “saltarines folclóricos (F. O. dixt)” de treintayalgo. Cerveza, papas chips, música grupera (el himno fue Golpes en el corazón). No miré pretensiones y sí preocupaciones de
Cada quién sabe lo que es la noche, una pestaña, una despedida, lo que es y lo que no es el infinito, y el ruido de los trenes en la madrugada. Ya comienzo a ver el rostro de algunos de ustedes, no escatimen en gestos, en muecas, en vituperios contra mi texto y yo. No escatimen, hagan todo lo que deban hacer, rían, sean irónicos, reúnanse en intelectuales mesas a morder mis letras. Esto es sólo un espectáculo, son libres, es más, están obligados a reaccionar según las leyes de la física y la química. Lo que esté fuera del instante, según el Borges en el que yo creo, es ficción, ficción mil veces ficción. Lo que ocurre -escomo un beso, como un pleito de barrio. Posdata (bajo su propio riesgo) Ustedes serán primicia en este experimento científico que hoy se inaugura, aquí en La Gualdra… En la línea que aparece al final de esta página haga usted, amable, fino y aventurado lector, lo siguiente: escriba la mitad de la palabra primera que venga a su mente, acompáñela de la primera letra de su nombre, el número del canal de televisión que haya visto últimamente, el último dígito de las placas de su auto, o en su defecto, el último dígito de su teléfono celular. Si lo hace bien, habrá construido su propio Aleph, personal e intransferible, los riesgos de su uso, son, naturalmente, riesgo del portador. ALEPH AL PORTADOR
Por Mateo Estrada Gaviria
mileuristas,3 evidentemente el presente es lo único que tienen, tenemos. Pese al ambiente (¡qué políticamente correcto!), en la fiesta no sentí estar en un ghetto. Me cayó bien Israel. Cómo defendió una horrible cucaracha café. Le llamaba “Figo”; siempre cubrió la hostigosa marcha del animal. En el transcurso de la plática, su mejor relato fue el de una mujer que lo pretendió meses. Al contar teatra-
lizaba nimiedades y mostraba un teléfono rosa como el símbolo de su identidad. Como sucede desde hace un año y meses, a la una treinta a.m. regresamos al depa. Mientras F. O. se arregló para dormir, y vaya que para él es una ceremonia diaria y tan necesaria como comer, estuve en mi vicio: Fb. Me comenta el profe que probablemente venga Miguel Ángel Hoppe al Festival…
1 Las nubes eran parte de “Beatriz”, la primera tormenta tropical de 2011. Tocó las costas del Pacífico mexicano. 2Serie de televisión de la cadena Fox. Wikipedia señala que sucedió al concurso American Idol de 2009. La clasifican como “cómico-
musical”. En la temática de sus episodios y personajes tratan la homosexualidad, el bullying, la falta de autoestima, la discriminación. 3 Se designa a la persona con preparación académica superior que no percibe más de mil euros al mes (quince mil pesos aproximadamente). Los de la reunión, pese a ser egresados de una licenciatura en danza, trabajan en fábricas o como profesores de educación artística en escuelas privadas.
literatura
No. 4 - Año. 1 27 de junio de 2011
57 El hábito no hace al monje (y tampoco al lector) Por Eduardo Campech Miranda* A principios de los años ochenta del siglo XX, la preocupación por la lectura y la formación de lectores en nuestro país tomó un nuevo impulso. La puesta en marcha de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) y los premios nacionales para la producción literaria destinada a este sector poblacional son prueba de ello. La mayoría de los programas que se diseñaban para acercar la palabra escrita a la población en general, llevaban como etiqueta el término “hábito”: hábito lector, hábito de la lectura. Con el paso del tiempo, el desarrollo de las teorías de la lectura, de la comprensión, de la promoción, del fomento, de animación a la lectura, llegó a nuestro país. El Fondo de Cultura Económica (FCE) fue de las primeras casas editoriales mexicanas en publicar una colección completa, dedicada a estos tópicos (además de la escritura). Se mostraba que la lectura iba más allá de ser una acción mecánica de decodificación. Sino que, por el contrario, en su pleno ejercicio, es una tarea de creación de imágenes mentales, ideas, conceptos. En otras palabras, el importante papel del lector en la transacción lectora. De tal manera que hablar de un hábito lector resulta preocupante (e inconsistente, como cuando se habla de “lectura de comprensión”). Si bien es cierto que
Foto de Abraham Orozco Moreno
un hábito lo adquirimos por la práctica constante (de manera autónoma o no), también es verdad que la mayoría de ellos se vuelven procedimientos mecánicos. Bajo esta lógica es que si el hábito lector se promueve como un objetivo escolar, cultural y social, debemos tener cuidado, ya que se entraría en una contradicción, o en el peor de los casos, se abonaría a una lectura mecánica, fría, alejada del lector (que dicho sea de paso, tal parece que hacia ello apuntan los propósitos de los programas educativos). Cuando se cree que por el sólo hecho de imponer que los chicos lean veinte minutos diarios se formarán como lectores, se vuelve a creer en las generalidades
