Baúl de Relatos REFUGIO DEL ESCRITOR
A ti
Diamante…………………………………………….4 El amor en primavera…………………………..7 Un amanecer en primavera………………….9 Atardeceres de Marz0………………………….11 Mi fuego………………………………………………13
Custodio………………………………………….15
Diamante Dice Paulo Coelho que la soledad, cuando es aceptada, se convierte en un regalo que nos lleva a encontrar nuestro propósito en la vida. Sí, creo, creo que tiene razón. Al final de todos nuestros finales quedamos solos en la vida si, o si. Visto así, dentro de tu soledad… soledad, quizá pueda encontrar un trozo de carbono por pulir. “Aceptar la soledad como una nueva oportunidad, realizar deseos por cumplir”
Baúl de Relatos
REFUGIO DEL ESCRITOR
Refugio del escRitoR Primera edición en <<Refugio del Escritor>> 2017 Diseño: Refugio del Escritor Ilustración: Refugio del Escritor
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Primavera
El amor en primavera
Al verlo llegar, Bella sintió que su cuerpo se estremecía de placer. Lo recibió con un abrazo. Acarició su espalda, después, besó ambos lados de su sonrosado rostro recién afeitado. Marcos suspiró sonriendo. Fueron caminando hacia el Parque del Retiro, en Madrid. Bella se fijó en una pareja que estaba tumbada en el césped a la sombra de los arboles. Mientras, Marcos buscó a tientas con su mano la mano de Bella. La encontró. El roce de su piel lo excitó un poco más de lo que ya estaba. El suelo del parque estaba sembrado de hojas y flores de todos los colores. Marcos se quedó pensando en los labios de Bella cuando observaba cómo la pareja del césped se comía a besos. La mujer le había puesto la mano en la cremallera de aquel tipo que no dejaba de acariciar a su chica por debajo de la camiseta blanca, ceñida. Ajenos a las miradas y a los que, como Marcos y Bella, eran testigos de su estado emocional, estaba claro que no les importaba. El Retiro es un jardín enorme que, debido a la buena temperatura en primavera, el lugar te envuelve. Y gracias a los jardineros y las plantas; los árboles y el césped te invitan a echarte al suelo y, a falta de otro lugar menos a la vista de todo el mundo, meterle mano a tu amado o amada. No es fácil controlar la emoción cuando llevan tanto tiempo con deseo de tocarse. Porque Marcos y Bella se deseaban. Por ello, puesto que la cita tuvo lugar en plena primavera, las sensaciones, corrientes y cosquilleos; los latidos de sus corazones sonaban en todas las partes de sus sensibilizados cuerpos. Se preguntaban cual sería el sabor de sus lenguas unidas. Produciendo la impresión de ser una pareja maravillosa. Verlos mirarse a los ojos era increíble.
Sandy Torres
BaĂşl de Relatos Refugio
Un amanecer en primavera Tardé un segundo en darme cuenta de que me había despertado. En un minuto, eso fue lo que tardé en darme cuenta de que abril siempre llega y con él los campos florecen. La claridad del sol daba luz al alba de aquel nuevo amanecer en primavera. Después, recordé que había estado en la ruina, me había ido muy mal, pero, no dudé en recordar que el tiempo pasa, que no espera. Y con el tiempo, todo se olvida. Miré hacia la ventana de mi habitación. Oí cantar a un pájaro que se había posado en el alfeizar. Atenta a su piar intente descifrar su canto. Me pareció alegre. Pensé que se sentía feliz comunicándose con otros pájaros que pronto volaron hacia él. Juntos levantaron el vuelo. Se alejaron posándose en las ramas del árbol donde habitan. Me levanté de un salto. Corrí a la cocina. En la mesa quedaba un pequeño trozo de pan duro. En un plato, de esos que traen las tazas para el café, puse unas gotas de agua y deshice las migas de pan. Volví a la ventana. La abrí y posé el plato en el filo del alfeizar para ofrecerles la comida. Volví a cerrar el cristal. El primero en llegar fue el mismo que me había despertado. Le siguieron dos pájaros más. En sólo tres minutos se habían comido todo. Antes de marcharse de nuevo, irguieron triunfantes otro canto de satisfacción. Sandy Torres
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Atardeceres de marzo
Eran los últimos atardeceres de marzo. Llovía casi a diario. Los hibiscos del jardín estaban llenos de agua. Y a la hierba le había desaparecido la capa de polvo y tierra que la cubrió una tarde de viento. Parecía más verde, más limpia. Las calles siempre vacías de gente. Abrí la ventana de salón de mi casa. Asomé mi nariz respingona. Cerré los ojos. Te busqué en la oscuridad de mi mente. Pensé en ti. Apareciste con tu brillante sonrisa. Inspiré profundo el aroma del atardecer a tierra mojada, a madera de pino, a ti.
