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10 Años De XTB (Xtate Bien)
from La Resistencia Nº22
by Taller Colectivo de Edición: La Resistencia, Los Monstruos Tienen Miedo y Desatadas
Entrevista a Coco, Chester, Maxi y Maikel, INTEGRANTES FUNDADORES DE LA BANDA
Esta entrevista se realizó entre diciembre de 2021 y septiembre de 2022, en el Centro Universitario San Martín y en el Centro Universitario Devoto. Aunque los protagonistas no estuvieron juntos en el momento de entrevistarlos, la experiencia de Xtate Bien los reúne, y su relato puede leerse como lo presentamos acá. El encuentro no sucedió físicamente, pero sí ocurre en este texto y en las canciones de xtb.
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Coco: Hola, buenas, mi nombre es Carlos, soy uno de los integrantes de Xtate Bien. Mi función en la banda era tocar el octapad. Sé algo de percusión. La banda se formó en 2012, por un grupo de integrantes que éramos todos universitarios y a la vez internos del penal de Devoto. En la sección donde estudiábamos en el CUD se integró la banda, a través de las ideas de varios estudiantes, de a poco nos fuimos uniendo y se formó Portate Bien. Las letras fueron compuestas por nosotros y las melodías, también.
Chester: Fue algo muy loco, de la nada empezó y hasta un CD sacó. Yo lo conozco a Coco en el pabellón. Cuando llego, escucho una guitarra de fondo, y me dicen “sí, allá hay un par de locos que tocan”. Eran pibes respetados, también: Maikel, Coco, pibes que llevaban un montón de años. Eso en la cárcel se respeta por un código interno que ya no lo vivimos más, pero en algún momento fuimos parte de ese sistema. Yo me voy hasta allá adelante, corro las frazadas, porque había un par de carpas, y entro en la casa de Coco. Yo era ingreso, recién llegaba, no me conocía nadie. Estaba con la guitarra. Me senté, me quedé un ratito ahí, compartimos la cultura y todo cambió. Nos hicimos amigos automáticamente, empezamos a pegar onda y las canciones eran medio rockabilly. Así escribimos “Para ver a papá”, la canción que hizo Maxi. Arriba de la mesa Coco tenía veinte hojas desparramadas por todos lados, teníamos al filósofo Waikiki que tiraba letra. “Yo quiero hablar de la teoría de la evolución de Darwin”, decía. Y yo venía con otra cultura, carcelaria.
Maxi: Claro, pero porque todos nosotros éramos estudiantes universitarios, entonces siempre estábamos pensando en traspasar los muros, dejar algo.
Chester: Y yo venía con otra idea, decía “esto no es comercial, no lo vendés en ningún lado, compa. En ninguna radio va a sonar”. Pero ellos querían demostrar otra cosa.
Maxi: Cuando ya estuvimos más consolidados, tuvimos que buscarle un nombre.
Chester: Y siempre en la cárcel hay latiguillos. “Me muero con vos”, banda de cosas así, y nosotros decíamos “Portate bien”. Por ejemplo, “vamos a tomar unos mates, poné la pava” y te responden “portate bien, poné la pava vos”. Es como “dejate de joder”. Y quedó Xtate Bien. Un día Waiki me dice “vamos a hacer algo con la gramática” y ahí sale [canta acompañándose con la guitarra] “La gramática universal no me cabe, no me atrae // la teoría de la evolución de Darwin no me cabe, no me atrae // la patología de D’Ambrosio no me cabe, no me atrae // que siempre seguimos igual, no me cabe, no me atrae // todas estas hipocresías no me caben, no me atraen // no me cabe, no me atrae // no me cabe, no me atrae”.
Maikel: Para mí el recuerdo más patente es Waiki y “El bartulero”. Porque él decía “si vamos a hacer algo nosotros, que sea algo propio, no que sea un cover”. Así nació ese tema y había que ponerle melodía. Coco: En el pabellón teníamos un bongó de cuero que yo sabía tocar y Chester tocaba la guitarra. Éramos un grupo de amigos y estudiantes que tratamos de crear algo, y creamos algo.