de la promoción de la lectura (véase “La promoción de la lectura y la mercadotecnia”, en La Gualdra, nº 2). Es decir, se pasan por alto aspectos básicos y fundamentales como, por ejemplo: la selección de texto o la accesibilidad al mismo. Si como padres, como maestros o como mediadores le apostamos a la lectura cotidiana, pero como medida disciplinaria, “formativa”; entonces, estaremos creyendo, también erróneamente, que al lavar trastes, el cual se puede asumir como hábito, el individuo se está formando y preparando para desempeñar dicha labor con eficiencia. Hay hábitos que se adquieren obligatoriamente. Se ha dicho y demostrado hasta el cansancio, que la lectura no funciona así. Conozco adultos, porque así me lo han confesado, que detestan lavarse los dientes, pero lo hacen para evitar consecuencias mayores. Si la lectura, per se, asegurara un futuro exitoso, un ser humano ejemplar, un individuo pleno, quizá se produciría el mismo efecto. Que se lea durante veinte, treinta, diez minutos, es lo de menos. Lo que cuenta, es la experiencia que impacta en el lector, y hay lectores que requieren se les acompañe, que se les brinde opciones, que sean escuchados, que se respete su silencio. Otros no, ésos son aventureros dispuestos a dominar la marea de letras en el libro, lectores que prescinden del hábito para no ser monjes y menos lectores mecánicos. *ecampech@yahoo.com.mx
Castillo de sal si puedes Hace algún tiempo leí varios libros de un escritor británico llamado Phillip Pullman, sus obras me gusta mucho; entre ellas recuerdo con especial cariño la serie de Sally Lockhart, nombrada así por su personaje principal. Sally es una consultora de finanzas en la Inglaterra victoriana, una mujer independiente, dueña de su propio negocio y muy valiente a la que se le presentan muchas aventuras y peligros por ayudar a sus clientes y a sus amigos. Esta serie consta de cuatro novelas, de las que únicamente he leído tres: Sally y la sombra del norte, Sally y el tigre en el pozo, y Sally y la princesa de hojalata. La cuarta novela, que en realidad es la primera, se llama La maldición del rubí, trata sobre la adolescencia de Sally. Aquí podemos encontrar amistad, amor, tristeza, enojo, engaños, muerte y vida. Si
Foto de Alejandro Ortega Neri
Por Andrea S.*
les gusta la novela policiaca seguramente disfrutarán leyendo las aventuras de Sally y sus compañeros. La protagonista nos introduce a un mundo donde la amistad se presenta como algo que puede ayudar a superar la tristeza y a veces hasta vencer la maldad existente. En esta serie encontraremos historias donde la risa y la tristeza van de la mano en un laberinto de intrincados y oscuros caminos donde todo puede suceder. Pullman es un escritor muy prolífico, ya en próximas ocasiones hablaré sobre algunas otras obras que he leído de él, quien además suele describir a sus personajes principales como mujeres fuertes, inteligentes y astutas. Mientras tanto sigamos recorriendo el castillo del que no queremos salir, leyendo con responsabilidad y desenfado. * Andrea S. es estudiante de letras y los libros recomendados en este castillo los puede encontrar en la librería Andre.a.
No. 4 - Año. 1 27 de junio de 2011
6
Por Iván Martínez*
If happy little bluebirds fly Beyond the rainbow A Salvador López “Shavita”, Why, oh, why can’t I? Benjamín Medrano y Martín Uvario
Tan solo unas semanas tras los disturbios en Stonewall, a finales de julio de 1969 se celebraba la primera marcha gay.
Iván Martínez
El sábado pasado se llevaron a cabo, una vez más, marchas del Orgullo Gay en todo el mundo; bueno, digamos casi todo el mundo… occidental: porque si de este lado aun hay ciudades como Guadalajara en las que se promueven más las marchas antihomosexuales, imposible imaginarse una manifestación de libertad en la mayoría de los países africanos o islámicos. Esta manifestación, que en ciudades como la de México puede darse el lujo ya de ser más una celebración ciudadana de los avances logrados en materia de igualdad que una marcha político-partidista (aunque nunca falte el activista trasnochado y sin que esto signifique que hayamos logrado las metas suficientes, de lo que estamos muy lejos), se suele realizar cada último sábado de junio conmemorando la redada del 28 de junio de 1969 en el bar Stonewall de Nueva York, a la que siguieron riñas entre policías y grupos de homosexuales que por primera vez se “levantaban” contra los abusos de las autoridades. En los últimos años, alrededor de La Marcha, colectivos de cualquier ciudad han organizado festivales de cultura gay cayendo casi siempre en los mismos errores: o se pretende invisibilizar el colorido de la marcha negando la diversidad propia de la comunidad gay o no existe una idea clara del qué, por qué y para qué un festival de cultura gay. Y es que si ya para muchos es difícil aceptarse homosexual, para nuestros activistas pretendidamente correctos, serios y formales, lo es más el tratar de responder el qué será eso que llamamos cultura gay. Pues bien, ahí está el cine de Hermosillo o Almodóvar, la obra de Novo o Wilde, los shows travestis de cualquiera bar gay clásico, los íconos de los que nos hemos apropiado en la religión, en la historia de la Roma clásica o en la mitología griega, la moda, el estilismo o los dibujos de Tom of Finland; lo que, guste o no a nuestros promotores de la corrección política, resulta obvio. Sin embargo, hablar de música gay es un poco más difícil y no porque no existan atisbos de identificación, sino porque la música es la más abstracta de todas las artes. No lo son, dentro de sus géneros, el teatro musical y la ópera, socorridos ampliamente por el mercado rosa; ni por supuesto, la canción. Para muestra, varios botones con historias homosexuales: Calle 42, Victor/ Victoria o La Jaula de las Locas en el teatro musical y las óperas Muerte en Venecia (Benjamin Britten), Edalat Square (Tim Brady) y Harvey Milk (Stewart Wallace); las dos últimas, de gran significado político. Por el lado de la poesía, no se debe olvidar la música que a los poemas de Salvador Novo crearon todos los compositores