Sandy Torres
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Mi Fuego Al principio, con Miki, la vida tenía sentido. Todo iba perfecto hasta el día que ambos dimos indicios Al principio, con Miki, la vida tenía sentido. Todo iba perfecto hasta el día que ambos dimos indicios que indicaron lo contrario. A Miki le gustaba jugar con fuego. Yo mantuve la llama encendida aquel frío que indicaron lo contrario. A Miki le gustaba jugar con fuego. Yo mantuve la llama encendida aquel frío otoño. Transitamos los pasillos del invierno, encendidos, calentitos. otoño. Transitamos los pasillos del invierno, encendidos, calentitos. Llegó la primavera y, me di cuenta que habíamos prendido una llama sin control. Pronto nos faltó Llegó la primavera y, me di cuenta que habíamos prendido una llama sin control. Pronto nos faltó combustible. No supe cómo decirle que la situación se estaba enfriando. combustible. No supe cómo decirle que la situación se estaba enfriando. Llegó el verano y lo miré directamente a la cara. Quise saber qué tal le iba la vida y nuestra relación. Llegó el verano y lo miré directamente a la cara. Quise saber qué tal le iba la vida y nuestra relación. Su aroma había cambiado de lavanda a chamusquina. Vi que tenía las pestañas rizadas. De su pelo salía Su aroma había cambiado de lavanda a chamusquina. Vi que tenía las pestañas rizadas. De su pelo salía humo. humo. Respondió dubitativo que no podía ver con claridad, pero mantuvo la mirada fija en mí. Yo lo había Respondió dubitativo que no podía ver con claridad, pero mantuvo la mirada fija en mí. Yo lo había sorprendido tanto que lo dejé sin oxigeno. No supo controlar la pasión. sorprendido tanto que lo dejé sin oxigeno. No supo controlar la pasión. —Todo irá perfecto si apagamos esto —lo advertí convencida— Y tendrá sentido —recalqué—. —Todo irá perfecto si apagamos esto —lo advertí convencida— Y tendrá sentido —recalqué—. Además, te permitirás olvidar todos los signos de nuestra relación, mejor dicho, de este incendio. Tardarás Además, te permitirás olvidar todos los signos de nuestra relación, mejor dicho, de este incendio. Tardarás en sentar la cabeza con alguien. Hasta que haya pasado el tiempo suficiente y el frío te haga añorar otro en sentar la cabeza con alguien. Hasta que haya pasado el tiempo suficiente y el frío te haga añorar otro fuego. Te lo dije al principio ¿Recuerdas? Yo no iba en serio contigo. fuego. Te lo dije al principio ¿Recuerdas? Yo no iba en serio contigo.
Sandy Torres
ola
CUSTODIO Esta mañana, Custodio ha llamado a mi puerta. Últimamente lo hace con inusual frecuencia. Se ha colado, con mi permiso, en el salón de mi casa. Caminaba con soltura y confianza. Ha provocado mi sonrisa al ver su gesto de felicidad, era como si hubiese conseguido la mitad de algún premio. Se ha sentado en el sofá y sin fijarse en ninguno de los cuadros de la pared, ni en el estampado de la cortina. Ni siquiera se ha fijado si la ventana estaba cerrada o abierta se ha quitado el abrigo y ha ido directo al tema. Entonces me he dado cuenta de que se mantiene igual de fresco y atractivo que cuando lo conocí hace más de un cuarto de siglo. El tiempo pasa para todos destrozando la juventud, pero con él no ha sido despiadado. En su demostración me ha convencido de su habilidad para utilizar una herramienta multifunciones. Su textura, a pesar de su aparente rugosidad y dureza es suave, agradable al tacto, delicada con la lengua y los labios. Custodio y yo hemos compartido un par de horas juntos.
Sandy Torres
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