Maikel: Pasa que la lógica también era tratar de romper el paradigma ese del opresor contra nosotros. Veníamos de los complejos donde el dicho era “el que no corre, vuela”. Era así y te cagaban a palos. Y de repente veníamos a la universidad, teníamos instrumentos, pero son tan giles que piensan que venís a la universidad solo para ser abogado. Nosotros nos divertíamos un poquito más, si había un concurso nos anotábamos, y ganábamos por ser innovadores, teníamos temas propios y eso llamaba la atención.
Maxi: Xtate Bien tiene temas de todos los estilos, reggae, de rock n roll, de cumbia. No se especializa, como otras bandas. Y también mixturas.
Maikel: Teníamos a Eric que era rockero; Nico Almeida que tocaba el teclado y tocaba cumbia colombiana; Coco, Martín Romero, Chester y Barraza, salsa; era un quilombo bárbaro, y de esa mezcolanza salió lo que salió. Por eso, si te tuviera que decir qué género es, es el género Xtate Bien.
Chester: No teníamos sonido, tocábamos con una guitarra que tenía cinco cuerdas, un bongó que estaba hecho mierda y Maxi tocaba un palo de lluvia. Entonces todos esperábamos el momento del palo de lluvia, porque era como escuchar algo especial, y entonces empezábamos [acelerando el ritmo] “no me cabe, no me atrae // no me cabe, no me atrae”.
Maikel: Lo que pasaba es que a cada uno que quería participar de Xtate Bien, le dábamos el palo de lluvia. Nada hacía, pero era un participante más. En esa época de Hortel andábamos de acá para allá y todo el mundo se quería sumar, entonces: palo de lluvia.
Chester: Teníamos esos tres instrumentos pero había una química entre nosotros, terrible. Se fueron sumando compañeros y, paralelamente a la música, cursando todas las materias, acompañando a todas las organizaciones que venían al CUD, siempre con los profes, en Ave Fénix, en La Paloma, con la cooperativa Esquina Libertad que recién arrancaba. Todos fueron parte de Xtate Bien, porque nosotros cada persona que venía: “no me cabe, no me atrae // no me cabe, no me atrae”. Si venían dos personas de la calle, tocábamos. Venían otras dos, volvíamos a tocar.
Coco: Se creaba un clima divertido. Tratar de salir de todo esto y estar un poquito más libre entre nosotros mismos. Sin darnos cuenta a veces creamos y los demás también querían participar de esa diversión que se creaba.
Maikel: La idea era divertirse e ir en contra de todo lo que es el servicio, porque a ellos les molestaba una banda. Lo más lindo es que a veces ensayábamos y había clases, había mucha actividad en el CUD, entonces nos venían a decir, y terminábamos en la cocina, en cualquier lado, en los lugares que menos te imaginabas.
Guido (estudiante): Yo no estaba en el mismo pabellón que ellos pero estaba en el penal cuando empezó Xtate Bien y fue furor. Todos querían aportar con algo, aunque sea con una palma, con un grito. Los eventos eran una Creamfields.
Matías (estudiante): Es una gran verdad. Yo estaba en la misma planta y a Coco lo conozco de la calle. Compartir esto con los pibes es un re orgullo. Yo me acuerdo de que sentíamos que habían roto el sistema, “¡le cantan al bartulero! ¿quién le canta al bartulero? ¡Nadie!”. Te digo la verdad, nos sacaban.
Pablo (estudiante): Los que tocaban en Ezeiza eran profesionales, en cambio ellos empezaron desde abajo, eso se valora mucho.
Coco: De a poquito formamos la banda y le fuimos dando una inclinación hacia determinadas problemáticas sociales que creo que nos incumbían a todos y nos incumben. Muchas letras hablan de lo que pasa cotidianamente en nuestro país y en la sociedad.
Ariel (estudiante): ¿Cómo fue que armaron el tema de la brigada?
Maikel: Ahí tiene mucho que ver Barraza, porque él decía que al hermano de él la yuta lo mandaba a robar, lo tenía de los bigotes y le sacaba la plata. Por eso “ellos roban, ellos tranzan y nadie hace nada”. Después Cacho agregó otro poco. Y de ahí se armó “No me invadas”. Trabajábamos la música sobre la letra.
Ariel (estudiante): ¿Y “Vos que decís”? Era la época que había problemas con los chicos que limpian los vidrios de los autos, ¿no?