mexicanos importantes de su época o las piezas de José Antonio Alcaraz: Yo, Celestina puta y vieja y Sol de mi antojo, ambas para cantantes solistas, actores y acompañamiento instrumental. O lo inspirado por Lorca, Pellicer, Villaurrutia, Whitman, et al… De ahí en fuera, de lo que podemos hablar es de compositores y músicos homosexuales, y si hablamos de visibilidad: de la honestidad de algunos y la indiferencia de otros. Algunas historias sobresalen y el caso estadounidense es peculiar. Muchos de los compositores que marcaron el desarrollo de la música clásica en Estados Unidos durante el siglo XX, son homosexuales. La mayoría de ellos, han vivido fuera del closet y algunos, además, han sabido caminar al lado de sus parejas. Sólo para ejemplificar, les menciono a los ganadores del Pulitzer: Samuel Barber (en dos ocasiones), Aaron Copland, John Corigliano (también ganador en dos ocasiones del Oscar), Gian Carlo Menotti (en dos ocasiones), Ned Rorem y Virgil Thompson. De las parejas que crearon juntos y de cuyo legado artístico siguen abrevando jóvenes estudiantes y enriqueciéndose públicos de todo el mundo: Samuel Barber-Gian Carlo Menotti, John Cage-Merce Cunningham, los ingleses Benjamin Britten-Peter Pears, los mexicanos Federico Ibarra-José Antonio Alcaraz y los pianistas Fernando García Torres y Jim Demster; y por supuesto, una de las historias de vida que más me hayan conmovido y que me permiten seguir creyendo en el mundo después del arcoíris: la de la pianista transexual Sara Buechner (L’Orfeo No. 24, septiembre 2010). Aunque para hablar de legado, visibilidad y trabajo comunitario, ningún ejemplo como el de los Gay Men Chorus que existen en cada ciudad de Norteamérica y que musicalmente se mantienen en la línea que divide la soberbia de la música clásica con la soltura propia del teatro musical y la cultura pop. El caso de la música pop es más sencillo. Aunque hay canciones cuyas letras obvian su gusto en la comunidad (Over the rainbow del musical El Mago de Oz, A quién le importa en cualquiera de sus versiones o el más reciente single de Christian Chávez al lado de Anahí, Libertad), encontramos discografías completas de las que, aunque poco se ha teorizado, es menor la explicación; desde Madonna, Kylie o Cher hasta Britney, la Perry y Gaga… o cualquiera de las divas mexicanas a las que no deshonraré olvidando algún nombre: van de La D’Alessio a Gloria Trevi. Permítame hacerle dos recomendaciones: la primera, escuche hoy lunes en punto de las 19 horas la emisión que dedicaremos a la música gay en L’Orfeo Radio (www.codigoradio.cultura.df.gob.mx). Luego, busque el artículo “Escalofríos, música y neuronas” de Luis González de Alba (Revista nexos de marzo de 2011); quizá podamos ir encontrando respuestas. * ivanmartinez@lorfeo.org
No. 4 - Año. 1 27 de junio de 2011
Por la libre
Por Jánea Estrada
7
Somos alrededor de siete personas las que estamos en la organización, ésta es una labor de equipo, es el resultado de muchos esfuerzos individuales conjuntos. Sara Ortiz es mezzosoprano y flautista. Estudió ambas licenciaturas en la UAZ y tiene 23 años como docente. Ha ganado varios premios nacionales e internacionales. Fue seleccionada para el concierto de Master Class en la escuela de música de la Universidad de Viena y para el concurso de Master Class en Callosa D’nsarria en España. Su repertorio abarca diversos géneros: música del Renacimiento, barroca, colonial mexicana, indígena, contemporánea latinoamericana, oratorio, cantata, ópera, y música española y mexicana de los siglos XIX y XX. Actualmente está por terminar su Maestría en Interpretación Musical Latinoamericana del Siglo XX, en la ciudad de Mendoza en Argentina. Además de los logros profesionales mencionados, Sara Ortiz es coordinadora –desde hace 7 años- del Colectivo Hijas de la Luna, que aboga por el libre ejercicio de los derechos de la comunidad LGBTTTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Travestis, Transgéneros e Intersexuales). Difícil pero apasionante labor en un contexto tan conservador como el zacatecano. Desde hace 6 años coordina el Festival de la Diversidad Sexual en Zacatecas: Teníamos varios años pretendiendo hacer como grupo actividades culturales. Siempre decíamos ´hay que hacer una jornada cultural´… pero todo se quedaba en pláticas de café. Hasta que un buen día, hace 6 años, un chico del grupo Meta se acercó a nosotros con la intención de hacer un festival en el que participáramos juntos los miembros de ambas organizaciones. Y ahí empezó todo. Sara nos recibe en La Concordia, un café que además es foro cultural; ahí se hacen presentaciones de
libros, exposiciones, ciclos de cine, conciertos, tertulias poéticas… Es socia junto con Sandra de Santiago y Jorge Luis Villa de este pequeño pero acogedor lugar ubicado en el Callejón Luis Moya, en el centro histórico de nuestra ciudad. La Concordia, también es un proyecto independiente y está lleno de vida, actualmente en sus muros se puede apreciar una exposición de pintura realizada por niños. Hemos apoyado la realización de ocho exposiciones en seis meses, nos dice orgullosa. Seguimos platicando del Festival de la Diversidad Sexual y Sara comenta que el primero y el segundo estuvieron apoyados por Gobierno del Estado; pero fue hasta el tercero cuando se etiquetó -en la Legislatura- el presupuesto para su realización. La Universidad Autónoma de Zacatecas nos ha apoyado siempre también, en la medida de sus posibilidades. Nos ha costado mucho trabajo, pero hemos logrado muchas cosas bellas con estas actividades, aunque nos falta mucho por alcanzar. Hacemos este festival para informar a la sociedad; hay muchas cosas que se desconocen de la comunidad LGBTTTI y pretendemos que con esto se ventilen. Una sociedad informada es una sociedad libre. El Festival de la Diversidad Sexual es una muestra de varias manifestaciones artísticas en las que se habla de la homosexualidad sin tapujos, de manera abierta y sin los eufemismos acostumbrados; en este festival se defiende el poder ejercer libremente el derecho que todos –homosexuales y heterosexuales- tenemos de ejercer nuestra sexualidad como se nos venga en gana, pero con responsabilidad. El Colectivo Hijas de la Luna está reali-
zando una labor importantísima en tiempos como éstos, en los que la tolerancia y el respeto hacia lo diferente aún no logran consolidarse del todo. Sara es la líder de este movimiento, pero no trabaja sola: Somos alrededor de siete personas las que estamos en la organización, ésta es una labor de equipo, es el resultado de muchos esfuerzos individuales conjuntos. La entrevista fue apenas el jueves pasado, el festival se está fraguando y Sara aún está cerrando tratos, hablando con funcionarios, comunicándose con los artistas que este verano visitarán nuestra ciudad, negociando siempre. No descansa, viene llegando de un examen profesional en la Escuela de Música, habla por teléfono, checa las actividades en su agenda para el día siguiente. Nos platica que pronto grabará un disco con el grupo Speculum-Jazz; que ya tienen 60 piezas trabajadas y que hay que hacer la selección para la grabación. El viernes nos confirmó que la inauguración del Festival de la Diversidad será hasta el mes de agosto. Seguro les irá muy bien, como siempre. No tiene por qué irles de otra forma.
Cosas vistas aquí y allá
No. 4 - Año. 1 27 de junio de 2011
8
El imaginar abstracciones Un ejemplar del libro de Jorge Luis Borges El informe de Brodie, editado por Emecé en 1970, fue un obsequio de Eugenio Guasta en 1973, para que lo leyera mientras viajaba sobre el Atlántico. Invitación que seguí con puntualidad. El mismo Eugenio que acompañó en sus últimos días de vida a Victoria Ocampo, según escribió Alberto Lynch. Eugenio Guasta había estudiado su doctorado en letras en la Universidad de Roma durante la inmediata posguerra, al inicio de la segunda mitad del siglo XX, a donde volvía de tiempo en tiempo. Escuché brevemente a Victoria y Eugenio algunos meses antes en 1972, en la ciudad de Roma conversando con la inteligencia y erudición que los caracterizaba siempre, sobre Borges. Ellos eran sus amigos de muchos años, sus lectores asiduos y visitantes frecuentes. Antes al recorrer con Eugenio, en mis años de estudiante de filosofía, la arquitectura y las artes de la Roma medieval y renacentista, había disfrutado de sus prolongadas y frecuentes conversaciones sobre la persona y la obra del escritor argentino. Entonces aprendí a leerlo y comprenderlo, a la vez que sentirlo con el corazón de la larga amistad profesada. Agradecí siempre el obsequio de El informe de Brodie y lo he leído varias
Borges en la tumba de Allan Poe
Por Marcelo Sada Villarreal
veces; también lo aprecio como objeto simbólico. En una de esas conversaciones antes referidas se deslizó la idea de una filosofía en Borges. Lustros después al tener frente a mí el libro de Juan Nuño titulado La filosofía de Borges, editado por el FCE en 1986, pude comprender mejor el significado de una lectura filosófica de su literatura. Creo que podré recomendar su lectura para conmemorar los 25 años de la muerte de Jorge Luis Borges el pasado 14 de junio. Un obstáculo a la tarea de Nuño fue que la cultura filosófica de Borges era literalmente libresca. Derivaba problemas filosóficos de los libros, jamás de la vida. Su realidad es una biblioteca. Y aún así Borges le resulta no menos “filosófico” que Sartre mismo, ya que mientras para el argentino la filosofía es sólo un pretexto para escribir literatura, para el francés la literatura es el pretexto para escribir filosofía. Borges era entonces el espejo de Sartre. Borges, sugiere Nuño, no podía leer un libro de filosofía sin de inmediato traducirlo