Maikel: Esa tiene un poco de todos. Tratábamos de decir algo político, algo coherente, éramos todos universitarios. Porque lo que pasa es que el micrófono cuando estás ahí arriba te da poder. Le hablábamos al servicio, le hablábamos a Marambio cuando volvió.
Chester: Coco un día me dice “quiero hacer un tema para mis hijos”. ¿Y cómo hacemos? “Tengo una carta”, me dice, y se pone a leerla. Decía [cantan Chester y Maikel con guitarra] “arrodillado viviría si vos no me esperaras // la lluvia no caería si vos no me esperaras // el sol ya no saldría si vos no me esperaras”.
Maikel: No, esa canción se la escribió Waiki a la hija. Coco decía algo antes de que arranque: “esta canción es para nuestros hijos, que pronto estaremos con ellos”, pero es de Waiki: [canta Maikel a cappella] “tu alma abandona mi vida”.
Chester: La canción habla de un guerrero que está derrotado, que no tiene más fuerza, pero si la otra persona no lo espera ya no podría salir de la cárcel, habla de eso subliminalmente. Esa fue la segunda canción. Y así se fue armando. Maikel siempre fue el cantante y yo hacía la segunda voz. En el escenario yo lo miraba y Maikel sabía dónde íbamos, yo sabía dónde íbamos, aunque ninguno de los dos sabía dónde íbamos, pero íbamos para ese lugar. Maikel hacía el baile de la paloma, nos sentíamos los Rolling Stones, y la gente nos empezó a apoyar. Cuando salíamos al patio los pibes gritaban “¡Xtate Bien!”, las familias, todos.
Maikel: Ya habíamos hecho “No me invadan”, “Vos que decís”, “El bartulero”, “Si vos no me esperás”, “Para ver a papá”, que la había escrito Maxi. Y después José Barraza estaba enamorado, entonces hicimos el tema 9 del compact. Pero había una que no pegaba con nada. No encajaba en cumbia, no encajaba en cuarteto, nada, nada. En un momento tocábamos con una chica que era saxofonista y a mí me quedó el sonido del saxo. Entonces un día estaba recostado y Chester estaba con la guitarra, estábamos solos. Y empiezo a hacer una melodía con ese sonido del saxo y Chester me dice “¡es eso! ¿cómo es, a ver?”. Hasta que la sacó en la guitarra y ese es el “nanana” de “Les mienten igual que a mí”, que en la Biblioteca Nacional y en el barrio lo pudimos tocar con saxo, pero en el disco no. Chester: Hasta que un día vino Víctor Hortel, que era el director del Servicio Penitenciario Federal en ese momento. En su recorrida, se encuentra a Maikel, que le dice [canta acompañándose con la guitarra] “Cuando acá adentro me siento mal // trato de tomar pastillas // yo sé que me arruinan la mente y la vida // pero no tengo alternativa // tapados tengo los ojos // y no percibo alrededor // y esto mi juez lo sabe // por eso tomo sopa con tenedor // cansado de los malos tratos // de toda esta ironía // yo sigo caminando siempre con alegría”. La canción sigue llamando al bartulero, que es el tipo que te da la medicación psiquiátrica. Y Hortel se quedó mirando. “Encargado, llamame al enfermero, que venga el bartulero”. [Canta acompañándose con la guitarra] “Un día Mikel se acercó // y al CUD él me invitó // ahora hablo de Aristóteles, Platón // y también de Foucault”.
Maxi: Fue un cambio de paradigma total.
Chester: [Canta acompañándose con la guitarra] “Poco a poco entiendo este lenguaje // aunque mis sentimientos estén de viaje // dicen que la universidad // me dio una nueva identidad”. Yo le decía a Maikel “qué bueno, amigo, que hagamos todo esto”. Y ahí Hortel nos empezó a conocer a todos, y nos preguntó qué necesitábamos. Le dijimos que necesitábamos un sonido para sonar afuera, pero era todo: micrófono, pie, cable, todo.
Maxi: Si bien teníamos algunas cosas, eran precarias, del taller de música que teníamos en Ave Fénix. Lo que él decía: un bongó con la placa de radiografía, cosas así.