en imágenes, dar vida al esqueleto de aquellos conceptos. Borges es una especie de ilustrador literario de temas filosóficos. Así sucede en Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, La biblioteca de Babel, El jardín de senderos que se bifurcan, Funes el memorioso y otros más. Juan Nuño comienza su libro, diciendo que pese a que la obra de Borges contiene gran cantidad de elementos filosóficos, no pretende señalar que Borges escribía sólo filosofía disfrazada de literatura. Pero aun cuando el fin de Borges no haya sido hacer filosofía, parece que gran parte de su obra contiene temas filosóficos: “Sin embargo, entre esa masa de conocimientos librescos, esas referencias y lecturas, ciertos temas y ciertos autores filosóficos son una constante en su obra”. La intención del análisis es buscar ciertas temáticas recurrentes en la obra de Borges, y analizarlas desde la filosofía. Juan Nuño logró un libro único y difícil de repetir. Es un texto muy bien trabajado, con innumerables referencias y explicaciones. Sólo presento aquí un ejemplo breve del capítulo: “Espejos abominables”. Comienza la página 25, hablando de la imagen recurrente del espejo en la obra de Borges y de cómo éstos parecen tener para él una función multiplicadora. Precisamente de ahí viene lo abominable, de la maldición del número, o de la posibilidad de repetir un error al infinito. Después trata específicamente del cuento de Bahadur, “a medida que los hombres interrogados han conocido más de cerca de Almotásim, su porción divina
es mayor, pero se entiende que son meros espejos”, con ello refiere Borges al viejo problema platónico de la participación de la idea en lo sensible. Más adelante “El estudiante golpea las manos una y dos veces y pregunta por Almotásim. Una voz de hombre (la increíble voz de Almotásim) lo insta a pasar. El estudiante descorre la cortina y avanza. En ese punto la novela concluye”. Nuño escribe que no hay demasiado misterio en quién sea Almotásim. Este “Almotásim” se identifica con el mismo estudiante: el buscador se funde en lo buscado; lo sensible coincide finalmente con lo inteligible. Parece estar recurriendo a Plotino, cuando en la quinta Enéada postula para todo, la vigencia celestial del principio de identidad. “Cualquier cosa es todas las cosas”. El análisis del filósofo Juan Nuño es exhaustivo y detallado. Aún así, con modestia concluye el libro, en la página 139: “Si luego de aceptar en toda su riqueza la obra borgiana, se intenta su lectura conceptual y, por medio de algo tan insuficiente y limitado como esta interpretación, aciértase a arrancar apenas un nuevo matiz a sus espléndidos relatos, se podría pensar que la tarea filosófica no ha sido del todo vana”.
literatura
No. 4 - Año. 1 27 de junio de 2011
97 Por Gabriel Luévano*
Hace algunos días, mientras caminaba por la calle, con la rutinaria tranquilidad ficticia y alegría dudosa, me asaltó un presentimiento. Casi inconscientemente, me palpé los brazos y pasé el dorso de la mano por el rostro. Mío, dije. Yo, finalmente. Satisfecho, reemprendí la marcha, con la certidumbre de que mis pasos no tenían sonido, que se suscitaban inconmensurables, sin rumbo, silenciosos. Quizá en algún lugar de la memoria, el sonido de mis pasos cimbra los pasillos de algún críptico templo, o mi sombra habita terrenos librados de esclavitud y miseria. Yo no soy, sino el que me imagino, andando fuera del tiempo y el espacio que se me ha asignado. Un día me levanto y camino sobre otra ciudad, no la que me circunda, sino la que me he inventado, claro está, con la conciencia de tal dualidad (no arriesguemos nuestra salud peatonal que la vida es corta), de que seguimos andando en los mismos parajes. Pero de eso se trata la imaginación, de retar a la realidad, sin excluirla del todo. Ahora, me he despertado con una firme convicción, no hay nada más saludable y más tranquilo para nuestra paranoia contemporánea, que caminar como se hace en una biblioteca. Muchos son los autores que han jugado con la noción del desdoblamiento, de la existencia de realidades paralelas, contrastadas; pero pocos, los que han hecho de tal objetivo lúdico, su vida misma, la esencia última de su obra. Jorge Luis Borges (1899-1986), poeta, narrador y ensayista argentino, representa el triunfo del autor sobre cualquier atadura retrógrada, sobre las fronteras muchas veces dudosas, de los términos realidad y ficción. La posibilidad creadora en Borges, ha retado la esclavitud humana al concebir al hombre como habitante de todos los mundos, portador de todas las máscaras. En uno de sus cuentos más conocidos, “La Biblioteca de Babel”, publicado por primera vez en 1941, incluido en el libro El jardín de los senderos que se bifurcan (1942), a su vez ubicado en Ficciones (1944), el autor plantea, a manera de parábola, una alegoría hermosísima, consistente en concebir al universo, a la manera de una biblioteca; y al hombre, como un solitario bibliotecario. Borges describe así a la biblioteca: Constituida por infinitos hexágonos, cada uno conectado con el otro, de manera interminable. En cada hexágono, se
La posibilidad creadora en Borges, ha retado la esclavitud humana al concebir al hombre como habitante de todos los mundos.
hallan anaqueles repletos de libros, cada uno con el mismo número de páginas y caracteres. Pero ningún libro es igual. Prácticamente todas las historias del mundo, sus explicaciones, el pasado y futuro, lo posible en algún determinado punto del tiempo, se encuentra compendiado en esos libros. La existencia en su totalidad, para cualquiera que se aventure a ser bibliotecario, habitante del conocimiento, de la aventura que la imaginación nos promete. La redención está presente, quizá no totalmente en lo que logremos descifrar en las páginas de esos libros, pero sí está, en el proceso mismo de su lectura, en el deseo de contravenir nuestra ignorancia.
La imaginación, no sólo para los seres de espíritu romántico, sino para todo aquél que aprecie el arte, es la piedra angular de lo que llamamos literatura. El hombre desde siempre ha imaginado. Precisamente es separado, por esa cualidad, de las bestias. Sin embargo, la imaginación nunca es totalmente pura, por así decirlo. Sólo un ángel que desde siempre ha sido joven y lleva en su alma la energía de la eternidad podría aspirar a una imaginación completa, que prescinda de recuerdos o experiencias pasadas. La imaginación constituye una recreación de la realidad, de tal modo que el que la profesa, pueda centrase entre la
frontera del sueño y la vigilia. Es decir, para poder imaginar, es necesario poseer algún conocimiento del mundo que nos rodea, por más lóbrego que éste resulte, la imaginación depende de él para constituir su razón de ser. La relación entre realidad e imaginación se resume en un rompimiento. Sin algo anterior del cual alejarse, la mente humana tornaríase inhábil para dar rienda suelta a su libertad de pensamiento. Toda creación por lo tanto es recreación, un constante e individual evocar del pasado a guisa de reconstruir la realidad. Bastante ilustrativo resulta otro cuento de Borges donde el protagonista, sujeto dedicado a la creación onírica, construye una realidad muy personal, que termina por resultar quimérica, cuando el personaje cae en la cuenta de que él también es creación de un tercero. La biblioteca refleja el mundo del que imagina. Como bien apunta el autor, los bibliotecarios cada vez van desapareciendo y con ello, la posibilidad de descifrar algún recoveco de nuestra realidad o de hacer un crítica de la misma. La censura, la estulticia, la intemperancia, también aparecen en este universo, pero así como surgen, se disipan. Sin embargo, la biblioteca y el bibliotecario son marginales, en el libro y en la realidad inmediata, donde la televisión se ha encargado de aniquilar paulatinamente la habilidad de soñar, de sabernos, como apuntó en su momento Octavio Paz, “contemporáneos de todos los hombres”. Dentro de esta coyuntura, nunca es tarde para recordar la obra de Borges. A veinticinco años de la muerte de quien pasaría a ser, uno de los monumentos insoslayables del pensamiento humano, no hay mejor recuerdo que su lectura, ávida y amigable. O en todo caso, vivir en la continua dualidad que nos regaló en sus cuentos. Me podrán llamar distraído, o lunático, por tener la certeza de que vivo en una biblioteca y no en un cuartel, o un campo de batalla como en el que se ha convertido el país; pero ultimadamente otra certeza me embarga: el miedo. Estoy completamente seguro que vagando infinitamente en los pasillos de esa biblioteca, nunca me encontraré, ni en broma, con alguna bala perdida. * Estudiante de Letras en la UAZ.
No. 4 - Año. 1 27 de junio de 2011
10
CINETECA ZACATECAS Ciclo: Una mirada a oriente Viernes 17, 20:00 horas Sábado 18, 18:00 horas Sala Mauricio Magdaleno
Náufrago en la luna. E.U. (2009). Dir. Lee Hae-joon (AKA Hae-jun Lee). Sinopsis: Náufrago en la luna narra la historia de un hombre que se queda atrapado en una isla desde la cual se puede ver la metrópoli, pero no alcanzarla. La historia comienza cuando un ejecutivo se lanza al río Han para suicidarse... e inesperadamente despierta en una isla desierta, a mitad del río, donde vive apartado de la civilización. Una joven, recluida en su habitación por años, lo observa de lejos y encuentra en él un motivo para salir de nuevo al mundo. Los destructivos efectos de la recesión económica mundial y la alienación urbana sirven como contexto a esta historia de amor. Domingo 19, 18:00 horas Miércoles 22, 20:00 horas Sala Mauricio Magdaleno
Las cenizas de la luz. Irán (2005), Dir. Majid Majidi. Sinopsis: Youssef, un profesor de universidad ciego, es diagnosticado con una enfermedad fatal y debe recibir tratamiento en Francia. Al regresar a casa, ¿podrá encontrar la vida que solía tener?