Chester: El mismo día nos dicen que nos van a traer las cosas, pero pensamos que eran promesas políticas, que no iban a cumplir. A la tarde nos sacan para ir a buscar las cosas. Íbamos con Maikel con las manos atrás, la cabeza gacha, porque el régimen es así. Íbamos caminando por la senda por la que camina el preso. Cuando Hortel nos ve, nos llama, nos dice que saquemos las manos de atrás, que vamos con él. Era el director de todas las cárceles federales, ¿quién le iba a decir algo? Trajimos todas las cosas hasta el CUD y nos pusimos a armarlas. Algunos sabían, vino Eric Vilte que tocaba la guitarra, la rompía; Gabriel Pieyri, Cacho Corvalán, Nico Almeida, un muchacho de España, José Barraza. Y empezamos a tocar en todos los shows.
Maikel: La primera vez que fuimos a Ezeiza fue al módulo 3 para el Día del Amigo.
Matías (estudiante): Pero el evento importante se hizo un día de 8 de la mañana a 8 de la noche, todos afuera, en el boulevard. Ochocientas personas, familias, las presas de la IV, de la 31, embarazadas, todos con sus murgas. Y también murgas de la calle. No lo podía creer la gente.
Chester: Un día hubo un torneo en Ezeiza y tocaba el Pepo, que le mando un saludo si está leyendo. ¿Cómo competís con el Pepo? A ese evento fueron todas las mujeres y todos los hombres de todas las cárceles federales. Yo fui pensando que nos iban a pegar, porque cuando fui a Ezeiza de traslado me cagaron a palos, pero ahí éramos los cantantes.
Maikel: Ese concurso que cuenta Chester fue en la IV.
Chester: Llegamos y había un escenario. Yo nunca había tocado en un lugar así, como si fuera de la calle, con todo lo que tiene que tener. Toca Gareca, los pibes de Marcos Paz; después cantaron las chicas; después cantó el Pepo y nosotros veníamos atrás. Yo tenía bronca, porque todo el mundo le pedía más canciones, y nosotros íbamos después de él. Teníamos que tocar últimos, pero Maikel me dijo “teneme fe, hermano, teneme fe”, me da un abrazo y fuimos al escenario.
Maxi: Aparte las letras de nosotros eran diferentes a todas las demás.
Chester: Por eso yo me tiraba abajo, pensaba en las letras. Pero a la gente le empezó a gustar, gritaban “Maikel, Maikel” y él se soltó, empezó a bailar. Y salimos primeros en ese torneo.
Maikel: Ese día yo pasé por al lado del jurado y les digo que nos dejen a nosotros para lo último, porque nosotros somos diferentes a todos los que van a tocar acá. Vas a ver que nosotros vamos a sorprender. Entonces cuando subimos al escenario Chester decía “¿cómo hacemos para levantar ahora?” y sube y le dice al público “bueno, ahora ustedes nos van a acompañar a nosotros, pónganse una mano en el corazón, párense por favor” y empezamos a cantar el himno, la gente nos acompañó. Cuando íbamos a la mitad le hizo una seña a Coco, que empezó con la batería y arrancó Xtate Bien. Hicimos tres temas así, sobre la marcha. Y después Chester nos fue presentando uno por uno: “Coco, estudiante de Derecho, Maikel estudiante de Filosofía y Letras”, aunque éramos todos de CBC. Así ganamos nosotros.
Chester: Después fuimos al torneo de Devoto y grabamos el disco con Pablo Lasso. Grabamos con F.A., con el Rey David, cantantes urbanos que conocemos de pibes. Salimos a un montón de lugares y cuando salí en libertad me puse triste, porque Maikel se tenía que quedar. Me fui llorando.
Maxi: Nos hicimos muy amigos entre todos.
Chester: Compartimos ese flash de ser cantantes, de no ser presos y de que todo podía estar mejor. Y hasta hoy nosotros creemos que Xtate Bien puede servir afuera, pasa que nunca tuvimos contención. Cuando Maikel salía de transitoria teníamos que pagar para ensayar en una heladería que estaba vacía, no teníamos ni cuatro paredes donde tocar.
Maxi: Y cuando salió Maikel tocaron esa misma noche.
Chester: Nos fuimos a buscarlo a Nico Almeida que ya estaba en libertad, a Cacho Corvalán y el día que Maikel salió en libertad tocamos en vivo en Tabasco. Lo que me gustó de ese día es que nadie sabía que Maikel recién salía, todos lo trataban como si fuera un día más.