Jueves 23, 18:00 horas Viernes 24, 20:00 horas Sala Mauricio Magdaleno
2046. Hong Kong (2004). Dir. Wong Kar-Wai. Sinopsis: Un escritor que creía escribir sobre el futuro, en realidad estaba escribiendo sobre el pasado. En su novela, un misterioso tren salía de cuando en cuando con dirección al año 2046. Todos los que subían a él lo hacían con el mismo propósito: recobrar los recuerdos perdidos. Se decía que en 2046 nada cambiaba. Nadie sabía a ciencia cierta si eso era verdad, porque ninguno de los que viajaron regresó jamás. Con una excepción. Él estuvo allí. Se marchó voluntariamente. Quería cambiar. Viernes 24, 18:00 horas Sábado 25, 20:00 horas Sala Mauricio Magdaleno
Ángeles caídos. Hong Kong (1995). Dir. Wong Kar-Wai. Sinopsis: Leon Lai es un asesino a sueldo cansado de su trabajo que se plantea dejarlo. Michelle Reis es una prostituta que, además de buscarles los encargos, le hace el trabajo sucio a Leon. Pero ella vive apasionadamente enamorado de él, aunque nunca se hayan conocido en persona. Lai conocerá a una mujer, Karen Mok, con la que comenzará una relación. Ésta, con el tiempo, coincidirá con Reis y les preparará una cita en la que Lai le confesará sus deseos de retirarse. Reis, sintiéndose rechazada, le preparará un último trabajo. Intercalándose con esta historia nos encontramos con un joven mudo, Takeshi Kaneshiro, que viviendo con su padre tiene una difícil existencia debida a su deficiencia física. Sus días transcurren entre los dispares trabajos nocturnos y servir de consuelo a una joven engañada por su novio... Sábado 25, 18:00 horas Jueves 30, 20:00 horas Sala Mauricio Magdaleno
La vista de la banda/ La banda nos visita. Israel (2007). Dir. Eran Kolirin. Sinopsis: Una modesta banda de música de la policía egipcia aparece en una pequeña y aislada localidad de Israel después de haberse perdido mientras se dirigían a dar un concierto protocolario. Enseguida son acogidos por los amistosos habitantes del lugar, quienes les abren sus corazones a pesar de las diferencias culturales. Con ellos pasan más de un día lleno de pasiones, comedia y malentendidos.
Sábado 25, 18:00 horas Jueves 30, 20:00 horas Sala Mauricio Magdaleno
Samsara. India (2001). Dir. Pan Nalin. Sinopsis: Después de tres años, tres meses y tres días de reclusión voluntaria en una ermita perdida en la región del Ladakh en el Himalaya, Thasi emerge de un trance profundo. De vuelta en el monasterio budista donde vivió desde los cinco años, el joven va recuperando poco a poco sus fuerzas vitales. Pero el regreso trae resultados inesperados. Fuera de los rigores de una vida entregada al desarrollo espiritual, Thasi empieza a experimentar el despertar a la vida sexual. Estos sentimientos coinciden con un viaje a una villa cercana donde Tashi conoce a Pema, una bella joven de la que se enamora. Entonces, por primera vez, el joven lama comienza a cuestionarse los valores de su vida monacal en el monasterio.
No. 4 - A単o. 1 27 de junio de 2011
11
No. 4 - Año. 1 27 de junio de 2011
12 7 Río de palabras Yo, Borges
Por Mariana Terán*
A mi padre lo ataron con una camisa de fuerza en una camilla del Seguro Social. Se le saltaban las venas, se le acabaron las palabras. Llegaron dos camilleros para domar a la bestia. Mi padre trataba de decirles que él era sujeto de derechos, que tenía como primicia la libertad. Era un abogado formado en la Universidad Nacional. Por qué ahora lo sujetaban. Yo quería quitarle cada una de las vendas y volver a comprar el bolillo caliente con él. Nadie me dejó. Me dijeron que era un desadaptado, un insolente, un enfermo sin cura. Todos los diagnósticos fueron recogidos de las instituciones públicas y privadas de salud. Coincidían. Mi padre estaba loco. Enfermo. Desahuciado. Me niego a creerlo. Alguien como él que leyó a Vasconcelos, El Quijote, la Biblia, la Comedia Humana no podía estar loco. “Se le acabó el aire” dijeron algunos, mi padre respondió diciendo que él era Jorge Luis Borges y podía aclarar a cualquiera qué era el Aleph. Después murió.
Mi papá murió hace diez años. Nadie, ni yo, recordó la fecha. Pero se trató de un humanista que quiso que las palabras quedaran registradas en la memoria. Por él supe el significado de las “nanas de la cebolla”, la importancia de la palabra y el dominó como mi horizonte sin darme cuenta. Por qué no jugamos al dominó, ahora me lo pregunto, para hacerle preguntas y trampas al de enfrente, así fue como encontré solidaridad con mi madre: le hicimos minuciosas trampas a mi papá para ganar, y ganamos. Después ella murió, él la siguió. Yo quiero decir a los que vienen que la mejor mancuerna es la habilidad para hacer conversa con mamá, con papá y, si no se puede, con quien se deje. Siempre estarás tú para escuchar, nunca renuncies. Aquí estoy para dejar el nudo que seguro sabrás desatar. Nunca renuncies, la palabra espera y después, acontece. Que nadie atente contra la libertad de un enfermo atado a una camilla. Todos tenemos el derecho de sentirnos, aunque sea un poquito, Jorge Luis Borges.
Foto: Cronos, de Samuel Iván Muñoz Es una ambición del hombre, yo creo: la idea de vivir fuera del tiempo. Pero no sé si es posible, aunque dos veces en mi vida yo me he sentido fuera del tiempo. Pero puede haber sido una ilusión mía: dos veces en mi larga vida me he sentido fuera del tiempo, es decir, eterno. Claro que no sé cuánto tiempo duró esa experiencia porque estaba fuera del tiempo. No puedo comunicarla tampoco, fue algo muy hermoso. Jorge Luis Borges (en entrevista con Leonardo Santelices)
* Universitaria desde hace más de veinte años. marianateranfuentes@yahoo.com.mx
Borges, el zahorí memorioso Por Francisco Javier González Quiñones*
Foto: Amanecer en el infortunio, de GEF
Más allá de la técnica literaria y la pulcritud del lenguaje que caracteriza a los grandes escritores de cuentos, sus obras llevan un estilo que las distingue y las identifica en su autoría. La obra cuentística de Felisberto Hernández está matizada de alegorías, metáforas y referencias musicales; los cuentos de Julio Cortázar encierran una lógica sui generis, que al fragmentar la realidad rompe los asideros del razonamiento que sustenta el pensamiento común; el trabajo de Amparo Dávila está impregnado de un terror que remite a los miedos que el ser humano tiene a lo largo de las diferentes etapas de la vida. Asimismo, la
memoria, una de las claves y misterios de la existencia, es uno de los temas fundamentales que sacude la narrativa de Jorge Luis Borges. Todos estos rasgos distintivos son fruto de la personalidad de sus autores: Felisberto Hernández fue un músico profesional; Cortázar fue admirador de Alfred Jarry, para quien la realidad no residía en las leyes sino en sus excepciones; Amparo Dávila ha dicho varias veces que sus cuentos encierran vivencias personales; y Borges, como es sabido, pasó gran parte de su vida dentro de las bibliotecas, algunas veces como funcionario, otras como lector. Borges, o mejor dicho el gen Borges, ya forma parte del ADN de la cultura universal. Su obra ya es patrimonio de la memoria del mundo, y está resguardada -pero viva- en un misterioso anaquel de La biblioteca de Babel, transfigurada ésta en la web, o red de redes, que él vislumbró antes de su factibilidad tecnológica y posterior existencia. Sin duda, la Internet es como una intricada biblioteca total, plena de enredados laberintos y de espejos mágicos. La web es una sutil biblioteca borgesiana, resguardada por los misterios de la cábala y la presencia de imponentes pero apacibles tigres. Jorge Luis Borges es un autor que no es fácil de leer, por el desborde de datos, pistas e información que, como joyas bibliográficas, despliega en sus textos para redondear la línea en la que confluyen los inicios y los finales de sus extraordinarios cuentos. Este redondeo, que es a la vez un regodeo que se permite Borges para ensalzar y
aderezar sus cuentos, también refleja una parte vital de su personalidad: un agudo sentido del humor, expresado en constantes guiños a sus lectores por medio de frases tan simples pero tan llenas de significado, que con ironía constatan la ignorancia mundana sobre los gustos literarios de Dios. Estas dos características de los cuentos de Borges: el desborde de referencias bibliográficas y los guiños hacia sus lectores, dan la pauta para ver a Borges como un zahorí, el cual de acuerdo al diccionario de la RAE tiene las siguientes acepciones: Persona a quien se atribuye la facultad de descubrir lo que está oculto, especialmente manantiales subterráneos. / Persona perspicaz y escudriñadora, que descubre o adivina fácilmente lo que otras personas piensan o sienten. En el primer caso vemos al Borges que alude numerosas veces a los misterios ocultos de la cábala. El Borges de la segunda acepción, es el autor que se adelanta al pensamiento de sus lectores y los confunde -e ilumina a la vez- con las referencias bibliográficas, que aparentan presunción, pero que en realidad son las pistas que guían al Teseo lector para descifrar el cuento. Seguramente en la tierra de Tryno Maldonado, el Borges bibliófilo habría gozado de perderse y encontrarse en la inmensidad del acervo de la Biblioteca Mauricio Magdaleno. También es muy probable que las minas zacatecanas fueran, para él, una especie de portales a mundos fantásticos.
* Zacatecano radicado en Cuernavaca. Autor de los libros de cuentos: Kalimán, Christopher Lee y otros amigos y La Santa del Mesón de Jobito.